Perseverancia y Resiliencia en El Porvenir. Eustory2022
Perseverancia y Resiliencia en El Porvenir. Eustory2022
Perseverancia y Resiliencia en El Porvenir. Eustory2022
en El Porvenir
David Müller-Plantenberg XV Edición
Baniandrés
Tutora: 2022
Alexandra Álvaro Cortés
Un colegio protestante en la
España católica
Albert Camus
- El mito de Sísifo-
Índice de contenidos
Introducción: 7 Capítulo VI: 93
Capítulo I: 10 Capítulo VII 103
Capítulo II: 29 Capítulo VIII: 121
Capítulo III: 42 Conclusión 131
Capítulo IV: 59 Referencias 137
Capítulo V: 68 Bibliografía 139
Agradecimientos
Esta investigación ha supuesto todo un reto para mí. No hubiese sido posible sin la ayuda de muchos
profesionales que me han brindado su valioso apoyo. Agradezco en primer lugar, la paciencia y la
seriedad con la que Alexandra, mi mentora, ha dirigido mi trabajo; sus conocimientos y dedicación
han sido de incalculable valor.
Estoy muy agradecido a mi profesora Laly, a mis padres, a la archivera de la Fundación Fliedner, Toñi,
y al profesor de religión Joaquín; todos ellos me han ayudado con la investigación, sea a través de
testimonios, conocimientos o documentos con los que investigar. En especial quiero agradecer a los
ex alumnos y ex profesores, como Daniel Casado, que me han dado acceso a sus experiencias y
conocimientos en una época tan convulsa como fue el franquismo, época muy importante para mi
investigación.
EL PORVENIR
1869 1897 1901 1936
Primer viaje de los Inauguracón del Muerte de Federico Comienzo de la
Fliedner a España colegio El Porvenir Fliedner guerra civil
fortuita; nos invita a pensar que lo que importa no es el edificio histórico en sí, sino la labor que desde
sus inicios hasta la actualidad pretendía y se pretende llevar a cabo; nos referimos a encaminar la vida y
el futuro de quienes pisaron y pisan, como nosotros, estas aulas hacia su personal “porvenir”,
dotándolos de herramientas de preparación para la vida. Por tanto, “El Porvenir” es una historia que
sigue viva, la historia de todos y cada unos los que han pasado por él, y que son pruebas vivientes de la
dedicación, voluntad y perseverancia de quienes crearon este particular microuniverso y lucharon por
él.
ciclo en mi vida importante: dieciocho años formándome en el Colegio el Porvenir. La historia de esta
institución encaja a la perfección con el lema de la edición 2022 del concurso Eustory, Trabajo y Crisis,
de una educación universal y de calidad. El colegio fue fundado en un momento de crisis tras el Sexenio
democrático y sus primeros años estuvieron marcados por una oposición severa por parte de una sociedad
ultracatólica y conservadora, es decir los últimos coletazos del Antiguo Régimen en España. La crisis fue
una constante en todo el recorrido que hizo el centro. Pervivió a la monarquía constitucional, la dictadura
de Primo de Rivera, la Segunda República y la dura represión franquista. Logró superar las adversidades de
Los Fliedner, los fundadores de este centro, se encontraron con una España reacia a todo lo nuevo, una
España xenófoba y ultracatólica. La historia de los Fliedner es por ello, una historia de un incesante intento
En el presente trabajo proponemos dar a conocer la historia de un colegio de la calle Bravo Murillo número
185 en Madrid, El Porvenir, y a una comunidad, protagonista más o menos silenciosa, y hasta ahora ausente
ríos, el alcalde Romanones, Cánovas del Castillo e Indalecio Prieto por nombrar algunos, la labor de esta
fundación y del colegio ha pasado inadvertida incluso en la acera de enfrente. En Alemania en cambio, el
nombre Fliedner es más conocido, entre otros, por las labores sociales y filantrópicas que realizaron y entre
Esta investigación es, de cierta manera, un intento de rescatar del olvido a ciertos grupos sociales que han
comenzar por analizar cómo se introdujo el protestantismo en España, que, a diferencia de otros países
próximos como Francia, Bélgica o Italia, era una corriente relativamente joven y que afrontó los mismos
España, en el siglo XVI, fue escenario de la magnitud del poder que la Inquisición tuvo, y un siglo que
estereotipó a España con una imagen un tanto negativa. Individuos como Juan de Valdés o Antonio del
Corro nos han legado testimonios desde el exilio sobre ello, y desde entonces, los españoles protestantes
Historiadores posteriores, ya del siglo XIX, interpretaron esta época y la calificaron de «primera Reforma
española*» aún sin protestantes, por la persecución que estos vivieron sobre todo durante el reinado de
Felipe II. Es por ello que denominamos Segunda Reforma protestante al intento de propagar la doctrina
evangélica desde 1868, año de la Gloriosa, hasta el comienzo de la Guerra Civil de 1936.
En el contexto europeo, el resurgimiento protestante en España concurrió con la reanimación religiosa del
mundo anglosajón a principios del siglo XIX. Desde el siglo XVII Gibraltar se convertiría en cabeza de puente
para el protestantismo en España, asentándose inicialmente en la zona catalana y los territorios de la baja
Andalucía bajo la influencia de la colonia británica; es allí donde proliferaron y alcanzaron más éxito dichas
misiones evangélicas. Ya a mediados del XIX, y gracias a la ayuda de Gran Bretaña, se formaría la Iglesia
Reformada Española. Previamente en este país se había dado un potente movimiento de renovación
espiritual que había comenzado a hacer proliferar diferentes grupos evangélicos con una fuerte voluntad de
fortalecer los lazos de unión entre protestantes, lo que les llevaría a establecer como actividad fundamental
la defensa mutua de los evangélicos, sobre todo en aquellos países en los que no existía la libertad de culto
como derecho reconocido legalmente, siendo el caso de España. Es aquí cuando nace lo que podemos
extranjero europeo, sobre todo en Inglaterra. Juan Bautista Cabrera, primer obispo
en España de la Iglesia Española
Reformada Episcopal y célebre escritor.
*Segunda Reforma Española
Fue en buena medida el resultado del impulso institucional y apostólico que
recibieron las iniciativas misioneras por parte de la iglesia anglicana, de otras
denominaciones protestantes y de iniciativas privadas.
Con el reinado de Isabel II se instauró en España la tan esperada
Ruet.
Isabel II, reina de España (1833-1868)
Cuando en septiembre de 1868 ocurre la revolución de la Gloriosa - tal
Federico Fliedner
FEDERICO
FLIEDNER CON SUS
COMPAÑEROS
Fotografía de estudio, realizada en
Alemania, 1867 (albuminado).
ARCHIVO FLIEDNER: 000331
Federico Fliedner es el primero por la
izquierda, y todos portan el brazalete de la
Cruz Roja, ya que trabajaron como
«diáconos de campaña» durante la Guerra
de Prusia y Austria en el verano de 1866.
El 23 de septiembre de 1868, poco antes de la victoria del general Serrano en
de la sociedad y la oposición de conservadores vinculados a la Iglesia Católica hicieron que la asistencia del
siguiente domingo fuese aún mayor; tanto, que ante la posibilidad de que se produjeran altercados, los
dueños del local rescindieron el contrato de alquiler que habían firmado con el Comité evangélico de
Madrid. Poco después se inaugurará la iglesia de El Redentor, considerada como primera iglesia evangélica
En este contexto Fliedner realizó su primer viaje a España, en la primavera de 1869, atraído por esa
revolución libertadora, cuando solo era un estudiante de teología; recién llegado de Alemania, Federico
Fliedner asistió al primer culto en El Redentor. Durante el viaje tuvo tiempo de aprender español, sobre todo
para empaparse de la situación política española. Véase un ejemplo. El 11 de febrero se abrían las Cortes
constituyentes, eligiéndose la Comisión Constitucional que presentaría el proyecto de la futura carta magna,
este el más polémico que polarizó tanto a las Cortes como a la sociedad española. El 12 de abril, con
Federico aún en España, se dio el famoso debate entre Vicente Manterola, canónigo de Victoria elegido
diputado por Guipúzcoa, y Emilio Castelar. El primero defendía la unidad religiosa en España y el segundo la
libertad de conciencia y culto y la separación entre Iglesia y Estado.[4] Federico seguiría vivamente el
debate institucional.
españoles que profesaban una fe distinta de la oficial. El texto de esta Constitución no contemplaba todavía
un Estado laico - lo que habría sido demasiado provocador para las fuerzas conservadoras - pero sí reconocía
los derechos de los españoles disidentes del catolicismo romano. El tema religioso de esta Constitución se
de cualquier otro culto queda garantizado a todos los extranjeros residentes en España, sin más
limitaciones que las reglas universales de la moral y del derecho. Si algunos españoles profesaban otra
religión que la católica, es aplicable a los mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior.
De acuerdo con Juan David Hughey,[5] hubo distintas opiniones de los políticos de la época; un ejemplo sería
el republicano Figueras, que mostró su disconformidad con el artículo 21, ya que entendió que se daba más
importancia a los extranjeros que a los españoles. Precisamente es en esta época cuando el protestantismo
comienza a ser una realidad histórica en España; con cierto margen de libertad, se comienzan a abrir iglesias
y colegios de forma paulatina, llegando misioneros de todas las nacionalidades y tendencias protestantes
España para analizar de primera mano la situación sociopolítica del país, concretamente la situación de los
núcleos evangélicos que empezaban a emerger.[6] Debía dedicarse al avivamiento completo en España, a ser
posible en todo el país. El mandato básico del comité berlinés quedó expedido en 14 capítulos, en el último se
lee,
“El predicador Fliedner mantendrá correspondencia viva y regular con el comité de Berlin para España, y al
cabo de cada mes enviará un bosquejo claro y verídico de sus impresiones y avances, y también para
actividades importantes, casos dudosos y decisiones relevantes solicitará el consejo y la decisión previa del
libertad que se había abierto. Desde 1874 y hasta finales del siglo, Cánovas del Castillo sería el político
conservador más destacado. Muy interesante son las conexiones del propio Fliedner con los intelectuales
de la época, como el propio Cánovas, Sagasta o incluso Castelar, políticos que creían en Institución Libre de
Enseñanza, con quienes compartió muchos de sus puntos de vista. Ya en enero de 1875, sólo siete años
borbónica se estableció con el monarca Alfonso XII. Este prometió a la Iglesia católica su protección
especial. La constitución de 1869 se modificó, dando paso a la de 1876. Ahora, el artículo en cuestión decía:
La Iglesia católica apostólica romana es el Estado. La nación se compromete a apoyar su culto y sus
ministros. En territorio español nadie será molestado por sus opiniones religiosas o el ejercicio de su culto,
bajo la condición que respete la moral cristiana. A pesar de ello, no se permitirán otras ceremonias o
Si bien seguiría dando cierta tolerancia religiosa, por otro era un profundo vivero
de comicios populares
lado no permitiría ninguna ceremonia ni manifestación
y de oradores ingenuos.
pública que no fuese la católica. Aquellas experiencias las Una noche y otra noche,
dispensario y oficinas). Lo primero que haría sería convertir la capilla en un lugar digno de culto, y al lado
construye una escuela elemental, un pequeño orfanato y una enfermería. El protestantismo aterrizaba así
en Madrid; se iría asentando paulatinamente. Un nuevo reto comenzaba el joven Fliedner: acercar el
Evangelio a los españoles desde la propia cultura española, y sobre todo cambiar el país a través de la
educación; su objetivo principal sería instaurar una educación de calidad tratando de solventar otro de los
Porque el alemán, y en esto también difiere de la mayoría de sus asalariados colegas, no vino a España de
paso ni a hacer méritos para luego situarse en la carrera eclesiástica en su país de origen, sino a trabajar
por los olvidados, participar en el esfuerzo colectivo llamado a situar en vías de modernización y progreso
un país con el que terminó identificándose, y para quedarse para siempre, como así fue en efecto.
Fondo bibliográfico del Archivo: una
postal del Palacio de Éboli, donde vivió
Federico Fliedner antes de trasladarse a
El Porvenir (calle Almudena, 3).
Se ubica perfectamente, con el Palacio
Real al fondo.
DIMENSIÓN TEOLÓGICO-
EDUCATIVA y CONTEXTO DE
FUNDACIÓN DEL CENTRO
CAPÍTULO II
Para entender por qué Fliedner optó por una educación secular y liberal hay que analizar el contexto
empapada notablemente por estas nuevas ideas, siendo el antropocentrismo más que una influencia
incluso un causante de la reforma. Esto es visible en el énfasis que pondrán los protestantes en el
individuo y su relación con Dios. Producto de estas teorías humanistas, el protestantismo también
influirá en la Ilustración, siendo este un elemento clave para entender a ilustrados como Locke
traducción de la biblia a lenguas vernáculas, sentará además la base en parte al surgimiento de ideas
ilustrado, muchas de estas ramas tomaron este camino sobre todo para
Gustavo III o la de Prusia más que por amor a los ideales ilustrados,
España, entre ellos también los esfuerzos de los Fliedner, pusieron gran
producto de la estructura teológica del evangelismo. Para los protestantes, la relación con Dios no
debe estar atada a una institución como la iglesia. Este pensamiento se deja resumir con los
postulados base o los principales principios de la reforma: Sola Scripte (la biblia recibe la última
palabra), Sola Fide (el perdón de Dios para los pecadores culpables se concede y recibe a través de la
fe sola), Sola Gratia (la salvación solo viene por parte de la gracia de Dios),Solus Christus (Jesús es el
único camino a la salvación), Soli Deo Gloria (todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios).
de los misioneros en España, pondrá un especial énfasis en la Sola Scripte, teniendo por ende como
dice el profesor Samuel Escobar una "teología contextual de fundamento evangélico". [10]
Es decir, para los evangélicos toda verdad teológica reside en la biblia,
Esta naturaleza será uno de los motivos principales que motivaron a los misioneros, entre ellos Fliedner, a
fundar escuelas en España ("por cada nueva iglesia los evangélicos fundaron una escuela al lado").[10]
encontraba con unas élites políticas muy conservadoras junto con una burguesía débil y subdesarrollada
en comparación a las burguesías europeas. Quien controlaba la educación era laIglesia católica, protegida
por la derecha política. Con una izquierda agnóstica y una derecha ultracatólica, Fliedner optó por orientar
sus esfuerzos evangelizadores y alfabetizadores hacia la clase popular tradicionalmente desfavorecida por
los gobernantes españoles y la Iglesia católica. Su objetivo con la alfabetización fue misionero, según los
evangélicos la verdad se encuentra sola y únicamente en los textos bíblicos siendo consecuentemente
necesario para convertir a alguien al protestantismo evangelista enseñarle a leer por su cuenta.
El panorama al que Fliedner se tendría que enfrentar en su misión evangelizadora, alfabetizadora, era
un alto analfabetismo (alrededor del 75% de la población general, casi al 100% en la población femenina
a principios del siglo XIX).[11:56;12] En cuanto al marco educativo, seguía vigente la “Ley Moyano”
(aprobada con Narváez en 1857 y activa hasta 1970 con la “Ley general de educación”) que dividía la
Segunda enseñanza que comprendía los estudios generales (divididos también en dos periodos) al
Enseñanza universitaria, que comprendía las facultades, la enseñanza superior y profesional. [11]
Analfabetismo
en europa hacia
1850
Analfabetismo provincial en
españa hacia 1877
Aún constituyendo un avance muy significativo, dicha ley no ayudó a reducir el analfabetismo ya
la situación en la cual se encontraban los centros educativos, los cuales no eran suficientes en
cantidad para la población que necesitaba el acceso a ellas. La mayoría de escuelas contaban solo
con la educación primaria, repartían en muchos casos las clases de forma unitaria, no
diferenciando entre edades y solían contar con pocos profesores, mal pagados por la falta de
a la estrecha relación del estado español con la Santa Sede - Concordato de 1851- que proporcionaba a
la iglesia una alta influencia dogmática en el temario y en la impartición en las aulas. La financiación
de las iglesias católicas por parte del Estado[11:55-56;13:3] fue determinada en la constitución de 1845,
en ella se recogió el compromiso del Estado de sufragar los gastos del culto y el clero. La alta
consecuencia el atraso intelectual, industrial y económico de España. No es de extrañar que con este
panorama, no fuera posible el testimonio evangélico y menos aún el levantamiento de escuelas, como
se puso de manifiesto con la escuela fundada por el pastor William H. Rule en 1837, cuyo cierre fue
decretado por el gobernador, Pedro de Urquinaona, en 1839, a pesar del apoyo de la Embajada
Británica.
En este contexto histórico, Fliedner fundó la Casa de Paz de El Escorial (colegio de huérfanos y
residencia veraniega de niños); una editorial-librería “Librería Nacional y extranjera” (hoy librería
Calatrava) en la que editará revistas como El Cristiano o Revista Cristiana, cuya labor editorial y
difusora es difícil de calcular, así como su labor como periodista y editor de prensa, que posibilitaron
colaboraciones en la revista con Unamuno, Ortega o Azorín, entre otros; tradujo himnarios al español,
sirvió también como capellán de la embajada alemana en Madrid[13:7] y como vimos en el capítulo
Con el tiempo, confrontado con la realidad social, decidió enfocar sus esfuerzos en la educación.
Tuvo especial interés en proveer a la población de una educación secular, no dogmática moderna y
liberal. Con esta nueva meta, nos acercamos algo más a la fundación de nuestro centro. Sin embargo
comienza aquí el primer de los numerosos periodos de crisis con los cuales se verá enfrentado el
Federico Fliedner
Fuente: Memorias de la Familia
Fliedner Fliedner
Como consecuencia de los primeros años de esfuerzos misioneros en España, en el año 1872 se
evangélicas las cuales contaban con alrededor de 7 escuelas de enseñanza primaria propias. Estas
escuelas sólo impartían la primera enseñanza, lo hicieron a través de nuevas técnicas pedagógicas,
educación católico-estatal, por lo cual deben ser tomadas en cuenta para entender a estas escuelas
Pestalozzi, un filántropo político pedagogo protestante suizo quien dirigió sus esfuerzos hacia la
medio para la democracia.[10:73] Inspirado entre otros por Rousseau y su naturalismo, reivindicará la
Pestalozzi
El otro gran autor en el que se inspiraron los misioneros, fue Krause.
gradual desde las bases teóricas hasta los conceptos más complejos y las interrelaciones entre
en un dios ajeno a estructuras reglamentarias de ningún tipo, lo cual lo convirtió en una doctrina
Con el fin del Sexenio democrático, el derecho a la libertad religiosa pasó a mera tolerancia, sin
apoyo financiero de instituciones extranjeras (sobre todo desde Alemania e Inglaterra) se pudo
seguir con las actividades. Uno de los donantes más renombrados será el príncipe Guillermo
(futuro emperador Guillermo II) quien en un viaje a España visitará los centros evangélicos
españoles, reuniéndose entre otros con Federico Fliedner y donando a su causa 1000 francos.
[5:257] En este contexto Fliedner fundará varios colegios primarios entre ellos el colegio La
maestros. Para una educación de calidad era necesario una persona capacitada; y desde Berlín
se conocía como “la clase modelo”, que se impartía los sábados por la tarde durante la conferencia de
profesores en su casa. Asimismo, determinó que no bastaba con establecer colegios elementales, sino
que había que preocuparse por fundar centros de segunda enseñanza, ya que muchos de sus alumnos
``Nos dimos cuenta que no había más posibilidad que la de fundar por nuestra parte un instituto evangélico´´. [14]
Tras determinar esto, Federico ampliará la oferta educativa del centro, incluyendo la oferta de los estudios
superiores. En 1880 inaugurará el centro de estudios superiores con dos o tres estudiantes en las
alumno, terminó con éxito el bachillerato lo que reafirmará al fundador en su rumbo. Este sencillo hecho
supuso para Federico la confirmación del camino emprendido: la posibilidad de ofrecer al pueblo español
una nueva opción educativa. Debido a este logro inscribirá al centro con el nombre de El Porvenir en el año
1885.
A medida que avanzaron los años, se hizo patente la
monetarios.[11:68-69]
10 de Agosto de 1935. Calle
Calatrava en fiestas
Para poder comprender el sistema educativo español más a fondo y con ello ejercer su labor
los ejercicios corporales en la cual obtuvo la máxima calificación por parte del tribunal,
dirigido por Santiago Ramón y Cajal. En esta tesis advierte de los riesgos del trabajo
prolongadas, carreras, juegos y marchas por parajes naturales para aumentar la observación y
los Fliedner, Federico obtuvo el contacto de tres herederos de una finca en el Norte de Madrid, “En el
alto de la Noria” como se llamaba por entonces, los cuales deseaban venderla.
Hallar el solar adecuado no era un empeño fácil"... porque la gran mayoría de los propietarios y
especialmente sus esposas -"referida luego en sus memorias"- no estaban dispuestos a vender el
terreno a los protestantes". De otro lado tampoco era sencillo conjugar solar adecuado y precio
conveniente, dada la elevada cotización en Madrid del suelo edificable, y por cuanto el alemán no
Una vez comprada la finca y algunas parcelas adyacentes a este terreno, la tarea consistió en encontrar
proyecto se encontró con la negativa de la mayoría de arquitectos madrileños debido a que estos
inesperada en una conferencia en la pequeña localidad de Barr (Alsacia) dónde Fliedner había sido
invitado para hablar y describir sus esfuerzos misioneros en España. A lo largo del discurso mencionó
numerosas veces los problemas que tenía para encontrar un arquitecto para su proyecto. Entre el
público se encontraba el arquitecto D. Joachim Kramer, este una vez terminado el discurso se acercó a
Antes de poder comenzar con la construcción del centro, Fliedner tuvo que solucionar los problemas
estableciendo contactos.
Fachada sur del colegio El
Porvenir (inicio del
levantamiento de la segunda
planta; ca.1895).
ministro e iniciador de la restauración Cánovas del Castillo y a la ayuda del Alcalde madrileño
Romanones. Gracias a la esfera de influencia de estos personajes fue capaz de iniciar las obras en 1892,
Una vez permitida la construcción del edificio, Kramer iniciará la elaboración de planos. Terminará en
1894. Kramer tenía gran experiencia en la edificación de colegios evangélicos (había construido ya 20
colegios de este tipo) lo cual le ayudó en la planificación de nuestro centro. Debido a las indicaciones
explícitas de las esferas políticas, se evitó otorgar al edificio una apariencia demasiado religiosa. El estilo
elegido fue ecléctico y estuvo inspirado ligeramente en el estilo palaciego continental europeo, véase la
Una vez terminada la construcción del centro en 1897, Federico no esperará a la demorada cédula de
es el día de la reforma.
alumnos), atraídos en parte por las instalaciones y la pedagogía moderna y en parte por la gratuidad y el
aspecto social de la obra. Los alumnos pertenecían en su mayoría a los barrios más desfavorecidos de Madrid.
A menudo a los padres les faltaban los recursos para poder alimentar a sus hijos, consiguientemente el centro
no contaba con las aportaciones económicas de los parientes. Acogían a parte del alumnado en el propio
centro, sirviendo por ende como internado. La mayoría de alumnos venían de familias católicas, esto sin
embargo no supuso gran problema, ya que aunque el centro se daba una base cristiana, no practicaba en
El plan impartido era el oficial, para que los alumnos pudieran superar los exámenes de Bachillerato. No
impartir clase clásica como ineficiente y memorística, dejando al alumno a menudo sin capacidad de criterio
ni razonamiento crítico y científico.[11:70] Federico implementó en sus centros una metodología inspirada en
la pedagogía de Krauze y Pestalozzi (con cuyos descendientes mantuvo una relación estrecha).
En esa época en España era predominante la enseñanza secuencial, el alumnado estudiaba una o dos materias
al año y una vez terminada no se enfrentaba a ellas hasta la llegada de los exámenes finales del bachillerato.
Según F .Fliedner esto provocaba que el alumno tuviera que estudiar temarios para los cuales todavía no poseía
suficiente madurez. Criticaba que de esta forma se perjudicaba la comprensión y la capacidad creativa del
alumnado, calificaba por ende al sistema educativo como memorístico, aburrido e ineficaz. Federico
implementó en su lugar el sistema cíclico el cual hoy en día sigue vigente en la mayoría de instituciones
educativas. Este sistema reparte el temario de las asignaturas a lo largo de los cursos, adaptando así el temario
dado a la madurez del alumnado y combatiendo así la monotonía de las jornadas educativas.
A la implementación de este sistema habría que sumar la innovadora orientación a la enseñanza en cuanto a las
distintas asignaturas impartidas. La forma en las que estas fueron impartidas se puede encontrar también en las
"Instrucciones para el profesorado en general'', de Jorge Fliedner, datables más o menos en la segunda mitad
del siglo XX. En este texto se observa como fue el contenido de las clases en el centro. Destaca por su alto grado
de innovación y modernidad.[11:70-71]
Muy innovador para la época también fue el rechazo a la violencia en el aulario, este rechazo se ve muy
claro en las instrucciones para el profesorado en general de Jorge Fliedner donde está escrito que “para
mantener la disciplina en clase debe bastar la voz y la mirada”. Finalmente habría que resaltar la
implementación del sistema de la coeducación. Esto fue debido a la concepción pedagógica moderna de
Federico y, después, sus hijos Teodoro y Jorge dotaron al colegio de los mejores medios
microscópicas, etc.).[13]
También abrieron un pequeño museo y un laboratorio con el fin de abrir el horizonte de los alumnos y en
caso del laboratorio enseñarles más contenidos prácticos. Se dió además menos importancia a los libros
de texto por el alto grado de propaganda y carácter doctrinario del contenido de estos. Los libros de texto
eran concebidos como una herramienta complementaria más que un elemento esencial.
(escasez de fondos) como externas (muerte de Cánovas de Castillo y el desastre del 98). En cuanto a la
carencia de fondos, fue combatida en parte a través de viajes de colectas, las muy reducidas
mensualidades de aquellos padres que podían pagar y las ayudas económicas de las asociaciones y los
Como recordará el amigo lector, cuando mi padre aún era candidato, hablaba ya en público allegando
recursos para la obra en España, siempre que se permitía su trabajo, y por su actividad incansable, sus
hermanos ya solían decir en aquellos tiempos: <<Su marchar es como el marchar de Jehú, hijo de Nimsi,
que viene impetuosamente>>. El objeto de estos viajes, conferencias y colectas, era despertar y mantener
vivo el interés por este ramo de la obra cristiana: la causa motiva especialmente más adelante, la
extensión de la obra en España que obligaba, no solo a estimular la espontaneidad de los evangélicos en
desastre del 98 hubiera venido muy bien ya que con esta pérdida de las
Los enormes esfuerzos realizados para poder mantener esta obra en pie, la
Tedoro Fliedner Brown, describe en Blätter aus Spanien, una revista de los Fliedner para informar a
interesados y donantes alemanes sobre la obra evangélica en España, los últimos momentos de su
padre:
En la mañana del 25 los chicos cantaron “A la luz, a la luz al encuentro de Jesús”. Su faz tenía un
brillo sobrenatural (...) a las 7 horas y 7 minutos se paró su corazón que había latido tan
cálidamente por las personas con las que entraba en contacto. Una paz santa posaba sobre toda
Comienza aquí la segunda etapa del proyecto, con ella llegan a la administración los hijos de
Fliedner, los cuales criados en España ya no serán forasteros sino españoles, arraigados a la tierra y
de Federico, sus amigos fuera de los círculos evangélicos eran muchos, consecuentemente fueron
también muchos los que fuera de los muros de las iglesias y las escuelas protestantes lamentaron su
Como recordará el amable lector, nuestro padre siempre buscaba la conversación de diversas
maneras, o sea, en el despacho de los ministros, en las casas de los pobres, en los clubes de los
académicos, como también en la tercera clase del tren, para hablarles sobre el Evangelio. Y no sólo
no les obligaba nunca a escucharle, sino que hablaba con un corazón lleno de amor. Algunas veces
me encuentro con sus huellas todavía. El otro día me preguntó el empleado de Correos en la
ventanilla de certificados: <<¿Dónde está el señor mayor tan amable que siempre recogía la
correspondencia?>>. Cuando le contesté que había fallecido mostró sincera tristeza y respondió:
Obra de Ayuda al Evangelio en España o la Obra Fliedner. Obra que comenzó en 1870. Continuó, además, con
la edición de los Blätter aus Spanien, aunque de forma diferente a la de su padre. Este había informado con
detalle sobre las distintas labores en España. Su hijo, en cambio, se centra en la situación del protestantismo
en España, los cambios políticos y sociales, las diferencias con el catolicismo, algo que en la España de
principios de siglo XX fue de gran interés. Jorge tomó el cargo de director y profesor en el colegio El
Porvenir, los demás hermanos en su mayoría de una u otra forma participaron en la obra, sea como
hecho de que mientras que Fliedner y sus compañeros eran forasteros, la segunda generación ya era
integrarse a ellos y a su obra en la Fotografía en la terraza principal del colegio El Porvenir en Madrid, ca. 1922.
ARCHIVO FLIEDNER: 09455
sociedad española.
A comienzos del siglo XX, y hasta la Segunda República (1931), los evangélicos siguieron asentándose
poco a poco en España, y dependiendo de la etapa recibieron más o menos tolerancia por parte de los
gobernadores. En los primeros años también se observaría un vivo debate, primero clandestino y luego
ya público, entre las fuerzas clericales conservadoras y liberales. Un debate que Teodoro siguió
fervientemente, así nos lo cuenta en sus boletines. En noviembre de 1906 el líder liberal de la Cámara de
los Diputados, Moret, declaraba: “La única base para un progreso verdadero y para la libertad es la
libertad de conciencia”.
En este mismo año, publicó también el final del discurso del rector de la Universidad de Salamanca,
Miguel de Unamuno:
Finalmente quisiera decir algo respecto al punto culminante de la mentira cultural, es decir sobre la mentira
religiosa. Quizás la mayoría de mis oyentes no compartan mi opinión. No soy adepto de la religión del
Estado; pero soy cristiano señores, y lo que más me duele es tener que observar que aquí en España, en gran
parte es precisamente el catolicismo el elemento más activo de la descristianización del pueblo. (...) y soy de
los que se comunican con Dios sin necesidad de acudir a unos revendedores de la gracia divina; yo me
comunico directamente (...) ¿me preguntáis por los remedios?... Yo solo creo en la revolución interior,
personal, en la adoración de la verdad…No sé si aquí se puede conseguir una unión social de todas las gentes
que tienen espíritu sincero, para sobre todo y por encima de todo defender la verdad que es
Teodoro nunca dejaría de publicar y exponer sus propias opiniones sobre el debate de la tolerancia religiosa y la
libertad de culto. Se arriesgó a publicar sobre la defensa de la verdad en detrimento de los católicos,
tildándoles de medievales.
mapa de las
congregaciones
Puntos de misión y grupos evangélicos en España (1909)
Los primeros años se verán marcados por significativos avances y una agradable estabilidad. Se llegó a
perfeccionar aquí las labores educativas y se proporcionó un hogar a muchos de los internados, en su gran
mayoría huérfanos. En esta época los intentos de integración de los Fliedner en la sociedad dieron sus frutos y
se dieron acontecimientos muy favorables a la causa evangélica. En el párrafo siguiente se ilustran algunos
ejemplos.
Un acontecimiento que ayudó a la imagen de los protestantes fue la boda de Alfonso XII con la inglesa Victoria
Eugenia en 1906. Aunque la reina tuvo que convertirse al catolicismo para poder casarse, sus familiares,
concretamente su tía la condesa de Erbach-Schönbach, como también el príncipe Alberto y su hijo el príncipe
Federico Enrique participaron en el culto evangélico alemán. La princesa de Erbach visitaría también la capilla
y el colegio de primera enseñanza al mando de los Fliedner lo cual provocó que un periódico escribiera que la
madre de la reina había visitado ese colegio protestante y que había dejado como donación una suma notable
Teodoro Fliedner:
El 5 de abril hubo una desgracia grande en el depósito de agua cerca de nuestro colegio. Todo un depósito
se había hundido y había enterrado a unos 160 trabajadores. En nuestro colegio preparamos rápidamente
camillas y colchones para los heridos; algunos de los chicos mayores fueron al lugar de la catástrofe para
ayudar a rescatarlos. Llegaron los primeros heridos a nuestra casa, pero dos monjas quisieron prohibirles la
entrada por nuestras puertas. En esto llegué yo, mandé pasar a los heridos para adentro y pedí a las
monjas que pasaran a vendarlos. En poco tiempo teníamos 15 heridos en casa. Fui a decir al médico, que
con gran dedicación se ocupaba de los heridos, que teníamos otras 24 camas preparadas, y en seguida
mandó más heridos a casa. Pronto llegaron también médicos a casa para ayudar, y el gobernador civil
declaró nuestro colegio como ambulatorio de urgencias. A las dos monjas pronto siguieron otras, y su
postura hostil del principio pronto se volvió en lo contrario. Incluso invitaron a mi hermana y a mi cuñada a
su convento.
El Congreso de Madrid nos dió oficialmente las gracias. Un diputado propuso dar públicamente las gracias
al director, a los profesores y alumnos del Instituto de Enseñanza en Bravo Murillo 61 por los servicios
protestante obtuvieron más aceptación hasta en los sectores más católicos de la sociedad.
Aún dándose estos acontecimientos tan favorables, los Fliedner tuvieron que seguir enfrentándose a
numerosos problemas económicos. Como describe Teodoro Fliedner en el Blätter aus Spanien conmemorativo
de la muerte de Federico en 1901, a la muerte de Federico, el colegio, en el cual ya vivían 70 personas, generaba
100.000 marcos de gastos anuales . A ello se sumaba una deuda donde quedaban por amortizar 90.000 marcos.
[18:num. 91-92] La precariedad de las familias de los alumnos hacía necesaria una financiación ajena para la que
había que motivar constantemente a los donantes a seguir aportando a la obra. Para ello al igual que su padre,
Teodoro realizaba viajes de colectas, establecía contactos en todos los lados y realizaba proyectos como Blätter
aus Spanien (papeles de España), una publicación enviada a Alemania para describir el día a día de la obra y
para pedir nuevas donaciones, así como informar y de mantener unidos a los círculos de amigos. La dedicación
fue tal que Teodoro utilizó incluso su viaje de novios para realizar colectas. Aun haciendo estos esfuerzos la
meses de mi enfermedad sólo pudimos pasar las dificultades sólo por medio de un préstamo importante
La situación económica se deja resumir en un altibajo constante, con pequeños suspiros y con momentos
duros. Una situación especialmente dura se dió en 1903. De 1893 a 1903, el gobierno pagaba un plazo anual
de 8000.- ptas para compensar la expropiación de un terreno del colegio en 1881 destinado luego a la
construcción de un depósito de agua. El fin de estos pagos supuso un esfuerzo incluso mayor para poder
mantener la Obra en pie. En 1914, Teodoro Fliedner viaja a Alemania en busca de donativos y financiación.
De este país procedía la mayor parte del dinero para el mantenimiento del centro. Sin embargo, ese mismo
año comienza la I Guerra Mundial, y con ella, una gran crisis para la Obra Fliedner y El Porvenir. Teodoro,
que se encontraba en Alemania en el comienzo del conflicto, no pudo regresar a España hasta 1919, pues,
pese a no ser reclutado por su avanzada edad, no tenía permiso para cruzar la frontera, que se mantuvo
cerrada hasta el fin de la Guerra. Hasta entonces Jorge Fliedner y su esposa Ana, se hicieron cargo de todo.
[15:21]
Al inicio de la guerra, el mayor problema fue la incomunicación entre Jorge y Teodoro debida al revuelo y el
caos que trae todo inicio de una guerra.[18:num. 130 (diciembre de 1914)] El fin de llegada de ingresos de
Alemania, se hizo notar duramente. Como consecuencia de estas penurias económicas, el colegio tuvo que
hacer recortes drásticos para poder seguir con el trabajo. Los sueldos se redujeron en 1915 de 250 a 50 ptas, de
325 a 250, de 225 a 175 de 125 a 100 de 25 a 20 y una maestra de 50 a nada.[18: num. 132 (mayo de 1915)] A lo
largo del conflicto la subida de precios y el bloqueo de transferencias monetarias entre Alemania y España
complicó el día a día de la institución. Más o menos Jorge pudo defender la Obra, aún con los escasos
recursos que tenía. Se complicaron las cosas en 1916 cuando tuvo que levantar una hipoteca de 150.000 ptas.-
principalmente para poder pagar la reconstrucción del orfanato en El Escorial, cuyo estado necesitaba una
intervención inmediata. Aún sin tener ningún capital con el cual ir pagando los plazos de la hipoteca,
consiguió recibirla. Unos meses después le hizo llegar Teodoro 75.000 ptas.- recolectadas en Alemania para
poder afrontar esta nueva carga económica.[18: num. 136-137 (junio y septiembre de 1916)] También hubo
pérdidas humanas, el cuñado de Teodoro Fliedner murió en el campo de batalla, Walter, y el hermano propio
arruinada y endeudada. Las ayudas y financiaciones dejaron de llegar del país y el colegio adquirió
su mayor deuda hasta la fecha. Nada más de vuelta Teodoro en España, se tuvo que enfrentar al
La primera noticia de la que me enteré era que la condesa Canalejas, viuda del anterior
presidente del gobierno, nos había echado de los locales que teníamos alquilados desde hacía
26 años para nuestro colegio de niños y niñas con parvulario, en la calle Mesón de Paredes.
Según dijo, necesitaba los locales para otro fin, y debíamos salir de ellos en los ocho días que
indica el contrato. Era un pretexto, porque es sabido que la señora Canalejas es muy clerical. Mi
hermano Jorge y el maestro Aranda buscaron un local en las afueras y, finalmente unos días
antes de mi regreso a Madrid, encontraron uno que había servido antes de colegio público.
movilizarse para conseguir ingresos. El pastor D. Agustín Arenales y Teodoro Fliedner ya de vuelta en
España en 1919 marcharán aparte de los lugares habituales a América del Sur. Allí lograrán encontrar
financiación, suficiente para paliar la deuda acumulada. En España, los profesores y antiguos alumnos,
dieron clases particulares, tradujeron libros del alemán y buscaron segundos trabajos para ayudar. Para
los niños y los profesores estas medidas supusieron unas condiciones muy difíciles durante unos años,
algunas aulas llegaron a tener hasta 100 alumnos, reduciéndose así la eficacia de las clases. Los
profesores, los cuales seguían recibiendo sueldos similares a los pagados 20 años atrás, tuvieron que
afrontar unos costes de vida dos veces más altos, lo cual supuso para ellos una situación de gran
Con la llegada de nuevos ingresos y gracias al trabajo y la paciencia de profesores y alumnos, se llegó a lo
justo para no tener que declarar la bancarrota. Los años de posguerra en Europa que siguieron,
150.000 ptas. que vencía el 31 de diciembre de 1924. Nuestros amigos saben que la continuidad de la Obra en
España fue posible, en estos 5 años difíciles de posguerra, gracias a viajes de colectas a Holanda, América, Suiza y
Suecia y a la venta de solares en España, pero eso no podía seguir mucho tiempo así. La primera mitad del año
1924 fui repetidas veces de viaje para reunir colectas.>>[18: num. 155 (febrero de 1925)]
El fin abrupto de los debates sobre la libertad de religión y conciencia llegó con la Dictadura de Primo de Rivera
(1923-1930) en la década de los 20. Ahora, de la Constitución de 1876 sólo valdría la primera frase “La religión católica
es la del Estado”. Esto significó el comienzo de una situación extremadamente crítica, no solo económicamente, sino
también para el protestantismo español. A pesar de ello, fue un periodo relativamente estable y pacífico para el
centro. El colegio se adaptó al nuevo plan de bachiller de Primo de Rivera, que consistía en hacer del Bachillerato una
etapa de 6 años dividida en una etapa superior y otra inferior, las dos de la misma duración. Teodoro Fliedner y su
mujer Catalina se volvieron en este periodo una familia para los internados del centro entre los cuales durante estos
los cuales 27 se formaron en sus instituciones, Imagen de la calle Bravo Murillo, con el tranvía, en dirección a Cuatro
Caminos. Se ve el edificio y el recinto del colegio
El Porvenir y detrás la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles (de 1909). ca.
entre ellos nada menos que 10 en el colegio El 1920.
Foto: Archivo Fliedner.
tuvo que lidiar con una dualidad interna: los Fliedner eran alemanes, pero también se sentían
españoles; esto es algo de que desde Alemania no entenderían, puesto que comenzaron a ver a la II
República como una amenaza, relacionándola con el bolcheviquismo. Los Fliedner en cambio, vieron el
primer gobierno de la II República como un nuevo comienzo para España y como el fin de las
persecuciones religiosas contra protestantes. Teodoro veía la religión como una cuestión prioritaria y la
política como secundaria, en Alemania en cambio, lo comenzaron a ver al contrario. Con su apoyo a la
República y su posicionamiento público a favor de ésta en la guerra Civil, Teodoro padre enfureció a los
donantes y a las autoridades alemanas. El régimen nazi, acabaría siendo unos años más tarde aliado de
Franco, provocando así un nuevo problema para los Fliedner, la compatibilidad de sus valores con sus
interés de persistir como Obra escolar y caritativa. Tiempos complicados se avecinaban para la Obra, la
texto:
La República que ya gobierna durante casi dos años, ha adoptado muchas de las medidas
implementadas hace años por mi padre, en parte consciente en parte inconscientemente. Se abrieron 141
colegios sólo en Madrid, se escolarizaron 400.000 niños en los últimos años en toda España. El ministro
de Educación, Fernando de los Ríos, espera proporcionar suficientes colegios y profesores para todos los
niños españoles en un plazo de ocho años. Su plan educativo para la Segunda Enseñanza está en gran
parte fundado en las bases educativas que Fliedner ya había aplicado hace cincuenta años, a pesar de
los impedimentos por parte de la Iglesia y del Estado.[18:num. 184 (marzo de 1933)]
En 1933 las elecciones darían a luz un gobierno de centro-derecha
de labor para la Obra. Estuvo en este puesto dos años más que su
padre Federico, y al igual que él, pasará el puesto a su hijo, Alejandro Lerroux presidente del consejo
de ministros del 4 de octubre de 1934-25
de septiembre de 1935
Teodoro Fliedner Funcke.
En febrero de 1936 se producen unas nuevas elecciones, pero España estaba polarizada, y los enfrentamientos
y convulsiones eran comunes. Salió victorioso el frente popular, una coalición de izquierdas, dirigida por
Manuel Azaña. El nuevo director de la Obra en España, Teodoro hijo, acogió este cambio de gobierno con
alegría, desmintiendo las mentiras de que España fuera presa del comunismo. Fue el segundo episodio en el
que la perspectiva de España y Alemania se enfrentaron. De hecho, en su último boletín de Blätter aus
Spanien, antes de la guerra, describió la situación de España y trazó una visión completamente diferente de la
propaganda alemana, llena de mentiras. Los días posteriores a las elecciones las calles de Madrid se
encontraban tranquilas, en orden; sin tiros, sin violencia y sin iglesias quemadas, únicamente episodios
esporádicos y tardíos. Todas estas barbaridades era lo que se vendía en el extranjero, especialmente desde
Alemania. Junto con el comienzo de uno de los episodios más cruentos de nuestra historia nacional, la Guerra
civil española, se habría para los Fliedner y El Porvenir otro capítulo aún más oscuro que estuvo caracterizado
por sus constantes intentos de mantenerse a flote, de no sucumbir a la crisis que significaba sacar adelante a
El 18 de julio de 1936 comenzó un alzamiento militar contra el gobierno republicano en Melilla. Este alzamiento
resultó ser el comienzo de la Guerra civil española, guerra que se extendería tres años (1936-1939). Y con ello, las
diferencias de opinión entre la sede en Alemania y España no hicieron más que aumentar. En los informes de
Teodoro se nota claramente la visión tan distinta de los que viven y trabajan por la Iglesia allí, de la situación
interna de España desde la perspectiva alemana, fuertemente influenciada por la propaganda nacionalsocialista.
En junio de 1937, se realiza el debate entre ambos escenarios. Teodoro escribe al pastor Conrad, presidente de la
asociación alemana, conocida como el Verband; sitiado por las tropas de Franco, informa también de
persecuciones de protestantes en la zona franquista. Conrad no le creyó. Esta valoración diferente de la situación
en España se hizo notoria en la junta de miembros del Verband de septiembre de 1936. De ella se confiscaron los
Blätter aus Spanien de Fliedner, instándole a que no se posicionarse políticamente. Una crisis interna en el
en el centro educativo algunos internos, los cuales pudieron volver con sus respectivas familias. Pocos meses
después, el 2 de diciembre de 1936 el edificio fue ocupado por milicianos de Almería, los cuales dejaron solo
unas habitaciones para Teodoro Fliedner y sus familiares. En este periodo hubo varios enfrentamientos entre
los Fliedner y los milicianos ya que estos eran contrarios a las actividades religiosas de los Fliedner. Cuenta
Elfriede en su diario:
Un día registrando la casa entraron en la habitación de Teodoro, en el último piso. Detrás de la puerta
vieron colgada su toga. Se fueron corriendo a por él y le dijeron: <<¡Tienes a un cura escondido! ¡Eres un
facineroso! ¡Entréganoslo, ahora mismo vamos a fusilarle!>>. (...)Le cogieron, le bajaron por las escaleras y
se lo llevaron al jardín.<< Ahí en esa tapia le vamos a fusilar>>. Teodoro fue con ellos. Tenía un temple
grandísimo. Dios quiso que en ese momento entrara el capitán; cuando preguntó qué iban a hacer y le
dijeron que iban a fusilar a Teodoro porque creía en Dios y era fascista, pudo impedirlo.
Algún tiempo después, Teodoro habló con Indalecio Prieto, alto cargo del PSOE y antiguo alumno de una
escuela evangélica de Bilbao, quien inició el desalojó de los milicianos del edificio de El Porvenir. [15:33]
Desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1939, Madrid quedó sitiada por las fuerzas sublevadas. El Porvenir
estuvo a través de todo este periodo a poco más de un kilómetro de la línea de combate, que se quedó
estancada en la ciudad universitaria. Era la última casa habitable antes del frente y los milicianos habían
construido las trincheras a ras del edificio.[20] Debido a la cercanía al frente, fueron frecuentes los impactos
de fusiles y cañones en el jardín. Aún así el daño fue reducido, siendo el mayor desperfecto causado por un
obús, el cual dañó sólo ligeramente el edificio, sin causar ningún daño humano[15] y una bala que en el jardín
lastimó a un niño en noviembre de 1937.[21 (noviembre de 1936)] Teodoro nos describe las noticias sobre la
demostraba así que el sistema de triunfo por violencia de la Iglesia católica española seguía funcionando, a
situación española, viajaron a la conferencia de <<Fe y Orden>> en Oxford. Esto tuvo como consecuencia que
la pareja no pudiera volver a Madrid por el bloqueo que había impuesto la sociedad de naciones. En frente de
los delegados de las Iglesias Protestantes y Ortodoxas de diferentes países, en un discurso pasional
,entusiasta y ferviente defendió la República Española, y dentro de ella a la Obra evangélica.[22;21 (julio de
1937)] Después de la conferencia viajaron a Alemania, donde fueron víctimas del régimen nazi. Tras enfermar
gravemente en la cárcel, Teodoro padre fallecerá el 5 de marzo de 1938. En este mismo año se disolvieron
todas las asociaciones evangélicas, Verband entre ellas, por decreto del Führer del Reich. Cualquier actividad
Paralelamente el Porvenir sufría su propia crisis de abastecimiento debido al Madrid sitiado y ahora sin
ninguna conexión con el Verband. Sustituyendo a Catalina en sus labores de cuidado de la economía
doméstica estaría Elfriede Fliedner, prima de Teodoro hijo y futura esposa de éste.
Teodoro y
catalita
Poco antes de la Guerra civil
española
Fuente: Memorias de la familia Fliedner
Elfriede, junto con Jorge Fliedner y su mujer Ana, se quedaron durante todo lo que duró la guerra trabajando
en El Porvenir. En los primeros meses se dedicaron a acoger a refugiados ya que no había niños a los que
enseñar, compartiendo con ellos lo poco que tenían de las cartillas de abastecimiento.
Durante el asedio sólo quedó una carretera de acceso, la de Valencia, la cual suministraba a la ciudad víveres
Porvenir empezó a desempeñar la función de centro caritativo y humanitario. Colaboró con la asociación
suiza de "ayuda a los niños de España” a partir de la llegada de esta a España en 1938. La familia Fliedner puso
entonces a disposición de la organización los edificios del colegio La Esperanza y el colegio El Porvenir.
Gracias a ello, a lo largo del último año de la guerra, el más duro de toda la guerra, El Porvenir pudo ofrecer a
diario un desayuno compuesto de ovomaltina y pan blanco a 600 niños más una merienda igual a otros 600
niños por la tarde. Aparte de esto, cuatro veces al día el Porvenir ofrecía además una comida compuesta de
100 g de pan blanco y una taza de compota a 100 ancianos mayores de 75 años en cada turno. De esta forma
colegio los vecinos colocaron sus camas para protegerse del peligro.[15] También en medida de lo posible
se siguió impartiendo clases, véase la mención a esto que le hace Elfriede en su diario:
Eran los profesores de los otros colegios nuestros los cuales siguieron funcionando con los niños del
barrio. Cuando empezó la guerra era verano y los niños de provincias que estudiaban en El Porvenir ya
se habían marchado de vacaciones y no regresaron hasta pasado el periodo que duró la contienda.[21
Con las fallidas negociaciones de Casado tras su alzamiento y la toma de Madrid por los sublevados,
termina una etapa de crisis y de muchos esfuerzos y sacrificios para los Fliedner. Ansiosos por la llegada de
la tan esperada paz y la tranquilidad, no serán conscientes de que comienza aquí el periodo más crítico
para La Obra Fliedner y El Porvenir. El franquismo será una nueva prueba de resiliencia, ya que serán en
estos 40 años de dictadura cuando la represión de las minorías religiosas será la más dura.
DIMENSIÓN POLÍTICA: EL
PORVENIR DURANTE EL
FRANQUISMO MANTENIÉNDOSE A
FLOTE
CAPÍTULO VII
“Por la mañana se empiezan a colocar banderas nacionales. La gente chilla como si estuviera loca”
Con el franquismo se volvería a lo que se ha llamado el «nacional-catolicismo», —aunque este sea un nombre
discutido. Los sublevados vieron este triunfo, en términos religiosos, como la victoria de una cruzada religiosa.
La imposición de la dictadura, significó la anulación de todo tipo de libertades y derechos que tanto había
costado adquirir a los españoles y, entre ellos, el de libertad de conciencia. El mismo papa Pío XII, sería el
primero en legitimar el nuevo gobierno, cuando dirigiéndose a Franco, le manifestará su satisfacción por la
nueva situación. Un nuevo Concordato se firmaría con la Santa Sede en 1953, dando lugar a una nueva
relación de Iglesia-Estado.
¿Qué significó esto para el protestantismo en España? las actividades protestantes se restringieron
radicalmente. La básica tolerancia que tendrían los protestantes en otras épocas coercitivas, no sería como la
que se iniciaría con el franquismo, que aún cuando se entendía que se permitiría el culto sin manifestaciones
exteriores, la mayoría de los templos serían cerrados, así como los colegios evangélicos que se habían creado,
y el culto privado sería incluso prohibido de forma aleatoria, según criterios y pareceres del que tuviese las
El trato a los alumnos de todos estos colegios fue vejatorio e injusto desde todo punto de vista. Se dieron
burlas, agresiones y odio hacia el protestantismo. En algunos lugares como Utrera, Camuñas y Sevilla,
donde reconociendo la labor de los maestros protestantes se les habían dado nombres en las calles, los
letreros fueron sustituidos. Incluso se destituirían a los maestros que estuviesen en escuelas seculares, por
el hecho de ser evangélicos. En esta difícil coyuntura la Alianza Evangélica Española tuvo que ser disuelta.
Los primeros días de la victoria sublevada se vivieron en El Porvenir con mucha agitación. El día
tras la toma de Madrid, aparece un alto cargo nazi en la puerta de El Porvenir, sin dar ninguna
explicación; cuando se la piden exige que se le guie al último piso. Elfriede sorprendida le
acompañará a dicho piso, una vez ahí se dirigió al balcón de la fachada dónde sacará y abrirá un
paquete dónde resultaría estar envuelta una bandera nazi. Feliz y sin dar explicaciones de lo que
está haciendo, el alto cargo nazi cuelga la bandera para que sea visible desde la calle.
Después de cumplida su misión se marchó despidiéndose con lo que sonó como un terrible << Ya
grave peligro.[21 (25 de abril de 1939)] Antigua embajada alemana en el paseo de la castellana
Esta decisión de la que habla a posteriori Elfriede en su diario, fue la de viajar a Alemania dos años más
tarde, en 1941, para arreglar los asuntos en la sede de la Gestapo. Una vez en Berlín, puso mucho esfuerzo
en demostrar que los Fliedner se quedaron en Madrid por motivos religiosos y sociales y no por una
afinidad política con la República. Tras varias complicaciones y la orden de enviar informes periódicos a
Alemania, Teodoro volvió a España, ahora sí, habiendo solucionado de completo los problemas con la
Mientras que muchos edificios protestantes fueron clausurados de inmediato y se vieron expuestos a una
violencia casi sin precedentes desde la época isabelina, la Obra Fliedner por su condición alemana y con
ello el colegio El Porvenir gozaron de ciertos privilegios, siendo para ellos los primeros años de represión
integrantes de El Porvenir. Tras la expulsión de la asociación benéfica suiza de Madrid, dejaron de poder
repartir alimentos a la población, el hambre que reinaba en España tras el fin de la guerra, también lo
"Nosotros teníamos cuatro cartillas de racionamiento, pero cómo acogíamos a gente que estaba
perseguida, nos juntábamos hasta 15 personas y teníamos que apañarnos. Los primeros días tras la
guerra sobrevivimos gracias a la librería. Los soldados de Franco no compraban libros, pero sí cientos de
El régimen de Franco prohibió todo tipo de actividad de los evangélicos menos en la capital, donde el
régimen intentaba mantener buenas apariencias frente a los embajadores extranjeros. Fue aquí donde
Juan Fliedner, hermano de Teodoro padre y Jorge Fliedner, logró obtener el permiso para celebrar el culto.
[15]
Teodoro hijo, el nuevo director de la obra solicitó un permiso de trabajo, algo que nunca obtendrá debido a
que las autoridades argumentaban que no existía la profesión de pastor protestante en España. Elfriede, nieta
de Federico, había nacido en Madrid y contaba por ello con el derecho de la nacionalidad española, sin
embargo su confesión lo convirtió en tarea imposible, provocando que tuviera que renovar el permiso de
residencia cada 5 años. El 23 de octubre de 1939 en el contexto de la represión de minorías, se obligó a los
También se obstruyó por parte del nuevo régimen la reapertura de los colegios evangélicos. Teodoro, presentó
una instancia para la apertura de los colegios “La Esperanza” y “El Porvenir”. La respuesta fue el silencio,
durante las cuatro décadas que duró la dictadura, el colegio no recibió respuesta. Aún así, con mucha cautela y
cuidado, en las navidades de 1939 El Porvenir reanudó su labor docente y asistencial, pero de forma reducida y
clandestinamente, con niños de familias protestantes de provincias, donde la represión de los nacionales fue
mucho más dura. Todos los niños figuraban como ahijados de Teodoro y Elfriede. Comenzaron con dos niñas y
un niño de Extremadura, pero con el tiempo el número de internos volvería a crecer.[20;15: 38-40]
academia el
porvenir
El cartel de “Academia El Porvenir”; en él
están pintadas a mano las letras
capitales; no debió llegar a utilizarse,
porque no está deteriorado ni tiene
huellas de uso (polvo, chinchetas, no ha
estado enmarcado…)
No denominar a El Porvenir como
“colegio” solo se produjo en un
momento histórico: después de la
Guerra Civil Española, así que se trata de
un cartel que se hizo para esos años y se
descartó su utilización quedando en
algún cajón olvidado.
Es otro documento interesante que
considerar.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, y la destitución como primer ministro de Serrano Suñer, el ser
alemán dejó de ayudar a los Fliedner para evitar la persecución. A esto se sumó la publicación de una
nueva carta otorgada, el Fuero de los españoles de 1945, dónde se establecieron los derechos y las
libertades del español. Con el Fuero, asimismo, quedó restaurada legalmente la confesionalidad católica
del Estado español y se aisló, de nuevo, a la más estricta privacidad cualquier otra creencia religiosa,
situación que estas comunidades tuvieron que resistir durante años. Se abría un nuevo periodo de crisis
para los Fliedner caracterizado por la intolerancia religiosa, demasiada restrictiva en sus leyes, pero que
permitiría que se reanudasen ciertas actividades, a través de la recién organizada Comisión de Defensa,
de estos derechos no podrá atentar contra la unidad espiritual, nacional y social de España”, cosa que
hacían al ejercer el culto protestante. Como desde su llegada a España los Fliedner habían entendido la
Federico y Cánovas del Castillo, los Fliedner consiguieron evitar el cierre o por lo menos aplazarlo,
consiguiendo que las autoridades hicieran la vista gorda ante el impartimiento de las clases y la
La década de los 50 fue especialmente complicada para los Fliedner debido a su politica gubernamental
en materia de pluralidad religiosa, demasiado agresiva; la firma del Concordato con la Santa Sede en 1953
significó el control absoluto de cualquier tipo de actividad protestante; ejemplo de ello sería el recuento
momento de mayor crisis dentro del periodo franquista. Fue en esa fecha cuando la policía clausuró el
seminario y también la labor entre los niños que había sido tolerada hasta entonces. Debido a esto, el
seminario fue trasladado a Barcelona. Para poder seguir impartiendo clases a los alumnos, se requirió de
mucho trabajo y grandes esfuerzos. El asunto consiguió llegar al consejo de ministros el 24 de febrero del
mismo año. Explica Elfriede Fliedner en la entrevista que le hará El País en 1998 que debido al miedo de
provocar un escándalo a nivel internacional al cerrar el último colegio protestante español que pudiera
empeorar las relaciones con EE.UU y los países de Europa occidental de cuyos recursos España era tan
dependiente para abandonar la autarquía, se decidió de nuevo pasar por alto las actividades del colegio. El
28 de marzo de 1956, se retiraron los precintos de las habitaciones y de las clases clausuradas y se volvió a
esa tolerancia tácita, con la cual era posible impartir clases de forma clandestina a los niños protestantes,
no provocar el enfado de los vecinos y las autoridades entraban al colegio sin libros y salían sin ellos,
evitando así la impresión de que iban ahí a aprender y a estudiar. Habría que mencionar el hecho de que se
acogían también alumnos católicos, sin embargo al poder estos acceder a las escuelas nacionales, fueron
casi 0 los alumnos que accedieron a este centro.[13] En 1958, fue posible reanudar la actividad de la “Casa de
No fue hasta el 1969, que habría un reconocimiento de algunos cursos de Primaria, y esto gracias a las
continuas diligencias que hicieron posible que un Colegio Nacional próximo a El Porvenir lo tutelase como
«extensión domiciliaria». También a este logro habría que añadir La «Ley Reguladora del Ejercicio del
centro, los alumnos eran preparados en el El Porvenir para luego presentarse individualmente a los
exámenes oficiales, los llamados “exámenes libres”. A los 10 años los alumnos se presentaban a
examen de ingreso, con lo cual accedían al Bachillerato Elemental. Debían entonces matricularse los
alumnos en la Secretaría única de alumnos libres y a través de esta matriculación debían presentarse
a las asignaturas correspondientes a los cursos primero a cuarto de Bachillerato y el último de estos
años a la llamada Reválida o Grado Elemental. A partir de 1971, Humberto Capó, nuevo director de la
Debido a las numerosas restricciones que ponía el régimen, el sistema utilizado en las aulas era
implementación de las técnicas pedagógicas modernas, que habían caracterizado al centro en los
legalidad. Para obtener esta normalidad, se tuvieron que dar muchas reformas y concesiones, entre ellas
destacan en especial dos leyes: la Ley Reguladora del Ejercicio del Derecho Civil a la Libertad en Materia
Religiosa de 1969 y la Ley General de Educación de 1970. Llegaron a aprobarse incluso antes de la muerte
de Franco. Se dieron antes incluso de la caída de la dictadura por las políticas aperturistas de esos años
más la presión del exterior (segundo concilio vaticano) y del comité de Defensa Evangélica (fundado en
1956).
La Ley Reguladora del Ejercicio del Derecho Civil a la Libertad en Materia Religiosa más que otorgar la
La otra gran ley que tuvo mucha influencia en el reconocimiento legal del centro fue la ley general de
educación de 1970. Esta ley estableció el derecho y la obligación de todo ciudadano a una educación básica y
gratuita. Esta ley se convirtió en el desencadenante de una política de creación de puestos escolares, de mejora
de la calidad de la enseñanza y la colaboración con los centros privados. En este contexto, se consiguió que El
Porvenir fuera reconocido como colegio no católico para Párvulos (de 4 a 6 años) más la Educación General
Básica (de 6 a 14 años) en marzo de 1973. Dos años más tarde, en el mismo mes de la muerte de Franco se
reconoció el Bachillerato Unificado y Polivalente (de 14 a 17 años). En 1977 se acogerá el centro en el programa
de subvenciones estatales.
Don Daniel Vidal con Doña
Elfriede
Delante de la placa conmemorativa
de su abuelo en 1974
En 1978 con la aprobación de la constitución, se aprobará por fin la tan esperada libertad religiosa (Art.16),
además del derecho a crear centros docentes por las personas físicas y jurídicas, cualquiera que sean su
El reconocimiento de las distintas etapas educativas trajo la necesidad de ampliar y acondicionar los
espacios destinados al uso del colegio, dotando a éste de nuevas aulas, material y otras dependencias para
poder cumplir la normativa legal. Este proceso de integración a la legalidad, se vió acompañado también de
un gran trabajo para lograr la integración en la sociedad, véanse los esfuerzos para la obtención de la
función de colegio electoral o los esfuerzos realizados para conseguir alumnos de la zona. Debido a la
legalización del centro y los esfuerzos para abrirse al exterior, cambió significativamente el lugar de origen
social de los alumnos. Hasta la transición, el colegio sirvió como lugar de acogida para alumnos
legalización El Porvenir empezó a acoger a alumnos sobre todo de las cercanías del centro y
pocos años el centro pasó de tener una media de 125-150 alumnos a tener una matrícula de 450 a 500
estudiantes. Gracias a las reformas, al poder estudiar en sus lugares de origen, se redujo drásticamente el
También habría que mencionar el gran cambio que supuso el relevo de dirección de El Porvenir. Mientras hasta
1969 El Porvenir había estado presidido por la familia Fliedner, tras la muerte de Teodoro y la ausencia de hijos
de este con su mujer Elfriede, sumado a una institucionalización del centro, la dirección pasó a tener una
estructura compleja, típica de un centro escolar moderno. La dirección que habían hasta ahora llevado a cabo
los Fliedner, pasó en 1987 a manos de la Fundación Federico Fliedner, fundada ese mismo año. Esta Fundación
está formada, por dos colegios, El Porvenir y Juan de Valdés (fundado en 1963 por los pastores Alberto Araujo y
Luis Ruiz Poveda e incorporado a la Fundación en 1996), el Seminario Evangélico Unido de Teología que hoy es
la Facultad de Teología, la librería que reabierta en 1972 fue llamada Librería Calatrava y el Hogar Casa de Paz,
antes colegio de huérfanos y residencia veraniega de niños y hoy centro de encuentros y casa espiritual con el
como muestra el fragmento de una entrevista con ella: Elfriede Fliedner Klingender (sentada), con dos de sus
colaboradoras y Mariano Blázquez Burgo, en la inauguración de la
calle rotulado a su abuelo, Federico Fliedner, en El Escorial (Madrid)
"En el fondo, yo considero este acto una distinción o una especie de honrar una labor de muchísimos
años. No la mía, sino la que Dios ha puesto en nuestras manos. En las de mi abuelo, de sus hijos y de
sus nietos. Si lo hemos podido hacer fue solamente por la misericordia, paciencia, bondad y ayuda del
Señor"
Elfriede y con ella el último miembro de la familia Fliedner activa en la Obra de Federico, murió en 2005
con 93 años. Termina aquí la historia de los Fliedner, pero su legado sigue presente hasta la actualidad.
Cabe destacar en los últimos 15 años, la indemnización que recibió el colegio por las expropiaciones
ocurridas en la época del franquismo y la construcción de un nuevo edificio para poder tener más aulas y
de una montaña, que nada más llegar a la cima vuelve a caer, teniendo que empezar otra vez. El
avance-retroceso.
El objetivo de esta investigación ha sido mostrar la tarea de Sísifo que constituyó mantener una
educación moderna y con una confesión no católica en España desde finales del siglo XIX. Se ha
intentado con este trabajo ilustrar la historia de un pequeño colegio protestante y de la familia que
lo mantuvo en pie, una familia que a través del esfuerzo tuvo que afrontar una crisis constante y
enfrentarse a unas élites políticas que desde el comienzo quisieron bloquear las actividades del
colegio. Además tuvo que sobrevivir a una constante carencia de fondos que llevó al centro a lo
políticos y a una gran capacidad de adaptación de los Fliedner. La fundación misma del centro
constituyó un gran esfuerzo y los años que siguieron hasta la guerra civil fueron un constante tira y
afloja con los diferentes gobiernos. En época de guerra, aún no pudiendo dar clases, mantuvo una
semiclandestinidad, llegando a ser durante un periodo el único colegio protestante activo en España.
Antes de enfrentarme a esta investigación, intuía que los Fliedner habían sido un grupo de misioneros
extranjeros que intentaban traer su fe a España y que su trabajo se centraba solamente en los
miembros de su comunidad. Sin embargo, como espero que se haya podido apreciar en el trabajo,
descubrí que estos religiosos, aparte de realizar una labor misionera, realizaron una labor filantrópica
para la sociedad en general y para unos niños que habían sido olvidados y oprimidos por la sociedad
española.
Investigar la historia de mi colegio, ha supuesto una visión más amplia de los valores que se me
han transmitido y un nuevo enfoque sobre la importancia de resistir y mantenerse firme antes tus
principios.
«Lo que yo destacaría, más que la defensa de su fe minoritaria, sería el respeto y la tolerancia con la
que se ha acogido a todos los que han venido fuera cual fuera su procedencia, su religión, etc. Por
otro lado, desde el momento de su fundación, el colegio nace con la vocación de dar acceso a la
El Porvenir
(2022)
GRACIAS
REFERENCIAS
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