Curriculum y Calidad de La Educacion Con
Curriculum y Calidad de La Educacion Con
Curriculum y Calidad de La Educacion Con
Con este documento se esperar colaborar en la discusión nacional por la calidad educativa
desde el ámbito curricular. Concretamente, se espera la presentación de algunas
consideraciones de corte técnico-curricular sobre la denominada transformación curricular de
la Educación Media venezolana presentada por el Ministerio de Educación en 2016, así como
propuestas de corte alternativo que repercutan en su mejoramiento y optimización. Dada la
importancia que reviste esta cuestión, este documento espera cumplir con las orientaciones
metodológicas de las Ciencias Sociales, con la real intención de formalizar y establecer
propuestas pertinentes, consistentes y fiables de cara al contexto social e institucional.
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CURRÍCULUM Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
Consideraciones a partir de la propuesta de transformación curricular del Nivel de
Educación Media
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cumplimiento de lo ya señalado, se propone un hilo conductor que comienza con
consideraciones técnico-curriculares sobre la denominada transformación curricular de
Educación Media venezolana, con lo que se espera abordar elementos asociados con la
realidad socio-política de Venezuela y de su sistema educativo en la segundad década del siglo
XXI, con el propósito de generar puntos críticos sobre la pertinencia de los cambios
curriculares propuestos.
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1974, así como la crítica necesaria sobre la crisis educativa desde 1984. No refiere el proceso
profundo de construcción curricular llevado entre 1994-1997. Presume únicamente de la
vinculación del cambio curricular propuesto con los “logros de la Revolución Bolivariana”.
Ancla la formación del Educador venezolano a los cambios curriculares que genere el
Ministerio, lo que reniega de los esfuerzos de las Escuelas de Educación y la UPEL sobre el
particular, ya que son consecuencia del principio constitucional de Autonomía Universitaria.
Se apoya casi de manera exclusiva en el localismo como base del proceso de formación de
adolescente venezolano, demeritando su percepción de lo nacional y lo universal. Con ello se
niega el proceso de globalización y sus expresiones en la sociedad de la información y la
sociedad del conocimiento.
No postula el perfil del egresado, ya que los “Educar en, por y para” se diluyen entre el deber
de la escuela como institución social, el trabajo del Educador en el contexto general de la
práctica pedagógica y las obligaciones del alumno como parte de la realidad escolar. No hay
perfil ni por habilidades, ni por características, ni por objetivos y mucho menos por
competencias. Se pierde la oportunidad de generar un gran acuerdo o pacto social por la
educación de calidad, ya que el perfil del egresado de Educación Media integrado al Sub-
Sistema de Educación Básica requiere del cumplimiento del mismo espíritu de respeto y
diversidad concertada que se vivió en la Consulta Nacional para la Calidad Educativa.
Los Temas Indispensables propuestos como grandes bloques de contenido son consignatarios
y atados a un programa político particular. En este sentido, son negadores de la finalidad
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pública de la educación venezolana de sostener y orientar el proceso educativo en todas las
corrientes el pensamiento.
Se proponen Áreas de Conocimiento integradas, pero no está definido el perfil del egresado.
Luego, es una propuesta centrada en el contenido, su manejo racional por parte del Educador
a fin de ser transmitido al alumno, quien como un ente pasivo debe recibirlo y construir su
propia racionalidad a partir de lo dicho en el aula. Es una propuesta profundamente
tradicionalista porque el criterio central de construcción curricular es el conocimiento en
forma de contenido, y no el ser humano, la persona en sus diversas dimensiones y roles.
Aunque se celebra la proposición de los Grupos Estables, que no es más que una especie de
cátedras electivas que puede ofrecer cualquier centro escolar, su determinación queda atada
las necesidades y/u orientaciones que ofrece la comunidad. Lejos de convertirse en
verdaderos espacios electivos de formación para el estudiante de Educación Media, así como
una vía para instrumentar reales espacios de flexibilidad curricular, se deja a la escuela y sus
actores con poco nivel de decisión sobre las disciplinas, ámbitos o contenidos asociados a los
Grupos Estables.
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diseño curricular para ser inviable su desarrollo. De obligarse su aplicación tal como se
encuentra el documento, reinará la improvisación en los centros escolares, el desarrollo
rutinario y sin cambios en la práctica pedagógica del aula de Media, así como la distorsión del
rol de la comunidad en su necesaria participación en la gestión y ejecución curricular.
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Sin embargo, la aplicación radical de esta agenda comenzó a despertar el espíritu de la
duda –más no el velo de la ignorancia- del ciudadano. El venezolano se percató de las formas
y efectos a través de los cuales una parcialidad política empleó el control del gobierno para
absorber el resto de las instituciones del Estado, iniciándose con ello la negación del
pluralismo razonable propio de una sociedad democrática. Todo ello a fin de comenzar a
imponer su agenda y medios de control sobre toda la sociedad. Progresivamente el ciudadano
se refugió en su dimensión racional, es decir, poco a poco fue orillando su condición de agente
razonable y optó por favorecer su rol como agente racional. Agente racional que acepta darle
una preferencia, una escala, una valoración particular, propia y excluyente a los fines de la
comunidad política.
Durante los catorce años del régimen chavista la sociedad fue una suerte de espectador
de una obra de teatro. Presenció, no sin algunas reacciones, como los principios razonables en
los cuales se había sostenido el sistema político fueron desmontados, cambiados y dotados de
nuevos significados únicamente por los actores principales de obra. Los actores secundarios y
el resto del reparto sólo se limitaron a repetir el parlamento que seguía la línea de los
protagonistas. El ciudadano se comenzó a despojar de tal condición y, paulatinamente, perdió
toda esperanza en la justicia.
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Lamentablemente para el país, el ciudadano pasó a degenerarse en un militante de un
partido unificado, beneficiario de un programa de ayuda social más miliciano en un cuerpo de
combatientes de la Reserva Nacional y Guardia Territorial. El punto de mayor expresión de lo
descrito puede asumirse con el hecho electoral legislativo de 2004, en el cual -de acuerdo a
los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral- la participación de la soberanía popular no
alcanzó el 15% del registro de electores, además de contar con el retiro de los candidatos de
las fuerzas de la oposición a pocos días del acto comicial.
El inicio de tercer período constitucional de Hugo Chávez, con su nueva prédica sobre
el Socialismo del Siglo XXI y la profundización del empleo de la lógica vertical y por
mandato como forma de socialización política, prontamente comenzó a asemejarse a un
movimiento con rasgos totalitarios. Sobre este particular, Arendt (2006) reconoce que los
movimientos de este tipo “…son posibles allí donde existen masas que por un razón u otra,
han adquirido el apetito de la organización política. Las masas no se mantienen unidas por la
conciencia de un interés común y carecen de esa clase específica de diferenciación que se
expresa en objetivos limitados y ostensibles.” (p. 392) Ya con la expansión de los
beneficiarios de los programas sociales y su red implícita de clientelismo, la participación
operacional y activa de la Milicia como quinto componente del estamento militar del Estado y
control férreo por parte del gobierno nacional sobre los tribunales y los medios de
comunicación social, el chavismo se aseguró de una masas de adherentes en todos los estratos
y grupos sociales con lo que se coronaba la pérdida de dimensión ciudadana del venezolano.
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Con esta combinación de populacho y élite es posible al debilitar hasta casi extinguir la
cultura política y la ciudadanía. Al no haber cultura política en la masa en cualquier
movimiento que se permita su direccionamiento y empleo como parte de un proyecto político
–más todavía si se autocalifica como revolucionario- la antipolítica y sus figuras antisistema
emergen como dirigentes del torbellino que acaba la democracia liberal, modelo propio de la
cultura occidental e intentada por la cultura latinoamericana (Huntington, 2007)
Aunque parezca difícil reconocerlo, durante los primeros siete años del chavismo la
sociedad venezolana se encontró en una dinámica con características muy similares a las
arriba descritas. Parecía que el ciudadano decidió degradarse en masa. Y en plena vivencia de
tal degradación no podía concebirse que el cese de la concesión de un canal de televisión y su
sustitución arbitraria por un canal de servicio público a menos de un año de un triunfo
electoral sin precedentes, hubiera servido para despertar el letargo y entrega del ciudadano,
esta vez por la expresión contendiente de la juventud estudiantil.
2.1.-Lo que nos dicen los números sobre las dos décadas del siglo XXI
El comportamiento sociopolítico del país en las dos primeras décadas del siglo XXI
bien vale la revisión de los resultados de los diecisiete años del régimen reformista-populista-
militarista. Para ello se hace uso de los datos arrojados por el Censo Nacional de Población y
Vivienda de 2011, la Encuesta de Condiciones de Vida de 2015 y algunos indicadores
educativos de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación 2015. Con esta información
se reconoce la necesidad no sólo de una aproximación conceptual para generar respuestas a la
pregunta que genera este documento, sino también reconocer datos ciertos y validos sobre el
país que ayuden también en la construcción de propuestas de adecuación curricular realistas.
¿Cuántos somos?, ¿Cómo nos distribuimos?. Es decir, contar con datos reales para
comenzar a proyectar soluciones nacionales. De acuerdo con el Censo Nacional de Población
y Vivienda de 2011, en el país convivimos 27.227.930 venezolanos, aunque la población
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proyectada por el Instituto Nacional de Estadística para 2016 en base a los datos de 2011 es
una cuenta de 31.028.637. Del total de venezolanos 50.3% son mujeres y 49.7 son hombres,
siendo una distribución estándar en todos los grupos por edad considerados por el INE. Vale
señalar que la mayoría de las mujeres demuestra una tasa de fecundidad promedio de 2.4 hijos,
expresadas en un rango de edad de fecundidad de los 15 a los 49 años.
Ahora bien, estos 27 millones viven en 7.162.117 hogares, generando una proporción
de 3.8 personas por hogar. En estos hogares viven venezolanos mayoritariamente solteros, ya
que un 39.6% de la población declara esta condición como su estado civil. Un 27.1% son
unidos, es decir unión estable de hecho o el anterior concubinato, índice que está por encima
de los casados, ya que representan 24.4%, los divorciados 5.3% y los viudos 3.6%. La
población total venezolana declara un 95.1% de alfabetización, lo que implica aún la
persistencia de 4.9% de venezolanos analfabetas. Al mismo tiempo, el promedio de esperanza
de vida es de 71.8 años, aunque en la distribución por géneros es de 77.9 años para las mujeres
y 74.9 años para los hombres. Vale señalar que la edad mediana de la población es de 27 años,
lo que implica la existencia de un bono demográfico. El bono demográfico sugiere que la
población económica activa supera a la mayoría del total nacional. Este hecho implica una
oportunidad para la cristalización de políticas nacionales en educación, salud, trabajo y
vivienda que garantice el desarrollo racional del país en plazo de 30 a 50 años.
Dada la consideración anterior, los datos del INE para 2012 señalan que del total de
hogares, sólo 21.2% se calificaba como pobre lo que implicada un total de 7.378.258
habitantes en tal condición. Vale contrastar este dato con la Encuesta de Condiciones de Vida
de 2015 (ENCOVI), hecho que en sí mismo demuestra la progresiva disminución de la
condiciones de calidad de vida del venezolano. ENCOVI 2015 indica un aumento
peligrosísimo de la pobreza, para ubicarse en 2015 en un 73% de hogares. Al mismo tiempo,
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del total de hogares del país un 49.9% está definido como hogares en pobreza extrema. Para
ENCOVI, así como el INE, el método de necesidades básicas insatisfechas es el empleado
para la medición de pobreza en hogares, método que implica la conjunción de condiciones de
hacinamiento en la vivienda, deficiencias en servicios públicos básicos, deficiencias en las
condiciones generales de la vivienda, la tasa de asistencia escolar y la condición de
dependencia económica. En consecuencia, si se toma la proyección de población del INE 2016
y el número de hogares en pobreza, claramente se asume que en la actualidad existen
22.650.905 pobres y 15.204.032 en pobreza extrema.
También, ENCOVI indica que el 90% de los consultados considera que la situación de
inseguridad en el país ha empeorado. De la muestra un 81% fue víctima de la inseguridad en el
último año, y de este porcentaje un 64.4% no realizó denuncia alguna ante las autoridades
competentes. Al profundizar sobre las condiciones que permiten la inseguridad y violencia
social, ENCOVI reporta que un 50% es muy fácil-fácil conseguir en su comunidad droga, 41%
muy fácil-fácil conseguir un arma de fuego en la comunidad, y un 27% muy fácil-fácil mandar
a matar a alguien. Sin embargo, un 68% presume que vivir en su comunidad y contar con sus
vecinos es parte de su protección frente a la inseguridad y la violencia, hecho que contrasta
con que sólo el 23% se siente protegido por la policía y otros órganos encargados de la
seguridad ciudadana.
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En los propios datos del Ministerio de Educación se encuentra una mayor deserción en
varones que hembras.
Esta población escolar es atendida por 553.948 docentes, de los cuales 121.555 son
hombres. Del número total de docentes, 455.226 cumplen funciones en instituciones del
Estado y 98.722 en instituciones privadas. La distribución por título profesional es la
siguiente:
En promedio, el ciudadano es una mujer pobre viviendo los restos evolutivos del adulto
joven, con dos hijos dados a luz antes de sus 25 años, soltera o compartiendo su vida en una
unión de hecho con un hombre, con estudios formales hasta el 4° año de Educación Media.
Mujer que trabaja en el sector de servicios o comercio, quien ha sido víctima de la inseguridad
dado el entorno de violencia en cual vive. Entorno determinado el consumo y venta de drogas,
la convivencia con armas de fuego y alta probabilidad de presenciar hechos de violencia.
Mujer que se siente protegida por sus vecinos que confía en la organización de la comunidad
para sentirse segura. Esta mujer en situación de pobreza con dos hijos quienes alimentar y
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sostener junto con su pareja, demostraron su desafectación con el proceso político iniciado en
1999, asumen la retoma y empoderamiento ciudadano como vía para generar cambios en el
sistema político.
En contraste, esta mujer envía al hijo varón a la escuela. Varón que deserta desde los
primeros grados de la Escuela Primaria y que muy difícilmente llegará a los años de
escolaridad de su madre. Varones atendidos por Maestras y Profesoras, que en gran medida
comparten el perfil promedio de su madre. Hecho lamentable que conduce a la repetición del
mismo esquema entre generaciones, conduciendo al sostenimiento de los mismos espacios de
deserción, exclusión y repitencia escolar.
En este sentido, y tomando como referencia a López (2005) y Curcio (2014), este
documento define la desigualdad en educación como la existencia de diferencias en educación
entre grupos de la población que se originan a partir de las condiciones sociales y económicas,
nivel de pobreza y clase social a la que pertenecen, y que no son explicadas por las
limitaciones de aptitud, vocación, aspiraciones e intereses propias de cada persona.
Asumir la desigualdad en educación tal como queda señalada arriba, implica aceptar
que en América Latina en general, y Venezuela en particular, persisten condiciones de
distancia en el acceso a los servicios educativos obligatorios que están originadas por las
brechas entre los grupos más pobres y más ricos de la sociedad. Sobre el particular, López
(2005) reconoce que:
La distancia entre ricos y pobres creció significativamente a lo largo de las últimas
décadas, convirtiendo a América Latina en la región más desigual del planeta…La
pobreza deja de ser un problema de coyuntura, asociada a los ciclos económicos, para
constituirse en parte constitutiva del nuevo modelo de crecimiento prevaleciente en la
región desde inicios de la década pasada. (p. 44)
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Tal como lo reconocen Samuelson y Nordhaus (2010) “…en el mundo real, ninguna
economía se conforma por completo al mundo idealizado de la mano invisible que funciona
sin dificultades.” (p. 35) América Latina, y Venezuela integrada a ella, terminó convirtiéndose
en una región desigual, donde la brecha entre el sector más pobre y el sector más rico creció,
hecho que claramente terminó por obligar a aceptar que la pobreza no depende del aumento o
disminución de la generación de riqueza de la economía nacional, sino que es un problema
estructural mucho más complejo y severo en su aproximación.
Se toman los años 2001 y 2011 por dos razones. La primera, ambas fechas implicaron
el desarrollo y publicación de los resultados del XIII y XIV Censo Nacional de Población y
Vivienda, por lo que los datos empleados en cada medición no vienen generados por
estimaciones estadísticas, sino que se toma la información demográfica generada por el
Instituto Nacional de Estadística a partir de la consulta a la población total del país. La
segunda, en el año 2001 es el más cercano al inicio del gobierno de Hugo Chávez y al cambio
constitucional y del rumbo en la gestión de los asuntos públicos. Al mismo tiempo, tomar el
año 2011 implica diez años de ejercicio del mismo grupo y los mismos actores en el gobierno
nacional, lo que conduce a reconocer efectos del desarrollo de sus acciones en contra de la
pobreza y la desigualdad.
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a saber hogares con déficit de educación expresada en la escolaridad de niños entre 7 y 12
años, hogares con déficit según hacinamiento, hogares con déficit en la calidad de la vivienda,
hogares con déficit en el acceso a servicios públicos básicos, entre ellos agua potable, cloacas
y luz eléctrica, y hogares con déficit en la capacidad económica y nivel educativo del jefe de
familia. La medición de la pobreza por Necesidades Básicas Insatisfechas implica aceptar la
pobreza a partir de sus condiciones estructurales y no por la coyuntura de aumento o
disminución del ingreso por hogar. Revela a la pobreza con un rostro más real.
Tal como se señaló páginas atrás, este trabajo espera replicar la metodología de
medición y análisis prestado por Curcio (2014) para la medición de desigualdad a partir de la
relación entre pobreza y la salud. Tomando como base tal estudio, se procedió a desarrollar la
misma secuencia de organización de información y medición de variables. En consecuencia,
esa investigación se asume como guía para la medición que se presenta a continuación la
distribución de la tasa de escolaridad entre las entidades federales de Venezuela, organizada en
función de los niveles de pobreza en 2001 y 2011. La información es tomada en su totalidad
del XII y XIV Censo Nacional de Población vivienda. El índice de concentración se calculó
mediante la fórmula de Brown:
ÌNDICE DE CONCENTRACIÒN. TASA DE ESCOLARIDAD Y POBREZA MEDIDA POR NECESIDADES BÀSICAS INSATISFECHAS 2001
FR(PEE) FA (PEE) X'(i+1)-X'1 FR (ME) FA(ME) Y'(i+1)+Y'1
Entidad Federal Pobreza NBI Tasa de Escolaridad Población en Edad Escolar Matrícula Escolar X X' X'' Y Y' Y'' (Y'')(X'')
Apure 54,88 58,68 190126 111566 0,020 0,020 0,020 0,018 0,018 0,018 0,0003535
Delta Amacuro 51,79 67,72 47778 32355 0,005 0,025 0,005 0,005 0,023 0,041 0,0002091
Amazonas 43,15 68,33 34193 23363 0,004 0,029 0,004 0,004 0,026 0,049 0,0001828
Guárico 43,10 64,62 282041 182243 0,030 0,058 0,031 0,029 0,055 0,083 0,0026210
Portuguesa 42,96 62,13 336469 209062 0,035 0,094 0,039 0,033 0,088 0,147 0,0056829
Monagas 42,04 64,12 316875 203171 0,033 0,127 0,038 0,032 0,121 0,213 0,0080044
Barinas 41,62 61,73 291737 180103 0,031 0,158 0,036 0,029 0,149 0,274 0,0097408
Zulia 41,59 64,46 1266668 816547 0,133 0,291 0,172 0,129 0,279 0,464 0,0797885
Sucre 41,44 66,05 346735 229032 0,036 0,327 0,048 0,036 0,315 0,605 0,0292872
Dependencias F 40,76 49,53 632 313 0,000 0,328 0,000 0,000 0,315 0,630 0,0000556
Lara 37,84 64,48 640602 413041 0,067 0,395 0,094 0,065 0,380 0,720 0,0676859
Anzoátegui 37,26 65,30 514987 336281 0,054 0,449 0,079 0,053 0,434 0,837 0,0657061
Trujillo 36,31 66,65 257934 171925 0,027 0,476 0,040 0,027 0,461 0,907 0,0363281
Yaracuy 34,97 67,61 220940 149386 0,023 0,499 0,035 0,024 0,484 0,957 0,0333439
Falcón 34,82 70,30 321281 225867 0,034 0,533 0,052 0,036 0,520 1,023 0,0530315
Bolívar 33,78 65,31 538917 351952 0,057 0,590 0,090 0,056 0,576 1,128 0,1017128
Cojedes 33,60 67,50 111627 75350 0,012 0,602 0,019 0,012 0,588 1,171 0,0220248
Aragua 30,94 69,71 565612 394286 0,060 0,661 0,099 0,062 0,650 1,279 0,1264214
Carabobo 30,25 67,73 772593 523266 0,081 0,743 0,142 0,083 0,733 1,444 0,2045751
Vargas 27,63 68,18 110708 75486 0,012 0,754 0,020 0,012 0,745 1,487 0,0303885
Mérida 26,62 66,31 297397 197199 0,031 0,785 0,056 0,031 0,776 1,546 0,0863594
Nueva Esparta 26,29 70,41 147772 104043 0,016 0,801 0,028 0,016 0,793 1,582 0,0443072
Táchira 24,31 67,53 407540 275192 0,043 0,844 0,079 0,044 0,837 1,666 0,1317029
Miranda 23,80 68,13 868772 591892 0,091 0,935 0,177 0,094 0,930 1,854 0,3279486
Distrito Capital 16,35 71,48 615253 439761 0,065 1,000 0,129 0,070 1,000 2,000 0,2588992
35,92 65,76 9505189 6312682 1,000 1,000 1,7263610
Índice de Concentración -0,7263610
ÌNDICE DE CONCENTRACIÒN. TASA DE ESCOLARIDAD Y POBREZA MEDIDA POR NECESIDADES BÀSICAS INSATISFECHAS 2011
FR(PEE) FA (PEE) X'(i+1)-X'1 FR (ME) FA(ME) Y'(i+1)+Y'1
Entidad Federal X
Pobreza NBI Tasa de Escolaridad Población en Edad Escolar Matrícula Escolar X' X'' Y Y' Y'' (Y'')(X'')
Delta Amacuro 46,37 55,32 75619 41830
0,008 0,008 0,008 0,007 0,007 0,007 0,00005092
Amazonas 41,76 56,76 70478 40000
0,007 0,015 0,007 0,006 0,013 0,020 0,00014295
Dependencias federales 38,10 57,41 789 453
0,000 0,015 0,000 0,000 0,013 0,026 0,00000212
Apure 37,34 57,36 204070 117045
0,020 0,035 0,021 0,019 0,032 0,019 0,00041076
Guárico 36,19 61,62 289583 178447
0,029 0,064 0,031 0,029 0,061 0,030 0,00093895
Zulia 32,70 61,26 1429459 875652
0,143 0,207 0,173 0,141 0,202 0,291 0,05021282
Lara 31,54 62,10 648652 402828
0,065 0,272 0,083 0,065 0,267 0,486 0,04006951
Sucre 29,84 63,38 344095 218079
0,034 0,306 0,045 0,035 0,302 0,579 0,02602295
Portuguesa 28,64 61,07 354662 216581
0,035 0,342 0,048 0,035 0,337 0,650 0,03093458
Cojedes 27,67 63,29 126912 80321
0,013 0,354 0,017 0,013 0,349 0,690 0,01187190
Bolívar 27,14 60,46 557604 337142
0,056 0,410 0,079 0,054 0,404 0,775 0,06096056
Yaracuy 27,02 64,21 236595 151924
0,024 0,434 0,034 0,024 0,428 0,842 0,02858283
Barinas 26,12 60,62 331212 200791
0,033 0,467 0,049 0,032 0,460 0,904 0,04391117
Monagas 25,98 61,85 365119 225837
0,037 0,504 0,055 0,036 0,497 0,975 0,05355613
Anzoátegui 25,68 62,83 550460 345840
0,055 0,559 0,086 0,056 0,552 1,080 0,09268354
Falcón 24,74 65,75 339098 222969
0,034 0,593 0,054 0,036 0,588 1,162 0,06276212
Trujillo 24,26 62,51 254414 159038
0,025 0,618 0,041 0,026 0,614 1,218 0,05014979
Carabobo 21,62 61,57 794348 489053
0,079 0,697 0,135 0,079 0,693 1,361 0,18357013
Aragua 20,98 63,77 559517 356805
0,056 0,753 0,098 0,057 0,750 1,486 0,14579995
Nueva Esparta 20,05 65,59 171664 112597
0,017 0,771 0,030 0,018 0,768 1,532 0,04658094
Vargas 19,03 63,54 120766 76731
0,012 0,783 0,022 0,012 0,781 1,558 0,03355727
Miranda 18,31 62,31 893074 556443
0,089 0,872 0,167 0,090 0,870 1,729 0,28905172
Táchira 17,14 62,84 403112 253314
0,040 0,912 0,077 0,041 0,911 1,818 0,14018453
Mérida 15,77 61,93 296413 183565
0,030 0,942 0,058 0,030 0,940 1,879 0,10818708
Distrito Capital 12,02 63,76 580379 370032
0,058 1,000 0,116 0,060 1,000 2,000 0,23219586
27,04 61,72 9998094 6213317
1,000 1,000 1,73239106
Índice de Concentración -0,73239106
Tal como lo demuestran los resultados generados, el índice de concentración para 2001
fue de -0,726 y para 2011 fue de -0,732. Dado que este índice toma valores entre -1 y 1, queda
claro que para el año 2001 el índice de concentración se encuentra cercano a -1, lo que implica
17
alta desigualdad en educación asociando tasa de escolaridad con la pobreza medida por
Necesidades Básicas Insatisfechas. Igual situación, y acercándose mucho más a -1 ocurre en
2011, con un índice de concentración que aún determina mayor desigualdad en educación
aumentando en 1%.
Dada esta cuestión, es menester una revisión de los datos encontrados. Para el año
2001 el promedio de pobreza por Necesidades Básicas Insatisfechas a nivel nacional fue de
35,92% del total de los hogares. Las cuatro entidades más pobres que superan el promedio
nacional, siendo para ese año Apure, Delta Amacuro, Amazonas y Guárico. En
contraposición, los menores índices de pobreza los registraron Nueva Esparta, Táchira,
Miranda y Distrito Capital, siendo ésta la del menor promedio de hogares en pobreza medida
por Necesidades Básicas Insatisfechas con un 16.35%.
Con relación a la tasa de escolaridad, para 2001 la población en edad escolar era de
9.505.189 habitantes, de los cuales 6.312.682 asistían a los niveles obligatorios del sistema
educativo lo que generó una tasa de escolaridad en promedio para todo el país del 65.76%. Al
realizar el cruce entre el promedio de pobreza de hogares y la tasa de escolaridad, se encuentra
que Apure posee una de las menores tasas de escolaridad, con el 58.68% de asistencia a la
escuela de la población en edad escolar, es decir, aquellos que por su grupo de edad le
corresponde asistir a los niveles obligatorios del sistema educativo. En el caso de Distrito
Capital, que aparte de reflejar el menor índice de pobreza medida por Necesidades Básicas
Insatisfechas, presentó la mayor tasa de escolaridad con un 71.48%. Sin embargo, las
Dependencias Federales mostraron la menor tasa de escolaridad del país, con un 49.53%
aunque su promedio de pobreza medida por Necesidades Básicas Insatisfechas fue para 2001
de 40.76% de hogares.
18
Niveles Escolares 1989-1990 1998-1999 Incremento
Preescolar 570615 737967 29,33
Básica 3871040 4299671 11,07
Media 279742 470211 68,09
Diversificada 229237 400794 74,84
Profesional 50305 69417 37,99
Superior 539829 796350 47,52
Total Sistema 5540768 6774410 22,26
Total Ed. Ob. 5000939 5978060 19,54
Sin embargo, para UNICEF (2003) “…el sistema escolar venezolano venía
acumulando déficit de cobertura y de calidad asociados con las reiteradas caídas en el gasto
público en educación.” (p. 2) De acuerdo a esta consideración, entre el año 1990 y 1996 el
gasto asociado a educación representó un promedio del 3,5% del PIB, siendo el año más 1996
con una asignación del 2,1% del PIB. Esta desinversión en educación trajo consigo la pérdida
de la cobertura de la matrícula escolar, o en su defecto un aumento no proporcional al
incremento de la población. Siguiendo con UNICEF “…la política educativa de la década de
los noventa trajo consigo el aumento de las desigualdades socioeconómicas y regionales
dentro del sistema escolar.” (p. 3) Desigualdad que queda expresada en el índice de
concentración calculado para este trabajo en 2001, demostrándose que a dos años de la
sanción de la Constitución de 1999 y la consagración de la educación derecho humano era
aún muy poco el tiempo para determinar el mejoramiento de las condiciones de igualdad, bien
por vía de estudios apoyados en estimaciones estadísticas o valores absolutos.
Sin embargo, los datos 2011 demuestran cambios con relación a 2001. La Constitución
de 1999 tenía doce años de vigencia, Hugo Chávez se mantenía como Presidente de la
República, en 2009 se había sancionado una nueva Ley Orgánica de Educación y las misiones
Robinson I y II, Rivas, Sucre y Gran Misión Saber y Trabajo cumplían más de cinco años en
funcionamiento. Al mismo tiempo, la variación del PIB durante este período demostraba el
aumento del valor agregado nacional, representado en el siguiente gráfico de la serie 1999-
2011 en millones de bolívares a precios constantes:
19
70000000,0
60000000,0
50000000,0
40000000,0
30000000,0
20000000,0
10000000,0
-
1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012
Aunque hubo una disminución general del indicador, en 2011 el estado Delta Amacuro
se califica como el más pobre con un 46.37% de hogares en pobreza, seguido por el Amazonas
con un 41.76%, las Dependencias Federales con un 38.10% y Apure con un 37.34%. Con
relación a los estados con menor índice de pobreza por hogares medida por medio de las
Necesidades Básicas Insatisfechas, nuevamente los estados Miranda y Táchira se encuentran
en este grupo, incluyéndose Mérida con 15.77% de hogares pobres, a la vez que el Distrito
Capital repite como el estado con menos hogares pobres, esta vez representado con un
12.02%.
20
Tal como lo demuestran los cálculos de la medición del índice de concentración en
2001 y, especialmente, en 2011 es claro que las políticas generadas desde el gobierno
conducido por el Hugo Chávez no fueron suficientes para la disminución de la desigualdad en
educación. Aunque los dos momentos tomados en cuenta para este estudio demuestran la
diminución de la pobreza medida por hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas, no
ocurrió un mejoramiento de la tasa de escolaridad en la misma proporción en la que disminuyó
la pobreza.
21
De acuerdo a lo presentado hasta este punto emerge un elemento central referido a la
relación entre la democracia y educación. Sobre esta idea, a principios del siglo XX, John
Dewey (2004) señalaba que “Uno de los problemas fundamentales de la educación en y para
una sociedad democrática lo plantea el conflicto entre una finalidad nacionalista y una
ampliamente social.” (p. 89) Es decir, el conflicto de la determinación de las grandes
orientaciones del proceso educativo estriba entre decidir o bien por la formación para un
contexto nacional específico, determinado por sus actores políticos, económicos y sociales, así
como sus prioridades particulares sobre el sistema educativo; o bien sobre una finalidad
necesariamente social compartida por diversos contextos que, sin negar la condiciones y
demandas el contexto inmediato, más bien lo emplea como vía para aproximarse a
problemáticas y necesidades comunes en otros entornos.
Lo referido a la democracia, queda aún más claro cuando nos señala que “Una
democracia es más que una forma de gobierno; es primeramente un modo de vivir asociado,
de experiencia comunicada juntamente.” (p. 82) Asumir la democracia como el vivir asociado,
resulta de los procesos señalados en la historia, en los que el hombre demostró la incansable
lucha entre la dominación y la liberación, dependencia e independencia, autoritarismo y
democracia; procesos que por momentos contó con el uso de guerra como expresión
magnificada de la acción de violencia entre visiones y pareceres contrapuestos.
22
social, las ideas y la práctica. El trabajo y el reconocimiento del sentido de lo que se hace,
estén unidos de principio a fin” (p. 120) De ello se desprende que el proceso educativo deje de
ser –exclusivamente- un proceso de carácter teorizador y se aproxime a experiencias que
permitan la evidencia de lo aprendido a través del buen desempeño.
En este sentido, Gimeno (1998) y Gimeno y Pérez Gómez (2002) son claros en sus
críticas al modelo tradicionalista del currículum, el cual acepta y promueve su comprensión
únicamente como un plan secuenciado de conocimientos y un modelo de gestión de las
instituciones educativas centrado en la administración de recursos para su funcionamiento y de
relaciones casi inexistentes con el entorno que le rodea. Esta situación conduce a promover
una escuela limitada a cumplir con la función de transmisión unilateral de conocimientos,
donde nada se cuestiona ni discute.
23
Al no ser estático es configurador de la práctica pedagógica, lo que implica el respeto
por la democracia porque el proceso de elaboración, ejecución y evaluación curricular
representa un espacio para la conciliación de visiones y la negociación de posturas antagónicas
en función de un proyecto común con intención y dirección. Además, el currículum respeta a
la educación como medio para avanzar hacia la emancipación cultural de los grupos sociales
que se encuentran en situación de exclusión, bien sea por condicionantes políticos,
económicos o culturales.
Para el Gimeno (1998), cinco ideas básicas se constituyen en los principios de esta
consideración. La primera de ellas está referida la interdependencia entre la reflexión y la
acción, en el entendido que el proceso curricular se constituye en un espiral de investigación–
acción, permitiendo que los insumos que aporta la práctica se transformen en elementos
configuradores del desarrollo curricular. Derivado de éste, surge el segundo principio, el cual
indica que la praxis ocurre en el mundo real, no en el plano de las hipótesis o los escenarios de
lo probable, ya que, como lo señala Gimeno “...el proceso de construcción del currículum no
debería separarse del proceso de realización en las condiciones concretas dentro de la cuales se
desarrolla.”(p. 58); idea que reafirma la necesidad de la estricta relación existente entre
currículo–contexto, además de la importancia de la institución educativa como espacio de
socialización.
En este sentido, el cuarto principio se asoma como complemento de los tres anteriores,
porque señala que lo que se aprende del currículum es lo construido socialmente. Gimeno
(1998) indica que “A través del aprendizaje del currículum los alumnos se convierten en
activos participantes de la elaboración de su propio saber,...” (Ídem). Este carácter de
participación exige la reflexión constante sobre el sentido de propósito y la finalidad del hecho
pedagógico y del binomio inseparable enseñanza–aprendizaje, gracias a que se procuran
exigencias sobre la práctica que emergen de acuerdo a la vivencia del día a día, además de las
características -siempre diversas- de los sujetos de la enseñanza. Por ello, no escapa un quinto
principio que exprese la necesidad de que “...la praxis asume el proceso de creación de
significado como construcción social, no carente de conflictos...” (Ibídem); conflictos que
llevan al descubrimiento del significado del currículo como un medio para su control.
24
Por supuesto, la consideración del currículum como praxis se complementa con su
condición de proyecto, por lo que Gimeno explica: “El currículum es una opción cultural, el
proyecto que quiere convertirse en la cultura – contenido del sistema educativo, para un nivel
escolar o para un centro en concreto” (p. 40) Como proyecto, parte de la identificación y
asimilación de las exigencias y necesidades educativas del entorno que presionan sobre el
sistema educativo y la escuela interpretadas bajo la perspectiva particular, con su consabida
carga ideológica, de los educadores, las familias y la comunidad con la intención de construir
un perfil de hombre para que responda a éstas, cometa acciones para satisfacerlas y posea un
conjunto de conocimientos, actitudes y valores que cristalicen la adaptación de su formación a
otros contextos y realidades. En este espacio se toman las contribuciones que aportan la
Filosofía, la Sociología, la Psicología, la legalidad y la Pedagogía misma, para fundamentar
las acciones, procesos y conocimientos de ese hombre a formar. Esta fase se puede denominar
diseño curricular.
Sobre la idea de diseño curricular, Pérez Pérez (2011) lo reconoce como un proceso
que requiere de una metodología que oriente su organización, así como la caracterización de
los elementos que lo conforman, “Diseñar es anticiparse con previsión a lo que deberá
acontecer en el aula cuando llevemos a cabo lo establecido.” (p. 78) Esta anticipación requiere
de la integración de fases que orienten su dinámica, establecidas por Pérez Pérez en un arco
que comienza con el espacio de consideración de las teorías educativas, del aprendizaje, sobre
el propio currículum y culmina con el andamiaje conceptual que sostiene a las políticas
educativas e institucionales. A partir de la consideración sobre las teorías educativas y
curriculares, corresponde la asimilación de las necesidades educativas de la sociedad y de los
alumnos, la atención a las demandas de la sociedad, familia y padres, así como las
expectativas de otros actores curriculares. Con la explicitación de los elementos ya referidos es
posible la organización, determinación de la estructura y concreciones en el diseño curricular
derivadas de un modelo en particular.
Una vez cubiertas las exigencias propias del modelo asumido con y por el diseño
curricular, toca la previsión y determinación de las condiciones temporales, físicas y los
recursos necesarios para su desarrollo, además del establecimiento de las líneas orientadoras
para cumplir con el proceso de evaluación del propio diseño y su mejoramiento permanente.
25
Ahora bien, a partir de la aceptación del Currículum como cruce de prácticas que
configuran y fundamentan las acciones propias del proceso de enseñanza-aprendizaje, así
como la exigencia de reconocer que todo proceso curricular implica la conciliación de lo que
ocurre en el aula con el necesario cumplimiento de las finalidades de la educación nacional,
que de acuerdo a la organización socio-política venezolana es sustancialmente democrática, la
vinculación Currículum y Educación-Democracia permiten la asimilación del diseño,
desarrollo y evaluación curricular como un espacio de encuentro y convivencia, un espacio
público.
Esta consideración requiere reconocer que tanto la dinámica que es propia del diseño
curricular, como lo referido a la gestión de su desarrollo, conduce a la aceptación definitiva de
la formación de la ciudadanía como razón última de la práctica pedagógica. Ello implica
reconocer al sistema educativo como bien público que pertenece a todos los venezolanos por
igual, y no a parcialidad política o grupo económico alguno. Al ser una responsabilidad de
toda la ciudadanía, la construcción y práctica curricular se barniza de las finalidades de la
educación pública señaladas en la Constitución Nacional a fin de garantizar la integración de
diversas posturas, visiones y experiencias pedagógicas en la consolidación de un currículum
flexible, dinámico, integrado y problematizador.
26
realidad nacional como punto de arranque de le necesaria crítica sobre las condiciones de vida
de los venezolanos, y a partir de tal cuestión se propongan al menos ideas para su
transformación.
27
académico en particular, sino que se concreta en función de la progresión de la dificultad de
las demandas asociadas al aprendizaje del alumno, así como la secuencia lógica de los
contenidos y estrategias, bien sea por medio del acompañamiento de los profesores o el trabajo
autónomo e individual del alumno.
Sobre este punto, el Proyecto Tuning indica los niveles de complementariedad del
modelo por competencias, ya que “Pueden dividirse en competencias de área específica
(delimitadas a un campo de estudio) y competencias genéricas (comunes a cualquier diseño
curricular)” (p. 37). En el contexto del Sub-Sistema de Educación Básica, las competencias
genéricas son las referidas a su conjunto, directamente asociados a la vinculación del
egresado en la resolución de problemas sociales que afectan a todos por igual, así como la
demostración de desempeños en procesos que son comunes a cualquier venezolano como
expresión de su ciudadanía democrática. Son las más directamente relacionadas con las
finalidades de la educación pública
Las competencias específicas vienen a ser las propias de cada Nivel, a saber Inicial,
Primaria y Media, ya que son las que sólo las demostrará el egresado quien apruebe cada uno
de estos. Implican los desempeños específicos que debe demostrar el niño al culminar las dos
etapas de Inicial, los correspondientes a la demostración del saber hacer de quienes culminen
el 6° grado de Educación Primera, y lo demostrable en forma de desempeños específicos del
Bachiller venezolano en cualquier de sus menciones y modalidades. Las competencias
específicas están profundamente vinculadas con las competencias genéricas, ya que el Sub-
Sistema de Educación Básica espera el egreso de un ciudadano apto para la convivencia en un
modelo de sociedad particular. En el plano técnico-curricular, las competencias genéricas y
específicas con los elementos configuradores del perfil del egresado.
Indistintamente del logro tanto de las genéricas como de las específicas, el modelo por
competencias presume de su potencialidad de conducir los procesos determinados por el
diseño curricular al plano de la ejecución real, de acuerdo a los entornos y responsabilidades
determinadas en perfil del egresado. En consecuencia, se proponen seis competencias
genéricas en un intento de aproximación de perfil del egresado del Sub-Sistema de Educación
Básica. Estas seis competencias genéricas esperan convertir en desempeños las finalidades de
la educación pública, tal como están determinadas por el artículo 102 de la Constitución de
1999 y el artículo 4 de la Ley Orgánica de Educación de 2009. Estas competencias son
Desarrollo personal, Ejercicio de la ciudadanía democrática, Ética del trabajo, Participación
en procesos de cambio social, Identidad Nacional y Visión Universal y Pensamiento científico
y tecnológico. A fines de generar mayor comprensión de su significado para la educación
venezolana y su eventual empleo en desarrollo curricular, las mismas se operacionalizan en
unidades de competencia.
28
Desarrollo Personal
Asume sus propias capacidades y limitaciones, empeñándose en desarrollarlas y superarlas
Competencia con la intención de ocuparse con interés y cuidado en el cumplimiento de sus acciones, así
como para afrontar situaciones críticas del entorno manteniendo un estado de bienestar físico
y mental que permita su actuación ciudadana con efectividad.
Demuestra confianza en las consecuencias de sus acciones.
Celebra y comparte sus logros y los de los demás.
Reflexiona sobre su propia actuación.
Unidades de Establece metas y mecanismos para su alcance.
Competencia Contribuye con los demás en la construcción de visiones de futuro.
Solicita opiniones y críticas de los otros sobre su propia actuación.
Realiza planteamientos que incidan en la mejora de su calidad de vida y la de los demás.
Afronta retos superándolos sin acumular tensión.
Gestiona diferentes situaciones complejas
Asume al trabajo como para lograr mejoras en las condiciones de vida en contexto familiar
Evidencia respeto a todas las formas de vida presentes en los entornos donde se
y comunitario.
Analiza las diversas posibilidades laborales desde sus propios intereses, aptitudes y
aspiraciones.
29
Participación en Procesos de Cambio Social
Colabora en la dinámica del contexto en cual se encuentra como medio para la consolidación
Competencia de dinámicas de cambio social con la intención de incidir en el mejoramiento de las
condiciones de vida propia y de los demás, así como también en la construcción de soluciones
concertadas sobre problemáticas comunes.
Identifica situaciones problemáticas en el contexto.
Evidencia espíritu colaborativo en el cumplimiento de tareas comunes.
Unidades de Demuestra coherencia entre lo que dice y lo que hace.
Competencia Asume la responsabilidad de los compromisos contraídos con los demás.
Cumple un proceso lógico para identificar causas y generar soluciones.
Propone alternativas de solución a situaciones problemáticas en el entorno familiar y
comunitario.
30
egresado de los niveles obligatorios del sistema educativo, dada su directa vinculación con las
finalidades de la educación pública. Su desarrollo en el plano didáctico y de la evaluación de
los aprendizajes requiere de la identificación de criterios de desempeños adaptados a cada
nivel, es decir, a partir de las competencias y unidades de competencias los niveles de
Educación Inicial, Primaria y Media requieren de criterios de desempeños adaptados a los
restos evolutivos de las etapas del ciclo vital vinculados con cada uno, así como las
orientaciones propias de los niveles de complejidad asociados a las disciplinas, modelos
didácticos y estrategias de evaluación correspondientes.
Como tal, la idea de diseño curricular esta Modalidad del sistema a partir de diciembre
de 2016 está organizado en cuatro componentes: Básico, Participación e Integración
31
Comunitaria, Idiomas y Formación Laboral. Se espera el egreso con el título de Bachiller
después de tres años de ciclo curricular en un régimen presencial, o en cuatro años si se
cumple en un régimen semi-presencial. El año escolar se mantiene organizado en dos
períodos académicos de veinte semanas cada uno, de las cuales dieciocho corresponden a las
actividades académicas.
Como dato adicional, vale mencionar que las Misiones Robinson y Ribas siguen con le
ejecución de sus diseños curriculares sin afectarse por los cambios propuestos por la
Resolución 0142.
32
En contraste, la Resolución 0143 no regula la puesta en ejecución de un nuevo diseño
curricular. Más bien establece al año escolar 2016-2017 como el período dedicado a la
transformación curricular de todos los niveles y modalidades del sistema educativo. En su
artículo 1 se señala que:
A partir del año escolar 2016-2017, se inicia el proceso de transformación curricular en
todos los niveles y modalidades [sic] del territorio nacional, por lo que se convoca a
educadoras y educadores a coordinar, planificar y organizar un proceso abierto de
reflexión, discusión y debate, propiciando la incorporación y participación de las y los
estudiantes, familias, personal obrero y administrativo de las instituciones educativas,
además de otras organizaciones comunitarias y personas naturales y jurídicas, en la
sistematización y revisión permanente de la práctica educativa. (p. 1)
Ahora bien, este espíritu de debate y construcción colectiva que debe culminar en
cambio curricular ampliamente discutido y aceptado se contradice cuando el propio ME
propone, que el debate y la discusión ocurran únicamente en lo que el ente rector considera
conveniente, excluyéndose cualquier contribución que mejore lo presentado en la Resolución
0143, o se cumpla el atrevimiento de generar otras propuesta que trasciendan a lo determinado
por la denominada transformación curricular de Educación Media. Esta cuestión es clara
cuando el artículo 8 señala un plan de estudio de aplicación progresiva durante el año escolar
2016-217, precisamente cuando se espera el debate y reflexión guiada por los educadores que
culmine en un cambio curricular. El referido plan de estudio es el siguiente:
33
Áreas de Formación Componente Primer Segundo Tercer Cuarto Quinto
Año Año Año Año Año
Ciencias Naturales Área Común 6 6 10 10 10
Educación Física Área Común 6 6 6 6 6
Lengua Área Común 4 4 4 4 4
Lengua Extranjera Área Común 6 6 6 6 6
Matemática Área Común 4 4 4 4 4
Memoria, Territorio y Ciudadanía Área Común 6 6 6 6 6
Orientación y Convivencia Área Común 2 2 2 2 2
Arte y Patrimonio Área Común 4 4
Grupo Estable
Acción Científica, Social y Comunitaria Grupo Estable
Actividad Física, Deporte y Recreación Grupo Estable 6 6 6 6 6
Participación en Producción de Bienes Grupo Estable
y Servicios
Total de horas semanales por estudiante 44 44 44 44 44
Conclusiones
A partir de las consideraciones y análisis realizados a lo largo de este documento, se
puede concluir lo siguiente:
La consagración de un derecho social como derecho humano requiere no sólo de la
declaración institucional que permita su reconocimiento, sino del conjunto de decisiones
económicas y políticas que permitan su pleno ejercicio dentro de un Estado que se clara
como Democrático, Social, de Derecho y Justicia. De no hacerlo, ese derecho humano
queda sólo enunciado, escrito en la Constitución Política pero con poco impacto en la
dinámica diaria de los ciudadanos.
34
los diversos entornos en los que convivimos los venezolanos, aporta un valor comparativo
de primer orden con otras instituciones de la sociedad, está en plena capacidad para
reconocer hasta dónde llega la crisis actual, así como reconocer la extensión de sus efectos
en la niñez, juventud y familia popular venezolana
Dados los resultados de los censos nacionales de 2001 y 2011 se encontró una disminución
de los hogares en pobreza de casi un 9%, hecho que supone el mejoramiento de las
condiciones generales de vida. Al considerarse la medición por Necesidades Básicas
Insatisfechas, su disminución implica un cambio en las condiciones estructurales de la
pobreza, específicamente en los elementos que constituyen este indicador socioeconómico.
35
Referencias Bibliográficas y Electrónicas
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Bravo Jáuregui, Luis (2008) “Las „Misiones Educativas‟ del gobierno venezolano en (retro)
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36
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37