ECLESIOLOGÍA2
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PARTE 2
A. Descripción
1. Autoridad. La forma congregacional de gobierno significa
básicamente que la autoridad definitiva para gobernar la iglesia
descansa en los miembros mismos.
2. Autonomía. Además, también significa que cada iglesia
individual es una unidad autónoma sin algún individuo u
organización sobre ella, excepto Cristo la Cabeza.
3. Responsabilidad. El congregacionalismo no implica que la
congregación entera vota en cada decisión. La responsabilidad
se les delega a oficiales y líderes, aunque, como los otros
miembros, ellos tienen solamente un voto en la congregación.
4. Comunión. Tampoco significa que las iglesias sean tan
autónomas que no tengan ninguna comunión la una con la otra.
le llaman el sistema congregacional un sistema de
independencia que niega la unidad del cuerpo de Cristo, pero no
es así.
Apoyo
1. Autonomía local. Aunque los apóstoles y sus delegados sí ejercían autoridad sobre más de
una iglesia local en los tiempos del Nuevo Testamento, no así los ancianos y diáconos. Por lo tanto,
puesto que los apóstoles han pasado de la escena, hoy en día las iglesias locales son autónomas.
2. Disciplina. La iglesia entera estaba autorizada para ejercer la disciplina (Mateo 18:17; 1
Corintios 5:4; 2 Corintios 2:6– 7; 2 Tesalonicenses 3:14–15). Puesto que el asunto importante de la
disciplina no estaba encomendado solamente a los líderes sino a la congregación entera, esto
respalda el concepto de gobierno congregacional.
3. Liderazgo. La iglesia entera participaba en la selección de sus líderes. Ciertos pasajes
respaldan esto claramente (Hechos 1:23, 26; 6:3, 5; 15:22, 30; 2 Corintios 8:19). Otros como
Hechos 14:23 y Tito 1:5 parecen abogar en contra de la participación de la congregación en la
decisión de escoger. Hechos 14; 23 documenta el nombramiento de líderes en el recorrido de
regreso del primer viaje misionero de Pablo. El verbo ceirotoneo significa nombrar, aunque los
congregacionalistas preferirían un entendimiento del verbo más etimológicamente relacionado,
como que indicara escoger por levantamiento de manos; es decir, voto congregacional. Sin
embargo, aun el teólogo bautista-congregacional A.H. Strong reconoce que la idea de un voto
popular no puede ser sostenida por el verbo. El niega el uso de este versículo como también Tito 1:5
(donde a Tito se le instruyó que nombrara ancianos en cada ciudad) para respaldar la clase de
gobierno centralizado, declarando que los versículos “no deciden nada en cuanto al modo de
escoger, ni tampoco se excluye necesariamente una elección por la comunidad”, Puede que sea
mejor para el congregacionalista simplemente reconocer estos ejemplos como apostólicos y no
aplicables a nosotros hoy en día.
4. Ordenanzas. Varios pasajes encomiendan las ordenanzas a la iglesia entera, no
simplemente a los líderes o a la jerarquía (Mateo 28:19–20; 1 Corintios 11:2, 20).
5. Gobierno. El sacerdocio de todos los creyentes aboga por un concepto democrático,
congregacional, de gobierno (1 Pedro 2:5, 9).
LIDERAZGO CALIFICADO PARA LA IGLESIA
I. LA NECESIDAD DE LIDERAZGO
Sean cuales fueren las preferencias de una persona o de
una organización concerniente a las clases de liderazgo, nadie
puede negar que el liderazgo se consideraba necesario en las
iglesias del Nuevo Testamento. Recuerde algunos hechos.
(1)Temprano en la vida de las iglesias, se enviaron fondos de
socorro desde Antioquía a los ancianos en las iglesias en Judea
(Hechos 11:29).
(2) Pablo nombró ancianos casi inmediatamente en las iglesias
fundadas en su primer viaje misionero (14:23).
(3) El Concilio de Jerusalén fue convocado, conducido, y concluido
por líderes (cap. 15). Los ancianos y diáconos aparecen como parte
del cuadro normal de la vida de varias iglesias (Tito 1:5).
(4) El liderazgo es uno de los dones espirituales (Romanos 12:8)
que funcionan en todas las iglesias locales (Hebreos 13:7, 17).
II. LAS CLASES DE LIDERAZGO
Todos están de acuerdo en que existían por lo menos dos clases de líderes en las
iglesias del Nuevo Testamento: ancianos y diáconos. No todos están de acuerdo en que
ambos sean necesarios hoy en día. Se ha alegado, por ejemplo, que puesto que Pablo
solamente menciona a los ancianos en Tito 1 (aunque el escribe tanto de ancianos como de
diáconos en 1 Timoteo 3), los diáconos son opcionales en la organización de la iglesia. Ni
tampoco están todos de acuerdo en el asunto de que hubiera sólo uno o varios ancianos en
cada congregación (aunque todos probablemente concuerden en la pluralidad de
diáconos). En el sistema bautista-congregacional, el pastor único de la iglesia llena el
oficio de anciano, mientras que en el sistema presbiteriano-federal, el pastor sirve como
uno de varios ancianos.
Una cuestión más básica es, si existe o no una tercera clase de líderes: los
obispos. La palabra se usa una vez referente a Cristo (1 Pedro 2:25); por lo demás se
refiere a líderes humanos de las iglesias. Que obispos y ancianos representan el mismo
oficio parece estar claro por las siguientes razones: (1) Pablo encomendó a Tito que
nombrara ancianos en cada ciudad en Creta, y entonces inmediatamente los describió
como obispos (Tito 1:5–7). (2) Cuando Pablo llamó a los ancianos de la iglesia de Efeso
para que se encontraran con él en Mileto, describió la posición de ellos como
sobreveedores (obispos) (Hechos 20:17, 28). El también reconoció que una de sus
funciones era la de guiar o pastorear a las personas (v. 28). (3) Cuando Pablo enumera los
requisitos para el obispo y los diáconos (1 Timoteo 3:1–13), no menciona a los ancianos
(aunque sabemos de 5:17 que la iglesia tenía ancianos), lo que sugiere fuertemente que
obispos y ancianos se referían al mismo grupo. (4) En Filipenses 1:1 Pablo menciona
únicamente a obispos y diáconos. ¿Por qué habría de omitir a los ancianos, si en efecto
había tres clases de líderes?
OFICIO
Muchas veces existe confusión entre los dones que Dios da a un cristiano y los oficios que él
pudiera mantener en la organización de la iglesia. Por ejemplo, pastor y pastorado muchas veces son
equiparados en vez de ser distinguidos, que es lo que se debe hacer. Pastor es un don espiritual,
mientras que el pastorado (en nuestra eclesiología contemporánea) es un oficio que ocupa el líder
principal de la iglesia (partícularmente en el sistema congregacional). Note, sin embargo, algunas
distinciones importantes entre los dones espirituales y los oficios.
1. Don versus oficio. Una persona puede tener ciertos dones espirituales pero no ocupar
un oficio en la iglesia local. En realidad, este es el caso de la mayoría de los creyentes. Ellos tienen
dones (porque todos los creyentes los tienen) pero no son oficiales en la iglesia. Sin embargo, aquellos
que ocupan oficios deben también ejercer ciertos dones espirituales. Los ancianos enseñan y
gobiernan, y los diáconos deben ejercer el don de servicio (Romanos 12:7). Así que, una persona con
un don puede que no ocupe un oficio, pero un oficial sí debe también tener un don.
2. Hombres y mujeres. Los dones son dados tanto a los hombres como a las mujeres,
pero los oficios principales en la iglesia deben ser desempeñados por hombres. El único don no dado a
las mujeres fue el del apostolado. Pero Dios concedió los otros tanto a hombres como a mujeres. Aun
el don de pastor puede ser ejercido por mujeres si uno entiende correctamente que este don es la
habilidad de pastorear. Pero esto no es decir que una mujer pueda ocupar lo que hoy en día se le llama
el pastorado. Los oficios principales en las iglesias del Nuevo Testamento los ocupaban los hombres.
Esto está perfectamente claro porque se esperaba que tanto los ancianos como los diáconos fueran
“maridos de una sola mujer”. ¡Ninguna mujer podía cumplir ese requisito!
3. Dentro y fuera de la iglesia. Los dones espirituales pueden ejercerse dentro y fuera
de la iglesia local. Los oficios se relacionan sólo con la iglesia local. El don de evangelista, por ejemplo,
puede y debe ser ejercido dentro y fuera de la iglesia. Los ancianos y los diáconos, por su parte,
funcionan sólo en relación con su asamblea local particular.
IV. ANCIANOS
A. Su cuantía
Hay mucha controversia acerca de la cuestión de cuántos ancianos
tenía cada iglesia (en los tiempos del Nuevo Testamento) o debe tener
(hoy en día). Aquellos que se adhieren al gobierno por ancianos (el
sistema federal) piensan que cada congregación tenía varios ancianos;
mientras que los congregacionalistas ven solamente un anciano (el
pastor) en cada congregación.
Ambos grupos concuerdan en que cada iglesia tenía más de un
diácono. El hecho de que la iglesia primitiva se reunía en casas de
familia (Romanos 16:5; 1 Corintios 16:19; Colosenses 4:15) hace más
difícil decidir esta controversia de manera concluyente. Es obvio que la
iglesia en cada ciudad (es decir la cantidad total de iglesias caseras en
una ciudad) tenía ancianos (Filipenses 1:1; Tito 1:5), pero no es seguro
que esto signifique que cada iglesia que se reunía en una casa tuviera
más de un anciano. En otras palabras, cada iglesia casera pudiera
haber tenido un solo anciano, el cual, junto con los otros ancianos de
las otras iglesias, constituirían los ancianos de la iglesia en esa ciudad.
B. Su ministerio