Tipos de Suelo
Tipos de Suelo
Tipos de Suelo
Tipos de suelo
Existen muchos tipos de suelos. Más aún si se toman en cuenta las múltiples
formas de categorizarlos, que sirven a distintos propósitos cada una. Por
ejemplo, estudios geográficos para fines de agricultura determinan las
diferencias entre suelos de forma distinta que uno que tenga que busque
estudiar la construcción, además de que realizará sus separaciones de forma
diferente, abarcando más o menos porciones de tierra dentro de una categoría.
Según la geografía: sirve propósitos más regionales que los segundos, y puede
ser usado como referencia general para conocer de qué tipo de suelo se trata en
el contexto geográfico.
Regesol, que se trata del material suelto sobre la roca y ubica la mayoría de las
sierras
Litosol, el cual predomina en función forestal, agrícola y ganadero
Xerosol, que es árido y seco.
Leptosol. son suelos someros y pedregosos que pueden tener roca continua en
o muy cerca de la superficie. Se encuentran en todos los tipos de climas (secos,
templados, húmedos) y son particularmente comunes en las zonas montañosas
y en planicies calizas superficiales.
Histosol, con material orgánico acumulado en la costa de la península
Vertisol, abundantes en arcilla y cambiantes con la temperatura
Tipos de suelo según su textura
Para propósitos más relacionados a la construcción, se puede hablar de suelo
en el contexto de su textura. En este sentido, se pueden clasificar de formas
diferentes:
Arenoso: de textura muy ligera y posee muy poca carga orgánica. En
consecuencia, no es un terreno fértil. Sin embargo, es una útil fuente de
materiales para la construcción.
Arcilloso: tiene una textura pesada y pegajosa abundante en materia orgánica.
De igual manera, la arcilla es un material útil para la construcción.
Limoso: no contiene materia orgánica y es estéril por definición.
Pedregosos: compuesto de rocas de diferentes tamaños.
Tipos de suelo según su integridad
Esta clasificación de suelos es la más importante para la industria de la
construcción, debido a que sus características determinarán el tipo de
cimentaciones que requiere el desarrollo.
Tomar en cuenta el suelo para planear cimientos es importante, pues así se
asegura que el terreno sea capaz de soportar la obra por construirse. Si no es
tomado en cuenta, puede poner en peligro la integridad de la misma.
Podemos identificar tres tipos elementales de suelos según su integridad.
Roca
Suelos finos
Suelos granulares
Sus características e implicaciones son las siguientes:
Roca
Sin mucha alteración, son capaces de sostener el peso de las edificaciones. Se
encuentran aquí los suelos pedregosos de los que hablamos previamente.
Suelos finos
En los suelos finos, un significativo porcentaje de su composición proviene de
materiales finos. Aquí podemos incluir los suelos arcillosos y limosos. Son
menos capaces de sostener que las rocas, por lo que requieren cimientos más
detallados.
Suelos granulares
Este tipo de suelo también cuenta con material fino, tal como grava y arena, por
sí solas o en mezcla. Como es de esperarse, podemos incluir aquí los suelos
arenosos. Así como los suelos finos, sus requerimientos de cimentación son
más complejos que los de los suelos de roca.
Suelos Arenosos
A los suelos arenosos también se les llaman suelos flojos, sueltos o secantes. ¿Por
qué?
Se les llama suelos flojos o sueltos porque cuando tienen una cierta humedad se
labran con facilidad.
También se les llama suelos secantes porque tienen una alta capacidad de drenaje, lo
que hace que el suelo se seque muy rápido.
Al tener esa alta capacidad de infiltración son suelos porosos con buena aireación, lo
que permite una rápida mineralización de la materia orgánica.
A diferencia de los suelos arcillosos, los suelos arenosos sufren menor erosión,
principalmente porque el agua entra con mayor facilidad en el suelo.
Los suelos arenosos son suelos de menor fertilidad que los suelos arcillosos por
disponer de menor número de partículas que son químicamente activas.
La erosión es el desgaste o denudación de suelos y rocas que producen distintos procesos en la
superficie de la Tierra. La erosión implica movimiento, transporte del material, en contraste
con la alteración y disgregación de las rocas, fenómeno conocido como meteorización y es uno
de los principales factores del ciclo geográfico. Entre los agentes erosivos están la circulación
de agua o hielo, el viento, o los cambios térmicos. La erosión produce el relieve de los valles,
gargantas, cañones, cavernas y mesas, y puede ser incrementada por actividades humanas.
Suelos Francos
Son suelos de textura media que tienen una buena capacidad de retención de agua
pero también de liberación de esa agua para la planta. Por eso, se le llama suelos
frescos a este tipo de suelos.
Al ser un suelo entre arcilloso y arenoso, tiene una fertilidad media, una capacidad
media de erosión y una capacidad de mineralización de la materia orgánica media.
Es un suelo muy interesante para el cultivo de especies perennes como el olivo,
almendro o la vid.
Además de todo lo anterior, son los suelos más fáciles de manejar por parte del
agricultor.
Suelos Salinos
Son suelos donde la presencia de sales es muy alta, independientemente del tipo de
textura que tenga el suelo. Cuando se suma un suelo arcilloso con un suelo salino la
capacidad productiva del suelo disminuye mucho.
El principal problema que tiene este tipo de suelos es que dificulta mucho la absorción
de agua por la planta, lo que se traduce en que sólo se pueden dar en estos suelos
plantas adaptadas.
La principal adaptación que tienen estas plantas es que necesitan invertir energía en
coger el agua del suelo, lo que deriva en pérdidas de energía para la producción
agrícola o ganadera.
La salinización de los suelos es el proceso de acumulación en el suelo
de sales solubles en agua. Esto puede darse en forma natural, cuando se trata
de suelos bajos y planos, que son periódicamente inundados por ríos o arroyos; o si el
nivel de las aguas subterráneas es poco profundo y el agua que asciende
por capilaridad contiene sales disueltas.