Marco Teórico, Arbitrariedad, Abuso de Poder y Omisión
Marco Teórico, Arbitrariedad, Abuso de Poder y Omisión
Marco Teórico, Arbitrariedad, Abuso de Poder y Omisión
1.- ARBITRARIEDAD
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la arbitrariedad es el acto o
proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado por la voluntad o capricho. El
término procede del latín arbitrarius que significa, además de arbitrario, incierto y dudoso.
Sin embargo, un examen más detallado de los términos nos permite obtener un punto de vista
más positivo relacionado con la libertad y la capacidad de opción reservadas al hombre por su
condición de ser racional. De hecho, si nos fijamos en el significado del término arbitrio,
observamos que procede del latín arbitrium que significa elección, voluntad, libertad y
albedrío. Y de ahí se derivan otros términos como árbitro, o arbitrar, que hacen referencia a
la posibilidad de elegir utilizando la capacidad humana de entendimiento y raciocinio.
Según Otero Parga, son todos aquellos requisitos que deben ser cumplidos para poder calificar
una conducta de arbitraria. Los siguientes:
Conducta Antijurídica
Poder Público
Irregularidad Caprichosa
Conducta Antijurídica:
En este sentido son esclarecedoras las palabras de Legaz Lacambra que entendía la
arbitrariedad como la conducta antijurídica de los órganos del Estado bien por alteración del
procedimiento con arreglo al cual debe ser establecida una norma determinada, bien por
desconocimiento del contenido específico que una norma inferior debe desarrollar con relación
a una norma superior; o bien por transgresión de la esfera de la propia competencia ejecutiva.
Estos actos antijurídicos, y por tanto contrarios a derecho no se hallan necesariamente
sancionados como delitos y de ahí la necesidad de intentar frenarlos, al menos por la vía de la
interdicción de la arbitrariedad.
Poder público:
Esta segunda característica responde a la apreciación de que sólo se produce arbitrariedad,
técnicamente hablando, cuando la conducta antijurídica de que se trate procede del Estado o
poder público. Según Ihering, el Estado se halla en distinta situación que el súbdito porque
tiene no sólo la misión, sino el poder de realizar el derecho. El Estado ordena y el súbdito
obedece y si no lo hace será castigado. Mientras que si quien incumple es el superior su
conducta no puede ser objeto de castigo. Por ello, Ihering califica a la arbitrariedad como una
«injusticia del Estado»
En este mismo sentido, pero de forma aún más clara, se manifestó Recaséns afirmando que
aunque toda arbitrariedad es negatoria de derecho, no todos los actos contrarios a derecho
implican arbitrariedad sino «solamente aquellos que proceden de quien dispone del supremo
poder social efectivo». Es decir, son Arbitrarios «los actos antijurídicos de los poderes
públicos con carácter inapelable». Ya que los actos presuntamente arbitrarios de los poderes
inferiores serán antijurídicos o ilegales, pero no técnicamente arbitrarios ya que no sólo
pueden, sino que tienen que ser anulados por los poderes superiores. Mientras que si el acto
antijurídico es cometido por el poder superior no existe ninguna otra instancia a la que poder
recurrir. De ahí la afirmación del antiguo proverbio que establece que «duele menos el puño
del derecho que el dedo meñique de la arbitrariedad».
Irregularidad caprichosa:
Entendemos que obrar de acuerdo con el derecho implica siempre seguir unas normas
preestablecidas, un orden, mientras que la arbitrariedad supone «obrar sin arreglo a ninguna
norma ni criterio objetivo y estable, el obrar sin apoyo en un fundamento dado, sólo porque sí,
sólo en virtud del capricho o antojo subjetivo del momento».
El ser humano necesita la seguridad que le proporciona el orden. Necesita saber a qué
atenerse en caso de que opte por contravenir las normas jurídicas. Y por ello la humanidad ha
caminado históricamente hacia la lucha contra la arbitrariedad y consecuentemente hacia la
instauración de un Estado de Derecho, aunque a veces, como dice Atias, (este esfuerzo
histórico para reducir la parte de la actividad humana abandonada a la arbitrariedad) «está
lejos de haber sido consciente y deliberado»
Las víctimas del abuso de poder 18. Se entenderá por "víctimas" las personas que, individual o
colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como
consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal
nacional, pero violen normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos.
19. Los Estados considerarán la posibilidad de incorporar a la legislación nacional normas que
proscriban los abusos de poder y proporcionen remedios a las víctimas de esos abusos. En
particular, esos remedios incluirán el resarcimiento y la indemnización, así como la asistencia y
el apoyo materiales, médicos, psicológicos y sociales necesarios. 20. Los Estados considerarán
la posibilidad de negociar tratados internacionales multilaterales relativos a las víctimas,
definidas en el párrafo 18. 21. Los Estados revisarán periódicamente la legislación y la
práctica vigentes para asegurar su adaptación a las circunstancias cambiantes, promulgarán y
aplicarán, en su caso, leyes por las cuales se prohíban los actos que constituyan graves abusos
de poder político o económico y se fomenten medidas y mecanismos para prevenir esos actos,
y establecerán derechos y recursos adecuados para las víctimas de tales actos, facilitándoles
su ejercicio.
2.- ABUSO DE AUTORIDAD:
El extinto abogado penalista guatemalteco, Guillermo Alfonso Monzón Paz, nos ilustra
abusando de los poderes inherentes a sus funciones, comete cualquier hecho no previsto
como delito por una especial disposición legal, con el fin de acusar a la administración o a los
Más adelante Monzón Paz, expresa: "En el sistema del derecho penal, el abuso de
autoridad tiene dos funciones: una genérica y otra específica. Puede adherirse a cualquier
hecho para cuya consumación se haya valido el agente de su calidad de funcionario público; y
puede originar un delito aparte, es decir, un hecho que, por su gravedad se convierte en
elevarse al título particular de delito, es el fin del lucro, la venalidad demostrada del
como lo expresa Carrara- son el odio, el favor la soberbia, el ánimo herido u otro efecto
De lo expuesto por Monzón Paz, extraemos lo siguiente: El agente tal y como vimos
líneas arriba, solo puede ser un funcionario o empleado público, pero los particulares, sí
es decir cometido mediante un evidente y real abuso del poder de que está investido el
sujeto activo o agente, es un acto revertido por un acto ilícito, ilegítimo y antijurídico.
Guillermo Alfonso Monzón Paz, nos continúa ilustrando al decir: "En general
acriminado, sea que exceda los límites de su propia competencia, sea que no observe las
discrecional, no solo cuando se violan las normas legales para el ejercicio de él sino cuando
se realiza con un fin definitivo de aquel para el cual ese poder fue conferido. Esto sucede
cuando el móvil del acto discrecional es contrario al interés público, o cuando coincide con
Por nuestra parte, completamos lo dicho por el jurista Monzón Paz, diciendo que
solo se necesita la posibilidad de un o algún daño representado por la intención del sujeto
Por nuestra parte, completamos lo dicho por el jurista Monzón Paz, diciendo
del sujeto activo o agente, para que se tipifique el delito de abuso de autoridad, no
como delito por alguna disposición legal especial, que viene a ser como un elemento
La omisión constituye un obrar pasivo, una inacción, una inactividad humana, ya sea
siguiente:
inconsciente, por ejemplo, en los casos de olvido que puede traer como
que para que ésta exista, la norma penal ordene ejecutar un hecho y el agente
indispensable para la creación formal de todas las figuras delictivas, suele operar
de dos maneras distintas: obrar activo y obrar pasivo, dando origen a la clasificación
Los delitos de los artículos del 11 al 17 del código penal regula que en ellos, la
corporal) que infringe una ley prohibitiva, por ejemplo en la comisión del homicidio
consiste en un no hacer algo, infringiendo una ley preceptiva, que ordena hacer algo;
artículo 18 del código penal y en ellos, la conducta humana infringe una ley
acción cometidos mediante una omisión, por ejemplo, la madre que da muerte a su
hijo recién nacido al no proporcionarle los alimentos que éste por sí solo no puede
Bibliografía:
Dávila.