Principio Regulador Subsidiario Del Estado

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INTRODUCCION.

En un país democrático y garantista como es el nuestro, es un hecho que se va a querer

y considerar siempre el desarrollo tanto personal como económico de todas las

sociedades dentro del territorio peruano. Es por eso que nuestra constitución política de

1993 y algunas normas especificas han regulado y permitido el libre desarrollo de

comercio y la libertad de empresa, con el fin también de salvaguardar nuestros derechos

fundamentales y prohibir el abuso de poder que tiene el Estado, frente a terceros

particulares.

Además, como sabemos, el Estado se encuentra dividido en tres poderes, esto con el fin

de garantizar la imparcialidad que debe tener esta entidad pública, ya que su función

primordial es la de garantizar nuestros derechos humanos y fundamentales con el fin de

permitirnos el libre desarrollo personal. Es por ello también que en este presente trabajo

de investigación vamos a tener en consideración el principio de función reguladora

supletoria del Estado y las funciones que cumple con el fin de garantizar nuestro sistema

de derecho.
PRINCIPIO DE FUNCIÓN REGULADORA SUPLETORIA DEL ESTADO

PERUANO.

Este principio se encuentra previsto en el articulo 58º de nuestra Constitución Política,

la cual prescribe que ‘’ la iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de

mercado. Bajo este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país, y actúa

principalmente en las áreas de promoción de empleo, salud, educación, seguridad,

servicios públicos e infraestructura.

También se encuentra vinculado con el principio subsidiario del Estado, el cual surge

como una garantía de los particulares frente al Estado, a fin de asegurar el ejercicio de

los derechos fundamentales de ámbito económico e impedir que el Estado realice

actividades empresariales cuando ello no resulta indispensable.

se encuentra regulado en el articulo 60º de nuestra Constitución Política, en el cual

señala que, ‘’el Estado reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se

sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa. Sólo

autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad

empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta

conveniencia nacional. La actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo

tratamiento legal’’ (el subrayado en mío).

Y que el mismo Tribunal Constitucional ha denominado en el fundamento jurídico N.º

23 del EXP. N.º 008- 2003-AI/TC, es un caso en el cual los recurrentes interponen una
acción de inconstitucionalidad por parte del Estado peruano, puesto que se habría

promulgado una decreto donde regulaba el precio máximo que deberían cobrar los

transportistas de pasajeros y cargas, tanto nacional como internacionalmente, hecho que

no dejaría que las terceras partes no puedan tener la libertad de poner sus precios de

acuerdo a la oferta y demanda, además el TC, al desarrollar el contenido del principio

constitucional de subsidiariedad económica, señaló lo siguiente: “Debe enfatizarse que

la intervención de las autoridades públicas en el campo económico, por dilatada y

profunda que sea, no solo no debe coartar la libre iniciativa de los particulares, sino que,

por el contrario, ha de garantizar la expansión de esa libre iniciativa, y la de los

derechos esenciales de la persona humana.”

Además, El rol subsidiario del Estado implica dos aspectos fundamentales:

1. Evita que el Estado se sobredimensione a través del incremento del gasto

público, y;

2. Que se destinen los escasos recursos públicos a la producción de bienes y

servicios en sectores competitivos, los cuales pueden ser provistos por la

actividad privada. Por el contrario, con dichos recursos se pueden atender otras

necesidades prioritarias de la sociedad ante la ausencia de oferta privada

suficiente (Cairo, 2013).

Entonces con base a lo antes mencionado, podemos decir que la labor que tiene el

cuerpo político, en el contexto de un Estado social y Democrático de derecho, no puede

ser asociada a la idea de que tenga por regla irrumpir en la libertad de los agentes

económicos. Además, su intervención, debe configurarse como excepcional. Y es que

toda regulación estatal debe justificarse por la presencia de una falla de mercado, es
decir, por una situación en la que el libre juego de la oferta y la demanda y el régimen

de libre competencia impidan alcanzar una asignación eficiente de recursos, lesionando

intereses públicos.

INICIATIVA PRIVADA LIBRE.

Esta norma la podemos encontrar regulada en el articulo 58º de nuestra

Constitución, por lo que se dice que es el derecho fundamental de toda persona natural

o jurídica a participar, en forma individual o asociada, en la vida económica del país.

Esto implica que toda persona natural o jurídica tiene el derecho de iniciar y

posteriormente desarrollar con autonomía plena la actividad que prefiera dentro de los

límites que establece la ley. En tal sentido, puede producir bienes, prestar servicios o

dedicarse a la distribución de los bienes actividades que se encuentran en línea con la

Economía Social de Mercado.

En esa orientación, se puede afirmar que la iniciativa privada consiste en la actividad

realizada por una persona natural o jurídica, nacional o extranjera sobre adquisición de

activos, proyectos productivos, servicios, obras de infraestructura, entre otras

actividades que puedan ser ejecutados con la participación del sector privado. Siendo

así, la iniciativa privada no puede ser obstaculizada dentro de la actividad económica,

siempre que actúe dentro del marco que establece el Derecho y sea ejercida en una

economía social de mercado (Cairo, PRINCIPIOS GENERALES DEL RÉGIMEN

ECONÓMICO DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ, 2016).

HAYEK (2012), afirma que “la actividad económica proporciona los medios materiales

necesarios para alcanzar todos nuestros objetivos. Si somos libres para elegir nuestros

fines, es sólo porque también lo somos para elegir nuestros medios. La libertad

económica, por tanto, es una condición indispensable para todas las demás libertades, y
la libertad de empresa es al mismo tiempo una condición necesaria y una consecuencia

de la libertad personal.”

LIBERTAD DE TRABAJO Y LIBERTAD DE EMPRESA, COMERCIO E

INDUSTRIA.

Regulado en nuestro articulo 59º de nuestra Constitución Política, en donde señala lo

siguiente: ‘’El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y

la libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio de estas libertades no debe ser

lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad pública’’.

Como sabemos bien, la creación de riqueza es una de las fuentes de progreso de todos

los pueblos y países de todo el mundo. Por eso, el Estado debe estimularla. Las

libertades de trabajo de empresa16, de comercio e industria son consistentes con la

iniciativa privada libre tipificadas en el artículo 58º de la Constitución. Sin embargo,

estas no deben ser lesivas la moral, ni a la salud, ni a la seguridad pública.

De acuerdo con lo expresado por Hayek (2012, p. 328), la libre empresa ha desarrollado

el único tipo de sociedad que, al tiempo que nos proporciona abundantes medios

materiales, si esto es lo que principalmente se quiere, deja también al individuo libre de

elegir entre recompensa material y no material.

Además, una sociedad caracterizada por la libre empresa puede ser al menos una

sociedad pluralista, que conoce no una única jerarquía de fines, sino que tiene muchos

principios diferentes en que se basa la estima (Hayek 2012, p. 328).


ESTADO PROMUEVE LAS PEQUEÑAS EMPRESAS.

Tipificado en el articulo 59º de nuestra Constitución Política del Perú, lo cual prescribe

que, ‘’el Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que sufren cualquier

desigualdad; en tal sentido, promueve las pequeñas empresas en todas sus

modalidades’’.

Por muchas razones, la pequeña empresa sufre una condición de desigualdad en relación

con la mediana y la gran empresa: menor capitalización, menor capacidad de recurrir al

crédito, menores posibilidades de difusión de sus productos, etcétera. Sin embargo, la

pequeña empresa promoverla para desarrollar sus capacidades y aprovechar los

beneficios que trae en materia de empleo (RUBIO, 2013).

Siendo así, el artículo 59º no dispone que la acción positiva del Estado se limite a las

pequeñas empresas. En realidad, lo que establece es que el Estado brinde oportunidades

de superación a los sectores que sufran cualquier desigualdad, sin considerar limitación

alguna.

Sin embargo, la igualdad no solo consiste en tratar a todos de la misma forma. Sobre el

particular, HAYEK F. (2009) argumenta que sólo porque los hombres son distintos

podemos tratarlos del mismo modo. Si todos los hombres fueran completamente iguales

en sus dotes y tendencias, deberíamos tratarlos de manera distinta para obtener algún

tipo de organización social. Por suerte, no son iguales y sólo gracias a ello la

diferenciación de las funcione de las funciones no debe estar determinada por una

decisión arbitraria de una voluntad organizadora, de esa manera, tras haber creado una

igualdad formal, aplicando a todos las reglas del mismo modo, es posible dejar que cada

individuo encuentre su particular realización.


Añade que hay una enorme diferencia entre tratar a las personas del mismo modo y

tratar de hacerlas iguales. Mientras lo primero es la condición de una sociedad libre, lo

segundo indica, como dice Tocqueville, una nueva forma de servidumbre (HAYEK F. ,

2009).

CONCLUSIONES.

 El Estado peruano debe garantizar y respetar nuestros derechos fundamentales,

en este caso se trata de nuestro derecho al libre comercio y a la libertad

empresarial, el cual también nos sirve para crecer como persona y como

sociedad.

 Nuestra Constitución Política de permite que el Estado peruano pueda ejercer la

actividad empresarial siempre y cuando no exista ningún impedimento que la ley

le prohíba, como por ejemplo el no permitirle a una persona particular que pueda

invertir en el ámbito que se requiera, a fin de que pueda obtener el dominio el

Estado.


REFERENCIAS

Cairo, V. R. (2013). PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD ECONÓMICA DEL ESTADO

EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ. Lima-Perú: Universidad

Nacional Mayor de San Marcos-UNMSM.

Cairo, V. R. (2016). PRINCIPIOS GENERALES DEL RÉGIMEN ECONÓMICO DE LA

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ. Lima-Perú: Universidad Nacional

Mayor de San Marcos-UNMSM.

HAYEK, F. (2009). Individualismo: el verdadero y el falso. España: Unión Editorial

S.A.

HAYEK, F. (2012). Estudios de Filosofía, Política y Economía. España, Union:

Editorial S.A.

RUBIO, M. (2013). La interpretación de la Constitución según el Tribunal

Constitucional. Lima: Fondo Editorial PUCP.

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