Correccion de Hispano Guarani Primera Cambio de Enfoque

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 66

UNIVERSIDAD HISPANO GUARANI

FACULTAD DE POSTGRADOS

ESPECIALIZACIÓN EN ADMINSITRACION HOSPITALARIA

Análisis estratégico para medir la necesidad de incorporación de

nuevos recursos humanos en el servicio de Intervención Temprana del

Hospital Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del

2023.

Efigenia Landdy González Aquino.

Concepción – Paraguay

2023
Análisis estratégico para medir la necesidad de incorporación de

nuevos recursos humanos en el servicio de Intervención Temprana del

Hospital Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del

2023

Efigenia Landdy González Aquino.

Monografía presentada como requisito para optar al título de Especialista

Administración Hospitalaria.

Tutor: Prof. MSc. Juares Julio Cuevas Goncalves

Concepción– Paraguay

2023
Advertencia

La Universidad Hispano Guaraní no se hace responsable de las ideas


expuestas en el presente trabajo
4

Análisis estratégico para medir la necesidad de incorporación de


nuevos recursos humanos en el servicio de Intervención Temprana del
Hospital Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del
2023

Esta monografía fue evaluada y aprobada en fecha ___/___/___ para la

obtención del título de Especialista en Salud Pública.

Miembros de la Mesa Examinadora

Nombre Firma

Prof.________________________________ _____________

Prof.________________________________ _____________

Prof.________________________________ _____________

Calificación.______________ (_____)

Asunción – Paraguay

2.023
5

DEDICATORIA
A mis padres y hermanas por su constante
apoyo en todas las etapas de mi vida.

A MIS BUENOS MAESTROS que marcaron


cada etapa de mi camino para así poder
alcanzar mí meta.
6

AGRADECIMIENTOS

A DIOS, por darme fuerza, paciencia y sabiduría


para alcanzar mis objetivos, por guiarme a cada
instante y poner en mi camino las personas que
han sido mi soporte en todo mi periodo de
estudio.

A MI FAMILIA, por brindarme ese apoyo


incondicional, por ser el soporte fundamental en
toda mi vida, por sus consejos, valores y
motivación constante que me ha permitido ser
una persona de bien pero más por su amor
incondicional.
7

RESUMEN

Introducción:

El desarrollo infantil, su seguimiento de manera regular y periódica y la


detección precoz de signos de alarma que señalen alteraciones en
detrimento de su evolución normal, tienen repercusión crucial para lograr el
máximo potencial de las capacidades y habilidades de cada ser humano y
de la sociedad en su conjunto. Resulta, entonces, fundamental que el
pediatra y todo médico o profesional de la salud que atiende niños, conozca
a profundidad las características propias del neurodesarrollo en las
diferentes etapas de la vida del ser humano y en sus diferentes
manifestaciones; no solo motoras gruesas, que son las que a menudo
suelen priorizarse en los controles de crecimiento y desarrollo, sino en otras
áreas como la motora fina, sensorial, lenguaje y socioemocional. En la
actualidad, un aspecto que ha cobrado mucha importancia por su sólida
base científica es el hecho que el neurodesarrollo exitoso tiene estrecha
relación no solo con la genética, sino también con el ambiente de
estimulación y afectividad que rodea al niño, los cuales influyen
decisivamente en la mayor producción de sinapsis neuronales, lo cual
implica, a su vez, en la mayor integración de las funciones cerebrales.
8

Objetivo:

Analizar estrategias requeridas para la incorporación de nuevos recursos


humanos en Servicio de Intervención Temprana del Hospital Regional de
Concepción conociendo las necesidades de los pacientes que acuden al
servicio de setiembre del 2022 al enero del 2023.

Metodología: El estudio fue observacional, descriptivo, retrospectivo y de


corte transversal, basado en el análisis de historiales clínicos del servicio de
Intervención Temprana del Hospital Regional de Concepción de setiembre
del 2022 al enero del 2023.

Resultados: El mayor porcentaje de consultas fue de pacientes de sexo

masculino, lactantes menores procedentes del área urbana, con alto

requerimiento de especialistas en diferentes áreas, que resultaron

insuficientes para cubrir las demandas.

Conclusión: Debido a la demandas y necesidades de especialistas de las

diferentes áreas del desarrollo, se denoto la falta de recursos humanos para

cubrir estos requerimientos.

Palabras claves: caracterización, TEL, TEA, niños, Recursos, Humanos.


9

INDICE

RESUMEN
INDICE
INTRODUCCION...........................................................................................1
CAPITULO I
1.1 – Tema y Titulo……………….……………………………………………... 2
1.2 – Planteamiento del problema………………………………………………3
1.3 – Pregunta de investigación………………………………………………....4
1.4- Objetivo general…………………………………………………………....4
1.5 – Objetivos Específicos……………………………………………………....4
1.6 – Justificación………………………………………………………………....5
CAPITULO II

2. Marco Referencial......................................................................................6

2.1. Marco Conceptual...................................................................................6

2.2. Marco Teórico........................................................................................7

2.3. xxxxxxxxxx...............................................................................................7

2.4. XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX..........................................7

2.5. XXXXXXXXXXXXXXXXX.......................................................................8

2.6. XXXXXXXXXXXXXX...............................................................................10

3. XXXXXXXXXXXXXXX...............................................................................16

4. XXXXXXXXXXXXXX..................................................................................18

5. XXXXXXXXXXXXX....................................................................................19

6. Lesione XXXXXXXXXXXXXXXXX.............................................................21
10

CAPITULO III

3.1. Diseño Metodológico de la Investigación................................................36

3.2. Alcance de la Investigación.....................................................................36

3.3. Enfoque de la investigación....................................................................36

3.4. Operacionalización de las variables.......................................................37

3.5. Técnica e instrumentos de recolección de datos....................................38

3.6. Población y muestra................................................................................38

CAPITULO IV

4.1. Procesamiento y análisis de la información............................................39

CAPITULO V

5.1. Conclusión...............................................................................................54

5.2. Recomendaciones...................................................................................55

BIBLIOGRAFIA............................................................................................... 56
11

LISTA DE TABLAS

Tabla N° 1: Variables..................................................................................39
12

LISTA DE GRÁFICOS

Grafico N° 1: Distribución por sexo.............................................................39

Grafico N° 2: Procedencia...........................................................................40

Grafico N° 3: Distribución por edades..........................................................41

Grafico N° 4: Especialidades requeridas ....................................................42


13

1. INTRODUCCIÓN

El desarrollo infantil, su seguimiento de manera regular y periódica y la


detección precoz de signos de alarma que señalen alteraciones en
detrimento de su evolución normal, tienen repercusión crucial para lograr el
máximo potencial de las capacidades y habilidades de cada ser humano y
de la sociedad en su conjunto. Resulta, entonces, fundamental que el
pediatra y todo médico o profesional de la salud que atiende niños, conozca
a profundidad las características propias del neurodesarrollo en las
diferentes etapas de la vida del ser humano y en sus diferentes
manifestaciones; no solo motoras gruesas, que son las que a menudo
suelen priorizarse en los controles de crecimiento y desarrollo, sino en otras
áreas como la motora fina, sensorial, lenguaje y socioemocional. En la
actualidad, un aspecto que ha cobrado mucha importancia por su sólida
base científica es el hecho que el neurodesarrollo exitoso tiene estrecha
relación no solo con la genética, sino también con el ambiente de
estimulación y afectividad que rodea al niño, los cuales influyen
decisivamente en la mayor producción de sinapsis neuronales, lo cual
implica, a su vez, en la mayor integración de las funciones cerebrales.
Durante los primeros años de vida los niños desarrollan habilidades motoras,
lingüísticas y sociales que les permiten adaptarse al medio en el que viven,
esto se conoce como Neurodesarrollo. El desarrollo de estas habilidades
puede ser anormal hasta en el 1 al 3% de los niños menores de 5 años.
El Retraso del Neurodesarrollo es una condición en la que las habilidades
motoras, lingüísticas y sociales del niño se encuentran por debajo de lo
esperado para su edad. Para determinar si existe un Retraso en el
Neurodesarrollo el niño debe ser evaluado por un médico experto (un
neuropediatra o un fisiatra infantil) que conozca las etapas del desarrollo
normal de cada edad.
14

El Retraso del Neurodesarrollo puede ser temporal o definitivo, esto depende


principalmente de su causa y de qué tan pronto se inicie el tratamiento (por
ejemplo: terapias o estimulación en casa). Es muy importante detectar a
tiempo los síntomas del Retraso del Neurodesarrollo para iniciar
rápidamente su tratamiento y generar mejores resultados.
El Desarrollo Neurológico es una parte importante en la valoración de un

niño en crecimiento. La alteración en la adquisición de las habilidades en el

neurodesarrollo es debida a una gran variedad de procesos que afectan al

Sistema Nervioso Central, sin embargo, la afección    en alguno de los   

diferentes sistemas sensitivos, puede alterar el desarrollo e interferir en el

desarrollo normal de los  niños. Las alteraciones del neurodesarrollo se

dividen en tres grupos: Retraso Global del Desarrollo (RGD) / Retraso

Mental (RM), Trastornos del espectro autista / Trastorno generalizados del

desarrollo, Trastorno especifico del lenguaje.


15

Tema: Estrategias para medir necesidades de nuevas incorporaciones de

recursos humanos al Servicio de Intervención Temprana del HRC, según

requerimiento de los pacientes que acuden a consulta.

Titulo: Análisis estratégico para medir la necesidad de incorporación de


nuevos recursos humanos en el servicio de Intervención Temprana del
Hospital Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del 2023.

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El aumento progresivamente más marcado de los trastornos del desarrollo


en la infancia, así como su incidencia creciente, ha llevado a una mayor
preocupación por parte de los profesionales de la salud y a profundizar en el
estudio de este grupo de población
El desarrollo infantil sigue una pauta marcada principalmente por las
influencias normativas relacionadas con la edad; conociendo la edad se
pueden hacer predicciones sobre sus procesos de desarrollo. Esta pauta
evolutiva está influenciada principalmente por determinantes biológicos y
ambientales que mantienen una alta correlación con la edad cronológica, y
es la etapa en la que se producen más cambios en menos tiempo. Conocer
estos patrones normativos es importante para detectar alteraciones, realizar
el diagnóstico diferencial y determinar si se trata de alguna entidad
patológica.
16

OBJETIVOS

2.1.1. Objetivo General

Analizar estrategias para medir necesidades de nuevas incorporaciones de


recursos humanos al Servicio de Intervención Temprana del HRC de
acuerdo diagnósticos más frecuentes hallados en pacientes que acuden al
Servicio de Intervención Temprana del Hospital Regional de Concepción de
setiembre del 2022 al enero del 2023.

2.1.2. Objetivos Específicos:

Determinar motivo de consulta más frecuentes de niños con trastorno del

desarrollo que acuden al Servicio de Intervención Temprana.

Conocer las necesidades de los pacientes que acuden al servicio de


Intervención Temprana del HRC.

Identificar especialistas más requeridos de los niños con al trastorno del


desarrollo en niños que acuden al Servicio de Intervención Temprana del
Hospital Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del 2023.
17

2.2. JUSTIFICACIÓN

El origen de la Estimulación Temprana se sitúa en la década de los años


cincuenta y sesenta. Es en los años 60 cuando diversos cambios sociales,
políticos, científicos y en educación abren el camino hacia el inicio e
implantación de este tipo de intervención a la que se denominó en sus inicios
Estimulación Precoz. Varios son los acontecimientos durante esos años que
impulsan el interés por la infancia y por su educación. Acontecimientos más
significativos y relacionados con el tema que nos ocupa. Los cambios en el
ámbito socio laboral que favorecieron la creación de centros infantiles
dedicados al cuidado o educación de niños pequeños fue sin duda la
incorporación cada vez más masiva de la mujer al mundo laboral, y la
necesidad de instruir a una población cada vez más industrializada pero
poco preparada o especializada en los nuevos campos profesionales

La necesidad de comprender a los otros, la urgencia de compartir emociones


y estados mentales, el placer de relacionarnos y el interés por lo humano,
son motivos esenciales de nuestra especie. Un fenómeno desconcertante de
alteración del desarrollo humano, que despertaría el interés clínico y en la
investigación por lo que más tarde se denominaría: trastorno generalizado
del desarrollo.
Con este trabajo, se intenta hallar estrategias para las medir necesidades de
nuevas incorporaciones de recursos humanos al Servicio de Intervención
Temprana del HRC, mediante el conocimiento de los motivos de consulta
más frecuentes y los requerimientos de especialistas según sus
requerimientos,
18

3. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1. Diseño metodológico:

El estudio fue observacional, descriptivo, retrospectivo y de corte transversal,

basado en el análisis de fichas clínicas del “Servicio de Intervención

Temprana del Hospital Regional de Concepción”.

3.2. Población de estudio:

3.2.1. Población enfocada


Pacientes pediátricos con trastornos en el desarrollo y sus motivos de
consulta más frecuentes que acuden al Servicio de Intervención Temprana
Hospital Regional de Concepción,

3.2.2. Población accesible


Pacientes pediátricos con trastornos en el desarrollo que acuden al Servicio
de Intervención Temprana del Hospital Regional de Concepción en el
periodo de tiempo de setiembre del 2022 al enero del 2023.

3.2.3. Criterios de Inclusión


a) Niños de entre 1 mes y 4 años.

b) Niños con trastornos del desarrollo que acuden al Servicio de Intervención

Temprana.
19

3.2.4. Criterios de Exclusión


Se excluyeron a los niños que en el momento del diagnóstico
hubieran presentado alguna de las siguientes condiciones:
1. Niños neurotípicos.
2. Fichas clínicas incompletas.

3.2.5. Tipo de muestreo


Muestro probabilístico por conglomerado

3.2. Variables de estudio:

Se recopiló la información de los expedientes clínicos digitales de los


pacientes por medio de un formulario previamente validado y estandarizado
en donde se recopilaron las siguientes variables: edad, sexo, diagnósticos,
prematures procedencia, uso de pantallas.
20

Tabla Nro. 1. Variables de estudio:

Variable Tipo Definición operativa


Edad cuantitativa Meses, años
Sexo cualitativo Masculino o
Femenino
Procedencia cualitativo Rural o Urbana
Especialidad cualitativo Fonoaudiología
requeridas Neurología
Psicología
Pediatra con
especialidad en
desarrollo infantil
Fisioterapeuta
21

3.4. Técnicas y Procedimientos de recolección de información:

3.4.1. Instrumentos de recolección de datos:


Se elaboró una planilla donde se volcaron todos los datos contemplados en

las variables

3.4.2. Análisis de datos

Se realizó un análisis estadístico descriptivo y cuantitativo de una

distribución de frecuencias de las variables cualitativas y cuantitativas;

siendo la unidad de observación: niños con trastornos del desarrollo que

acuden en el Servicio de Inervación Temprana del Hospital Regional de

Concepción.

3.5. Asuntos estadísticos:

3.5.1. Cálculo del tamaño de la muestra


Cálculo de la muestra para este estudio de caracterización con Epi Info y
Excel.
3.5.2. Análisis y gestión de los datos
Para el análisis estadístico se empleó las funciones estadísticas de Excel

función estadística “INTERVALO CONFIANZA”, que emplea el error

estándar (EE) en su fórmula para estimar los límites que contendría el

verdadero promedio del universo, con un 95 % de certeza.

3.6. Asuntos Éticos:

Fue aprobado por el comité de docencia e investigación de la Universidad


Nacional de Concepción. Los datos de los pacientes se mantendrán en
22

estricta confidencialidad y los resultados serán utilizados para fines


científicos. Se respetó los principios de beneficencia y no maleficencia.
23

Marco teórico

Hoy en día, gracias a la multitud de investigaciones y avances


experimentados en el ámbito de las ciencias del comportamiento,
neurobiológicas y sociales, existe cierto consenso y sensibilización sobre la
importancia de prestar una atención temprana a la población infantil, ya sean
niños con desarrollo típico, con problemas en el desarrollo o con riesgo de
padecerlos. De esta forma, diferentes estudios señalan la infancia como una
etapa de crecimiento y maduración del SN donde las experiencias
tempranas van a ser cruciales para el desarrollo posterior, teniendo así dicha
etapa importantes repercusiones durante el resto de la vida del ser humano.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015) señala
que el desarrollo a lo largo de la infancia será un determinante de la salud, el
bienestar y el aprendizaje durante toda la vida.

Como disciplina la Atención Temprana (AT) es un modelo de intervención


relativamente reciente, existiendo una concienciación por parte de todos los
sectores implicados en su implementación sobre la necesidad de trabajar
con unos criterios bien definidos para prestar una atención óptima al infante.
El objetivo de este trabajo es realizar un recorrido histórico sobre la
evolución que ha experimentado el campo de la AT en los últimos años.
Asimismo se analizará el cambio de papel que ha sufrido la familia en éste
ámbito y las principales líneas de actuación que posibilitan prestar una AT de
calidad. Existen otros trabajos que han analizado el papel de la AT, si bien
son menos actuales y no se centran en el análisis sobre el papel de la familia
(e.g., Giné, Grácia, Vilaseca y García-Díe, 2006; Giné, Vilaseca, Grácia y
García-Dié, 2004; Gutiez Cuevas y Ruiz Veerman, 2012; Robles-Bello y
Sánchez-Teruel, 2013). Por último, se proponen nuevas líneas de actuación.

 
24

Perspectiva histórica de la Atención Temprana y panorama actual

En la actualidad el estudio de la AT es considerado un tema fundamental a


nivel europeo. Los documentos internacionales publicados en las últimas
décadas muestran una evolución en las ideas y teorías al respecto. Así por
ejemplo, el Informe Warnok encargado en 1974 por el Secretario de
Educación del Reino Unido a una comisión de expertos, el cual fue publicado
en 1978, tuvo una gran repercusión en toda Europa respecto a los cambios
que introdujo en el campo de la intervención infantil y de la educación
especial.

En 1991, la Asociación Europea de Intervención Temprana publicó el


manifiesto Eurlyaid, el cual, junto con otras publicaciones relevantes, ofrecen
una amplia perspectiva de la evolución de este tema a nivel teórico, práctico
y político. En la misma línea, dentro del Programa de Acción Comunitario
Helios II (1993-1996) se pusieron de manifiesto importantes reflexiones tanto
de las perspectivas educativas como de las rehabilitadoras. En 1998, la
Agencia Europea para el Desarrollo de la Educación Especial, publicó un
documento en el que se reflejaban las últimas tendencias en varios países
europeos. Y Por su parte, las aportaciones desde diferentes disciplinas como
la Psicología, Neurología, Pediatría, Fisioterapia, Pedagogía y Logopedia
han contribuido a la evolución del concepto y a su aplicación práctica.
Principalmente destacan dos grandes cambios; por un lado en la
conceptualización de AT y, por otro, a nivel de la intervención.

En cuanto al desarrollo de un nuevo concepto de AT, ahora la AT unifica las


aportaciones desde el campo de la salud, la educación y las ciencias
sociales -particularmente la psicología-. En el pasado todas estas disciplinas
tenían relaciones distintas y no siempre han actuado de manera
interrelacionada.
25

Con respecto a la intervención, en un primer momento se centraba


prioritariamente en el niño, mientras que en la actualidad existe un enfoque
más amplio que se centra no sólo en el niño, sino también en la familia y en
la comunidad (Blanchard, Gurka, y Blackman, 2006; Peterander, 2003).

Por otra parte, a partir de los años 70, la especialización disciplinar así como
diferentes investigaciones, ponen de manifiesto que la primera infancia es un
periodo con necesidades y características específicas que son diferentes a
cualquier otro momento y que existen posibilidades de intervenir para tratar
de modificarlo (Gutiez, 1995). En esta línea, los avances en el campo del
desarrollo cerebral subrayan la importancia de las experiencias tempranas
en el establecimiento y desarrollo de las conexiones neuronales. Según Park
y Peterson (2003), diversas investigaciones parecen probar que las
experiencias ricas y positivas durante la primera infancia pueden tener
efectos beneficiosos en el desarrollo cerebral, ayudando a los niños en la
adquisición del lenguaje, en el desarrollo de destrezas de resolución de
problemas, en la formación de relaciones saludables con los demás y en la
adquisición de distintas capacidades que le serán de gran utilidad para la
vida posterior. Así pues, la evolución que experimentan los niños desde el
nacimiento hasta los primeros años de vida, no se puede comparar con
ningún otro estadio del ciclo vital (Shonkoff y Phillips, 2000).

En lo que respecta a nuestro país, la AT aún sigue consolidándose como


disciplina científica. Sus orígenes hemos de buscarlos en los primeros
programas sobre estimulación precoz allá por los años 70. Grande (2011)
afirma que en los años 70-80, cuando la corriente de la Estimulación Precoz
llega a España basada en actuaciones asistenciales, este movimiento
evoluciona hacia el concepto de AT, pasando de actuaciones asistenciales a
otras actuaciones de carácter preventivo, coordinado, global e
interdisciplinar.
26

Así, las dos principales vías de penetración de la AT en España fueron por


un lado, el sistema sanitario y su red de hospitales, y por otro, el sistema de
servicios sociales-siendo el INSERSO el representante más importante de
este servicio en nuestro país-.

Por otra parte, el Real Patronato es una de las principales instituciones de


ámbito estatal que vela por la prevención y la atención de las deficiencias-
creado por decreto 1023 / 1976, de 9 de abril, como Real Patronato de
Educación Especial-y cuya actuación propulsó el nacimiento de las primeras
medidas encaminadas a la prevención y la atención de las deficiencias.

En los años 90 la responsabilidad de la AT estaba compartida entre


diferentes instituciones-servicios sanitarios, educativos y sociales-, sin una
clara distribución de competencias entre ellas y con una gran disparidad de
situaciones entre las diferentes comunidades autónomas. Es por ello que se
publica el Libro Blanco de AT, elaborado por el Grupo de Atención Temprana
(GAT) y editado en el año 2000 por el Real Patronato de Prevención y
Atención a Persona con Minusvalía, en un intento de aunar criterios y
convertirse en un referente normativo para todos los sectores implicados en
este campo-administraciones públicas, profesionales, asociaciones y
familias-; conceptualizando la AT como:

Conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la


familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto
posible a las necesidades transitorias o permanentes de los niños con
trastorno en su desarrollo o con riesgo de padecerlos. Estas intervenciones,
que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un
equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar
(GAT, 2000, p.13).
27

No obstante en la actualidad, pese al citado intento de unificar criterios en el


campo de la AT, en el territorio español continúan existiendo grandes
diferencias, debidas en parte a las políticas de descentralización y a la
historia cultural propia de cada Comunidad Autónoma (GAT, 2001). 

Marco de trabajo de la Atención Temprana

Áreas de intervención. En primer lugar, es necesario señalar que las áreas


desde las que se lleva a cabo actualmente la AT son tres: salud, educación y
servicios sociales. El área de la salud, principalmente gira en torno a la
atención pediátrica, y se centra en factores evolutivos del niño, acciones
preventivas y de asistencia sanitaria. Por otro lado, el área de educación se
centra en el apoyo a la integración en el contexto ordinario de educación y
se actúa de manera individualizada, desarrollándose toda acción como
apoyo en el entorno del aula. Por último, en el área de servicios sociales, los
centros de AT actúan en régimen ambulatorio desarrollando programas de
facilitación del desarrollo motor, de la comunicación y de la relación
interpersonal, haciendo partícipes a los miembros de la unidad familiar. Se
plantea la atención individualizada mediante programas de atención al niño,
prestando especial atención al grado en que los padres y otros miembros de
la familia conocen, interpretan, integran y aplican las pautas y orientaciones
que se derivan del programa (Ramírez, 2005).

La buena coordinación entre los tres sectores mencionados, junto con la


familia y el propio niño es crucial si se pretende ofrecer una atención de
calidad. Esto es así cuando se trata de niños con desarrollo típico, siendo
más importante aun cuando son niños con desarrollo patológico. En relación
a esto, señalar que un reciente trabajo publicado por Floyd y Dago (2014)
advierte sobre la importancia del establecimiento de una buena
comunicación entre los profesionales sanitarios, educadores, familia, niño y
otros profesionales, cuando éste padece una enfermedad minoritaria;
28

necesitando de una mayor coordinación en su atención, de una forma


compleja y multidisciplinar; dadas las complicaciones que surgen en estas
familias a todos los niveles-esto es, sanitario, social, educativo, familiar y
personal-. Estas autoras señalan como posible vía para ofrecer una atención
integral el "hogar médico", definiendo esto como el ofrecimiento de una
atención médica completa al niño que se centra en la familia, es sensible a
su cultura, accesible, permanente y coordinada. Dicho hogar promueve la
coordinación entre el ámbito sanitario, los centros educativos, las
fundaciones, las diferentes organizaciones en la comunidad, la familia y con
el propio niño. No contemplaría las meras derivaciones a las otras
especialidades o servicios, sino que incorporaría la mejora de la
comunicación entre los servicios sanitarios de atención primaria y los otros
servicios, desarrollando un vínculo entre los profesionales sanitarios y la
familia, mejorando el conocimiento y las habilidades de todos incluidos
(McAllister, Presler y Cooley, 2007). De esta forma, si el niño recibe una
atención coordinada puede mejorar su salud física y mental, la satisfacción
de su familia y la suya propia, mejorando, en definitiva, su calidad de vida.

No obstante, a pesar de todos los datos que avalan los beneficios de prestar
esa atención coordinada, en la práctica no es sencillo lograrla, puesto que
casi la mitad de los niños con necesidades especiales no reciben una
adecuada atención integrada (Murphy, 2011). Para alcanzar este objetivo
sería conveniente que todos los profesionales que se encuentran en
contacto con el niño se esforzaran por desarrollar la buena relación y
comunicación entre ellos, así como con la familia del niño afectado,
trabajando como un equipo bien avenido.

Niveles de intervención. Por otra parte, cuando hacemos alusión al término


AT hemos de conceptualizarlo en un sentido amplio, tomando como punto
de referencia los tres niveles de intervención posibles, entre los que se
29

encuentran: el "nivel primario" que realiza actuaciones de prevención y


sensibilización dirigidas a la población en general, con el objetivo de evitar
las condiciones que puedan llevar a la aparición de deficiencias o trastornos
en el desarrollo infantil; el "nivel secundario" cuyas actuaciones están
dirigidas a la población de riesgo, con el objetivo de realizar precozmente
una detección y diagnóstico-; y, por último, el "nivel terciario" con
actuaciones encaminadas a eliminar o reducir las consecuencias negativas
de los trastornos o disfunciones que se han detectado en la población
infantil.

En este sentido, cada uno de los sectores anteriormente mencionados lleva


a cabo una serie de acciones en el contexto de la AT.

Modelos de intervención.

 Actualmente las corrientes de trabajo en AT se fundamentan en una serie


de modelos teóricos que ponen de manifiesto la importancia del entorno y la
interacción del niño con éste. Fundamentalmente destacan tres: modelo
biopsicosocial, modelo ecológico-sistémico y el modelo transaccional.

El modelo de intervención biopsicosocial de funcionamiento y discapacidad


publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, ICF, 2001) toma
en consideración todos aquellos aspectos en su vertiente preventiva y
asistencial tendentes a potenciar las capacidades y desarrollo del menor.
Este modelo posibilita de la forma más completa la integración del mismo en
su medio familiar, escolar y social, así como el desarrollo de su autonomía
personal.

Por otro lado, desde el modelo ecológico-sistémico, se señala que todas las
intervenciones llevadas a cabo han de considerar no sólo al niño, sino
también a la familia y al entorno en el que éste se desenvuelve; por tanto,
30

habrán de tenerse en cuenta las características personales del infante, el


ambiente y la posibilidad de interacciones recíprocas. Se trata de normalizar
la situación del niño y conseguir su total integración. El hogar y la escuela
son los entornos naturales en los que se mueve el niño y es en ellos donde
debe realizarse la intervención en AT (e.g., Burger, 2014).

Por su parte, el modelo transaccional señala que, el desarrollo del niño es el


producto de las continuas interacciones dinámicas del infante con la
experiencia proporcionada por su familia y por el contexto social. Según
Sameroff y Fiese (2000) lo novedoso de este modelo es que pone el mismo
énfasis en los efectos del niño y del medio ambiente, de tal forma que las
experiencias que son proporcionadas por el medio no se contemplan como
independientes del niño. Así pues, la AT debe incidir tanto en el niño como
en su entorno para favorecer los elementos que beneficien la relación entre
ellos.

Encontrar un marco de trabajo equilibrado para atender las necesidades del


niño y las de su familia no ha resultado una tarea sencilla, como ha sido
puesto de manifiesto en diferentes estudios (Casado, 2006; De Linares y
Rodríguez, 2004; Espe-Scherwindt, 2008; Millá y Mulas, 2005; Perpiñán,
2009; Watts, McLeod y McAllister, 2009). No obstante, señalar que
actualmente, la mayor parte de los programas de intervención se centran en
los entornos naturales del niño, habiendo surgido un modelo ecológico de
actuación denominado modelo de entornos competentes, en el cual se
potencia la percepción de autocompetencia de los padres y los educadores
del niño con dificultades. Tomando como marco de referencia la Teoría de
los Constructos Personales de Kelly, la metodología a seguir sería crear un
sistema común de constructos referentes a la discapacidad, el papel de las
personas implicadas y la intervención, entre otros, que potencie que los
31

cuidadores se perciban autocompetentes para el cuidado del niño,


fomentando así la corresponsabilidad.

Intervención desde el ámbito familiar

Importancia de la familia. Como se ha mencionado anteriormente, las


investigaciones realizadas en los últimos años han puesto de manifiesto el
papel clave de la familia en la AT (Burger, 2014; Giné, Grácia, Vilaseca y
García-Díe, 2006; Robles-Bello y Sánchez-Teruel, 2013; Trenado, Pons-
Salvador, y Cerezo, 2009; Vandenbroeck y Lazzari, 2014; Viloria y Guinea,
2012). De hecho, no sería posible prestar una atención adecuada al menor
por parte de los tres sectores mencionados con anterioridad sin la adecuada
colaboración de la familia en todo este proceso; resultando crucial la
implicación familiar para favorecer la interacción afectiva y emocional, así
como para la eficacia de los tratamientos. De esta forma, la actuación de la
AT ha ampliado su marco incluyendo el trabajo con las familias como un
componente básico de referencia de actuación (GAT, 2005).

Son varios los modelos que entienden el desarrollo humano como una
actividad social en la que los niños participan desde que nacen de forma
activa, y es ahí donde desarrollan sus capacidades (p. e.,Bronfenbrenner,
1987; Bruner, 1977). El cambio de orientación desde un modelo biológico -
centrado en el tratamiento del niño que sufría alguna deficiencia- hasta un
modelo ecológico en el que la familia tiene un papel clave, al conceptualizar
al niño como el resultado de un complejo proceso de interacciones entre el
organismo y el ambiente (Iversen, Shimmed, Ciacera y Parbhakar, 2003), es
algo que fundamenta la implicación familiar en la intervención.
32

Los comienzos del trabajo centrado en la familia están relacionados con


cambios en la concepción de los problemas del desarrollo y en la forma de
apoyar al niño y a su entorno familiar, se pasa de atender a los padres a
trabajar con los padres (Brown, Galambos, Poston y Turnbull, 2007). Así
pues, la relación que deben mantener los profesionales de las unidades de
AT con las familias debe centrarse en la cooperación y la colaboración. Así
pues, el nuevo modelo que se viene aplicando en AT implica a la familia en
todo el proceso de evaluación, prevención e intervención (Medina i Mirapeix
et al., 2007).

En el logro de esta participación es necesario ayudar a las familias a


modificar, adquirir o mejorar algunas pautas de interacción que tienen lugar
en su contexto diario de juego y alimentación para que el trabajo pueda
considerarse completo. Todo ello sin olvidar que se deben atender sus
preocupaciones, expectativas, así como las ayudas de la que disponen y los
recursos. Esto es así porque asegurando unos patrones de interacción
adecuados en el seno familiar, se facilitará un desarrollo óptimo para el niño,
tanto si se trata de niños de población general como si se trata de niños de
poblaciones de riesgo o con discapacidades establecidas (Guralnick, 2005).
En relación a esto, señalaremos un reciente estudio llevado a cabo por
Pérez et al. (2012), cuyo propósito era analizar la relación existente entre el
estrés experimentado por los progenitores y el desarrollo cognitivo,
comunicativo y motor de los niños. Los resultados de dicho estudio pusieron
de manifiesto la existencia de una relación entre estrés parental y desarrollo
del niño, encontrando que las madres, principalmente, como consecuencia
de desempeñar ese rol materno puntuaban más alto en las diferentes
dimensiones de estrés, pudiendo verse afectado el desarrollo motor del niño
por esta variable. Dichos hallazgos están en consonancia con los obtenidos
por Gerstein et al. (2009), quienes mostraron que el estrés parental suele ser
mayor en las madres que en los padres. Por otra parte, los resultados de
33

este estudio coinciden, en cierta forma, con los obtenidos por Guralnick
(2001, 2005) al afirmar que si se aseguran unos patrones de interacción
adecuados dentro de la familia, se facilitará un desarrollo óptimo para el
niño. En consecuencia, dichos resultados evidencian la idoneidad de
implementar programas de prevención y promoción del desarrollo infantil,
desde el ámbito de la prevención primaria en AT, para proporcionar a las
familias información y factores de protección que les ayuden a disminuir sus
niveles de estrés parental y mejorar la calidad del desarrollo de sus hijos. A
continuación se mencionan las principales actuaciones enmarcadas en el
papel de las familias en la AT.

El trabajo con las familias. En términos generales, la finalidad del trabajo


con las familias es capacitarlas para que puedan funcionar de manera
efectiva en sus contextos sociales (Leal, 1999). Todos los profesionales
deben diseñar, por tanto, programas para la intervención familiar. No
obstante, desde los servicios de AT pueden observarse prácticas
profesionales muy diversas y una escasa incorporación activa de la familia
en el proceso de intervención (Giné et al., 2006; Grande, 2011;
Vandenbroeck y Lazzari, 2014). Según Turnbull (2003) el trato con las
familias puede ir desde un modelo psicoterapéutico en el que se plantea
psicoterapia a los padres; un modelo de formación a los padres en el que se
asume que éstos deben dominar un conjunto de habilidades para trabajar en
casa bajo la orientación y control del profesional; hasta un modelo de
colaboración con los padres, modelo ideal en el que se trabaja en
cooperación.

Resulta conveniente mencionar aquí el enfoque de servicio de AT centrado


en la familia, el cual ha comenzado a instaurarse en nuestro país, contando
ya con una extensa evidencia empírica fuera de España (García-Sánchez,
2014). La correcta implementación de este enfoque, además de requerir el
34

establecimiento de una relación de confianza entre el profesional y la familia,


apunta hacia la necesidad de planificar de manera cuidadosa las prácticas
específicas que han de implicar a las familias como colaboradoras activas en
las actuaciones a desarrollar (Espe-Sherdwindt, 2008); consiguiendo así co-
responsabilizar a los cuidadores en las decisiones adoptadas y convertirlos
en verdaderos agentes de cambio dentro los entornos naturales del niño
(García-Sánchez, Escorcia, Sánchez López, Orcajada y Hernández-Pérez,
2014). No se trataría de convertirlos en coterapeutas o terapeutas (como
ocurre en otros modelos), sino desarrollar sus competencias para que sepan
aprovechar las oportunidades de aprendizaje existentes en el entorno
natural del niño. Pues es en el entorno natural donde el aprendizaje será
más productivo, dada la existencia de una serie de factores-como la
motivación del menor, su intención de interaccionar con los elementos que lo
motivan realmente y su decisión-que dirigirán su aprendizaje (García-
Sánchez, 2014).

Por otro lado, los objetivos específicos que el profesional se debería plantear
en relación con las familias, a fin de conseguir su total autonomía en lo que
respecta al cuidado y educación del menor serían: el establecimiento de
unos adecuados vínculos de apego entre el niño/a y sus cuidadores, el
garantizar que los cuidadores se perciban autocompetentes en el cuidado y
atención que prestan a las necesidades del niño, y la adquisición de unas
estrategias parentales adecuadas:

Vínculos de apego. Muchos autores han valorado la importancia que


supone para el ser humano, desde su nacimiento, disfrutar de un entorno
rico en afectividad, cuidados, protección y apoyo (Greenberg, 1999;
Thompson, 1999). Según la literatura científica, los/as niños/as que carecen
de la oportunidad de establecer una interacción que les permita fomentar
vínculos afectivos seguros, pueden mostrar retrasos y alteraciones en el
35

desarrollo, como consecuencia de no disponer de, al menos, una figura de


apego como base de seguridad. El carácter particular de este vínculo forjado
entre el bebé y la figura de apego, crea un marco de interacción que
mantiene al bebé en un entorno afectivo seguro, estable y predecible,
constituyendo la plataforma para un desarrollo socioemocional sano
(Cantero, 2003). Según Shelley (2009), Bowlby constató reiteradamente las
múltiples implicaciones que dicho vínculo afectivo tiene para la salud en el
desarrollo humano, así como para sus posibles alteraciones
psicopatológicas. De esta forma, si el infante ha tenido experiencias
positivas con su figura de apego, en las que se sintió respondido con
empatía y constancia, ha de desarrollar un sistema de representaciones
internas que anticipan interacciones gratificantes, constituyendo éstas las
bases de la socialización, resiliencia y desarrollo emocional. Por el contrario,
la sensación de vulnerabilidad, indefensión e inseguridad, puede dar lugar a
la formación de síntomas y estructuras patológicas (Marrone, 2008).

Ha sido constatado que cuando las interacciones son contingentemente


adecuadas se establece un apego seguro; surgiendo el apego inseguro en el
caso contrario. La calidad del apego se establece principalmente
dependiendo de cuán bien está la regulación emocional diádica (Sroufe,
2000). Si la figura de apego ignora, rechaza o castiga los intentos de
aproximación, está mostrando patrones inadecuados de crianza. Si esta
interacción defectuosa se repite conduce a una organización defensiva, por
parte de la cría, que se describe como conducta de apego inseguro (Lyons-
Ruth, 2003).

En el caso de los bebés con desarrollo no típico, el tipo de relación


interactiva con su figura de apego, en ocasiones, puede estar revestida de
ciertas peculiaridades, pudiendo provocar condiciones de crianza atípicas, y
derivando así, en marcos interactivos no siempre óptimos. La conducta
36

atípica de estos bebés impacta irremediablemente en el entorno de crianza,


provocando un tipo de respuesta inadecuada y no siempre satisfactoria. La
falta de entendimiento, de experiencia, de ansiedad y confusión en la figura
de apego, puede generar patrones interactivos inadecuados, constituyendo
un factor de riesgo para el desarrollo de la vinculación emocional entre el
bebé y el adulto. De hecho, existe constancia de que, en la mayoría de las
ocasiones, las figuras de crianza no establecen un patrón de apego
normalizado por múltiples causas; la realidad informa que, en su mayoría, no
actúan como lo harían con el hijo o la hija que no presenta patología, no
juegan a los mismos juegos, ni sonríen, ni los acarician, ni los observan ni
los estimulan como lo harían con los otros (Capps, Sigman y Mundy, 1994).
En este sentido, la necesidad de un mismo código comunicativo entre el
bebé y el adulto va a posibilitar el desarrollo de los marcos interactivos; por
lo que procurar el establecimiento de un código comunicativo compartido va
a ser una prioridad.

Finalmente apuntar que, los programas de intervención profesional deberían


contemplar el trabajo con los dos agentes sociales desde un enfoque
contextual bidireccional y en torno a tres aspectos: receptivo (o trabajo con el
adulto en la interpretación de señales y logros, y trabajar con el bebé la
anticipación adecuada), expresivo (estrategias de estimulación en el adulto y
respuestas contingentes en el bebé) y actitudinal (actitud positiva frente a la
negativa) (Alonso y Román, 2003).

Autocompetencia del cuidador. La percepción de autocompetencia hace


referencia a la percepción que los implicados en el proceso (padres,
profesionales y niño/a con desarrollo no normativo o atípico) tienen de sí
mismos respecto a la capacidad de atender y responder adecuadamente a
las necesidades especiales del infante. La literatura especializada señala
que, cuando los cuidadores habituales se consideran capaces de atender al
37

niño con problemas, disminuyen sus defensas y se posicionan con respecto


a él y su educación en un lugar que les permite mayor eficacia y satisfacción.

El modelo de entornos competentes propone potenciar la percepción de


autocompetencia de los cuidadores habituales a través de una interacción
fluida entre los sistemas implicados, esto es, familia, escuela y equipo de AT.

Estrategias de crianza positivas. Cuando los padres se relacionan con los


hijos y realizan las funciones que les son propias, ponen en práctica unas
estrategias llamadas estilos educativos o prácticas de crianza, por medio de
las cuales podrán educar, influir y/u orientar a los hijos para su integración
personal y social. Dichas prácticas varían de unos padres a otros, así como
los efectos que van a producir en los hijos. Asimismo, esas prácticas
educativas parentales constituyen tendencias globales de comportamiento -
es decir, son las prácticas utilizadas más frecuentemente-, puesto que los
padres no utilizan siempre las mismas estrategias con todos sus hijos ni en
todas las situaciones, sino que dentro de un continuum más o menos amplio
de tácticas, seleccionan con flexibilidad las pautas educativas (Ceballos y
Rodrigo 1998).

Ahora bien, el estudio de las prácticas de crianza ha sido ampliamente


estudiado en psicología y, aunque es un constructo multidimensional, suele
incluir dos dimensiones básicas: una relacionada con el tono emocional de
las relaciones y la otra con las conductas puestas en juego para controlar y
encauzar la conducta de los hijos. En la primera dimensión se sitúa el nivel
de comunicación y en la segunda el tipo de disciplina, encontrándose ambas
dimensiones relacionadas. Relacionando distintos estilos de crianza y
niveles de comunicación dentro de la familia, los padres que usan más
comprensión y apoyo en la crianza tendrán más altos niveles de
comunicación, y las familias con niveles más bajos de comunicación
38

tenderán a usar la coerción y el castigo físico más a menudo (Musitu y


Soledad-Lila 1993).

Los trabajos de Diana Baumrind (1967, 1968, 1991) constituyen un hito en el


estudio de los modelos de paternidad; encontrando tres estilos educativos
parentales generales: autoritario, permisivo, autoritativo o democrático. Esta
autora señala que unas prácticas de crianza eficaces implican dar apoyo,
expresar empatía, una adecuada resolución de conflictos, una buena
comunicación padres-hijos, implicación o afectividad positiva, control de la
conducta estableciendo límites claros y una apropiada disciplina. Siendo
estas características propias del estilo educativo llamado autoritativo o
democrático (Baumrid, 1991). Los padres democráticos son aquellos que
promueven la negociación y responden de manera receptiva y con interés a
las demandas de sus hijos. Al mismo tiempo que establecen normas, les
explican las razones de las mismas, respetan su independencia y toman
decisiones de manera consensuada. Las normas que imponen se adecuan a
las necesidades de los hijos, con unos límites muy claros que mantienen de
forma coherente, exigiendo su cumplimiento (Ceballos y Rodrigo, 1998).

Asimismo, diversas investigaciones han revelado que una paternidad


responsable y receptiva elicita emociones positivas en los niños; y que por el
contrario, la falta de apoyo a los hijos o vivenciar una paternidad
problemática se relaciona con niños con actitudes negativas, irritables o
agresivas. Más concretamente, se ha señalado que la disciplina ejercida con
parámetros rígidos o de forma irracional e inconsistente, así como la falta de
preocupación y de participación de los padres incide decisivamente en el
desarrollo de los problemas de conducta infantiles. En esta línea diferentes
autores (Buehler y Gerard, 2002; Cummings, Goeke-Morey y Papp, 2003;
Bierman y Erath, 2006), al trabajar con niños de educación infantil y con sus
progenitores, encontraron que aquellas familias donde existía un clima
39

familiar marcado por altos índices de conflicto entre los padres, al tiempo
que se utilizaban niveles elevados de castigo para controlar la conducta de
los hijos, se relacionaban de forma significativa con problemas de conducta y
agresividad tanto en el hogar como en la escuela.

Por tanto, es incuestionable que el éxito en las prácticas educativas que


utilizan los padres favorece la conducta emocional, la seguridad, la
estabilidad y la competencia social de los niños.

Finalmente, señalar que existe una cantidad importante de programas de


apoyo parental cuya finalidad es reforzar las habilidades parentales y
promover el desarrollo de nuevas competencias. A pesar de que dichos
programas difieren en sus propuestas de intervención, tienen un objetivo
común: mejorar la calidad de vida de padres e hijos; así como una estrategia
común: producir un efecto positivo en los niños y niñas por medio de
cambios de actitudes, conocimientos y/o conductas parentales. Con ellos se
pretende dotar a los padres de los conocimientos y habilidades necesarios
para asumir de manera efectiva las responsabilidades de la educación de los
hijos, así como proporcionarles experiencias y oportunidades que
promuevan su aprendizaje y desarrollo.

Programas dirigidos a las familias. Los programas dirigidos a las familias


son actuaciones que persiguen atender integralmente las necesidades del
niño y su familia. En general, dentro del ámbito de la AT, destacan los
programas grupales, los programas de acogida y los de seguimiento
individual (Brown et al., 2007).

Dentro de los programas grupales podemos enmarcar los grupos


terapéuticos, los grupos de formación-donde se incluye la escuela de padres
y los talleres de padres-, la participación en actividades de ocio, los
programas de respiro familiar. Por otro lado, los programas de acogida son
40

usados fundamentalmente en los primeros momentos del proceso, se


centran en la primera noticia, y encontramos, por ejemplo, el programa padre
a padre en donde padres de niños que padecen una misma patología
comparten información e intercambian experiencias. Por último, los
programas de seguimiento individual están dirigidos a las familias que
reciben un programa de AT; estos programas requieren de la participación
de los padres o cuidadores en las sesiones de estimulación, la realización de
seguimientos familiares y establecer contactos puntuales (Perpiñán, 2003).

La Atención Temprana se fundamenta sobre los principios científicos de


Pediatría, Neurología, Psiquiatría, Pedagogía, Fisioterapia, Lingüística, etc.,
y tiene como finalidad ofrecer a los niños con alguna discapacidad o riesgo
de padecerla un conjunto de acciones optimizadoras y compensadoras, que
faciliten su adecuada maduración en todos los ámbitos y que les permita
alcanzar el máximo nivel de desarrollo personal y de integración social.
La atención adecuada al niño con dificultades en su desarrollo y a su familia
no es tarea médica, ni psicológica, ni educacional, de manera independiente,
sino que, al tratarse de una combinación de alteraciones en el desarrollo, el
niño, a veces necesita de varias especialidades que trabajen en estrecha
colaboración.
Se hace necesaria, por lo tanto, la creación de equipos multidisciplinares que
incluyan, además de psicólogos, médicos y educadores, a diversas personas
especializadas en las áreas de terapia física, rehabilitación del lenguaje y
asistencia social.
Los profesionales que forman parte de los equipos interdisciplinares precisan
de ciertos requisitos:
- formación especializada en E.T. después de la formación universitaria, que
les proporcione conocimientos científicos sobre este tema
- especial predisposición vocacional y actitudinal, ya que trabajan con seres
humanos en unas circunstancias especialmente complejas
41

- apertura y flexibilidad para trabajar en equipo


Las particularidades de la E.T. y la necesidad de trabajar en equipo, hacen
necesaria una formación específica y común, a la que debe llegarse a través
de cursos de especialización a los que pueden acceder licenciados,
técnicos, otros, que procedan de los ámbitos universitarios de la salud, la
educación y los servicios sociales.
Concretamente podemos encontrarnos con médicos, psicólogos,
pedagogos, maestros, fisioterapeutas, logopedas, enfermeros, trabajadores
sociales, terapeutas ocupacionales, etc.

En la actualidad los procesos y condiciones en que se da el desarrollo


infantil adquieren centralidad. La calidad de la estimulación temprana
posibilita la instalación de competencias para el desarrollo futuro. Es durante
la primera infancia, en especial durante los tres años de vida, donde la
ciencia reconoce que el desarrollo cerebral adquiere la elasticidad necesaria
para construir el andamiaje, circuitos y redes del aprendizaje. En esta etapa
las células nerviosas se multiplican con rapidez formando las estructuras que
posibilitan el proceso de aprendizaje en las áreas de desarrollo motor,
cognitivo, social y del lenguaje (Peralta, 2002; Katz, 2005; Santa María y
Martins, 2007). La primera infancia establece el límite en que operan las
ventanas de oportunidades para el desarrollo, estableciéndose incluso que si
algún sistema neurológico sufre daño, su reparación sería difícil traspasado
el umbral de los seis años (Katz, 2005). El ambiente familiar se constituye en
la primera experiencia de aprendizaje y conocimiento con el cual el niño
interactúa desde su nacimiento. Este a través de sus pautas de crianza
ejerce interacciones y estilos educativos que repercuten en el desarrollo
infantil (Alonso y Román, 2005; Rodríguez, 2007), que van definiendo los
42

contenidos de sus procesos cognitivos y les permiten construir categorías


acerca del mundo social con el que interactúan desde su temprana infancia
(Orozco, Sánchez y Cerchiaro, 2012). Según Recart y Mathiesen (2002),
existiría una alta relación entre calidad del ambiente familiar y desarrollo
infantil. Así cuando los estilos educativos parentales van acompañados por
ejemplo con demostraciones de afecto hacia el niño, manifestándose un
apego seguro, este tendría mejores resultados escolares, mayores
habilidades prosociales y cognitivas, así como menores problemas de
comportamiento, impacto, en muchos casos, independiente del nivel
socioeconómico de los padres (Jiménez, 2010; Lara y Rojas, 2014).

Disciplinas vinculadas a la Estimulación Temprana


EQUIPO MÉDICO
Resultan de gran importancia las valoraciones médicas desde todas las
especialidades que puedan favorecer al tratamiento y los avances del niño.
Para que la Estimulación logre los objetivos propuestos es fundamental
descartar cualquier déficit sensorial, así como algún trastorno neurológico.
Es así que se requiere trabajar en conjunto con Neurólogos, Fisiatras,
Pediatras, Otorrinos, Traumatólogos, Psiquiatras y Genetistas, entre otros.
TERAPIA OCUPACIONAL
La terapia ocupacional tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de un
individuo ayudándolo a elegir, organizar y concretar las actividades diarias.
De este abordaje pueden beneficiarse los pacientes cuya función cotidiana y
participación social estén limitados por disfunción física o psicosocial,
discapacidades del desarrollo, de aprendizaje, envejecimiento, o ambiente
sociocultural inadecuado.
KINESIOLOGÍA
43

Desde ésta área se tiene en cuenta la función motora, evaluando y


estableciendo los tratamientos específicos para favorecer al sistema motor,
durante el desarrollo motor, la postura y la marcha.
Desde la evaluación, se permiten establecer habilidades motoras en sus
diferentes niveles.
Establecido el diagnóstico, se abordan los déficits motores, las
compensaciones, el equilibrio, los mecanismos posturales, otros.
Establecido el diagnóstico, se abordan los déficits motores, las
compensaciones, el equilibrio y los mecanismos posturales de base para
adecuar el tratamiento a las necesidades que presentan las características
observadas.
Se interviene desde la modalidad de facilitación, aprendizaje, reaprendizaje,
reorganización o sustitución, adaptación o compensación.
El tratamiento terapéutico, procura la normalización del tono muscular y trata
de establecer y realizar acciones preventivas de trastornos del movimiento y
las deformidades músculo-esqueléticas.
FONOAUDIOLOGÍA
Interviene en los aspectos funcionales y estructurales del lenguaje y la
deglución
Reconoce los déficit del lenguaje oral, en todos su componentes o
subsistemas : lenguaje expresivo, comprensivo, sintáctico y pragmático.
Implementa estrategias para la organización y el desarrollo de la Función
Lenguaje y deglución.
PSICOLOGÍA
En esta área se tienen en cuenta principalmente el desarrollo social,
emocional y conductual del niño.
Interviene con abordajes y programas específicos, para cada tipo de
necesidad y según las variables individuales de cada proceso terapéutico.
Se encarga también de orientar en los programas interdisciplinarios, y de
brindar orientación familiar.
44

Posibilita comprender, y mejorar el déficit y los desórdenes cognitivos,


participa en las decisiones de los instrumentos del hacer terapéutico, y en la
elección de estrategias adecuadas.
PSICOPEDAGOGÍA/ DOCENTES
Esta disciplina tiene como tarea la realización de una evaluación que permita
establecer un diagnóstico de las dificultades que comprometen o pueden
comprometer el aprendizaje.
El profesional de esta disciplina será el nexo entre las exigencias escolares y
la evolución del paciente, atendiendo el nivel escolar en el cual se encuentre
y las dificultades presentes. (Scavone, 20
45

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS.

Los datos manejados en la presente investigación fueron obtenidos


del Hospital Regional de Concepción, se analizaron 82 fichas de pacientes
que acudieron al HRC.

Se presentan a continuación los resultados de un modo descriptivo


acompañados de gráficos sobre los mismos, correlacionados con los
objetivos de la investigación.
46

Se analizaron un total de 82 pacientes con predominio de pacientes de sexo


masculino con un total de 51 siendo el (62%) y del sexo femenino 31
pacientes correspondiente a (38%).

Distribución por sexo


Femenino Masculino

38%

62%
47

n:82

La procedencia de los pacientes fue distribuida de la siguiente


manera, en su mayoría procedentes del área urbana correspondiendo a 55
siendo el (67%), y del área rural 27 siendo el (33%).

Procedencia

Rural
33% Urbana

67%

n:82
48

La distribución por edades fue de la siguiente manera, pacientes de 1 mes


a 11 meses fue 32 correspondiendo al (39%) , de 1 año a 2 años fue de 22
siendo el (27%) y por último de 3 años a 4 años 24 siendo el (34%).

Distribución por edades

39%
34%
27%

1 mes a 11 meses 1 añ o a 2 añ os 3 añ os a 4 añ os

n:82
49

En cuanto a los requerimientos de especialidades por estos pacientes fue


distribuida de la siguiente manera. Requerimiento de Fisioterapeuta 45
pacientes correspondiendo al (54%); requerimiento de Especialista en
Neurodesarrollo Infantil 82 pacientes siendo el (100%), consultas con
Neurólogo Infantil 82 pacientes en un (100%). Requerimiento de
Fonoaudiólogo de 50 pacientes siendo el (63%) y también Psicología 38 en
un (46%).

Especialidades requeridas
Fisioterapeuta 54%

Pediatra con Especialidad en Neurodesarrollo 100%

Neurología 100%

Fonoaudiología 63%

Psicología 46%
50

n:82

6. DISCUSIÓN

En el marco de la implementación del Modelo de Atención Integral al


Desarrollo Infantil Temprano (MAIDIT), “Paraguay, Creciendo Juntos”, se
habilitó esta mañana el área del Servicio de Intervención Temprana (SIT), en
el Hospital Regional de Concepción para brindar atención especializada de
rehabilitación a niños con alteración de neurodesarrollo y/o con
discapacidad.
El Programa de Desarrollo Infantil Temprano “Paraguay Creciendo Juntos”,
busca avanzar en políticas públicas del desarrollo integral de la infancia, que
tiene por objetivo mejorar el desarrollo cognitivo, emocional y físico de niños
y niñas desde la concepción hasta los 4 años de edad, detectando
precozmente trastornos en el desarrollo y facilitando el acceso oportuno para
su abordaje.  El Hospital Regional de Concepción cuenta con los siguientes
recursos humanos dos fonoaudiólogas, dos psicólogas, una fisioterapeuta y
una pediatra con especialidad en neurodesarrollo y estimulación temprana,
que resultan insuficientes para las necesidades de los pacientes que acuden
en el servicio. La distribución fue de la siguiente manera un total de 82
pacientes con predominio de pacientes de sexo masculino con un total de 51
siendo el (62%) y del sexo femenino 31 pacientes correspondiente a (38%).
El predominio del sexo masculino coincide con el trabajo de Puente
Magalis de la Universidad de Ciencias Médica. 2020
En cuanto la
La distribución por edades fue de la siguiente manera, pacientes de 1 mes a
51

11 meses fue 32 correspondiendo al (39%) , de 1 año a 2 años fue de 22


siendo el (27%) y por último de 3 años a 4 años 24 siendo el (34%), con
predominio de pacientes lactantes menores, hecho que no coincide con el
trabajo de Medina Alva 2015.

Con el fin de poder analizar las necesidades de incorporación de


nuevos recursos humanos en el Servicio de Intervención Temprana del
Hospital Regional de Concepción se examinaron los requerimientos de
especialidades por los pacientes que acuden a este servicio fue distribuida
de la siguiente manera. Requerimiento de Fisioterapeuta 45 pacientes
correspondiendo al (54%); requerimiento de Especialista en Neurodesarrollo
Infantil 82 pacientes siendo el (100%), consultas con Neurólogo Infantil 82
pacientes en un (100%). Requerimiento de Fonoaudiólogo de 50 pacientes
siendo el (63%) y también Psicología 38 en un (46%).
Una de las grandes falencias del programa del Hospital Regional de
Concepción es la de que el mismo con cuenta con neurología pediátrica, el
100% de lo pacientes que acudieron al servicio requerían de evaluación por
esta especialidad. No se hallaron estudios sobre requerimiento de pacientes
que acuden en este servicio.
En cuanto estudio de Rodríguez y Muñoz 2017 que tuvo como objetivo
evaluar el nivel de aprendizaje y desarrollo de los niños chilenos según sus
diferentes grupos de edades, a través de 4 áreas Cognición, Motricidad,
Lenguaje y Socio emocionalidad, fueron evaluados con un programa y
recursos humanos completos y multidisciplinario, una realidad diferente en
cuanto a Recursos humanos, que son escasos en el HRC.
La efectividad de los programas de estimulación temprana se basa en
la interacción estrecha entre el equipo multidisciplinario en el que se
52

encuentra incluida la familia y la comunidad. La ciencia se ha encargado de


mostrar ampliamente los beneficios de la estimulación para el desarrollo de
capacidades y habilidades, así como también ha demostrado el impacto
negativo o los efectos indeseables de la falta de estimulación para el
desarrollo integral del niño.

7. CONCLUSIONES

Como se mencionó en la introducción del presente trabajo, el estudio se


desarrolló según los objetivos específicos planeados. Por lo tanto, ahora es
importante extraer conclusiones sobre el diagnóstico realizado y concluir con
algunas recomendaciones, para que constituyan un valor añadido para el
desarrollo de la investigación realizada.

Entre las características relevantes de la investigación, fue el predominio


de pacientes de sexo masculino, la procedencia de la población fue
predominantemente de la zona urbana y pacientes lactantes menores

Es importante que, durante este proceso de estimulación temprana, se


realicen de forma multidisciplinaria eso incluye a los recursos humanos como
fonoaudiólogos, fisioterapeutas, psicólogos, neurólogos, especialistas en
neurodesarrollo y estimulación temprana

Los niveles de desarrollo de habilidades y destrezas lingüísticas,


determinadas antes y después de aplicar el programa de estimulación
temprana, trajo como consecuencias la identificación de áreas
representadas por enfoques físicos (motricidad gruesa y fina adaptativa),
cognoscitivos (audición y lingüística) y socioafectivas (socialización del niño),
todos de manera conjunta representan el desarrollo integral del sistema que
53

busca sistematizar las habilidades y destrezas enmarcadas dentro de la


neurociencia y neuroeducación a través de recursos humanos formados en
cada área. Cabe destacar las falencias en cada área siendo los
profesionales del área insuficientes e incluso no contando con ella como
sería el caso de neurólogos infantiles.

Los hallazgos de este trabajo de investigación son importantes porque


se han podido determinar la falencia en el sistema, y la necesidad de
incorporación de nuevos recursos humanos en las diferentes áreas del
desarrollo infantil, sirviendo como estrategia para solicitar más personal
capacitado en estas áreas. Al comprender que las necesidades de los
pacientes que acuden al servicio de Intervención temprana del Hospital
Regional de Concepción se puede desarrollar intervenciones y programas
que logran ayudar a los padres y pacientes de durante esta edad crítica del
desarrollo. Por ello, se recomienda que las futuras líneas investigativas se
direccionen a conocer opiniones de los padres de los usuarios. A partir del
análisis de se puede conocer las perspectivas y expectativas con respecto al
servicio y los funcionarios del centro de Intervención Temprana del Hospital
Regional de Concepción.
8. RECOMENDACIONES

A continuación, se enumeran una serie de recomendaciones cuya


implementación son vitales para mejorar la operabilidad de los sistemas
dendroenergéticos de la región, promover la producción sostenible los
combustibles derivados de la biomasa forestal y estimular el uso eficiente de
los mismos.

Entre ellas, por ejemplo, caben citar las siguientes:

 Incluir en organigrama del servicio de Intervención Temprana del


Hospital Regional de Concepción.
 Extender el estudio con respecto a los Recursos Humanos a otras
áreas del Hospital Regional de Concepción.
 Por último, se recomienda implementar medidas que puedan
fortalecer el servicio de Intervención Temprana del Hospital Regional
de Concepción debido a la necesidad de más Recursos Humanos
Especializados en el área.

 
55

9. CONFLICTOS DE INTERÉS

Los autores manifestamos no haber tenido ningún conflicto de intereses en


ninguna de las fases de esta investigación.
56

10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Alonso, J y Román, J.M. (2003). Educación familiar y autoconcepto del


niño pequeño. Madrid: Pirámide.         

2. Baumrind, D. (1966). Effects of Authoritative Parental Control on Child


Behavior. Child Development, 37(4), 887-
907. http://dx.doi.org/10.2307/1126611.        

3. Baumrind, D. (1967). Child care practices anteceding three patterns of


preschool behavior. Genetic Psychology Monographs, 75(1), 43-88.         

4. Baumrind, D. (1968). Authoritarian vs. authoritative parental


control. Adolescence, 3, 255-272.         

5. Baumrind, D. (1991). Effective parenting during the early adolescent


transition. En P. E. Cowan & E. M Hetherington (Eds.). Advances in family
research, Vol. 2 (pp. 111-163). Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.

6. Bierman, K. L., y Erath, S. A. (2006). Promoting social competence in early


childhood: Classroom curricula and social skills coaching programs. In K.
McCartney & D. Phillips (Eds.), Blackwell. Handbook of Early Childhood
Development (pp. 595-615). Malden, MA:
Blackwell. http://dx.doi.org/10.1002/9780470757703.ch29.     

7. Blanchard, L. T., Gurka, M. J. y Blackman, J. A. (2006). Emotional,


developmental, and behavioral health of American children and their families:
a report from the 2003 National Survey of Children's Health. Pediatrics, 117,
1202-1212. http://dx.doi.org/10.1542/peds.2005-2606.         

8. Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo humano. Barcelona:


Paidós.        

9. Brown, I., Galambos, D., Poston, D. J. y Turnbull, A. P. (2007). Person


centered and family centered support. En I. Brown y M. Percy (Eds.), A
comprehensive guide to intellectual and developmental disabilities (pp. 351-
361). Baltimore: Paul H. Brookes.         

10. Bruner, S. J. (1977). Early social interaction and language acquisition. En


H. R. Schaffer (Ed.), Studies in mother-infant interactions (pp. 271-288).
London: Academics Press.         
57

11. Buehler, C., y Gerard, J. M. (2002). Marital conflict, ineffective parenting,


and children's and adolescent's maladjustment. Journal of Marriage and the
Family, 64, 78-92. http://dx.doi.org/10.1111/j.1741-3737.2002.00078.x.         

12. Burger, K. (En prensa). Effective early childhood care and education:
Successful approaches and didactic strategies for fostering child
development. European Early Childhood Education Research
Journal. http://dx.doi.org/10.1080/1350293X.2014.882076

13. Cantero, M.J. (2003). Intervención temprana en el desarrollo afectivo. En


A. Gómez, P. Viguer y M.J. Cantero (coord.), Intervención
temprana. Desarrollo óptimo de 0 a 6 años (pp. 175-203). Madrid: Psicología
Pirámide.         

14. Capps, L., Sigman, M., y Mundy, P. (1994). Attachment security in


children with autism. Development and Psychopathology, 6 (2), 249-
261. http://dx.doi.org/10.1017/S0954579400004569.        

15. Casado, D. (2006). La atención a la dependencia en España. Gaceta


Sanitaria, 20, 135-142. http://dx.doi.org/10.1157/13086037.       

16. Ceballos, E. y Rodrigo, M. J. (1998). Las metas y estrategias de


socialización entre padres e hijos. En M. J. Rodrigo y J. Palacios
(Coords.), Familia y desarrollo humano (pp. 225-243). Madrid: Alianza.         

17. Cummings, E. M., Goeke-Morey, M. C., y Papp, L. M. (2003). Children's


responses to everyday marital conflict tactics in the home. Child
Development, 74 (6). http://dx.doi.org/10.1046/j.1467-8624.2003.00646.x.

18. De Linares, C. y Rodríguez, T. (2004). Bases de la Intervención Familiar


en la Atención Temprana. En J. Pérez-López y A. G. Brito (Coords.), Manual
de Atención Temprana (pp. 333-351). Madrid: Ediciones Pirámide.       

19. Departamento de Bienestar Social, Deporte y Juventud; Instituto Navarro


de Bienestar Social: Sección de Valoración. (2004). La Atención Temprana
en Navarra. Documento Marco. Pamplona. Recuperado el 9 de enero de
2015 de: http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/7DBD0FDB-DEDB-4B46-
A657FEA9135FC8C5/142540/DocumentomarcodeAtencionTemprana1.pdf.

20. Espe-Sherwindt, M. (2008). Family-centered practice: collaboration,


competency and evidence. Support for Learning, 23, 136-
143. http://dx.doi.org/10.1111/j.1467-9604.2008.00384.x.         
58

21. European Agency for Development in Special Needs Education


(2005). Atención temprana. Análisis de la situación en Europa. Aspectos
Clave y Recomendaciones. Informe resumen. Recuperado el 9 de enero de
2015 de: https://www.european-agency.org/sites/default/files/early-childhood-
intervention-analysis-of-situations-in-europe-key-aspects-and-
recommendations_eci_es.pdf.         

22. Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de Atención


Temprana (G.A.T). (2011). La realidad actual de la atención temprana en
España. Edita Real Patronato sobre Discapacidad. Madrid: Editorial
POLIBEA S.L.         

23. Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de Atención


Temprana (G.A.T.). (2000). Libro Blanco de la Atención Temprana. Madrid:
Real Patronato sobre Discapacidad.        

24. Floyd, M. y Dago, R. (2014). La importancia de buena comunicación


entre el médico y el niño, la familia, y otros profesionales. Revista nacional e
internacional de educación inclusiva, 7, 148-163.         

25. García-Sánchez, F. A. (2014). Atención temprana: enfoque centrado en


la familia. En AELFA (Ed.), XXIX Congreso AELFA. Logopedia: evolución,
transformación y futuro (286-302). Madrid: AELFA.      

26. García-Sánchez, F. A., Escorcia, C. T., Sánchez-López, M. C., Orcajada,


N. y Hernández-Pérez, E. (2014). Atención temprana centrada en la
familia. Revista Siglo Cero, 45, 6-27.         

27. GAT (2011). La realidad actual de la Atención Temprana en


España. Madrid: Real Patronato de la Discapacidad.         

28. Gerstein, E. D., Crnic, K. A., Blancher, J. y Baker, B. L. (2009).


Resilience and course of daily parenting stress in families of young children
with intellectual disabilities. Journal of Intellectual Disabilities Research, 53,
981-997. http://dx.doi.org/10.1111/j.1365-2788.2009.01220.x.         

29. Giné, C., Gràcia, M., Vilaseca, R. y García-Díe, M. T. (2006). Repensar


la atención temprana: propuestas para un desarrollo futuro. Infancia y
Aprendizaje, 29, 297-313. http://dx.doi.org/10.1174/021037006778147935.

30. Giné, C., Vilaseca, R., Grácia, M y García-Dié, M. T. (2004). Early


intervention in Spain: Some Directions for Future Development. Infants &
Young Children, 17, 247-257. http://dx.doi.org/10.1097/00001163-
200407000-00006.         
59

31. Greenberg MT. (1999). Attachment and psychopathology in childhood. In:


Cassidy J, Shaver PR, editors. Handbook of attachment: Theory, research,
and clinical applications (pp. 469-496). New York: Guilford.         

32. Grupo de Atención Temprana, GAT (2005). Libro Blanco de la Atención


Temprana. Tercera edición. Madrid: Real Patronato de Prevención y de
Atención a Personas con Minusvalía.         

33. Guralnick, M. J. (2001). A developmental system model for early


intervention. Infants and Young Children, 14, 1-
18. http://dx.doi.org/10.1097/00001163-200114020-00004.         

34. Guralnick, M. J. (2005). Early intervention for children with intellectual


disabilities: current knowledge and future prospects. Journal of Applied
Research in Intellectual Disabilities, 18, 313-
324. http://dx.doi.org/10.1111/j.1468-3148.2005.00270.x.         

35. Gutiez Cuevas, P. (1995). La Educación Infantil: modelos de atención a


la infancia. Revista Complutense de Educación, 6, 101-113.         

36. Gutiez Cuevas, P. y Ruiz Veerman, E. (2012). Orígenes y Evolución de


la Atención Temprana. Una Perspectiva Histórica de la Génesis de la
Atención Temprana en Nuestro País. Agentes Contextos y
Procesos. Psicología Educativa, 18, 107-
122. http://dx.doi.org/10.5093/ed2012a12.         

37. Grande, P. (2011). Coordinación interinstitucional en Atención Temprana


en la Comunidad de Madrid (área 10). Revista Educación Inclusiva, 4, 47-66.

38. Iversen, M. D, Shimmed, J. P., Ciacera, S. L. y Prabhakar, M. (2003).


Creating a family-centered approach to early intervention services:
perceptions of parents and profesionals. Pediatric Physical Therapy, 15, 23-
31. http://dx.doi.org/10.1097/01.PEP.0000051694.10495.79.         

39. Junji (2010). Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia:


Habilidades Parentales. Chile: Centre of Excellence for Early Childhood
Development.         

40. Leal, L. (1999). A family-centered approach to people with mental


retardation. Washington: American Association on Mental Retardation.         

41. Lyons-Ruth, K. (2003). Dissociation and the Parent- Infant Dialogue: A


Longitudinal Perspective from Attachment Research. Journal of the
60

American Psychoanalytic Association, 51, 883-


911. http://dx.doi.org/10.1177/00030651030510031501.         

42. Marrone, M (2008). La teoría del apego como paradigma psicoanalítico.


En Yarnoz, S. (Comps.), La teoría del apego en la clínica, I: Evaluación y
Clínica (pp.15-36). Madrid: Psimática.         

43. Mateos, R. y López, C. (2011). Crianza de bebés con desarrollos no


normativos: tipos de relación, análisis de las conductas infantiles y adultas,
intervención y asesoramiento. Revista Educación Inclusiva, 4, 113-121.         

44. McAllister, J. W., Presler, E. y Cooley, C. (2007). Practice-Based Care


Coordination: A Medical Home Essential. Pediatrics, 120, 723-
733. http://dx.doi.org/10.1542/peds.2006-1684.         

45. Medina i Mirapeix, F., De Oliveira Sousa, S. L., Lillo-Navarro, M. C.,


Montilla-Herrador, J., Escolar-Reina, P. y Gómez-Arnaldos, F. (2007).
Percepción de los padres de la atención de fisioterapia recibida en centros
de atención temprana. Revista de Atención Temprana, 10, 21-28.         

46. Milla, M.G. y Mulas, F. (2005). Atención Temprana. Desarrollo infantil,


diagnostico, trastornos e intervención. Valencia: Promolibro.         

47. Murphy, N. A., Carbone, P. S., y the Council on Children with Disabilities
(2011). Parent-Provider-Community Partnerships: Optimizing Outcomes for
Children with Disabilities. Pediatrics, 128, 795-
802. http://dx.doi.org/10.1542/peds.2011-1467.         

48. Musito, G. y Soledad-Lila, M. (1993). Estilos de socialización e intensidad


de la comunicación en las relaciones padres-hijos. Revista de Psicología
Universitas Tarraconensis, 15(2), 5-19.         

49. Organización Mundial de la Salud (2015). Diez datos acerca del


desarrollo en la primera infancia como determinante social de la
salud. Recuperado el 22 de diciembre de 2014, del sitio Web de la
Organización Mundial de la Salud.

50. Park, N. y Peterson, C. (2003). Early Intervention from the Perspective of


Positive Psychology. In Prevention and Treatment, 6, 35c. American
Psychological Association. http://dx.doi.org/10.1037/1522-3736.6.1.635c.      

51. Peñafiel, F., Hernández, A., y Chacón, A. (2003). Atención temprana.


Enseñanza, 21, 245-274.         
61

52. Perera, J. (2011). Atención temprana: Definición, objetivos, modelos de


intervención y retos planteados. Revista Síndrome de Down, 28, 140-152.

53. Pérez, J., Pérez, M., Montealegre M. P. y Perea L. P. (2012). Estrés


parental, desarrollo infantil y atención temprana. INFAD Revista de
Psicología, 1, 123-132.         

54. Perpiñán, S. (2003). Generando entornos competentes. Padres,


educadores, profesionales de A.T.: un equipo de estimulación. Revista de
Atención Temprana, 6, 11-17.         

55. Peterander, F. (2003) Supporting The Early Intervention Team. En S. L.


Odom, M. J. Hanson, J. A. Blackman y S. Kaul (Eds.), Early Intervention
Practices around the World (pp. 302-313). Baltimore: Brookes Publishing,
ISEI, International Issues in Early Intervention Series.         

56. Pichardo, M. C., Justicia, F. y Cabezas, M. F. (2009). Prácticas de


crianza y competencia social en niños de 3 a 5 años. Pensamiento
Psicológico, 6, 37-48.         

57. Ramírez, M. A. (2005). Padres y desarrollo de los hijos: prácticas de


crianza. Estudios Pedagógicos 31, 167-177. http://dx.doi.org/10.4067/s0718-
07052005000200011.         

58. Robles-Bello, M. T. y Sánchez-Teruel, D. (2013). Atención infantil


temprana en España. Papeles del psicólogo, 34, 132-143.         

59. Sameroff, A. J. y Fiese, B. H. (2000). Transactional regulation: the


developmental ecology of early intervention. En J. P. Shonkoff & S.J. Meisels
(Eds.), Handbook of early childhood intervention (pp. 135-159). New York:
Cambridge University

60. Shelley, G. M., (2009). The real and the researchable: A brief review of
the contribution of John Bowlby (1907-1990). Perspectives in Psychiatric
Care, 37, 60-64. 

61. Shonkoff, J. y Phillips, D. (2000). From Neurons to Neighborhoods: The


Science of Early Childhood Development. Washington: National Academics
Press.         

62. Sroufe, A. (2000). Early relationships and the development of


children. Infant Mental Health Journal, 21 (1-2), 67-74.         
62

63. Thompson, R. A. (1999). Early attachment and later development. In J.


Cassidy & P.R. Shaver (Eds.). Handbook of attachment (pp. 265-286). New
York: Guilford.         

64. Trenado, R., Pons-Salvador, G. y Cerezo, M. A. (2009). Proteger a la


infancia: apoyando y asistiendo a las familias. Papeles del psicólogo, 31, 24-
32.         

65. Turnbull, A. P. (2003). La calidad de vida de la familia como resultado de


los servicios: el nuevo paradigma. En M. A. Verdugo y B. J. Jordan de Urríes
(Coord.), Investigación, innovación y cambio (pp. 61-82). Salamanca: Amarú
Ediciones.         

66. Vandenbroeck, M. y Lazzari, A. (2014) Accessibility of early childhood


education and care: a state of affairs. European Early Childhood Education
Research Journal, 22, 327-
335. http://dx.doi.org/10.1080/1350293X.2014.912895.

67. Viloria, C. y Guinea, C. (2012). La atención a la familia en la atención


temprana: retos actuales. Psicología educativa, 18, 123-
133. http://dx.doi.org/10.5093/ed2012a13.     

68. Watts, N., McLeod, S. y McAllister, L. (2009). Models of practice used in


speech-language pathologists' work with families. En N.Watts Pappas & S.
McLeod (Eds), Working with families in speech-language pathology (pp. 1-
38). San Diego, CA: Plural Publishing.

70. Alonso, J., y Román, J. (2005). Prácticas educativas familiares y


autoestima. Psicothema, 17 (1), 76-82.

71. Barudy, J., y Dantagnan, M. (2010). Los desafíos invisibles de ser padre
o madre: Manual de evaluación de las competencias y la resiliencia parental.
Barcelona: Gedisa.

72. Bedregal, P. (2013). ¿Política de la primera infancia y educación inicial:


integralidad o sectorialidad?Santiago: Pontificia Universidad Católica de
Chile.

73. Berlinsk, S., Galiani, S., & Manacorda, M. (2007). Giving children a better
start: Preschool attendance and school-age profiles. Impact Evaluation (16),
4-30.
63

74. Bradley, R., Corwyn, R., McAdoo, H., & García, C. (2001). The Home
Environments of Children in the United States Part I: Variations by Age,
Ethnicity, and Poverty Status. Child Development, 72 (6), 1844–1867.

75. Carneiro, P., & Heckman, J. (2003). Human capital policy. IZA (821), 1-
107.

76. Caycedo, C., Ballesteros, B., Novoa, M., García, D., Arias, A., Heyck, L.,
Valero, A, Vargas, R. (2005). Relación entre variables de control parental y
prácticas de juego en niños y niñas de 10 a 13 años de edad en la ciudad de
Bogotá. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 3
(1), 1-21.

77. Centro Microdatos. (2012). Informe Resultado Evaluaciones. Santiago:


Universidad de Chile.

78. Chang, H., & Romero, M. (2008). Present, engaged, and accounted for:
the critical importance of addressing chronic absence in the early grades.
National Center for Children in Poverty , 1-32.

79. Gil, M. (2007). La familia. Claves para una correcta gestión de las
personas y situaciones familiares. Barcelona: Amat.

80. Gutiérrez, M., y López, F. (2005). Interacción verbal madre-bebé:


responsividad e intencionalidad.Revista Mexicana de Psicología, 22 (2), 491-
503.

81. Hayes, B., & Sharif, F. (2009). Behavioural and emotional outcome of
very low birth weight infants – literature review. The Journal of Maternal-Fetal
& Neonatal Medicine, 22 (10), 849-856.

82.Jiménez, M. (2010). Estilos educativos parentales y su implicación en


diferentes trastornos. Andalucia: Experto en Terapia Infantil y juvenil.

83.Katz, L. (2005). Perspectivas educativas en la primera infancia. Santiago:


Ediciones Lom.

84. Lara, R., y Rojas, M. (2014). Involucramiento parental y desarrollo en la


primera infancia.Santiago: Universidad de Chile.

85. Scavone Julia. (2016). Importancia del trabajo interdisciplinario en


Estimul.ación Temprana.
64

86. Magalis Puente Perpiñan de Universidad de Ciencias Médicas. Influencia


de la estimulación temprana en el desarrollo psicomotor de lactantes. 2020

87. Medina Alva Medina Alva MP, Caro Kahn I, Muñoz Huerta P, Leyva
Sánchez J, Moreno Calixto J, Vega Sánchez SM. Neurodesarrollo infantil:
características normales y signos de alarma en el niño menor de cinco años.
Rev Perú Med Exp Salud Pública. 2015

 88. Rodríguez Garcés, C; Muñoz Soto, J. Rezago en el desarrollo infantil: La


importancia de la calidad educativa del ambiente familiar. Rev. Int. Investig.
Cienc.. Vol. 13 nº 2, diciembre 2017. pág. 253-270.
65

Anexo 1. Hoja de captación.


Análisis estratégico para medir la necesidad de incorporación de nuevos
recursos humanos en el servicio de Intervención Temprana del Hospital
Regional de Concepción de setiembre del 2022 al enero del 2023

FICHA TECNICA

N° de Historia Clínica: .............................

DATOS DEL PACIENTE.

Edad: ..................

Sexo: M ( ) F ( ) 17.

Procedencia:

Urbano ( ) Rural ( )

Especialidades requeridas

Requerimiento SI NO

 Psicología

 Neurología

 Fisioterapia

 Pediatra con especialidad en neurodesarrollo infantil

 Fonoaudiología
66

También podría gustarte