ACV y La Persona Mayor

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¡La vida después del

ACV !
 Descubriendo las
secuelas y cómo
afrontarlas
Introducción
¡Bienvenidos a esta presentación sobre la
vida después de un ACV isquémico!
Exploraremos las secuelas físicas y
emocionales que pueden surgir después
de un accidente cerebrovascular y cómo
enfrentarlas de manera positiva.
Prepárense para descubrir estrategias
útiles y consejos prácticos para mejorar la
calidad de vida. ¡Comencemos!
Secuelas físicas
Después de un ACV isquémico, es común
experimentar debilidad muscular, problemas de
equilibrio y dificultades para hablar. Estas
secuelas pueden afectar la independencia y la
movilidad. Sin embargo, con terapia física y
ejercicio regular, es posible recuperar fuerza y
coordinación. ¡No te rindas! Con el tiempo y el
esfuerzo adecuados, se pueden lograr mejoras
significativas.
Secuelas físicas
Existe en muchas ocasiones dificultad para
deglutir (tragar) lo que conlleva a las neumonias
por Broncoaspiración o Aspirativas. ëstas
pueden mejorar con ejercicios fonoaudiologicos
muchas veces; y otras veces solo es posible
alimentar a traves de la Sonda Nasogastrica o la
Sonda de GASTROSTOMIA 
Secuelas emocionales
El impacto de un ACV isquémico no solo
es físico, también puede afectar
emocionalmente. Es normal
experimentar depresión, ansiedad y
cambios de humor. Es fundamental
buscar apoyo emocional, ya sea a través
de terapia psicológica, grupos de apoyo o
el apoyo de seres queridos. Recuerda que
no estás solo en este proceso de
recuperación. Juntos, podemos superar
cualquier obstáculo.
Afrontando las secuelas

Enfrentar las secuelas de un ACV isquémico


requiere una actitud positiva y determinación.
Establecer metas realistas, seguir un plan de
rehabilitación, hacer ajustes en el estilo de vida
y buscar el apoyo adecuado son pasos
fundamentales. Recuerda que cada pequeño
logro cuenta y celebra tus avances. ¡Tú tienes el
poder de superar las dificultades y vivir una vida
plena después de un ACV!
Consejos para la vida diaria
En la vida diaria después de un ACV
isquémico, es importante tomar
descansos regulares, mantener una
alimentación saludable, hacer ejercicio
moderado, evitar el estrés excesivo y
seguir las indicaciones médicas. Además,
no olvides mantener una actitud positiva
y disfrutar de las pequeñas cosas.
Recuerda que cada día es una
oportunidad para crecer y aprender.
Conclusión
¡Enfrentar las secuelas de un ACV isquémico puede ser
desafiante, pero no imposible! Con el apoyo
adecuado, la determinación y una actitud positiva, es
posible superar las dificultades y vivir una vida plena.
Recuerda que eres más fuerte de lo que crees. ¡No te
rindas! ¡Afronta cada día con valentía y sigue adelante
en tu camino hacia la recuperación!
¡Gracias!
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