Actividad Práctica
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IMPORTARNOS?
Increíble, pero cierto. En el siglo XXI todavía existe exclusión en el mundo. En algunos
casos y ámbitos es más palpable que en otros, lo cierto es que puede afectar no
solamente la vida social de las personas, sino otras áreas en las que nos
desenvolvemos. Uno de los ámbitos en los que puede haber exclusión es el laboral.
En esta nota te explicamos cómo encararla a través de la inclusión laboral.
Para erradicar la discriminación necesitamos entender qué es, crear conciencia y estar
alertas para defender a quienes la padecen.
Si bien no existe una definición universal de qué es inclusión, y los conceptos varían
entre distintos autores, la definición de inclusión parte de la existencia de
la diversidad en un determinado entorno. En el caso de la inclusión en el trabajo,
también requiere que todos los trabajadores de una empresa tengan “la capacidad de
prosperar y contribuir plenamente en el trabajo en un entorno libre de discriminación,”
según describe un estudio reciente de la OIT.
La inclusión tiene por fin que todos los individuos o grupos sociales gocen de
las mismas oportunidades y los mismos derechos, sin importar sus características, su
origen, su género, su cultura y o sus necesidades. En este contexto, la inclusión laboral
es solo un tipo de inclusión. Están también la inclusión social, la inclusión educativa, la
inclusión de género, la inclusión de personas con discapacidad, y la inclusión digital,
entre otras.
Para que haya inclusión en el trabajo se necesitan unas condiciones previas que van
más allá del entorno laboral: debe haber respeto por todos los miembros de la
sociedad, un trato justo, igualdad de oportunidades, acceso a educación de calidad y
formación de habilidades para todos, inserción de todas las personas en el ámbito
educativo y social, y la erradicación de estereotipos.
DIMENSIONES DE LA INCLUSIÓN LABORAL
Estas son apenas algunas de las dimensiones en las que la inclusión laboral es urgente:
Entre las barreras que deben enfrentar las personas con discapacidad están la limitada
oferta de empleo, y las desventajas en el acceso a capacitación y formación de
habilidades. Esto último está estrechamente relacionado con la necesidad de una
educación inclusiva.
Las personas con discapacidad enfrentan otros factores limitantes para ingresar al
mercado laboral, como poca preparación de las empresas para recibirlas, y la falta de
información sobre cómo deben ser sus espacios de trabajo. La inclusión laboral de
las personas con discapacidad es fundamental y exige la coordinación de esfuerzos de
varios actores, y no solo de una parte de la sociedad. Gobiernos, servicios públicos de
empleo, sector privado, y sector educativo deben hacer un trabajo conjunto de
promoción, diseño e implementación de políticas públicas, campañas de
concientización, alianzas estratégicas y formación en las empresas.
La brecha laboral entre hombres y mujeres en la región nos está costando 22,5% del
PIB, de acuerdo con estimaciones del FMI. La realidad es que con una mayor
participación de las mujeres en el mercado laboral ganamos todos, pues tendríamos
una región más productiva, innovadora, con mejor manejo del riesgo y mayor
rendimiento.
“Aún cuando se observó una recuperación del empleo femenino entre marzo y junio de
2022 que llegó a superar el nivel de recuperación del empleo de los hombres, solo se
cerró el porcentaje de la brecha que profundizó y amplió la pandemia. La brecha de
género en el mercado laboral de la región se mantiene.
Algunas medidas para impulsar con fuerza la inclusión laboral y productiva de las
mujeres, y cerrar las brechas pueden ser: