DM2 Resumen

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE MEDICINA

TEMA:

“Diabetes Mellitus Tipo 2”

AUTOR:

Josue Andres Garcia Gonzales

DOCENTE:

Dr. David Benjamín Lucano Santa Cruz

TRUJILLO – PERÚ

2022 - II
DIABETES MELLITUS TIPO 2
I. Definición:
Es un trastorno metabólico que tiene causas diversas; se caracteriza por hiperglucemia
crónica y trastornos del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas
como consecuencia de anomalías de la secreción o del efecto de la insulina.

II. Etiología:

La causa de la DM es multifactorial y su origen puede variar según el tipo de diabetes.

• Diabetes mellitus tipo 1 (DM-1): Se presenta por la destrucción de las células beta
(β) del páncreas, lo que conduce a la deficiencia absoluta de insulina. La etiología
de la destrucción de las células beta es generalmente autoinmune pero existen
casos de DM-1 de origen idiopático.
• Diabetes mellitus tipo 2: caracterizada por un defecto relativo de la insulina o
aumento de la resistencia de su acción. Es el tipo más frecuente y supone alrededor
de 90% - 95% de los diabéticos. Suele aparecer de forma solapada e insidiosa.
• Diabetes mellitus gestacional: se caracteriza por hiperglucemia que aparece
durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales,
son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes. Las mujeres con
diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el
embarazo y el parto, y de padecer DM-2 en el futuro.
• Otros tipos específicos de diabetes: Defectos genéticos en la función de la célula
beta, defectos genéticos de la acción de la insulina, enfermedades del páncreas
exocrino, endocrinopatías (acromegalia, síndrome de Cushing), cromosomopatías
(síndrome de Down, síndrome de Turner) o relacionado al uso de medicamentos
(glucocorticoides, pentamidina, diazóxido) entre otros.

III. Factores de riesgo:


• Sedentarismo: Existe asociación entre la poca (menor a 150 minutos por semana
de intensidad moderada) o nula actividad física con el riesgo a desarrollar DM-2.
• Malos hábitos alimentarios: El consumo de alimentos con alto índice glucémico y
alto valor calórico aumenta el riesgo de DM2.
• Tabaquismo: La exposición al humo de tabaco durante el embarazo aumenta el
riesgo de diabetes en ese bebé al llegar a la adultez18. Asimismo, el hábito de
fumar incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular en las personas con
diabetes mellitus.
• Alcohol: Existe mayor riesgo de diabetes y el consumo excesivo de alcohol
aunque se producen daños bioquímicos en la célula pancreática con consumos
menores. La incidencia de este trastorno varía también en diferentes países y
depende de su causa (como bebidas alcohólicas, cálculos vesiculares, factores
metabólicos), y fármacos.
• Antecedente familiar de diabetes mellitus: Existe mayor riesgo de diabetes en
personas con familiares con diabetes, principalmente en aquellos de primer grado
de consanguinidad.
• Sobrepeso y obesidad: El riesgo de desarrollar DM-2 es directamente proporcional
al exceso de peso, siendo el índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 25
kg/m2 en adultos el factor de riesgo más importante para la DM-2.
• Etnia: El riesgo de desarrollar diabetes es mayor en nativos y población mestiza
latinoamericana, raza negra, asiáticos y menor en caucásicos que en el resto de
etnias.
• Edad: Se considera mayor riesgo en las personas mayores de 45 años, la
prevalencia de DM-2 es directamente proporcional al incremento de la edad
cronológica.
• Dislipidemia: Hipertrigliceridemia (> 250 mg/dl en adultos) y de niveles bajos de
colesterol HDL (< 35 mg/dl) están asociados a insulino.
• Hipertensión arterial (HTA): Presión arterial ≥ 140/90 mmHg o estar en terapia
para hipertensión como factor de riesgo asociado a DM-23
IV. Fisiopatología:
La DM tipo 2 se caracteriza por alteración en la secreción de insulina, resistencia a la
misma, producción excesiva de glucosa hepática, metabolismo anormal de grasa e
inflamación sistémica leve. La obesidad, en particular la visceral o central (demostrada
por el índice cintura-cadera), es muy frecuente en la DM tipo 2 (>80% de los pacientes
tiene obesidad). En las etapas iniciales del trastorno, la tolerancia a la glucosa se
mantiene casi normal, a pesar de la resistencia a la insulina, porque las células B del
páncreas compensan mediante el incremento en la producción de insulina. Conforme
avanzan la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia compensatoria, los islotes
pancreáticos de ciertas personas son incapaces de mantener el estado
hiperinsulinémico. Entonces aparece la IGT, caracterizada por aumentos en la glucosa
posprandial. Un descenso adicional en la secreción de insulina y un incremento en la
producción hepática de glucosa conducen a la diabetes manifiesta con hiperglucemia
en ayuno. Al final sobreviene la falla celular B- Tal vez como consecuencia de la
supresión inadecuada de insulina, existe producción excesiva relativa de glucagón y
se aumenta la producción de glucosa hepática. Aunque tanto la resistencia a la insulina
como la secreción alterada de insulina contribuyen a la patogenia de la DM tipo 2, la
contribución relativa de cada una varía de una persona a otra.

V. Epidemiología:
Según la Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés -
International Diabetes Federation), en el mundo existirían 387 millones de personas
con diabetes, de los que 179 millones (46%) estarían no diagnosticados. La mayoría
tiene entre 40 y 59 años. El 77% de las personas con diabetes viven en países con
ingresos medianos y bajos. Para el 2035 se estima que en el mundo se sumarían 205
millones de nuevos diabéticos. En América habría alrededor de 64 millones de
personas con diabetes: 25 millones en América Central y América del Sur, y 39
millones en América del Norte y El Caribe. Para el 2035 se estima que la prevalencia
de diabetes en la región de América Central y América del Sur crecerá en 60%
VI. Manifestaciones Clínicas:
Dependerá de la etapa en la que se encuentra la enfermedad al momento del
diagnóstico:
• Asintomáticos: Son aquellas personas con DM-2 que no advierten los
síntomas clásicos. Esta es una condición clínica frecuente, de duración
variable (entre 4 a 13 años).
• Sintomáticos: Los síntomas clásicos son poliuria, polifagia, polidipsia y
pérdida de peso; adicionalmente podría presentar visión borrosa,
debilidad, prurito. Las manifestaciones clínicas pueden variar según las
complicaciones que presenta la persona como adormecimientos,
calambres, hormigueos (parestesias), dolor tipo quemazón o electricidad
en miembros inferiores en caso de neuropatía diabética; dolor en
pantorrilla (claudicación intermitente) en caso de enfermedad arterial
periférica.
• Comorbilidades asociadas: infecciones del tracto urinario a repetición39.
También la persona puede llegar a desarrollar una crisis hiperglucémica
cuyas manifestaciones clínicas pueden ser: deshidratación moderada a
severa, compromiso del sensorio, polipnea, nauseas, vómitos, dolor
abdominal, respiración acidótica, tipo Kussmaul (rápida y profunda)

VII. Exámenes diagnósticos:


• Paciente sintomático: única glucemia mayor o igual a 200 mg/dl en cualquier
momento del día, junto a clínica cardinal de diabetes (poliuria, polidipsia,
polifagia y pérdida de peso) o cetoacidosis.
• Paciente asintomático: requiere dos determinaciones patológicas, que pueden
ser:
- Glucemia basal ≥126 mg/dl.
- Glucemia ≥200 mg/dl dos horas tras la SOG con 75 g de glucosa. Debe
realizarse en pacientes con una única cifra de glucemia en ayunas mayor
o igual a 126 mg/dl.
- HbA1c ≥6,5%. En determinadas situaciones (anemia grave, transfusión
o hemorragia recientes, hemodiálisis, hemoglobinopatías –talasemias,
drepanocitosis, 2.º-3.er trimestre de gestación) la HbA1c es menos fiable
y no debe utilizarse con fines diagnósticos. El hallazgo aislado de
cualquiera de estos criterios no es suficiente para establecer el
diagnóstico, debe confirmarse en días posteriores con el mismo o
cualquiera de los otros dos criterios. La presencia simultánea de HbA1c
≥6,5% con glucemia patológica es suficiente sin necesidad de repetir las
mediciones en otro día.

VIII. Tratamiento y Manejo:


1. No farmacológico:
- Dieta: Los principios de nutrición en el diabético son similares a los de la
población general, aunque de cumplimiento más riguroso. Los objetivos
de la dieta incluyen controlar la hiperglucemia, evitar las hipoglucemias,
conseguir y mantener el normopeso (o al menos una pérdida significativa
de peso). Aunque no hay evidencia suficiente para recomendar una
distribución concreta de los nutrientes, algunas recomendaciones son:
✓ Distribución fraccionada de las calorías para evitar hipoglucemias.
✓ Priorizar carbohidratos de absorción lenta y/o con bajo índice
glucémico.
✓ Limitar el consumo de grasas trans, colesterol, sal y alcohol.
✓ Priorizar el consumo de fibra con verduras, frutas, legumbres, cereales
integrales, así como también derivados lácteos.

- Ejercicio: La práctica de ejercicio físico (aeróbico y anaeróbico


combinado) de forma regular es muy beneficiosa en el control metabólico,
además de disminuir el riesgo cardiovascular. En caso de tratamiento con
insulina, requiere el ajuste en la dosis de ésta y en la cantidad de hidratos
de carbono necesarios, ya que con el ejercicio se reducen los
requerimientos de insulina. En pacientes >35 años sedentarios que van a
iniciar ejercicio físico intenso, considerar realizar prueba de esfuerzo con
electrocardiograma
2. Farmacológicos:
La metformina se considera el fármaco de elección siempre que no existan
contraindicaciones o intolerancia. Posteriormente se optimizará la terapia con
otros antidiabéticos orales o insulina si persiste fuera de los objetivos de
control de glucemia (HbA1c >6.5-7%). Con el tiempo estos agentes fracasan
en el control de la glucemia, motivo por el cual un elevado porcentaje de DM
tipo 2 acaban tratándose con insulina. En cualquier caso, todos los pacientes
precisan desde el diagnóstico de la enfermedad cambios en el estilo de vida,
especialmente en medidas higiénico-dietéticas (dieta y ejercicio).

- Entre los sensibilizadores de la insulina se incluyen las biguanidas (por


ejemplo, la metformina) y las tiazolidinedionas (por ejemplo, la
pioglitazona).
- Los medicamentos que retrasan la absorción de glucosa por parte del
intestino incluyen inhibidores de alfa-glucosidasa (por ejemplo, acarbosa
y miglitol).
- Los medicamentos que aumentan la secreción de glucosa en la orina
incluyen inhibidores del co-transportador 2 de sodio-glucosa (SGLT2),
como por ejemplo canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina.
- Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP4) (por ejemplo,
sitagliptina, saxagliptina, linagliptina y alogliptina) estimulan la
producción de insulina por parte del páncreas y retrasan la absorción de
glucosa por parte del intestino. Estos medicamentos funcionan
aumentando el péptido 1, similar al glucagón (GLP-1).

Por lo general, se recetan antihiperglucemiantes orales cuando se padece


diabetes de tipo 2, si no se consigue reducir la glucemia mediante una
alimentación saludable y practicando ejercicio. Los fármacos se toman una
sola vez al día, por la mañana, aunque algunas personas necesitan 2 o 3 dosis.
Se puede usar más de un tipo de fármaco oral y/o un fármaco oral más insulina
o un fármaco inyectable de péptido 1 similar a glucagón (GLP-1), si un único
fármaco no resulta adecuado.
3. Autocontrol y Vigilancia
Actualmente la mayoría de los pacientes que precisan insulina realizan el control
y modifican el tratamiento en función del autocontrol de la glucemia capilar (4-6
determinaciones diarias). También existen dispositivos para la monitorización
continua de glucosa, que miden los niveles de glucosa en el espacio intersticial.
Estos sistemas utilizan una gran cantidad de información en comparación con la
automonitorización capilar, ya que ofrecen un perfil completo de las 24 horas del
día y nos permiten analizar mejor la variabilidad glucémica e identificar patrones
concretos.
El estudio de la glucosuria apenas se utiliza, siendo útil sobre todo en DM tipo 1
descompensados y en la diabetes gestacional. La hemoglobina glicosilada
(HbA1c) es uno de los componentes de la hemoglobina que está presente en las
personas normales y aumenta en presencia de hiperglucemia. Ofrece estimación
del control diabético en los 3 meses anteriores ya que la vida media de los
hematíes es de 120 días.
La fructosamina puede servir también en el seguimiento del control metabólico,
principalmente en la gestación (estimación de tres semanas previas). En el
tratamiento integral de la diabetes mellitus, además de controlar la glucemia, se
tiene que conseguir el control de los demás factores de riesgo cardiovascular:
• Tabaco, tensión arterial, lípidos (LDL, HDL, triglicéridos), obesidad.
• El uso de AAS en prevención primaria no debe recomendarse de rutina, pero
podría considerarse en pacientes entre 50 y 70 años con diabetes y otros factores
de riesgo cardiovascular mayores (HTA, obesidad, tabaquismo, antecedentes
familiares, dislipidemia, enfermedad renal crónica) siempre y cuando no coexista
un riesgo de sangrado aumentado.
• Se debe dar AAS en prevención secundaria en diabéticos con historia de
enfermedad vascular aterosclerótica (enfermedad coronaria, cerebrovascular o
enfermedad vascular periférica).
BIBLIOGRAFÍA
1. Jameson J, Kasper D, Longo D, Fauci A, Hauser S, Loscalzo J. Harrison: Principios
de Medicina Interna. 20ª edición. Ciudad de México, México: McGraw Hill
Education; 2018.

2. Rozman, C. Cardellach, F. Farreras - Rozman Medicina Interna. 19° ed. Barcelona,


España: Elsevier España. 2020.

3. American Diabetes Association: Standards of Medical Care in Diabetes: provides


comprehensive guidelines for clinicians

4. Davies MJ, D'Alessio DA, Fradkin J, et al: Management of Hyperglycemia in Type


2 Diabetes, 2018. A Consensus Report by the American Diabetes Association (ADA)
and the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Diabetes Care
41(12): 2669–2701, 2018.

5. Endocrine Society: Clinical Practice Guidelines: provides guidelines on evaluation


and management of patients with diabetes as well as links to other information for
clinicians

6. Powers MA, Bardsley J, Cypress M, et al: Diabetes Self-management Education and


Support in Type 2 Diabetes: A Joint Position Statement of the American Diabetes
Association, the American Association of Diabetes Educators, and the Academy of
Nutrition and Dietetics. Diabetes Care 38(7):1372–1382, 2015.

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