Prueba Parcial CR CA 1 2023

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Universidad Nacional
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Historia.
Bachillerato en la Enseñanza de los Estudios Sociales y Educación Cívica.
Profesor Dr. Aarón Arguedas

HIG-449 NRC 50784 HISTORIA DE COSTA RICA EN PERSPECTIVA


CENTROAMERICANA I. GRUPO 01.
Prueba Parcial. Nivel II. II Ciclo Lectivo 2023.
Martes 26 de setiembre del 2023. Valor de la Prueba 25%

NOMBRE: Yherlan Aryel Álvarez Carazo NOTA.............

DESARROLLO. 25 puntos

INSTRUCCIONES: Responda las siguientes preguntas en todas las partes que la


componen. Se calificará considerando la argumentación, los ejemplos, la utilización
correcta de información, el uso de verbos en pasado simple y las referencias. Utilice
una clara redacción y una correcta ortografía. Debe utilizar referencias de las lecturas y
escribirlas al pie de la página como también seguir las pautas para la presentación de
trabajos escritos en el programa del curso.
Debe dejar el examen en el casillero del profesor Aarón Arguedas el martes 26 de
setiembre del 2023 antes de las 17:00 horas.

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1. De acuerdo con las lecturas realizadas en este curso, argumente por qué la
conquista de Costa Rica se dilató hasta 1560. Explique por qué no se produjo
como en el resto de Centroamérica. De acuerdo con los autores, ¿cuándo
concluyó la conquista de Costa Rica? ¿Cuáles eventos o acciones facilitaron el
paso de la conquista al asentamiento? Use ejemplos de lo leído. 8.33 puntos.
Meléndez, Cabezas, Castillero, Ibarra, Newson, Fonseca, Matthew, Obando,
Peralta y Solórzano.
La dilación de la conquista de Costa Rica hasta 1560 es un fenómeno histórico
que ha generado un profundo interés entre los historiadores y expertos en la materia.
La explicación de este proceso requiere una evaluación detallada de los factores
históricos y geográficos que distinguen a Costa Rica de otras regiones de América
Central y que influyeron en la duración de su conquista. Uno de los factores cruciales
que ha sido objeto de estudio, es la resistencia indígena. Los grupos indígenas en
Costa Rica, en particular los chorotegas y bruncas, presentaron una resistencia tenaz
frente a los conquistadores españoles. Esta resistencia fue alimentada por su
conocimiento profundo del terreno montañoso y la densa vegetación tropical, que
dificultó en gran medida el avance de los españoles. La documentación histórica y los
relatos de la época dan cuenta de la ferocidad de la resistencia indígena en Costa
Rica, lo que sin duda contribuyó a la prolongación del proceso de conquista.
Otro factor crucial que distingue a Costa Rica de otros sectores de
Centroamérica es la escasez de riquezas minerales significativas. Mientras que en
México se descubrieron grandes depósitos de oro y plata, y en el Perú se encontraron
vastas riquezas minerales, Costa Rica carecía de estos recursos en la misma medida.
Esta ausencia de riquezas minerales disminuyó el atractivo de Costa Rica para los
conquistadores, cuyo principal incentivo era la búsqueda de metales preciosos.
Pedrarias Dávila le escribe al emperador Carlos V, sobre la población de Bruselas en el
pacífico costarricense, al decir:
A diez deste mes de Abril de veinticinco años, llegó aquí á esta ciudad
de Panamá un mensajero de Poniente que mi teniente Francisco Fernandez
me envió, que se dice Sebastian de Benalcázar, que se ha hallado en todo lo
que se ha hecho al Poniente, con el cual me escribió é hizo saber las cosas
siguientes: En el estrecho dudoso (2) se pobló una villa, que se dice
Bruselas, en el asiento de Brutina (3), la cual tiene los llanos por una parte, y
por otra la mar y por otra la sierra, donde están las minas, que será á tres

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leguas. Están los indios pacíficos, y este pueblo está en medio de toda la
gente de aquellas provincias; es muy buena comarca, tiene buenas aguas y
hay res é montería é pesquería en cantidad. Es la tierra frutífera é de buenas
güertas y á propósito de pan de la tierra, que lleva en abundancia.1

Por lo que, los castellanos, miraron a una tierra prospera, con abundantes
recursos, sin embargo, la geografía de Costa Rica también desempeñó un papel crucial
en la dilatación de la conquista. La región se caracteriza por su orografía montañosa,
densa vegetación y pantanos, factores que crearon obstáculos considerables para la
expansión rápida de los conquistadores, estas mismas condiciones geográficas
adversas, dificultaron el avance de los españoles y contribuyeron a la prolongación del
proceso de conquista.
En cuanto a la fecha de conclusión de la conquista de Costa Rica, se situó en
torno a 1560, aunque no existe un evento singular que marque su fin. En lugar de ello,
fue un proceso gradual que se materializó a través de una serie de expediciones
militares y acuerdos con las poblaciones indígenas locales. El paso de la conquista al
asentamiento facilitó con la fundación de ciudades, como Cartago en 1563, que no solo
servían como centros administrativos y militares, sino que también representa un
avance en la consolidación del control español. Además, la implementación de
encomiendas permitió a los españoles establecer un sistema económico basado en el
trabajo forzado de la población indígena, lo que facilitó el asentamiento y la explotación
de los recursos locales.
Las enfermedades que afectaron a los indígenas y su curación entre estos
mismos pueblos, pudo ser un aspecto condicionante de las dinámicas de conquista en
Centroamérica. El aporte de Ibarra al citar a Newson, aludió a que las enfermedades
«no actúan con uniformidad, sino que son afectadas por factores ambientales como la
densidad de la población, los patrones de asentamiento, el tipo de organización
sociopolítica, la intensidad del contacto interpersonal, los hábitos de higiene, los
patrones alimentarios y la inmunidad»2, es decir, entre menor haya sido el número de

1 Manuel de Peralta, Costa-Rica, Nicaragua y Panamá, (Madrid, España: Librería de M. Murillo y París,
Francia: Librería de J.I. Ferrer, 1883), 33.
2 Eugenia Ibarra Rojas, «Las epidemias del Viejo Mundo entre los indígenas de Costa Rica antes de la

conquista española: ¿Mito o realidad? (1502-1561)», Mesoamérica, n.° 36 (1998): 601.

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densidad o su organización demográfica, menor fue la propagación de las


enfermedades provenientes del Viejo Mundo.

En resumen, la dilación de la conquista de Costa Rica hasta 1560 se debió a


factores históricos, geográficos y económicos que la distinguieron de otras regiones de
América Central. La resistencia indígena, la falta de riquezas minerales y el aislamiento
geográfico jugaron un papel crucial en este proceso. La consolidación del asentamiento
español logró gradualmente la fundación de ciudades y la implementación de
encomiendas, lo que permitió el control y la explotación de la región.

2. Sobre las formas de explotación durante la conquista y consolidación de Costa


Rica explique: ¿Cuáles fueron las actividades más importantes de explotación
indígena empleadas por los castellanos en Costa Rica? Además de estas
actividades, ¿cuáles fueron las responsables de las rebeliones indígenas en el
siglo XVII y XVIII? Finalmente, argumente y demuestre si ¿fueron las misiones
una forma de legitimar la explotación indígena? ¿Qué resultados ocurrieron en la
Costa Rica colonial? Cite Ejemplos de las lecturas. Quirós, Solórzano, Fernández,
y Obara-Saeki y Viqueira. 8.34 puntos.
La conquista de Costa Rica y su posterior fundación en asentamientos coloniales,
estuvo estructurada de manera forzosa, en una convivencia entre el indoamericano y el
español.3 Enfrentó una desigualdad entre los sistemas sociales y culturales, desde el
momento en el que se organizaron los espacios políticos, administrativos y jurídicos,
principalmente en los cabildos de Cartago y Aranjuez, debido a que, los conquistadores y
pobladores inclinaron sus esfuerzos en la apropiación de la mano de obra indígena, por
medio de la encomienda.4 Fue concretado en 1569 con los repartimientos de
encomiendas realizadas por Perafán de Ribera, en donde le otorgaron a 22
conquistadores, 7,705 indios en encomiendas.5
La encomienda como un mecanismo de dominación, consistió en otorgarles a los
denominados «encomenderos», quienes tenían la potestad de los indígenas, para
realizar labores socioeconómicas. Quirós afirmó que «De los 114 hombres que

3 Claudia Quirós, «Ciudades del siglo XVI: Marco político-jurídico para el surgimiento de los grupos hispanos
dominantes», en La era de la encomienda, por Claudia Quirós, (San José, Costa Rica: Editorial Universidad
de Costa Rica, 2002, 70.
4 Ibid., 70.

5 Ibid., 70.

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ingresaron con Vázquez de Coronado, la mayoría de ellos había optado por el regreso a
su ciudad de procedencia, y a 22 de los continuaron como vecinos de Cartago o Esparza
se les asignaron un total de 27 encomiendas con 4981 tributarios».6 Por lo que, a partir
de la llegada de Vázquez de Coronado, los nativos americanos, estuvieron bajo el
dominio español. A su vez, la organización comunal de la Costa Rica colonial estuvo
bajo el concepto de pueblo de indios, correspondiente a los asentamientos reducidos y
encomendados, los cuales fueron establecidos como condición necesaria y fundamental
del proceso de estructuración colonial.7
La capital colonial de Costa Rica se diferenció con las demás regiones
centroamericanas, debido a que estas capitales remanentes, fueron rodeadas de barrios
indígenas, en contra posición de Costa Rica, que sus pueblos indios fueron establecidos
en condiciones rurales8 en sus lejanías. El único barrio que existió, considerado como
urbano, era llamado San Juan de Herrera de los Naboríos, fundado en 1590, por el
Licenciado Velázquez Ramiro, en los alrededores de Cartago.9
Las actividades productivas que desempeñaron los indígenas a beneficio de los
vecinos españoles y de la Corona, en lo que denominaron tierras comunales,
enmarcadas por una realidad tradicional y social ya preexistentes, en donde todo el
pueblo gozó de la propiedad en conjunto. Quirós señaló que:
La tierra comunal asignada a cada pueblo de indios comprendía una
superficie circular cuyo radio medía 2.873 varas a partir del centro de la
plaza, y comprendía alrededor de 2.600 manzanas. Es bueno reiterar que
esas tierras eran abundantes, de óptima calidad y excelente ubicación,
condiciones que se evidencian fundamentalmente en los pueblos ubicados en
el Valle Central, por ejemplo Barva, Pacaca, Curriribá, Aserrí, Ujarrás, Cot,
Quircot y Tobosí.10

En estas tierras, el plusproducto era producido para los encomenderos, la Iglesia y


la Corona. Además, los indios realizaban las actividades productivas en tres secciones.

6 Ibid., 71.
7 Claudia Quirós, «Los pueblos de indios encomendados y su organización como productores directos de
productos autóctonos», en La era de la encomienda, por Claudia Quirós, (San José, Costa Rica: Editorial
Universidad de Costa Rica, 2002), 96.
8 Ibid., 96.

9 Ibid., 96.

10 Ibid., 103.

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Una de estas se denominó parceliada, adjudicar de forma anual a cada familia un lote,
donde el tamaño de este lote dependía de la cantidad de personas del núcleo familiar. La
segunda sección correspondía a la designación de área de pastos comunes para ganado
vacuno y caballar, la recolección de leña y otros. La tercera sección consistió en que los
ejidos indígenas poseían una llamada tierra de uso común, dedicada a las labores
agrícolas comunales.11
Otras de las actividades productivas que fungieron los trabajadores indígenas, fue la
producción familiar, que implicó la siembra de maíz, frijoles y de otros productos para la
subsistencia familiar. Sin embargo, «debido al fuerte control de las autoridades sobre la
producción comunal […] con el excesivo trabajo impuesto por el encomendero, el fraile o
corregidor, no les quedaba tiempo para hacer sus sementeras y que las tenías
abandonadas».12 La producción comunal, a su vez, entendida como la explotación de las
tierras de uso común, se realizó de forma colectiva. Utilizado en favor del tributo en
especie que cada comunidad debía entregar a su encomendero y a la Corona. Además, la
Iglesia local, era beneficiaria de esta producción, puesto que de esta dependía la
manutención del fraile doctrinero, el pago de sus aranceles y otros gastos. 13 Parte de los
resultados en la Costa Rica colonial fue que:
[…] la provincia de Costa Rica vivió una severa crisis económica
durante el siglo XVII, producto entre otros factores de la disminución
demográfica de las poblaciones indígenas y de la consecuente mengua de la
oferta de mano de obra y de la caída d ellos tributos en especie […].14

Las consecuencias debido a la sobreexplotación de los indígenas, conllevó


que existiera una disminución significativa de indígenas, esta reducción en menos
de 42 años en el primer decenio del siglo XVII, como señaló Quirós, «los indios
encomendados habían disminuido en un 89.74%. Este alarmante descenso de la
población indígena fue ocasionado por el impacto de la conquista y por la
convivencia forzosa del aborigen con el español».15

11 Ibid., 104.
12 Ibid., 104.
13 Ibid., 104.

14 Rina Cáceres, Negros, mulatos, esclavos y libertos en la Costa Rica del siglo XVII¸ (San José, Costa Rica:

Editorial Universidad de Costa Rica, 2020), 117.


15 Claudia Quirós, «Pueblos de indios mecanismos de explotación y sus consecuencias», en La era de la

encomienda, por Claudia Quirós, (San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica, 2002), 129.

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3. Explique, ¿cómo pudieron los castellanos implantar su ideología (social, política


y religiosa) en Centro América y Costa Rica? Por medio de cuáles instituciones
lograron consolidar su permanencia en los espacios coloniales sobre mestizos,
afrodescendientes e indígenas. ¿Cómo mantuvieron el orden, sustentaron la ley
española y la religión ante las amenazas de revueltas o invasiones? Cite
ejemplos de las lecturas. 8.33 puntos. Blanco, Peralta, Madrigal, Pinto Soria,
Velázquez, Cáceres, Webre, Valencia, Luengo, Benavides, Solórzano.
Los castellanos, posterior a las ideas de los teólogos de creer en la humanidad del
indio, a pesar de dominarlos mediante la encomienda, su misión, aun así, no terminó, la
cristiandad, costumbres, su organización social y política, permeó en la vida de los
nativos americanos. Mediante mecanismos de implantación ideológica debido a la
convivencia colonial de estas diferenciadas culturas jerarquizadas. Estas suplantaciones
mediante instituciones como lo fue la Iglesia, esta utilizó el Patronato Real, Velázquez
mencionó:
El Patronato Real tuvo sus antecedentes en la culminación de la
Reconquista. La guerra de Granada fue la ocasión muy bien aprovechada por
los Reyes Católicos, especialmente por la habilidad política y la constancia,
características de Fernando e Isabel, con el fin de conseguir del Papa los
derechos de patronato con todas las prerrogativas deseadas para los
territorios recién conquistados de América.16

La organización de la cristiandad estuvo encabezada por la Iglesia católica,


mediante la creación de la Diócesis de Nicaragua y Costa Rica, la edificación de
parroquias y el nombramiento de obispos y sacerdotes. Todo esto, le otorgó a la Iglesia
un poderío en la población mestiza, afrodescendiente e indígena. Las políticas militares
también mantuvieron un control de la población, debido a tensiones internas de la
población, ante una defensa de rebelión y de invasiones inglesas, holandesas, francesas
o bien, de zambos mosquitos en alianza con los ingleses de Jamaica.17 «Este mismo
dominio político del territorio y de la población por la vía militar continuó siendo un reto

16 Carmela Velázquez Bonilla, «La diócesis de Nicaragua y Costa Rica: Su conformación y sus conflictos,
1531-1850». Revista de Historia, n.°49-50 (2004): 248,
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/historia/article/view/1788/1694
17 Rina Cáceres, Negros, mulatos, esclavos y libertos en la Costa Rica del siglo XVII…, 27.

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en la consumación de la conquista española en el siglo XVII»18, por lo que, el control


militar por medio de la «guerra justa», se vinculó con su poderío con la necesidad de una
mano de obra para subsistir y dar tributo a la Corona.
La defensa de los territorios a através de fortalezas con infantería divididas en
compañías, con la misión de proteger las ciudades y los recursos. Webre señaló que el
saqueo de Granada, entre 1665 y 1670, demostró la necesidad de crear estructuras
defensivas a las orillas del río San Juan19 Este mismo requerimiento de la fortificación en
lugares estratégicos para el resguardo del territorio, a su vez, Luengo apuntó que el
Fuerte de San Fernando de Omoa (en Honduras), fue la “llave” del comercio y
prosperidad de la Capitanía General de Guatemala.20 Es decir, existía un interés de
proteger sus bienes y recursos mediante soldados y estructuras que les permitieron
defenderse ante los saqueos de los extranjeros ingleses, holandeses y franceses.
Además, el dominio castellano de las poblaciones no españolas, ni blancos, era
utilizado como excusa para el sometimiento a estas poblaciones en Centroamérica.
Webre indicó que, ante la escasez de milicia en el inicio colonial, los ejércitos eran
formados por encomenderos, quienes al final eran recompensados con tributos y trabajo
personal como una forma de sometimiento indígena. 21
A finales del siglo XVII hubo un reavivamiento de espíritu misional, que, según
Solórzano, «los nuevos misioneros partirían a evangelizar y entender la soberanía
española, en los territorios de frontera, amenazándolos por el expansionismo inglés o de
otras potencias»22. Blanco acotó que:
En el caso de los indios americanos, y en particular de los nuestros, la
nueva fe fue aceptada, no por verdadera convicción, sino porque venía unida
casi substancialmente a la conquista y colonización. La conquista de México
es elocuente en este caso, e igualmente la del Perú, o cualquiera de las otras
naciones americanas, cuyos jefes en último caso aceptaban la fe y recibían el

18 Ibid., 27.
19 Stephen Webre, «Las compañías de milicia y la defensa del istmo centroamericano en el siglo XVII: el
alistamiento general de 1673», Revista Mesoamérica, n.° 19 (diciembre 1987): 515.
20 Pedro Luango, ed, «Mares fortificados: Protección y defensa de las rutas de globalización en el siglo

XVIII», (Panamá: Museo del Canal Interoceánico de Panamá), 38


21 Stephen Webre, Las compañías de milicia…, 512

22 Juan Carlos Solórzano Fonseca, «La ofensiva misional de los franciscanos recoletos en Centroamérica a

comienzos del siglo XVIII». En Los indígenas en la frontera de la colonización, Costa Rica 1502-1930, por
Juan Carlos Solórzano Fonseca, (San José, Costa Rica: Editorial UNED, 2013), 182

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bautismo para salvar la cabeza, cuando no preferían perderla aferrados a sus


creencias.23
En relación con la emancipación y rebeliones de estos grupos marginales de la
colonia, en Santiago de Talamanca, hubo constantes incursiones en Tierra Adentro, por
lo que, entre 1614 y 1615, ocurrió un levantamiento indígena en esta zona, «los
auyaques, cureras y hebenas se confederaron con los del Valle del Duy y Talamanca, al
tiempo que se organizaba una sublevación de los votos»24, por lo que, los descontentos
sociales de la población subyugada, mitigaron esta imposición y deseos de sometimiento
a las etnias que consideraron “inferiores”. En el año 1699, luego de seis años de labor
misionera, los frailes Rebullida y San José calculaban que se habían bautizado unas 7
400 personas en Talamanca. Sin embargo, los misioneros persistieron en que sin el
apoyo militar no podría continuar con la evangelización.25
A pesar de las dificultades encontradas, los frailes continuaron
intentando llevar adelante la evangelización. Fray Francisco de San José
partió nuevamente desde Matina hacia Portobelo. Allí consiguió una fragata y
pudo reclutar una fuerza de 20 soldados. No obstante, En Panamá fue
retenido por disputas con el presidente de la audiencia de Panamá, quien,
probablemente estaba más interesado en que la pacificación de las
poblaciones indígenas de las áreas fronterizas de Costa Rica y Panamá
siguió hacia cabo desde la audiencia de Panamá y no desde Cartago.26
Esta misma relación de la Iglesia con la Corona y los encomenderos, no solo fijó
una cuota de fe a los grupos marginales de la colonial, esto de manera forzosa, sino que
posterior a los ataques de los indígenas, estos procedieron a quemar las capillas,
conventos y las casas de los cabildos […] destruyeron las imágenes y objetos sagrados
de los frailes […] la obra misional de dos décadas quedó destruida y los indígenas
recuperaron el control de sus tierras.27Esto no solo ocasionó las revueltas sociales de la
época, sino que marcó un hito en la historiografía colonial costarricense.

23 Ricardo Blanco Segura, Historia Eclesiástica de Costa Rica, 1502-1850, (San José, Costa Rica: Editorial
Universidad Estatal a Distancia, 1983), 37
24 Rina Cáceres, Negros, mulatos, esclavos y libertos en la Costa Rica del siglo XVII…, 28.

25 Juan Carlos Solórzano Fonseca, La ofensiva misional de los franciscanos…, 198

26 Ibid., 200-201.

27 Ibid., 219.

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