Manual Del Delito ISBN 978

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Manual de Prevención del Delito

Emilio Daniel Cunjama López


Manual de prevención del delito
Depósito legal: 4-1-2287-2022
ISBN: 978-9917-9900-0-0
La Paz - Bolivia, 2022

Realizado por:

Emilio Daniel Cunjama López


Alan García Huitron
Christian Edgar Rodríguez Velázquez
Iván Kein Ramírez Rodríguez
Paola Reyna López
Raúl Marcial Fiscal
Socorro Flores Gutiérrez

Este documento fue elaborado y publicado en el marco del proyecto Restoring Justice: Activando
modelos innovadores en el ámbito de la justicia juvenil y la prevención de la delincuencia juvenil
para la difusión de la cultura restaurativa en Bolivia, ejecutado por Progettomondo.mlal y sus
socios CVCS y CDC con el apoyo de la Agencia de Cooperación Italiana al Desarrollo y la Fondazione
San Zeno. Los contenidos no representan necesariamente el punto de vista de las agencias de
cooperación.

Coordinación general:

ProgettoMondo Mlal
Micaela Román/Abraham Colque Jiménez

Revisión:
Angela Huanca

Esta publicación es realizada en alianza con el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE) y el


Instituto de Estudios Criminológicos Transdisciplinarios (IECRIMT).

Se autoriza la reproducción total o parcial de este documento siempre y cuando se cite la fuente.
Esta publicación se distribuye gratuitamente.
5

Índice
Presentación.............................................................................................7
Introducción...........................................................................................16
I. Teorías explicativas del delito y su relación con la
prevención del delito..............................................................................21

1. Perspectivas teóricas individuales..................................................24

2. Perspectivas teóricas sociales.........................................................25

3. Perspectivas teóricas sobre el espacio............................................28


II. Modelos de prevención del delito.......................................................30

1. Modelo Clásico de Prevención del Delito........................................30

2. Modelo Neoclásico de la Prevención del Delito..............................32

3. Modelo de Prevención de la Reincidencia del Delito......................33

4. Modelo de Prevención Situacional.................................................35

5. Modelo de Prevención Comunitaria...............................................38

6. Modelo de Prevención del Desarrollo.............................................39

7. Modelo de Prevención Multiagencial.............................................41


III. El diagnóstico territorial.....................................................................43
IV. Metodología para la determinación de territorios
de intervención prioritaria......................................................................54
V. El diseño de una política de prevención del delito..............................58
Identificación del Problema....................................................................62
Objetivo del proyecto.............................................................................63
Meta del Proyecto..................................................................................64
6

Población objeto.....................................................................................65
Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones................................66
Diseño de estrategias y diseño de acciones............................................69
Tabla de responsables y aliados..............................................................71
Árbol de Riesgos.....................................................................................73
Matriz de neutralización de riesgos........................................................75
VI. La evaluación de las políticas de prevención del delito......................76
VII. Mejores prácticas y prácticas promisorias en
prevención del delito.............................................................................79

1. ¿Qué son las buenas prácticas?......................................................80

2. ¿Qué es una práctica promisoria?..................................................84


VIII. Proyecto modelo..............................................................................85

1. Identificación del problema............................................................85

2. Objetivo del proyecto.....................................................................91

3. Meta del proyecto..........................................................................91


4. Población objeto.............................................................................92

5. Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones.......................93

6. Diseño de estrategias y diseño de acciones....................................95

7. Tabla de responsables y aliados....................................................101

8. Árbol de Riesgos...........................................................................104

9. Matriz de neutralización de riesgos..............................................106

10. Indicadores de evaluación..........................................................106

11. Fuentes.......................................................................................110
Bibliografía............................................................................................112
7

Presentación
El principio inspirador de las actividades que ProgettoMondo Mlal impulsa en
Bolivia y otros países del mundo, en el campo de la justicia juvenil y la prevención
de la delincuencia y la violencia, está íntimamente ligado al enfoque de la justicia
restaurativa. Lo cual no solo interpretamos como un paradigma de justicia
alternativo al retributivo tradicional, sino también como un modelo de relaciones
sociales que atraviesa todos los ámbitos, fundando una nueva visión proactiva (y
consecuentemente preventiva) de las relaciones y del vivir social. Se basa sobre los
conceptos de empatía, cuidado, responsabilidad y construcción de capital social.
A partir de estas reflexiones, surge nuestro más reciente compromiso en el ámbito
de la prevención primaria y secundaria de la violencia y el delito y de la seguridad
ciudadana.

Hablar de justicia restaurativa significa situarse en un contexto que trasciende


del ámbito criminal, abarcando todo el espectro de la vida social. El enfoque
restaurativo está asentado fundamentalmente en el concepto de responsabilidad:
hacia nosotros mismos, nuestras acciones, emociones, pensamientos y cuerpo.
Pero también, y sobre todo, responsabilidad hacia los demás. Dicho enfoque es
una forma de interpretar y vivir las relaciones que se rigen en la escucha activa, la
comunicación no violenta, el desarrollo de la capacidad de reconocer, comprender y
gestionar conscientemente las emociones propias y ajenas (inteligencia emocional).
Desarrollar competencias emocionales (empatía) significa mejorar las habilidades
personales y relacionales, contribuyendo a la construcción de una sociedad más
armoniosa basada en el cuidado de las relaciones y el manejo de conflictos.

Las prácticas y los mecanismos de justicia restaurativa, al devolver a la comunidad


la posibilidad de intervenir activamente en el manejo de los conflictos que se
originan en ella, ayudan a fortalecer la necesidad y percepción de seguridad.
La comunidad se siente empoderada en este proceso y percibe la posibilidad de
intervenir activamente e incluso ejercer un control informal sobre los hechos,
8

dejando de ser un mero espectador indefenso (víctima). Al actuar de forma


cooperativa y solidaria, en un intento de dar una respuesta (preventiva o reactiva)
al crimen y la violencia, la comunidad tiene la capacidad de manejar y procesar el
miedo. Se transforma de simple receptor de políticas de seguridad a un promotor
de seguridad.

En este sentido, la comunidad adquiere un rol activo en el desarrollo experiencias


de prevención y control informal del crimen/violencia y reincidencia. Apoyando
en la reintegración social de quienes han cometido un delito, colaborando en el
diseño e implementación de acciones de protección y apoyo social a las víctimas
y movilizándose en la sensibilización e información respecto a factores de riesgo/
prevención.

El enfoque restaurativo es aplicable en cualquier contexto de la vida social y no solo


para la gestión de las consecuencias de un delito. La escucha activa, la comunicación
no violenta, el ejercicio de la empatía son algunas de las herramientas útiles para la
prevención de conflictos. Son prácticas preventivas que se pueden aprender y que
deben formar parte del proceso de crianza y crecimiento emocional de la persona.

El científico Daniel Goleman dedicó su vida y carrera a la investigación del origen de


las emociones y sus consecuencias. Su concepto de inteligencia emocional identifica
la necesidad que tienen las personas de emprender un camino de alfabetización
emocional desde la infancia. Esto les permitirá adquirir una mayor conciencia de
sus emociones y capacidad de reconocer y verbalizar los estados emocionales de
los demás. Esto nos hace personas menos sufrientes, más conscientes, compasivos,
empáticos; con mayor poder de autocontrol y capacidad para insertarnos en
nuestro tejido social de referencia, cultivando relaciones cualitativamente más
satisfactorias. En este sentido, podemos afirmar consecuentemente, que el enfoque
restaurativo más que un enfoque de justicia alternativo al tradicional se afirma
como un modelo de relaciones sociales que puede (y debería) integrarse con el
enfoque retributivo dominante.
9

Por ello, en todas sus intervenciones en el ámbito de la justicia penal juvenil, en


Bolivia, Mozambique, Marruecos, y más recientemente en Haití, ProgettoMondo
Mlal promueve la implementación efectiva del enfoque restaurativo en el sistema
de justicia penal. Se trata de promover, dentro de los espacios legislativos existentes,
la posibilidad de compensar las distorsiones del sistema tradicional.

A partir de un juicio crítico sobre los resultados reales producidos por el


modelo retributivo, tanto en relación con su capacidad de control del delito
(función disuasiva/preventiva), como en relación a los llamados fines educativos/
rehabilitadores de la pena, creemos que el enfoque restaurativo, aplicado a todas
las distintas fases de la ejecución penal, permite abordar finalmente el delito como
un hecho social y comunitario, que ha producido la ruptura de un equilibrio en las
relaciones y que la justicia tiene el deber de intentar restaurar. Según esta visión,
que Progettomondo ha hecho profundamente suya, la finalidad de la justicia no se
limita a la implementación de la norma jurídica, sino que su fin último debe ser
la reparación del daño y la reconstrucción de los lazos sociales; entre las personas y
en el seno de las comunidades. Mutatis mutandis este enfoque, se aplica también
a la prevención del delito y la violencia. Es en la construcción de relaciones, y solo
a través de la cooperación entre las personas que habitan un territorio, que las
políticas de prevención tienen la posibilidad de ser realmente efectivas, generando
cambios sostenibles en el tiempo.

El modelo de prevención social de las violencias y el delito surge como reacción al


paradigma clásico y neo clásico del delito, entendido como hecho social que puede
ser estudiado y comprendido a partir de una lógica transdisciplinaria e integral.
Este modelo interpreta la violencia y el delito ya no a partir del estudio de las
conductas de individuos desviados, sino a partir de la observación de las dinámicas
de conflictividad social. Consecuentemente, la prevención es garantizada cuando
existen condiciones mínimas de bienestar social (por ejemplo acceso a salud,
empleo, educación, entre otros), que fomenten entornos de desarrollo humano
y social.
10

Según este modelo, para que las políticas criminales y de prevención social sean
realmente integrales, deben combinarse con políticas inclusivas centradas en el
incremento del bienestar social de las comunidades. La criminología moderna se
fundamenta por lo tanto en análisis multifactoriales (psicológicos, sociológicos,
biológicos, económicos, políticos, etc.) y multidimensionales (el individuo, la
sociedad, las micro-comunidades de relaciones y afectividad, el entorno espacial,
etc.) aplicados al estudio y comprensión del comportamiento criminal, con el
intento básicamente de prevenir el delito y la violencia, a partir de la formulación
de modelos preventivos.

Como el autor del manual, Emilio Daniel Cunjama López, bien resume en una
interesante obra antecedente de la que se aconseja su lectura y cuyo título es
“Prevención social de las violencias y el delito. Análisis de los modelos teóricos”
(INACIPE: 2015); en su evolución histórica, las teorías criminológicas han
ido asumiendo progresivamente cada vez más este enfoque multidimensional/
multicausal, concentrando sus análisis etiológicos de la violencia y el delito a
partir de diferentes puntos de vista. La escuela clásica analizando el delito desde
una perspectiva jurídica, la escuela positivista centrándose en el delincuente como
“individuo patológico”, la escuela ecológica de Chicago (años ’20) explicando el
delito y la violencia a partir de las diferentes condiciones de las áreas urbanas de
la ciudad.

La sociedad es el objeto de estudio también de la escuela del aprendizaje social,


sin embargo, no parte de un análisis de los contextos/entornos espaciales. Más
bien parte de las relaciones que se producen a su interior y las dinámicas de
aprendizaje que de estas surgen. El funcional – estructuralismo igualmente tiene
como objeto de estudio la sociedad, pero desde una diferente prospectiva: el
delito es el producto de dinámicas ilícitas aptas a conseguir metas culturalmente
definidas. Las situaciones anómicas son generadas por la limitación de acceso a los
medios (lícitos) para conseguir objetivos, metas y aspiraciones. De manera que la
desviación surge como reacción para alcanzar dichos objetivos sociales, a partir de
mecanismos ilícitos.
11

Con la teoría de la elección racional el individuo se vuelve nuevamente el sujeto


principal de estudio de la criminología, pero desde una visión opuesta a la
positivista: el criminal ya no es considerado como un individuo desviado/enfermo
que actúa sobre la base de un acto irracional. Sino, se trata de un sujeto racional
que delinque en razón de un cálculo costos-beneficios relacionado con la ventaja
comparada de realizar un acto criminal, ante un comportamiento no criminal.

Con el interaccionismo simbólico, la criminología se aparta del análisis etiológico


de las causas del delito y el estudio del delincuente, en favor de un nuevo enfoque
más centrado en los procesos de criminalización (etiquetamiento) y de reacción
procedente de la frustración generada por la exclusión social que caracteriza a
las clases marginalizadas. Este cambio de perspectiva allanó el camino a nuevos
y diferentes enfoques criminológicos tales como la teoría critica de inspiración
marxista que, coherentemente al clima de confrontación político-ideológica de los
años 70, interpreta las dinámicas delincuenciales a partir de una visión de lucha de
clases (conflicto capital-trabajo) y exclusión social.

En este contexto cultural de confrontación ideológica surgen los movimientos


abolicionistas penales que consideran la pena como injustificable, siendo
sustancialmente ineficaz e intrínsecamente injusta. A estos movimientos
pertenecen también algunos de los (diferentes y numerosos) inspiradores del
enfoque restaurativo como el sociólogo y criminólogo Neil Christie.

A estas posiciones radicales, de las que el mismo enfoque restaurativo va apartándose


poco a poco, también acompañan posturas de corte más pragmático, como el
realismo de izquierda (finales de los años ’70) que asume el delito como hecho
real y parcialmente inevitable, buscando abordar sus consecuencias a partir de una
concepción de respeto de la dignidad tanto de los ofensores, que de las víctimas.
De igual forma, esta teoría no abdica en denunciar y enfrentar también las causas
del delito, defendiendo una visión crítica hacia las desigualdades socioeconómicas
producto de las políticas capitalistas y neoliberales dominantes y abogando por un
cambio de enfoque en la gestión de la cuestión penal.
12

Desde una visión igualmente pragmática, pero diametralmente contrapuesta, el


realismo de derecha (principios de los ’80) aborda la cuestión criminal desde una
perspectiva meramente gestional/administrativa. La especulación teórica cede el
paso a las políticas criminales en función de un objetivo único: garantizar el orden
a partir de intervenciones con (supuesto) valor doblemente preventivo-reactivo.
Estas políticas están orientadas a la tipificación de nuevas penas, el control/
presidio policial y la certeza/endurecimiento de las penas, por eso este enfoque ha
sido sintetizado bajo el lema: “más cárceles, más policías, más penas”.

La contribución de todos estos modelos ha sido fundamental en el desarrollo y


evolución teórica del enfoque restaurativo. Personalmente, reconozco estímulos y
reflexiones que han madurado en el ámbito positivista como precursores de algunas
bases teóricas fundamentales del enfoque restaurativo. Por ejemplo, el concepto
del delito como ataque no a una norma abstracta (como por el modelo clásico),
sino como crimen en contra de las personas, la comunidad y un orden social. La
pena concebida no como venganza o justa retribución, sino que como necesaria
auto-tutela del orden social. El carácter individualizado de la pena y la garantía de
tratamientos personalizados. El discurso hacia la víctima y la posibilidad de formas
de compensación que permitan dirigir hacia objetivos sociales positivos las energías
de ofensores. Finalmente, el énfasis puesto en una política criminal preventiva más
que reactiva (sustitutivos penales de Ferri). Todos estos son principios importantes
que el enfoque restaurativo ha rescatado, desarrollándolos ulteriormente o
transformándolos a partir de una perspectiva de responsabilización y relacional
(ofensor-víctima-comunidad) claramente lejanas a la teoría positivista. Pero que,
sin dudas, remontan el debate que este enfoque ha aportado a la criminología y al
proceso de reforma hacia el derecho penal moderno.

Todo el discurso del análisis de los costos de oportunidad informales y/o


simbólicos, incluyendo los costos asociados al estigma, subyacentes a la teoría
de John Braithwaite acerca de la vergüenza reintegradora ha sido evidentemente
influenciado por las teorías de la rational choice. John Braithwaite es considerado
padre inspirador del enfoque restaurativo, ha fundamentado su objeto de análisis
13

más en el discurso moral preventivo, que en el discurso punitivo relacionado con


las políticas de seguridad ciudadana. Sin embargo, la conexión parece manifiesta.

Asimismo, todo el discurso de la teoría realista dirigido hacia la víctima y la


implicación de la comunidad a nivel preventivo (disuasión preventiva) y a nivel
reactivo (responsabilizándola en los procesos de reintegración social tanto de los
ofensores como de las víctimas) se constituyen en las premisas fundamentales
para el surgimiento del contemporáneo enfoque restaurativo. Los realistas están
a favor de alternativas a la privación de libertad, restitución a las víctimas y
promueven el uso mínimo de la prisión. Bajo esta visión, los centros de privación
de libertad deben ser utilizados únicamente como extrema ratio en aquellos casos
en que exista un peligro real para la comunidad relacionado con la posibilidad
de una reincidencia delictiva. Promueve la humanización de estos centros como
estrategia preventiva de la reincidencia. Esta visión surge de la constatación de
la ineficacia de las políticas penitenciarias de mano dura cuyo efecto, a menudo,
obstaculiza la reintegración social y expone a la comunidad frente personas que
profundizan su vida criminal por la experiencia carcelaria.

La evidencia empírica ha demostrado que a largo plazo las políticas criminales de


mano dura y tolerancia cero han fracasado en sus objetivos de influir drásticamente
en las tasas de criminalidad e reincidencia. A pesar de eso, el discurso político
dominante ha visto, en la última década, un fuerte retorno de la retórica punitivo-
retributiva en Latinoamérica (principalmente Honduras, El Salvador, Guatemala)
y un nuevo auge de políticas de prevención situacional enfocadas en los aspectos
gestionales/administrativos/ambientales relacionados con la reducción del riesgo
delictivo, en lugar de una mayor atención hacia los autores (reales o potenciales)
de delito. No se busca eliminar el crimen incidiendo y mejorando la sociedad
o sus instituciones, sino más bien haciendo que el crimen sea menos atractivo
para quienes pretendan cometerlo. La lógica, el análisis empírico y estadístico
demuestran que esta es una lectura cortoplacista, situacional y paliativa de la
problemática criminal.
14

La capitalización política de este enfoque es evidente. El mayor atractivo que las


políticas de mano dura y tolerancia cero tienen en la opinión pública, con respecto
a políticas enfocadas en la prevención, tiene que ver con factores estructurales y
coyunturales. Los factores estructurales son relacionados con el mayor tiempo de
capitalización de los resultados que supone una política integral de prevención. Este
enfoque busca incidir en la estructura del sistema desde una perspectiva multinivel:
educativo, sanitario, familiar, social-comunitario. Se trata de inversiones de
mediano a largo plazo, en consecuencia con efectos no visibles inmediatamente.
Por el contrario, las políticas de mano dura, no propugnan cambios de largo plazo,
sino que se enfocan exclusivamente en incidir coyunturalmente en las estadísticas
policiales y de seguridad pública (básicamente coincidentes con los mandatos
electorales a nivel local y nacional). Fundamentan gran parte del propio suceso (o
mejor dicho percepción del suceso) en la estrategia comunicacional.

Otro factor estructural reside en la dificultad de medición de los datos relacionados


con los logros y avances en los índices de prevención. La prevención social interviene
en diferentes ámbitos y sectores, por lo que es cierto que hay una dificultad en
establecer indicadores y metas claras que permitan de identificar (y comunicar)
los cambios e impactos alcanzados. Esto sucede también por el hecho de que a
menudo las políticas de prevención residen no tanto en una programación holística
establecida ex ante, sino que más bien en medidas e iniciativas particulares cuyos
efectos son más bien definidos/reconstruidos ex post. Esto dificulta el proceso de
recolección de datos y hace que las medidas aisladas que no sean insertadas en
políticas orgánicas tengan un nivel de eficacia más limitado.

En consecuencia, tres elementos importantes que se rescatan como advertencia para


todo decisor público que quiera implementar y experimentar medidas innovadoras
de prevención social son: (I) No subestimar la importancia de la comunicación/
sensibilización pública para incidir en los niveles de percepción comunitaria, así
como para la generación de consenso y apoyo hacia la implementación de las
políticas de prevención social; (II) Definir ex ante un sistema de producción de
datos y monitoreo in itinere de las medidas de prevención que permitan generar
datos cualitativos y cuantitativos confiables (aspecto relacionado también con
15

el punto uno de comunicación/sensibilización) y, finalmente, (III) insertar las


medidas en el ámbito de políticas orgánicas a multinivel que permitan incidir
sobre diferentes factores de riesgo para garantizar respuestas integrales o, por lo
menos, multifactoriales.

La evidente derrota de las políticas públicas inspiradas en las teorías criminológicas


del realismo de derecha, ha manifestado que el concepto de seguridad es mucho más
complejo de lo que se pensaba. La seguridad no puede fundamentarse solamente
en la defensa de los bienes jurídicamente protegidos y la garantía de un supuesto
orden social. De manera necesaria, también debe dar respuestas a las aspiraciones y
prever la participación combinada de todos los sujetos que componen el escenario
securitario: individuos, comunidad y Estado.

Solo a partir de un enfoque integral que aspire a mejorar las condiciones de vida
de las personas, el cuidado de las relaciones, garantizando los derechos básicos
y condiciones de desarrollo humano y sostenible, se estarán enfrentando las
verdaderas causas de la inseguridad (objetiva y subjetiva) ciudadana bajo un
enfoque holístico y no exclusivamente situacional. Solo asumiendo un enfoque
multicausal, integral y restaurativo, las políticas criminales y de prevención social
podrán garantizar una transición efectiva de un enfoque de seguridad pública
hacia un enfoque de “seguridad ciudadana con rostro humano”. Este es el desafío
al que apuntamos. Este es el desafío al que queremos retarles.

Marialuisa Milani

Policy Officer Human Rights & Restorative Justice de


ProgettoMondo Mlal
Mediadora de conflictos en ámbito penal, familiar y social
16

Introducción
Cualquier estrategia integral en materia de política criminal, de forma necesaria,
precisa contemplar los siguientes tres elementos. El primero es el reactivo, atiende
las emergencias e investigaciones para desmantelar organizaciones delictivas,
detenciones en flagrancia, etc. El siguiente es el preventivo que, entre distintos
modelos utilizados, hace énfasis en el modelo social porque asegura cambios
sociales, necesarios para atender las violencias y los delitos de manera sostenida.
Por último, el enfoque de reincorporación de las personas transgresoras, a través
de estrategias que tengan por objetivo evitar reincidencias delictivas ante las leyes
penales.

En el contexto latinoamericano, países como El Salvador, Honduras, Nicaragua


y México, por mencionar algunos, privilegiaron políticas reactivas de atención a
la violencia y la delincuencia. De esa manera, minimizaron e incluso eliminaron
las políticas preventivas. Por ejemplo, en El Salvador, la Ley antimaras de 2003
o la reciente política criminal (2020) permite la fuerza letal contra pandillas. En
México, el actual decreto presidencial, dictado por el representante del ejecutivo
federal, autoriza al ejército realizar tareas de seguridad pública.

La tradición de la política criminal en la región latinoamericana ha sido


especialmente reactiva, ejercitada con la ley y la fuerza del Estado. A pesar que, los
resultados no fueron los esperados. Pues, la violencia y la delincuencia continúan,
no solo presentes, sino incrementaron.

El tratamiento de la violencia y al delito no debe basarse solamente en operaciones


represivas de corte policial y militar (acciones reactivas), sino también a través de
acciones de prevención social enfocadas, a la atención de las causas más que a los
efectos (acciones preventivas) y de reincorporación a la vida de la legalidad de las
personas transgresoras de las leyes penales. Una experiencia interesante relacionada
a los esquemas de prevención del delito fue la implementada en México en
2013 mediante el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la
17

Delincuencia. Se trata de una política inédita que rompió paradigmas respecto


a la manera en que se atendía el tema de seguridad desde la famosa política de
“Guerra contra el narcotráfico” de 2007. Dicha política creó cambios importantes
en el contexto mexicano, en primer lugar, al constituirse como una política de
prevención a nivel nacional, en segundo lugar; al constituir a la prevención del
delito como una prioridad en la atención de la violencia y la criminalidad a nivel
nacional, y la tercera; al utilizar el modelo de prevención social como pilar del
programa, de esta manera la política atendía factores de riesgo y no delitos, lo
cual pretendía la generación de cambios sociales y culturales de largo aliento. No
obstante, al diseño vanguardista de la política nacional de prevención, los vicios
en su implementación, así como la falta de interés por parte de los gobiernos
subsecuentes, terminó por eliminar los esquemas preventivos y regresar los
reactivos para el tratamiento de la violencia y la delincuencia.

La región latinoamericana debe transitar a una política preventiva que escape de


la politización de la seguridad, de políticas reactivas y de populismos punitivos.
Atender las causas y factores de riesgo que hacen que las personas se vinculen
a la violencia y al delito, necesariamente, requiere una transformación social de
largo aliento. La naturalización de la violencia y, en consecuencia, la generación de
patrones culturales, que adoptan como una forma de vida, necesitan una política
que reconvierta esos patrones culturales y ofrezcan nuevas formas de convivencia.
Mismas que estén basadas en la paz y el respeto al estado de derecho.

El objetivo de este manual es dotar de herramientas conceptuales y metodológicas a


los implementadores de políticas de prevención. Con el afán de homologar criterios
a nivel nacional, que permita construir una política de prevención con criterios
mínimos. Al mismo tiempo, construir diseños efectivos y criterios de evaluación
para su mejora. El manual se construyó con criterios metodológicos flexibles. En
consideración que cada país y región tienen características particulares, bajo las
cuales deberán construir las estrategias y acciones. Y así, incrementar el éxito de
los programas.
18

Este manual también pretende impulsar, en los países latinoamericanos, la


generación e instauración de una política de prevención social de la violencia
y el delito basada en evidencia. A través de criterios teórico-metodológicos que
permitan su evaluación y mejora constante bajo los siguientes principios:

• Integralidad. Refiere a la integración de los diversos modelos de prevención.

• Horizontalidad. Refiere a la participación ciudadana en la toma de decisiones


y vigilancia en su implementación.

Transdisciplinariedad. Refiere a la inclusión de todas las disciplinas científicas


o no para la construcción de las estrategias y acciones.

• Vinculación entre lo micro-macro. Refiere a la importancia de crear estrategias


y acciones dirigidas a poblaciones concretas con actividades específicas. Pero,
ancladas a políticas estructurales que fomenten la transformación social y
cultural.

• Interinstitucionalidad. Refiere a la participación de todas las dependencias


que tradicionalmente se han considerado ajenas a los temas de seguridad.
Pero, bajo un modelo de prevención social, son fundamentales. Por ejemplo,
las instituciones de desarrollo social, de salud, de turismo, de educación, de
deporte, etc.

• Política Subvertida. Refiere a la participación ciudadana en la creación de la


política pública. Es decir, la consideración activa en el diseño e implementación
de la política de prevención. Por tanto, cambiar de un modelo centralista en
la construcción e implementación de la política de prevención a un modelo
demócrata con una fuerte participación ciudadana.

• Seguridad Humana. Refiere a la búsqueda de un modelo de prevención que


apunte a la instauración de una política de prevención del delito. Bajo un
paradigma de seguridad humana, que trascienda a la atención de prevenir el
atentado a los bienes jurídicos tutelados. Y apunte a un desarrollo integral de
la seguridad de lo humano.
19

El lector encontrará en este escrito un paso a paso de cómo se realiza un programa


de prevención del delito. Se trata de una guía metodológica que sirve para que
cada país o región la utilice de acuerdo a las necesidades propias de sus territorios.
Pero, que contengan los criterios mínimos para poder operar con cierto éxito. Y
sobre todo, sentar las bases para evaluar las acciones y generar mejoras continuas
que se encuentren basadas en la evidencia empírica.

Este manual está dirigido a operadores que se encargan de diseñar, implementar y


evaluar la política de prevención del delito. Así como a profesionales y estudiantes
interesados en la prevención del tema competente. Está integrado por siete
aparatados. El primer capítulo introduce a las lógicas teóricas y tradicionales que
explicaron la conducta delictiva y cuáles han sido sus razonamientos al respecto.
Si bien no se trata de ahondar en el punto de vista teórico, es necesario que los
implementadores identifiquen la forma explicativa del delito. Y cómo se encuentra
ligado con las formas de combatirlo.

El segundo capítulo describe los diferentes modelos de prevención del delito.


Además, su vinculación con las teorías que lo explican y las formas de aplicación
a través de ejemplos que permitan identificar sus características. Este apartado
cobra relevancia porque cada implementador deberá ser consciente de los alcances
y limitaciones de las acciones que se implementarán. En la medida que cada una
de ellas se vincula a un modelo de prevención del delito. Y en consecuencia, a una
forma de entender la cuestión criminal.

El tercer capítulo se encuentra diseñado para la elaboración de diagnósticos que


permitan conocer a profundidad la forma como se presentan los factores de riesgo.
Así como su comprensión y permitir que el diseño de las acciones sea preciso a los
problemas detectados. Dentro este capítulo se propone un esquema mínimo para
la elaboración de un diagnóstico.

El cuarto capítulo conduce al lector a la elaboración de los territorios de intervención


prioritaria. Es decir, aquellas demarcaciones que, por sus características en
términos de presencia de factores de riesgos, se tornan prioritarias de atender.
Mediante las acciones de la política de prevención que se implementen. Esta lógica
20

de seleccionar territorios parte del supuesto que toda política pública se encuentra
condicionada por presupuesto asignado y el personal con que cuenta. De esa
manera, se garantiza la maximización y optimización de recursos en los territorios
prioritarios.

El quinto y sexto capítulo delinean estrategias metodológicas para el diseño y


evaluación de programas de prevención del delito. Bajo una metodología adaptada
a las necesidades y particularidades de la región. Y, sobre todo, a las especificidades
que implica atender problemas como los factores de riesgo, las violencias y el delito,
a diferencia de otras metodologías. Por tanto, se optó por adaptar la Metodología
del Marco Lógico y la Teoría del Cambio para la construcción de una metodología
que sirva para el contexto latinoamericano.
En el capítulo siete el lector podrá consultar los criterios internacionales para
considerar a un proyecto como Práctica promisoria o Mejor Práctica. Es decir,
aquellos programas monitoreados, de manera constante, y que visibilizaron sus
éxitos. De manera que sea útil, desde un inicio, para que el diseñador incluya
dichos criterios y apunte a la consideración de Práctica promisoria o Mejor Práctica
en un mediano plazo.
Por último, el capítulo ocho incluye el ejemplo de un proyecto de prevención
social de la violencia y la delincuencia desarrollado en México. La intención es que
el lector pueda recurrir al texto como referencia práctica de la metodología.

Es necesario comentar que este manual tiene la intención de mejorar la práctica


de la prevención del delito en la región. Otorgando una metodología sencilla
que facilite la implementación de los programas y su evaluación. Evidenciar sus
resultados, medirlos y, en su caso, redirigir sus estrategias. Todo esto para obtener
los mejores resultados posibles con estrategias sostenibles y perdurables que
atiendan los problemas relacionados con la violencia y la criminalidad.
21

I. Teorías explicativas del delito y su relación con la


prevención del delito

La criminología es un área de conocimiento dentro las Ciencias Sociales que


reclama el estudio de aquellos comportamientos que, por lo general, son prohibidos
y sancionados por leyes penales. Existen debates sobre cuáles serían las conductas
estudiadas por dicha área. Algunos autores mencionan que los intereses deben ser
las conductas antisociales, los crímenes, o el fenómeno criminal.1 Con este último
término se quiso abarcar el proceso sociopolítico de ciertos comportamientos
prohibidos y la forma en que el Estado trata de ejercer un control sobre la acción
social. De manera que interesan, no sólo los delitos y quienes los cometen, sino
también quienes los persiguen y sancionan. Entre estos sujetos se encuentran la
policía, los jueces y, por supuesto, las víctimas. Aunque el debate sobre el objeto
de estudio de la criminología no se encuentra completamente resuelto, la mayoría
de los criminólogos estará de acuerdo en que el delito es uno de los principales
fenómenos de interés.

El término delito, desde su definición jurídica no representa problema alguno para


ser identificado, son conductas que prohíbe la ley penal. El término delito hace
referencia a conductas prohibidas por la ley penal. Cabe recalcar que, desde su
definición jurídica no representa algún problema para ser identificado. Así, buena
parte de la historia de la criminología ha girado en torno a la pregunta: ¿por qué
las personas delinquen? Si las personas son capaces de conocer la causa última del
comportamiento delictivo, entonces podrán evitar que suceda.2 Ya que, una de las
principales aspiraciones de la criminología ha sido su prevención.

Son más de dos siglos en que la criminología trató de elaborar una respuesta a la
pregunta sobre el porqué del delito. En este tiempo se alcanzó mucho conocimiento
basado en la realidad social,3 sin embargo, no se llegó a una respuesta última.
1 Vid. Rodríguez Manzanera, Luis, Criminología, México, Porrúa, 1998; García-Pablos de Molina, Antonio, Tratado de
Criminología, 3ª edición, Valencia, Tirant lo blanch, 2003; Garland, David, “Of crimes and criminals: the development
of criminology in Britain” en: Maguire, Mike, Morgan, Rod, y Reiner, Robert (comps.), The Oxford Handbook of
Criminology, Reino Unido, Oxford University Press, 2002, pp. 17-68.
2 Cunjama López, Emilio Daniel y García Huitron, Alan, Prevención social de las violencias y el delito. Análisis de los
modelos teóricos, México, D.F., Instituto Nacional de Ciencias Penales, 2015.
3 Loader, Ian y Sparks, Richards, “Situating criminology: On the production and consumption of knowledge about
22

Parece que la búsqueda de una teoría general acerca del porqué las personas
delinquen no tendrá un final. Es posible que la razón se deba a que los delitos
son muy distintos entre sí. Además, varían dependiendo del momento histórico
y geográfico. Así como obedecen a diferentes factores colectivos e individuales.
Bajo estas concepciones, se entiende al delito como una construcción sociojurídica
que depende de los sistemas normativos de cada contexto. Entonces, el proceso
legislativo es el origen del delito. Esta artificialidad jurídica fue estudiada como
una condición ontológica por las teorías criminológicas tradicionales. Hasta que el
interaccionismo simbólico y, de forma específica, la criminología crítica trasciende
esta posición e instalan una concepción basada en la reacción social. Es decir, se
pasa de una criminología etiológica a una criminología de la reacción social.

La posición teórica epistemológica de la reacción social desplaza el estudio de las


causas del delito por el estudio de los procesos de criminalización. No obstante,
el interés de este manual no es problematizar acerca del papel de los sistemas
legislativos o bien la selectividad del sistema de justicia penal. Más bien, observar
los factores, en tanto procesos, dinámicas o situaciones que se encuentran
relacionados a la transgresión normativa. Dicho, al riesgo de vincularse a la
violencia y la criminalidad, sin desconocer la importancia del estudio de la reacción
social. Lo que implica conocer las distintas explicaciones teóricas criminológicas
que explicaron el comportamiento transgresor. Así identificar la naturaleza de los
modelos de prevención. Pues cada uno contiene, en sí mismo, una manera de
entender el comportamiento transgresor.

En el uso cotidiano, la palabra prevención remite a la acción y efecto de prevenir, este


verbo indica tomar precauciones, disponer de ciertas cosas para un determinado
fin, prever, advertir o anticiparse a un suceso.4 La prevención del delito se concibe
a partir de dos enfoques; el primero, en el cual se hace alusión al momento de
intervención de la política pública y; el segundo, a las formas de intervención de
ella. De esta manera, el primer enfoque refiere a una prevención primaria, una
secundaria y otra terciaria.5

crime and justice”, en: Maguire, Mike, Morgan, Rod, y Reiner, Robert (comps.), The Oxford Handbook of Criminology,
5ª ed. Reino Unido, Oxford University Press, 2012, pp. 3 - 38.
4 María Moliner Diccionario de Uso del Español, Madrid, Gredos, 2006, I-Z, pp. 770-771
5 García-Pablos de Molina, Antonio, Tratado de Criminología, 3ª edición, Valencia, Tirant lo blanch, 2003, pp. 984-985.
23

Se entiende por prevención primaria a las acciones dirigidas a la sociedad en


general. A través del fortalecimiento del sistema social, como por ejemplo:
acciones educativas, de políticas de vivienda, acciones para cortar la pobreza y la
desigualdad social, etcétera.

La prevención secundaria busca incidir en el momento que el comportamiento


delictivo se manifiesta. Por lo general, son estrategias dirigidas a grupos específicos
que están en riesgo de vincularse a la violencia y al delito.

La prevención terciaria se refiere a las acciones dirigidas a las personas que ya


cometieron un delito. Y suele ejecutarse, buena parte de las veces, dentro del
propio ámbito penitenciario. Aunque también existen acciones dirigidas a las
personas que han cumplido una sanción penal y se encuentran en externamiento.

El segundo enfoque refiere a modelos de prevención que se distinguen por la


forma de implementación y los actores que se encuentran involucrados en ello.
Algunos de los modelos son: modelo situacional, modelo comunitario y modelo
social, por mencionar algunos. Estos modelos serán abordados con mayor detalle
en el capítulo siguiente.

A continuación, se revisarán las diferentes teorías criminológicas que dan sustento


a los modelos de prevención. Para fines didácticos, los enfoques teóricos serán
divididos en tres grandes grupos:

• Perspectivas teóricas individuales

• Perspectivas teóricas sociales

• Perspectivas teóricas sobre el espacio

Cabe señalar que las divisiones al interior de las teorías no son tan precisas. Pues
hay enfoques que, aunque se preocupen más en el individuo, tienen un fuerte
componente social, y viceversa. Como se indicó, la realización de esta división
solo responde al ánimo de poder explicar, de manera más sencilla, las teorías
criminológicas. Mismas que están relacionadas con los modelos de prevención y
los diferentes tipos de ésta última: primaria, secundaria y terciaria.
24

1. Perspectivas teóricas individuales

Dentro de esta categoría están incluidos, de manera principal, aquellos enfoques


que surgen desde la psicología. En concreto, desde las perspectivas del desarrollo
y el aprendizaje social. Para estos enfoques, el comportamiento de las personas
es resultado de lo aprendido a lo largo de la vida. El conductismo es una de las
principales orientaciones de esta perspectiva. A partir de experimentos con algunas
especies animales postuló que el comportamiento puede ser modulado mediante la
administración de estímulos externos. Las conductas tendrán más posibilidades de
repetición si existen refuerzos positivos. Podrían ser denominados como premios,
cada vez que tengan lugar. De igual manera, ciertos comportamientos dejan de
aparecer si existen refuerzos negativos, o castigos.6

Este modelo de recompensas, para favorecer ciertas conductas y eliminar otras,


es una de las formas más habituales de llevar a cabo la crianza de niños y niñas.
Inclusive, se puede pensar en muchos aspectos de la vida social, el esquema premio/
castigo se utiliza con frecuencia. Como el pago de impuestos y algunos servicios
bancarios, donde existe el beneficio para cumplir con plazos o condiciones de
servicios. Al igual que afrontar sanciones por no respetar los compromisos. Las
propias normas legales y administrativas operan bajo este principio.

Este enfoque puede ser aplicado en más de un tipo de prevención. Dentro el


código penal se puede pensar la sanción por el delito de robo como un refuerzo
negativo ante el hurto. La situación referiría a la prevención primaria dirigida a
toda la población. En caso del sistema penitenciario, que otorga beneficios en
el cumplimiento de la sentencia, si la persona sentenciada manifiesta un buen
comportamiento, correspondería la prevención terciaria. Pues está dirigida a la
población que ya cometió un delito.

La siguiente teoría es del aprendizaje social. La premisa de este enfoque es que


la adquisición de pautas de comportamiento sucede a través de un proceso de
aprendizaje. Tiene lugar mediante la observación e imitación del comportamiento
de otras personas. Lo que también se conoce como aprendizaje por observación,

6 García-Pablos de Molina, Antonio, Tratado de Criminología, 3ª edición, Valencia, Tirant lo blanch, 2003.
25

imitación, vicario o social.7

Uno de los principales autores de este enfoque es el canadiense Albert Bandura,


nacido en 1925. Sus principales ideas, generadas a partir de la experimentación
con seres humanos, refieren a que las personas no nacen violentas, aprenden a ser
violentas. En particular, aprenden a través de modelos y ejemplos que tienen en la
niñez. Como se puede suponer, estas ideas dan lugar a las estrategias de prevención
primaria. En sentido de promover buenos modelos sociales que transmitan un
comportamiento adecuado a las generaciones más jóvenes.

2. Perspectivas teóricas sociales

Entre las teorías sociológicas relevantes para los modelos de prevención se encuentra,
como primer referente, la denominada Escuela Sociológica de Chicago. Una
corriente que surgió en dicha ciudad y que, de parte de la criminología, adoptó
dentro sus ideas el término criminología ecológica o ambiental. Pero, no para hacer
referencia a cuestiones relativas al clima o características de lo que, comúnmente,
se llama medio ambiente. Más bien por el interés en las condiciones materiales del
entorno donde tiene lugar el delito. El enfoque se situó en el tipo de dinámicas
que surgían en diferentes lugares de la ciudad. Si los delitos patrimoniales ocurrían
más en zonas con afluencia de personas transitando. O si los delitos de lesiones
eran mayor y comunes en los barrios de la periferia.

Esta escuela trazó un modelo radial de conformación urbana, en el cual la ciudad


de Chicago se fue configurando a principios del siglo XX y que correspondía a sus
dinámicas sociales, de esta manera, en el centro de la ciudad se ubicaba la actividad
económica, la cual atraía a la delincuencia. La innovación de las explicaciones de la
escuela de Chicago consiste en poner énfasis en la organización social derivada de
la expansión urbana y las problemáticas que provocaron la migración que ocurrió
a principios del siglo XX en la ciudad de Chicago. Por lo cual, dicha corriente
sociológica fue adoptada por la criminología para explicar la comisión de delitos.8

7 Bandura, Albert, Social learning theory, New Jersey, Pretince-Hall, 1977.


8 Rock, Paul, “Sociological theories of crime”, en: Maguire, Mike, Morgan, Rod, y Reiner, Robert (comps.), The Oxford
Handbook of Criminology, 5ª ed., Reino Unido, Oxford University Press, 2012.
26

Otro enfoque criminológico es desarrollado por Rober K. Merton, que retoma


el concepto de anomia, trabajado por el sociólogo francés Emilie Durkheim a
principios del siglo XX, y lo desarrolla de acuerdo al contexto estadounidense de la
segunda posguerra. Esta teoría señala que las personas persiguen metas culturales
construidas por la sociedad a la que pertenecen y llegan a ellas por medio de vías
institucionales, la forma en que las personas reaccionan ante esta dupla, Merton
les llamó: Tipos de adaptación. Las metas culturales pueden ser imposibles de
alcanzar para quienes, socialmente, están en posición de desventaja. De manera
que, algunas personas renunciarán a esa meta cultural, pero otros buscarán los
medios para llegar a ella de distintas formas, por ejemplo, a través del delito. El
problema no sería la psicología individual de los actores del acto delictivo, sino el
tipo de adaptación que tuvieran frente a la adopción de la meta cultural y las vías
institucionales para alcanzarla.9

Estas ideas pueden ayudar a desarrollar esquemas de prevención en cualquiera


de sus tres expresiones –aunque encontrará mayor proyección en la secundaria y
terciaria–. Si se pretende ofrecer a las personas medios legítimos para cubrir sus
necesidades, como por ejemplo: un empleo mejor remunerado.

Otra de las teorías que explicaron el delito y la violencia desde los ámbitos sociales
y culturales fue la subcultura de la violencia. Esta teoría considera que la sociedad
es heterogénea y que en ella coexisten diversas expresiones culturales y axiológicas.
Sin embargo, existe una cultura dominante a partir de la cual se forman subgrupos
culturales que pueden ser de dos tipos, contraculturales y subculturales. Los
primeros son aquellos contrarios y antagónicos a la cultura dominante, y por lo
tanto no son tolerados. Los segundos son aquellos que pueden estar en contra de la
cultura dominante, pero son tolerados, se trata de criterios axiológicos alternativos
o contrarios, pero no antagónicos.

Dentro la dinámica de la subcultura de la violencia, el uso de la violencia se ha


normalizado y constituye una forma de resolver los problemas de la vida cotidiana.
Los valores del grupo se forman alrededor de la violencia, de este modo, el delito
y la violencia pueden surgir como formas de obtener respeto. Desde este enfoque
9 Giddens, Anthony, Sociología, 5ª ed, Madrid, Alianza, 2006.
27

se puede explicar por qué, algunas veces, los delitos cometidos por gente joven
son más violentos. Ya que esta violencia se estaría ejerciendo para obtener el
reconocimiento entre pares del grupo, y no sólo para llevar a cabo el ilícito. Los
principales teóricos de este enfoque fueron Marvin Wolfgang y Franco Ferracuti.10

Este enfoque es de utilidad para hacer prevención secundaria, mediante la


intervención en las poblaciones jóvenes que están adoptando la subcultura de la
violencia. De este modo se trata de intervenir con acciones recreativas, artísticas
o deportivas que contrarresten los valores que enaltecen a la violencia como una
estrategia de sobresalir socialmente, y así, alejarlos del delito y la violencia.

Por su parte, la Teoría del Etiquetamiento se centra en las interacciones sociales,


no solo materiales, sino también simbólicas. Uno de sus exponentes principales,
consultado por la criminología, es Howard Becker. Para este autor la desviación
social es un acto que no tiene significado por sí mismo, la audiencia social es quien
se lo da, así determina si la acción social es desviada o no, en correspondencia con
los sistemas sociales que norman los contextos en los cuales se desenvuelven las
personas.

Esta teoría resultó importante para el desarrollo del pensamiento criminológico.


A través de ella sucede una ruptura a nivel epistemológico de la criminología,
a saber: la desontologización del delito. En consecuencia, la criminología pasará
de observar la conducta desviada como una esencia inherente a la persona que
comete la infracción penal, a un proceso social de rotulación.11

Son tres premisas básicas que conforman la teoría del etiquetamiento; la primera
indica que todas las personas reaccionan ante los sucesos en correspondencia con lo
que significan para ellos, la segunda; dicta que esta significación es una construcción
social que ha adoptado la persona a través de sus procesos de socialización, y la
tercera; reconoce que la construcción social es creada por las personas. De esta
manera, la interacción simbólica entre la persona y la sociedad define la desviación
social. La criminología adopta esta postura para el estudio del delito y desde la

10 Vid., Marvin Wolfgang y Franco Ferracuti, La subcultura de la violencia: hacia una teoría criminológica, México,
FCE, 1971.
11 Vid., Howard Becker, Outsider; hacia una sociología de la desviación, México, Siglo XXI, 2009.
28

criminología crítica reconoce que el delito es una construcción socio-jurídica que


depende de los sistemas normativos y judiciales, no de cualidades propias de la
persona infractora. De esta manera se construyen procesos de criminalización
primaria que implica la creación normativa de prohibir ciertas conductas, por
ejemplo; quitarle la vida a otra persona (delito de homicidio). Posteriormente
considera una criminalización secundaria, que refiere a la rotulación asignada a
la persona por parte del sistema de justicia penal, una vez que ha cometido la
conducta prohibida, es decir, cuando la persona es sentenciada y considerada
como un delincuente.

La prevención del delito, según este enfoque, con frecuencia suele restringirse a
esquemas de prevención secundaria. Trabajando con personas que, por el contexto
donde se desarrollan, corren el riesgo de ser criminalizadas.

3. Perspectivas teóricas sobre el espacio

Entre estos enfoques se ubican algunas teorías criminológicas contemporáneas con


más trascendencia. Como el caso de las ventanas rotas, que postula que el delito
tendrá más posibilidades de ocurrir en las zonas de la ciudad que se encuentren más
deterioradas, con falta de iluminación, con un descuido visible, que en aquellas
donde exista un cuidado mantenido del entorno. Su premisa básica es: si se tolera
un desperfecto menor, sobreviene uno mayor. Por lo cual, se tiene que atender de
inmediato los problemas menores.

Esta teoría nace de las pruebas experimentales del psicólogo Phillip Zimbardo,
quien dejó un vehículo, como si estuviera abandonado, en Palo Alto, California;
una zona adinerada, y otro más en el Bronx, en la Ciudad de Nueva York, una
zona considerada como conflictiva por las autoridades locales. El vehículo de ésta
última zona fue despojado de todas sus partes de valor en menos de veinticuatro
horas, para luego comenzar a ser vandalizado. El vehículo “abandonado” en la zona
rica no sufrió ningún robo o daño por más de una semana, hasta que Zimbardo
voluntariamente rompió con un martillo la ventana del auto; en pocas horas el
vehículo también fue objeto de robos y daños.12 Este experimento llevó a pensar
12 George L.Kelling y Catherine M.Coles, ¡No más ventanas rotas!: cómo restaurar el orden y reducir la delincuencia
en nuestras comunidades, México, Instituto Cultural Ludwing von Mises, 2001.
29

que los bienes y propiedades “desatendidas” pueden ser fáciles de vulnerar por
personas propensas al mal comportamiento.13
A partir de esta teoría, nace la política criminal denominada Tolerancia Cero,
implementada en Nueva York en 1994 por Rudolph William Louis Giuliani.
Considerada una política de limpieza social porque gran parte de los detenidos y
encarcelados eran personas afrodescendientes y latinos, que desde la perspectiva de
esta política deterioraban el paisaje urbano.14

Los esquemas de prevención basados en esta teoría obedecen al enfoque de tipo


primario ya que su interés es mantener el paisaje urbano en buenas condiciones
para que no traiga problemas mayores, es decir, actos delictivos. Estas estrategias
darán pie, al igual que la teoría de las Actividades rutinarias, a esquemas de gerencia
delictiva.
De forma más sofisticada, la teoría de las Actividades rutinarias se interesa por
el contexto específico donde sucede el delito. Para esta teoría, la aparición del
delito se encuentra relacionada con tres elementos: una víctima en el momento y
lugar adecuado, un agresor motivado para cometer el ilícito, y la ausencia de un
guardián.15

La aplicación de estas teorías orienta la prevención hacia el modelo que se ha


denominado “situacional”, en donde los objetivos que se persiguen son, por una
parte, reducir las oportunidades para que una persona lleve a cabo un delito, y
también aumentar las posibilidades de detener al infractor.16 Al mismo tiempo, las
estrategias de esta perspectiva se encuentran situadas bajo un enfoque de prevención
secundaria.

13 Wilson, James Q y Kelling, George, L., “Broken windows: The police and neighborhood safety”, en: McLaughlin,
Eugene y Hughes, Gordon (eds.), Criminological Perspectives: Essential Readings, Reino Unido, Sage, 2005, pp. 400-411.
14 Cisneros José Luis, Emilio Daniel Cunjama López. El color del miedo bajo el desorden del paisaje urbano en la
Ciudad de México y la zona metropolitana. Revista Criminalidad. Volumen 53 Número 1 Junio 2011. Bogota Colombia.
15 Felson, Marcus, “The routine activity approach as a general crime theory”, en: McLaughlin, Eugene y Hughes,
Gordon (eds.), Criminological Perspectives: Essential Readings, Reino Unido, Sage, 2005, pp. 160-166.
16 Clarke, Ronald V., “‘Situational’ crime prevention: Theory and practice”, en: McLaughlin, Eugene y Hughes, Gordon
(eds.), Criminological Perspectives: Essential Readings, Reino Unido, Sage, 2005, pp. 357-368.
30

II. Modelos de prevención del delito

1. Modelo Clásico de Prevención del Delito

Prevención General

Este modelo de prevención del delito implica un proceso legislativo, de esta


manera la existencia de la ley se piensa como preventiva ya que manda el mensaje
a la población en general de la posibilidad de obtener una sanción por la comisión
de una conducta prohibida por las leyes. Entonces, se trata de una forma de
intimidación legislativa que tiene un aspecto positivo y otro negativo. El positivo
implica desincentivar la transgresión normativa por la amenaza enviada en las leyes,
por ejemplo: “ARTÍCULO 123. Al que prive de la vida a otro, se le impondrá de
ocho a veinte años de prisión.”17 El negativo refiere a que por medio de la amenaza
se llegará a la prevención de la transgresión normativa.

La prevención general es coercitiva porque emplea la intimidación. Es impuesta


con la finalidad de mantener el orden y reprimir cualquier acto delictivo.
Tabla 1
Agentes y/o Actores sociales emisores de Agentes y/o Actores sociales receptores
la Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Estado

Legisladores
Sociedad en General
Sistema Penitenciario

Policías

Fuente: Elaboración Propia.

Prevención Especial

Va dirigida, de manera individual, a la persona que incurrió en un hecho delictivo.


Se trata de la aplicación de la norma, de esta manera, la finalidad de esta prevención

17 Código Penal de la CDMX.


31

es impedir que la persona vuelva a delinquir al ser encarcelada. Una vez que se ha
neutralizado el sujeto, el Gobierno asume que no volverá a cometer delitos por
encontrarse en prisión.

Sin duda, la prevención clásica es un tipo de prevención muy común en


los gobiernos latinoamericanos. Bajo una lógica jurídico penal se pretende
desincentivar la comisión de conductas delictivas, sin embargo, existen diversas
críticas al respecto. Incluso existen estudios que han demostrado que la Ley por
sí misma no previene y que las personas, aun estando en prisión, cometen delitos
desde sus lugares de encierro.18
Tabla 2
Agentes y/o Actores sociales y ámbitos Agentes y/o Actores sociales receptores
emisores de la Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Personal Penitenciario

Policías
Individuo(s)
Fiscales

Jueces

Fuente: Elaboración Propia.


Caso Ejemplificado

A partir del 2007, en México se incrementó el delito de secuestro de una manera


vertiginosa. Pasó de 438 secuestros, que durante el 2007 representaba una tasa de
0.44 por cada cien mil habitantes de manera anual, a 1,223 secuestros en 2010,
con una tasa anual de 1.10 por cada cien mil habitantes.19. Derivado de ello,
el Gobierno mexicano en 2010 legisló una la Ley para Prevenir y Sancionar los
Delitos en Materia de Secuestro que contempló una de las penas más altas del
sistema penal mexicano, con hasta 140 años de prisión.

Con esta Ley se buscó desmotivar la comisión del delito de secuestro, dada las altas
penas que se fijaron (prevención general). Además de asegurar que las personas
18 Garland David, Castigo y sociedad moderna. Un estudio de teoría social, México, Siglo XXXI, 2006.
19 Datos obtenidos del Secretariado Ejecutivos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Incidencia delictiva 1997-
2005.
32

detenidas por estos delitos se encuentren neutralizadas en las cárceles para que no
cometan nuevos hechos ilícitos (prevención especial).

2. Modelo Neoclásico de la Prevención del Delito

La efectividad del sistema penal es la base de este modelo preventivo, la considera


como mecanismo principal de disuasión. Por ejemplo, al contar con una mejor
capacitación y mayor número de cuerpos policiales, jueces, fiscales e infraestructuras
carcelarias, se busca prevenir los actos delictivos. Esta lógica, implica asumir al
castigo como prioridad e inspirar temor en el individuo a la hora de cometer un
delito o un acto violento. Se trata de mandar el mensaje que, por encima de todo,
está un complejo sistema penal, orientado a castigar de manera rigurosa.
Tabla 3
Agentes y/o Actores sociales emisores de Agentes y/o Actores sociales receptores
la Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Estado
Jueces
Fiscales
Policías Individuo(s)
Personal Técnico Penitenciario
Servicios Médicos y Jurídicos
Infraestructura Penitenciaria

Fuente: Elaboración Propia.

Caso ejemplificado

La infraestructura carcelaria es determinante para el control de sus internos.


Es fundamental contar con tecnología como: cámaras de vigilancia, registros
biométricos, sistemas computarizados, rejas eléctricas y un espacio de área visible
para los elementos de seguridad encargados de la vigilancia. Mientras se cuente
con más aparatos de control en un espacio carcelario, existirá mayor docilidad
por parte de los internos que pretendan la comisión de conductas violentas,
preparación de motines o fuga de internos.
33

3. Modelo de Prevención de la Reincidencia del Delito

El modelo de prevención de reincidencia se encuentra enfocado en las personas


que ya han cometido un delito. Fue diseñado para proponer estrategias,
programas, talleres, en favor de la reintegración social de la persona y evitar que
se vincule nuevamente a la criminalidad. Su principal objetivo es “proporcionar a
los delincuentes la asistencia y la supervisión que necesitan para aprender a vivir
sin cometer delitos y evitar recaer en la delincuencia”.20 La Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) contempla dos directrices de
programas para la reintegración social:

A Programas e intervenciones ofrecidos en el mismo medio institucional,


con anterioridad a la puesta en libertad de los delincuentes. Para ayudarlos
a resolver problemas, tratar con factores de riesgo21 asociados con su
conducta delictiva. Y que adquieran la destreza necesaria para vivir una
vida autosuficiente y respetuosa de la ley. Así también prepararles para su
liberación y reinserción dentro de la sociedad.

B Programas de base comunitaria, que a veces son parte de un esquema


de libertad condicional. Para facilitar la reintegración social de los
delincuentes después de ser puestos en libertad.

Como se mencionó, el modelo de prevención de la reincidencia tiene una gran


influencia humanista en reformar al delincuente a la vida social. Dejar atrás la
etiqueta del inadaptado o marginal social. En este sentido, recupera su entorno
socializador.

20 Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Guía de introducción a la prevención la reincidencia y la
reintegración social de delincuentes, Nueva York, UNODC-ONU, 2013, p. 6.
21 Se entiende por factores de riesgo: “como las situaciones individuales o sociales que influyen en la aparición del
delito y/o la violencia”, siendo estos pensamientos, valores, familia, entorno de su comunidad, economía, cultura, falta
de oportunidades, etc., vid. Emilio Daniel Cunjama López y Alan García Huitron, Prevención social de las violencias y
el delito: análisis de los modelos teóricos, México, INACIPE, 2015, p. 64.
34

Tabla 4
Agentes y/o Actores sociales emisores de la Agentes y/o Actores sociales receptores
Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Personal técnico y penitenciario

Personal de atención postpenitenciaria


(Trabajadores sociales, psicólogos y médicos)
Individuo(s)
Familiares de la persona que cometió un delito

Empresas dedicadas a la labor social que


empleen a ex reos

Fuente: Elaboración Propia.

Caso ejemplificado

La entrada de individuos a grupos de pandillas y/u organizaciones criminales es


motivado por diversos factore, algunos de ellos son: la falta de oportunidades en el
ámbito educativo, laboral o bien un contexto social que le permite tener vinculación
con otras personas que ya se dedican a la criminalidad y practican la violencia. De
esta manera, los conflictos que enfrentan las personas, que han estado vinculadas
con la criminalidad, han pasado por un proceso de encarcelamiento y se encuentra
nuevamente en libertad; están relacionados con el contexto y la comunidad de
su entorno, por ello se encuentran en riesgo de vincularse nuevamente con la
criminalidad.

Siguiendo el modelo de prevención de reincidencia, es necesario fortalecer sus


capacidades y destrezas educativas y laborales; también sus vínculos familiares
y sociales. De esta manera, este modelo de prevención implica crear programas
especiales para contrarrestar “los vínculos sociales de los delincuentes con las
bandas, incluyendo intervenciones para ayudarles a desarrollar redes de apoyo
social positivo”.22

22 UNODC, Guía de Introducción a la Prevención de la Reincidencia y la Reintegración Social de Delincuentes op. cit.,
p. 151.
35

4. Modelo de Prevención Situacional

La prevención del delito situacional se explica desde un enfoque de la teoría de las


actividades rutinarias. El objetivo es “administrar la criminalidad, reduciendo los
beneficios del delincuente y acrecentando sus riesgos.”23 Se trata de romper con
la lógica de causa-beneficio que la teoría explica por la cual las personas cometen
delitos. Para ello, es necesario intervenir en los elementos que interactuaron como
oportunidades para que apareciera la criminalidad. Los tres elementos que se
consideran prioritarios como focos de intervención, son los siguientes:
Figura 1
Dinámica de las actividades rutinarias

Fuente: Elaboración propia.

Conocer la dinámica y actividades rutinarias de las personas que transgreden


la norma penal, previene y optimiza las estrategias de seguridad. Para ello es
necesario transportar recursos policiales e insumos de cuidado y vigilancia a las
zonas criminógenas, por ejemplo:
23 Emilio Daniel Cunjama López y Alan García Huitron, Prevención social de las violencias y el delito: análisis de los
modelos teóricos, México, INACIPE, 2015, p. 68.
36

1. Instalación y reparación de postes e iluminarias en colonias, barrios y


calles.
2. Recuperación y rehabilitación de espacios públicos abandonados, o con
aspecto que provoque inseguridad a los ciudadanos.
3. Instalación de cámaras de vigilancia, botones de pánico y otros dispositivos
electrónicos y tecnológicos, que sean mecanismos para prevenir delitos.
4. Módulos policiales cercanos a la comunidad para brindar apoyo y
asistencia a las denuncias.
5. Rondines policiales periódicos.
Figura 1.1
Propuestas sobre el delito y la oportunidad, según Felson y Clarke (1998)24.

Fuente: Elaboración propia

24 David Downes y Paul Rock, Sociología de la desviación, España, Gedisa, 2011, p. 362.
37

Tabla 7
Agentes y/o Actores sociales emisores de Agentes y/o Actores sociales receptores de
la Prevención del Delito la Prevención del Delito

Estado
Administraciones locales
Secretarias de Seguridad Pública
Departamentos de Prevención del Delito
(con programas y talleres) Sociedad en General
Departamento de Obras Públicas y Servicios
Módulos o Estaciones Policiales en
determinadas zonas poligonales de la
colonia
Fuente: Elaboración Propia.

Es menester comentar que este tipo de prevención es eficiente en el control del


delito de manera emergente, sin embargo, solo se trata de gerenciar el delito, es
decir, administrarlo. Recurrentemente lo que sucede en los espacios intervenidos
es que las personas que habitualmente cometían actos delictivos en ese lugar,
se desplacen a otros en los cuales encuentran las condiciones propicias. Ante la
imposibilidad de los gobiernos de atender cada rincón de la ciudad con las medidas
de prevención situacional, muchas veces por falta de recursos, la delincuencia solo
se traslada y no se atiende en sus causas. Además, estas medidas suelen ser invasivas
cuando se trata de estrategias de vigilancia disuasiva.

Caso ejemplificado

En la ciudad de Cochabamba (Bolivia) se encuentra un terreno baldío, con poca


iluminación y con basura que interrumpe el camino. Dicho terreno es un pasaje
obligado para que las personas de la cercanía lleguen a la estación del transporte
público. La policía local ha reportado que en ese pasaje existen altos índices de
robos a transeúntes. El gobierno local ha decidido parar los robos que se dan en
ese espacio. Para ello ha utilizado el modelo de prevención situacional a través de
las siguientes acciones.
38

1. Iluminación del espacio

2. Levantamiento de escombro y basura

3. Pinta de los espacios públicos alrededor del baldío

4. Colocación de cámaras de vigilancia en el pasaje

5. Implementación de un operativo permanente con policías a pie, para que


se encuentre vigilado las 24 horas del día.

5. Modelo de Prevención Comunitaria

Este modelo de prevención se fundamenta a través de la participación ciudadana.


Es un conjunto de estrategias que tiene por objetivos aumentar la sensación
de seguridad, mejorar la eficacia de los servicios en ciertas zonas y favorecer la
cohesión social de la comunidad25.

Este tipo de prevención social del delito privilegia los temas relacionados con el
trabajo. Toma como factor central de la criminalidad el aspecto económico y lo
concerniente a las relaciones laborales26

Ventajas:

• Se propicia la participación de la comunidad en los problemas que le


atañen.

• Mejora relaciones entre las autoridades y la comunidad y establece canales


de comunicación para favorecer esa interacción.

• Fortalece los vínculos y redes de apoyo que existían previamente.

• Incluye a los municipios, de manera activa y propositiva, en las políticas


de prevención; de manera que hay un acercamiento a la participación
política.

25 Cunjama López y García Huitron, op. cit., p. 71.


26 Emilio Jorge Ayos, Responsabilidad, trabajo y condiciones de vida. Problematizaciones sobre los jóvenes en los
programas de prevención social del delito en Argentina, México, Espiral, vol. XXIV, núm. 68, 2017, Pp. 3.
39

Tabla 8
Agentes y/o Actores sociales emisores de la Agentes y/o Actores sociales receptores
Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Mediadores
Administración Estatal y Municipal
Secretarias de Seguridad Pública
Departamentos de Prevención del Delito (con Comunidades específicas
programas y talleres)
Módulos o Estaciones Policiales en determina-
das zonas poligonales de la colonia
Fuente: Elaboración propia
Caso Ejemplificado
La organización de la participación de los vecinos en mesas de discusión sobre
los problemas de cierta zona, en las que asistan representantes de la comunidad y
autoridades encargadas de la vigilancia en la zona. Estas mesas marcan un inicio
para el diagnóstico de los principales problemas o riesgos del lugar en cuestión.
Y posteriormente gestionar actividades de restauración, roles de actividades e
integración que resulten en una recuperación y apropiación adecuada de distintos
espacios.

6. Modelo de Prevención del Desarrollo

Este modelo se basa en el oportuno diagnóstico de jóvenes que presentan factores


de riesgo y que por ello es probable que se vinculen con problemas de mayor
escala a medida que se desarrollan. Se busca elaborar estrategias para atender
las condiciones sociales y psicológicas que son consideradas riesgosas para que
no se generen conductas delictivas. Los indicadores que se pueden observar en
este modelo son de dos tipos: Sociales; problemas familiares, contextos sociales
de ilegalidad, relaciones con familiares vinculados a la delincuencia, entre otros.
Individuales; bajo nivel de inteligencia que se puede observar en la falta de logros
académicos o fracaso escolar, falta de empatía, impulsividad y falta de habilidades
sociocognitivas27.
27 Cunjama López y García Huitron, op. cit., p. 72.
40

De acuerdo con la ENPOL (2016)28, el 32.8% de la población privada de la libertad


en México, son personas de 18 a 29 años. Mientras que, el 35.3% de privados
tienen entre 30 y 39 años. Así como personas entre 40 y 49 años conforman
el 20.6%. Y solo el 11.2% tiene una edad de 50 años o más. Es notable que la
mayor parte de la población penitenciaria está compuesta por personas menores
de 40 años (68.1%). De manera que, concluir que la conducta criminal es menos
frecuente, con el paso del tiempo, podría ser una hipótesis aceptable. Y tendría que
estar sujeta a estudios más profundos en el territorio mexicano.

Así mismo, se afirma que la conducta de los jóvenes se encuentra limitada y


condicionada por estructuras de poder y normas de mercado, por lo que no se
adaptan con igualdad de condiciones al medio adulto. Lo cual coloca en ciertas
ocasiones a la sociedad como una adversaria; y debido al proceso de construcción
de personalidad se puede permitir y esperar cierto grado de irresponsabilidad que
puede derivar en conductas delictivas29.

Similar situación se pudo identificar en Bolivia. Aunque, en el último Censo


Carcelario (2019), el Sistema Penal relevó información de las Personas Privadas de
Libertad (PPL) para desarrollar una política criminal con enfoque en los derechos
humanos. Sin embargo, los resultados evidenciaron que la población penitenciaria
está compuesta de la siguiente manera. El 35.8% conformado por personas de 18 a
28 años. El 34% por privados de 29 y 39 años. Mientras, el 17.7% compuesto por
sujetos de 40 a 49 años. Dentro el 8.2% están los de 50 a 59 años. Y, finalmente,
las personas por encima de los 60 años representan el 3.8%. Estos datos muestran
que la mayor parte de la población boliviana privada de libertad está compuesta
por personas menores de 39 años (69.8%).

28 INEGI, Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2016, Julio, 2017.


29 René Alejandro Jiménez Ornelas, La delincuencia juvenil: fenómeno de la sociedad actual, México, Redalyc, Pap.
Poblac, Vol.II, no. 43, Enero-Marzo, 2005, Pp. 220-221
41

Tabla 9
Agentes y/o Actores sociales emisores de la Agentes y/o Actores sociales
Prevención del Delito receptores de la Prevención del Delito

Profesionales y personal de educación Comunidades de jóvenes


Profesionales y personal de las instituciones
de salud
Individuo (s)
Departamentos de Prevención del Delito (con
programas y talleres)
Fuente: Elaboración propia

Caso ejemplificado
Dentro de cualquier escuela secundaria pueden existir estudiantes con ciertos
problemas de conducta, adaptación o hasta salud, producto de diferentes causas.
Si la institución detecta, de manera oportuna, las necesidades personales y
colectivas del alumnado, podría instaurar talleres o grupos de apoyo. Los cuales
suplirían las carencias y dificultades de los jóvenes en estado de vulnerabilidad.
A través de alternativas académicas, personales y sociales que contribuyan a
disminuir las consecuencias del fracaso y deserción escolar. Así como los conflictos
intrainstitucionales que derivan en violencia, acoso escolar, manejo inadecuado
de emociones. Ya que estas situaciones afectan la salud personal (depresión o
ansiedad) y relaciones interpersonales entre pares. Y en consecuencia se reproduce
la violencia.

7. Modelo de Prevención Multiagencial

Este modelo de prevención considera que el tema de la delincuencia es un


problema que debe de ser atendido desde diferentes perspectivas e instituciones,
de tal manera que cada una de ellas participe en su tratamiento. Se trata de una
estrategia en la que se incluyen distintas agencias de gobierno, académicas, privadas
y de la sociedad civil para el diseño, implementación y evaluación de los proyectos
de prevención del delito. Este modelo impulsa la implementación de políticas
de prevención integrales para atender el delito desde sus aspectos culturales,
económicos y políticos.
42

Tabla 10
Agentes y/o Actores sociales emisores Agentes y/o Actores sociales receptores
de la Prevención del Delito de la Prevención del Delito

Instituciones Oficiales del Estado

Secretaría de Seguridad Pública

Departamentos de Prevención del


Delito (con programas y talleres)
Sociedad en general
Instituciones privadas

Instituciones académicas

Instituciones de la sociedad civil

Fuente: Elaboración propia

Caso Ejemplificado

Para atender el problema de bullying que se presenta en una de las unidades


educativas del Distrito de Cercado, en el departamento de Tarija, se plantea un
programa integral que atienda los factores culturales e individuales de las niñas,
niños y adolescentes. Para ello, las autoridades educativas convocaron a las
instancias de prevención del delito de la comunidad, las de seguridad pública;
de igual manera se ha convocado a las autoridades académicas de la Universidad
Autónoma Juan Misael Saracho. Para que mediante la Facultad de Humanidades,
especialmente la carrera de Psicología, apoye al establecimiento de un programa
integral para prevenir y atender el problema de la violencia escolar.
43

III. El diagnóstico territorial

La elaboración de un diagnóstico es crucial para la creación de una política pública.


Pues, a través de él, se logra conocer la forma en que se presenta el problema
y las posibles causas del porqué se presenta de esa manera. El diagnóstico es
fundamental para la creación de los programas de prevención, pues su diseño
estará ligado a los resultados obtenidos, así como la batería de indicadores de
evaluación, pues de alguna forma, el diagnóstico constituye la línea base de la cual
parte la política de prevención, para que posteriormente se observe si la condición
inicial del problema que se atendió tuvo alguna mejoría o no.

La política pública debe iniciar siempre con un diagnóstico, de lo contrario se


incrementan las posibilidades de que los tomadores de decisiones y los diseñadores
de ésta, construyan acciones que no están conforme a las necesidades de la
comunidad. Y por tanto, el problema que se pretende atender no solo no tendrá
mejorías, incluso, puede generar otros problemas o acentuar los ya existentes.
Estas dificultades se presentan a medida que los implementadores desconocen la
fenomenología del problema y su contexto.

El diagnóstico permite conocer las particularidades del problema, tales como la


magnitud, prevalencia, características espaciotemporales, entre otras. También
permite conocer quiénes son los actores involucrados, ya sean como, víctimas o
victimarios, sus motivaciones y características. El diagnóstico presenta el contexto
donde ocurre el problema y logra ubicar las características sociales, culturales y
políticas de un territorio.

Los diagnósticos deben ser integrales. De manera que, incluyan datos de gabinete
producidos por instituciones oficiales y datos recolectados directamente por los
implementadores del proyecto. Mediante estrategias participativas que incluyan
técnicas de recolección de datos, tanto cualitativas como cuantitativas. Por
ejemplo: la entrevista, los grupos focales, grupos Delphi, marchas exploratorias o
encuestas, solo por mencionar algunas. El uso de estrategias participativas también
es crucial para la construcción de diagnósticos integrales. En los cuales se reconozca
la participación ciudadana como pilar en la elaboración de las políticas públicas.
44

A continuación se expone una propuesta de diagnóstico integral construida


a partir de la experiencia internacional. Contiene datos sociodemográficos
específicos, identificación de factores de riesgos y otros indicadores necesarios
para la generación de un diagnóstico integral con datos de gabinete. Pero también
datos derivados de la implementación de estrategias participativas.

Presentación del territorio de intervención prioritaria


1. Características sociodemográficas del territorio de intervención
prioritaria
1.1. Características de la población
1.2. Características de fecundidad
1.3. Característica de migración
1.4. Característica de etnicidad
1.5. Características de educación
1.6. Característica de los servicios de salud
1.7. Características económicas
1.8. Características trabajo no remunerado
1.9. Característica de la situación conyugal
1.10. Características de los hogares
1.11. Características de la vivienda
1.12. Características de la alimentación
2. Factores de Riesgo
2.1. Economía
2.1.1. Porcentaje de pobreza
2.1.2. Índice de marginación
2.1.3. Promedio de ingreso por hora trabajada
2.1.4. Porcentaje de Desocupación
2.2. Educación
2.2.1. Porcentaje de deserción escolar
2.2.2. Porcentaje de jóvenes que no asisten a la escuela
2.2.3. Número de escuelas por cada 100 mil habitantes
2.3. Salud
2.3.1. Porcentaje de jóvenes con servicios de salud
2.3.2. Porcentaje de jóvenes que usan drogas ilegales
45

2.3.3. Porcentaje de personas que abusan del alcohol


2.3.4. Porcentaje de jóvenes en situación de embarazo temprano
2.4. Seguridad
2.4.1. Porcentaje de robo de vehículos con violencia respecto al total de
delitos
2.4.2. Porcentaje de robo de vehículo sin violencia respecto al total de
delitos
2.4.3. Porcentaje de robo a transeúnte con violencia y sin violencia
respecto al total de delitos
2.4.4. Porcentaje de robo a comercio respecto al total de delitos
2.4.5. Porcentaje de robo a cuentahabiente respecto al total de delitos
2.4.6. Porcentaje de robo a transporte público respecto al total de delitos
2.4.7. Porcentaje de robo a bancos respecto al total de delito
2.4.8. Porcentaje de robo a casa habitación con violencia y sin violencia
respecto al total de delitos
2.4.9. Porcentaje de homicidios dolosos respecto al total de delitos
2.4.10. Porcentaje de extorsión respecto al total de delitos
2.4.11. Porcentaje de secuestro respecto al total de delitos
2.4.12. Porcentaje de violaciones respecto al total de delitos
2.4.13. Porcentaje de lesiones dolosas respecto al total de delitos
2.5. Familia
2.5.1. Porcentaje de personas de 12 años y más separadas o divorciadas
2.5.2. Promedio de hijos por familia
2.5.3. Porcentaje de victimización en el hogar
2.5.4. Porcentaje de hogares en donde las jefas(es) y madres o padres
están ocupados
2.6. Comunidad
2.6.1. Porcentaje de migración
2.6.2. Porcentaje de viviendas en condición de hacinamiento
2.6.3. Porcentaje de población según conocimiento de pandillerismo
2.6.4. Porcentaje de población según conocimiento de venta de drogas
2.7. Desarrollo Social
2.7.1. Espacios culturales por cada 100 mil habitantes
2.7.2. Número de Espacios deportivos registrados por cada 100 mil
habitantes
46

2.7.3. Proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan


2.7.4. Índice de Desarrollo Humano, índice de marginación
3 Diagnóstico participativo
3.1. Principales problemas ubicados por la comunidad
3.2. Percepción de inseguridad
3.3. Cartografía participativa
4 Resultados
4.1. Principales hallazgos
4.2. Principales hallazgos y vinculación con las líneas de acción de los
programas de prevención del delito

Una de las fases más importantes del diagnóstico es la colecta de datos, que
se configurará como información valiosa. En este sentido, cabe resaltar tres
características que deben tener los datos:

1. La escala de desagregación. Los procesos sociales se configuran en un


binomio espacio-temporal y funcionan acorde a con una escala territorial.

2. La temporalidad. Es sustancial contar con datos actualizados, o bien, una


fecha no lejana del fenómeno social que se quiere tratar.

3. Validar y evaluar la calidad de los datos. Es decir, que provengan de fuentes


confiables.

Respecto a los puntos anteriores, la posibilidad de recoger datos con esas


características resulta, en ocasiones, difícil. De manera que, en muchos casos será
necesario hacer el levantamiento a través de instrumentos cuantitativos y técnicas
cualitativas. Es importante considerar que la escala de desagregación sea, lo más
delimitada posible, a través de muestras representativas en el caso de los datos
cuantitativos y significativos para el caso de los cualitativos.

La primera fase de toda política pública es la identificación de un problema,


idealmente, realizado a través de un diagnóstico. Al respecto, ONU-HABITAT
desarrolló diferentes guías, entre la que destaca la “Guía para la prevención en
barrios. Hacia políticas de cohesión social y seguridad ciudadana”.
47

Esta guía se fundamenta en la revaloración de lo local, del barrio, como punto de


encuentro de la diversidad de políticas públicas nacionales, estatales y locales. Así
como de programas de otras instituciones.30

De acuerdo con los planteamientos contenidos en esta guía los principales objetivos
del diagnóstico son:
• Conocer los conflictos que acontecen en el barrio y su impacto sobre el
temor.
• Averiguar los problemas de exclusión y fragmentación social del barrio y
cómo se relacionan con la conflictividad y la inseguridad.
• Identificar los recursos locales y, a partir de los cuales, construir
alternativas en términos de coproducción de seguridad y superación de la
vulnerabilidad.
• Analizar las relaciones y comparar la situación del barrio, su entorno
inmediato y la ciudad.
• Movilizar las asociaciones al interior del barrio entre los actores interesados,
para trabajar un enfoque de coproducción de la seguridad.

Muestreo

Cuando se realiza un estudio en poblaciones grandes, muchas veces por falta de


recursos o de tiempo es necesario utilizar otras estrategias para la recolección de
datos de su población.

Un estudio que incluye todos los casos de un universo o población, se llama


censo. Ante la imposibilidad de realizar un censo, una alternativa es seleccionar
una muestra, es decir, un “subgrupo de la población de interés sobre el cual
se recolectarán datos, y que tiene que definirse y delimitarse de antemano
con precisión, además de que debe ser representativo de la población”31.

30 Franz Vanderschuere (y otros), Guía para la prevención en barrios. Hacia políticas de cohesión social y seguridad
ciudadana, Chile, ONU-HABITAT-Universidad Alberto Hurtado de Chile 2009.
31 Hernández-Sampieri, Roberto. Metodología de la investigación. 6ta ed. McGRAW-HILL/INTERAMERICANA
EDITORES, S.A. DE C.V. México. 2014, p. 173.
48

A través de este procedimiento, bajo la lógica de la metodología cuantitativa, se


pretende generalizar los resultados para toda la población a través de una muestra.
Ante esta exigencia, la muestra tiene que ser representativa, estadísticamente
hablando.

Para ello, lo primero que se tiene que hacer es delimitar la población; que es todo
el conjunto de casos que concuerdan con una serie de características en un lugar
y tiempo determinados.

Al seleccionar la muestra debemos evitar tres errores que pueden presentarse: 1)


desestimar o no elegir casos que deberían ser parte de la muestra (participantes
que deberían estar y no fueron seleccionados), 2) incluir casos que no deberían
estar porque no forman parte de la población y 3) seleccionar casos que son
verdaderamente inelegibles.32

Se pueden identificar dos tipos de muestras: las no probabilísticas y las


probabilísticas. Respecto a las muestras probabilísticas, en ellas, todos los elementos
de la población tienen la misma probabilidad de ser elegidos para ser parte de ella.
Se obtiene definiendo las características de la población, el tamaño de la muestra
y, por medio de una selección aleatoria o mecánica de las unidades de muestreo/
análisis33.

En cuanto a las muestras no probabilísticas, la elección de los elementos no


depende de la probabilidad, sino con las características de la investigación o los
propósitos del investigador. Aquí el procedimiento no es mecánico ni se basa en
fórmulas de probabilidad, sino que depende del proceso de toma de decisiones
del investigador. Elegir entre una muestra probabilística o una no probabilística
depende del planteamiento del estudio, del diseño de investigación y del propósito
de la misma. Para clarificar los tipos de muestras anteriormente expuestos, se
presentan dos ejemplos:

32 Ibídem, 175
33 Ídem
49

Ejemplo 1. En una investigación se plantea indagar sobre las motivaciones que


llevan a una persona privada de la libertad a consumir algún tipo de droga específica.
Para lograr el objetivo, se elige una muestra no probabilística de personas en estas
condiciones, que acepten voluntariamente participar. Al tratarse de un estudio
exploratorio bajo una lógica cualitativa; su finalidad es documentar experiencias
personales y no buscar generalidades.

Ejemplo 2. A través de una investigación de corte cuantitativo se quiere conocer la


percepción de inseguridad en un barrio o colonia; de personas de 15 años y más,
de ambos sexos. En este caso, se requiere de una muestra probabilística, pues de
los datos obtenidos se podrán proponer generalidades para conocer la percepción
de inseguridad del barrio o colonia que se encuentra en estudio.

Una característica de las muestras probabilísticas es que puede medirse el grado


de error que conllevan, lo que implica en el diseño de la misma, reducirlo al
mínimo. La precisión de la representatividad depende del error en el muestreo,
que es posible calcular.

Para hacer una muestra probabilística son necesarios dos procedimientos: 1)


Calcular el tamaño de la muestra con la finalidad de que sea representativa de
la población. Y 2) Seleccionar los elementos muestrales (casos) de manera que al
inicio todos tengan la misma posibilidad de ser elegidos34.

Cálculo de la muestra

Cuando se elabora una muestra probabilística, se debe cuestionar: dado que una
población es de N tamaño, ¿cuál es el menor número de unidades muestrales
(casos) se necesita para conformar una muestra (n) que asegure un determinado
nivel de error estándar? La respuesta consiste en encontrar una muestra que sea
representativa del universo o población con cierta posibilidad de error (minimizar)
y nivel de confianza (maximizar), así como probabilidad35.

34 Ibídem, 177
35 Ibídem, 178
50

Para calcular el tamaño de la muestra, existen distintos software estadísticos que


facilita el cálculo; aunque también se puede hacer manualmente; en ambos casos
tendremos que indicar la siguiente información:

a) El tamaño de la población.

b) Error máximo aceptable (probabilidad): se refiere a un porcentaje de error


potencial que se admite como tolerancia de que la muestra no sea representativa
de la población. Los más comunes son 1% y 5%.

c) Porcentaje estimado de la muestra. La certeza total siempre es igual a uno, las


posibilidades a partir de esto son “p” de que sí ocurra y “q” de que no ocurra (p +
q = 1). Cuando no tenemos marcos de muestreo previos, usamos un porcentaje
estimado de 50% -igual probabilidad o 0.50, en términos proporcionales-36

d) Nivel deseado de confianza. Es el complemento del error máximo aceptable


(porcentaje de “acertar en la representatividad de la muestra”). Si el error elegido
fue de 5%, el nivel deseado de confianza será de 95%. Una vez más, los niveles más
comunes son de 95 y 99%37.

Cuando se hace el cálculo con fórmula, de manera manual, existen dos posibilidades:
cuando no se conoce el tamaño de la población y no hay una encuesta anterior;
y cuando se conoce el tamaño de la población; en cuyos casos se aplicarán las
siguientes fórmulas:
No se conoce el tamaño de la población y Se conoce el tamaño de la población
no hay encuesta anterior.

En donde:
n = es el tamaño de la muestra poblacional a obtener.
N = es el tamaño de la población total.
36 Ibídem, 179
37 Ídem
51

= representa la desviación estándar de la población. En caso de desconocer este


dato es común utilizar un valor constate que equivale a 0.5
Z = es el valor obtenido mediante niveles de confianza. Su valor es una constante,
por lo general se tienen dos valores dependiendo el grado de confianza que se desee
siendo 99% el valor más alto (este valor equivale a 2.58) y 95% (1.96) el valor
mínimo aceptado para considerar la investigación como confiable.
e = representa el límite aceptable de error muestral, generalmente va del 1% (0.01)
al 9% (0.09), siendo 5% (0.5) el valor estándar usado en las investigaciones.

Tabla de factores de distribución normal


Confianza 90% 91% 92% 93% 94% 95% 96% 97% 98% 99%
Z 1.64 1.70 1.75 1.81 1.88 1.96 2.05 2.17 2.33 2.58

Una vez establecido los valores adecuados, se procede a realizar la sustitución


de los valores y aplicación de la fórmula para obtener el tamaño de la muestra
poblacional correspondiente al universo finito determinado.

Ejemplo práctico 1:

Se plantea una investigación en la que se quiere estudiar el nivel de satisfacción de


los servicios recibidos por la población de 18 años y más, que fueron víctimas de
algún delito cuando acudieron a la fiscalía para iniciar una carpeta de investigación.
Se desea evaluar con un nivel de confianza del 95% y un error del 5%.

La fórmula para utilizar es la siguiente, toda vez que no se conoce la población y


no hay una encuesta anterior.

Sustitución de datos:
• Confianza del 95%, su factor de distribución normal es de 1.96
• Z = 1.96
• error del 5% = e = 5%/100 = 0.05
52

• p = q Probabilidad de que ocurra el suceso esperado, es decir, en este caso


el porcentaje de población de 18 años y más. Al no existir una encuesta
anterior o una información previa que se pueda tomar como punto de
partida, siempre se considera que p = q es un 50%/100 = 0.5

Interpretación del resultado: Si se desea estimar el tamaño de la muestra de 18


años y más víctima de algún delito, según percepción sobre los servicios recibidos
por las autoridades en un municipio a evaluar y espera obtener un resultado
confiable del 95% y un error del 5%, se debería de tomar una muestra de 384
individuos.

Ejemplo práctico 2:

En el caso de que se conozca el tamaño de la población, se aplica otra fórmula.


Se plantea una investigación para conocer la percepción de inseguridad de la
población de 18 años y más del macrodistrito de Mallasa, en La Paz, Bolivia.
Para este ejemplo se considera una población de 2,500 personas que cumplen con
dos condiciones: 1) tiene 18 años o más y 2) viven en área predefinida. Se desea
conocer el tamaño de la muestra con un nivel de confianza del 95% y un error del
5%. Para ello se aplica la siguiente fórmula:

Sustitución de datos:
• N = 2,500 individuos de 18 años y más
• Confianza del 95%, su factor de distribución normal es de 1.96
• Z = 1.96
• error del 5% = e = 5%/100 = 0.05
53

• p = 12%/100 = 0.12 ya que hay una encuesta anterior y este porcentaje


indicó ser víctima del algún delito en el municipio.
• q = 100% - 12% = 88%/100 = 0.88 este es el complemento de p.

Interpretación del resultado: Si se desea conocer la percepción de inseguridad


entre la población del macrodistrito de Mallasa, en La Paz, Bolivia, de 18 años y
más; sabiendo que la población que cumple los prerrequisitos es de 2,500, y se
espera obtener un resultado confiable del 95% y un error del 5%, se debería de
tomar una muestra de 153 individuos.
54

IV. Metodología para la determinación de territorios de


intervención prioritaria

La urgencia de intervenir en todo el territorio de nuestras naciones es importante,


en algunos países todavía es más urgente por la sistemática aparición de la
violencia y la criminalidad. Sin embargo, los recursos públicos que se destinan
para la atención preventiva casi siempre son limitados, por lo cual impide que
las intervenciones se realicen en todo el territorio nacional. Por lo anterior, es
indispensable elegir territorios de intervención prioritaria, debido a la necesidad
urgente de trabajar los factores de riesgo y poder así evitar que la inseguridad se
desarrolle en esos espacios o bien disminuir la ya existente.

Existen tres formas de entender el territorio en materia de inseguridad, el primero


refiere a aquellos espacios en donde ocurren grandes índices de delincuencia y
violencia, pero que no necesariamente habitan ahí los perpetradores, es decir
territorios de ocurrencia delictiva. El segundo, refiere a territorios en situación
de riesgo, es decir aquellos lugares en donde los factores de riesgo son altos y las
personas son más propensas de vincularse a la violencia y la delincuencia, pero
que no necesariamente tienen índices delictivos altos. Y por último, a aquellos
espacios en donde existen factores de riesgo altos e índices delictivos altos, es
decir, territorios conflictivos.

La determinación de territorios de intervención prioritaria se realiza a partir de


diagnósticos de gabinete y participativos para obtener información de distintas
fuentes que nos permitan conocer la forma en la que se comportan los problemas
de seguridad, así como sus causas y los factores de riesgo que presenta. De tal
manera que generará información precisa que será utilizada para el diseño de los
proyectos de prevención.

Es importante enfatizar que la sola existencia de alguno de los factores de riesgo


no implica que las personas cometerán actos de violencia o delincuencia. Sino que
las coloca en una situación, precisamente, de mayor riesgo de experimentarlas.
La literatura especializada en prevención reconoce la influencia de una
combinación de causas estructurales y factores de diversa índole (individuales,
55

familiares, sociales e institucionales) que en su conjunto pueden facilitar la


presencia de situaciones de violencia y delincuencia.38

Son siete dimensiones en las que se presentan los factores de riesgo. De acuerdo
con estas dimensiones, o variables, se extraen indicadores, a través de los cuales
se cuantifica la magnitud del riesgo como a continuación se muestra.
1.1 Economía
1.1. Porcentaje de pobreza
1.2. Índice de marginación
1.3. Promedio de ingreso por hora trabajada
1.4. Porcentaje de Desocupación
2.1 Educación
2.1. Porcentaje de deserción escolar
2.2. Porcentaje de jóvenes que no asisten a la escuela
2.3. Número de escuelas por cada 100 mil habitantes
3.1 Salud
3.1. Porcentaje de jóvenes con servicios de salud
3.2. Porcentaje de jóvenes que usan drogas ilegales
3.3. Porcentaje de personas que abusan del alcohol
3.4. Porcentaje de jóvenes en situación de embarazo temprano
4.1 Seguridad
4.1. Porcentaje de robo de vehículos con violencia respecto al total de
delitos
4.2. Porcentaje de robo de vehículo sin violencia respecto al total de
delitos
4.3. Porcentaje de robo a transeúnte con violencia y sin violencia
respecto al total de delitos
4.4. Porcentaje de robo a comercio respecto al total de delitos
4.5. Porcentaje de robo a cuentahabiente respecto al total de delitos
4.6. Porcentaje de robo a transporte público respecto al total de delitos

38 Vid., Cunjama Emilio, Jóvenes en riesgo, pandillas y delincuencia organizada en México, México, Tirant Lo Blanch,
2014.
56

4.7. Porcentaje de robo a bancos respecto al total de delito


4.8. Porcentaje de robo a casa habitación con violencia y sin violencia
respecto al total de delitos
4.9. Porcentaje de homicidios dolosos respecto al total de delitos
4.10. Porcentaje de extorsión respecto al total de delitos
4.11. Porcentaje de secuestro respecto al total de delitos
4.12. Porcentaje de violaciones respecto al total de delitos
4.13. Porcentaje de lesiones dolosas respecto al total de delitos
5.1 Familia
5.1. Porcentaje de personas de 12 años y más separadas o divorciadas
5.2. Promedio de hijos por familia
5.3. Porcentaje de victimización en el hogar
5.4. Porcentaje de hogares en donde las jefas(es) y madres o padres están
ocupados
6.1 Comunidad
6.1. Porcentaje de migración
6.2. Porcentaje de viviendas en condición de hacinamiento
6.3. Porcentaje de población según conocimiento de pandillerismo
6.4. Porcentaje de población según conocimiento de venta de drogas
7.1 Desarrollo Social
7.1. Espacios culturales por cada 100 mil habitantes
7.2. Número de Espacios deportivos registrados por cada 100 mil
habitantes
7.3. Proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan
7.4. Índice de Desarrollo Humano
7.5. Índice de marginación

La selección de los territorios de intervención prioritaria se genera a través de un


procedimiento metodológico mediante una matriz de priorización que deriva
de las distintas metodologías multicriterio, por ejemplo, la matriz de Velven o la
matriz de Holmes, por mencionar algunas.
57

La matriz de priorización de territorios se estructura a partir de las dimensiones


del riesgo y sus indicadores, de tal manera que a cada uno de ellos se les asigna
una valoración dentro de un Rankin construido con los valores de todos los
territorios a evaluar, de tal manera que los municipios que presenten mayores
problemas se ubicarán en los primeros lugares. Las personas que tengan a su
cargo la implementación de los proyectos podrán elegir el primer lugar, el
segundo lugar, etc. en correspondencia de cuantos territorios se van a intervenir.

El territorio que presente los mayores niveles dentro del ranking para las
diferentes variables e indicadores será seleccionado como un territorio de
intervención prioritaria. En el caso de que no se cuente con información de
alguno de los indicadores, se tendrá que generar el análisis con el mayor número
de datos disponibles.

El análisis de la matriz de priorización de territorios se realiza a través de un


grupo de expertos que debe de ser integrado por agentes gubernamentales
dedicados a la prevención del delito, académicos y miembros de la sociedad
civil, que tengan experiencia en el trabajo con población en riesgo, violencia y
criminalidad.

El análisis de los datos permite determinar los territorios de intervención


prioritaria, para que en ellos se implementen, de una manera focalizada, las
acciones de los proyectos con el objetivo de atenuar los factores de riesgo, con
estrategias que devengan de diferentes tipos de prevención, ya sea primarias,
secundarias o terciarias, y con modelos de prevención comunitarios, situacionales,
sociales, entre otros.
58

V. El diseño de una política de prevención del delito

En el caso mexicano, en 2013 se implementó por primera vez una política


nacional de prevención del delito. La cual instrumentó un modelo que rompió la
forma tradicional de cómo era llevada dicha política. Pues, de manera principal,
estaba vinculada al ejercicio de una política criminal legislativa y a una política
esencialmente reactiva.

El nuevo esquema apostó a un modelo preventivo que reconoció la importancia


de atender los factores de riesgo y elementos sociales. Ya que diversos estudios
demostraron que están relacionados con la vinculación de las personas a la
violencia y el delito. Un segundo cambio del modelo preventivo fue en el ámbito
administrativo. Se reconoció la complejidad de la acción delictiva y la importancia
de atenderla desde distintos ángulos. De esta manera, se optó por incorporar
el principio de transversalidad. Y derivó en la instauración de una comisión
interinstitucional, integrada por diversas dependencias del estado. Desde ámbitos
distintos al policial, coadyuvaron en la implementación de proyectos y acciones
de prevención social de la violencia y la delincuencia. Lamentablemente, durante
el siguiente gobierno el programa desapareció.

Si bien es cierto que dicha política de prevención constituyó un modelo


innovador en México, su implementación también enfrentó retos importantes.
Tres problemáticas merecen especial mención. 1) la carencia de diagnósticos a
niveles de desagregación necesarios para conocer problemáticas locales. 2) la falta
de capacitación de los operadores de la política de prevención para diseñar los
programas y proyectos de prevención social de la violencia y la delincuencia. Y 3)
la carencia de evaluaciones que permita conocer los resultados de los proyectos y
construir un sistema de mejora continua para elevar su eficacia. Estos problemas
se encuentran acentuados en todos los niveles de gobierno. Sin embargo, en los
municipios es un problema urgente de resolver.

La necesidad de implementar criterios metodológicos homologados, para todos


los gobiernos de una nación, radica en la reiterada presencia de errores en el
59

diseño de los proyectos de prevención social de la violencia y la delincuencia.


En consecuencia, no permiten evaluar ni mostrar sus resultados reales. El efecto
de tener un diseño de proyectos inadecuado, además de no obtener los resultados
deseados, constituye la evidente pérdida de recursos económicos.

Algunas de los errores comunes son:

1. Los diagnósticos precarios. La elaboración de diagnósticos, con el nivel de


desagregación necesario en correspondencia con el territorio a intervenir,
es de suma importancia. Toda vez que permite diseñar los proyectos de
prevención. Otra de las problemáticas comunes es que los diagnósticos
se construyen con el objetivo de conocer los factores de riesgo existentes
en un territorio determinado. Sin embargo, es necesario trascender de
diagnósticos descriptivos a diagnósticos explicativos que permitan conocer
la manera en que se presentan los factores de riesgos y la situación de
inseguridad en términos generales. Es decir, la necesidad de saber cómo se
manifiestan, y porqué de esa manera, los factores de riesgo.

2. Carencia de objetivo del proyecto propuesto. La elaboración de un


proyecto de prevención del delito debe contener un objetivo claro y
medible. No puede concebirse una descripción de acciones sin que se
desprendan de un objetivo medible.

3. En la descripción de los proyectos suele no estar clara la meta del


proyecto. Lo que hace complejo poder dimensionar el alcance de las
actividades. Y por lo tanto no observable y cuantificables los resultados.

4. Recurrentemente, la población objetivo no es dimensionada, ni elegida


de manera correcta. Es común que se establezca un número muy alto de
beneficiarios. Incluso, beneficiarios indirectos que no son la población a
la que se encuentra dirigido el programa. Una mala práctica es dobletear
listas, de tal manera que, un beneficiario aparece dos veces. Lo que deriva
en la necesidad de comprobar el número de personas comprometidas para
la implementación del proyecto, lo que constituye un claro engaño.
60

Por otra parte, es frecuente implementar el proyecto con población que no


reúnen las características consideradas dentro del diseño. Por ejemplo, el
proyecto que se implementará está dirigido a consumidores problemáticos
de drogas ilegales. Pero, por la falta de acercamiento con esa población
se recurre a jóvenes que no han consumido drogas ilegales, o bien que,
su comportamiento no representa un problema en sus vidas. Entonces,
se aplicaría un proyecto con personas equivocadas y repercutirá en los
resultados y su evaluación.

5. Los indicadores para evaluar los proyectos de prevención son de


gestión y no de resultados. Los indicadores de gestión no necesariamente
muestran los efectos del proyecto. Es decir, saber si se logró el objetivo del
proyecto o si se alcanzó la meta. Este tipo de indicadores solo muestran
la implementación de las acciones, hacen visibles las actividades que
se llevaron a cabo y el número de beneficiarios que se alcanzó. Pero no
evidencian elementos sustanciales que demuestren los resultados reales de
la implementación del proyecto. Se necesitan evaluaciones de resultados
con las cuales se pueda conocer si los proyectos están sirviendo a la
comunidad o solo se está gastando dinero.

Ante el panorama de la construcción de las políticas de prevención en


Latinoamérica, las recomendaciones generales para la construcción de los
diseños son las siguientes:

• Se recomienda la construcción del objetivo en atención a la actividad


programada. Los beneficiarios reales que se atenderán y las acciones para
la realización de la actividad.

• Se recomienda cuidar la vinculación de la meta, con el número de


beneficiarios y el objetivo del proyecto.

• Se recomienda que la descripción del proyecto contenga los siguientes


rubros: objetivo, meta, población, territorios a intervenir y actividades a
realizar.
61

• Se recomienda cuidar la redacción de la descripción de los proyectos. Debe


ser: clara, objetiva, sencilla y concreta.

• Se recomienda tener cautela con el establecimiento de la meta. Es usual


que se atribuyan metas y objetivos muy altos que no podrán ser cumplidos
por el proyecto que se implementa.

En casi todos los proyectos municipales se requiere de un apartado de descripción


que es de gran relevancia. La descripción será el insumo principal para la elaboración
de fichas técnicas que contengan el diseño de los programas de prevención. El
trabajo de estas fichas estará integrado en los convenios y contratos para que el
implementador del proyecto se ajuste al mismo. De manera que, es necesario que
dicho apartado contenga un diseño adecuado con la política de prevención.

Los Proyectos de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (PPSVD)


deben partir, indiscutiblemente, del antecedente de un diagnóstico integral. En
el cual se haya detectado el problema que se pretende atender (Factor de riesgo).
A partir de, y en correspondencia con la identificación de los Territorios de
intervención prioritaria generados en cada ciudad, se construyen los programas de
prevención del delito.

Son nueve elementos que se deben considerar, como mínimos, para el diseño de
los PPSVD:
1. Identificación del problema (Factor de riesgo)
2. Objetivo del proyecto.
3. Meta del proyecto
4. Población objeto
5. Árbol de Problemas, Causas, Estrategias y Acciones.
6. Diseño de estrategias y diseño de acciones
7. Tabla de responsables y aliados
8. Árbol de riesgos
9. Matriz de neutralización de riesgos
10. Indicadores de evaluación
62

A continuación, se desarrollarán cada uno de los elementos.


Identificación del Problema

Derivado del diagnóstico de gabinete y del diagnóstico participativo, elegirá el


problema (Factor de riesgo) que se requiera atender. En el entendido que existen
muchos problemas por resolver y son pocos los recursos para tal. Es necesario
priorizar el problema que será atendido.

La persona encargada de tomar las decisiones deberá tener en cuenta que es posible
que el problema que se requiere atender desde las instituciones, no es el mismo
que la comunidad necesita que sea atendido, por ello es indispensable tomar en
cuenta los resultados del diagnóstico participativo para garantizar que el proyecto
se encuentre relacionado con las problemáticas que la ciudadanía padece. Este
proceso garantizará que la implementación de la política pública sea aceptada
por la comunidad, y en consecuencia, incremente la posibilidad de obtener su
participación.

Como se indicó, el esquema de la prevención social de la violencia y la delincuencia


sostiene que son diversas situaciones que hacen que las personas se vinculen a la
violencia y la delincuencia. De esta manera, se entiende que estos fenómenos son
complejos y se encuentra alrededor de factores que, en su conjunto, pueden catalizar
la presencia de esas acciones. Son nueve factores de riesgo que se identificaron
como prioritarios de atender. Más uno que refiere a las diversas expresiones de
violencia que derivan en hechos mayores o delitos. Los factores se enuncian a
continuación:
1. Embarazo temprano
2. Consumo y abuso de drogas ilegales
3. Ambientes familiares deteriorados o problemáticos
4. Deserción escolar
5. Falta de oportunidades laborales, informalidad y desocupación
6. Capital social debilitado y participación ciudadana incipiente
7. Entornos de ilegalidad
8. Espacios públicos para la convivencia insuficientes y deteriorados
9. Marginación y exclusión social
63

10. Diversas expresiones de violencia


Objetivo del proyecto

El objetivo del proyecto es uno de los elementos más importantes en el diseño,


porque a través de él se construirá el proyecto,establecerá pautas para la
implementación y evaluación. El objetivo permite direccionar la política pública
de prevención, ya sea, a nivel de programa, proyecto o acción.

La construcción del objetivo debe responder cinco preguntas: ¿Qué se pretende


realizar?, refiere al propósito del proyecto; ¿Dónde se pretende realizar?, refiere al
espacio donde se implementará (colonia, AGEB, polígono o territorio de paz); ¿A
quién va dirigido?, refiere a la población objetivo; ¿Cómo se pretende realizar?,
trata de definir las estrategias que construirán las acciones y tareas que contiene
el proyecto; y, ¿para qué se pretende realizar?, este último elemento, refiere a la
finalidad del proyecto, dará pie a la construcción de su meta.

Ejemplo de un objetivo

Contribuir a la disminución de la deserción escolar de niños y niñas de segundo


a sexto año de la Primaria Ángel Salas Bonilla. Estudiantes que hayan obtenido
una calificación menor a siete en el año anterior. El proyecto será por medio de
sesiones de regularización para mejorar sus conocimientos en las materias de
español y matemáticas.

Como se puede observar, son claros los cinco elementos que lo constituyen. A
continuación, se desglosan:
1. Qué se pretende realizar: Contribuir a la disminución de la deserción
escolar.
2. Dónde: Primaria Ángel Salas Bonilla
3. A quiénes: Niños y niñas de segundo a sexto que hayan obtenido una
calificación menor a siete el año anterior.
4. Cómo: Por medio de sesiones de regularización.
5. Para qué: Mejorar sus conocimientos en las materias de español y
matemáticas.
64

Ubicación espacial y temporal donde se llevará a cabo el proyecto

Si bien es cierto que en la elaboración del proyecto se contesta a la pregunta del


lugar, es necesario que en este apartado se especifique con mayor detalle. Este
elemento deberá estar vinculado a la delimitación de los Territorios de Paz,
previamente seleccionados. En caso que las acciones puedan estar ubicadas en
colonias o lugares específicos como: un parque público, una institución escolar,
un espacio deportivo, etc.

Ejemplo de delimitación espacio temporal

El proyecto se llevará a cabo en la escuela primaria Ángel Salas Bonilla, ubicada en


la colonia Presidentes Ejidales, se encuentra dentro del polígono 2 de la delegación
Coyoacán. Y será desarrollado durante el mes de julio de 2019.
Meta del Proyecto

El proyecto de prevención del delito establecerá una meta concreta, vinculada


con el Para qué del objetivo. De este modo trata de cuantificar su efecto, es decir,
establecer un hasta dónde será el impacto.

El establecimiento de la meta debe cumplir los siguientes criterios:

1.- Debe ser alcanzable.

2.- Debe ser observable.

3.- Debe establecer un tiempo definido.

Las metas refieren al primer indicador de evaluación:

1. Requieren una línea base.

2. Requieren parámetros de dimensión.

Ejemplo de Meta

La meta del proyecto es mejorar, en un 50%, los conocimientos de los alumnos


regularizados.
65

Población objeto

La población objetivo, es decir, aquella población que se beneficia directamente de


los programas, debe ser definida de manera clara. Es recurrente que sea confundida
con otros tipos de población, por ejemplo, con la beneficiada de manera indirecta.
Lo cual posibilita un grave error en su implementación y compromete, de forma
seria, los resultados del proyecto. La población objetivo es diferente de la población
general, la población sin problema, la población beneficiada indirectamente y la
población con problema. Las dos primeras son fáciles de distinguirse de la población
objetivo. Mientras las dos últimas suelen ser confundidas.

La población con problema es aquel universo dentro de la población general en el


cual se ha detectado la existencia del problema que se requiere tratar. No obstante,
este tipo de población suele ser numerosa y los recursos en prevención siempre son
limitados por lo cual no es posible trabajar con toda la población con problemas;
salvo que exista el recurso necesario para ello por una encomienda específica, o
bien, se trate de un grupo no tan grande. La población beneficiada indirectamente
es aquella que no está contemplada como beneficiaria central del problema, sin
embargo, con la implementación del proyecto se le genera indirectamente algún
tipo de beneficio.

La población objetivo es aquella con la cual se trabajará, se trata de un segmento de la


población con problema. Es decir, la beneficiaria directa del proyecto a implementar.
Es común terminar trabajando con personas de características distintas a los
intereses y objetivos del proyecto. Más cuando se trata de proyectos que trabajan
con población de difícil acceso, por ejemplo: jóvenes con consumo problemático
de drogas ilegales. Esto afecta de manera significativa a los resultados. A pesar
que las actividades realizadas puedan tener éxito en términos de participación o
cumplimiento de los objetivos. Pues, el objetivo primordial del proyecto no se
estaría cumpliendo, porque está dirigido a consumidores problemático y no a
consumidores de drogas ilegales o personas sin consumo.
66

Ejemplo de las distintas poblaciones:


• Población general o de referencia: Estudiantes de la Secundaria
Ángel Salas Bonilla.
• Población sin problema: Estudiantes que obtuvieron una
calificación mayor a siete en el año anterior.
• Población con problema: Estudiantes que obtuvieron una
calificación menor a siete en el año anterior.
• Población Beneficiaria: Estudiantes de segundo año de la
Primaria Ángel Salas Bonilla que hayan obtenido una calificación
menor a siete en el año anterior.
Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones

Una vez planteado el objetivo del proyecto, especificado la meta y la población


objetivo; el siguiente paso es planificar las estrategias y acciones. Este punto es
importante ya que configura la base del proyecto. Las acciones son definidas como
actividades, a través de las cuales, se dará cumplimiento al objetivo del proyecto.
A su vez, cada acción obedece a una estrategia, es decir, a una forma de resolver la
problemática que se pretende atender, vinculada a los modelos de prevención y el
entendimiento teórico de sus causas. A continuación, se muestra un ejemplo para
mostrar la lógica de vinculación entre problema, estrategias y acciones:

Problema: consumo de drogas ilegales en jóvenes de 15 a 20 años del municipio


de El Alto, en La Paz, Bolivia.

Estrategia 1: Atención terapéutica anclada al modelo de prevención del desarrollo.

Acciones de la estrategia 1: Terapias individuales, terapias familiares y psicodramas.

Estrategia 2: Fortalecimiento de la red de apoyo del joven consumidor

Acciones de la estrategia 2: Talleres con amigos y familiares; conversatorio con


pares vinculados a las mismas problemáticas de consumo, y; eventos deportivos
con familiares y amigos.
67

Es importante señalar que la planificación de las acciones nace de las causas


del problema, y éstas, de los diagnósticos, tanto de gabinete como de campo y
participativos. Por lo cual, las acciones constituyen los elementos inmediatos que
atenderán el problema. Ahora bien, la estrategia, es la forma en que se pretende
resolver el problema, es decir una identidad teórica a partir de la cual se construyen
las acciones.

En el reconocimiento de que los estudios de la violencia y la criminalidad son


complejos y que no han llegado a un consenso respecto a cuál de los factores de
riesgo tiene más peso para explicar la conducta violenta o delictiva, es posible que
cada causa del problema se tenga que atender con más de una estrategia y con
diversas acciones como se mostró en el ejemplo anterior.

Para eficientar el recurso económico y humano que se invierte en cada proyecto, es


necesario echar mano del principio Ceteris Paribus, es decir, considerar que las causas
del problema solo pueden ser atendidas en una medida razonable y proporcional
a los recursos disponibles. Por ello, se opta por implementar solo algunas acciones
para determinadas causas; y considerar que las demás siguen constantes, es decir,
no influyen significativamente en el problema que se pretende resolver. En el plano
ideal, deberían de ser atendidas todas las causas de los problemas identificados en
los diagnósticos, sin embargo, en el plano factual, las instituciones siempre tienen
límites presupuestales que no permiten su total atención.

Para la planificación de las acciones y estrategias se utilizará una herramienta


de administración denominada Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones,
que tiene como propósito definir estrategias y construir acciones para alcanzar el
objetivo del proyecto. Su metodología implica una lógica consecutiva, que parte
del problema a resolver (factor de riesgo) para identificar las diversas situaciones
que lo provocan (causas); las formas como se atenderán (estrategias), y; las tareas
concretas a partir de las cuales se dará atención al problema (acciones).
68

Después de identificar las causas del problema, lo siguiente es identificar una


estrategia para su atención. Este apartado debe ser coordinado con el Cómo,
incluido en el Objetivo General del proyecto, pues la estrategia es la forma en la
que se atenderá el problema, por medio de las acciones. Como ya se mencionó,
cada causa podrá llevar una o más estrategias para su atención.

La estrategia está ligada con los diferentes tipos de prevención del delito, y éstos, a
su vez, a una forma particular de entender la cuestión criminal. Es decir, una lógica
teórica que explica la presencia de la violencia y la delincuencia. De esta manera,
una estrategia que pretenda, por ejemplo, atender el embarazo a temprana edad
a través de la vigilancia de los adolescentes, y que su motivación sea modificar los
espacios escolares a través de los cuales se facilita el contacto sexual de la pareja;
estará obedeciendo a un modelo de prevención situacional y teoría criminológica
anclada a la elección racional. Pues, si bien el embarazo a temprana edad no es
un delito, las acciones que lo provocan son inhibidas bajo los mismos principios.

Al tener la estrategia y el entendimiento completo de cómo se abordarán las causas


del problema, el siguiente paso es construir las acciones según cada lógica. Es
decir, cada acción derivará de la estrategia y obedecerá a sus principios. Es posible
construir cualquier número de acciones, todo dependerá de las capacidades
humanas y económicas disponibles.

En el ejemplo del embarazo en adolescentes se comentó que la estrategia es


incrementar la vigilancia de los adolescentes. Por tanto, una acción sería,
implementar un sistema de circuito cerrado en las escuelas para que al momento
de que se detecten adolescentes con actividades sexuales (besos, tocamientos, etc.)
se disperse un dispositivo de orientadores para inhibir el encuentro. Otra forma de
atender el problema sería a través de una estrategia sociocultural, que se ancla a la
lógica del modelo de prevención social. Una acción, dentro de esta estrategia, sería
crear un sistema entre jóvenes de autoconciencia de la sexualidad, por medio de
actividades socioculturales como, por ejemplo; un performance, un psicodrama y
un sociodrama, que permitan generar procesos reflexivos entre los jóvenes menores
de edad.
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Como se deriva de lo anterior, cada acción deviene de una estrategia y ésta obedece
a la forma como se atenderá la causa del problema identificado (Factor de riesgo).
En el esquema siguiente se puede observar a detalle, la secuencia relacional entre
el problema, sus causas, la estrategia para tratarlo y las acciones que se llevarán a
cabo.
Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones

Diseño de estrategias y diseño de acciones

Después de crear el Árbol de problemas, causas y acciones, lo siguiente es diseñar


las acciones en sus planos metodológicos y prácticos. Cada acción tendrá un
objetivo, diferente del objetivo del proyecto, dirigido a los propósitos de la acción.
La suma entre sí, alcanzará el objetivo general. El diseño de cada objetivo será de
acuerdo con los elementos descritos con anterioridad (qué, a quiénes, cómo, y para
qué).
70

Al igual que el objetivo de la acción, deben estar descritas con el mayor detalle
posible. Los elementos mínimos que necesitan ser mencionados son: 1) narrar
en qué consiste la acción, 2) fechas y tiempo de ejecución, 3) espacio donde se
llevarán a cabo, 4) personalidades y/o instituciones participantes, y; 5) recursos
materiales que se utilizarán.

Los elementos anteriores son importantes porque construirán la ficha técnica que
se solicite en los contratos y convenios a la hora de requerir servicios profesionales.
Este punto tiene que especificar la descripción de actividades e identificar lo que
se realizará, y la forma del procedimiento. Al inicio, para fines prácticos, se deben
organizar las acciones mediante una matriz, con la intención de tener claridad
sobre ellas.
Estrategia Acción Descripción

Por medio del desglose de cada una de las actividades que contiene el proyecto, se
especificarán a detalle los procesos, insumos, horarios y demás características de las
actividades. Se trata de describir, con puntualidad, las acciones. Y, en su caso, las
técnicas a utilizar en el desarrollo de éstas.

Ejemplo:

Se realizarán cursos de regularización de matemáticas y español a niños de


primaria para dotar de conocimientos específicos con la intención de incrementar
su eficiencia escolar. Se llevarán a cabo 10 sesiones de regularización a la semana
con una duración de una hora cada una, cinco de la materia de español y cinco de
matemáticas para cada grupo (la escuela cuenta con 2 grupos). De este modo se
realizarán 20 se sesiones semanales (10 para cada grupo), 80 al mes (40 por grupo)
y 480 en los seis meses que dura el proyecto (240 para cada grupo). Se realizarán
en total 480 horas de regularización.
71

Las sesiones de regularización se llevarán a cabo del primero de enero al 30 de


junio. Mediante técnicas pedagógicas, con bases en la autorreflexión y favorecer
así, la participación de los alumnos y la retroalimentación entre ellos. Para las
clases se gestionarán dos aulas con butacas, pizarrón y plumones. Además, se
utilizará material didáctico para las actividades de clase, como también recursos
audiovisuales.
Tabla de responsables y aliados

Los problemas públicos son variados e inagotables, siempre hay cosas que
mejorar. En materia de seguridad y prevención del delito no es la excepción,
además, los recursos son limitados y las acciones por hacer son interminables.
Ante esta situación se ha optado por fortalecer los principios de transversalidad e
interinstitucionalidad. Los cuales abren la posibilidad de atraer recursos humanos
y materiales de otras áreas para potenciar los proyectos de prevención del delito.
Entonces, la falta de recursos puede ser aminorada con la gestión de distintas
instituciones. Para que, dentro de sus funciones y presupuestos asignados, colaboren
en las tareas de prevención del delito. Y otorguen recursos materiales y humanos
que no les represente un gasto extra. Al contrario, sirva para el cumplimiento de
sus propias metas.

Los proyectos necesitan aliados para incrementar su eficiencia, por ello es preciso
identificar a los actores e instituciones clave que puedan apoyar las actividades. Las
reuniones de sensibilización, dirigidas a otras áreas de gobierno, son una estrategia
eficaz para lograr la participación de las instituciones y los actores relevantes. En
ellas, se realizan pláticas para explicar los principios básicos de la prevención social
de la violencia y el delito, y la relevancia de su participación para la implementación
de los proyectos.

La tabla de responsables y aliados es útil para administrar, por cada actividad


planteada, la participación de los distintos actores involucrados. Y, con ello,
planear la gestión de los apoyos.
72

La matriz se aprecia a continuación:


Acción Actividades/Tareas Recursos Responsables Aliados

La primera columna debe estar integrada por cada una de las acciones que se crearon
con el Árbol de causas, estrategias y acciones. Luego, agregar las actividades/tareas
que se llevarán a cabo. Después, se añade los recursos que se utilizarán para el
desarrollo de cada acción. Siguen, los responsables de la implementación de la
acción. Por último, los aliados.

Ejemplo de actividades y tareas:

Acción: Impartir un taller de resiliencia con mujeres que han vivido episodios de
violencia.

Actividades y tareas: 1) gestionar el espacio, 2) contactar al expositor, 3) gestionar


material de apoyo para las asistentes,4) gestionar los materiales necesarios para
impartir el taller.

La casilla de recursos debe estar integrada por los elementos materiales que son
necesarios para el desarrollo de las actividades o tareas.

Responsables: Se anota a la persona, y su adscripción, que estará a cargo de cada


una de las actividades o tareas. Este rubro es importante en términos de desarrollar
los tramos de responsabilidad y generar una logística con mayor organización. Y,
con ello, las posibilidades de incrementar la eficacia del proyecto.

Aliados: Por último, es necesario anotar quiénes serán los aliados para la realización
de los talleres o actividades. Pueden ser instituciones de gobierno que se hayan
comprometido en participar con las acciones programadas del proyecto. O bien,
personalidades con prestigio reconocido, como deportistas, artistas, etc., que
desean involucrase en las acciones.
73

Por ejemplo: en el caso del taller de resiliencia, podrían ser aliados los institutos
de la mujer de las localidades, El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de
la Familia (DIF), universidades que impartan la licenciatura en psicología etc.
Como también actores de instituciones privadas con quienes se hayan gestionado
algunos patrocinios. Por mencionar, si alguna empresa decidió participar con el
apoyo de libretas plumas, etc., para las asistentes. También se puede considerar
personalidades del espectáculo como un artista de moda con quien la comunidad,
a la que están dirigidas las acciones, se identifique.
Árbol de Riesgos

En toda política pública que implique esquemas de intervención comunitaria es


inevitable reconocer los efectos generados en la comunidad. La simple presencia de
los interventores genera cambios. Cuando la comunidad observa que hay personas
ajenas al barrio se hacen preguntas de tipo: ¿quiénes son?, ¿a qué vienen?, ¿de
dónde son?, ¿qué quieren?, ¿son peligrosos?, etc. Es penoso que las instituciones de
gobierno, y sobre todo, vinculadas a la seguridad pública, tengan dificultades para
lograr una confianza en los actores comunitarios. Además, también es necesario
reconocer que, en gran parte de las localidades, existen grupos que ejercen poder
en la comunidad. Y tienen una fuerte influencia en las decisiones del barrio. Estas
fuerzas pueden ser legales o ilegales, lo que añade dificultades al equipo de trabajo.

Es necesario realizar una estrategia de intervención que implique dimensionar


los diferentes escenarios que podrían enfrentar los implementadores de los
proyectos. El Árbol de riesgos configura una herramienta que permite visibilizar
las dificultades. Para que los implementadores traten de evitarlos y reconviertan
los escenarios negativos en elementos positivos.

Las políticas públicas deben ser elaboradas por un personal con experiencia en
el ramo. De esta manera, la trayectoria profesional permite tomar decisiones
con mayor precisión. Así como dimensionar riesgos posibles derivados de la
implementación de los proyectos. Entonces, se trata de visualizar los efectos
negativos que podrían ocurrir una vez implementada la acción.
74

Un error común en la elaboración de esta herramienta es confundir la identificación


de los problemas para la implementación del proyecto, con los riesgos derivados
de su implementación. Por ejemplo, desarrollar un taller acerca de la sexualidad
femenina, dirigido a mujeres adolescentes de una comunidad rural, tendría los
siguientes problemas. Un problema para la implementación sería la oposición de
la comunidad, por considerar el tema inmoral. En tanto, un riesgo derivado de
la implementación podría ser el reproche de padres a hijas por asistir al taller. Los
problemas para la implementación del taller son a priori. Mientras los riesgos de
implementación son a posteriori.

El Árbol de riesgos permite visualizar escenarios no deseados y la forma que pueden


ser neutralizados y reconvertidos en elementos positivos. Esta herramienta está
pensada para hacer del error un acierto. Administra los riesgos y evita que los
efectos de un desatino se conviertan en un problema mayor. Por el contrario, trata
de contenerlo y, aunque parezca imposible, lograr un beneficio. El Árbol de riesgo
se representa bajo un esquema que permite visualizar cada uno de sus elementos
como se muestra a continuación:
75

El árbol nace de la acción, a partir de ahí se desprende un escenario positivo y un


negativo, a su vez, del escenario positivo se identifica un positivo y un negativo.
Al mismo tiempo, del escenario negativo se desprende un positivo y un negativo.
Esta secuencia se repite hasta la “N”, sin embargo, es recomendable realizar el
ejercicio hasta el tercer nivel. Con este árbol se pretende proyectar distintos
escenarios para que el implementador advierta riesgos que deben ser neutralizados
y prevenir situaciones no deseables. Pues, con los proyectos de prevención se
busca conseguir cambios positivos. Empero, las situaciones en la comunidad son
variables y pueden tomar cursos no deseados que necesitan ser neutralizados.

Una vez que se han proyectado los diversos escenarios, tanto el positivo como el
negativo, el diseñador debe considerar la reconversión del negativo al positivo. Y,
en caso de que esa acción se convierta en un escenario negativo, guiar el desacierto
al otro escenario positivo. Así, de forma sucesiva, hasta encontrar el escenario
positivo de manera estable.
Matriz de neutralización de riesgos

La tabla de neutralización de riesgos está diseñada para desactivar los escenarios


de riesgos antes que aparezcan. Por tanto, se busca neutralizar y revertir a los
mismos. Con el Árbol de riesgos y la Matriz de neutralización de riesgos se obtienen
dos beneficios. El primero es la visibilización anticipada de los riesgos y estar en
posibilidades de neutralizarlos antes de que aparezcan. Y segundo, en el caso que
sea inevitable su presencia, reconvertirlos a escenarios positivos. En suma, La
Matriz de neutralización de riesgos permite adelantarse a los escenarios detectados
y generar estrategias para su neutralización.

La matriz se muestra a continuación.


Escenario de riesgo detectado Estrategia de neutralización
Escenario de riesgo 1 Estrategia de neutralización
Escenario de riesgo 2 Estrategia de neutralización
76

VI. La evaluación de las políticas de prevención del delito

La evaluación de políticas públicas en Latinoamérica no ha sido una práctica


común. Con el tiempo se ha ido generando mayor interés por los esquemas
evaluativos, ya que, sin ellos, no es posible conocer si la inversión que se está
realizando para la solución de un problema público, ha obtenido los resultados
que se plantearon en su diseño, tampoco da cuenta de los ajustes que necesitan
generarse para incrementar la eficiencia de los programas.

El objetivo de la evaluación es mejorar todo el ciclo de la política pública, de este


modo la evaluación permitirá conocer:
1. La alineación de actividades con el plan estratégico y la política pública
nacional.
2. Si las actividades de un proyecto o programa están produciendo los
resultados esperados.
3. El grado de avance hacia los objetivos establecidos a través de la selección
de ciertos indicadores (estratégicos o de gestión).
4. Los factores que están contribuyendo a generar un progreso en el
cumplimiento de los objetivos. Así como los factores que, de alguna forma,
impiden tal logro.
5. Si están, en el ámbito de la implementación, todos los actores relevantes
participando y, en consecuencia, si están contribuyendo de acuerdo con lo
planeado.

Evaluar es establecer un juicio de valor sobre alguna cosa, persona o situación con
relación a un parámetro previamente determinado. Para el caso de las políticas
públicas, la evaluación es una actividad de reflexión programada. Se lleva a cabo
mediante procedimientos sistemáticos de recolección, análisis e interpretación de
información, y comparaciones respecto de valores preestablecidos. Con la finalidad
de emitir juicios valorativos, fundamentados, sobre las actividades, resultados e
impactos. 39
39 Nirenberg, Olga, Brawerman, J. Ruiz, V, Evaluar para la Transformación: innovaciones en evaluación de
programas y proyectos sociales, colección Tramas Sociales, Vol. 8, Paidós. Buenos Aires, 2000.
77

Con la evaluación se mejora todo el ciclo de la política pública, desde la definición


del problema hasta la implementación. La evaluación permite conocer lo siguiente:
1. Si las actividades del proyecto o programa están produciendo los resultados
esperados.
2. Si las actividades están alineadas con el plan estratégico y la política pública
nacional.
3. El grado de avance del objetivo. A través de la selección de ciertos
indicadores de gestión, impacto u otros.
4. Los factores que están contribuyendo a generar un progreso en el
cumplimiento de los objetivos. Así como los factores que impiden su
adecuada implementación.
5. Si están, en el ámbito de la implementación, participando todos los actores
relevantes. Y, en consecuencia, si están contribuyendo con lo planeado.

Existen diversas formas de clasificar las evaluaciones como se presenta a


continuación: 40

1. Evaluación por los objetivos de la política pública, es decir, qué evaluar.


La evaluación puede ser de procesos o de gestión, de efectos o resultados,
de impacto (foco en resultados ampliados) y/o de costo-beneficio.

a) Evaluación de impacto, se entiende como los efectos de los


resultados en el tiempo.

b) Evaluación de efectividad, considerada como la relación existente


entre resultados y los objetivos planteados;

c) Evaluación de eficiencia, implica la relación existente entre los


productos y los insumos (costos) bajo dos esquemas. Producir
más en determinado tiempo, con una cantidad fija de insumos
(maximizar la cantidad producida). O bien, producir lo establecido
con una cantidad menor de insumos (minimizar costos).

40 Cohen, Ernesto & Franco, Rolando, Evaluación de proyectos sociales, Siglo XXI.
78

2. Evaluación por el momento del ciclo de la política pública, es decir, cuándo


evaluar. La evaluación puede ser ex ante (fase del ciclo en la definición del
problema, el diseño y/o la selección de alternativas), intermedia (fase de
implementación) o ex post (fase de terminación o al final de su ejecución).

3. Evaluación por la metodología empleada, es decir, cómo evaluar. Las


técnicas y el tipo de información utilizadas pueden ser cuasi experimental/
cuantitativa, o cualitativa y no experimental.

4. Evaluación según los entes evaluadores, es decir, quién evalúa. Ésta puede
ser externa (agente ajeno al proceso de gestión y ejecución de la política
pública), interna (personas que si bien pertenecen a la organización
responsable no se involucraron en la intervención), autoevaluación
(realizada por los propios actores que se involucraron en la intervención),
mixta (combina autoevaluación, evaluación interna y externa), y
participativa (participación de los actores involucrados, en especial, los
destinatarios de las acciones).

La evaluación de la política de prevención se realiza en nueve puntos:


1. Analizar los objetivos de cada proyecto.
2. Identificar los componentes clave de cada objetivo junto con sus metas.
3. Crear indicadores específicos para cada proyecto.
4. Diseñar instrumentos de recolección de datos.
5. Aplicación de los instrumentos de recolección de datos.
6. Analizar los resultados.
7. Creación de matrices de resultados de evaluación.
8. Crear un informe final de resultados.
79

VII. Mejores prácticas y prácticas promisorias


en prevención del delito

Es complejo establecer parámetros generales que permitan definir qué proyectos


funcionan y merecen tener continuidad. Así como cuáles podrían ser replicados
en otros contextos. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
ha detectado proyectos en materia de prevención del delito y la violencia que han
demostrado tener un impacto positivo en la comunidad, o bien, que se constituyen
como promesa de consolidación en cuanto a sus resultados. Por su parte los
Concursos Nacionales e Internacionales organizados, por ejemplo; por la Agencia
de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) también han documentado
experiencias de proyectos en materia de Prevención del Delito y la Violencia.41

El Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica42 ha resaltado la importancia


de medir los resultados de los proyectos de prevención del delito mediante
métodos científicos. Para ello, se necesitan asociar causas y efectos. Las causas
son las acciones diseñadas e implementadas para alcanzar los objetivos planteados
para cada proyecto. Los efectos son la corroboración tácita que esas acciones
implementadas sirvieron, o no, para alcanzar los objetivos planteados al inicio del
proyecto. Así mismo, sugiere una clasificación de proyectos como a continuación
se detalla:

1.- Proyectos que funcionan. Proyectos de los que se está seguro de que cumplen
con sus objetivos de reducir delitos o violencia, a través de evaluaciones que
demuestran, con base en evidencia estadística u otra evidencia disponible, su
efectividad.

2.- Proyectos que no funcionan. Proyectos que después de ser evaluados no han
demostrado, a través de la evidencia estadística y de cualquier otra evidencia
disponible, su efectividad en cuanto al objetivo de reducir delitos o violencia.

41 USAID, Sistematización de buenas prácticas de prevención del delito y las violencias, USAID S/d. Disponible en
Web: http://mexicosos.org/dossier/estudios/1064-buenas-practicas-ejemplos-para-la-prevencion-del-delito-y-la-
violencia
42 U.S. Department of Justice, Preventing Crime: What Works, What Doesn´t, What´s Promising, en National
Institute of Justice [en línea], U.S.A., 1998, (03 de octubre de 2017), Disponible en Web: https://www.ncjrs.gov/
pdffiles/171676.PDF
80

3.- Proyectos prometedores. Programas que, a partir de cualquier evidencia


disponible, concluyen con un nivel bajo de funcionamiento. Sin embargo,
se considera prometedor, ya que al efectuar algunas mejoras se proyecta con
mejores resultados.

4.- Proyectos con efectos desconocidos. Cualquier programa que no esté


clasificado dentro los anteriores rubros.

1. ¿Qué son las buenas prácticas?

El concepto de Buenas Prácticas fue producto de la segunda conferencia de la


Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de asentamientos
humanos, llevada a cabo en el año 1996.

Ante los desafíos y problemáticas que planteaban los fenómenos de urbanización


crecientes por todo el planeta, se decidió, en dicha Conferencia, la instalación
de comisiones nacionales para investigar e informar sobre aquellos programas
que mejoraban la calidad de vida de sus ciudadanos, con base en criterios de
sostenibilidad social, cultural, económica y ambiental; que tuvieran la posibilidad
de ser replicados con éxito. 43

Las características de estas buenas prácticas, según la ONU, son las siguientes:

• Tienen un impacto tangible en mejorar la calidad de vida de las personas.

• Son el resultado de un efectivo trabajo conjunto, entre los sectores públicos,


privados y cívicos de la sociedad.

• Son sostenibles a nivel social, cultural, económico y ambiental. Estos


criterios, materializados en categorías concretas de análisis, se muestran a
continuación:

43 Organización de las Naciones Unidas, Premio Internacional de Dubai a las Buenas Prácticas para mejorar las
Condiciones de Vida, Dubai, 2014, p. 2.
81

Tabla 1

Mejores prácticas/criterios
Criterios
Impacto: La buena práctica debe Vivienda sustentable y desarrollo comunitario
demostrar un impacto positivo y tangible Desarrollo urbano y regional sostenible
en mejorar las condiciones de vida de las Gestión sustentable, eficaz, responsable y
personas. En particular, de los pobres y de transparente de asentamientos.
las personas que están en otros tipos de
desventajas.
Asociación con diversos actores: Las mejores prácticas deben ser fundamentadas en
asociaciones con, al menos, dos actores.
Sostenibilidad: Las mejores prácticas deben generar cambios duraderos.
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de UN-Habitat (UN-Habitat, 2014)44.

A partir del modelo ONU-Habitat, distintos organismos diseñaron formas


concretas para reconocer una buena práctica en materia de prevención social del
delito y la violencia. Incluso, para distinguir otras categorías derivadas de este
enfoque y realizar su réplica o adaptación.

Por ejemplo, el Instituto de Asuntos Públicos del Centro de Estudios en Seguridad


Ciudadana de la Universidad de Chile, propone requisitos que debe cumplir un
proyecto para ser considerado una buena práctica, que son: “innovación, impacto,
asociatividad, calidad de la gestión; liderazgo y empoderamiento, sustentabilidad
en el tiempo, diferenciación; inclusión social y derechos humanos”45.

a. Innovación

Corresponde a la capacidad de una práctica para abordar el delito o la violencia


con estrategias distintas a las tradicionales, poco conocidas que trasciendan a la
base ordinaria de acciones de prevención, como por ejemplo talleres, platicas,
ferias, etc. Se trata de proyectos con acciones innovadoras.

44 Ibídem, p. 4-5.
45 Tapia, Paula y Alejandra Mohor, Evaluación + Buenas Prácticas 2, Chile, Universidad de Chile, 2014, p. 11.
82

b. Impacto

Entendido como los efectos de una intervención a lo largo del tiempo. Pueden ser
evaluables cuantitativa y cualitativamente y muestran que los efectos derivados de
las acciones no son pasajeros, sino que trascienden por la magnitud de los cambios
generados.

c. Asociatividad

Corresponde a la capacidad de una iniciativa en generar capital relacional o alianzas


estratégicas para la cooperación entre ministerios, organizaciones comunitarias,
organismos no gubernamentales, empresas y ciudadanos particulares. Entendiendo
que, la multicausalidad de la delincuencia y la violencia, requiere un abordaje
desde múltiples ámbitos y dimensiones de la vida social.

d. Calidad de la gestión

Es la capacidad de una iniciativa para cumplir con lo propuesto, tanto en plazos,


como en productos. A través de una adecuada administración de los recursos
humanos, financieros y materiales.

e. Liderazgo y empoderamiento

Se entiende como liderazgo a la capacidad de los implementadores para conducir


el programa e involucrar a los actores ciudadanos en la toma de decisiones,
generando, a su vez, liderazgos comunitarios que se comprometan en la realización
de las acciones y generen compromiso para el cumplimiento de los propósitos del
proyecto. Con la construcción de liderazgos, se busca también el empoderamiento
de los actores involucrados, principalmente los comunitarios, para generar acciones
proactivas en beneficio de su comunidad, derivado de las acciones de los proyectos.

f. Sostenibilidad en el tiempo de las iniciativas y de los cambios

Es la capacidad de las iniciativas para perdurar en el tiempo, según los cambios


positivos logrados en los beneficiarios. Se encuentra relacionado con el impacto del
proyecto, solo que esta característica se refiere concretamente a la perdurabilidad
83

de las acciones y sus efectos; y la capacidad de continuar las acciones del proyecto
en el tiempo.

g. Diferenciación

Capacidad de las iniciativas de atender las características y necesidades diferenciadas


en cuanto a sexo, edad y ciclo vital; condición étnica, social, política o cultural.
Generando enfoques y metodologías de trabajo respetuosas y efectivas, alejadas de
todo rasgo de estigmatización.

h. Inclusión social

Capacidad de una iniciativa para orientar la acción a una diversidad de actores.


En particular a grupos étnicos, familias, comunidades. Todos estos en situaciones
vulnerables (social, cultural, y económica).

También corresponde a iniciativas de prevención del delito dirigidas a mejorar los


niveles de inclusión social. A través de estrategias de inserción laboral o, al menos,
capacitación para conseguir un trabajo. Así mismo, estrategias productivas para
generar ingresos económicos desde y para los beneficiarios.

i. Derechos humanos

Corresponde a iniciativas y estrategias de intervención que se manifiestan


respetuosas de los Derechos Humanos y consideran su promoción46. En México,
El Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana en
conjunto con el Programa para la Convivencia Ciudadana, “consideran buenas
prácticas a los conocimientos útiles sobre los elementos de gestión de un proyecto,
proceso o programa que ha sido monitoreado y evaluado de manera adecuada,
que ha probado parcial o exhaustivamente su eficacia y permite su adaptación y
réplica en otros contextos”47. De igual manera, considera a otro tipo de proyectos
denominados Prácticas promisorias, que los define como los “conocimientos útiles
sobre los elementos de gestión de un proyecto, proceso o programa que pueden
46 Íbidem, 12-16.
47 Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y Programa para la Convivencia Ciudadana, Sistema-
tización de buenas prácticas de prevención del delito y la violencia, México, 2012, p. 4.
84

sistematizarse para ofrecer recomendaciones valiosas, que a su vez permiten


incrementar la eficacia de intervenciones similares en otros contextos, pero que
no requieren haber probado su eficacia, ni han demostrado ser susceptibles de
réplica”48.

2. ¿Qué es una práctica promisoria?

Las prácticas promisorias son consideradas proyectos que cuentan con un nivel de
consolidación menor que el de las Buenas Prácticas, pero que deben ser reconocidos
y apoyados por su potencial. Como se mencionó anteriormente estos proyectos
son conocidos como Prácticas Promisorias. Además del nivel de consolidación, se
diferencian por la clase de logros alcanzados. Pues, son menores en relación con
los resultados que ostenta el título de Buenas Prácticas.

“Las prácticas promisorias se refieren también a conocimientos útiles


sobre los elementos de gestión de un proyecto, proceso o programa
implementado, pero que, en comparación con las buenas prácticas,
no han sido aún evaluadas, sino sólo monitoreadas, y que pueden ser
sistematizadas para ofrecer lecciones y recomendaciones valiosas y para
incrementar la eficacia de intervenciones similares en otros contextos
(aunque no necesariamente puedan ser consideradas replicables)”
(USAID, 2012:10)49.

48 Íbidem.
49 USAID, Op. Cit. P. 10.
85

VIII. Proyecto modelo

En este capítulo se expone un proyecto modelo estructurado con todos los


componentes desarrollados en el presente manual. De esa manera, el lector podrá
recurrir al texto para aclarar algunos puntos y tomar una estructura como ejemplo.
El proyecto tiene por finalidad fortalecer el deporte como una estrategia que
atienda el consumo de drogas ilícitas como factor de riesgo. La ejecución se sitúa
en el contexto de la Ciudad de México. Sin embargo, los usuarios de este manual
podrán encontrar un modelo a seguir, sin importar el país de residencia.

Programa integral de Football Americano para la atención del consumo de


drogas ilegales en jóvenes de la CDMX

1. Identificación del problema

La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT)


2016-2017, Reporte de Drogas, demuestra un panorama epidemiológico de
consumo en aumento. Y generalizado en el uso de drogas por parte de la población.
Dicha encuesta parte del análisis de diversas fuentes nacionales e internacionales.
Algunas de ellas son las: Encuestas Nacionales de Adicciones (2011); Encuesta
Nacional del Consumo de Drogas en Estudiantes (2014); Reporte de los Centros
de Integración Juvenil (2016); Informe Mundial de Drogas – UNODC (2017)50.

La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-


2017, Reporte de Drogas demuestra un panorama epidemiológico de consumo en
aumento y generalizado en el uso de drogas por parte de la población. Dicha
encuesta parte del análisis de diversas fuentes nacionales e internacionales. Algunas
de ellas son las: Encuestas Nacionales de Adicciones (2011); Encuesta Nacional del
Consumo de Drogas en Estudiantes (2014); Reporte de los Centros de Integración
Juvenil (2016); Informe Mundial de Drogas – UNODC (2017).

50 Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz; Instituto Nacional de Salud Pública, Comisión
Nacional Contra las Adicciones, Secretaría de Salud; Encuesta Nacional del Consumo de
Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017: Reporte de drogas, México, 2017.
86

Al respecto, el Informe Mundial sobre las Drogas 2020, de la UNODC; señala que,
de 2000 a 2018 el aumento del consumo de drogas en los países en desarrollo fue
más rápido. Diferente de los países desarrollados51.

El uso generalizado de drogas representa un problema para la salud pública. El


Informe Mundial sobre las Drogas de la UNODC (2017) señaló que la marihuana
es la droga de mayor impacto, seguida de las anfetaminas52. Dicha tendencia
prevalece en los años subsecuentes. Pues, el mismo informe, en su edición 2020,
señala que:

“(…) la cannabis fue la sustancia más utilizada en todo el mundo durante


el 2018, con un estimado de 192 millones de personas consumidoras. Los
opioides, sin embargo, siguen siendo las drogas más perjudiciales, ya que,
durante la última década, el total de muertes relacionadas con su consumo
aumentó un 71%, con un incremento del 92% entre las mujeres, en
comparación con el 63% entre los hombres.”53

El consumo de drogas ilegales se convirtió en un problema de importancia


internacional. Y genera a los gobiernos una gran preocupación por las etapas
tan tempranas en que se inicia el consumo. “Las personas adolescentes y adultas
jóvenes representan la mayor parte de quienes consumen drogas, mientras que las
y los jóvenes son también los más vulnerables a los efectos de las drogas porque son
quienes más consumen y sus cerebros están todavía en desarrollo.”54

En México, de conformidad con datos de la ENCODAT (2016-2017), la población


adolescente de 12 a 17 años tuvo un incremento del 93.9% en el consumo de
cualquier droga. Alguna vez, en el periodo de 2011 a 2016, al pasar de 3.3 % a
6.4% respectivamente55.

51 Servicio de Información de las Naciones Unidas, Informe Mundial sobre las Drogas 2020 de la UNODC: el con-
sumo global aumenta a pesar de que el COVID-19 tiene un impacto de gran alcance en los mercados mundiales de
drogas, en UNODC, Oficina de enlace y Partenariado en México, [En línea], Viena, 26 de junio de 2020, 30 de sep-
tiembre de 2020, Disponible en web: https://www.unodc.org/mexicoandcentralamerica/es/webstories/2020/06_26_
Informe_Mundial_Drogas_2020.html
52 ENCODAT 2016-2017, op. cit. p. 25
53 Servicio de Información de las Naciones Unidas, op. cit.
54 ENCODAT 2016-2017, op.cit. p. 51
55 Ídem
87

Por lo que respecta al consumo de drogas ilegales, alguna vez, en el mismo periodo,
hubo un incremento del 113.7%, al pasar de 2.9% en 2011; al 6.2% en 2016.
Los hombres en esta categoría mostraron un aumento del 69.2%, al pasar de una
prevalencia del 3.9% en 2011 al 6.6% en 201656. En tanto que, en las mujeres
se presentó un incremento considerable del 205.2% al pasar de 1.9% en 2011 al
5.8% en 2016.

De igual forma, de acuerdo con esta encuesta, la prevalencia del consumo de


drogas ilegales en el último año (2016) es de 2.9%. Lo cual mostró un incremento
del 93.3% respecto de 2011, cuya prevalencia fue del 1.5%. En hombres, el
aumento fue de 54.5% al pasar de 2.2% en 2011 al 3.4% en 2016. Mientras que,
en mujeres, el incremento ascendió a un 115.5% al pasar de 0.9% al 2.3% en los
años 2011 y 2016 respectivamente57.

El consumo de drogas ha sido identificado como un factor de riesgo en lo jóvenes para


su vinculación a la violencia y la delincuencia. Al respecto, la ONU en el Resumen
Ejecutivo del Informe Mundial de Drogas (2020) menciona que, “El cannabis es la
droga que lleva a más personas a entrar en contacto con el sistema de justicia penal,
y es responsable de más de la mitad de todos los casos de delitos relacionados con las
drogas, según la información proporcionada por un total de 69 países en el período
2014-2018.”58

Sin embargo, en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización


y Percepción Sobre la Seguridad Pública (2019), solamente en el 23.1% de los
delitos donde la víctima estuvo presente, ésta pudo identificar que el delincuente
estaba bajo los efectos del alcohol o drogas. Mientras que, en el 44.4% de los
delitos, la víctima identificó que el delincuente no estaba bajo los efectos de
estas sustancias. En tanto que, en el 32.9% no se especificó. Para la Ciudad de
México, la diferencia es más amplia. Ya que, las víctimas pudieron identificar que
el delincuente estaba bajo los efectos del alcohol o la droga sólo en delitos que
representaron el 21.3%. Mientras que, aquellos donde se pudo identificar que el

56 Ídem
57 Ídem
58 Naciones Unidas, Resumen Ejecutivo, Informe Mundial sobre las Drogas 2020, UNODC, Viena, 2020, p. 8.
88

delincuente no se encontraba bajo los efectos de estas sustancias aumentó a un


46.2%. La categoría de no especificados se mantuvo en 32.6%59.

En este sentido, Cunjama López cuestiona la relación causal entre el consumo de


drogas y el delito al manifestar que:

“El hecho de considerar el consumo de drogas ilícitas como un tema de


salud relacionado con el riesgo en los jóvenes alude no tanto a una relación
causal -tampoco se puede aseverar, con criterio determinista, que los jóvenes
que consumen droga son delincuentes-, sino que los jóvenes relacionados
con el consumo mantienen, por su prohibición, relación con diferentes
contextos potencialmente delictivos, ya sea en los puntos donde se vende
droga o en los espacios públicos donde ésta se consume.”60

En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de


Justicia Penal (ENASJUP) 2017 hay 6,891 adolescentes en el Sistema de Justicia
Penal. De los cuales, el 65% cumple una sanción en externación, el 17 % una
sanción de internamiento, el 0.2% una sanción mixta o de semi-internamiento, el
6.3% internamiento preventivo y el 11.6% proceso en libertad.

Para la región centro del país, que comprende a la Ciudad de México, Guerrero,
Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, estas cifras presentaron
un cambio significativo. Pues, el porcentaje de los adolescentes que cumplió una
sanción en externación disminuyó al 45.6 %. Mientras que el de la sanción de
internamiento aumentó al 27.9%. De la misma forma, el internamiento preventivo
aumentó al 15.9%. Y, el proceso en libertad disminuyó al 10.6%. En tanto, no
existe algún porcentaje en el caso de sanción mixta.

A nivel nacional, el 22.8% de la población adolescente que cumple una medida


de sanción en externación consume drogas. Mientras, el 15.7% consume alcohol.

59 Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública 2019, Tabulados predefinidos, Caracterización del delincuente. [En línea] México, 30 de septiembre de 2020.
Disponible en web: https://www.inegi.org.mx/programas/envipe/2019/default.html - Tabulados
60 Cunjama López Emilio D., “Jóvenes en riesgo, pandillas y delincuencia organizada en México” México, Tirant lo
Blanch México, 2014, p. 73.
89

Para la región centro del país, los porcentajes son mayores, pues el 36.2% consume
drogas y el 29% alcohol61.

Según datos de la misma encuesta, en México sólo el 63.1% de los adolescentes


con sanción en externación realizó alguna actividad como parte de su sanción.
Para la región centro, esta cifra asciende a 348 adolescentes que representan el 72.
3 % de la población adolescente en el sistema de justicia penal. Las actividades
constan de actividades en favor de la comunidad, acudir a talleres culturales, seguir
estudiando, acudir a un taller donde le enseñan un oficio.

De igual forma, a nivel nacional el 82.7% de los jóvenes que reciben medida
de sanción en externación manifestaron no recibir apoyo de alguna institución
dedicada al desarrollo juvenil. Este porcentaje es mayor en la región centro, pues el
87.1% de estos jóvenes refirieron la misma situación. El porcentaje de jóvenes que
sí reciben apoyos institucionales es muy bajo. A nivel nacional solo el 17% y en
la región centro disminuye a tan solo el 12.5%. Dichos apoyos se concentran en
psicoterapia individual, psicoterapia grupal, becas, orientación o terapia familiar,
talleres culturales. Ayuda para encontrar empleo, asesoría jurídica, talleres para
aprender un oficio, capacitación para iniciar negocio, lugar para vivir y pago de
fianza.

De los datos anteriores se desprende que el deporte no ha sido considerado


como una actividad de importancia en la reintegración social y familiar de los
adolescentes que cumplen sanción en externación. Lo cual dificulta llevar un
proceso integral que permita incidir en los factores internos y externos de los
jóvenes, “para que genere capacidades y competencias que le permitan reducir la
posibilidad de reincidencia y adquirir una función constructiva en la sociedad.”62

61 Para el cálculo de estos relativos la ENASJUP sólo consideró los casos donde aplica un apoyo institucional a los
jóvenes. Vid. Población de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal con medida de sanción en externación por
región a la cual se le han realizado pruebas de alcohol o drogas por parte de la autoridad 2017, en: Instituto Nacional de
Estadística y Geografía. Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal 2017, Tabulados predefini-
dos, Externos. [En línea] México, 30 de septiembre de 2020. Disponible en web: https://www.inegi.org.mx/programas/
enasjup/2017/default.html#Tabulados
62 Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, Diario Oficial de la Federación, 16 de junio de
2016, México, [En línea] Secretariado Ejecutivo, 01 de octubre de 2020. Disponible en Web: http://www.secretariadoe-
jecutivo.gob.mx/docs/pdfs/normateca/Leyes/Ley%20Nacional%20del%20Sistema%20Integral%20de%20Justicia%20
para%20Adolescentes.pdf
90

Al respecto Villalobos Martínez indica que “el deporte es un catalizador de paz,


promotor de salud, bienestar y unión, pero sobre todo es un derecho humano.” 63

El derecho a la cultura física y el deporte está reconocido y se asume como un


derecho universal, Por tanto, corresponde al estado su promoción fomento y
estímulo. Así lo estipula el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. Además, el deporte está considerado como uno de los cinco
pilares de la reinserción social en México, en conformidad con el artículo 18
constitucional. Por su parte, gobiernos como Costa Rica, Brasil y Chile crearon e
implementaron políticas públicas que utiliza al deporte como medio de contención
de violencias, teniendo un resultado favorable.

“El deporte, la cultura y la recreación han sido reconocidos a nivel


internacional como herramientas efectivas en la contención de la violencia,
principalmente para poblaciones jóvenes en situación de riesgo social. Esta
relación se da, debido a que la naturaleza de estas actividades puede ser
canalizada en el fortalecimiento de actitudes y habilidades necesarias para
la construcción de una cultura de paz, como autoestima, comunicación,
resolución de conflictos, trabajo en equipo, ética y socialización.”64

De esta forma se puede entender al deporte como una herramienta de


transformación personal. A través de éste se construye el carácter, inculca disciplina
tanto física como mental, perseverancia y positividad y se aprende a manejar
emociones negativas como la tolerancia a la decepción y frustración. Los deportes
generan condiciones necesarias para el desarrollo de las personas. Crean resiliencia
y confianza en los jóvenes; enseñan a trabajar y resaltan el valor del esfuerzo para
alcanzar metas a corto, mediano y largo plazo; fijan objetivos e incentivan el
esfuerzo personal para lograrlos.

63 Villalobos Martínez José de Jesús, El deporte como catalizador de paz, desde una práctica comunitaria, en:
Defensor, número 8, año XV, agosto 2017, Disponible en web: https://cdhdf.org.mx/wp-content/uploads/2014/05/
dfensor_08_2017.pdf p.8
64 UNICEF-CEDAL, Modelo de prevención de la violencia a través del deporte, la cultura y la recreación, San José
Costa Rica, 2010 [En línea] 08/06/19 Disponible en web: http://www.mdgfund.org/sites/default/files/CPBB_GUIA_
CRica_Modelo%20Prevencion%20Violencia%20Deporte%20y%20Cultura.pdf p. 96
91

El modelo de prevención de la violencia a través del deporte, la cultura y la


recreación creado por UNICEF en Costa Rica se basa, precisamente, en esas
habilidades,

“(…) la alternativa se basa en fomentar la prevención a través de la educación


en habilidades para la vida, que les otorgue a los jóvenes la capacidad para
manejar los conflictos de la vida cotidiana, y evitar comportamientos de alto
riesgo. El razonamiento consiste en brindarle atención tolerante e imparcial
a los jóvenes, para que logren tomar decisiones consientes y fundamentadas
acerca de sus vidas y sus cuerpos.”65

En consecuencia, es de vital importancia que se desarrollen programas integrales


de atención a jóvenes. Y que utilicen el deporte, orientado hacia una experiencia
de aprendizaje más que desde una perspectiva de rendimiento. Un “modelo de
intervención que prevenga conductas de riesgo y promueva habilidades sociales
en niñas, niños y jóvenes, a través de actividades físico deportivas que permitan
incrementar el razonamiento moral, las habilidades sociales, el autoconcepto, la
autopercepción, la comprensión de mundo y de los demás y la responsabilidad
personal y social.”66

2. Objetivo del proyecto

Fortalecer la práctica deportiva en 50 jóvenes de 16 a 18 años, que estén


cumpliendo una medida de sanción en externación en la Ciudad de México
derivado de un proceso penal instaurado en su contra, por medio de un programa
deportivo integral de Football Americano (F.A.) que contribuya a la disminución
del consumo de drogas ilegales.

3. Meta del proyecto

Disminuir en un 20% el consumo de drogas ilegales en 50 jóvenes de entre 16 y


18 años. Mismos que estén cumpliendo una medida de sanción en externación en
la Ciudad de México.

65 Ibídem p. 11.
66 Ibídem p. 21.
92

4. Población objeto

Con la finalidad de distinguir las diferentes poblaciones, con que suele confundirse
a la población objetivo, se hará una descripción deductiva que señale las diversas
poblaciones.
93

5. Árbol de problemas, causas, estrategias y acciones

En el conocimiento de que los fenómenos son complejos y multicausales, se


entiende que el problema del consumo de drogas ilegales tiene su origen en
múltiples causas. Sin embargo, por idoneidad y economía, tanto de recursos
materiales como humanos, para este caso, únicamente se trabajarán tres causas
que se consideran son de mayor impacto para este problema.
Problema Causas del problema Estrategia Acciones

Crear un equipo de F.A. varonil, para


que contribuya al uso productivo y
recreativo del tiempo libre.
Impulsar actividades
Tiempo libre mal físicas y deportivas que
aprovechado encaminen a una vida Realizar actividades relacionadas a la
saludable práctica del F.A. para que promuevan la
integración y competitividad en los
miembros del equipo.

Conformar una red de apoyo familiar,


que participe en las actividades
relevantes de la práctica del deporte.
Problemas
familiares Fortalecimiento de los
vínculos familiares
Implementar actividades de
integración familiar que promuevan
la práctica del deporte y la
disminución del consumo.

Conformar una red comunitaria de


Generar consciencia jóvenes enfocados al deporte, para
en los integrantes promover su práctica en otros
Socialización del equipo de F.A jóvenes consumidores.
(influencia de de su importancia
amigos) como promotores
de la práctica del Hacer un video testimonial de su
deporte para participación en el proyecto para
disminuir el mostrar su experiencia y que, en un
consumo proceso reflexivo, puedan hacer
consciencia del consumo de drogas
ilícitas.

Como se observa en el árbol de problemas, en el consumo de drogas ilegales se


identifican tres causas de mayor relevancia y pertinencia. 1.- Tiempo libre mal
aprovechado que genera una cultura de ocio en los jóvenes, como consecuencia de
la falta de actividades recreativas, culturales, artístico y deportivo. 2.- Problemas
familiares, los jóvenes viven en un ambiente familiar deteriorado, donde sufren
desatención, falta de apoyo y en ocasiones violencia familiar. 3.- Socialización, es
decir, se ven influenciados por amistades que están involucradas en el consumo de
drogas y buscan pertenecer a un grupo.
94

En vista de lo anterior, dentro la estrategia general correspondiente a la realización


de un programa integral de F.A., se proponen tres estrategias específicas para la
atención de cada una de las causas que se identificaron.

La primera implica la creación de un equipo de F.A. varonil, contribuirá al uso


productivo y recreativo del tiempo libre. Y las actividades paralelas que promuevan
la integración y competitividad en los miembros del equipo, impulsarán las
actividades físicas y deportivas que encaminen a una vida saludable. De forma
que, podrán tener un mejor aprovechamiento de su tiempo libre.

La segunda es conformar una red de apoyo familiar, que participe en las actividades
relevantes de la práctica del deporte fortalecerá los vínculos y unión familiar. A
partir de la implementación de actividades de integración familiar que promuevan,
de igual forma, la práctica del deporte y la disminución del consumo de drogas
ilegales. Lo cual ayudará a la atención de problemas familiares.

La tercera, implica la conformación de una red comunitaria de jóvenes enfocados al


deporte, con el propósito de promover su práctica en otros jóvenes consumidores,
así como la realización de un video testimonial de su participación en el proyecto
en el que muestren su experiencia. Así, generar consciencia en los integrantes
del equipo de F.A., y la importancia de su papel como promotores de prácticas
deportivas para disminuir el consumo de drogas ilegales. De esa manera, redefinir
las relaciones sociales.
95

6. Diseño de estrategias y diseño de acciones

Matriz de acciones
Estrategia Acción Objetivo
Crear un equipo varonil de football
americano de máximo 50 jóvenes
Crear un equipo de F.A. varonil, con las características de la población
que contribuya al uso productivo objetiva. Y que participe en un torneo
y recreativo del tiempo libre. de modalidad 11 vs 11 en la Ciudad de
México. Por medio de una convocatoria
que contribuya al uso productivo y
recreativo del tiempo libre de los
jóvenes.
Impulsar actividades Realizar, con la población objetivo,
físicas y deportivas actividades relacionadas a la práctica del
Realizar actividades relacionadas F.A. en la Ciudad de México. Por medio
que encaminen a una
a la práctica del F.A. para que de la vinculación e impulso permanente
vida saludable.
promuevan la integración y del staff de coacheo, staff administrativo
competitividad en los miembros y familias. Para promover la integración
del equipo. de los miembros del equipo y la
competitividad entre ellos. Y también
al desarrollo de habilidades físicas,
psicológicas y emocionales.
Conformar una red, con los familiares
Conformar una red de apoyo de los jugadores en la Ciudad de
familiar que participe en las México, que proporcionen apoyo en
actividades relevantes de la los juegos. Así como en las actividades
práctica del deporte. que realice el equipo, por medio de
Fortalecimiento sesiones informativas que contribuya a
de los vínculos la integración familiar.
familiares,
Implementar actividades de integración
con los miembros del equipo y sus
Implementar actividades
familiares, en la Ciudad de México.
de integración familiar que
A través de sesiones educativas y
promuevan la práctica del deporte
recreativas que promuevan la práctica
y la disminución del consumo.
del deporte y la disminución del
consumo de drogas ilegales.
96

Estrategia Acción Objetivo


Conformar una red con los jóvenes que
integren el equipo de F.A. en la Ciudad
Conformar una red comunitaria
Generar consciencia de México. Por medio de pláticas acerca
de jóvenes enfocados al deporte,
en los integrantes del de su experiencia y otras actividades
para promover su práctica en
equipo de F.A de su contribuyan a la promoción y práctica
otros jóvenes consumidores.
importancia como del deporte en otros jóvenes que
promotores de la consuman drogas ilegales.
práctica del deporte Hacer un video testimonial de los
Hacer un video testimonial de su
para disminuir el miembros del equipo, acerca de su
participación en el proyecto para
consumo. participación en el proyecto en la Ciudad
mostrar su experiencia. Y que
de México para mostrar su experiencia.
en un proceso reflexivo puedan
Y que en un proceso reflexivo puedan
hacer consciencia del consumo de
hacer consciencia del consumo de
drogas ilegales.
drogas ilegales.

Descripción de las Acciones

Acción 1. Crear un equipo de F.A. varonil, que contribuya al uso productivo y


recreativo del tiempo libre.

Se generará una convocatoria para la conformación del equipo. Misma, será


publicada a través de redes sociales y página de la institución. Así como en carteles
colocados en lugares estratégicos para su visualización.

Se buscará una vinculación con gente especializada en el área del football americano
para formar un staff de coacheo. Y que el equipo cuente con, al menos, cinco
entrenadores. Esta actividad se realizará, en conjunto, con el Instituto del Deporte
de la Ciudad de México.

El equipo conformado, por máximo 50 jugadores, tendrá una pretemporada de


preparación física. En esa etapa se programará 4 entrenamientos por semana, con
una duración de dos horas, durante cuatro meses. Al inicio de temporada regular
se programarán cuatro entrenamientos por semana, con una duración de dos horas
cada entrenamiento, por tres meses que dure la temporada regular (incluyendo las
semanas de playoff en caso de que el equipo califique a esta etapa). En adición,
se llevarán a cabo los juegos en fines de semana, dependiendo del calendario
97

que otorgue la liga correspondiente. De esta forma, la duración del programa de


football americano tendrá un total de siete meses de actividad física.

La preparación física se llevará a cabo mediante técnicas pedagógicas y deportivas


basadas en la disciplina y autoconocimiento que favorezcan el desarrollo de los
jóvenes.

Para los juegos y entrenamientos se gestionará un campo de football americano, y


se utilizará material de apoyo como conos, balones y utilería.

Para la obtención del equipo de juego (utilería) que requieren los jugadores se
buscará un patrocinio o donación. Así mismo, se llevará a cabo una campaña
de donación de ropa y aditamentos especiales para los entrenamientos. Con la
finalidad de dotar lo necesario para el buen desempeño de los jugadores.

Acción 2. Realizar actividades vinculadas a la práctica del F.A. para promover la


integración y competitividad en los miembros del equipo.

Se realizará una actividad conocida como “boteo” para la recaudación de recursos


económicos. Para ello, se reunirán grupos de cinco a diez jugadores, quienes
escogerán un lugar dentro de la Ciudad de México para realizar la actividad.
Consistirá en pedir dinero a las personas en espacios públicos, con un casco de
F.A. que sirva como recipiente de aportes, y de esta manera promover la práctica
del deporte a través del discurso.

Esto propiciará la convivencia e integración de los miembros del equipo.En el


transcurso de la pretemporada el staff administrativo y de coacheo, organizarán un
convivio entre los miembros del equipo para realizar la “novatada”. Esta actividad
constituirá un ritual para dar la bienvenida a una nueva etapa en la vida de los
jóvenes, así como su iniciación en la práctica del F.A. La actividad que se realice
como novatada será elegida por el consenso del staff administrativo y de coacheo.
Estará apegada al respeto de los derechos humanos, la integridad de los jóvenes
y quedará estrictamente prohibido cualquier tipo de abuso o humillación de los
jugadores.
98

Se organizarán los llamados “scrimmages”, partidos de práctica que se realizan


antes de iniciar la temporada regular o de juego. A través de los cuales, el staff de
coacheo evalúa el desarrollo y la evolución del equipo. Así como el trabajo que se
realizó en pretemporada, tanto individual como en colectivo. Para tal, desde el
inicio de la pretemporada, se hará conocer a los jugadores la existencia de dicha
actividad. Se explicará que, a través de estos juegos, los entrenadores evaluarán el
desempeño individual para elegir el primer y segundo equipo. De manera que, los
jugadores que obtengan la titularidad en los juegos se considerarán como primer
equipo y quienes queden como suplentes serán el segundo equipo. Esto fomentará
el esfuerzo y dedicación en la temporada, e impulsará una sana competencia.

Una semana antes del inicio de la temporada se realizará una ceremonia conocida
como “entrega de jersey”. Es un acto protocolar del F.A., al que asisten todos
los miembros del equipo, jugadores y staff, así como familiares de los jugadores.
En esta ceremonia se entregará el uniforme de juego. Este acto constituye el
reconocimiento del esfuerzo que los jugadores realizaron en la pretemporada. Y,
por el cual, obtuvieron la recompensa de tener un número dentro del equipo y un
uniforme de juego.

Acción 3. Conformar una red de apoyo familiar que participe en las actividades
relevantes de la práctica del deporte.

Se llevará a cabo la promoción de la integración familiar a través de la creación


de un grupo que sirva de apoyo al equipo en los juegos. Se alentará al grupo para
que asista a los partidos cada semana, durante tres meses que dure la temporada
regular, dependiendo del calendario que otorgue la liga correspondiente. El
apoyo consistirá en ayudar con las actividades necesarias para la hidratación y
organización del equipo durante la jornada. Esta actividad se realizará por medio
de sesiones informativas que convoque a los familiares y se explicará los alcances
de su apoyo en el campo. De la misma forma, se les instruirá para que realicen un
trabajo correcto.

Se creará también un equipo de porras constituido por los familiares de los


jugadores. Cuya finalidad será alentar al equipo para que tenga un buen desempeño
99

en los juegos. Así como generar un ambiente afable en la tribuna, que propicie
la convivencia y el respeto entre los asistentes. Para ello se organizarán reuniones
con los familiares donde se enseñará y proporcionará los cánticos utilizados en el
deporte para animar el ambiente de los juegos.

Una semana antes del inicio de temporada regular se realizará una ceremonia para
la entrega de jersey a los beneficiarios. Serán invitados los familiares de los jugadores
y tendrán participación de acuerdo con la dinámica que señale el entrenador en
jefe.

Acción 4. Implementar actividades de integración familiar que promuevan la


práctica del deporte y la disminución del consumo.

Se llevarán a cabo tres sesiones de convivencia de dos horas cada una, con una
periodicidad de dos meses desde el inicio de pretemporada. Donde los jugadores,
familiares y staff realizarán juegos y dinámicas recreativas que fomenten la
comunicación, integración y acercamiento de todos los integrantes.

Dentro de estas dinámicas se organizará “El juego del conocimiento”. Consiste


en un partido amistoso de tocho (football americano flag) entre los jugadores y
sus familiares. Por cada anotación que hagan los familiares, los jugadores tendrán
que contar alguna experiencia de sus compañeros (desde el anonimato), que
previamente habrán obtenido en una dinámica alterna. Donde se organizarán
parejas para intercambiar historias y experiencias en torno al consumo de drogas.
Lo anterior con la finalidad de que los familiares tengan un acercamiento a las
situaciones y el contexto en que se han desenvuelto los jóvenes. Y esto facilite la
comprensión de los sujetos y sensibilice a los familiares sobre la importancia que
tienen en la reintegración de los jóvenes a la sociedad.

También, profesionales en psicología impartirán tres talleres socioeducativos


dirigidos a los jóvenes y sus familiares, abordando las temáticas de comunicación,
emociones y consumo de drogas, una en cada sesión. Se realizarán a través de
estrategias pedagógicas adecuadas y dinámicas, que impulsen el interés de
aprendizaje de los participantes, y buscarán dotar de habilidades sociales y
100

emocionales a los jóvenes y sus familias. Cada sesión tendrá una duración de entre
una hora con treinta minutos y dos horas.

Acción 5. Conformar una red comunitaria de jóvenes enfocados al deporte, para


promover su práctica en otros jóvenes consumidores.

Los jugadores llevarán a cabo nueve pláticas de sensibilización con diferentes grupos
juveniles. Estas se realizarán durante y después la temporada regular. Se hablará
de la importancia del deporte para el desarrollo de los jóvenes y compartirán la
experiencia que han vivido hasta el momento. De manera que, contribuyan a la
promoción del deporte en este sector de la población.

También, se impulsará a que apoyen la inserción en el deporte, de adolescentes de


12 a 15 años. A través de la conformación de grupos de entrenamiento, los cuales
quedarán a cargo de los jugadores. Es decir, serán ellos quienes se encarguen de
entrenar a los más pequeños. Con la finalidad de que perpetúen el efecto positivo
que la práctica del F.A. deje en el desarrollo personal. Y de esta forma, promover el
deporte y motivar a los pequeños a tener un estilo de vida saludable.

Acción 6. Hacer un video testimonial de su participación en el proyecto para


mostrar su experiencia y que en un proceso reflexivo, puedan hacer consciencia
del consumo de drogas ilegales.

Se realizará un video testimonial donde se documentará el desarrollo del proyecto


y la experiencia de los jugadores. Dando a conocer sus historias y el cambio que
hubo en sus vidas desde su incorporación al deporte.

Se realizará un evento de cierre de temporada donde se presentará dicho video a los


jugadores, familiares, staff y comunidad en general. Acompañado de una plática
reflexiva acerca del uso de drogas y el deporte, por parte de los jugadores y staff
de coacheo. Finalmente, en esa ceremonia se entregará unos reconocimientos de
participación en la temporada. Como una representación simbólica de su esfuerzo
durante los meses previos.
101

7. Tabla de responsables y aliados


Acción Actividades/tareas Recursos Responsables Aliados
*Computadora
*Instituto del Deporte
*Carteles impresos
(INDEPORTE) de la
Realizar y publicar y digitales
Ciudad de México
convocatoria para *Diurex Implementador
*Organizaciones de la
la conformación del *Recursos sociedad civil
equipo económicos para *Comunidad
impresión de
carteles.

Vinculación con gente *INDEPORTE


especializada en el área *Recursos *Organizaciones de la
de la Ciudad de
del football americano administrativos de sociedad civil
México
para generar un staff de vinculación.
coacheo para el equipo. *Implementador

*INDEPORTE de la
Vinculación para Ciudad de México
patrocinio o donación *Implementador *Organizaciones de la
*Recursos sociedad civil
para adquisición *Staff
administrativos de
del equipo de juego administrativo *Comunidad
vinculación.
(utilería) para los *Federación Mexicana
jugadores. de Football Americano
(FMFA)
*INDEPORTE
*Recursos de la Ciudad de
Crear un México *Organizaciones de la
Obtener y gestionar el administrativos de sociedad civil
equipo de F.A. uso de un campo de vinculación. *Implementador
varonil, que *Comunidad
entrenamiento. *Computadora *Staff
contribuya al *Impresora administrativo *FMFA
uso productivo
y recreativo del
tiempo libre. Vinculación e
inscripción con *Implementador
*INDEPORTE de la
una liga de football *Staff Ciudad de México
*Económicos
americano en la que administrativo
se pueda desarrollar el *FMFA
equipo.
*Implementador
Realizar campaña *Staff de *Jugadores del equipo
de donación de *Computadora coacheo *Organizaciones de la
ropa y aditamentos *Espacio para sociedad civil
*Staff
especiales para los recepción de
administrativo *Comunidad
entrenamientos de objetos
football americano *FMFA

*Implementador *INDEPORTE de la
*Recursos Ciudad de México
Adquirir material para *Staff de
administrativos de *Organizaciones de la
entrenamiento (conos, coacheo
vinculación sociedad civil
balones, etc…) *Staff
*Recursos *Comunidad
administrativo
económicos
*FMFA
102

Acción Actividades/tareas Recursos Responsables Aliados


*Lista de los *Staff de
*Jugadores del equipo
integrantes del coacheo
Organizar grupos para equipo. *Organizaciones de la
*Staff
el “boteo” sociedad civil
*Cascos de F.A. administrativo
*Comunidad
*Jerseys de F.A. *Implementador
*Staff de
Realizar reunión del coacheo
staff administrativo *Espacio físico *INDEPORTE de la
*Staff
y de coacheo para para la reunión. Ciudad de México
administrativo
convenir la “novatada”
*Implementador
Realizar *Recursos
actividades Organización del administrativos de *Staff *Staff de coacheo
relacionadas a convivio para la vinculación administrativo *INDEPORTE de la
la práctica del “novatada” *Recursos *Implementador Ciudad de México
F.A. para que económicos
promuevan la
integración y Vinculación con * Recursos *Staff de coacheo
competitividad *Staff
otros equipos de F.A. administrativos de *INDEPORTE de la
en los miembros administrativo
para la realización de vinculación Ciudad de México
del equipo. scrimmages *Implementador
*FMFA
*Staff de coacheo
Gestionar planilla *Recursos
*Staff *INDEPORTE de la
de arbitraje para administrativos de
administrativo Ciudad de México
los scrimmages, y vinculación
ambulancia. *Implementador *Protección civil
*FMFA
*Staff de
*Infraestructura coacheo *INDEPORTE de la
*Organizar la
*Jerseys Ciudad de México
ceremonia de entrega *Staff
*sillas
de jerseys administrativo *FMFA
*micrófono
*Implementador

*Infraestructura
*Cañón *Staff
Realizar sesiones
*Computadora administrativo
informativas del *Staff de coacheo
*Rotafolio
proyecto con familiares *Implementador
*Plumones
*Sillas

Conformar una
*Infraestructura
red de apoyo
familiar, que *Copias con los *Staff
*Staff de coacheo
participe en Organizar a porra cánticos más administrativo
las actividades conocidos *Implementador
relevantes de *Tambor
la práctica del
deporte *Staff de
*Infraestructura coacheo *INDEPORTE de la
Organizar y realizar
*Jerseys Ciudad de México
Ceremonia de entrega *Staff
*sillas
de Jerseys administrativo *FMFA
*micrófono
*Implementador
103

Acción Actividades/tareas Recursos Responsables Aliados


*Material *Staff
Organizar y realizar para dinámica administrativo *Staff de coacheo
convivencias *campo de
*Implementador *Psicólogas
familiares entrenamiento o
salón

Organizar y realizar *Staff de


dinámica para *Campo de coacheo *Staff administrativo
intercambio de entrenamiento
historias *Implementador

*Campo de *Staff de
Implementar Organizar y realizar entrenamiento coacheo
actividades de “el juego del *Balón *Staff *Psicólogas
integración conocimiento” *Pañoletas administrativo
familiar que *Hidratación *Implementador
promuevan la
práctica del
deporte y la *Material
disminución del *Staff administrativo
Organizar y realizar para dinámica *Psicólogas
consumo. *Staff de coacheo
taller socioeducativo *campo de
de comunicación entrenamiento o *Implementador *INDEPORTE de la
salón Ciudad de México

*Material *Staff administrativo


Organizar y realizar para dinámica *Psicólogas *Staff de coacheo
taller socioeducativo *campo de
de emociones entrenamiento o *Implementador *INDEPORTE de la
salón Ciudad de México

*Material *Staff administrativo


Organizar y realizar para dinámica *Psicólogas *Staff de coacheo
taller socioeducativo *campo de
de consumo de drogas entrenamiento o *Implementador * INDEPORTE de la
salón Ciudad de México
104

Acción Actividades/tareas Recursos Responsables Aliados

*Infraestructura *Staff de coacheo


*Cañón *Staff administrativo
Organizar y realizar *Jugadores del
*Computadora *Comunidad
platicas con grupos equipo
*Rotafolio *Familiares
juveniles *Implementador
*Plumones *INDEPORTE de la
*Sillas Ciudad de México
Conformar una
red comunitaria *Convocatoria
de jóvenes digital e impresa *Staff de coacheo
enfocados al Realizar y publicar *Staff administrativo
deporte, para la convocatoria para *Computadora, *Jugadores del
*Diurex *Comunidad
promover su la conformación equipo
práctica en de grupos de *Recursos *Familiares
*Implementador
otros jóvenes entrenamiento económicos, para * INDEPORTE de la
consumidores impresión de Ciudad de México
carteles.

*Staff de coacheo
*Campo de *Jugadores del *Staff administrativo
Conformar grupos de entrenamiento equipo
entrenamiento *Comunidad
*Implementador
*Familiares

*Computadora *Staff de coacheo


Escribir un guion para *Staff administrativo
*Papel *Implementador
el video
*Pluma *Jugadores

Grabar periódicamente, *Staff de coacheo


entrenamientos, *Cámara de video
Hacer un video *Implementador *Staff administrativo
testimonial de juegos, dinámicas *Computadora
familiares y demás. *Jugadores
su participación
en el proyecto
para mostrar *Staff de coacheo
su experiencia Grabar testimonios de *Cámara de video *Staff administrativo
y que en jugadores, familiares *Implementador
*Computadora *Jugadores
un proceso y staff.
*Familiares
reflexivo,
puedan hacer
consciencia del *Infraestructura
consumo de *Video testimonial *Staff de coacheo
drogas ilegales
Organizar y realizar la *Reconocimiento *Implementador *INDEPORTE de la
ceremonia de cierre de de jugadores *Staff Ciudad de México
temporada *Micrófono administrativo *FMFA
*Proyector
*Computadora

8. Árbol de Riesgos

Con el fin de ejemplificar la elaboración del árbol de riesgos se desarrollará sólo


una acción. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que el árbol de riesgo debe de
realizarse para cada una de las acciones que se vayan a implementar.
Los jóvenes atraen a más jóvenes en conflicto
Los jóvenes se con la ley para integrarse al programa.
convierten en
Los jóvenes se promotores del
vinculan al deporte deporte.
y se hace parte Los jóvenes limitan su desarrollo personal al
fundamental de sus deporte.
vidas favoreciendo
el uso del tiempo
libre en actividades Por la mejora de sus habilidades, los jóvenes
productivas. obtienen la posibilidad de adquirir una beca
Los jóvenes deportiva en algún centro escolar que le
abandonan sus permita seguir practicando el deporte pero
estudios por que condicione continuar con sus estudios.
dedicarse al
deporte.
Acción 1. Crear Los jóvenes adquieren un factor de riesgo
un equipo de F.A. (deserción escolar) e incrementan sus
varonil, que posibilidades de vincularse a la violencia
contribuya al uso y el delito.
productivo y
recreativo del
tiempo libre.
Se facilita la integración del equipo y la sana
Se refuerzan normas competencia, que promueva el sano
de convivencia en los desarrollo de los jóvenes.
jóvenes (disciplina en
el programa de F.A)
Se provoca estrés en los jóvenes que los
impulse a alejarse del deporte.
Los jóvenes fortalecen sus
actitudes violentas al
entrenar su cuerpo y
adquirir habilidades
Los jóvenes se hacen candidatos de sistemas
individuales propias de un Incremento de prácticas
terapéuticos públicos de mayor frecuencia y
deporte de contacto. transgresoras tales como
con ello fomentan el autocontrol y el
riñas, por parte de los
autoconocimiento.
participantes del proyecto.
Los jóvenes beneficiarios del proyecto
adquieren nuevamente problemas legales.
105
106

9. Matriz de neutralización de riesgos

Escenario de riesgo detectado Estrategia de neutralización

Los jóvenes fortalecen sus actitudes violentas


Concientizar a los coaches de la importancia de observar la
al entrenar su cuerpo y adquirir habilidades
disciplina en los jóvenes y su compromiso con el proyecto.
individuales propias de un deporte de contacto.

Incremento de prácticas transgresoras tales


Fortalecimiento de habilidades psicoemocionales, que
como riñas, por parte de los beneficiarios
favorezca el manejo de sus emociones.
directos del proyecto.

Los jóvenes beneficiarios del proyecto Fortalecer la figura del “guía” para que haga el
adquieren nuevamente problemas legales. acompañamiento y vigilancia a los jóvenes en el
cumplimiento de sus sanciones.

Los jóvenes abandonan sus estudios por


dedicarse al deporte. Crear un sistema de estímulo y recompensa que aliente a
los jóvenes a continuar con sus estudios.

Se provoca estrés en los jóvenes que los Dotar a los entrenadores de estrategias pedagógicas
impulse a alejarse del deporte. adecuadas para la impartición de la disciplina de una
manera positiva.

Los jóvenes limitan su desarrollo personal al


deporte. Fortalecer el acompañamiento social y psicológico que
impulsen el desarrollo integral de los jóvenes.

10. Indicadores de evaluación

La evaluación de este programa se llevará a cabo a través de indicadores de


resultados que muestren el cumplimiento o incumplimiento de los objetivos y
metas que fueron planteados.

Operacionalización

Para la generación de indicadores es necesario la operacionalización de los


conceptos que están directamente relacionados con el objetivo y meta. Siendo
estos la práctica del deporte y el consumo de drogas ilícitas.
107

Para conceptualizar la práctica del deporte se debe empezar por definir qué es
el deporte. De acuerdo con la Carta Europea del Deporte de 1992 se puede
entender como “todo tipo de actividades físicas que, mediante una participación,
organizada o de otro tipo, tengan por finalidad la expresión o la mejora de la
condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de
resultados en competiciones de todos los niveles.”67 Lo que diferencia al deporte
de cualquier práctica física es, esencialmente, el conjunto de normas. Entonces, se
entiende al deporte como una actividad física sujeta a un conjunto de normas, en
un espacio determinado.

Por otra parte, comprender por práctica, de acuerdo con la Real Academia Española,
aquella ejecución continua de una actividad. De esta forma, asimilar a la práctica
del deporte para efectos de la evaluación, como aquella ejecución reiterada del
ejercicio vinculada a la práctica del football americano. Esto se traduce, para la
obtención del indicador, en observar cuántas veces los jóvenes hacen ejercicio a la
semana.

El segundo concepto para operacionalizar es el consumo de drogas ilegales. La


Organización Mundial de la Salud define a las drogas como “cualquier sustancia
(psicoactiva) que, al interior de un organismo viviente, puede modificar su
percepción, estado de ánimo, cognición, conducta o funciones motoras”.68 Por
otra parte, se puede entender el consumo, como la utilización de alguna sustancia,
para satisfacer necesidades o deseos. Entonces, para efectos de la generación
del indicador de medición, se infiere por consumo de drogas ilegales, al uso de
sustancias psicoactivas que modifiquen la percepción de los jóvenes. Así como
su estado de ánimo, cognitivo, conducta o funciones motoras, para satisfacer un
deseo o una necesidad y que están prohibidas por la Ley General de Salud. De
manera que, el indicador de resultados corresponderá al número de veces que los
jóvenes consumen droga durante la semana.

67 Carta Europea del Deporte, 1992, [En línea] 10 de junio de 2019, Disponible en web: http://femp.femp.es/files/566-
69-archivo/CARTA%20EUROPEA%20DEL%20DEPORTE.pdf
68 Secretaria de Salud, El Consumo de drogas en México, Diagnóstico, tendencias y acciones, [En línea] 25 de junio de
2019, Disponible en web: http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/CDM.htm
108

Ficha Técnica de Indicador

Proyecto
Programa integral de football americano para la atención del consumo de drogas ilegales en jóvenes.

Objetivo del proyecto


Fortalecer la práctica deportiva en 50 jóvenes de 16 a 18 años, que estén cumpliendo una medida de
sanción en externación en la Ciudad de México. Derivado de un proceso penal instaurado en su contra,
por medio de un programa deportivo integral de football americano que contribuya a la disminución
del consumo de drogas ilegales.

Indicador 1 Componentes
El indicador muestra la diferencia porcentual
del consumo semanal de drogas ilegales de los
Descripción
jóvenes antes de participar en el proyecto y
posterior a su participación.

TCPCDI = [[ NCDISAP
NCDISPP
] -1 ]*100
Donde:

TCPCDI=Tasa de cambio porcentual del


consumo de drogas ilegales.

Método de cálculo NCDISAP= Número de veces que se consume


drogas
ilegales a la semana antes de participar en el
Número de veces que proyecto.
consumen drogas NCDISPP = Número de veces que se consume
ilegales en la semana drogas
ilegales a la semana posterior a la partición en el
proyecto.
Unidad de medida Porcentaje
Periodo que comprende entre el inicio del
Periodicidad
proyecto y su término.
Fuente Datos obtenidos directamente
Tipo Resultados
Se recopilará la información por medio de la
aplicación de un tamizaje previo a la participación
Método de del proyecto y otro al finalizar del proyecto, con el
recopilación objetivo de observar la tasa de cambio porcentual en
el patrón de consumo de drogas ilegales de manera
semanal.
Frecuencia Cada vez que se implemente el proyecto.
109

Indicador 2 Componentes
El indicador muestra el fortalecimiento de la
práctica deportiva en los jóvenes. A través del número
Descripción de veces que hacen ejercicio en la semana según dos
momentos. El primero, antes de participar en el proyecto,
y el segundo, a su término.

TCPHE = [[ NVHEAP
NNVHEPP ] -1]*100

Donde:

Método de cálculo TCPHE=Tasa de cambio porcentual del número de


veces que hacen ejercicio los jóvenes.
Número de veces que hacen
NVHEAP= Número de veces que hacen ejercicio antes
ejercicio en la semana
del proyecto.

NVHEPP= Número de veces que hacen ejercicio


posterior al proyecto.

Unidad de medida Porcentaje


Periodo que comprende entre el inicio del proyecto y
Periodicidad
su término.
Fuente Datos obtenidos directamente
Tipo Resultados
Se recopilará la información por medio de la aplicación
Método de de un pre test y un post test que mida la frecuencia de
recopilación la práctica deportiva en los jóvenes beneficiarios del
proyecto.
Frecuencia Cada vez que se implemente el proyecto.
110

11. Fuentes

Carta Europea del Deporte, 1992, [En línea] 10 de junio de 2019, Disponible en web:
http://femp.femp.es/files/566-69-archivo/CARTA%20EUROPEA%20DEL%20
DEPORTE.pdf

Cunjama López Emilio D., “Jóvenes en riesgo, pandillas y delincuencia organizada en


México” México, Tirant lo Blanch México, 2014.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Encuesta Nacional de Victimización y


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Este manual tiene la intención de mejorar la práctica
de la prevención del delito en la región. Otorgando una
metodología sencilla que facilite la implementación de
los programas y su evaluación. Evidenciar sus resultados,
medirlos y, en su caso, redirigir sus estrategias. Todo esto
para obtener los mejores resultados posibles con estrategias
sostenibles y perdurables que atiendan los problemas
relacionados con la violencia y la criminalidad.

Depósito legal: 4-1-2287-2022


ISBN: 978-9917-9900-0-0

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