Iura Novit Curia y Principio de Contradiccic3b3n Su Aplicacic3b3n en El Arbitraje en Espac3b1ac2a0
Iura Novit Curia y Principio de Contradiccic3b3n Su Aplicacic3b3n en El Arbitraje en Espac3b1ac2a0
Iura Novit Curia y Principio de Contradiccic3b3n Su Aplicacic3b3n en El Arbitraje en Espac3b1ac2a0
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Recibido: 8 enero 2016
Aceptado: 16 marzo 2016
* Premio Internacional de Arbitraje otorgado con ocasión del XXV Aniversario CIMA.
Abstract: Iura novit curia and contradictory principle: its application in arbitration in
Spain.
The applicability of the iura novit curia (the court knows the law) principle in arbi-
tration is a controversial issue among international scholars. However, it has received
little attention in Spain. This paper aims to first clarify whether arbitrators can, or even
must, rely on their own legal research and knowledge of the law and apply legal argu-
ments that were not pleaded by the parties (within the limits of the non ultra petita prin-
ciple) or whether they are instead bound by the specific legal rules invoked by counsel.
Secondly, assuming that arbitrators can ascertain the applicable rules without being
limited by the legal arguments pleaded by the parties, the right to be heard set forth in
article 24 of the Spanish Arbitration Law and whether it requires giving the parties the
opportunity to comment on the arbitral tribunal’s legal assessment before the award is
issued will be analysed.
Keywords: ARBITRATION - IURA NOVIT CURIA - RIGHT TO BE HEARD - DUE PROCESS - PROCE-
DURAL POWERS - IMPARTIALITY
I. Introducción
1 Brooker describe hasta seis definiciones del principio iura novit curia (D. Brooker,
“Va Savoir! The Adage ‘Jura Novit Curia’ in Contemporary France”, Legal Series, The
Berkeley Electronic Press, Working Paper No. 845, 2005, pp. 7–49).
2 Ibid., pp. 36–38. Brooker analiza la posible concepción de la máxima latina como un
deber o como una facultad discrecional del tribunal y sus distintas implicaciones prácti-
cas.
3 La exposición de motivos de la Ley justifica el encaje del iura novit curia en el marco
del principio de justicia rogada: “Esta inspiración fundamental del proceso –excepto en
los casos en que predomina un interés público que exige satisfacción– no constituye, en
absoluto, un obstáculo para que, como se hace en esta Ley, el tribunal aplique el Derecho
que conoce dentro de los límites marcados por la faceta jurídica de la causa de pedir”.
4 SAP Madrid 20ª 28 enero 2011, Roj: SAP M 1309/2011 (Demoliciones Técnicas, S.A.
c. Dinpe, S.L.).
ii) En segundo lugar, si, asumiendo que el iura novit curia es efec-
tivamente aplicable al arbitraje, los principios de audiencia y contra-
dicción regulados en el art. 24 LA exigen que el tribunal arbitral, an-
tes de dictar el laudo, traslade a las partes su opinión discrepante so-
bre la calificación jurídica (III). Para ello, se comenzará con una refe-
rencia a la regulación de esta cuestión en el proceso civil español
(III.1), se estudiará la situación en el arbitraje desde una perspectiva
comparada (III.2) y, por último, trataremos de alcanzar algunas con-
clusiones en relación con el principio de contradicción en el arbitraje
con sede en España (III.3).
5 Garnica Martín explica a la perfección esta confusión de planos: “En cualquier caso,
dia, S.L. c. Comunidad Filmin, S.L.): “En consecuencia con lo analizado, entendemos que
no se ha producido la modificación sustancial alegada por la demandante, –ni por ende la
indefensión que se alega, tal y como hemos analizado–, pues la misma no se produce
cuando, en virtud del principio iura novit curia, tanto el Árbitro como el Juez se limitan a
aplicar normas distintas de las invocadas por las partes, sin alterar el componente fáctico
esencial de la acción ejercitada ni la causa petendi”. Nótese en este caso la indebida equi-
no alegadas por las partes no es sólo una facultad del árbitro, sino una
obligación7. Sin embargo, pese a que no existe ninguna norma en la
LA que así lo autorice expresamente, la jurisprudencia no se ha dete-
nido a analizar si existen razones por las que ese principio debería
aplicarse o no al procedimiento arbitral.
En efecto, no existe ninguna regla procesal expresa relativa a la
aplicación de oficio por el tribunal de normas no invocadas por las
partes8. Ante esta falta de regulación, habrá que acudir a las reglas
generales que, para el caso de las normas procedimentales aplicables
al arbitraje, se recoge en el art. 25 LA. De acuerdo con su párrafo pri-
mero, las partes pueden convenir libremente el procedimiento al que
se hayan de ajustar los árbitros en sus actuaciones. A falta de acuerdo,
el párrafo segundo confiere a los árbitros la facultad de “dirigir el
arbitraje del modo que consideren apropiado”9. De modo que la apli-
cación de oficio de normas jurídicas por parte de los árbitros ha de
considerarse incluida en su amplia discrecionalidad procedimental.
El Informe Final de la Conferencia de Río de Janeiro (2008) del
Comité de Arbitraje Comercial Internacional de la ILA10 considera, en
esta línea, que la determinación del contenido del Derecho aplicable
es una cuestión procedimental y que, ante la ausencia de una norma
específica en la lex arbitri, los árbitros deberán abordar esta cuestión
como cualquier otra de naturaleza adjetiva. Esto significa que los árbi-
tros deberán tener en cuenta la voluntad directa o indirectamente ma-
Coll d'Escapa).
8 Tampoco los reglamentos de las principales instituciones arbitrales españolas contie-
nen ninguna referencia expresa a la aplicación del principio iura novit curia. Vid. los
reglamentos de la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (www.cimaarbitraje.com), la Corte
Española de Arbitraje (corteespanolaarbitraje.es), la Corte de Arbitraje de Madrid
(www.arbitramadrid.com), o la Asociación Europea de Arbitraje (www.asociacioneuropea
dearbitraje.org).
9 El precepto se encuentra en línea con el art. 35.1º Regl. Uncitral; el art. 17.1º Regl.
encia de Río de Janeiro (2008), Ascertaining the Contents of the Applicable Law in In-
ternational Commercial Arbitration, pp. 15 y 16: “The issue is by and large procedural
and thus governed by broad discretionary powers of arbitral tribunals”.
12 El art. 34 Arbitration Act de 1996 establece: “(1) It shall be for the tribunal to decide
all procedural and evidential matters, subject to the right of the parties to agree any
matter. (2) Procedural and evidential matters include— […] (g) whether and to what
extent the tribunal should itself take the initiative in ascertaining the facts and the law”.
13 J. Waincymer, “International Arbitration and the Duty to Know the Law”, J. Int’l
14 Una explicación acerca de las diferentes teorías sobre la naturaleza contractual, ju-
risdiccional, híbrida o autónoma del arbitraje puede consultarse en G.B. Born, Interna-
tional Commercial Arbitration, 2ª ed., Kluwer Law International 2014, pp. 213–215.
15 D. Ramos Muñoz, “Los árbitros y el poder para dictar condenas no pecuniarias”, Ar-
NV, §§ 36 y 39.
17 Ibid., §§ 37 y 41.
18 R. Bamforth y K. Maidment, “Reasonable Opportunity to Present One's Case – Re-
cent English Case Law”, ASA Bulletin, vol. 28, 2010, p. 495.
Existen también razones por las que el árbitro debe actuar con la
más absoluta de las cautelas en el ejercicio de sus poderes de direc-
ción procedimental. El planteamiento por parte del tribunal arbitral
de cuestiones jurídicas no invocadas por las partes supone por defini-
ción favorecer a una de ellas. Cuando las nuevas cuestiones de Dere-
cho se introducen de oficio por los árbitros, una de las partes será
colocada en una posición más ventajosa y, por lo tanto, hay un riesgo
de que tanto la imparcialidad arbitral como el principio de igualdad se
vean amenazados19. No obstante, este riesgo no debe convertirse en
una prohibición absoluta de introducir elementos jurídicos de oficio 20.
Según la gráfica metáfora de Wetter, los árbitros se encuentran entre
Escila y Caribdis: deben navegar en el procedimiento arbitral por las
peligrosas aguas del estrecho de Mesina y deben afrontar el dilema de
adoptar un rol demasiado activo, en cuyo caso podrían infringir su
deber de imparcialidad, o un papel excesivamente pasivo, con el ries-
go de que las partes no hayan presentado adecuadamente el Derecho
aplicable21. El tribunal debe tener cuidado de no cruzar la delgada
línea que separa la dirección activa del caso de la pérdida de impar-
cialidad a los ojos de las partes por proporcionar indicaciones jurídi-
cas22. Para el árbitro, el reto consistirá en la identificación, caso por
caso, de un cabal equilibrio23.
novit curia entre principe de la contradiction et impartialité de l'arbitre”, The Paris Jour-
nal of International Arbitration, 2010, p. 445.
20 P. Mayer, “La liberté de l’arbitre”, Rev. arb., 2013, pp. 353 y 354: “Mais je considère
(…) que la mission de rendre une sentence juste l'emporte. C'est ce désir de justice qui
pousse l'arbitre à intervenir, et non pas le désir de favoriser une partie. Le risque que son
intervention soit mal interprétée ne doit pas, à mon sens, l'arrêter. Dès lors que le point
lui paraît pouvoir commander la solution du litige il peut s'autoriser, par exemple, à
demander des explications de fait à une partie dont la thèse lui paraît obscure ou dou-
teuse, à attirer l'attention des parties sur une règle de droit ou une clause du contrat qui
lui paraît pertinente mais n'a pas été invoquée, ou encore à émettre un doute sur le choix
ou l'interprétation d'une règle invoquée par une partie. Après quoi, pour que le principe
de la contradiction soit respecté, il permettra aux deux parties de s'exprimer”.
21 J.G. Wetter, “Procedures for Avoiding Unexpected Legal Issues”, en A.J. van den
Berg (ed.), Planning Efficient Arbitration Proceedings: The Law Applicable in Interna-
tional Arbitration, ICCA Congress Series, 1994 Vienna, vol 7, Kluwer Law International
1996, p. 91.
22 J. Risse, Commentary on the Arbitration Rules of the German Institution of Arbi-
tration (DIS Rules), en VV.AA, Arbitration in Germany: The Model Law in Practice,
Kluwer Law International 2007, p. 744.
23 En este sentido, J.G. Wetter, op. cit., supra nota 21, p. 91; J. Adam, Corte de Apela-
ción de París, Sección 1ª, Sala 1ª 3 diciembre 2009, Spain Arbitration Review / Revista
del Club Español del Arbitraje, 2011, p. 108.
compartir esta visión Hernández–Gil: “Incluso el derecho aplicable es, en muchas ocasio-
nes, objeto de un examen de segundo grado por el Tribunal Arbitral, a través de dictáme-
nes u opiniones traídas al arbitraje. El principio iura novit curia no rige como en el proce-
so, o rige de forma atenuada” (A. Hernández–Gil, “El arbitraje, hacia un nuevo paradigma
jurídico”, Arbitraje, vol. I, nº 3, 2008, p. 655).
27 J. Adam, loc. cit. supra nota 23, p. 104: “Un primer inconveniente es la divergencia
que existe en esta materia entre sistemas de Derecho anglosajón y aquéllos de corte civilis-
ta. Como ya se ha señalado, los abogados de jurisdicciones dominadas por el common law
no reconocen la existencia de esta figura, por otro lado fundamentalmente ajena a la filo-
sofía acusatoria de su sistema. Reunidos en un mismo arbitraje internacional, abogados
anglosajones y civilistas —ya sean abogados de parte o árbitros— apreciarán la potestad
de los árbitros a través de prismas bien distintos. Los abogados de tradición anglosajona
pretenderán que los árbitros se ciñan al contenido del Derecho aplicable según expuesto o
“probado” por los abogados de parte —por ejemplo, mediante la aportación al expediente
de una selección de normas y jurisprudencia, o la presentación de informes redactados
por peritos en el Derecho aplicable— y que se inclinen por la interpretación presentada
por una u otra parte, sin que medie mayor análisis. Por el contrario, para los abogados
civilistas procederá que los árbitros se acojan, dentro de los límites marcados por la causa
petendi y el Derecho aplicable, a normas, reglas, jurisprudencia y demás instrumentos o
medios jurídicos que no han sido invocados implícita o explícitamente por las partes”.
28 Cobra aquí especial relevancia la definición del principio iura novit curia empleada
Law: Does He/She Know It? Apply It? How? And a Few More Questions”, Arb. Int’l, vol.
21, 2005, p. 631).
29 El posicionamiento de la doctrina acerca del principio iura novit curia depende
ber Amicorum Serge Lazareff, París, Pedone 2011, p. 399 (“[T]he expectation is that a
tribunal will correctly apply the substantive rules to issues presented by the facts in each
case”); J. Waincymer, loc. cit. supra nota 13, p. 210 (“Surveys have shown that a correct
and just outcome is the most highly valued aspect of arbitration”); T. Isele, “The Princi-
ple Iura Novit Curia in International Arbitration”, Int’l Arb. l. Rev., vol. 13, 2010, p. 22 (“It
should be borne in mind that in most cases such an authority of the arbitrator to ascer-
tain the law sua sponte does comply with the parties' expectations. Parties usually want
a ‘correct’ decision based on the applicable law”); J. Adam, loc. cit. supra nota 23, p. 109
(“No cabe duda de que el principio iura novit curia tiene un importante papel que jugar
en arbitraje internacional –a nadie le interesa que la justicia arbitral se apoye en plan-
teamientos jurídicos errados–”).
31 P. Landolt, “Arbitrators' Initiatives to Obtain Factual and Legal Evidence”, Arb. int’l,
vol. 28, 2012, pp. 203 a 207: “[I]t is not generally accurate to say that parties expect a
‘correct’ award. It was also mentioned that there is little if any evidence or argumenta-
tion in favour of the view that parties expect a correct award, and, where this bold posi-
tion is taken, it is often not backed up by any reasons, or by cogent reasons”.
32 T. Isele, loc. cit. supra nota 30, p. 16; P. Landolt, loc. cit. supra nota 31, pp. 184 a 185.
33 El principio iura novit curia también da lugar a algunas percepciones negativas. La
34 F.A. Mann, “Fusion of the Legal Profession?”, L. Q. Rev. 93, 1977, p. 369: “perhaps
the most spectacular feature of English procedure is that the rule curia novit legem has
never been and is not part of English law”.
35 B. Cardozo, Law is Justice: Notable Opinions of Mr. Justice Cardozo, The Lawbook
Exchange 1999, Karlin c. Culkin, 248 N.Y. 465 (1928), p. 191: “The appellant [an attor-
ney] was received into that ancient fellowship [the bar] for something more than private
gain. He became an officer of the court, and, like the court itself, an instrument or agen-
cy to advance the ends of justice”.
36 Rule 3.3 Model Rules of Professional Conduct: “(a) A lawyer shall not knowingly:
[…] (2) fail to disclose to the tribunal legal authority in the controlling jurisdiction
known to the lawyer to be directly adverse to the position of the client and not disclosed
by opposing counsel”.
37 Un breve estudio reciente sobre la cuestión puede consultarse en E. Bucklo, “The
Temptation Not to Disclose Adverse Authority”, The Journal of the Section of Litigation,
vol. 40, 2014.
38 Es ilustrativa la cita de Lord Denning MR en el caso Rondel c. Worsley (1966), en la
que expresa los deberes del abogado: “He has a duty to the court which is paramount. It
is a mistake to suppose that he is the mouthpiece of his client to say what he wants, or his
tool to do what he directs. He is none of these things. He owes allegiance to a higher
cause. It is the cause of truth and justice. He must not consciously misstate the facts. He
must not knowingly conceal the truth. He must not unjustly make a charge of fraud, that
is without evidence to support it. He must produce all the relevant authorities, even those
that are against him. He must see that his client discloses, if ordered, the relevant docu-
ments, even those that is fatal to his case. He must disregard the most specific instruc-
tions of his client, if they conflict with his duty to the court”.
39 The Bar Standards Board Handbook, 1ª edición, enero 2014: “Your duty under
Rule C3.3 includes drawing to the attention of the court any decision or provision which
may be adverse to the interests of your client. It is particularly important where you are
appearing against a litigant who is not legally represented”.
aprobadas el 25 mayo 2013 por resolución del Consejo de la IBA, International Bar Asso-
ciation, Directrices 9–11.
41 J. Waincymer, “Regulatory Developments in the Control of Counsel in International
aprobadas el 25 mayo 2013 por resolución del Consejo de la IBA, International Bar Asso-
ciation, Comentarios a las Directrices 9–11.
43 J. Waincymer, “IBA Guidelines On Party Representation In International Arbitra-
Rev., 16, 1982, p. 828: “The rule requiring citation of opposing authority is only rarely
operative, because the other side usually cites directly supportive authority and, if it does
not, the judges often remember”. También M.H. Freedman, “Arguing the Law in an Ad-
versary System”, Georgia L. Rev., 16, 1982, p. 838: “Even if opposing counsel has over-
looked the adverse authority, the court (or the judge's law clerk) might find it after briefs
and arguments have been submitted”.
162: “In linea di principio, a dire il vero, il problema non esiste: la regola non scritta che
impone al giudice il dovere di judicial notice sulla substantive law ha un significato
equivalente a quello che nei sistemi di civil law si attribuisce al principio iura novit cu-
ria”.
49 A.L. Calvo Caravaca y J. Carrascosa González, “Aplicación del Derecho extranjero en
caso Mostyn c. Fabrigas, en Reino Unido y la decisión del juez Marshall de 1804, en el
caso Church c. Hubbart, en Estados Unidos. España seguía también esta aproximación,
como muestran las SSTS de 21 junio 1864, 13 enero 1885, 26 mayo 1887 y 7 noviembre
1996.
51 En efecto, el principio iura novit curia no es romano, sino medieval. En cualquier ca-
so, tiene su fundamento en Roma, pues cuando el juez desconocía el derecho –lo cual era
frecuente, por ser éste un particular– acudía a los jurisprudentes [R. Domingo (dir.),
Principios de Derecho global: Aforismos jurídicos comentados, Aranzadi 2003, §312, p.
72].
ridades de los Estados Partes estarán obligados a aplicar el derecho extranjero tal como lo
harían los jueces del Estado cuyo derecho resultare aplicable, sin perjuicio de que las
partes puedan alegar y probar la existencia y contenido de la ley extranjera invocada”. La
Convención fue ratificada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haiti, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En relación con el art. 2, México realizó la
siguiente reserva: “México interpreta que el Art. 2 crea una obligación únicamente cuando
ante el juez o autoridad se ha comprobado la existencia del derecho extranjero o sus tér-
minos son conocidos para ellos de alguna otra manera”.
55 F.J. Garcimartín Alférez, nota a STS 17 diciembre 1991, Revista Española de Dere-
57 El art. 44.1º establece: “A party who intends to raise an issue about a foreign coun-
try's law must give notice by a pleading or other writing. In determining foreign law,
the court may consider any relevant material or source, including testimony, whether or
not submitted by a party or admissible under the Federal Rules of Evidence. The court's
determination must be treated as a ruling on a question of law”.
58 1966 Notes of Advisory Committee Rules, U.S. Federal Rules of Civil Procedure,
Regla 44.1:
“In further recognition of the peculiar nature of the issue of foreign law, the new rule
provides that in determining this law the court is not limited by material presented by
the parties; it may engage in its own research and consider any relevant material thus
found. The court may have at its disposal better foreign law materials than counsel have
presented, or may wish to re–examine and amplify material that has been presented by
counsel in partisan fashion or in insufficient detail. On the other hand, the court is free to
insist on a complete presentation by counsel”.
59 G. Kaufmann–Kohler, loc. cit. supra nota 28, p. 633.
60 J.D.M. Lew, L.A. Mistelis y S. Kroll, op. cit. supra nota 29, pp. 442 y 443.
61 C. Von Wobeser, “The Effective Use of Legal Sources: How Much Is Too Much and
What Is the Role for Iura Novit Curia?”, en AJ. van den Berg (ed.), Arbitration Advocacy
in Changing Times, ICCA Congress Series, 2010 Río, vol. 15, Kluwer Law International
2011, p. 207: “when it comes to international arbitration, the starting premise should
necessarily be that an arbitrator must apply the law chosen by the parties and should
not avoid this obligation with an argument that the law is foreign”.
62 Por ejemplo, el art. 42.2º Convenio del CIADI establece: “El Tribunal no podrá exi-
novit curia al procedimiento arbitral, Landolt considera que “[t]his is in fact probably the
only constructive application of the maxim iura novit curia in international arbitration”
(P. Landolt, loc. cit. supra nota 31, nota 93. p. 220).
64 T. Giovannini, “International Arbitration and Jura Novit Curia – Towards Harmoni-
siguiente: “As an arbitrator, how often do you do the following in rendering a final
award? (…) In the absence of a contrary agreement between the parties, I do my best to
ascertain and follow applicable law in rendering an award”. Los porcentajes de las
demás opciones fueron los siguientes: “la mitad de las veces”, el 0%; “a veces”, el 1,6%; y
“nunca”, el 0%.
74 Comité de Arbitraje Comercial Internacional de la ILA, Informe Final de la Confe-
should not introduce legal issues – propositions of law that may bear on the outcome of
the dispute – that the parties have not raised”) y 13ª (“In disputes implicating rules of
public policy or other rules from which the parties may not derogate, arbitrators may be
justified in taking measures appropriate to determine the applicability and contents of
such rules, including by making independent research, raising with the parties new
issues (whether legal or factual), and giving appropriate instructions or ordering ap-
propriate measures insofar as they consider this necessary to abide by those rules or to
protect against challenges to the award”).
76 Ibid., recomendación 7ª (“Arbitrators are not confined to the parties’ submissions
3. El arbitraje de inversiones
78 Decisión sobre Anulación de 3 mayo 1985 caso CIADI No. ARB/81/2 (Klöckner c.
Camerún): “Even if it is generally desirable for arbitrators to avoid basing its decisions
on an argument that has not been discussed by the parties, it obviously does not follow
that they therefore commit a 'serious departure from a fundamental rule of procedure'“.
79 Decisión sobre Anulación de 1 noviembre 2006, caso CIADI No. Arb/99/7 (Mitchell
c. Congo), §57.
80 Decisión sobre Anulación de 30 julio 2010, caso CIADI No. ARB/01/3 (Enron
Creditors Recovery Corp. Ponderosa Assets, L.P. c. Argentina), §392: “As in the case of
the ‘only way’ requirement, the Committee notes that from the material before it, the
parties in their arguments before the Tribunal do not appear to have expressly identified
and argued the issue of the legal definition of the expression ‘contributed to the situation
of necessity’ in Article 25(2)(b)of the ILC Articles. However, the Committee again consid-
ers that the Tribunal is nonetheless required to apply the applicable law”.
81 Sentencia de la CIJ de 27 junio 1986, caso Actividades militares y paramilitares en
cio todas las normas de Derecho internacional que pudieran ser rele-
vantes para resolver la disputa y que la carga de alegar las normas de
Derecho internacional no puede imponerse a ninguna de las partes,
en la medida en que el tribunal tiene el conocimiento del Derecho 82.
La CIJ también se refirió al caso Lotus, en el que su predecesora, la
CPJI, había considerado que en el cumplimiento de su cometido de
determinar cuál es el contenido del Derecho internacional, no debía
limitarse a la consideración de los argumentos presentados por la
partes, sino que incluyó en su investigación todos los precedentes,
doctrina y hechos a los que tuvo acceso y que podrían haber revelado
la existencia de un principio de Derecho internacional83.
Otros tribunales internacionales han invocado también el principio
iura novit curia para aplicar de oficio el Derecho. Es el caso del Ór-
gano de Apelación de la OMC. En su informe de 2004 relativo a las
Condiciones para la concesión de preferencias arancelarias a los
países en desarrollo, estimó que las Comunidades Europeas no te-
nían la carga de proporcionar la interpretación jurídica de una con-
creta cláusula84. En otro informe anterior, el denominado CE –
Hormonas, el Órgano de Apelación consideró que si en su razona-
miento tuviera que limitarse a analizar los argumentos jurídicos pre-
sentados por las partes podría comprometerse su evaluación objeti-
va del asunto85.
En definitiva, puede afirmarse que el principio iura novit curia es
aplicable en el arbitraje de inversiones. Esta aplicabilidad es sin duda
más clara e intensa que en el caso del arbitraje comercial –se habla en
la mayoría de los casos de una obligación del tribunal–, que se explica
porque los tribunales no pueden apartarse de los principios generales
86J. Waincymer, loc. cit., supra nota 13, pp. 216 y 217.
87A. Dimolitsa, loc. cit., supra nota 24, p. 429.
88 J. Waincymer, loc. cit., supra nota 13, p. 217.
89 STSJ Islas Canarias 15 noviembre 2012 (Playa del Duque c. Meliá Hotels): “Sin em-
bargo, tampoco podemos afirmar que el árbitro ha de decidir cualquier cuestión que,
referida al negocio jurídico controvertido, ni siquiera hubiera sido introducida por las
partes y sometida a los principios de audiencia, defensa y la debida contradicción, pues
ello atentaría no solo a la incongruencia extra–petita sino también a principios fundamen-
tales como los de la proscripción de la indefensión o infracción de otros como los de au-
diencia y contradicción”.
lo siguiente: “Cuando el Juez o Tribunal juzgue oportuno que en el acto de la vista o en las
conclusiones se traten motivos relevantes para el fallo y distintos de los alegados, lo pon-
drá en conocimiento de las partes mediante providencia, dándoles plazo de diez días para
ser oídas sobre ello. Contra esta providencia no cabrá recurso alguno”.
cial, Universitat Jaume I 2004, pp. 29 a 31: “No es ésta [la actuación inquisitiva del tribu-
nal] la que escandaliza; es la falta de audiencia previa de las partes, a fin de que puedan
alegar sobre esta nueva base”, y “de ahí que se pudiera contemplar incluso la inconstitu-
cionalidad de la norma por extremada posibilidad de ser base de indefensiones y de falta
de contradictorio”.
95 Corrección y actualización de la Ley de Enjuiciamiento Civil, Tecnos 1972, art. 313:
“I. Cuando el tribunal, con sujeción en todo caso al principio dispositivo y de congruen-
cia, pretendiera fundar su decisión en argumentos jurídicos no aducidos por las partes
que entrañen modificación de la calificación dada a los hechos en el debate, previa sus-
pensión del plazo para dictar resolución, deberá oírles sobre aquellos.
II. A tal efecto, el Tribunal dictará providencia fijando el tema a discutir y concederá un
plazo de doce días a las partes para que aleguen por escrito lo que les conviniere”.
1964, p. 235.
97 M. Ortells Ramos, “Formas del procedimiento y garantías fundamentales del proce-
peritorum Digesta, vol. 1, Ediciones Universidad de Salamanca, p. 120: “Esta potestad del
Tribunal puede suponer en algunos casos plantear una tesis jurídica distinta de la sosteni-
da por ambas partes (la denominada «tercera opinión» o punto de vista jurídico del Tri-
bunal). Para que el tribunal pueda ejercer sus poderes sobre la aplicación correcta de las
normas jurídicas sin que con ello se vean sorprendidas las partes es conveniente que antes
de hacerlo someta la nueva tesis a debate de las partes”.
99 Otros autores consideran, sin embargo, que, incluso sin una previsión especifica en
la LEC, el tribunal debe poner en conocimiento de las partes su tesis. En este sentido, J.
Montero Aroca, “La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil española y la oralidad”, en Dere-
cho PUC, nº 53, 2000, p. 640 (“La «tercera opinión», la del juez, ha de haberse puesto
antes en conocimiento de las partes, dando a éstas la oportunidad real de alegar sobre la
misma. Lo que entra en juego entonces no es el objeto del proceso, sino el derecho de
defensa”) o F.J. Ezquiaga Ganuzas, “El sometimiento del juez a la ley: “iura novit curia” y
aplicación judicial del derecho”, en Curso de filosofía del derecho valores y principios
constitucionales en la jurisdicción, Universidad del País Vasco 2002, p. 18 (“cuando el
órgano judicial ejerce los poderes que le confiere el principio iura novit curia y altera la
calificación jurídica realizada por las partes o la acusación y/o las normas consideradas
aplicables por aquéllas, el principio de contradicción se convierte en un límite para el juez.
Su intervención no conlleva, sin embargo, un recorte de la capacidad del órgano jurisdic-
cional para dar a los hechos que considere probados la calificación jurídica que estime
adecuada y, en consecuencia, para decidir las normas jurídicas que son aplicables al liti-
gio. Pero sí impone al juez la obligación de motivar el rechazo de la selección normativa o
de la calificación jurídica efectuada por las partes y de otorgarles la posibilidad de alegar lo
que estimen conveniente si el órgano jurisdiccional formula una «tercera opinión» modi-
ficando la expresada por aquéllas en relación con el Derecho aplicable”).
100 Zivilprozessordnung §139(2): “Auf einen Gesichtspunkt, den eine Partei erkennbar
übersehen oder für unerheblich gehalten hat, darf das Gericht, soweit nicht nur eine
Nebenforderung betroffen ist, seine Entscheidung nur stützen, wenn es darauf hinge-
wiesen und Gelegenheit zur Äußerung dazu gegeben hat. Dasselbe gilt für einen
Gesichtspunkt, den das Gericht anders beurteilt als beide Parteien”.
101 Zivilprozessordnung §182a: “Das Gericht hat das Sach– und Rechtsvorbringen der
Parteien mit diesen zu erörtern. Außer in Nebenansprüchen darf das Gericht seine
Entscheidung auf rechtliche Gesichtspunkte, die eine Partei erkennbar übersehen oder
für unerheblich gehalten hat, nur stützen, wenn es diese mit den Parteien erörtert (§ 182)
und ihnen Gelegenheit zur Äußerung gegeben hat”.
102 Art. 16.3 del Nouveau Code de Procédure Civile: “Il [le juge] ne peut fonder sa déci-
sion sur les moyens de droit qu'il a relevés d'office sans avoir au préalable invité les
parties à présenter leurs observations”.
103 Art. 3.3 del Código de Processo Civil: “O juiz deve observar e fazer cumprir, ao
longo de todo o processo, o princípio do contraditório, não lhe sendo lícito, salvo caso de
STJUE (Sala Primera) de 21 febrero 2013, asunto CǦ472/11, §36: “el principio de contra-
dicción obliga, con carácter general, al juez nacional que haya comprobado de oficio el
carácter abusivo de una cláusula contractual a informar de ello a las partes procesales y
ofrecerles la posibilidad de debatir de forma contradictoria según las formas previstas al
respecto por las reglas procesales nacionales”.
105 Así lo demuestra un análisis de las normas aplicables, que siguen en general las di-
106 G.B. Born, op. cit. supra nota 14, p. 3504. De acuerdo con una interpretación literal
y sistemática del precepto, es difícil concluir que el art. V.1º.b) contemple la aplicación del
derecho nacional. A diferencia de los arts. V.1º.a) y d) y V.2º.a) y b), que se refieren especí-
ficamente a las leyes nacionales, el art. V.1º.b) no se refiere expresamente a la ley del país
en que se pretende el reconocimiento y ejecución de la sentencia arbitral extranjera.
107 Por ejemplo, en Estados Unidos, “Article V(1)(b) ‘essentially sanctions the applica-
tion of the forum state’s standards of due process,’ in this case, United States standards
of due process” (Karaha Bodas Co. LLC v. Perusahaan Pertambangan Minyak Dan Gas
Bumi Negara, 364 F.3d 274, 298, 5th Cir. 2004).
108 Por ejemplo, la Sentencia de 28 julio 2010 del Tribunal Federal suizo.
109 J. Cadarso Palau, “Art. 41”, en VV.AA.: Comentarios a la nueva Ley de Arbitraje
60/2003, de 23 de diciembre, Thomson/Aranzadi 2004, pp. 435 y 436: “por elevado que
sea el grado de emancipación o deslocalización del arbitraje, su misma aspiración a la
eficacia le impide desentenderse por entero del orden público de, al menos, el lugar donde
previsiblemente el laudo haya de ser ejecutado”.
A) Alemania
110 K.-H. Böckstiegel y S.M. Kröll, Arbitration in Germany: The Model Law in Prac-
B) Estados Unidos
Sentencia del United States District Court for the Southern District of New York de
117
are afforded an opportunity to brief the matter, is certainly legitimate. In fact, it is with-
in the purview of the arbitrator to dismiss a case sua sponte on statute of limitations
grounds, even without granting petitioner a briefing opportunity”.
C) Francia
119 “Toutefois, sont toujours applicables les principes directeurs du procès énoncés aux
articles 4 à 10, au premier alinéa de l'article 11, aux deuxième et troisième alinéas de
l'article 12 et aux articles 13 à 21, 23 et 23–1”.
120 Vid. supra nota 102.
121 Vid., v.gr., la Sentencia de la Corte de casación de 3 octubre 2002: “[L]es arbitres
Don Trade).
123 Sentencia de la Corte de Apelación de París de 25 marzo 2010 (La Société Commer-
arabe d’Egypte).
126 Sentencia de la Corte de Apelación de París de 25 noviembre 1997 (Société VRV c.
Pharmacin): “les arbitres qui devaient statuer «conformément aux règles de droit subs-
tantial français» avaient l’obligation de rechercher, pour lui appliquer la règle de droit
adéquate, la veritable nature juridique de la convention dont ils avaient à apprécier les
conditions d’exécution”.
D) Inglaterra
parties at any time agree otherwise in writing, the Arbitral Tribunal shall have the
power, on the application of any party or of its own motion, but in either case only after
giving the parties a reasonable opportunity to state their views: […] (c) to conduct such
enquiries as may appear to the Arbitral Tribunal to be necessary or expedient, including
whether and to what extent the Arbitral Tribunal should itself take the initiative in iden-
tifying the issues and ascertaining the relevant facts and the law(s) or rules of law appli-
cable to the arbitration, the merits of the parties' dispute and the Arbitration Agree-
ment”.
130 Este deber de los árbitros se recoge en el art. 33(1)(a) de la Arbitration Act de 1996
en los siguientes términos: “The tribunal shall— (a) act fairly and impartially as between
the parties, giving each party a reasonable opportunity of putting his case and dealing
with that of his opponent, […]”.
131 Sentencia de Commercial Court de 15 octubre 1999 (Pacol Ltd c. Joint Stock Com-
pany Rossakhar).
132 Sentencia del Commercial Court de 29 julio 2004 (Cameroon Airlines c. Transnet
Ltd): “In truth, we are simply talking about fairness. It is not fair to decide a case
against a party on an issue which has never been raised in the case without drawing the
point to his attention so that he may have an opportunity of dealing with it, either by
calling further evidence or by addressing argument on the facts or the law to the tribu-
nal. The essential function of an arbitrator or, indeed, a Judge is to resolve the issues
raised by the parties. The pleadings record what those issues are thought to be and, at
the conclusion of the evidence, it should be apparent what issues still remain live issues.
If an arbitrator considers that the parties or their experts have missed the real point –a
dangerous assumption to make, particularly where, as in this case, the parties were
represented by very experienced Counsel and solicitors– then it is not only a matter of
obvious prudence, but the arbitrator is obliged, in common fairness or, as it is some-
times described, as a matter of natural justice, to put the point to them so that they have
an opportunity of dealing with it”.
133 R. Bamforth y K. Maidment, op. cit. supra nota 18, p. 485.
134 Sentencia del Commercial Court de 26 julio 2007 (OAO Northern Shipping Com-
E) Suiza
137 “Whilst the emphasis in arbitration and litigation will always be on those particu-
lar matters on which the defendant has raised a positive case, a claimant always has the
burden of ensuring that the A to Z of its pleaded case –liability, causation and recover-
ing– is both workable and properly explained to the tribunal. That responsibility cannot
be shrugged off to the defendant or the tribunal itself”.
138 G. Kaufmann–Kohler, “«Iura Novit Arbiter» – Est–ce bien raisonnable? Réflexions
sur le statut du droit de fond devant l'arbitre international”, en De Lege Ferenda – Ré-
flexions sur le droit désirable en l'honneur du Professeur Alain Hirsch, Slatkine 2004, p.
73.
139 Sentencia del Tribunal Federal de 5 febrero 2009, caso 4A_400/2008 (Urquijo
140 L. Lévy, “Jura Novit Curia? The Arbitrator’s Discretion in the Application of the
SA).
M. Arroyo (ed.), Arbitration in Switzerland: The Practitioner's Guide, Kluwer Law Inter-
national 2013, pp. 110 y 111.
143 A.P. Mantakou, “The Misadventures of the Principle Jura Novit Curia in Interna-
with the parties all new issues of law that may have an impact on the disposition of the
case, and giving them the opportunity to comment on these issues, is the most prudent
course of action for arbitrators”. En el mismo sentido, C.P. Alberti, loc. cit. supra nota 33,
p. 18: “It should not come as a surprise that most authors recommend that a prudent
tribunal should always confer with the parties about new issues of law before rendering
its award. After all, the right to be heard is one of the pillars of due process, which also
applies to arbitration”.
145 Comité de Arbitraje Comercial Internacional de la ILA, Informe Final de la Confer-
encia de Río de Janeiro (vid. supra notas 10 y 11), recomendación 8ª (“Before reaching
their conclusions and rendering a decision or an award, arbitrators should give parties
a reasonable opportunity to be heard on legal issues that may be relevant to the disposi-
tion of the case. They should not give decisions that might reasonably be expected to
surprise the parties, or any of them, or that are based on legal issues not raised by or
with the parties”) y recomendación 10ª (“If arbitrators intend to rely on sources not
invoked by the parties, they should bring those sources to the attention of the parties and
invite their comments, at least if those sources go meaningfully beyond the sources the
parties have already invoked and might significantly affect the outcome of the case.
Arbitrators may rely on such additional sources without further notice to the parties if
those sources merely corroborate or reinforce other sources already addressed by the
parties”).
146 STSJ Cataluña 29 abril 2013, STSJ CAT 5324/2013 (Unió Esportiva Lleida, S.A.D.
148 Solicitud 3147/67, Comisión Europea de Derechos Humanos, 7 febrero 1968 (X &
42.
152 “Le juge doit lui–même respecter le principe du contradictoire, notamment lors-
y otros.
esta nueva corriente (llega incluso a referirse a las “excentricidades” de la Corte de Apela-
ción de París), aunque reconoce que, en vista de las recientes resoluciones de los tribuna-
les franceses, “[t]he suggestion that the best solution is the invitation to the parties to
IV. Conclusiones
submit their comments on every single legal aspect that the arbitral tribunal has in mind
to apply, is at the safe side for the arbitrators and the validity of the award” (p. 495).
159 Comité de Arbitraje Comercial Internacional de la ILA, Informe Final de la Confer-
encia de Río de Janeiro (vid. supra notas 10 y 11), recomendación 11ª (“If in the course of
deliberations arbitrators consider that further information about the contents of appli-
cable law is necessary to the disposition of the case, they should consider reopening the
proceedings to enable the parties to make further submissions on the open legal issues,
but only to the extent necessary to address the open legal issues and taking into account
considerations of relevance, time and cost”).
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