Significados de La Fraccion 5
Significados de La Fraccion 5
Significados de La Fraccion 5
1 a
En este artículo se hace referencia exclusivamente a las fracciones de la forma , en las que tanto a co-
b
mo b son números naturales. El lector podrá evaluar por sí mismo cuáles de los significados atribuibles a las
fracciones de esta clase particular son traspolables a las fracciones que se definen en base a pares de nú-
meros enteros.
Según Freudenthal, los objetos matemáticos (más o menos formales) “ordenan” familias
de fenómenos, en la medida en que permiten clasificarlos en función de sus regularida-
des.
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Por ejemplo, la fracción puede describir tanto la acción de repartir equitativamente un
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lote de 3 ha entre 5 herederos como el resultado de esa acción (¿Qué área del lote (en
ha) le corresponde a cada heredero?).
Ahora bien: las dimensiones identificadas se juegan en distintos significados de las frac-
ciones. A continuación los enumeramos, sin pretensiones de exhaustividad, ni de evitar
solapamientos entre un significado y otro.
Para cada significado formulamos, además, algunas observaciones de tono didáctico: qué
dificultades se les asocian, que aportes específicos hacen a la construcción del megacon-
cepto de fracción, etcétera.
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a) La fracción como expresión que vincula la parte con el “todo” (continuo o dis-
creto).
En este caso, la fracción es la respuesta a la pregunta ¿Qué parte es (del entero o del
todo o de la unidad de que se trate)?
En particular, son muy habituales las presentaciones en las cuales el todo continuo es
una región o superficie, y la dimensión medible, el área. En ellas, la fracción indica una
subárea de la región o superficie unitaria.
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Ejemplo: ¿Qué parte de la figura se ha sombreado? ( )
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Hay evidencias de que este significado de las fracciones es el más fácil de aprehen-
der. Sin embargo, trae algunas dificultades de las que es necesario hacerse cargo di-
dácticamente (sin que ello implique interdicción alguna respecto del trabajo con esta
interpretación de las fracciones).
En primer lugar, no es infrecuente que los alumnos puedan responder que la parte
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sombreada en la figura del ejemplo anterior es , pero que no admitan que también
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En segundo lugar, este significado de las fracciones no es adecuado para las fraccio-
nes “impropias” (fracciones mayores que la unidad); por ejemplo, los alumnos tienden
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a interpretar la siguiente representación de como (hay 5 partes sombreadas de
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un total de 6):
Un error de tenor similar (en tanto se pierde de vista cuál es el todo de referencia)
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puede producirse si para resolver + los estudiantes optan por representar los
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sumandos en diagramas diferentes:
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A partir de esta representación, el resultado de la suma puede ser leído como ;
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queda, así, “justificado”, además, el procedimiento al que muchos alumnos recurren
Si centran dicha equivalencia en la forma de las partes, no reconocerán que se han som-
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breado del cuadrado:
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Ejemplo: Emilia ha comido 5 de los 12 alfajores de una caja. ¿Qué parte de los alfajo-
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res comió? ( )
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Este punto de vista tampoco facilita la interpretación de las fracciones impropias (si
una fracción expresa una parte de un todo, es poco coherente que la parte sea mayor
que el todo...).
Sin embargo, este significado de las fracciones aporta elementos diferenciales respec-
to de la interpretación más tradicional en términos de totalidad continua.
Ya comentamos que uno de los efectos posibles de presentar las fracciones sólo (o
prevalentemente) como expresión de la relación parte/todo continuo, es la tendencia
de los alumnos a ignorar el todo de referencia.
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Véase, también, La fracción como operador.
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Véase, también, La fracción como razón o recurso para comparar dos conjuntos o dos medidas.
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Tal tendencia puede ponerse en tensión, y reelaborarse, planteando en el aula situa-
ciones como ésta, afín a la idea de operador:
Los alumnos que no adviertan la necesidad de conocer cuánto dinero había llevado
cada uno de los chicos para poder responder, sostendrán que quien gastó más dinero
es Valentín, porque, haciendo pie en una representación usual como la que sigue, en
la que las totalidades de referencia se han igualado sin que haya información que au-
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torice a hacerlo, es más que :
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Cuando la fracción operador opera en contextos discretos, los alumnos pueden come-
ter dos errores, que tienen su origen en la confusión conjunto-elemento.
A su vez, una fracción es una escritura o notación que representa a un número real de
un tipo particular: un número fraccionario o racional. La fracción no es el número (no
se puede identificar con él), sino uno de los modos de escribirlo o representarlo (así,
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, o 0,5 son otros tantos modos de escribir o representar al mismo número).
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Considerar a las fracciones como representantes de puntos de la recta numérica per-
mite llamar la atención sobre el hecho de que las fracciones representan números en y
por sí mismas (los números asociados a aquellos puntos); en cambio, desde las inter-
pretaciones anteriores, las fracciones quedan más ligadas a un objeto de referencia (el
todo continuo, el todo discreto, el objeto sobre el cual operan).
¿En qué sentido esta perspectiva –las fracciones como representantes de puntos de la
recta numérica– hace aportes específicos a la noción de fracción?
En primer lugar, facilita la comprensión de las fracciones impropias (una fracción re-
presenta a un punto de la recta numérica, y a un número; el punto bien puede estar a
la derecha de 1; el número bien puede ser mayor que 1).
El hecho de que muchos chicos no se percaten de que las fracciones expresan exac-
tamente el resultado de la división entre dos números naturales parece vincularse con
un trabajo escolar insuficiente sobre esta interpretación de las fracciones.
La pregunta disparadora es, en este caso: ¿En qué relación están?, que conduce, por
ejemplo, a respuestas tales como:
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9 El número de alumnos de Séptimo “A” es del de Séptimo “B” (comparación entre
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conjuntos).
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9 La cantidad de alumnas mujeres de Séptimo “A” es de la cantidad total de estu-
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diantes del curso (comparación entre un subconjunto y el conjunto en el cual está
incluido).
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9 Mara pesa de lo que pesa Rita (comparación entre medidas).
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Es decir: este significado contextual de las fracciones permite reflexionar con los alum-
nos acerca de la inexistencia de una unidad o un todo, naturales y absolutos; cual-
quiera de los términos de la comparación puede funcionar como unidad o como todo.
Pero permite también inscribir el trabajo en el campo conceptual de las razones, las
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proporciones y los porcentajes: que de los estudiantes de Séptimo “A” sean mujeres
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significa que 4 de cada 5 estudiantes lo son, o que 8 de cada 10 estudiantes lo son, o
que 80 de cada 100 estudiantes lo son, o que el 80 % de los estudiantes lo son.
Sin embargo, una precisión conceptual resulta necesaria. Formalmente, una fracción
es un par ordenado de números enteros, el segundo de los cuales es distinto de cero
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(aun cuando en este artículo, como ya señalamos, sólo nos referimos a las fracciones
determinadas por pares ordenados de números naturales).
Los números reales que participan de una razón pueden ser cualesquiera; en particu-
lar, y a diferencia de lo que sucede con las fracciones:
9 El segundo número real del par puede ser cero; por ejemplo, si en un curso hay 25
varones y ninguna mujer, la razón de la cantidad de varones a la de mujeres es 25
a 0.
9 La razón puede ser un número irracional, como en el caso de la razón entre la lon-
gitud de una circunferencia y su diámetro, que es el número irracional π.
Puede ser interesante discutir con los alumnos si la pregunta anterior admite como
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respuesta (la fracción que resulta de simplificar ), o, en general, cualquier frac-
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ción equivalente a (por ejemplo, ).
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En la medida en que la probabilidad de un suceso es un número (real), tanto como
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o son respuestas legítimas, ya que todas ellas representan al mismo número.
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No obstante, ¿conservan todas ellas el sentido de la pregunta planteada? indica
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Disponer de este significado de las fracciones (la fracción como probabilidad) puede
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facilitar el proceso de comparación de determinadas fracciones. En efecto: , ¿es
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menor que ? ¿Es igual? ¿Es mayor?
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Claro está que para que este razonamiento resulte espontáneo es condición necesaria
estar familiarizado con las fracciones como expresión de probabilidades.
Quizá no sea ajeno a la respuesta el carácter monocorde con que curso tras curso volve-
mos sobre las fracciones, enfatizando sólo uno de sus significados posibles: el de partes
de un todo, y, más puntualmente, el de subáreas de una región o superficie unitaria, en el
cual insistimos y persistimos recurriendo a las tradicionales tortas, pizzas y tabletas de
chocolate.
En primer lugar, desde el punto de vista conceptual, nuestros alumnos pueden desarrollar
una visión sesgada, incompleta y parcial del megaconcepto de fracción, que tal vez esté
en la raíz de las dificultades con las que repetidamente tropiezan.
En segundo lugar, desde el punto de vista de la psicología del aprendizaje: ¿Es el signifi-
cado “subárea de una región unitaria” el más comprensible para todos los estudiantes? Si
bien es deseable que todos los alumnos construyan el concepto de fracción desde todas
las interpretaciones que éste admite, también es deseable que los primeros encuentros
con el concepto respondan a la interpretación que les sea más cercana.
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