Tema 20

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TEMA 20.

Aspectos generales del juicio oral y su iniciación

El juicio oral: sus fases.


El juicio oral comienza con el auto de apertura del juicio oral y termina con la sentencia, aunque
puede acabar anticipadamente a través de otras resoluciones. Es la fase esencial del proceso y
aunque tendemos a pensar en él como la comparecencia ante el tribunal, en él se comprenden más
cosas.
Podemos distinguir tres fases:
1. Fase preliminar. Esta duraría desde que se dicta el auto de apertura del juicio hasta que
comienzan las sesiones propiamente dichas. Dentro de esta fase cuyo acto más importante
son las calificaciones provisionales, puede existir una subfase incidental en el caso de que
alguna parte plantee los artículos de previo pronunciamiento.
2. Fase de debate. Es el núcleo del juicio oral y se corresponde con el desarrollo de la vista, el
acto del juicio. En función de la complejidad del asunto, esta vista puede desarrollarse en una
sesión o en varias.
El juicio oral se rige por el principio de concentración, pero eso no impide que en ocasiones
sea preciso señalar diferentes sesiones.
En la fase de debate es donde se practican los medios de prueba. Terminados los debates, el
proceso queda visto para sentencia.
3. Fase decisoria. En ella, el tribunal delibera, vota y emite la correspondiente sentencia.

Artículos de previo pronunciamiento


Una vez que se abre el juicio oral se da un plazo de 5 días para que las partes presenten los escritos
de calificación provisional.
En los tres primeros días de esos 5 se puede plantear alguno de los artículos de previo
pronunciamiento que vienen recogidos en el art 666 de la LECrim. Se produciría un incidente en el
caso de que se plantearan.
La primera cuestión a plantear es si es posible el poder alegar algún articulo de previo
pronunciamiento de los que están en el art 666. Frente a esta pregunta la respuesta debería ser que
solo se pueden plantear los previstos expresamente en ese precepto, justamente porque el propio
artículo empieza diciendo “Serán tan sólo objeto de artículos de previo pronunciamiento…”, es decir,
que no podrán ser otros. Aunque cabe decir que en alguna ocasión la jurisprudencia ha admitido el
planteamiento de cuestiones diferentes de las reguladas en este.
El art 666 permite plantear:
1. Alegar la declinatoria de jurisdicción. Se alega que el tribunal no tiene jurisdicción o no es
competente para conocer del asunto.
2. Alegar la cosa juzgada. Este proceso que se está tramitando sería sobre un objeto que ya ha
sido anteriormente resuelto en otro, porque hay igualdad de acusado y de hecho punible.
3. Alegar la prescripción del delito. Esta es una causa de extinción de la responsabilidad
criminal. La parte lo puede alegar, peor nada impide que el tribunal lo haya podido apreciar de
oficio, pues es una cuestión de orden público, y, por consiguiente, controlable de oficio por el
tribunal.
4. Alegar amnistía o indulto. Son manifestaciones del derecho de gracia y causas de extinción de
la responsabilidad criminal. Su diferencia es que la amnistía es el olvido total del delito (como
si nunca se hubiera producido) mientras que el indulto es la remisión total o parcial de la pena
impuesta en sentencia firme. Actualmente están prohibidos los indultos generales y solo son
posibles los particulares.
5. Falta de autorización administrativa para procesar. En este momento queda reducido al
supuesto de la falta de autorización de la cámara a la que pertenezca el parlamentario.

Procedimiento:
El plazo para interponerlo es los tres primeros días de los 5 que se tiene para calificar.
Se debe presentar un escrito con el motivo concreto y presentar los documentos que justifiquen los
hechos en los que se funda, y si no se dispone de ellos, al menos designar el archivo donde se
encuentran.
Presentado el escrito y los documentos, se informa a las partes para que hagan alegaciones y se
podrá desarrollar una fase de prueba en la que está prohibida la prueba testifical (siempre será
documental). Podría existir una vista y finalmente el tribunal resolvería por medio de auto.
Si se han alegado varios artículos de previo pronunciamiento y uno es la declinatoria, lo primero que
deberá resolver el tribunal será ese.

Efectos de la resolución:
Los efectos de la resolución dependen de dos circunstancias: del motivo concreto alegado y de si es
estimatorio o desestimatorio.
Si se ha alegado la declinatoria de jurisdicción y el tribunal la estima, deja de conocer y remitirá los
autos al tribunal competente. Si se han propuesto otros artículos, los deja sin resolver.
Si desestima la declinatoria lo declara así y continuará conociendo.
Si el tribunal estima que concurre la cosa juzgada, la prescripción del delito o la amnistía y el
indulto debe dictar un auto de sobreseimiento libre.
En el caso de que haya medidas cautelares acordadas, se deben levantar las mismas.
Si el tribunal desestima cualquiera de estos motivos, lo declara así y puede continuar con el
conocimiento de la causa.
Si se ha propuesto la falta de autorización, es decir, no se ha concedido el suplicatorio, hay que
pedirlo. Pueden ocurrir dos cosas; que se conceda (donde se seguiría con la causa) o que no se
conceda (donde se debería dictar un auto de sobreseimiento libre, que produce efectos de cosa
juzgada material).
Aunque la ley prevé este momento para que se pueda plantear cualquiera de estos artículos, nada
impide que se puedan volver a plantear al comienzo de las sesiones del juicio. Podría alegarse
cualquiera de estos artículos en estos momentos excepto la declinatoria.
Si se desestiman todos los artículos, se continua con el procedimiento y habrá que presentar los
correspondientes escritos de calificación provisional.
Las calificaciones provisionales
Están reguladas en los arts 649 y ss de la LECrim. Hay que hacer referencia a una cuestión paradójica
y consecuencia de que en este aspecto concreto la ley en el procedimiento ordinario no lo tenga bien
regulado: una vez abierto el juicio, se dan 5 días a las partes para que califiquen. Esto es
incongruente, ya que deberíamos decir que el juicio se abre después de calificar, ya que es como
acusar formalmente. Lo lógico es que primero se calificase y que luego se abriera el juicio.
Así, lo que realmente hay es dos tipos de calificación:
1. Calificación informal: es la solicitud de apertura del juicio. Se produce en el período
intermedio. Si yo pido que se abra el juicio oral, estoy calificando (acusando), lo que pasa es
que no lo estoy haciendo con las formalidades que llevaré a cabo una vez que se abra el juicio.
j

2. Calificación provisional. Una vez abierto el juicio, en el plazo que la ley concede y
comenzando siempre con las partes acusadoras, tendrán que presentar el correspondiente
escrito de calificación provisional.
*El procedimiento abreviado sí está bien hecho (se califica primero y luego se abre el juicio).

Contenido del escrito de calificación provisional. Art 650 LECrim.


En primer lugar, califican los acusadores (primero el MF y después el resto de los acusadores) y en
segundo, los acusados.
El art 650 de la LECrim hace referencia al contenido del escrito de calificación provisional. Aquí hay
que calificar tanto desde el punto de vista del objeto penal del proceso penal tanto del proceso civil
del proceso penal.
Objeto penal del proceso penal. 5 calificaciones.
1. Descripción de los hechos punibles que han resultado del sumario.
2. Calificar jurídicamente esos hechos, determinando que delito constituye.
3. Describir cual es la participación que han tenido en esos hechos el procesado o procesados.
4. Hacer referencia a las circunstancias que resulten del sumario que podamos subsumir como
eximentes, atenuantes o agravantes.
5. Pena o penas que corresponden a los procesados en función de su participación en el delito.

Objeto civil del proceso penal (si se ejerce la acción civil). 2 calificaciones.
1. Determinar la cantidad que se pide por daños y perjuicios o la cosa que se ha de restituir o
reparar.
2. Quién es el responsable civilmente de esos hechos.

Este es el núcleo esencial del escrito, pero en él se deben pedir más cosas:
- Hacer referencia a los medios de prueba de los que la parte se pretende valer en el juicio
oral, incluyendo la lista de testigos o peritos que han de ser interrogados en el juicio y
haciendo referencia a si tienen que ser citados por el tribunal o si la propia parte se
compromete en hacerlos concurrir.
- La ley también permite que las calificaciones puedan realizarse en forma alternativa, de
manera que, si no se aprecia la primera, pueda estimarse cualquiera de las que se han
formulado de manera alternativa.

Del escrito de calificación provisional de las partes acusadoras se da traslado a las partes
acusadas y a los terceros responsables para que también califiquen los hechos. Si no están
conformes, deben expresar cuales son sus puntos de divergencia.

Habrá que incluir la lista de medios de prueba, testigos y peritos.

En la práctica suele haber una notable diferencia entre el escrito de acusación de las partes
acusadoras, que suele ser completo, pormenorizado; el de las partes acusadas muchas veces se
limita a establecer su no conformidad con el escrito de las partes acusadoras.

Qué papel juegan las calificaciones provisionales en el proceso penal:


La exposición de motivos de la ley dice que las calificaciones provisionales en el proceso penal tienen
el mismo papel que los escritos de demanda y contestación en el proceso civil. Pero esto en sentido
estricto no es cierto, pues en el proceso civil rigen principios diferentes y no puede trasladarse sin
más esa concepción del proceso civil al penal.
En el proceso civil el juez está absolutamente vinculado por las peticiones de las partes, cosa que no
ocurre en el proceso penal. Por tanto, no es técnicamente acertado decir que es lo mismo que la
demanda y la contestación.
La función que cumple la calificación realmente es orientar el debate y establecer ciertos límites
sobre lo que se va a discutir en las sesiones del juicio. Obviamente, dice cuál es el sentido de la
acusación; cuales son los hechos que son objetos de acusación que sustancialmente no se pueden
variar, porque supondría una afectación al derecho de defensa. Cumplen esa función de orientar y
hasta cierto punto son una hipótesis, porque la calificación se hace con base en el resultado de la
instrucción, pero en ella no se han practicado medios de prueba en sentido estricto. Es posible
entonces que cuando se practiquen los medios de prueba en el juicio oral se quiera alterar la
calificación, lo cual se puede hacer, pues una vez terminada las sesiones de juicio y practicada la
prueba, se hará la calificación definitiva, que podrá confirmar la provisional o modificarla en algo.

Otros trámites antes de la vista


Una vez hecha la calificación y antes de que comience la vista, es necesario realizar otros trámites.
1. El tribunal tiene que pronunciarse sobre los medios de prueba propuestos por las partes.
Deben ser admitidos o rechazados, lo que se hace mediante un auto.
2. Contra la admisión de los medios de prueba no se puede recurrir, y contra la inadmisión, en
ese momento, tampoco. Si se ha inadmitido algún medio de prueba, se puede formalizar la
oportuna protesta para en su momento poder recurrir la sentencia con base en la denegación
del medio de prueba.
3. Antes de que comiencen los debates, se puede recusar a los peritos. Esto origina un
incidente en el caso de que el perito no admita la existencia de la causa de recusación. Este
incidente se destina a intentar acreditar la concurrencia de la causa. Si concurre esa causa de
recusación, el perito será reemplazado por otro.
4. Se puede pedir la práctica de prueba anticipada, es decir, se solicita que se practique casi de
forma inmediata una prueba porque se cree que si se espera hasta que llegue el juicio no se
va a poder practicar. Si se acuerda la practica de prueba anticipada hay que realizarla con las
mismas garantías que si se hiciera en el juicio oral.
5. Señalar día y hora de comienzo de las sesiones. Sabiendo esto, habrá que realizar una serie
de citaciones a testigos, peritos, etc, y asegurarse de que el acusado estará a disposición del
tribunal.

Celebración del acto del juicio.


El juicio oral se realiza de acuerdo con los principios de contradicción, oralidad, concentración,
inmediación y publicidad. El juicio oral es público bajo pena de nulidad, que se puede entender en
dos sentidos: en sentido estricto frente a las partes (en el juicio oral todas las actuaciones son
públicas para a las partes); y en sentido amplio respecto a terceros, que en ocasiones se puede
restringir en todo o en parte.
Se pueden aprobar medidas de protección de la intimidad de la víctima, de sus familiares o de
testigos o peritos protegidos.
También se pueden adoptar medidas sobre presencia de medios de comunicación, prohibir que se
grabe el sonido o la imagen de la práctica de determinadas pruebas o que se difunda.
En cuanto al desarrollo de las sesiones, en el proceso ordinario nos encontramos con un órgano
colegiado, y el presidente del tribunal es el que dirige los debates, teniendo las facultades necesarias
para conservar o restaurar el orden. En ese sentido puede corregir a los presentes, impones
sanciones disciplinarias (normalmente pecuniarias) o incluso puede entender que el hecho es
constitutivo de delito, en cuyo caso deduciría testimonio para que se persiga por el MF.
Además, puede expulsar de la sala a quien altere el orden de la sesión. La ley incluso regula detalles
que pueden parecer nimios, aunque también permite que estas normas que con carácter general se
establecen puedan modificarse por acuerdo del tribunal.
En principio las partes o terceros que se dirijan al tribunal tienen que hacerlo de pie, aunque se
puede acordar que lo hagan sentado, sobre todo si su declaración puede durar bastante tiempo. Los
letrados se dirigen al tribunal desde el lugar que ocupen en los respectivos estrados.
Las sesiones deben desarrollarse durante el periodo de tiempo que se estime necesario, y si son
precisas varias sesiones se harán lo más próximas entre sí. Además, al comienzo de las sesiones
deben estar a poder del tribunal todas las piezas de convicción y presente el acusado.
La estructura de los debates es la siguiente:
1. Se leen los escritos de calificación provisional.
2. Se abre el período probatorio (la practica de los medios de prueba propuestos y admitidos
por el tribunal)
3. Se pasa a la fase de conclusiones definitivas, informes de los letrados y derecho a la ultima
palabra por parte del acusado.
4. Se deja el proceso visto para sentencia.
Suspensión del juicio oral
Según lo establecido en la LECrim, el juicio debe empezar en la hora y día señalados y continuar en el
tiempo que sea preciso durante una o varias sesiones.
Es posible que nos encontremos con 2 circunstancias que incidan en el normal desarrollo del juicio:
1. Que concurra alguna dificultad para comenzar el juicio en el día y hora que estaba señalado.
Esto puede ocurrir porque concurra alguno de los siguientes supuestos:
j

a. Que la persona acusada no esté a disposición del tribunal. La regla general que se establece en
la ley es que para que el juicio pueda celebrarse es necesario que la persona esté físicamente a
disposición del tribunal. El principio de audiencia tiene unas exigencias mucho mayores en el
proceso penal que en el civil, y esa es la razón por la que se pueden adoptar medidas cautelares.
Pero puede ocurrir que el acusado no esté presente, y eso impide el inicio del juicio.
Si la persona acusada está en prisión provisional, lo normal es que pueda comparecer en el
momento de iniciarse las sesiones. Pero puede ocurrir que no lo haga, y esto conlleva que no pueda
empezar el juicio. En este caso se adoptarán las medidas necesarias para asegurar su presencia en
la nueva citación que se haga, e incluso se puede ordenar a la Policía que conduzca a la fuerza al
acusado a la presencia del tribunal.
b. Que las partes, por motivos ajenos a su voluntad, no tengan preparadas las pruebas que
fueron propuestas y admitidas por el tribunal. Aquí también cabe la posibilidad de que si hay
alguna prueba que no se puede practicar, pero se prevé que el juicio dure más de una sesión, se
comience el mismo con las pruebas disponibles y se adopten las medidas necesarias para que se
puedan practicar el resto en sesiones posteriores. Si el juicio fuera de sesión única, no se podrá
iniciar.
2. Que, una vez comenzado el juicio, concurra alguna circunstancia que exija que el juicio se
suspenda. Causas que pueden provocar la suspensión de la vista:
a. Que surja un incidente, es decir, un problema que no es la cuestión principal pero que hay que
resolver pero que no puede ser resuelto en el momento. En este caso habrá que suspender para
resolver ese problema.
b. Que tenga que practicarse alguna diligencia en otro lugar diferente al de celebración del juicio
y no sea posible practicarla entre sesiones.
c. Cuando no comparezcan los testigos propuestos por las partes y el tribunal considere necesaria
la declaración de los mismos.
d. Cuando algún miembro del tribunal o el defensor de alguna de las partes enferme
repentinamente, sin que pueda ser reemplazado sin grave inconveniente para la defensa de los
intereses de la parte.
e. Por enfermedad repentina del acusado que le impida estar presente en el juicio, siempre previo
reconocimiento del médico forense.
f. Cuando, revelaciones o retractaciones inesperadas produzcan una alteración sustancial en el
juicio de tal índole que hagan necesaria la práctica de nuevas pruebas o incluso alguna instrucción
suplementaria.
Alguno de estos casos puede acordarse tanto de oficio como a instancia de parte mientras que otros
solo a instancia de parte.
La suspensión debe acordarse mediante un auto en el que, si es posible, se fijará el tiempo de
suspensión y determinar lo que corresponda sobre la continuación del juicio.
Es posible que la causa que provoque la suspensión, se prevea que se prolongue durante demasiado
tiempo, lo que rompe con principios esenciales como el de concentración o inmediación. En esos
casos la ley establece que lo que se hará es declarar la nulidad de todo lo que se ha realizado y citar
nuevamente a la celebración del juicio.
La ley, aunque es bastante exhaustiva en cuanto a las causas que provocan la suspensión, no puede
prever todas las causas que puedan provocar la suspensión. Hay algunas causas cuya ausencia es muy
evidente: por ejemplo, la ley habla de la enfermedad de algún miembro del tribunal o de un
representante de las partes, pero también puede producirse su fallecimiento.

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