Cierre Contable

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[Año]

Complejo Cetach
ESPECIALIDAD: CONTABILIDAD
CATEDRÁTICO: DARIO PINEDA
NOMBRE: LESLY YURIDIA XICAY XEP
CARNÉ: A22193
GRADO Y CARRERA: CUARTO BCL CON ORIENTACIÓN EN
COMPUTACIÓN Y DIPLOMADO EN DERECHO
FECHA:20/09/2022
El proceso de cierre contable para obtener el resultado contable se realiza en la
fecha del cierre del ejercicio, que habitualmente es el 31 de diciembre. Este proceso
consta de varias fases:

En primer lugar, obtenemos la diferencia entre todos


los ingresos y gastos obtenidos durante el ejercicio. Aquí se incluyen tanto los
ingresos y gastos de la explotación como ingresos y gastos financieros, así como
los resultados extraordinarios.

En segundo lugar, realizamos los denominados ajustes contables. Estos nos


permiten obtener los gastos por amortización, por deterioro, regularización de
existencias, periodificación de gastos e ingresos, ajustes por revalorización de
activos y pasivos y reclasificación de largo a corto plazo.

A partir de los ajustes contables, obtenemos una serie de gastos e ingresos que
integraremos en el resultado obtenido en la primera fase. El resultado que
obtengamos tras los ajustes contables es el resultado contable antes de impuestos.

Al resultado contable antes de impuestos le restamos el impuesto sobre beneficios


o impuesto a las utilidades. Este lo obtenemos a partir de de la base
imponible obtenida en el cierre fiscal.

Una vez restado el impuesto sobre beneficios, obtenemos el resultado contable


después de impuestos. Este es el resultado contable final que figura en las cuentas
anuales de la empresa.

Con el cierre contable se cancelan todas las cuentas del ejercicio (cuentas de
ingresos, gastos, costos de venta y costos de producción) y se trasladan los
resultados al balance anual, incorporándolos al patrimonio si ha
habido beneficios (como utilidades) o restándolos del patrimonio si ha
habido pérdidas. Hasta aquí parece sencillo y la profesión de contable no tendría
el estigma de ciencia oculta que se le atribuye. Efectivamente, hay diversas
variables (amortizaciones, deudas, provisiones, etc.) que se han de tener en
cuenta para que el paso de un ejercicio a otro no tergiverse los números. Hay que
tener presente que el cierre contable es una herramienta clave para la planificación
y la posterior toma de decisiones.

Para que los resultados de un ejercicio a otro sean comparables es fundamental


que este proceso se realice de forma homogénea y en las mismas fechas dentro de
los plazos que otorga la legislación.
El cierre contable incluye una serie de acciones necesarias para obtener la cifra
final de beneficios o pérdidas (antes de aplicar el impuesto de sociedades) fiel a la
realidad. Como esta cifra depende de varios libros de cuentas y antes de obtenerla
se han de localizar los posibles errores que se hayan cometido durante el
ejercicio, como anotaciones de valores equivocados, cuentas erróneas u
operaciones no documentadas.

Se trata del proceso por el cual se cancelan todas las cuentas de resultados de
una empresa (ingresos, gastos, costes de venta y producción) y se trasladan a las
cuentas de balance (activo, pasivo y patrimonio). De esta manera, concluimos que
su objetivo es determinar la situación de esta al final del año activo y contar sus
ganancias o pérdidas.

Por esto, si los resultados obtenidos son positivos, estaríamos hablando


de utilidades y la cuenta de patrimonio aumentaría; en cambio, si el resultado es
negativo, hablaríamos de pérdidas en la empresa y la cuenta disminuiría.

Una vez se hayan realizado todos los procesos contables correspondientes, es el


momento de realizar los ajustes (depreciación de los activos fijos, amortización de
activos intangibles… etc) y las conciliaciones de cuentas bancarias.

Es posible que, durante todo este complicado y detallado desarrollo, surjan errores
en las cuentas o se nos olvide documentar ciertas anotaciones, pero es lo normal;
solo debes revisarlo de nuevo y reparar ese problema para finalizar el cierre
contable.
La memoria contable es un estado contable complementario a la información
reflejada en el balance de situación y en la cuenta de pérdidas y ganancias. Así, la
memoria contable es un documento donde se reflejan los logros, resultados,
objetivos conseguidos y hechos producidos en el seno de la actividad profesional
de cualquier empresa, con el objetivo de dar la información más detallada posible a
los accionistas de la compañía.
Es, sin duda, uno de los estados financieros más utilizado en contabilidad,
pues amplía notablemente la información que se refleja en el resto de estado
contables. En cualquier caso, es obligatoria, junto con la con el Balance General, la
presentación de la memoria contable al finalizar el ejercicio contable o económico
en curso.
Además, la memoria se conecta con los demás estados financieros -estado de flujos
de efectivo, cuenta de resultados, balance y estado de cambios en el patrimonio
neto- a través de anotaciones cruzadas entre sí. Con estas anotaciones, se tiene el
objetivo de disgregar y reflejar de forma más claras las operaciones llevadas a cabo
por la sociedad, siendo, por tanto, un documento de gran importancia, pues ayuda
comprender con mayor claridad la situación financiera y patrimonial de la sociedad
a los interesados en la misma, es decir, a los inversores, accionistas, auditores y
registradores mercantiles, entre otros.
Sin duda, la memoria contable es un estado financiero de gran importancia, porque
aporta luz y claridad a determinadas operaciones financieras llevadas a cabo por la
empresa que, en los últimos tiempos, han alcanzado unos niveles de complejidad
notables. Así, normalmente son insuficientes o poco claros los datos aportados por
otros estados financieros como el balance o la cuenta de pérdida y ganancias. Es
por ello por lo que la memoria contable es un documento tan necesario para aclarar
la información recogida en otros balances financieros.

Como resulta evidente, la memoria contable ha de estar en consonancia y armonía


con el resto de las cuentas anuales. En cualquier caso, se han de tener en cuenta
los siguientes extremos:

1. La memoria contable deberá reflejar la información mínima exigida, si bien


es cierto que ésta puede omitirse cuando es de poca trascendencia.
2. Se incluirá cualquier información necesaria para un conocimiento mayor y
más precisa de la situación financiera y patrimonial de la entidad.
3. La información cuantitativa recogida en la memoria contable ha de hacer
referencia al ejercicio contable en que se han elaborado el resto de los
estados contables.
4. La memoria contable ha de ser presentada de acuerdo con las normas y
reglas registrales y demás normativa vigente.
Es necesario que la memoria contable, cualquiera que sea la modalidad que revista,
contenga la determinada información. Los extremos que se han de contener en la
memoria contable son los siguientes, entre otros:

1. El objeto social de la entidad, es decir, la actividad que lleva a cabo la


empresa.
2. La situación fiscal de la empresa.
3. Las subvenciones recibidas por la entidad.
4. Los gastos y los ingresos resultantes de las actividades económicas llevadas
a cabo por la empresa.
5. Las combinaciones de negocios.
6. Los negocios conjuntos.
7. Los hechos producidos con posterioridad al cierre del ejercicio contable en
curso.
8. La información relativa al impacto de la actividad económica llevada a cabo
por la empresa en el medio ambiente, teniéndose en cuenta que se habrán
de cumplir las normativas, nacionales y europeas, vigentes al respecto.
9. La forma en que la entidad se financia para llevar a cabo su actividad
económica.
10. Las transacciones en las que se han empleado el patrimonio de la entidad.
TIPOS DE MEMORIA CONTABLE
Existen diferentes tipos de memoria contable. Son los siguientes:

1. Memoria ordinaria: la memoria ordinaria es el documento presentado por


las grandes empresas, las cuales, debido a la gran cifra de negocio que
tienen y al elevado volumen de activos que poseen, se les exige una
información más detallada. La información recogida en la memoria contable
ordinaria se agrupa en 25 notas, a las que los demás estados financieros
deberán hacer referencia, de forma que cada estado financiero indique el
número concreto de la memoria en la columna donde proceda.
2. Memoria abreviada: esta memoria contable es la que presentan las
pequeñas y medianas empresas, a las que, debido a que tienen un volumen
de negocio menor y volumen de activos más pequeño, se les exige una
información menos detallada. Así, la memoria abreviada se diferencia de la
memoria ordinaria en que en aquélla no se incluye el cuadro de financiación.
Así, la información recogida en la memoria contable abreviada se agrupa
en 21 notas (4 menos que en la memoria contable ordinaria),
presentándose, no obstante, de igual manera que la memoria ordinaria.

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