RJ84 10
RJ84 10
José Luis R. Martín. Jefe del Area de Investigación Clínica (FISCAM) y Unidad de Investigación
Aplicada. Hospital Nacional de Parapléjicos. Toledo.
Holanda fue el primer país del mundo que dispensó cannabinoides en las
farmacias. En la actualidad, hay otros países en los que también se pueden
administrar cannabinoides: Reino Unido, Irlanda, Canadá, Estados Unidos y
Alemania. En España puede obtenerse nabilona como medicamento
extranjero desde el año 2001.
Ante toda esta información, se puede concluir que, tal y como se especifica
en el título de este apartado, aún nos queda mucho camino por recorrer
desde un punto de vista médico para estar preparados para extraer la
máxima utilidad a esta planta. Es necesario seguir investigando tras la pista
de estos indicios positivos que los estudios actuales nos han aportado en la
búsqueda de las dosis, los tipos de pacientes, las vías de administración o
los compuestos que nos permitan obtener el mayor número de efectos
beneficiosos y minimizar los efectos no deseados en el tratamiento de las
diferentes patologías.
Conclusiones
Resulta prácticamente imposible definir cuál es la percepción que tiene que
tener la sociedad, y en particular cada persona sobre un determinado hábito
o una sustancia para ser capaz de querer alejarla completamente de su
práctica habitual. De este modo, parece que el que traten de inculcarnos la
percepción del riesgo, del daño a la vida misma, no han sido suficientes para
alejarnos de hábitos tan probadamente dañinos como puede ser el tabaco, y
así las autoridades sanitarias con sus campañas informativas no han
conseguido, ni todavía están cerca de conseguir, la erradicación de este
hábito. Por otro lado, teniendo en cuenta que entre los patrones
conductuales de la sociedad, y concretamente de la juventud, existe una
tendencia hacia lo prohibido, hacia el riesgo, cabría pensar que el hecho de
liberalizar y restar importancia al empleo de estas sustancias en su finalidad
recreativa, provocaría entre los jóvenes el efecto contrario y la pérdida del
interés hacia este hábito. Pero lo cierto es que existen numerosos ejemplos
de hábitos no prohibidos, integrados en nuestra sociedad, como podría ser
el consumo de alcohol, que son también objeto de interés y de conductas de
abuso para estos mismos grupos de edad. Por otro lado, y sin pretender
entrar en los eternos debates sobre la legalización de algunas drogas, ¿hasta
qué punto sería ético restar importancia o permitir libremente el consumo de
sustancias de las que se conoce y se ha demostrado a priori que implican un
gran perjuicio para la salud?. Si pudiéramos volver atrás, y conocer todo lo
que sabemos ahora, por ejemplo, sobre el tabaco, ¿dejaríamos que se
instalara en nuestra sociedad con la cotidianidad e incluso la imagen positiva
con la que se ha visto en ciertas épocas, con el conocimiento de que para
muchísimas personas les ha costado la vida, o les es prácticamente
imposible echarlo de ella?
Ante este panorama, y teniendo en cuenta que por encima de todo está la
libertad de cada persona para elegir lo que quiere hacer con su vida, la única
herramienta que tenemos para protegernos, la mejor arma de la que
estamos dotados para hacer buen uso de esta libertad, es la información,
Puede ser que algún día subamos a un tren que no sabemos dónde va, pero
normalmente no seguimos subiendo cada día a trenes sin informarnos de su
recorrido, su destino. Normalmente, no organizamos nuestra vida
basándonos únicamente en lo que otros nos cuentan. Del mismo modo,
existen otros medios, a parte de lo que otros nos cuenten, para conocer
hacia dónde va este tren.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
2- Pertwee RG. Cannabis and cannabinoids: pharmacology and rationale for clinical use. Forsch
Komplementarmed 1999 Oct;6 Suppl 3:12-5.
4- Russo EB, Grotenhermen F editors. Handbook of cannabis therapeutics. From bench to bedside.
New York: The Haworth Press; 2006
5- Pertwee RG. Emerging strategies for exploiting cannabinoid receptor agonists as medicines. Br J
Pharmacol. 2009 Feb; 156(3):397-411.
10- Wayne H, Solowij N. Adverse events of cannabis. Lancet. 1998; 352: 1611-16
11- Yucel M, Solowij N, Respondek C, Whittle S, Fornito A, Pantelis C, et al. Regional brain abnormali-
ties associated with long-term heavy cannabis use. Arch Gen Psychiatry 2008 Jun;65(6):694-701.
12- van OJ, Bak M, Hanssen M, Bijl RV, de GR, Verdoux H. Cannabis use and psychosis: a longitudinal
population-based study. Am J Epidemiol 2002 Aug 15;156(4):319-27.
13- Semple DM, McIntosh AM, Stephen ML. Cannabis as a risk factor for psychosis: systematic review.
Journal of Psychopharmacology. 2005; 19: 187-194
14- Grech A, van OJ, Jones PB, Lewis SW, Murray RM. Cannabis use and outcome of recent onset
psychosis. Eur Psychiatry 2005 Jun;20(4):349-53.
15- Moore TH, Zammit S, Lingford-Hughes A, Barnes TR, Jones PB, Burke M et al. Cannabis use and risk
of psychotic or affective mental health outcomes: a systematic review. The Lancet. 2007; 370: 319-328
17- Berthiller J, Straif K, Boniol M, Voirin N, Benhaïm-Luzon V, Ayoub WB, et al. Cannabis smoking and
risk of lung cancer in men: a pooled analysis of three studies in Maghreb. J Thorac Oncol. 2008
Dec;3(12):1398-403.
18- Seoane T, Mña-Segovia S, Alonso FJ. La investigación a partir de la observación. Estudios descripti-
vos. Estudios Curso de Introducción a la Investigación Clínica). SEMERGEN 2007; 33 (5): 250-256
19- Martín-Sánchez Martín JLR, Seoane T, Lurueña-Segovia S, Alonso FJ. El Ensayo Clínico.
Metodología de calidad y bioética (Curso de Introducción a la Investigación Clínica). SEMERGEN 2007;
33 (6): 296-304
20- Jadad AR. Randomised Controlled Trials. London: BMJ Books; 1998.
21- Tramer MR, Carroll D, Campbell FA, Reynolds DJ, Moore RA, McQuay HJ. Cannabinoids for control
of chemotherapy induced nausea and vomiting: quantitative systematic review. BMJ 2001 Jul
7;323(7303):16-21.
22- Strasser F, Luftner D, Possinger K, Ernst G, Ruhstaller T, Meissner W, et al. Comparison of orally
administered cannabis extract and delta-9-tetrahydrocannabinol in treating patients with cancer-related
anorexia-cachexia syndrome: a multicenter, phase III, randomized, double-blind, placebo-controlled clini-
cal trial from the Cannabis-In-Cachexia-Study-Group. J Clin Oncol 2006 Jul 20;24(21):3394-400.
23- Wade DT, Makela PM, House H, Bateman C, Robson P. Long-term use of a cannabis-based medici-
ne in the treatment of spasticity and other symptoms in multiple sclerosis. Mult Scler 2006
Oct;12(5):639-45.
24- Tomida I, zuara-Blanco A, House H, Flint M, Pertwee RG, Robson PJ. Effect of sublingual applica-
tion of cannabinoids on intraocular pressure: a pilot study. J Glaucoma 2006 Oct;15(5):349-53.
25- Iskedjian M, Bereza B, Gordon A, Piwko C, Einarson TR. Meta-analysis of cannabis based treat-
ments for neuropathic and multiple sclerosis-related pain. Curr Med Res Opin 2007 Jan;23(1):17-24.
26- World Health Organization. Cancer Pain Relief. Geneva: WHO, 1986.
27- Jochimsen PR, Lawton RL, VerSteeg K, Noyes R, Jr. Effect of benzopyranoperidine, a delta-9-THC
congener, on pain. Clin Pharmacol Ther 1978 Aug;24(2):223-7.
28- Harbour R, Miller J. A new system for grading recommendations in evidence based guidelines. BMJ.
2001 Aug 11;323(7308):334-6.
30- Wang T, Collet JP, Shapiro S, Ware MA. Adverse effects of medical cannabinoids: a systematic
review. CMAJ. 2008; 178 (13): 1669-78
31- Martín-Sánchez E; Martín JLR; Furukawa TA; Taylor J. Meta-analysis of cannabis treatment for chro-
nic pain: more risk than benefit. In press
32- Schacht JP, Selling RE, Hutchison KE. Intermediate cannabis dependence phenotypes and the
FAAH C385A variant: an exploratory analysis. Psychopharmacology (Berl). 2008 Nov 12