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PAPEL DE LA PSICOLOGIA EDUCATIVA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

SEGUNDA ENTREGA

MARIA DE LOS ANGELES VANEGAS

COD: 1921026238

JOSE GABRIEL CABARCAS MENDOZA

COD:100211554

STEFANY LORENA CALERO GUZMAN

COD: 100202431

DIANA CAROLINA PERLAZA OSPINA

COD: 1821024281

MARITZA BOHORQUEZ ORTIZ

COD: 2021022209

POLITECNICO GRAN COLOMBIANO

PSICOLOGIA EDUCATIVA

GRUPO B03

2021
¿Cuál ha sido el rol y los desafíos del psicólogo educativo en pandemia?

El 30 de enero del 2020 la OMS decreta la Pandemia debido al creciente contagio del SAR
COVID19, dos meses más adelante el presidente de la República por medio de los decretos
039 y 457 de marzo del 2020, declaran el Aislamiento preventivo por espacio de un mes a
ciertos grupos poblacionales, dentro de ellos, la población estudiantil. Eso hizo que padres,
docentes y estudiantes tuvieran un cambio drástico en las rutinas escolares. El impacto
producido por estos cambios en las prácticas de un efector de salud estatal y
específicamente en las de los trabajadores de salud mental, serán los temas, entre otros, a
desarrollar en el presente artículo. Se parte de la observación del comportamiento de la
población referente a las recomendaciones de salir casa lo menos posible, de llevar a cabo
medidas higiénicas como lavarse las manos o taparse al toser o estornudar para proteger
a los que nos rodean. Todas ellas con el objetivo de frenar la epidemia por el coronavirus.
Sin embargo, al mismo tiempo, no dejamos de ver en los medios de comunicación como, a
lo largo de las semanas de confinamiento, hay personas desoyendo dichas
recomendaciones ante una situación sanitaria tan extremadamente grave. Personas que se
muestra incapaces de sacrificar las visitas a los amigos, los paseos o hacer deporte al aire
libre, exponiéndose al peligro de contagiarse y poniendo en peligro a los demás.

Por otro lado, no solo se debe identificar el papel de los psicólogos educativos bajo esta
nueva forma de desempeño de su labor sino también es importante reconocer los desafíos
que la pandemia trajo. Para nadie es un secreto que el manejo del duelo ha sido, es y será
una situación no fácil de manejar, en ella están involucrados muchos factores, como el
entorno, la cultura, las tradiciones y obviamente las creencias religiosas, pero explicar la
muerte a un niño en especial es una situación compleja. Muchas familias afrontaron duros
procesos de duelo, no solo de un familiar sino en ocasiones de varios con espacios de
tiempo muy cortos, lo que agudizó los cuadros de ansiedad y depresión causados por el
aislamiento. La muerte de un ser querido y el proceso de duelo que conlleva suponen un
desequilibrio importante en la vida y requiere un tiempo para su recuperación. El buen
desarrollo del proceso es el que permite adaptarse a la vida sin la persona querida y poder
recordarlo de forma serena. Para ello, resulta fundamental contar con el apoyo familiar y
psicológico que facilite el poder expresar los sentimientos, positivos y negativos, en un
entorno seguro; poder hablar de la muerte de forma tranquila; y retomar la vida de forma
gradual.
En tanto de acuerdo a la Ley 115 de 1994, Ley general de Educación, que en su artículo
7º establece a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y primer responsable de
la educación de los hijos; y, por otro lado, la Ley 1404 de 2010, publicada por el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en el mismo año y decretado por el Congreso de
la República, se plantea la creación del programa escuela para padres y madres en las
instituciones de educación preescolar, básica y media del país. En cuyo Artículo 1°, que
hace referencia a su objetivo y plantea: “La presente ley tiene como propósito fundamental
integrar a todos los padres y madres de familia, así como a los acudientes a un cuerpo
organizado que se articule con la comunidad educativa, principalmente docentes, alumnos
y directivos, asesorados por profesionales especializados, para pensar en común,
intercambiar experiencias y buscar alternativas de solución a la problemática que se
presente en la formación de los hijos e hijas, la recuperación de valores, el fortalecimiento
de instrumentos adecuados en técnicas de estudio y la comunicación e integración de la
familia.” (ICBF, 2010). Sin dejar de lado otros aspectos legales existentes, pero enfocados
principalmente en los mencionados con antelación, se deja en claro que la responsabilidad
de la familia en la educación debe garantizar que los niños pertenezcan o hagan parte de
un sistema educativo para su pleno desarrollo, lo cual les permita ser parte activa de una
sociedad.

Los padres retomaron la relación padre- hijo como elemento central y principal para la
educación, responsabilidad que había sido delegada casi en su totalidad a las instituciones
educativas, se quiere destacar el papel de la familia, en el desarrollo y el bienestar de los
niños, niñas y adolescentes durante la cuarentena por COVID-19, así como destacando sus
responsabilidades en todos los procesos de desarrollo, comunicación, educación, diálogo
y participación en el hogar. Así mismo, se inició la implementación acelerada de trabajo
virtual del cual muchos no tenían suficiente o ningún conocimiento; poco a poco se fueron
superando los obstáculos y docentes, estudiantes y padres fueron adaptando en sus vidas
esta nueva forma de trabajo y estudio, ha sido un reto para los estudiantes y educadores
asumirlos en su campo formativo. Adaptarse a esta nueva realidad no ha sido fácil, pero
tampoco imposible.

Con el paso de los meses debido a la extensión de las medidas de aislamiento se hacen
evidentes las primeras consecuencias del confinamiento; ansiedad, estrés, soledad,
depresión, bajo desempeño escolar, entre otras. En ese momento siquiatras y psicólogos
entran en acción, hacen una revisión de sus funciones y ajustan sus metodologías,
procedimientos y estrategias para poder mitigar de alguna manera dichas situaciones. Por
ende, el psicólogo educativo debe estar alerta, porque niños, niñas y adolescentes
manifiestan conductas y comportamientos que dificultan sus procesos normales de
desarrollo cognitivo y psicosocial. Debido a lo reciente de la enfermedad se cuenta con poca
evidencia disponible, sin embargo, ya especialistas reportan una serie de reacciones y
estados psicológicos observados en la población, incluyendo efectos en la salud mental
(Torales, O’Higgins, Castaldelli-Maia & Ventriglio, 2020), informan que las primeras
respuestas emocionales de las personas incluyen miedo e incertidumbre extremos. Por otra
parte, y dado el miedo y percepciones distorsionadas de riesgo y consecuencias dañinas
se informa de comportamientos sociales negativos. Estos estados y conductas pueden dar
pie a problemas en salud mental publica incluidas reacciones de angustia (insomnio, ira,
miedo extremo a la enfermedad incluso en personas no expuestas), y de comportamientos
riesgosos para la salud como mayor uso de alcohol y tabaco y aislamiento social), trastornos
específicos como trastorno de estrés postraumático, trastornos de ansiedad, depresión, y
somatizaciones. Estos últimos síntomas y la necesidad de intervenciones terapéuticas son
igualmente recomendables para niños. Teniendo presente que entre las funciones están
“Mediar para la modificación de las circunstancias del contexto generadoras de problemas,
así como dotar a los individuos de las adecuadas competencias para que puedan afrontar
con éxito las situaciones problemáticas” “Colaborar en el proceso de ayuda para promover
el desarrollo integral del potencial de cada persona” inician el apoyo psico-social a través
de la detección, atención, y seguimiento a dichas problemáticas. Lo hacen por medio de
direcciones de curso, jornadas especiales, videollamadas, sesiones individuales, familiares
y grupales por medio de las plataformas (meeting, zoom, teams, entre otras), llamadas
telefónicas, talleres o escuelas de padres, porque ellos, los padres, se convirtieron en un
elemento indispensable y muy valioso en la atención psicoterapéutica y psicoeducativa.

Para la Lic. Pura Zavarge Armas, los recursos psicoeducativos viables (rutinas, ambientes,
estrategias e interacciones de calidad) tienen como objeto empoderar a los padres, madres
y adultos responsables en el tránsito de esta “adversidad desde una mirada de
oportunidades”. En este contexto el acompañamiento familiar ha consistido en visibilizar las
ventajas y desventajas del Homeschooling y a asumir que hogar y escuela, se convierten
en aliados trabajando en equipo.

Para todos la pandemia nos obligó a cambiar la manera en que hacíamos las cosas, y en
el área educativa no fue la excepción, los psicólogos se vieron obligados a generar el doble
de apoyo no solo para los niños, también lo tuvieron que hacer con sus padres pues ellos
en casa terminaban encabezando y liderando los procesos guiados por los profesores para
la explicación de los temas, generando en ellos un quiebre mental y emocional al verse
envueltos entre sus deberes laborales y sus deberes como padres y “profesores” en los
procesos escolares de sus hijos en casa. El psicólogo tuvo que generar acompañamientos
e intervenciones para ellos, para mejorar la salud mental de los padres y guiándolos para
tener un mejor progreso en el proceso de aprendizaje de sus hijos, situación que no se
presentaba antes de la pandemia.

Hasta el momento se han abordado dificultades relacionadas con el aspecto psicosocial


pero las dificultades académicas han sido muy notorias. La desmotivación escolar debido a
la falta de interacción con sus pares y maestros, y la implementación inmediata con la
metodología virtual afectaron notoriamente el desempeño académico de un buen
porcentaje de estudiantes. Para el psicólogo educativo los estudiantes con NEE, se vieron
obligados a un cambio significativo en la atención a esta población, debido a la imposibilidad
de hacerlo en el contexto presencial y nuevamente los padres y cuidadores siguen
encabezando el acompañamiento fundamental para todo el proceso, ya que ellos deben
observar y acompañar todo el desempeño del niño, hacer registro de las sesiones y prestar
atención al contenido y dinámica de las mismas, según afirma la Psicóloga Daniela
Mendoza.

Es por esto que el psicólogo educativo no solo deben adaptarse a las exigencias que implica
esta nueva situación, si no al igual que otras profesiones ver esta situación como una
oportunidad de mejora, para generar mejores herramientas, direccionar su enfoque de
desarrollo a uno más digital, ya que la nueva era nos obliga a generar mecanismos
diferentes a los tradicionales y es muy importante que los procesos, metas y el nivel de
alcance que queremos lograr permita tener una mayor participación de esta población.
Facilitando de esta manera que los niños puedan tener un mejor acompañamiento, apoyo
y direccionamiento por parte de los psicólogos.
Los primeros psicólogos educativos se dedicaron primordialmente a la medición del
cociente intelectual. Su labor principal era evaluar a las personas para determinar si
necesitaban educación especial, sin embargo, esto se ha ampliado, en dar motivación,
optimizar procesos educativos, asesoría familiar, también en desarrollar métodos para que
se logren las habilidades cognitivas entre otros,

En este tiempo de pandemia el rol del psicólogo educativo ha cambiado empezando primero
en que la atención presencial hoy en día se ve imposibilitada, y esto ha afectado la
interacción paciente- Psicólogo, los problemas de encierro, tristeza, sentimiento de soledad
entre otros han aumentado un 80% las situaciones de ansiedad, depresión, angustia y
estrés, sin embargo, con la modalidad de atención virtual a través de la implementación de
dispositivos electrónicos les ha dado alternativa para continuar con su labor, Como las
funciones a la orientación, asesoramiento profesional y vocacional aunque no todos los
pacientes tienen las mismas características, y no todos se han podido adaptar a esta nueva
modalidad, casi un 45% de los pacientes han podido seguir con sus tratamientos y el otro
porcentaje restante por la necesidad de presencia física los han abandonado

Para la psicología, el desafío es recuperar la evidencia científica que por décadas han
generado sus actores para incorporar en forma clara, precisa para la contribución en los
problemas y desastres en salud en este caso. Como se describió el gran problema de esta
enfermedad ha estado vinculado al comportamiento de los sujetos, la necesidad de cambios
en nuestro estilo de vida habitual. Este comportamiento que está estrechamente ligado a
nuestras cogniciones, emociones y factores sociales y culturales deben ser incorporados
en los análisis que se hagan a futuro, en las campañas de prevención y en la promoción de
la Salud ya que, a pesar del poco tiempo transcurrido, ya contamos con información sobre
los procesos psicológicos involucrados en el COVID-19. Así como también se requiere que
este conocimiento psicológico pueda rápidamente incorporarse a las nuevas tecnologías,
ya que estas aplicaciones y el uso de teléfonos inteligentes e internet es una buena vía para
realizar intervenciones a la población. Sin embargo, esta tecnología debe contener y
desarrollarse a partir de la evidencia científica y no solo la construcción de tecnologías sin
sentido social y sin base científica para la Salud, como aporte al gran problema sanitario al
que estamos enfrentados.
REFERENCIAS.

Arenas, Y. (2020). Jornada de Actualización en Psicología Educativa. Nuevos Retos, Nuevas


Prácticas. Almanaque, Humanidades y Ciencias de la Educación, 9(10), agosto de 2020.
https://www.unimet.edu.ve/unimetsite/wp-content/uploads/2020/09/Revista-Almanaque-
10.pdf#page=19

Murphy, D.J. (2020). Framework for contribution of Psychology & Psychologist to COVID-19
Pandemic. Recuperado de: https:// twitter.com/ClinPsych David/status/1242891161951514629

Lunn, P. D., Belton, C. A., Lavin, C., McGowan, F. P., Timmons, S., & Robertson, D. A. (2020).
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Pequeño, I., Gadea, S., Alborés, M., Chiavone, L., Fagúndez, C., Giménez, S., y Santa Cruz, A.
(2020). Enseñanza y aprendizaje virtual en contexto de pandemia. Experiencias y vivencias de
docentes y estudiantes de la Facultad de Psicología en el primer semestre del año
2020. InterCambios. Dilemas y transiciones de la Educación Superior, 7(2), 150-170. Epub 01 de
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30322020000300007&lng=es&tlng=es.

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