DAGUERRE - Voz Eclecticismo - DArqA Tomo3 E-H PDF

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Diccionario de Arquitectura en la Argentina

ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES


Diccionario de Arquitectura en la Argentina
estilos, obras, biografías, instituciones, ciudades
Buenos Aires: AGEA, 2004
v. 3, 224 p.; 22 x 27.5 cm.
ISBN 950-782-425-1
1. Arquitectura - Diccionario
CDD 720.3

ISBN DE LA COLECCIÓN : 950-782-422-7


ISBN DE ESTE TOMO: 950-782-425-1
Impreso en Artes Gráficas Rioplatense S. A.,
junio de 2004,
Buenos Aires, República Argentina.

Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, por


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es involuntario, por lo que si fueran notificado los editores y compiladores
se comprometen a corregirlo en la primera oportunidad posible.

Por las imágenes incluidas en este tomo agradecemos a: Alberto de Paula,


Alejandro Leveratto, Ana María Rigotti, Ana Ottavianelli, Archivio d Stato d
Regio Emilia, Archivo Amancio Williams, Archivo Antonio Bonet, Archivo del
Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación, Archivo General de la
Nación, Departamento de Documentos Fotográficos, Argentina, Archivo Gó-
mez, Archivo Sydney Follet, Archivo Wladimiro Acosta, Arturo Montagú, Carlos
Moreno, Carlos Sánchez Idiart, Cátedra A. Díaz (FADU UBA), Cátedra J. Sol-
sona (FADU UBA), Ebe Bragagnolo, Facultad de Arquitectura Planeamiento
Diseño de Rosario, Fernando Aliata, Fernando Gandolfi, Fundación Antor-
chas, Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, “Mario J. Bus-
chiazzo” (FADU UBA), Jorge Francisco Liernur, Luis Príamo, Museo de la Ciu-
dad de Buenos Aires, Patricio Randle, Federico Ortiz, Unidad de Investigación
nº 7 del IDEHAB FAU UNLP, León Ferrari, Silivia Pampinella.

Publicación opcional con Diario de Arquitectura de Clarín.


COMPILADORES

Jorge Francisco Liernur


Fernando Aliata

Diccionario de Arquitectura
en la Argentina
ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES

Editor: Berto González Montaner (Diario de Arquitectura)


Investigación y textos

Proyecto y dirección general Instituciones académicas Redactores Tomo e h :


Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONICET) que contribuyeron al proyecto A. G. Adrían Gorelik
Dirección operativa Facultad de Arquitectura A. B. Anahí Ballent
Fernando Aliata (UNLP/CONICET) y Urbanismo de la Universidad A. C. Alejandro Crispiani
Coordinación académica Nacional de La Plata. A. M. R. Ana María Rigotti
y redacción Coordinador: Fernando Gandolfi. A. N. Alicia Novick
Alejandro Crispiani (PUCCH), Graciela Facultad de Arquitectura y B. P. Beatriz Patti
Silvestri (UNLP/CONICET). Urbanismo de la Universidad C. M. R. Carlos María Reinante
Secretario de redacción Nacional de Rosario. C. V. Carlos Viola
Eduardo Gentile (UNLP) Coordinador: María Eugenia Bielsa. C. G. G. Carlos Gustavo Giménez
Comité científico Facultad de Arquitectura y C. S. Claudia Schmidt
Fernando Aliata (UNLP/CONICET), Urbanismo de la Universidad E. B. Ebe Bragagnolo
Anahí Ballent (UNQ/CONICET), Nacional del Litoral (Sta. Fe). E. G. Eduardo Gentile
Adrián Gorelik (UNQ/CONICET), Coordinador: Luis Müller. F. A. Fernando Aliata
Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONI- Facultad de Arquitectura de la F. W. Fernando Williams
CET), Alicia Novick (UBA), Universidad de Tucumán. G. S. Graciela Silvestri
Graciela Silvestri (UNLP/CONICET). Coordinador: Diego Lecuona. G. V. Gustavo Vallejo
Facultad de Arquitectura Ga V. Gastón Verdicchio
Financiación y patrocinio de la Universidad Nacional H. C. Horacio Caride
institucional de Mar del Plata. J. A. Julio Arroyo
Consejo Nacional de Coordinador: J. F. L. Jorge Francisco Liernur
Investigaciones Científicas Fernando Caccopardo. J. R. Jorge Ramos
y Técnicas (CONICET), J. V. Julio Valentino
Universidad de Buenos Aires (UBA), Colaboradores técnicos M. P. A. María Pía Albertalli
Facultad de Arquitectura, Dibujos: Coordinación: M. R. Mónica Rojas
Diseño y Urbanismo de la UBA Martín Ibarlucía, Roberto M. D. Mercedes Daguerre
(FADU/UBA), Lombardi, Omar Loyola. M. I. de L. María Isabel de Larrañaga
Fundación Alexander von Hum- Dibujantes: Juan Carlos Arturi, N. A. Noemí Adagio
boldt. Diego Capello, Daniel Gimelberg, O. I. Otello Iolita
Ciro Najle, Serenella Perrecca, R. L. René Longoni
Sede del proyecto Adrián Romero, Francisco Vilchez. R. P. Roxana Pérez
Instituto de Arte Americano R. V. Roberta Vassallo
e Investigaciones Organización del S. B. Sonia Berjman
Estéticas “Mario J. Buschiazzo” listado de voces S. P. Silvia Pampinella
Leticia Mantz S. C. Silvia Cirvini
V. A. Vivian Acuña
Secretaría de redacción V. G. Virginia Galcerán
Pablo Blitstein, Vera Blitstein, V. O. Verónica Osso
Martín Marimón, Alejandra Marimón, V. P. Verónica Paiva
Romina Paula.

Nota del Editor: las firmas de los redactores se consignan al final de cada texto con sus respectivas iniciales
abreviaturas ed. edición || editorial
(Ed., cuando forma parte del nombre de una
PUCCH
p.°
Pontificia Universidad Católica de Chile
paseo
editorial; también edit., Edit.); editor, ra. pág. página (también p. y pg.)
edit., Editorial párr. párrafo
EE.UU Estados Unidos de Norteamérica pdo. pasado
ej. ejemplo PE Poder Ejecutivo
EPEC Empresa Provincial de Energía de Cordoba PEN Poder Ejecutivo Nacional
et ál. (lat.: ‘y otros’) PEVE Plan de Erradicación
etc. Etcétera de Villas de Emergencia
f. sustantivo, o construcción nominal pg. página (también p. y pág.)
sustantiva, de género femenino. Prof. (fem. Prof.°) profesor
F. C. ferrocarril pról. prólogo
a. C. antes de Cristo. FADU Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo prov. provincia
AA. VV. autores varios. fasc. fascículo r. p. m. revoluciones por minuto
ACA Automóvil Club Argentino FAU Facultad de Arquitectura y Urbanismo reg. registro
adj. adjetivo. fca. fábrica Rep. república
adv. adverbio FNA Fondo Nacional de las Artes RR. HH. recursos humanos
ANBA Academia Nacional de Bellas Artes FO Ferrocarril Oeste Rte. remitente
Arq. arquitecto, ta FONAVI Fondo Nacional de la Vivienda S. san (cf. Sto.)
Arqs. arquitectos, tas Gdor. (fem. Gdora.), gobernador s. siglo || siguiente (también sig.)
art. Artículo. Gral. general S. A. sociedad anónima
Av. Avenida. ha hectárea / hectáreas s. a., s/a sin año [de impresión o de edición]
B. Bco. banco (‘entidad financiera’) H.° A.° Hormigón armado (cf. s. d., s. e. y s. l.)
BHN Banco Hipotecario Nacional IAA Instituto de Arte Americano s. d. sine data (lat.: ‘sin fecha [de edición o
Bibl. biblioteca IAIHAU Instituto Argentino de Investigaciones de impresión]’ / sin información.
BID Banco Interamericano de Desarrollo de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo s. e., s/e sin [indicación de] editorial
BMCBA Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires ICOMOS Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (cf. s. a., s. d. y s. l.)
BN Banco de la Nación Argentina íd. ídem (lat.: ‘el mismo, lo mismo’) s. f., s/f sin fecha
Bo., B.° barrio IDEHAB Instituto de Estudios del Habitat S. L. sociedad limitada (cf. S. A.)
Bs. As. Buenos Aires igl.° iglesia s. l., s/l sin [indicación del] lugar [de edición]
c. calle Ing. ingeniero, ra (cf. s. a., s. d. y s. e.)
C. F. capital federal (también Cap. Fed.). Ings. ingenieros, ras s. n., s/n sin número
c/u cada uno Inst. instituto (en una vía pública)
Cap. capital INTA Instituto Nacional de Tecnología Agraria s. v., s/v sub voce (lat.: ‘bajo la palabra’, en
cap. capítulo intr. verbo intransitivo. diccionarios y enciclopedias)
Cap. Fed. Capital Federal km Kilómetro/s s/f Sin indicación de fecha de edición o escritura.
CCM Compañía de Construcciones Modernas l. c. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; s/l Sin indicación de lugar de edición o escritura
Cdad. ciudad también loc. cit.) SCA Sociedad Central de Arquitectos
CEAMSE Coordinación Ecológica Área Metropolitana Lic. licenciado, da (también Lcdo. y Ldo.) Sdad. sociedad (también Soc.)
CEPA Centro de Estudios de Proyectación Ambiental loc. cit. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; sig. siguiente (también s.)
CEVE Centro Experimental de la Vivienda Económica también l. c.) Soc. sociedad (también Sdad.)
cf. cónfer (lat.: ‘compárese, véase’) Ltda. Limitada Sr. (fem. Sra., Sr.°, S.°) señor
Cía. compañía Ltdo. (fem. Ltda.) limitado (cf. Ltd.) Sto. (fem. Sta.) santo (cf. S.)
CIAM Congresos Internacionales de Arq. Moderna m Metro/s t. tomo
CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales m. n. moneda nacional TANAPO Talleres nacionales y Populares
cm centímetro m. sustantivo, o construcción nominal tel. teléfono (también teléf. y tfno.)
CNCB Comisión Nacional de Casas Baratas sustantiva, de género masculino. tít. título
Co. Compañía. MALBA Museo de arte Latinoamericano ton Tonelada/s
cód. código de Buenos Aires tr.: verbo transitivo.
col. colección MAMBA Museo de Arte Moderno de Buenos Aires trad. traducción || traductor, ra
CONICET Consejo Nacional de Investigaciones mimeo: mimeografiado UBA Universidad de Buenos Aires
Científicas y Tecnológicas MNBA Museo Nacional de bellas Artes UNC Universidad Nacional de Córdoba
ctv. centavo (también c., cent. y ctvo.) MOP Ministerio de Obras Públicas Univ. Universidad
d. C. después de Cristo N. B. nota bene (lat.: ‘nótese bien’) UNL Universidad Nacional del Litoral
del. delegación N. del E. nota del editor UNLP Universidad Nacional de La Plata
DGV Dirección General de Vialidad N. del T. nota del traductor UNMdP Universidad Nacional de Mar del Plata
DiHA Diccionario del Habla de los Argentinos de n. nota UNQUI Universidad Nacional de Quilmes
la Academia Argentina de Letras (2003). N.° S.° Nuestra Señora (referido a la Virgen; UNT Universidad Nacional de Tucumán
Diag. diagonal (‘calle’) también Ntra. Sra.) UPCA Union Popular Católica Argentina
dicc. diccionario n.° número/s USA: United States of America
Dir. (fem. Dir.a) director || dirección NA Revista Nuestra Arquitectura UTDT Universidad Torcuato Di tella
DNA Dirección Nacional de Arquitectura NOA Noroeste Argentino v. gr. verbi gratia (lat.: ‘verbigracia,
DNT Departamento Nacional del Trabajo ORPBA Organización del Plan Regulador de Buenos Aires por ejemplo’; también v. g.; cf. p. ej.)
DNV Dirección Nacional de Vialidad OSN Obras Sanitarias de la Nación v. véase (cf. vid.) || verso
doc. documento P. D. posdata v. Véase
dpto. departamento p. ej. por ejemplo (cf. v. g. y v. gr.) vol. volumen
Dr. (fem. Dra.), doctor p. página (también pg. y pág.) vs. versus (lat.: ‘contra’)
DRAE Diccionario de la Real Academia P. S. post scríptum VV. AA. varios autores (cf. AA. VV.)
Española (2 vols. Madrid, Espasa, ed. 2001). (lat.: ‘después de lo escrito’) w. c. water closet (ingl: ‘servicio, retrete’)
Edificio Malecón en Puerto Madero, Buenos Aires.
e
e

EBELOT, ALFREDO. St. Gaudens (Haute Sa- ECLECTICISMO. m. (E.) Estilo que caracteriza La renta diferencial, las inversiones ex-
vonne, Francia), s/d – Toulouse (Francia), la arquitectura del siglo XIX, derivado de la po- tranjeras y la incorporación masiva de mano
1920. Ingeniero. Activo en la Argentina como sibilidad de utilizar experiencias figurativas del de obra inmigrante provocan la metropoliza-
ingeniero militar y civil durante la segunda mi- pasado (v. Revival) o de componerlas en un edi- ción de Buenos Aires, definen el perfil indus-
tad del siglo XIX. Participó en la Campaña al ficio único a través de un proceso de reela- trial y posibilitan la construcción de infraes-
Desierto y también integró los equipos téc- boración de las diferencias según un deter- tructuras territoriales adaptadas al nuevo rol
nicos para las obras del puerto de La Plata. minado criterio ordenador (“Eclecticismo internacional, por lo que se intensifica la ur-
estilístico”). banización de las principales ciudades.
Estudió en Toulouse y París. Se graduó en En este lapso crítico de transformación ra-
1839. Hasta el año 1870 fue secretario redac- PERIODIZACIÓN. dical del ambiente construido, una nueva fi-
tor de la Revue des deux mondes. Radicado en Difundido a nivel local en las últimas dé- sonomía es modelada prevalentemente por pro-
Buenos Aires, actuó con Alsina, quien le con- cadas de 1800 y en las primeras del siglo XX, fesionales, técnicos y mano de obra extranjera.
fió la dirección de los trabajos de la llamada una periodización más precisa podría colo- El debate en el campo político-cultural so-
Zanja de Alsina. Posteriormente colaboró con carlo entre 1880 y 1930, años en que el Eclec- bre la construcción de la Nación, la institucio-
Roca en la Campaña al Desierto. ticismo (E.) se adopta como lenguaje del pro- nalización de la disciplina arquitectónica y el
En 1879 tuvo a su cargo la demarcación de ceso modernizador. El período se caracteriza precisarse el rol profesional del arquitecto no
los pueblos de Nicolás Avellaneda, Choele-Cho- por el vertiginoso crecimiento de la población, son ajenos a la utilización de revivals y eclec-
el, Puan y Guaminí, estos últimos erigidos so- producido por la inmigración, la federaliza- ticismos que configuran la imagen del Estado
bre los campamentos militares que habían si- ción de Buenos Aires y el boom agroexporta- moderno y dan forma a las nuevas modalida-
do construidos con anterioridad. dor resultante de la incorporación del país al des del hábitat.
Dirigió las excavaciones para la construc- mercado internacional.
ción del puerto de La Plata e intervino también ORÍGENES Y ACEPCIONES DEL TÉRMINO.
en las obras de construcción del Ferrocarril de Cuestiones teóricas y estilísticas. J. J. Winc-
Río de Janeiro a Bagé (Brasil). kelmann introduce el término y su moderna
Colaboró como periodista en diversas pu- definición en la historiografía del arte. Desde
blicaciones y diarios como: La Nación, Le cou- entonces el concepto ha asumido connotacio-
rrier de l’Argent; fue fundador y redactor de nes diferenciadas:
La République française; escribió varios libros uSinónimo de disponibilidad de reperto-

entre los que se destacan La Pampa, Recuerdos rios formales del pasado (J. E. Street, R. Kerr).
de frontera y Mecánica. uAdopción del estilo predominante en la

preservación de la edilicia religiosa inglesa del


Bibliografía: F. Ortiz, J. C. Montero, R. Gutiérrez, A. siglo XIX (Camden Society).
Levaggi y A. S. J. de Paula. La arquitectura del li- uSimple expresión de la moda como “co-

beralismo en la Argentina. Buenos Aires: Sudame- lección de fragmentos avanzados del caos” (T.
ricana, 1968. uINTERIOR DEL PALACIO PAZ, BS. AS., DE L. SORTAIS. Hope).

8 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ebe ecl
uMétodo crítico de selección de estilemas

figurativos de la propia tradición como vía an-


tihistoricista de búsqueda proyectual, preludio
de un nuevo estilo nacional (C. Boito).
Estos son solo algunos de los tantos signi-
ficados que se le atribuyen en el transcurso
del siglo XIX y que contribuirán a determinar
la ambigüedad que desde entonces caracteri-
za al término.
La manipulación de los diversos estilos, y
la consecuente negación de integridad estilís-
tica, ha sido generalmente considerada un as-
pecto esencialmente negativo del Eclecticismo,
en cuanto se opondría a un correcto acerca-
miento hacia un determinado período históri-
co como búsqueda de inspiración para la cre-
ación de una arquitectura del propio tiempo.
Los estudios filológicos desarrollados a partir
del siglo XVIII sobre la arquitectura del pasa-
do habrían reducido el grado de libertad del
proyectista al establecer con precisión las re-
glas y los elementos constitutivos de cada es-
tilo. Superada la fase de idealización, su utili-
zación se pondría en relación directa con la
fidelidad demostrada hacia el modelo real, y se
abriría al mismo tiempo la posibilidad de re-
currir a múltiples lenguajes y a diferentes mo-
mentos de su propia evolución, en función de
las exigencias ideológicas del tema, del gusto
o del comitente (L. Benévolo, 1960).
Esta resulta una de las interpretaciones más
difundidas en la historiografía contemporánea,
que tampoco es unánime en la periodización
de su desarrollo, en la mayor o menor coinci-
dencia entre revivals y E., y aun en el juicio de
valor que expresa sobre dichas experiencias fi-
gurativas (L. Pateta, 1975). Una de sus acep-
ciones más ajustadas se identifica con aquella
que se afirma en Francia alrededor de 1830, en
directa relación con la noción filosófica teori-
zada por Victor Cousin, para indicar un mé-
todo compositivo de pensamiento estructura-
do a partir de la selección óptima de elementos
pertenecientes a otros métodos (Cousin, 1829).
Una vía proyectual se delinearía entonces a tra-
vés de una selección de distintos elementos ar-
quitectónicos del pasado según una intrínseca
funcionalidad al presente (Collins, 1979). Aná-
logas definiciones del término atraviesan el
campo historiográfico local que, identificando
el concepto con la arquitectura del liberalismo,
coincide en la colocación temporal finisecular
e individualiza vertientes diferenciadas (E. aca-
démico, romántico y modernista), que se re-
montan al transcurso del 1800 y se presentan
alternativamente como historicismos o revivals.
A partir de la década del ochenta aumentaría u LA EXHUBERANCIA ANTIACADÉMICA DEL PASAJE BAROLO, OBRA MAESTRA DE MARIO PALANTI EN LA AV. DE MAYO, DE BS. AS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 9


el grado de contaminación estilística: distintos tonces abordado como una importación en blo- Superada la fase neoclásica de supuesta con-
edificios y distintas partes del edificio pudiero que de tales prácticas figurativas, sin advertir tinuidad con el período virreinal (v. Neoclasicis-
resolverse con criterios diferenciados, al ex- la importancia de la dimensión lingüística de mo), poco pródiga en ejemplos estilísticos, se
tenderse la modalidad compositiva a la carac- los dispositivos ideológicos funcionales a la sucedería en la época rosista el uso de un in-
terización ornamental, y pudo concebirse ca- construcción del nuevo Estado nacional. definido Clasicismo, producto de una tradición
da habitación en un estilo diferente, o en varios empírica popular, al que se le atribuyen hipo-
simultáneamente (bric à brac), a través de cier- MODALIDADES DE DIFUSIÓN. téticas características nacionales.
ta analogía entre determinados estilemas fi- El campo disciplinario se presenta estrati- Un primer período italianizante (v. Neorre-
gurativos y las exigencias de uso y represen- ficado y maleable: profesionales extranjeros, nacimiento italiano) de atribuciones austeras se afir-
tación de la “Vida Moderna”. Basado en la arquitectos argentinos formados en las acade- maría desde la mitad del siglo y, utilizando ele-
posibilidad de generar una recomposición es- mias y politécnicos europeos, los primeros egre- mentos neorrenacentistas, se propondría como
tilística, innovadora y perfeccionable, sobre la sados de las escuelas de arquitectura locales, simple arquitectura de fachada sobre disposi-
base de estilemas asentados históricamente, técnicos, constructores, decoradores y artesa- ciones planimétricas tradicionales.
tipologías consideradas adaptables a la función nos, operan en un espacio profundamente con- Después de Caseros, la acción constructi-
del edificio o experimentando con el lenguaje vulsionado por el proceso de transformación va del Estado de Buenos Aires (1853-1962) in-
a través del collage, el E. sería sustancialmente en curso. Las exigencias de organización pro- troduciría –con las figuras de sus principales
un fenómeno romántico que adopta códigos ductiva determinan nuevos límites entre prác- técnicos (v. Pueyrredón, P.; Pellegrini, C.; Taylor P.)– El
de expresión diversificados (R. Gabetti, 1968). ticas y agentes y provocan la paulatina inci- E. como uso de estilos diferentes, y se afir-
Desmontar el repertorio estilístico del pa- dencia del rol del arquitecto; de allí que se haya maría particularmente en su vertiente neorre-
sado, y por medio del montaje generar un or- verificado simultáneamente la institucionali- nacentista y neogótica.
den diferente que responda a nuevas exigen- zación selectiva de la profesión. Este proceso A partir de la década del ochenta, el E. se in-
cias ideológicas, funcionales, materiales —y a tensifica y generaliza; se distinguen líneas por-
específicas condiciones de producción—, im- tantes basadas en el origen de los vocabularios
plica a veces un E. experimental, fundamen- estilísticos y en el uso que se hace de ellos. Así,
tado racionalmente. La búsqueda de un “esti- los edificios más representativos tanto del área
lo personal” con el cual expresar libremente la pública como privada se resuelven en las di-
propia subjetividad lleva en otros casos a la versas variantes del Clasicismo afrancesado o
exasperación del bric à brac, por lo que se pro- italianizante (E. académico); la tendencia me-
voca la desintegración del lenguaje. dievalista se aplica principalmente a los edifi-
Al margen de las diferentes acepciones y cios religiosos y el Pintoresquismo (asociado al
enfoques de la crítica, resulta aceptado el he- concepto de Neomedievalismo en la noción de
cho de que el término haya designado en el E. historicista, por la amplitud de posibilidades
transcurso del tiempo fenómenos artísticos di- que ofrecen, o englobados otras veces en la de-
ferentes, complejos y contradictorios, por lo finición de E. romántico) adopta modelos ex-
que constituye una aproximación a la reflexión ternos a la corriente clásica, con el uso de esti-
estética recurrente en el campo de las artes fi- u MUNICIPALIDAD DE PERGAMINO, PCIA. DE BS. AS. lemas provenientes de las diferentes tradiciones
gurativas (E. Crispolti, 1958). Al tomar como vernáculas, que se difunden en la arquitectura
punto de partida el análisis de la crisis del len- se afirma en 1886 con la primera fundación residencial suburbana y rural.
guaje clásico verificada a principios del siglo de la SCA (v.) y culmina en 1901 con su defi- Como fase conclusiva se colocan los E. mo-
XIX, algunos estudios a nivel internacional nitiva organización y la creación de la Escuela dernistas en sus distintas expresiones (Art Nou-
han considerado las transformaciones opera- de Arquitectura de Buenos Aires (v. Enseñanza de veau, Liberty, Secesion, Jugendstil o Modernisme)
das con la multiplicación de técnicas de ges- la arquitectura). La formación académica de los (v. Arte Nuevo).
tión del espacio urbano como consecuencia de operadores (actualizada por los tratados de Gua-
la subdivisión del trabajo intelectual, tenien- det y Cloquet), el multiplicarse de manuales y NUEVOS ENFOQUES.
do en cuenta la emergencia de nuevas proble- publicaciones extranjeras divulgadoras de mo- La arquitectura de las estructuras de servi-
máticas en el específico campo proyectual. De delos e información técnico-constructiva y la cio (mercados, silos, fábricas, depósitos, esta-
este modo, a la disponibilidad estilística se la aparición en el país de las primeras revistas es- ciones de ferrocarril), donde la resolución téc-
suplantaría con la complejidad de un debate pecializadas, contribuyen a configurar el ba- nica se limita al rigor funcional, aunque sin
que comprende la supervivencia de la disci- gaje técnico con el cual hacer frente al de- sa- estar ausente la mayoría de las veces la dimen-
plina arquitectónica como tal (G. Teyssot, 1974; fío de la modernización. sión representativa, ha sido generalmente iden-
P. Morachiello, G. Teyssot, 1980; A. Vidler, tificada como la única vía abierta hacia la Ar-
1977). En la producción historiográfica ar- PROBLEMAS DE PERIODIZACIÓN quitectura Moderna. (v. Servicios, arquitectura de).
gentina prevaleció la idea del E. como una ex- Y FASES ESTILÍSTICAS. Estas esquematizaciones temporales han sido
presión urbana periférica resultante del so- La historiografía suele vincular la difusión cuestionadas por interpretaciones más recien-
metimiento —sin cuestionamientos— de la del fenómeno a la europeización que se pro- tes, que replantean fracturas y continuidades
elite liberal local a parámetros y modelos de duce en el panorama arquitectónico local a par- en la arquitectura del siglo XIX, pues conside-
los países centrales. El argumento ha sido en- tir del período rivadaviano. ran el Neoclasicismo rioplatense como parte in-

10 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Teatro Colón ecl ecl

u LA SALA, DE 75 M DE PROFUNDIDAD Y 28 M DE ALTURA, TIENE CAPACIDAD PARA 2.487 ESPECTADORES. SU FORMA DE HERRADURA ES COMÚN EN LOS TEATROS CLÁSICOS DEL SIGLO XIX .

u A LA DERECHA: ENTRADA
PRINCIPAL; DETALLE DE LA
CÚPULA, CON LA TELA PINTA-
DA POR RAÚL SOLDI EN LOS
‘60; ORDENES CLÁSICOS
EN LA COMPOSICIÓN DE LAS
FACHADAS. ABAJO: CORTE
(CON LA AMPLIACIÓN DISEÑA-
DA POR M. R. ÁLVAREZ EN
1970) Y PLANTA PRINCIPAL.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 11


tegrante del proyecto rivadaviano que involu- festaciones de cierta autonomía en la produc- El E. aparece entonces como símbolo del
cra la totalidad del espacio urbano y territo- ción arquitectónica argentina. caos metropolitano, pero también como sin-
rial, y niegan la visión del régimen rosista (1829- Por otro lado, estudios especializados en el gular modo de sistematizar tendencias, gru-
1852) como ruptura radical con el modelo liberal desarrollo urbano de Buenos Aires han seña- pos, categorías sociales que buscan la afirma-
posrevolucionario y como nuevo puente con la lado la presencia de un conflicto central en la ción de una identidad afanosamente invocada,
tradición colonial. En cambio, se destaca —en transformación metropolitana: las respuestas en respuesta a estructuraciones ideológicas que
esta nueva interpretación— la permanencia de a la estrategia global de concreción de la ciu- los países de origen ponen en marcha desde el
ciertos principios técnico-proyectuales (regu- dad real, actuada por los sectores dominantes poder en franca oposición con las estrategias
laridad, simplicidad, volumetrías puras), ca- adoptan actitudes que van desde la aceptación homogeneizadoras del Estado argentino.
racterísticos del bagaje formativo y del modus hasta el rechazo, y producen distorsiones, adap- Cabe entonces preguntarse qué grado de fle-
operandi de los profesionales activos en el trans- taciones o fracturas. En vez de acudir a la in- xibilidad demuestran tales códigos y cómo se
curso del siglo (F. Aliata, 1998). diferenciada metáfora pevsneriana del baile de declinan en el nuevo contexto; en qué forma re-
Por tal razón, la periodización propuesta iden- máscaras, y reconociendo la funcionalidad y accionan en los parámetros específicamente ar-
tifica sustancialmente el fenómeno ecléctico con los matices que el uso de los lenguajes esti- quitectónicos, como la tipología, la configura-
un lábil lapso, caracterizado por la verificación lísticos adquiere en el proyecto liberal —dis- ción espacial o los esquemas funcionales, ante
de un cambio de mentalidad artística en los sec- las contradicciones del proceso de urbanización.
tores dominantes, que recurren a repertorios Por otro lado, distanciándose de la noción
lingüísticos diversificados para representar nue- de estilos modernistas, como superación pro-
vas exigencias funcionales y simbólicas. gresista de los academicismos o de la concep-
El cuestionamiento de la noción de trans- ción de los mismos como momento de tran-
culturación lineal emerge con claridad del de- sición entre dos rígidas categorías estilísticas
bate arquitectónico del período, de su relación (E. y Movimiento Moderno), el tema se plan-
con las polémicas artísticas que se desarrolla- tea como paradigmática zona de frontera en-
ban en Europa y del modo en que se imponí- tre una pluralidad de prácticas; borde en el que
anen o modificaban ciertas posiciones; tam- se cruzan y articulan viejos y nuevos discur-
bién del uso y selección de los modelos sos; punto de inflexión de un debate oscilante
disponibles y del circuito cultural en el cual se entre la recuperación de las tradiciones en la
formaban los operadores. Al mismo tiempo, construcción de una arquitectura nacional y la
el análisis del rol de la inmigración en la cons- incorporación de lo nuevo a un universo dis-
titución del Estado nacional —desarrollado ciplinario en crisis. Precisamente del conflic-
principalmente en el campo histórico y litera- to lingüístico que representa el clima socio-cul-
rio— ha sugerido nuevos enfoques sobre la tural de la Buenos Aires del Centenario:
problemática estilística. Si el s. XIX europeo heterogeneidad, confusión y diversidad, se
se presenta como la culminación de la crisis lamentará la elite. ¿Acaso este E. no ha dado
del Clasicismo y el punto de máximo enrare- carácter a la nueva Babel sudamericana? Con-
cimiento de sus códigos, en el caso argenti- tradicciones que evidencian, una vez más, la
no se plantea el problema de los distintos len- u INTERIOR DE LA EMBAJADA DE FRANCIA, DE P. PATER. arbitrariedad de los lenguajes, la inexistencia
guajes como modo de representación de de categorías estilísticas como estructuras uní-
conflictos latentes en un momento de reaco- tinguiendo además entre proyectos alternati- vocas y totalizantes.
modamiento disciplinar y de profundos cam- vos de hegemonía cultural internos a la propia
bios sociales. Partiendo de la consideración de elite—, la clave de lectura de los distintos re- TENDENCIAS, OBRAS Y ARQUITECTOS.
la ciudad como campo de batalla, territorio de pertorios formales se impostaría sobre un pla- Se ha insistido sobre el academicismo li-
confrontación de infinidad de proyectos dis- no diverso. Se los considera simultáneamente beral afrancesado de la arquitectura ecléctica
tintos y contradictorios, cuyo desmontaje evi- como instrumentos de diferenciación en ma- argentina sin interrogarse sobre cómo y por
denciaría procesos de gestación de una cultu- nos de grupos social y étnicamente heterogé- qué las tendencias borbónicas consiguen una
ra de mezcla, es posible comprender por qué neos, espacio de resistencia, mecanismo de afirmada hegemonía. Es evidente que un con-
en una serie de objetos urbanos los sectores afirmación de la propia diversidad en la elec- sistente sector de la elite dirige su mirada ha-
hegemónicos potencian y extienden sus va- ción cuidadosa de sintagmas lingüísticos iden- cia París como paradigma de nuevas modali-
lores simbólicos. Bajo esta óptica, el uso de tificados con la nacionalidad de procedencia, dades del habitar e impone los academicismos
historicismos y revivals propone nuevas ca- ante estrategias oficiales de dominio que tien- como jerarquización de la edilicia institucio-
racterizaciones de las relaciones entre cultura den a eliminar la diferencia para gestar ese hí- nal o como expresión de distinción en la edi-
central y cultura periférica; cultura de los sec- brido cultural que debería ser la base de la nue- licia privada. El mecanismo de identificación
tores dominantes y pluralidad cultural del res- va Nación. Son estilos que se ponen también simbólica que excluye y diferencia es sutil y
to de la sociedad. Renovando la impostación como intento de valorización superestructural precario: en el preciso momento en que los par-
teórica y los instrumentos de análisis e intro- en el proceso descualificador producido por la venu (inmigrantes enriquecidos) adoptan una
duciendo la idea de selección entre las múlti- conversión del espacio urbano en terreno de amplia gama de lenguajes eclécticos para evi-
ples influencias recibidas, se registran mani- especulación. denciar la posición social alcanzada, la elite

12 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ecl ecl
abandona los estilos borbónicos del primer Re- truyó la Casa de Gobierno (1854-1856), la Re-
nacimiento francés (Luis XIII y XIV), y rei- sidencia Provincial (1855-1858) y la Cámara de
vindica el primer Luis XVI por su sobriedad. Diputados (1856) y la de Senadores (1858) de
Se pondría así en funcionamiento un meca- Paraná durante el período en que la ciudad
nismo reiterado en la historia de la disciplina es designada capital de la Confederación; N.
y legitimado por la misma Academia des Be- Grosso (v.), L. Caravatti (v.) y N. Cánepa (v.) ejer-
aux Arts, que propone un Clasicismo elemen- cen su actividad en Corrientes, Catamarca y
tal como marco en el cual recuperar los valo- Santiago del Estero (v. Neorrenacimiento).
res tradicionales puestos en crisis con el Un segundo momento más ecléctico cuen-
multiplicarse de corrientes heterogéneas (his- ta entre sus principales exponentes a: F. Tam-
toricismos y revivals). El Clasicismo en sus burini (v.), con obras como el Teatro Rivera In-
diferentes vertientes se constituyó desde en- darte (1890) de Córdoba o el Nuevo Teatro
tonces en campo de elaboración y teorización Colón en Buenos Aires (1889-1908); C. Morra
de impulsos renovadores (J. Liernur, 1983). (v.), con el edificio de la Biblioteca Nacional
Sin embargo, resulta inapropiado suponer la (1902); G. Aloisi (v.), autor de la sede de la Fa-
existencia de un único centro emisor que se cultad de Medicina de Buenos Aires y de nu-
concibe privado de conflictos internos por la merosas residencias privadas; L. Broggi (v.), que
imposición de modelos. Una verdadera dis- incursiona en matices florentinos (edificios de
puta de representaciones con selecciones y ex- Juncal y Libertad o de Arenales y Uruguay), y
clusiones está en la base de una determinada J. Buschiazzo (v.), quien desarrolla una inten-
corriente figurativa, tanto en el centro como sa actividad arquitectónica y urbanística no so-
en la periferia, a la cual no son extrañas las ins- lo a través de su estudio particular sino tam-
tituciones étnicas y sus proyectos de predo- bién como técnico municipal. Entre sus obras
minio. Sintéticamente, y reconociendo cierta más significativas, se pueden destacar la Mu-
arbitrariedad en la operación, es posible esta- nicipalidad de Belgrano (1869; 1887-1900), nu-
blecer las principales tendencias del panora- u IGLESIA DE SANTA FELICITAS, BARRACAS, DE E. BUNGE. merosos hospitales: Muñiz (1882-1894); San
ma ecléctico argentino al asociarlas los distin- Roque (1893); Italiano (1896); Durand (1909),
tos modelos culturales y nacionales a los que sen (v.), y con el más tardío Hotel Continental hospicios, escuelas, mercados, sucursales ban-
se hace referencia: (1930), de A. Bustillo (v.). La versión parisina carias, la remodelación del cementerio de la
del Art Nouveau encuentra en A. Plou (v.), A. Recoleta y el de la Chacarita; edificios religio-
Francesa: línea representada por el academi- Massué (v.) y E. Hugé (v.) ejecutores atentos a sos, como la Iglesia del Carmen (1881-1888), y
cismo Beaux Arts en sus diferentes acepciones la definición decorativa de la fachada, sin alte- residenciales: palacio Salas (1904) y palacio
estilísticas. Sus principios básicos (órdenes clá- rar sustancialmente las características del or- Devoto en Plaza Lavalle (1913), ambos en Bue-
sicos, simetría, proporción), tipologías (deri- ganismo arquitectónico tradicional. nos Aires, casas de renta.
vadas del clasicismo francés) y estilemas lin- Ya superada la primera década del siglo, V.
güísticos (mansardas, óculos, lucarnas), Italiana: se manifiesta a partir de la mitad del Colombo (v.), F. Gianotti (v.), B. Pedrotti (v.) y M.
generalmente con hibridaciones italianizan- siglo XIX en una primera fase de difusión de Palanti (v.) emprenden itinerarios antiacadé-
tes, se difunden a partir de fines de la década repertorios neorrenacentistas a través de la obra micos diferenciados que fluctúan entre conta-
de 1880. Entre los ejemplos más significativos de profesionales y constructores italianos que minaciones Liberty y exuberancias formales.
de la arquitectura institucional en Buenos Ai- traen consigo modelos académicos e idonei-
res se encuentran: Palacio de Justicia (1906- dad técnica. Nicolás y José Canale (v.) realizan
1910), Colegio Nacional (1908) y Correo Cen- el trazado urbano de Almirante Brown (Adro-
tral (1908-1928), de N. Maillart (v.) o el Concejo gué) y de sus principales edificios públicos (igle-
Deliberante, de H. Ayerza (v.). Adquiere amplia sia, municipio, escuela) a partir de 1873; pro-
difusión en la edilicia residencial de la elite, yectan además la iglesia parroquial de Belgrano
proyectada por los profesionales de más pres- (1864-1916) y la Iglesia de la Piedad (1866-
tigio, como R. Sergent (v.), con el Palacio Errá- 1895). Otras figuras como P. Fossati (v.), au-
zuriz (1911), la quinta Alvear en San Fernando tor de la reestructuración del Palacio San José
y el Palacio Ferreyra en Córdoba (1913); P. Pa- en Concepción del Uruguay (1850-1858), y J.
ter (v.), con el edificio de Cerrito y Arroyo (ac- B. Arnaldi (v.), constructor de la Catedral de Pa-
tual Embajada de Francia); además, caracte- raná (1883) y de Santa Fe, difunden la mane-
riza la mayoría de los numerosos hoteles ra italiana en las provincias del Litoral. Tam-
privados y petit-hôtels realizados, entre otros, bién esta aceptación del academicismo es
por L. Dubois (v.), E. Lanús y P. Hary (v.), E. considerada particularmente apta para los edi-
Le Monnier (v.) y J. Dormal (v.). Esta línea se ex- ficios públicos y caracteriza con mayor o me-
tiende a otras funciones con el edificio de la nor grado de contaminación los organismos
Bolsa de Comercio (1916), de A. Christopher- estatales del interior. Así, S. Danuzio (v.) cons- u PALACIO SAN JOSÉ, C. DEL URUGUAY, DE P. FOSSATI.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 13


Alemana: está representada por profesionales bierta de los andenes; se ocupa también del
formados en instituciones académicas alema- edificio administrativo de la empresa (ubica-
nas y articula estilos académicos o revivals ins- da en 25 de Mayo y Bartolomé Mitre) y, en co-
pirados en la arquitectura del norte europeo. laboración con Newbery Thomas (v.), proyec-
Su importancia es relevante inicialmente, cuan- ta la Oficina de Ajustes de los Ferrocarriles
do muchos de sus principales exponentes ocu- (1914), en Alsina y Paseo Colón, considerado
pan cargos públicos y participan en la institu- el primer rascacielos de Buenos Aires. Se evi-
cionalización de la disciplina. Se destacan entre dencia en este caso la relación del grupo con
ellos: C. Altgelt (v.), activo en la edilicia estatal los intereses británicos, materializada en la
como miembro del Departamento de Obras realización de un gran volumen de obras, en-
Públicas de la Nación y arquitecto de la Direc- tre las cuales figuran los grandes depósitos pa-
ción de Escuelas de la Provincia de Buenos Ai- ra firmas importadoras de textiles, como la
res (Escuela Petronila Rodríguez, 1889); E. Moore & Tudor (1915); la sede de la Northern
Bunge (v.), vencedor del concurso de proyectos Assurance (1918); el Banco de Londres y Amé-
para la Penitenciaría Nacional (1870) y para el rica del Sud en Buenos Aires y Rosario; el Hos-
Hospital Alemán (1876), autor de la Escuela pital Británico de Buenos Aires; el frigorífico
Normal de Maestras (1893), de las cárceles de Smithfield de Zárate. Y como Conder, Follet
San Nicolás y Dolores (1893), de la iglesia de & Farmer, las grandes tiendas Harrods y Gath
Santa Felicitas (1870) y de numerosas resi- & Chaves, en Florida y Cangallo (hoy Perón),
dencias particulares como la de Guerrero (1869) además de las sucursales en todo el país. En
o la de Pereyra Iraola (1886); A. Büttner (v.); F. el mismo círculo se mueve P. B. Chambers
Schwarz (v.); A. Schneider (v.); H. Schmitt (v.), (v.), quien, asociado con L. Newbery Thomas,
y principalmente A. Zucker (v.) y L. Siegrist (v.), desarrolla una gran actividad proyectual liga-
quienes, manteniendo parámetros académi- da también a comitentes estadounidenses; en-
cos, desarrollan soluciones tecnológicas de in- tre sus principales intervenciones se cuentan
terés, como la cortina de vidrio en la ochava del la estación del Ferrocarril Sud en La Plata
edificio Villalonga; la estructura metálica in- (1905); la nueva estación de Constitución; el
novadora en el Plaza Hotel en Buenos Aires, edificio del Ferrocarril Central Córdoba en
de Zucker (v.), o los temas de servicio, como de- Cangallo (Perón) y San Martín; el Consulado
pósitos (Chacabuco 167 y Perú 535) o merca- británico y el colegio St. Georges de Quilmes;
dos (Córdoba 2846), de Siegrist (v.); E. Sack- las sedes de la Southern British and Mercan-
mann (v.), autor de la sede del Banco Alemán til Insurance, el Banco Anglosudamericano,
Transatlántico (Reconquista y Mitre), o F. Naeff,
proyectista del edificio Bunge y Born (Lavalle
y Alem), ponen en evidencia a través de sus
obras los círculos económicos que emergen co-
mo principales comitentes, mientras O. Ran-
zenhofer (v.) combina una búsqueda lingüísti-
ca novedosa en el uso de superficies vidriadas
con influencias Jugendstil (casa de Rodríguez
Peña 1870, en 1910).

Inglesa: está vinculada a los circuitos empre-


sarios y financieros británicos que proveen ca-
pitales, técnicos y tecnologías para la realiza-
ción de las estructuras de servicio. Sus figuras
más destacadas son ingenieros y arquitectos
contratados por las grandes compañías ferro-
viarias. E. L. Conder (v.), graduado en la Royal
Academy de Londres, llega al país como téc-
nico del Ferrocarril Central Argentino y cons-
truye varias estaciones de esa línea, entre ellas
la de Retiro (1910-1914) donde, como era ha-
bitual para este tipo de edificios, el estilo que-
daba limitado a la fachada y el gran hall de in-
greso, mientras que la estructura metálica
u TIENDA HARROD´S, DE CONDER, FOLLET Y FARMER. encontraba su ámbito de expresión en la cu- u VIVIENDA MULTIFAMILIAR EN BS.AS., DE J. GARCIA NUÑEZ.

14 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


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u EN EL EJE MONUMENTAL DE LA AVENIDA DE MAYO SE DESPLIEGAN LAS PRINCIPALES ACTIVIDADES METROPOLITANAS, Y LOS DISTINTOS REPERTORIOS ESTILÍSTCOS DEL ECLECTICISMO.

el Banco de Boston (1924), la Ford Motor Co. Suiza: es de importancia secundaria respecto LA DIMENSIÓN URBANA.
Otros profesionales destacados son Basset de las anteriores, y diferenciada internamente La red de servicios que cubre las ciudades
Smith (v.), J. Smith, W. Campbell, E. A. Merry en tendencias asociadas a las regiones de ori- del 1800, sobreponiendo múltiples intereses
(v.), F. Moog (v.) y L. H. Lomax (v.). Si bien den- gen (cantones alemanes, franceses e italiano), sectoriales, constituye también en Buenos Ai-
tro de las modalidades eclécticas, esta línea de no siempre concordantes con el modo de ca- res soporte e incentivo de la edilicia privada y
producción arquitectónica ha sido relaciona- racterización que debía asumir la colectividad. un mecanismo de valorización del suelo. Se
da con la tradición funcional inglesa por su En ella sobresalen los arquitectos A. Albertolli, generan en la metrópoli porteña procesos de
actitud empírica en la resolución del progra- J. Dunant (v.) y F. Eberle; este último ganador concentración de capital con el consecuente
ma, el uso de nuevos materiales (hierro y vi- del concurso de la Casa Suiza en 1893. Cier- impulso a la especulación inmobiliaria en las
drio) y por el montaje en seco de elementos tos círculos provenientes del Cantón Ticino –de zonas céntricas —destinadas a las clases me-
prefabricados. cultura lombarda y tradicionalmente afirmados dia y alta— y la dispersión periférica de los sec-
en el campo edilicio– desarrollan lazos pro- tores populares, operada a través de un dispo-
Española: J. García Núñez (v.) y F. Roca (v.), es- fundos con la elite italiana, configurando alian- sitivo del habitar que, promoviendo la vivienda
pecialmente influenciados por el Modernismo zas particularmente activas en intervenciones unifamiliar autoconstruida como instrumen-
catalán, son las personalidades que dan identi- urbanas. D. Donati (v.), G. Maraini, A. Máspo- to de control social y fijación de la mano de
dad a esta corriente. Si bien introducen en sus li, F. Antonini, C. Agustoni, A. Cremona, son obra inmigrante, adquiere particulares con-
vocabularios motivos decorativos y soluciones solo algunos de los profesionales ticineses ac- notaciones urbanas (J. Liernur, 1984). Las ar-
arquitectónicas innovadoras, su producción re- tivos en la Argentina finisecular. quitecturas eclécticas ejercen en este contexto
sulta relegada a los márgenes del campo dis- Sin embargo, si por razones de claridad he- su poder conectivo entre las “partes de la ciu-
ciplinar, donde tácitamente se sanciona que mos individualizado tendencias según su pro- dad” que se producen como diseños alternati-
la renovación debe ser afrontada dentro del cor- cedencia étnico-cultural, sería ingenuo supo- vos de estratos concurrentes de la burguesía.
pus normativo tradicional. Un Experimenta- ner que el cuadro funciona circunscripto a estas En estos términos pueden leerse las princi-
lismo antiacademicista de considerable calidad únicas variables. Capitales de origen diversifi- pales intervenciones urbanas del período, des-
caracteriza algunas de las casas de renta de Gar- cado, circuitos financieros entrelazados, sec- de la construcción del nuevo puerto a la je-
cía Núñez: edificios de Tucumán y Suipacha tores sociales con paradigmas urbanos dife- rarquización espacial del tejido residencial.
(1909), C. Pellegrini y Arroyo (1911) y Viamonte renciados atraviesan transversalmente el campo,
y Larrea (1912); además, se puede citar su re- configurando grupos de poder que no siempre La Avenida de Mayo. (v. Buenos Aires). La aper-
sidencia particular sobre la avenida Indepen- actúan según parámetros transparentes y pre- tura de la Avenida de Mayo (1884-1894) du-
dencia (1909) mientras que sus comitentes de establecidos, y que, por lo tanto, deben ser in- rante la gestión de Torcuato de Alvear, según
la colectividad hispánica encuentran en sus ar- dagados en su específico funcionamiento y par- el trazado del arquitecto J. Buschiazzo (v.), cons-
ticulaciones lingüísticas un modo de afirmar la ticularidades. Debe recordarse que el proceso tituye un episodio urbano significativo del pro-
propia diversidad cultural en el Hospital de la de valorización del suelo urbano genera en Bue- ceso de transformación de Buenos Aires en la
Sociedad Española de Beneficencia (1908) o en nos Aires un mercado inmobiliario cuyos már- principal metrópoli sudamericana y posibilita
el Hospital Español de Temperley. F. Roca ejer- genes especulativos no encuentran compara- la lectura de los diferentes repertorios estilís-
ce su profesión en Rosario, donde realiza la se- ción en otras capitales del mundo. La ciudad ticos que entonces se disputaban la ciudad. Se
de de la Asociación Española (Santa Fe y Entre es un territorio por conquistar y en la estrate- trata de un eje simbólico y monumental que,
Ríos), el Club Español (Rioja 1052) y el Pala- gia para hacerlo los lenguajes constituyen un en sintonía con las pautas urbanísticas de mo-
cio de Cabanellas (San Luis 1145). instrumento de singular eficacia. dernización experimentadas en las principales

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 15


óculos y profusión decorativa) que no facilitan
una lectura armónica del resultado.
En el extremo opuesto, el Palacio del Con-
greso (1887-1916) fue realizado por V. Mea-
no (v.), ganador del concurso internacional con-
vocado en 1895. El mecanismo ecléctico de
yuxtaposición compositiva de sintagmas for-
males significantes (escalera y doble rampa,
pórtico hexástilo, frontis y cúpula sobre tam-
bor cilíndrico) es explicitado por el proyectis-
ta, quien recuerda cómo el estilo grecolatino
adoptado permite acoplar la pompa romana
con la pureza de las líneas griegas, pero no
combinando dos estilos, sino tomando de ca-
da uno de ellos lo bastante como para aprove-
char sus caracteres más sobresalientes, más
típicos, más aptos para amoldarse a las actua-
les exigencias y expresar más sinceramente el
pensamiento moderno; al clima y también a
las costumbres se concederán corredores y am-
u LÍNEAS ESTILÍSTICAS FRANCESAS EN LAS RESIDENCIAS DE LA ÉLITE: PALACIO ERRÁZURIZ, DE R. SERGENT. plias galerías. La posterior apertura de la Pla-
za de los Dos Congresos (1909-1911) aumen-
capitales europeas, une perspectivamente los Repertorios estilísticos. La renovación alcanza tó el efecto de monumentalidad que ya
centros del poder constitucional: la Plaza de el tradicional centro político y comercial de la caracterizaba el punto focal de la avenida, y
Mayo y la Plaza de los Dos Congresos, y des- ciudad de Buenos Aires: la Plaza de Mayo, con contribuyó en modo determinante al énfasis
pliega en su recorrido todas las actividades que la demolición de la antigua recova, las sucesi- celebratorio de las instituciones fundaciona-
participan de la prosperidad general: comer- vas reestructuraciones del Cabildo y la remo- les de la Nación.
cios, oficinas, grandes tiendas, casas de renta, delación de la Casa Rosada, realizada por el ar- El Palacio Municipal (1891), proyectado por
teatros, hoteles, cafés y restaurantes. Respe- quitecto Tamburini a partir del 1883. El el arquitecto J. Buschiazzo, retomó en un edi-
tando globalmente una articulación tripartita Academicismo Segundo Imperio, que carac- ficio público las características estilísticas del
de fachada (basamento - piano nóbile - corona- terizaba las arquitecturas preexistentes (la Ca- Academicismo francés, ampliamente difun-
miento), no enunciada en la normativa edili- sa de Correos, realizada en 1873 por el arqui- didas en la edilicia residencial de la elite.
cia, se obtiene un marcado efecto general de tecto sueco C. Kihlberg, (v.), y el vecino edificio Con análogos recursos formales, los ar-
horizontalidad, acentuando las visiones axia- comisionado por el presidente Roca a E. Aberg, quitectos A. Gainza y C. Agote (v.), egresados
les buscadas en la resolución de la cuadra que (v.), como sede del Poder Ejecutivo en 1882) fue de la École des Arts et Manufactures de París, re-
se delinea según una franja pública (comer- reemplazado por un Eclecticismo italianizan- alizaron la sede del diario La Prensa (1896).
cial), una franja habitable (vivienda y oficinas) te que, a través del arco de triunfo coronado Con la introducción del Petit-hôtel de los
y una franja de fuerte caracterización urbana con loggias, mansardas y falsas cúpulas, ligará Ortiz Basualdo (1895), de C. Paquin y J. Du-
(sucesión de coronamientos). Simetría, pro- los dos cuerpos en un único volumen. La so- nant (v.), se pone de manifiesto el problema de
porción, euritmia, tripartición, motivos orna- lución se resiente por la superposición de es- la jerarquización lingüística de la residencia
mentales adquieren flexibilidad para respon- tilemas (aberturas biforadas, columnas y pi- privada circunscripta al límite de la superficie
der simultáneamente a las exigencias de lastras neorrenacentistas, cubiertas germanas, de fachada o a la resolución de esquina; es el
individualidad de cada edificio. En el nivel pla- caso de la residencia Lawson (1893), proyec-
nimétrico, el tradicional sistema compositivo tada por A. Christophersen, quien recurrió
a poché se adapta a las características de la par- también en este caso a estilemas borbónicos
celación urbana (limitación en el ancho o la que encontraría expresiones tardías en el aus-
irregularidad); la resolución de la esquina en- tero Luis XVI que caracteriza el edificio Sud-
cuentra múltiples variables de articulación, américa, construido en 1926 por los arqui-
mientras alteraciones sintácticas y gramati- tectos A. Guilbert y E. Gantner (v.), o la sede
cales se verifican en el uso y combinación de del Banco Argentino-Uruguayo, realizada en
los distintos estilos partiendo del sintagma clá- 1928 por E. Le Monnier (v.); son ejemplos elo-
sico, indagando sobre los límites de ruptura cuentes del modo en que esta vertiente aca-
de los códigos lingüísticos. Cada objeto ar- demicista responde a los códigos de edifica-
quitectónico constituye de este modo un epi- ción establecidos para la Diagonal Norte.
sodio de la escena urbana generada por el lais- Los estilos académicos de origen italiano
sez faire, que dicta las reglas del natural se hicieron presentes en obras notables co-
crecimiento de la ciudad. u PALACIO DEL CONGRESO DE LA NACIÓN, DE V. MEANO. mo el edificio de La Inmobiliaria (1910), del ar-

16 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ecl ecl
quitecto lombardo Luis Broggi (v.), donde se institucional. Al mismo tiempo, el modelo de
evidencia un claro dominio de los instrumen- organización que adoptaron los sectores diri-
tos proyectuales. La multiplicación de recur- gentes requirió ingresos de capitales y tecno-
sos lingüísticos, utilizados con el fin de evitar logías extranjeras que permitieran la cons-
el riesgo de monotonía formal implícito en la trucción de los dispositivos de trabajo,
extensión de la fachada, resulta controlada por transporte y producción, educación y discipli-
la matriz compositiva. na de la población. Trazados ferroviarios (v. Fe-
Otros profesionales importantes del mo- rroviaria, arquitectura), puertos (v.), mataderos, y fri-
mento, como C. Schindler (v.), C. Nordmann goríficos (v.) fueron necesarios para la economía
(v.) y A. Buttner (v.), realizaron edificios sobre de exportación. Las obras de infraestructura
la Avenida. También los modernismos se pre- urbana y el proliferar de escuelas (v.), hospita-
sentan conjugados en sus diferentes acepcio- les (v.), cárceles y cuarteles definieron en una
nes como contaminaciones innovadoras de es- línea de intervención gestionada por profesio-
quemas compositivos solo parcialmente dados. nales que actúan como funcionarios estatales
Se descubrirán entonces las posibilidades del asalariados. En directa relación, surgirán las
uso del hierro y la elegancia de las grandes aber- entidades de gestión financiera, como ban-
turas vidriadas en la sede de Gath & Chaves, cos (v.), bolsas de comercio (v.) y oficinas ad-
ampliada por L. Mirate (v.) en 1910, o en el edi- ministrativas. La burguesía desarrolla además
ficio realizado por el arquitecto F. di Bacco (v.) sus propias temáticas públicas, el club, el tea-
en 1913 (Avenida de Mayo 1396). La búsqueda tro, el hipódromo, mientras que las colectivi-
de originalidad formal caracteriza las cúpulas dades étnicas afirmaron por medio de sus ins-
bulbosas del Hotel Chile, del arquitecto L. Du- u EDIFICIO DEL CONCEJO DELIBERANTE DE BUENOS AIRES tituciones (clubes, sociedades de socorros
bois (v.), quien introduce el hierro y la cerámi- (ACTUAL LEGISLATURA), DE H. AYERZA. CORTE DEL HALL. mutuos, hospitales, escuelas, edificios religio-
ca como elementos artísticos, mientras obras sos) la reivindicada diversidad cultural. El gra-
como el Palacio Vera (1910), de A. Prins (v.) y se superponen dos redes conectivas de circu- ve déficit habitacional generado por el repen-
A. Ranzenhofer, evidencian la voluntad cuali- lación rápida (avenidas y diagonales). Sobre el tino aumento de la población encuentró
ficante de un lenguaje que oscila entre las lí- eje de simetría NE-SO, caracterizado como eje inéditos paliativos en la multiplicación de con-
neas orgánicas del Art Nouveau o los motivos monumental, surgen los principales edificios ventillos y casas de inquilinato en el centro de
geométricos secesionistas recuperados por J. públicos, realizados por reconocidos profesio- la ciudad, y en la difusión periférica de la “ca-
García Núñez en el edificio de Chacabuco nales de la época: A. Buttner, J. Buschiazzo, J. sa propia”. También los sectores medios y al-
70/86 (1910). Entre los antiacademicismos de Dormal, C. Altgelt, E. Aberg. También en es- tos adoptaron nuevas tipologías residenciales,
mayor relevancia se destaca, por la exuberan- te caso el E. expuso la heterogeneidad de sus y fue específicamente en este ámbito en el cual
cia de su tratamiento formal, el Palacio Baro- posibilidades estilísticas, y el Academicismo los eclecticismos sancionaron jerarquías so-
lo (1919-1923), de M. Palanti, cuya disposición de sus diversos matices se adoptó en los edifi- ciales y representaciones simbólicas.
planimétrica incluye en planta baja un pasaje cios representativos del rol asumido por la nue-
comercial. Se indagan en este caso límites y va ciudad: Renacimiento francés en la Casa de Palacios urbanos y rurales. Dentro del primer
posibilidades de una estructura sintáctica aún Gobierno, Clasicismo Segundo Imperio en la tipo pueden mencionarse las residencias de
tripartita, graduando el plano de fachada con Legislatura, realizada por los arquitectos ale- prestigio que surgen en la zona norte de la ciu-
la inclinación de los últimos tres pisos y acen- manes Heine y Hagemann, y en la Municipa- dad de Buenos Aires, en los alrededores de la
tuando la verticalidad con una torre de volu- lidad proyectada por Stier; el Neodórico fue Plaza San Martín o sobre la Avenida Alvear. El
metrías escalonadas que, al superar los edifi- considerado adecuado a la Necrópolis, el Co- Palacio Ortiz Basualdo, del arquitecto J. Dor-
cios más altos de la época, se transforma en el rintio, al carácter áulico del Museo de Ciencias mal; el Palacio Anchorena (1909), de A. Chris-
rascacielos de la década del veinte. Pero será Naturales y el Neogótico a la Catedral. tophersen, o el Palacio Paz (1912), de L. Sor-
sobretodo el Art Déco (v.) de inspiración preco- tais. Las mansiones rurales construidas como
lombina, que experimenta J. Kalnay en la se- PROGRAMAS Y TIPOLOGÍAS. cascos de grandes estancias introducen tam-
de de Crítica (1926) el que evidencie el fin de El equipamiento del Estado nacional re- bién el uso de revivals románticos inspirados
un ciclo, y se ponga como marco lingüístico de quiere respuestas diversificadas. La arquitec- en los chateaux del Renacimiento francés o en
una renovación arquitectónica encaminada ha- tura oficial se resolvió frecuentemente a través temas medievales pintoresquistas.
cia una decidida fase de afirmación. de concursos internacionales para los edificios
de la Capital y con profesionales locales en las Hotel Particular y Petit-hôtel . Partiendo de
La Plata (v.). La fundación de la capital bonae- ciudades del interior. De este modo, los len- los modelos franceses se desarrollaría múlti-
rense en 1882 constituye otro episodio urbano guajes del E. se prestan para caracterizar los ples variantes de una tipología destinada a
relevante. Proyectada por P. Benoit (v.) y con- edificios públicos que se diseminaron en todo sectores medios y altos, que en su versión más
cebida inicialmente como una “nueva Buenos el país (casas de gobierno, municipalidades, le- económica del petit-hôtel ocupaba un solo lo-
Aires” cuyo poder económico se asentaría en gislaturas provinciales, tribunales, ministerios, te con ingreso asimétrico y fachada sobre la
el puerto de Ensenada, la ciudad se configura correos, universidades, etc.), articulando en línea municipal. Adaptado al fraccionamien-
a través de un trazado urbano ortogonal al que sus diversas inflexiones los temas del poder to del suelo porteño, el tipo sufriría distor-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 17


siones, convirtiéndose en ocasión para una lución se manifiesta con evidencia el grado de visión hegemónica que evidencia una serie de
productiva experimentación proyectual. Re- conflictividad que se genera entre los paráme- diferencias ideológicas, teóricas y metodológi-
sulta ampliamente ejemplificado en la obra tros especulativo-cuantitativos que rigen el mer- cas, relativas a las investigaciones que se han
de arquitectos como A. Christophersen, C. cado inmobiliario y las exigencias simbólicas desarrollado en el campo internacional. Desde
Nordmann u O. Ranzenhofer. del comitente, que requiere cualificación de es- los trabajos pioneros realizados en el IAA por
pacios y materiales; constituye también un cam- M. Buschiazzo (1965-1966), la pluralidad lin-
Chalé periférico o de veraneo (v. Chalé; Pintores- po propicio para la simbiosis entre modelos in- güística de fines del siglo XIX ha sido conside-
Está relacionado con las elabo-
ca, arquitectura). ternacionales y tipos tradicionales. rada como agresión europeizante hacia un mí-
raciones antiurbanas de la ciudad jardín y res- tico pasado criollo; esta visión se reforzaría a
ponde a las necesidades y exigencias simbólicas Edificio en altura. Si bien el crecimiento verti- través del estudio de la Arquitectura Colonial y
de los sectores medios. Adoptado principal- cal se relaciona directamente con el tema de las en la formulación de una línea historiográfica
mente en su versión cottage inglés o villino ita- posibilidades que ofrecen las nuevas tecnolo- particularmente interesada en la catalogación
liano de periferia, se resuelve en dos niveles con gías constructivas, el argumento no se desvin- de valores propios y ajenos. Al alimentar una
planimetrías funcionales, composición volu- cula del problema de la traslación tipológica a perspectiva patrimonialista que descuida la di-
métrica y materiales naturales (madera, ladri- un preciso tejido urbano, de las resoluciones mensión teórica de la historia, este enfoque do-
llo, piedra, teja). Esta tipología encuentra otra compositivas que genera la introducción de in- cumental se convertiría en simple instrumen-
escala de desarrollo en los chalés de veraneo venciones mecánicas en la distribución plani- to de validación conservativa. Se configura en
que familias de la elite construyen en los nue- métrica del edificio o del uso del lenguaje res- estos términos una lectura canónica y operati-
vos balnearios de la década del veinte. pecto del significado que adquiere el universo va del E. que, sin analizar las motivaciones ide-
Casa de renta (v.). Inicialmente destinada a sec- tecnológico en el imaginario colectivo. ológicas y culturales de los usos estilísticos, los
tores altos por los costos que implicaba el nivel concibe como momento de transición de un
de confort ofrecido, representa una respuesta HISTORIOGRAFÍA. proceso que desembocaría en el Movimiento
tipológica a la densificación que provoca la va- La historiografía de la arquitectura en la Ar- Moderno con una implícita desvalorización de
lorización del suelo urbano. En este tipo de so- gentina ha abordado el tema del E. con una la noción de estilo. En esa línea se colocan tra-

u FACHADA DEL COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES, PROYECTADO POR NORBERTO MAILLART SIGUIENDO LA TRADICIÓN ACADÉMICA FRANCESA.

18 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ecl eco
bajos como los de F. Ortiz, J. Montero, R. Gu- mentos lingüísticos metropolitanos, de los es- Roma-Bari: Laterza, 1987; A. Gorelik y G. Silvestri.
tiérrez y A. Levaggi (1968), que sistematizan la pecíficos problemas arquitectónicos que se ge- “Los recorridos de lo nacional y popular”. En: Re-
producción del período. El pasaje tipológico ve- neran al adaptar modelos y del grado de crea- vista de Arquitectura SCA. N.° 141, 1988; J. Liernur.
rificado en la vivienda opulenta con el abando- tividad con que ellos son utilizados (F. Aliata, “El discreto encanto de nuestra arquitectura 1930-
no paulatino de la casa patriarcal es tomado co- 1988-1989; 1990); M. Daguerre (1991); A. Go- 1960”. En: summa. Bs. As., 1988; Manrique Zago
mo pretexto por R. Iglesia (1989) para idealizar relik (1988-1989); G. Silvestri (1989). M. D. (comp.). La Avenida de Mayo. Bs. As.: EUDEBA, 1988;
los lazos familiares tradicionales de sangre y J. Liernur. Casa o vivienda. La transformación de
afecto que la europeización de la nueva bur- Bibliografía: E. Crispolti, s. v.: Ecletticismo. En: Enci- los discursos sobre el habitar moderno. 1870-1940.
guesía había transformado en triviales rela- clopedia universale dell‘arte. Venecia-Roma, 1958; Bs. As.: IAA-CONICET, 1989 (mímeo); J. Solsona y C.
ciones legales y económicas. L. Benévolo. “Il Neoclasicismo e lo Storicismo”. En: Hunter. La Avenida de Mayo. Un proyecto incon-
Los estudios de J. Gazaneo (v.) y M. Scaro- Una introduzione all‘Architettura Moderna. Ro- cluso. Bs. As.: FAU-UBA, 1990; M. Daguerre. La cons-
ne (1966; 1967), al adoptar la línea pevsneria- ma-Bari, Laterza, 1960 (hay trad. cast.); AA.VV. La truzione di un mito. Ticinesi in Argentina. Com-
na, que privilegia las pautas funcionales y la arquitectura del Estado de Buenos Aires. Bs. As.: mitenza e architettura (1850-1914). Suiza: Accademia
racionalidad de las construcciones ingenieri- IAA, 1965; J. Martini y J. M. Peña. La ornamentación di Architettura di Mendrisio, 1998.
les (otorgándoles valor estético y connotacio- en la arquitectura de Buenos Aires. I (1800-1900);
nes morales), explicitan la idea de la técnica co- II (1900-1940). Bs. As.: IAA, 1966; R. Gabetti, s. v.:
mo único factor de innovación lingüística; por Ecletticismo. En: P. Portoghesi (comp.). Dizionario ECOLOGÍA. f. (Del griego oikos, casa, mora-
lo tanto, la arquitectura ecléctica es impugna- storico di architettura e urbanistica. Roma, 1968; da, ámbito vital, y logos, estudio, ciencia).
da por su anacronismo frente a las nuevas exi- F. Ortiz, J. Montero y otros. La arquitectura del li- Rama de la biología, definida inicialmente por
gencias de eficiencia y productividad. beralismo en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, Ernst Haeckel como “suma de todas las re-
Intenciones de profundizar y replantear el 1968; G. Teyssot. Cittá e utopia nell‘iluminismo laciones amigables o antagónicas de un ani-
acercamiento se manifiestan en R. Gómez inglese; George Dance il giovane. Roma: Officina, mal o de una planta con su medio orgánico
Crespo (1984) y en R. Fernández; este último, 1974; A. de Paula, R. Gutiérrez y G. Viñuales, In- o inorgánico, incluidos los demás seres vi-
en particular, propone revisar el concepto de fluencia alemana en la arquitectura argentina. Re- vos; el conjunto de todas las relaciones com-
E. en su especificidad productiva, analizando sistencia: Departamento de Historia de la Arqui- plejas consideradas por Darwin como las con-
la relación dialéctica que estableció con la van- tectura de la UNNE, 1981; L. Patetta. L‘architettura diciones de lucha por la vida”. La ecología se
guardia. A diferencia de la Modernidad, don- dell‘Ecletticismo. Fonti, teorie, modelli: 1750-1900, convirtió en los años tardíos del siglo XX en
de se verifica una tensión productiva utópica, Milán: Mazzotta, 1975; J. Scobie. Buenos Aires del una de las ciencias más populares, y exce-
el fenómeno ecléctico se caracterizó por un centro a los barrios 1870-1910. Bs. As.: Solar, 1977; dió su campo de acción específico, en la me-
pragmatismo positivista, dirigido hacia la ma- P. Collins. Los ideales de la arquitectura moderna. dida en que muchos problemas acuciantes
terialización edilicia que se revelaría coherente Su evolución (1750-1950). Barcelona: Gili, 1979; R. de la sociedad humana (poblaciones en ex-
con el proceso capitalista de construcción de Middleton y D. Watkin. Architettura dell‘Otto- pansión; escasez de alimentos; polución am-
la ciudad. El intento de identificar claves de cento. Milán: Electa, 1980 (hay trad. cast.); R. Gu- biental) aparecieron íntimamente ligados a
interpretación adecuadas al caso porteño lle- tiérrez y G. Viñuales. Influencia alemana en la ar- los procesos señalados y estudiados por ella.
va además a hipotetizar la inclusión de alter- quitectura argentina. Resistencia: Departamento Actualmente, está focalizada en el concepto
nativas de vanguardia en el universo de las de Historia de la Arquitectura de la UNNE, 1981; P. de ecosistema, unidad funcional consistente
prácticas eclécticas. Morachiello y G. Teyssot. Le macchine imperfette. en la interacción de organismos y en todos los
La contraposición entre la ciudad colonial Architettura, programma, istituzioni nel XIX se- aspectos del ambiente en un área específica,
hispánica y patriarcal, y una ciudad europea colo. Roma: Officina, 1980; A. Restucci. “Cittá e ar- de modo que implica tanto los componentes
progresista y genéricamente afrancesada como chitetture nell’Ottocento”. En: Storia dell‘arte ita- abióticos como los bióticos (entre los que se
única imagen urbana a la cual habría recurri- liana. 2° parte, vol. II. Turín: Einaudi, 1982; J. incluye, obviamente, el hombre). En la medi-
do la clase dirigente del período, retorna en la Liernur. “Buenos Aires del Centenario. En torno a da en que la perspectiva ecologista, después
intervención de R. Iglesia (1988) sobre la Ave- los orígenes del Movimiento Moderno en Argenti- de la Segunda Guerra Mundial, pasó a cons-
nida de Mayo, leída una vez más mediante los na”. En: Materiales. n.° 4, Bs. As., 1983; M. Maricon- tituir una de las claves para evaluar la inter-
tópicos de la historiografía tradicional (trans- de. La arquitectura del siglo XIX en la Argentina. vención en los ambientes humanos, su peso
culturación unilateral; mecanismo de imposi- Bs. As., FAU-UBA, 1983; AA.VV. Documentos para una en las disciplinas de transformación del há-
ción aplicado simétricamente desde el centro historia de la arquitectura argentina. El modelo bitat y en la legislación correspondiente re-
—París— a la periferia —Buenos Aires— y des- liberal (1880-1914). Bs. As.: Ed. summa, 1984; A. Gó- sulta determinante.
de una compacta elite liberal a los sectores po- mez Crespo. La arquitectura ecléctica en la Argen-
pulares). Con el mismo argumento, M. Asen- tina del ochenta. La Plata, 1984; R. Fernández. “El HISTORIA.
cio (1988) relativiza esta perspectiva. orden del desorden. Apuntes eclécticos sobre el Ernst Haeckel, biólogo alemán discípulo
Las investigaciones de J. Liernur (1983; 1984; eclecticismo porteño”. En: J. Goldemberg (comp.). de Darwin, denominó Oekologie, en 1866, a
1988; 1989) han replanteado el problema me- Eclecticismo y Modernidad en Buenos Aires. Bs. As.: una nueva rama de la biología. Su concepto
diante nuevas hipótesis de gran productividad, FAU-UNC, 1985; R. Iglesia. “La vivienda opulenta en básico consistía en colocar en relación al or-
que han repercutido en trabajos más recientes Buenos Aires: 1870-1900, hechos y testimonios”. En: ganismo con su ambiente, concepto éste que
sobre el proceso modernizador y el estudio de summa. Bs. As., n.° 211, 1985; H. Kruft. Storia delle incluía tanto otras poblaciones orgánicas co-
la conformación y características de los instru- teorie architettoniche. Dall’ Ottocento ad oggi. mo el contexto físico de su desarrollo. Desde

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