Sesión III. Principios Permanentes en La Doctrina Social de La Iglesia
Sesión III. Principios Permanentes en La Doctrina Social de La Iglesia
Sesión III. Principios Permanentes en La Doctrina Social de La Iglesia
INTRODUCCIÓN
Desde sus comienzos, la DSI contiene implícitos unos principios y valores válidos para la organización de la
vida social, que se articulan y compenetran mutuamente. Es necesario cierto conocimiento de estos a fin de
comprender el significado más profundo del actual Magisterio social.
Principios equivale en DSI a “leyes que regulan la vida social” (Orientaciones 43). Se refieren, en sentido
amplio, a las proposiciones o criterios doctrinales que fundan una visión cristiana sobre la persona y la sociedad
humana. Implícita o explícitamente inspiran a todos los documentos de la DSI.
Tienen carácter teórico, porque recogen conceptos y doctrinas que tratan de explicar la realidad de la persona
y de la sociedad utilizando análisis filosóficos, teológicos y fórmulas culturales cristianas que expresan
progresivamente una visión de la persona y de la sociedad. Práctico y dinámico, porque inspiran e impulsan a
realizar un orden social más acorde con la visión teórica. Validez universal, en la medida en que expresan
verdades de fe o elementos esenciales del orden moral natural, pero también permiten variaciones en su
formulación, consecuencias y aplicaciones prácticas.
La Iglesia los adapta tanto en su formulación como en su aplicación a las circunstancias que van
configurando a la persona y a las sociedades humanas en el dinamismo permanente del mundo. Por eso
universalidad quiere decir aquí unidad en la variedad.
“Se consideran fundamentales los principios tocantes a la persona, al Bien común, a la solidaridad y
participación. Los demás están estrechamente unidos con ellos y de ellos se
derivan” (Orientaciones 30).
Todos tienen aplicación social en general, aunque unos sean más específicamente de orden sociopolítico , y
otros tengan dimensiones socioeconómicas o socioculturales.
Por esa razón la Iglesia no se cansará nunca de insistir sobre la dignidad de la persona humana,
contra todas las esclavitudes, explotaciones y manipulaciones perpetradas en perjuicio de los hombres
no sólo en el campo político y económico, sino también en el cultural, ideológico y médico”
(Orientaciones 31).
Desarrollo doctrinal de este principio.
León XII reconoce que
“La sociedad no ha sido instituida para que el hombre la busque como fin último, sino para que en
ella y por medio de ella posea medios eficaces para su propia perfección...” (Sapientiae christianae 2).
“...en la protección de los derechos individuales se habrá de mirar principalmente por los débiles y
los pobres... El Estado deberá rodear de singulares cuidados y providencia a los asalariados que se
cuentan entre la muchedumbre desvalida” (RN 27).
“Hay muchas cosas en el obrero que se han de tutelar con la protección del Estado, en primer lugar
los bienes del alma..., el alma es la que lleva impresa la imagen y semejanza
de Dios y en esto son todos los hombres iguales” (RN 30).
Pio XI:
“El hombre como persona tiene derechos recibidos de Dios que han de ser defendidos contra
cualquier atentado de la comunidad que pretendiera negarlos, abolirlos o
impedir su ejercicio” (Mit brennender sorge 35).
“La sociedad no puede despojar al hombre de los derechos personales que le han sido concedidos
por el Creador” (Divini Redemptoris 30).
Pio XII tiene esta doctrina como fundamento de su pensamiento social (Radiomensaje, Navidad 1942, 9).
Juan XXIII recoge esta doctrina:
“El principio capital... el hombre es necesariamente fundamento, causa y fin de todas las
instituciones sociales, el hombre, en cuanto es sociable por naturaleza y ha sido elevado a
un orden sobrenatural” (MM 219).
En PT sistematiza e integra esta doctrina, dándole un valor práctico y efectivo, al establecer una correlación
mutua y simultánea entre derechos y deberes de los miembros de la sociedad:
“...una convivencia bien organizada exige que se reconozcan y se respeten los derechos
mutuos” (31).
La libertad humana. Condición básica para buscar la verdad en todos los órdenes del saber humano.
No significa cerrarse a la Revelación, sino dotar de sentido a la realidad y orientar hacia Dios la
vida individual y social de la persona... El progreso técnico o económico, solos, no proporcionan la
conciencia y la dimensión de la justicia y de la paz. La experiencia científica hay que equilibrarla con
el ser hijos de Dios. Quien no crea en nada definitivo tiene difícil creer en la persona y justificar la
lucha por ella misma.
La libertad moral y el valor de la libertad civil. La libertad social, política y jurídica se encuentra
en la raíz de los derechos humanos y de los principios que organizan el orden jurídico. La persona ha
de vivir armónicamente su libertad, psicológica o de elección, para decir “sí” o “no”. La libertad es un
horizonte permanente por alcanzar y para actuar. La conciencia reconoce en la libertad el camino recto
para ser persona en la sociedad civil. La libertad civil implica que la persona sea libre ante los poderes
constituidos.
La dignidad de la persona tiene una eficacia operativa en su dimensión social, a través de los derechos
fundamentales del hombre, que vienen a ser la expresión social de la dignidad humana. Derechos del hombre,
derechos humanos, derechos de la persona humana, derechos fundamentales... son expresiones genéricas,
aunque comunes desde el siglo XVIII. Sólo el hombre es titular de derecho en sentido estricto. Las
expresiones se refieren a ciertos derechos del hombre, llamados fundamentales en cuanto aluden a exigencias
básicas del ser humano y por ello son la base de los restantes derechos humanos.
Siglos XVII y XVIII evolución hacia el absolutismo que defiende el derecho divino de la realeza.
Desde León XIII la Iglesia decanta su postura y la articula dentro de su propia concepción del hombre, la
sociedad, el significado y las funciones del poder político. Juan Pablo II cree que “para confirmar los
derechos humanos mucho ayuda la reflexión teológica sobre la dignidad de la persona humana en la
historia de la salvación y la revelación cristiana puede aportar los fundamentos necesarios de la
dignidad de la persona humana a la luz de la historia de la creación y en las diversas etapas de la
historia de la salvación” (A los Miembros de la Comisión Teológica Internacional, 5-12-1983).
León XIII inicia la recuperación de los derechos humanos. Dialoga con el mundo moderno y cambia con
moderación la doctrina y la actitud que la Iglesia tenía hasta entonces.
Pio XI hace avanzar la DSI. En QA plantea los derechos socio-económicos y configura el principio de
subsidiaridad.
Pio XII partiendo del contexto histórico en el que vive, afirma con claridad:
“tutelar el campo intangible de los derechos de la persona humana... El origen y fin de la vida social ha de
ser la conservación, el desarrollo y el perfeccionamiento de la persona humana... Los fundamentos de la paz
social a través de la dignidad y derechos de la persona humana...” (Radiomensajes Pentecostés 1941,
Navidad 1942 y 1944).
De Juan XXIII a Pablo VI.
Juan XXIII en MM y PT afirma que la dignidad de la persona humana es el transcendental principio de toda
la DSI. Ofrece una declaración amplia de los derechos y deberes de la persona humana...
Pablo VI en el Discurso ante la ONU, en las Jornadas de la Paz, afirma que los derechos de la persona tienen
un fundamento espiritual, habla de los derechos de los pueblos pobres al desarrollo, creará la Jornada de la
paz, que busca la acción teórica y práctica sobre los derechos fundamentales de la persona.
Los derechos humanos en Juan Pablo II. Los derechos humanos es el elemento esencial y punto de partida
de todo su mensaje social. En RH coloca al hombre como el primer camino de la Iglesia, el hombre es el
centro de la vida social (14 y 17).
En LE trata los derechos de los hombres del trabajo.
TRABAJO EN GRUPO
ORIENTACIONES
II. CUESTIONANTES:
1. La Doctrina Social de la Iglesia establece como principio primero la dignidad de la persona humana.
a) ¿Por qué crees que es éste el primero y principal?
b) ¿De dónde viene este principio?
c) ¿En qué aspectos crees que se niega hoy la dignidad a la persona humana?
2. Las Naciones Unidas firmaron en el 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En
ellos se recogen los derechos fundamentales de la persona. A pesar de los años transcurridos aún no
es una realidad conseguida.