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Comunidad Apostólica Hosanna

Redes de Discipulado
Lección del 26 al 1 de Abril de 2023
Apóstol Edwin Álvarez
Página Web: www.edwinalvarez.org

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre”. (Mateo 6:9)

Pretendemos hoy poner broche de cierre a esta serie de enseñanzas sobre los nombres de
Dios relacionados con la oración. “Santificado sea tu nombre”, resume la enseñanza de
Jesús sobre la importancia de conocer los nombres de Dios y su aplicación en la oración.

Habiendo examinado los nombres de Dios del Antiguo Testamento nos trasladamos
posteriormente a lo que nos ilumina el Nuevo Testamento sobre lo que a nuestro estudio
atañe: “Santificado sea tu nombre”. Dios (Theo) Señor (Kurios) y Jesús han sido los
nombres divinos estudiados hasta ahora.

Cómo vimos en la lección anterior, los discípulos y la iglesia del libro de los Hechos, y más
tarde, los escritos apostólicos, revelan a Jesús como Dios. Jesús es Dios. Por asimilación,
cuando hemos de santificar el nombre de Dios, hemos también de hacerlo con el nombre de
Jesús.

El Nuevo Testamento registra una variedad de nombres y títulos aplicados a Jesús.


Mencionaremos algunos de ellos.

EMANUEL. Dios con nosotros.

Emmanuel es la transliteración castellana de una palabra griega, que a su vez procede del
hebreo “Inmanu’El.”. Emmanuel es un nombre teológico compuesto de dos palabras
hebreas: “ inmanu“, qué significa con nosotros, y “El”que significa Dios.

Hagamos memoria de que en la lección anterior señalamos que los judíos de la diáspora
escogieron a 70 sabios para traducir las Escrituras conocida (el Antiguo Testamento) al
idioma griego, lengua común en el imperio romano. Por más de un siglo a. C., los judíos
pudieron leer la Versión de los Setenta, versión que utiliza el nombre Emmanuel.
Mateo 1:23, ampliando el mensaje que el ángel le da a José con respecto al nacimiento de
Jesús, registra el nombre Emmanuel. “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y
llamarás su nombre Emanuel”. (Mateo 1:23)

Mateo 1:23 es una evidente referencia a Isaías 7:14 y 8:8. “Por tanto, el Señor mismo os
dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel”. “Y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y
extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel”.

Al finalizar su evangelio, Mateo vuelve a aludir a Jesús como Emmanuel, sin utilizar este
nombre. “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. (Mateo 28:20)

Nos apartamos de los nombres de Jesús para mencionar algunos títulos por medio de los
cuales es llamado o conocido Jesús en el Nuevo Testamento.

 HIJO DE DIOS
“Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.
(Marcos 1:11) Este título coloca Jesús al mismo nivel de Dios, por tanto, como Dios. Esta
fue una de las razones por las cuales Jesús fue crucificado, por aceptar hacerse igual a Dios.
“El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que
habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios”.
(Mateo 27:54) “Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había
expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. (Marcos 15:39)

 HIJO DEL HOMBRE


“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria”. (Mateo 25:31) “Y me volví para ver la voz que hablaba
conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno
semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido
por el pecho con un cinto de oro”. (Apocalipsis 1:12-13)

El hijo del hombre es el Dios hecho hombre, que se compadece de nuestra condición
humana, y que a su vez tiene el poder del juicio final.

 HIJO DE DAVID
“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. (Mateo 1:1) “Pasando
Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de
nosotros, Hijo de David!” (9:27) “Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella
región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es
gravemente atormentada por un demonio”. (15:22) “Y dos ciegos que estaban sentados junto al
camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten
misericordia de nosotros!” (20:30) “Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba,
diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna
en las alturas!” (21:9)
El hijo de David señala la descendencia mesiánica, genealógica, de Jesús. El hijo de David
se presenta como aquel a quienes acudieron los más vulnerables, desvalidos y necesitados,
que no tenían a nadie más a quién acudir, y que fueron atendidos por Jesús.

 MAESTRO
“Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos
pescado; más en tu palabra echaré la red”. (Lucas 5:5) El evangelio de Lucas llama a Jesús
maestro en seis ocasiones diferentes.

 REY DE REYES

“La cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor
de señores”. (1ª Timoteo 6:15) “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,
porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y
elegidos y fieles”. (Apocalipsis 17:14) “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito
este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. (Apocalipsis 19:16)

Jesús es, sencillamente, el Rey de reyes, y el Señor. De señores. Para Jesús, toda gloria,
honor, alabanza, imperio, poder, sabiduría, riqueza, y adoración por los siglos de los siglos.
Amén.

Para los estudiosos de la Palabra del Señor les dejo una lista no exhaustiva de los títulos por
los cuales Jesús es nombrado y conocido en la Palabra de Dios, amén.

Alfa y omega. (Apocalipsis 1:8)


El buen pastor. (Juan 10:11)
Cordero de Dios. (Juan 1:29)
El verbo. (Juan 1:1)

¿Podrías tú enunciar alguno de los otros nombres o títulos de Jesús en la Biblia?

CRISTO. – JESUCRISTO

Hemos dejado, deliberadamente, este título, que a su vez es un nombre, de Jesús, para
concluir esta serie de lecciones sobre “Santificado sea tu nombre”.

El título Cristo utilizado en nuestro idioma hispano proviene del griego Khristos, traducido
al latín Christus, de donde nuestra lengua lo adoptó como Cristo. “Ungido” es el
significado de Cristo, vocablo que en el original hebreo corresponde a “Mashiaj”, para
nosotros, Mesías.
Así, “Mesías”, “Ungido”, y “Cristo” designan la misma persona.

Khristo fue la palabra griega utilizada por los traductores de la versión Septuaginta para
traducir el hebreo Mashiaj, Mesías.
El Nuevo Testamento identifica a Jesús como el Mesías prometido y esperado. El mesías es
El Salvador de Israel y del mundo, el Redentor, el Enviado de Dios, el Libertador, el Rey.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz”. (Isaías 9:6)
Pedro, por inspiración divina, reconoció a Jesús como el Mesías, llamándolo Cristo, Hijo
del Dios viviente. “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente”. (Mateo 16:16)

Marta, en Juan 11:27 reconoce a Jesús como el Mesías, para nosotros, Cristo. “Le dijo: Sí,
Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo”.
(Juan 11:27)

Para los primeros cristianos no había necesidad de afirmar que Jesús es el Cristo, lo
atestiguan las epístolas Paulinas, donde la palabra Cristo está tan estrechamente asociada a
Jesús, que es evidente que, para los lectores de Pablo, Jesús y Cristo son la misma persona.
“Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en
Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio”. (1ª Corintios 4:15) “No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Así nosotros,
siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”.
(Romanos 12:2,5)

También es evidente, que la iglesia apostólica, tanto en Jerusalén, como el resto del imperio
romano, oraba a Jesucristo otorgándole la misma dignidad de Dios. En 2ª Corintios 12:8,
Pablo dice que ha rogado al Señor en tres ocasiones que le quite el aguijón de la carne. El
contexto nos da entender claramente que Pablo oraba a Cristo Jesús.

El título Cristo fue asimilado por el nombre universalmente aceptado de Jesucristo.

Mateo y Marcos inician su libro indicando que es el Evangelio de Jesucristo.


Tanto Pablo como Pedro y Judas inician sus Epístolas invocando la bendición de Jesucristo
para sus lectores. Igualmente, concluyen sus cartas implorando la paz de Jesucristo sobre
sus destinatarios.

Hay mucho más de 100 referencias al nombre Jesucristo en las Epístolas del Nuevo
Testamento.
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”.
(1ª Corintios 2:2)
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo”. (Romanos 5:1)
“Pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
(Gálatas 1:12)
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. (1ª
Corintios 3:11)
“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo”. (Tito 2:13)
“Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro
provecho y gozo de la fe”. (Filipenses 1:25)
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. (Hebreos 13:8)
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. (1ª
Timoteo 2:5)
“El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene”. (1ª Corintios 16:22)
Amados(as): tenemos suficiente base bíblica para santificar el nombre Jesús, el título
Cristo, el nombre Jesucristo, así como los otros títulos de Jesús según la revelación del
Nuevo Testamento. Al orar, y en todo momento de nuestra vida, tengamos presente que hay
poder en el nombre de Jesús. Amén

“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda”. (Hechos 3:6)
“Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó”.
(9:34)

Aplicación personal:

¿Quién es Emanuel?
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¿Menciona cinco títulos de Jesús?


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¿Qué significado bíblico tiene el Mesías?


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¿Amas a Jesucristo?
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