Clase 5 2023
Clase 5 2023
CLASE 5
Unidad 2
Crisis del Estado Benefactor. El Estado Post-Social.
Docente a Cargo:
VICTORIA OBREGÓN
Bibliografía:
* Carpeta de Trabajo (puntos 2.1.3 y 2.1.4)
* BOBBIO, N. (1985), “Liberalismo viejo y nuevo”, en: El futuro de la democracia,
Plaza&Janes, Madrid, pp.137-164.
* CORAGGIO, J. L. (1997), “Las propuestas del Banco Mundial para la educación”,
en: Coraggio J.L La educación según el Banco Mundial: un análisis de sus
propuestas y métodos, Centro de Estudios Multidisciplinarios, Miño y Dávida,
Bs.As., pp.11-64.
1
Buchbinder Pablo, Historia de las Universidades, Editorial Sudamericana, Buenos Aires 2005, pp 157-158-
159.
2
Braslavsky y Krawczyk opus cit p. 19
Lic. VICTORIA OBREGÓN 3
los entusiastas militantes del nacionalismo católico, de cuño hispanizante o
corporativo, que en las jornadas de junio del 43 clamaban por la llegada de un
“Cesar popular o católico” 3 , y llevo a la conducción de la cartera educativa a
hombres de extracción conservadora tradicional, de buenas relaciones con la Iglesia
Católica, que hasta 1954 será una aliada política del gobierno nacional.
Una de las cuestiones más dilemáticas de la década peronista, lo constituye la
referida al plano de las representaciones simbólicas que el curriculum escolar
prescribe, alrededor de los tópicos de la que se denomina Doctrina Nacional
Justicialista. Siguiendo una tradición, (que encuentra precedentes en el radicalismo
de Irigoyen), “el movimiento” se presenta a sí mismo como la encarnación del
pueblo, y de la nación. El discurso peronista se organiza en Doctrina, sintetizada
primero en formula catequísticas de las veinte verdades, y más tarde, como Doctrina
de la Nación, al codificarse en el texto constitucional de 19494.
“(....) en la llamada “primera época peronista ”, la que comprende las dos primeras
presidencias de Perón, que va desde 1946 a 1955, es decir, un período de casi diez
años, el peronismo ejerció la administración del Estado, poniendo especial énfasis
en los procedimientos institucionales y no-institucionales de educación política (o
socialización política) a través de los cuales se buscó construir tanto una nueva
legitimación de los fundamentos del poder como consolidar una nueva dirección
política y cultural de la sociedad argentina” 5
3
En los días liminares de la Revolución de Junio, Gustavo Martínez Subiría, de dilatada militancia antisemita
ocupaba el Ministerio de Instrucción y Justicia, o Jordán Bruno Genta, era nombrado interventor en la
Universidad del Litoral, anunciando que la Revolución había llegado a afirmar valores eternos, negados por el
desorden de la revolución cartesiana. En simultáneo el Interventor en la Universidad de Buenos Aires, Tomás
Casares, homologaba el orden universitario al familiar. Mas tarde Alberto Baldrich remplazará a Martinez
Zubiría, y anunciará que la Revolución había restaurado los valores tradicionales del acervo espiritual
grecolatino sublimados en la civilización de la cristiandad católica. (Sigal, Silvia Opus cit pp 30- 31)
4
Romero Luis Alberto Opus cit p 137
5
5 Somoza Rodríguez Miguel Educación y política en Argentina (1946-1955) Miño y Dávila Editores.
Universidad Nacional de Educación a Distancia, Buenos Aires 2006 p 17
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El dispositivo legal encontró fuertes resistencia en el “cuerpo universitario” ligado a
la tradición reformista que, había participado, y participaba activamente de la
heterogénea coalición ideológica que el peronismo había levantado en su contra,
donde convivían desde las izquierdas, hasta fuerzas conservadoras y oligárquicas.
“La figura de Perón había reorganizado de manera original las fuerzas sociales y los
significantes políticos y su movimiento había constituido un nuevo protagonista: el
pueblo/trabajador. Desgarrando los principios de la cultura política preexistente, el
peronismo había levantado contra él un frente heterogéneo...” (…) “Izquierda y
derecha, laicismo y catolicismo, muchos de los códigos que regían la cultura política
saltaron en pedazos en 1945. La Unión Democrática y el antiperonismo que le
sucedió intentaron reunir las piezas de las configuraciones ideológicas anteriores: el
resultado fue un puzzle cuya fuerza provendrá de la reacción frente al autoritarismo
gubernamental, sea de la resistencia a la nueva ciudadanía popular, sea de la
mezcla de ambas, y se cimentaba sobre las bases análogas a las que mantenían
unido al movimiento populista”6
6
Sigal Silvia opus cit p 33
7
Del Bello, Juan Carlos, Barsky Osvaldo, Giménez Graciela. La Universidad Privada Argentina. Libros del
Zorzal Buenos Aires 2007, p. 70
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nuevas leyes universitarias, y en la creación de la Universidad Obrera, se propone
modificar el perfil liberal de la oferta educativa en la universidad argentina8.
8
Pronko Marcela el Peronismo en la Universidad Fragmentos de la Memoria, Libros del Rojas p 11
9
9 Graciano Osvaldo La Universidad Argentina durante los primeros Gobiernos Peronistas en Perfiles
Históricos de la Argentina Peronista. Ediciones al margen, La Plata 2005, p 53
10
Puigroos, Adriana opus ci p 360
11
Romero Op cit p135
Lic. VICTORIA OBREGÓN 6
relevantes del campo político partidario en general torna posible el desalojo del
peronismo marcando una nueva inflexión en la democracia argentina. Se inicia una
etapa donde el régimen político se desenvolverá en el marco de un pretorianismo
militar que des institucionaliza la resolución de los conflictos políticos. Los gobiernos
que se sucederán -civiles o militares – operarán dentro de un pacto proscriptivo
entre las Fuerzas Armadas y la casi totalidad de los partidos políticos opositores al
peronismo12.
Esta fórmula política va a encontrar muy pronto, a veces dramáticamente, sus
limitaciones. Ya el Rector designado en 1955 por el Gobierno Provisional, al frente
de la Universidad de Buenos Aires, José Luis Romero, había adelantado que las
masas no renunciarían al progreso, que habían alcanzado bajo Perón y “sería
ineficaz cualquier planteo que se haga sobre la base de retrotraer su situación a la
de hace diez o veinte años atrás”13.
12
Romero op cit p 148
13
Sarlo Beatriz, La batalla de la Ideas (1943-1973) Biblioteca del pensamiento argentino VII Ariel Historia,
Buenos Aires 2001, p. 19
14
15
Scirica Elena, Proscripción, modernización capitalista y crisis argentina (1955 – 1966), en Historia Argentina
Contemporánea, Pasados presentes de la política, la economía y el conflicto social. Buenos Aires, dialektik
historia y sociedad, 2008, pp 213, 218.
Lic. VICTORIA OBREGÓN 7
Simultáneamente con el debate acerca de la legitimidad del nuevo orden político
proscriptivo, se abre un debate en el campo económico acerca del rumbo que debía
tomar el capitalismo argentino después de Perón. Estaban quienes promovían sin
más, el retorno a un modelo agroexportador y de fuerte control social de los sectores
subordinados, y también aquellos que promovían una modernización de las
estructuras productivas que asegurasen las bases del desarrollo material y
autosostenido y que visualizaban que el desarrollo requiere del fortalecimiento de
las democracias. Será este sector que en el campo político representó una fracción
de la Unión Cívica Radical liderada por Arturo Frondizi quien se imponga en las
elecciones, que, con proscripción del peronismo, se llevaron a cabo en 195816.
El programa de gobierno de Frondizi es un arquetipo del pensamiento
desarrollista de la época: diversificación de la estructura productiva con
predominio de la industria y dentro de esta las denominadas “básicas”
(petroquímica, siderurgia, maquinarias y química pesada); fortalecimiento del
Estado para integrar y cohesionar a los distintos sectores sociales y como árbitro
de las disputas entre los sectores de la producción y el trabajo; política exterior en
que prima la cooperación entre países centrales y subdesarrollados.
16
16 Arturo Frondizi había negociado el apoyo electoral del peronismo mediante un pacto con su líder en el
exilio. Mediante el mismo se comprometía a revisar las medidas proscriptivas, lo mismo que las intervenciones
gremiales, y otras medidas económicas y sociales adoptadas por el Gobierno Provisional entre 1955 y 1958.
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correspondió básicamente a los países capitalistas desarrollados, que, a lo largo de
esas décadas, representaban alrededor de tres cuartas partes de la producción
mundial y más del ochenta por cien de las exportaciones de productos elaborados” 17
En América Latina el debate sobre el desarrollo propiciará la creación de un ámbito
de producción original donde por primera vez, y tal vez única, las ciencias sociales,
principalmente la economía y la sociología, adquirieron un cariz de producción
singular, una voz diferenciada que aportó riqueza conceptual al debate de la época.
Las causas por las cuales las tasas de crecimiento que se observaban en la Región
eran menores a la de los países centrales, será motivo de debate ideológico, político
y científico. El desarrollismo en América Latina será entonces una trama construida
como efectos de los diversos cruces, tensiones y rupturas de esos órdenes
discursivos.
En el campo político el derrocamiento de Frondizi en 1962 no supuso el fin de la
ideología del desarrollismo, que, con luces y sombras, se mantendrá vigente hasta
los inicios de la década del setenta en el que la radicalización política de importantes
sectores sociales propiciará un clima intelectual, político e ideológico que la
impugnará completamente como ideología de las clases dominantes, producto
importado de los países centrales.
Esta continuidad pudo sostenerse debido a que los desarrollistas se percibían a sí
mismos como portadores de una idea de sociedad armónica con el progreso
inmanente de la civilización; se podía ser desarrollistas sin importar la adhesión a
un partido político. Participar de este consenso implicaba, en la esfera de la política,
orientar las acciones del gobierno en dirección al progreso procurando la
modernización de las sociedades. En este marco la educación, la ciencia y la
tecnología se convertían en elementos esenciales.
8. Desarrollismo y política educativa.
La política educativa durante el período 1958 -1970, el inicio del gobierno de
Frondizi y el fin del gobierno de Onganía, estará ligada a dos dimensiones
principales: la económica y la ideológica representadas en la necesidad de impulsar
una mayor articulación del sistema educativo con el desarrollo productivo, y en el
debate por la función principal o supletoria del Estado en educación. Las
posiciones sobre las reformas políticas orientadas a dotar de mayor
articulación a la esfera de la economía y la educación no tuvieron mayor
conflictividad, en cambio las orientadas a debatir el papel del estado en la
17
Hobsbawm, Eric. “Historia del siglo XX”, Crítica, Barcelona, 6ta reimpresión 1998, p: 262
Lic. VICTORIA OBREGÓN 9
educación de la población motivaron enfrentamientos que polarizaron a la
sociedad.
Dicho de otro modo, si el desarrollismo se propone como logro de las políticas
públicas dos metas principales, la modernización de las estructuras productivas y la
integración y cohesión social, las reformas educativas vinculadas a la primera
encontrarán, más allá de algunos matices, un terreno fértil para avanzar. En cambio,
las vinculadas a la consecución de la segunda meta provocarán una reacción de los
sectores más conservadores de la sociedad.
Estas diferentes posiciones respecto a las metas obedecen, a nuestro criterio, a la
connotación científico-técnica con la que se investía al desarrollismo; el desarrollo
de las sociedades parecía obedecer a sus propias dinámicas, conocibles, tanto
como las leyes de la naturaleza. La fe en el progreso era el corleado de la fe en el
conocimiento científico y la tecnología, de este modo se podía concebir que las
ciencias sociales aportaran al conocimiento sobre los comportamientos de las
sociedades y las técnicas para un buen gobierno (por ejemplo el conocimiento de
las estructuras económicas; el planeamiento integral); las ciencias matemáticas y
las naturales aportaban el conocimiento y las técnicas requeridas para poner al
servicio de los hombres las potencias naturales (por ejemplo, el conocimiento de la
estructura atómica y la energía nuclear).
Hitos de esta concepción serán la creación del Consejo Federal de Inversiones y el
Consejo nacional de Educación Técnica (CONET) en 1959; del Consejo Nacional
de Desarrollo (CONADE) en 1961; la realización del Plan Nacional de Desarrollo
1965-1969 con el objetivo de aportar soluciones a largo plazo a los problemas
relacionados con los requerimientos de recursos humanos y de educación producto
de los procesos de desarrollo.
18
La Iglesia en el año 1910 creó la Universidad Católica con sede en la Ciudad de Buenos Aires, que llegó a
expedir títulos de Abogado los que no fueron reconocidos por el Estado Nacional debiendo la Institución
cerrar sus puertas hacia el año 1922. La denominación de Universidades Libres se debe a diversas propuestas
que fueron impulsadas, sobre todo a partir del año 30, de creación de universidades, que no necesariamente
tenían carácter confesional, Algunas eran impulsadas por catedráticos, que fueron alejados o se alejaron de
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“libertad de enseñanza” se sustenta en la subsidiariedad del Estado en materia
educativa, su acción debería quedar limitada a las decisiones de carácter
administrativo y económico para el sostén de las escuelas, tanto públicas como
privadas, para garantizar a todos los sectores sociales la libre elección de servicios
educativos, según sus tradiciones y orientaciones filosóficas y religiosas 19 . Este
lineamiento de política abarcará también a la educación superior, el Decreto Ley
6403 del año 1955 facultaba a la iniciativa privada a crear universidades20.
Pocos días después del Golpe de 1955 las Universidades Públicas fueron
intervenidas y los sectores afines al movimiento reformistas recuperaron el gobierno
de las instituciones promoviendo la reorganización de las casas de estudio. El
personal académico fue declarado en comisión y reemplazado en su totalidad, a la
vez se reintegró a aquellos docentes que habían sido separado de sus cargos, o las
habían abandonado por razones de disidencia con el gobierno peronista. Hacia
1958 las Universidades Nacionales habían finalizado su proceso de normalización
y habían dictado sus estatutos, esta vez los alumnos participaran de forma directa
en el cogobierno universitario, en forma casi paritaria con los profesores, y se
incorporaba la figura del graduado como miembro pleno del mismo. Por su parte los
docentes ya no serían designados por el Poder Ejecutivo, sino por las propias
universidades en ejercicio de la autonomía y autarquía que les otorgaba a las
universidades el Decreto 6.403 que reorganizó las bases de un sistema
universitario, en pleno crecimiento, como resultado de la acelerada expansión de la
matrícula secundaria y universitaria iniciada durante el peronismo21.
Las transformaciones normativas del sistema albergaron un proceso de
modernización y renovación universitaria que tuvo su centro en la Universidad de
Buenos Aires, y dentro de ellos en algunas unidades académicas22. En el plano de
las innovaciones institucionales los intentos reformistas se centraron en una
renovación de los planes de estudio y en la jerarquización de la investigación como
función sustantiva, lo mismo que en la puesta en marcha de una política de
las Universidades públicas por razones políticas, o que intentaban impulsar modelos universitarios alternativos
al profesionalista.( Véase Del Bello Juan Carlos, Barzky Osvaldo y Giménez Graciela, La Universidad Privada
Argentina, Buenos Aires, Libros del Zorzal , 2007 )
19
Martínez Paz, Fernando; “El sistema educativo nacional. Formación, desarrollo, crisis”; Fundación Banco
Comercial del Norte; San Miguel de Tucumán, 1978, p: 166.
20
Entre 1955 y 1973, año en el que se suspenden los efectos del decreto citado, quince nuevas universidades
privadas iniciaron sus actividades.
21
Buchbinder, Pablo. Opus cit pp 169-170
22
Como Señala Buchbinder, el proceso de transformación universitaria fue intenso en Buenos Aires, en la
Plata, donde algunos de sus protagonistas eran los mismos, pero tuvo menor alcance en las Universidades
nacionales del interior, donde el antiguo modelo universitario de los años 20 seguía reproduciéndose.
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extensión de bienes y servicios sociales que tuvo en la creación de la Editorial de la
Universidad de Buenos Aires –EUDEBA- uno de sus puntos más espectaculares23.
Sin embargo, a mediados de los años 60 el campo universitario tomaba registro del
juego imposible en el que se desenvolvía el sistema político donde las frágiles
administraciones civiles de Arturo Frondizi, José María Guido, y Arturo Illia, ponían
en evidencia la imposibilidad de canalizar la orientación de los sectores sociales
fundamentales 24 . Como la apunta Sarlo, la función social de la universidad
entendida bajo la forma reformista de servicio público deja paso a la idea de
universidad abierta al pueblo, al servicio del pueblo, subordinando de esta
manera la función social a las lógicas de los conflictos sociales, y la dinámica
de las luchas y la radicalización política que cruzaba intensamente la política
nacional, anunciando el final del ciclo de democracia imperfecta que había
inaugurado el pacto proscritivo de 1955.
“En 1966, una vez más, un gobierno autoritario afirmaba su voluntad de
“reestructurar y actualizar la enseñanza en todos los niveles y campos, para la
consolidación de la cultura nacional” y de “neutralizar la infiltración marxista,
erradicar la acción del comunismo e impedir la acción de otro extremismo. Al igual,
también que en los precedentes golpes militares, el poder se proponía “instaurar el
principio de autoridad en el país”, asegurando que “si se producen desordenes en
las universidades, las fuerzas policiales intervendrán a pedido de los Decanos
respectivos”. En la que fue bautizada de manera tan paradójica como exitosa, “noche
de los bastones largos”, la policía penetraba en los recintos, hiriendo profesores y
estudiantes en la Facultad de Ciencias Exactas; las universidades eran intervenidas,
abriendo un nuevo ciclo, que no será el último. (...) 25
23
Sarlo Beatriz, Los Universitarios, en la Batalla de las ideas (143-1973), Buenos Aires, Biblioteca del
Pensamiento Argentino VII, Ariel, 2001 p 69.
24
Scirica Elena, opus cit p 216.
25
Sigal Silvia, Opus cit, p 46.
Lic. VICTORIA OBREGÓN 12
educación y por la reducción de los años de obligatoriedad de la enseñanza. El
anteproyecto creaba una escuela elemental de cinco grados con carácter obligatorio
y proponía una escuela intermedia, sin carácter obligatorio, de cuatro años.
Si bien nunca se obtuvieron los acuerdos necesarios y se abandonó la pretensión
de promulgar una Ley de Educación que regule la totalidad del sistema educativo,
sí se concretaran reformas significativas: la transferencia de escuelas nacionales a
las provincias y el traslado del magisterio (tanto para el nivel primario como inicial)
al nivel superior no universitario. A esta reforma la anima una concepción
profesionalizante de corte tecnocrático en la definición de la docencia y rompe
con la concepción del magisterio normalista vigente desde fines del siglo XIX.
Será en la política universitaria donde se producirán los conflictos más fuertes entre
la concepción productivista típica de la ideología desarrollista y las concepciones
autoritarias del gobierno fundadas en la Doctrina de “Seguridad Nacional”. En la
década del sesenta, esta doctrina se encuentra en el núcleo de la formación de las
fuerzas armadas de los países de América Latina y orienta las funciones que estas
se proponen cumplir en el marco de la denominada “guerra fría”, conflicto que
enfrenta a las dos potencias emergentes de la Segunda Guerra Mundial.
Las universidades son conceptuadas como espacios estratégicos por
razones diferentes, como espacio de lucha ideológica contra el enemigo
marxista y como impulsor de desarrollo. Durante este se crearán 17 nuevas
universidades nacionales y provinciales. El objetivo era descentralizara el sistema
universitario, despolitizando y redimensionando las universidades mediante
mecanismos de selección y admisión de la matricula, e implantando las casas de
estudio en función de necesidades derivadas del desarrollo regional, de ahí el
énfasis en la promoción de carreras orientadas a las ciencias básicas y las
ingeniarías.
Estas políticas maestras que se recuerdan bajo el nombre de Plan Taquini 26 ,
cabalgaron casi siempre con las demandas sostenidas de comunidades locales,
que alentaban junto a comunidades profesionales, la creación de universidades,
que al fundarse se alejaban del modelo original propuesto, apostando a la forma
profesionalista, y en algunos casos revertían los objetivos de despolitización, ya
que sus grupos fundadores participaban activamente de los procesos de
radicalización política de fines de los años 6027, que serán claves para clausurar
26
Alberto Taquini, fue al autor de este Proyecto de diversificación universitaria, era Decano de la Facultad
de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
27
Buchbinder Pablo, opus cit pp 200 -2001
Lic. VICTORIA OBREGÓN 13
el proceso de la Revolución Argentina, habilitando la salida electoral del año
1973, y con ella la tercera experiencia gubernamental del Peronismo.
Esta experiencia coincidió con un contexto de crisis económica internacional que
marca los límites del estado de tipo benefactor, habilitando procesos de
reconversión estatal tanto en el orden internacional, como en el orden
regional, bajo la impronta de lo que ha sido definido genéricamente, como
pensamiento neoliberal o neoconservador.
El período comprendido entre los años 1973-76 cierra un ciclo donde los principales
actores políticos predominantes se mostraron impotentes para promover un
desarrollo social en democracia. Como consecuencia de 18 años de proscripción,
que lo llevaron a enfatizar una estrategia de hostigamiento hacia los diferentes
proyectos gubernamentales que se sucedieron en esa etapa, el peronismo retorna
al gobierno no habiendo legitimado desde una posición a disimiles y
contradictorias expresiones político – ideológicas, y sin decantar la
representatividad de sus corrientes internas. Estos antagonismos comienzan a
manifestarse desde los primeros meses del gobierno democrático y se agudizaran
luego de la muerte del presidente Perón, profundizando las dificultades que generan
en el país los primeros impactos económicos de la crisis internacional.
Bueno… un montón… hasta aquí llegamos con la clase 5. Tengan presente que en
la próxima recibirán las consignas del Trabajo Práctico Obligatorio I, para retomar
luego con el análisis de la forma en que se desarrolla la crisis del estado social a
partir de 1976, su repercusión en el campo de las políticas educativas, la
recuperación del orden democrático y la crisis final del estado de tipo benefactor
con la implantación de políticas de reforma estatal, y la definitiva reconversión
normativa y académica del sistema de educación pública.
Aprovecho hoy para destacar que las clases que voy compartiendo, contienen la
base de clases escritas por los profesores Jorge flores y Maximiliano García.
¡Dicho todo esto, les deseo un hermoso fin de semana largo! Victoria