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El Colegio de México

FRANTZ FANON: POLÍTICA Y POÉTICA DEL SUJETO POSCOLONIAL

Tesis presentada por

W
ALEJANDRO JOSÉ DE OTO

en

establecidos
IE
conformidad

para
con

recibir
los requisitos

el grado de
EV
DOCTOR EN ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA

ESPECIALIDAD ÁFRICA
PR

Centro de Estudios de Asia y África

2001

Dic. 11 2001
INDICE

INTRODUCCION === 3

Sobre los usos de Fanon---=-=====—====================--=-=- 3


Entre Fanon y NoOSotros-----———==—
no 5

Leyendo a Fanon. Algunas derivas----==-==—================-=- 9


Sobre diversidades y divergencias--=-==-=================-- 21
CARETO A e e 1 40 un ct ca 24

Fanon y algunos ambientes de


la historicidad. Los primeros desplazamientos----==---=-=-- 25
Espacios de historicidad---======—=====nm 27
CAPITULO 11] --=--==0e oc e 39

W
La escritura y las urgencias. Sobre éticas y escrituras.
LOCCULAZ,, ===" mt manita cata e ac 10 0 0 ci a Te a 0 vee 40
CAPÍTULO
Historias
III ===
de la
IE
ambivalencia. ---------—--=—=—========-====- 114
+oo-=--- 11
EV
Rutas sartreanas, estrategias fanonianas----========-====-- 141
A 153

Historicidad y contingencia---=-===——=—===—=======nnnnn==-o--o= 154


CAPITULO MA a e ape e 194
PR

Contingencia, identidad[es] y alienación: el


desafio de los é8Pactros----= mins mes e 0 606 e ic 193
Impulsos, agencia, sujetos: una trama inconclusa--------- 208
CAPITULO VI======ooo-- 238
Memoria, olvido y sujeto enc cs 0 0 a in 239
A MODO DE CONCLUSIÓN---========—====—====—oo---- 258
NOTA BIOGRÁFICA======== === o---- 266
TRABAJOS DE FRANTZ FANON----===—"=====—=======o=--- 271
REFERENCIAS === oo--- 272
INTRODUCCION

Sobre los “usos” de Fanon

En los últimos años han aparecido varios textos que invocan a

Fanon en sus títulos. Esa invocación no necesariamente implica

que los estudios que esos textos contienen “se refieran

estrictamente a un análisis cuasi ¡interno de la escritura de

W
Fanon'. ¿Cuál es un posible significado de este “uso” de Fanon? La

' Esta opinión es compartida por los responsables


IE de la compilación de
trabajos sobre Frantz Fanon titulada Fanon: A Critical Reader. Lewis
Gordon, T. PDenean Sharpley-Whiting y Renée T. White en el ensayo
EV
introductorio a esta compilación sugieren que la presencia del nombre
de Fanon en los trabajos, de lo que ellos llaman la quinta etapa en los
estudios sobre Fanon, indica que sus textos pueden servir para una
reflexión ampliada sobre la literatura africana, la filosofía de las
ciencias humanas y las fenomenologías de la experiencia. Digamos que
PR

los ensayos del volumen trabajan, como los señalan sus presentadores,
dentro de las preferencias de Fanon por el pensamiento libre (7).
Aunque más adelante discutiré brevemente esta perspectiva de las
etapas, la idea de un uso de Fanon que siempre sirve para ir “más allá”
está presente en textos de otras tradiciones, por ejemplo, en un libro
que los participantes de esta compilación casi abominan: The Fact of
Blackness, editado por Alan Read. En particular el ensayo de Homi
Bhabha “Day by Day...with Frantz Fanon” y el de Stuart Hall “The After-
life of Frantz Fanon: Whay Fanon? Why Now? Why Black skin, White
Masks?. Hall, retoma la idea de que una lectura es siempre un nuevo
texto para señalar que la lucha por “colonizar el trabajo de Fanon es
un proceso en marcha desde el momento de su muerte, y la identificación
de la escritura de Fanon en términos de sus “temas marxistas” en los
años sesenta y setenta fue, en sí misma, ya el producto de una re-
lectura” (15-16). El giro existencialista que adoptan los trabajos de
Gordon, por ejemplo, y que organizan las preferencias teóricas y
filosóficas de Fanon: A Critical Reader puede ser visto bajo la misma
perspectiva. En mi trabajo intento no generar ese hiato a partir del
cual las responsabilidades teóricas y políticas se distribuyen según
las proveniencias teórico políticas, ya sea del marxismo,
postestructuralismo, crítica poscolonial, fenomenología existencial,
respuesta depende casi siempre de una serie de consideraciones

vinculadas a las geografías intelectuales y épocas. Sin embargo,

lo que resulta particularmente interesante de la pregunta por los

“usos” de Fanon es que la inclusión de su nombre en un título

implica un punto de partida desde el cual se pueden discutir

cuestiones vinculadas a las identidades, a los discursos de la

nación, a perspectivas de género, a encrucijadas teóricas, etc.

En ese sentido entonces, la presencia de Fanon es una invitación

a tensar diferentes regiones del saber sin ser necesariamente

W
fieles a un supuesto Fanon central, productor de autoridad

autorial.

revelan más
Por el

esfuerzos
contrario,

por
IE
la
los “usos”

disidencia
de Fanon

que por
en

el
esos

acuerdo
trabajos

y se
EV
dirigen, en muchos casos, al exterior del espacio escriturario

fanoniano. Una de las razones por las que este procedimiento es

posible es por el carácter ambivalente de la propia escritura de


PR

Fanon, un problema que recorreremos aquí exhaustivamente. El

“uso” de la misma en este estudio es, podríamos decir, de la

etc. No obstante, me extiendo con la organización de los temas


fanonianos en las dos décadas posteriores a su muerte y, en ese punto,
mi lectura podría decirse que también separa y distingue preferencias.
Pero no sostengo la creencia extendida de ciertos diálogos imposibles y
de ciertas acusaciones casi banales. A saber, aquellas que se hacen
entre sí muchos lectores de Fanon de no respetar y tergiversar sus
textos. Pienso aquí en el reproche a Bhabha por tratar de crear un
Fanon para su proyecto teórico, el reproche de Robinson a quienes
desvían a Fanon de la ruta de las lecturas revolucionarias, un reproche
dirigido a los intelectuales cercanos a la crítica poscolonial aunque
dentro de la misma las diferencias sean marcadas. Si sostengo, de todos
modos, que hay una deuda no saldada de gran parte de los lectores de
misma naturaleza. Un “uso” vinculado a preguntas tales como la

figura del sujeto pensada en el espacio histórico de una posible

redención del mismo, la figura de la alienación como proceso que

no permite, debido a su trama, pensar sujetos fuera de la

historicidad, la historicidad misma de ese sujeto, y los

escenarios de la imaginación cultural frente al problema del

confinamiento y la apertura. Problemas y preguntas que exceden

los contextos más definidos de su escritura (exceden no quiere

decir superan).

W
Entre Fanon y nosotros
IE
EV
Escribir sobre Fanon es siempre escribir sobre algo más. Esta

simple consigna, que parece rozar los límites del absurdo,

interpela cualquier intento por pactar, no importa el modo de ese


PR

pacto, con una de las escrituras más enigmáticas del siglo XX.

Enigmática más por lo que ella hace a sus lectores que por los

secretos y acertijos que probablemente contiene y ofrece como

desafío. Escribir sobre algo más no es necesariamente hablar de

cosas distintas y de hábitos extraños después de hacer mimesis

con un estudio casi historiográfico. Por el contrario, escribir

sobre algo más es simplemente reconocer que si es posible alguna

Fanon con el análisis de la presencia de los textos de Sartre en su


escritura.
continuidad del diálogo (Nigel C. Gibson) la misma se debe a que

el espectro de la escritura de Fanon es más extenso, más diverso,

más resistente de lo que sospechamos. Es, a su vez, el recuerdo

de nuestras necesidades intelectuales, históricas y culturales en

un fin/principio de siglo que parece arrojarnos, sin lugar a

duda, a terrenos que cualquier moderno clásico no envidiaría. En

este caso, como en muchos otros, los espectros no son figuras

extrañas que sólo persiguen nuestros textos y los acechan. No.

Ellos son además señales. Referencias que recuerdan lo inevitable

W
y lo imposible. Como dicen Leonard Harris y Carolyn Johnson,

pensado

“un acecho
de manera

en la
análoga

memoria,
IE
al Derrida

fortalecida
de

para
Los

dar
espectros

forma a
de Marx:

nuestra
EV
identidad pero vacía como una fuente teórica para describir quién

o qué somos, el por qué de nuestra confusión o los por qué de

nuestros dramas particulares” (XV). Es inevitable no hablar de


PR

Fanon y es imposible hablar de él y de sus textos fingiendo

fidelidad a los mismos. Lo inevitable responde, en mi caso, al

problema del desplazamiento. Una palabra que los lectores de este

estudio verán con excesiva frecuencia. . Aquí me referiré a

nuestros desplazamientos y más adelante a los de Fanon. Los

nuestros están incluidos en una especie de historia fallida de la

traducción. Pero no sólo la traducción en términos latos, es

decir, la que compete a los textos y a los intentos de

representación que los rondan, sino también la traducción


cultural, la más difícil, la más esquiva. En esta sección, un

poco más adelante, invocaré varios ejemplos de traducción

cultural que no son más (ni menos) que algunas de las lecturas

que se han hecho de Fanon. La traducción que compete al texto de

este estudio es la que intento hacer desde unas coordenadas

frágiles que recorren mis también frágiles (y espectrales)

pertenencias teóricas y culturales. Un punto difícil de saldar,

acaso imposible, si lo que enfrentamos es una escritura que

aparentemente lo que primero ofrece es una suerte de catálogo de

W
certidumbres. Por eso, si el diálogo continúa, todo el intento se

asienta en dialogar con las IE zonas fanonianas que restan vigor a

las certidumbres. Este no es precisamente un gesto conciliador


EV
con ciertas metáforas acerca de los finales de la modernidad sino

un estado de cosas. Pero, si acaso en el transcurso del texto es

posible percibir una actitud de aquella naturaleza, el intento va


PR

mucho más allá de cualquier visión parroquiana. No obstante, como

sabemos, las ¡intenciones son unas y las derivas de esas

intenciones otras. La fragilidad de la Ela a la que aludo se

vincula mas a la dificultad de reconstruir los recorridos

culturales de los textos de Fanon que al hecho de la ausencia de

teoría. Como se verá, la teoría invade y conforma el cuerpo de

este texto. A dicha dificultad no la tomo como referencia para

renunciar a la posible homogeneidad de mi propia lectura, sino

como punto que me permite la ambigúedad, la licencia teórica y la


indefinición cultural, histórica y geográfica. En suma, intento

aprender de Fanon. Cada uno de estos aspectos permite, a mi

juicio, un diálogo más provechoso con los espectros. Por ello, no

se encontrará ninguna fidelidad aquí. Tampoco hay un ¡intento

explícito por ser infieles, digamos mejor que las cosas sólo

ocurren. En ese acontecer ficcional hay un Fanon,

paradójicamente, posible. o, para decirlo brutalmente,

disponible. Es el Fanon que resiste a las lógicas de

confinamiento de algunos de sus lectores y a las lógicas de

W
confinamiento de las disciplinas. En última instancia, cuando me

refiero

si miramos
a los

con
espectros

cuidado,
estoy

una
IE hablando

pedagogía sin
de esa

método
resistencia.

recorriendo
Hay,

su
EV
escritura. Sin método porque sus textos, a pesar del tono

encendido y programático de muchos pasajes, no están dispuestos

en las coordenadas que los sitúo desde la figura emblemática del


PR

“¿qué hacer?”. Tampoco del “¿cómo hacerlo?”. Esas dos preguntas

están incluidas en el catálogo de los confinamientos. Para citar

un ejemplo, son las que permiten, en varios casos, excluir del

“panteón” del discurso colonial a la figura de Sartre. En última

instancia, restar posibilidades. Pero la idea de una pedagogía

persiste aún frente a la falta de método. Esa cuestión, bajo

diversas formas, es explorada aquí tras la idea de ser

estratégicos.
En esta dirección, el texto de este estudio se acerca a una

especie de valor que recorre la escritura de Fanon, un valor

traducido por cierto, que es el de no considerar a su (la)

escritura como un espacio de exclusión sino de apertura, como

espacio de diferenciación. El problema de la traducción se

traslada a otra esfera. Ya no es el de la representación en un

sentido estricto sino el de la evocación. La evocación permite

aprender mejor de Fanon. Desde allí sus textos son el espacio a

veces ¡impensado de encuentro entre tradiciones aparentemente

W
incompatibles o, mejor dicho, definitivamente incompatibles si el

problema de la fidelidad continúa


IE presente.
EV
Leyendo a Fanon. Algunas derivas

Este estudio sobre los dos textos más importantes de Fanon,


PR

Piel negra, máscaras blancas y Los condenados de la tierra?,

- A lo largo de este estudio utilizo la versión en español de ambos


textos. He cotejado la traducción de Le damnés de la terre (Los
condenados de la tierra) de Julieta Campos con el original en francés
publicado en 1961 por Francois Maspero. La traducción de campos es, en
la medida que toda traducción puede ser, fiel al detalle y al tono de
distintos pasajes particularmente complejos en el original. Con
respecto a Peau noire, masques blanches (Piel negra, máscaras blancas),
utilizo la traducción de G. Charquero y Anita Larrea. En este caso, la
he cotejado con la versión en francés con prefacio y posfacio de
Francis Jeanson, 1965. En una oportunidad hago una aclaración adicional
sobre una expresión, pero no implica nada de peso en el contexto
general de la traducción. Por otra parte, he preferido mantener la
conjugación de la segunda persona del singular a partir del pronombre
“tú”. Los traductores utilizan el pronombre “vos”. De todos modos, hago
esta aclaración porque este caso se da en la frase “mamá, mirá, un
negro...”, la cual la cito en varias ocasiones.
enfrenta varios problemas. El primero de ellos se refiere a con

qué textos se establece una especie de diálogo, a veces abierto y

otras veces no. Este aspecto no es un problema menor porque

implica considerar cual es la dirección principal que asume mi

trabajo. Si bien los textos de Fanon son el argumento y la

sustancia central de las páginas que siguen, las derivas que

ellos producen muchas veces disuelven o pueden disolver las

preguntas iniciales que, aparentemente, parecían interpelarlos de

manera directa. Me refiero aquí al hecho de que hablar de los

W
textos de Fanon o, más precisamente, de su escritura es hablar

también

hacerlo.
de

Para
aquellos

decirlo
textos
IE
simplemente,
que hablan

con
de

el
Fanon

conjunto
o pretenden

de textos
EV
relativamente extenso que se ha producido sobre Fanon entre

diferentes épocas y tradiciones. Ello ha significado tener que

establecer ciertas prioridades y ciertas lecturas que, por


PR

supuesto, dependen exclusivamente de las preferencias que uno le

asigne a unas frente a otras.

El campo de los estudios sobre Fanon encuentra con demasiada

frecuencia una disputa extensa por la interpretación correcta de

sus textos, expresada en una serie de artículos y libros que

revisan las lecturas anteriores con relación a pasajes precisos

de su escritura. Este procedimiento, por lo demás familiar en

cualquier campo de estudio, contiene una dificultad asociada

adicional que es la de trabajar con textos, es decir, con


significados, significantes, discursos, los cuales, como sabemos,

pueden ser interpelados desde las direcciones más diversas y

divergentes. Así entonces, por ejemplo, en las primeras casi dos

décadas posteriores a su muerte (1961) nos encontramos con una

serie de trabajos que tratan a Fanon y a su escritura desde la

perspectiva de los proyectos políticos vinculados a la teoría

revolucionaria. El género biográfico y los estudios

biobliográficos comparten en gran medida las expectativas

teóricas e ideológicas de esos trabajos?. En este estudio dedico

W
un espacio considerable a la discusión de algunas de esas

lecturas

tal vez,
en

cómo
tanto

los
permiten

enfoques
IE
percibir

varían
con

no sólo
más claridad

en términos
que otras,

de las
EV
posiciones teóricas y políticas generales sino también, y

fundamentalmente, con relación a la forma en que esos enfoques

constituyen el objeto/sujeto de la escritura fanoniana. A la vez,


PR

son un buen espejo en el que se reflejan (y en muchos casos

refractan) estrategias que podríamos llamar textualistas en el

abordaje de la escritura de Fanon, entre las que se incluyen,

aunque con matices, la mía. Un mayor énfasis en los “cómo” que en

los “qué” de la escritura de Fanon permite ver los

desplazamientos políticos y teóricos de sus textos y re-inventar

el diálogo entre distintas regiones de la temporalidad. Es obvio

* Gordon y coeditores presentan este momento biográfico sobre Fanon como


una etapa separada de la vinculada a la reflexión político teórica de
los movimientos de liberación (5).
también, que al tratar estas lecturas no estoy sugiriendo que

ellas constituyan una especie de error de perspectiva ni que sean

necesariamente parte de un proceso dialéctico como el que

sugieren los prologuistas de Fanon: A Critical Reader (7). Un

proceso dialéctico que, en este caso, en última instancia parece

confirmar lo mejor y lo más preciso en las últimas lecturas. Por

el contrario, cuando digo que es una cuestión de énfasis me

refiero a que las cosas se ven muy distintas (y me disculpo por

el uso extenso de la metáfora visual) cuando el interés pasa de

W
los contenidos que hay que conocer a la forma en que eses

contenidos

discusión
trabajan.

cuando la
En

oportunidad
IE
ese sentido,

lo ofrece
sin renunciar

sobre
a

posiciones
una
EV
derivadas de la interpretación de los textos de Fanon, aquí me

concentro en las formas posibles en que ellos se articulan con

otros textos, entre los que incluyo, por supuesto, al mío. Por
PR

otra parte, los trabajos englobados en esa perspectiva son los

que se acercan más a la idea de fidelidad textual, produciendo

por añadidura el reforzamiento de la autoridad autorial de Fanon.

Al mismo tiempo permiten, en el contexto general de mi estudio,

una discusión posible sobre lo que denominamos urgencias

políticas y morales.

De todos modos, la pretensión aquí no es la de realizar

agrupaciones de las lecturas por características comunes

relacionadas a los contextos teóricos y políticos. No es la


pretensión ni el objetivo puesto que implicaría una restricción a

la libertad de vincular escenarios culturales, textos y lecturas

de procedencia diversa. Cierta actitud historiográfica con el

pensamiento y la escritura de Fanon genera, desde mi perspectiva,

una reducción de las esferas posibles en las cuales ellos se

pueden desenvolver. Me refiero concretamente al problema de

establecer una idea de gradualidad que en que cada lectura y

época constituiría un avance en el camino de un entendimiento más

acabado. Si bien esta no es la norma general que atraviesa al

W
pensamiento historiográfico contemporáneo, el descenso desde las

reglas

arte hacia
de una

una
metodología

afirmación
IE
que

del
proclama

último
una

escrito
especie

como
de

el
estado

más acabado
del
EV
y fiel está latente. Esa es en gran parte la discusión que

proponen las lecturas de Fanon que se diferencian del proyecto de

la crítica poscolonial*. Pero incluso dentro de ella. Gordon,


PR

Sharpley-Whiting y White, por ejemplo, sostienen en la

descripción de posibles etapas del pensamiento sobre Fanon que

hay una que corresponde a los estudios culturales posmodernos y a

los estudios poscoloniales. Las figuras que representan para

estos autores a tal etapa son Edward Said, Homi Bhabha, Henry

i Gordon, Sarpley-Whiting y White dicen textualmente: “Los estudios


poscoloniales no han marcado, afortunadamente, la etapa final de los
estudios sobre Fanon” [...] “los últimos diez años han sido, algunas
veces, descritos como los testigos de un resurgimiento en el
pensamiento de Fanon. [...] [S]in embargo. Lo que cada etapa representa
es un proceso dialéctico en marcha” (7). Proceso dialéctico, justo es

13
Louis Gates, Jr., Abdul janMohamed, Gayatri Spivak, Benita Parry

y, desde una perspectiva marxista, Cedric Robinson. Según Gordon

y coeditores, estos autores, con la excepción de Said, janMohamed

y Parry, han convertido a Fanon en el objeto de numerosos ataques

a partir de designaciones políticas de moda como, por ejemplo, la

misoginia, la homofobia, etc. La característica de estos

estudios, exceptuando a los de los autores nombrados en último

lugar, es que la literatura es el lente por medio del cual Fanon

es leído. Por lo general, los ataques se corresponden en sus

W
manifestaciones posmodernas con la desvalorización de los

téoricos de la liberación, siguiendo ciertas enseñanzas de

Lyotard, bajo el argumento


IE que ellos son totalizantes,
EV
estructuralmente modernos, etc. Una de las derivaciones que se

puede obtener de esta perspectiva es que al considerar a los

textos de Fanon como ejemplo de discursos totalizantes, ellos


PR

atentan contra los grupos marginados, especialmente las mujeres

(6). Si se atiende a este argumento completamente se pueden

encontrar casos concretos del mismo en trabajos como, por

ejemplo, los de Lola Young, Kobena Mercer, bell hooks” y Ray Chow.

Digamos que el argumento de Gordon y coeditores se vincula a las

fidelidades. Después de todo, si las lecturas de estas

decirlo, que sepulta las viejas tesis, especialmente si provienen de


los estudios poscoloniales.
“ Excepto el de Ray Chow, todos los demás trabajos están incluidos en el
volumen editado por Alan Read: The Fact of Blackness. Frantz Fanon and
Visual representation.
autoras pueden resultar en anacronismos a la hora de hablar de

Fanon, imponiéndole exigencias que no aparecían en su horizonte

cultural, es algo discutible. Al fin y al cabo, toda lectura es

una suerte de anacronismo. No olvidemos que si la intención es

polemizar con Fanon, lo es a partir de Fanon. Un punto muchas

veces evitado. De otro modo, no se trata de decir que en Fanon

esos temas no han estado presentes para defenderlo de

“designaciones políticas de moda”, por el contrario, se trata de

pensar a Fanon en tensión con sus propios argumentos. Pero

W
sigamos con el grupo de lecturas agrupadas alrededor de esta

quinta etapa (y última presumiblemente)


IE del pensamiento académico

sobre Fanon. La misma se caracteriza tal vez mejor que otras por
EV
un Fanon que tiene algo para enseñar en distintos ámbitos del

pensamiento. En ella hay un Fanon disponible para pensar la

opresión, algo que sin duda es muy acertado, y el racismo dentro


PR

de genealogías intelectuales que ¡involucran a los americanos

negros. Du Bois es una de esas figuras que permanentemente se

asocian con el pensamiento fanoniano*. Junto a esto, hay un Fanon

leído desde la claves de la fenomenología existencialista,

particularmente por Gordon (en mi estudio tomo casi su punto de

partida en Frantz Fanon and the Critic of European Man). Gordon

* Me refiero aquí a los trabajos de Floyd W. Hayes, “Fanon, Oppresion,


and Resentment: The Black Experience in the United States” de Stanley
O. Gaines, Jr., “Perspectives of Du Bois and Fanon on the psychology of
oppression”, y de Richard Schmitt, “Racism and Objectification:
reflections on Themes from Fanon”.
es una voz nueva e importante en el contexto de estudios sobre

Fanon porque ha rescatado para la discusión académica y política

sus proximidades sartreanas. Un punto particularmente ausente en

algunas de las lecturas de la crítica poscolonial representada

nítidamente por Homi Bhabha. Por otra parte, los textos de Gordon

retoman a Fanon desde el espíritu del diálogo y de los desafíos

que los mismos ofrecen para la filosofía”, en su caso específico,

y para discusiones que involucran a las ciencias sociales en

general. Es un “uso” de Fanon que no se detiene ni lo encierra en

W
una bibliografía temática. Francois Vergés, por ejemplo, trabaja

sobre un presupuesto similar IE al pensar a Fanon con relación a una

historia de la psiquiatría, pero sus preguntas, más allá del


EV
espacio de un campo disciplinario, aluden a las preocupaciones

extra disciplinarias que inevitablemente emergen de la lectura de

los textos de Fanon, especialmente de Piel negra, máscaras


PR

blancas. Preguntas que se acercan a la discusión disciplinaria

pero que la interpelan desde un ámbito distinto: con qué tipo de

psiquiatría nos enfrentamos en el ambiente y la producción de una

cultura poscolonial, cuáles son los legados de la psiquiatría

poscolonial en el marco general de la psiquiatría, cuáles son los

vínculos de la primera con el psicoanálisis (85-91-93). Del mismo

modo, Reneé T. White piensa Sociologie d'un revolution

” Además del libro que menciono en el texto principal ver de Gordon


“Fanon's Tragic Revolutionary Violence”.
(Sociología de una revolución) de Fanon en el escenario de los

aprendizajes teóricos y metodológicos que la sociología en

general puede hacer de este trabajo (101). Los posiciones de este

momento que Gordon y coeditores identifican con nuevas lecturas

sobre Fanon y a partir de Fanon son extremadamente variadas. Tal

vez el punto más interesante del mismo es precisamente esa

diversidad temática que alienta una doble posibilidad. Por un

lado, contribuye directamente a desanclar a Fanon de sus deberes

teóricos y políticos postmortem” (en particular fuertes en las

W
* Pensar contextualmente puede ser un deber pero ello no necesariamente
significa
parte)
asignar
de una teoría
el significado
a una época
completo
a ciertas
IE (metáfora errónea
configuraciones
llamamos la cosa real. Benita Parry, de quién discutiré en extensión en
por
de lo que
otra

el capítulo dos su “Resistance Theory. Theorizing Resistance or Two


EV
Cheers for Nativism”, defiende, siguiendo a Stuart Hall, una dimensión
contextual :del conocimiento incluso teniendo presente su dispersión y
diseminación, particularmente del producido por Fanon. El punto
interesante de esta apuesta teórica de Parry, que tiene muchos
antecedentes, pero que ella encuentra correctamente y con especial
claridad en Edouard Glissant y Stuart Hall, es el hecho de pensar a las
PR

historias como historias de las discontinuidades y no necesariamente


como historias que reafirman un contenido esencial. Esta discusión
recorre el texto de mi estudio. Ella está matizada con el problema de
ser estratégicos y con el problema de pensar nuestras posibles lecturas
“absolutistas”, incluso aquellas que proponen la dispersión total, como
conocimientos contextualizados también. Los historiadores, tal vez más
acostumbrados por deber disciplinario a pensar la temporalidad,
advertimos rápidamente la tensión entre el contexto en el que los
eventos se desarrollan (incluyo el conocimiento, y de modo particular
las teorías) y las lecturas que de ellos hacemos. La historia de las
ideas, pensada en estos términos, no es tanto una revisión de
genealogías que muestran los contextos específicos en que las mismas se
estructuran y desarrollan como una interacción permanente de nuestros
pensamientos teóricos. De nuevas contextualizaciones que pueden
provenir, incluso, de la más absoluta dispersión y diseminación del
conocimiento en cuestión. Edward Said abre una interesante y polémica
discusión en su revisión de “Travelling Theory”, capítulo de su libro
The World, the Text, and the Critic. Said dice que su análisis estaba
atravesado por un prejuicio que se sostenía en el hecho de pensar que
cada experiencia humana registrada produce una teoría que le es
lecturas de las dos décadas posteriores a su muerte) y, por otro,

abren la posibilidad de discutir qué ocurre con las disciplinas y

nuestras experiencias cuando son cruzadas con una escritura que

se resiste, por muchos caminos, a la simple reducción temática y

metodológica. Un aspecto que parece interesante cuando

enfrentamos con conciencia creciente el problema de definir las

estrategias de autoridad en el orden textual disciplinario. No

siempre lo que parece más cercano a una rigurosidad metodológica

y teórica es lo que ayuda a pensar los límites y los desafíos de

W
un saber. Esta es la señal que se puede observar con mayor

específica y que su fuerza depende de estar conectada y provocada a la


vez por circunstancias históricas reales
IE
(“Travelling Theories
Reconsidered” 197). Algo así como que el valor de una teoría se
EV
encuentra precisamente en su génesis. Así entonces las versiones
posteriores de dicha teoría, viajando en contextos diferentes a aquél
que le dio razón de ser no pueden tener la misma fuerza porque las
situaciones han cambiado y en consecuencia experimenta una suerte de
degradación, tamizada por un sustituto académico de la cosa real. Said
reflexiona sobre esta dimensión discutiendo nuevamente la relación
PR

sujeto/objeto een los textos más importantes de Lukacs pero,


fundamentalmente, en Historia y conciencia de clase y en las lecturas
que hacen de él el Adorno de Filosofía de la música moderna y el Frantz
Fanon de Los condenados de la tierra. Para no extender esta cita, la
revisión de Said del primer artículo sobre el viaje de las teorías
encuentra que tal degradación no ocurre. Tanto el uso de Lukacs por
parte de Adorno para comprender el lugar de Schoenberg en la historia
de la música, como el uso que hace Fanon de las figuras pensadas para
Europa de la dialéctica del sujeto/objeto, trasladándolas al contexto
de la relación colonizador/colonizado, revelan de lo que es capaz la
teoría cuando no queda atrapada en un giro universalizante (214). Más
aún, Said propone en su argumento final que la tarea no es simplemente
la de distinguir los usos y préstamos sino la de distinguir el momento
en el cual las teorías sufren una especie de re-ignición que señalaría,
entre otras cosas, la existencia de una posible comunidad moral (214).
Esa es otra de las razones por la que en este estudio hablo de
posiciones teóricas frágiles. No por una debilidad congénita de teorías
de segundo orden, o degradadas, como lo revisa Said, sino porque en el
espacio de cierta permisividad teórica pueden aparecer esos indicios de
comunidad. De otra forma, la re-ignición de las teorías.
claridad en la extensa compilación de Gordon, White y Sharpley-

Whiting?.

En esta breve introducción de las traducciones de Fanon es

necesario destacar también dos conjuntos de textos, agrupados

desde diferentes lógicas. El primero de ellos es la compilación

editada por Nigel C. Gibson, Rethinking Fanon. The Continuing

Dialogue y el segundo la compilación de Anthony Alessandrini

titulada Frantz Fanon.

Gibson organiza un texto que trata de recorrer con amplitud

W
los itinerarios intelectuales vinculados a Fanon en los últimos

veinte años. La organización IE temática del mismo responde a ese

interés en tanto no hay un privilegio de unas perspectivas sobre


EV
otras. Sin embargo, el pensamiento vinculado al llamado discurso

colonial (crítica poscolonial) tiene una fuerte impronta en su

texto y la lectura de Homi Bhabha es considerada como un punto de


PR

discusión central (14). Tal vez Gordon y coeditores imaginan que

el pensamiento sobre Fanon no es un proceso que se haya

interrumpido por lo cual hablar de resurgimiento pueda parecer

inconducente. No obstante, gran parte de los nombres que componen

el circuito completo de autores que trabajan con y a partir de

FAñOR reaparecen en cada compilación que intenta resumir las

principales tendencias de análisis de su obra. Esa circulación

* Esta señal la envían y reflejan con particular intensidad los textos


de Robert Bernasconi, Sonia Kruks, Eddy Souffrant, Maurice Stevens y
Paget Henry.

19
persistente, más que indicar una continuidad del debate, por

momentos resume al grupo de intelectuales que se encargan al

presente de una discusión ampliada sobre Frantz Fanon. Tal vez no

sea resurgimiento, pero sí insistente reaparición. En el caso de

la compilació n de Gibson aparecen los nombres de Edward Said,

Homi Bhabha, Diana Fuss, Anne McClintock, Henry Louis Gates Jr.,

quienes se relacionan con el pensamiento más reciente sobre

Fanon, Emmanuel Hansen ligado al género de las lecturas sobre

Fanon que privilegian el problema del discurso revolucionario, el

W
mismo Nigel Gibson en la discusión sobre el problema del nuevo

humanismo

la historia,
y los

entre
espacios

otros.
de IE
representación para una dialéctica de
EV
Algo Similar ocurre con la segunda compilación coordinada

por Alessandrini*”. El proyecto de este autor avanza sobre el

terreno de lo que antes llamé los “usos” de Fanon. No se trata


PR

10 La compilación de Alessandrini está menos organizada por etapas,


podría decirse, que la de Gordon y coeditores, e intenta recuperar los
núcleos más importantes de los análisis de Fanon que refieran a los
estudios culturales. Por ejemplo, las lecturas sobre el legado de
Fanon, especialmente de Ray Chow “The politics of Admittance: female
sexual agency, miscegenation, and the formation of community in Frantz
Fanon” (el cual en el resto de este estudio lo cito directamente del
libro de la autora Ethics After Idealism) y el de Terrie Goldie,
“Saint Fanon and “homosexual territory””. Hay una sección dedicada
exclusivamente a discutir los límites de los estudios culturales y sus
usos de Fanon en donde se destacan el artículo de Gibson mencionado en
el texto principal y el de E. San Juan, Jr., titulado “Fanon: an
intervention ¡into cultural studies”. El intento de San Juan se
concentra en lo que él denomina la hermenéutica materialista de Fanon,
la cual funciona como un antídoto frente al conservadurismo formalista
de las disciplinas (127). Ver también, referido al problema de la
políticas culturales y su futuro el texto de Kobena Mercer, “Busy in
simplemente, sugiere —Alessandrini, de trabajar sobre el

presupuesto de que cada lectura es de alguna manera una

apropiación incorrecta, o una traición a Fanon, apoyando de esa

manera una especie de pluralismo fácil, sino de preguntar cuáles

son las implicaciones de los usos de Fanon, sus aciertos y

limitaciones al reflexionar a partir de sus textos sobre el

escenario de la políticas culturales contemporáneas (1). Como él

mismo lo señala, no todos en su libro comparten ese proyecto, por

ejemplo, Gibson en “Fanon and the pitfalls of cultural studies”

W
reclama un uso de Fanon que polemice con los Fanon inventados.

Sin

que
embargo,

la compilación
lo que vale

de
la IE
pena

Alessandrini
mencionar,

representa
entre otras

un intento
cosas, es

por
EV
debatir sin una distinción rígida entre posiciones teóricas los

usos contemporáneos de Fanon.


PR

Sobre diversidades y divergencias

El punto tal vez más provechoso para mi estudio en esta breve

presentación (que lejos está de ser exhaustiva) se vincula al

problema de los usos de Fanon y a la posibilidad de imaginar

escenarios diversos y divergentes.

the ruins of a wretched phantasia” y el Samira Kawash, “Terrorists and


vampires: Fanon's spectral violence of decolonization”.
Ese es de alguna manera el núcleo central de la política de

mi texto. Por ello, con respecto al problema teórico quisiera

decir nuevamente que no he sido fiel a dos tipos de cuestiones.

Por un lado, a las tradiciones que concurren en los textos de

Fanon, por otro, no he seguido en particular una lectura o una

teoría elaborada con y a partir de los textos de Fanon. Si de

fidelidades hablamos he preferido ser fiel a lo que antes

invocamos como un espectro. Pero, dicho espectro, otra vez, no es

un simple recordatorio, casi una simple presencia que sólo está

W
allí. Es el que organiza las preocupaciones de todos aquellos que

der una u otra manera trabajan


IE con Fanon. Así, los puntos

centrales de este estudio, a saber, el problema de la


EV
ambivalencia entre una esfera transnacional y los llamados

nativismos, la cuestión de una agencia del sujeto colonizado, la

creencia (podríamos decir, la necesidad teórica y política de


PR

contar con un sujeto) en un sujeto a pesar de la crítica

devastadora al modernismo colonial y al humanismo clásico, la

imaginación de una historicidad contingente y la permanente

apertura de las estrategias culturales e históricas que ello

implica, fueron tratados apelando a distintos registros. Esta

licencia teórica es inevitable si se quiere aprovechar

discusiones que provienen de distintas esferas y si se quiere que

algún tipo de diálogo se inaugure. La cuestión política asociada

a esta forma de trabajo es evidente. Si a fines/principio de


tY
tY
siglo releemos a Fanon es para reflexionar desde una historicidad

diferente sobre problemas que, sin embargo, en muchos sentidos

parecen tener una vigencia absoluta.

W
IE
EV
PR
CAPITULO I

W
IE
EV
PR

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