La Mente Corporizada
La Mente Corporizada
La Mente Corporizada
corporizada. U1.
Autor: Bedia y Castillo Ossa.
Una revisión histórica de las ciencias de la mente.
Las principales ideas en el campo de la psicología cognitiva cuyo origen arco una
concepción que sobre la mente domino el panorama intelectual a lo largo del último medio
siglo.
La psicología cognitiva surgió con el objetivo de comprender los principios de la cognición
en general y en abstracto (comprender los mecanismos que producidas las funciones
cognitivas como, por ejemplo, el uso de la memoria). Entender el conocimiento como
procesamiento de información es su presupuesto básico.
El desarrollo de la teoría de la computación (Turing y Von Neumann) y surgimiento de las
computadoras como entidades concretas, constituyo un paso central para el fortalecimiento y
desarrollo del cognitivismo. Las computadoras dieron pie a una analogía para entender
la relación cuerpo-mente como un símil de la relación hardware-software.
La mente paso a ser entendida como na computación sobre representaciones simbólicas de
carácter lingüístico, representaciones que adquieren realidad física mediante la forma de un
código simbólico en el cerebro.
La mente paso a ser entendido como na computación sobre representaciones simbólicas de
carácter lingüístico, representaciones que adquieren realidad física mediante la forma de un
código simbólico en el cerebro o en una máquina.
Aunque quedaron algunos problemas sin resolver los cuales se mantuvieron enquistados
durante años, pero que finalmente dieron pie al surgimiento de importantes criticas
provenientes desde distintos frentes disciplinarios en torno a finales de la década de los 90 de
siglo pasado, dando origen a nuevos enfoques de comprensión de la mente.
La mente extendida:
La teoría de la mente extendida afirma que la ‘’mente no está en la cabeza’’, sino que emerge
de las interacciones con el entorno (el mundo externo hace parte de la cognición). Los
procesos informaciones y computacionales se encuentran diseminados por el entorno, e
incluso puede llegar a confundirse con este. Según Chalmers y Clark, ‘’una extensión de la
mente es un sistema integrado que incorpora de modo esencial y no accidental sistemas de
información y que es susceptible de convertirse en una prótesis para funciones específicas y
característicamente mentales’’. El principio básico es el principio de paridad: ‘’Si al
enfrentarnos a cierta tarea una parte del mundo funciona como un proceso que si estuviese en
la cabeza no dudaríamos en aceptarlo como una parte del proceso cognitivo, entonces es
parte del mundo es (en ese momento) parte del proceso cognitivo’’. Se puede dividir este
principio en:
1. Descarga computacional de datos y tareas en el medio: la mente humana es un sistema
computacionalmente abierto, que se completa con la colaboración del medio, en el que
descarga tantos datos y procesos computacionales como puede.
La evolución de nuestra especio tuvo mucho que ver con la trasformación del medio
producida por la construcción de herramientas cognitivas. La capacidad de los
humanos de construir símbolos contribuye a crean un medio, un entorno en el que la
evolución personal y de especio se desarrolla condicionada por las interacciones con
estos ‘’artefactos epistémicos’’ y ‘’símbolos sintonizados’’.
El principio de descarga computacional: Cuando deseamos conocer el teléfono de la
compañía de gas buscamos en la guía telefónica, pero no nos aprendemos la guía.
Depositamos en el medio una confianza informacional y cognitiva paralela a otras
confianzas practicas sin las que seriamos incapaces de movernos. Esta descarga es una
de las formas más significativas en las que los humanos nos involucramos en nuestro
entorno: hacemos que él nos resuelva problemas que de otra forma nuestras
limitaciones mentales serían incapaces de resolver.
2. Internalización de procesos de descarga: Algunos de estos procesos de descarga se
internalizan y convierten en módulos interactivos, cuando nuestra mente responde a
ellos de manera automática, sin que medien procesos de reconocimiento de fiabilidad.
Este segundo paso ocurre solamente con ciertos sistemas de computación externa que
se convierten en auténticas prótesis mentales, más allá de su anterior estatus de
herramientas cognitivas. Chalmers y Clark ponen el ejemplo de una persona, Otto, que
padece Alzheimer y usa un cuaderno de notas para descargar ahí toda la memoria a
corto plazo que necesita (lo que hace del cuaderno una memoria externa, una prótesis).
Nuestra mente solamente es posible en un mundo lleno de herramientas cognitivas. La
primera de ellas fue le lenguaje, que es un sistema de herramientas para almacenar
información, nuestra principal habilidad de manipular la mente de los otros
infectándola con nuestras ideas, deseos, creencias, expectativas y planes.
Controlamos nuestro entorno físico y espacia de maneras que alteran fundamentalmente las
tareas de procesamiento de información a las que se enfrenta nuestro cerebro. El proceso de
externalización de la mente se da, de esta forma, en los dos pasos diferenciados de descarga
e interiorización. La descarga se realiza en una parte del medio adecuada de forma robusta
para la tarea: por ejemplo, un aparato de computación que es usado permanentemente, una
libreta, etc., un sistema que pueda acoplarse a la computación. La progresiva interiorización
del artefacto pone en cuestión el que las barreras del cráneo o de la piel sean tan adecuadas
como parece para definir la frontera entre lo mental y lo no mental.
La mente Enactiva:
Frente a todo movimiento hay una información sensorial relacionada que justifica esa acción.
Cuando realizamos acciones nuestros sentidos están en constante dialogo adquiriendo y
mostrando información referente a la percepción de estos movimientos o acciones. Nuestros
movimientos vienen definidos por las maneras que tenemos de percibir estas sensaciones.
Podemos distinguir a grandes rasgos, diferentes ámbitos de la percepción del movimiento:
1. Propiocepción: El primer ámbito de la percepción. Nos da conciencia de nuestro
propio movimiento. La propiocepción es la que nos hace saber que están dando estos
movimientos o acciones.
2. Percepción Espacial: Nos permite localizarnos en relación a un espacio.
Principalmente gracias a los sentidos de la vista y del oído, podemos orientarnos en
frente a lo que nos rodea. Nos construimos la relación espacial que nos rodea y que
nosotros percibimos.
3. Percepción del Tacto: Tres modos de procesar la información ‘’aprehendida’’ a
través del sentido del tacto. Estos tres modos son: Percepción tacto, kinestésica y
haptica. La percepción táctil hace referencia a la información adquirida
exclusivamente a través del sentido cutáneo. La percepción kinestésica se refiere a la
información proporcionada por los músculos y tendones. La percepción haptica se
trata de cuando ambos componentes, el táctil y e kinestésico, se combinan para
proporcionar al perceptor información valida acerca de los objetos de nuestro entorno
cuando utilizamos el sentido del taco de forma activa y voluntaria. Definición de
percepción haptica: Es la percepción de la información obtenida exclusivamente a
través del uso activo de manos y dedos, excluyendo toda receptividad pasiva de la
estimulación suministrada directamente en la mano del perceptor.
La importancia de la percepción visual en la interacción con el medio ha contribuido al
desarrollo de la investigación sobre las funciones implicadas en la percepción (y
representación mental) de objetos y a considerar al sistema visual como el más importante y
primario, (y al haptico, como un sistema de procesamiento secundario, subsidiario del
visual).
La tesis defendida de los trabajos de Katz, Revesz y Gibson es que existe suficiente apoyo
experimental para proponer que percepción haptica no es un tipo de percepción secundaria e
inferior, subsidiaria de la percepción visual, sino que se suministra importante información
sobre el mundo cuando la tarea a realizar resulta adecuada.
4. Movimiento e inteligencia : Los grandes autores clásicos en el ámbito de la
psicología de la percepción son Katz, Revesz y Gibson. De los trabajos de Katz se
recogían y mencionaban las capacidades del tacto en lo referente a las llamadas
propiedades substanciales. De los de Revesz, la independencia del sistema del tacto
respecto de los modos de funcionamiento de la visión, esencialmente por su carácter
secuencial, y de Gibson, la necesidad de entender el tacto en su dimensión activa.
Estos autores destacaban como la fenomenología del tacto producía sensaciones
subjetivas cuando los estímulos eran recibidos pasivamente por el sujeto. Este
conjunto de ideas tomo forma en las tareas experimentales del llamado tacto activo en
que se permitía al órgano corporal, específicamente a las manos, la exploración de los
objetos.
Turvey y sus colaboradores han rescatado los trabajos de Gibson, concentrándose en
recuperar y desarrollar su teoría de las affordances. La idea básica es que el
funcionamiento del tacto en ciertas condiciones hace necesaria su explicación desde el
movimiento. Así, las propiedades estimulares con las que ‘’resuena’’ el tacto, y por lo
tanto, a las que es sensible, son continuos que no están definidos en las cualidades
primarias de los objetos, sino que aparecen en la actividad conjunta, (acoplamiento),
que se produce entre el objeto y el sujeto que lo explora. Turvey llama a esta forma de
funcionamiento ‘’tacto dinámico’’. Se asume que no van a ser las capacidades
sensoriales de la piel las encargadas de reconocer el estímulo proximal. Es imposible
definir la existencia de un estímulo independiente de la actividad del perceptor. Es así
como el movimiento, la dimensión activa del acto perceptivo, va a venir al primer
plano de forma ineludible.
5. La mano pensante: A pesar de la importancia de la percepción haptica, solo muy
recientemente se ha empezado a considerar la mano y sus componentes, los dedos,
como verdaderos órganos receptores. De la misma manera como el ojo es el verdadero
órgano de la percepción visual, la mano lo es de la percepción haptica y no los
receptores cutáneos como antes se creía. Debido a la capacidad del sistema haptico
para aprehender un gran número de atributos de los objetos es necesario considerarle
como un sistema independiente del sistema visual. Klatzky y Lederman han defendido
un modelo de procesamiento haptico directo, no mediado por la imagen visual, que es
sumamente sugerente. El modelo asume que el sistema haptico posee sus propios
canales de codificación y sus procesos. Este sistema es multidimensional y puede
computar diferentes atributos relacionados con la sustancia del objeto, su estructura y
su función.
La acción sería una de las primeras manifestaciones de la inteligencia. La evolución
logro en el hombre privar a la mano de toda especialización. No era ya mano para
agarrar, dar zarpazos o trepar. Era, literalmente, una mano para todo. Una mano
descontextualizada: instrumento puro. Con su evolución, la mano adquirió nuevas
capacidades funcionales, sin perder otras. A esas habilidades se añade una capacidad
combinada de fuerza y precisión de agarre. Si el lenguaje y el uso de las manos para la
fabricación y empleo de herramientas coevolucionaron, forjando eficazmente un
nuevo campo de operaciones para el cerebro del hombre, y un potencial mental que
conocemos como ‘’cognición humana’’. Entonces el uso ‘’inteligente’’ de la mano
podría no haber sido un legado meramente incidental de los homínidos, sino una
fuerza fundamental en la génesis de lo que llamamos ‘’mente’’, activada en el
momento de nacer.
6. Movimientos corporales y cognición: El modelo de mente que nos interesa defender
será el de la cognición corporizada, situada y enactiva. Gracias a la actividad senso-
motora que tiene lugar en las diferentes instancias de la experiencia en contextos
interactivos, desarrollamos una comprensión corporeizada del mundo. La cognición se
construye con base en representaciones que son el producto de proyecciones
metafóricas fuertemente enraizadas en el componente enactivo de la experiencia.
La base de nuestro sistema conceptual se encuentra en la experiencia directa con los
objetos del mundo exterior y que los modos en que usamos la mente para comprender
la realidad emergen de un grupo de estructuras conceptuales básicas que se han
formado a partir del conocimiento práctico del mundo. Dicho conocimiento se origina
en las unidades básicas de la percepción, que se forman como resultado de la
experiencia temporal y espacial de nuestros cuerpos en movimiento. Los esquemas
imagen se basan en la actividad kinética directa. Poseen una lógica interna que los
hace funcionar como si fueran la estructura abstracta de una imagen y vinculas en
amplio rango de experiencias diversas que presentan la misma estructura recurrente.
Aprehendemos las relaciones espaciales ejecutan de proyecciones corporales.
Utilizamos los movimientos de nuestro cuerpo y mediante la acción de nuestras
capacidades sensoriales, definimos un conjunto de orientaciones espaciales básicas
que usamos para percibir las relaciones entre diferentes objetos en el ambiente. La
mayor parte de nuestra inferencia conceptual es, por tanto, ‘’inferencia sensorio
motora’’.
Conclusiones.
Considerando al ser humano como un ser vivo que actúa e interactúa con el entorno y
consigo mismo, según la visión de las más modernas teorías de la cognición.
La acción esta encarnada en la experiencia vivida de nuestro cuerpo, y nosotros no damos
cuenta de este hecho a través de las propiocepción, de las kinestesisas de nuestros miembros
motores y de las eferencias motrices.
Según la enacción, la orientación no es una cuestión de representación conceptual, sino una
cuestión esencialmente práctica, u saber del cuerpo. La constitución de sentido la consigue el
sujeto a partir de sus relaciones con el espacio, y el sentido de las realidades objetivas – que
llegan al sujeto a través de la percepción e los objetos y a través de la acción- solamente
puede ser posible para nosotros por la función de kinestésicas, y de la exploración espacial.
La inteligencia y la comprensión de la mente humana hunden sus raíces en las capacidades
del cuerpo humano.