La Noche y Su Artificio

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LA NOCHE Y SU

ARTIFICIO
Cristina Peri Rossi

Trigono de aire ediciones


LA N OCHE Y SU ARTIFICIO

Amo la noche y su artificio ausente la luz diurna


brillantes los faros soliloquio de sem foros que
gui an sus tres ojos y parpadean en la inmensidad
nocturna negra como mar
Amo la noche y su artificio la noche maquillada
la noche ebria de desconocidos abrazados a los
últimos árboles como a viudas
suspendidas las certezas del dı́ a suspendidas las
rutinas de la vigilia la noche feroz
de borrachos que pelean por un culo de botella la
noche de mujeres hombres y de hombres mujeres
embriagados
ensoñadora confusión original confusión de óvulos
y deseos de espermatozoides y sueños imposibles
la noche feroz y sentimental de emociones intensas y
soledades ı́ n timas la noche argumental como una
pelı́ c ula antigua la noche solitaria del gato huérfano
y sin abrigo

la noche que nos elevaba al paraı́ s o con los brazos en


cruz mientras te amaba
mientras me amabas

3
y la eternidad acariciaba nuestros cuerpos fundidos
pátina de belleza
derramada sobre la mejilla el libro el espejo las voces
y la pequeña cicatriz de tu pie invisible
para los amantes bruscos y desatentos
Amo la noche de los amores sacros como el vino y el pan
como el cáliz y la hostia

La noche de los amores que duran toda la vida la vida de


unas horas la vida de un minuto

soñadores de artificios que se destruyen

con la luz del dı́a

cuando todo vuelve a la normalidad es decir

al plástico y a Facebook.

4
TERRAZA EN BARCELONA
A la noche
en la pequeñ a terraza nocturna de lejos de muy lejos el mar
oscuro la montañ a escondida el cielo despejado de pronto
como Venus
la luz de un avió n el mismo avió n de cada noche con su
fosforescencia aérea cruza mi soledad nocturna fogonazo de
eros

cuando no estás
y en el calor del verano vibra el canto de los grillos
soliloquio de solteros en busca de pareja

como yo te busco a ti.

5
BARCELONA,
NOCHE
Regreso tarde
a la noche tarde los árboles sombrı́ os y sin hojas tarde
los letreros luminosos de La Caixa rotando
como los ojos de un sapo enloquecido —tarde— regreso —
tarde—Nadie por las calles oscuras calles vacı́ as

neones luminosos astros encendidos de un mar oscuro alarido


de una sirena célibe regreso tarde
el escenario vacı́ o sin gente
y yo le hablo a la ciudad le digo cosas
te amo te quiero t’ estimo aunque se que esa noche —tarde—
tampoco Barcelona será mı́ a

como una mujer histérica cuanto más la amas, más se esconde.

6
PRIMERA TORMENTA
Te asomas desde el gran ventanal sobre la ciudad
(las agujas de la Sagrada Familia, la Torre Agbar y el
triángulo gris del mar) a esa hora incierta en que la noche
no es todavı́a dı́a

y de pronto el cielo se cubre de luces raras


de ocres pálidos y aluminio Un trueno ruge lejos como si
viniera de una catacumba
Te digo: «Es nuestra primera tormenta»
mientras, desnuda, miras la rara con lagración de cielo y
mar
la primera tormenta la primera noche
el primer dı́a de la Creación
descalza te asomas al gran ventanal y toda la Creación
parece de pronto tener sentido

en el sofá o arca de Noé donde navegamos hacia el


futuro con nuestros pequeños animales familiares
el puma que repta
el león que ruge
y la pequeña mariposa del sexo
que palpita en su vuelo iniciático.

7
TUS SENOS
El bretel se venı́a abajo —negro— como la cinta
de un teló n precipitado
Entonces
comenzaba el espectáculo de tus senos
esa obra perfecta que un dios enamorado
creó como un espejo
donde toda belleza se miraba ası́ misma
como yo los contemplaba
sintiendo desde ya su pérdida
todo huye irremediablemente
todo escapa

nada se retiene nada se guarda


salvo en las paredes de un museo
donde arrobadas contemplamos conjuntamente
El origen del mundo ese que fascinó a Courbet
cuya fascinació n
se propaga
como una religió n
Los fotografı́e
Te pedı́ perdó n: no soy Courbet

8
solo soy
alguien que amó tus
senos sabiéndolos
perecederos.

9
CON TINTA
DE
T IBURÓN
Este amor será escrito con tinta de tiburó n de los océanos
para que el virus del olvido no borre sus letras no borre
sus cifras y la mala memoria no lo corroa como la carcoma
Con tinta de tiburó n de los océanos

donde se ayuntan las ballenas


y paren los delfines
Con tinta azul de tiburó n de los océanos
y el astil
de aleta
que escribe sobre las aguas
letras que no se borran
y cifras que no desaparecen.

10
EL AMOR EXISTE
El amor existe
como un fuego
para abrasar en su belleza toda la fealdad del mundo.

El amor existe
como un presente de las diosas benignas
a quienes aman la belleza y la multiplican como los panes
y los peces.

El amor existe
como un don
solo para quienes están dispuestas a renunciar
a cualquier otro don.

El amor existe
para habitar el mundo como si fuera
el paraı́so
que un amante distraı́do perdió
por pereza
por falta de sabidurı́a.

11
El amor existe
para que estallen los relojes lo
largo se vuelva corto
lo breve infinito
y la belleza borre la fealdad del
mundo.

12
VIVIRDOS
VECES
La memoria es una sobrevida.
Mientras me inclino para besarte para acariciar tus senos
pienso en la sobrevida que me sobrevendr
en tu memoria

vivir más all de mis a os en el escorzo de tu cuello tan


blanco como la luz lunar
una noche, en Calella, mes de agosto,
a o dos mil seis,

vivir más allá de mis años en tu memoria de mujer nocturna


que mira desde el lecho la ventana por donde una ciudad
como un cuadro de Richard Estes enciende y apaga sus luces
en medio de los carteles de bancos y de cajas de autos y de o
icinas vivir más allá́ de mis años en tu memoria
de mujer que al amarme se ama en mi amor
y recordarás el edredón de plumas con el que cubrı́as tu
desnudez
y la botella de agua que se caı́a en medio de los besos
y la luz del televisor mudo que iluminaba blancamente
nuestros cuerpos oscureciéndolos a veces.

13
La memoria es una sobrevida.
Mientras me inclino para besarte sé que vivo dos veces

la vez de esta noche tibia de otoñ o en la que te acaricio con


las manos con los dedos con el pensamiento y con la voz y la
sobrevida de tu memoria donde nos amamos
más allá del tiempo
en medio de la ciudad iluminada y silenciosa
que no duerme
porque estamos en vigilia vigilia del goce
vigilia de amor.

14
METÁFORA

Hacerte el amor
es una manera —
torpe—de decirte que
te quiero.

15
DETENTE INSTANTE, ERES TAN BELLO

Como el joven Fausto seducido por Mesistofeles al inclinarme


sobre tu cuerpo al besar tu sonrisa
al encender tus senos como faros de Alejandrı́a dije:
«Detente, instante, eres tan bello»

y todo en mı́ era una ola precipitándose sobre el tiempo


para volver el aire roca para volver la sábana cielo para
volver el instante un siglo y todo en mı́ era aspiración la
aspiración de retener lo pasajero el ı́mpetu de atrapar lo
fugitivo más allá de Heráclito y sus revelaciones y todo en mı́
era vocaci n de permanencia estar y no pasar

Fijar y no desvanecerse como en El Grito de Munch la


boca abierta sigue gritando como en el retrato de la
esposa de Giocondo la joven sigue sonriendo eternamente

hasta que comprendı́


otra vez
que soy
mortal que
sos mortal

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o sea fugitivas perecederas frágiles volubles mutantes y

solo queda entonces el deseo.

El inmenso deseo de volver a la sábana roja

a la tarde de sábado o domingo al restaurante de luces y de

espejos siendo sin embargo más viejas más antiguas

más sabias

o más

cautas

para repetir el ruego del joven Fausto: «Detente,

instante, eres tan bello».

Me istó feles faltó a la cita y yo, Me istó fela, la escribo.

17
COMUNIÓN

Y como de un cáliz bebı́ la sangre de tus entrañ as la sangre


que manaba entre tus piernas lluvia de vida y de amor de
dolor y de fuerza
Tú manabas sobre mi boca como mana el agua al sediento
como la fuente gotea en el verano
Tú escancias desde los orı́genes tus ó vulos tu menstruo tu
celo
Y luego
te di a beber mi propia sangre manó sobre tu boca sobre tu
pecho sobre tus mejillas
pacto de sangre
pacto de amor
sello sagrado
cálices gemelos
la hermandad del amor y del género.

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COMUNIÓN II

Te amo, me dijo, y uncio su dedo ı́ndice con gotas de


sangre menstrual que escampen mi boca clave secreta

códice sacro

dulce sabor de tus entra as manantial fecundo semilla


de palabras iniciáticas
célula original
Todo nace en ti
como de la tierra como del mar
con sabor a concha con sabor a alga con sabor a miel
codo nace de esa gota que encierra el mundo y su furor
el mundo y su ternura el mundo y su dolor el mundo y su
alegrı́ a corno cuando dolorida te quejas de tus óvulos
encapsulados
y yo deposito mis manos cálidas sobre tu vientre lamo
tus l grimas acuno tu dolor y lo mezo
tu dolor es el mı́o partenogénesis que llamamos amor.

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COMUNIÓN III
Ser mujer duele, dices mientras deposito mi mano sobre tu
vientre. Ser mujer es un dolor, dices, y yo te consuelo y te
doy un analgésico.

Pero este dolor de hoy te enseña a ser más dulce más


compasiva más tierna a comprender y cuidar el dolor de
otras de otros sin distinció n de género.

Este dolor te enaltece re humaniza te hace mujer y generosa


tu sangre es toda la sangre derramada la sangre que
inunda las alcantarillas la sangre de las mujeres violadas de
las humilladas

de las maltratadas
de las mujeres con velo
del burka de las mujeres encerradas dentro de la cárcel del
burka
tu sangre es un estigma: el de la pertenencia el de la
esclavitud

sangre generatriz y vivi icante


sangre de la que mana la vida
no la muerte.
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Deja que ellos se desangren entre sı́ por sus viles
pertenencias por sus dioses inmisericordes
por sus posesiones macabras por sus pleitos y
sus dineros
tu sangre da la vida
no la muerte.
Bendice ese dolor que da la vida pero tó mate un
analgésico.

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COMUNIÓN IV

Como los guerreros antiguos bebı́an la


sangre
de sus rivales muertos
yo me bebo tu sangre menstrual
y soy tu hermana
tu amante y tu pariente
aquella que al beberte adopta tus gestos rus
palabras tus virtudes

aquella que establece un pacto de honor y de


amistad

que ningú n falo destruirá


ni el falo de la espada ni el falo del poder
ni el falo del dinero o de la fama y el ejército
de falitos como un priapismo mortal.

22
ADN
Las partı́culas de mi ADN
atraen a las partı́culas de tu ADN
como claman por el agua los animalitos del desierto como la
gravedad llama a la manzana como el imán atrae a los
metales.

Pero hay un cansancio de los metales como hay un espacio


lunar donde la gravedad ya no existe.

Amémonos antes de que el cansancio de los metales y el


ámbito de la luna

destruyan para siempre


mis partı́culas de ADN
tus partı́culas de ADN.

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LEYES FÍSICAS

Si el peso del cuerpo se mide por el espacio que desplaza


este hueco en mi costado este vacı́o que nada puede llenar
esta de-sol-ación sin remedio

es la ausencia
de tu peso molecular de los matices de tu voz del espacio
que desplazan tus senos cuando crecen orondos en mis
manos
es
una ley de la fı́sica que convencionalmente llamamos amor.

24
NO, N O L O P UDIMOS RETENER
No. No lo pudimos retener.
No lo pudimos atar con cordel muy grueso que soportara su
peso su gravedad y también su alegrı́a su ligereza su
estupor.
No. No lo pudimos retener.
Se nos escapó entre los dedos como las gotas del agua de
lluvia una mañ ana de invierno y sufrı́amos mientras
chorreaba hacia el desaguadero mientras destilaba su veneno
su odio su rencor como antes habı́a escanciado su goce su
éxtasis su ardor.
No. No lo pudimos retener,
condenadas para siempre a la repetició n.
No lo pudimos atrapar entre los brazos y construirle un
nido donde creciera: le construimos, en cambio, un nicho
para que muriera.
No lo pudimos retener y guardarlo entre las páginas de los
libros que leı́mos con los versos más queridos ni supimos
arroparlo cuando tuvo frı́o ni volamos con él por las alturas
allı́ donde no llegan la envidia que corroe los celos que
envilecen la ambició n que destruye.
No. No lo pudimos retener,
y se nos escapó entre reproches venganzas y dolores por
falta de valor por cobardı́a.

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LEJANO P ARAÍSO
Me gustaba hacer el amor contigo a veces
es verdad llegaba al éxtasis
la confusió n de los sentidos o sinestesia.

Me gustaba hacer el amor contigo a veces


es verdad llegaba al éxtasis la placidez
amnió tica de los muertos

o los no
nacidos
y me sumı́a en esa dulce placenta en semiinconsciencia
matutina.
Solı́a decirte entonces que estaba en el paraı́so segunda
calle a la izquierda
no habı́a dolor
no habı́a memoria
no habı́a pasado
no habı́a futuro
no habı́a accidentes
no habı́a ni siquiera la necesidad de hablar solo el tacto y el
éxtasis
los ruidos de la calle atenuados olvidados los rencores de
la vida las miserias de lo cotidiano.

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Habitar el paraı́so es tenue especialmente momentáneo
a poco un mosquito zumbador una llamada telefó nica tu
prisa por ducharte
rompı́an la tenue membrana del paraı́so
y volvı́a con dolor a la realidad.
No nacı́a joven,
nacı́a ya madura
y con rencor: me habı́an expulsado otra vez del paraı́so y no
podrı́a volver hasta otro dı́a —si habı́a otro dı́a—.
Creo que me contemplabas con extrañ eza
y cierta curiosidad:
tanto lorecimiento de metáforas tanto éxtasis
te parecı́an desproporcionados para un par de orgasmos
que por otra parte
se pueden sentir en soledad
y sin forcejeos con brazos pelos pubis manos y algunos
órganos
cuya intimidad siempre es escabrosa.
Aun ası́
en la soledad austera de la noche lejanos los ruidos
nocturnos escuchando a Brahms o a Celine Dion me
hubiera gustado decirte: Te

27
invito a un viaje metafı́sico te invito a una travesı́a sin
fronteras allá donde se pierden los lı́mites del yo y la unidad
inicial
el ó vulo primigenio es fecundado
me hubiera gustado decirte: Tomémonos las manos
para emprender la travesı́a y surquemos el espacio
atravesemos los mares y los silencios los bosques altos las
mansardas los castillos convertidos en palacios
y habitemos juntas esa regió n innombrable
—paraı́so, segunda calle a la izquierda— a un paso del
nirvana.

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DETRITUS

En los patios
en los aledañ os
de lo que llamamos amor siempre hay estercoleros hojas
caı́das que se pudren lentamente maceradas por el orı́n y la
humedad.

En los patios
en las cuevas
de lo que llamamos amor siempre hay detritus hongos
venenosos
reservatorios de hulla y huesos de antepasados corroı́dos
por las termitas.

En los patios
en las recámaras
de lo que llamamos amor siempre hay humores antiguos
fotografı́as carcomidas por la lepra rencores que apestan
y sin embargo
en los patios

29
en los estercoleros en las cuevas
y recámaras
se escucha una vieja melodı́a crecen lores
tı́midas y solitarias y a veces
desde el fondo del abismo surge una isla
edénica o paraı́so donde habitamos
brevemente
huella de la eternidad imposibleadonde
quisiéramos volver pero hemos extraviado
el mapa.

30
AHORA
Hoy, cuando el encono y el resentimiento han vertido toda su
amarga bilis y escanciado su rencor sobre otras tardes otros
dı́as
a esta hora húmeda y rosada del atardecer en una ciudad que
vio como nos amábamos
puedo recordar con unción una dulce época en que
caminábamos juntas de la mano y rodeábamos una plaza
silenciosa

—vergel, oasis milagroso en la orbe profana—


y la intimidad era un dulce etéreo tejido que nos rodeaba como
una red de la que nunca hubiéramos querido escapar
y nos mirábamos nos amábamos nos deseábamos mientras las
lentas luces de la noche encendı́an sus teas amarillas
y todo era tan dulce
tan suave
tan cálido entre nosotras
como ahora es duro
penoso
frı́o distante
lejano.
Hoy, cuando el encono y el resentimiento han vertido toda su
amarga bilis y escanciado su rencor sobre otras tardes
solitarias
31
puedo recordar con dulzura una época no tan lejana

en que llorabas al separarnos un instante y se abrı́a un


hueco en mi costado un poro oscuro que nada podı́a llenar

entonces era imposible imaginar este presente

esta ausencia que menudos quehaceres sin amor cubren de


pátina y de sinsabor

un tiempo que nos esnifábamos con la fruició n y el miedo


de quien sospecha que todo es pasajero

y no lo quiere pasajero
y se resiste a que sea pasajero y detesta que sea pasajero
como el moribundo se resiste a morir.

Y sé que no podré decir nunca ni podrás contar nunca

có mo pasó

có mo de aquel amor


surgió esta amargura
esta desconfianza

có mo la belleza se hizo espanto


y la alegrı́a, dolor.

Alquimia demonı́aca
fórmula abyecta

32
que consume las delicias más delicadas
y transforma en vulgaridad lo que fuera celestial.

Y no habrá historia que contar más que la triste historia de


un abandono.

Cuando abandonamos el paraı́so territorio de los ángeles


para vivir en la tierra

las mediocres rutinas cotidianas y quizás algún sobresalto


menos una aceptació n de la norma que merezca algú n premio
literario o administrativo, y el beneplácito social.

33
SERENIDAD
Es verdad
nada es tan dramático si vamos al caso como a mı́ me lo
parece —dices— nacer morir
emigrar
alguna dictadura polı́ tica o privada
la rotura de un brazo escribir libros amar a una o a dos
personas
Nada es tan dramático —dices— la pérdida el abandono
la muerte los dı́as de lluvia la soledad en el lecho el
motociclista atropellado en una esquina el vecino con
Alzheimer el paro

Pero hay que ver cómo te irritan las erratas de los


diarios.

34
RECETA
El mal de amores se cura igual que la heroı́na
abstención
temblores
sudoración
largos paseos por paisajes hermosos (evitar los paisajes
urbanos) gimnasia
(gimnasia no, podrı́a parecer de manera demasiado obvia
un sustituto del fornicio)

el mal de amores se cura igual que la heroı́na


cada dı́a que pasa sin tu sustancia es un dı́a ganado a la
adicción me olvidar de tus ojos me olvidar de tu vientre me
olvidar de tus gritos en el orgasmo (cuidado con los
vecinos, los vecinos que no follan siempre se escandalizan
con los gritos ajenos son capaces de llamar a la policı́a si se
dan cuenta de que estamos follando pero jamás llamarı́an a
la policı́a si me estuvieras robando)
el mal de amores se cura igual que la heroı́na
viajes por mar
viajes por aire
mucho trabajo doméstico mucho trabajo en la oficina y
reuniones semanales
con los otros adictos en plan desintoxicación
pero ¿quién me va a curar de la cura?

35
TIERRA DE NADIE

Ahora que todas las regiones quieren ser naciones yo


busco la tierra de nadie un lugar sin nombre que
nadie reclame un lugar de paso transitorio como la
vida misma sin patria
sin banderas
sin fronteras
sin lengua identitaria más que la lengua de la poesı́a.
Territorio de los sueños donde todo está por empezar
donde todo est por explorar.

36
DE LA POESÍA
COMO MÚSICA
Ninguna vanidad en este oficio de armonizar palabras como
los sones de un instrumento antiguo; ninguna vanidad en
tocar la a —arpa— en escribir, como con notas musicales, la
dulce Babilonia o el cálido cobre —elemento quı́mico n
mero veintinueve, buen conductor del calor e instrumento
de viento—
Ninguna vanidad en el sonido cristalino del agua en las
calles de Bonn aquella ma ana en la que la ciudad se abri
como una caja de música y te dije: «Hace años que no
escucho una música tan pura»
Ninguna vanidad en la poesı́a, en la humildad de un cántaro
de agua fresca, en la cascada que cae entre verdores
vegetales
Ninguna vanidad en el ulular del viento que azota los
cristales
—cuerda y percusió n—
Ninguna vanidad en ordenar palabras como las teclas de un
piano antiguo —cuando el holandés Juan Hazen
Hosseschrueders urdı́a las cuerdas del telar—
Ninguna vanidad en imitar el sonido del viento o de la ola
en Isla Negra donde el mar y El Poeta conversaban
quedamente:

37
palabras son sonidos
y sonidos son
emociones de las vı́sceras lamento
de la mente
angustia de moribundos
frenesı́ de enamorados monedas de
intercambio entre una soledad y
otra.

38
RESCOLDOS
Me pregunto que hare
cuando ya no está́s
y sea invierno en codas las estaciones de los
ferrocarriles de este mundo
y no vea pasar los aviones desde la terraza por el frı́ o
y la noche caiga de plano demasiado pronto para mi
ansiedad de vos Entonces mirar pelı́ culas porno en el
televisor

y te recordar
con ternura

como se recuerda la infancia


como algo que ya ha pasado
fuego que ha dejado rescoldos
que no abrigan pero queman.

39
PRIMERA CITA

Me dijo que para acudir a la


cita se habı́ a metido dos
rayas de coca teniendo en
cuenta que yo me habı́a
metido dos sedantes
puede decirse que eramos
un triángulo
ella, yo y la droguerı́ a.

40
LA MUERTE QUE ME RONDA
Te conozco, hija de puta Estás jugando conmigo asediándome
rondándome poniéndome a prueba un dı́a te llevas a quien mas
quiero y al siguiente a quien me quiere a veces te diviertes y te
llevas a dos el mismo dı́a
ası́ juegas conmigo a matarme de tristeza a destrozarme el
corazón
Has decidido matarme lentamente de ausencia y de dolor
has decidido dejarme sola como para que al final cuando arribes
yo te daré la bienvenida
Ası́ te diviertes
te burlas de mı́
de cualquier filosofı́a de cualquier pequeño orgullo de las
pretenciosas fatuidades del ego
Ası́ gozas tú
la gran perversa
pero aunque me duelas
y me quites lo que más quiero
y me extorsiones como una vulgar estafadora
conmigo vas perdida: siempre supe que eras invencible
me dueles
pero no me engañas como a los tontos que no saben dónde
tienen la clavı́cula las que te llevas viven en mı́ más mı́as que
nunca
lejos de tu alcance como vive mi hermana en este poema
escrito a tu pesar.

41
A MI HERMANA, I NÉS

Ahora que has muerto sé que la vida iba en serio no era


un juego de ni en la playstation

ni de adultos que juegan a hacer el amor a divorciarse a


lucir modelos a cambiar el auto o a hacer la revolución.

Ahora que has muertos que soy vulnerable más aún que
cuando amo mas mortal que nunca y te añ oro como no te
añ ore en vida.

42
CONDICIÓN DE MUJER
Deshechas, reventadas,
violadas, maltratadas, heridas,
reventadas, cruci icadas,
reventadas, desangradas,
reventadas, perseguidas,
torturadas, SALVAJES

CONSUMIDAS

Ya sin voz
sin fe
sin aliento

sin espera

Hablemos por sus voces


pronunciando lentamente cada
letra:

M-U-J-E-R-E-S-D-E-J-U-A -R-E-Z:

JESUCRISTAS.

43
EL GRAN ESPECTÁCULO
DEL
MUNDO
He contemplado con pavor el Gran Espectáculo del
Mundo.
Hombres guerreando hombres violando hombres
descuartizando hombres torturando risas querellas
secuestros desapariciones —torturas—.
He contemplado con pavor el Gran Espectáculo del
Mundo.
Hitler Stalin Mao Franco Somoza Stroessner Videla
Duvalier Hoh Chi Mihn Trujillo Pinochet Fujimori Marcos
Idi Amin
y los dictatorcitos de entrecasa los domésticos
los de esta es mi mujer mi auto mi casa mi pistola mi pene
los he visto en la vida real —Videla— y en la puerta de
mi casa —mi padre—
los he visto en el cine —Nueve semanas y media, Noche y
niebla, los cien dı́as de Saló —
y los he leı́do —el marqués loco y Miller, el gran
fornicador, el ebrio Bukowski y los pornó grafos baratos—
he visto sus cuadros —Balthus, Bacon, Courbet—
y sus fotografı́as —la ni a huyendo del napalm y los lirios
de Mapplethorpe—

44
he visto sus lidias de toros sus correbous
y sus riñas de gallos

he visto los partos dolorosos y las tripas desencajadas

a veces pago la entrada al cine —Biutiful— para sufrir un


poco más y sin embargo
pese a todo

cuando te acercas a mı́ sonrı́o

me regalas una flor y sonrı́o


me besas y sonrı́o

te recuerdo y la ternura inunda mi corazón.

Fuimos condenados en otra vida que no puedo recordar


a vivir ası́, entre el cielo y en un infierno, el infierno son
los otros, es verdad, salvo cuando me besas, salvo cuando
te sonrı́o.

45
ESPEJOS CIRCULARES

Qué cruel trabajo


qué tarea agotadora
qué condena agobiante volver a
ser yo
luego de haber sido juntas tu
yo yo tu
el cordón umbilical
del amor espejo.

46
SUEÑO

Soñé que estábamos juntas en


el cine la pelı́ cula era la
misma
tu butaca estaba frente a la
pantalla pero la mı́ a
miraba hacia el otro lado
el cartel luminoso que decı́ a
SALIDA.

47
EXIT
Como el triángulo de cemento a la salida del parking
donde me caı́

una noche
que no era una noche contigo
nuestras vidas divergirán
separadas para siempre por un tri ngulo indicador
de direcciones diferentes
tu por la derecha yo por la izquierda —siempre fui un poco
zurda—separadas por una isla de cemento a la salida de un
parking
que divide los destinos
que conduce hacia otra parte

No miraremos hacia atrás condición previa de toda salida de


toda sortie de todo exit

No mirar atrás
No recordar
No sentir

A la noche el viejo parking está vacı́o

los escasos autos de brillantes chasis


están muertos

48
apagados

nadie los enciende todavı́a

y un gato negro y solitario es el ú nico guardián de tanto


espacio abandonado

Acaso un verso desolado como este sea el rincó n


ceremonial del recuerdo

ú ltimo homenaje al tiempo compartido.

49
ESTADO DE
SITIO
Aquella vez
—estado de sitio en la ciudad sirenas ambulancias
tanques verdes como pesados lagartos y el miedo
creciendo como mala hierba—
creı́mos que serı́a la última vez.

Hicimos el amor con la intensidad de la agonı́a


amar antes de morir
amar hasta morir

hicimos el amor con la desesperación de la partida

y tus quejidos eran el dolor del orgasmo, tu llanto el llanto


de la pérdida en la unió n.

Los soldados no llegaron, pasaron de largo

o fueron a otra casa.

50
Nunca más hubo una noche como aquella
compartir el miedo
el terror el pánico
une más que compartir la felicidad la bienaventuranza.
Desde entonces,
busco la intensidad en otra parte y no la encuentro en
las drogas ni en el alcohol
ni en las orgı́ as

la intensidad esta en mi interior pegada a mi fantası́ a.

51
52
Un texto en realidad es un tejido, viene de
"textus" que significa tejer, coser unir,
enlazar. Deseamos atravesarnos por las
palabras, dejarnos llevar, recorrerlas,
hundirnos en ellas, juntarnos a leer y a
escribir, que explote el poema
y nos salpique.

*Trígono adhiere a la
reproducción total o parcial de esta obra
citando la fuente. Las palabras son
creación no propiedad. El conocimiento,
la información y la poesía se comparte
con quien se ama.

Trígono de Aire Ediciones.

Ilustraciones: Erica Calardo

53
Ig: Trígono de aire
mail:[email protected]

54

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