Trabajo Final Perspectivas Actuales

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

Materia: Perspectivas actuales de la evaluación educativa comisión B

Profesor: MG. Adriana López y Ing. Carmen Silva

Alumna: Herrera Patricia Alejandra Herrera.

DNI: 31268142

Fabiana Eliana Bersabe.

DNI:38.212.395

Criterios de evaluación:
- Capacidad para la transposición de modelos referenciales teóricos y operativos
a la realidad institucional y de sala.
- Nivel de problematización y de posicionamiento crítico en las argumentaciones
que se desarrollen.
- Capacidad para dar visibilidad al estado de situación de la evaluación en el
escenario profesional mediante anclajes descriptivos y críticos concretos y
situados.

1- Seleccionar dos dispositivos/instrumentos de evaluación. Uno debe pertenecer


al ámbito de la política educativa de la jurisdicción o de la gestión de una
institución y otro debe pertenecer al escenario de la sala. No es condición que
usted esté involucrada en ellos. Su finalidad es que esos materiales se
conviertan en objeto de análisis.

Nota: Adjuntar estos materiales en el desarrollo que usted/es presente/n.

2- Contextualizar brevemente estos materiales (lugar de pertenencia, tiempo de su


aplicación, autores, destinatarios, etc.)

3- Analizarlos a la luz de dos de los autores abordados en la asignatura. En este


análisis deben estar presentes desarrollos descriptivos y críticos. Se deben
hacer prevalecer apreciaciones situadas en las realidades que se analizan, por
encima de la reproducción de la teoría. Este análisis debe realizarse desde
“miradas” que perciban acercamientos o distancias en relación con el marco
teórico/autores que se manejen.
Para comenzar abordar el análisis de los dispositivos de evaluación, tomamos ideas y
conceptos de los textos de “evaluar para aprender” y “claves para promover un
aprendizaje significativo” basados en la idea de que nuestro rol como docentes, es una
práctica, una actividad con sentido.
Las autoras entienden a la evaluación como una oportunidad para que los estudiantes
pongan en juego sus saberes, visibilicen sus logros, aprendan a reconocer sus
debilidades y fortalezas, además de la función de promover y certificar. Proponiendo
también a los docentes actividades significativas para promover el aprendizaje.
A continuación, presentamos una rubrica de evaluación en una sala de nivel inicial que
será uno de nuestros objetos de análisis.

VER RUBRICAS (CTRL+CLICK)

Desde nuestro punto de vista algunas rubricas de evaluación, tienden a simplificar y


reducir la complejidad del aprendizaje o la tarea evaluada a unas pocas categorías o
niveles predefinidos. En cambio, en esta seleccionada no notamos que nos limitan a la
comprensión completa del progreso y las habilidades de los estudiantes, sino que se
tienen en cuenta aspectos más sutiles o contextuales.
No se centran en una cuantificación del desempeño, asignando valores numéricos o
niveles a cada criterio. Ya que nos pueden conducir a una evaluación rígida y
superficial, sin prestar suficiente atención a aspectos cualitativos y habilidades más
complejas que no podrán medirse fácilmente con números. Sino más bien que nos
muestra una evaluación más cualitativa, ya que los niños tienen habilidades y estilos
de aprendizaje diferentes, y consideran completamente las fortalezas y debilidades
individuales.
Si bien los instrumentos de evaluación suelen ser estáticos y difíciles de modificar una
vez creadas. En este caso nos resulta, que al tener en cuenta las capacidades de los
niños/as podemos reflejar cambios en el contenido, la metodología o las necesidades
de evaluación a lo largo del tiempo.
Creemos también que como docentes los criterios subjetivos o las interpretaciones
personales pueden influir en la puntuación final, lo que afectara a la equidad y la
validez de dicha evaluación. Pues al enfocarnos principalmente en los resultados,
estos instrumentos pueden descuidar el proceso de aprendizaje o ejecución.
Los instrumentos de evaluación en nivel inicial son herramientas fundamentales para
comprender y medir el desarrollo y el progreso de los niños en esta etapa crucial de su
educación. La reflexión sobre estos instrumentos es esencial para garantizar que se
utilicen de manera efectiva y respetuosa con el desarrollo infantil.
En el nivel inicial, los niños se encuentran en una etapa crucial de desarrollo cognitivo,
emocional, social y físico. En este tipo de rúbricas que utilizamos como objeto de
estudio nos permiten una comprensión completa del progreso del niño en todas sus
dimensiones y no ignora las diferencias individuales y únicas de cada niño. Teniendo
en cuenta que cada infante se desarrolla a su propio ritmo, las rúbricas podrían no
capturar adecuadamente estas diferencias, reduciendo la riqueza y diversidad de las
habilidades y capacidades de los niños.
Si bien estas rubricas hacen hincapié más precisamente en el área de lengua
podríamos agregar otros aspectos a tener en cuenta como lo es el juego y la
creatividad que son fundamentales en el aprendizaje temprano, ya que los niños
exploran el mundo que los rodea y desarrollan habilidades fundamentales. Las
rúbricas podrían poner énfasis en resultados específicos, lo que podría limitar la
libertad y la espontaneidad del juego y la creatividad.
La evaluación en el nivel inicial a través de rúbricas podría generar estrés y ansiedad
tanto en los niños como en nosotros, los educadores. Los pequeños pueden sentir la
presión de cumplir con ciertos estándares, lo que podría afectar su autoestima y su
entusiasmo por aprender.
Aunque las rúbricas intentan ser objetivas, aún existe un grado de subjetividad en la
evaluación, lo que puede afectar la equidad y precisión del proceso. Los educadores
podrían interpretar los criterios de manera diferente, lo que lleva a resultados dispares.
Es importante para nosotras que, las rúbricas no se centren en el resultado final del
aprendizaje, porque podría restar importancia al proceso de aprendizaje en sí mismo.
El énfasis en obtener una calificación determinada puede distraer de la importancia de
aprender de los errores y disfrutar del proceso de descubrimiento.
Existe desde nuestro punto de vista un riesgo de desmotivación, cuando los niños son
constantemente evaluados y clasificados, algunos podrían desmotivarse si no
alcanzan los estándares establecidos. Esto podría conducir a una mentalidad de
"cumplir con los requisitos" en lugar de cultivar una verdadera pasión por el
aprendizaje.
Desde nuestro lugar, en la tarea docente debemos poner énfasis en los componentes
individuales para evaluarlos por separado y reconocer que las rúbricas también
pueden ser herramientas útiles cuando se utilizan con cuidado y con una comprensión
adecuada de sus limitaciones. Son especialmente valiosas cuando se aplican de
manera equitativa, se diseñan de forma flexible y se combinan con otros enfoques de
evaluación que permitan obtener una imagen más completa del desempeño de los
estudiantes.
En conclusión, a nuestro primer objeto de estudio es que además de depender
exclusivamente de rúbricas, es importante que nosotros los educadores en el nivel
inicial utilicemos una amplia variedad de métodos de evaluación, incluyendo la
observación cuidadosa y el seguimiento del progreso individual de cada niño. La
evaluación debe considerar la diversidad de habilidades, talentos y ritmos de
desarrollo, así como enfocarse en el desarrollo integral y el fomento del amor por el
aprendizaje en los niños.
Coincidimos con lo que nos muestra el diseño curricular de la Provincia de Córdoba,
“Quienes pasamos largas horas en la sala sabemos que la jornada está llena de
oportunidades, y que los chicos no aprenden sólo ni principalmente en los momentos
“de actividad”. Hay muchas rutinas cotidianas que esconden un enorme potencial
pedagógico y que permiten ser aprovechadas con versatilidad. La agenda
es un instrumento de enseñanza, por supuesto, porque anticipa y planifica
intervenciones estratégicas para promover aprendizajes. Pero también es una
herramienta evaluativa porque jerarquiza, esto es, va reconociendo qué es lo más
importante a medida que la semana transcurre, y nos ayuda a pensar qué debe
ser cambiado, repensado o enfatizado en las intervenciones cotidianas”.

Segundo objeto de estudio:

RUBRICA II (Ctrl+Click)

La evaluación es un proceso en el que deben consensuarse diferentes intereses,


valores, puntos de vista. El énfasis en la actualidad no es velar o buscar aquel juicio
imparcial que debe garantizarse mediante la competencia del evaluador, el poder del
profesor y el uso de unos rigurosos procedimientos técnicos, sino que hay que verla
como una herramienta que estimula el debate democrático en el aula. Esto no implica
que no deban existir instancias evaluativas individuales y escritas, pero sí puede
implicar un modo dialógico de devolver las producciones. Cuando el vínculo docente‐
estudiante se centra en la construcción del conocimiento, la instancia de evaluación es
una estrategia más en donde el estudiante, más allá de los resultados obtenidos en la
misma, es capaz de poder leer su proceso de aprendizaje, identificar y expresar sus
necesidades, establecer objetivos y expectativas, realizar un plan de acción para
conseguirlo, identificar recursos, pasos lógicos, valorar logros, saberse desafiado.
La evaluación a los estudiantes no es la única que debe de tomarse en cuenta puesto
que los docentes tienen un papel fundamental en el ejercicio, entonces podemos
empezar nuestro análisis diciendo que la evaluación docente es un proceso que se ha
vuelto cada vez más importante en las instituciones. Esta importancia radica en los
dos grandes propósitos para los cuales se lleva a cabo, por una parte, sus resultados
son utilizados para contribuir al mejoramiento de la calidad docente (propósito
formativo) y, por otra parte, son un insumo para la toma de decisiones respecto a la
permanencia y promoción de los académicos en las instituciones (propósito sumativo.)
Existen diversos agentes que pueden intervenir en la evaluación de la calidad de la
docencia, tales como, los propios docentes, jefes directos, pares académicos y la
encuesta de opinión a los estudiantes. Sin embargo, a pesar de la existencia de esta
variedad de posibilidades, el instrumento más utilizado es el cuestionario de
evaluación o grilla de evaluación.
No obstante, de ser una práctica generalizada, y en muchas ocasiones la única fuente
de información para tomar decisiones, la aplicación de cuestionarios, para evaluar la
calidad docente es un tema que genera polémica. Existen numerosas investigaciones
que no han llegado a consenso respecto a su efectividad para mejorar la calidad de los
docentes. De hecho, y a pesar de existir una extensa literatura respecto al tópico, aún
quedan pendientes aspectos relacionados a la confiabilidad y validez de los
instrumentos, carencia de marcos adecuados para el diseño de los cuestionarios, y
diferencias existentes entre los constructos evaluados por los instrumentos y aquellos
que los estudiantes consideran deben tener los docentes efectivos.
La evaluación a los docentes como un instrumento para medir la efectividad de los
académicos es una práctica que se ha generalizado en todo el mundo, siendo su
propósito original la recolección de información que sirviera para retroalimentar la
práctica docente.
Algunos investigadores argumentan que los cuestionarios son una medida válida de la
eficacia de la enseñanza, y que existe suficiente evidencia de cambio por parte de los
docentes que sugiere que su desempeño puede mejorar a lo largo del tiempo, además
que los sistemas de evaluación tienen un efecto indirecto en los resultados de los
estudiantes, Sin embargo, consideramos que existen resultados empíricos que se
contraponen a la idea del mejoramiento docente mediante la evaluación, además de
poner en duda la validez de la percepción de los estudiantes, y considerar la
evaluación docente como meros concursos de personalidad donde docentes
incompetentes son premiados con buenas notas.
Otro inconveniente detectado en la evaluación docente se relaciona con el diseño de
los instrumentos. A pesar de la extensa investigación realizada, no existe un consenso
respecto al marco conceptual en el cual se puedan basar los cuestionarios de
evaluación docente ni respecto al número y naturaleza de las dimensiones de la
docencia que deben ser capturada por los mismos, como resultado, los instrumentos
de evaluación docente varían en función de las características y conveniencia de cada
institución en particular. Muchas instituciones utilizan instrumentos ad hoc que no han
sido validados, mientras algunas utilizan instrumentos validados y basados en teorías
educacionales.

CONCLUSION
El proceso de enseñanza-aprendizaje requiere un seguimiento continuo de sus
avances con el objetivo de detectar a tiempo aquellas iniciativas o metodologías que
no están teniendo el resultado deseado y corregir aquellas fallas o errores que se
encuentren. La evaluación de los maestros y profesores, lejos de pretender ser una
crítica a su trabajo o limitar su libertad de cátedra, se configura como un proceso para
mejorar el desempeño de su labor y garantizar que se alcanzan los objetivos
educativos que se ha marcado un centro educativo. El alumno, su bienestar y su
aprendizaje, está en el centro de esta concepción.
A modo de conclusiones de este trabajo se pueden indicar los siguientes puntos:
El proceso de evaluación docente debe perseguir los siguientes objetivos que
podemos sintetizar en:
Analizar y detectar si la práctica docente se adecúa a las particularidades de un grupo
y a las necesidades de los alumnos.
Detectar dificultades particulares que puedan repercutir en el proceso de enseñanza.
Comprobar que la implementación de la programación educativa se ajusta a lo
planificado.
Realizar un análisis crítico, individual y colectivo de la labor docente con la intención
de mejorar en los aspectos posibles.
Realizar un ejercicio de transparencia sobre la práctica docente de cara al resto de la
comunidad escolar.
La evaluación de los docentes se desarrolla, necesariamente, de forma paralela al
propio proceso educativo. No hay un único momento idóneo para realizar la
evaluación. En función del método que se utilice podrá determinarse una periodicidad,
pero los momentos habituales son al cierre de cada trimestre y del curso académico.

También podría gustarte