El documento describe los diferentes tipos de suelos. Explica que el suelo es un medio biológicamente activo formado por materiales inorgánicos y orgánicos. Se divide en horizontes como el A, B y C. Luego describe los principales tipos de suelos como arcillosos, calizos, limosos, arenosos y francos, explicando sus características. Finalmente, menciona los 7 tipos de suelos comunes en Colombia.
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El documento describe los diferentes tipos de suelos. Explica que el suelo es un medio biológicamente activo formado por materiales inorgánicos y orgánicos. Se divide en horizontes como el A, B y C. Luego describe los principales tipos de suelos como arcillosos, calizos, limosos, arenosos y francos, explicando sus características. Finalmente, menciona los 7 tipos de suelos comunes en Colombia.
El documento describe los diferentes tipos de suelos. Explica que el suelo es un medio biológicamente activo formado por materiales inorgánicos y orgánicos. Se divide en horizontes como el A, B y C. Luego describe los principales tipos de suelos como arcillosos, calizos, limosos, arenosos y francos, explicando sus características. Finalmente, menciona los 7 tipos de suelos comunes en Colombia.
El documento describe los diferentes tipos de suelos. Explica que el suelo es un medio biológicamente activo formado por materiales inorgánicos y orgánicos. Se divide en horizontes como el A, B y C. Luego describe los principales tipos de suelos como arcillosos, calizos, limosos, arenosos y francos, explicando sus características. Finalmente, menciona los 7 tipos de suelos comunes en Colombia.
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Qué es el suelo
El suelo es un medio poroso, biológicamente activo, estructurado y está desarrollado en
la superficie de la Tierra. El suelo incluye aquellos materiales superficiales de la geosfera (parte sólida del planeta) biológicamente activos. Se diferencia de las rocas en que este incluye materia inorgánica (mineral, agua, gases) y orgánica (humus) que se están transformando, lo que da lugar a su estructuración y organización en horizontes. Tiene un papel muy importante pues cumple con funciones ecológicas importantes, es el hábitat de muchos seres vivos, regula el ciclo hidrológico y el clima y participa en el reciclado biogeoquímico (como el ciclo del carbono, nitrógeno, etc.). Por ello, hay que ser conscientes de la contaminación que le producimos, la cual nos afecta a todos los seres vivos del planeta. En EcologíaVerde hemos preparado este otro artículo sobre Cómo evitar la contaminación del suelo. Cómo se divide y organiza el suelo Los suelos y sus características pueden variar espacialmente, tanto lateral como verticalmente. La variabilidad vertical está definida por la presencia de distintos niveles con diferentes características y propiedades, formando una secuencia de horizontes que constituye el perfil edáfico o solum. Por tanto, los horizontes son niveles más o menos paralelos a la superficie con unas características que le diferencian de los otros pero que están relacionados. El suelo comienza a formarse cuando una roca queda expuesta a la atmósfera, y empieza a ser colonizada por líquenes y cuando sus minerales comienzan a descomponerse y a alterarse física y químicamente. Este proceso se conoce como meterorización. Esto da lugar a la formación de los horizontes A y C. Horizonte A: es el horizonte más superficial y está formado por la actividad biológica como consecuencia de la implantación de la vegetación. Horizonte B: también llamado horizonte de acumulación. Su origen es consecuencia de los procesos de traslocación y transformación de los materiales de los horizontes A y B. En él se acumulan productos de alteración y de formación nueva. Horizonte C: es el más profundo (situado después del B) y está constituido por la roca madre y por fragmentos derivados de la meteorización.
Clasificación de los Tipos de Suelos
Existen diferentes sistemas de clasificación de los suelos según diversas variables. Sin embargo, en este artículo nos vamos a centrar en los tipos de suelos más comunes que se reconocen comúnmente por los agricultores y ganaderos con palabras coloquiales, de manera que puedas tener una idea inicial de qué tipos de suelos pueden existir y te sean fácilmente identificables. En concreto, los tipos de suelos que puedes distinguir de forma común son: Suelos Arcillosos Suelos Calizos Suelos Limosos Suelos Arenosos Suelos Francos Suelos Salinos Suelos Arcillosos A los suelos arcillosos coloquialmente se le puede definir como suelos fuertes, pesados o ardientes. ¿Por qué se les llama así? Se les llama suelos fuertes o ardientes porque tienen una capacidad de retener el agua fuertemente. Esta es una buena característica cuando los años son de lluvia media o alta. Sin embargo, cuando los años son secos el suelo retiene el agua con fuerza y no permite que la planta lo tome. Este es el motivo de denominarse como suelos fuertes o ardientes. También se les llama suelos pesados porque son suelos que cuando están húmedos son muy pesados para el laboreo, principalmente por esa alta capacidad de retener agua que tienen. Este tipo de suelos son suelos que tienden a la compactación si no tienen una buena estructura a través de un buen manejo de ese suelo. Estos suelos se suelen labrar porque se agrietan en época de sequía. Sin embargo, la mejor forma de manejarlos sería mediante el fomento de una buena estructura a través de materiales orgánicos. Suelen ser suelos fértiles donde la capacidad de retención de nutrientes es alta, por lo que responden bien a la nutrición externa y evitan que se laven fácilmente los nutrientes aportados. Suelos Calizos o Albarizas El origen de este tipo de suelo es la meteorización de la roca caliza que genera suelos con alta presencia de caliza, dándole el color blanco característico. Tiene prácticamente las mismas características que los suelos arcillosos, sin embargo, tienen el problema de presentar un pH elevado, lo que se traduce en bloqueo en el suelo de algunos macro y microelementos esenciales para la nutrición de las plantas. Suelos Limosos A los suelos limosos también se les denomina como suelos de albero. Son suelos amarillos anaranjados que tienen el problema de presentar una alta capacidad para la compactación, lo que se traduce en baja capacidad de infiltración de agua y mala aireación para el sistema radicular de las plantas. Los suelos limosos también presentan el problema de una media – baja fertilidad, lo que se traduce todo ello en suelos de difícil manejo. Suelos Arenosos A los suelos arenosos también se les llaman suelos flojos, sueltos o secantes. ¿Por qué? Se les llama suelos flojos o sueltos porque cuando tienen una cierta humedad se labran con facilidad. También se les llama suelos secantes porque tienen una alta capacidad de drenaje, lo que hace que el suelo se seque muy rápido. Al tener esa alta capacidad de infiltración son suelos porosos con buena aireación, lo que permite una rápida mineralización de la materia orgánica. A diferencia de los suelos arcillosos, los suelos arenosos sufren menor erosión, principalmente porque el agua entra con mayor facilidad en el suelo. Los suelos arenosos son suelos de menor fertilidad que los suelos arcillosos por disponer de menor número de partículas que son químicamente activas. Suelos Francos Son suelos de textura media que tienen una buena capacidad de retención de agua pero también de liberación de esa agua para la planta. Por eso, se le llama suelos frescos a este tipo de suelos. Al ser un suelo entre arcilloso y arenoso, tiene una fertilidad media, una capacidad media de erosión y una capacidad de mineralización de la materia orgánica media. Es un suelo muy interesante para el cultivo de especies perennes como el olivo, almendro o la vid. Además de todo lo anterior, son los suelos más fáciles de manejar por parte del agricultor. Suelos Salinos Son suelos donde la presencia de sales es muy alta, independientemente del tipo de textura que tenga el suelo. Cuando se suma un suelo arcilloso con un suelo salino la capacidad productiva del suelo disminuye mucho. El principal problema que tiene este tipo de suelos es que dificulta mucho la absorción de agua por la planta, lo que se traduce en que sólo se pueden dar en estos suelos plantas adaptadas. La principal adaptación que tienen estas plantas es que necesitan invertir energía en coger el agua del suelo, lo que deriva en pérdidas de energía para la producción agrícola o ganadera. Existen 7 tipos de suelos en Colombia para cultivar los cuales son: Entisoles
Son los suelos más jóvenes, con bajo desarrollo de perfil (horizontes). Se ubican principalmente en zonas inestables. Como planos de inundación, dunas de arena y pendientes inundadas. Al igual que los inceptisoles, sus características son similares a las de los principales suelos encontrados en una región, pero con menor evolución. (Lea: Colombia, el país de la diversidad de suelos)
Inceptisoles
Son también suelos jóvenes y con características variadas; la principal, que los diferencia de los demás suelos, es que son menos evolucionados, es decir, son suelos en estados iniciales de desarrollo de perfil del suelo, con un horizonte A incipiente, que no alcanza para definir otro tipo de suelo y que se encuentra sobre el horizonte B que se diferencia principalmente por el color (más oscuro es el A, más claro el B).
Por lo anterior, se puede esperar que las características de los inceptisoles en las diferentes regiones de Colombia guarden las propiedades de los suelos predominantes en ellas, pero que no sean lo suficientemente evolucionados para ser clasificados en otro tipo de suelo.
Andisoles
Suelos formados a partir de cenizas volcánicas como material parental, de texturas generalmente francas, de moderada a alta, que rápidamente acumulan materia orgánica y complejo aluminio-humus, que ocasionan la adsorción de fósforo, haciendo deficiente este elemento en los andisoles.
Presentan moderada a alta capacidad de intercambio y generalmente por la presencia de aluminio, son de pH con tendencia ácida. Son suelos considerados de alta productividad.
Vertisoles
Son suelos con alto contenido de arcillas, con la característica especial de ser expansibles –en época seca se contraen y en época húmeda se expanden-, ocasionado que no tengan horizontes definidos sino mezclados. (Lea: Tipos de suelos y formas de tratarlos a favor de la ganadería)
Tienen alta capacidad de intercambio catiónico, y en general, alta fertilidad. Su principal limitante es física porque la contracción-expansión ocasiona rompimiento de raíces. Es frecuente encontrarlos en zona del Valle del Cauca.
Histosoles
Son suelos desarrollados a partir de la acumulación de materiales orgánicos, en zonas donde las condiciones climáticas no son favorables para su descomposición y mineralización.
En Colombia, estos suelos se forman cerca de los lagos y lagunas, donde el material vegetal se acumula sobre el agua a tal punto, que se forman este tipo de suelos en donde la materia orgánica se puede encontrar en varios grados de descomposición. Son suelos fértiles, pero deben ser manejados de forma especial porque son muy frágiles.
Ultisoles
Son los suelos con mayor evolución después de los oxisoles. Se caracterizan por ser ácidos, con alta saturación de aluminio, bajos contenidos de carbono orgánico y baja capacidad de intercambio. En general, son de baja fertilidad, de textura principalmente arcillosa y se desarrollan preferiblemente en climas de alta temperatura y humedad.
Oxisoles
Son los suelos más evolucionados de acuerdo a la clasificación de la USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.). Al igual que los ultisoles, se presentan preferiblemente en zonas cálidas húmedas.
Son suelos ácidos, de baja CIC y bajo contenido de carbono orgánico y se diferencian de los ultisoles porque sus arcillas están compuestas básicamente por óxidos de hierro y aluminio. (Lea: Ganadero, cuide el suelo de su finca porque es un recurso no renovable)
Por esta razón estos suelos son distintivamente rojos, color característico en la región de los llanos orientales de Colombia.