POLIMIOSITIS

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POLIMIOSITIS

La polimiositis es una enfermedad que afecta a los músculos y que causa


debilidad muscular extrema, por lo que puede dificultar movimientos
cotidianos, como por ejemplo la capacidad para subir escaleras, levantar
objetos, levantarse después de estar sentado o alcanzar lugares que estén por
encima de la cabeza.

Síntomas

La enfermedad se produce de manera gradual, es decir, hay un deterioro


progresivo de los músculos, lo que puede conducir a la aparición de
complicaciones respiratorias, abdominales o problemas del corazón.
Los síntomas más habituales son debilidad muscular, dolor, rigidez, dificultad
respiratoria y problemas para tragar.

Diagnóstico

Ante la sospecha del reumatólogo de una posible polimiositis, podría


recomendar las siguientes pruebas diagnósticas:
 Análisis de sangre, para evaluar los niveles de enzimas musculares y
detectar marcadores específicos y radiografías para completar el
estudio.
 Electromiograma, para medir el grado de afectación muscular.
 Imágenes por resonancia magnética, para evaluar la extensión de la
inflamación muscular.
 Biopsia del músculo, para analizar anormalidades en el mismo.

POLIMIALGIA

La polimialgia reumática es una enfermedad reumática inflamatoria, de origen


desconocido, que afecta principalmente a personas mayores de 50 años y
que ocasiona dolor y rigidez en cintura escapular y pelviana (zona de los
hombros y de las caderas). En un 15-30% de los casos puede asociarse con
arteritis de células gigantes.

Síntomas

La clínica suele comenzar en los hombros de manera simétrica con


dificultad para levantar los brazos y hacer tareas cotidianas como peinarse o
asearse. Si afecta a la cintura pelviana, el paciente suele tener dificultad para
levantarse de una silla sin ayuda de las manos.
Conviene aclarar que en la polimialgia reumática no hay debilidad muscular,
sino dolor incapacitante que es peor tras periodos de reposo y en la mañana.

Diagnóstico 

No existe una única prueba para diagnosticar esta enfermedad y lo más


importante para hacer el diagnóstico será la conjunción de los síntomas junto
con la exploración practicada por el reumatólogo, así como los resultados de
la analítica que se practique.

LUMBALGIA

El lumbago es la forma coloquial de llamar a la lumbalgia. Es el dolor de la


zona baja de la espalda (columna lumbar) situada entre las últimas costillas y
la zona glútea, causado por alteraciones de las diferentes estructuras que
forman la columna vertebral a ese nivel, como ligamentos, músculos, discos
vertebrales y vértebras. Aproximadamente, el 85% de la población va a
sufrir este tipo de dolor en algún momento de su vida, siendo la inmensa
mayoría de las veces de causa benigna. Hablamos de lumbalgia aguda si dura
menos de 6 semanas, y lumbalgia crónica cuando la duración del dolor es
superior a este periodo.

Cuando el dolor sobrepasa la zona lumbar y llega hasta los miembros


inferiores hablamos de dolor lumbar irradiado. Si el dolor se extiende desde
la región lumbar hasta el talón o el pie, descendiendo por la parte posterior
o lateral del muslo, lo llamamos lumbociática (o ciática a secas). Su presencia
sugiere lesión de las raíces nerviosas que salen de la columna lumbar y llevan
la sensibilidad o las órdenes para contraer los músculos a los miembros
inferiores a través del nervio ciático. Si el dolor no supera la región de la
rodilla no debería hablarse de ciática y su causa no suele ser la lesión de las
raíces nerviosas.
Causas de la lumbalgia

Causas

Las causas son múltiples y se pueden dividir en causas de origen mecánico y


causas de origen inflamatorio. Las causas de origen mecánico son, con
mucho, las más frecuentes y radican en alteraciones de la mecánica y estática
de las estructuras que forman la columna lumbar. Las causas de origen
inflamatorio tienen su origen en determinadas enfermedades que producen
una inflamación de las estructuras que forman columna vertebral. La más
conocida es la espondilitis anquilosante. Otras causas menos comunes son las
infecciones y los tumores.

Los factores que agravan el lumbago son el sedentarismo excesivo o la


falta de ejercicio, posturas inadecuadas, determinadas actividades laborales
relacionadas con esfuerzo físico y la obesidad.

Síntomas

El dolor lumbar por causas mecánicas empeora al estar mucho tiempo de


pie o cuando se mantienen posturas incorrectas de forma prolongada. Al
tumbarse en la cama generalmente mejora o desaparece el dolor. Sin embargo,
el dolor lumbar inflamatorio aparece generalmente por la noche, de
madrugada, y despierta a la persona, obligándole a levantarse de la cama. La
actividad diaria en lugar de empeorar el dolor, lo mejora y a veces lo hace
desaparecer.

En la lumbociática, habitualmente producida por una hernia discal (es decir


por una parte del disco intervertebral que se desplaza y sobresale,
comprimiendo al nervio que pasa a su lado), se suele producir un dolor agudo
por la parte posterior del muslo y la pierna, acompañada a veces de sensación
de hormigueo y a veces de falta de fuerza en la pierna dañada

LA GOTA

La gota es una enfermedad reumática que se produce por la formación de


cristales de una sal del ácido úrico (urato de sodio) en los tejidos, más
frecuentemente en las articulaciones.

Causas

Se debe a la presencia de forma prolongada de un nivel de ácido úrico


elevado en la sangre (que conocemos como “hiperuricemia”), de la misma
forma que se forman los depósitos de sal común en las salinas. Cuando crecen
y podemos verlos o tocarlos bajo la piel los conocemos como tofos.

Diagnóstico

El diagnóstico cierto de la gota se realiza al confirmar la presencia de estos


cristales en los tejidos.
La hiperuricemia se produce casi siempre por una menor eliminación de
ácido úrico por los riñones o por el intestino. A esto pueden contribuir
distintos factores: predisposición genética, factores hormonales,
enfermedades, medicamentos y dietas poco saludables.

Los cristales de urato producen una respuesta inflamatoria que puede producir
síntomas bruscos (ataque de gota) de dolor e hinchazón intensa o pasar
desapercibida (inflamación crónica asintomática).

Los ataques de gota afectan a las articulaciones, pero también pueden afectar a
tendones y bolsas que rodean las articulaciones. Son un aviso de la presencia
de cristales de urato en los tejidos y de la necesidad de buscar atención
sanitaria al respecto.

ESCLEROSIS SISTEMICA

La esclerosis sistémica, más conocida como esclerodermia, es


una enfermedad autoinmune crónica en la que se produce una alteración
del colágeno (conjunto de proteínas que dan soporte a los órganos y tejidos
del organismo), lo que provoca que la piel se esclerose, es decir se endurezca,
así como los diferentes órganos a los que pueda afectar.

Síntomas esclerodfermia

Síntomas

El tejido más afectado es la piel, que dependiendo de la extensión se clasifica


en esclerosis sistémica difusa o limitada. Otros órganos como los pulmones, el
corazón, el riñón y el aparato digestivo también pueden verse dañados.

Evolución

La evolución de la enfermedad puede ser más o menos rápida dependiendo del


grado de afectación. Existen pacientes en los que las complicaciones pueden
ser graves y frecuentes y otros con una evolución mucho más benigna. Las
complicaciones más habituales suelen ser aquellas relacionadas con la
piel, como el cambio de coloración en las manos (dedos blancos como la
cera, amoratados o rojizos) secundario generalmente a exposición al frío, o la
aparición de úlceras dolorosas en las yemas de los dedos. Otros síntomas
generales que revelan una posible lesión de otros órganos son la dificultad al
tragar, el reflujo después de las comidas y la sensación de falta de aire al
realizar esfuerzos moderados, entre otros.

Prevalencia

Es una enfermedad rara de origen desconocido, que afecta a una de cada


50.000 personas. Puede aparecer a cualquier edad siendo más frecuente en
mujeres de mediana edad. Se sabe que su incidencia aumenta en grupos de
personas expuestos a determinados productos tóxicos (como el tabaco) y que
factores como el estrés excesivo, la exposición al frío y algunos fármacos
pueden influir en el empeoramiento de los síntomas.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace mediante un reconocimiento médico especializado por


el reumatólogo, que incluirá el relato de los síntomas, un examen de la piel y
una exploración general. Siempre se realizan exámenes complementarios
como análisis y una radiografía del tórax y en algunos casos concretos, otras
pruebas digestivas o cardiorrespiratorias. La finalidad de estas pruebas es la de
clasificar mejor el tipo de enfermedad y valorar su gravedad y el grado de
extensión a determinados órganos, pero no son estrictamente necesarias para
diagnosticar la esclerosis sistémica. Una vez realizados estos estudios la
esclerodermia puede clasificarse en distintos subtipos, y el reumatólogo puede
pronosticar la evolución y qué complicaciones pueden ser más probables, por
lo que debe seguir un control periódico con objeto de prevenirlas o tratarlas
precozmente.

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