Capitulo 1
Capitulo 1
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(Álvarez de Zayas, C. y González, E.U., 1998) la definen como:
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de un modo sistémico y eficiente a la formación de las nuevas
generaciones, tanto en el plano educativo como desarrollador e instructivo
(objetivo) con vista a la solución del problema social: encargo social;
mediante la apropiación de la cultura que ha acopiado la humanidad en su
desarrollo (contenido); a través de la participación activa y consciente de los
estudiantes (método); planificada en el tiempo y observando ciertas
estructuras organizativas estudiantiles (forma); con ayuda de ciertos objetos
(medio); a través de lo cual se obtienen determinadas consecuencias
(resultados); y cuyo movimiento está determinado por las relaciones
causales entre esos componentes y de ellos con la sociedad (leyes), que
constituyen su esencia.
El proceso docente puede abordarse desde los puntos de vista de dos teorías que
se complementan mutuamente: las teorías de la actividad y de la comunicación:
La tarea docente se introduce como célula de la actividad, porque en sí se da la
acción más elemental en relación directa con las condiciones. Desde este punto
de vista el proceso es una sucesión de tareas. En la tarea se da el objetivo, el
contenido, el método, aunque no tienen igual naturaleza a lo largo del proceso, por
lo que son parciales y específicas. Dentro de los problemas tienen alcance de
operación, de procedimiento, en dependencia de que se considere la actividad de
solución o el método con que se enfrente el problema.
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cumplimiento. La sistematización del proceso se logra a un mayor nivel cuando se
integra lo académico, lo laboral y lo investigativo.
Este Sistema está regido por la Ley Orgánica de Educación Intercultural, más conocida
como (LOEI). El sistema educativo ofrece dos tipos de educación, los cuales se
establecen en la educación escolarizada y la no escolarizada. La primera es
acumulativa, y es la que permite obtener un título o certificado, mientras que la
segunda, permite el desarrollo de formación a lo largo de la vida.
Dentro de este nivel se establecen los últimos tres años de la educación obligatoria, y
es donde los estudiantes obtienen el título de bachiller de la República de Ecuador. A
partir de este nivel, podrán elegir si desean o no continuar con su proceso educativo,
eligiendo una carrera universitaria que le permitirá acceder a la educación superior.
Estos niveles son los principales dentro del Sistema Educativo, ya que ayudan a que
haya una correcta ejecución del sistema, y que tanto niñas, niños y jóvenes, puedan
tener un correcto aprendizaje en los tiempos establecidos. (grupogeard, 2022)
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El proceso docente educativo en el bachillerato ecuatoriano tiene como objetivo
principal formar a los estudiantes en diversas áreas del conocimiento, desarrollar
habilidades y competencias, promover su crecimiento personal y prepararlos para
la vida universitaria o laboral. Este proceso se lleva a cabo a través de diversas
etapas y actividades que involucran tanto a docentes como a estudiantes. Según
el Bachillerato General Unificado, implementado por el Ministerio de Educación del
Ecuador, el proceso docente educativo en el bachillerato se desarrolla con base en
los planes y programas de estudio establecidos, los cuales se centran en el
desarrollo de competencias específicas en cada área del conocimiento. Este
enfoque pedagógico busca que los estudiantes adquieran conocimientos
relevantes, desarrollen habilidades y destrezas, y apliquen estos aprendizajes de
manera significativa en diferentes contextos.
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significativo que resulta de la interacción del emisor y el receptor en el
intento por la apropiación del conocimiento.
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un buen docente debería dominar los conocimientos sobre su materia; tener
una mejor preparación pedagógica centrada en el aprendizaje; o bien, una
combinación adecuada de todo lo anterior que le permita posicionarse como
un buen docente.(p.35)
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docente, por ser éste uno de los pilares fundamentales del desarrollo del
proceso educativo.(p.17)
Desde esta perspectiva, los estudiantes valoran la capacidad del docente para
crear un ambiente de aprendizaje motivador y estimulante que promueva la
participación activa de los estudiantes. Además, los estudiantes reconocen la
importancia de la actualización constante del docente en términos de
metodologías de enseñanza y recursos tecnológicos, ya que esto favorece la
incorporación de estrategias pedagógicas innovadoras que se ajusten a sus
necesidades y al contexto actual. De igual manera, los estudiantes entienden que
su participación activa en el proceso educativo es fundamental para su propio
aprendizaje.
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desarrollaron la idea de incluir a los niños en contacto con la naturaleza y el medio
ambiente que les rodea. En concreto, su origen se remonta al año 1930, con el
movimiento de la “Educación Progresiva” que tenía como finalidad el aprender
haciendo. La Educación Ambiental es un proceso que brinda los conocimientos
necesarios para desarrollar actitudes responsables para conservar el ambiente y
mejorar la calidad de vida.
(Valera Mejía, F. y Silva Naranjo, E., 2012) consideran que;
“El proceso permanente de carácter interdisciplinario, destinado a la
formación, cuyas principales características son el reconocimiento de los
valores, desarrollo de conceptos, habilidades y actitudes necesarias para
una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio
biofísico circundante” (p.196).
En este sentido, a continuación, se enumeran los objetivos que debe tener la
educación ambiental:
Responsabilizar y concienciar a las personas sobre los conocimientos del
medio ambiente y sus problemáticas.
Involucrar a las personas en las realidades, prácticas y experiencias de los
problemas del medio ambiente que se perciben en sus territorios.
Realizar actitudes que ayuden a las comunidades a fortalecer sus
sentimientos de conservación y respecto de la naturaleza y el medio
ambiente, así como su propia cultura.
Desarrollar habilidades que fomenten la búsqueda de soluciones a las
problemáticas ambientales actuales y prevengan los que puedan aparecer
en el futuro.
Fomentar acciones individuales o colectivas que corrijan o eviten problemas
medio ambientales.
Por otro lado, (Valera Mejía, F. y Silva Naranjo, E., 2012) quienes manifiestan que:
La educación ambiental tiene una serie de principios que debe cumplir:
Es considerada como un proceso continuado.
Está integrada por todas las materias del saber y corriente científica.
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Debe fomentar la participación, prevención y el trabajo de búsqueda de
soluciones.
Tiene como base el pensamiento crítico e innovador en cualquier tiempo
y lugar.
Es individual o colectiva.
Pretende formar ciudadanos con conciencia local y global acerca de las
problemáticas medio ambientales que nos rodean.
Es un derecho de todas las personas.
Debe ser ejercida por todos los ciudadanos.
Es holística.
Integra conocimientos, actitudes, aptitudes y valores para convertir cada
oportunidad de experiencia educativa en un eje transformador de la
sociedad hacia una competencia amigable con la naturaleza.
Requiere la participación de los medios de comunicación y sus
compromisos en la defensa de la naturaleza y el medio ambiente.
Debe capacitar a las personas para resolver conflictos de manera justa y
humana.
Divide las situaciones ambientales en pasadas, presentes y potenciales.
Clasifica los problemas medio ambientales desde los puntos de vistas
locales, regionales, naciones e internacionales.
Debe ayudar a desarrollar una ética en la interacción con todas las
formas de vida existente en el planeta.
Por tal razón, y siguiendo las consideraciones mostradas en las líneas anteriores,
hablamos de educación ambiental para referirnos a una forma de alcanzar los
objetivos de la protección del medio ambiente y la naturaleza, a través del
desarrollo del entendimiento, la equidad, el desarrollo de actitudes favorables y
una ética conservacionista, contribuyendo así a capacitar personas que fomenten
el desarrollo sostenible.
La educación como proceso y la escuela como institución, juegan un papel
esencial en el cuidado de los ecosistemas y la biodiversidad, puesto que deben
involucrar a todos los miembros de la sociedad en la búsqueda de soluciones para
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resolver los problemas del medio ambiente, proporcionándoles el conocimiento,
las habilidades y la motivación necesaria para una adecuada interpretación del
mundo.
La educación ambiental aumenta la conciencia y el conocimiento del público sobre
cuestiones o problemas ambientales, proporciona las habilidades necesarias para
tomar decisiones informadas y tomar medidas responsables. Muchos países de
América Latina, incluyendo al Ecuador acogió la disposición de implementar el
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de los años 70 del siglo XX, le han aportado una base conceptual y metodológica
sólida.
(Jiménez-Fontana & García-González, 2017) sostienen que:
La educación ambiental en su evolución ha tenido cambios en la manera de
entenderla y ponerla en práctica, advirtiendo que a comienzos de la década
de los 90 del siglo XX, después de la aparición del término desarrollo
sostenible comienza la ambigüedad en los discursos, registrándose en
libros y artículos en revistas especializadas el concepto en varias versiones:
EPS -Educación para la Sostenibilidad-; EFS -Educación para un Futuro
Sostenible-; EDS -Educación para el Desarrollo Sostenible- anotando que
también hay quien ha decidido optar (principalmente en países
latinoamericanos) por el término “sustentabilidad”. No obstante, no hacen
distinción en el estudio realizado, entre educación ambiental y educación
para la sostenibilidad, pues ha quedado de manifiesto que es una evolución
inclusiva y necesaria. Además, está estrechamente relacionada con el
contexto, son matices asociados a las cosmovisiones. (p.14)
En específico sobre educación ambiental se reconocen diversas definiciones en la
literatura especializada en relación con el concepto de medio ambiente que se
asume. Unos la analizan como un proceso continuo y permanente de aprendizaje,
otros como una disciplina y otros como una dimensión; no obstante, coinciden en
la necesidad de un enfoque sistémico, integrador, interdisciplinario, dirigido a la
apropiación de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para el cambio
ambiental.
(Llopiz Guerra, 2020) plantea que:
La educación ambiental es concebida en la actualidad como una educación
para el Desarrollo Sostenible que permite la creación de condiciones
materiales, culturales y espirituales, propiciando la elevación de la calidad
de vida de la sociedad donde exista una relación armónica entre los
procesos naturales y sociales, así como relaciones de equidad y justicia
social entre los hombres. (p.8)
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Por otro lado (Musitu-Ferrer, D., Esteban Ibáñez, M., León-Moreno, C., Callejas
Jerónimo, J. E., & Amador-Muñoz, L.V. (2020), 2020) sostienen que;
“La educación ambiental es “un gran recurso para el beneficio óptimo de las
relaciones del ser humano con su medio, a través del conocimiento,
sensibilización, promoción de estilos de vida saludables y comportamientos
pro ambiéntales”. (p.251)
En consecuencia, es significativa la concepción sistémica e integradora del
desarrollo sostenible, reconociendo la dimensión ambiental como parte integral del
proceso de desarrollo, a la vez que manifiesta la complejidad y la consiguiente
necesidad de asumir en su operacionalización, enfoques interdisciplinares y
transdisciplinares.
Desde este enfoque el desarrollo sostenible comprende el crecimiento económico
posible, la equidad en la satisfacción de las necesidades de la población sobre la
base de mantener la sostenibilidad ambiental. Visto así, el desarrollo no es
incompatible con el medio ambiente, en tanto este en su dimensión natural es
fuente vital para la actividad humana, así como en su dimensión social contiene
los referentes culturales que caracterizan las maneras de relación de los seres
humanos entre sí, y de ellos con el entorno natural que le rodea.
El desarrollo sostenible se comprende como un proceso, resultado de relaciones
sistémicas, en las que se dinamizan en un todo único las dimensiones natural,
social y económica, basado en principios de equidad y justicia social para todas
las especies del Planeta.
Desde esta perspectiva se supera la visión antropocéntrica que ha dominado a lo
largo de la historia de la humanidad y se avanza hacia una perspectiva
ambiocéntrica.
Es de destacar también en la década del 90 los congresos iberoamericanos de
educación ambiental que comienzan a desarrollarse después de la Conferencia de
Río en 1992 como respuesta a los planteamientos sobre una educación ambiental
global e integral, a través de los cuales se destacan la sostenibilidad y la
interdisciplinariedad como sus conceptos fundamentales.
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Por todo ello, el paradigma predominante en la década del 90 es el de la
sostenibilidad, al orientarse la educación ambiental al desarrollo de estrategias
que permitan comprender las interrelaciones del ser humano con la naturaleza y
los efectos de estas relaciones, incorporando conceptos claves como la
producción y el consumo desde la perspectiva de la complejidad de los sistemas
económicos, sociales, naturales en interrelación permanente.
(Aricò, S., 2014) refiere que:
La educación para el desarrollo sostenible enfatiza la integración de temas
claves del desarrollo sostenible a través de métodos participativos de
enseñanza y aprendizaje, con el fin de empoderar a los estudiantes para
que adopten medidas de desarrollo sostenible e identifiquen puntos de
complementación entre la EDS y la ciencia. de Sostenibilidad. (p.20)
Otro criterio importante fue de (González-Escobar, C. H., 2017) :
La educación para el desarrollo sostenible, en su ámbito amplio, supera una
concepción limitada a los procesos formativos en los contextos escolares,
así como el abordar solo cuestiones o problemáticas asociadas a lo
meramente ambiental, incluyendo temas, tales como, la paz, la salud, la
urbanización sostenible, entre otros. (p.15)
La UNESCO, organización encargada de llevar a cabo la promoción de la Década,
reconoce que no existe un modelo universal de educación para el desarrollo
sostenible (EDS), por lo que hace un llamamiento generalizado a todos los
movimientos educativos existentes (educación para la salud, para la
interculturalidad, para el consumo responsable, para la paz…) a fin de que
incorporen la dimensión de la sostenibilidad.
Sin embargo (unesco, 2006):
Señala quince campos diferentes en los cuales debería ser incorporada la
educación para el desarrollo sostenible:
Derechos humanos.
Paz y seguridad humanas.
Equidad de género.
Diversidad cultural y entendimiento intercultural.
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Salud.
Sida.
Gobernanza.
Recursos naturales (agua, energía, agricultura, biodiversidad).
Cambio climático.
Desarrollo rural.
Urbanización sostenible.
Prevención y mitigación de desastres.
Reducción de la pobreza.
Responsabilidad social corporativa.
Economía de mercado.
(Novo M., 1998) menciona que:
UNESCO a finales de la década de los sesenta realizó un esfuerzo por
estudiar las formas de incluir el tema ambiental como recurso educativo.
Por lo cual solicitó a la Oficina Internacional de Educación (OIE) un estudio
comparativo sobre la manera de abordar los temas del medio ambiente en
la escuela, que pretendía detectar cuales eran las actividades educativas
que se realizaban en los países. Esta investigación mencionó en sus
resultados la necesidad de abordar la temática ambiental desde una
perspectiva transversal, criterio que luego sería uno de los principios de la
educación ambiental. Sin embargo, y debido al contexto en el que se realiza
el estudio, considera a la educación ambiental como escolarizada, es decir,
diseñada y ejecutada desde las instituciones educativas. (p.33)
La educación ambiental genera conciencia sobre la urgencia de los problemas
ambientales, construye capacidades humanas y crea contenidos útiles de
enseñanza y aprendizaje para responder a la crisis civilizatoria y de pensamiento.
La generación de competencias ambientales en una determinada población
permite una adecuada formación y cambios de comportamiento.
Todo esto conduce a una ruptura en la relación entre el ser humano y la
naturaleza. Desde un principio, el estudio del ambiente estuvo ligado al ideal
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humanista. Por ello, la educación debe rehacerse y debe responder a los
imperativos educativos actuales, en especial en lo que respecta a las crisis
ecológicas y a las relaciones entre las personas, la sociedad y el ambiente.
(Sauvé, L., 1999) Describe que:
"La educación ambiental es un componente esencial, y no un mero
accesorio, de la educación" (p.6)
En 1997 nació la iniciativa Carta de la Tierra, promovida por las Naciones Unidas.
La Carta de la Tierra es una declaración internacional de principios para la
protección ambiental, los derechos humanos, el desarrollo igualitario y la paz.
Estos principios pueden resumirse en cuatro secciones:
Respeto a la Tierra y a la biodiversidad. Preservar ésta para el futuro.
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En esta síntesis no se puede dejar de lado que el concepto de desarrollo
sostenible tiene cuestionamientos y críticas. El desarrollo hace alusión al aumento
cualitativo de un sistema. Tiene un mayor alcance que el crecimiento económico,
al incorporar criterios sociales como la escolaridad, la esperanza de vida y la
distribución del ingreso.
(Sen, 2000) define que:
“La educación como potenciadora de capacidades de los individuos y
generadora de libertades humanas, en contraposición con la definición de la
educación como un instrumento que fortalece el “capital” humano, como un
medio de producción que genera crecimiento económico”. (p.9)
(Suárez, R., Eugenio, M., Lara, F., & Molina, D., 2018) mencionan que:
Algunas bases para construir una propuesta pedagógica de educación
ambiental, por ejemplo, la espiritualidad (la formación de una conciencia
ética de que el ser humano forma parte de la naturaleza), el reconocimiento
de los límites biofísicos y el diálogo social. A partir de estos fundamentos,
los autores proponen una educación ambiental para el buen vivir con
procesos de enseñanza-aprendizaje desde una visión socio constructivista.
En la actualidad la educación ambiental, el respeto y su defensa, resulta
imprescindible para formar ciudadanos con valores, no solo a los estudiantes, sino
a todos quienes son parte de la comunidad educativa. Es necesario concienciar
que somos los seres humanos quienes perjudicamos a nuestro ecosistema.
(Redondo, F., y River, G., 2017) Considera que:
El fin de la educación es “enseñar al alumnado a alcanzar su desarrollo
personal y social, llegando a comprender cuestiones diversas sobre el
medio”. (p.8)
El sistema educativo nacional debe jugar un papel preponderante en defensa de la
naturaleza y los convenios ambientales internacionales comprometen al Ecuador
en esta política, es así que en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la
Organización de las Naciones Unidas, aprobado en septiembre del 2015, en el
objetivo 4, meta 4.7 indica.
(2030, Agenda, 2015) describe que:
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De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los
conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo
sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo
sostenible y los estilos de vida sostenibles…y la contribución de la cultura al
desarrollo sostenible (p.10)
Los autores de esta investigación no se contradices se complementan, no
obstante, los autores de esta tesis consideran con los criterios de (Redondo, F., y
River, 2017) y (Sauvé, L., 1999) su plantamiento concuerda con lo investigado.
1.3 El tratamiento de la educación ambiental en el currículo ecuatoriano
Lo que acontece en Ecuador es la evidencia a nivel macro de lo que sucede en las
escuelas en relación al tema ambiental. El Estado ecuatoriano, a través del
Ministerio de Educación, diseña y valida el currículo educativo para las diversas
instituciones del país. Al finalizar la Educación General Básica (EGB) los
estudiantes continúan con su formación en el Bachillerato General Unificado
(BGU), enmarcados en un currículo con contenidos específicos de las áreas
básicas, evidenciando la ausencia de contenidos específicos en Educación
Ambiental, lo cual desencadena en la falta de conciencia de los estudiantes en su
manera de actuar frente al uso de los recursos naturales.
(Avendaño, W., 2012) menciona que:
La problemática ambiental a nivel mundial, en los tiempos actuales es
diversa, no sólo se limita a la prevención de la extinción de especies vivas,
sino a aspectos más complejos como reducir el calentamiento global,
disminuir los efectos de la destrucción de la capa de ozono; así como
también la contaminación de las aguas y el paisaje, la erosión del suelo y la
atmósfera, la destrucción del patrimonio histórico-cultural (p.4)
La escases de contenidos de educación ambiental en el currículo del BGU, se
pone en evidencia en las conductas estudiantiles que muestran que no existe un
comportamiento adecuado en actividades básicas cotidianas como ahorro del
agua, energía eléctrica, manejo adecuado de desechos, sus acciones se limitan a
realizar actividades comunes de cuidado medioambiental como colocar la basura
en su lugar y al cuidado de las plantas, sin embargo, existen muchas otras
25
actividades que los estudiantes no practican, por lo cual es necesario incentivar y
educar respecto a estos temas; que contribuyen a tener un ambiente más
saludable, menos contaminado, y cuidando los recursos naturales para poder
prolongar la vida de nuestro planeta.
Con respecto a esta problemática es importante que se fomente una visión
integradora entre la educación general y la educación ambiental, con la finalidad
de transcender la disciplinariedad hacia un currículo interdisciplinario y
transdisciplinario.
Como lo menciona (Paucar, L. E., 2012):
Es por eso que se considera que el problema radica en la falta de
educación, concienciación, empoderamiento y la aplicación de la
responsabilidad social de los estudiantes, frente a su medio ambiente, por
lo tanto, la propuesta alude a incluir temas de educación ambiental y
responsabilidad social con el ambiente, en el currículo de manera
transversal e integradora. (p.6)
La presente investigación es considerada de importancia práctica, puesto que se
orienta a proponer mejoras dentro del currículo del BGU, de importancia ambiental
ya que contribuye a mejorar la relación del ser humano con el ambiente, de
relevancia educativa, puesto que propone la visión inter y transdisciplinario del
currículo educativo en el tema de educación ambiental y responsabilidad social,
por lo demás constituye un aporte a los temas de educación ambiental en general
y específicamente de responsabilidad social ambiental el cual es un tema de
reciente data.
(Ministerio de Educación y Cultura., 2016) recomienda que:
“La Planificación Curricular se trata de lineamientos para adaptar y delimitar
la estructura, temporalidad, seguimiento y evaluación de los documentos de
planificación que la institución utilizará en la práctica pedagógica”. (p. 9).
Por su parte, la planificación macro-curricular, es un tipo de planificación que está
elaborada por un conjunto de expertos en las áreas del conocimiento, entre los
cuales se puede mencionar a los distintos docentes que laboran en las áreas de
educación, pedagogía, currículo y otras más. Aquí se especifica el perfil de salida
26
del bachiller, los objetivos, las destrezas con criterios de desempeño, los
indicadores de evaluación; requisitos que son obligatorios a nivel nacional. En el
currículo nacional, se encuentran plasmadas las políticas que se generan
mediante la Autoridad Educativa Nacional.
(Ministerio de Educación y Cultura., 2016) considera que:
El currículo es flexible y abierto, permite a las instituciones educativas y a
los equipos de docentes definir, a partir de lo establecido, los contenidos
que correspondan a las necesidades e intereses de los estudiantes, y que
estén acordes con la realidad institucional y de la comunidad (p.10)
La planificación meso-curricular, comprende dos subtipos de planificaciones más,
que son: la Planificación Curricular Institucional (PCI) y la Planificación Curricular
Anual (PCA). Ambas planificaciones, se elaboran de una manera armónica entre
las autoridades y docentes de cada institución; en donde se debe responder a las
especificidades y al contexto institucional, así como a la pertinencia cultural propia
de los pueblos y nacionalidades indígenas. (Ministerio de Educación, 2016).
Según el (Ministerio de Educación y Cultura., 2016):
Por planificación micro-curricular o planificación de aula, se entiende, que
es un documento de uso interno en cada institución educativa, la cual
diseña de manera autónoma, sus formatos de planificación en el tercer nivel
de concreción, en el que se expresan los objetivos y contenidos de la clase,
la metodología, recursos y las estrategias de evaluación.
Con respecto a la Educación Ambiental y del Medio Ambiente se puede encontrar
una serie de definiciones.
El currículo es la expresión del proyecto educativo que los integrantes de un país o
de una nación elaboran con el fin de promover el desarrollo y la socialización de
las nuevas generaciones y en general de todos sus miembros; en el currículo se
plasman en mayor o menor medida las intenciones educativas del país, se
señalan las pautas de acción u orientaciones sobre cómo proceder para hacer
realidad estas intenciones y comprobar que efectivamente se han alcanzado.
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Existen dos reformas curriculares de la Educación General Básica y una del
Bachillerato General Unificado que sirven de punto de partida a la actualización
del currículo que se presenta.
El perfil de salida del Bachillerato ecuatoriano define las capacidades que los
estudiantes requieren desarrollar y que se adquieren mediante las actividades de
aprendizaje que se realizan en las diferentes áreas y asignaturas del currículo en
cada nivel educativo.
El área de Ciencias Naturales contribuye de manera decisiva al desarrollo y
adquisición de las habilidades que se señalan en el perfil de salida del bachillerato,
en la medida en que promueve prácticas de investigación en las que deben aplicar
el método científico, lo que les permitirá recrearse con los descubrimientos que
hagan y aplicarlos según las necesidades del país, respetando la naturaleza,
actuando con ética y demostrando justicia.
Los principios, métodos y enfoques que direccionan el proceso de enseñanza y
aprendizaje en el área de Ciencias Naturales se fundamentan en las perspectivas
de los siguientes autores:
Bunge (1958), quien sostiene que el conocimiento científico es fáctico,
analítico, especializado, claro y preciso, comunicable, predictivo, verificable,
metódico y sistémico.
Bronowski (1979), quien habla de una ciencia con ética social, al afirmar
que esta constituye una forma de conocimiento eminentemente humana.
Khun (1962), quien atribuye importancia a los factores sociológicos en la
producción de conocimiento científico, considerando que los paradigmas
pueden ser susceptibles de cambio y refutando la visión acumulativa y
gradual de la ciencia.
Lakatos (1976), quien define el progreso de la ciencia en función de los
programas de investigación, para que avance mediante la confirmación y no
por la refutación; planteando también que la filosofía de la ciencia sin la
historia es vacía, pues no hay reglas del conocimiento abstractas,
independientes del trabajo que hacen los científicos.
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Popper (1989), quien adopta una epistemología evolutiva y toma a la
biología como objeto de investigación filosófica, centrando sus campos de
interés en los problemas de la teoría de la evolución, el reduccionismo y la
teleología.
Morín (2007), quien considera que todo conocimiento constituye al mismo
tiempo construcción y reconstrucción a partir de señales, signos y símbolos,
y del contexto planetario.
Nussbaum (1989), quien engloba, bajo el término constructivista, todos los
modelos recientes de dinámica científica que consideran que el
conocimiento no se puede confirmar ni probar, sino que se construye en
función de criterios de elaboración y contrastación.
29
pautas generales; busca leyes de la naturaleza y las aplica; es explicativo,
pues intenta esclarecer los hechos en términos de leyes, y las leyes en
términos de principios. Afirma, además, que la ciencia es abierta, pues no
conoce barreras a priori que limiten el conocimiento; y útil, porque busca la
verdad.
Lakatos (1983), quien plantea que la filosofía de la ciencia sin la historia es
vacía, pues no hay reglas del conocimiento abstractas, independientes del
trabajo que hacen los científicos. Se necesita, por tanto, una reflexión global
del trabajo científico para sacar, a partir de ahí, ideas generales sobre la
construcción del conocimiento.
Popper (1989), quien adopta una epistemología evolutiva y toma a la
Biología como objeto de investigación filosófica, centrando sus campos de
interés en los problemas de la teoría de la evolución, el reduccionismo y la
teleología, considerados por este autor como elementos esenciales para
entender el desarrollo de la ciencia biológica moderna.
30
formación profesional, y que sirviera el estudio del pensamiento de Fidel como
guía para comprender la urgencia de salvar a la humanidad.
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