ARTE BARROCO. Completo
ARTE BARROCO. Completo
ARTE BARROCO. Completo
BLOQUE 1: INTRODUCCIÓN
Las mayorías de imágenes serán panorámicas o escorzos, ya que el barroco evoca la sensación
de pequeñez y extravagancia. Se viene del Renacimiento, con su propio canon estético, que se
rompe por completo, creando el Barroco, que implica lo estrafalario, lo que rompe la norma. Se
distribuye desde Roma a otros países en orden: Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Polonia,
etc… (Europa).
Se ve la necesidad de crear una nueva identidad, en 1445 el Concilio de Trento dio nuevos
dogmas a seguir, como el concepto de la Inmaculada Concepción como persona propia y no un
complemento. Para contrastar esto, se mandó a crear un nuevo jubileo con obras nuevas,
mostrando ostentación de riqueza en la nueva cara de Roma, necesitando brillar para volver a
jugar con los grandes. Intentando conectar los sietes antiguas iglesias con avenidas y plazas para
evocar el peregrinaje de los fieles y la difusión del comercio. Aunque a San Pedro le faltaba algo,
por lo que colocó un obelisco egipcio en el centro de la plaza.
El barroco nace como vehículo al servicio de la iglesia para conducir a mejor. Uniendo el arte
barroco como arte de las ciudades. Teniendo a Borromini y Bernini en guerra por el dominio
total del arte.
Se ve a las personas no como individuos, sino como colectivos, una comunidad cristiana. Las
plazas francesas podían ser como quisieran, haciendo 5 plazas, como la plaza real cuadrangular
o la de la isla triangular. El rey sol odiaba París, pero creó la plaza del sol, para sí mismo con
forma circular (o según los franceses: cuadrado-circular). Al igual que los palacios de los papás,
también están los palacios reales, influenciados por Versalles, en toda Europa. Felipe V, amaba
cazar y ser llamado príncipe de Versalles, construyendo el palacio de la Granja.
La reforma ocurrió durante el reinado de Carlos V del Sacro Imperio. Se puteo a Lutero, quien
quería una iglesia que no se lucrará económicamente y ayudará a la gente, ya que se veía al Papa
como otro rey. Ocurre la Guerra de los 30 años, los príncipes protestantes apoyan a Lutero para
evitar pagar tasas a la iglesia y el pueblo llano lo apoyaba también. Luis XIV intentó meter mano
y se creó la contrarreforma. Europa acaba dividiéndose en dos partes, una cristiana en la que el
Barroco basa la exuberancia en el papado y la realeza (parte sur); y la otra en el mecenazgo de
los burgueses (parte norte).
La imagen de Luis XIV siempre irá relacionada con la guerra, llevando una corbata y su abrigo,
que eran prendas militares, transformándolas a prendas de nobles por obligación.
No se contextualiza a los personajes, solo se les ve por su apariencia, llegando solo por los ojos,
de forma amplificada. Viendo cómo podía cambiar todo según su voluntad, haciendo que todo
lo que hace sea ley. Provocando en los demás envidia y admiración.
Empezando por el papado, sirviendo el arte a la iglesia, siendo todos miembros importantes de
las familias italianas. Siendo jefe de su propio estado autoritario, tiene su ropa de color rojo
burdeos, en terciopelo. Siendo todos muy ostentosos.
En España, inaugura el siglo XVII bien, pero Felipe III y Felipe IV son los Austrias menores, por
preferir jugar, haciendo del reino débil, perdiendo contra los cortesanos y acabando con su
tesoro en las guerras donde se veían forzados a entrar y perder su imperio. Dejando su reinado
a Carlos II, quien se verá casado con una princesa francesa, viéndose forzado por los franceses,
cayendo contra ellos. Un ministro de naturaleza pobre subió en dos años (Valenzuela), siendo
golpeado muy feo en la sacristía de El Escorial, lo que hizo que el papa excomulga a España hasta
que pagó. Carlos II tenía que pagar la dote de María de Austria, pero no lo hizo, por lo que ella y
sus sucesores entraron en la batalla por el trono de España.
En Francia, la gran potencia de la época. Luis XIV y su reinado, sometiendo a todas las academias,
teniendo todo el poder en la corte.
En Inglaterra, Carlos I guillotinado, periodo de restauración, Carlos II el alegre, Jacobo II. Carlos
I se retrata como alguien que dominaba el arte y las modas.
Usan el arte como propaganda real y de la iglesia. Argal propone que el arte del barroco no trata
de mostrar cómo hacer arte, sino de mostrarlo ya hecho, solidificando la imagen, haciendo que
todas las imágenes sean creadas para captar a los fieles o al pueblo, además de combatir lo que
creían ser la corrupción. La interpretación es realista y debe mostrar sencillez, aunque no lo sea.
El urbanismo es tratado como escenografía y la corte debe mostrar poder y dominio, siendo la
única imagen de poder existente para dominar a los súbditos.
La cultura del barroco es una cultura basada en el teatro mundial, teniendo la existencia como
obra de arte, aunque nadie como Calderón de la Barca con su Templo del mundo. Uniendo
conceptos en los espectáculos de la vida, que ayudaban a sobrellevar la vida, con los programas
políticos incluidos en las obras. Difundiendo contenidos ideológicos de propaganda, dando una
idea de un mundo ideológico y perfecto, dando una ilusión de todo lo positivo. Haciéndolos
olvidar el hecho de la muerte, hasta la última parte del barroco que usara el tema Memento
mori, recuerda que todos vamos a vivir, por lo que vive tu vida al máximo.
Barroco → exagerado, un estilo sin sustancia, una búsqueda de medios con la función de
desconcertar.
El arte del Barroco como un arte al servicio de la iglesia y de su glorificación. Se trata de Papas
que provienen de grandes familias. Se conoce como una propaganda de lo fiel, se pedía a los
artistas que siguieran unas normas:
Sera Luis XIV quien marcara la monarquía absoluta declarándose rey de Versalles. El configurara
como serán a partir de ahora las imágenes reales de la corona francesa. Hay que hablar de las
cortes, en este momento ellos también son una propaganda de la vanagloria de su monarca.
Estas cortes que a partir de Versalles se van a difundir por el resto de Europa las características
de ostentosidad y poder. A partir de Versalles aparecerá la temática de urbanismo pictórico.
Como el rey debe también con su vestimenta y sus símbolos demostrar la majestad, también los
cortesanos deben reflejar la cercanía y el privilegio de estar cerca del rey mediante sus casas,
retratos, lacayos.
A partir de esto veremos dos estilos de barrocos, el barroco de las monarquías, y el barroco
cortesano y católico. También se podía dividir de la siguiente manera: católicos, protestantes y
absolutistas. Tres tipos de Barroco:
-Absolutista: Francia
El teatro mundi es una expresión de Calderón que procede del libro del Gran Teatro del Mundo,
donde nos hablan donde toda la existencia es una coreografía donde todos desempeñamos un
papel, donde todo es una ilusión. De ahí podemos llegar a la autoescinificación del soberano. Se
necesita la ayuda de la ilusión para poder seguir adelante tras las dificultades de la época, pues
el teatro mundi es una alegoría de la ilusión.
Equilibrio vs Inestabilidad
Serenidad vs movimiento
Idealización vs expresionismo
Moderación vs Exageración
Temáticas
- Arte y antigüedad.
Claro que no solo los pintores usaron este tema, los escultores también. Como Bernini con sus
obras [añadir los títulos, no se ven desde aquí] La cabra Amaltea (quien alimentó a Zeus en su
infancia y de quien se creó la cornucopia), [más autores que tampoco veo]
- Arte y naturaleza
[Autores y obras] Seres humanos haciendo tareas comunes, con figuras comunes, con una falta
de decoro. Caravaggio y sus imitadores son los que más lo hicieron, aunque también estuvo A.
Gentileschi, quien hizo a una mujer y su criada unas heroínas que reescriben sus propias
historias, mostrándolo en los gestos y expresiones, pintando a las mujeres como heroínas en
todas sus obras.
- Arte y ciencia
Se descubren las fases de la luna, pensando en la Virgen como la reina del cielo, con una corona
de 12 estrellas, colocándola sobre una luna nueva con cráteres.
- Arte y persuasión
Como las obras de El alma maldita y El alma beata. El arte de exaltar las cosas como el poder, el
dinero, etc…
Roma …
Pietro Da Cotona …
Felipe IV y su esposa iban de caza juntos, por lo que ella tenía muchos trajes de caza y los puso
de moda entre las mujeres de la época.
Apoteosis…
Ana De Austria hacía de regente, intenta ajustarse al nuevo reino, pero también intenta incluir
elementos de España, viendo como perdía poder después de la muerte de su marido, intentó
hacerse amiga de la nobleza, lo que elevó el poder de la nobleza, lo que causó que Luis XIV se
sintiera inseguro. Realizó los bailes por apartamentos, o posiciones que debían continuar los
nobles, algo que iba cambiando de forma constantemente según al rey se le antojase.
TEMA 1: Revisión de los cambios urbanos en las principales ciudades de Europa durante el siglo
XVII
- Las Plazas: son elementos que embellecen la ciudad, son puntos para el trazado de las
calles, reflejan el poder civil y religioso y van a ser el escenario de fiestas y
representaciones religiosas.
- Los Palacios: van a ser el elementos más importante de la arquitectura civil, son palacios
fortaleza, cerrados y con un patio interior, se va a cuidar mucho la fachada, pues las
fachadas de estos edificios se consideran los bastidores de ese gran teatro que es la
ciudad.
- Los Templos: sitios unitarios de las iglesias jesuíticas, grandes iglesias de planta de cruz
latina con una gran cúpula en el crucero, las cuales tienden a tener una buena acústica
y una gran visibilidad para seguir la oración y la gesticulación del orador.
El poder político se consolida en un solo centro, colocado directamente bajo la mirada del rey
para impedir cualquier alzamiento social (Versalles). Las ciudades capitales experimentan un
gran crecimiento por el aumento de la población, por lo que había que aprovisionar las ciudades.
La ciudad-capital es una obra de arte visual heredada de la teoría que concierne al trazado
tridimensional de las ciudades en perspectiva. Levadam resume en 3 los principios urbanos del
barroco: línea recta, perspectiva monumental y programa o uniformidad. Dice que estos tres
principios pueden ser resumidos en la perspectiva, que concibe la ciudad como vista, trayendo
con ella la lejanía y la profundidad.
ROMA
La primera ciudad capital del barroco va a ser Roma, y en ella vamos a ver trabajar arquitectos
como Carlo Maderno, Bernini, Borromini, … El programa urbanístico romano trataba de
organizar los barrios situados entre la ciudad Vaticana y los barrios que rodeaban el Tíber, para
que se produjera un tránsito armonioso entre las dos zonas de la ciudad. El Papa Sixto V va a ser
el gran organizador de la ciudad de Roma, fue papa durante 5 años, los cuales van a ser
trascendentales para el urbanismo romano. Sixto quería convertir Roma en el gran centro de la
Cristiandad, y para eso se sirve de su amigo y arquitecto Dominico Fontana. Pretendía que los
peregrinos acudiesen a Roma en el año jubilar, para que pudieran recorrer las siete iglesias de
peregrinación de Roma, de modo que traza un plan urbano que comunica todas las iglesias.
• LAS PLAZAS
Las plazas también van a ser importantes a la hora de distribuir el urbanismo, la Plaza del
Campidoglio fue diseñada por Miguel Ángel, el cual hizo una arquitectura uniforme, mejorando
la fachada del palacio de los sanadores, y se construyeron dos palacios iguales a ambos lados
con un orden gigante de pilastras. A la plaza se accede por una gran escalera y en el centro se
encuentra una escultura ecuestre de Marco Aurelio.
La Plaza del Poppolo fue otra de las grandes plazas características de este período, con un gran
obelisco en el centro. Era la plaza de entrada a la ciudad y de ella irradiaban las tres grandes vías
que conectaban las zonas más importantes de la ciudad: la Vía Babuino, la Vía del Corso y la
Vía Rippeta. En uno de los laterales de la plaza se ubican dos iglesias de principios del siglo XIX,
conocidas como las iglesias gemelas.
La Piazza Navona es otro de los grandes centros de la ciudad de Roma, se trata de una plaza
rectangular con los extremos redondeados. Está plaza fue potenciada en el Renacimiento por
Sixto IV, quien la convierte en un gran mercado. El nombre de Navona viene determinado por el
propio aspecto de la plaza, una gran nave. Las fachadas se regularizan y se ubican tres grandes
fuentes, una de ellas diseñada por Bernini. Cerrando la antigua plaza/muralla de Marco Aurelio,
ya que la nueva reina estaba por llegar y debía de reformarse la entrada para asemejarse a la
suntuosidad de ella. Enmarcando su entrada con las dos iglesias gemelas. Iniciando las reformas
de Sixto V, con la forma de un tridente. Dedicando una a Santa María de los milagros y otra a los
artistas. También es conocida como la Plaza de España.
La Plaza de San Pedro. En 1586 Sixto V trae un gran obelisco de Egipto del circo de Nerón y lo
coloca en el centro de la plaza. En aquel momento se estaba terminando la cúpula de Miguel
Ángel.
Plaza Santa María la mayor, se le pide al Papa que la dedique a Santa María la mayor, teniendo
a la corona española financiándola y remodelándola. Y luego esta la plaza de Santa Susana,
aunque no se considera una plaza y tiene la iglesia de Jesús, con la gran fuente dell’ Acqua Felice.
• LAS FUENTES
La Fontana dell’ Acqua Felice, también llamada como la fuente de Moisés, que fue nombrado
en honor al Papa Sixto V, Felice Peretti. Se ubicaba en una plaza donde se encontraban las
iglesias de Santa Susana y la Iglesia de Santa María de la Victoria. Esta fuente servía para
suministrar agua a las colinas del Quirinal y el Viminal. La fuente constaba de tres arcos
semicirculares y cuatro columnas jónicas. Se utilizó mármol gris, a los pies de la fuente se
colocaron tres leones egipcios. En los nichos laterales se pueden observar dos altorrelieves, a la
izquierda “Aarón guiando al pueblo hebreo al agua emanada del desierto”, obra realizada por
Giovan Battista della Porta y a la derecha “Gedeón elige a los soldados observando su modo de
beber” de Flaminio Vacca y Pietro Paolo Oliveri, autores también del friso con el escudo papal
de Sixto V. En el nicho central se encuentra representado Moisés, que señala las aguas
milagrosamente surgidas de la roca, obra de Sormani, con la colaboración de Antichi. Además
del anacronismo de la presencia de las Tablas de la Ley, que Moisés aun no había recibido en la
época del milagro de las aguas, la estatua presenta corpulenta y enfática tanto como para ser
bautizada por los romanos como el “Moisés ridículo”.
La Fontana dell’ Acqua Paola fue patrocinada por el Papa Paolo V, de ahí su nombre, quien
encargó el trabajo para suministrar agua a las zonas del Trastevere, el vaticano y la Vía Giulia.
Sus responsables fueron los arquitectos Fontana y Ponzio, quienes, entre 1605 – 1621,
dispusieron el diseño compuesto por un gran frontón dividido en cinco nichos, tres centrales y
dos laterales pequeños. Entre los mayores, se dispusieron antiguas columnas romanas extraídas
del Foro; y no solo para esto se valieron de las ruinas, sino que toda la fuente está construida
con piedras de mármol t granito del Foro de Nerva. El agua proviene del lago Bracciano, y se
derrama primariamente sobre las cuencas de mármol a través de los cincos arcos, para luego
derramarse sobre la gran palangana central.
La Barcaza de la Plaza de España, situada al pie de las escalinatas de la Trinità dei Monti. La obra
fue encargada por el papa Urbano VIII a Bernini, que fue ayudado en la construcción por si hijo
Gian Lorenzo. La fuente que representa una barcaza a medio hundir fue realizada entre 1627-
1629. Está inspirada, según la tradición, en la llegada a la plaza de una barca durante la crecida
del Tíber, en la Navidad de 1598. Bernini tuvo que superar algunas dificultades técnicas en su
construcción, debido a la baja presión con que corría el agua en esta zona, procedente del
acueducto dell’ Acqua Vergine. Como no era posible habilitar ni manantiales ni cascadas,
construyó una bañera de forma ovalada a nivel ligeramente más bajo que el de la calle, que
envuelve a una barca semihundida, con la proa y la popa idénticas, más elevadas que los bordes
laterales. Completan la fuente elementos decorativos en forma de soles y abejas, símbolos de
la familia Barberini a la que pertenecía el Papa Urbano VIII.
La fuente de los Cuatros Ríos se encuentra en la Plaza Navona y fue realizada por Bernini. Se
compone de una base formada por un gran estanque elíptico al nivel de la pavimentación de la
plaza, coronado por un gran grupo de mármol, sobre cuya cima se eleva un obelisco egipcio, una
imitación de época romana hallada en 1647 en el circo de Majencio de la Vía Apia. La colocación
del obelisco sobre el grupo escultórico central reafirmó la validez de una innovación que el
propio Bernini había experimentado en 1643 con la realización de la fuente del Tritón, y que era
contraria a todos los cánones arquitectónicos de la época: el monolito no se apoyaba sobre un
grupo central compacto, sino cobre una estructura hueca, que dejaba un vacío en el centro y
sobre la cual se apoyaban solos los bordes de la base del obelisco. Las estatuas de mármol blanco
que componen la fuente tienen una dimensión mayor de la real. Los desnudos representan las
alegorías de los cuatros ríos principales de la Tierra, uno por cada uno de los continente entonces
conocidos, que en la obran están representados como gigantes de mármol que se sientan sobre
la roca central de travertino.
La Fontana di Trevi, ya mas posterior del siglo XVIII rondando 1732-1751. Está situada en el
cruce de tres calles, marcado el punto del Aqua Virgo, uno de los antiguos acueductos de la
época de Agripa que suministraban agua a Roma.
Mencionar también el puente de Sant’ Angelo, con 10 ángeles llevando los 10 elementos de la
pasión, aunque uno de los ángeles fue cambiado y tiene el original en Santa Andrea della Fratte.
PARÍS
Al igual que Roma, París también se reorganizó con impotentes ejes de gran anchura, con bastas
perspectivitas. Dentro de estos ejes van a destacar varios siendo el principal: Louvre Tuileries-
Concorde-Champs Elysées; otro eje transversal al Sena: el pont Neuf uniendo la parte de la ville-
université-cité; eje Luxembourg-Institu de France-Louvre y el eje Champs Elysées Invalides.
No obstante, poco fue lo que se hizo por reestructurar el núcleo medieval, y, a excepción de los
ejes y el trazado de los Grandes Boulevards, no se hizo nada particular que predeterminase la
forma futura de la ciudad. La obra de los urbanistas estuvo limitada esencialmente a configurar
fragmentos aislados de la ciudad, bien fuera en terrenos sin urbanizar, contiguos a interiores a
ella, o bien forzando la urbanización de áreas exteriores al tejido existente. Las muestras más
importantes de este hacer son las cinco plazas de estatuas reales, así llamadas a causa de que la
creación de un emplazamiento majestuoso convenientemente dispuestos para contener una
estatua ecuestre del rey constituía o bien una condición para su apertura o bien el propósito del
promotor al cometer una actuación de tales características. Enrique IV se hizo acreedor de tal
honor en una ocasión, dentro de la Place Royales de la época; Luis XIV en dos, La Place des
Victoires y la Place Vendôme; y Luis XV en la Place de la Concorde.
• ENRIQUE IV:
- Va a querer modernizar la ciudad y para esto se va a ayudar del Duque de Sully.
- Pont Neuf y Place Dauphine: fue ejecutado por Cerceau, en su tiempo se llamaba plaza
real, con solo una calle que la atraviesa, usada para procesiones, justas y para tener el
pabellón de la reina a un lado y el del rey al otro. En ella estaba prohibido ir mal vestido
y las mujeres no podían ir con velo. La siguiente contiene también la idea de estar
rodeada de edificios de ladrillo rojo y dos plantas. También tiene en ella la estatua de
Ana de Austria ecuestre hecha por Giambologna, en honor de la esposa del rey.
- Place Royal por des Vosgues:
- Place de France: caracterizada por ocho manzanas radiales, cerrándose de forma que
rodean la plaza, podría estar junto al río, pero en realidad no se llegó a realizar.
• LUIS XIII:
- Rue Dauphine.
- Ile Saint Louis: Luis XIII urbaniza esta isla, la dirección técnica la lleva su arquitecto Le
Vau y fue impulsado por los empresarios Marie, Poulletier y Regrattier. El urbanismo
esta en damero, todas las casas se organizan en torno a dos calles principales.
- Distrito Richelieu: se ubica en el palacio del cardenal.
• LUIS XIV:
- Place des Victories: va a ser planificada por el Marqués de la Feuilade para acoger la
estatua ecuestre de Luis XIV. Este monumento original se construyó para celebrar la paz
de Nimega en 1678. La plaza está pensada para comunicar diferentes vías de la ciudad,
los edificios fueron proyectados por Mansart.
- Place de la Vendôme: se ubica en la zona occidental de la ciudad, en el centro se
planifica una estatua de Luis XIV, fue concebida por el Marqués de Louvois. Alrededor
de ella querían que se ubicaran las instituciones públicas más importantes de París, cono
las Academias. El proyecto se paralizó por falta de dinero y se retomo a principios del
siglo XVIII por Mansart. Los edificios fueron privados en vez de públicos como se concibió
en el proyecto inicial. La columna que preside actualmente la plaza fue colocada por
Napoleón.
- Renovación del jardín de las Tullerías: Le Notre era el jardinero de la familia real y en
1637 hace una planificación de los jardines con sistemas de ejes longitudinales, los
cuales lleva a cabo más adelante en el Palacio de Versalles.
- Anillos de los bulevares, Puerta de Saint Denis y Puerta de Saint Martin: en el último
cuarto del siglo XVII se derriban las murallas que se encontraban en mal estado y se
cubren los fosos con tierra. En esos espacios se levantan los nuevos bulevares. La
estructura de bulevar consta de una gran calle con hileras de árboles a ambos lados,
cruzaban toda la ciudad.
- Place de la Liberation de Dijon.
- Place Ducale de Charleville.
- Ciudades de Nueva Planta: Villa Richelieu, Palacio de Versalles, Fortaleza de Rocroi
(estructura de estrella, inspirada en modelos renacentistas. En el centro estaba la Plaza
de Armas y alrededor de ella la capilla, el palacio del gobernador, esta estructura de
ciudad se va a llevar a cabo en otras zonas de Francia como Flandes).
- Palazzo Cardinal: enfrente de la entrada del Louvre.
- Palacio Vaux Le Vicomte: se dice que ellos ganaron una gran cantidad de dinero
heredado, por lo que se llamó a grandes artistas con el fin de construir un gran edificio
de tres plantas, con el centro adelantado con forma de templete, (250 plátanos, no
recuerdo dónde va). En su inauguración invita a la familia real, ellos la toman mal, lo
arrestan y le arrebatan el palacito. Llevando a los artistas con él a Versalles.
- Palacio del Louvre: en algún momento vivió en él la familia real, se usa como símbolo
de poder, con su torreón circular, siendo la más alta de Francia, se crea el ala del reloj,
con Enrique IV se vuelve a vivir en él, anexando el palacio de la artillería.
- El colegio de las 4 estaciones: tiene ecos de su procedencia italiana con el cuerpo central
con cúpula con su linterna, pero se encuentra abrazado por los lados.
- Eglise de Saint Ger…: mandada a construir por Ana de Austria, portada con forma de
templo, remarcada con dos columnas jónica/dórica/corintia. Siguiendo una tipología
que será usada en todas las iglesias.
- Iglesia de la Sorbonne: una iglesia para el estudio, por lo que tiene una linterna en la
cúpula con el fin de iluminar las ideas y el conocimiento.
- Iglesia Val de Grace: la cúpula se realiza en el interior por … y la exterior por … ,
remarcando el friso central, el resto del edificio ya estaba realizado. Teniendo el primer
baldaquín justo debajo de la cúpula, realizado por Michel Anguier, discípulo de
Alessandro Alganrdi, Le Duc hace el altar de debajo, donde coloca un baldaquino con
seis columnas salomónicas y el grupo escultórico de la Natividad de Michel Anguier.
- Hospital de los Inválidos: sus laterales retroceden, su centro adelantado remarcado por
la cúpula con linterna, usado como panteón de Napoleón.
- La puerta de Saint Denis: con ecos más antiguos y ligeros, que la de la puerta de San
Martín, que se ve más robusta y militar. Teniendo un aire a los arcos del triunfo de
Constantino.
- Palacio de Versalles: Reflejo del rey sol con el fin de hacerlo ver más brillante, simétrico,
totalmente radial en la parte de atrás. Toda la ornamentación está minuciosamente
cuidada. Todas las academias están al mando del rey sol, los salones del rey están
basados en los diferentes planetas. En la década de los 40, es cuando se crean los
jardines.
LONDRES
Londres no era la capital del reino, Carlos II no se sentía londinense, por lo que la capital esta en
Westminster. Tras el incendio de Londres se realiza un concurso de propuestas para la
reconstrucción de la ciudad en la cual se presentaron: John Evelyn, Robert Hooke y el plano ideal
de Christopher Wren, y el ganador de dicho concurso fue Wren.
Principales maestros:
El punto de partida será el tratado de Vitruvio, De Architectura, en el cual se narra cómo deben
ser las arquitecturas perfectas, los artistas interpretan este tratado de dos maneras diferentes,
por un lado, tenemos a los artistas que rompen con las normas de Vitruvio; por otro lado, a los
artistas que siguen el modelo del Renacimiento y la Antigüedad Clásica:
-Siglo XVII:
De la fachada lo que nos llama la atención es que lleva la inscripción I.H.S/J.H.S, que significa
Jesús Salvador de los hombres. Además de tener la misión de acercar a los no creyentes al
cristianismo, tenía la misión de difundir el mensaje de Jesús. Desde la fachada se proclama ya a
quien esta dedicada. El ábside no es muy profundo y sí que vemos desde la fachada y que se
refleja en el interior donde vemos un ritmo muy marcado con juegos de luces y sombras. Hay
pilastras dobles de orden corintio, que dividen y dan ritmo a la fachada de 5 calles, la central con
el acceso principal y la portada rematada con el frontón curvo y las laterales de menos tamaño
con pequeñas pilastras y frontón triangular.
En el piso superior de la fachada hay pilastras jónicas, de tres calles donde el vano central
permite la entrada de la luz, mientras que en las laterales hornacinas vacías rematadas por
frontones rectangulares. Toda la iglesia se remata con un gran frontón triangular central que le
da el eje de simetría a la fachada (comparar el proyecto de Vignola y el Della Porta). Su influencia
la vamos a ver en diversas iglesias de Roma. En Santa María Vallicella sí que sigue el proyecto
inicial de Vignola.
Vignola, el arquitecto que desarrolla el interior de la iglesia, también va a hacer un proyecto para
el diseño de la fachada, en la que incorpora elementos que habían generado problemas de
estructura en el Renacimiento, por ejemplo: si la nave central es más elevada, que esas capillas
laterales de derecha a izquierda, causaba un gran desnivel en los bloques de la fachada, lo cual
requería una solución para unificar visualmente esos grandes bloques.
Para ello, Vignola coloca dos alerones, que unen las diferentes alturas y le da una gran armonía.
Al cardenal Farnesio, quien encarga la iglesia, conforme van transcurriendo las obras, no le
terminaba de convencer el diseño de Vignola, pues le parecía demasiado sencillo y decide
encargarle a Giacomo della Porta un nuevo diseño para la fachada. Este nuevo arquitecto parte
de las bases que ya había fijado Vignola, la principal diferencia de su diseño está en la manera
en la que se van a unir las partes de la fachada, pues Giacomo incorpora dos grandes volutas,
las cuales van a servir de precedente para arquitecturas posteriores como manera de solventar
los desniveles.
<3: pongo esta comparación como ejemplo para hacer una comparación en el examen.
Con Doménico Fontana vamos a ver como va a ser la arquitectura civil, como la Fachada Norte
del Palacio de Letrán, donde lo que nos llama la atención es la influencia de Alberti. Un edificio
de tres plantas con guardapolvos y ventanas, donde sobresale la portada de sillería, en la
segunda planta destacan las ventanas con frontones triangulares y un tercer cuerpo con
frontones circulares. Este edificio tuvo la función de casa/refugio del obispo desde el Concilio de
Trento, usándose como residencia de verano.
De esta época tenemos la Capilla Sixtina de Santa María la Mayor, donde estamos en fechas
anteriores, por lo que adquieren un nuevo estilo, encargado por 1580 por Sixto V, y esta capilla
se encuentra en la nave derecha. Concibe todo el espacio como un todo único organizado,
pictórico y escultórico. La arquitectura se ve remarcada por el ritmo de los nichos y las pilastras.
Vemos una cúpula dominante y que cubre el espacio centralizado de cruz griega. Donde se
cruzan las dos naves tenemos la tumba de Sixto V, la capilla esta advocada al santísimo
sacramento ya que inicialmente debía albergar el Belén. Las paredes enmascaran las ventanas
de la estructura paleocristiana.
La Capilla Paolina de Santa María la Mayor, de Flaminio Ponzio, es de comienzos del siglo XVII,
y lo que vemos es la tumba de Clemente VII y Pablo V. Lo que vemos en el altar en realidad sería
la Virgen protectora del pueblo de Roma, por lo que hace de Custodia, que carece de cenotafio
y a pesar de la hiperdecoratividad y ritmo que en realidad esta decoración se compone del
flaqueado del mármol. Se busca un espacio centralizado de cruz griega en las que nos
encontramos escenas de su propia vida. Aunque carece de cenotafio, en realidad esta sigue
cubierta con una cúpula que se apoya sobre pechinas con arcos de los cuales nosotros solo
percibimos los frescos.
Santa María della Victoria sigue siendo una fachada muy estrecha, advocada a San Pablo por
deseo de la orden de las Carmelitas Descalzas. Ha sido proyectada por Soria. Vemos la influencia
de Santa Susana, pero aquí es mas sencilla, donde aumenta la escalinata de la portada principal
y en este caso solo tenemos una nave, donde el vano principal esta remarcado por las pilastras.
Si nos vamos a San Pedro del Vaticano, lo que nos
interesa en la relación de esta obra con Carlos
Maderno es su proyecto de fachada con dos cúpulas
con linternas. Una fachada que queda pequeña bajo
la cúpula de Miguel Ángel, la fachada no sabe hacer
frente a la cúpula. Carlos Maderno ya era el primer
arquitecto del Vaticano. El edificio se eleva sobre un
podio de escalinatas. Se apoya sobre el proyecto de
M.A, que añadiría un pórtico, una sacristía. Vemos
una alternancia de columna pilastra, una fachada
rectangular y muy horizontal. Sigue el orden gigante
y todos los elementos de soporte y decorativos se
van implementado llegando al centro por lo que
parte inferior sería un espacio rectangular con
columna de orden gigante donde vemos la
alternancia de los frontones y que sobresale las
puertas adinteladas y las laterales con arcos de
medio punto. En la parte superior una sucesión de
vanos rectangulares, con el del centro ciego, y el
frontón que remarca la cúpula. A pesar de ser la fachada de una iglesia, nos recuerda a las
fachadas de los palacios del momento (la idea de papa como príncipe, sede de la iglesia como
palacio).
La planta que había llegado hasta la época de Maderno era la planta centralizada que diseñó
Miguel Ángel, y costó mucho diseñar una fachada que se acogiera a todas las normas de la
Contrarreforma sin modificar la obra de Miguel Ángel. Para ello, añadió una especie de vestíbulo
al que iría unida la gran fachada. Maderno continúa en la fachada con el orden gigante de
columnas que Miguel Ángel había diseñado en el interior, lo que le impide seguir una estructura
de dos alturas como en Santa Susana. Para jugar con los ritmos, sí que intercala al igual que en
la obra interior, las pilastras con las columnas adosadas y exentas.
Una vez que la fachada estaba terminada, el papa decide que quiere cerrar los laterales de la
iglesia con dos torres, lo que le da un aspecto mucho más ancho. Cuando empiezan a construir
las torres, surgen problemas con su levantamiento, y el diseño se quedó a medias, en ambas
torres se colocaros dos relojes.
Otra de las obras sobresalientes es la de Santa Andrea del Valle, donde sigue heredando de
Santa Susana, como la fachada vertical, la estructura de cinco calles donde se alternan columnas
pilastras, y donde el vano central con vano semicircular, los laterales con frontones triangulares,
pero no hay tribuna interiormente. El eje central está marcado por la puerta, en cambio las
laterales son nichos con falsas ventanas. La cúpula hereda el concepto y concepción de Miguel
Ángel para el Vaticano, en menor escala. La planta es de cruz latina, hecha en ladrillo recubierto.
La fachada de estilo barroco tardío fue terminada entre 1662 hasta 1665 por Carlo Rainaldi,
sobre el diseño original de Carlo Maderno, quien había dejado de trabajar en la iglesia en 1628,
aunque había levantado la fachada de ladrillo y había alcanzado a colocarle un revestimiento de
travertino a algunas partes. Se organiza en dos niveles de columnas corintias y pilastras
pareadas: los soportes del piso inferior aguantan un entablamento continuo y los del piso
superior un entablamento que parece dividido en partes. Al disponer de las columnas por pares,
se elimina la progresión de tensiones en el centro, repartiéndose éstas, y haciendo que la
fachada alcance mayor neutralidad arquitectónica.
En el centro, se presenta una gran puerta sobre el eje de la nave, mientras que los laterales están
ocupados por nichos con estatuas y falsas ventanas. La fachada presenta de esa manera una
unidad que se distingue verticalmente, más que horizontalmente, puesto que termina
relacionándose con la cúpula, que también está formada por pares de columnas.
San Ignacio de Loyola, está consagrada al fundador de la compañía de Jesús. La doble pilastra
que articula el ritmo de la fachada, con un entablamento recto y una falsa cúpula que no se
aprecia. Toda la parte inferior esta marcada por lo curvilíneo, mientras que la parte superior es
como un pequeño templete. Por otra parte, en el Palacio Barberini, que tiene algo cóncavo, es
el primer gran edificio que piden los Barberini. Un palacio con alas sobresalientes, por lo que el
cuerpo principal queda retraído y va creando una plaza, completamente a la plaza florentina.
Un gran espacio donde se recibe a los huéspedes, cuando accedemos a esta fachada que se
divide con una serie de arcadas superpuestas donde nos esperan dos grandes escalinatas. Esta
diversidad dinamiza y caracteriza la naturaleza y la personalidad del Barroco. En las esquinas, en
los dos laterales, se recupera el esquema de los tres ordenes superpuestos con los arcos de
medio punto, predominado el escudo de los Barberini.
Se trata de un palacio con planta en forma de H, sin patio central y con alas laterales que lo
relacionan con el exterior. O sea, se trata de un edificio de concepción muy abierta. El edificio
cuenta con numerosas innovaciones arquitectónicas, pero también se pueden rastrear otros
palacios precedentes de los que se extrajeron influencias.
Una de estas influencias sería la villa suburbana La Farnesina, donde el arquitecto Baltasar
Peruzzi trazó una planta en U. Y el propio Maderno, entre 1598 y 1615 había construido el
Palacio Mattei con un patio interno, pero con alas traseras similares a las del Palacio Barberini.
Es un edificio de tres pisos, en los que se va superponiendo los órdenes arquitectónicos al igual
que ocurre en el Coliseo romano, usando arcada y adintelado con columnas toscanas, jónicas y
pilastras corintias.
Pero toda su fachada tiene un carácter calado, con un piso inferior abierto como una loggia.
Teniendo cada piso siete vanos. El sistema de fachada recuerda a algunas obras de Miguel Ángel,
con una puerta destacada y un balcón avanzado con columnas exentas y un escudo superior.
El interior está ordenado matemáticamente, con el acceso en un vestíbulo amplio oval del que
parten las diferentes direcciones tanto al jardín como a la planta noble. El esquema se va
repitiendo para dar paso a las diversas dependencias. Y en el centro de la construcción un gran
salón que se corresponde en la fachada con los dos pisos superiores y se cubre con un alto
cimborrio.
Se trata de una importante obra de la arquitectura barroca de carácter civil. No en vano aquí
trabajaron tres de los arquitectos más ilustres de este estilo artístico: Maderno, Bernini y
Borromini. A este último, como colaborador se le deben soluciones arquitectónicas como la
escalera oval o la libertada de concepción en la zona de las ventanas de las alas laterales, donde
aparecen vanos adintelados, tejadillos, conchas y guirnaldas, todo ello unido de forma muy
novedosa y barroca.
GIAN LORENZO BERNINI
Bernini fuer arquitecto, escultor, pintor, escenógrafo y autor teatral. Vivió convencido de que su
gloria se mantendría solo hasta su muerte, pero dio un sesgo crucial y muy personal a toda la
cultura del Barroco, fue considerado por sus coetáneos como un genio y hoy todavía no se
agotan las interpretaciones críticas de su trabajo. Como todos los genios, supo beber de las
fuentes, estudiando tanto a Caravaggio como Carracci, de quien le interesaron tanto sus retratos
y caricaturas, como sus paisajes. Su obra estuvo dominada por una idea de la escultura que se
convertía en pintura, tras el descubrimiento de sus propiedades cromáticas. Bernini supo
inventar un lenguaje personal, basado en la invención del Concetto. El Concetto berninano era
una concepción original sobre la unión de las artes, entre las que no existían límites, y en las que
todas por igual trabajaban para engañar el ojo.
Como restaurador de piezas antiguas, Bernini rivalizó con las estatuas clásicas, para él estas
esculturas fueron siempre un modelo a seguir para alcanzar la belleza ideal. El cardenal Scipione
Borghese, el principal coleccionista de antigüedades en la Roma del momento, se convirtió en
protector de Bernini cuando éste tenía diecinueve años. La vida de Bernini no se puede
entender sin una serie de personajes:
Todo esto nos lleva a la genialidad de Bernini, alabado por Urbano VIII. Bernini por mas de 60
años bajo el servicio de los Barberini y del papado, creador de un estilo abrumador y
grandilocuente. Era un genio que se dedicó a las tres grandes artes a pesar de que no recibió
ninguna formación formal, no conocía el latín. Él es el resultado de una genialidad refinada en
el taller de su padre.
La primea obra es Santa Bibiana, un edificio
sencillo y puro, que puede dar la idea de ser una
obra modesta, mas parecido a los edificios
civiles de Venecia. La parte central se remarca
por el doble friso y el templete que enmarca el
vano central y por el frontón. El doble uso de los
frontones será su elemento provocador y en
cada una de sus arquitecturas habrá algún
elemento con el que se revela. Bernini sigue la
tradición palatina renacentista, y realiza una
fachada mucho más sólida que las vistas
anteriormente. Sigue una estructura de
diferentes planos: los dos cuerpos laterales
están más hacia atrás que el cuerpo principal. El
sistema de triple columnas enmarcando la
puerta central realza esa proyección hacia fuera.
Esta tipología de fachadas no es muy común, pero vamos a encontrar dos referencias las cuales
se inspiran en la iglesia realizada por Bernini: San Gregorio Magno (Gian Battista Soria) y San
Sebastián Extramuros (Flaminio Ponzio).
El artista planteó una gran obra de más de veintiocho metros de altura sustentada por cuatro
columnas salomónicas profusamente decoradas con elementos animales, vegetales (laurel y
parra) y geométricos. Así encontramos elementos como el laurel que aluden a la condición
poética del pontífice y las abejas del emblema en su escudo. Las columnas se rematan con un
capitel compuesto (capitel corintio con volutas jónicas) que sostiene un entablamento decorado
con pendones. Culminando este entablamento aparece representada la paloma del Espíritu
Santo dentro de un círculo solar, otro de los símbolos del apellido Barberini. Un segundo
entablamento corona la composición; en él se aprecia la presencia de una cruz en lo alto que
simboliza la iglesia y una esfera terrestre que alude a su universalidad. Debajo de ellas, una abeja
que sostiene la esfera terrestre.
Los pedestales en los que apoyan las columnas tienen incorporados los escudos de la familia
Barberini, tres abejas sobre un fondo azul, y las llaves de San Pedro. Los entrepaños que cuelgan
entre las columnas del módulo superior también están decorados con abejas. Entre los ángeles
encontramos esos pequeños “putti” que portan elementos papales.
Cuando Bernini diseña este elemento, tiene en cuenta el entorno en el que se va a encontrar,
por lo que no utiliza mármol blanco, para generar un contraste. Utiliza bronce oscurecido para
que destaque en el entorno.
Bernini realizó un proyecto de fachada para San Pedro, pero no se llevó a cabo, en la que su
intención era dar protagonismo a la cúpula de Miguel Ángel con dos torres. Lo que se buscaba
era que la fachada encajase en una nueva plaza. Pero eso era un problema porque tenía que
respetar los edificios pero que además tenía que acoger a los fieles. Se regula el espacio
mediante dos plazas, una trapezoidal y otra helexoidal. En la parte trapezoidal los brazos son
oblicuos, pero si lo ves de enfrente
se ven rectos, por lo que la fachada
se ve perfectamente y además no
oculta la cúpula. Lo innovador es la
visión exenta de la columnata. La
columnata se trata de cuatro
hileras de 280 columnas y 140
esculturas, todas de orden toscano
con el capitel dórico, de fuste liso y
con basa. La cadena de columnas
conmemorativas, de tradición
católico apostólico-romana de un
elemento pagano, y las estatuas son los santos que se han canonizado durante el siglo XVII y
XVIII. Esta obra se inspira en el canon de Vitruvio. El proyecto de Bernini contemplaba un tercer
brazo, que no se llevo a cabo porque debería haber derribado los edificios de la población. En
1937 con Mussolini se derriban los edificios para crear la vía que lleva San Pedro hasta el Tíbet.
Pero Bernini, a pesar de que dedico toda su vida haciendo arte, solo al final de su vida pudo
realizar tres iglesias:
Una imagen pulida, pura y limpia, con interior austero, por lo que llama la atención el
anillo esculpido y la bóveda donde los putti van sentados sobre los frontones que
sujetan las guirnaldas que unen los diversos vanos. Pero al mismo tiempo suaviza la
pureza de la cúpula. Lo único que aviva el interior de la iglesia es el color y la luz, lo que
sería la antítesis de los elementos del estilo clásico.
El interior tiene una parte baja sencilla con pilastras que enmarcan las capillas laterales
y sustentan el entablamento corrido, por otro lado, el tambo es más reducido pues casi
no se puede apreciar por la manera de achatar la cúpula. La decoración bebe mucho de
la de Castelgandolfo con
una riqueza decorativa
que evoluciona con unos
nervios que juegan con el
grosor que se ensanchan
conforme van
descendiendo. Los
artesones son más
numerosos y compactos,
pero en la parte inferior
vemos los ángeles
sentados sobre las
ventanas y las guirnaldas
florales que unen como una gran cadena los apartados que quedan rotos por las
nervaduras.
Bernini toma de referencia la fachada de Il Gesú, con unas molduras que sujetan el
empuje de la bóveda y se apoyan en un cuerpo que rodea la planta original. Todo ello
queda camuflado por la fachada clasicista con elementos arquitectónicos puristas con
pilastras corintias a los laterales y en el centro se juega con la lectura de templete que
sobresale dándole esa curvatura conversa que contrasta con la concavidad del altar
mayor del interior. Sobre el dintel vemos el elemento del escudo de la familia y bajo
este las dos columnas. Con esa visión curva que remarca la entrada nos dice el lenguaje
nuevo que va a tener Bernini a partir de unos elementos clásicos.
Pero Bernini no solo hizo obras de ámbito religioso, también realizó obras civiles. Para comenzar
debemos poner nuestra mirada en el Palacio de Montecitorio en 1650. Actualmente es la sede
del congreso italiano. La imagen que vemos esta ligeramente modificada por la intervención de
Carlo Fontana. La estructura original la mantuvo de una manera similar. Lo que hace Bernini es
dividir la fachada en cinco. Ubica tres pisos de 25 ventanas y distribuye los cuerpos de manera
rítmica. Cuerpo de tres ventanas, seis y siete y luego seis y tres. Las pilastras de orden gigante
dividen la fachada pues son colocadas en un ángulo oblicuo. Es importante destacar la
intencionalidad de Bernini a la hora de controlar los juegos ópticos a través de la arquitectura
tradicional. Nos recuerda a su vez al Palacio Farnesio.
El Palacio Chigi-Odescalchi, 1664, fue un lugar encargado por la familia Chigi en primer lugar,
pero que luego pasó a la familia Odescalchi. La hace simultáneamente con el primer proyecto
de la fachada del palacio del Louvre. Mantiene la fachada plana. Juego con la profundidad de los
cuerpos, hace tres, dos laterales con tres ventanas y el central con siete. Los dos laterales de
tres están retraídos hacía atrás respecto al avanzado central. Para diferenciar los bloques de
cuerpos los laterales están con almohadillas y el cuerpo central tiene la parte baja lisa y los dos
pisos superiores planos con separación entre ventanales marcadas por esas pilastras corintias
de carácter gigante. Lo más plástico es el abigarramiento, con las ventanas sin dejar espacio. Eso
es intencionado para dar textura al muro ya que la pilastra sobresale ligeramente sobre el plano
del muro. Eso, unido a los propios capiteles y el remate de las ventanas nos generan juegos de
claroscuro en función de la luz sobre la fachada.
El acceso principal está remarcado por un par de columnas que sobresalen hacia el frente con
un gran balón con el escudo de la familia. En el siglo XVIII se decide hacer una amplitud y se
reproduce por completo el cuerpo central, es decir, se duplica. El remate era una balaustrada y
diferentes elementos escultóricos vinculados a la familia que se colocaban al mismo nivel que
las pilastras, es decir, en el mismo eje vertical. Esto es algo que bebe de Paladio, del clasicismo.
A pesar un genio eso no quiere decir que todo lo que hiciese fuera aceptado. El gran fracaso de
Bernini no fue ni más ni menos que su primer proyecto enviado desde Roma, el proyecto de la
fachada del Palacio del Louvre para París. El proyecto consistía en un edificio central cóncavo,
con un zócalo alto, con un piso noble y el ático remarcado con esculturas. Con dos edificios
cóncavos alrededor. Hay 7 vanos en el cuerpo principal, con las paredes cóncavas. Se le manda
realizar otro mejor, teniendo 7 vanos, hecho de piedra viva, paredes cóncavas, pero también
rechazado.
Hace un primer proyecto en el que diseña una planta trapezoidal con dos alas totalmente rectas
y que acompañaría a la fachada del palacio papal. Se da cuenta de que no tenía monumentalidad
y no daba un espacio de recogimiento, y que además le dificultaba el juego de alturas para no
tener que quitar importancia a las fachadas. El diseño lo hace mentalmente siguiendo la
distribución de las fachadas palaciegas y genera el cuerpo con espacios de muro entre columnas
con una especie de logia, pero sin ser tan abierto. En el segundo proyecto elimina los espacios
de muro y deja las columnas unidas por arquerías, pero tiene problemas con el recogimiento.
Se da cuenta de que lo mejor es unir los concetos y en el tercer proyecto diseña dos plazas unidas
con el fin de salvar los desniveles del terreno y para intentar disimula le problema de la
horizontalidad de la fachada de Maderno.
Al final del boceto final se puso la primera piedra para no ofender a Bernini, pero tampoco lo
querían. Se hizo una ménsula que recorre toda la zona baja del edificio con tres arcos que
remarcan la portada, ático con esculturas, paredes rectas, con patio en el interior, por lo que
pierde su efecto.
También realizó la Escalera Real del Palacio Vaticano. El terreno tiene un desnivel, pero no muy
alto, usando una perspectiva acelerada usada como una ilusión óptica. Realizada en dos tramos,
la inferior es inclinada y la superior es recta y plana con una escalera más vertical que la otra,
dándole la sensación de profundidad. Además, esta abovedado para acentuar la perspectiva, no
dejando ver el comienzo del otro tramo.
La otra gran figura italiana de la arquitectura barroca, y que además fue un rival de Bernini, es
la figura de Borromini. Borromini rechaza la vida mundana de Bernini, prefiriendo trabajar en
edificios más pequeños y complicados de trabajar por tenas de recursos. Trabajó en Milán como
cantero, picapedrero y tallista de mármol y llegó en 1620 a Roma, donde en seguida se reveló
como hombre excéntrico y solitario. A su muerte poseía más de mil libros de varias disciplinas y
había escrito su propio tratado de arquitectura. A pesar de su gran imaginación y fantasía, no
dejó de inspirarse en modelos clásicos, en especial de la antigua Roma de Oriente, en la
arquitectura gótica y, en ocasiones, hasta en la arquitectura renacentista. Adoptó un léxico
arquitectónico mucho más original y rico que Bernini. Las características del estilo de Borromini
son:
Rechaza lo clásico, se inventa elementos nuevos, concibe la arquitectura como si fuera una
escultura, hace ondular el entablamento y los frontones. Ve la arquitectura como imaginación,
lo que puede ser y nunca será. Usa materiales modestos, le da mucho dinamismo a sus fachadas
y muros, creando una arquitectura muy personal.
Bernini, al contrario, a pesar de ser un genio, social y públicamente, no recibió estudios, por lo
que no sabía mucho de matemáticas. La relación que tenían los dos era pésima, se llevaban tan
mal que intentan robarles los proyectos a otros.
Una de sus obras mas famosa es la iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes, donde usa la
arquitectura a su favor. Le riza tanto al rizo que nunca se sabe dónde acabará, dinamismo en la
fachada, doblegada los frontones, muros cóncavos y convexos, todo debe pasar por un
dramatismo e ilusión óptica, de piedra. La fachada es lo último que hace, para los trinitarios
descalzos. Empieza con el patio de lado, con el recinto interior del claustro, que es paralelo a él,
luego del vestíbulo y dormitorio y finaliza con la iglesia.
El arquitecto tuvo que ceñirse a un ajustado presupuesto. Las obras fueron parcialmente
costeadas por el cardenal Francesco Barberini, sobrino del papa Urbano VIII, a quien se le dedicó
una de las capillas de la iglesia. Gracias a su experiencia en otras obras, Borromini controló todos
los aspectos del proyecto, desde la construcción a la decoración. La construcción de la iglesia
empezó en 1638. El interior se completó en 1640 y el exterior en 1644. Borromini empezó la
fachada en 1665. Tras su suicidio en 1667, su sobrino, Bernardo Castelli, la continuó. La iglesia
fue consagrada en 1646 a la Trinidad y a San Calos Borromeo. La estructura de la fachada se
completó en 1677 y las decoraciones en 1682.
Desarrolla en este edificio la faceta más matemática del barroco con una brillantez analítica
remarcable. Las líneas curvas y la geometría definen todos los aspectos del proyecto donde la
calidad espacial se sobrepone a lo limitado de su dimensión. El arquitecto tuvo que diseñar su
propuesta en base a dos requisitos principales: un bajo presupuesto y el uso eficiente del escaso
espacio del solar. Además, debido a la existencia de las cuatro fuentes, terminadas en 1593,
Borromini tuvo que diseñar su propuesta integrando la fuente de la esquina del solar. La iglesia
se coloca en la esquina, mientras que el claustro del convento se sitúa al lado de ésta, sobre la
Vía del Quirinale. Tras el convento Borromini propone la creación de un jardín.
La planta oval de la cúpula se inscribe dentro de una estructura rectangular en combinación con
la figura de un rombo cuyos vértices redondeados corresponden a la entrada, las capillas
laterales y el altar mayor. La planta de la cúpula está formada por dos circunferencias tangentes,
unidad por arcos de circunferencia tangentes a ambos a su vez. La figura resultante, por lo tanto,
no es una elipse, sino una forma oval.
La ondulante fachada barroca está definida a través de formas cóncavas y convexas y de grandes
columnas corintias. Éstas dividen la fachada en dos partes, de dos alturas cada una, y en tres
secciones, la de la entrada y las de los lados de ésta. Un gran entablamento, situado ente estas
columnas corintias, ayuda a separar aún más la parte baja y alta de la fachada. Un segundo grupo
de columnas corintias de menor tamaño enmarcan nichos, esculturas y ventanas, además de la
entrada a la iglesia y del gran ovalo soportado por ángeles en la parte alta de la fachada. Sobre
la entrada, dos querubines flanquean la figura de San Carlos Borromeo. Sobre la puerta se
encuentra el emblema del Vaticano, las llaves, y el de la Orden Trinitaria, una cruz griega
formada por una barra azul horizontal y una roja vertical. Este último emblema aparece en
diversos lugares de la decoración de la iglesia.
La luz jerarquiza los espacios de la iglesia, siendo la zona más iluminada la parte superior de la
cúpula, donde se representa al Espíritu Santo, teniendo algo menos de luz la base de la cúpula,
y siendo la parte más oscura la parte baja de la iglesia. A ambos lados del altar mayor se
encuentran dos entradas. La de la izquierda conduce a una capilla anexa, la Capilla Barberini,
santuario de Isabel Canori Mora, trinitaria laica beatificada por el papa Juan Pablo II en 1996. La
de la derecha da paso al convento y a la cripta.
En Sant Ivo allá Sapienza, 1642-50, la arquitectura se
tiene que adaptar a la estructura de esta iglesia a una
preexistente. Las innovaciones en planta que vimos en
San Carlo, aquí los va a desarrollar de una manera similar,
de modo que superpone dos triángulos equiláteros que
forman la estrella de David. Las puntas de las estrellas
tienen tres de ellas la estructura cóncava y tres convexas
de forma alternante. En el alzado, se colocan 18 pilastras
por todo el perímetro de orden gigante corintio. Estas
pilastras sujetan un entablamento continuo.
Encontramos una enorme cúpula como sistema de
cierre, que difiera un poco de la de San Carlo, pues esta
sigue la forma hexagonal de la planta. La cúpula se va
estrechando en altura hasta que se cierra en una linterna
de forma circular.
La luz llega a través de las ventanas de la parte baja de la cúpula que apoyan en el entablamento
y de las ventanas de la zona superior. El elemento decorativo va a llenar por complejo toda la
cúpula, encontramos una lectura simbólica de la bajada del espíritu santo, que se representa
por la luz que entra desde arriba. Incorpora también el escudo heráldico alternado con
elementos decorativos de motivos vegetales, unas palmas que se unen en la parte superior
formando un óvalo. Aparece también unos puttis en la zona superior. Borromini decía que la
cúpula debería interpretarse como la bajada de dios desde el cielo, e incorpora también unas
estrellas alineadas que aumentan en altura conforme caen hacía abajo.
Esa complejidad que vemos en la parte interna de la cúpula se manifiesta de una forma mucho
mayor en el exterior, se aprecia claramente la zona que se tiene que adaptar a una arquitectura
ya establecida. La estructura de la cúpula es bastante compleja, vamos a encontrar 4 partes:
1. La inferior: el tambor tiene cuatro partes conversas que se pliegan con un simulado
empuje con pilastras que parecen comprimir los laterales. Enmarca en el cetro una
ventana con pilastras simples sin relieve pero que le sirve para general la multiplicación
de las pilastras en las esquinas.
2. La segunda: un espacio simulado piramidal, formado por una especie de escalones que
simulan una pirámide escalonada. Se divide a través de contrafuertes que resisten el
empuje y que además se corresponden en el eje vertical de las pilastras que marcan los
paños del tambor.
3. La tercera: la pirámide se convierte en una especie de templete circular con dobles
columnas pareadas que separan espacios cóncavos donde se colocan las ventanas de la
linterna.
4. La última: una espiral ascendente. Tiene más un sentido decorativo que arquitectónico.
Tiene diferentes interpretaciones, como las columnas trajanas, un zigurat
mesopotámico, o una interpretación con forma de tiara papal.
En el Oratorio de San Felipe Neri, 1637-40, Borromini gana el derecho a realizar esta fachada a
través de un concurso, pero tiene que adaptarse a la construcción de una fachada de una iglesia
que había justo al lado. Genera un contraste de color para no quitarle importancia a la iglesia
con una fachada horizontal que acogiese un espacio muy ancho e introduce cinco cuerpos
unificados que tienen una forma curvada. Incorpora cinco vanos separados por pilastras
encajadas en el muro. El cuerpo central lo deja para el acceso principal con un balcón. Rompe
con la parte baja ya que solamente en la entrada y la ventana principal la hace conversa. En el
cuerpo superior coloca un nicho aún más cóncavo.
Va a generar una ruptura con la tradición alargando la parte superior con ventanas en cada una
de las calles. En la planta inferior coloca en la parte baja unos nichos en profundidad para
generar luces y sombras, y sobre ellos coloca ventanas asfixiadas en el espacio. En la parte
superior coloca un frontón combinando la curva en el entablamento en el mismo perfil. Le sirve
para enfatizar en altura la calle central.
La Nave de San Juan de Letrán, 1649, Borromini realiza una serie de intervenciones en algunas
iglesias en restauración como San Juan de Letrán. Con Inocencio X esta basílica estaba en
condiciones lamentables y se decide hacer una nueva basílica que se adaptase más al gusto
barroco. Se le ordena a Borromini que debe mantener la estructura de la iglesia paleocristiana,
así que Borromini idea una nueva arquitectura que absorba parte de los elementos originales.
Coloca una estructura longitudinal alargada, la nave central tiene una estructura de arcos y
pilastras de orden gigante.
Juega con los ritmos de las alturas, cada piso está unificado con una pilastra de orden gigante y
entre las pilastras hay un arco de medio punto más bajo. Los arcos de medio punto, a su vez son
más altos que los templetes de los nichos que hay insertos en las pilastras: arco de medio punto
más alto-templete más majo. Es como una melodía rítmica expresada a través de la arquitectura.
Juega también con el vacío y el lleno, pues los arcos quedan en su zona superior con ventanas
abiertas.
En Sant Andrea delle Fratte, 1653-65, solo interviene en la parte exterior para hacer la torre y
la cúpula. Parte de la estructura de Sant Ivo en la cúpula con una distribución de cuatro caras
iguales y conversas. En el centro se ventana correspondiente y cada una de ella enmarcada con
una columna de orden gigante. Añade a cada lado de ese cuerpo converso dos alas que simulan
ser unos contrafuertes que sobresalen diagonal y al los que les da una forma cóncava. Le da el
famoso juego de cóncavo, converso, cóncavo, converso. El material es de ladrillo visto con una
tonalidad marrón. El friso que lo remata todo va continuo y se pliega a las formas que tiene la
bóveda.
La torre que va a levantar en la esquina noroeste y la diseña con una mentalidad de generar un
contraste con la cúpula. La compone de tres cuerpos y un remate. La parte baja sigue
armónicamente el resto de la estructura de la iglesia con una forma cuadrangular y sólida y
consistente, incorporando en las esquinas las columnas de orden compuesto y gigante de la
torre. Sobre este cuerpo bajo va a incorporar una especie de templete clásico circular en mármol
blanco en los que coloca el juego rítmico a través de las columnas pareadas. Sobre él una
balaustrada con un carácter circular. Es un juego de transición entre la parte baja y la superior.
Sobre esa especie coloca las hermas, en una estructura circular que queda roto en su perímetro
porque sustituye las columnas por parejas de hermas. Hay espacios cóncavos entre las parejas
de hermas. Encima de ese cuerpo, vemos el remate con cuatro
volutas invertidas que sostienen una corona de espinas metálica y
sobre ello la cruz victoriosa. El mensaje que emana esa victoria de
Dios sobre la tierra. Los huecos que van generando en altura nos
hacen unir el elemento arquitectónico con la visión del cielo.
El frontón que cubre cada una de las partes de la entrada tiene su eco con las ventanas laterales
que las enmarcan. El frontón curvo se repite en las ventanas. Las zonas curvas en la parta baja
son curvos en la parte alta, no hay un eje de simetría. Las estructuras que enmarcan las ventanas
están diferenciadas.
Dejando un poco de lado a estas dos enormes figuras de la arquitectura italiana barroca tenemos
a Pietro da Cortana, que era un hombre plural pero que no llego a la genialidad de ambos y que
destacó en pintura pero que también fue un teórico del arte. Una de sus obras fue la Iglesia de
la Santísima Martima y Luca, donde lo que nos llama la atención por su emplazamiento en el
mismo foro, por lo que se ha construido en ladrillo, y las fachadas se han recubierto, y en
realidad Pietro había concebido esta iglesia de cruz griega, porque lo santos son dos mártires, y
una fachada debía ser desprovista de frontón. Al final lo que se realiza es una planta de cruz
griega longitudinal y una fachada donde el elemento decorativo son las columnas.
Ahora nos trasladamos a la Villa del Pigneto, o Villa del Marques Salleti, que se inspira en las
antiguas villas urbanas, donde ya tenían escaleras muy artísticas y donde se aprovechan de las
grutas y vegetación. Por otro lado, también tenemos la Iglesia de Santa María en la Vía Lata, en
la que volvemos a ver una Iglesia solo cuenta como elemento decorativo las columnas y crea
una lodja con 4 columnas, y en la parte inferior donde las columnas crean un nártex y donde
volvemos a ver la serliana. Recupera con la lodja el arco del triunfo y las columnas son sobrias,
franqueadas por los dos macizos laterales que nos recuerda a la de dos mártires.
Su obra cumbre, su obra maestra es la Cúpula de San Carlos al Corso, donde tiene un tambor
muy alto, donde lo que es más llamativo es las columnas protectoras que dejan el protagonismo
a los contrafuertes que son pilastras jónicas. Hay una cierta evolución de la primera iglesia hasta
esta por medio de las columnas.
Unas de sus obras mas conocidas son dos iglesias,
las famosas iglesias gemelas, la Iglesia de Santa
María de Miracoli (derecha) y Santa María in
Montesanto (izquierda), iglesias que formaron
parte de la gran reforma urbanística de Roma,
situadas en la plaza del Popolo. A pesar de ser
conocidas por ser “gemelas”, en realidad no lo son,
ya que si nos paramos a analizarlas cada una tiene
distinta planta. Mientras que en Miracoli la planta
es elíptica, la planta de Montesanto es dodecaedra.
Dejando eso de lado, lo que resalta de estas iglesias
son las fachadas, a modo de pórticos con frontón
que hacen de nártex.
Una de las figuras que destaca fuera de Roma es la de Baldassare Longhena con su gran obra la
Iglesia de Santa María de la Salud/Santa María della Salute, 1631. Recoge las influencias clásicas,
y eso lo podemos ver en el uso de la planta centralizada ya que esta iglesia se inspira en la iglesia
de Santa Constanza. Volvemos a encontrar una planta octogonal con deambulatorio. Tiene un
coro independiente y a pesar de ser centralizada tiene un eje longitudinal que esta formado por
dos vertientes independientes. La fachada vemos un arco del triunfo flanqueado por las
columnas con frontón y balconada, y por el tambor que sustente una doble cúpula.
Esta situada en Venecia a orillas del gran canal. Se tuvo que hacer una gran obra de ingeniería
para poder levantarla. Se ofrece a la Virgen de la salud por una gran epidemia de peste que hubo
el año anterior. El proyecto fue sacado a concurso, y se presentaron hasta 11 proyectos. Lo que
idea es una planta diferente hasta lo visto en ese momento, donde el peso principal está en un
gran octógono central que forma una planta centralizada. La forma de octógono la asocia con la
corona de la Virgen. Desde la planta estipula una fuerte simbología religiosa. Esta estructura
bebe de fuentes clásicas de la antigüedad romana como la Basílica de Santa Constanza; bebe
también de fuentes de influencias las orientales como la Iglesia de San Vital de Ravena. La gran
innovación consistió en unir a la planta dos espacios arquitectónicos más, los adhiere como
formas independientes que en realidad generan un eje longitudinal al acceder a la iglesia. Justo
en el lado opuesto a la entrada. Atravesando el octógono, añade un espacio rectangular, como
una nave transversal, con dos ábsides en los laterales, que va a coger la zona del altar mayor.
Detrás de ese espacio, otro rectangular también pero más reducido donde se colocaría el coro.
Esta superposición de espacios en realidad lo toma de las arquitecturas de Palladio. Genera una
absoluta centralidad, y además incorpora en ese primer espacio seis capillas laterales que tienen
una fortísima proyección hacia el exterior, jugando así con los ritmos visuales tanto desde dentro
como desde fuera. Se ha pensado que esas referencias palladianas es porque Palladio fue uno
de los principales arquitectos venecianos, sería una fuente directa.
En el interior también se puede apreciar la presencia de Palladio, juega con el color utiliza la
piedra gris para los elementos estructurales, y las paredes en cal blanca. En ambas plantas se
repite el mismo juego de colores y los mismos elementos arquitectónicos: columnas corintias
de orden gigante sobre unos grandes pedestales. Las transiciones las hace de una manera muy
armónica a través de diferentes arcos. Sobre los arcos, un entablamento continuo y encima un
enorme tambor que sigue esa forma de octógono perfecto de la planta baja y que se va calando
con 16 amplias ventanas.
Sobre el tambor una cúpula bastante sencilla, ligeramente apuntada en el interior. Esa imagen
queda refleja en los perfiles exteriores. La decoración que marca el interior de la cúpula es
sencilla: profetas en la parte baja. Hacia el exterior impresiona la riqueza de todos los lados del
octógono y la entrada está construida como si fuera un arco del triunfo. Hay mucha menos
ondulación y movimiento en la fachada que en las basílicas vistas anteriormente. Cada uno de
los lados del octógono proyecta hacia el exterior las capillas, como pequeñas fachadas
individuales. Coloca un cuerpo inferior con hornacinas con imágenes de santos, apóstoles, … En
el cuerpo superior coloca ventanas termales (semicirculares
con dos parteluces en el centro). El enorme tambor se aprecia
también desde fuera rematado por la gran cúpula.
En ella se guarda el Santo Sudario, una de las reliquias más importantes para la religión cristiana.
Ello hace que Guarini diseñe una planta centralizada. Esta planta no fue una elección totalmente
libre, pues había una estructura previa ya realizada. Guarini reutiliza el espacio e incorpora en
ese círculo tres entradas, tres vestíbulos hacia el exterior. Sobre la planta coloca tres pechinas
que sujetan la cúpula, aunque no era necesario colocarlas ya que la planta es circular y la cúpula
también, las coloca para hacer referencia a las Santísima Trinidad (tres pechinas). La cúpula es
bastante llamativa, pues en la base coloca unas ventanas circulares, y otras tres en los arcos que
sujetan la cúpula.
Establece un juega de formas geométricas con cruces caladas en las pechinas y estrellas de seis
puntas en la zona de los arcos. No llega a desarrollar esa forma en la cúpula porque establece
una cúpula totalmente novedosa, coloca un gran sistema de ventanales y genera sobre cada
ventana un arco. A partir de esos arcos, va a generar todo un entramado de segmentos de arcos
superpuestos, que nacen del centro del arco de la parte de abajo al centro del arco superior.
Manfart y Ferrant, dos de los mas importantes arquitectos, que hicieron la fachada del Louvre.
Durante los reinados de Enrique IV y Luis XIV, veremos a los arquitectos mas importantes de
Francia. Con Enrique IV veremos a Salomón de Brosse, mientras que Luis XIV veremos a
Lemnercier, Le Vau, Momsart. Luis XIV fue coronado con 5 años, hasta los 17 no ejerció
libremente su poder, pero si que marcara una gran diferencia. Durante la época de su padre vivó
sucesos que le marcaron y se vio obligado a crear un centro donde controlar a los nobles. En
Francia la mayor expresión del Barroco la veremos en los palacios, para resaltar el poder de la
monarquía sobre la nobleza. En Versalles centraliza su poder, su corte y las artes. Estos palacios
deben reflejar el refinamiento, la suntuosidad y la posición social y económica de quien los
encarga. Según donde se haga el palacio se puede ver el estatus social. Hay dos tipos de palacio:
Las fachadas deben ser uniformes y homogéneas, ya sean civiles o religiosas. Son sobrias en
cuestión de mediad, equilibrio en cuanto a la simetría y el refinamiento del poder absoluto.
Fortalecimiento de Francia (absolutismo):
La idea de Luis XIV era concretar a los nobles cortesanos en la Corte de Versalles, y para hacer
eso crea 400 apartamentos, siendo las alas del palacio. La Versalles actual es la ampliación del
antiguo Pabellón de Caza de su padre. La parte central es la remodelación de Le Vau, una
segunda parte que sería del 61-78 la ampliación de Le Vau y Le Notre en la que ya se añade la
Corte, y la del 78-10, de Manfart donde realiza los 400 apartamentos.
Las estancias del rey son las centrales, de forma que vea siempre todo lo que ocurre. Versalles
tiene dos fachadas, una la parte antigua que se caracteriza con ladrillo, piedra blanca y mármoles
rojos de Versalles que da al pueblo, y la segunda fachada que da al jardín, es totalmente dorada,
dividida en tres cuerpos, fachada simétrica donde predomina la línea recta y subraya el reflejo
de la suntuosidad y majestuosidad al estar justo enfrente de Apolo.
Cuando aún vivía su madre, le pidió a la corte que asistieran a un baile. A lo largo del año pedía
que aprendieran de dos a cuatro bailes. La diferencia es que cuando bailaba el todo el mundo
debía admirarle (el baile de la noche, 46 escenas que duran 12 horas, el rey sol que personifica
el sol que, hecha la noche, lo hace con efectos especiales de la época, acompañado de música,
siendo el que compone la sinfonía y el que le enseño la coreografía, Jean Bautista Lueli). En la
galería de los espejos, pero que ahora algunos están estropeados por el paso del tiempo.
La bóveda cubierta por las gestas de Luis XIV, y una capilla de cabecera circular de dos plantas,
arcadas y las estancias privadas del rey. Dentro del complejo de Versalles tenemos el edificio de
color rosa, en cerámica de Delf para cenar aquí con su amante y segunda esposa, madame de
Montespam.
En Francia las estructuras son en forma de U y van pasando a adoptar forma de F; el patio se
queda en el centro de esa estructura y se separa por una pequeña reja o muro perimetral del
trazado urbano. Las estancias importantes, en vez de dar a la calle, suelen desarrollarse hacia la
parte trasera, donde se abren enormes jardines.
Salomón de Brosse, el primer arquitecto que incorpora tres grandes palacios que marcan la línea
recta hacia el Barroco, siendo ellos el de Coulommiers, el de Blérancourt y el Palacio de
Luxemburgo, construido para María de Medici. De los tres palacios, el de Coulommiers y el de
Luxemburgo son las más tradicionales en planta, donde encontramos tres elementos
arquitectónicos que se convierten en la base de la estructura de todos los palacios del siglo XVII
y XVIII. Estos tres elementos en “crops de logis”, “cour d’honneur” y “appartement”:
1. Crops de logis: el cuerpo principal y que se correspondía en planta con el espacio central
donde van a estar las dependencias principales. A los lados se van a ir cada vez
desarrollando más esas dos grandes alas laterales.
2. Cour d’honneur: el gran patio central.
3. Appartement: las estancias para la servidumbre en las alas laterales y en las esquinas
de las alas se colocan unos pequeños apartamentos que son privados de uso exclusivo
del rey donde tienen dos pequeños salones de recepción, una habitación y en algunos
casos una tercera estancia que es un despacho. Adquieren una entidad privada al resto
del tránsito que podía circular por el palacio. Se jerarquizan de manera clara los espacios
dentro la arquitectura palaciega barroca francesa, mientras que la italiana unifica
mucho más los volúmenes, y las estancias no siguen esta ordenación.
El castillo de Coulommiers, que empezó trabajando aquí, es un reducto de Luis XIII, el padre del
Luis XIV. En este caso, como en la mayoría de los sitios seglares, la mayoría han desaparecido y
solo nos quedan los proyectos y bocetos. El proyectó un edificio en U cerrado, donde la parte
delantera es más baja que la trasera, por lo que es en U y no cuadrado. En medio nos queda el
patio de honor. A partir de aquí, lo mas importante son las dos alas que sobresalen que van
cerrado el edificio como si fueran dos templetes.
Este edificio sigue la dinámica de los edificios de campo, en el que se le ha añadido un foso con
agua. El foso siempre es indicativo de nobleza. Vemos un castillo macizo con cuatro alas o
pabellones en las esquinas. En este edificio influyen en la edificación de las nuevas alas del
palacio del Louvre y el palacio de Voli di Conte. No solo vemos los cuatros esquinas que cierran
el edificio central, sino que enfrente tenemos una terraza rectangular rodeada por un foso de
agua y que fue destruido en la revolución francesa y reconstruido de aquella manera.
Es un edificio urbano y la fachada se divide en arcadas con dos templetes en las esquinas de
nuevo nos recuerdan a los edificios anteriores. En realidad, está subrayando su fuerza simbólica,
tanto palaciega como política.
Dejando de lado la arquitectura palaciega, nos centramos en la arquitectura religiosa, teniendo
las siguientes características:
Salomón de Brosse no solo hizo edificios civiles, también hizo edificios eclesiásticos. Entre ellos
realizó la Église de Saint Gervais, 1616-21, una iglesia clásica porque a pesar de la superposición
de los órdenes con columnas pareadas, es una iglesia simétrica, aun así, sigue siendo clásico
porque se acerca más a una fachada civil que a una religiosa. De la influencia romana recoge las
aletas sin volutas.
Para hacer esta iglesia se toma como referencia la Iglesia de Saint Gervais. La iglesia es jesuita y
sus dos arquitectos también, lo que hizo que la implicación fuera mayor por estar directamente
vinculada a esa orden religiosa. Va a ser además uno de los primeros encargos de Luis XIII. Esa
influencia se aprecia en múltiples elementos como:
En la planta baja colocan un frontón curvo, en el intermedio se deja sin frontón para darle mayor
armonía a la verticalidad; y en el piso superior, que solo ocupa la calle central, se coloca el escudo
monárquico. La unión entre el segundo y el tercer piso en este caso sí que se realiza con volutas.
La decoración con todos esos jarrones que simulan una especie de pináculos, los motivos
vegetales de la planta inferior y el rosetón nos dejan ver la influencia gótica, la cual se va
matizando y se van imponiendo esas corrientes más clásicas. Sin embargo, el barroco francés
nunca va a llegar a las ondulaciones de Borromini ni a las complicadas estructuras italianas,
siendo este más sobrio y ordenado.
Ahora nos centraremos en otro de los arquitectos del momento, Jacques Lemercier. Era
arquitecto, ingeniero y uno de los artistas más influyentes del siglo XVII que se forma en la
tradición del lenguaje clasicista del barroco francés de Brosse y hace una síntesis diferente, ya
que empieza a incorporar algunos elementos de su formación en Italia. Que como los demás
artistas tendrá obras tanto del ámbito religioso como civil. En el caso del ámbito religioso
realizará la Iglesia de la Sorbonne, 1635.
Es una iglesia del clasicismo francés, que debido por las raíces italianas tiene una importante
influencia arquitectónica en su fachada y composición. En el interior se le da una gran
importancia a la cúpula centralizada del eje longitudinal. Esta cúpula con un gran tambor se
inspira en la de San Pedro y en la de Borromini. Una planta basilical, pero con la cúpula
centralizada. Los volúmenes, exterior e interiormente, se dividen de forma simétrica, y en este
caso hay dos laterales, uno en la cabeza y otro en el transepto.
El arquitecto tiene que hacer una adaptación de una planta bastante compleja que tiene en
realidad un punto de partida que busca la centralidad, pues es una especie de planta de cruz
griega adaptada que incorpora la prolongación adyacente de dos espacios horizontales que le
dan esa sensación de planta longitudinal, pero que consigue el punto de vista centralizado a
través de colocar una gran cúpula. Lemercier tiene que realizar dos fachadas para la iglesia:
La obra es encargada directamente por Richellier y por lo tanto al estar vinculada a la monarquía
va a ser un hito que marque después muchas de las tradiciones arquitectónicas de los edificios
religiosos en Francia.
En el ámbito civil veremos principalmente dos obras: el Pavillon d l’horloge du Louvre, 1624-54;
y el Palais Cardinal, 1624:
• El Pavilon d ´’horloge du Louvre o el Pabellón del
Reloj: Destaca su último piso por las cariátides,
donde destaca también el patio de honor, 5 pisos
donde superponen las arcadas y los pilares.
Era un palacio medieval e irá sufriendo reformas
durante varios siglos. Luis XIII le encarga que amplíe
el palacio y coge el ala este y la hace mas ancha,
pero para unir el cuerpo antiguo y el nuevo, realiza
el Pabellón del Reloj, que genera una altura en tres
plantas donde vemos una fuerte referencia al
barroco italiano.
Esto se ve por ejemplo en el frontón que va a
rematar en la parte superior, nos deja ver algo
típico italiano como es la superposición de
frontones. Incorpora también cariátides en la parte superior, ya que con ellas soluciona
un problema en la superposición de los órdenes: en la planta baja coloca el orden
corintio; sobre él en el segundo cuerpo, coloca el orden compuesto; y sobre este,
siguiendo las órdenes clásicas ya no se puede colocar otro orden, por lo que decide
colocar unas cariátides, que hacen una lectura directa a la arquitectura griega.
La parte alta la remata con una cúpula que parte de base cuadrada en pizarra, cortando
la parte superior y la termina con una renta con una especie de balconada que le da más
entidad y más peso. Incorpora además las columnas pareadas superpuestas con fuste
estriado y elevadas por un pedestal, para dividir las calles de la fachada. Además,
aparecen relieves, esculturas, ornamentaciones vegetales que nos acercan al Barroco
italiano de las zonas interiores.
• Palais Cardinal, Royal o Richelieu, 1633-39: Sabemos que la muerte del cardenal fue
legado a la familia real francesa. Cuando Luis XIV se quedo en Versalles, su hermano se
vino a vivir a este palacio.
Lo construye para el cardenal. En sus orígenes fue un pequeño palacio privado que
Richelieu adquiere para que sea su nueva residencia. De la reforma se encargará
Lemercier, quien parte de la estructura previa del Hotel particular y le va a ir dotando
de una serie de estancias que simbolizan el poder del cardenal vinculado a la Corte de
su época. La transformación que va a hacer Richelieu es pasar a hacer un palacio con
estructura en H. Genera un patio delante y un patio detrás. De hecho, el patio generado
hacia la parte trasera, que va a dar hacia la zona de los jardines, es más grande que el
patio delantero de recepciones.
Cuando el cardenal fallece, ya deja escrito que el palacio lo debía heredar Luis XIV, quien
era todavía un niño y es su madre quien ocupa el palacio un tiempo. Es en esta época
de transición cuando su nombre se cambia a Palacio Royal. En el siglo XVIII lo devasta
un gran incendio y solo se salva un trozo de un ala lateral del patio trasero. En ella
podemos ver el uso de una columnata que sobresale al muro, como si fuera un peristilo
clásico y que en el muro va a incorporar unos emblemas de anclas marinas y proas de
barco, que hace que a esa galería se le llame la galería de las proas. Esto hace referencia
a que Richelieu era el intendente de navegación y se convirtió en su emblema heráldico.
La estandarización de la distribución de los espacios en los palacios barrocos franceses
nace con Salomón de Brosse, pero se va a ir prolongando exactamente igual a lo largo
de sus sucesores vinculados a la Familia Real o a su entorno.
Otras de las figuras del barroco francés es François Mansart. Es citado por la Enciclopedia
francesa como el arquitecto barroco francés por excelencia. Se caracteriza por ser una
representación muy clara de la nobleza, de la majestuosidad, del poder ya que en esta
arquitectura asociada a la nobleza y al poder, se buscaba una representación de la jerarquía
social a través del arte. Sus obras van a estar vinculadas al estilo clásico, pero conjugando
elementos de manera diferente a los arquitectos anteriores. Nunca estuvo satisfecho y
constantemente realizaba cambios. Nunca estuvo en Italia, pero coleccionaba los tratados más
importantes. Sus plantas circulares o juegos de pequeñas curvas en la fachada. No es un estilo
italiano, pero tampoco el francés clásico más puro, pues quiso experimentar de un modo muy
sugerente.
Dentro del ámbito eclesiástico es donde empezara su primera obra, Santa María de la
Visitación, hoy en día es una iglesia protestante, donde destaca la fachada por las dimensiones
y distribución. Un pequeño templo, donde se refleja la modestia de planta centralizada con
cúpula centralizada con el altar al sur y sus diversas capillas. Aquí descansan los restos del
emisario que Luis XIV encarceló.
Mansart busca romper un poco esa centralidad absoluta que vemos en la planta, al incorporarle
tres capillas que son como unas exedras convexas hacia el exterior. Dos de ellas son las capillas
laterales; la tercera se destinaría a la zona del coro y del altar mayor, justo en el lado opuesto al
acceso desde la calle.
La solidez arquitectónica del exterior y el interior de esta iglesia es llamativa, ya que no hay
grandes proyecciones de esos volúmenes interiores hacia el exterior. Lo que sobresale de
manera contundente va a ser la bóveda, apoyada en un tambor de gran altura y que absorbe
todos los ligeros movimientos que puedan haber en el interior. La cúpula al exterior también es
bastante diferente a las italianas, genera un tambor muy solido por los muros y contrafuertes
que sustenta la bóveda. En el interior es una bóveda trucada, en vez de apoyar en pechinas,
apoya en trompas, ya que en las pechinas se les incorporan una especie de nichos.
En la fachada no podemos ver ningún tipo de paralelismo con una estructura italiana ni francesa,
ya que la piedra es lo que marca todo el exterior de la iglesia. Enmarca ligeramente el acceso
principal con una estructura de dos columnas que soportan un pequeño entablamento. Sobre
ello se incorpora un frontón curvo rematado con dos esculturas. Mansart quiso experimentar
un poco más y unifica todos los elementos para generar una fachada que no podemos decir ni
que tiene dos pisos, es como un gran piso elevado en altura. Todo ello es una interpretación
individual que va a hacer el arquitecto, no se parece ni al arte italiano ni al francés.
También realizó junto con Lemercier la
Église de Val de Grace, 1642-67, que no
es solo un edificio sino también un
complejo. Una fachada con mucha
influencia a la iglesia del Gesú por las
aletas moldeadas, por las columnas
pareadas y el doble frontón. Si
pasamos a la planta, vemos que es un
gran complejo. Una planta muy
parecida a las italianas, con influencias
de la Madonna di Monti o Santa Andrea
de la Balde.
En conjunto la remodelación del monasterio, de la iglesia y de esa entidad palatina, tiene como
referencia la estructura del Escorial. La parte de la iglesia se queda inserta entre el monasterio
y las nuevas dependencias (parte derecha). La planta de la iglesia innova ya que es una planta
de cruz latina, pero desarrolla la parte del transepto de una manera muy contundente, buscando
una entidad más centralizada en ese cruce entre la nave principal y el brazo del crucero.
Incorpora una novedad muy llamativa de la arquitectura francesa: siempre tienden a construir
cuatro capillas justo en el centro del crucero, pero en eje diagonal, en lugar de lateral. Son
capillas pequeñas insertas en los cuatro machones que sujetan la parte de la cúpula. Esos
machones los encontramos ya en la referencia principal de esta planta, que es la basílica de San
Pedro del Vaticano. La diferencia está en que los machones de San Pedro se horadan con nichos
en la planta de abajo; aquí hacen pequeñas capillas, a las que se accede a través de los arcos,
dentro del machón. Sin embargo, la parte alta de esos machones es muy similar a la de San
Pedro, porque incorpora balcones. El interior evidencia su gran influencia de San Pedro también
con un baldaquino en el altar mayor.
La fachada es también de estilo italiano: división de dos alturas, entrada monumental que hace
que el cuerpo central sobresalga hacia delante, columnas corintias en la parte de abajo que
quedan enmarcadas en los extremos a través de pilastras, el ritmo de pilastra y columna. La gran
cúpula vuelve a ser la gran protagonista. La obra, aunque la comienza Mansart se para un año
después del inicio, pues es destituido del cargo porque remodificaba los planos continuamente,
lo que no gustó a la reina. Lemercier entra a trabajar un año después. En la fachada hay división
de opiniones en cuanto a que parte es de cada uno, parece ser que la zona baja es de Mansart
y la zona alta y la cúpula es de Lemercier, pero no se sabe con exactitud, aunque hay ciertas
diferencias.
Dejando de lado esto, también hizo
edificios seglares como el Ala Gaston
d’Orléans del Chateau de Blois, 1635.
Construye esta ala para el hermano
de Luis XIII, Gastón de Orleans. Hace
un ala nueva dentro del conjunto, con
un lenguaje clásico que cierra el
conjunto del espacio. La fachada de
esa ala destaca por encontrar en la
parte baja una leve curva en
contraposición con la estructura
clásica del resto de los pisos, estos se
superponen con los órdenes (dórico, jónico y corintio). Realiza un pórtico con un ático soportado
por columnas que se curva con la ondulación de la fachada. Es interesante como el eco de esos
dos espacios porticados lo vemos enmarcando la entrada del cuerpo central con columnas
pareadas y unido todo por un fuerte entablamento que se pliega en las calles laterales del
cuerpo central, pero que si podemos verlo en la calle central del cuerpo. Coloca un frontón en
la parte alta.
En el interior del ala vemos una escalera en tramos rectos, que tiene sobre ella una
superposición de cúpulas. La primera de ellas nos permite ver una segunda cúpula curva
rematada por una linterna.
Otros de los edificios que realizó fue la Chateau Maison Lafitte, 1642-46, llamándose así por su
propietario. La planta tiene forma en U, la parte delantera le da una fachada que quiere
simbolizar con ese patio la acogida al visitante, pero en la fachada trasera le da gran importancia
y está vinculada al entorno natural. Es la única obra del arquitecto que nos ha llegado
completamente como estaba.
Fue un encargo privado y por este motivo se le da la libertad de experimentar. Tiene una finca
muy importante. En las fachadas vamos a apreciar diferencias con Salomón de Brosse. La
principal vemos tres alturas donde juega con una influencia en la proyección de los diferentes
planos hacia delante. Son cinco calles donde las va proyectando hacia adelante, esto es algo
novedoso. Además, los machones enmarcar el cuerpo central con columnas pareadas, en la
parte baja pilastras y en la alta columnas conjugando con la separación. Encontramos la
superposición de órdenes de una manera clara jugando también con el ritmo de los
entablamentos, en el primer piso es totalmente continuo sin romperse de los machones, en el
segundo se pliega para enmarcar el balcón y en el tercero se rompe. Le da la misma importancia
a la fachada delantera que a la trasera y estarán igualadas en esta edificación.
El último edificio que vamos a estudiar de Mansart es la Chateua de Clagny, 1674, que fue
derribado durante la Revolución. Fue encargado por una de las amantes de Luis XIV, aunque
nunca lo usó ya que cayó en desgracia. Sigue los esquemas vistos anteriormente.
Ahora nos pasamos a uno de los
arquitectos más importantes
dentro de la vida adulta de Luis XIV,
el arquitecto Louis Le Vau. El ultimo
de los grandes arquitectos de la
triada francesa (Mansart, Lemercier
y el), y va a sustituirlo a Lemercier
como arquitecto real. Elaborará
obras para los grandes personajes
que rodeaban al rey y será el gran
impulso de las grandes reformas de
Versalles, junto a un gran equipo de
artistas. Sus obras, sobre todo las
arquitectónicas, se caracterizan por
el juego de los volúmenes.
La estructura es bastante tradicional: con ventanas en un tambor muy alto, que quedan
enmarcadas por esas dobles pilastras corintias que soportan el entablamento y sobre ellos una
cúpula semiesférica que juega con el sistema de los nervios que soportan en la parte superior
una linterna. Aparece en las ventanas una estructura con una influencia medieval-gótica
presente, rematadas en arcos de medio punto y vidrieras, aunque la estructura que envuelve
los ventanales es barroca. En la fachada de entrada vemos ese juego de volúmenes que se
proyectan hacia el interior y enmarcan la zona de entrada con columnas exentas a cada lado
soportando un frontón triangular clásico. La fachada se proyecta con el fin de no quitarle
protagonismo a la cúpula, y marca un conjunto visual que será la característica de este nuevo
periodo artístico en Italia.
Otro de los palacios que va a realizar, esta vez junto con Le Notre y Le Brun, va a ser el Chateau
de Raincy, 1643-50., que fue la primera de sus grandes obras arquitectónicas. En la planta sigue
el esquema tradicional con forma de U, con un sentido muy longitudinal con las dos alas laterales
muy pronunciadas. La gran incorporación es el espacio centra, donde lo desarrolla con gran
volumen, siendo un salón ovalado colocado en el mismo sentido longitudinal de la entrada.
Sobresale de esa manera muy contundente hacia la parte delantera con el patio y hacia la parte
trasera, con la intención de integrar la arquitectura al jardín.
Para el desarrollo del jardín pide la ayuda al que va a ser el jardinero mas importante de Francia,
Le Notre. Estos jardines van a ir adquiriendo gran importancia y existe una gran diferencia
respecto a la jardinería, ya que es muy planificada y todos los diseños van a seguir la geometría,
jugando además con el agua.
Su gran obra nobiliaria será la Chateau de Vaux le Vicomte, 1643-50, en la que de nuevo
participaran Le Notre y Le Brun. Lo va a construir para el ministro de finanzas de Luis XIV. El
encargo consistía en un diseño de gran palacio para una finca. Para ello, utiliza el esquema
tradicional de planta en U, pero sin que las alas sean tan largas. La mayor novedad la podemos
ver en la zona de la planta porque la organización espacial esta muy marcada y coloca en el
centro de nuevo un salón ovalado, pero al contrario del anterior, aquí el eje es distinto, siguiendo
el sentido horizontal precedido por un vestíbulo cuadrado rodeado de columnas que da al patio
principal.
A derecha y a izquierda coloca una distribución simétrica con apartamentos: un ala dedicada a
Fouquet y otra ala destinada a Luis XIV. La estructura de las alas se divide en cuatro espacios con
dormitorio, salas pequeñas y un pequeño despacho a la entrada. La parte trasera es muy
innovadora, la remata con una fachada muy tradicional con dos plantas de arcadas y todo
coronado por un frontón triangular. La gran cúpula corona ese salón ovalado del interior. Tras
inaugurar este palacio, Luis XIV se sintió ensombrecido por su ministro de financias, al inaugurar
un espacio tan lujoso. Entonces lo acusa de varias cosas y lo destituye del cargo.
Dejando un poco de lado a Le Vau, volvemos a la figura de
Guarini, con la Iglesia de Sainte Anne la Royale o Santa Ana la
Real, 1632-34. Actualmente esta iglesia no se ha conservado,
pero si que tenemos un dibujo de ella. En ella, todos los
entablamentos terminan en las estatuas. El último piso hace
función de tambor para la cúpula.
En esta última área del hospital femenino, es donde se va a levantar en el año 1670 una pequeña
Iglesia. Llama la atención como su planta combina una aplicación de planta centralizada con una
entidad de dignificar una arquitectura de un uso civil, como era en este caso la iglesia de un
hospital para las clases más desfavorecidas. Hace una estructura muy llamativa con diferentes
bloques, porque, aunque parte de una planta de cruz griega, los brazos son unos grandes
rectángulos muy prolongados en los que también se clasificarían los diferentes grupos de
hombres, mujeres y niños. Incorpora en planta unas capillas radiales en los espacios diagonales
de la cruz. Se genera así en realidad una planta octogonal, que va a quedar cubierta por una
cúpula muy característica. En los exteriores de las cúpulas utiliza cobertura de pizarra.
La fachada es completamente sobria, no existe en ella una lectura barroca. Un muro liso marca
ligeramente la puerta de acceso, sobre ella un pequeño óculo y rematando, un frontón
triangular. Todo ello con un lenguaje de lo más clasicista.
Por otra parte, tenemos la Église de San Louis des Invalides/ Église du Dome, 1667-91, realizada
por Bruant y Jules Hardouin Mansart. Es un conjunto arquitectónico levantado como residencia
de los soldados tras la guerra en Francia. Tiene una serie de estructuras con cámaras y
pabellones en torno a patios centrales donde estaban esos alojamientos privados de los
diferentes soldados. Luis XIV, encarga el primer diseño a Libérat Bruant, pero el rey no queda
convencido con el proyecto y el diseño que realiza, por ende, decide traspasar el proyecto a
Jules Hardouin Mansart, sobrino-nieto de Mansart. Este, realizará la iglesia que se colocaría en
el centro de todo el complejo del hotel. Mansart realiza una estructura añadida, con una nueva
iglesia de planta centralizada que se convierta en el eje fundamental del hotel (para uso personal
del rey) y construye una planta de cruz latina con entradas independientes. Lo más interesante
es que sigue la interpretación barroca francesa de incorporar las capillas en las diagonales de la
planta de cruz griega.
Coloca en cada una de las esquinas de los contrafuertes columnas. Un segundo tambor sobre
este de menor altura con juego de ventanas alternando la separación al igual que en anterior,
pero en la separación vemos las volutas de Il Gesú, que coge el empuje de los nervios de la
cúpula hasta llegar a los contrafuertes, sobre ellos una cúpula semiesférica muy decorada y la
linterna dorada; todo rematado por un pináculo apuntado y el orbe. En el interior, vemos una
cúpula sobre cuatro pechinas y luego en lugar de hacer una cúpula totalmente completa, entre
el segundo tambor y la cúpula en sí, nos hace como doble cúpula: la primera donde aparecen
diferentes escenas bíblicas, que se correspondería con el segundo tambor al exterior; y genera
una segunda cúpula, que sería la parte alta al exterior. La linterna no tiene proyección hacia el
interior. Vemos una cúpula bastante diferente en el interior porque como genera ese doble
tambor hacia el exterior, sobre cuatro pechinas apoya el cuerpo de ventanas que se
correspondería con el primer tambor hacia el exterior y luego en lugar de hacer una cúpula
totalmente completa entre el segundo tambor y la parte de la cúpula hace una segunda cúpula.
La primera (donde aparecen escenas bíblicas) se correspondería con la primera parte del
tambor, lo sesga y genera una segunda cúpula que sería en el exterior la que lleva el
recubrimiento de cinc.
Volviendo a la fachada, como su centro queda hueco, coloca dos ventanas en el tercer piso. De
la misma manera, la linterna está colocada en diagonal para que en el eje aparezca una arista.
A continuación, vamos a ver la fachada norte con la cúpula dorada de Jules de forma muy breve.
Es un gran palacio que se destaca por su frontón circular, donde se refleja la descendencia e
importancia de las iglesias góticas y siendo esa gran cúpula dorada lo que mas resalta de todo el
edificio.
Ahora para ver la siguiente obra nos tenemos que remontar a Bernini y su gran fracaso, pues
tras haber sido rechazadas sus propuestas para la fachada del Louvre, quienes se harán cargo
serán tres arquitectos: Le Vau, Le Braun y Perrault.
Era la residencia principal de los reyes franceses. Hubo un primer intento en el siglo XVI de
acabar las reformas, pero no es hasta el siglo XVII cuando finalmente se retoma el proyecto. Se
decide ponerlo en manos del arquitecto más importante de aquel momento, Le Vau, pero entre
éste y Colbert (ministro de Luis XIV) de hubo grandes enfrentamientos. Colbert enseña en
proyecto de Le Vau a varios arquitectos para que realicen modificaciones sobre él. Hay varias
propuestas, pero ninguna les termina de convencer ni a Colbert y a Luis XIV, entonces deciden
enseñar el proyecto a artistas italianos para encontrar algo que estuviera a la altura. Se
presentaron artistas como Pietro da Cortona o Rainaldi, y se dan varias teorías sobre por qué
ninguna de estas propuestas se llevó a cabo. Cuando ya en 1667 se rechaza uno de los proyectos
de Bernini, Colbert decide hacer una comisión con todos los grandes arquitectos del momento
para que sacaran algo en claro y finalmente aprobar el proyecto. Se unifica entonces el proyecto
de Le Vau, Le Brun y Perrault, quien era médico y contaba con una mente brillante, por este
motivo y por sus múltiples viajes se decide incluirlo.
Las columnas pareadas van marcando todo el ritmo de la fachada principal y se repartieron de
tal manera que permite el paso de la luz a las ventanas por los intercolumnios. Ese uso de
columnas pareadas y ese juego rítmico ya lo vamos a ver en algunas de las obras anteriores a Le
Vau, por lo tanto, se cree que ahí estaba su mano. El tema de usar el orden corintio y esa
sensación de peristilo clásico no tiene nada que ver con ninguna de las obras realizadas
anteriormente por Le Vau, por lo que se cree que esta era una interpretación de la arqueología
de Perrault. Encontramos en esta obra la fusión de las dos grandes corrientes: por un lado, el
Barroco más pleno, con la escala de orden gigante de la columnata, la profundidad que le da al
muro que juega con el resalte de las columnas, los ritmos. Y por otro lado tenemos esa corriente
más clasicista, como es la ordenación de las columnas. La simetría, la horizontalidad y líneas
rectas que tiene la fachada.
Asimismo, en plena construcción de este palacio, Luis XIV le comunica a Colbert que su intención
es irse a Versalles, por lo que le da cierta libertad en el proyecto. Luis XIV quería focalizar a estos
grandes arquitectos en la que iba a ser su nueva residencia a las afueras de París y que será lo
que se constituya como símbolo de poder de Luis XIV. Aquí ya tenemos un punto de inflexión,
pues en el barroco francés con la obra de Versalles pasamos ya a lo que conocemos como el
estilo de Luis XIV, pues toda esa pureza y ordenación se ve mucho más modificado por la propia
mentalidad que tenía el rey. Quiso demostrar su importancia y su poder político en el que
Francia en el contexto europeo se había convertido en una gran potencia. Su manera de
entender la vida y su modelo de absolutista va a hacer que fuerce a un estilo más decorado,
recargado y que vaya a incorporar una cierta adaptación de ese dramatismo italiano que expresa
las emociones a través de la arquitectura y que hasta entonces no se había visto en Francia.
transición del 78 al 82 ya va
La Paz de Nimega + Real
haciendo determinados
diseños que se van a ir
materializando en la
reforma posterior. Esos
diseños afectan
principalmente a dos
estructuras, la reforma de
esa fachada aterrazada
hecha en la modificación
anterior de Le Vau; y la
incorporación de dos nuevas grandes alas destinadas al alojamiento de todo el
nuevo personal.
Esas dos nuevas incorporaciones a Versalles tienen sus antecedentes en los
propios trabajos arquitectónicos de Mansart, y esos dos referentes previos van
a ser: El Chateau de Val y el Palacio de Clagny. La primera gran reforma que
hace en Versalles es el cerramiento de la fachada trasera. Es verdad que Luis
XIV quería hacer una remodelación más contundente, pero ello implicaba un
destrozo de toda la arquitectura previa, y su objetivo de mantener el Palacio
de Luis XIII en el centro, implicó que las reformas se fueran haciendo en el
entorno. Aquí para ganar espacio, cierra por completo todo ese espacio
aterrazado y modifica la forma de las ventanas del primer piso. En el centro
hace un ligero resalto para equilibrar también los dos espacios que justo
resaltaban en el centro de las alas laterales. Cuando va a hacer el añadido de
las dos alas transversales, que siguen el mismo esquema que la fachada trasera
de Le Vau, se le quedan unas proporciones demasiado grandes y entonces
decide retraer las alas, y colocarlas a la altura de la fachada delantera, en vez
de en la trasera.
El interior del cerramiento de la terraza genera un salón interior (zona roja de la fotografía),
llamado Galería de los Espejos y que ha marcado lo que hoy conocemos como la decoración Luis
XIV: riqueza absoluta de los materiales, decoración muy recargada. La estructura está divida en
tres partes: el salón en la zona central, y a derecha y a izquierda quedan dos salitas que dan
acceso al salón. En estas salas se desarrolla todo un programa de simbología de Luis XIV y los
conocemos como “el salón de la guerra” y “el salón de la paz”. Todo el conjunto enaltece los
triunfos militares del rey. La conocemos como galería de los espejos porque la mayor
cantidad de elementos decorativos son espejos que están opuestos a los grandes ventanales y
que reflejaban la luz del sol, haciendo que toda la sala se iluminara. Todo ello queda aún más
ensalzado por el tipo de mobiliario, mucho estaba fundido en bronce e incluso en oro, la
intencionalidad era deslumbrar literalmente a todos aquellos invitados que accedían al salón.
La capilla Real Se trata de otra de las obras importantes que va a hacer Mansart, construida casi
como un edificio independiente, aunque está inserta en el ala transversal norte. La levanta en
el año 1689, pero ya habían existido otras capillas
palatinas previas, pero ninguna había tenido una entidad
lo suficientemente importante como para dejarla en las
nuevas reformas. Se fue construyendo muy a
trompicones, ya que tuvo que pararse por diferentes
motivos, hasta que se termina hacia 1703.
En el interior tiene una estructura mucho más barroca clasicista, incluso con cierta influencia
italiana, pues tiene tres naves separadas por un cuerpo inferior con arcos sobre pilares. Es
bastante reducida en dimensiones, y todo termina en un ábside semicircular en la cabecera.
Cuenta con un piso superior donde podemos ver columnas de orden gigante, capitel corintio,
esa forma ligeramente curva del entablamento que se pliega, podemos intuir lenguaje italiano
barroco. Esto también marca la jerarquía de los espacios: la zona de abajo, más contundente,
pesada y sólida, pues estaba destinada a la Corte; la planta alta, más elegante, refinada y
delicada en el tratamiento arquitectónico, estaba destinada al rey y su familia y conectaba con
parte de sus aposentos.
También se realiza Le gran Trianon, una estancia que mando a realizar para cenar con su segunda
esposa.
INGLATERRA
Se realizo un proyecto de reconstrucción tras el incendio de Londres. Se hizo una parte al estilo
romano junto al río con calles radiales para unir el resto de calles con los lugares más
emblemáticos, con cada edificio con su plaza importante. Iñigo Jones, hijo de un peñero, en su
formación con su viaje a Italia, estudiando a Palladio y Serla en los libros de Palladio, además de
Scamozzi, en la base del clasicismo inglés, trabajando para el rey Carlos I.
Su obra, La casa de la Reina, que se basa en un cubo con dos cubos rectangulares un poco más
pequeños a los lados que cierra los jardines, con fachadas nítidas. En la planta original, la parte
de en medio estaba abierta, albergando un patio.
Es un templo anglicano, por lo que debe adaptarse a ello, alargando el edificio y se agranda la
linterna. Por fuera vemos una cúpula truncada superpuesta con otra cúpula, cambiando los
brazos que debieron alargarse, siendo la nave principal la que se alarga. La cúpula está soportada
por ocho pilares, que llevan a la primera cúpula, luego a la segunda, la linterna y la aguja. El
centro está flanqueado por las dos torres de los lados con sus linternas.
Realiza dos hospitales, el Hospital Real de Chelsea, 1682, donde predomina la idea de
horizontalidad con una fachada sobria clásica en forma de U con un frontón triangular con un
reloj, enfrente tenemos un patio donde esta colocada una escultura, que centraliza y esta
simétrica al eje central de la fachada. Su otro Hospital es el Hospital de la Royal Naval College
(1694) en Greenwich, un hospital dividido en tres edificios, que no tiene el dinamismo de
Borromini, con los edificios gemelos en los dos laterales, siguiendo el orden gigante con
columnas y pilastras pareadas, con basamentos y frontones triangulares que están rotos por
arcos y rematados por dos cúpulas que a su vez están rematadas por un cimborrio con veleta.
También tenemos la figura de
Hampton Court, un decorador
de jardines, que en los jardines
que trabaja les da un punto
salvaje, añadiéndole también
de forma posterior algunos
estanques. Estos jardines
formaban parte de algunas
obras que me hemos visto de
Wren. Otra de las obras que
realiza Wren es la Tom Tower,
de la Vhris Church en Oxford,
1681. En esta torre utiliza un
material distinto al mármol,
¿una especie de ladrillo?,
donde tiende hacia la
verticalidad sobre la
horizontalidad del muro. Esta
rematada por una cúpula
apuntada y tiene elementos en
el tambor poligonal que nos
puede recordar al gótico por
esos pequeños pináculos que
rematan los contrafuertes. Es
una torre que sirve de acceso y
salida a los jardines, en la que accedemos por debajo a través de una bóveda con un arco
apuntado (no es muy apuntado, pero no es de medio arco) y que esta rematado por un arco con
vanos de arcos dobles geminados separados por una pilastra que contiene una hornacina con
escultura.
Otra figura de la arquitectura barroca inglesa es la de John Vanbrugh, que se caracteriza por los
castillos realiza. Nosotros nos centraremos en dos de ellos: Blenheim House (1705-27) y el
Castle Howard (1702). Son dos castillos donde se resalta la ambición del propietario, resaltando
el poder y el escudo de la familia propietaria.
La parte de Viena en realidad es un barroco tardía, como ocurre en Inglaterra. Aun así, además
de San Carlos, es el Palacio del Belvedere una gran residencia compuesta en dos, la superior y
la inferior. La parte superior es el verdadero edificios, y la otra esta debajo del estanque. Ese
estanque que une y separa estos Belvederes en realidad es el recurso del reflejo del agua con la
sensación de ser un lugar de un sueño. Se construyo la parte inferior que es más modesta y
pequeña. Vemos que es una fachada diáfana y que mantiene las dos torres laterales y las
techumbres verdes.
La biblioteca imperial es una estructura importante que proclamaba la gesta del emperador
tantos en sus frescos como en su forma. No solo se realiza con los mejores materiales y artistas,
sino que es el resumen del triunfalismo del imperio.
Si nos vamos a la época del Renacimiento, la referencia para la escultura va a ser la Antigüedad
clásica, los escultores que beben de esas fuentes se dan cuenta que esa antigüedad mejoraba la
realidad que los rodeaba, embelleciendo e idealizando la escultura. Por lo tanto, se genera una
escultura tan modélica y perfecta que hubo algunos escultores renacentistas que estudiaban las
formas anatómicas de la escultura clásica, porque veían mas bella y perfecta que la propia
realidad. Esos escultores del Cinquecento italiano se enfrentan a la dida de como expresar ese
nuevo lenguaje filtrado por esas ideas del humanismo y el antropocentrismo y van buscando
una reinterpretación de la belleza clásica. Conforme van experimentando, van dando pequeños
pasos hacia la transición entre Renacimiento y Barroco, el Manierismo. Esa búsqueda de
reinterpretación clásica la encontramos en las excesivas dimensiones que van a tener los
miembros de una escultura manierista. Se van a buscar unas poses mas artificiales y las figuras
van adquiriendo esquemas mas complejos, que nos llevan a una composición plenamente
manierista de la que va a partir el Barraco, con la figura de la serpentinata.
Otro de los elementos del manierismo que va a influir posteriormente va a ser jugar con
diferentes materiales y deferentes acabados de la superficie, pues se va a trabajar siempre el
mármol. Esos son los puntos de partida que van a ir dando pequeños pasos de evolución hacia
el Barroco. La gran diferencia es muy sutil, pero en el barroco se tiende un poco más hacia la
representación del realismo y sigue una tendencia mas clasicista, donde esta transición queda
rota con la obra de Apolo y Dafne de Bernini. Debemos tener en cuenta la Contrarreforma y lo
que supone para el Barroco:
PRIMERA GENERACIÓN
En la obra de La Anunciación de Mochi, trata dos figuras separadas. Vemos en las dos figuras a
la Virgen y al ángel de la Anunciación. La sensación de las expresiones ya es mucho más marcada,
tanto en la virgen, que se inclina hacia atrás y coge su manto asustada por la presencia del ángel.
El ángel desciende desde el cielo lleno de energía con una marcada diagonal, que tiene restos
manieristas, pero es un movimiento más lógico natural al que acompaña el movimiento de las
telas en ambas figuras. Estas figuras se pueden considerar el primer barroco.
- La Roma triunfante, a la cabeza del arte y la cultura y hacia donde Mirna las
naciones católicas.
- Tres líneas sobre una fuente común: la Antigüedad.
1. Mayor sobriedad y mesura, belleza artística, sin renunciar al realismo. Paralela
a los pintores clasicistas. Clientela culta y refinada. Algardi.
2. Profundización de la gracia, delicadeza y elegancia de lo helenístico.
Dusquenoy.
3. Triunfadora: vitalismo carnal (Rubens), “poder de la comunicación de un
instante eterno y la fuerza compasiva que provoca sentimientos y pasiones
liberados por un rostro y un cuerpo incontrolado por la razón”: Bernini.
Es el artista por excelencia del Barroco, es de esos artistas que abarcan diferentes artes y que
sin ellos no podríamos entender la evolución de la Historia del Arte. Nace en Nápoles en 1598,
donde estaba su padre trabajando. Bernini desde su nacimiento coge martillo y cincel y sigue los
pasos de su padre, quien fue su gran referencia. Cuando se traslada a Roma se lleva a toda la
familia y Gian Lorenzo empieza desde entonces a producir obras en Roma desde los 13 años. Allí
se quedó muy impactado por el entorno, por todos los restos arquitectónicos que observaba y
que van a influir directamente en su manera de interpretar el arte; así como por la arquitectura
y escultura romanas.
Por otro lado, ya Roma se estaba convirtiendo en la capital católica por excelencia y se veían los
fuertes rasgos de la Contrarreforma y las órdenes monárquicas empiezan a difundir esas pautas
religiosas. Todo ello único a las técnicas aprendidas de su padre, nos dan como resultado un
genio que supo crear un estilo propio y que fue muy imitado por artistas posteriores.
En estas obras podemos apreciar siendo muy joven, ha heredado la calidad técnica de su padre
que empieza a manifestarse. Da un paso más, y aunque todavía encontramos una fuerte
influencia manierista, en como rotan las figuras, sobre todo, sí que se va reflejando cierto
realismo más cercano a los cuerpos, sus posiciones y rasgos. Se aproxima más al clasicismo que
su padre y de una manera muy comedida se empieza a ver una cierta expresión facial. La cabra
Amaltea fue muy valorada por la capacidad de representar textura de la piel de la cabra. Scipione
Borghese cuando vio esta obra decidió encargarle trabajar para ellos, donde ya comienza lo que
podemos considerar su segunda etapa escultórica.
- 1618-22.
- Realizaciones más complejas y de mayor tamaño.
- Cuatro grupos escultóricos y una figura individual.
- La clave para la renovación barroca.
Se esfuerza mucho por la captación del instante, que sea capaz de expresar todo el pasaje
narrativo que conlleva detrás. En este caso la mayoría son mitología, en un instante nos va a
narrar todo el mito o la escena religiosa. Podemos considerar estas obras como un verdadero
barroco de Bernini, que será el punto de partida para todo lo que venga detrás.
El David, 1623-24
Presenta, en contraposición con el David de Miguel Ángel, una torsión natural, que nos acerca
al discóbolo como inspiración en la Antigüedad Clásica. Vemos a David en un momento de
máximo esfuerzo, girándose hacia atrás para lanzar la honda. El esfuerzo varía dependiendo del
ángulo desde el que lo miremos, el rostro de uno de los más expresivos que hemos visto hasta
el momento (la idea de los 8 puntos de vista). A los pies tiene la lira completa el mensaje
simbólico que nos ayuda a reconocer al personaje. Sabemos que es el autorretrato de Bernini,
siendo la máxima expresión de la concentración de un instante que se hace eterno, justo el
momento antes de atacar. Concentra su fuerza física que se traslada al rostro, que se convierte
en el núcleo de la escultura porque el objetivo es no fallar su tiro.
Vemos el ceño fruncido, el rostro centrado y no escatima ningún detalle que pueda afear el
rostro, pero le dota de personalidad y carácter. El labio mordido, con los músculos en tensión.
Cuando vemos todos estos elementos nos está hablando del dramatismo barroco, se busca
emocionar y mover el alma del espectador, dar una sorpresa visual con la composición y
evolución misma de la escena.
Es posible que en el examen salga una pregunta sobre la evolución de la figura del David:
Donatello Verrocchio, Miguel Ángel y Bernini.
TERCERA ETAPA, PAPA URBANO VIII
Fallece Urbano VIII y pierde sus encargos arquitectónicos, que se los dan a Borromini, y las
esculturas de San Pedro se las dan a Algardi. Viene una etapa compleja en la que empieza a
hacer encargos privados, con la muerte de Inocencio X, vuelve a retomar esa vinculación con los
encargos papales.
Esta nueva etapa se caracteriza por ser la más creativa, Bernini tiene que empezar a innovar los
modelos formales, ya que los encargos que había recibido de los papas en años anteriores
debían seguir unos cánones más establecidos. Va a ser el momento en el que termine la tumba
de Urbano VIII, que ya había proyectado en 1628 pero no llegó a acabarla; va a ser en 1639
cuando comienza a realizar la tumba que se encuentra en el vaticano. Hace un nuevo diseño en
los monumentos funerarios, crea una estructura monumental que marcará el camino para las
tumbas posteriores. Es el momento en el que concibe de una manera contundente la idea de
fusionar todas las artes en una y se da cuenta que los juegos se luz se pueden llevar a más.
Para realizarla toma como referencia la Tumba de Pablo III de Guglielmo della Porta en 1549.
Bernini busca una composición más compleja que se adaptase de una forma más armónica al
nicho al que estaba destinada la tumba, por ello hace un salto desde el
renacentismo/manierismo hasta el pleno
barroco. Tienen en común sobre todo los
materiales, pero Bernini da un paso más,
pues usa un bronce oscurecido y dorado
en algunas zonas en toda la zona central
vinculada a la escultura del difunto. En la
parte superior, tenemos la efigie de
Urbano VIII entronizado, donde vemos
que incluso en bronce es capaz de llevar
las telas a su máximo esplendor, al igual
que hace con el mármol. Se trata de una
representación majestuosa del papa, a
quien Bernini adoraba y lo ensalzó
notablemente. En la parte de abajo, el
uso del bronce lo usa en la parte central,
donde encontramos el sarcófago y sobre
él vemos un esqueleto alado, que coge un
cartel donde escribe el nombre del papa.
Vuelve a colocar la imagen del papa central y elevada, ya no juega con contraste cromático de
materiales, sino que coloca al papa en mármol blanco, apoyado en un pedestal de mármol
verdoso que hace que la figura destaque más. A sabiendas de donde iba a estar ubicada la
tumba, aprovecha la puerta que daba entrada a la sacristía para integrarla en la escultura, le
coloca encima un gran cortinaje que parece estar corrido por la escultura de la muerte para
dejarnos verla. La calavera sostiene un reloj de arena como símbolo de la fugacidad del tiempo.
Rodeando el cortinaje y fomentando las virtudes del papa tenemos cuatro alegorías de las
virtudes principales: la caridad, la verdad, la justicia y la prudencia.
El papa aparece rezando, que determina su personalidad, pero esta hornacina tiene una
peculiaridad, que nace de un problema arquitectónico debido a su localización, ya que hay una
puerta por lo que no puede hacerle un pedestal, por lo que la integra dentro de la escultura,
dándole el simbolismo de la puerta de la muerte. Es la plataforma de la figura del papa orante,
donde la nube (la idea de la nube la explicare con los retratos más adelante) cubre y tapa la
puerta y vemos que hay un esqueleto que vemos que sobresale su brazo. Simboliza el momento
de que está llegando la muerte pero que aún no se ha muerto. La nube esta flanqueada por las
4 virtudes. Son recursos tanto del Barroco como del memento mori, que las refuerza con la
imagen de las virtudes (caridad con los senos descubiertos para amantar a la humanidad, la
verdad representada desnuda). Esta obra no la realizó el solo, sino con su equipo.
En 1644, cuando llega Inocencio X prefiere a otro artista, lo que le permitió encargase de otras
obras. Coincide con el primer gran encargo privado del Cardenal Cornaro, que le encarga su
propia capilla, en la que le encarga
construir y acondicionar la capilla
familiar.
En el interior coloca la composición de las figuras, que materializa la escena narrada por Santa
Teresa, de cómo tiene su visión y llega al éxtasis. Ella dice que “un día se me apareció un ángel
singularmente hermoso. En su mano vi una larga lanza, en cuyo extremo parecía haber una
punta de fuego, ésta así me pareció, me la clavó varias veces en el corazón, de forma que entró
en mi interior. Tan real era el dolor, que suspiré varias veces en voz alta, y sin embargo era
indescriptiblemente dulce. De forma que no podía desear verme liberada de ello. Cuando el
ángel sacó su lanza, permaneció en mi un gran amor a Dios”.
En ella vemos una perfección técnica absoluta, y cómo contrasta de manera contundente la
figura del ángel, más juvenil, donde podemos apreciar parte de la desnudez en el brazo que
tiene extendido, pero el resto del cuerpo queda envuelto por telas muy agitadas. Es como si en
pleno descenso del cielo, en ángel tuviera mayor movimiento que la figura de Santa Teresa, la
cual aparece reclinada de nuevo formando una diagonal, y de la que no vemos el cuerpo, pero
el estudio de los volúmenes del ropaje está llevado a su máximo esplendor. No solamente hizo
un análisis técnico de las figuras de mármol, sino de todo el escenario que las envolvía. El juego
de la luz: la figura recibe la luz de una ventana oculta detrás del frontón, que hace que llegue de
la parte alta e incida directamente en unos haces de bronce que Bernini coloca detrás de las
figuras y que reflejan la luz. Se materializa con ello la presencia divina, y Bernini manipula
voluntariamente la luz.
La perfección técnica hace que no solamente se preocupe de la figura central, sino que juegue
con la pintura, con la escultura y con la arquitectura, pues esta es la visión global que tenemos
de la capilla. Parece que estamos siendo testigos de un acontecimiento divino del que no
estamos a la altura, las pinturas que envuelven el túnel son santos que hacen referencia a la
orden franciscana y rodean y acompañas la muerte de la beata. Bernini se adapta teatralmente
al mensaje que quiere transmitir, estas obras fuera de su ubicación perderían el sentido y su
significado. No solamente realiza el soporte de tela, sino que hace a cada pared lateral unas
cabecitas de puttis que miran a la virgen con cariño. De nuevo juega con la luz y reutiliza una
ventana lateral oculta por la arquitectura y que su luz impactara en el rostro de la santa.
Fuente de los Cuatro Ríos, 1648-51 (de la etapa anterior pero bueno ekisde)
En 1648 vuelve bajo los brazos del papado y se le encarga la fuente de os 4 ríos, donde usa la
piedra viva y un travertino con base donde emerge los cuatro ríos, representados con los rasgos
raciales, de animales y plantas. Viene rematado por un obelisco egipcio y sobre este aparece la
paloma de los Barberini y el orbe del mundo.
Es una de sus obras más importantes respecto a la escultura integrada en el entorno urbanístico.
Fue la obra con la que Bernini recupera cierto peso como escultor para el papado, pues seguimos
en la época en la que está Inocencio X,
quien lo aparta de los grandes encargos.
Entra en competición de proyectos con
Borromini y el papa se decide por este
encargo, que resultó especialmente
complicado, porque se encuentra en el
centro de la Plaza Navona, la cual ya
estaba diseñada y tenía una forma
elíptica. Además, en el centro de la plaza
se encontraba la iglesia de Santa Inés,
con la fachada realizada por Borromini,
el encargo ponía dos requisitos: que
Bernini diera entidad a la plaza sin
ocultar la fachada de Borromini; y la
fuente debía incorporar un obelisco.
Partiendo de esas dos premisas Bernini
hace una de las fuentes más
espectaculares y complejas a nivel
técnico.
El río de la plata representa América, es un personaje con la cara redonda y el pelo rapado y
tiene esculpida una cantidad de monedas que hacen referencia a la riqueza del oro de
explotación americana.
El Nilo hace referencia al continente africano y aparece como desvelándose, porque era la zona
más desconocida.
El Danubio representa a Europa y va coronado con laurel, y el Ganges porta en sus manos un
remo, pues era el único navegable hasta ese momento. Bernini envuelve a las figuras en un
entorno de vegetación y animales que también hablan de la contextualización geográfica de los
ríos. Los animales no tienen una vinculación directa y se desconoce que quieren representar,
algunos emergen de las aguas, podemos ver dos serpientes, un león, un caballo, un cocodrilo,
un delfín y un dragón. En el otro lado de la gruta incorpora el escudo de los Pamphili, coronada
por dos peces y rematado por una figura dedicada al papado. Dos de las figuras simulan sostener
esos escudos, pues apoyan la justificación de que detrás de la creación de la fuente y de la
importancia de la religión en el mundo, está el papado de Roma. Es una demostración de la
autoridad papal de Inocencio X más allá de las fronteras de Roma. El coronamiento del obelisco
es una paloma con una rama de olivo en el pico, pues esta es la representación de su heráldica,
pues es su poder quien domina el mundo. Bernini quiso con esta obra recuperar el favor del
papa, y hace un despliegue de medios artísticos tanto a nivel artístico como conceptual. Integra
además de una manera protagonista el agua, que a través del reflejo de la luz genera contrastes
de luces y sombras que va a trabajar también a través de las texturas de la roca, las barbas, las
hojas de la vegetación, etc.
Aumenta la teatralización de las esculturas porque el dramatismo queda mucho más patente a
través de los pliegues tan acentuados, las pesadas telas y tiende a aumentar el efecto pictórico
de la obra, genera tanto contraste que nos da sensación de profundidad, perspectiva y efectos
que se consiguen en la pintura. Genera más movimiento y dinamismo en las figuras y oscilan
más los cuerpos. Como conclusión, va a ser el momento de máxima plasticidad en la vida de
Bernini.
Tuvo muchos encargos de todos los estamentos sociales, algunos muy vinculados al papado,
como estos dos ejemplos. Son dos de los más representativos, el de Scipione Borghese de sus
primeras etapas, y el papa parece que esté hablando en ese momento.
Fue un romance de Bernini, era la esposa de uno de sus discípulos. Un poco frustrado, hizo esta
escultura para sí mismo. Se trata de una mujer corriente y dota la escultura de un gran
naturalismo y realismo absoluto.
Cardenal Richelieu, 1641, Luis XIV, 1665
Va a realizar también retratos para la monarquía fuera de Roma, pues recibe encargos de
Francia. Richelieu le manda a Bernini unos cuadros de Van Dyck para que Bernini realice su
retrato.
A pesar de sus diversas épocas y mecenas, el siempre gracias a su gran éxito y versatilidad se ha
dedicado a retratos. Es cierto que cuando miramos el retrato inicial de Bargello no vemos nada
que nos recuerde al abigarramiento se centra en la parte psicológica del personaje. La parte
inferior de las esculturas de Bernini son arrugadas, una parte no definida que nos dice algo. Esta
nube que vemos en el retrato del Cardenal no es sencilla, es sucia con rugosidades, que después
vamos a verla en el busto de Richelieu, donde refleja su ambición con una parte inferior oscura,
la nube arrugada, la sonda de la personalidad que culmina en la figura de Luis XIV, que se
combina con la peluca pero que la nube se come parte de la armadura, la nube seria la clara
sombra oscura que cada individuo esconde, la parte terrenal.
ALESSANDRO ALGARDI
Es contemporáneo a Bernini y sigue una línea más clasicista. Nace en Bolonia en 1598. Hay
fuentes en común ya que Algardi se forma dentro de la escuela de los Carracci siendo estos los
principales incursores del clasicismo en Italia, además será discípulo de Ludovico Carracci. Se
traslada a Roma en 1625 y allí descubre las corrientes innovadoras de Bernini. El desplazamiento
del trabajo es para formar parte del equipo que tiene Ludovico Ludovisi que se encargar de
mantener y restaurar sus colecciones clásicas, generando ahora un interés por el clasicismo,
generando una corriente propia basada en la realidad ideal, que solo puede extraerse de su
conocimiento, no parte de una imagen mental como en el Manierismo, sino de la imagen real
tomada de la escultura clásica, eso se conjuga en equilibrar y armonizar el realismo y el
idealismo.
Características generales:
- Bolonia.
- Discípulo de Ludovico Carracci.
- Roma, 1625: Bernini sienta ya las bases renovadoras.
- Escultura antigua: restaurador.
- Búsqueda de una realidad ideal, que solo puede extraerse de su conocimiento,
no parte de una imagen mental como el Manierismo, sino de la imagen real.
- Sabio equilibrio y armonía entre realismo y el idealismo.
Destaca la sobriedad del personaje caracterizada por su personalidad, con la cabeza levantada,
enmarcando el velo a ese rostro tan intenso. La familia Pamphili fue uno de los grandes
mecenas, encargándole ciertos retratos.
Tan solo vemos el Barroco por la calidad de las telas y el movimiento, pero los rostros no
trasmiten expresión y tampoco hay armonía entre las composiciones, se trata de un Barroco
muy moderado. El sarcófago tiene todo un relieve tallado al igual que son los sarcófagos
romanos.
La estructura es plenamente clásica con el bloque izquierdo de los buenos y el derecho de los
enemigos, además, una división con la parte terrestre y celestial. Estos relieves se ponen de
moda como decoración de la iglesia romana tras la fusión del efecto pictoricista de un retablo y
el efecto escultórico de ruptura de un retablo. Sin embargo, Bernini no hizo ninguno por no ser
una escultura completamente exenta y sin puntos de vista tan marcados. vemos dos grupos
enfrentados divididos por el eje vertical central, una parte es de serenidad y la otra de severidad
(barbaros contra el papado), y el papa señala el cielo donde están unos santos que van a
interrumpir a los barbaros.
La Decapitación de San Pablo, 1641-47
FRANCESCO DUQUESNOY
Nace en Bruselas. Su padre era escultor y desde pequeño tiene contacto en la escultura, pero se
traslada a Roma en 1618 como restaurador, donde además estudia el dibujo de la escultura
antigua. Entra en contacto con la pintura de Rafael. Al igual que Algardi, es clasicista pero dentro
de una línea preciosista y delicada, consiguiendo una escultura de gran calidad, donde su fuente
de inspiración fue la antigüedad clásica. Se decantó por figuras pequeñas, además de las figuras
de los niños y ángeles.
Destacan los pliegues, con la túnica que se pliega al muslo, con el torso
girado, donde vemos el clasicismo romano y no el movimiento del
Barroco. La preocupación del artista fue insertarla armónicamente para
el entorno en el que estaba destinada. La mano izquierda es una
reconstrucción posterior, que debía de estar señalando los fieles
mostrando la espiritualidad del fiel que va a la iglesia. El rostro sin tallar
es más clásico, al igual que le tocado de la cabeza.
Tema 2: La Escultura barroca en Francia: Del Naturalismo a la gran alegoría del alto barroco
Cuando hablamos de escultura francesa barroca, debemos saber que está vinculada a dos
figuras complementarias, Luis XIV y Versalles. Pero antes de llegar a la época de su reinado
tenemos la época de los dos cardenales, donde sobresalen las figuras de Germain Pilon con la
Resurrección de Cristo (donde destaca por el realismo, con carga dinámica y verticalismo).
Seguimos con la dinámica de las líneas verticales que acentúan la verticalidad. Tenemos el artista
Simon Guillain con el Conjunto escultórico de Luis XII, Ana de Austria y Luis, siendo una imagen
real idealizada, siendo una imagen real plasmada desde la cabeza. Otro de las figuras
fundamentales es Jacques Sarrazín con las decoraciones del pabellón del Louvre con el gusto
de lo antiguo. Por último, tenemos a Michel Anguier, con sus dos obras: Natividad (donde
destaca su formación italiana) y la decoración de la puerta de Saint Denis, con las escenas del
asedio y la toma de Magreb por Luis XIV, con una dedicatoria.
Con la muerte de Mazarino se inicia la
etapa madura de Luis XIV donde toma
el reinado, instaura la academia y crea
la fábrica de los gobelinos. En realidad,
Luis XIV fue educado por los cardenales
y su madre, ahora está todo
obligatoriamente bajo su mano,
acabando todo remitiendo a el- Para
ver que él encargaba una obra, él lo
visitaba y le recordaba que debía
reflejar no solo mi imagen sino también
mi fama. Creando su propria biografía y
narración. Su imagen, poder e imperio
se tenía que reflejar en su imagen.
Los grandes ejemplos los vamos a ver en Alemania, con la estatua ecuestre del Gran Elector
Federico I de Prusia de Andreas Schulter. Alcanza
el poder y la fuerza del personaje histórico con la
contraposición de las figuras inferiores. Todas las
artes plásticas van a llegar con muchos años de
retraso. Si nos vamos a la figura de Fischer von
Erlach, con la Columna de la Peste, con una gran
huella italiana. En realidad, está formada por
diversas figuras, tanto alegóricas como reales.
Este realismo es lo que caracteriza la figura de
Leopoldo I, que esta aplastando la peste. Pasamos
a la primera Familia de la Escultura, La Familia
Quellin, en el Frontón del Ayuntamiento de
Ámsterdam. Es un primer caso en el arte de esta
zona donde se crea una dinastía de artistas que se
caracteriza la estética de Amberes y Holanda e
Inglaterra. Estos moldes podemos ver las
influencias de su formación en Roma y cuando
vuelve de roma se le encarga esta obra. Son sobre todo estos detalles de Terracota lo que nos
habla de su capacidad de plasmas la sinuosidad humana.
También tenemos la obra del sepulcro del Obispo Capello, siendo posterior, con un sepulcro
tradicional donde se utiliza el detallismo y virtuosismo en las vestimentas. Pero también se
pueden aprecias los elementos retóricos del barroco con el ángel que enseña el escudo.
Los teóricos del nuevo estilo serán Agucchi, Mancini y Bellari. Los que traten la imagen sagrada
serán Ottonelli y Pietro da Cortona. Sobre el ilusionismo pictórico y como generar a través de la
pintura diferentes ilusiones ópticas destaca Andrea Pozzo, además de los que se encargan de las
biografías, que son: Baglione, Baldinucci y Bellori.
CARAVAGGIO
Es la figura clave de la pintura Barroca, se empieza como consecuencia de los nuevos dogmas
de la Contrarreforma, donde se convierte el arte en el vehículo de estas ideas, y la forma de
expresión de Sixto V. Por estas causas, la mayoría de las obras serán religiosas, donde se exaltan
los milagros (las causas inexplicables), y donde volvemos a ver una misión didáctica y
pedagógica, con el fin de asombrar e infundir respeto. Se caracteriza por el movimiento y los
colores vivos. A partir de 1715, se caracterizará por un gusto muy refinado a modo de preludio
del Rococo.
Características generales:
• Michelangelo Merisi Aratori.
• Gran cantidad de estudios, interés de su figura y obra.
• Obra ligada especialmente a Roma.
• La breve carrera de Caravaggio puede dividirse en cuatro etapas:
- Periodo milanés: aprendizaje.
- Primeros años romanos: De 1592 al 99. Cuadros pequeños, por regla general
de una o dos medias figuras.
- Años de esplendor en Roma, del 99 a 1606, los grandes encargos públicos.
- Obra de los 4 últimos años, también casi toda para iglesias y realizadas con gran
furia creadora, mientras se traslada de lugar en lugar.
Encontramos las temáticas de las Vanitas. Es una tipología de las naturalezas muertas y
bodegones, muy parecidas al memento mori, con simbolismo a la caducidad de la vida y los
placeres terrenales. Cuando vemos el Cesto con fruta de Caravaggio, 1597-98, que está lleno,
pero si lo vemos bien la parra esta mustia, y los higo también. Son bienes que no todos se pueden
permitir pero que al final se acaban muriendo como todos. Todo esto con un fondo neutro que
nos describe la marchitalidad de la vida. La cesta esta sobre un plano horizontal muy plano que
sobresale, siendo un primer intento de plasmar el 3D, sobresale plasmando una sombra.
Este bodegón tuvo mucho éxito y abrió la puerta a que muchos artistas contemporáneos y
posteriores a Caravaggio se salieran de los géneros establecidos. Eran obras más orientadas a
colecciones privadas, de un formato reducido que podían colocar en las diferentes estancias del
hogar y que además rompían con la preocupación hacia la representación de la temática
religiosa impuesta por la Contrarreforma. Detrás de este objeto inanimado vemos una
simbología hacia el paso del tiempo, ya que al final todo acaba por pudrirse y el tiempo no pasa
en balde. Para darle toda la importancia al objeto, lo coloca en primer plano a la altura de los
ojos, y tan al borde la mesa que da la sensación de que sale hacia el espectador; le da volumen
también a través del fondo neutro pero luminoso y la luz incide en las frutas del cesto, las cuales
hacen referencia al final del verano, con lo que nos dice que llega a su fin una época de diversión
y jolgorio por la llegada del invierno. Lo mismo ocurre con las hojas, vemos algunas muy frescas
y otras mustias y podridas, el avance del tiempo hacia el fin.
Lo que nos interesa es que, a partir de 1592, que se encuentra en Roma donde su primera obra
es el Muchacho Pelando Fruta, un muchacho rico, muy bien arreglado. Tanto esta como la obra
anterior, forma parte de esta primera etapa romana. Uno de los cuadros mas importantes es
Baco Enfermo, que, a pesar de ser un joven musculoso, vemos todos los síntomas de que esta
enfermo. Es posible que sea uno de sus primero retratos, donde se aleja del retrato tradicional,
donde su arte se define por las tinieblas de la realidad, por la filosofía de los Desamparados del
mundo, donde rompe con lo tradicional. Otra obras es la del Muchacho con Cesto de Frutas o
el Muchacho mordido por el Lagarto. Se piensa que las jugadoras de Cartas o la Buenaventura
puedan ser sus primeras obras, donde entra roma bajo el servicio del cardenal Francesco María
del Monte, que al tener rostros similares nos hace pensar que se movía en el mismo entorno.
Son unas obras que nos hablan del ilusionismo. En la buenaventura la obra nos habla de una
gitana que lee el futuro al hombre, donde al mismo tiempo le está robando el anillo. Refleja el
mundo de donde procedía, con las vestiduras de la época, pero se va introduciendo el
trasegundo de la trampa.
Dentro del escenario de los encargos privados, va a hacer muchas pinturas similares. Su obra
“Muchacho pelando fruta”, de 1592 es la primera que se le conoce, prácticamente estaría recién
llegado a Roma y todavía es bastante contenida. El fondo es totalmente oscuro y no podemos
intuir el lugar en el que se encuentra el personaje; sin embargo, es interesante la captación de
un instante cotidiano. Casi a la par, realiza las otras dos obras, donde las escenas representadas
son diferentes; en ellas se aprecia más la sensualidad de las figuras, sobre todo en “Muchacho
con cesto de fruta”, donde vemos de nuevo la fruta realizada con gran tratamiento técnico.
Destaca en esta obra el fondo, que, a pesar de seguir siendo neutro, empieza a jugar con las
luces, en este caso utiliza una luz diagonal que impacta en la mejilla izquierda del joven y que
enmarca su rostro. Vemos también una escena cotidiana en “Muchacho mordido por un
lagarto”, donde vemos un rostro completamente expresivo y texturas muy cuidadas.
La buenaventura, 1593-94
Esta obra tuvo tanto éxito que su gran mecenas de esta época, que va a ser el cardenal Franceso
María del Monte, le encarga poco tiempo después que haga una copia de este cuadro para
incorporarla a su colección. Caravaggio realiza entonces esta obra en 1596/97 y se vuelve menos
sutil que la primera. Las figuras tienen otro tipo de dialogo, las telas son mejor ejecutadas y el
muchacho tiene una actitud menos inocente. La espada en este caso sobresale hacia el
espectador y nos da mayor sensación de ser partícipes de la escena.
Siendo de sus primeras obras religiosas para la capilla contarelli, donde realiza los primeros
encargos religioso. Vemos a la sagrada familia con el ángel musico que representa la leyenda de
la huida por inspiración divina, donde el ángel le da la inspiración y donde José respeta y sostiene
una partitura. Fue encargado por el cardenal Monte. Vemos a María con una imagen muy
aniñada, siendo la misma que veremos en los siguientes cuadros. Vemos la obra de Los Músicos,
donde en esta época era Roma el centro de la escena musical, por lo que en la escena vemos a
los tres jóvenes acompañados por Cupido, siendo una alegoría que representa la música como
sustento del amor y de la vida. En la Magdalena Penitente vemos a la misma niña que en la
Huida.
El realismo extremo que hemos visto en sus obras de temática profana hace que también
termine por conseguir encargos de temática religiosa. Fue un encargo del cardenal del Monte y
termina por regalarlo al papa Clemente VIII y pasa a formar parte de la decoración de la capilla
del Palacio Aldobrandini y forma parte de un juego de diferentes lunetos que decoraban esa
capilla y los demás también son obras, que durante mucho tiempo de debatió la atribución pero
hoy día podemos decir que son de Domenichino y de Albani, dos de los seguidores más
importantes de los Carracci y contrastan con la obra de Caravaggio de una forma muy
contundente. Todos ellos van narrando escenas de la vida de la Virgen, por eso esta obra,
aunque no fue pensada para esa ubicación, encaja con las demás.
La escena está narrada por San Mateo y es que hay un aviso angelical a San José para que huyese
con su familia, ya que Herodes iba a realizar la decapitación de los inocentes. San Mateo no
narra qué sucede en esa huida, y Caravaggio representa un momento estático, es como si se
detuviese el peregrinaje para descansar. Interpreta de manera creativa la visión del ángel que
se aparece y que toca el violín para amenizar el descanso de la familia. Esto podría ser un guiño
al gusto musical del cardenal del Monte, la escena queda partida en dos por la figura central del
ángel, a quien coloca unas alas negras de golondrina, pues se vincula esta ave a los gustos
callejeros de Caravaggio. San José sostiene la partitura común gesto de resignación. La Virgen
aparece con un gesto de gran cercanía al niño Jesús y existe gran detallismo de nuevo en los
objetos que acompañan la escena. Se van dando pequeños pasos en los contrastes lumínicos
hasta lo que será el tenebrismo, pues juega con donde impactan los rayos de luz, que vienen de
fuera de la obra, para enmarcar unas figuras más que otras, atrayendo la mirada del espectador
hacia una zona u otra y creando volúmenes.
Es una de las piezas más impactantes que va a realizar Caravaggio en esta época. Según la
mitología, Medusa era un monstruo con la cabellera de serpientes, su peligro era que, al mirarla
a los ojos, petrificaba a todo aquel que se enfrentara a ella. Caravaggio desarrolla esta obra con
la idea del mito, cuando Perseo se lleva la cabeza de Medusa para usarla como escudo; en
realidad se tratade una pintura sobre lienzo, que recorta y coloca sobre un Tondo circular de
madera para que parezca un escudo. De nuevo se considera que la cabeza es un autorretrato de
Caravaggio, aunque aparezca tan desfigurada por el terror de la degollación. Todo aquel que
miraba la obra, huía despavorido y fue duramente criticada, Caravaggio siempre dijo que si la
Gorgona petrificaba con su mirada, él había conseguido lo mismo ante todo aquel que se
colocara delante de su obra.
Volvemos a ver a esa niña, pero ya más adulta, con las dos obras encargadas en pareja, Santa
Catalina de Alejandría y Marta y Magdalena, que sabemos gracias a un historiador. Es muy
probable que la modelo sea la famosa Fillide de Menandroni. Sabemos que era una cortesana
que habían perdido su nivel de prestigio, pero ella aparece como la modelo de Catalina y
Magdalena. Se trata de escenas del Nuevo Testamento, sobre todo en el que Marta intenta
convertir a Magdalena con la flor como símbolo del pecado.
Según cuenta la leyenda, Judith lo emborracha y lo decapita. Decimos que el pintor con el
dramatismo subrayado por la cortina/mantel rojo, con todos los colores muy oscuros, a
excepción de los protagonistas bien iluminados con el fondo negro. En ella vemos el gesto de
fuerza y esfuerzo de brazo, en cambio su asistente lo vemos asustado y a Holofernes
sorprendido.
Está basada en una historia apócrifa, este pasaje de Judit decapitando al general Holofernes, fue
duramente criticado por los protestantes y Caravaggio lo pinta porque los papas Sixto V y
Clemente VIII mantuvieron el pasaje en la Biblia hasta la reforma de 1592. Holofernes había sido
engatusado por Judit cuando el general intentaba someter a la ciudad y a sus habitantes, los
grandes ancianos mandan a Judit a que se deshaga de él. En aquella época era imposible no
estremecerse al contemplar obras tan violentas, las expresiones faciales hablan mucho de la
psicología del personaje y de la acción que están llevando a cabo. La cabeza de Holofernes gira
en torno a la misma posición que la cabeza de Medusa y opuesto a eso, la serenidad y
contundencia de Judit, que le tira del cabello para poder rotar la cabeza. A través de una
diagonal, Caravaggio centra nuestra atención en el rostro de Judit, la cual está acompañada por
su criada que la mira con ansia y atención. La potencia del drama queda remarcada por grandes
cortinajes que se pliegan como telones de fondo, y que dan la sensación de que estamos ante
una escena teatral.
Representa este tema bíblico de una manera totalmente diferente a las imágenes escultóricas
que se habían hecho anteriormente. Vemos a un joven pastor, que ya ha vencido a Goliat y le
ha cortado la cabeza para llevárselo como trofeo. No vemos la decapitación de Goliat, sino el
momento en el que el joven ata un cordón a su cabello para poder portar la cabeza, cosa que
no aparece narrada en ningún sitio y que Caravaggio interpreta. La composición se vuelve más
compleja. Quizás sea uno de los mejores ejemplos que tenemos del gusto de Caravaggio por la
representación de escenas violentas y dramáticas y durante mucho tiempo estuvo atribuida al
círculo de Caravaggio, pero no al pintor. Sim embargo en los años 90 del siglo pasado se
estudiaron radiografías y se vio que había un primer diseño de la cabeza de Goliat y que
recordaba a la obra de Medusa.
También otro gran ciclo de su pintura son las telas de la Capilla Contarelli. Un ciclo que abarca
todo el dramatismo de la Vida de San Mateo, donde empieza con la vocación de San Mateo.
Donde vemos una figura en la penumbra (Jesús), que con el dedo señala al que cuenta dinero y
le llama, siendo sorprendido y se señala a si mismo (mateo). El único que no entiende que está
pasando por su cara de sorpresa. Los protagonistas son las manos, la mano de Jesús que nos
recuerda a las manos de Miguel Ángel que se complementaría con la mano de San Mateo. Vemos
la admiración de Caravaggio por Miguel Ángel, y volvemos a un Jesús que vuelve a ser hombre,
en la mano que falla al extenderse del todo y la grandiosidad del hombre humano, que se aleja
de la caducidad de los bienes materiales porque ha alcanzado la luz. Esta es la primera parte del
ciclo.
La primera obra que realiza es “La Vocación de San Mateo” y representa el pasaje donde Jesús
ve a un hombre llamado Mateo que era un cobrador de impuestos, se acercó a la mesa donde
estaba, y le dijo: Mateo, levántate y sígueme; Mateo, abandonando su vida pasada, se convirtió
así en uno de los principales apóstoles. La escena tiene una fuerte intensidad dramática, aunque
no llega a explotar la violencia, sino que lo consigue a través de la posición de las figuras y de un
fondo muy estudiado y sobre todo, con el lenguaje de la luz, que tiene simbología. En la
composición podemos ver dos planos muy diferenciados: la parte superior, que no tiene nada
más que pared y una ventana; y la parte inferior, en la que se desarrolla toda la escena, con siete
personajes que están divididos en dos grupos, justo en el momento en el que Jesús entra a lo
que parece que es una taberna, levanta su mano, señala a San Mateo y se lleva a cabo la vocación
de San Mateo. El grupo donde se encuentra el santo, a la izquierda del lienzo, es casi como una
escena de género sin ningún tipo de elementos espirituales ni místicos, coloca al protagonista
justo en el centro señalándose y es llamativo las indumentarias que llevan, pues Caravaggio los
viste con la indumentaria propia de finales del siglo XVI y principios del XVII. Con ello pretende
el acercamiento del público a los personajes. Para contrastar, coloca dos figuras a la derecha del
lienzo, que son Jesús y San Pedro, que está colocado de espaldas, y que visten acorde a su época,
con túnicas y descalzos. Existe un doble eco del movimiento del brazo de Jesús, por un lado, la
luz, una luz diagonal que sigue la proyección del dedo para impactar en la figura de San Mateo,
es la presencia de Dios materializada en la luz, quien en realidad llama a la vocación a Mateo. El
segundo eco está en la propia posición de la mano de San Pedro, que levanta la mano en el
mismo gesto que Jesús, aunque nunca a la misma altura, pues representa ese refuerzo de la
figura del papa como mediador entre dios y los hombres.
Caravaggio consigue con esta obra captar un momento de una rutina diaria en la que de la
manera más inesperada se interrumpe el acontecimiento para que ocurra un hecho milagroso,
daba pie a justificar los argumentos propios de la Contrarreforma de que dios es omnipresente
y que en cualquier momento puede acontecer un milagro.
Tenemos la imagen que se coloca justo enfrente, el Martirio de San Mateo, por el Cardenal Del
Monto, con una arquitectura en el fondo, con diversas figuras y la escena de que el Santo es
víctima de un asesinato. Casi toda la escena es la que se encarga de explicar el significado. La
verdadera protagonista se encierra en la masa, en el tumulto, porque por este tumulto Mateo
cae al suelo y es por esta caída por la que su verdugo tiene la posibilidad de atacarlo. San Mateo
no mira a su asesino, mira al Ángel para coger la palma, siendo el ángel siendo su propio regalo
que el solo puede ver. Si el tumulto se define por varias emociones de sorpresa y asustados, el
único que no está asustado sino agradecido es San Mateo. El ángel como ayuda para pasar al
otro lado.
Tenemos trece personajes y ocupa todo el espacio. Refleja el momento de la muerte de San
Mateo, que tuvo lugar en un templo donde había una piscina para bautismos, y según la
tradición todo el que entraba en esas aguas salía renovado espiritualmente. En el centro aparece
el agua, lo que justifica el desnudo de los personajes; toda la obra gira en torno a la figura del
santo, que ha caído vencido ante la muerte que le espera, pues su verdugo va a clavar la espada.
Todos los personajes que rodean esa escena parece que están sufriendo el efecto de una onda
expansiva, pues da la sensación de que salen despedidos hacia fuera. Hay dos personajes que
son especialmente llamativos, uno es el niño que huye de la escena; el otro, es un personaje que
aparece al fondo y casi pasa desapercibido, que es un autorretrato del pintor, y que está bien
iluminado.
Con esto ha querido hacer una representación simbólica de que estuvo tan presente en ese
momento, que su captación de la escena en esta obra es fidedigna. Podemos ver la agitación de
los personajes por la posición anatómica tan compleja que tienen, juega con las espirales, los
escorzos y todo ello fomentado por el dramatismo de la luz. La mayor crueldad se ha querido
ver en el gesto que tiene el verdugo y que se entiende mirando la parte superior del lienzo, ya
que no lo encontramos en el momento en el que clava la espada a San Mateo, sino cuando éste
le sujeta la mano y le niega la posibilidad de coger la palma del martirio que le ofrece el ángel
que baja de los cielos. Está personificando el pensamiento contra protestante. Es de las pocas
obras de Caravaggio en las que el ángel se suspende en una nube.
San Mateo y el Ángel
Termina con San Mateo y el Ángel, la imagen que demuestra la progresión de la evolución de
esta tela, y en realidad en ambas van sobre las escenas de la escritura, con un fondo oscuro
donde solo resplandecen los personajes principales. Tenemos una dirección diagonal que toca
tanto sus brazos como su rostro, y todo lo demás queda en oscuridad, para dar a entender que
ahí hay una falta de Dios. Le da más teatralidad.
Caravaggio realizó dos diseños, pero uno fue destruido en la II Guerra Mundial, sin embargo, el
primero fue rechazado e hizo una segunda representación que conservamos hoy en día. La
primera obra fue rechazada por el estilo, la composición y la relación de los personajes en la
escena; representa a un San Mateo como un anciano, dejado y con una túnica excesivamente
corta, que además sostiene el evangelio torpemente sin ser capaz de escribir. El ángel era un
adolescente y se interpreta que tiene una posición sensual y demasiado cercana al santo, lo que
no gustó para el altar.
Tuvo por ello que realizar la segunda versión, que si cumplía con el mensaje de la
Contrarreforma. La composición sigue una ligera diagonal ascendente hacia el cielo, donde
aparece el ángel. San Mateo ya no tiene esa mirada analfabeta, sino que es un anciano que
transmite cultura y serenidad en el conocimiento, tiene una anatomía que se intuye mejor
formada. En ángel enumera los acontecimientos, de ahí la posición de sus manos; todo el
conjunto demuestra más firmeza en el mensaje religioso a pesar del carácter de Caravaggio que
se deja ver en la inestabilidad del taburete, pero ni siquiera eso nos hace perder la percepción
de sobriedad del conjunto.
La conversión de San Pablo
Caravaggio interpretó a su manera la escena, parece que estamos en un espacio interior, pero
no queda muy claro, podría ser un establo. El caballo fue muy criticado, porque no era un caballo
de batalla, y lo coloca su zona trasera en primer plano. La Biblia describe esta escena de día, y
Caravaggio nos la muestra en plena penumbra, saltándose los cánones de cómo debería haber
sido reflejada la escena. Hay detalles que nos hablan de la capacidad de materializar lo
inexistente en la obra, se trata de la presencia de Cristo, que la materializa a través de los
espacios vacíos y de la luz. Pese a que el caballo ocupa la mayor parte del lienzo, se genera una
oquedad entre las patas del caballo y los brazos abiertos de San Pablo, donde se ha querido ver
la “presencia ausente” de Dios, que se refuerza con el foco lumínico que desciende de la parte
alta e incide sobre San Pablo, que yace en el suelo, pero no tiene una sensación de miedo, sino
que acoge con los brazos abiertos la luz; su rostro, recuerda más a un éxtasis que al miedo. Estas
dos obras son segundas versiones que realizó, pues las primeras versiones fueron rechazadas.
La obra anterior se complementa con la Crucifixión de San Pedro, que nos vuelve a enseñar al
mismo modelo de San José, con un San pedro mayor, anciano, pero muy musculoso y que tiene
los pies sucios. Con esos pies sucios nos habla que bienaventurados serán los últimos o los
perseguidos. Tenemos tres figuras en la penumbra que sujetan la cruz (el mismo pide que no lo
crucifiquen como Jesús), no hay sangre, no hay dolor, es su último momento antes de que lo
pongan boca abajo. Solo vemos el
momento en el que los dos
personajes hacen el esfuerzo de
colocarlo.
La cena de Emáus
En la Cena de Emaús, que las distinguimos de las siguientes por las manos y por el color rojo. En
realidad, desaparece del todo la escenografía de la habitación, es un fondo neutro con una mesa
en la penumbra, con dos apóstoles, el mesero y Cristo. Representa el momento en el que se deja
reconocer por Cleofás y donde vemos a San Pedro sentado en la silla, una silla en la que solo se
podían sentar los personajes ilustres de la época. Con la espalda de San Pedro se cierra el círculo
creando un ambiente de intimidad. Cristo bendice el pan, dándose cuenta Cleofás de quien es,
en cambio el mesero no. Nos está describiendo de nuevo una situación muy común, la clásica
mesa de la época, con la cesta del borde que nos da la sensación de tercera dimensión.
Este poder es el gran de dios y la iglesia. En la otra cena, la escena es diferente, con dos meseras,
una escena totalmente oscura fruto de su evolución personal y toda la escena oscura nos habla
de su situación personal. Ya no hay cercanía espiritual, donde solo puede comer un poco de
pan. La luz golpea las figuras, pero lo demás está en penumbra. La mayoría de los rostros se han
convertido en espectros, donde todo se ha congelado en un momento.
Es una de las más significativas de toda su trayectoria, pudiendo aplicar todas las características
de esta etapa, con la actitud, complejidad y la expresión de las emociones reflejadas en los
rostros de los personajes, además de los contrastes de luz, que nos lleva la atención a los
personajes que quiere destacar. En esta obra vemos como algo muy característico de
Caravaggio, como son las maravillosas mesas, con el detalle de todos los objetos representados
con gran minuciosidad, donde vemos unos bodegones o naturaleza muerta que nos refleja la
progresión en su obra. Aquí donde vemos el gran cesto de fruta que vemos en primer plano,
jugando con las perspectivas, se representa como si estuviera sobresaliendo de la mesa y del
propio lienzo, acercándose al espectador. La figura principal es la imagen de Cristo, que se sitúa
en el centro, representado con esa corriente del medievo, de Cristo buen pastor, adolescente e
imberbe. Destacan de nuevo los escorzos, la mano de Cristo señalando hacia delante rompiendo
con la profundidad.
El entierro de Cristo
Se ha querido ver un paralelismo con la imagen del Cristo de la piedad de Miguel Ángel respecto
a la composición de la anatomía perfecta, sin embargo, con el avance de su estilo elimina el
dramatismo de la sangre, llegando a ser imperceptibles las heridas en este cuerpo e incluso muy
sutilmente nos medió oculta la herida del costado con la mano de San Juan, el único que nos
narra en el Evangelio la laceración, y por lo tanto es el único que posa su mano en la herida del
costado. Esto nos hace saber Caravaggio era un gran conocedor de los textos religiosos.
La dormición de la Virgen
Fomenta el uso de un color que genera una atmosfera muy pesada y que nos aporta tristeza que
emana de la posición de los apóstoles y la Virgen, con un sentimiento de un hijo que ha perdido
a su madre. María Cleofás cae sobre sí misma y rompe en lágrimas, situada en un primer plano,
acercándose al espectador. Va a ser la obra más contundente de la producción de Caravaggio
en la que va a separarse por completo de esos cánones renacentistas y manieristas de cuerpos
bellos, hercúleos, modelos escultóricos, imágenes heroicas. La tela roja del fondo se va a
convertir en un recurso dramático y teatral para muchos pintores italianos y se va a usar en
muchos de los retratos de la pintura flamenca.
- Orazio Gentilleschi
- Bartolomeo Manfredi
- Carlo Saraceni
- Giovanni Batista Caracciolo
- Giovanni Serodine
- Artemisa Gentilleschi
- Caravaggistas de Utrecht
- Pietro de Cortona
Orazio Gentileschi parte de las corrientes manieristas y conoce de primera mano la obra de
Caravaggio, inspirándose en sus primeras etapas, donde vemos los fondos neutros sobre los que
las figuras tienen esa luz más directa. Es llamado a trabajar en la corte inglesa, con Carlos I de
Inglaterra, donde su estilo se fusiona con corrientes inglesas y aunque mantiene la calidad de
tejidos y la minuciosidad de sus detalles vemos una gran diferencia a las obras que hacía en
roma. Adoptan la luz de Caravaggio. uno de los temas que más tarde recuperara su hija mientras
estudiaba, antes de su agresión sexual, por lo que no sexualiza, ni agrede a los hombres.
Siguiendo la misma estética que la obra anterior, pero esta vez con un fondo de un paisaje
natural, a las orillas del rio. Esta formado por un cortejo de mujeres que acompañan a la reina
cuando se encuentra al niño en la cesta que baja por el rio Nilo y que ha llegado hasta la orilla.
Susana y los Viejos
Es su obra más conocida y bebe directamente de la obra de Caravaggio, aunque vemos rasgos
de la artista en un realismo más desgarrado si cabe que el de Caravaggio. La manifestación del
drama y el dolor está muy presente; los tipos humanos también son gente cotidiana.
Pietro de Cortona. Uno de los grandes, como Bernini o Borromini, tocó todas las artes. Usa
mucho el recurso del trampantojo, como en la cúpula de San Inés de …. o la Cámara de los
esposos de Mantenga?
Aunque la más importante es La divina providencia. Una escena central con cuatro laterales,
llena de soles y abejas, símbolos de los Barberini, ¿mostrando al papa dándoles la llave? como
una alegoría a cuando la familia subió de nivel, provocando el que Barberini se volviera Papa.
Las virtudes fortaleza, dos osos, un hipogrifo, un león por la perspicacia, su virtud militar, etc.…
Tardó mucho en hacerlo debido a que se encontraba haciendo otras dos obras. El culmen de esa
nueva perspectiva es Pietro da Cortona, con una escuela aparte, siendo el que va a llegar al
máximo de su expresión. Vemos una representación más movida de la escena, con un barroco
más acentuado, dando un mayor dinamismo elevando la visión hasta la quadratura,
enmarcando la escena de la alegoría de la providencia, aludiendo al poder del papado de los
Barberini, ya que en el centro vemos la coronación del escudo de las abejas.
Los seguidores de Carracci
Atalanta e Hipomenes
La influencia del estudio de la escultura clásica está muy presente en esta obra, pues parece que
estamos viendo un relieve clásico. La figura del hombre es hercúlea, mientras que la de ella,
responde a un canon de belleza de mujer del siglo XVII, más voluminosa. Intuimos la pesadez de
los movimientos y hay una V muy marcada por el cruce de diagonales. Esta obra es más
contenida y clasicista que la anterior.
FLANDES
Desde el periodo medieval, en la zona de los Países Bajos, no había habido ningún boom artístico
ni ningún nombre de artista importante ni con difusión en el resto de Europa. Vamos a salir de
esos primitivos flamencos, que son el final del periodo medieval y tendremos que esperar hasta
finales del siglo XVI para que empezara a extenderse nuevas corrientes artísticas que emanaban
de la propia problemática histórica que tenía esa provincia; y es que los Países Bajos se quedan
divididos en dos: al Norte, después de la paz de Westfalia, que va a conllevar la aprobación de
la libertad de credo, se impone el protestantismo, que tanto marcó las corrientes artísticas de
Centroeuropa. Sobre todo, porque llevó a que Holanda se convirtiera en un área de mucha
bonanza económica, ya que se fomentó el comercio internacional, que conllevó el auge de una
burguesía poderosa con un gusto artístico arrastrado del periodo medieval. Esto hizo que
hubiera un amplio abanico de artistas que trabajaban allí pero que se sometían a los gustos de
esa burguesía, que va a pedir pinturas sobre todo de género, bodegones, paisajes y retratos.
La zona sur, Flandes, abarcaría lo que hoy día es Bélgica y Luxemburgo, y va a mantenerla religión
católica, siguiendo fiel a la política de los Austrias, dirigidos por los reyes españoles y con capital
en Amberes. En las dos áreas vemos una apuesta firme por la adaptación de los gustos del arte
barroco internacional, que llegaba con corrientes más progresistas de la zona italiana, pero
también con corrientes vinculadas al paisaje y la creación de atmosferas de la zona francesa. Por
tanto, las características que van a tomar las obras son: el movimiento dramático de las figuras,
la exaltación, el dinamismo, etc., si hablamos sobre todo de Rubens; y si nos vamos a la pintura
de género, el intimismo, composiciones más sencillas y que vamos a encontrar contrastes
lumínicos que llegan a la zona holandesa gracias a los Caravaggistas de Utrecht. Se convierte en
uno de los hitos más importantes de la pintura del siglo XVI, y adquiere unas características
particulares, por la influencia medieval que ya traía.
RUBENS
• Influencias:
- Miguel Ángel: monumentalidad de los cuerpos y composiciones dramáticas.
- Venecia, Tiziano: color, pincelada, gusto por la mitología y los desnudos.
- Carracci: grandilocuencia y teatralidad.
• Características:
- Dinamismo, movimiento de las figuras y composiciones.
- Colorido intenso y cálido.
- Exuberancia de las figuras, hombres musculosos y mujeres carnosas y
sensuales.
• Cultivó de todos los géneros:
- Pintura religiosa: composiciones grandiosas y teatrales que conectan el
sentido triunfal de la contrarreforma.
- Pintura mitológica: pretexto para introducir desnudos dinámicos y actitudes
teatrales movidas.
- Retrato: retrato cortesano en el que más que la psicología del personaje cuida
el vestido y escenario como símbolo de su categoría social.
- Paisaje: revaloriza la vida rural con juegos de luces dramáticas y una naturaleza
movida.
Con obras como Hero y Leandro, que no produce miedo. Aunque su obra capital es el Rapto de
las hijas de Leucipo, que podría ser El rapto de las Sabinas. Nos describe un momento con tres
perfiles, con un ….. de Castor y Polux frente a las hijas de Leucipo, pero no se parecen en nada,
de ahí la idea del otro título. Uso gamas de colores muy potentes.
En las mitológicas está también, (Batalla de las Amazonas) con paisaje importante en el fondo.
O las Tres Gracias, que muestra castidad e inocencia, aun si eran la imagen de la belleza ideal y
la sensualidad, siendo las tres hijas de Zeus, Aglaya ('Belleza'), Eufrósine ('Júbilo') y Talía
('Abundancia'). Cambia la relación entre ellas, abrazadas y felices, unidas por un velo que no
oculta nada. Composición triangular, con la de en medio de espalda, ……., enmarcadas entre un
árbol y la cornucopia. Retratando a sus dos mujeres.
Altar Mayor de Santa María In Vallicenlla
El niño está como foco de luz de la pintura, siendo este quien ilumine la fe. Vemos la influencia
directa de Miguel Ángel con los cuerpos monumentales y voluminosos y, a su vez Caravaggio,
con la naturalidad del pie sucio de uno de los personajes. Los colores son muy venecianos, con
una sensación de metalizado en los brillos de las telas y por último una tradición más flamenca
de los detalles que aparecen en la pintura. En la ampliación nos incorpora dos personajes
semidesnudos que nos recuerdan a Rafael, incorporando además un autorretrato en el lado
derecho. La diagonalidad barroca está acentuada, junto a la composición de los personajes que
conforman la escena.
Elevación de la Cruz y el Enterramiento de Cristo
Retrato de un hombre
En 1600 sale de Amberes y se marcha a Italia. En primer lugar, se dirige a Mantua, donde entra
a trabajar al servicio del Duque de Mantua y se convierte en pintor de la Corte de Mantua.
Suposición allí le permite conocer la rica colección que tenían los duques, formarse en los
grandes maestros del Renacimiento y entrar en contacto con las nuevas corrientes barrocas de
Aníbal Carracci y Caravaggio, que estaba extendiéndose por Italia. Los duques de Mantua no
solamente le dan trabajo como pintor, sino que también por su formación tan culta, lo meten
dentro del cuerpo diplomático, y en 1603 lo mandan a España para que entregue unos regalos
al rey Felipe III de España y al Duque de Lerma. Cuando viene a España, realiza esta obra para el
Duque, en la que el éste se quería ver reflejado como los grandes monarcas. Rubens genera una
interpretación diferente, pues se aparta de la representación tradicional que se hacía en este
tipo de pinturas a partir de la obra de Tiziano del Retrato Ecuestre de Carlos V. Se da un escorzo
más barroco, donde tanto el caballo como el caballero miran al espectador. Lo viste con grandes
ropajes. El paisaje es totalmente veneciano, enmarcando la figura del duque. Coloca al fondo
una escena de batalla.
Con los retratos de Ana de Austria, donde aparece con la corona de Francia y otra ya como
regente de luto. Un gran escote con un gran cuello, con vestidos que llevan debajo un paniers
(dos cestas de mimbre en la cadera para abultarla).
El ultimo retrato es el de Felipe IV, en los momentos de los inicios de su reinado. Lo primero que
vemos es que la golilla no es totalmente circular, sino en punta. Lleva todos los elementos de la
consigna española, en la manga lleva brahones (mangas acuchilladas), que hace juego con las
insignias del poder y los botones de oro. Lleva la mano sobre la empuñadura y delante del
cortinaje rojo (típica construcción escenográfica del Barroco).
La segunda mujer de Rubens, un retrato sensual pero que sigue denotando inocencia que solo
despierta castidad. Le ha dedicado muchas representaciones a su mujer.
No podemos dejar Flanes sin olvidarnos de dos figuras muy importantes, como la de Brueghel
el Viejo con su obra la Vista, o Antón Van Dyck. Este último, esta especializado en retratos,
siendo mas que un autor de pasada. En el retrato de Carlos I de Inglaterra se le representa a
caballo, con el bastón de mando entrando por debajo de un arco del triunfo con cortinaje verde.
Al lado aparece el escudo real y va acompañado. En el segundo retrato aparece menos formal,
con la pose a lo Donatello, vestido de campo con las botas altas y la chaqueta con la banda del
mando y con sombrero. Vemos que el está en una parte del cuadro, no está en el centro, donde
el protagonista es más el caballo, ya que es un cuadro no institucional. Destacamos los recursos
manieristas, con la expresión desenfada y el paisaje natural. De Jacob Jordaens le gustaban más
los paisajes desenfrenados y divertidos, relacionados con los vicios.
HOLANDA
Se acaba de separar de España, donde mantenía y reforzaba su fe protestante con una favorable
economía. Donde el arte resalta sobre todo sus valores nacionales. Rembrandt era un gran
humanista que destaca por su etapa creativa. En sus retratos siempre destaca con sinceridad
sus características a lo largo de su vida. Ha sido recibido con admiración donde destaca en los
temas bíblicos.
Es sin duda uno de los grandes maestros barrocos de la pintura, con una repercusión muy
notable, tanto en su vida como ya en su fallecimiento. Fue un hombre de una tremenda
originalidad creativa, perdurando por muchos años. Nació en Leiden, ciudad próspera gracias a
su industria textil, vino al mundo entre una familia de humildes trabajadores, esto lejos de ser
para el un obstáculo, fue un motivo mayor para una aplicación en el trabajo. Era un hombre de
una inagotable actividad, de naturaleza regia, comenzó a matricularse en la Universidad de
Leiden, pero al ser su dedicación, potencia sus estudios artísticos.
Nos encontramos con una imagen del cuadro de La Lapidación de San Esteban o Martirio de San
Esteban. Fue realizado por Rembrandt en el año 1625, siendo esta obra perteneciente a la
pintura barroca de los Países Bajos.
La Lapidación de San Esteban es la primera obra conocida con fecha exacta de Rembrandt,
pintada en Leiden bajo la influencia de Pieter Lastman, su maestro. Como pintor de historia,
Rembrandt debe mostrar el mayor número de posiciones posible, así como la inserción de la
figura en el espacio a través de los paisajes y las arquitecturas. En este caso, se pone de
manifiesto la facilidad del joven pintor para transmitir todas las exigencias demandadas. El santo
se sitúa desplazado hacia la derecha, arrodillado, esperando su martirio. A su alrededor
encontramos a sus verdugos, observando la lapidación desde diferentes posturas los sacerdotes
y los militares, éstos a caballo ocupando una zona ensombrecida. La luz impacta de lleno en san
Esteban y los hombres que le lanzan las piedras, resaltando sus gestos y expresiones, mostrando
un amplio catálogo de reacciones humanas. Las figuras ocupan toda la superficie de la tabla,
destacando sus anatomías escultóricas y sus músculos en tensión. El movimiento y el
dramatismo de la escena, elementos típicos del barroco, están en su momento culminante a
pesar de tratarse de una obra juvenil. Rembrandt se presenta como el pintor más capacitado
de su tiempo y promete obras inolvidables como La lección de anatomía o La ronda de noche.
San Pablo en Meditación o en el Escritorio
Nos encontramos con una imagen del cuadro de La Lección de Anatomía del Doctor Nicolaes
Tulp. Fue realizado por Rembrandt en el año 1632, siendo esta obra perteneciente a la pintura
barroca de los Países Bajos.
Es la demostración de una disección de un cadáver. Esta obra fue la que hizo impulsar la fama
del artista. Excelente retrato de grupo encargado en 1632 por el doctor Nicolaes Tulp, en el que
aparece representada una lección pública de anatomía, costumbre habitual en aquellas fechas
para demostrar la sabiduría de Dios al crear al hombre. Vemos al doctor Tulp con su sombrero,
reflejo de su cargo, con unas pinzas en la mano derecha, mostrando a sus alumnos la disección
de un brazo, los tendones y los músculos. El cuerpo del muerto en el que se realizan las prácticas
es el de un conocido criminal ajusticiado; detrás de él se sitúan siete alumnos del doctor que
escuchan atentamente la lección, destacando el realismo de las figuras a través de sus
expresiones: sorpresa, entusiasmo, atención... Las miradas de cada una de las figuras hablan
por sí solas y hacen que el espectador se sienta protagonista también de la escena y se integre
en la lección, ampliando así el aula de Tulp a la sala donde se expone el cuadro. Las figuras
apiñadas en torno al cadáver suponen una novedad, ya que, en los retratos de grupo anteriores,
se pintaba a las personas en fila; al colocarlas así, Rembrandt ofrece una mayor sensación de
realismo. El pintor está interesado en los contrastes lumínicos que provoca una luz potente y
clara, que ilumina unas zonas y deja en profunda sombra el resto del espacio, según indicaba la
teoría tenebrista que trabajaba por estas fechas. El colorido oscuro también es característico de
la técnica tenebrista, pero además hay que destacar la austeridad cromática de los trajes de
aquella época, animada por los cuellos y puños blancos. Los detalles de los cuellos y los ropajes
o los libros demuestran la altísima calidad del artista, que triunfa en Ámsterdam gracias a estos
trabajos.
En la otra lección de anatomía, es totalmente diferente. Vemos que es una confrontación para
el examen. El esqueleto se coloca en el centro, y el profesor es quien lleva el sombrero y todos
los demás son barberos y van vestidos según la moda protestante de la época. En otra lección
vemos el cuerpo ya abierto, donde estudia el cerebro, y su ayudante tiene en mano la bóveda
cranica. Esta nos recuerda al cristo yacente de Manteña. Suele siempre acompañarse con el
gremio de los pañeros por la similitud de vestimenta y por la diferencia de perspectiva. Al ser
todos oficiales, todos llevan sombreros.
La Ronda de Noche
Nos encontramos con una imagen del cuadro de La Ronda de Noche. Fue realizado por
Rembrandt en el año 1642, siendo esta obra perteneciente a la pintura barroca de los Países
Bajos.
La escena se desarrolla al aire libre, pero no de noche como pone en el título, sino que se
oscureció con el paso del tiempo y por eso tiene en la actualidad ese aspecto nocturno; de
hecho, hasta el siglo XIX no se la conoció como La Ronda de Noche, sino como La Milicia del
capitán Frans Cocq. La representación de retratos de grupo en los que aparecen milicias era
habitual en Ámsterdam por aquellas fechas, pero ninguno supera a esta obra por el realismo
con el que está pintada, captando a la perfección los rostros y las actitudes de todos los
personajes, en una sensación de movimiento y de vida muy difícil de superar. Los juegos de luz
y sombra recuerdan la influencia del tenebrismo de Caravaggio, remarcado aún más por el
oscuro colorido de los trajes, a excepción del hombre vestido de rojo en la izquierda y del color
blanco de cuellos y puños. También hay que destacar cómo resbala la luz sobre los elementos
metálicos, que ofrecen así mayor sensación de realismo. El pintor está en estos momentos muy
interesado en destacar los detalles, como observamos en la banda roja del capitán, la casaca del
alférez o el vestido de la niña que aparece al fondo. Pero las figuras que vemos en segundo
plano están más difuminadas y dan la impresión de que existe aire y polvo entre las figuras. A
pesar de ser una obra maestra, cuando fue presentada en Ámsterdam tuvo una fría acogida por
parte de la crítica; si a esto añadimos la muerte de su esposa, Saskia, comprenderemos por qué
el año 1642 no fue nada bueno para el pintor, que iniciaba entonces un período de cierta
decadencia.
Sansón cegado por los Filisteos
Nos encontramos con una imagen del cuadro de Sansón cegado por los filisteos. Fue realizado
por Rembrandt en el año 1636, siendo esta obra perteneciente a la pintura barroca de los Países
Bajos.
Es una obra brutal en todos los conceptos del término. Rembrandt va a realizar en esta década
de 1630 una serie de obras religiosas, además de los retratos que le van a dar fama y dinero. En
estas escenas religiosas va a acentuar el dramatismo y la violencia, interesándose por el
movimiento y los escorzos, como ocurre en este caso. Sansón era un israelita dotado de una
gran fuerza sobrenatural. Se casó en dos ocasiones con mujeres filisteas, pueblo que era claro
enemigo de los suyos. La segunda de ellas, Dalila, descubrió el secreto donde residía la fuerza
de Sansón: en su cabello. Así que no dudó en cortárselo, momento que fue aprovechado por
los filisteos para cegar y encadenar a Sansón. Este es el instante elegido por el artista para
reflejar en la obra, viendo a Sansón iluminado por la luz al ser la figura principal, tumbado en el
suelo por un filisteo, momento éste que aprovechan los otros para encadenarle y cegarle. Al
fondo, Dalila se marcha con la cabellera en la mano izquierda y las tijeras en la derecha. La
violencia de la escena está ratificada por el gesto de dolor de Sansón y por el rostro desencajado
del filisteo de la derecha. La luz vuelve a ser la principal protagonista de la composición ya que
procedente de la izquierda, ilumina a Sansón de lleno mientras que en los filisteos que le rodean
solamente resbala por sus cascos y sus armaduras. Lo mismo ocurre con Dalila mostrándose su
rostro de pavor, totalmente consciente de lo que ha hecho y de lo que está observando. Este
uso especial de la luz la aprendió Rembrandt de los Caravaggistas de Utrecht, quienes
extendieron el tenebrismo por el norte de Europa. Interesa también destacar la especial
atención dedicada por el artista a los detalles, tanto de las armaduras como de las telas.
Retrato del profesor menonita Cornelis Claesz Anslo y su esposa, ella lleva una cofia de encaje
y paño, usando como muestra de su posición social, ya que cuanto más blanco sea, más alta es
su posición, ya que debían limpiarla mucho. Los libros de Becerro, dando a entender su posición
social y como erudito, Detrás un candelabro de la que viene la luz y una puerta en el fondo,
mostrando solo una parte del cuarto, con un mantel cubriendo la mesa, aunque este mantel
parece más bien una alfombra, con el fin de mantener caliente la casa.
La novia judía, sólo los ricos podían mantener el color de los vestidos, mostrando el encaje y las
joyas que la cubren. No se sabe si la intención es advertir de no ser una novia necia, pero solo
esta una, lo que es raro en esta tipología.
Se dedican a una tipología de retratos de Holanda, llamados los Tronies. La famosa joven de la
perla sea un tronie, siendo en realidad una representación exótica. Es algo que solo
encontramos en el siglo de oro de Holanda, unos estudios de la expresión y la fisionomía para
representar realísticamente la realidad de las figuras.
Fran Hals
Frans Hals manifestó durante su vida una tremenda audacia y un gran coraje que empaparon
sus propios lienzos. Tenía la capacidad de plasmar la psicología del personaje. A diferencia de
otros retratistas contemporáneos, no diferenciaba en su pintura si era por encargo o no.
Utilizaba la misma diligencia y precisión en cualquiera de sus obras.
"Una inusual manera de pintar que superaba a la de casi cualquiera" escribió su primer biógrafo,
Theodorus Schrevelius, en el siglo XVII, sobre su técnica pictórica. En realidad, esta técnica no
fue creación original de Hals, ya existía en la pintura italiana barroca, aunque probablemente
Hals la tomó de sus contemporáneos flamencos: Rubens y Van Dyck.
A comienzos del siglo XVII, ya sorprendía la vitalidad de los retratos de Frans Hals. Schrevelius
apuntaba que su obra reflejaba "tal potencia y vida" que el pintor "parecía alcanzar el natural
con sus pinceles". Siglos después, Vincent van Gogh escribía a su hermano Theo: "Qué alegría es
ver a Frans Hals, qué diferente son sus pinturas -muchas de ellas- donde todo está
cuidadosamente alisado del mismo modo".
Hals eligió no darle un acabado definido a sus pinturas, como hacían casi todos sus
contemporáneos, pues imitaba la vitalidad de sus retratados usando manchas, líneas, gotas,
grandes parches de color, que conformaban los detalles.
Mostrándose lo más elegante y alegre posible. Algo así lo veremos en la pintura inglesa más
adelante. La singularidad de este cuadro estriba en que fue el único con el tema de los esposos
en un paisaje, muy habitual en la pintura flamenca como es el caso de Rubens o Rembrandt.
Tanto el tema como el entorno hizo difícil su atribución a Hals, que hoy es unánime. Algunos
estudiosos identifican las figuras con un autorretrato del pintor con su segunda esposa Lysbeth,
pero no se puede asegurar con fidelidad. Podría ser también una pintura de encargo por un
matrimonio de la ciudad o modelos desconocidos, que era técnica común en la pintura
académica, como cuadro de género. Hoy se identifican con Isaac Massa y Beatrix van der Laen.
¿Los tres mosqueteros? Ya que por ese entonces la gente pedía sus retratos con el fin de
colgarlos en casa y mostrar lo bellos que son a las visitas. Retratos populares, al natural,
expresivos, realizando acciones cotidianas.
La milicia cívica de San Jorge o Banquete de Arcabuceros
Intenta retratar la psicología del individuo individualizando, pero sin crear protagonistas,
mostrando una gala, su vitalidad y expresividad. Estos dos lienzos son de los más destacable de
los ocho retratos colectivos que atesora el museo Frans Hals de Haarlem. Representan escenas
de banquetes de dos de las milicias cívicas de la ciudad, con las que el pintor estaba muy
relacionado. Muestran el poderío y bonanza económica que vivía la ciudad. Estos aspectos son
simbolizados, además de por el carácter afable de sus miembros, por el hecho de que se
encuentren inmortalizados durante un banquete. El retrato de grupo es la gran aportación del
genio holandés y no tenía precedentes en la retratística de la época. La luz de los lienzos destaca
los rostros y las manos con la intención de hacer más notorio los gestos de sus figuras. El juego
de luces, tomada del exterior, sirve para contrastar la sobriedad de los ropajes de estas
asociaciones cívicas de carácter puramente calvinistas. Destaca también la posición de las
figuras, de forma manierista y que van más allá de las meras personas sentadas en torno a una
mesa. El segundo de ellos también es conocido con el nombre de El banquete de los oficiales del
cuerpo de arqueros de San Adrián.
Tratan sobre la caducidad de la vida, destacando el blanco y negro, junto con el claroscuro. Son
dos de las últimas grandes obras del pintor, pintadas por Hals, siendo ya octogenario. Es fácil de
adivinar la impronta de decadencia, vejez y muerte en los lienzos, que puede reflejar su propia
decadencia o incluso el desengaño del autor con la sociedad que permitió su propia penuria
económica. A diferencia de otros cuadros colectivos, Hals usa colores primarios, básicamente
negros y blancos, meramente extendidos por el lienzo sin pinceladas de precisión. Usa más que
nunca el claroscuro al estilo de Caravaggio. Son curiosas las posiciones y la actitud tanto de los
rectores como de las rectoras, adoptando formaciones desordenadas y mostrando falta de
entendimiento con las miradas dirigidas a objetos dispares.
Stephanus Geraerdts e Isabella Coymans. Aun por separado, trata sobre una pareja, ella lleva
un jugón y una doble falda todo con encaje, mientras el hombre también muestra su ropa con
encajes, demostrando su poder adquisitivo.
La cíngara
Jan Vermeer
Prácticamente olvidado durante dos siglos, a partir de mediados del siglo XIX la pintura de
Vermeer tuvo un amplio reconocimiento. Théophile Thoré contribuyó a la consagración de
Vermeer con unos artículos periodísticos muy elogiosos. Actualmente es considerado uno de los
más grandes pintores de los Países Bajos. También es particularmente reconocido por su
maestría en el uso y tratamiento de la luz.
• Cuadros de mujeres
El cuadro Muchacha leyendo una carta, pintado hacia 1657 y, por lo tanto, en la primera fase
de Vermeer, muestra a una mujer con una carta, que determina la acción en el cuadro. El
elemento de la carta fue retomado por Vermeer en otros cuadros. En este, la muchacha está
situada en el centro del cuadro, con una carta en la mano, delante de una ventana abierta. En el
lado derecho se ve una cortina, en primer plano una mesa. La mujer está representada de perfil,
pero el observador puede ver su cara en un reflejo en la ventana. Que la carta sea posiblemente
de amor se puede leer en detalles, como la fuente llena de manzanas y melocotones, en relación
con la historia de Adán y Eva. La cortina del primer plano puede reforzar esta idea, ya que está
abierta en señal de revelación, pero también puede tratarse de un elemento de la composición,
empleado a menudo por Vermeer. En la mayoría de las representaciones de mujeres de
Vermeer, la moralidad tiene un papel importante. Incluso en los cuadros de mujeres tocando
música aparece el tema.
Es una escena de la vida cotidiana, donde se presenta a una mujer trabajadora. En este caso
Vermeer quería poner a la mujer como un ser fuerte y que da ejemplo. Este cuadro tiene
realismo, teatralidad y dinamismo y está hecho con un contraste de luces y sombras. Es un óleo
sobre lienzo y los trazos son finos.
• Paisajes Urbanos
Vista de Delft, se pintó hacia 1660 o 1661. Vermeer lo realizó probablemente con ayuda de una
cámara oscura desde un piso alto. La altura de su punto de vista queda patente sobre todo en
las figuras de la esquina inferior izquierda. El cuadro muestra una vista de la ciudad con el río
Schie en primer plano. Vermeer ordenó los elementos arquitectónicos en el cuadro paralelos al
borde del lienzo, al igual que hizo sus demás cuadros y al contrario que otros pintores, que
intentan transmitir la vida interior de la ciudad con calles que se adentran. Además, colocó en
primer plano dentro de la composición un área triangular de la orilla del río. Este elemento, que
fue introducido en la pintura por Pieter Brueghel el Viejo, ha sido empleado con frecuencia,
como por ejemplo en el cuadro Vista del Zierikzee de Esaias van de Velde. Vermeer empleó para
colorear el paisaje sobre todo colores ocres y marrones. Sobre los edificios en la sombra en
primer plano y los cascos de los barcos colocó puntos de color para representar la estructura de
juntas y las incrustaciones. La luz, que se introduce entre las nubes, ilumina sobre todo los
edificios que se encuentran al fondo y la torre de la Nieuwe Kerk. Con esta iluminación de la
torre de la iglesia, Vermeer quería probablemente hacer una declaración política.
• Alegorías
Johannes Vermeer pintó además de sus cuadros realistas, que tratan habitualmente de asuntos
banales, dos alegorías en las que personificó temas abstractos y tomó posición a través de
símbolos y referencias. Los cuadros llevan por título Alegoría de la fe, pintado entre 1671 y 1674,
y Alegoría de la pintura o El arte de la pintura. En ellos Vermeer se basó en el conocimiento de
Cesare Ripa de la iconografía.
El arte de la pintura (Alegoría de la pintura), es una famosa obra del pintor holandés Johannes
Vermeer. Está realizada al óleo sobre lienzo y mide 120 cm de alto y 100 cm de ancho, por lo
que es la tercera obra más grande dentro de la producción conocida de este artista, después de
las obras jóvenes "Cristo en la casa de Marta y María" y "La alcahueta". Se conserva en el Museo
de Historia del Arte de Viena, Austria, donde ha estado expuesta desde que fue recibida por el
gobierno austriaco en 1946. En neerlandés es conocido como De Schilderkunst o Allegorie op de
schilderkunst. Este cuadro también es conocido con el título de El estudio del artista.
Muchos expertos de arte creen que la obra es una alegoría de la pintura, de ahí el título
alternativo de este cuadro. Es el más complejo de los cuadros de Vermeer y según los críticos,
una de las obras más logradas del pintor, si no la mayor composición, trabajando en ella durante
varios años. Se deduce que es un autorretrato de espaldas. La figura femenina, representando
a una musa, se ha propuesto como la hija del pintor, Maria Vermeer.
La pintura es famosa por ser una de las favoritas de Vermeer, y un buen ejemplo del estilo óptico
de pintura. Creado en una época sin fotografía, ofrece una representación visual realista de la
escena y es, se supone, una muestra del uso de la cámara oscura.
La pintura tiene solo dos personajes, el pintor y su modelo. Se cree, pues, un autorretrato del
artista, aunque no resulta visible su cara. Viste con lujo, lo mismo que hizo Rembrandt en El
pintor en su estudio. El traje es similar al que viste otra figura de un cuadro que se supone que
es también autorretrato de Vermeer, "La alcahueta". La vestimenta lujosa subraya la idea de
que el pintor no es un mero artesano sino ejecutor de un trabajo distinguido. Una serie de
objetos que se muestran en el estudio del artista se ha inferido que están fuera de lugar. El suelo
de mármol ajedrezado y el candelabro dorado son dos ejemplos de objetos que normalmente
estarían reservados entonces para casas de las clases pudientes, por lo que se consideran
idealizados. El mapa del fondo es de las Diecisiete Provincias Unidas de los Países Bajos (Bélgica
y Holanda unidas, antes de la separación política y religiosa), flanqueado por vistas de los
principales centros de poder.
El tema es la musa de la historia, Clío. Esto se evidencia en que luce una corona de laurel,
sostiene un cuerno (que representa la fama, como encarnación de la celebridad) y lleva un libro
(representando el conocimiento), según el texto del siglo XVI de Cesare Ripa sobre emblemas y
personificaciones, titulado iconología. El águila de dos cabezas, símbolo de la dinastía austriaca
de los Habsburgo y anteriores dirigentes de Holanda y entonces reinantes en Flandes, que
adorna el candelabro dorado central, puede haber simbolizado la fe católica y la unión de los
Países Bajos. Vermeer era católico converso por matrimonio en una Holanda
predominantemente protestante. La ausencia de velas en el candelabro se supone que
representaría la supresión de la fe católica. Hay discrepancias sobre la interpretación política y
confesional sobre esto, sin embargo. Como corresponde a una alegoría, la luz natural se
convierte en luz glorificadora, a través del recurso de la luz intensa que proviene de una ventana
invisible, a la izquierda, y que cae directamente sobre la modelo personificando a la musa, que
el pintor pinta.