Tema 8 El Registro Civil

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TEMA 8

EL ESTADO CIVIL. EL REGISTRO CIVIL

1. EL ESTADO CIVIL

1.1. Concepto y hechos relativos al estado civil

Directamente relacionado con la capacidad de obrar se encuentra el estado civil, entendido éste
como conjunto de situaciones, de especial carácter, permanencia y relevancia o de cualidades
por estar en cada una de estas situaciones, que tiene cada persona.

El estado civil podrá tanto determinar la capacidad de obrar de la persona, así en los casos de la
mayoría de edad o la incapacitación, como también un conjunto de derechos y deberes, como es
el caso de la nacionalidad.

No existe un concepto legal ni un criterio unánime en cuanto a su definición. El Código utiliza


la expresión “estado civil” en muchas ocasiones, pero ni él ni la Ley de Registro Civil ofrecen
un concepto ni una descripción de lo que haya de entenderse por tal. De forma que, sobre esta
base, los autores tratan de establecer algún concepto comprensivo de las múltiples alusiones
legales.

En esta tarea, suelen fijar su atención desde diversas perspectivas: para algunos, el estado civil
se refiere a dos situaciones: una de pertenencia a una comunidad, sea familiar (matrimonio y
filiación), local (vecindad civil) o estatal (nacionalidad), y otra, el conjunto de situaciones de las
que depende la capacidad de obrar (edad, incapacitaciones). Otros autores entienden que la
expresión “estado civil” tiene dos sentidos. Conforme al primero, se llamarían “estados civiles”
a ciertas situaciones de Derecho, de especial carácter, permanencia y relevancia, en las que
puede encontrarse la persona (casado o soltero, menor o mayor de edad). El estar en cada una de
ellas imprime una determinada cualidad o condición que determina una determinada “posición”
ante el Derecho y que –en un segundo sentido- también llamamos “estado civil”.

Podríamos así definir el estado civil como una situación de derechos de especial carácter,
relevancia y permanencia que imprime a una persona una determinada cualidad o condición
jurídica.

¿Cuáles son estas situaciones o cualidades de estado civil? Lo que la legislación registral
menciona como “hechos relativos al estado civil” o “hechos inscribibles”. De todos ellos
pueden predicarse unas características comunes:

- la personalidad: toda persona tiene un estado civil. Lo habitual es que, además, en una
persona confluyan varios estados civiles, esto es, varias situaciones que respectivamente
determinan unas consecuencias jurídicas;

- ser de interés público, por lo que suele requerirse la intervención del Ministerio Fiscal, en
defensa y representación de los intereses de la comunidad;

- como consecuencia de lo anterior, es objeto de regulación jurídica imperativa, que excluye


la autonomía de la voluntad, lo que implica, a su vez, que es irrenunciable e imprescriptible.

- tiene eficacia general (“erga omnes”).

Son hechos o circunstancias que dan lugar a la constitución de un determinado estado civil:
a) La edad y la incapacitación que determina los grados de la capacidad de obrar.
b) El matrimonio, cuyo estado de soltero, casado, divorciado o viudo determinan derechos y
deberes especiales.
c) La filiación, en este caso con derechos especiales, pero sin que quepa hacer diferencias entre
la matrimonial, extramatrimonial y adoptiva.
d) La nacionalidad y vecindad civil, estados civiles que determinarán la legislación aplicable,
vía artículo 9.1 y 14.1 del Código Civil.
En último lugar, y en relación con la prueba de estado civil, debe reseñarse que ésta se
encuentra en las inscripciones y anotaciones efectuadas en el Registro Civil, y atinentes al
estado civil. A falta de dicho medio, se acudirá a la denominada "posesión de estado", entendida
ésta como el reconocimiento del estado civil a quien de modo habitual, notorio y público lo
viene empleando.

1.2. Contenido del estado civil

En la doctrina no existe unificación respecto al contenido del estado civil, si bien la mayoritaria
admite los siguientes:

-Edad

La edad, entendida como período de tiempo transcurrido desde el nacimiento de una persona
hasta un momento concreto de su vida (O'Callaghan).

Determina la capacidad de obrar en función de que estemos ante la mayoría de edad, menor
emancipado y menor de edad.

El artículo 315 del Código Civil establece que la mayoría de edad empieza a los dieciocho años
cumplidos. En este artículo se refleja el contenido del artículo 12 de la Constitución Española.
Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del nacimiento.

El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, salvo las excepciones
establecidas en casos especiales por este Código, conforme establece el artículo 322 del Código
Civil.

El menor emancipado cuenta con una capacidad de obrar restringida, actúa por sí mismo y
realiza actos jurídicos, pero necesita un complemento de capacidad, a través de la curatela,
según establece el artículo 293 del Código Civil.

a) La emancipación por concesión de los titulares de la patria potestad. Para que tenga lugar se
requiere que el menor tenga dieciséis años cumplidos y que la consienta. Esta emancipación se
otorgará por escritura pública o por comparecencia ante el Juez encargado del Registro, según
establece el artículo 317 del Código Civil.
b) La emancipación por concesión judicial es la establecida por el Juez, que podrá concederla a
los hijos mayores de dieciséis años, si éstos la pidieren y previa audiencia de los padres, en los
siguientes casos:
a. Cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias o conviviere maritalmente con
persona distinta del otro progenitor.
b. Cuando los padres vivieren separados.
c. Cuando concurra cualquier causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria potestad,
según establece el artículo 320 del Código Civil.
Dentro de esta concesión judicial, se encuentra el conocido como "beneficio de mayor edad".
Podrá el Juez concederlo, previo informe del Ministerio Fiscal, al sujeto a tutela mayor de
dieciséis años que lo solicitare, según establece el artículo 321 del Código Civil.
c) La emancipación tácita. Se reputa a todos los efectos como emancipado al hijo mayor de
dieciséis años que con el consentimiento de los padres viviere independientemente de éstos. Los
padres podrán revocar este consentimiento, según establece el artículo 319 del Código Civil.
El menor de edad, en esta etapa, depende personal y patrimonialmente de los padres o en su
caso del tutor. Tiene la capacidad de obrar limitada, pero se debe de interpretar de forma
restrictiva. El menor de edad puede aceptar donaciones, conforme establece el artículo 625 del
Código Civil. Puede hacer testamentos, excepto el ológrafo, a partir de los 14 años, según
establece el artículo 663 del Código Civil. Puede realizar distintos actos, para lo cual precisa el
complemento de la capacidad de los titulares de la patria potestad o del tutor, así como otorgar
capitulaciones matrimoniales.

-Incapacitación

La incapacitación, que se declara por sentencia judicial y es la limitación total o parcial de la


capacidad de obrar de una persona, que tiene una enfermedad o deficiencia persistente, de
carácter físico o psíquico que le impide gobernarse por sí misma.

-Matrimonio y filiación

Los estados familiares determinados por matrimonio y filiación también forman parte del estado
civil.

El matrimonio entendido como fuente de derechos y obligaciones específicos de naturaleza


persona y patrimonial, considerando el estado de soltero, viudo o divorciado.

La filiación en sus distintas clases, por naturaleza (matrimonial y no matrimonial), filiación


adoptiva y filiación derivada de técnicas de reproducción asistida.

-Nacionalidad

La nacionalidad, entendida como condición de español o extranjero, en su vertiente de status


político y civil.

-Vecindad

La vecindad, entendida como sujeción al Derecho civil común o derecho civil especial de las
regiones forales.

-Otras situaciones que se reflejan en el estado civil

Los Estados civiles mencionados se pueden ver ampliados próximamente con las distintas
situaciones que en este momento tienen una incidencia importante en sociedad civil, como son:

--Uniones de hecho

Las uniones de hecho o more uxorio siempre han existido. Algunos autores consideran que son
el precedente inmediato de la Ley 13/2005, de 1 de julio. Es la unión de dos personas de modo
establece con intención de permanencia para realizar un proyecto en común (Serrano Alonso).

En la doctrina encontramos opiniones no pacíficas sobre el hecho de que las Comunidades


Autónomas legislen sobre las uniones de hecho o parejas de hecho. Por este sector se recuerda
el artículo 149.1.8.ª de la Constitución Española que establece que la legislación de materias
propias de derecho civil corresponde al Estado, de forma exclusiva y sin posibilidad de cesión o
delegación de su competencia.
Pero la realidad indica que existen las siguientes leyes Autonómicas en esta materia:

• Andalucía: Ley 5/2002, 16 de diciembre, de Parejas de Hecho.


• Aragón: Artículos 303 a315 del Decreto Legislativo 1/2011, de 22 de marzo, del Gobierno de
Aragón, por el que se aprueba, con el título de «Código del Derecho Foral de Aragón», el Texto
Refundido de las Leyes civiles aragonesas.
• Asturias: Ley del Principado de Asturias 4/2002, de 23 de mayo, de Parejas Estables.
• Canarias: Ley 5/2003, de 6 de marzo, para la regulación de las parejas de hecho en la
Comunidad Autónoma de Canarias.
• Cantabria: Ley de Cantabria 1/2005, de 16 de mayo, de Parejas de Hecho de la Comunidad
Autónoma de Cantabria.
• Castilla-La Mancha: Decreto 124/2000, de 11 de julio, por el que se regula la creación y el
régimen de funcionamiento del Registro de parejas de hecho.
• Castilla-León: Decreto 117/2002, de 24 de octubre, por el que se crea el Registro de Uniones
de Hecho.
• Cataluña: Ley 25/2010, de 29 de julio, del libro segundo del Código civil de Cataluña, relativo
a la persona y la familia (artículos 234-1 a 234-14).
• Extremadura: Ley 5/2003, de 20 de marzo, de parejas de hecho de la Comunidad Autónoma de
Extremadura.
• Galicia: Decreto 248/2007, de 20 de diciembre, por el que se crea y se regula el Registro de
Parejas de Hecho de Galicia. La disposición adicional tercera de la Ley 2/2006, de 14 de junio,
de derecho civil de Galicia, en la redacción dada por la Ley 10/2007, de 28 de junio, señala en
su apartado 2º que tendrán la condición de parejas de hecho las uniones de dos personas
mayores de edad, capaces, que convivan con la intención o vocación de permanencia en una
relación de afectividad análoga a la conyugal y que la inscriban en el Registro de Parejas de
Hecho de Galicia, expresando su voluntad de equiparar sus efectos a los del matrimonio.
• Islas Baleares: Ley 18/2001, de 19 de diciembre, de Parejas Estables.
• Madrid: Ley 11/2001, de 19 de diciembre, de Uniones de Hecho.
• Navarra: Ley Foral 6/2000, de 3 de julio, para la igualdad jurídica de las parejas estables.
• País Vasco: Ley 2/2003, de 7 de mayo, reguladora de las parejas de hecho. Decreto 124/2004,
de 22 de junio, por el que se aprueba el Reglamento del Registro de Parejas de Hecho de la
Comunidad Autónoma del País Vasco.
• Valencia: Ley 5/2012, de 15 de octubre, de Uniones de Hecho Formalizadas de la Comunitat
Valenciana.
Por la incidencia que se ve tiene en este momento, cuando se apruebe una Ley Estatal de parejas
de Hecho, supondrá un estado civil, donde se podrá fijar los derechos y deberes, y su acceso al
Registro Civil.

--Transexualidad (Tema 5)

1.3. El título del estado civil

Por título se entiende, para nuestro particular estudio, el fundamento legal, la razón o motivo
suficiente para que exista o se cree una situación jurídica. De “título de estado civil” se puede
hablar en dos diversos sentidos:

- como título de atribución o de adquisición, indica la causa por la que se adquiere o tiene un
determinado estado civil; esto es, el título por el cual a una persona le pertenece un determinado
estado

- como título de legitimación, se refiere a la posibilidad de ejercitar las facultades, acciones y


deberes que se deriven de un determinado estado civil, sin necesidad de demostrar
constantemente la existencia efectiva de la causa; es decir, el título por el cual esa persona
puede actuar normalmente como sujeto de ese estado civil.
Ahora bien, puede ser necesario en ocasiones acreditar el estado civil, una “plasmación
documental” del mismo. La prueba del estado civil viene constituida por las actas del Registro
Civil, según establece el art. 327 CC. Pero, entre los “otros” medios de prueba previstos,
también puede considerarse la llamada “posesión de estado”, o ejercicio de forma constante,
cierta, manifiesta y pública del contenido de dicho estado. La posesión de estado puede probarse
acudiendo a un expediente administrativo, tramitado ante el Registro Civil.

1.3.1. Título de atribución del estado civil

EL título de atribución del estado civil es la causa o fundamento por el cual una persona tiene
un determinado estado civil. Fijadas las relaciones jurídicas típicas, el Derecho se encarga de
otorgar (o atribuir) a cada persona el estado civil que le corresponde con arreglo a unas
condiciones previamente establecidas.

Dada la variedad de estas situaciones, el supuesto del que depende el nacimiento de un estado
civil puede ser muy variado. Así, por ejemplo, puede tener su origen:

- En un simple hecho. Como la edad (se es mayor o menor según se haya cumplido o no 18
años), la filiación materna (cuando se pruebe cumplidamente el hecho del parto y la identidad
del hijo).

- En una o más declaraciones de voluntad (seguidas, generalmente, de algún requisito formal).


Como el matrimonio, la emancipación, la adopción.

- En una sentencia judicial. Como ocurre en los casos de incapacitación, y en los limitados casos
de emancipación. Cuando ha existido contienda judicial sobre la realidad de un estado civil, la
sentencia que la resuelve adquiere también la condición de título de atribución para ese caso
concreto.

La existencia del título de atribución no depende, salvo casos excepcionales, de la inscripción


del estado civil en el Registro. La inscripción no es parte del título de atribución, como regla
general, pero no obstante esto constituye la prueba de su existencia, de manera que una vez haya
tenido entrada en el Registro un estado civil determinado, sólo puede ser impugnado
judicialmente y modificado por medio de sentencia de tribunal.

1.3.2. Título de legitimación del estado civil

El título de legitimación es la causa o fundamento por el cual una persona puede actuar como
titular de un estado civil determinado. El título de legitimación no puede nunca sustituir al título
de atribución, pero presume su existencia sin tener que demostrar su realidad.

A) La inscripción en el Registro

La inscripción alcanza la categoría de título de legitimación del estado civil por excelencia.
Aunque la ley afirme que las actas del estado civil serán la prueba del estado que dicen existe; el
acta no se limita a ser un medio de prueba más, sino que tiene una naturaleza superior, ya que
autoriza, por sí sola, para que una persona pueda actuar como titular del estado civil que refleja,
en tanto no sea impugnado el contenido del asiento y se demuestre su inexactitud.

El Artículo 17 de la Ley 20/2011 del Registro Civil regula la eficacia probatoria de la


inscripción:

1. La inscripción en el Registro Civil constituye prueba plena de los hechos inscritos.


2. Sólo en los casos de falta de inscripción o en los que no fuera posible certificar del asiento,
se admitirán otros medios de prueba.
En el primer caso, será requisito indispensable para su admisión la acreditación de que previa
o simultáneamente se ha instado la inscripción omitida o la reconstrucción del asiento, y no su
mera solicitud.

Y el artículo 18 establece la excepcionalidad de los supuestos de eficacia constitutiva de la


inscripción en el Registro Civil:

La inscripción en el Registro Civil sólo tendrá eficacia constitutiva en los casos previstos por la
Ley.

Como ya se ha advertido, salvo casos excepcionales, los actos del estado civil no constituyen
parte del título de atribución del estado civil, que existe y tiene valor sin ella pero una vez
efectuada hace fe del hecho inscrito. Cuando se impugnen en juicio los hechos inscritos, ha de
instarse, a la vez, la rectificación del asiento correspondiente, sea por la inscripción en falsedad
o por la prueba en contrario.

B) La posesión de estado

Con carácter general, sólo podrán ser suplidos los actos del estado civil, como prueba, por otros
medios, cuando no hayan existido, o hubiesen desaparecido los libros del Registro, o a falta del
título de acta de nacimiento, o cuando ante los tribunales se suscite un litigio. En estos casos, no
se trata de que cuando falte el acta del estado civil se pueda sustituir por otros medios el título
de legitimación, sino que lo que se quiere significar es que existen otros caminos para demostrar
la existencia de un determinado estado civil, que no será atribuido legalmente hasta que quede
absolutamente acreditado (y se consiga su inscripción), entre las que destaca la llamada
posesión de estado, que supone la apariencia de un estado, el ejercicio de hecho de un estado
civil de forma constante y pública.

La integran tres elementos, designados por las tres palabras latinas siguientes:

Nomen: la persona lleva el nombre correspondiente al estado que posee.


Tractatus: a la persona se la considera por sus vinculaciones (su familia).
Fama: la persona tiene la reputación a los ojos del público de poseer el estado que aparece.

Hay posesión de estado cuando alguien disfruta de determinado estado de familia, con
independencia del título sobre el mismo estado. Esta noción ha sido obtenida por analogía con
la posesión de las cosas, pues así como hay posesión cuando alguien ostenta una cosa en su
poder con la intención de comportarse como dueño de ella, y por tanto aprovechar los
beneficios que rinde según su naturaleza, en el orden de la familia hay posesión de estado
cuando alguien ocupa una determinada situación familiar -de hijo, padre, esposo, etcétera- y
goza de hecho de las ventajas anexas a la misma soportando igualmente los deberes inherentes a
esa situación.

Así, por ejemplo, según el art. 18 CC, “la posesión y utilización continuada de la nacionalidad
española durante diez años, con buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil, es
causa de consolidación de la nacionalidad, aunque se anule el título que la originó”. Y
conforme al artículo 131 CC, “cualquier persona con interés legítimo tiene acción para que se
declare la filiación manifestada por la constante posesión de estado. Se exceptúa el supuesto en
que la filiación que se reclame contradiga otra legalmente determinada”.

1.4. Facultades y acciones de estado civil

Además de influir el estado civil (cada estado civil) sobre la capacidad de obrar de la persona,
de manera variable, según su especialidad, la relación jurídica de estado (en general) se
manifiesta en un conjunto de facultades y acciones que gozan de las mismos caracteres de la
relación jurídica base

- Las facultades procedentes del estado civil tienen un valor estrictamente personal y permiten
que cada sujeto pueda actuar, sin ninguna restricción o condicionamiento, dentro del marco que
le es propio, sin más limitaciones que la prohibición de transmitirlas, por estar excluidas del
comercio de los seres humanos. Incluso, dentro de su ámbito, el Derecho permite la posibilidad
de poder modificar el estado civil a través de declaraciones de voluntad (por ejemplo, el
matrimonio del soltero o divorciado, la adopción, el cambio de nacionalidad).

a) La eficacia general del estado civil atribuye a cada persona la facultad de exigir de cualquiera
el respeto de la situación en que se encuentra.

b) Su lesión o ataque lleva consigo la facultad de poder pedir indemnización de daños y


perjuicios.

- Las acciones de estado, además de tener la nota común de la eficacia frente a todos de la
sentencia que atribuya o declare una situación determinada (obligando, incluso, a terceros que
no hayan sido parte en el litigio), exigen ser tramitadas por un procedimiento judicial y la
intervención, en muchas de ellas, del Ministerio Público.

a) Las acciones de estado como principio general son imprescriptibles, y sólo en casos
especiales la ley les impone un plazo de caducidad.

b) Las acciones de estado pueden ir dirigidas a reclamar o constituir un estado civil (acción en
reclamación de estado), o a impugnarlo o hacerlo variar (acción en impugnación). Las
inscripciones en el Registro, solo pueden rectificarse por sentencia de un tribunal. (Tribunal
civil).

c) El ejercicio de la acción de estado (legitimación activa) y la persona contra la que se dirige


(legitimación pasiva) dependen, en cada caso, de la pretensión deducida (reclamación o
impugnación) y del estado civil afectado.

2. EL REGISTRO CIVIL

2.1. El Registro Civil: concepto y funciones

El estado y la capacidad civil de las personas, sujeto a cambios, deben ser hechos públicos para
la tutela de derechos de terceros. Para ello surge el instituto del Registro Civil. Es la institución
o servicio público que tiene por objeto la ordenación y publicidad de las actas de estado civil,
entendiendo éstas como aquellas actas auténticas destinadas a proporcionar una prueba cierta de
los hechos relativos al estado civil de las personas. PERE RALUY lo define como “la
institución o servicio administrativo a cuyo cargo se halla la publicidad de los hechos que
afectan al estado civil de las personas, contribuyendo, en ciertos casos, a la constitución de los
dichos actos y proporcionando títulos de legitimación de estado”.

Pero también llamamos “Registro Civil” tanto al propio conjunto de Libros en que se
materializa, como a la propia oficina que tiene a su cargo el servicio registral.

Conforme a la primera –y más técnica- de las acepciones mencionadas, el RC es un servicio


administrativo. Se ubica, por tanto, dentro de la división tripartita de los poderes del Estado, en
el poder ejecutivo. Concretamente y dentro de las funciones política o administrativa que asume
el poder ejecutivo, se inserta dentro de la segunda, por cuanto la función registral se acopla sin
dificultades a la finalidad típica de la función administrativa, que es el cumplimiento de fines de
interés general: la producción –en algunos casos- y la constancia fehaciente –en todos- de los
hechos concernientes al estado civil de las personas.

Además, dentro de la actividad administrativa, el Registro desempeña un específico tipo de


función: la función legitimadora, o aquella función mediante la cual el Estado asegura la
firmeza, legalidad y autenticidad de los hechos jurídicos y de los derechos que son su
consecuencia.

En virtud de lo expuesto, podemos afirmar que las funciones del Registro Civil son:

- la constancia y publicidad de los hechos concernientes al estado civil;


- la cooperación a la formación o constitución de algunos de tales actos;
- la creación y expedición de títulos auténticos de legitimación del estado civil.

2.2. Antecedentes y regulación actual

2.2.1. Antecedentes legales

El antecedente próximo de los Registros Civiles son los Registros Parroquiales, donde se
registran los hechos más salientes de la vida de los fieles (bautizo, matrimonio,
fallecimientos…), y cuya custodia estaba a cargo de cada Párroco y de los Prelados del Reino.
Los Registros Civiles se organizan, al margen de la Iglesia, por primera vez en Francia, en la
Ordenanza de Bois (1579).

En España, tras la Revolución de 1868 y la aprobación de la Constitución de 1869, que


establece la libertad de cultos, se publica, además de la Ley de Matrimonio Civil de 1870, la
Ley del Registro Civil de 17 de junio de 1870 (aprobada con el carácter de provisional, pero
que durarás más de ochenta años)) y su Reglamento de 13 de Diciembre de 1870. Dicha
normativa es sustituida por la excelente Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957 y su
Reglamento de 14 de noviembre de 1958. El modelo de ambas leyes es similar, creando un
Registro jurídico caracterizado por:
- organización territorial, existiendo una oficina en cada municipio, más los Registros
Consulares y el Registro Civil Central.
- llevanza por Secciones: nacimientos, matrimonio, defunciones y tutelas y representaciones
legales.
- naturaleza administrativa, no jurisdiccional, aunque su llevanza se atribuye a miembros de
la carrera judicial.

2.2.2. Normativa vigente

La aprobación de la Constitución de 1978 y las importantes reformas civiles llevadas a cabo


exigía una profunda reforma del Registro Civil. Esta se ha llevado a cabo por dos normas:

- Ley 20/2011 de 21 de julio del Registro Civil, que es la que reúne el contenido esencial de
la reforma. Deroga la Ley de 1957, y entrará en vigor a los tres años de su publicación en el
BOE, es decir, el 22 de julio de 2014. Objeto de la Ley (art.1 LRC) es la ordenación jurídica del
Registro Civil, tanto en cuanto a su organización, dirección y funcionamiento, como al acceso
de los hechos y actos que se hacen constar en él y a la publicidad y los efectos que se otorgan a
su contenido.

- Ley Orgánica 8/2011, de 21 de julio, complementaria de la Ley del Registro Civil, por la
que se modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial, necesaria por la desjudicialización de la
institución y sus efectos en cuanto al personal judicial que presta hoy sus servicios en los
Registros Civiles.

En cuanto al desarrollo normativo ulterior, la Ley autoriza al Gobierno a dictar las normas de
desarrollo y ejecución de la misma El 27 de octubre de 2011, se ha dictado una Instrucción
conjunta de la Dirección General de los Registros y del Notariado y la Dirección General de
Modernización de la Administración de Justicia, sobre el nuevo modelo organizativo del
Registro Civil Central.

2.3. Naturaleza y características

2.3.1. Características

- Art. 2: Es un registro público dependiente del Ministerio de Justicia y, dentro de él, de la


Dirección General de los Registros y del Notariado, cuyas órdenes, instrucciones, resoluciones y
circulares deben de ser cumplidas por los Encargados del Registro Civil.
- Art.3.1: Es único para toda España.
- Art. 3.2: Es electrónico. Los datos se integrarán en una base de datos única. Los Encargados
practicarán los asientos mediante firma electrónica reconocida. Los ciudadanos podrán también
acceder a los servicios del Registro Civil mediante firma electrónica. Las Oficinas del Registro
Civil se comunicarán entre sí a través de medios electrónicos. Todas las Administraciones y
funcionarios públicos tendrán acceso a sus datos con las excepciones relativas a los datos
especialmente protegidos previstas en esta Ley.

2.3.2. Líneas generales de la Reforma

1.- Desjudicialización. La Ley deslinda las funciones gubernativas y judiciales y se aproxima al


modelo de Registro Civil al existente en otros países de nuestro entorno: Llevanza del mismo a
través de un órgano o entidad de naturaleza administrativa (atribuida a funcionarios
especializados, distintos de los integran el poder judicial), y garantía judicial de los derechos de
los ciudadanos. Sin duda la gran novedad incorporada por la Ley consiste en atribuir la llevanza
del Registro Civil a funcionarios públicos distintos de aquéllos que integran el Poder Judicial
del Estado, cuyo cometido constitucional es juzgar y ejecutar lo juzgado.

2.- La Ley diseña un Registro Civil único para toda España, informatizado y accesible
electrónicamente, es decir, como una base de datos única que permite compaginar la unidad e la
información con la gestión territorizada y la universalidad en el acceso, lo que comporta la
superación del Registro físicamente articulado en libros custodiados en oficinas distribuidas por
toda España y obliga a un replanteamiento de toda su estructura organizativa. Además, la Ley
incorpora el uso de la firma electrónica. El régimen de publicidad del Registro Civil se
articulará a partir de dos instrumentos: la certificación electrónica y el acceso de la
Administración, en el ejercicio de sus funciones públicas, a la información registral.

3.- El criterio determinante de su organización es el personal: La Ley 20/2011 suprime el


tradicional sistema de división del Registro Civil en Secciones -nacimientos, matrimonios,
defunciones, tutelas y representaciones legales- por un registro individual para cada persona al
que desde el momento de su nacimiento o desde la adquisición de nacionalidad se le asigna un
"código personal de ciudadanía". La Ley abandona el antiguo criterio territorial.

4.- Se utilizan técnicas de gestión de naturaleza administrativa, buscando una uniformidad de


criterios y una tramitación más ágil, sin merma alguna del derecho de los ciudadanos a una
tutela judicial efectiva.
5.- Se incorporan contenidos de Convenciones Internacionales firmadas por España como la
Convención de los derechos del niño de 20 de noviembre de 1989 y la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad, de 13 de diciembre de 2006.

El nombre y los apellidos se configuran como un elemento de identidad del nacido derivado del
derecho de la personalidad y como tal se incorpora a la inscripción de nacimiento. Se permite a
los progenitores decidir el orden de los apellidos. Se sistematiza el procedimiento de cambio de
nombres y apellidos y se somete a la competencia del Encargado del Registro Civil. En cuanto a
la filiación, se elimina toda referencia a la no matrimonial, con plena equiparación a la
matrimonial.

La instrucción del expediente matrimonial y la celebración del matrimonio competen a los


Ayuntamientos, los cuales deberán remitir de oficio la documentación prescriptiva al Registro.
Los Cónsules autorizarán, celebrarán e inscribirán los matrimonios de españoles en el
extranjero. No se modifica la comunicación al Registro Civil de los matrimonios celebrados en
forma religiosa.

De modo similar a la del nacimiento se regula la inscripción de la defunción mediante la


remisión del documento oficial, acompañado por parte médico, por los centros sanitarios. Se
mantiene el requisito de la práctica previa de la inscripción de fallecimiento para proceder a la
inhumación o incineración.

La normativa de Derecho internacional privado se contiene en el Título X con una actualización


de las soluciones jurídicas influidas por el avance de la legislación europea y la creciente
importancia del elemento extranjero con acceso al Registro Civil. La coherencia del modelo
exige a este respecto mantener la unidad, dentro de las particularidades inherentes a cada sector.

Una de las mayores novedades se centra en la inscripción de documentos judiciales extranjeros.


De este modo, se permite no sólo la inscripción previo exequátur sino también la posibilidad de
que el Encargado del Registro Civil realice la inscripción tras proceder a un reconocimiento
incidental.

2.3.3. Principios que lo conforman

Al tratarse de un registro de naturaleza jurídica, se predican los siguientes principios


conformadores, contenidos en el Título II (Principios de funcionamiento del Registro Civil).

a) Principio de legalidad (art.13)

Los Encargados del Registro Civil comprobarán de oficio la realidad y legalidad de los hechos y
actos cuya inscripción se pretende, según resulte de los documentos que los acrediten y
certifiquen, examinando en todo caso la legalidad y exactitud de dichos documentos.

b) Principio de oficialidad (actuación de oficio) (art. 14):

Los Encargados del Registro Civil deberán practicar la inscripción oportuna cuando tengan en
su poder los títulos necesarios.

c) Principio de publicidad (art. 15)

El Registro Civil es público. Se desarrolla en el Título VII de la Ley.


- Los ciudadanos podrán solicitar en cualquiera de las Oficinas Generales o Consulares del
Registro Civil o por medios electrónicos el acceso a la información contenida en el mismo a
través de los medios de publicidad previstos en esta Ley.
- Los ciudadanos tendrán libre acceso a los datos que figuren en su registro individual.
- También podrá obtenerse información registral, cuando los datos se refieran a persona distinta
del solicitante, siempre que conste la identidad del solicitante y exista un interés legítimo.
- Las Administraciones y funcionarios públicos en el ejercicio de sus competencias sólo podrán
exigir a los ciudadanos la presentación de certificados del Registro Civil cuando los datos objeto
del certificado no obren en poder de aquéllas, o cuando fuere imposible su obtención
directamente por medios electrónicos.

d) Presunción de exactitud (art.16)

Se presume que los hechos inscritos existen y los actos son válidos y exactos mientras el asiento
correspondiente no sea rectificado o cancelado en la forma prevista por la ley. Cuando se
impugnen judicialmente los actos y hechos inscritos en el Registro Civil, deberá instarse la
rectificación del asiento correspondiente.

e) Eficacia de la inscripción

-Eficacia probatoria de la inscripción. La inscripción en el Registro Civil constituye prueba


plena de los hechos inscritos. Sólo en los casos de falta de inscripción o en los que no fuera
posible certificar del asiento, se admitirán otros medios de prueba (art. 17).

-Eficacia constitutiva de la inscripción. Sólo la tendrá en los casos previstos por la Ley (art. 18)

-Declaraciones con valor de simple presunción (art.92): Previo procedimiento registral, y a


falta de inscripción que haga prueba plena, puede declararse con valor de simple presunción
(presunción iuris tantum), entre otros:
a) Que no ha ocurrido un hecho determinado que pudiera afectar al estado civil.
b) La nacionalidad, vecindad civil o cualquier estado, si no consta en el Registro Civil.

f) Presunción de integridad y principio de inoponibilidad (art. 19)

El contenido del Registro Civil se presume íntegro respecto de los hechos y actos inscritos. En
los casos legalmente previstos, los hechos y actos inscribibles conforme a las prescripciones de
esta Ley serán oponibles a terceros desde que accedan al Registro Civil.

2.4. Hechos inscribibles

Son los que se refieren a la identidad, estado civil y demás circunstancias de la persona. Son,
por tanto, inscribibles (art. 4 LRC):

1.º El nacimiento.
2.º La filiación.
3.º El nombre y los apellidos y sus cambios.
4.ª El sexo y el cambio de sexo.
5.º La nacionalidad y la vecindad civil.
6.º La emancipación y el beneficio de la mayor edad.
7.º El matrimonio. La separación, nulidad y divorcio.
8.º El régimen económico matrimonial legal o pactado.
9.º Las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones.
10.º La modificación judicial de la capacidad de las personas, así como la que derive de la
declaración de concurso de las personas físicas.
11.º La tutela, la curatela y demás representaciones legales y sus modificaciones.
12.º Los actos sobre constitución y régimen del patrimonio protegido para personas con
discapacidad.
13.º La autotutela y los apoderamientos preventivos.
14.º Las declaraciones de ausencia y fallecimiento.
15.º La defunción.

Cada persona física tendrá un registro individual y cronológico en el que constarán los hechos y
actos relativos a la identidad, estado civil y demás circunstancias previstas en esta Ley. A cada
registro individual abierto con la primera inscripción, se le asignará un código personal
constituido por la secuencia alfanumérica que atribuya el sistema informático vigente para el
documento nacional de identidad.

El Título VI de la Ley contiene las concretas reglas aplicables a cada uno de los actos
inscribibles (nacimiento, defunción, matrimonio….)

En cuanto a la competencia funcional, los hechos y actos han de afectar a españoles o a


extranjeros, si suceden en territorio español. Sólo se inscribirán los que hayan tenido lugar fuera
de España, si lo exige el Derecho español.

2.5. Títulos inscribibles

Regulado en el título IV de la Ley:

1º Principio de titulación auténtica (art. 27): El título inscribible ha de ser judicial,


administrativo, notarial o registral. Los documentos extranjeros han de cumplir lo dispuesto en
los artículos 96 y 97 de esta Ley. Los títulos inscribibles, si contradicen hechos inscritos, deben
solicitar la rectificación correspondiente.

Los Notarios, dentro de su ámbito de competencias, remitirán por medios electrónicos a la


Oficina General del Registro Civil los documentos públicos que den lugar a asiento en el
Registro Civil.

2º Principio de calificación (legalidad): (art. 30): El Encargado de la Oficina del Registro Civil
ante el que se solicita la inscripción deberá controlar la legalidad de las formas extrínsecas del
documento, la validez de los actos y la realidad de los hechos contenidos en éste. La calificación
de las sentencias y resoluciones judiciales recaerá sobre la competencia y clase del
procedimiento seguido, formalidades extrínsecas de los documentos presentados y asientos del
propio Registro.

En caso de tener dudas sobre la legalidad de los documentos, sobre la veracidad de los hechos o
sobre la exactitud de las declaraciones, en el plazo de diez días realizará las comprobaciones
oportunas. Si observa una contradicción esencial entre el Registro y la realidad, lo pondrá en
conocimiento del Ministerio Fiscal y lo advertirá a los interesados.

Si un funcionario competente ya se ha pronunciado, no cabe solicitar nuevo pronunciamiento en


otra Oficina.

Plazo de calificación: El Encargado practicará los asientos correspondientes de oficio o dictará


resolución denegándolos en el plazo de cinco días, salvo la inscripción de defunción que será el
mismo día.

Recursos: El Título VIII regula el régimen de recursos:

a) Administrativo. Contra las decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas
Central, Generales y Consulares, los interesados sólo podrán interponer recurso ante la DGRN
en el plazo de un mes. La DG resolverá en el plazo de seis meses siguientes a la recepción del
escrito de interposición. El régimen del silencio es negativo: transcurrido este plazo sin
notificar resolución expresa, queda expedita la vía jurisdiccional correspondiente.

b) Judicial. La jurisdicción competente, como regla general es la civil. Las resoluciones y


actos de la DGRN podrán ser impugnados ante el Juzgado de Primera Instancia de la capital de
provincia del domicilio del recurrente. Como excepción, se someten a la jurisdicción
contencioso-administrativa los asuntos relativos a la solicitud de nacionalidad por residencia
(art. 22.5 CC). La DGRN podrá impugnar ante el Juzgado de Primera Instancia competente las
decisiones adoptadas por los Encargados de las Oficinas por ser las mismas contrarias a la
doctrina establecida por el Centro Directivo.

c) Caso especial: En el caso de denegación de inscripción de sentencias y otras


resoluciones judiciales extranjeras cuya competencia corresponde a la Oficina Central del
Registro Civil, el interesado sólo podrá instar procedimiento judicial de exequátur.

2.6. Clases de asientos

Regulados en el Título V de la Ley: Todos los asientos se extenderán en soporte y formato


electrónico, según modelos aprobados por la DGRN y se archivarán después de su cierre en un
registro electrónico de seguridad.
Lenguas oficiales. Los ciudadanos que insten la inscripción podrán solicitar que la misma se
practique en cualquiera de las lenguas oficiales del lugar donde radique la Oficina General del
Registro Civil.

Hay tres tipos de asientos:

a) Inscripciones. A través de ellas, acceden al Registro Civil los hechos y actos relativos al
estado civil de las personas y aquellos otros determinados por esta Ley.
b) Anotaciones. Son la modalidad de asiento que en ningún caso tendrá el valor probatorio de
la inscripción, sino meramente informativo, salvo los casos en que la Ley les atribuya valor de
presunción. Se hace una enumeración ejemplificativa y se extenderán a petición del Ministerio
Fiscal o de cualquier interesado.
c) Cancelaciones. Privan de eficacia, total o parcial, al asiento registral de cualquier clase por
nulidad del propio asiento, por ineficacia o inexistencia del hecho o del acto o por cualquier otra
causa establecida por la ley. La cancelación se practicará en virtud de título adecuado, ya sea de
oficio o a solicitud del interesado.

2.7. Organización territorial del Registro Civil

La LRC 1957 determinaba una organización territorial, existiendo una oficina en cada
municipio, más los Registros Consulares y el Registro Civil Central, así como una llevanza por
Secciones: nacimientos, matrimonio, defunciones y tutelas y representaciones legales.

Con la Reforma de 2011, como se ha visto, el Registro es único, y se organiza tomando como
base la inscripción del nacimiento del individuo (registro personal). El artículo 3.1 LRC dispone
que la solicitud de inscripción y la práctica de la misma se podrán efectuar en cualquiera de las
Oficinas Generales del Registro Civil con independencia del lugar en el que se produzcan los
hechos o actos inscribibles. Si se producen en el extranjero, también se podrá solicitar y
practicar en la Oficina Consular de la circunscripción correspondiente.

El Título III de la Ley, contempla la estructura y dependencia del Registro Civil,


diferenciándose entre Oficinas Generales, Oficina Central y Oficinas Consulares, dotadas de
funciones y competencias propias aunque dependiendo de la Dirección General de los Registros
y del Notariado en tanto que centro superior directivo, consultivo y responsable último del
Registro Civil. Existirá una Oficina General por cada Comunidad o Ciudad Autónoma y otra
más por cada 500.000 habitantes, al frente de la cual se encontrará un Encargado al que se le
asignarán las funciones de recepción de declaraciones y solicitudes, la tramitación y resolución
de expedientes, la práctica de inscripciones y, en su caso, la expedición de certificaciones. A la
Oficina Central le corresponde, entre otras funciones, practicar las inscripciones derivadas de
resoluciones dictadas por la Dirección General de los Registros y del Notariado en los
expedientes que son de su competencia. En cuanto a las Oficinas Consulares, su régimen
jurídico no difiere sustancialmente del vigente.

La organización del servicio registral está formada por una Oficina Central, Oficinas Generales
y Oficinas Consulares (art. 20).

2.7.1. Oficina Central (art. 21).

A sus Encargados los designará el Ministerio de Justicia y tendrá, entre otras funciones, las de
practicar las inscripciones derivadas de resoluciones dictadas por la DGRN, de documentos
auténticos extranjeros o aquéllas que las leyes le atribuyan. Es la autoridad encargada en materia
de cooperación internacional sobre Registro Civil.

2.7.2. Oficinas Generales del Registro Civil (art. 22).

En cada Comunidad o Ciudad Autónoma se ubicará al menos una. Se podrán crear otras por
cada 500.000 habitantes. Habrá una en cada isla canaria o balear. A su frente estará un
Encargado del Registro Civil, que será designado por el Ministerio de Justicia o por las
Comunidades Autónomas con competencias ejecutivas.

Sus funciones son:


1.ª Recibir y documentar declaraciones de conocimiento y de voluntad en materias propias de
su competencia, así como expedir certificaciones.
2.ª Recibir por vía electrónica o presencial solicitudes o formularios, así como otros
documentos que sirvan de título para practicar un asiento en el Registro Civil.
3.ª Tramitar y resolver los expedientes de Registro Civil que les atribuya el ordenamiento
jurídico.
4.ª Practicar las inscripciones y demás asientos de su competencia.
5.ª Expedir certificaciones de los asientos registrales.
6.ª Cualesquiera otras que determine la Dirección General de los Registros y del Notariado.

2.7.3. Oficinas Consulares del Registro Civil (art. 23).

Estarán a cargo de los Cónsules de España o, en su caso, de los funcionarios diplomáticos


encargados de las Secciones consulares de la Misión Diplomática.

Sus funciones son:


1.ª Inscribir los hechos y actos relativos a españoles acaecidos en su circunscripción consular,
así como los documentos extranjeros y certificaciones que sirvan de título para practicar la
inscripción.
2.ª Expedir certificaciones de los asientos registrales.
3.ª Recibir y documentar declaraciones de conocimiento y de voluntad.
4.ª Instruir el expediente previo de matrimonio, y expedir los certificados de capacidad.
5.ª Comunicar a la DGRN la legislación extranjera vigente en materia vinculada al estado civil.

2.7.4. La Dirección General de los Registros y del Notariado (art. 25).


Es el centro directivo, consultivo y coordinador del Registro Civil. Las decisiones de la DGRN
puede impugnar sus decisiones ante el Juez de Primera Instancia.

Sus funciones, entre otras, son:


1.ª Promover la elaboración de disposiciones de carácter general.
2.ª Dictar instrucciones, resoluciones y circulares que tendrán carácter vinculante.
3.ª Supervisar y coordinar el cumplimiento de las normas registrales por el Encargado y demás
personal al servicio de las Oficinas del Registro Civil.
4.ª Resolver los recursos legalmente previstos y atender las consultas que se planteen acerca de
la interpretación y ejecución de la legislación en materia de Registro Civil.

2.8. La rectificación del Registro Civil

Los asientos están bajo la salvaguarda de los Tribunales y su rectificación se efectuará, como
regla general, en virtud de resolución judicial firme de conformidad con lo previsto en el
artículo 781 bis LEC (nuevo).
Excepciones: se permiten la rectificación por un mero procedimiento registral, como los errores
que proceden de documento público ulteriormente rectificado o las divergencias que se aprecien
entre la inscripción y los documentos en cuya virtud se haya practicado.

2.9. La publicidad formal y sus límites

Ya hemos dicho que una de las funciones del Registro Civil es la de dar publicidad a los hechos
concernientes al estado civil de las personas. Esta publicidad, en sentido material, consiste en la
posibilidad que otorga, tanto al interesado como a los terceros, de “aprovecharse” de sus
efectos, de apoyarse en lo que el Registro refleja, para ejercitar los derechos que se derivan de
cada uno de esos estados civiles.

Pero también puede hablarse de una publicidad formal, en el sentido de que el Registro es
público y accesible para cualquiera que esté interesado, determinando los medios para conocer
su contenido.

El carácter electrónico del Registro Civil no significa alterar la garantía de privacidad de los
datos contenidos en el mismo. Aunque el Registro Civil está excluido del ámbito de aplicación
de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, se presta una especial protección a los
datos que proporciona, en tanto contengan información que afecta a la esfera de la intimidad de
la persona. Los datos protegidos sólo pertenecen a su titular y a él corresponde autorizar que
sean facilitados a terceros.

El artículo 80 LRC determina los medios de publicidad formal:

1.- Mediante el acceso de las Administraciones y funcionarios públicos. La DGRN podrá


determinar procedimientos especiales de acceso.
2.- Mediante certificación: Pueden ser literales o en extracto y las expedirán los Encargados de
las Oficinas del Registro Civil, por medios electrónicos, salvo casos excepcionales y podrán ser
bilingües.

Efectos: Las certificaciones se presumen exactas y constituyen prueba plena de los hechos y
actos inscritos en el Registro Civil. De todos modos, prevalecen los datos que consten en el
Registro Civil, sin perjuicio de la responsabilidad que proceda.

Datos con publicidad restringida (art. 83 y ss.) Son datos especialmente protegidos:
a) La filiación adoptiva y la desconocida.
b) Los cambios de apellido o de identidad autorizados por violencia de género.
c) La rectificación del sexo.
d) Las causas de privación o suspensión de la patria potestad.
e) El matrimonio secreto.
Sólo el inscrito o sus representantes legales podrán acceder o autorizar a terceras personas la
publicidad de los asientos que contengan estos datos.

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