2 Actividad Consecion Administrativa Derecho Parimonial PDF

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UNIVERSIDAD CIUDADANA DE NUEVO LEON

LICENCIATURA EN DERECHO

ASIGNATURA: DERECHO DEL PATRIMONIO ESTATAL

MATRICULA: 31451

AULA: PERIODO 2023-2

TETRAMESTRE: SÉPTIMO TETRAMESTRE

TEMA: PATRIMONIO ESTATAL

ACTIVIDAD: LA CONCESIÓN ADMINISTRATIVA

ALUMNA: Ma. TERESA JIMENEZ TORRES

TUTOR: RAFAEL EDUARDO ORNELAS GAYTAN

FECHA: 04 DE JUNIO DE 2023

LUGAR: MONTERREY NUEVO LEON

LA CONCESIÓN ADMINISTRATIVA
Sección Tercera
De las Concesiones

1.-CONCEPTO DE CONCESIÓN ADMINISTRATIVA.


La concesión es un acto administrativo por medio del cual la Administración pública
federal, confiere a una persona una condición o poder jurídico para ejercer ciertas
prerrogativas públicas con determinadas obligaciones y derechos para la
explotación de un servicio público, de bienes del Estado los privilegios exclusivos
que comprenden la propiedad industrial
La palabra concesión viene del latín concesión, derivada de concederé conceder.
Término genérico que califica diversos actos por los cuales la Administración
confiere a personas privadas ciertos derechos o ventajas especiales sobre el
dominio del Estado. o respecto del público, mediante sujeción a determinadas
cargas y obligaciones. La mayoría de las veces tales derechos y ventajas implican
el ejercido de ciertas prerrogativas administrativas.
Entre las actividades. privadas de interés público, destaca en forma preferente en
nuestro derecho administrativo la concesión administrativa. Esta materia ofrece un
motivo de investigación amplio, aunque no podemos dejar de mencionar la
tendencia a eliminar del campo de la concesión materias que antes formaban sus
temas básicos.
Las antiguas teorías sobre la concesión administrativa, derecho exclusivo de
emprender una obra pública determinada, o una explotación sometida al
consentimiento previo de la autoridad, o disposición de una porción del dominio
público, va perdiendo su significado tradicional para encerrarse en nuevas formas
de acción administrativa.
El Estado mexicano en la actualidad se enfrenta a graves y urgentes problemas,
que la iniciativa privada está en la imposibilidad de atender, tales como: una justa
distribución de la riqueza pública, la explosión demográfica, el desarrollo económico
total, la incontrolable alza de los precios y la insuficiencia de los artículos de primera
necesidad, la insuficiencia de los salarios y otras causas como el desempleo y la
inflación.
En la concesión se establecen los derechos que corresponden legalmente a la
Administración pública, para atender al funcionamiento de los servicios públicos, al
dominio y administración de sus bienes y las demás situaciones que las leyes
administrativas consideran como elemento concesionable.
La administración pública confiere, delega u otorga esas facultades a una persona
jurídica, privada o pública, que se denomina el concesionario, el cual adquiere un
El derecho administrativo italiano y el español hacen un empleo más amplio del
término concesión: "Hoy -nos dice Garrido Falla- parece haberse llegado a una
fijación del concepto con el que se alude, tanto a aquellos actos que transfieren a
un particular facultades originariamente administrativas, como a los que crean a su
favor un derecho o capacidad prevista en el ordenamiento jurídico. Para analizar los
principios comunes a la concesión, nos apoyaremos en las soluciones que la ley
administrativa ha adoptado, estableciendo los puntos de mayor uniformidad de esos
principios.

2.-SIGNIFICADO DE LA CONCESION:
La concesión administrativa es un procedimiento eficaz dentro de la estructura de
la sociedad moderna, para entregar a los particulares ciertas actividades o la
explotación de bienes federales que el Estado no está en condiciones de desarrollar
por su incapacidad económica, o porque así lo estima útil o conveniente, o se le
impide su propia organización.
Durante el siglo XIX y comienzos del presente, el Estado mexicano venía
celebrando contratos-concesión y otras formas jurídicas, en materia de bancos,
energía eléctrica, ferrocarriles, minería. Esta última se remonta al régimen colonial.
La concesión estimula el fomento de la riqueza nacional, crea nuevos centros de
trabajo, al mismo tiempo que el Estado recibe cantidades importantes por concepto
de impuestos. El particular, estimulado por el espíritu de lucro, pone sus mejores
esfuerzos para una explotación intensiva de los recursos naturales o una eficaz
atención de los servicios públicos concesionados. De todas maneras y a través de
la reversión, los bienes concesionados pasan a poder del Estado, el que puede
determinar el tipo de explotación que se les debe dar.

La tendencia dominante hacia la nacionalización y la mexicanización de las


actividades que caen bajo el campo de la concesión, han disminuido en forma
importante por 10 menos en la etapa actual de nuestro desarrollo, que sigue
injustamente desconfiando de la acción eficaz y moral de los órganos públicos.

El Estado paulatinamente ha venido eliminando del campo de la concesión a


determinadas materias; tal es el caso del régimen del petróleo que proscribe la
concesión petrolera; en el campo de la industria eléctrica se eliminaron las
concesiones y las empresas pasan a la administración del Estado bajo nuevas.

En materia de transportes la nacionalización se ha planteado ante los graves


problemas que origina, principalmente los transportes urbanos, independientemente
de que se han nacionalizado los ferrocarriles y se han creado instituciones
descentralizadas como la red de Transportes Eléctricos del Distrito Federal y el
Metro de la Ciudad de México.

Las graves responsabilidades del Estado lo obligan paulatinamente a ir rescatando


de la actividad privada a aquellas materias en las que debe predominar el interés
general, sin obstáculos e intereses privados, que puedan interferir con su régimen.
No debemos olvidar que la experiencia enseña que los particulares no son siempre
aptos para asumir aquellas tareas del Estado dominadas por el interés general.

3.-CONCESIÓN, AUTORIZACIÓN, PERMISO Y LICENCIA:

Como fase fundamental de nuestro desarrollo político y social se han nacionalizado


importantes renglones de la economía nacional. Tratándose del petróleo y de los
carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, no se otorgarán concesiones,
ni contratos, ni subsistirán los que se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la
explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria
respectiva.

Por otra parte, corresponde exclusivamente a la nación generar, conducir,


transformar, distribuir y abastecer la energía eléctrica que tenga por objeto la
prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los
particulares y la nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se
requieran para dichos fines.
También debemos aludir a que en una faja de cien kilómetros a lo largo de las
fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros
adquirir el dominio directo sobre tierras yaguas.

La Constitución ordena que sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización
y las sociedades mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras,
aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o
aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que
convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales
respecto de dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus
gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso le faltar al convenio,
de perder en beneficio de la nación los bienes que hubieren adquirido en virtud del
mismo.

Partiendo de la base de que el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible,


el derecho se reduce a la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos
de que se trata.

4.-NOCIONES DIVERSAS EN LA LEGISLACIÓN ADMINISTRATIVA


EN MATERIA DE CONCESIONES
La legislación administrativa mexicana no ha sido muy precisa en el empleo del
término concesión administrativa, pues hace referencia a numerosos actos
administrativos, algunos de los cuales no deben llamarse, propiamente hablando,
concesión.

Es frecuente en la ley y en las resoluciones administrativas llamar concesiones I a


contratos, permisos, licencias y autorizaciones y otros actos similares. De esta
manera se alude al contrato-concesión, o a la concesión permiso y otras
denominaciones contradictorias que desvirtúan la naturaleza de esta institución.

También la doctrina ha pretendido reducir el campo de la concesión para "denominar


los actos del poder público que faculta a los particulares para el establecimiento y
explotación de un servicio público o para la explotación y aprovechamiento de
bienes del dominio directo y de propiedad de la nación". Sin aceptar un concepto
ilimitado de concesión sí creemos que esta institución administrativa comprende
además de esos dos grupos, otras actividades importantes de la Administración
pública, hasta llegar a comprender, como lo indica la doctrina española que hemos
citado, a "aquellos actos que transfieren a un particular facultades originariamente
administrativas, como a los que crean en su favor un derecho o capacidad prevista
en el ordenamiento jurídico".

El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que


convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales
respecto de dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus
gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso le faltar al convenio,
de perder en beneficio de la nación los bienes que hubieren adquirido en virtud del
mismo. Las concesiones para la industria eléctrica han sido eliminadas por la
reforma Las concesiones para la industria eléctrica han sido eliminadas por la
reforma constitucional al artículo 27. La nueva ley del servicio público de energía
eléctrica publicada en el D. O. F. del 22 de diciembre de 1975, ordena:

Corresponde exclusivamente a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y


abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público
en los términos del artículo 27 constitucional. En esta materia no se otorgarán
concesiones a los particulares y la Nación aprovechará a través de la Comisión
Federal de Electricidad, los bienes y recursos naturales que se requieren para
dichos fines. Artículo 1º de la ley. Al mismo tiempo se declara que todos los actos
relacionados con el servicio público de energía eléctrica son de orden público. Por
lo que se refiere a las concesiones otorgadas con anterioridad el artículo cuarto
transitorio ordena: "A partir de la fecha en que entre en vigor esta ley quedarán sin
efecto todas las concesiones otorgadas para la prestación del servicio público de
energía eléctrica. Las empresas concesionarias, entrarán o continuarán en
disolución y liquidación y prestarán el servicio hasta ser totalmente liquidadas.
6.-CLASIFICACIÓN DE LAS CONCESIONES EN EL DERECHO
ADMINISTRATIVO:
La legislación administrativa y los autores, parten de diferentes puntos de vista para
clasificar a las concesiones administrativas. La clasificación más general de las
concesiones las reduce a tres grupos importantes, aunque la legislación extranjera
no es uniforme en este sentido.

a) La concesión de servicio público;

b) La concesión de explotación de bienes de la Federación, en las cuales

se incluyen la concesión minera, la de aguas, las de radio y televisión, la forestal,


etc.

e) Otros tipos especiales de concesión, como las registrales, las ganaderas, las de
instituciones de crédito y otras.

También las leyes administrativas formulan sus propias clasificaciones de la materia


especializada que tratan. Tal es el caso del artículo 13 de la ley federal de radio y
televisión que indica:

"Al otorgar las concesiones o permisos a que se refiere esta ley, el Ejecutivo federal
por conducto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes determinará la
naturaleza de las estaciones de radio y televisión, las cuales podrán ser:
comerciales, oficiales, culturales, de experimentación, escuelas radiofónicas o de
cualquiera otra índole."

7.-RELACIONES DEL CONCESIONARIO CON EL ESTADO Y CON EL


PÚBLICO:

Los actos que afectan las relaciones entre el Estado y la forma de explotación de
una concesión, son regulados por disposiciones administrativas de derecho público,
que aseguren el interés general, el debido aprovechamiento de la riqueza pública
para fines sociales, o la atención de un servicio público.
En cambio, se rigen por el derecho privado la adquisición, comercio y disfrute de los
derechos que ellas engendran; debiendo precisarse las situaciones jurídicas que se
refieran a los derechos que engendran los contratos que tengan por objeto la
explotación de lotes mineros o la enajenación de los derechos mineros y los
contratos que celebren los particulares con las sustancias, productos o servicios
relativos, independientemente de los actos civiles que deben regirse, en su caso,
por el código civil o por el código de comercio o las leyes mercantiles especializadas.
Por eso el régimen de la concesión de explotación de bienes del Estado. es de
estricto derecho, estableciendo ineludibles obligaciones del concesionario, como en
los casos a que se refiere el artículo 45 de la ley minera y el artículo 46 de la ley de
aguas. Por otra parte, el Estado no debe olvidar que, si un particular adquiere una
concesión, es para sacar un provecho razonable de ella, poniendo su capital y
trabajo en una empresa, que puede ofrecer beneficios o pérdidas. Combinar el
interés general y el interés privado del concesionario es la base de la concesión.

En la concesión de explotación de bienes del Estado, el concesionario, además de


las relaciones con el poder público, mantiene relaciones con los particulares.

8. NATURALEZA JURÍDICA DE LA CONCESIÓN

La doctrina administrativa ofrece diversos criterios para determinar la naturaleza


jurídica de la concesión, en tanto que en la doctrina administrativa extranjera
predomina la naturaleza contractual de la concesión, en la doctrina administrativa
mexicana ha prevalecido el criterio de considerarla como un acto de naturaleza
compleja o mixta. Las diferentes opiniones que se han expresado para determinar
la naturaleza de la concesión, pueden enunciarse en estos términos:
a) La teoría contractual de la concesión;

b) La concesión como un acto unilateral y meramente reglamentario regulado por la


ley de la materia;
c) La concesión como un acto mixto.

a) La teoría contractual de la concesión


La teoría contractual es la teoría tradicional para explicar la naturaleza

jurídica de la concesión, principalmente la concesión de servicio público.


La concesión es el resultado de un contrato celebrado entre la Administración
pública y el concesionario, que es una persona física o una persona jurídica
colectiva. El concesionario se encarga de la realización de una obra o de la
prestación de un servicio mediante prestaciones de carácter económico.
b) La concesión como un acto unilateral y meramente reglamentario
Para esta opinión la concesión es un acto jurídico unilateral que se somete por un
mandato del poder público, a una situación legal y reglamentaria predeterminada,
sin que la voluntad del concesionario intervenga en ningún momento, ya que se
concreta a aceptar las condiciones preestablecidas.
c) La concesión como un acto mixto

La tesis que prevalece en los diversos autores, es la que considera a la concesión


como un acto mixto: un acto unilateral y un acto contractual. La concesión se
descompone en dos elementos: la situación reglamentaria y el contrato
administrativo. La situación reglamentaria resulta de la organización del servicio y
es la parte más importante; la contractual le está subordinada; es esencialmente de
naturaleza financiera y está destinada a asegurar la remuneración al concesionario
por la gestión que asume. Entretanto el Estado no podrá aceptar la tesis contractual,
ni aun la naturaleza compleja o mixta de la concesión. El Estado de nuestros días
se ha transformado radicalmente al amparo de una política económica, rápida Y
flexible que no deberá detenerse en los intereses particulares, sino que deberá
hacer valer el interés general, imponiendo en forma total el régimen jurídico que las
circunstancias exijan. Las grandes carencias de nuestros pueblos demandan una
acción continua, eficaz, flexible e inmediata del Estado, que deberán consagrar las
leyes administrativas.

9: CAUSAS DIVERSAS QUE AGRAVAN UNA CONCESIÓN

Tanto las concesiones de servicio público, como las concesiones de exploración de


bienes del Estado y los otros tipos que hemos señalado de concesión son
manejados por los particulares por motivos comerciales, es decir, para obtener una
utilidad lícita, de acuerdo con los términos de la propia concesión.

Puede hacerse incosteable la explotación de una concesión por causas internas de


la propia empresa, o por causas externas a la misma, que graven de tal manera la
economía o el régimen de la misma que hagan difícil su explotación
En determinadas situaciones es el propio Estado el que agrava la situación de una
empresa, al exigirle prestaciones o situaciones que no puede lícitamente solventar,
salvo que el propio Estado encuentre el medio de proteger esa situación. También
puede complicar el manejo de una empresa la excesiva reglamentación del servicio.
El Estado interesado en proteger una fuente de trabajo puede proporcionar a las
empresas exenciones, privilegios, beneficios, subsidios, que defiendan su equilibrio
financiero.

En materias fundamentales relacionadas con la economía nacional, la tendencia


debe ser a la nacionalización de las fuentes principales de la economía, porque los
constantes paliativos no conducen sino a entorpecer la marcha del desarrollo
económico nacional. En ningún caso las medidas de índole constitucional o
legislativo deben implicar procedimientos de compensación.

Tenemos como ejemplo los casos .de Real del Monte, de Angangueo otros, en los
que el Estado ha protegido esta fuente de trabajo al hacerse improductiva para sus
empresarios, formando cooperativas y rodeándolas de ciertos beneficios. Las
causas extracontractuales imprevistas en la concesión, que hacen onerosa la
explotación de una empresa, no son en ningún caso imputables al Estado.

10.-TÉRMINO DE LA CONCESIÓN.

Es la ley administrativa la que en cada caso fija la duración temporal de las


concesiones. Valgan los siguientes ejemplos: Artículo 30 de la ley federal de radio y
televisión: El término de la concesión no podrá exceder de 30 años y podrá ser
refrendada al mismo concesionario que tendrá preferencia sobre terceros.

Artículo 34, párrafo quinto: "Las concesiones mineras de explotación otorgadas


conforme a esta ley tendrán una duración de 25 años que se contarán a partir de la
fecha de expedición del título correspondiente."

La explotación de una concesión implica una fuerte inversión de capital que


necesariamente debe ser recuperada en la duración de la misma. Es deber del
poder público tomar en cuenta estos factores para fijar las condiciones generales
de una concesión.

Debemos insistir en que debe desterrarse de la concesión toda idea contractual,


para someterla a un estricto régimen de derecho público. La tendencia
intervencionista del Estado, el nacionalismo económico y la economía dirigida,
implican principios que eliminan cualquier interés particular que puede menoscabar
el interés general. Estamos en una época de grandes transformaciones jurídicas y
la concesión es una de las instituciones administrativas que ha sido más afectada
en las reformas constitucionales y en los desarrollos de la doctrina administrativa.

Las últimas leyes administrativas abundan en preceptos que establecen


limitaciones, reducciones, prohibiciones de todo género, y dan al poder público
medios poderosos para rescatar las concesiones."

La concesión fija la duración de la misma. No debe pensarse en términos excesivos,


sino limitados o temporales de acuerdo con la naturaleza del servicio. El establecer
el servicio implica un régimen económico y financiero que debe tomarse en cuenta.

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BLIBLIOGRAFIA:

LIBRO: DERECHO ADMINISTRATIVO 2do TOMO


AUTOR: ANDRÉS SERRA ROJAS
EDITORIAL: PORRUA
CIUDAD: MEXICO. 1977

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