Iniciativa de amor en defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, el

matrimonio y la familia en Su diseño original y los derechos y libertades fundamentales

Caracas, 07 de Julio de 2023

Ciudadana
Yelitze Santaella
Ministra del Poder Popular para la Educación
Su Despacho.-

Atención
Zonas Educativas y Jefes de Zona en todos los estados a Nivel Nacional

Estimada Ministra Santaella:

Es grato dirigirnos a usted, en la oportunidad de saludarle, como parte de la sociedad civil

organizada, actuando en nombre de la Iniciativa Por La Familia Venezolana (integrada por
padres, madres, representantes, docentes, Profesionales, Concilios, Confederaciones,
Confraternidades, Fraternidades, Iglesias de diversas confesiones, Asociaciones Civiles, Concejos
Comunales, entre otros), haciendo uso de la facultad que nos confiere el Artículo 5 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (en lo sucesivo CRBV) y en
concordancia con el mandato constitucional del Artículo 78: “El Estado, las familias y la sociedad
asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta el interés
superior en las decisiones y acciones que les conciernan”, para solicitar muy respetuosamente, la
erradicación del sistema educativo venezolano (desde maternal hasta el 6to año de bachillerato)
del programa para la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) o la Educación Sexual Integral
(ESI), y en su defecto se implemente el Programa Educativo Aprendiendo a Querer, un currículo
hecho por venezolanos, para venezolanos. Y también sea eliminada del pensum educativo (desde
maternal hasta el 6to año de bachillerato) la ideología de género contenida en la bibliografía
sugerida por la institución que usted representa

Todo ello en base a los argumentos constitucionales, legales y a lo establecido en los

acuerdos y tratados internacionales vigentes que han sido suscritos y ratificados por nuestro país,
para fundamentar la petición que a continuación hacemos:

Es el caso, que el día 25 de julio del 2022 formalizamos la primera entrega ante la
Asamblea Nacional de las más de 100 mil firmas que hemos recabado en todo el país, con una
comunicación donde denunciamos, entre otros temas, la problemática que le plantearemos, y de la
cual no recibimos respuesta satisfactoria y oportuna, en directa violación al Artículo 51 de la
CRBV.

Como padres, estamos conscientes que en el Artículo 76 de la CRBV se nos asigna al

padre y la madre el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar, mantener y asistir a
nuestros hijos. De igual manera, el Código Civil, en varios artículos (165, 193, 261, 265 y 282),
nos otorga el derecho y obligación de vigilar la educación de ellos, al igual que la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA en lo sucesivo, en sus
Artículos 5 y 35) y la Ley Orgánica de Educación (Artículos 7 y 17) donde además se nos da a
los padres el derecho y responsabilidad de educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestras
convicciones y el deber, el derecho y la responsabilidad en la orientación y formación en principios,
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valores y creencias; y como familia se nos hace corresponsables junto a la escuela, la sociedad y
el Estado en el proceso de educación ciudadana y en el desarrollo integral de sus integrantes .
Además, la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el Artículo 26.3 nos otorga el
derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a nuestros hijos, al igual
que el Pacto de San José en su Artículo 12 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos en su Artículo 18.

Por tal motivo, una vez más, responsablemente denunciamos que se nos están violentando
todos los prenombrados derechos, al incorporar en el pensum educativo diseños inconstitucionales
e ilegales que atentan contra la institución familiar, además de introducir elementos de educación
sexual que van en contra de nuestros valores y del tipo de educación que queremos enseñar a
nuestros niños.

En tal sentido, exigimos que la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) sea

erradicada del pensum educativo, desde maternal hasta el 6to año de bachillerato, ya que no
tiene sustento científico o legal, sino que, contrariamente, plantea temáticas que siembran
confusión en la mente inocente de los niños, exponiéndolos a situaciones que no son acorde a su
edad, no apegadas a los principios y valores familiares, además de plantear como opciones
determinados elementos tipificados como delitos, como lo es la enseñanza del aborto
(establecido en el Artículo 430 del Código Penal Venezolano) a niños, niñas y adolescentes
desde 3er grado hasta 6to año de bachillerato. Adicionalmente, presenta modelos de familias no
apegados al modelo constitucional de padre, madre e hijos, que es a la que hace referencia el Art.
9 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, que establece que “la familia será protegida
como unidad insustituible en el desarrollo y formación integral del individuo, a través de políticas
que garanticen el derecho a la vida”, y ese derecho a la vida solo puede ser garantizado por una
familia constituida por un hombre y una mujer, únicos que al unirse sexualmente pueden concebir;
garantizando al Estado venezolano las futuras generaciones indispensables para su existencia.
Reiteramos entonces, que esto convierte el tema en cuestión en un asunto de Seguridad y
Defensa de la Nación, máxime cuando este programa está impulsado por un organismo
multilateral pero que violenta en su contenido nuestro ordenamiento constitucional y jurídico.

También solicitamos, sea eliminada del pensum educativo (desde maternal hasta el 6to
año de bachillerato) la ideología de género contenida en la bibliografía sugerida por la institución
que usted representa, ya que, tal como hemos señalado, trae confusión a la niñez y juventud,
distorsionando su desarrollo natural, exponiéndolos a información fundamentada en percepciones
e ideologías, como la de género, que sin respaldo científico, contradice lo establecido en nuestra
CRBV en su Artículo 56 (donde establece que el Estado reconoce es la identidad biológica y no la
identidad ni percepción de género).

Así mismo, la ESI, al exponer a los niños a la iniciación sexual temprana, los hace presa
fácil para ser víctimas de abuso sexual, violentando lo contenido en el Artículo 2.1 de la Ley para
Prevención y Erradicación del Abuso Sexual contra Niños, Niñas y Adolescentes, en la cual
se establece que se deben desarrollar estrategias políticas, programas y regulaciones dirigidas a
prevenir todas las formas de abuso sexual.

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A fin de ampliar lo anteriormente descrito, a continuación, referimos las Consideraciones

sobre los Documentos de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud respecto a
la Currícula de la Educación Sexual Integral, advirtiendo cómo desde la institucionalidad se
transgrede la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica de
Protección del Niño, Niña y Adolescente, la Ley para la Prevención y Erradicación del Abuso
Sexual contra Niñas, Niños y Adolescentes y los Tratados Internacionales ratificados por la
República.

Síntesis del contenido del Currículo ESI:

Es preciso que comencemos diciendo que, según los organismos internacionales tales
como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)1 y la Organización Mundial de
la Salud (OMS)2, el objetivo explícito de la Educación Integral en Sexualidad (EIS) o la
Educación Sexual Integral (ESI) es empoderar a niños a tener relaciones sexuales, con
conocimiento, dignidad, salud y respeto.

En tal sentido, establecen tal educación por grupos de edad, como continuación se
describe:

Este currículo plantea que a los grupos de 0 a 4 años se les debe impartir información respecto
al disfrute y al placer que se puede sentir al tocarse el propio cuerpo, es decir, a la masturba
infantil temprana (en el programa aplicado en Venezuela, se plantea como juegos exploratorios
de la sexualidad), instruyendo a los niños a hablar sobre “lo que se siente bien en tu cuerpo y
explorar la desnudez del cuerpo”, presuponiendo que los niños y niñas de estas edades pueden
tomar sus propias decisiones.

En el segundo grupo, de edades desde los 4 a los 6 años, se plantea el desarrollo de una
identidad de género positiva (el Estado venezolano solo reconoce la identidad biológica), que
busca la consolidación de la identidad de género. Lo grave de este enfoque, es que, además de
introducir elementos ideológicos que contradice lo biológico y científicamente comprobable, parten
de la idea que un niño de ese rango de edad, primero, entiende el concepto de género y segundo,
puede consolidar su identidad de género. Se establece también, como objetivo de este grupo etario
la masturbación infantil temprana, exponiendo que los sentimientos sexuales con palabras de
disfrute, la cercanía y la excitación son positivos. También esboza, como otro objetivo, que los
niños de estas edades tiendan a obtener capacidades para desarrollar amistad y amor por
personas del mismo sexo, indicándoles que eso no estaría mal, haciéndolos presas fáciles de
pedófilos, siendo que el Estado venezolano, mediante la figura del Fiscal General, está
impulsando la campaña “Pedofilia es Crimen”.

En el grupo etario de 9 años se plantean como objetivos que los niños puedan tener capacidad
de tomar decisiones respecto a la paternidad, al embarazo y a la fertilidad, desde donde se les
enseña sobre diferentes métodos de concepción y de anticoncepción. Igualmente, les parece

1
unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/265335spa.pdf
2 https://www.icmec.org/wp-content/uploads/2016/06/WHOStandards-for-Sexuality-Ed-in-Europe.pdf

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esta una edad apropiada para hablar sobre el tema en los medios, incluyendo internet, y vuelven a
mencionar la autoestimulación, las relaciones y se les habla de la influencia positiva de estas en el
bienestar y en la salud de las personas.

En el siguiente grupo de edad, comprendido por niños entre los 9 y 12 años, según define el
currículo, es adecuado para enseñar acerca del uso de métodos anticonceptivos. Es allí, donde
ya se les va a enseñar acerca de su primera experiencia sexual y, sobre la base de esta
información, los niños deben poder tomar decisiones conscientes respecto a si quieren o no tener
experiencias. Además, se les indica que deben aceptar las diferentes expresiones, incluyendo
besos, tocamientos, caricias; entre otros, (haciéndolos vulnerables de ser víctimas de abuso
sexual y que eso les parezca normal)

En el grupo de edad comprendido entre los 12 y 15 años, según estas organizaciones

internacionales, los niños, niñas y adolescentes están preparados para poder medir las ventajas y
las consecuencias de tener una actividad sexual y, por tanto, pueden tomar estas decisiones de
manera libre y responsable para tener relaciones seguras y placenteras.

Adicionalmente, en el grupo de 15 años se plantea enseñar acerca del sexo transaccional a

cambio de pequeñas porciones de dinero (antesala a la prostitución infantil).

Enfoque del Currículo ESI:

Las instituciones internacionales que desarrollaron este currículum parten de la premisa
que los niños tengan una identidad de género consolidada entre los cuatro 4 y los 6 años, pero
apenas, entre los nueve 9 y los 12 años, les explican la diferencia entre identidad de género y
sexo biológicamente bueno, lo cual está enfocado desde la ideología, contradiciendo lo biológico,
que es lo científicamente comprobable (Art. 100 de la CRBV).

En el mismo documento se argumenta que los niños entre 9 y 12 años pueden tomar
responsabilidad para tener relaciones placenteras y seguras y que pueden desarrollar una
actitud de responsabilidad mutua por la salud y el bienestar de sus parejas. Además, según
su concepto, resulta muy importante que los niños y niñas de este último rango de edad
desarrollen competencias en medios modernos, incluyendo redes sociales e internet, lo que
constituye un peligro porque exponen a los niños a la pornografía en la web y al grooming.

Principios que desarrolla el Currículo ESI:

Entre los principios, que son bastante preocupantes, está el principio 16, el cual indica
que es plausible las conductas sexuales entre personas, sin importar la edad, violentando las
normas de tratados internacionales sobre protección de los niños, niñas y adolescentes, referidos a
la capacidad disminuida que tienen para dar consentimiento.

Otro principio alarmante, es el 14, dice que no se puede penalizar a aquellas personas
que estén actuando para ayudar a otra persona, sea menor o sea adulto, a realizar sus derechos
sexuales (ya sea proveyendo información, productos o servicios; siempre que no sea mediante
fuerza, cohesión o fraude). Es decir, bajo este principio, cualquier profesional de la salud
podría, por ejemplo, dar anticonceptivos a un menor de edad (sin el consentimiento de sus
padres) ya que forma parte de sus derechos reproductivos. También, bajo este principio, los

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profesionales de la Salud Mental o los maestros pueden iniciar una terapia de afirmación de
género o podrían practicar abortos en menores, sin el consentimiento de los padres.

Peligros del currículo ESI:

Todos los principios desarrollados por la ESI parten de la premisa de que los menores
tienen derecho a consentir y a tomar decisiones sobre su propia sexualidad.

Lo que se está poniendo sobre la mesa es que ese currículo se conecta con otras
tendencias a nivel global como lo es MAP (movimiento activista pedófilo, que promueve que la
atracción por menores de edad sea normalizado y legalizado) y parten de la línea de pensamiento
de que está bien que personas perturbadas busquen tener relaciones con los niños y niñas.

Según estimaciones, estos representan un 5% de la población global, es decir que tal

condición la podría tener al menos cinco de cada 100 personas. De esto se puede concluir que
tenemos un enorme problema con la pretendida implementación del currículo ESI ya que se
buscaría que el mismo sirva de plataforma para el abuso y explotación infantil. Mientras, los
deberes y responsabilidades irrefutables de los padres son y serán proteger a sus hijos de estos
peligros.

Consideraciones constitucionales, legales y de instrumentos internacionales sobre el

currículo ESI:

LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES SON SUJETOS VULNERABLES DE

DERECHOS, DESDE LOS MISMOS INSTRUMENTOS INTERNACIONALES. La Convención
sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional de las Naciones Unidas, firmado en
1989 que está vigente desde el 2 de septiembre de 1990, a través del cual se enfatiza que los
niños tienen los mismos derechos que los adultos y se subrayan aquellos derechos que se
desprenden de su especial condición de seres humanos que, por no haber alcanzado el pleno
desarrollo físico y mental, requieren de protección especial. Esto quiere decir que la convención
reconoce a los niños como sujetos de derecho, pero convierte a las personas adultas en
sujetos de responsabilidades.

Igualmente, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley

Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) contienen
disposiciones que buscan proteger a los niños del abuso.

A continuación, detallamos los principales artículos relacionados con este tema:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:

Artículo 75: Establece que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la protección,
cuidado, educación, alimentación, salud, seguridad y afecto, en un ambiente adecuado para su
pleno desarrollo. Además, prohíbe cualquier forma de abuso o maltrato.
Artículo 78: Reconoce el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en condiciones dignas
y recibir protección integral del Estado, la familia y la sociedad para garantizar su desarrollo
integral.

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Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA)

Artículo 32: Establece el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser protegidos de cualquier
forma de maltrato, abuso o violencia, así como a recibir atención, asistencia y apoyo para su
recuperación física, síquica y moral.
Establece que los niños, niñas y adolescentes no pueden ser sometidos a tratos inhumanos y
degradantes. Asimismo, dice que el Estado, las familias y la sociedad deben proteger a todos los
niños, niñas y adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltratos, abusos o
negligencias que afecten su integridad personal.
Artículo 33: Obliga al Estado a proteger a los niños, niñas y adolescentes de cualquier forma de
explotación, abuso sexual, amenazas o cualquier acto que atente contra su integridad personal.
Artículo 50: Señala que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser informados e
informadas y educados o educadas, de acuerdo a su desarrollo.
Artículo 259: Abuso sexual a niños y niñas. Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o
participe en ellos, será penado o penada con prisión de dos a seis años. Si el acto sexual implica
penetración genital o anal, mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o
penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales, la prisión será de quince a
veinte años. Si el o la culpable ejerce sobre la víctima autoridad, Responsabilidad de Crianza o
vigilancia, la pena se aumentará de un cuarto a un tercio. Si el autor es un hombre mayor de edad
y la víctima es una niña, o en la causa concurren víctimas de ambos sexos, conocerán los
Tribunales Especiales previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia conforme el procedimiento en esta establecido.

Ley para Prevención y Erradicación del Abuso Sexual contra Niños, Niñas y Adolescentes
Artículo 9: El Estado, las familias y la sociedad tienen la obligación de desarrollar todas las
acciones necesarias y adecuadas para la prevención y erradicación de cualquier forma de abuso
sexual contra las niñas, niños y adolescentes, así como para la protección integral de las víctimas
directas o indirectas de estas situaciones.
Artículo 10: El sistema educativo debe desarrollar acciones para la prevención del abuso sexual
contra niñas, niños y adolescentes. A tal efecto, deberán garantizar programas de acuerdo a su
desarrollo para prevenir el abuso en todas sus formas.

Convenio internacional sobre las peores formas de trabajo infantil (1999)

Artículo 3: A los efectos del presente Convenio, la expresión “las peores formas de trabajo infantil”
abarca: b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de
pornografía o actuaciones pornográficas.

A modo de conclusión:
No se trata de una interpretación del documento, sino de que, al implementar este
programa, se está transgrediendo el derecho de los padres a decidir el tipo de educación que ha
de impartirse a los hijos.

Se trata de un riesgo potencial que una persona perturbada sea, por coincidencia, la
encargada de impartirlo y que pueda utilizar tales lineamientos o pautas de los organismos
internacionales con el currículo ESI para abusar de los niños, niñas y adolescentes.

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Es evidente que es demasiado peligrosa su implementación y que existen temas que no

deben tocarse sin la supervisión de los padres. Se vulnera entonces con su ejecución, el interés
superior de los niños, niñas y adolescentes. Así como trasgrede el derecho de los padres a decidir
sobre la educación de sus hijos, sobre todo en materias sensibles como estas, así como de su
derecho de proteger a sus hijos ante cualquier tipo de riesgo.

Este tipo de Educación y este currículo, como ya se mencionó, pueden incluso promover el
abuso activo de menores. Nadie puede justificar, por ejemplo, una conversación sobre sexo entre
un adulto extraño y menores de entre cero y cuatro años, y que tal cosa no constituya un abuso en
sí mismo.

La ejecución del ESI omite el hecho que en el desarrollo del cerebro humano no se pueden
medir las consecuencias de las propias acciones hasta después de los 23 años, sin embargo, se
plantea como objetivo que los niños adquieran competencias en el uso de medios modernos, tales
como redes sociales, y presupone que también deben poder lidiar con la pornografía.

Es que la ESI constituye en sí misma un abuso infantil y, por lo tanto, no se puede

confiar a extraños la educación sexual de niños, niñas y adolescentes, siendo que es algo
que corresponde a los padres.

Este currículo tiene sesgos respecto a la circunstancia en la que el Estado tendría que
inmiscuirse en este tema, siendo un aspecto que solo los padres son generalmente los que
verdaderamente velan por el bienestar de sus hijos. Son los padres los que conocen
verdaderamente el nivel de desarrollo cognitivo de sus hijos y saben si están preparados o no para
ciertos temas.

Por todas estas razones, los padres son las personas más adecuadas para instruir a
sus propios hijos en la materia, informando a los infantes acerca de su cuerpo o a
instruirlos acerca de cómo protegerlo.

Bajo ninguna circunstancia, el sistema educativo venezolano, en sus dos modalidades

pública o privada, con la metodología propuesta por el currículo de la Educación Sexual Integral
(ESI), están facultados para decirle a los niños cómo, cuándo, con quién y bajo qué valores deben
iniciar su vida sexual. Tampoco estamos de acuerdo que, a nombre de la educación sexual, se dé
lugar a la repartición de métodos anticonceptivos (como condones y píldoras) a niños y sin
conocimiento de los padres ya que, en lugar de evitar el embarazo precoz, lo promueve
(incitándolos a iniciarse sexualmente y a ser promiscuos).

En Venezuela, la ESI se presenta por niveles y modalidades del subsistema de educación

inicial, primaria, media, general y técnica (desde maternal hasta sexto año de bachillerato, en el
caso de los liceos técnicos), tal como lo dicta el Ministerio del Poder Popular para la Educación
y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el documento Orientaciones
Pedagógicas para la Educación Integral de la Sexualidad en el subsistema de Educación
Básica. Proyecto Educativo Integral Comunitario (PEIC) y Proyecto de Aprendizaje (PA).

Para finalizar, hacemos de su conocimiento que, desde diferentes ciudades y regiones del
país, padres y representantes (con mucha preocupación y angustia) nos han informado que se

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está violentando sus derechos a decidir el tipo de educación que deben recibir sus hijos ya que se
les está enseñando y normalizando conductas sexuales contrarias a los valores y principios
inculcados en el seno de la familia.

PROPUESTA:
En conclusión, de acuerdo a los anteriores razonamientos, siendo propositivos y supliendo
cualquier vacío que consideren podría quedar, requerimos atención y respuesta oportuna a los
reclamos que estamos haciendo, para lo cual proponemos:

Implementar el Programa Educativo Aprendiendo a Querer, un currículo hecho por

venezolanos para venezolanos que contiene 13 niveles (desde preescolar hasta el final de la
secundaria), cuyos 13 textos de aventuras y experiencias noveladas muy populares proporcionan a
los alumnos perspectivas de situaciones de la vida de niños y adolescentes, y la oportunidad de
discutir y discernir opciones. Cada nivel tiene su guía para el docente, facilitando su uso.

Cabe destacar que el mismo está siendo implementado ya en 489 escuelas de 12 estados
del país, en su mayoría públicas (nacionales y municipales), así como religiosas, con resultados
altamente efectivos, entre los que se destacan la disminución significativa de los niveles de
violencia y de embarazos infanto-adolescentes.

Este probado éxito se debe a que, además de trabajar la sexualidad desde la perspectiva
biológica, apegados a la CRBV, este Programa fortalece los valores familiares y ciudadanos,
ayudando al alumno a formar un plan de vida.

El impacto positivo de su implementación, ha quedado demostrado en países como Hungría,

República Dominicana y Trinidad y Tobago que han ejecutado el Programa Educativo
Aprendiendo a Querer, avalado desde el propio Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de
Educación, en sus respectivos currículos educativos.

Es importante dar a conocer que dicho Programa se encuentra, hasta los momentos, al
servicio de más de 25 países, con 200.000 alumnos en África.

Agradeciendo su valiosa atención a la presente, en espera de su oportuna y adecuada

respuesta, tal como lo contempla el Artículo 51 de la CRBV, hacemos propicia la ocasión para
reiterarle nuestra distinguida consideración y estima personal.

Atentamente,

Linda de Márquez
V-10.424.822
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