Preguntas Frecuentes
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EVALUACIÓN FORMATIVA
Documento actualizado al: 01/09/2022
La evaluación formativa
La evaluación formativa es un proceso permanente y sistemático en el que se recoge y analiza información para conocer y valorar
los procesos de aprendizaje y los niveles de avance en el desarrollo de las competencias. Sobre esta base, se toman decisiones de
manera oportuna y pertinente para la mejora continua de los procesos de aprendizaje y de enseñanza. En este sentido, la finalidad
de la evaluación es contribuir al desarrollo de las competencias de los estudiantes y, como fin último, a los aprendizajes del Perfil de
Egreso de la Educación Básica.
Para este propósito, se pueden plantear tres interrogantes fundamentales: ¿Hacia dónde vas? ¿Dónde estás ahora? ¿Cómo
puedes llegar ahí? (Atkin, Black y Coffey, 2001).
Es así como una evaluación formativa enfocada en competencias busca, en diversos tramos del proceso, lo siguiente:
Valorar el desempeño de los estudiantes al resolver situaciones o problemas que signifiquen retos genuinos para ellos, retos que
les permitan poner en juego diversas capacidades, así como integrarlas y combinarlas.
Identificar el nivel actual en el que se encuentran los estudiantes respecto a las competencias con el fin de ayudarlos a avanzar
hacia niveles más altos.
Crear oportunidades continuas para que los estudiantes demuestren hasta dónde son capaces de combinar de manera pertinente
las diversas capacidades que integran una competencia. La finalidad de la evaluación formativa no es verificar la adquisición aislada
de contenidos o habilidades, o distinguir entre los que aprueban y no aprueban.
2. ¿Qué aspectos debo considerar para desarrollar el proceso de evaluación formativa con mis estudiantes?
- Comunicar y garantizar que los estudiantes comprendan lo que van a aprender, para qué, cómo y con qué criterios serán
evaluados.
- Generar un clima favorable para la evaluación, es decir, promover espacios de reflexión e interacción que permitan a los
estudiantes demostrar lo aprendido, así como identificar y comunicar sus logros, dificultades y errores, plantear cómo superarlos y
qué aprender de ellos para mejorar sus aprendizajes. Todo ello mostrando siempre confianza en las posibilidades de los
estudiantes para aprender considerando sus características e intereses.
- Plantear situaciones significativas retadoras, auténticas y complejas que sean posibles de alcanzar por el estudiante en el marco
de una experiencia de aprendizaje.
- Formular criterios de evaluación a partir de los estándares y desempeños que se ajusten a la situación o problema a enfrentar, que
estén alineados entre sí y describan la actuación correspondiente.
- Recoger y analizar evidencias que den cuenta del aprendizaje de los estudiantes, que permitan valorar el nivel de logro, identificar
sus avances y dificultades, y generar acciones en coordinación con el tutor y director para brindarles los apoyos necesarios
considerando la diversidad.
- Realizar una retroalimentación eficaz identificando aciertos, errores recurrentes y los aspectos que más atención requiere, y, a
partir de ello, proporcionarles información oportuna que los lleven a reflexionar y a la búsqueda de estrategias que les permitan
mejorar sus aprendizajes.
En una experiencia de aprendizaje, las producciones/actuaciones deben dar cuenta del desempeño de las y los estudiantes
respecto del progreso de las competencias seleccionadas en el propósito de aprendizaje. Estas producciones/actuaciones deben
ser coordinadas o acordadas entre todas y todos los docentes (en secundaria) para ser capaces de responder al reto que plantea la
situación. Lo deseable es que las y los estudiantes enfrenten situaciones retadoras que requieran la movilización de competencias
de diferentes áreas; esto permite que la actuación sea compleja, tal y como ocurre en las situaciones de la vida cotidiana. Este
abordaje compartido con otros docentes permite determinar un esquema de actuación más competente para las y los estudiantes.
Por ello, se requiere del trabajo colegiado para el planteamiento de la situación, de los criterios y actividades que se van a proponer,
para determinar qué y cuándo "mirará" cada uno de los docentes el desempeño del estudiante. Los docentes pueden planificar
experiencias de aprendizaje que impliquen la puesta en juego de competencias asociadas a varias áreas curriculares o solo a una
de ellas (dependerá de la intención pedagógica). Por otro lado, si se plantea una experiencia de aprendizaje que involucra el
desarrollo de competencias asociadas a más de un área curricular, las producciones o actuaciones que se propongan darán cuenta
del desarrollo de dichas competencias, por lo que no podemos pensar solo en un producto, sino en todo lo que el estudiante hace
para afrontar la situación planteada. Allí cada docente, desde su expertise, evaluará el desarrollo de las competencias asociadas al
área curricular correspondiente.
En el Currículo Nacional de la Educación Básica, se plantea para la evaluación de los aprendizajes el enfoque formativo. Desde
este enfoque, la evaluación es un proceso sistemático en el que se recoge y valora información relevante acerca del nivel de
desarrollo de las competencias en cada estudiante, con el fin de contribuir oportunamente a mejorar su aprendizaje.
Para ello, se utilizan instrumentos de evaluación cuyos criterios están en relación con las capacidades de las competencias que
hagan visible la combinación de estas al afrontar un desafío, y que se precisen y describan en niveles de logro.
Esta forma de evaluar nos permitirá una evaluación holística y analítica de la competencia de los estudiantes, observando no una
capacidad de manera aislada, sino en su combinación con otras. En el caso de que un estudiante tenga un desenvolvimiento
disminuido en algún criterio (evaluación analítica), se entiende que tiene un menor desarrollo de la competencia. Este nivel de
desarrollo debe considerarse como una debilidad que hay que trabajar, porque no podrá seguir creciendo en el desarrollo de su
competencia si ese aspecto no es atendido oportunamente.
Se pueden obtener o recoger evidencias de aprendizaje a través de diversas técnicas e instrumentos, como observación directa o
indirecta, anecdotarios, entrevistas, pruebas escritas, portafolios, experimentos, debates, exposiciones, entre otros.
Asimismo, se puede valorar la evidencia, es decir, contrastar los aprendizajes que demuestra el estudiante con los criterios
establecidos para identificar el nivel de progreso del aprendizaje con relación a la competencia, usando instrumentos como listas de
cotejo, escalas de valoración, rúbricas, entre otros.
Las evidencias de aprendizaje se caracterizan por ser producciones o actuaciones que dan cuenta de qué sabe y/o puede hacer el
estudiante ante una situación en un contexto determinado, en relación con los criterios de evaluación establecidos para evaluar el
aprendizaje (RVM N.° 094-2020-MINEDU).
Por ello, se deben seleccionar aquellas evidencias de aprendizaje que han exigido a los estudiantes una actuación compleja,
integral y articulada de las competencias y sus capacidades en la situación de aprendizaje. En otras palabras, permiten determinar
el desarrollo de algunos de los diversos recursos contenidos en una competencia (capacidades) en un tiempo determinado, por lo
que deben ser relevantes y plantear una actuación compleja.
Los desempeños nos permiten, igualmente, ver lo que hacen los estudiantes respecto a los niveles de desarrollo de las
competencias (estándares de aprendizaje). Son observables en una diversidad de situaciones o contextos. No tienen carácter
exhaustivo, más bien ilustran algunas actuaciones que los estudiantes demuestran cuando están en proceso de alcanzar el nivel
esperado de la competencia o cuando han logrado este nivel. En líneas generales, los desempeños son actuaciones observables
de los estudiantes. Pueden ser desempeños complejos, como las descripciones contenidas en los estándares de aprendizaje, o
pueden ser desempeños más acotados, como los que se encuentran, a modo de ejemplos ilustrativos, en los Programas
Curriculares de cada nivel o modalidad.
La finalidad de utilizar rúbricas de evaluación es la de identificar los niveles de logro de las competencias de los estudiantes a partir
de la valoración de los desempeños observados en relación con el desarrollo de la competencia. También son utilizadas con fines
de retroalimentación.
Las rúbricas se elaboran sobre la base de criterios de evaluación previstos, los cuales deben ser conocidos previamente por los
estudiantes.
8. ¿Qué aspectos debo considerar para desarrollar el proceso de evaluación formativa con mis estudiantes?
- Comunicar y garantizar que los estudiantes comprendan lo que van a aprender, para qué, cómo y con qué criterios serán
evaluados.
- Generar un clima favorable para la evaluación, es decir, promover espacios de reflexión e interacción que permitan a los
estudiantes demostrar lo aprendido, así como identificar y comunicar sus logros, dificultades y errores, plantear cómo superarlos y
qué aprender de ellos para mejorar sus aprendizajes. Todo ello mostrando siempre confianza en las posibilidades de los
estudiantes para aprender considerando sus características e intereses.
- Plantear situaciones significativas retadoras, auténticas y complejas que sean posibles de alcanzar por el estudiante en el marco
de una experiencia de aprendizaje.
- Formular criterios de evaluación a partir de los estándares y desempeños que se ajusten a la situación o problema a enfrentar, que
estén alineados entre sí y describan la actuación correspondiente.
- Recoger y analizar evidencias que den cuenta del aprendizaje de los estudiantes, que permitan valorar el nivel de logro, identificar
sus avances y dificultades, y generar acciones en coordinación con el tutor y director para brindarles los apoyos necesarios
considerando la diversidad.
- Realizar una retroalimentación eficaz identificando aciertos, errores recurrentes y los aspectos que más atención requiere, y, a
partir de ello, proporcionarles información oportuna que los lleven a reflexionar y a la búsqueda de estrategias que les permitan
mejorar sus aprendizajes.
9. ¿Cómo evaluar a un estudiante que no presenta evidencias, pero sí está presente en el aula virtual?
10. ¿La evidencia de aprendizaje se puede considerar como producto final de la experiencia de aprendizaje, o se debe
entregar una evidencia en cada sesión?
Durante el desarrollo de la experiencia de aprendizaje, el docente debe recopilar aquellas producciones y/o actuaciones realizadas
por las y los estudiantes que le brinden información de lo que saben hacer con respecto a las competencias. Las evidencias se
obtienen en concordancia con la situación y los propósitos de la experiencia de aprendizaje. Esto no implica que en cada actividad o
sesión de aprendizaje el docente solicite y analice evidencias. La selección de evidencias dependerá de qué requiere el docente
observar y analizar en relación con las competencias.
Sí, al inicio y durante todo el año lectivo. La evaluación en el marco del enfoque formativo se caracteriza por realizarse de forma
permanente durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, y por centrarse en recoger información que permita identificar los
logros y dificultades de las y los estudiantes, con la finalidad de ayudarlos a progresar desde el nivel real de sus aprendizajes.
Por ello, al iniciar, durante y al término de un periodo se debe evaluar las competencias de las y los estudiantes.
Es preciso reiterar la importancia de recoger también información sobre las condiciones y oportunidades o apoyos que el contexto
ofrece a las y los estudiantes para aprender.
Para la evaluación diagnóstica de entrada o inicio de año, el docente analiza diversas fuentes o propone situaciones que le provean
de información del nivel de desarrollo de las competencias del estudiante, y para este la evaluación no debe significar una
experiencia agobiante que afecte sus expectativas de reencuentro en la institución educativa.
¿Participarán de la evaluación diagnóstica las y los estudiantes que afrontan barreras para el aprendizaje?
Sí: nuestras y nuestros estudiantes de la educación básica especial, o aquellos que presentan algún tipo de discapacidad, con
talento y superdotación y se encuentran en la educación básica regular/alternativa, deben participar de la evaluación diagnóstica sin
excepción, con el fin de que las y los docentes puedan identificar sus logros y necesidades de aprendizaje para tomar decisiones.
Es importante considerar la evaluación psicopedagógica y la elaboración/ajuste del Plan de Orientación Individual (POI) o el Plan
Educativo Personalizado (PEP). La evaluación de las y los estudiantes que enfrentan barreras educativas debe ser flexible para
responder a sus demandas educativas. Esto implica que los criterios de evaluación que elaboremos tienen que considerar los
apoyos educativos y ajustes razonables para atender a la diversidad de nuestras y nuestros estudiantes. Para ello, y según
corresponda, podremos utilizar instrumentos de evaluación ajustados a sus necesidades de aprendizaje, planes educativos
personalizados, recursos y materiales educativos que respondan a sus características, lenguajes alternativos, sistemas
aumentativos y alternativos de comunicación, espacios accesibles y un tiempo adecuado.