Artículo Atenea. Violación de Secretos y La Privacidad.

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Dr. Máximo J.

Ballvé Bengolea
Abogado UBA, docente de Derecho Procesal Penal y Seminarlo Profesional Penal (UdeMM), maglstrando en Derecho Penal (UBA),
diplomado en Responsabilidad Médica y Empresas de Salud (UCES) y Educación Superior (UdeMM), autor de varias publicaciones.
Correo electrónico: [email protected]

Violación de secretos y la privacidad

Análisis sobre el delito de vio­ equidad, que deben regir en la materia Titulo V “Delitos contra la libertad”,
lación del secreto profesional, a fin de alcanzar el ideal de justicia. Capítulo III “Violación de Secretos y
Art. 156 C.P. de la Privacidad” del Código Penal, y,
2. El delito de violación de claramente, ello guarda relación con el
Sumario: 1. Introducción. 2. E l delito secretos bien jurídicamente protegido.
de violación de secretos. 3. Normas Es capital, primeramente, para aden­
La obligación de no revelar determi­
consecuentes con la prohibición de nados secretos o cuestiones privadas,
trarnos en el análisis propuesto,
revelar el secreto profesional. 4. N or­ tiene sus orígenes más recónditos en el
transcribir el imperativo legal que nos
mas que colisionan con el d eb er p re­ secreto de confesión, sacramento pro­
convoca:
servar el secreto. 5. L a jurisprudencia. pio de la religión Católica, en el cual el
Art. 156 .— “Será reprimido con multa
Ministro de la Iglesia debe guardar con
6. Conclusiones. de p esos mil quinientos a pesos noventa
el mayor rigor los asuntos que los fieles
mil e inhabilitación especial, en su
1. Introducción caso, p o r seis meses a tres años, el que
le ventilan en ese ámbito para acceder
al perdón de sus pecados.
teniendo noticia, p o r razón de su estado,
E l objetivo del presente trabajo es A l comienzo, las profesiones poseían
oficio, empleo, profesión o arte, de un
analizar el tipo penal de violación del gran vinculación con la naturaleza
secreto cuya divulgación pueda causar
secreto profesional, previsto en el artí­ sacerdotal, debido a la alta autoridad
daño, lo revelare sin justa cau sa”1
culo 156 del Código Penal, incluyendo que ejercían estas personas, por lo que,
No es ocioso mencionar que dicha
su vinculación con otras normas, con el avance de la secularización, el
norma se encuentra ubicada en el
derechos, garantías y principios del secreto se fue haciendo extensivo a
derecho penal y procesal penal, a fin 1 Este artículo tiene su fuente en el proyecto la sociedad civil en general. Así, por
de aclarar el panorama que se puede de Código Penal de 1891, redactado por ejemplo, el juramento hipocrático2,
la comisión conformada por Norberto logró autonomizarse de sus raíces reli­
presentar en situaciones en las que
Piñero, Rodolfo Rivarola y José Nicolás giosas y se convirtió en una verdadera
existen derechos u obligaciones super­ Matienzo, que a su vez responde al texto
guía ética para llevar a cabo la práctica
puestas de los implicados en un caso, legal del código italiano de 1890. (Soler,
de la medicina.
y que pueden involucrar la errónea o Sebastián: Derecho Penal Argentino,
t. IV. TEA, Buenos Aires, 1988, p.134;
inconsistente aplicación de la ley posi­
citado por M. Grasso en “Delitos contra 2 Ver al respecto: “Historia de los
tiva, incurriendo de esta manera en un
la libertad”, Luís F. Niño y Stella M. Bioderechos y del pensamiento bioetico”
apartamiento de los principios genera­ Martínez, Coordinadores., ed. Ad Hoc. en http://www.bioetica.org/cuadernos/
les del derecho de proporcionalidad y 2003, pp. 364-365 contenidos/hipocrates.htm

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Por otro lado, el deber de secreto de El “e m p leo” es toda actividad en El sujeto pasivo puede ser tanto una
los abogados tiene sus orígenes en el relación de dependencia, la que puede persona física como una de existencia
“Fuero Real de España” y en las Parti­ coincidir o no con el ejercicio de un ideal.
das dictadas por Alfonso X “E l Sabio”, oficio determinado. La “p rofesión ” es En cuanto a la acción típica, como
en el siglo X III. En un principio se toda actividad, en general lucrativa, que dice el texto, consiste en revelar, es
encontraba limitado en la revelación se ejerce tras una habilitación estatal y decir, dar a conocer o descubrir la
del secreto a la otra contraparte del que por lo general requiere un título información que se obtuvo por hallarse
litigio, pero luego ello se amplió hacia habilitante a esos efectos.4 en alguna de las posiciones aludidas
terceros, en la Novísima Recopilación Finalmente, en cuanto al “arte” practi­ anteriormente, haciéndola accesible a
de las Leyes de España, de principios cado por el sujeto activo, lo más lógico cualquier persona que no se encuentre
del S X IX .3 es considerar este concepto como la dentro del circulo de los obligados a
Ahora bien, la norma menciona como “C apacidad [ o ] habilidad p a ra h acer conservarla en secreto.
sujetos activos del delito a quienes a lg o ” o el “conjunto de preceptos y Parte de la doctrina sostiene que la reve­
tomaren noticia de un secreto en fun­ reglas necesarios p a ra h acer a lg o ”.5 lación se concreta con la sola comu­
ción de su “estado, oficio, empleo, La circunstancia de que la información nicación en los términos antedichos,
profesión o arte”, por lo tanto se trata deba ser conocida “por razón” de la sin que sea necesaria la divulgación o
de un delito propio o de sujeto califi­ actividad que vincula al sujeto pasivo propagación de la noticia,7 mientras
cado, pues la norma especifica detalla­ con el activo, conlleva a que el secreto que otros vinculan dicho verbo con la
damente quienes son los que pueden que este último tenga la obligación de necesaria difusión.8
cometer el hecho ilícito. conservar, siempre esté vinculado con Tampoco importa el medio que se
En este sentido, el “esta d o ” comprende el desarrollo específico de la diligencia adopte para concretar la revelación
a quienes conocen el secreto debido a y no con cuestiones ajenas a ella, de las lo mismo que el utilizado para tomar
la posición o situación concreta en que que sólo se enteró casualmente. Creus conocimiento del secreto: vinculado a
se hallan en relación a aquel. En todo ejemplifica diciendo que el médico esta última cuestión se halla la circuns­
caso, involucra un acceso al secreto que tiene obligación de no revelar la defor­ tancia de si el titular del secreto pidió
no obedezca a una actividad lucrativa midad que posee su paciente pero no o no reserva al agente. Esto no tendría
o contraprestacional particular, por lo el hecho de que cuando concurrió a importancia, dado que la obligación
que podría vincularse con la posición la visita médica aquel discutió fuerte­ de guardar secreto no se origina en
asignada por un rol social -co m o el mente con su cónyuge. esta solicitud, sino en, como se dijo, el
ministro de un cu lto - o por una situa­ El tipo comprende tanto el secreto que estado, oficio, empleo, profesión o arte
ción jurídica determinada -p o r ejem ­ la víctima le ha confiado al autor como del sujeto activo.
plo el cónyuge de un abogado o el hijo la información a la que éste accedió En cuanto a los elementos normativos
de un m édico-. por causa de su actividad, por más que del tipo, se destaca el secreto, enten­
E l secreto conocido por razón del el sujeto pasivo aún no tenga conoci­ diéndose por éste cualquier informa­
“oficio”, involucra el acceso a la infor­ miento de esa información sensible ción que permanece oculta, inaccesible
mación debido al ejercicio de cualquier que, en caso de saberla, no hubiese
actividad privada, casi siempre de querido revelar. 6 7 En esta postura se enrola, entre otros,
carácter manual. Ello incluye a aque­ R icardo Nú ñ ez , A ndrés D'A lessio
llos sujetos que no son profesionales y, y M ariana Grasso . “Es indiferente el
modo de realizar la revelación. Puede
pese a ello, realizan alguna tarea como 4 D'ALESSio, Andrés José, “Código Penal hacérsela de modo confidencial o
auxiliares de éstos o en forma libre, y comentado y anotado: Parte Especial” público”, de manera activa (comuni­
tienen acceso, por lo general a informa­ (arts. 79 a 306), Andrés José Dalessio cando el secreto) u omisiva (dejando que
ción sensible. (Director), 1ra, ed. Buenos Aires, La un tercero se entere del secreto). Núñez
Ley, 2004, p. 368. Ricardo C., “Tratado de Derecho Penal”,
3 M. Grasso en “Delitos contra la liber­ 5 Diccionario de la Lengua Española. Real t. IV, 2° reimpresión, Marcos Lerner
tad”, Luís F. Niño y Stella M. Martínez, Academia Española. Edición del tricen­ Editora, Córdoba 1989, p. 124; apud.
Coordinadores., ed. Ad Hoc. 2003, pp. tenario. Disponible en: http://dle.rae.es/ D'alessio. Op. Cit.368.
365, con cita de Cortés Bechiarelli, srv/fetch?id=3q9w3lk 8 Esta postura es mantenida por Donna en
Emilio: “El secreto profesional del abo­ 6 Creus , Carlos. “Derecho Penal Parte DONNA, Edgardo, Derecho Penal. Parte
gado y del procurador y su proyección Especial, T. 1, 6a Ed. actualizada y Especial, T. II-A, Rubinzal-Culzoni,
penal”, Marcial Pons, Barcelona, 1998, ampliada”, Astrea, 1° reimpresión, Santa Fe, Argentina, 2.001, p. 367; apud.
pp. 21, 23/24. Buenos Aires, 1998. Pp. 365/366. D'alessio, Op. Cit. 368.

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Violación de secretos y la privacidad

a un grupo indeterminado de personas La doctrina, casi unánimemente, agente, se puede dar lugar a decisiones
debido a que su titular, o las personas admite las siguientes causas como habi­ equivocadas, que derivan en su judicia-
involucradas en esa información no litantes de la revelación de secretos: a) lización. Similares cuestiones se susci­
tienen interés en que sea difundida o el consentimiento del titular, b) la legí­ tan cuando se acude normativamente a
tienen la particular intención de que no tima defensa propia o de terceros (art. conceptos tales como “moral social” o
sea conocida, por diferentes motivos. 34, inc. 6 y 7 CP), c) el ejercicio de un “cuestiones de alto interés público” u
Estos incluyen desde el ámbito perso­ derecho, deber, autoridad o cargo (art. “orden público” como modo de “justa
nal de la intimidad y privacidad hasta 34, inc. 4, CP), d) obligación de denun­ causa” para la revelación de secre­
cuestiones de trascendencia intelectual, ciar ciertos hechos establecidos por tos, puesto que constituyen nociones
científica o técnica, como puede ser leyes especiales (obligación de denun­ indefinidas y ambiguas que, aparte de
un descubrimiento, invento, fórmula o ciar la enfermedad de lepra, pestes, las sembrar gran inseguridad jurídica, no
procedimiento industrial del que sean enfermedades venéreas en período de cumplen con los caracteres propios del
poseedores de los sujetos pasivos.9 contagio -leyes 11.359, 11.843,12.331 principio de legalidad del art. 18 de la
No todo secreto es protegido penal­ y 1 6 .6 6 8 -; las enfermedades infecto- Constitución Nacional12. Sin perjuicio
mente por el derecho, sino que para contagiosas o trasmisibles de la ley de que, de aplicarse estas generalida­
que así sea, su revelación debe poder 15.465; la obligación de denunciar los des, siempre jugarían un papel desvin­
causar daño. La norma habla en sentido nacimientos y defunciones, según ley culante del sujeto activo, por ampliar la
potencial, por lo que no es preciso que 14.586; le ley 23.798, de lucha contra justificación.
el daño se haya ocasionado, basta la el sida y su decreto reglamentario; y la No obstante las justas causas menciona­
posibilidad de que ocurra. 17. 132 del Ejercicio de la Medicina, das, es claro que llegado el momento en
En este sentido, la concepción de daño- Odontología y Actividades de colabo­ que el profesional toma conocimiento
sidad es amplia pues deben incluirse ración que, en su artículo 11, habilita la de un secreto, comenzará una lucha en
perjuicios de índole físico, patrimo­ denuncia para “evitar un mal mayor”). su interior en torno a cuál es la decisión
nial o moral, pero éstos deben surgir D e esta manera, una aplicación razo­ correcta a tomar. En algunos casos,
de la misma naturaleza de revelación nable de la ley permite que se le dé decidir será más fácil que en otros, pero
del secreto, o por la situación parti­ preponderancia a la protección de unos lo cierto es que, en definitiva, sólo él
cular en la que se encuentra el sujeto bienes jurídicos sobre otros, lo que ju s­ sabrá cuando una información sensible
pasivo: incluso el hecho de poder ser tifica, ciertamente, que en esos casos la tiene los caracteres aludidos por la ley,
perseguido penalmente, descartándose revelación de un secreto conocido en que habilitan o le obligan a revelarla o
cuestiones irrelevantes.10 las circunstancias mencionadas en el denunciarla.
Cabe agregar que para que la difusión artículo 156 del C.P., y que cause daño Ello pues, siempre va a ser el crite­
del secreto pueda causar daño debe a su titular, no alcance el grado de “ilí­ rio del profesional (genéricamente
revelarse la identidad del sujeto pasivo, cito”, por encontrarse justificado. hablando) el que se aplique al caso, y es
puesto que no es típico el descubri­ Es que, en efecto, como bien ha esta­ él el único que puede y debe evaluar si
miento de secretos vinculados con blecido la doctrina desde antiguo, existe justa causa o no, en los términos
sujetos indeterminados.11 ningún derecho es absoluto, y todos del artículo 156 del C.P., con el riesgo
Finalmente, se debe mencionar que la deben ser ejercidos de la manera más que ello implica desde el punto de vista
última parte del artículo 156 del C.P. armónica posible, salvaguardando, de la responsabilidad penal.
refiere que para que la acción sea típica, primeramente aquellos que tienen En este aspecto, debe considerarse
la “revelación” del secreto debe ser sin mayor jerarquía (como la vida) y que desde un ángulo axiológico, y
justa causa. Aquí se deben incluir los luego todos los que en consecuencia le con base en varias normas del derecho
supuestos del artículo 34 del Código siguen (libertad, honor, salud, etc). En positivo13, la única persona habilitada a
Penal, que establecen positivamente lo esa dirección se sancionaron las leyes relevar del deber de guardar secreto es
que la dogmática penal denomina las citadas, pues denotan, básicamente, el el interesado, sujeto pasivo cuyo dere­
“causas de justificación” y que se ana­ objetivo de proteger la salud pública. cho a la intimidad se intenta proteger, y
lizan en la categoría del análisis de la Hay que resaltar aquí que, como se que es el obligado quien tiene la mayor
“antijuridicidad” de la conducta típica. mencionó, propicio es que el legis­ información acerca del asunto y solo él
lador establezca por ley en qué casos
9 D'A lessio , Op. Cit. P. 368. se puede quebrantar el secreto profe­ 12 Grasso, Op. Cit. Pp. 368/369.
10 Creus , op. Cit. P- 365. sional, puesto que cuando la cuestión
13 Entre otros el art. 244 del C.P.P.N., 236
11 Ibidem. P. 366. queda librada a la interpretación del del C.P.P.B.A. y 123 del C.P.P.C.A.B.A.

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puede determinar bajo qué circunstan­ posee sólidos fundamentos éticos, inalienables de los pacientes; el equipo
cias violará o no las normas éticas de anclados en el ejercicio mismo de la de salud está obligado a constituirse en
su profesión.14 profesión que se trate, y para apunta­ celoso custodio de los mimos..." (art.
Por esta razón, es mayoritaria la pos­ lar la relación entre el profesional y su 217).
tura que sostiene que el juez no debe cliente o paciente. E l artículo 5 0 3 establece que “toda
ni puede relevar al testigo del deber de Por un lado, la el artículo 8, inciso 4 de person a asistida tiene derecho y con­
abstención de declarar, lo cual tiene la ley 2 3 .2 7 7 de ejercicio de la psicolo­ figura adem ás un d eb er ético p ara
que ajustarse únicamente al consenti­ gía impone “[g]uardar el más riguroso quien o quienes la tratan, el respeto al
miento del interesado, toda vez que se secreto profesional sobre cualquier secreto profesion al que garantiza su
encuentran en juego altos compromi­ prescripción o acto que realizare en intimidad y preserva el ejercicio de sus
sos profesionales y éticos.15 cumplimiento de sus tareas especi­ derechos y dignidad com o p erson a”. El
E n esta dirección, Carrara ha dicho fica s, así com o de los datos o hechos artículo 5 0 4 incluye el deber de confi­
que es indudable que el juez no puede que se les comunicare en razón de su dencialidad del “person al administra­
imponer la violación del secreto pro- actividad profesional sobre aspectos tivo que m aneja archivos de historias
fesional16 y se ha sostenido también físicos, psicológicos o ideológicos de clínicas".20
que no hay mejor juez que la propia las p erso n a s " .18 A nivel nacional, el secreto médico está
conciencia del profesional convocado E l secreto médico, tiene su génesis en regulado por la ley de E jercicio de la
como testigo a juicio para declarar por el juramento hipocrático, en el cual el Medicina, Odontología y actividades
el hecho y su determinación acerca de profesional jura: “...[g] uardaré silencio de colaboración (ley 17.132), que en
la existencia de justa causa cuando la sobre todo aqu ello que en mi profesión, su artículo 11 establece: “Todo aquello
justicia exige su revelación.17 o fu era de ella, oiga o vea en la vida de que llegare a conocimiento de las p er­
los hom bres que no d eba ser público, sonas cuya actividad se reglamenta en
3. Normas consecuentes con manteniendo estas cosas de m anera la presente ley, con motivo o en razón
la prohibición de revelar el que no se p u eda h ab lar de ellas...".19 de su ejercicio, no p od rá darse a cono­
secreto profesional Asimismo, el Código de Ética Médica cer —salvo los casos que otras leyes
de la Asociación Médica Argentina a s í lo determinen o cuando se trate de
Dentro del gran universo de normas
regula el Secreto médico en el capítulo evitar un m al m ayor y sin perjuicio de
que pueden llegar a contemplar la obli­
7, y afirma que el “secreto profesional lo previsto en el Código Penal".
gación de conservar el secreto profe­
sional, vale la pena destacar algunas de
en salud es todo aquello que no es También la ley 26.528, de los Derechos

las más importantes. Como se indicó al


ético o lícito revelar sin justa causa." del Paciente en su relación con los
(art. 101). Entiende que “es un d eber profesionales de la Salud, menciona
inicio, el deber de preservar el secreto
ético que en el miembro del equipo de que la intimidad constituye uno de los
14 De Luca, Javier - Lacman, Valeria A., “El salud n ace de la esencia misma de su derechos esenciales y que debe obser­
secreto profesional y su relevamiento en el profesión y se relaciona con el respeto varse el “estricto respeto a la dignidad
proceso penal”, RDPy PP, Lexis Nexis, sep­ a la libertad del paciente. E l interés humana y la autonomía de la voluntad,
tiembre de 2007, p. 1.741/1; Apud. Conti,
público, la seguridad de los enfermos, a s í com o el debido resguardo de la inti­
Néstor Jesús. “El delito de violación de
secreto y el profesional convocado a pres­ la honra de las fam ilias, la respetabili­ m idad del mismo y la confidencialidad
tar declaración testimonial”. Disponible en d ad del profesional, y la dignidad de la de sus datos sensibles, sin perjuicio
http://www.criticapenal.com.ar/wp-content/ medicina, exigen el secreto". (art. 102). de las previsiones contenidas en la ley
uploads/numero3 /conti.pdf Menciona que “el secreto profesional 25.326". Del mismo modo, alude a la
15 D e L uca J avier A., El secreto de las y de confidencialidad son derechos confidencialidad de la documentación
fuentes periodísticas en el proceso penal, clínica, y que toda persona que parti­
Ad Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1999, 18 Sancionada el 27 de septiembre de 1985. cipe en su elaboración o manipulación
p. 43; Apud. Conti... Op. Cit. p. 10. Promulgada de Hecho: noviembre 6 de debe guardar reserva, “salvo expresa
16 C arrara, F rancesco, Programa de 1985. disposición en contrario em anada de
Derecho Criminal. Parte General, T. 2, 19 El contenido del juramento se ha adaptado
Temis, Bogotá, Colombia, 1957, p.442.; a menudo a las circunstancias y conceptos 20 Código de Ética para el Equipo de Salud.
Apud. Conti, Op. Cit. p.9. éticos dominantes de cada sociedad. El 2001, Siglo XXI, año 1. En conmemo­
17 G ómez , E usebio , Tratado de Derecho Juramento Hipocrático ha sido actuali­ ración de los 110 años de la Asociación
Penal, T. III, Cía Argentina de Editores, zado por la Declaración de Ginebra de Médica Argentina (1891-2001).
Buenos Aires, Argentina, 1939, p. 441; 1948. Disponible en http://www.bioetica. Disponible en https://www.ama-med.org.
Apud. Conti, Op. Cit. p. 10. org/cuadernos/contenidos/hipocrates.htm ar/images/uploads/files/cod_espanol.pdf

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Violación de secretos y la privacidad

autoridad ju dicial competente o auto­ de la reforma del art. 75, inc. 22, de la que aquella ocupa, preservándolas del
rización del propio paciente..." Constitución Nacional, del año 1994. riesgo de que sea difundido a terceros.
Mismo tratamiento otorga la aludida En este sentido es que debe interpre­
ley 25.326 de protección de datos per­ tarse la protección del derecho a la 4. Normas que colisionan con
sonales, en el artículo 8. intimidad, la privacidad y libertad, de el deber preservar el secreto
En cuanto al ejercicio de la abogacía, la los artículos 1 y 12 de la Declaración
a . A sí como se destacó que el Código
ley 22.192, del año 1980, en su artículo Universal de los Derechos Humanos,
de procedimiento penal de la Ciudad
14, inciso d), menciona la obligación el art. I de la Declaración Americana
de Buenos Aires conserva una lógica
de guardar el secreto profesional. sobre los Derechos y Deberes del
interna y también externa en relación
Refiriéndonos a la normativa procesal Hombre, los artículos 9, inc. 1 y 17 del
a otros conceptos normativos, hay que
penal, es interesante mencionar que el Pacto Internacional de Derechos Civi­
resaltar, del mismo modo, que el trata­
Código de nación, en su artículo 244, les y Políticos y los artículos 7, inc.1 y
miento de la cuestión no es similar en
regula el deber de abstención de “los 11 de la CADH
el ámbito nacional/federal.
ministros de un culto adm itido; los Por su parte, nuestra Constitución
En efecto, se da una clara oposición
Nacional regula la temática, con sus
abogad os, procuradores y escribanos; entre el enunciado de las normas
diferentes matices, en los arts. 18 y 19.
los m édicos, farm acéuticos, parteras y expresadas en los apartados anteriores
Como colofón de todo lo dicho hasta
dem ás auxiliares del arte d e curar..." en y el artículo 177 del Código Procesal
aquí ha de subrayarse que el bien
relación a los secretos que conocieren Penal de la Nación, que en su inciso 2,
jurídicamente protegido por el enun­
en razón de su estado, oficio o profe­ dispone los casos en los que las perso­
ciado bloque normativo, que incluye
sión. Sin embargo, la ley deja a salvo el nas que ejercen el arte de curar están
al secreto profesional, es la intimidad
deber de declarar cuando fueren releva­ obligadas a denunciar.
o esfera de reserva de la persona, que
dos del secreto por el interesado, salvo Veamos la redacción:
necesariamente conlleva a que las
en el caso de los ministros religiosos. O bligación de denunciar
personas calificadas como “confiden­
E l artículo 123 del Código Proce­ Art. 177 .— Tendrán obligación de
tes necesarios” no ventilen lo que les
sal Penal de la C A BA mantiene un denunciar los delitos perseguibles de
fue informado secretamente. En esta
redacción similar pero, párrafo aparte, oficio:
misma dirección, afrenta tal estaría
agrega expresamente que “[s ]e enten­ 1) Los funcionarios o em pleados pú bli­
direccionada también a restringir la
derá que rige el secreto profesion al en libertad de las personas, como patrimo­ cos que los conozcan en el ejercicio de
el caso de los/as m édicos/as y dem ás nio esencial de toda la humanidad y de sus funciones.
profesion ales del arte d e curar, cuando cada individuo en particular, sobre la 2) L os médicos, parteras, farm acéu ­
una person a involucrada en un delito que se asienta el principio de igualdad ticos y dem ás person as que ejerzan
hubiera recurrido a sus servicios a fin de todas las personas.21 cualquier ram a del arte de curar, en
de preservar su integridad fís ic a o la La libertad civil que protege el dere­ cuanto a los delitos contra la vida y la
d e l/ la ofendido/a". cho desde distintos ángulos incluye integridad físic a que conozcan al p res­
Resulta interesante mencionar en este el aspecto físico, psíquico y social de tar los auxilios de su profesión, salvo
punto que, a diferencia de la regulación las personas. Las normas en estudio que los hechos conocidos estén bajo el
existente a nivel federal, el digesto ponen el foco en el aspecto psíquico, am paro del secreto profesional.
ritual de la C A BA solo obliga a denun­ ya que están orientadas a conservar la Entonces, tienen obligación de denun­
ciar los delitos de acción pública a libertad de autodeterminación de los ciar todos los delitos de acción pública
los funcionarios que los conozcan en individuos, permitiéndoles confiar un (no dependientes de instancia privada
ejercicio de sus funciones (art. 81). De secreto a una persona determinada, no art. 72 C.P.) que conozcan en ejercicio
esta manera, al suprimirle esa exigen­ por mero antojo sino por la posición de sus funciones, los funcionarios y
cia a quienes ejercen el “arte de curar” empleados públicos.
mantiene una regulación compatible y 21 M oras Mon, Jorge R. Damianovich, Laura Por otro lado, aquellas personas que
armoniosa con sus mismos preceptos. T. A. “Delitos contra la libertad”, Ediar, se desempeñan en el arte de curar,
A nivel supra legal, es preciso mencio­ Buenos Aires, 1972, p.41. Apud. Conti,
sólo tienen la obligación de denunciar
Néstor Jesús. “El delito de violación de
nar que el secreto profesional encuen­ aquellos delitos de acción pública per-
secreto y el profesional convocado a prestar
tra acogida dentro de los Tratados de declaración testimonial”. Disponible en seguibles de oficio (que no dependan
Derechos Humanos, incorporados al http://www.criticapenal.com.ar/wp-con- de instancia privada) contra la vida o la
bloque de constitucionalidad a partir tent/uploads/numero3/conti.pdf integridad física.
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E l agregado final de la norma, que hace en ese caso reuniría las condiciones de autores y jurisprudencia23 encuadran la
la salvedad en caso de que los hechos funcionario/empleados público y de omisión de denunciar de los médicos,
se encuentren al amparo del secreto profesional de la salud. Las hipótesis, en el delito de encubrimiento (artículo
profesional, en verdad, no agrega nin­ mutuamente excluyentes, a las que 277, inciso 4 del C.P.)
gún dato de interés, puesto que en vir­ se puede arribar, entonces, son: tiene c . A estos supuestos, se agrega lo
tud de lo visto hasta aquí quien se halle obligación de denunciar por ser funcio­ dispuesto en el artículo 18 de la Ley
en una de las posiciones mencionadas nario público (art.177.1), se encuentra Nacional 26.485 -le y de protección
en el artículo 177, siempre va a estar relevado de la obligación de denunciar integral para prevenir, sancionar y erra­
amparado por el secreto profesional, en caso de que el delito no sea contra dicar la violencia contra las mujeres
constituyendo éste la regla general la vida o la integridad física (art.177.2) en los ámbitos en que desarrollen sus
aplicable, que sólo puede ser soslayada o se encuentre impedido de denunciar relaciones interpersonales-, a la que
por la existencia de “justa causa” (art. por aplicación del artículo 11 de la ley la adhirió la Ciudad de Buenos Aires
156 C.P.) 17.132. mediante ley 4 203, en la que se obliga
Ahora bien, ¿Quiere decir, acaso, este De allí la inseguridad jurídica con a las personas que se “desempeñen en
artículo que los delitos contra la vida la que el profesional maneja estos servicios asistenciales, sociales, educa­
y contra la integridad física persegui- asuntos. tivos y de salud, en el ámbito público o
bles de oficio conforman una hipótesis No obstante la doctrina es pacífica en privado, que con motivo o en ocasión
de “justa causa” de las aludidas en la que, en estos casos rige un principio de sus tareas tomaren conocimiento de
figura del art. 156 C.P.? ¿D eja librado de especialidad del inciso 2 por sobre un hecho de violencia contra las muje­
así el legislador, acentuando esa última el 1, debido a que “ la admisión del res en los términos de la presente ley,
frase - “salvo que los hechos conocidos principio contrario importa sancionar (...) a formular las denuncias, según
estén bajo el am paro del secreto p ro ­ directamente un privilegio de clase corresponda, aun en aquellos casos en
fe s io n a l”-, al criterio y ética del pro­ altamente inmoral, pues las p obres que el hecho no configure delito.
fesional la decisión final de revelar el gentes que concurren a la Asistencia
secreto que involucra la notitia críminis P ública o a los hospitales de caridad se 5. La jurisprudencia
que conoció por razón de su función? pondrían automáticamente en manos
Uno de los precedentes más destacados
Este parece ser, a mi criterio, el razona­ de la justicia. En cam bio, al mismo
en la materia, que mantiene aplica­
miento más lógico a fin de lograr una médico, después de atender su servicio
ción aún hoy, es el fallo plenario de la
aplicación armoniosa de las normas hospitalario gratuito, sería posible, Cámara Nacional de Apelaciones en lo
involucradas y que se condice y es con­ en su consultorio, comprarle, junto Criminal y Correccional de la Capital
gruente con lo que hasta aquí venimos con la tarjeta, el silencio profesional
Federal “Natividad Frías”24, que sentó
desarrollando. considerado p o r todos, en ese caso,
como doctrina que “[n]o pu ede ins­
Es que, como se dijo oportunamente, com o obligatorio. L a obligatoriedad
truirse sumario criminal en contra de
no existen los derechos absolutos, del secreto no depende en absoluto de
una mujer que haya causado su propio
éstos siempre tienen que ser sopesados la fo rm a gratuita o remunerada con
aborto o consentido en que otro se lo
en función de aquellos con los que que fu e prestado, sino de la naturaleza
causare, sobre la base de la denuncia
se vinculan, a fin de poder otorgarles misma del socorro, de su carácter
efectuada p o r un profesional del arte
preponderancia a algunos por sobre necesario, y esta condición la tiene
de curar que haya conocido el hecho en
otros, según el caso y los bienes jurí­ tanto el socorro del m édico particular
ejercicio de su profesión o em pleo - o fi­
dicamente protegidos en juego. De com o el del m édico em pleado, y aun es
cial o no-, pero sí corresponde hacerlo
este modo, puede aclararse un poco el m ás frecuente que la intervención de
en todos los casos respecto de sus coau ­
panorama a fin de lograr una aplicación los servicios pú blicos tenga lugar en
tores, instigadores o cóm plices”.
más justa y equitativa del derecho en su situaciones extremas.”22
ámbito de protección. b . Por otro lado, más allá de las con­ 23 Ver K essler , Mig uel , El delito de
troversias existentes en cuanto a la encubrimiento por omisión de denuncia.
Una cuestión de alta relevancia en el
posibilidad de su aplicación, algunos Reflexiones a la luz de la ley 25.246,
asunto se advierte cuando se analizan
Ed. N° 10.195, año XXXIX; Apud. D'
situaciones en las que sobre un mismo alessio Op. Cit. p. 909; y CNFed. Crim y
profesional recaen las obligaciones Corr., Sala II, “Rimoldi C.A.” c. 16.810.
del inciso 1 y 2 del art. 177 por tra­ 22 S ebastián S oler , Derecho Penal rta. 19/10/2000
tarse, por ejemplo, de un médico que Argentino, Tea, Buenos Aires, 1946, 24 Fallo Plenario CCC “Natividad Frías”,
se desempeña en un hospital público, Tomo IV, pág. 146 rta. 26/8/1966, (J.A. 1966, V, 69).

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Violación de secretos y la privacidad

Los votos fueron 10 contra 7, y entre (art. 18 C.N.), puesto que su presencia de defenderse del delito y del Estado
los argumentos se sostuvo la posición en el nosocomio es urgida por el dere­ de perseguirlos, máxime si se trata de
de que “...nadie p u ed e ser obligado a cho a vivir. tráfico de estupefacientes, donde la
declarar contra sí mismo y una form a En Zambrana Daza27 el tribunal cimero argentina ha contraído especiales obli­
larvada, cruel e innoble de conculcar del país se abocó al estudio de un caso gaciones persecutorias y sancionatorias
el precepto es utilizar el ansia vital de iniciado a partir de la denuncia de un de índole internacional.
la abortad a p a ra la denuncia de su médico que informó a las autoridades Finalmente, aseveraron que “a l tra­
delito, delito éste conocido o p o r una policiales la concurrencia al nosocomio tarse de delitos de acción pú blica debe
confesión qu e le h a sido prácticam ente de una mujer en grave estado, quien instruirse sumario en todos los casos,
arrancada, o p o r un estado de desva­ había injerido 48 bombitas de látex que no hallándose prevista excepción
limiento físic o y espiritual no aprove­ contenían clorhidrato de cocaína. alguna a l d eb er de denunciar del fun­
chable p a ra esos fines...” Se agregó que La Corte tildó de irrazonable la decisión cionario, dado que la excepción a la
si el legislador hubiera querido que los del tribunal anterior que había absuelto m encionada obligación - prevista en el
médicos denunciaran a cualquier pre­ a la imputada, puesto que la garantía art. 1 6 7 - no es extensiva a la autoridad
cio, hubieran legislado en ese sentido, de prohibición de la autoincriminación o em pleados”
y que, no obstante, el interés público no no puede conducir a la ilegitimidad de Otro precedente de importancia lo
podía “justificar este dilem a humano: las pruebas obtenidas del organismo constituye la causa “Insaurralde”,
o la muerte o la cárcel”25 del imputado en todos los casos en los dictado en el año 1998 por la Corte
También se puso el foco en que “p a ra que quien delinque requiera asistencia Suprema de Justicia de Santa F e28, que
el m édico...la abortante es, antes que médica de un hospital. Insistió en que en sentido adverso a la doctrina del ple-
nada, una pacien te a la que está obli­ el servicio médico no había requerido nario mencionado más arriba destacó
gado a asistir...; obligarle, en tales ninguna cooperación de la imputada que “ la decisión de la alzada que se ha
condiciones a denunciar a su propia y que la propia asistencia médica pronunciado p o r la absolutización del
cliente, sobrecargar su conciencia y prestada le había permitido expulsar secreto médico, en una elección que,
constituir una flagran te violación del la droga. Que tampoco había exis­ en tanto conduce de hecho a la desin­
secreto profesional, redundaría a buen tido engaño o coacción que viciara la criminación del aborto, resulta incon­
seguro en grave perjuicio y riesgo de voluntad da la agente. gruente con exigencias objetivas de
las asistidas, pu es muchas de ellas, Negaron que hubiera habido una intro­ nuestro sistema jurídico, y desatiende
ante el fun dado tem or d e que la con­ misión del Estado en la vida privada de el sustancial interés del estado en
sulta m édica sirviere de antesala a la la imputada, puesto que había sido su tutelar, desde el momento mismo de la
prisión y al deshonor, preferirían ocul­ propia conducta la que había permitido concepción, la existencia del nuevo ser
tar su estado o seguir entregadas al dar inicio al sumario. que, con su aparición en este mundo,
arbitrio de com adres y curanderas...”26 Destacaron que queda a cargo de la enriquece a la humanidad en su con­
E l juez Amallo, entre otras cuestiones, persona que delinque el riesgo de tener junto; y cuya supresión d ebe d ar lugar
agregó que la denuncia del profesio­ que concurrir a un hospital y que su al ejercicio de la potestad punitiva p o r
nal de la salud sí queda habilitada conducta ilícita sea conocida por las parte del E stado”
cuando su paciente resulta ser víctima autoridades. Que ello no implica violar En el año 2004, la Sala IV de la Cámara
del delito conocido, puesto que el la prohibición de la autoincriminación del Crimen se pronunció en la causa
agente en ese caso es un tercero que sino que ésta solo se vulnera cuando “Ferrara”29, donde confirmó la doctrina
no forma parte de la relación existente desde el Estado se compele moral o del plenario “Natividad Frías” agre­
entre el médico y el enfermo, que es físicamente a alguien para que comu­ gando que se había violado el derecho
la amparada por ley. Resaltó, además, nique o exprese cuestiones que deben a la intimidad de la abortante (art. 19
que no corresponde distinguir entre sujetarse sólo a su libre voluntad. C.N.) y que “no puede sostenerse que
los médicos públicos o particulares y Rechazaron la lógica prisión o muerte. fu e la propia conducta discrecional de la
que la denuncia, a todo evento, viola el Se apoyaron en la importancia de lograr mujer la que permitió dar a conocer a
secreto profesional y la garantía cons­ el equilibrio entre las garantías de los
28 Corte Suprema de Justicia de Santa Fe,
titucional contra la autoincriminación imputados y el interés de la sociedad
“Insaurralde Mirta, aborto s/ rec. De
27 CSJN, Z. 17. XXXI. “Recurso de hecho inconstitucionalidad”. Rta. 12 de agosto
- Zambrana Daza, Norma Beatriz s/ infrac­ de 1998.
25 Del voto del juez L ejarza . ción a la ley 23.737”. 12 de agosto de 29 CCC, Sala IV, causa nro. 19.383, “Ferrara,
26 Del voto del Juez Pena , 1997. Claudia” rta. 19/03/04

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ATENEA - UdeMM N° 17 - 2020

la autoridad pública los hechos del caso, y Correccional de esta ciudad, en el de no dejar impune un hecho de esa
pues no actúa p o r libre decisión quien fallo “G allo”33, se opuso a esta doctrina naturaleza, debe preponderar la obli­
requiere auxilio m édico p ara salvar su que tenía principal sostén en el plenario gación de denunciar porque hay justa
vida, dado que en esas circunstancias “Natividad Frías”, al resolver que “[c ] causa de revelación, ya que se trata de
la persona se encuentra forzada p o r la uando la Constitución N acional garan­ un delito contra la vida cuya protección
necesidad impuesta p o r el instinto natu­ tiza que nadie pu ede ser obligado a está garantizada a nivel constitucional.
ral de la propia conservación...” d eclarar contra sí mismo, h ace efectiva En palabras de Tomás de Aquino, men­
En el año 2006, la SC B A siguió esta alusión a la existencia de actuaciones cionó el tribunal que “revelar secretos
misma línea, ratificando “Natividad prevencionales o judiciales (...) en las en perjuicio de una person a es contra­
Frías”, haciendo especial mención de que se protege al acusado de la autoin- rio a la fidelidad, pero no si se revelan a
la vulneración de la garantía constitu­ crim inación forzada, lo que no ocurre causa del bien común. E l cual siempre
cional contra la autoincriminación30; a en las situaciones aquí analizadas, debe ser preferido al b ien particular.
la que se sumó la sala III de la Cámara puesto que a l momento de la concu­ Y p o r esto no es lícito recibir secreto
de Apelaciones en lo Penal de Sante Fe rrencia al facultativo u hospital (...) no alguno contrario al bien común (Suma
al fallar en la causa “D .R .B .” el 12 de pu ede sostenerse en verdad que esté Teológica, II-II, q68, a.1, BAC, Madrid,
diciembre de 2006. declarando en juicio.” Esto es lo que se 1946, Tomo VIII, pag. 5 3 5 )”.
E l criterio volvió a repetirse en los desprende, aseguró, del art. 8.2.g de la “...no es p osible limitar la discusión
fallos “Silva”31 y “Luque”32, de la Sala C.A.D.H. A ello se suma que la abortista al enfrentamiento entre la m adre que
V I de la Cámara de Apelaciones de la no concurrió al hospital compelida por resulta denunciada y el profesion al de
Capital. En este último los integrantes terceros ni por ninguna autoridad, sino la salud que habría revelado el secreto,
de la sala aclararon que “la averi­ tan solo por el hecho que ella misma si la atención m édica se ha relacionado
guación de la verdad d eberá verse causó o consintió que le causaran. En con el hecho de hab er dado muerte a su
desplazada ante la p osible afectación la misma dirección, se aseguró que la propio h ijo ” con la afrenta que ello sig­
de los derechos d e raigam bre consti­ “coerción resulta espuria solo cuando nifica a la constitución e instrumentos
tucional que alcanzaban a Luque al em ana de procedim ientos administrati­ internacionales respecto del derecho a
p on er en conocim iento de un m édico vos o ju d iciales” para que el imputado la vida.
la situación que atravesaba.” También confiese el delito. Recordando a “Zam- Finalizó aludiendo a la situación de
dejaron en claro que se “ impone la brana Daza”, refirieron que la delin­ indefensión en la que se encuentra la
inmediata aplicación de las reglas de cuente había decidido tomar el riesgo víctima del delito cometido por la mujer
exclusión p o r h a b er sido producto de al cometer el delito y con ello que la quien, a diferencia de otros supuestos
una autoincriminación de la imputada autoridad pública tome conocimiento análogos, tampoco podrá perseguir el
en un estado de desesperación (...) y de su comisión. crimen de que fue objeto; y detalló que
en atención a que el origen de estas Vinculado con el secreto profesional, el “[d ]e otro modo, las pautas de la opi­
actuaciones presenta un vicio insub­ tribunal aseguró que en el caso “[h]ay nión m ayoritaria fija d a en el plenario
sanable, y no existiendo otros canales m ás que justa causa de revelación la “Natividad F ría s” no hacen más que
de investigación autónomos que p e r ­ denuncia de un hecho que p recisa­ otorgar un carácter absoluto al secreto
mitan abord ar el hecho que habría mente da cuenta de un delito contra la médico, an clar el problem a en una
protagonizado Luque (...) corresponde vida, com o presupuesto ontológico de garantía - prohibición de autoincrimi­
(...) declarar la nulidad del acta de los dem ás derechos, en el caso, desde nación- inaplicable en la situación de
fs. 1/1 vta. del principal y de todo lo el momento mismo de la concepción la mujer, consecuentemente, d ejar en
actuado en con secu en cia”. en el seno materno, sin perjuicio de la la práctica en absoluta indefensión a
En abril de 2007, la Sala V II de la apuntada inexistencia de daño en los quien carece de otra form a de tutela,
Cámara de Apelaciones en lo Criminal términos referidos p a ra la figura de a contrario de lo que la propia Cons­
violación de secretos ” titución N acional y los instrumentos
30 SCBA, “E.A.T.”,Rta.07/06/2002, La ley
Se destacó que entre la perspectiva de la de derechos humanos proclam an.” (el
2006
mujer abortante y el principio del bien subrayado me pertenece).
31 CCC, Sala VI, c.n° 33.494 “Silva,
común -am bos subyacentes-, anali­ Para concluir, se mencionará somera­
Adriana”, rta. 23/10/07
zando el problema desde la necesidad mente el fallo “Baldivieso” de la C SJN ,
32 CCC, Sala VI, causa Nro. 34.953 “Luque,
del año 2 010.34
Viviana Beatriz s/nulidad”, Juzgado de 33 CCC, Sala VII, “Gallo N. s/ aborto”,
Instrucción Nro. 44, Sec. Nro. 114. Rta. Juzgado de Instrucción Nro. 33, Sec. 34 CSJN, B. 436. XL. Recurso de hecho:
04/06/08. Nro. 170. rta. 17/04/07. Baldivieso, César Alejandro s/ causa n°

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Violación de secretos y la privacidad

En un caso muy similar en los hechos debían cumplir ciertos requisitos como toda sociedad fundada sobre el princi­
al de “Zambrana Daza”, el Superior la orden de la autoridad competente. En pio republicano de gobierno.
tribunal del país resolvió, en oposición este sentido, a diferencia de la mayoría, En este sentido, creo que no puede
a lo que decidió en esa oportunidad, aseguró que la conducta de Baldivieso sostenerse sin resquemor alguno la
declarar la nulidad de todo lo actuado -tráfico de drogas- sí era dañosa y legitimidad del secretos profesional
y absolver al encausado. Para ello, la ofensiva, puesto que presentaba un absoluta. Si esto es así, y hay leyes que
mayoría sostuvo que existía una coli­ peligro para la salud pública. (cons. 6). prescriben en qué casos debe darse a
sión de derechos en juego: por un lado Sin embargo, puso de manifiesto que conocer la información dada en confi­
el derecho a la vida de quien concurre la injerencia del estado en este tipo de dencia, ¿Por qué entonces no cumplir
al médico -quien tiene derecho a que la ley y, sea como sea, intentar buscar
conductas debía estar reglamentada y
se respete su ámbito de autonomía indi­ la forma de invalidarla?
que en el caso de la relación médico-
vidual (art. 19 C .N .)- y, por el otro, el A l redactar el artículo recordaba los
paciente estaba restringida por el
interés estatal de perseguir delitos. primeros aprendizajes basales de la
secreto profesional (art. 156 C.P. y art.
Así, remitiéndose al plenario “Nativi­ Facultad de Derecho: “ningún derecho
11 de la ley 17.132) y sólo estaba pre­
dad Frías”, dijeron que el imputado se es absoluto, todos son relativos”, “el
vista ante la hipótesis de delitos contra
encontraba en el “inhumano dilem a: la derecho a la vida es el primero y mayor
la vida y la integridad física. (art. 177.2
muerte o la cárcel.” Y que el Estado no de los derechos porque de él se derivan
CPPN), lo que no estaba configurado
podía aprovecharse de medios inmo­ todos los demás”, “la Constitución
rales para perseguir delitos, como es en el caso de Baldivieso.
Nacional y los tratados internaciona­
el inminente peligro de muerte de una les son la ley fundamental de nuestro
6. Conclusiones
persona que acude al médico. Afirma­ país”, “el abuso del derecho”, “el prin­
ron que no había en juego ningún otro Luego de haber repasado las distintas cipio 'favor debilis' en el derecho”, “el
interés, ni proceso lesivo grave en curso cuestiones que atañen a la obligación de cumplimiento irrestricto de la ley por
que fuese necesario detener para evitar conservar el secreto profesional, tanto parte de los jueces”, “igualdad, equi­
daños a la vida o integridad física de desde la obligación civil como la con­ dad, justicia” etc.
terceros, descartando así cualquier otra minación penal, entiendo que se aclara A llí se advierten, sin mayor esfuerzo,
hipótesis conflictiva. medianamente qué es lo que busca el las herramientas necesarias para resol­
Es destacable el voto de la ministra ver los casos que se presentaron más
sistema normativo, en su integralidad,
Argibay, que, en primer término, des­ arriba, tan solo por aplicación de los
cuando les exige a los ciudadanos que
cartó que hubiera implicancias contra principios generales del derecho, sin
lo cumplan. Como se dijo: que conte­
la garantía que prohíbe la autoincri- distorsión ni necesidad de subvertir
mos con cierta tranquilidad a la hora de
minación cuando se inicia un sumario los valores que los forjaron, ni intentos
requerir los servicios de algún profe­
por denuncia de un médico en una deshonestos de interpretaciones for­
sional o especialista, cualquiera sea la
situación como la del caso. La prohi­ zadas de la letra de las leyes y de los
necesidad que nos lleve a requerir sus
bición de la autoincriminación forzada valores de la sociedad, vinculadas a
servicios, en cuanto a que no revelará a
se dirige a los abusos del Estado o de los intereses propios o de una ideolo­
terceros pero no contra la acción de la terceros las cuestiones que se le venti­
gía narcisista y apegada al hedonismo
naturaleza. lan, con el riesgo de sufrir un perjuicio.
contemporáneo.
Argumentó que la doctrina del fallo Pero claro, todo tiene un límite - y ello
Si el secreto profesional no es absoluto,
“Natividad Frías” no podía implemen- no es sólo así en el ámbito ju ríd ico- y
como ningún derecho lo es y como la
tarse aisladamente, sin tener en cuenta razonablemente no puede pretenderse
misma norma bien lo especifica, ¿por
el contexto que rodeaba a la problemá­ que la obligación de conservar un qué entonces darle tal operatividad? Si
tica de las mujeres abortantes. secreto sea absoluta, puesto que si de un delito contra la vida -b ie n jurídico
Aclaró que el principio de reserva del éste modo se está posibilitando el acae­ invaluable en el que se enraízan cons­
art. 19 de la C.N. sólo permitía las inje­ cimiento de un daño o perjuicio mayor titucionalmente todos los restantes-,
rencias del Estado en la vida privada de al que se provocaría rompiendo el cometido contra un ser que carece de
los individuos en caso de afectación a silencio, un daño que involucra el bien toda posibilidad de defensa y por parte
terceros y que, para acceder al ámbito común o bienes jurídicos de mayor de quien se espera lo proteja, no habi­
privado protegido por el 18 C.N., se jerarquía, no se estarían alcanzando los lita prescindir del secreto profesional,
ideales de justicia, equidad, proporcio­ cabe preguntarse ¿cuál será entonces el
4733. 20 de abril de 2010 nalidad y racionalidad, a los que aspira supuesto que permita hacerlo?
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ATENEA - UdeMM N° 17 - 2020

Creo, entonces, que muchos operado­ intereses que se fomentan desde algu­ que mencionamos, que son las que
res del derecho deben sincerarse y eva­ nos sectores políticos, que mancillan necesariamente se han aplicado desde
luar seriamente cuál es el rol histórico la dignidad de las personas y llevan a los inicios de la civilización en pos de
que les toca cumplir y, en función de dejar de lado cuestiones elementales una comunidad más justas para todos.
ello, llevarlo a cabo con responsabili­ del derecho y del sentido común, como
dad, dejando de lado los despreciables lo vimos en algunas de las decisiones

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