El Enemigo Tiene Miedo de Ti
El Enemigo Tiene Miedo de Ti
El Enemigo Tiene Miedo de Ti
Algo por lo que oro regularmente es para que Dios, me dé la habilidad de reconocer los
planes y confabulaciones del enemigo contra mí. Quiero ser capaz de reconocer sus
trampas y evitarlas.
Creo que parte de Su respuesta, me llegó un día mientras estudiaba la historia de Eva
siendo tentada por Satanás (Génesis 3) y nuestro versículo clave: “Porque nada de lo que
hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de
la vida— proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:16).
Mientras comparaba estos pasajes, tuve una revelación sobre cómo Satanás nos
persigue.
Estos versículos describen los 3 pasos de su plan de ataque contra nuestros corazones.
¡Se trata del mismo plan que utilizó para tentar a Jesús en el desierto en Mateo 4:1-11!
Este hecho me dice que, si bien el enemigo puede ser poderoso, también es predecible.
1. La gratificación física
Satanás tentó a Eva con el fruto, el cual “era bueno para comer” (Génesis 3:6b, NVI).
Satanás tentó a Jesús con pan mientras Él estaba en ayuno. (Mateo 4:3-4, NVI)
Satanás nos tienta con cualquier sentido físico que nos preocupe demasiado, ya sea el
gusto, el olfato, el oído, el tacto o la vista. Dios dice que nuestros sentidos son buenos. Él
nos los dio para disfrutarlos dentro de Sus límites. Pero aventurarse fuera de la intención
de Dios con los sentidos, se convierte en un intento de satisfacer nuestras necesidades
lejos de la voluntad de Dios.
Satanás tentó a Eva llamando su atención a aquello “que tenía buen aspecto” (Génesis
3:6c, NVI).
Satanás Le mostró a Jesús los reinos del mundo y Le dijo que Él podría tenerlos todos.
(Mateo 4:8-10, NVI)
Satanás nos muestra las cosas más nuevas, más grandes y supuestamente mejores de
este mundo, tratando de atraernos para que pensemos que debemos tenerlo. Nos tienta a
pensar: esto me hará sentir satisfecha. Esto me hará feliz. Y luego esas cosas se
desgastan, se descomponen, envejecen y revelan que las cosas materiales son
temporales.
Satanás tentó a Jesús diciéndole que Se tirara del punto más alto del templo y ordenara a
los ángeles que Lo salvaran. (Mateo 4:5-7, NVI) Hubiera sido muy interesante y habría
elevado el estatus de Jesús ante los ojos del mundo.
De la misma manera, Satanás nos tienta a que tratemos de ser superiores a los demás.
Erróneamente creemos que debemos convertirnos en algo que el mundo considera digno.
Esto crea una necesidad dentro de nuestra carne para que las personas nos reconozcan,
nos elogien, nos veneren y acaricien nuestro orgullo. Entonces nos atrevemos a jactarnos
de todo lo que somos.
Aquí es donde debemos parar y recordarnos a nosotros mismos que no tenemos por qué
ser rehenes de Satanás. Ya conocemos sus planes y trampas. Y el poder del enemigo es
nada en comparación con las promesas liberadoras de Dios.
Existe una gran diferencia entre la respuesta de Eva a Satanás y la respuesta de Jesús a
Satanás. Eva dialogó con Satanás y le permitió tejer su telaraña enmarañada de
justificaciones. Sin embargo, Jesús, citó versículos de Deuteronomio en respuesta a cada
tentación: “Está escrito...” e inmediatamente le cerró el camino a Satanás con la verdad
de Dios.
Puntos de bendición
1. Identificando a tu adversario
¿Qué tipo de estrategias usa el enemigo para desanimarnos?, trata de poner mentiras en
nuestra mente, de ridiculizarnos, de acomplejarnos, de confundirnos, de hacernos dudar
de Dios, de hacernos sentir inadecuados... ¡Nos ataca con tantas mentiras!
Pero, además de esto, trata también de amenazarnos con las repercusiones de lo que
pasará si decidimos dar pasos de fe, con cómo afectará eso a nuestras relaciones, lo que
pensarán de nosotros... ¡De hecho, quizá más de una vez te has imaginado a amigos
dándote la espalda como consecuencia de obedecer a Jesús, y eso te asusta aún más!
2. Atacando a tu adversario
Pero hay una clave aquí quiero que comprendas: ¿Por qué crees que el enemigo se
esfuerza tanto en desanimarte, confundirte y bloquearte? Lo hace porque tiene miedo de
ti, y de lo que eres capaz de hacer.
Dice la Biblia que, cuando Nehemías y el pueblo de Israel decidieron reconstruir la ciudad
de Jerusalén y la muralla tras la deportación de Babilonia, los pueblos de alrededor se les
opusieron de todas las formas posibles. Una de ellas es que solían minarles la moral,
diciéndoles: "Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será
terminada" (Nehemías 6:9)
¡Sí, el enemigo está asustado de ti! Él sabe que somos hijos de Dios, y conoce el tipo de
autoridad y gracia que tenemos de parte de Dios, ¡muchas veces mejor que nosotros
mismos! =)
Es por eso que trata de todas las formas posibles de frenarte con sus mentiras y temores,
para que así no seas consciente de tu identidad en Cristo, y que, sobre todo, no lleves a
cabo los planes que Dios te ha dado.
Esa estrategia quizá le haya servido al enemigo durante años para bloquearnos, pero ¡no
más! Hoy es el día para levantarnos con fuerza, y seguir adelante, sin prestar atención a
esas distracciones.
La decisión es nuestra.
Momento a momento, decisión tras decisión, paso a paso – ¿operaremos con la verdad
poderosa de Dios o permitiremos que Satanás nos enrede en sus mentiras?
¿hay alguna área de tu vida que te está causando angustia, ansiedad y miedo? La
Escritura nos dice: "Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y
súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes
en Cristo Jesús." (Filipenses 4:6-7 NBLA)
¿Cuál parte del plan de Satanás te afecta más? Dedícate hoy a pasar tiempo en oración,
pidiéndole al Señor que te guie hacia la Escritura que puedes utilizar para luchar contra
tus tentaciones.