Compartir Antropomorfizar 2020
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“El único valor que le damos a nuestra vida son los riesgos que tomamos.”
E. Hemingway
“Es relativamente fácil aceptar que el dinero es una realidad intersubjetiva. La mayoría de la gente también
está dispuesta a reconocer que los antiguos dioses griegos, los imperios del mal y los valores de las
culturas ajenas existen únicamente en la imaginación. Pero no queremos aceptar que nuestro Dios,
nuestra nación o nuestros valores sean meras ficciones, porque estas cosas dan sentido a nuestra vida.
Queremos creer que nuestra vida tiene algún sentido objetivo, y que nuestros sacrificios son importantes
para algo que trascienda las historias que habitan nuestra cabeza. Pero, en realidad, la vida de la mayoría
de las personas tiene sentido únicamente dentro de la red de historias que se cuentan las unas a las
otras.”
Y. N. Harari
H. Aguilar Camín
“La humildad no es una virtud espontánea de las personas sino uno de los posibles resultados de su
incontenible estupidez y negligencia metiendo la pata.”
Groucho Marx
“Siempre estamos tratando de convertir las cosas en signos para las abstracciones más inteligibles, de
nuestra propia invención. Pero, al hacer esto, robamos a estas cosas buena parte de su ser natural.”
A. Huxley
M. Sigman
“Las verdades y el futuro no están en las estrellas ni en las cosas sino en las mentes de personas que
imaginan posibilidades infinitas.”
W. Shatner
1
Conocer cómo el ser humano significa todo
Jakob Von Uexküll (1864-1944) desde la biología teorizó la idea de que cada criatura se
estructura y estructura su entorno circundante (Umwelt) por medio de sistemas de
percepción/interpretación exclusivos y específicos. Así, cada organismo biológico percibe e
interpreta el mundo según su propia naturaleza, instancia investigada por la biosemiótica y la
zoosemiótica también. Ernst Cassirer (1874-1945) desde la filosofía de las formas simbólicas y
luego antropólogos e historiadores han planteado la inquietud sobre cómo las personas –en
especificidad- le damos sentido a las cosas. La biología evolutiva denomina hominización al
proceso por el cual, a partir de la familia de los primates, nos diferenciamos de los gorilas, de los
chimpancés y de los orangutanes. Convertirnos evolutivamente en seres humanos y
significar/conocer como seres humanos son dimensiones de un mismo fenómeno.
Los enfoques científicos citados nos llevan a dar importancia sobre cuánto sabemos o
ignoramos sobre la “escala humana”, es decir sobre cómo conocemos/significamos, cuáles
recursos (posibilidades y limitaciones) poseemos para hacerlo, cuándo, por qué y para qué los
ponemos en práctica.
También incumbe saber cuánto podemos estar en control de ese proceso de significación y
conocimiento; la antroposemiosis1 como lo denomina la semiótica, es un proceso tan utilizado
como desconocido. Ya que es el medio utilitario para conocer/significar todo, rara vez, lo
estudiamos o nos enseñan su funcionamiento. Una alfabetización semio-cognitiva de nuestra
“humanidad” es necesaria y vital para estudiar; luego, encarar cualquier fenómeno natural, formal,
comunicacional, socio-cultural o ideológico. Es más, muchas particularidades de estos
fenómenos se explican por nuestra específica forma de significarlos/conocerlos más que
por discursos teoréticos del sentido común, de los mitos y leyendas, de la costumbre, de
la religión, del mercado, de las ideologías políticas e inclusive de las ciencias.
1
Esté (1997:99-186).
2
La centralidad del proceso de antroposemiosis para el conocimiento científico en particular
es un muy buen ejemplo del peligroso poder del hombre. Significar/conocer del modo humano
constituyó/constituye la razón de por qué somos la especie más exitosa en nuestro planeta pero,
a la vez representa, una poderosa causa de nuestra angustia existencial y exageración vivencial .
La ciencia es el producto de la antroposemiosis –no el único- que más nos hizo avanzar,
no obstante es el que paradójicamente más ha cuestionado, criticado y superado la
condición humana y su escala. Cuando los hallazgos, la investigación y la aplicación científicas
han explicado e intervenido con plausibilidad el universo, el planeta, la vida, la historia, la
sociedad y la cultura; la condición y la escala humanas se conmovieron y conmueven, pero no
siempre para la satisfacción y la armonía. No porque el discurso científico sea nefasto en
sí mismo, sino porque lo que aporta (metodología, teorías y resultados) está en colisión
con la antroposemiosis que desplegamos. Recordemos cómo afectaron y afectan a la
cosmovisión del hombre las matemáticas, la teoría heliocéntrica, la ley de gravitación, la tabla
periódica de los elementos, la teoría de las placas tectónicas, la teoría de la evolución, las
ciencias sociales, el electromagnetismo, la teoría de la relatividad, la microbiología, la teoría de la
información, la astrofísica, la medicina, la bioingeniería, la robótica, la física cuántica, la
farmacología, las neurociencias, la genética, la nanotecnología, etc.
1. Cómo le damos consistencia humana a las cosas en general. -para que existan
2. Cómo operamos singularmente cuando llevamos a cabo esa tarea. -como significo yo
Waldo, singularmente
3. Cómo operamos socialmente cuando antropomorfizamos. -como le damos existencia
en el marco social, ajustando a la sociedad
“La materia lanzó una apuesta a partir de la lectura del ambiente. Aquel compuesto ovular,
al enfrentar condiciones tan inesperadas, concibió el siguiente razonamiento: “O me vuelvo más
complejo o perezco”. La materia organizada de determinada manera posibilita una emergencia, la
vida. El salto consiste ahora en tener que atender al mismo tiempo los estados internos y las
condiciones externas al ser. Asegurar correlativamente su organización interna y su
comportamiento externo. Lo viviente es al propio tiempo organizador, productor, autoproductor,
comportamental y cognitivo.
5
La herencia genética por ser mamíferos y primates ha evolucionado durante más de 20
millones de años y nos ha provisto de disposiciones, que por falta de un término más adecuado
llamamos instintos.
6
semiosis.Como esencialismo psicológicose conoce la proyección de falsas convicciones de que
en las cosas y los entes inanimados en general, existen esencias y
cualidadeshumanoidessubyacentes por haber estado en contacto con personas. Los ateos y
agnósticos más recalcitrantes creen en el esencialismo psicológicopor ser seres emocionales. La
materia físicano se impregna de psiquismo humano como una energía o carga espiritual que los
invade, ni los fenómenos naturales son realizaciones de entidades superiores que se comportan
como nosotros pero sin errores, sin embargo les atribuimos a los objetos, los datos memorizados,
situaciones y lugares, la contención de esencias humanas. Una prenda de vestir, una joya, un
regalo, una herramienta de trabajo o un juguete conserva al ser amado odiado, , temido,
extrañado o perdido. Un objeto de culto esbendito o maldito; un paraje, una habitación de la casa,
un espacio de esparcimiento, un sitio visitado o un lugar de trabajo están impregnados de la gente
que allí estuvo. Un momento del día, una época del año, un aniversario o una celebración ritual
recuperan las vivencias, las personalidades y los sentimientos. Lo vívido de las evocaciones
reporta para nosotros una garantía de la veracidad y certeza de los hechos rememorados,
recordamos acontecimientos como si materialmente se repitieran y las personas realmente
estuvieran interactuando con nosotros, los vemos, olemos, escuchamos,nos alegran, nos
complacen, nos hacen enojar, los percibimos en plenitud. Inclusive, nos llegamos a emocionar,
pensar, reevaluar y actuar, a consecuencia del esencialismo psicológico.
“Se puede especular con la posibilidad de que nuestra evolución nos hubiera llevado a
lograr cotas de racionalidad no imaginables. ¿Quizá podríamos haber llegado a ser verdaderas
máquinas de pensar con absoluta frialdad, lejos de los sentimientos que llamamos humanos? Es
curioso, pero decimos que alguien es muy humano cuando tiene sentimientos de amor,
protección y sensibilidad hacia los demás. La frialdad y una excesiva racionalidad no formarían
parte del concepto de humanidad. En otras palabras, por una parte afirmamos ser distintos
de otros seres vivos, de los que nos distanciamos con orgullo y a veces hasta desprecio,
pero resulta que lo que más nos hace humanos es precisamente lo que más nos une a
ellos.” 3
Por otro lado, Marvin Minsky, que fue uno de los pioneros de la Inteligencia Artificial a
mediados de 1950, en 2006 publica La Máquina de las Emociones Sentido Común, Inteligencia
Artificial y el Futuro de la Mente Humana En la introducción para especificar los objetivos de su
libro, argumenta:
3
El resaltado es nuestro.
7
“Por consiguiente, aunque este libro se titule la máquina de las emociones, se defenderá
en él la idea de que los estados emocionales no son específicamente diferentes de los procesos
que englobamos en denominación pensamiento”, por el contrario, las emociones son un modo
de pensar que utilizamos para aumentar nuestros recursos –siempre y cuando nuestras
pasiones no se intensifiquen hasta el punto de perjudicarnos- y esta variedad de modos de
pensar debe ser una parte sustancial de lo que llamamos “inteligencia” que quizá deberíamos
llamarla “habilidad”… Esta idea es el tema central del presente libro, y se opone con firmeza a la
opinión ampliamente difundida de que toda persona posee un núcleo central, una especie de
espíritu o yo invisible, del cual emanan todas las habilidades mentales. Porque esta teoría rebaja
al ser humano, ya que parece implicar que todas nuestras virtudes las tenemos de prestado, o
que nuestros logros no tiene mérito alguno, ya que nos llegan como dones procedentes de alguna
otra fuente. Por el contrario, considero que nuestra dignidad se origina a partir de lo que
cada uno de nosotros ha hecho de sí mismo: una enorme serie de modos diferentes de
enfrentarse a distintas situaciones y dificultades 4. Es esta diversidad la que nos diferencia de
la mayoría del resto de los animales, y de todas las máquinas que hemos construido hasta
ahora.” 5
Las emociones al ser fenómenos materiales y cada vez más comprobables y testeados por
la física, la química y las neurociencias, son evidencias que en la praxis se organizan en
sintaxis. Son fenómenos que se estructuran y disipan en función de la experiencia social en
vivo. Los mamíferos en particular todo lo que hemos evolucionado para sobrevivir, reproducirnos
y prosperar lo hicimos con emociones practicadas individual y socialmente al mismo tiempo. Las
emociones son dispositivos semióticos que se ordenan y disipan aunque no seamos conscientes
de ellos ni se diseñen con anterioridad ni se advierta con claridad sus metas. Una sintaxis de las
emociones es versátil por su fuente práctica, es decir las acciones e interacciones de las
personas; y alavez, es ordenada/disipativa por su eficacia pragmática para la supervivencia, la
reproducción y prosperidad de cada persona.
4
El resaltado es nuestro.
5
Minsky ([2006]2010: 17-18)
8
En El Cerebro matemático Stanislas Dehaene (2016: 310) destaca:
“En su libro llamado El error de Descartes Antonio Damasio (1994) demuestra que las
emociones y la razón están estrechamente ligadas, en grado tal que una lesión de los sistemas
neurales responsables de la evocación interna de las emociones puede tener un impacto radical
en la habilidad para tomar decisiones racionales en la vida diaria. La metáfora del cerebro-
computadora no tolera con facilidad este tipo de observaciones, que sugieren que las funciones
cerebrales no pueden reducirse a la transformación fría de información de acuerdo con reglas
lógicas. Si queremos comprender cómo la matemática puede volverse objeto de tanta pasión u
odio, tenemos que conceder a la sintaxis de las emociones tanta atención como las operaciones
de la razón. “
El genoma de los mamíferos procesó la información emocional a través de la evolución 6y
resulta muy fiable, el cerebro humano posee un componente límbico (hipocampo, tálamo,
hipotálamo, ganglios basales y amígdala cerebral) esencialpara que funcione o disfuncione todo
el resto de las funciones cognitivas.Además, como producto del genoma, el cerebroevolucionó en
la especie y se desarrolla en cada persona específicamentepara operar en pleno a fin de
gestionar las acciones, interacciones, emociones, sentimientos, hábitos y pensamientos.Todo
hecho humano social e individual es –en su origen- actitudinal/emocional. La mismainteligencia
emocionaltan necesaria de trabajar en nuestra época, es la competencia metacognitiva sobre las
emociones.
6
200 millones de años aproximadamente.
9
En este proceso de externalización desarrollamos sistemas de comunicación, el lenguaje
verbal es el medio típico de nuestra especie, éste como todos los sistemas de comunicación
posee emergencia cognitiva, es decir, en su desarrollo no sólo evolucionamos un medio
simbólico, sino que esa misma evolución nos cambia la forma de conocer/significar en general. El
resultado es un cerebro/mente experto en procesar palabras; lo cual es una ventaja pero a
la par una restricción. Las personas no sólo nos entendemos más cuando hablamos sino
también nos confundimos (dilogías, ambigüedad, ironías, mentiras, alabanzas, injurias,
manipulaciones, calumnias, etc.) más.
7
En mi libro Repensar el lenguaje Aportes para filosofar sobre las palabras (2020) indago con profundidad semiótica y
filosóficamente el papel del lenguaje.
8
La práctica metacognitiva de la escritura se produce en dos dimensiones. Cuando se adquiere individualmente la destreza de
escribir, la ontogenia de la lecto-escritura; luego con la práctica personal de la escritura volcada al Self. La escritura
metacognitiva activa y entrena nuestro lóbulo prefrontal (planificación, control, deliberación y predicción) durante toda la vida si
persigue los siguientes tres objetivos: a) escribir voluntariamente, b) escribir
9
La construcción semio-cognitiva de la conciencia introspectiva será desarrollada más adelante.
10
La renuencia a autoexplorarnos por ser especializados para conocer a los otros y al
entorno, refuerza la hipótesis de que la conciencia introspectiva es un desarrollo tardío y cultural,
construida en gran parte por la sociotecnología de la escritura metacognitiva. La meditación, la
observación razonante y exhaustiva, la contemplación indagadora, las inspiraciones exploratorias
de nuestra mismidad, los monólogos interiores, el detectar el fluir de la conciencia, las terapias a
través de las palabras; las aprendemos de otros seres humanos porque ellos nos las enseñan.
Espontáneamente los cazadores-recoletores reciclados en burócratas teconologizados que
somos, no nos brota, introyectarnos.
Las lenguas naturales de todas las épocas, las culturas y regiones tienen metáforas
sociocognitivas, también llamadas comunicacionales. Es decir, comparaciones implícitas en las
que explicamos contenidos abstractos, estados de ánimo, emociones, sentimientos y sensaciones
10
a través de la sensibilidad corporal externada (embodiment), de objetos y de fenómenos de la
realidad física11.
Uno de los aspectos antroposemióticos más arduos de comprender es ¡cómo con una
conciencia tan limitada conocemos tanto! Aunque la conciencia fue evolucionada porque redituó
un recurso de supervivencia eficaz –como en todo proceso adaptativo- , la eficacia no es
perfeccionamiento ni verdad sino plausibilidad pragmática.En Y el cerebro creó al hombre
¿Cómo pudo el cerebro generar emociones, sentimientos, ideas y el yo? Antonio Damasio
([2010]2015: 399-400) fundamenta:
“La conciencia, aún en sus niveles más simples, interviene en la optimización de las
respuestas a las circunstancias medioambientaleslas imágenes cuando son procesadas en la
mente consciente, aportan detalles acerca del entorno, y esos detalles sirven para aumentar la
precisión de una respuesta tan necesaria como, ´por ejemplo, el exacto movimiento que
10
Estar en el filo de la navaja.
11
Las ventanas del alma.
11
neutralizará una amenaza o asegurará la obtención de una presa. Pero la precisión de la imagen
sólo es parte de la ventaja que supone tener una mente consciente. La mayor parte de esa
ventaja, me figuro, procede del hecho de que, en una mente consciente, el procesamiento de
imágenes medioambientales está orientado por un conjunto particular de imágenes internas, las
del organismo vivo del sujeto tal como es representado en el sí mismo.”
“El sí mismo centra el proceso mental, imbuye una motivación a la aventura de encontrar
objetos y acontecimientos, y en la exploración del mundo exterior al cerebro infunde una
preocupación por el primer y principal problema al que se enfrenta el organismo: la regulación
eficiente de la vida. El sí mismo en sus procesos genera de manera natural esa preocupación,
unos procesos cuyos fundamentos se hallan en las sensaciones corporales, primordiales y
modificadas. El sí mismo que siente intrínseca y espontáneamente marca directamente, a
consecuencia de la valencia y la intensidad de sus estados afectivos, el grado de preocupación y
de necesidad presente en cada momento.
A medida que el sí mismo como proceso se hizo más complejo y se pusieron en juego
funciones como la memoria, el razonamiento y el lenguaje, que coevolucionaron, la conciencia
aportó otras ventajas en gran medida relacionadas con la planificación y la deliberación. En este
ámbito, las ventajas fueron muchas, Se hizo factible examinar el futuro posible y a la vez diferir o
12
inhibir las respuestas automatizadas.”
Desconocemos los procesos inconscientes (¡el 95% de nuestra actividad cognitiva!) o -lo que
es peor- les adjudicamos características siniestras y seudocientíficas. La conciencia filo y
ontogenéticamente fue/es un desarrollo gradual, individual, constante y complejo. La vida
prosperó y puede continuar sin ella, nosotros podemos seguir biológicamente activos sin ella. De
hecho, todos los días la perdemos en el sueño; y perderla para soñar es vital a lo largo de toda
nuestra vida. El sueño está estrechamente relacionado con la memoria y, a través de ella con la
estabilidad emocional, la inteligencia y el pensamiento.
13
Sesgo de la constancia de la personalidad.
13
El inconsciente fue evolucionado para el crecimiento y la protección que son las funciones
biológicas claves para la supervivencia y la reproducción. Registra y selecciona información
multisensorial y multidimensional a través de las experiencias emocionales; procesa y almacena
dicha información. Fragmenta e integra la información almacenada para anticipar todas
necesidades vitales y eventuales de un individuo; ofreciéndole así complejas y cuantiosas
posibilidades interpretativas que el consciente selecciona. Además, el inconsciente se ocupa de
activar/iniciartodas las funciones fisiológicas, todas las acciones, todas las interacciones, todas
reacciones, todas las emociones, todos los sentimientos y todos los pensamientos. Con
respecto al inconsciente Dehaene en La Conciencia en el Cerebro (2015:237) evalúa:
“Recordemos el mensaje más importante del capítulo 2: la mayoría de las operaciones del
cerebro son inconscientes. No percibimos de manera consciente la mayor parte de lo que
hacemos y sabemos, desde la respiración hasta el control de la postura, desde la visión de bajo
nivel hasta los movimientos finos de la mano, desde la frecuencia de aparición de las letras hasta
las reglas gramaticales; y durante la ceguera inatencional, incluso podemos perder la vista a un
joven vestido de gorila que se golpea el pecho. Una gran profusión de procesadores
inconscientes teje la textura de quienes somos y la manera en que interactuamos.”
La conciencia está condicionada por la herencia genética y su expresión, por las funciones
sensoriales y cerebrales de cada individuo, por los mecanismos perceptivos y de procesamiento
de datos que aquellas combinan; mecanismos fundamentales pero compuestos por sesgos,
distorsiones y pensamientos negativos automáticos (ANTs). Las funciones cognitivas superiores -
para que la conciencia opere- son complejas y de cuestionable eficacia: lenguaje, memoria,
atención/inhibición y toma de decisiones. La conciencia además es nuestro centro de registro del
tiempo, opera siempre en el presente actual y condicionada por factores situacionales e
individuales (conciencia nuclear14) sobre los cuales, ¡la mayoría de las veces no tomamos
conciencia! No sopesamos cuando rememoramos o cuando nos proyectamos al porvenir que la
conciencia “automática” del yo, del aquí y el ahora (conciencia nuclear de la
situacionalidad), es el auténtico pilar de aquellos constructos.No obstante, como la
consciencia es el soporte de nuestro “yo narrador” diseñador de patrones, aparenta dar
coherencia al pasado (conciencia autobiográfica y ampliada/ memoria episódica) y aparenta
diseñar el futuro.
Los seres humanos diseñamos e inventamos el alma, el espíritu, el libre albedrío o las
religiones monoteístas tanto como hipótesis colectivas válidas para cooperar, pero más aún
como representaciones uniformes y coherentes para sostener nuestra imagen personal:
nuestro Yo Narrador. La externalización representativa también propicia que nuestra semiosis
tienda a que vivamos sometidos a los deseos del otro15.
Para que quede claro: nuestro “self” es dinámico, no estable; es plural, no uniforme; es
contradictorio, no coherente y, finalmente, es material 16, no abstracto.
A pesar de la crítica, estos rasgos de la conciencia son muy productivos ya que nos
permiten imaginar con control17 hacia el pasado y hacia el futuro. Pero entonces ¿cómo se
entiende el valor de la conciencia? Su valor semio-cognitivo es relativo, a decir verdad,
modesto. Además constituye el campo de trabajo de la semiótica cognitiva ontológica. Sobre
valuada y desconocida en su funcionamiento, la conciencia es la base de nuestra
“racionalidad” y de la falacia del dualismo. Puesto que únicamente podemos racionalizar en
estado de vigilia, nos verificamos seres humanos cuando pensamos a conciencia. La frase
anterior parece una verdad tautológica pero es una falacia, la más negativa correlación de esta
falacia es la polarización de nuestra interpretación, por la conciencia presuntamente
“controladora, dominante, racional, tranquilizadora, coherentizadora del pasado y diseñadora del
futuro” dividimos el conocimiento/significación en polos enfrentados y sobrevaloramos uno
abstracto sobre el otro concreto. El dualismo es evaluativo y muy nocivo – sobre todo-
para conocernos y significarnos con acierto ya que divide los polos y excluye al
subvalorado: consciencia/inconsciencia, emoción/razón, humano/no humano,
15
El patriarcado, la falocracia, el Poder y las mitologías de la religiosidad monoteísta han operado con eficacia en función de esta
dimensión de la antropomofización.
16
Genes, hormonas, neuronas, interacciones y sus representaciones.
17
Tengamos la precaución de advertir que imaginamos también inconscientemente, es decir sin control y sin voluntad.
15
profano/divino, singular/social, materia/energía, cuerpo/alma, naturaleza/cultura,
orden/caos, etc.
18
Proceso en el cual la repetición, la imitación y el impacto emotivo son claves.
16
simples y a corto plazo; la conciencia no correlaciona, no delibera, no crea, no imagina, no
diseña, no inventa.
19
El psicólogo experimental Julian Jaynes en 1977 propuso la sorprendente hipótesis de
que con la escritura y la lectura de textos 20 en los que el Yo de los personajes y autores se
representaba a sí mismo, se inició la conciencia introspectiva ética, reflexiva, deliberativa y
autoevaluadora que caracteriza al ser humano de los dos últimos siglos. La propuesta
resultó –y aún resulta- casi temeraria, sin embargo; los alfabetizados de hoy, no advertimos
el impacto de la sintaxis representativa que fue y es la escritura metacognitiva. La
alfabetización es una competencia tan común como incomprendida en su valía. Ser
documentados y registrados por el lenguaje, ser legitimados por certificados y escriturados
resultan fenómenos novísimos. Nuestros cerebros de cazadores-recolectores permiten
rápidamente la adquisición de ésta socio-tecnología 21; sin embargo evaluar su relevancia,
es algo poco usual. Que aprender a escribir y leer sea una política de estado casi
universal muy meritoria, no impide reconocer que es un hábito cultural, muy reciente en la
historia de la humanidad. Con tanta naturalidad nos escribimos en relatos, pruebas,
credenciales, manuales, currícula, cuentos, críticas, diagnósticos, documentos legales,
conferencias, monografías, cartas personales, reportes, evaluaciones, informes, peticiones,
novelas, comentarios, tratados, poemas, chats, discursos, apuntes, denuncias, diarios
personales, reseñas, bitácoras, agendas, debates, notas administrativas y periodísticas,
ensayos, perfiles, muros, biografías, memorias, tesis, obras de teatro, proyectos y
programas; para nombrar algunos textos. En raras ocasiones, notamos cómo y cuánto
esta práctica impacta, por un lado, en la configuración de la conciencia de nosotros
mismos, y por otro, en la deliberación interior de lo que somos, hacemos, sentimos y
pensamos.
“Dicho de otra manera, ¿la conciencia emerge naturalmente en el desarrollo del cerebro o
se forja en un nicho cultural particular?
Julian Jaynes respondió esta pregunta dando lugar a una de las teorías más polémicas y
debatidas de las neurociencia: nuestros antepasados vivían esencialmente en un jardín de
esquizofrénicos. La conciencia, tal como la conocemos, emerge con la cultura en la historia de la
humanidad hace relativamente poco tiempo.
19
El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral ([1977]2009)
20
Las tragedias y comedias griegas, los Evangelios cristianos, La Odisea, los Sutras budistas, entre otros.
21
En dos años aproximadamente la destreza lecto-escritural de cualquier lengua nativa puede ser asimilada.
17
El argumento de Jaynes se construye sobre registro fósiles del pensamiento, la palabra
escrita. El período entre el 800 y el 200 a.C. marcó una transformación radical en tres grandes
civilizaciones del mundo, china, india y occidental. Durante este período se produjeron las
religiones y filosofías que hoy son pilares de la cultura moderna. Estudiando dos textos
fundacionales de la civilización occidental, la Biblia y la saga homérica, Julian Jaynes argumentó,
además, que durante este período también se transformó la conciencia.
Jaynes basó su argumento en la lectura de algunos pasajes. Por ejemplo, los impulsivos
héroes irreflexivos de la Ilíada, impulsados por pasiones insufladas en ellos por los dioses, dan
paso al astuto Odiseo, quien engaña a Polifemo y conduce a sus hombres a Escila con una mala
conciencia.
Uno de los argumentos es que este cambio resulta de la aparición del texto. Porque
22
permite consolidar el pensamiento en un papel en lugar de confiarlo a la memoria, más volátil. A
los que ahora reflexionan acerca de cómo Internet, las tabletas, los teléfonos y el desenfreno
informativo pueden cambiar la manera en que pensamos y sentimos, conviene recordad que la
informática no es la primera revolución material que cambió radicalmente la manera en la que nos
expresamos, comunicamos y, casi con certeza pensamos.
Jaynes proponía que las voces interiores, que expresaban voluntades divinas, fueron
reemplazadas por un diálogo interno consciente de sí mismo. La conciencia, antes de Homero,
vivía en el presente y no reconocía que cada uno es autor de sus propias voces. Es la que
denominamos conciencia primaria y que hoy resulta característica de la esquizofrenia o de los
sueños (salvo los lúcidos). Con la proliferación de los textos, la conciencia se transformó en la
que hoy reconocemos.”
¿Cómo la semiótica cognitiva puede fundamentar esta hipótesis tan osada y controversial?
Recordemos junto a William James (1842-1910) que la experiencia no es lo que le acontece a las
personas sino que es, lo que la gente hace con le acontece; tener vivencias o formar parte de
situaciones no es una garantía de ser experimentado si no hacemos que aquellas situaciones, se
asimilen y procesen internamente. La índole pragmática de la condición humana ha sido
ignorada, sentimentalizar e intelectualizarnos parecen ser las fuentes exclusivas y las causas
únicas para indagar nuestra esencia. Con la biología evolutiva, la biología del desarrollo
individual, la psicología evolucionista y la evolutiva, nos asombraría descubrir y estudiar la
enorme cantidad de comportamientos y habilidades que desplegamos, si o si, a través de la
experiencia pragmática de forma inconsciente y consciente. La sintonía fina de nuestra
motricidad, caminar, masticar, interpretar imágenes visuales, deglutir, manejar utensilios básicos,
22
Externalización representativa objetivada por la escritura.
18
calcular tiempo y distancia de nuestra corporalidad proxémica, mover nuestra cabeza de formar
de captar estímulos visuales, olfativos y auditivos, controlar nuestra funciones de ingesta y
excreción, adquirir nuestro sentido de propiocepción a través del tacto en nuestra piel y a través
de nuestros brazos, manos, pies, pene, vulva, ano, boca, orejas, nariz y cuello, regular nuestra
respiración, perfeccionar nuestra gestualidad facial, postural y de miembros superiores e
inferiores, modular nuestra voz, registrar patrones perceptivos ( acústicos, kinésicos,
atencionales, observacionales, olfatorios, gustativos, táctiles, de uso del espacio, de la
distribución y organización del tiempo, etc.), contactarnos con los cuerpos de los demás, aprender
a hablar, aprender a escuchar, asearnos, aprender a participar en una interacción comunicativa,
participar de actividades comunes, tener relaciones sexuales, desarrollar un estilo propio,
aprender a leer, estudiar, practicar un deporte, razonar, seducir, andar en bicicleta, calcular
matemáticamente, conducir un auto, aprender a escribir, jugar, entre muchísimas más
actividades; son adquisiciones pragmáticas. La evolución biológica nos predispone –después de
millones de años- a desarrollar funciones pero únicamente la experiencia pragmática individual
23
las completa, las desarrolla. Es más existen etapas críticas en nuestra ontogenia biológica
para llevarlo a cabo, la plasticidad de nuestro cerebro y la versatilidad de nuestras conductas son
increíbles pero tienen sus límites. En sentido estricto, todo lo humano es adquirido, es de origen
pragmático.
Ahora bien, como seres sociales también le debemos a la experiencia pragmática el salto
cualitativo increíble que llevamos a cabo en sólo 10.000 años de historia sociocultural, en ese
breve lapso de tiempo pasamos de la tecnología paleolítica a la tecnología bioquímica,
informática, cuántica y aeroespacial de nuestros días. ¿Cómo lo hicimos? La biología evolutiva
invirtió 6 millones de años para que seamos únicamente cazadores recolectores hablantes e
hiper-cooperadores. Michael Tomasello (2007) propuso el efecto trinquete o aprendizaje
sociocultural acumulativo como el proceso que explica cómo logramos superarnos basados en
24
nuestra biología en un tiempo tan corto. Este mecanismo ya lo describimos en este libro pero
vale la pena revisarlo para dar cuenta de la escritura metacognitiva como constructora de la
conciencia introspectiva. Tomasello sostiene:
“De acuerdo con la hipótesis que aquí postulamos, los seres humanos presentan una
adaptación exclusiva de la especie, adaptación que es, en muchos aspectos, especialmente
eficaz, porque cambia fundamentalmente el proceso de evolución cognitiva.
Esta adaptación surgió en algún punto particular de la evolución humana, tal vez no hace
mucho, presumiblemente a causa de algunos acontecimientos selectivos genéticos y naturales.
23
Períodos de tiempo en nuestro desarrollo personal que son los más propicios para implementar la adquisición, práctica y
perfeccionamiento de funciones y destrezas.
24
Ver el capítulo La semiótica como teoría, metodología y política.
19
Consiste en la capacidad de los individuos para identificarse con los otros miembros de su
especie, lo cual les permite comprender que éstos son agentes intencionales como ellos mismos,
que tienen sus propias intenciones y su propia atención y, finalmente, que son agentes mentales
como ellos mismos y tienen sus propios deseos y creencias. Este nuevo modo de comprender a
otras personas cambió radicalmente la naturaleza de toda clase de interacciones sociales,
incluido el aprendizaje social, dando lugar a una forma singular de evolución cultural a través del
tiempo histórico, cuando múltiples generaciones de niños en desarrollo aprendieron cosas
diversas de sus predecesores y luego las modificaron de un modo que llevó a una acumulación
25
de estas modificaciones , por lo general incorporadas a algún artefacto material o simbólico.”
“El «efecto trinquete» que esto produjo modificó drásticamente la naturaleza del nicho
ontogenético en que se desarrollan los niños, en efecto, los niños modernos interactúan casi
siempre con el mundo físico y social a través de la lente de los artefactos culturales preexistentes,
que traen incorporado algo de las relaciones intencionales que sus inventores y usuarios
mantenían con el mundo. Los niños en desarrollo crecen, pues, rodeados de las mejores
herramientas y símbolos que sus predecesores inventaron para hacer frente a los rigores de su
mundo físico y social.” 26
Tomemos en cuenta que en el desarrollo individual del ser humano (ontogenia) la escritura
alfabética como artefacto cultural está presente desde hace aproximadamente 3.000 años ANE,
como herencia y artefacto cultural difundido masivamente tiene no más de 100 años. Los niños
del 2020 se desarrollan -casi todos- en una cultura letrada que les impone una alfabetización
universal básica. Para concentrar su enfoque Tomasello (2007:248) afirma:
“Además, cuando los niños internalizan estas herramientas y símbolos –cuando a usarlos
mediante los procesos básicos de aprendizaje cultura-, crean en ese proceso algunas formas
nuevas y eficaces de representación cognitiva, basadas en las perspectivas intencionales y
mentales de otras personas.”
25
Tomasello (2007:248)
26
Tomasello (2007: 248)
20
persona. La escritura alfabética se hizo metacognitiva y forjadora de la conciencia introspectiva
cuando en los textos señalados por Jaynes y Sigman se representó al Yo interior deliberativo,
evaluándose, modulando sus discursos, intenciones, acciones y reacciones, comparándose con
otros y consigo mismo en diferentes momentos y situaciones, objetivándose en perspectiva,
registrándose en circunstancias determinadas para luego revisarsey además proyectándose o
retrotrayéndosefrente a los desafíos de la vida.
Ulises,más allá del héroe mitológico del poema de Homero,en La Odisea es el ser humano
que se cuestiona, se indaga, reconoce sus miedos, limitaciones y capacidades, se evalúa frente a
los designios divinos, al mismo tiempo que critica a los dioses, sus intenciones y propósitos; es el
que analiza con agudeza también los alcances de sus acciones, las desavenencias de sus
decisiones y acciones, las expectativas de sus seres queridos y respetados. Para hacer todo eso,
Homero/Ulises, escritor metacognitivo, debe representar su Yo interiory una vez objetivado, lo
puede trabajarcomo un artista a su obra. Recordemos, además, que para los estudiosos del mito
griego, Ulises es el astuto, el despierto que con su sagacidad e inteligencia con gran dificultad se
abre camino propio desafiando los designios de los dioses del Olimpo.
22
de la mente Daniel Dennett (2017) 27 son investigadores que extrapolan las capacidades de los
genes para replicarse, adaptarse y exaptarse con el fin de trascender a través de generaciones a
la capacidad exclusivamente humana de desarrollar y transformar conductas socioculturales que
se repiten y retroalimentan, los memes, en nuestro corto periodo socio-histórico (10.000 años). El
meme de la socio-tecnología denominada escritura alfabética metacognitiva, es unhábito social
vigente28en el sentido peirceano, de vigencia reciente (800 años ANE según Jaynes y Sigman),
práctica intensa y distorsionada. Si bien los escritores del siglo XXI somos asiduos a
transcribirnos y permanentemente escribimos sobre nosotros, no buscamos escribirnos para
reflexionarnos sino para sobreexponernos al escrutinio público de redes digitales y foros
virtuales.
“Forzando un poco el lenguaje coloquial de la imagen manifiesta, podríamos decir que los
memes son maneras: maneras de hacer algo o construir algo, pero no instintos (que son un tipo
diferente de maneras de hacer o construir cosas). La diferencia es que los memes se transmiten
perceptualmente, no genéticamente.
Los memes son información semántica, diseños que vale la pena robar o copiar, excepto
cuando se trata de información incorrecta que, igual que el dinero falso, es algo que se transmite
o se guarda bajo la equivocada suposición de que es valioso y útil. Y como hemos visto, la
desinformación es diseño que vale la pena copiar. Al fin y al cabo, el correo basura de Internet,
como la propaganda, está diseñado. ¿A quién beneficia? A veces a los anfitriones, a veces los
autores y a veces los propios memes, que pueden no tener autor pero, al igual que los virus (que
tampoco tienen autores), tienen su propia aptitud, su propia capacidad de replicación relativa.”
Estas aclaraciones de Dennett son claves para entender cuando la memética y la semiótica
cognitiva –a diferencia de otras metodologías- trabajan una visión alternativa de cómo la
información transmitida por la cultura se instala en los cerebros sin ser comprendida. El problema
con el punto de vista habitual es que se basa acríticamente en la suposición de que la
racionalidad está incorporada en el enfoque intencional: la presunción predeterminada de la
psicología popular es que las personas, e incluso los animales «superiores», comprenderán todo
aquello que se le plantee ante sus ojos. Ideas, creencias y conceptos nuevos son ideas,
creencias y conceptos comprendidos, casi por definición. Tener una idea es saber qué idea
27
Sugiero en especial esta obra de Dennett para introducirse en la problemática de los memes, para no confundir los memes con
los cibermemesque circulan en redes virtuales. Estas diapositivas entretenidas, efímeras e ingeniosas de propagación masiva no
son recursos de análisis riguroso e investigación seria.
28
Un tipo complejo de Interpretante Dinámico.
23
tienes, imaginarla y diferenciarla con claridad, tal como dijo Descartes. 29Más allá de la ironía de
Dennett, la naturaleza memética de la escritura nos permite describirla en su complejidad
aleatoria y en la determinación que tuvo y tiene para la conciencia introspectiva. La escritura es
una sociotecnología que no se diseñó racionalmente ni se perfeccionó con intencionalidad precisa
para representar y deliberar con claridad nuestra interioridad. Como muchos artefactos culturales,
como los genes, evolucionó con una gran cuota de azar e improvisación, con adecuaciones sobre
la marcha y para fines más modestos y circunstanciales. La escritura alfabética devino de la
estilización de pictogramas (gráficos que representan objetos reales) que un pueblo utilitario y
comerciante como el cananeo/fenicio logró con el uso del cálamo (estilete de caña hueca
embebido con tinta más útil para escribir que la cuña sumeria que horadaba las tablillas de arcilla)
y el papiro (invento egipcio compuesto por láminas vegetales superpuestas luego enrolladas). La
ciudad de Biblos sobre el Mediterráneo -de la que deriva la palabra bibliografía- fue el centro
fenicio que comercializó el papiro egipcio y proveyó la materia prima para escuelas de traducción
de los persas y los centros comerciales e intelectuales helenísticos como la ciudad de Alejandría.
¡Los memes como la escritura alfabética son competencias que se desarrollaron
pragmáticamente sin comprensión y que practicándolas correlacionan más comprensión y
diseñan más artefactos socioculturales!
Julian Jaynes (2009) cuando en 1977 propuso que la escritura alfabética metacognitiva
construyó la conciencia introspectiva reconoció que Homero, los evangelistas, los recopiladores
de los sutras budistas; primeramente aprendieron a escribir y leer con facilidad, luego
representaron su Yo interior con su propia voz (sujeto de la enunciación) o a través de personajes
(sujetos del enunciado), para finalizar deliberando sobre sí mismoen la medida que pudieron
objetivarlo. En función de que la alfabetización se universaliza, cada persona puede hacerlo e
indagarse. Aunque por la aleatoriedad y factores del imprevisible devenir humano, como lo
señalé, escribimos más sobre nosotros –ciertamente- pero no para autoconocernos y
reflexionarnos sino para vender una imagen pública a ser evaluada, viralizada o ignorada.¡La
aleatoriedad memética y la semiosis correlacionadora combinadas en la escritura alfabética
metacognitiva para fortalecer, transformaro debilitar la conciencia introspectiva!
31
R. Calasso al prologar la traducción al español de El Origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral (2009)
sostiene: “
25
(pensar). Hasta la misma idea de metodología puede ser interpretada como una narración de
pasos a seguir.La narratividad, en consecuencia, no es fácil de aislar como objeto de estudio e
investigación.
La causalidad para la física pre-newtoniana era “el cemento del universo”, la causalidad de
los primeros científicos del siglo XVII fue la traslación de las expectativas del ser humano común
a detectar fuentes y agentes que obraran como seres humanos. A nivel macrocósmico, a nivel
geológico, a nivel meteorológico, a nivel molecular genético, a nivel biométrico y a nivel
subatómico, o sea a escalas no humanas, la causalidad no es siquiera un criterio exhaustivo
para la investigación científica. Es más, a nivel de los fenómenos que estudian las ciencias
sociales la interdependencia, la complejidad y correlacionalidad son criterios más eficaces para
describir, analizar, teorizar e intervenir la realidad intersubjetiva. Sin embargo, el hipercausalismo
32
Más adelante desarrollaré la importancia de la narratividad del yo en los procesos de autoconocimiento.
26
–como dije- es inherente e inevitable a nuestra esencia pero constituye una desventaja cuando lo
ponemos en práctica buscando causas primeras, humanas y únicas, por un lado y fines
eternos, claros y humanos a conveniencia, por otro. El antropocentrismo egocéntrico nos
desarrolló pero a la vez nos limita y perjudica.
En mitología se denomina relatos etiológicos33 a los mitos que explican los orígenes y las
causas sobre todo de los fenómenos naturales catastróficos o que produjeron estrés climático
irreversible y/o cambios socioculturales importantes (migraciones, guerras, epidemias,
hambrunas, sublevaciones, destronamientos, invasiones, organizaciones jerárquicas, etc.). Lo
cierto es que la superestructura narrativa es causal, de esta forma todas las narraciones procuran
garantizar una razón, una causa, una fuente de origen de algún suceso, más aún, si el
acontecimiento impacta socialmente. Los fenómenos actuales de Fake News34y de la Posverdad35
son etiológicamente verosímiles por narrativos. Lo que sorprende es que lo fenómenos actuales
como las narraciones mitológicas son post –factum, es decir, son elaboraciones discursivas que
después de ocurrir los eventos (muertes, cataclismos, desastres naturales, sucesos insólitos,
casos fortuitos, ocurrencias aleatorias, fenómenos probabilísticos, etc.) se arrogan plantear los
orígenes y causas. En realidad son ficciones para tranquilizar con una razón por lo general falsa,
diseñadas para generar una sensación de control imaginario y justificación ideológica. Para
nuestra inquietud, los seres humanos preferimos una mentira tranquilizante y compartida a
verdades movilizadoras y promotoras del juicio individual para llenar los vacíos de sentido. Las
narraciones socializantes son hipercausales por su producción, su circulación y su
reconocimiento.
El hipercausalismo del ser humano se evidencia en la infancia (desde que nacemos hasta
los 12 años más o menos), de niños procesamos todo lo que nos acontece desde una burbuja
egocéntrica; lo malo, lo bueno y sus escalas es causado y dirigido por/a mi niño interior.
33
Etiología: estudio de las causas.
34
Noticias falsas.
35
Articulación de creencias funcionales y marcos socioculturales que la auspician, las creencias no son contrastables objetiva ni
empíricamente, situación que los contextos favorecen. Se plantea que los discursos de la Postverdad son relevantes en sí
mismos, sin embargo la asunción de verdad/objetividad de los mismos siempre y ahora, están direccionados y motivados
emocionalmente.
27
“Este ensimismamiento caracteriza a todos los humanos en su infancia. Los niños de todas
las religiones y culturas creen que son el centro del mundoy por ello muestran poco interés
genuino en las condiciones y los sentimientos de las demás personas. Esta es la razón por la que
el divorcio sea tan traumático para ellos. Un niño de cinco años no puede comprender que ocurra
algo importante por razones que no tengan que ver con él. No importa la cantidad de veces que
mamá y papá le digan que son personas independientes con sus propios problemas y deseos, y
que no se divorcian por culpa del niño; este no puede asimilarlo. Está convencido que todo ocurre
por su causa. La mayoría de las personas abandonan esta ilusión infantil cuando crecen. Los
monoteístas se aferran a ella hasta el día de su muerte. Al igual que un niño cree que sus padres
se pelean por su culpa, el monoteísta está convencido de que los persas luchan contra los
babilonios debido a él. Ya en tiempos bíblicos, algunas culturas tenían una percepción más
exacta de la historia. Las religiones animistas y politeístas presentaban el mundo como el patio de
juego de numerosos poderes diferentes y no de un único dios. En consecuencia, para los
animistas y politeístas era fácil de aceptar que muchos acontecimientos no tienen relación con
uno o con su deidad favorita, y que no son ni castigos por sus pecados ni premios por sus buenas
obras”.
La realidad física, los eventos cosmológicos, las formaciones y procesos geológicos, los
cambios del clima, la química de los elementos, la evolución de la vida y los acontecimientos
subatómicos son fenómenos aleatorios y auto-organizados; no siguen patrones perfeccionistas, ni
destinos superiores ni diseños inteligentes ni a entidades creadoras. La naturaleza humana
proviene de la aleatoriedad y la auto-organización pero la antroposemiosis por emotiva,
externada, intersubjetiva, lingüística, consciente e hipercausal rechaza el azar y la
improvisación. Recordemos que los hombres no abordamos la realidad como es sino
como necesitamos que sea. Al conocer/significar operamos con patrones causales,
sospechamos destinos trascendentales, presuponemos entidades creadoras que como
arquitectos perfeccionistas planificaron de antemano todo. En fin, antropomorfizamos el entorno
para convertirlo en mundo humano.
28
seguridad grupales. La convencionalidad funciona (arbitrariedad) pero de ningún modo, la
guía la certeza.
Descubrir y aplicar patrones eficaces y/o compartidos y/o aceptados, nos hizo correlacionar
para crecer y protegernos en pos denuestra supervivencia, reproducción y prosperidad.
Respondimos con eficacia a las cuatro necesidades vitales; somos los mamíferos más prolíferos,
más cooperativos, con mayor presencia en todas las regiones del planeta y con instituciones
socioculturales complejas. Somos los primates superiores que más hemos ampliado nuestras
expectativas de vida y sobre vida sin modificar, desde hace 150.000 años nuestra biología, sólo
con nuestros artefactos culturales. Pero la eficacia biológica y cultural de cazadores recolectores
aunque vigente, hace dificultosa la vida actual en la que sólo una mínima cantidad de personas
caza y recolecta.
“A la mayoría de las personas les es familiar la idea de que nuestras experiencias más
duras tienen su origen en un desajuste entre la fuente de nuestras pasiones en la historia
evolutiva y las metas que hoy nos fijamos…Lo que es verdad de los sentimientos lo puede ser
también del intelecto. Algunas de nuestras perplejidades pueden proceder de un desajuste entre
los objetivos para los que evolucionaron nuestras facultades cognitivas y los objetivos que
hoy les asignamos36”.
“Lo que parece más básico para la empresa humana es que cada uno de nosotros aspira a
un sentido de significado y unidad para nuestra existencia. A fin de sobrevivir, intentamos dar
cierta apariencia de significado a nuestra experiencia creando estándares según los cuales vivir,
regulando y ordenando en esa forma un mundo de otra manera inexplicable.
Por eso Edipo se arrancó los ojos, aunque, en rigor, no se lo podría culpar de la trágica
muerte de su padre. Actuó en defensa propia, matando a un hombre desconocido. Pero en un
sentido universal, como se dio cuenta Edipo, el parricidio era imperdonable. Había que pagar un
precio, y a él lo encontró justo.
Todas las sociedades, subculturas y grupos establecen sistemas normativos que rigen las
relaciones entre sus miembros. Sin tales sistemas, que se pueden considerar como fórmulas
psicosociales de utilidad social, las relaciones interpersonales serían bombardeadas con
caprichosas, caóticas e imprevisibles demandas y consecuencias. Cuando los estándares del
sistema dejan de ser compartidos o cesan de funcionar según sus propósitos, los individuos
tienen dificultad de comunicarse entre sí. Incapaces de vivenciar su existencia como habiendo
sido vivida armoniosamente y bien, empiezan a sentir vergüenza y desesperación.
Incluso entre descarriados sociales, como ha sido bien establecido, existe la necesidad de
justificación. El uso de tipos especiales de justificación conocidos como racionalización y
negación, les proporciona circunstancias atenuantes que le permiten torcer o quebrantar los
códigos sociales.”
La apofenia es el sesgo cognitivo de ver o verificar patrones donde no los hay, fue en
1959 estudiado como un síntoma de la psicosis; hoy en día, en las neurociencias se lo considera
un rasgo no patológico de nuestra dotación cognitiva y se despliega a nivel perceptivo como a
nivel de procesamiento de inputs. Es más, la misma consciencia es considerada como pro-
apofénica.
37
Experto en el desarrollo de la personalidad malévola.
38
Las evidencias fortalecen la convicción y las evidencias contrarias o distintas son desatendidas o descartadas.
30
Para la semiótica cognitiva, la apofenia opera como un proceso que proyecta relaciones
causales entre sucesos u objetos donde sólo hay coincidencias o probabilidades. Sin embargo,
esta proyección de patrones también, en otros escenarios, implica ignorar sucesos u objetos que
sí están vinculados causalmente. Entonces, la apofenia para la semiótica cognitiva resulta una
estrategia con dos problemáticas; por un lado, conocemos/significamos superponiendo
patrones causales donde no hay conexiones: las creencias, el espiritismo, los fantasmas, los
seres mágicos, las supersticiones, las profecías, los augurios, las cábalas, las tradiciones
sociales, la magia, la astrología, las hipótesis ad hoc expandidas, las mentiras sesgadas por su
masiva circulación social, los relatos fantásticos y maravillosos de leyendas y mitos, los
estereotipos publicitarios del mercado, lo paranormal, lo sobrenatural, etc. Por otro lado,
conocemos/significamos superponiendo patrones causales extraños donde sí hay
conexiones. En la historia de las ciencias naturales, las investigaciones y los hallazgos de la
física, la química y la biología ejemplifican este tipo de apofenia, la falsabilidad del discurso
científico es la respuesta a esta problemática. La historia de las creencias y las religiones expone
la apofenia como correlación negativa de patrones pero, lamentablemente, estas formas de
significación y conocimiento no tienen recursos que enfrenten sus productos inhumanos:
creacionismo, fanatismo fundamentalista, biblicismo, catecismo, contaminación de ideas violentas
relacionadas a la raza, a las etnias, a los intereses económicos, geopolíticos y militares, etc.
La formación deforma dicen los epistemólogos para advertir que la disciplina del
conocimiento en la que somos expertos o especialistas nos “apofeniza”. La especialización en
determinada área de conocimiento tiende a la apofenia porque las metodologías (patrones) al ser
tan específicas de un objeto en particular, los aíslan (disciplinarismo) de fenómenos con los que
están relacionados. Por eso, es interesante bricolar, es decir extrapolar (trasladar) diferentes
metodologías expertas sobre un objeto de conocimiento sobre el que soy experto. Con esto
evitamos “apofenizarnos” con nuestra disciplinaridad y renovamos/ampliamos nuestra “estética de
razonamiento”.
También, resulta relevante señalar que en las dos clases problemáticas negativas
correlacionadas a la apofenia:
31
la convencionalidad masiva, impuesta e irrestricta de los patrones (más
convencionalidad grupal mayor apofenia) y
el distanciamiento hasta la negación de los datos materiales (menor empiria
mayor apofenia).
Como primates nuestras relaciones sociales ya son sofisticadas, pero debido a la profunda
complejidad de las sociedades humanas, se hicieron más exhaustivas por el lenguaje.
Bermúdez de Castro (2016:123) observa:
“Es muy probable que el secreto de nuestra especie en su competencia con los
neandertales y otras especies del planeta residiera en la adquisición de un mayor grado de
socialización. La aparición del simbolismo quizá pudo producir una mayor capacidad de
cooperación entre los grupos de nuestra especie. Y cooperación es sinónimo de innovación,
socialización y difusión del conocimiento.”
39
El resaltado es nuestro.
32
comunicarnos, reconocer, evaluar, cooperar, competir, establecer vínculos afectivos y, a partir de
todas ellas, el inmenso y cálido placer de pertenecer a un grupo particular. La inteligencia social,
mejorada gracias a la selección grupal, hizo del Homo sapiens la primera especie totalmente
dominante de la historia de la Tierra.”
Los factores comunitarios son estudiados por la etología y -mal que nos pese- son iguales
para todos los primates:
o confianza/hostilidad,
o territorialidad/propiedad,
o órdenes de jerarquía y
o sexualidad.
La intervención del lenguaje metaforiza las relaciones cooperativas, lo que reporta una
ventaja y desventaja cognitivas, a la vez. Con las metáforas hacemos comparaciones implícitas
entre dominios o campos semánticos distintos en la necesidad de visualizar o aclarar el
significado de determinados referentes. Cuando metaforizamos las relaciones cooperativas,
en particular, si bien esclarecemos los vínculos; a la par; por la variedad, el cambio y la
complejidad de las relaciones sumada a la circulación grupal de las metáforas, estos
vínculos se hacen polisémicos y generan malentendidos. Recordemos: hablando no sólo las
personas nos aclaramos las cosas sino que también nos confundimos y engañamos.
La base material de la biología de los primates evolucionó según los factores mencionados
pero sobre los mismos dispositivos biológicos y -en función de los mismos factores, como
planteé- desarrollamos con el lenguaje metafórico y la visualización, constructos socio-
culturales.
40
Tomassello (2010) y (2007).
33
espejos de agua, etc.) que son marcados por medios físico-químicos (marcas de olor, heces,
orina, aullidos, cantos, señales de eco-localización, feromonas, coreografías, coloraciones,
temperatura, etc.) con órganos evolucionados (ojos, miembros táctiles, glándulas y receptores ,
aparatos de respiración, de digestión, de excreción, de reproducción, de audición y de fonación)
para la comunicación cooperativa entre los miembros de la misma especie y para los organismos
de otras especies. Los seres humanos somos casi imbéciles para la quimio recepción y unos
minusválidos sensoriales frente a las capacidades de otras especies. Como mamíferos
condicionamos la cooperación a la territorialidad/propiedad, tenemos limitaciones
(circunstanciales, adquiridas o congénitas) para marcar por medios físico-químicos los objetos y
los espacios. Sin embargo, compensamos dichas limitaciones con palabras e imágenes
visuales (constructos socioculturales) para la comunicación cooperativa a gran escala y en
exclusiva entre nosotros, no nos importan las otras especies; nuestra realidad es la
intersubjetiva. La territorialidad/propiedad en nuestros términos es comprehensiva
específicamente a los humanos, abstracta y metafórica, es decir, simbólica.
Otro ejemplo son los órdenes de jerarquía, la organización cooperativa de cualquier grupo
de mamíferos es estructurada por la herencia genética y mediada por recursos físico-químicos y
funciones orgánicas específicas también. Enseñanza/aprendizaje/refuerzo de conductas son
objetivos comunicacionales para ordenar jerárquicamente. A todo este desarrollo material de
organización de clases que continuamos como primates, le añadimos con el lenguaje y con
imágenes visuales: criterios simbólicos, leyes y categorías imaginadas/imaginarias que
compartimos sólo entre ciertos grupos de seres humanos y que imponemos a otros
grupos de seres humanos, a las otras especies y al entorno en general.
34
Para analizar la sólida determinación de nuestra particular forma de socializar, Christakis y
Fowler (2010:264) en Conectados citan un interesante caso de realidad virtual (World of
Warcraft, un juego de Internet jugado por 11 millones de personas en todo el mundo) muy real
durante la primera mitad de 2020 por la pandemia del Coronavirus:
“El 13 de septiembre de 2005 los programadores del juego abrieron una nueva zona para
jugadores avanzados, habitada por Hakkar, una serpiente alada con poderes colosales.
Hakkarestaba equipada con diversas armas y habilidades, entre ellas la de propagar una
enfermedad contagiosa denominada “sangre corrupta” con la que podía contaminar a sus
enemigos. Cuando uno de sus adversarios se infectaba, todos los avatares cercanos se
contagiaban también…
Es notable el parecido con la realidad de la pandemia; pero parece más ilustrativo que la
socialización de selección multinivel con la prioridad de la socialización por grupos de pares, con
las categorizaciones simbólicas (imaginadas/imaginarias) que generamos para etiquetarnos,
conla repetición de patrones grupales que se adecuan a las cambiantes condiciones del entorno,
conla comparación situada dentro y entre grupos de pares y con los sesgos cognitivos propios de
nuestra forma de vincularnos; se traslada a cualquier realidad alternativa inclusive en una que
sólo nos entretiene. La supervivencia, reproducción y prosperidadlogradas por la especie en
cooperación se traslada al mundo virtual con la improntabiológica y sociocultural; la imaginación
cibernética enriquecida por las innovaciones y posibilidades virtuales no transforman nuestra
especificidad comunitaria y sino al revés. Más adelante, Chirstakis y Fowler (2010:264) describen:
“A medida que los jugadores regresaban a sus casas virtuales extendían la infección por
todas partes, incluidas ciudades densamente pobladas. Además, en otro error de programación,
se había permitido que la infección se pudiera propagar a las mascotas. Aunque éstas eran
inmunes y no morían, servían de reserva para el patógeno y se convirtieron en una fuente
35
inmediata de reinfección una vez los dueños volvían a la vida o habían sido curados de la
enfermedad,
Notemos que, inclusive en esta simulación virtual, se pueden verificar los factores
comunitarios de los primates antes mencionados: confianza/hostilidad, territorialidad7propiedad y
órdenes de jerarquía. Las jugadas y movimientos de los participantes, las medidas de contención,
el desconciertoy los errores de los programadores del juego; evidencian que la aleatoriedad
memética(azar e imprevisibilidad) y la correlacionalidad de la antroposemiosis están operando a
todo nivel en la socialización. De este modo, visualizamos en un ejemplo actual, cómo
interactuamos y cómo la semiótica colabora a estudiar e investigar el comportamiento social
humano.
36
Nuestro mundo semiótico posible está –casi en exclusividad- hecho y reformulado por
signos lingüísticos y signos visuales. La realidad virtual está hecha desde sus comienzos hace
70.000 años hasta la actualidad de tecnología informática con textos e imágenes. Una realidad
virtual es aquella realidad posible únicamente a través de formas alternativas que reproduzcan
e intervengan la realidad objetiva. La imaginación con el lenguaje y la visión especializados
en nuestro cerebro/mente no tiene límites pero sí condiciones: producir/interpretar
entidades, categorías y relaciones verbalizables y/o visualizables.
Tener predilección y experticia por el uso de palabras e imágenes visuales también nos
llevaron a perfeccionar la mentira y el engaño que en el mundo biológico no humano –que es
de donde provenimos- ya se practican a gran escala. Plantas, microbios, hongos, invertebrados y
vertebrados son organismos biológicos que engañan para sobrevivir y reproducirse desde hace
3.500 millones de años, que es la edad de la vida en la Tierra. El engaño es connatural al proceso
de antroposemiosis, no es una perversión ni un pecado; por eso hay que estudiarlo e investigarlo
con detalle cuando conocemos/significamos con lenguaje y la visión.R. Trivers ([2011]2013),
historiador y biólogo, en La insensatez de los necios describe tres procesos básicos de la lógica
del engaño: el engaño a terceros, el autoengaño y la inducción a terceros a auto-engañarse.
38
nuestras complicadas emotividad y sentimentalidad se hubieran desarrollado sin una memoria
compleja que posee diversas sdades y funciones.
El estudio de los tipos de memoria y sus funciones plantea criterios diversos. Las memorias
a corto plazo son mecánicas, de corta operatividad y reciclan información dirigida por la
situacionalidad, son: la memoria sensorial corta y la memoria de trabajou operativa. Las
memorias a largo plazo operan con información que reciclamos por espacios temporales
prolongados pero no fijos, los datos son vitales por periodos que se modifican según las etapas
de vida de cada individuo. Las memorias a largo plazo se dividen en:
39
b) Las no declarativas o implícitas contienen datos no representables a través del lenguaje
ni con imágenes mentales, en principio son no accesibles a la consciencia. Se tipifican
en: memoria de miedo condicionado, memoria sensorial larga (olfativa, táctil, icónica y
ecoica), memoria de tareas motoraso procedimental y memoria emocional.
Es más, por ser una cualidad de la plasticidad neuronal y por sus propósitos de
supervivencia y reproducción, la memoria llega a neutralizar o poner en suspensión información
que si fuera actualizada fácil y permanentemente, impediría tales fines. Por eso, la memoria para
trabajar a escala humana, también “olvida” en ciertas circunstancias y se deteriora con el paso del
tiempo. En consecuencia, la memoria opera como una válvula reductora y acomodaticia de
información más que como un mecanismo de conservación de datos. Daniel Schacter,
psicólogo cognitivo ([2003]2015) en Los siete pecados de la memoria describe cómo en su
funcionamiento habitual, la memoria humana opera con transcurso, disctractibilidad, bloqueo,
atribución errónea, sugestibilidad, propensión y persistencia.
40
contención, aprobación y reconocimiento,resultan muy costosos de desaprender. Además esta
clase de memoria interviene de modo decisivo en la formación de los deseos41.
La memoria de trabajo es de corto plazo pero conforma una parte esencial de la función
ejecutiva, junto a la inhibición de la respuesta y la flexibilidad cognitiva. Las maneras de
recordarde la memoria de trabajo se cultivan durante toda la vida (a través de emociones y
repeticiones), y dependen de la gestión individual pero puede ser asistida por el medio social
compartido. Con ellas de forma transitoria relacionamos informaciones
dispersas42almacenadas (fonológicas-articulatorias, viso-espaciales, etc.) y dirigimos nuestra
atención en una dimensión temporal de actividades concretas. De este modo, la memoria de
trabajo es crucial para el poder de concentración atencionalyla capacidad de relación
inferencial entre datos almacenados.
Nuestro cuerpo es la más importante fuente de nuestra individualidad, sus funciones sean
posibilidades o restricciones, no son conocidas y evaluadas en la capacidad semio-cognitiva
(antroposemiosis). La socialización hipervirtual e hipercausal nos instala en un
41
Véase El Poder de los Hábitos de Charles Duhigg.
42
Paralelizamos informaciones.
41
convencimiento disfuncional: la singularidad no importa. Sin embargo, esta falacia muy
perniciosa es desbaratada al estudiar la centralidad de la singularidad en la antropomorfización.
La genética y la biología evolutiva demuestran y describen en cada investigación y hallazgo que
estamos programados para ser únicos. Cuando la semiótica cognitiva trabaja sobre las
dimensiones ontopáticas y ontológicas, capitaliza no sólo el aporte de las ciencias naturales y
formales sino que aprovecha el vasto estudio de las humanidades y las ciencias sociales.
“Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones, fantasías son siempre
cosas privadas, y salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos
formar un fondo común de información sobre experiencias, pero no de las experiencias mismas.
De la familia a la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas”. 43
La conciencia de finitud es concebida por cierta filosofía y por todo discurso religioso como
déficit existencial del hombre frente a su ¡tendencia innata a trascender! Ambos enunciados
falaces; ya que no nacemos deficitarios para vivir la existencia que nos toca ni es connatural al
ser humano la búsqueda de dimensiones abstractas y atemporales. Somos propensos a
imaginar y superarnos para vivir más y mejor; si bien las hipótesis religiosas y ciertas
filosofías angustiantes son resultados de esta disposición, nuestro objetivo vital está
43
A. Huxley ([1954]2014: 14-15)
44
Tanto en su sentido de profundizar con agudeza un tema como en su acepción de fabulación.
42
situado en el espacio físico específico y en el tiempo concreto en que existimos. Esta
característica de la singularidad es, como la antroposemiosis, polémica; por una lado es
negativa porque la “escala humana de la singularidad” nos dificulta la visión y valoración a
largo plazo y panorámica de lo que como especie hemos hecho para vivir más y mejor. Por
eso, los datos globales y generales aunque ciertos y alentadores (por ejemplo: vivimos
más, nos enfermamos menos, somos muchísimo menos violentos, no hay hambrunas
masivas, somos menos anárquicos, respetamos más nuestros derechos, cumplimos más y
mejor nuestros deberes, etc.) no tienen relevancia para la perspectiva singular. Podemos
saber y hasta estudiar que la Humanidad ha mejorado pero nos importa más MI tiempo, MI
espacio y MIS relaciones humanas. Pero a la par, el lado positivo de la singularidad es que
ésta en ningún momento de nuestra historia ha sido tan favorecida como en nuestra
época. Doblar las expectativas de vida, evitar las hambrunas, prevenir las enfermedades y
tratarlas con éxito, controlar la violencia, organizar los medios para cubrir nuestras
necesidades y satisfacerlas, democratizar el conocimiento, universalizar los derechos
humanos, preocuparse por el medio ambiente, entre otros tantos logros; ha contribuido a
que nuestra singularidad por garantizada, importe. Si nos importa a cada uno es una
opción que nuestros abuelos y padres –sin ir más lejos- no tuvieron.
Saber que vamos a morir y que somos seres muy limitados son aspectos del
convencimiento disfuncional para que la singularidad sea negada/subestimada, sobre todo en
épocas remotas y en momentos de crisis materiales, existenciales e imaginaciones apocalípticas.
La aceleración artificial del ritmo de vida actual y la tendencia económica, mediática y virtual a
buscar la individualidad estando conectados con todo y todos en tiempo real 45, nos singularizan
como seres angustiados, consumistas e hiperactivos pero impotentes.
“Para complicar la situación, el mundo que hemos creado –no hace mucho si tenemos en
cuenta nuestra trayectoria- es totalmente distinto al que se habían adaptado nuestro cuerpo y
nuestra mente. En vez de tener que ir a cazar la comida, esta viene hacia nosotros gracias al
servicio de pizzería a domicilio. E interaccionamos con nuestros seres queridos y cercanos con
45
Compañía en soledad.
43
Facebook, en lugar de pasar la mayor parte del día con ellos. Pero aquí acaba la utilidad del
cliché de los antropólogos para explicar la condición humana.
El origen de las diferencias entre el entorno en el que evolucionamos y las situaciones a las
que nos enfrentamos en la era moderna deriva de otra característica propia de los seres
humanos, quizá la más importante. Nuestra propensión a ir más allá de las limitaciones impuestas
por la evolución nos ha llevado a crear instrumentos para ser más rápidos, más listos y vivir más
tiempo. La ciencia constituye uno de esos instrumentos que nos aleja de nuestro modo de pensar
arcaico –ver para creer- y nos permite hacer frente a los retos de hoy, ya sea una gripe
pandémica o el cambio climático. Podríamos afirmar que la última expresión de la singularidad
46
humana nos hace aspirar a ser mejor de lo que somos.” .
Las infinitas situaciones de vida que todos experimentamos, están condicionadas por
múltiples factores que no podemos prever ni controlar; conocer/significar todos los factores
involucrados es teórica y prácticamente imposible. Lo que es posible es enterarnos de
nuestros dispositivos para registrar y procesar aquellos factores; tanto en sus alcances
como en sus restricciones.
46
R. Sapolsky (2012: 18)
47
Recordemos que lo incidental puede ser aleatorio, inconsciente y situacional pero sus consecuencias no. Las experiencias
duraderas de UN solo hecho correlacionan muchos hechos en nuestra vida que son determinantes. Los accidentes y los traumas
son ejemplos dolorosos de esto, pero en realidad opera en todos los aspectos e instantes de nuestra existencia.
44
conocer y valorar la gestión del inconsciente operador permanente y protector del
95 % de nuestra actividad cognitiva singular,
otorgarle importancia a la secuencia semiótica : hacer, sentir y pensar;
conocer/significar cómo convertimos entornos físicos en mundos semióticos
posibles, los objetos en artefactos;
reconocer que nuestras capacidades semio-cognitivas son más competentes para
la experiencia social en vivo,
estudiar las características de la aleatoriedad: teoría de las probabilidades, la
realidad de las casualidades, de las “oportunidades”, de las contingencias, del azar
y de lo fortuito, la naturaleza de las catástrofes o macro-cambios, los fenómenos de
inestabilidad y evolución, el efecto mariposa, los errores necesarios del
funcionamiento de los sistemas, las patologías ajenas y propias, la psicología y
sociología del riesgo, la calidad de las improvisaciones, fluctuaciones y
disfunciones;
y profundizar el estudio, la docencia e investigación de los sesgos cognitivos de
percepción y procesamiento típicos de los seres humanos.
Cabe, a esta altura de nuestro enfoque, desaprender una distorsión política que el estudio
de la singularidad ha generado. Así como las épocas progresistas de izquierda de los gobiernos
entronizan el constructivismo social, las épocas liberales y neoliberales priorizan el individualismo
autosuficiente. Las políticas neoliberales en marcos educacionales y culturales, ciertas
propuestas seudocientíficas como el coaching ontológico o la programación neurolingüística junto
a la divulgación científica frívola de los mass-media han distorsionado los aportes de las
neurociencias, las ciencias cognitivas, la genética, la biología evolucionista, la psicología social, la
antropología y la semiótica cognitiva, desarrollan a propósito de la singularidad. Las ciencias
siempre han tenido una dimensión ideológica fija en su producción, sin embargo la circulación y
reconocimiento de sus aportes son abiertos, democratizadores e inspiradores.
45
Funciones,
sensaciones, SINGULARIDAD: Memorización
percepciones, sueños, plástica
Concientización
acciones, cuerpo, medio
Externalización
interacciones,
restringida
exclusivo,
representativa
Hipervirtualización
emociones, aleatoriedad y
imitaciones, Complejidad
repeticiones situacionalidad social,
compasiones y socialización
pasiones grupal y
comparación
Hipercausalismo
Correlación de
y narratividad situada
patrones
46
Externalización
representativa
Concientización
restringida Hipervirtualización
Singularidad
Desde los 9 meses hasta los 4 y 5 años aproximadamente, los seres humanos
desarrollamos la “teoría de la mente” y comenzamos a construir los contenidos de nuestra
memoria declarativa. Los neurocientíficos después de la revolución de los 9 meses, le asignan a
la “teoría de la mente”, es decir a la capacidad de tener conciencia (realizar inferencias sobre
estados mentales propios y ajenos) de que los puntos de vistas (intenciones, emociones y
pensamientos) propios y de las otras personas son diferentes, una clave definidora para la
comprensión de nuestra singularidad.
Desde que en 1978 Premack y Woodruff identificaron esta capacidad, que no es privativa
de nuestra especie; las neurociencias han estudiado e investigado su centralidad en el desarrollo
semio-cognitivo para el aprendizaje y el desaprendizaje.
47
El Yo Narrador48 es el relato/relator consciente bidimensional (palabras e imágenes
visuales) que cada uno de nosotros diseña en plenitud desde los 4 años en función de cada
contexto situacional al socializar con pares dentro de un marco socio-histórico vigente.
Nuestro Yo Narrador49diseña nuestro pasado y nuestro futuro, conjuntamente, es funcional al
auto-conocimiento, auto-clasificación y la auto-socialización, establece correlaciones controladas
por cada sujeto a medida que interactúa. Dichas correlaciones son causalizadas, estratégicas
pero potencialmente apofénicas. Como medio fundamental para auto-conocimiento nuestro Yo
Narrador posee características interesantes: si bien es estratégico lo que facilita la adecuación a
diferentes individuos, grupos y situaciones; trabaja sólo con representaciones/simulacros
concientizados, circulantes, valorados y diseñados por el marco socio-cultural vigente (Yo
Narrado). Es decir, autoconstruye nuestra imagen con imágenes y discursos externos otorgando
coherencia narrativa a nuestra vida; aunque muchas de nuestras experiencias en sí mismas, no
sean coherentes ni tengan finalidad y excedan los registros lingüísticos y visuales.
“En resumen, dentro del cerebro humano hay un conjunto de estructuras neurales
adaptado de manera específica para representar nuestro conocimiento social. Usamos la misma
base de datos para codificar nuestro conocimiento de nosotros mismos y para acumular
información acerca de otros. Estas redes cerebrales construyen una imagen mental de nuestro
propio yo como un personaje peculiar que se sienta al lado de otros en una base de datos mental
de nuestros conocidos sociales…
Si esta perspectiva acerca del yo es correcta, las bases neurales de nuestra propia
identidad están construidas de manera bastante indirecta 50. Pasamos nuestra vida
monitoreando tanto nuestro comportamiento como el de los otros, y nuestro cerebro estadístico
48
Gergen (1996: 231-258) “La autonarración en la vida social”.
49
Véase Kahneman ([2011]2013: 491-517)
50
El resaltado es nuestro.
48
constantemente deriva inferencias acerca de lo que observa, ordenando su mente a medida que
avanza (Frith, 2007). Aprender quiénes somos es una deducción estadística de la observación…
De todas formas, nunca tenemos un conocimiento genuino de nuestro verdadero yo. Por lo
general desconocemos bastante los reales determinantes inconscientes de nuestro
comportamiento, y por eso no podemos predecir con precisión cuál será nuestro comportamiento
en circunstancias que están más allá de la zona de confort de nuestra experiencia pasada 51. El
lema griego “conócete a ti mismo” sigue siendo un ideal inalcanzable cuando se lo aplica a los
detalles más minúsculos de nuestro comportamiento. Nuestro “yo” es sólo una base de datos que
se llena por obra de nuestras experiencias sociales, de la misma manera en que intentamos
comprender otras mentes, y por tanto iguales posibilidades de incluir vacíos de información,
malentendidos e ilusiones.”
Una metáfora que aclara la función del Yo Narrador para representar el mundo y
representarnos a nosotros mismos en él, es pensar en una película, un film es el formato del yo
que relata (recuerda, proyecta, programa, escribe y lee guiones). En realidad, nos construyen y
determinan más las situaciones concretas y únicas que vivenciamos (medio exclusivo), las fotos
instantáneasde cada instancia que los panoramas secuenciados a largo alientocomo veremos en
el próximo título.Kahneman([2011]2013:35) sostiene queposeemos dos sistemas o modos de
pensamiento, el perspectivismo del lenguaje y la visualización ayudaron a consolidar el Sistema
2:
El Sistema 1 opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin
sensación de control voluntario.
51
El resaltado es nuestro.
49
El Sistema 2 centra la atención en las actividades mentales esforzadas que lo
demandan, incluidos los cálculos complejos. Las operaciones del Sistema 2 están a
menudo asociadas a la experiencia subjetiva de actuar, elegir y concentrarse.
Las etiquetas Sistema 1 y Sistema 2 son de amplio uso en psicología, pero en este
libro, que puede leerse como un psicodrama de dos personajes, hago algo más con ellas.
52
Kahneman ([2011]2013:491-501) Quinta parte: Dos Yo
50
Funciones,
sensaciones,
percepciones, sueños,
acciones, Memorización
interacciones,
emociones, imitaciones,
plástica
repeticiones,
compasiones y
pasiones
Singularidad
Nuestra memoria plástica a partir de los 4 años, le suma –de manera inevitable y
prevalente- a la herencia de los genes (memoria genética), la información del medio exclusivo de
nuestra singularidad.
El desarrollo de la tenacidad o autoconfianza está directamente relacionada con la
singularidad situada que se auto-clasifica. El área BA10 (área 10 de Brodmann) organizada y
bien conectada con el giro angular y la corteza frontal lateral son las áreas cerebrales
encargadas del sistema de confianza.
52
también lo sepamos nosotros mismos 53. Es decir, solemos construir la confianza no tanto en los
hechos del mundo del mundo externo sino en los temblores de nuestro propio cuerpo.”
Hipercausalismo y
Narratividad
Complejidad Social,
Correlación socialización grupal
de patrones y comparación
situada
Singularidad
Desarrollar esta capacidad para nuestra especie eusocial fue y es una combinación de
genética y prácticas sociales, materializada en cada singularidad.
54
El Yo Narrado es el relato/relator institucional bidimensional (palabras e imágenes
visuales) que cada uno de nosotros participa/asimila en plenitud desde los 4 años en
función del marco socio-histórico vigente a través del Yo Narrador.
53
Marcadores somáticos propios.
54
Gergen (1996: 231-258) “La autonarración en la vida social”.
53
El Yo Narrado es la representación idiosincrática (el self ideal de una persona dentro de
una comunidad) vigente en un marco socio-cultural determinado, e influencia a cada persona a
través de los diferentes grupos de socialización de pares en los que participa. Se impone con
correlaciones causalizadas, historizadas, apofénicas y no controladas por cada sujeto sino
establecidas por las instituciones. Con el Yo Narrado los niveles socio-económicos, el
mercado de consumo, los mass-media, la historia, los mitos religiosos, las tendencias estéticas, la
moral, las tradiciones, las costumbres y los hábitosfamiliares, regionales y nacionalistas; se hacen
presentes en cada personalidad.
Cuando planteé al comienzo del presente capítulo que la prosperidad es una meta
orientativa de nuestra semiosis que difiere de la supervivencia y reproducción biológicas, la
función del Yo Narradoes central. La realidad intersubjetiva que nos define se manifiesta a través
del Yo Narradoy la “experiencia” mass-mediática y virtual avanza;prosperar es un objetivo más
complejo que hace 30 años. Nuestra prehistoria comienza hace 200.000 años y nuestra historia
socio-cultural hace 10.000 años, desde la década de 1990 la prosperidad está siendo
dominada por la hipervirtualización de los medios masivos de comunicación, las TICs y el
hiperconsumismo. La hegemonía y homogeneidad de estos agentes hipervirtualizadores operan
sobre nuestra experiencia de los otras personas (realidad intersubjetiva), del mundo (realidad
objetiva) y de nosotros mismos (realidad subjetiva).
Desde la Prehistoria, pasando por la Historia y durante la actualidad, elimaginar ser del Yo
Narrado es un objetivo ligado a la prosperidad. Ni bien institucionalizamos las relaciones
sociales a través de los grupos de pares, grupos familiares, los grupos clan o tribu, los pueblos,
las ciudades, las naciones, los estados y las civilizaciones; las personas
establecimos/establecemos criterios para vivir más y mejor. Prosperar es un concepto
contingente, contextualizadopor factores medio-ambientales estresantes y facilitadores,
épocas y lugares determinados, satisfacción cultural de las cuatro necesidades vitales,
55
En la semiótica de Charles S. Peirce, el Yo Narrado forma parte del Interpretante, el hábito social vigente.
54
reacciones programadas y/o aleatorias de grupos humanos amplios o acotados
conrecursos técnicos/tecnológicos disponibles para diseñar soluciones. Cabe destacar que
los últimos, los recursos tecnológicos diseñadores de soluciones, por sí mismos pueden
correlacionar prosperidad inesperada cuando se los aplica novedosamente 56;
destaquemos: la fermentación, las aleaciones metalúrgicas, el abono, el engranaje, el
estribo, el reloj, el cálamo, el papiro, la pasteurización, las baterías, el alcohol, el papel, la
microeconomía, la refrigeración, la criptografía, la farmacopea, la imprenta de tipos
móviles, la vulcanización, el plástico, la electrólisis, el sistema binario y la informática, la
creación de nuevos elementos de la tabla periódica, la fibra de carbono, la fibra óptica, la
fisión atómica, la nanotecnología y la biotecnología, entre tantos.
Retomando a los memes sobre esta temática, el filósofo de la mente Daniel Dennett
(2017:195-194) nos advierte:
Pensar es un desafío singular en cuanto a su desarrollo y su ejercicio pero los criterios, los
marcos de emergencia, de circulación y reconocimiento, y las metas son realizaciones sociales.
56
Sea por experimentación o casualidad.
55
No nos hicimos pensadores (positivos o negativos) para otra fuente, medio o fin que no
fuera la Humanidad, inclusive cuando pensamos en nosotros mismos. Con esta concepción
semiótica de pensar podemos estudiar, investigar y enseñar las diferentes formas de relacionar
signos a partir de cada singularidad y en función de entornos socioculturales específicos.
Debido a la importancia que la compleja vida social tiene con relación a cómo pensamos,
en las situaciones y los momentos en cuáles lo hacemos; nuestra singularidad –si bien se forma
mentalmente con la socialización- se somete a las convenciones sociales vigentes (temas y
patrones) y a la circulación de las convenciones sociales vigentes (soportes y medios de
comunicación: visualización y verbalización). Otra paradoja de la antropomorfización es que
lo que nos hace pensar, a la vez nos limita el pensar. Por esta razón, siempre fue y es más fácil
pensar como la mayoría que pensar divergentemente.
56
Para pensar disponemos de la correlación de patrones –como anteriormente explicamos-
de los que la causalidad y la narratividad son los tipos sociales dominantes para relacionar
mentalmente los signos. Sin duda, la causalidad y la narratividad son los patrones especializados
socialmente, son connaturales al ser humano y socializados por el ser humano, sobre todo
necesarios para explicarnos “nuestro mundo” pero el mundo es más complejo, –por supuesto-
“somos parte de él” y eso nos desafía a conocer/significarlo con formas mentales “inusuales” de
relación signos que sólo –hoy en día- las aportan el arte, la filosofía y la ciencia. No es un error o
defecto pensar causal y narrativamente, es insuficiente para los tiempos que vivimos.
57
querer/deber ser y el imaginar ser) de la misma antroposemiosis que evolucionamos
desde hace 70.000 años y –repitamos- como lo advierte Pinker (2003: 303) tenemos un
gran“desajuste entre los objetivos para los que evolucionaron nuestras facultades
cognitivas y los objetivos que hoy les asignamos”.57
Los sistemas educativos –en especial los públicos y democráticos- con los aportes
exclusivos del arte, la filosofía y la ciencia, pueden conocer/significar la importancia de la
singularidad de cada persona. El correlato del cómo actuamos es acerca del que menos nos
alfabetizan, al que más reprimen y reprimimos; sin embargo, a partir de 1980, es sobre el que las
neurociencias, la biología, la antropología, la sociología y la semiótica han investigado mucho y
con exhaustividad.
¿Cómo y por qué -en medios sociales compartidos y tan influyentes- sólo algunas
personas son tenaces, se sobre-esfuerzan, revolucionan, inventan, crean, hipotetizan 58 con
rigor metodológico, innovan, hacen arte, filosofan, descubren, experimentan e investigan?
El peso de este correlato define no sólo la forma de ser de una persona sino la
disposición para renovar a los correlatos de cómo representamos o/y cómo pensamos.
57
La metáfora que nos visualiza como un automóvil estándar de 70.000 años circulando por una autopista inteligente del siglo
21, parece ilustrar las características de nuestra condición actual.
58
Estudiar, indagar y hacer docencia.
58
El correlato de cómo actuamos presenta tres rasgos necesarios para renovar a los otros
correlatos:
59
Véase Sorín (2017)
59
las representaciones dominan nuestra realidad intersubjetiva; si el estudio, la
docencia y la investigación deben trabajar sobre lo material, la emocionalidad y el
cambio para generar nuevas representaciones en los estudiantes/investigadores
y la sociedad; estas nuevas representaciones competirán y contrastarán con las
vigentes
la competencia y el contraste entre las representaciones sumarán más exigencias
al esfuerzo de estudiar, hacer docencia e investigar la singularidad
las representaciones vigentes sobreestiman el dominio social y subestiman la
singularidad
en el medio social actual se representa que el merecimiento, lo valioso no exige
esfuerzo
el trabajo docente e investigador sobre las nuevas representaciones exigirá un
triple esfuerzo: neutralizar/desaprender las vigentes, aprender las nuevas y
hacer todo en un medio sociocultural en el que la singularidad está
menoscabada y el esfuerzo está inmovilizado.
El historiador israelí, Yuval Harari (2016: 378-382) advierte bajo el sugerente título: Mejorar
la desigualdad que cuando los conocimientos científicos son manipulados por políticas
neoliberales la desigualdad en todos los aspectos se potencia. La importancia de que los
sistemas educativos públicos y democráticos adopten la singularidad como eje de su
estudio, investigación y docencia es fundamental y compensatorio. Bajo el principio que la
solución liberal a la desigualdad es conceder el mismo valor a las diferentes experiencias
humanas en lugar de crear las mismas experiencias para todos, nominalmente se alardea
con el respeto a la diferencia, SENTIR la diferencia sin permitir a todos HACER la
diferencia. Al reflexionar sobre los adelantos en medicina, Harari ejemplifica:
“A lo largo de la historia, los ricos han gozado de muchas ventajas sociales y políticas, pero
nunca había habido una enorme brecha biológica que los separara de los pobres…La medicina
del siglo XX aspiraba a curar a los enfermos. La medicina del siglo XXI aspiraba cada vez más a
mejorar a los sanos. Curar a los enfermos fue un proyecto humanitario, porque daba por hecho
que existe un estándar normativo de salud física y mental que todos pueden y deben disfrutar. Si
alguien caía por debajo de la norma, era tarea de los médicos resolver el problema y ayudarle o
ayudarla a “ser como todo el mundo”. En cambio, mejorar a los sanos es un proyecto elitista,
porque rechaza la idea de un estándar universal aplicable a todos, y pretende conceder a algunos
individuos ventajas sobre los demás… Si los descubrimientos científicos y los avances
tecnológicos dividen la humanidad en una masa de humanos inútiles y una pequeña élite de
superhumanos mejorados o si la autoridad se transfiere completamente a algoritmos muy
60
inteligentes, el liberalismo se hundirá. ¿Qué nuevas religiones o ideologías podrían llenar el vacío
resultante y guiar la evolución subsiguiente de nuestros descendientes casi divinos?” 60
Reflexión provisoria
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