El Jardin de Los Sentidos de La Universi
El Jardin de Los Sentidos de La Universi
El Jardin de Los Sentidos de La Universi
El Jardín de los
Sentidos de la
Universidad Jaume I.
Estética y diseño
urbano
Víctor Mínguez
A mi jardinera.
Nadie duda de que los jardines formen parte del patrimonio de la
humanidad, pero resulta más difícil clasificarlos en alguno de sus
distintos ámbitos. Son patrimonio histórico, artístico, urbanístico y
natural a la vez. Son también las creaciones humanas más vinculadas
al disfrute de los cinco sentidos corporales: la vista, el olfato, el
gusto, el tacto y el oído. Atendiendo a su relación con los cinco
sentidos, podemos considerarlos igualmente patrimonio tangible
–podemos verlos, pasearlos, tocarlos e incluso saborearlos- y
patrimonio intangible –los olemos y oímos aunque estas cualidades
no las percibamos táctil o visualmente. Pero además son también
patrimonio mutable, pues evolucionan y cambian continuamente,
por el paso de las estaciones y de los años y por el crecimiento
vegetativo, modificando paulatinamente nuestra percepción sobre
ellos y dificultando su análisis e interpretación.
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total de 13.141,61 m2. El concurso se resuelve en el año 2002,
y resulta ganador el proyecto presentado por el equipo liderado
por los arquitectos Iñigo Magro de Orbe, Miguel del Rey Aynat y
Antonio Gallud Martínez, y la ingeniera técnica agrícola M. Teresa
Santamaría Villagrasa. Se articula a partir de una idea original, un
jardín centrado en la recreación de los cinco sentidos corporales: a
través de cinco zonas sucesivas se crean ámbitos específicos para
la vista, el gusto, el olfato, el tacto y el oído.
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2. Del jardín clásico al jardín contemporáneo
1
Se ha referido a ellos SEGURA MUNGUÍA, S. Los jardines en la Antigüedad.
Bilbao: Universidad de Deusto, 2005.
2
FARIELLO, Francesco. La arquitectura de los jardines. De la Antigüedad al
siglo XX. Barcelona: Editorial Reverté, 2004, p. 17.
3
Ibídem, pp. 18-20.
48
En Roma el jardín sí alcanzó en cambio un gran desarrollo y
además tenemos mucha información al respecto. Según de nuevo
Fariello, durante la República el jardín era simplemente un huerto
utilitario, pero las victorias en Oriente transformaron el concepto. En
Pompeya y Herculano, y en las pinturas conservadas en sus villas,
podemos ver su tipología: rodeado de pórticos, se divide en figuras
geométricas y simétricas; hay estanques y fuentes, estatuas y
asientos; las plantas son ahora ornamentales.4 Posteriormente, las
grandes villas, concebidas como pequeñas ciudades, incorporaron
enormes jardines: los de Lúculo en el monte Pincio, los de Mecenas
en el Esquilino, los de la Domus Áurea de Nerón, los de Adriano en
Tívoli… Estos jardines patricios fueron concebidos para el disfrute
sensitivo: colores, aromas, sabores, tactos y sonidos que creaban
un ambiente placentero y acogedor.5
4
Ibíd, pp. 20-38.
5
Sobre la villa clásica y el jardín en el mundo romano, y su posterior proyección
en la cultura moderna véase ANÍBARRO, Miguel Ángel. La construcción del
Jardín clásico. Teoría, composición y tipos. Madrid: Akal, 2002.
6
FARIELLO, Francesco. La arquitectura de los jardines…, p. 43.
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de espacios pequeños y cerrados. El elemento esencial es el agua,
presente a través de fuentes, estanques y surtidores. Las esculturas
desaparecen y son sustituidas por el empleo de azulejos. Destacan
los arboles mediterráneos, como el ciprés, el magnolio, el naranjo,
el limonero, el boj y el arrayán.7 Buenos ejemplos que podemos
visitar actualmente son La Alhambra de Granada, el Generalife, y el
Alcázar de Sevilla, los tres con gran riqueza hortofrutícola.
7
Ibídem, pp. 47 y 48.
8
Las ideas expuestas a continuación sobre el jardín renacentista y barroco
ya he tenido ocasión de publicarlas en el siguiente libro: MÍNGUEZ, Víctor
y RODRÍGUEZ, Inmaculada. Las ciudades del absolutismo. Arte, urbanismo
y magnificencia en Europa y América durante los siglos XV-XVIII. Castellón:
Universitat Jaume I, 2006.
9
ANÍBARRO, Miguel Ángel. La construcción..., p. 65.
50
Gall. La novedad del jardín moderno estriba precisamente en la
relación compositiva entre el edificio y el jardín a la que se refiere
Aníbarro.
10
HANSMANN, Wilfried. Jardines del Renacimiento y el Barroco. Madrid:
Nerea, 1989, p. 22.
51
indiscutible del arquitecto, como sucederá con Bramante en el
Belvedere y Rafael en la Villa Madama. Dos hitos importantes son el
patio del Palacio del Belvedere en el Vaticano y los jardines de la villa
de Este en Tívoli. El primero, encargado por el papa Julio II, lo inicia
Bramante y lo concluye Pirro Ligorio. La villa de Este es diseñada
asimismo por Pirro Ligorio. La importancia del Belvedere se debe a
varios factores. En primer lugar su monumentalidad: la gran escala
empleada por Bramante para unir a lo largo de una pendiente la vieja
villa Belvedere con el palacio del Papa exigió una gran escala en
los trabajos que se convertiría en referencia para todos los jardines
posteriores. En segundo lugar, el nuevo patio del Palacio Vaticano
fue diseñado en varias terrazas siguiendo criterios de perspectiva,
simetría y armonía. La problemática en la villa de Este era muy
similar. También aquí el arquitecto responsable se encontró ante
un amplísimo terreno en pendiente. Por ello y como el Belvedere,
la villa de Este también fue diseñada para ser contemplada desde
abajo, ofreciendo la perspectiva de sus terrazas colgantes una
excepcional combinación de arquitectura y jardín. El elemento
novedoso fueron en este caso los juegos hidráulicos: los grandes
recursos acuáticos del contorno permitieron disponer numerosas
fuentes y estanques que dotaron a la villa de singularidad.
52
Francisco I, el de Saint-Germain-en-Laye, construido bajo Enrique
IV, y el de Luxemburgo en París, empezado tras la muerte de este
monarca por encargo de su esposa María de Medici. Fontainebleau
aporta la incorporación del agua a gran escala, mediante canales
y estanques. La idea es rápidamente imitada en otros palacios y
pronto el agua se convierte en un elemento indispensable en la
concepción del jardín moderno francés. Saint-Germain, dispuesto
en terrazas escalonadas sobre el río Sena y decorado con grutas
que cobijaban asombrosos ingenios hidráulicos, anticipa por su
diseño unitario la planificación barroca.
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envuelta por un gigantesco parque. Y como en el siglo XVI, los
jardines del siglo XVII son el elemento urbanístico más notable de
las residencias principescas.
54
Fue ilustrado con dibujos del arquitecto Jean-Baptiste Alexandre
Le Blond y traducido a diversos idiomas.
55
verano de los Habsburgo, encargado por el emperador Leopoldo I
al arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach. Si bien el aspecto
final no resultó tan ambicioso como era el proyecto que inicialmente
diseñó Erlach, que de haberse llevado a cabo hubiera superado
al mismísimo Versalles, el conjunto nos muestra un gran palacio
de inspiración francesa insertado en un parque cuyos parterres
se extienden ortogonalmente hasta una colina coronada por una
gran logia neoclásica diseñada por Ferndinand von Hohenberg y
construida en 1775, que delata el final del ciclo barroco.
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Ya en el siglo XVIII surge el jardín paisajista en Inglaterra buscando
su inspiración en los trazados espontáneos del entorno silvestre,
y como alternativa a los diseños arquitectónicos de los jardines
clásicos franceses e italianos. Francesco Fariello expuso con
claridad cuatro razones que explican la superación del jardín
clásico: la propia evolución del jardín tradicional; la influencia del
pensamiento ilustrado -el panteísmo conduce al modelo natural
pues es reflejo de Dios (Rousseau promueve el retorno a la
naturaleza); la influencia de los pintores paisajistas; y la influencia
del jardín paisajista chino, conocido por las descripciones de los
viajeros. Las características del jardín paisajístico son por lo tanto
un terreno que combina elevaciones, hondonadas y planicies; el
arbolado (hierbas, arbustos y árboles); el agua (ríos, arroyos, lagos
y balsas); edificios pintorescos y ruinas; y el diseño de paseos y
senderos.15 Sirvan como ejemplos los parques de Stowe (Charles
Bridgeman y William Kent) y Blenheim (construido por Lancelot
Brown). El modelo se extiende por Europa: Versalles (Petit Trianon),
Roma (Parque Borghese), Caserta (jardín inglés), etcétera. En
Inglaterra aparecen los primeros parques en las ciudades, como
St. James’s Park, Green Park, Hyde Park, Kensington Gardens o
Regent’s Park. En Francia aparecieron el Bois de Boulogne y el
Bois de Vincennes (París), en Nueva York Central Park (realizado
por Olmsted en 1858), y otros no tan grandes en otras ciudades
europeas y americanas.
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artísticas (jardines de hormigón, jardines cubistas, jardines
abstractos, jardines racionales…). Jardines interesantes del siglo
XX son por ejemplo el parque Güell en Barcelona (A. Gaudí) y La
Vilette en París (Bernard Tschumi, parque de La Villette, París, 1982-
1999). Durante la segunda mitad del siglo XX el diálogo permanente
entre arquitectura y jardín llevará a propuestas muy diversas como
el jardín dentro de casa, el jardín sobre la casa, la ciudad jardín,
parques en las ciudades, ciudades en el parque, ciudades verdes,
etcétera.17
3. El urbanismo universitario
17
Todas estas tipologías han sido estudiadas por ÁLVAREZ, Darío. El jardín
en la arquitectura… Sobre el jardín contemporáneo resulta también interesante
el estudio de BROWN, Jane. El jardín moderno. Barcelona: Gustavo Gili, 2000.
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época de expansión, abandonando definitivamente los claustros
catedralicios y e integrándose en la sociedad. Es el momento en el
que estas instituciones docentes arrancan con fuerza en los reinos
peninsulares: Salamanca en 1215, Valladolid en 1260, Alcalá de
Henares en 1293 y Lérida en 1297. Las instituciones universitarias
exigirán para el buen desempeño de su labor edificios adecuados,
que inicialmente toman como modelo tipológico los claustros
catedralicios y monacales. En el código legislativo de Las siete
Partidas de Alfonso X el Sabio (1256-1263) se establecen los
criterios que deben regir las características del lugar donde ha
de desempeñarse la actividad universitaria: edificios propios y
funcionales alejados de la villa. Se anticipa aquí curiosamente y en
cinco siglos el concepto de campus norteamericano.18 Durante los
siglos XIV y XV se impone en Castilla el modelo arquitectónico de
los colegios universitarios desarrollados en París, Bolonia, Oxford
o Cambridge. Es el caso por ejemplo del Colegio de San Antonio
Portaceli en Sigüenza, o el Colegio de San Ildefonso, fundado por
el cardenal Cisneros en Alcalá de Henares. De España el sistema
colegial pasará a América, articulando la enseñanza universitaria
en las principales ciudades de los virreinatos americanos, como
México o Lima.
18
CAMPOS CALVO-SOTELO, Pablo. La universidad en España: historia,
urbanismo y arquitectura. Madrid: Ministerio de Fomento, 2000, p. 24.
19
Ibídem, pp. 24-28.
59
el caso de La Sorbona, que tuvo una localización múltiple dispersa
por el parisino barrio latino. El modelo alemán se establece a partir
de la Universidad de Berlín, creada en 1810 siguiendo las directrices
de Wilhelm von Humboldt. Inicialmente se apuesta por el concepto
edificio-universidad, heredero de la tradición renacentista. El
palacio del príncipe Heinrich, construido entre 1748-1753, ubicado
en la avenida Unter den Linden (“Paseo bajo los tilos”) y de estética
neorrenacentista, se convierte en la sede. Es el modelo inicial de
la Universidad Complutense o de la Universidad de Barcelona. Y
finalmente, el modelo norteamericano, donde surge el moderno
concepto de campus, aparecido por primera vez en Princeton en
1774, y entendido como una vasta extensión de suelo en torno
a un edificio –la referencia clásica es el antiguo Campo de Marte
en Roma. Se intenta mediante el campus crear una ciudad ideal,
una amplia extensión en la que ubicar una pequeña ciudad idílica
segregada. Frente al concepto europeo cerrado de herencia
monacal, se apuesta por edificios separados y abiertos en un
entorno verde. Siguiendo este planteamiento Thomas Jefferson,
tercer presidente de EE.UU., trazará la Universidad de Virginia
(1817-1819), de estética neoclásica y palladiana. Le seguirán los
campus de las universidades de Berkeley, Harvard, Yale, Columbia,
Chicago, Washington y Princeton.
20
Ibid, p. 29.
21
Sobre el origen del diseño urbanístico de la Universidad Complutense,
véase otra interesante publicación de CAMPOS CALVO-SOTELO, Pablo. El
viaje de la Utopía. Madrid: Editorial Complutense, 2002.
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inconvenientes y defectos. Mientras en Europa, y tras la segunda
guerra mundial, habían surgido dos modelos: el británico (uso
residencial) y el alemán (no uso residencial). En 1983 se aprueba
en España la Ley de Reforma Universitaria, que garantiza el
autogobierno de las universidades. Progresivamente la universidad
se descentraliza a nivel autonómico, a la vez que su número se
incrementa notablemente, tanto en el sector público como en el
privado. A partir de la revolución de las telecomunicaciones se
está implantando la universidad virtual, de la que es modelo la
Universitat Oberta de Catalunya, que empezó su andadura en 1994.
Lo cierto es que hoy en día prácticamente todas las universidades
presenciales cuentan asimismo con grados y masters on line,
además de otros muchos servicios ofrecidos en el ciberespacio
–tareas administrativas, catálogos y consultas bibliográficas,
tutorias…- avanzando imparablemente hacia el modelo de campus
virtual.
61
como la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad de
Salamanca o la Universidad de Santiago –si bien es cierto que
algunas de estas universidades centenarias hoy en día cuentan
con modernos campus en el extrarradio, además de los edificios
históricos y urbanos conservados. En el otro extremo encontramos
universidades ubicadas en el campo, cuyos recientes edificios se
integran en un entorno natural –o artificialmente natural-, como es
el caso de la Universidad de Navarra, la Universidad Autónoma
de Barcelona, la Universidad de León, la Universidad Autónoma
de Madrid, la Universidad de Alicante, la Universidad de Málaga
y la propia Universidad Jaume I en Castellón. Precisamente, las
universidades ubicadas en la periferia de las ciudades o incluso
alejadas de ellas son, por la mayor disponibilidad de espacio y
por constituir ciudades en sí mismas, las más adecuadas para
incorporar jardines a su trazado. Sin embargo, aunque casi todas
cuentan con setos, amplias zonas de césped e incluso arboledas,
pocas cuentan con un jardín diseñado como tal.
62
Al margen de los jardines botánicos, algunas universidades se han
esforzado por dotar al jardín de sus campus de significado y de
una moderna funcionalidad, como por ejemplo convirtiéndolo en
espacio abierto para la exposición permanente de obras de arte.
Esa fue la opción que hace años tomó la Universitat Politécnica de
Valencia, convertir su amplio jardín en un museo de escultura al aire
libre.24 El Campus del Camí de Vera, con el mecenazgo de Iberdrola
y con el protagonismo de la Facultad de Bellas Artes, se transformo
en los últimos años del siglo XX en un museo bajo el cielo gracias
a la colaboración de numerosos artistas: Diesco, Esteve, Frechilla,
Gabino, Macario, Marti, Mompo, Nassio, Negret, Oteiza, Sempere,
Serrano, Villa… El modelo del “Campus en tercera dimensión” que
adoptó la Universidad Politécnica de Valencia, tenía no obstante
precedentes importantes, como por ejemplo la Universidad de
Chicago, en Illinois.
24
Campus en tercera dimensión. Valencia: Universidad Politécnica de
Valencia, 1993; Esculturas del campus de la Universidad Politécnica de
Valencia, Valencia, 2001.
63
Desde aquí arranca el espacio reservado al jardín que, convertido
en eje axial del conjunto, deja a sus lados las diversas facultades
-la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales al
lado izquierdo y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales al
lado derecho- y concluye en el ágora donde se ubica el Rectorado,
la Biblioteca o Centro de Documentación, y la Facultad de Ciencias
Humanas y Sociales. En segunda línea, y tras este gran núcleo
central, se extienden los institutos de investigación, las zonas
y edificios deportivos y otras instalaciones diversas como la
residencia de estudiantes.
1.- Vista aérea del Jardín de los Sentidos. Propiedad: Universitat Jaume I.
64
el arquitecto Miguel del Rey Aynat, el arquitecto Antonio Gallud
Martínez, los arquitectos colaboradores J. Ignacio Fuster Marcos
y Bernard Lentzen, el arquitecto técnico Rafael Pastor Ferrandis
y el ingeniero industrial Vicente Perpiña Rovira. Concretamente,
Íñigo Magro y Miguel del Rey son dos interesantes arquitectos de
relevancia nacional. Están detrás de obras como el Museo de la
Valltorta o el reciente Jardín de las Hespérides de Valencia. Siempre
se caracterizan por una atención cuidadosísima al medio natural y
unos proyectos muy perfeccionistas. Además, Miguel del Rey es,
en la actualidad, el mayor experto en arquitectura tradicional de la
Comunidad Valenciana. En la Universitat Jaume I Iñigo Magro es el
arquitecto asimismo del edificio del Centro de Postgrado y Consejo
Social, y Miguel del Rey, uno de los arquitectos restauradores de la
Llotja del Cànem, sede de la UJI en la ciudad de Castellón.
65
En esta zona el jardín combina plantas muy diversas que luego
vamos a encontrarnos en los siguientes espacios, a manera de
resumen de lo que nos espera. De esta manera se entremezclan
diversas especies, como las tropicales aves del paraíso (strelitzia
reginae), jacarandas, enredaderas de rosales (rosa spp.), setos
variados, mirto (myrtus communis), ficus, plumero (cortaderia
selloana), aligustre (ligustrum japonica) y numerosos cipreses
comunes (cupressus sempervirens).
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aromáticas –espliego (lavandula angustifolia), tomillo (thymus
vulgaris), romero (rosmarianus officinalis), etcétera- y también las
flores e hibiscos de flor roja (hibiscus rosa sinensis).
67
4- Jardín de los Sentidos zona del gusto. Autor: V. Mínguez.
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La zona E, el oído, cuenta con la segunda cafetería del jardín, cuya
música suena ininterrumpidamente durante el día. Un estanque
con una escultura acuática que gotea, y un canal que provoca
un murmullo de agua permanente contribuyen a crear un espacio
sonoro. Predominan las plantas acuáticas, como nenúfares
(nymphaea spp.), papiro (cyperus papyrus), bambú (bambusa spp.)
y juncos (typha latifolia). También hay árboles como el sauce llorón
(salix babylonica) y el ciruelo rojo (prunus cerasifera). Peces de
colores y alguna tortuga habitan en y entorno al estanque.
69
7- Jardín de los Sentidos zona de la vista. Autor: V. Mínguez.
70
el sol o comer. El Jardín de los Sentidos es fundamentalmente un
jardín ornamental, que invita al paseo individual, a la reflexión y a
la lectura tranquila, y a la contemplación y disfrute de sus diversos
elementos. El resultado final es una curiosa combinación por lo
tanto de soluciones barrocas –el trazado urbanístico global en el
que se inserta y la preponderancia de fórmulas inspiradas en la
arquitectura-, evocaciones hispanoárabes –su fragmentación, su
carácter intimista, la abundancia de agua y de árboles frutales-,
referencias mediterráneas y tendencias contemporáneas.
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