Liberate de La Culpa Religiosa
Liberate de La Culpa Religiosa
Liberate de La Culpa Religiosa
2022
LIBERATE DE LA CULPA RELIGIOSA
Prueba
Prueba para que puedas experimentar en tí mismo/a lo siguiente.
Te voy a proponer mezclar cuatro cartas.
- Vas a mezclar el arcano 6 el Enamorado que es tu familia
- Vas a mezclar la carta 1 que es la carta del Mago que va a representar tu
individualidad
- Vas a mezclar el arcano 10 la Rueda de Fortuna que aquí representa el
destino del colectivo, el destino de la humanidad, lo social
- Vas a mezclar también el arcano 21 qué representa eso más grande, es la
carta más alta del tarot , el “Sí”.
Enamorado/Mago/Rueda de Fortuna/Mundo
Tienes que mezclar estas cuatro cartas y pregúntate a que te corresponde
decir si en este momento. Mezclas, eliges una al azar y tomar conciencia de
qué tienes que decir sí
- A mi familia
- Tengo que decir sí a mí mismo
-Tengo que decir sí al colectivo, al destino de la humanidad
- Tengo que decir sí a eso más grande porque puedo estar peleado enfadado
con eso más grande.
A qué le tienes que decir sí
Ritual
Te voy a proponer que montes un altar y vas a colocar la carta que hayas
elegido. Te puedes colocar delante de este altar, delante de la foto y miras,
respiras y le dices “Si”
Y luego te inclinas. Haces una honra. Date cuenta ahí qué sucede dentro de tí,
qué cambia fuera de tí porque el cambio va de dentro hacia fuera. Qué pasa
cuando entra en el “Sí”.
Si diciendo “Sí” sientes malestar, sientes tensión, sientes incomodidad,
entonces eso te está indicando que estás en el “No”. Estar en el “Sí” es estar en
el amor. Pero sí diciendo “Sí” sientes malestar, es porque en el fondo estás en
un “No”.
Si estás en un “No”, te das cuenta y dices “Sí” a tí mismo. Si estás en un “No”,
dices “Sí” a tu “No”.
Lo digo porque hay personas que dicen “SI'' y se siente muy mal, dicen me
noto tensión o me noto incómodo es porque ese “sí “está diciendo que está en
el “No”.
Si el “Sí” te produce malestar es sencillamente darte cuenta que estás en el
“no” y permitirte estar en el “No” hasta que puedas entrar en un “sí” verdadero,
en un “Si” auténtico porque fingir que estás en un “Sí” no tiene ningún sentido.
Es darnos cuenta dónde estamos y qué estamos negando y cómo nos influye.
- Sí yo reniego de mi familia entonces me falta fuerza.
- Si yo niego mi individualidad entonces me convierto en mi propio
saboteador
- Si yo niego el destino de la humanidad entonces estoy en conflicto con
el mundo
- Si yo niego eso más grande entonces me falta sentirme guiado,
sentirme guiado por fuerzas mayores que lo mueven todo permanentemente.
solo es tomar conciencia, darte cuenta
Práctica:
Mezcla los 4 Ases para ver cuál es el mandato familiar y religioso que te está
influyendo en este momento o el que te correspondería en esta etapa de tu
vida trabajar y el tipo de Culpa que está activando en tí.
Mezclas los 4 Ases, eliges uno al azar. Tomas conciencia del mandato y del
sentimiento de Culpa que te despierta.
Ritual:
Para enterrar esta Culpa y quedar libre de ella para que puedas prosperar,
disfrutar, recibir y comunicar con más plenitud. Qué necesitas para este Ritual.
Un crucifijo o si tu religión no es la católica, un símbolo que corresponda a tu
religión. Necesitas coger una piedra, una roca grandota, tampoco muy
inmensa, porque la tendrás que cargar. Tampoco muy chiquitita porque va a
simbolizar la carga. Una piedra considerable. Esta piedra tiene que tener una
parte lisa de su superficie porque después tendrás que escribir sobre ella. Te
vas con una maletita a un monte, bosque, campo, haces una ruta, una
excursión y cuando encuentres la piedra, la cargas en tu maleta, vuelves a
casa con ella, la limpias con agua bien limpita, la secas y después coges un
marcador permanente. En este caso el marcador que te sugiero es que lo
cojas de color dorado y escribes en la piedra…
“La Culpa que has elegido con el tarot, la que se te haya mostrado. Por ej. - - -
-“Culpa de prosperar” y lo anotas tal cuál o
-“Culpa de disfrutar” sobre la piedra lo escribes. O
-“Culpa de recibir” o
-“Culpa de comunicar”
Lo escribes en la piedra. Después te vas de nuevo con la maletita, introduces
la piedra dentro junto con el crucifijo o el símbolo religioso. Te llevas una
plantita, una pala chiquitita, un puñado de caramelos o dulces y un poco de
miel o de sirope. Te vas de nuevo con todo esto al campo, monte, a un lugar
tranquilo, delicado y cuando llegues al lugar haces un hoyo en la tierra con la
pala lo suficientemente profundo para que luego te quepa la piedra y el
crucifijo o el símbolo que hayas elegido, haces un centramiento, unas
respiraciones profundas. Introduces dentro del hoyo la piedra, el símbolo
religioso y mirando por última vez hacia la carga, dices una frase sanadora.
La frase es…
“Limpio, corto y libero para siempre toda culpa religiosa de mi cerebro. Así sea,
así es”
Respiras la frase. Después añades el puñado de caramelos dentro del hoyo
junto con la piedra y el símbolo. Inclinas tu cabeza frente a la carga y luego
tapas con tierra, plantas la plantita y alrededor de la plantita haces un círculo
con miel o con sirope en el sentido de las agujas del reloj, hacia la derecha a
modo cierre. Después te das la vuelta te giras y te vas del lugar sin mirar atrás
y ya dejas esa culpa enterrada. Te liberas de ella y obsérvate qué te ocurre
cuando entierras la culpa. Puede ser que notes que en las horas posteriores o
incluso en los días posteriores un cansancio porque verdaderamente la culpa
es un gran ladrón de energía. La culpa nos hace retroceder en lugar de
avanzar nos hace retroceder.. La Culpa es la enemiga de nuestros sueños, de
nuestros anhelos, de nuestras motivaciones. Enterrarla te va a liberar mucho.
Hay dos tipos de Culpa
- La Culpa familiar significa que yo siento Culpa cuando empiezo a
hacer algo diferente a lo que mi familia espera de mí, pero esa Culpa es más
positiva porque esa culpa es un termómetro que me está mostrando que yo
estoy eligiendo crear una realidad distinta a la que ha vivido mi familia.
Entonces la culpa también tiene una intención positiva. Te desobedezco con
amor
- Después está la Culpa del Alma que tiene que ver más cuando yo no
quiero asumir mi parte perpetradora. Tenemos una parte víctima y una parte
perpetradora, también damos dolor. Es inevitable porque todos tenemos un
ego y también damos dolor.
Cuando yo no quiero asumir el daño que yo hago, entonces quedo atrapado
en la culpa y ahí la culpa sí que me debilita, me debilita enormemente porque
me impide mirar para el futuro.
Una cosa es la Culpa genealógica, otra cosa es la culpa cuando ya hablamos
de un movimiento del Alma que tiene que ver con reconocer el daño que
podemos causar al otro y ese otro también soy yo. Asumir nos hace más
adultos y más responsables.
Práctica
Mezcla de nuevo los cuatro Ases y la Estrella y eliges uno al azar para ver
cómo te estás colgando con Dios. Tomar conciencia de la carta que hayas
elegido y luego sencillamente te propongo una visualización que es
imaginarte delante de tí eso más grande, te lo imaginas. Puede ser de repente
una luz, puede ser de repente un paisaje porque al final Dios es todo, Dios
está en todo. Te puedes imaginar lo que tú quieras. Aquí el ejercicio es
paulatinamente, progresivamente, poco a poco vas inclinando tu cabeza
hacia eso más grande e internamente le dices sí. Esa es la actitud del adulto
con eso más grande. Lo que te propongo aquí es salir del estado niño que la
mayoría de personas se relacionan desde el estado niño con eso más grande
y te ubicas en el adulto.
Primero para tener una relación sana con Dios tenemos que sanar toda esta
moral religiosa que influye en nuestra familia.
La religión es una energía excluidora. La energía de las religiones es
perpetradora. Ha perseguido muchas personas. La religión ha perpetrado a
muchos seres humanos. Una religión arrastra karma, un karma de muchos
años.