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6 preguntas básicas para iniciar el

homeschool
Leticia Jiménez, Roxy González, Martha Rebolledo

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6 PREGUNTAS BÁSICAS PARA INICIAR
EL HOMESCHOOL

A lo largo de varios años, nos hemos dedicado a apoyar

a familias que desean iniciar el homeschool. En todo este

tipo, hemos recopilado diversas preguntas frecuentes

que más atormentan a las familias. Aquí les reunimos las

6 preguntas básicas de quienes desean iniciar

homeschool y sus respuestas de acuerdo con nuestro

conocimiento y experiencia.

Esperamos que las disfruten.

Sus amigas

Leticia, Roxy y Martha


1. ¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS PARA
HACER HOMESCHOOL?

Lo primero que hay que comprender es que el

homeschool no es un sistema y no está regulado, al

menos en México. Por lo tanto, no hay una oficina de

gobierno a donde tengas que ir para pedir los requisitos,

inscribir a tus hijos o avisar que vas a hacer Homeschool,

porque además te dirán que no puedes hacerlo.

Cuando decides desescolarizar, es importante no avisar

en la escuela que harás homeschool, ni escribir cartas

para explicar o informarle a alguien que harán

homeschool, no es por ocultarlo o porque sea malo, es

porque ellos actuarán de acuerdo con el protocolo de la

SEP, que es dar aviso al DIF, de quien recibirás una visita

para convencerte de permanecer en el sistema, porque

ese es su trabajo. Para el gobierno, la única forma y lugar

de aprender es la escuela.
Por lo anterior, se recomienda desescolarizar a final de

año, y decir que cambiarán de domicilio, sin dar más

explicaciones.

El homeschool es una buena opción educativa, pero hay

que trabajarla, no basta con sacar a los hijos de la

escuela y decir que harán Homeschool, es indispensable

prepararse para sacarle el mejor provecho a este estilo

de vida.

Con esto en mente, podemos afirmar que no hay

requisitos formales qué cumplir para hacer homeschool,

porque no hay formularios, oficinas ni trámites qué hacer,

pero sí hay condiciones que como familia debemos

tener en cuenta:

✓ Desescolarizar la mente. Lo primero que

debemos hacer, antes de desescolarizar a

nuestros hijos, o si ya los desescolarizamos, antes

de empezar a trabajar en casa con ellos,


desescolarizar nuestra mente es fundamental

para no sufrir el homeschool. No debemos

centrarnos en seguir un programa de estudios o

enfocarnos en la parte académica. No hay que

olvidar que ya no hay escuela, que el homeschool

no es llevar la escuela a la casa con sus reglas

estrictas, tiempos, contenidos, y demás; es

ofrecerles a nuestros hijos un aprendizaje a partir

de sus intereses y necesidades.

✓ Hacerte 100% responsable, junto con tu pareja si

la hay, de la educación integral de tus hijos. Ya

no habrá escuela a quien echarle la culpa de la

educación de nuestros hijos. Incluso, si adquirimos

un currículum, quizá podamos recibir

retroalimentación nosotros como padres, pero no

podremos culpar al currículum de nada que tenga

que ver con la educación de nuestros hijos,


porque el currículum es sólo una guía o un apoyo

para trabajar en familia.

✓ Ser proactivos. Como padres homeschoolers, es

esencial tener esta actitud. Si queremos vivir el

homeschool, y no sufrirlo, esta habilidad nos

ayudará mucho. Es importante no sólo reaccionar,

esperar a que nos digan qué hacer, quedarnos

con lo que escuchamos de una persona, es

fundamental buscar: Buscar información, diversas

fuentes, formaciones que nos sirvan a nosotros,

los padres, para poder ofrecerles a nuestros hijos

una mejor opción educativa real.

✓ Tener disposición. Esto es parte fundamental

para hacer homeschool, antes de pensar en las

actividades, material y demás cosas que

usaremos para trabajar con nuestros hijos, es

importante tener muy claro que el mayor activo

que ofreceremos a nuestros hijos en el


homeschool es nuestro tiempo, estar dispuestos

a verlos, escucharlos, conocerlos, para ofrecerles

recursos y actividades acorde a sus intereses y

habilidades. A veces significa hacer cosas que no

nos gustan o que no toleramos, o hacer cosas

para las que consideramos que no tenemos

habilidades, pero eso nos va a permitir aprender

en familia, e ir aprendiendo junto con ellos,

dejando de ser nosotros el centro de todo, y

voltear nuestra mirada hacia ellos y atenderlos en

sus emociones, escucharlos, abrazarlos, alimentar

su mente.

✓ Educar para la vida. Uno de los mayores

beneficios de este estilo de vida es que nos

permite, más que llenar a nuestros hijos de

información y conocimientos, la oportunidad de

educarlos para la vida, a través de vivir la vida

diaria y de la interacción en familia, usando


eficientemente las herramientas antes

mencionadas, logramos que nuestros hijos

adquieran las habilidades necesarias para la vida:

Desde ser autónomos e independientes con sus

cosas, hasta poder participar de las tareas de casa

en familia, de acuerdo a sus destrezas, y eso le va

a permitir ser un adulto funcional que pueda

resolver problemas. Viviendo la vida ellos

aprenderán contenidos de otra manera, que no

sea estudiando temas con libros y ejercicios.

✓ Cuidar su salud mental. Es importante ofrecerles

recursos para cuidar de su salud mental,

enseñarles a autocuidarse, a pedir ayuda cuando

lo necesiten. No hay que minimizar sus

sentimientos o emociones, debe ser una prioridad

atenderlos en ese sentido, construir sus

emociones, que son el pilar del conocimiento.


Antes del conocimiento académico, hay que

formar el ser.

✓ Trabajar en equipo es vital. Si tenemos pareja, es

importante que los dos estemos involucrados en

la educación de nuestros hijos, y trabajar con ellos

para que adquieran y fortalezcan esta habilidad

que es importante para la vida diaria, en cualquier

ámbito.
2. ¿DÓNDE LO INSCRIBO?

La respuesta corta es, en ninguna parte, hay que recordar

que el homeschool no es un sistema, por lo que no

necesitamos inscribir a nuestros hijos en ningún lugar.

El homeschool es un estilo de vida.

Es importante aclarar que el hecho de que no lo vayamos

a inscribir en algún lado no significa que no podamos

formalizar sus estudios. Como familia, decidimos hacer

homeschool y empezamos, pero la certificación es punto

y aparte.

Existen dos formas para certificar los estudios de

nuestros hijos: acreditación y revalidación.

ACREDITACIÓN

La acreditación se hace a través del INEA.


Se le llama acreditación porque tienen que presentar

exámenes y acreditarlos.

El INEA es un organismo de educación para adultos, y

tiene un programa que se llama 10-14, que atiende las

necesidades educativas de niños en situaciones

críticas muy específicas.

El programa 10-14 para acreditar primaria inicia a partir

de los 10 años.

Si los niños son menores de 10 años no es necesario

inscribirlos en ningún lado, se puede esperar a que

cumplan los 10 años para inscribirlo al programa 10-14,

que es un programa oficial, totalmente gratuito, es

educación para adultos, y al final, van a obtener un

certificado igual al de la SEP, totalmente válido, el no

traer el nombre de una escuela no le quita validez.

Esta opción de revalidar a través del INEA es una

herramienta que las familias homeschoolers podemos


aprovechar para formalizar los estudios de nuestros hijos,

pero es importante tener en cuenta que no es una opción

hecha especialmente para nosotros, su función es otra,

pero nosotros podemos aprovecharla.

Es elemental respetar las reglas del INEA, como la edad

cumplida para inscribir a los niños, ya que es una opción

sencilla y de fácil acceso, informarse bien sobre el

programa para no hacer berrinches por cosas que no lo

ameritan.

También es importante tener en cuenta que en esta

opción no hay boletas. Se trabaja con el material que el

INEA brinda para prepararse para los exámenes, se

presentan los exámenes pertinentes, se acreditan y al

final se obtiene el certificado de primaria.

Y ¿Qué hago mientras mi hijo cumple 10 años y puedo

inscribirlo en el programa 10-14? ¡Trabajar con él!

Desescolarizar la mente, cuidar su salud mental, educar


para la vida, trabajar en equipo; estas pueden ayudarnos

a darnos una idea de qué podemos hacer con ellos,

mientras cumplen 10 años y formalizamos más el

aprendizaje que realicemos con ellos.

En el INEA los conocimientos que adquirirán son los

básicos que debe saber una persona, lo que nosotros

trabajemos con nuestros hijos por nuestra cuenta, será un

plus en su formación académica.

REVALIDACIÓN

La revalidación se hace a través de una umbrella de

Estados Unidos, que es una escuela de cobertura, o lo

que en México llamamos “escuela sombrilla” o

“currículum extranjero”.

Aquí sí se inscribe a los niños, y puede ser a partir de los

6 años.
Hay un currículum donde se nos proporcionan las

materias y contenidos para trabajar durante el año

escolar, se tienen que entregar evidencias de que hemos

trabajado durante el ciclo escolar y la escuela sombrilla

nos entrega una boleta al final del año, que acredita ese

grado escolar.

Como padres, esta opción muchas veces nos da la

tranquilidad de que nuestros hijos están aprendiendo a

través de las actividades y tareas que realizan, aunque el

aprendizaje lo estén adquiriendo de otro lado o a través

de otro tipo de tareas (cotidianas, por ejemplo).

Para evitar problemas o rechazo para el trámite de

revalidación en la SEP, es importante tener en cuenta lo

siguiente:

No acreditar año con año.


Se recomienda hacer la revalidación de la primaria

completa, es decir, ya que tenemos todas las boletas de

1° a 6°, realizar el trámite de revalidación de los estudios

hechos por mi hijo en el extranjero, y así se dice, sin más

detalles ni explicaciones: “Vengo a revalidar los estudios

que mi hijo hizo en el extranjero”.

Las boletas no tienen que ser todas del extranjero: Por

ejemplo, si mi hijo el 1° y 2° año estuvo escolarizado, y los

demás los cursó con un currículum extranjero, yo voy a

tener las dos boletas de la escuela a donde iba y las 4

boletas de la escuela sombrilla, y ya son mis 6 boletas de

primaria con las que voy a realizar el trámite de

revalidación en la SEP.

Es básicamente lo mismo que con el INEA en la cuestión

de esperar a revalidar los 6 años de primaria, sólo que,

con la tranquilidad de tener las 6 boletas de cada grado

escolar, que avalan lo que hemos trabajado con ellos


durante ese tiempo; y también en el caso de familias que

tienen presión de la familia o amigos en este sentido. O

en casos donde el papá para acceder a hacer

homeschool requiere que se tengan las boletas de cada

grado escolar, pues le da la tranquilidad de que están

haciendo las cosas “bien” y que el niño está

“aprendiendo”.

El tener un currículum no nos limita en cuanto al

aprendizaje que nuestros hijos adquirirán, porque

independiente del contenido del currículum, que es sólo

una guía y apoyo para nosotros los padres, podemos

incluir el contenido que nosotros queramos y realizar

las actividades que deseemos.

Recuerden cuidar que la boleta no diga “homeschool”.

Recordemos que el homeschool en México no está

regulado, y la SEP puede negarnos el trámite si ve que la

boleta tiene esta palabra o referencia.


Es importante no mezclar ambos recursos: Acreditación

y Revalidación, las dos opciones son válidas y oficiales.

Por lo tanto, si estamos trabajando con una escuela

sombrilla, no es necesario inscribirlos en el programa 10-

14 del INEA, porque estamos duplicando información de

nuestros hijos en el sistema escolar, y eso podría

ocasionarles problemas a ellos más adelante.


3. YA SAQUÉ A MI HIJO DE LA ESCUELA ¿Y
AHORA QUÉ HAGO?

Es importante saber, durante los primeros días, qué es lo

que vamos a hacer, para poder disfrutar el homeschool.

Así que les recomendamos hacer lo siguiente:

a) Desintoxicarse de la escuela.

El chip de nuestro pensamiento escolarizado nos impide

fluir en este nuevo estilo de vida. Si ya hemos decidido

seriamente hacer homeschol, es necesario deconstruir

los patrones escolares con los que nos formaron y

crecimos.

Los expertos en homeschool recomiendan tomarse para

este proceso, un mes por cada año que nuestros hijos

estuvieron escolarizados, y eso es, básicamente, no

realizar actividades de tipo académico, para enfocarnos


en conectar con ellos y conocer sus intereses para

planear el aprendizaje que haremos en familia.

Para los niños este proceso es muy fácil, rápido y lo

disfrutan.

Pero nosotros como padres también debemos tomarnos

el tiempo para desescolarizar nuestra mente porque la

escuela nos enseña a competir: Los cuadros de honor, el

abanderado, las calificaciones, todo lo que tiene que ver

con quién es el mejor, son una competencia.

Nosotros hemos aprendido a competir, y si no nos

tomamos el tiempo suficiente para desintoxicarnos,

llevamos esa competencia al ámbito del homeschool, y

empezamos a ver a otros padres homeschoolers y

empezamos a competir con ellos. Si nosotros no les

enseñamos a competir, a los niños no les importa, a ellos

sólo les interesa la atención y aprobación de sus padres.


No debemos compararlos con otros niños

homeschoolers, porque si les enseñamos a competir, al

compararlos con otros niños, los minimizamos y dañamos

su autoestima.

La desescolarización mental es para nosotros los

adultos, para eliminar patrones de competencia dañina,

para dejar de necesitar calificaciones, para eliminar

patrones de horarios absurdos y poco naturales,

alimentación dañina, que el estilo de vida escolarizado ha

traído a nosotros y que, al cambiar de estilo de vida,

podemos eliminar.

b) Aprender a convivir en familia.

Al adoptar este estilo de vida, hay que tener cuenta que,

aunque pareciera obvio, convivir en familia puede ser

difícil, pues no estamos acostumbrados a pasar tanto

tiempo juntos en el mismo lugar.


Los niños necesitan atención de los adultos, pues son

su guía y acompañamiento, y pueden darse crisis

porque sentimos que esto no es para nosotros o que no

está resultando como esperábamos, y sólo les hablamos

para decirles lo que hicieron mal, para darles órdenes y

decirles que no molesten, por eso el punto anterior,

desintoxicar nuestra mente es esencial.

Uno de los tantos beneficios de este estilo de vida es que

podemos darles a nuestros hijos los recursos necesarios

para su sano desarrollo, como un descanso adecuado,

una buena alimentación, fomentar la comunicación en

familia, que nos llevarán a tener una buena experiencia

conviviendo todos en familia, en casa, donde podamos

hablar con ellos sobre las cosas que les gustan, lo que les

inquieta, lo que les interesa y de esa manera ir creando

una conexión emocional familiar.


c) No llevar la escuela a la casa.

Es elemental para hacer de los primeros meses del

homeschool una luna de miel.

Muchas veces nos preocupamos por que se atrasen si no

los vemos trabajando de forma tangible, pero el

aprendizaje se da de diferentes maneras y a través de

diferentes canales, y muchas veces a través de la vida

diaria, en tareas cotidianas, el aprendizaje está presente

y ellos aprenden más y mejor de esa manera.

d) No se comparen.

Cuando empezamos a hacer homeschool y empezamos

a buscar información en internet, nos encontramos con

blogs, fanpages, páginas web, redes sociales, proyectos

de familias homeschoolers que tienen muchos años con

este estilo de vida, donde veremos fotos de familias

felices, niños haciendo diferentes actividades sonrientes

y vamos a esperar vivir eso. Pero muchas veces no es así.


En la vida real no sucede así, porque todas las familias

son diferentes y cada familia va a tener intereses y

proyectos diferentes a otras, y nosotros debemos

escoger de qué manera vamos a vivir nuestro

Homeschool, de acuerdo a nuestra realidad, nuestros

intereses y las cualidades de cada integrante de la

familia.

e) Hacer nuestro plan familiar.

Un plan familiar nos va a permitir enfocarnos en lo que

queremos hacer y que, en el transitar en este nuevo estilo

de vida, cuando sintamos que nos perdemos o que

estamos perdiendo el foco de nuestros objetivos, nos va

a ayudar a aterrizar, a regresar al camino que trazamos

en un principio, a recordar nuestros objetivos como

familia, a recordar por qué elegimos esta opción para

brindarles educación y aprendizaje a nuestros hijos.


4. ¿CÓMO CONVENZO A MI ESPOSO?

Es esencial que papá y mamá tomen esta decisión en

pareja, no es una decisión banal, es una decisión muy

importante para la familia. Debe haber una negociación

y una explicación muy clara de lo que esta decisión

conlleva, porque en muchas ocasiones los hombres al

principio no están muy convencidos de hacerlo, pero al

tratar este asunto con una comunicación abierta, clara y

con empatía, y viendo cómo está funcionando, ellos

terminan siendo los mayores voceros del homeschool.

Para hacer esta “labor de convencimiento” es muy

importante que como mamás estemos bien informadas,

por eso debemos prepararnos investigando y leyendo

todo lo referente al homeschool: Qué es, qué implica

hacerlo, qué se necesita para iniciar, cómo iniciar, sus

beneficios, etc., y tener bien entendido lo que estamos


investigando para poder presentarle a nuestra pareja la

información clara y precisa, y poder resolver las dudas

que le surjan con lo que le platiquemos. Al estar bien

informadas, estamos conscientes de lo que estamos

diciendo y eso nos da seguridad para poder hablar del

tema, sobre todo para poder darle una razón para que él

también crea posible poder llevar a cabo este estilo de

vida.

Este último punto es básico, porque debemos tener una

real motivación para hacer homeschool, y es elemental

poder transmitirla de la manera adecuada. No podemos

decir cosas como “creo que es una buena opción”, “siento

que sería padre hacerlo”, “es que se ve interesante”,

“Fulanita lo hace y yo quiero hacerlo”, porque no estamos

comunicando algo con sentido o con bases firmes para

informar a nuestra pareja y que se convenza de aceptar

iniciar este estilo de vida.


Los hombres necesitan cosas claras y específicas,

concretas, razones de peso. Por ejemplo, si mi hijo sufre

bullying, decirle que el niño está sufriendo en la escuela

y queremos brindarle un entorno sano y acogedor para

su aprendizaje y las herramientas para que pueda

defenderse del entorno, y llegado el momento, el niño

pueda “salir al mundo” preparado para desenvolverse

en el entorno social.

Todos debemos conocer a nuestra pareja, y eso nos va

a permitir buscar el momento adecuado para hablar con

él, que esté receptivo, hablar de manera asertiva,

buscar las palabras adecuadas.

Además de la información que hayamos encontrado al

investigar, podemos presentarle casos de éxito, de niños

o adultos que han sido educados en casa, que le puedan

mostrar la viabilidad del homeschool. A veces lleva

tiempo convencerlo, pero vale la pena la espera porque


muchas veces aceptan y además terminan siendo los

más fieles promotores del homeschool.

Es importante que ambos estemos convencidos de hacer

homeschool antes de iniciarlo, porque debemos ser

equipo en la educación de nuestros hijos para defender

y explicar nuestra decisión en nuestro entorno, además,

el no estar de acuerdo puede generar estrés en nuestros

hijos lo que repercutirá en un ambiente no apto para el

aprendizaje, sin olvidar que puede haber presión social

de la familia que no esté de acuerdo en la decisión que

hemos tomado.

Es muy importante tener disposición para negociar. El

homeschool al ser un trabajo en equipo, un trabajo en

familia, debe ser consensuado, donde los padre e hijos

estén de acuerdo.

Hay que tener en claro qué estoy dispuesta a ganar o

perder, por hacer homeschool. Si realmente debemos


hacerlo, si es una opción viable, necesaria para la familia.

Hay familias que son felices teniendo a los hijos

escolarizados, y eso está bien. Debemos buscar la mejor

opción para nuestros hijos y para nosotros como familia.

Muchos papás aceptan hacer homeschool por un año,

para ver qué resultados se obtienen en ese tiempo, por

eso hay que tener claros nuestros objetivos para poder

saber de forma clara y consciente qué resultados

podemos tener y en qué tiempo. Muchos van a querer

resultados en un año, para muchos el tener resultados va

a ser que los niños tengan una carrera universitaria, esto

en un año no se va a poder. Pero si pensamos en algo

más realista, quizá podamos decir “yo quiero que esté

más relajado” o “que pueda concentrarse” y eso en un

año sí lo podremos ver.

Para muchos papás es importante ver a los niños trabajar,

contestando libros, resolviendo ejercicios o tareas en


cuadernos, eso les da la tranquilidad de que sus hijos

están “aprendiendo”, de esa manera van viendo

resultados y se van convenciendo y muchas veces se

convierten en los mayores defensores del homeschool,

pero porque ya lo vieron cómo es y cómo funciona, y ven

resultados en sus hijos, y cuando están convencidos se

puede trabajar en equipo y una se siente más tranquila,

segura, relajada y les ofrecemos a nuestros hijos un mejor

ambiente donde pueden florecer.

Platicar con nuestro esposo, tomar esta decisión en

pareja, en familia, nos va a facilitar en trabajo en equipo, y

de esta manera podemos usar las características de papá

y mamá para darles a nuestros hijos herramientas más

completas y diversas para su aprendizaje.

¿Por qué es importante convencer a la pareja? Porque el

homeschool puede convertirse en un detonante de

problemas más profundos que tenga la pareja, llevarlos


a un divorcio, y ser el motivo del juicio, y todo esto será

muy desgastante para la familia.

En algunos casos, para quitarse del problema los niños

vuelven a ser escolarizados, lo que lleva a la familia a una

gran frustración.

En otros casos, si a la mamá y a los hijos les gustó hacer

homeschool, se mantienen en la lucha por defender su

estilo de vida. Pero es desgastante tanto en lo económico

como en lo emocional.

Por eso hay que estar bien seguros de la decisión y

tomarla en conjunto.
5. ¿CÓMO DECIRLE A MI FAMILIA DE ORIGEN
QUE VAMOS A HACER HOMESCHOOL ?

Este tema nos preocupa porque nuestra familia es

importante y quisiéramos que ellos compartieran nuestra

emoción por la decisión que hemos tomado, pero

muchas veces no suele ser así y puede haber discusiones

y roces, y debemos prepararnos para hablarles de

nuestra decisión y que podamos iniciar el homeschool de

la mejor manera.

Básicamente vamos a hablar de 3 puntos:

1. Evaluar si lo decimos o no.


Para esto, primero debemos evaluar cómo es la relación

con nuestra familia de origen, porque de esta manera

sabremos qué esperar.


Si es una relación cercana, donde les platicamos todo lo

que hacemos, de apoyo, hay que esperar lo mejor y que

todo salga bien.

Si no es así, y ha habido distanciamientos, discusiones,

críticas y rechazo a nuestras decisiones, hay que

prepararse para lo peor, para el rechazo. Quizá no

suceda, pero estamos preparados psicológicamente

para que eso ocurra.

Debemos valorar si les decimos o no, porque a lo mejor

mis papás están lejos y les quiero decir, pero por la

distancia, no tiene sentido que yo les diga sobre la

decisión que tomamos de hacer Homeschool; y también

pueden estar cerca, pero si sé que no les va a parecer la

decisión que hemos tomado en familia, no tiene sentido

que les informe de algo que va a ocasionar algún

enfrentamiento o malestar entre nosotros. Sobre todo,

porque el mayor caso de denuncias presentadas en el


DIF porque los niños no van a la escuela, son hechas por

la propia familia de origen, entonces debemos ser muy

prudentes al decidir si les decimos o no y a quiénes.

También debo pensar: “Si ellos me dicen que no están

de acuerdo, ¿Yo voy a seguir firme en mi decisión de

hacer HS, o no?” Quizá al sentir su rechazo, se me acabe

a mí la “motivación” para hacer Homeschool. En este

sentido, hablar con nuestra familia de origen o nuestras

personas importantes sobre nuestra decisión de hacer

Homeschool también nos puede servir de parámetro

para saber si en verdad queremos hacerlo, porque

cuando queremos hacer algo, no importa quién se

oponga o nos critique, lo vamos a hacer.

Si a ti te pesa la opinión de papá y mamá, no deberías

hacer Homeschool, porque estás basando tu decisión en

la opinión de los demás, y no en tus necesidades o

deseos.
2. Evaluar a quién decirle y a quién no.
Es importante tener en claro que vamos a explicarles a

quienes les tengamos que explicar, de quienes nos

interese o afecte su opinión, no tenemos que darle

explicaciones a todo el mundo.

No le demos explicaciones de los acuerdos que

tomamos en familia (papá, mamá, hijos) a nadie.

Aquí vamos a evaluar si les informamos de nuestra

decisión a nuestros padres y suegros. Sólo a ellos, nadie

más importa en este aspecto: Ni hermanos, primos, otros

parientes o amigos (a menos que sean personas muy

importantes para nosotros). A nuestros padres los

tomamos en cuenta porque los amamos y respetamos,

nos interesa su opinión, nos importa su aprobación, o

tenemos una relación de otro tipo en la que nos sentimos

obligados a informarles sobre esta decisión (vivimos con


ellos, trabajamos en el negocio familiar, recibimos apoyo

económico, etc.).

Si hay alguien más en la familia a quien le queramos

informar sobre nuestra decisión porque son importantes

para nosotros o porque nuestra relación es cercana y

existe buena comunicación, lo recomendable es decirles

a todos por separado, para evitar que se refuercen sus

prejuicios y se convierta en una batalla campal donde

ellos terminan uniéndose en nuestra contra, porque

puede empezar alguien con un comentario tipo: “Pero no

van a socializar”, y entonces otro le conteste: “Sí, es cierto,

así no van a socializar, mejor que vayan a la escuela”, o

que uno diga: “Pero tú no eres bueno en –inserte aquí

cualquier materia en la que no fuiste hábil-, cómo vas a

enseñarle eso?” y alguien más se le una diciendo: “Sí, es

cierto, no podrás enseñarle, déjale eso a los que sí saben”.

Y esto será terriblemente frustrante para nosotros.


3. ¿Cómo decirles?
Al igual que como lo hablamos con la pregunta “Cómo

convenzo a mi esposo”, debemos buscar el momento

adecuado para hablar con nuestros padres, un momento

específico, a solas, por separado, que estén de buenas,

receptivos, de forma asertiva, y así evitar que nos bajen

el ánimo que traíamos al full para hacer homeschool.

Es muy importante pensar cómo les vamos a decir las

cosas, no podemos llegar y decirles “la escuela es una

porquería, no voy a llevar a mi hijo” porque estaríamos

atacándolos ya que ellos nos llevaron a la escuela

porque para ellos era algo bueno, lo mejor que podían

hacer por nosotros era darnos estudios para tener una

profesión y que nos fuera bien en la vida. Llegar con este

discurso es decirles: “Rechazo lo que hiciste por mí, no

sirve y no voy a hacer lo mismo que tú”. Debemos elegir

las palabras adecuadas para hablarles.


Podemos llegar y platicarles sobre un nuevo sistema

educativo en el que nuestros hijos van a aprender de

diferente forma, a través del juego, a su ritmo, tomando

en cuenta sus intereses, lo que le gusta, donde el

aprendizaje se va a dar sin estrés ni kilos de tarea, sino a

través de actividades divertidas en un ambiente amoroso

y cálido.

La forma en la que nosotros les platiquemos sobre

nuestra decisión será la diferencia en la respuesta que

obtengamos de ellos.

Ellos, al igual que nosotros tienen la mente escolarizada

y el homeschoool será algo totalmente desconocido

para ellos, por eso debemos ser muy pacientes cuando

hablemos con ellos. Los abuelos aman a sus nietos con

todo su ser y no quieren que nada malo les pase y tienen

una genuina preocupación porque creen que al no

llevarlos a la escuela podemos hacerles algún daño o


podemos perjudicarlos de alguna manera, por eso

debemos ser empáticos con ellos, escuchar sus

preguntas con mucha atención y responderlas con

amabilidad, de manera que podamos transmitirles la

seguridad y confianza que nosotros ya tenemos acerca

del homeschool, enfocándonos en los beneficios para los

niños.

Si los abuelos se involucran, el homeschool será muy

enriquecedor porque entonces ya están las experiencias

de los abuelos, el aprendizaje que les pueden dar a los

nietos y entonces el homeschool se convierte en algo

maravilloso a nivel familiar.

Algunos puntos para tener en cuenta:

✓ Cuando hablamos de que hacer homeschool es una

decisión que debe tomarse en pareja y de la

importancia de que la familia (papá, mamá e hijos)

estén de acuerdo en hacerlo, nos estamos preparando


para el momento de hablar con nuestra familia de

origen (si es que decidimos hacerlo), y para las críticas,

desacuerdos y rechazos que pueda haber en nuestro

entorno familiar o cotidiano, pues al tener el apoyo de

nuestra pareja, nos sentimos seguras y respaldadas

para hablar del tema o explicar nuestra decisión y/o

estilo de vida.

✓ No hay que dar explicaciones no pedidas. Hay muchos

padres que cuando empiezan a hacer homeschool,

quieren gritarlo a los 4 vientos, pero debemos tener

mucha prudencia. No sabemos cómo pueden

reaccionar otras personas ni los conflictos que

podamos traer a nuestra vida por eso (comentarios o

cuestionamientos incómodos, visitas del DIF, etc.).

Además, debemos evitar decir que nuestros hijos no

van a la escuela, con que digamos que están en otro

sistema es suficiente.
✓ No pasa nada si los abuelos no aceptan, quienes

importa que acepten y estén de acuerdo son tu

esposo y tus hijos, a nuestros padres los podemos

amar y respetar, pero ellos ya no tienen injerencia en

nuestra vida, a menos en los casos donde uno

depende de su familia al 100% por otras cuestiones,

como ya mencionamos anteriormente.

✓ Hay quienes dependen de su familia de origen y si ésta

no está de acuerdo, pueden llegar a usar la violencia

económica para que hagan lo que ellos quieren, y va a

ser necesario que se independicen para poder tomar

sus propias decisiones, y habrá que evaluar si están en

un momento en el que puedan independizarse de

ellos.

✓ Hay quienes pueden no estar en un buen momento

para empezar a hacer homeschool, y en este caso es

recomendable resolver la situación y estabilizarse

para poder empezar. El homeschool es un estilo de


vida, no algo que se tenga que hacer de forma

obligatoria y/o en un momento preciso.

✓ Por salud mental, muchas veces es mejor ignorar a las

personas y poner límites. Como se mencionaba

anteriormente, hay casos en donde la misma familia

de origen es quien denuncia al DIF que sus hijos no

llevan a los niños a la escuela, en este caso es

imperativo marcar límites tajantes con ellos para

proteger a nuestra familia.

Hay que ser conscientes de que muchas más personas

van a criticar o rechazar nuestra decisión y eso más la

presión social, pueden ser un obstáculo o un motivo que

nos haga desistir de hacer homeschool, por eso hablar

con la familia es la primera prueba para enfrentarnos a

eso, porque al elegir este estilo de vida, muchas veces

nos podemos sentir aisladas, incomprendidas, podemos


deprimirnos, pero estar seguras de nuestra decisión y

contar con el apoyo de nuestra familia (esposo e hijos)

nos dará mucha paz y tranquilidad y no va a influir en

nosotros ninguna crítica o rechazo de alguien más,

aunque sea alguien importante en nuestra vida.


6. ¿FUNCIONA EL HOMESCHOOL?

La respuesta va a ser muy subjetiva, pues dependerá de

lo que para cada uno signifique que funcione, y eso

dependerá de lo que tú esperes de la educación de tus

hijos y los planes que tengas al respecto.

Todos nos preguntamos al principio si el homeschool va

a funcionar porque se trata del futuro de nuestros hijos

tememos enfrentarnos a los reclamos que ellos nos

puedan hacer en un futuro en un futuro (aunque esto es

inevitable, y escolarices o no, es muy probable que los

reclamos existan por una u otra cosa).

Si tomamos decisiones informadas y basadas en el

amor que sentimos hacia nuestros hijos, lo más probable

es que siempre funcione.


Si se trata de tener un título universitario a los 12 años,

no. El homeschool no funciona para eso.

Si se trata de tu hijo tenga una vida tranquila, lo más feliz

posible y satisfecho consigo mismo, entonces sí. El

homeschool sí funciona para eso. Esta debería ser la

meta de todos los padres porque no sabemos qué

decisiones vayan a tomar nuestros hijos más adelante.

Puede ser que en un futuro mi hijo decida no estudiar

nada y ser jardinero, y así es feliz y gana dinero, y está

bien.

No se necesita un título universitario. En la actualidad,

hay mucha gente con estudios y sin trabajo, y gente sin

estudios con una casa enorme, un negocio y dinero,

porque han tenido esa visión de reconocer qué es lo que

hace falta en el mercado.

Cuando escolarizamos a nuestros hijos nunca pensamos

en qué es lo que queremos que aprenda, lo metemos a


la primaria porque es lo que toca, porque ya es tiempo de

que entre a la escuela, por la presión social de cuándo lo

vamos a llevar a la escuela, o incluso por la ilusión que

puede hacernos verlo en su uniforme, con su mochila y

prepararle su lunch. Pero no tenemos un plan acerca de

qué educación queremos que nuestros hijos reciban o

qué tipo de persona estamos formando.

Si quieres un niño genio que a los 14 años esté en la

universidad, o lo quieres para presumir o sentirte única,

no te va a funcionar el homeschool, mejor mételo a una

escuela particular que te ofrece clases y cursos de mil y

unas cosas.

El homeschool es como tener una plantita, que vas

viendo cómo va creciendo y la cuidas, le podas por aquí,

le podas por allá, le das sol, sombra o lo que necesite

conforme lo vaya necesitando. En cambio, el sistema

educativo, a esa plantita, cuando ve que empieza a


crecer, le pone unos palitos alrededor para que crezca

derechita, que no se mueva, que no se desvíe de lo que

él quiere hacer con ella.

¿Cuánto tiempo vamos a hacer homeschool?

Podemos tener un plan, pero no sabemos qué va a

pasar, nuestras circunstancias pueden cambiar y

cuando son pequeños ellos todavía no pueden decirnos

qué plan tienen para su vida.

A veces tenemos expectativas preconcebidas de

nuestros hijos, desde antes que nazcan o cuando nacen

ya pensamos en qué queremos que sean o hagan y luego

resulta que a ellos ni les gusta.

No sabemos si vayan a querer ir a la universidad. Pueden

no querer ir a la universidad.

Si un niño homeschooler, siendo pequeño, empieza

algún negocio o tiene un hobbie que termina


convirtiéndose en negocio, y ahí ya tienen la forma de

ganarse la vida, eso sería una experiencia de que el

homeschool funciona. Porque ha encontrado la forma

de ganarse la vida, haciendo algo que le gusta y es feliz

así.

Si hacemos homeschool basados en nuestras

expectativas y queremos que estudien una carrera, que

tengan maestría, doctorado, títulos de todo tipo y por

todos lados y nuestro hijo no está interesado en eso, esa

sería una experiencia de que el homeschool no funciona.

Porque no está encontrando su razón de ser, lo que

quiere ser, no está haciendo algo que le gusta y se siente

infeliz.

Para saber si el homeschool funciona debemos partir de

lo importante: El hijo, no nuestras expectativas, porque

como padres tendemos a tener expectativas a veces

irreales.
La realidad, el día a día nos va poniendo los pies en la

tierra y vamos descubriendo que tienen mucho

potencial, pero que depende de él lo que va a explotar.

Lo guiamos, le damos herramientas, lo contenemos, lo

apoyamos, pero al final, la decisión de qué va a ser de

su vida, va a ser solamente de él.

Nuestros hijos tienen habilidades, talentos natos, cosas

que les gustan y nuestra tarea es lograr que ellos las

descubran y logren explotar al máximo las que ellos

quieran desarrollar. Ojo: Que ellos tengan un talento no

significa que tangan la obligación de desarrollarlo,

muchas veces tienen talentos que a ellos no les interesa

desarrollar, porque no les gusta o cualquier otra razón y

eso es respetable.

Nuestras expectativas como padres no serán las

decisiones que ellos tomen. Si ellos logran encontrar lo

que les hace feliz y además ganan dinero haciendo lo


que aman, nosotros debemos aceptar y respetar sus

decisiones.

El homeschool es aceptar y respetar que nuestros hijos

son personas y merecen respeto, respeto a sus

decisiones, opiniones e intereses.

Por eso es importante establecer los objetivos que

queremos alcanzar con el homeschool. Si quiero que

entre a la mejor universidad del mundo, puede suceder,

pero también puede no suceder, porque quizá yo quiero

que sea doctor, ingeniero, arquitecto, pero durante el

transcurso de la vida y conforme él vaya creciendo, va a

ir descubriendo qué quiere ser en la vida, y debemos

aprender a dejarlos ser, a que descubran qué quieren

ser y hacer, y respetarlos en sus decisiones.

En ese sentido, el homeschool les da la libertad de

experimentar, mientras son más pequeños, con muchas

cosas, y ese aprendizaje tan diverso les permite que, si en


un momento dado quieren estudiar una carrera

universitaria, lleven una idea más clara al momento de

escogerla.

Muchas veces empezamos el homeschool de manera

muy estructurada, y después decubrimos que eso no

funciona con nuestro hijo y decidimos relajarnos en

nuestro estilo de homeschool y cambamos el rumbo, y

eso no significa que no nos esté funcionando o que

estemos fallando nosotras. Así es el homeschool, nos

permite ir probando, cambiando, adaptándonos

dependiendo de la etapa en la que nuestros hijos se

encuentren y lo que vayan necesitando.

De esa manera, el homeschool les brinda adaptabilidad,

aprenden a adaptarse y es importante que si estudian

algo y la vida cambia, ellos puedan adaptarse a ese

cambio y que, si tienen que hacer algo más, que no sea

lo que estudiaron, puedan llevarlo a cabo. Y esta es una


habilidad necesaria en la vida diaria, el poder adaptarse

a un mundo tan cambiante para poder ganarse la vida,

porque hay muchas personas que no saben adaptarse, y

otras tantas que logran adaptarse, pero sufren en el

proceso.

Es esencial mentalizarnos en que el mundo cambia y

debemos aprender a adaptarnos.

Hay habilidades que no se aprenden en la escuela pero

que son importantes que nuestros hijos aprendan:

saber alimentarse, aprovechar los recursos, que si se

quedan sin un empleo puedan hacer otra cosa, que no

tengan miedo a hacer las cosas, para poder trabajar y

ganarse la vida de una forma o de otra.

El homeschool es difícil en el sentido de que no hay un

molde para que el homeschool funcione, sino que cada

familia va moviendo, adaptando y flexibilizando los


recursos y de esta manera, podemos decir que el

homeschool funciona, de diferentes maneras.

Por lo tanto, el homeschool funciona, pero depende.

¿De qué? Lo platicamos en la primera pregunta cuando

hablamos de las condiciones que debemos tener en

cuenta si queremos hacer homeschool: De que

desescolaricemos nuestra mente, que nos hagamos

responsables 100% de la educación integral de nuestros

hijos, que seamos proactivos, de nuestra disposición,

que los eduquemos para la vida, de cuidar su salud

mental, de nuestra capacidad de trabajar en equipo, de

nuestra paciencia y de nuestra constancia. Esto es muy

importante, porque si no somos constantes, nada

funciona.

Y es muy importante, como padres, transformar nuestra

mentalidad, porque los niños siempre están

aprendiendo, pero a veces nosotros nos encasillamos en


los aprendizajes que queremos que nuestros hijos

tengan, o en la forma en que queremos que los

adquieran, y no nos fijamos en la diversidad de cosas que

aprenden y la cantidad de maneras en que lo hacen, día

a día.

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