Apelacionde La Demanda Del Caso 4 Maras

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Caso N.

º 4: REPUBLICA DE MARAS
Especialista : Quispe Gutierrez Christian Fabricio

Celular : 931805676

Correo : [email protected]

Sumilla : Apelar a la demanda presentada por

la parte demandante.

SEÑOR PRESIDENTE DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS

HUMANOS – SEDE COSTA RICA

LOS SEÑORES DE LA Corte IDH, con domicilio

procesal en la Urbanización Magisterio del Distrito de ,

Provincia y Departamento del Cusco; defensa del estado

de MARAS; me dirijo a Usted con el debido respeto me

presento y digo:

I PETICIÓN:

En virtud de los antecedentes y fundamentos jurídicos presentados, se solicita al Tribunal lo

siguiente:

a. Objeto, que no se indica a quien hay que demandar por los derechos vulnerados.

b. La remuneración que la comisión solicita, no le corresponde al estado.

c. Se abrirá otro proceso, y después de una investigación exhaustiva se dará un veredicto a

Esther Leiva y a las demás victimas (se le garantizará un juicio justo).

d. Si bien se le dará psicólogo gratuito a su tratamiento de daños inmateriales a causa de los

traumas que adquirió en el transcurso de los hechos.


Desestimar los testimonios de los testigos, ya que estos no se encuentra con vida al momento

de desarrollarse la audiencia.

Realizaron una modificación a conveniencia de la parte que demanda, por lo que pedimos

una evaluación objetiva de los hechos por parte de los magistrados y una amonestación a la

parte denunciante.

IV HECHOS

Basándonos en los hechos principales:

Desde hace cerca de tres décadas, Maras atraviesa un conflicto armado interno que ha
representado grandes costos humanos, materiales y morales. En respuesta a la sucesión
de gobiernos autoritarios que han caracterizado gran parte de la vida republicana del
Estado, surgió a principios de la década de 1980 el grupo armado «Movimiento por la
Justicia Social» (MJS). Las reivindicaciones del MJS se explican en una serie de causas de
carácter histórico asociadas a la exclusión económica por parte de las clases dominantes,
así como al cierre continuo de espacios de expresión y participación política por parte de la
ciudadanía, propio de formas autoritarias de gobierno. A ello se sumaron fenómenos
sociales y políticos producidos hacia mediados de la década de 1980 que favorecieron el
recrudecimiento de las acciones del grupo MJS. Las regiones norte y sur de la Amazonía
han sido históricamente escenario frecuente de las acciones beligerantes.

Desde principios del año 2000, la empresa Naturalsun Inc. inició operaciones de exploración
petrolera en la región amazónica del Estado marasino. El 5 de abril de 2005, el Ministerio de
Minas e Hidrocarburos le otorgó la autorización para explotar petróleo en el lote 24, ubicado
a 2 kilómetros del distrito de Purúa, en la región de Amazonas Norte. Esta región fue
catalogada como una de las más violentas durante la mayor parte del conflicto armado,
aunque en los últimos años se la considera un punto importante de resguardo del grupo
MJS, desde donde se maneja gran parte de las acciones que tienen lugar en otras zonas
del país. Asimismo, la zona de operaciones de Naturalsun Inc. se encuentra a cerca de 5
kilómetros de la ciudad fronteriza de Shay, en Langade.

Para garantizar la seguridad de sus operaciones e instalaciones, en el 2005 la empresa


acordó con el Gobierno de Maras el establecimiento de un destacamento militar, el cual
cuenta con cerca de treinta y cinco agentes militares. Naturalsun Inc. decidió, además,
contratar los servicios de Sagitex S.A.C., una empresa de seguridad privada, inscrita en el
registro nacional correspondiente y autorizada por el Ministerio del Interior y Seguridad
Nacional del Estado marasino para prestar este tipo de servicios.

Según dispone la Resolución Ministerial 35-2001, que autoriza las actividades de Sagitex
S.A.C., los agentes de la empresa que presten servicios de seguridad se encuentran
autorizados a portar únicamente armas de corto alcance y bajo calibre y deben utilizar el
uniforme azul característico, con su nombre y número de identificación visible.

Esther Leiva nació y creció en Loja, un centro poblado ubicado en Antoles, región situada
en la cordillera occidental del Estado de Maras. Loja es uno de los distritos menos
favorecidos económicamente de la región. La población antolina se dedica principalmente a
actividades de ganadería y agricultura a pequeña y mediana escala. El 67% de la población
en esta región habita en el área rural.
Para apoyar económicamente a su familia, Esther Leiva, de 20 años de edad, se dedicaba a
la comercialización de lácteos producidos en la pequeña parcela familiar. El 3 de abril de
2009 Esther acudió, como de costumbre, a la plaza central del pueblo, donde llamó su
atención un anuncio en la pared de una tienda que ofrecía trabajo como mesera por 800,00
pesos mensuales en un restaurante de Monte Sol, en Amazonas Norte. Preguntó a un
hombre acerca del aviso, quien le indicó que tenía que consultar directamente con la
persona de contacto del restaurante, de nombre Moisés Palmar. Ese mismo día, Esther se
comunicó con el señor Palmar y aceptó el trabajo.
En el momento del ataque, dos mujeres del «Restaurante El Paraíso», de nombres Raquel
Linares y Magda Núñez, habían sido enviadas por Jazmín en busca de alimentos a un local
cercano, por lo que quedaron en medio del fuego. Ambas perdieron la vida en el
enfrentamiento.

Esther Leiva fue trasladada fuera de su localidad (Loja: centro poblado

ubicado en Antoles) con engaños de percibir un sueldo de 800.00 pesos

mensuales para trabajar en un restaurante de Monte Sol, en Amazonas

Norte, pero esto no fue así, fue trasladada hacia Purúa a un restaurante

llamado «Restaurante El Paraíso» la agraviada describió que el restaurante

por dentro se parecía más a una cantina, donde estuvo recluida entre 2 a 3

meses dentro del local junto a otras mujeres incluyendo a menores de edad.
Mientras que Maras atraviesa un conflicto armado interno contra el grupo

armado «Movimiento por la Justicia Social» (MJS). El 20 de noviembre de

2009 , en horas de la noche, más de cincuenta miembros del grupo armado

MJS atacaron y tomaron la base militar cercana a las instalaciones de la

empresa Naturalsun Inc. Cerca de 20 soldados sobrevivientes tuvieron que

alojarse en la localidad de Purúa, luego de 7 dias exactamente el 27 de

noviembre el grupo armada MSJ ataco a la localidad donde se encontraba

Esther junto a las demás mujeres, durante el conflicto murieron dos mujeres ,

al día siguiente aprovechando la conmoción del caso, Edther junto a Rosa

Ocampos escaparon del lugar hacia la localidad de Shay ubicado en

Langade, Esther realiza una llamada para comunicarse con su hermana

contándole lo sucedido, para proceder con la denuncia, ambas fueron

derivadas con la oficina local de la Autoridad de Migraciones Internacionales

(AMI), solicitando un otorgamiento del estatuto de refugiado. El 3 de febrero

de 2010 se les entregó la resolución de la AMI en que se les concedía el

estatuto de refugiada.

El 01 de marzo de 2010, la DICO, acompañada por la Segunda Fiscalía

contra el Crimen Organizado, detuvo a tres de los integrantes de la

organización de nombres Juana Duarte (quien había sido identificada por las

testigos como «Jazmín»), Lucio Sarmiento y Julio Montoya. Dos meses

después, las tres personas detenidas fueron puestas en libertad condicional.

El 13 de mayo de 2010, la Segunda Fiscalía Especializada en Crimen

Organizado ejerció acción penal contra Juana Duarte, Lucio Sarmiento, Julio

Montoya y otros quienes resultaren responsables. La acusación fiscal se

basó en una carga probatoria que incluía videos de los registros hechos al
vehículo en el que fueron trasladadas Esther y sus compañeras hasta Purúa,

testimonios de las mujeres rescatadas y otras pruebas obtenidas durante el

operativo de marzo de 2010. La acción penal fue presentada ante el Tercer

Juzgado Penal de Amazonas Norte por el delito de trata de personas,

tipificado en el artículo 215 del Código Penal de Maras y sancionado con

pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de diez años. El

21 de junio siguiente, Esther Leiva, junto con siete de las mujeres, entre ellas

tres menores de edad, con las que había logrado tomar contacto, se

adhirieron al proceso judicial como parte civil, representadas por la

organización no gubernamental (ONG) Rescate Mujer. En su escrito, la ONG

sostuvo que los testimonios recibidos y pruebas aportadas evidenciaban que

se encontraba probada la vinculación entre la empresa Sagitex S.A.C. y la

red de trata, por lo que solicitó se sancione no solo a los dos agentes de

seguridad privada identificados en el operativo de marzo de 2010, sino

también al gerente general y demás personas responsables de la empresa.

Asimismo, indicó que aquellos hombres que acudieron a las instalaciones de

«El Paraíso» para obtener servicios sexuales, incluidos agentes militares y

trabajadores identificables de las empresas involucradas, debían ser

sancionados por el delito de violación sexual.

Días después de notificado a las partes el escrito de solicitud de adhesión al

proceso judicial, Esther y Rosa comenzaron a notar que eran seguidas. En

dos ocasiones, cada una de ellas recibió amenazas de muerte en sus

teléfonos celulares. Estos hechos fueron puestos a conocimiento del

Juzgado, sin embargo, no se adoptaron medidas para determinar la

procedencia de las amenazas y su vinculación con el juicio. Los hechos


fueron también informados a la AMI. El 30 de septiembre de 2011, además

de confirmar la condena de Juana Duarte, la Sala Penal decidió condenar a

Lucio Sarmiento y Julio Montoya como cómplices del delito de proxenetismo.

Luego de la sentencia condenatoria, las amenazas anónimas contra Esther y

Rosa se intensificaron. También se procedió con la denuncia en contra la

empresa Sagitex S.A.C. y ante el Estado de Langade. Prosiguiendo el 16 de

enero de 2012 ante el sistema interamericano indicando que tanto Maras

como Langade son responsables internacionalmente por la impunidad en que

permanecen los hechos, al no haber aplicado sanciones adecuadas a todas

las personas culpables, tanto materiales como intelectuales.

Concluyendo que en el momento que la señorita Esther es encerrada junto a

las demás jóvenes en el restaurante se vulneran los siguientes derechos:

libertad, dignidad e integridad.

NO FUE LO QUE EN REALIDAD SUCEDIO

V. DERECHOS VULNERADOS

Yo considero que estos derechos no han sido vulnerados:

1. Artículo 7. De la CIDH Derecho a la Libertad Personal

2. Artículo 5. De la CIDH Derecho a la Integridad Personal

3. Artículo 3. De la CIDH Derecho al Reconocimiento de la Personalidad

Jurídica

4. Artículo 11. De la CIDH Protección de la Honra y de la Dignidad

5. Artículo 6. De la CIDH Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre


Ya que el presidente declaro estado de sitio, se le suspendieron estos derechos por

lo que considero la demanda no tiene fundamento.

VI MEDIOS PROBATORIOS

El señor Moisés Palmar presenta los documentos de contrato que firmaron las señoritas.

Testimonio de presidente (Sabaté Velásquez) que indica los siguiente: Que autorizo a la

empresa Naturalsun Inc. Iniciar las operaciones de exploración petrolera en la región

amazónica del Estado marasino y a causas del conflicto armado interno dando así el estado

de sitio.

VIII ANEXOS

El documento de contrato que firmó la señorita Esther el 3 de abril de 2009.

Actas de fallecimiento de los testigos que se mencionan en la demanda.

POR LO EXPUESTO:

Señor Juez, sírvase acceder a mi petición.


Celular: 931805676

Correo: [email protected]

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