Unidad II-PARTE 2
Unidad II-PARTE 2
Unidad II-PARTE 2
Los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios constituyen una base común para la enseñanza en todo
el país, establecida a partir de los acuerdos alcanzados en el Consejo Federal de Educación entre el
Ministerio Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios para la Educación Inicial, Primaria y Secundaria fueron
elaborados mediante un proceso que incluyó trabajo técnico, consultas regionales y discusiones y
acuerdos federales. Participaron del mismo representante de las provincias argentinas y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y equipos técnicos del Ministerio Nacional. Fueron aprobados
en sesiones del Consejo Federal de Educación, en etapas sucesivas entre 2004 y 2012, por las
autoridades educativas de las jurisdicciones. Este proceso de construcción federal de acuerdos
curriculares estuvo atravesado por la sanción de la Ley de Educación Nacional N° 26.206 que
modificó la estructura del sistema educativo argentino y cambió la denominación de los niveles. En
este marco, la presente publicación utiliza las denominaciones vigentes, sin que ello implique una
modificación de los acuerdos previos a la sanción de la mencionada Ley.
En cuanto al primer nivel de concreción curricular, debemos tener presentes sus documentos
curriculares según campo de formación:
Los Marcos de Referencia son construcciones federales, que dan cuenta de las definiciones
políticas y pedagó gicas referidas a una orientació n de secundaria que deben contemplarse en
todos los planes de estudios.
Orientaciones de La ESO (Escuela Secundaria Orientada)
PLATAFORMA ELE https://ele.chaco.gob.ar/course/index.php?categoryid=9
La Escuela y la Comunidad
La escuela no puede desarrollar su tarea educativa en aislamiento, ya que esto es un limitante de
las posibilidades que tiene de mejorar las condiciones de aprendizaje. Las escuelas en el marco de
las políticas educativas que tienden a darle cada vez más participación en la construcción colectiva
y la toma de decisiones, deben conformar redes y articularse con otras instituciones. Este tipo de
conformaciones resulta en una herramienta sumamente valiosa para revalorizar el trabajo local y
dar mayor legitimidad a la institución.
Este cambio de concepción implica que toda la comunidad educativa se comprometa en el trabajo
coordinado. Será un largo proceso que comienza en el aula, parte de los saberes de los educandos,
la utilización de los recursos pedagógicos, el reconocimiento de la comunidad, los cambios en las
reuniones de padres, los momentos de reflexión, las actividades especiales, la formación
sistémica, el trabajo de la escuela como centro de producción cultural y como organización
comunitaria, como espacio para resolver y enfrentar colectivamente los problemas y aprender a
convivir como ciudadanos responsables y solidarios.
Para ello será necesario, en primer lugar, articular el sistema educativo con el sistema social y
político; en segundo lugar articular las instituciones educativas que conforman el Sistema
Educativo; en tercer lugar, articular entre los niveles del sistema educativo; luego debemos
ubicarnos en una articulación dentro de cada nivel del sistema educativo considerando las
estrategias de enseñanza, los modelos didácticos y finalmente la articulación dentro de cada
institución educativa, ubicándonos en la dimensión de una gestión integral, reconociendo la propia
“gramática institucional”, con sus conflictos, resistencias y posibilidades. En este proceso se
descubre el sujeto primero y último de la articulación: la persona del alumno y trasciende su
derecho a una formación integral de calidad.
“Aprender a aprender implica lograr que los estudiantes aprendan conceptos, modos de comprensión de la
realidad y actitudes que puedan ser utilizados para resolver inteligentemente problemas personales,
culturales, políticos, sociales, productivos. Implica asimismo formar personas autónomas capaces de
continuar estudiando a lo largo de toda su vida una vez terminada la escolaridad.” (GVIRTZ, Silvina, Mejorar
la Gestión Directiva en la Escuela. 2009: 39)
La escuela además deberá generar un ambiente que, de sentido al trabajo con la comunidad, que
posibilita una convivencia sana en la cual los conflictos puedan enfrentarse con naturalidad y
permita construir una mirada común sobre lo que pasa en la institución.
“… Por eso es tan importante que nosotros formemos a nuestros alumnos en esta idea de aprender a vivir
juntos, que tengamos la decisión de querer formar y tener una sociedad inclusiva, donde la idea del respeto
por el otro y la convivencia ocupen un lugar central.” (GVIRTZ, Silvina, Mejorar la Gestión Directiva en la
Escuela. 2009: 39-40)
El sentido de comunidad debe ser cultivado en la escuela, pero no sólo en los procesos de
enseñanza y los de aprendizaje que se puedan dar, sino también en la generación de enlaces con
las instituciones más cercanas y todas aquellas que representen algún tipo de ayuda a la
realización de la tarea educativa.
a. Diagnóstico:
Debemos saber qué tenemos y qué nos hace falta para cambiar. Para ello debemos tener en
cuenta:
c. Acciones y estrategias:
Es la etapa donde se debe definir la manera de concretar lo planteado en los objetivos. Estas
acciones pueden ser organizadas cronológicamente, según orden de importancia y factibilidad.
d. Seguimiento y Evaluación:
Será necesario que el proyecto prevea la posibilidad de ir realizando una evaluación de los
procesos que se vienen llevando a cabo, como ser los de formación, los modelos educativos, etc.
este tipo de evaluación busca promover el aprendizaje sobre las prácticas, como medio para el
desarrollo profesional y de esta manera el proceso evaluativo adquiere un matiz formativo.
La revisión de lo que se ha hecho, forma parte de la autoevaluación y es por eso que se exige a los
actores involucrados, la capacidad de autocrítica, madurez para aceptar las críticas y estar
suficientemente preparados para formular respuestas cualificadas a los cuestionamientos sobre
sus prácticas.
e. Reformulación
Los resultados obtenidos de la evaluación permanente del proyecto y del análisis de los logros
finales, permitirá generar propuestas creativas a las situaciones que se presentan como
problemáticas.
El Proyecto curricular debe definir los conocimientos que serán enseñados según años y/o
grados, metodologías de enseñanza, el perfil de los profesores, los materiales que utilizarán los
estudiantes, las formas y criterios de evaluación y la forma en que se organizarán los procesos de
enseñanza.
Este currículo debe partir de las directivas generales del Estado, pero debe adaptarse a las
particularidades y necesidades de cada escuela o institución y debe considerar los problemas
prácticos que se plantean en el aula.
Lo que se trabaje a este nivel, debe recuperar los saberes de los alumnos, de sus familias y del
barrio. Los contenidos deberán ser seleccionados desde la intencionalidad de producir
conocimiento capaz de transformar las situaciones locales.
ZOPPI, Ana María (2008). “El planeamiento de la educación en los procesos del curriculum” . Miño y Dávila, Bs.
As.
Documentos:
Metas Educativas 2021 (2010). La Educación que Queremos para la Generación de los
Bicentenarios. Documento final. OEI, Barcelona.
Tomando como referencia normativa la resolución CFE 174/12 las jurisdicciones podrán promover
planificaciones institucionales que especifiquen la secuenciación de contenidos al interior y entre
grados, la coordinación intraciclos, la posibilidad de producir diversos agrupamientos al interior de
un ciclo con fines específicos de enseñanza, la priorización de aprendizajes en el tiempo y la
designación de maestros en grados claves que pueden continuar en el año siguiente con el mismo
grupo a los efectos de fortalecer la continuidad de la enseñanza y con ello la continuidad de las
trayectorias escolares.
En este marco, es necesario también extender la noción de espacio educativo, ampliando los
ambientes de realización de las tareas de aprendizaje: en bibliotecas, en ambientes externos o
naturales, en laboratorios, talleres.
Con los protocolos específicos, el uso de estos entornos formativos complementarios por niveles y
modalidades, habilitan baja densidad de estudiantes por espacio y la limpieza permanente de las
instalaciones.
Finalmente, es preciso considerar que la nueva organización escolar y pedagógica que requiere el
retorno a la presencialidad supone propuestas didácticas de intensificación de la enseñanza
alternando el trabajo en la escuela y en el hogar en el marco de los calendarios acordados. Esto
implica el desarrollo de propuestas bimodales, donde la enseñanza a distancia y la enseñanza
presencial se combinan, tal como hemos abordado en los apartados anteriores.