Bases Conceptuales Del Mecanismo de Interaccion Planta-Patogeno (Patosistema Cacao-Monilia)
Bases Conceptuales Del Mecanismo de Interaccion Planta-Patogeno (Patosistema Cacao-Monilia)
Bases Conceptuales Del Mecanismo de Interaccion Planta-Patogeno (Patosistema Cacao-Monilia)
i
secuenciación del genoma del Cacao (Argout et al., 2012) y el genoma mitocondrial de
M. roreri (Costa et al., 2012), abriendo una puerta en la búsqueda, identificación y
caracterización de posibles proteínas involucradas en los eventos de interacción planta-
patógeno. Lo anterior, permitirá generar el desarrollo de alternativas nuevas y
novedosas dentro del manejo integrado de la Moniliasis, ofreciendo un control efectivo
bajo el fortalecimiento del sistema defensivo en plantas resistentes de Cacao M. roreri.
PALABRAS CLAVES
Theobroma cacao, Resistencia, Moniliophthora roreri, Patosistema Cacao-Monilia,
Respuesta de defensa en plantas (SIR-SAR), Genes de resistencia, Interacción.
ii
ABSTRACT
Continually plants are exposed to a number of potential pathogens, coevolution can result in
the development of defense mechanisms in plants some constituent or liabilities and other
inducible (Mysore and Ryu, 2004; Dodds and Rath Jen, 2010). So globally, intracellular
responses in plant defense against pathogens described four events. First, the perception of a
signal of the pathogen by the plant. The second translation intracellular plant recognition
signal. Third, the synthesis of defense molecules from the ground and fourth, the transport of
molecules to strategic locations to prevent colonization of pathogens (Benhamou, 1996); the
molecular basis of these interactions are complex, however in recent years have included
many of them (Ausubel, 2005), in Cocoa, has actually made little progress in determining
such responses and interactions in this regard this proposal seek to understand the conceptual
basis of the mechanism of plant-pathogen interaction, and understanding the different
signaling pathways involved and the types of genes involved in the activation of resistance
mechanisms caused by biotrophic and necrotrophic diseases, describing the main
mechanisms during infection of a pathogen into the plant cell. In this sense, the information
was related synthetically with current available information pathosystem Cacao, comprising
the lack of clarity in the biochemical basis of the pathosystem, however is expected with the
recent sequencing of the genome of Theobroma cacao L, we can advance more on
deciphering the different signals involved in such interactions, based on models of
recognition and activation of signaling cascades that end in the generation of intracellular
defense responses; some mediated recognition molecules and other molecules by elicitoras
signals. Molecular bases surrounding the pathosystem Cocoa-Monilia and are even being
studied, however, knowledge producing pathosystems as Arabidopsis thaliana and
Peronospora parasitica or Pesudomonas syringae pv. pisi can generate alternatives for
comprehension and understanding, especially when this pathosystem knowledge may inform
a future generated from genome sequencing Cocoa (Argout et al., 2012) and the
mitochondrial genome of M. roreri (Costa et al., 2012), opening a door in the search,
identification and characterization of putative proteins involved in the events of plant-
pathogen interaction. Information in every way to generate the development of new and
innovative alternatives within the integrated management Moniliasis offering effective
control on use of PTI-ETI in resistant plants Cocoa M. roreri
v
1. Tabla de contenido
3. CONCLUSIONES ............................................................................................................ 49
4. BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................. 51
vii
LISTA DE TABLAS
1
LISTA DE FIGURAS
2
INTRODUCCIÓN
La domesticación del Cacao (Theobroma cacao L), se dio hace 2.600 años en Mesoamérica
(Motamayor et al., 2002; Bartley 2005), aunque el cacao comenzó a ser difundido a nivel
mundial poco después del contacto con Europa (Ploetz, 2006), manteniendo toda la
producción en el hemisferio occidental hasta inicios del siglo XX . Al finalizar este mismo
siglo y a principios del siglo actual, los países productores de Cacao en Latinoamérica
representan el 15% de la producción del mundo. El 78% restante se origina de continentes
como África, Asia y Oceanía, con porcentajes del 71% para el primero y 14% para los dos
restantes (ICCO XXXVI, 2009). La razón principal de esta drástica disminución, tanto en
producción como en área cultivada, fue la presencia de enfermedades como la Moniliasis y la
Escoba de Bruja (Moniliophthora perniciosa), que no se encuentran en el Hemisferio
oriental.
El Cacao es uno de los cultivos perennes más importantes del mundo debido a su empleo en
la fabricación de chocolate (Almeida et al., 2007), según el uso industrial, la especie
Theobroma cacao L es la más utilizada de las 22 que conforman el género Theobroma L,
(Schnell, 2005). Los últimos datos estadísticos reportados por (FAO, 2008) para la siembra
de Cacao en el mundo revelan más de 3.9667.983.625 ha, hasta el año 2008. Igualmente
Fedecacao 2013, reporta una producción mundial de 3.966 MTM , liderada por países como
Costa de Marfil con 1.475 toneladas y Ghana con 820 toneladas. En Colombia, el Cacao es
considerado un producto de alto valor energético, se consume principalmente como chocolate
de mesa, aunque también es utilizado como materia prima para confitería, productos
farmacéuticos y cosméticos (Ploetz, 2007). Institucionalmente ocupa el tercer renglón de la
agenda exportadora agropecuaria como generador importante de divisas para el País. Además
de la importancia en la industrial el cacao tiene una figura social muy significativa a nivel
mundial, pues las características agroclimáticas y geográficas tan específicas que posee lo
ubican en países subdesarrollados localizados en zonas tropicales sobre la línea ecuatorial,
representando el sustento de una gran cantidad de Agricultores (Efombagn et al., 2007).
Según Ploetz y Morais citado por (Lanaud, 2009), la actividad cacaotera para el 2009 genero
más de US $73.000 millones, de los cuales dependen más de 60.000 puestos de trabajo.
3
Al cierre del año cacaotero 2014 la producción nacional llegó a 47.706 toneladas frente a
46.700 del periodo inmediatamente anterior, beneficiando alrededor de 35.000 familias y
constituyendo un cultivo de economía campesina de gran importancia para el país. Según el
Ministerio de Agricultura, para el año 2019 se espera que Colombia cuente con 300.000
hectáreas de cacao, las que producirían 450.000 toneladas anuales, de las cuales 150.000
serían para consumo interno, y las restantes con destino a los mercados internacionales, meta
trazada por el Gobierno Nacional y el gremio cacaotero (Fedecacao, 2014).
Como país centro de origen del genero Theobroma cacao L, Colombia registra una de las
bases genéticas más amplias y diversas del mundo, propiedades que le han permitido a la
planta perdurar a través del tiempo. En ese sentido, es importante mencionar los mecanismos
de defensa en las plantas, interacciones bioquímicas que se pueden dar a través de las vías de
señalización o rutas metabólicas que permiten el reordenamiento de la transcripción génica de
la planta, para la activación de los mecanismos de defensa con múltiples respuestas en las que
se pueden incluir la hipersensibilidad, la producción de especies de oxigeno reactivas (ROS),
la producción de ácido salicílico (AS), la producción de óxido nítrico (ON), la señalización
por Map Kinasas (MAPK), la síntesis de lignina (refuerzo de pared-barreras estructurales),
los compuestos antimicrobianos (Fitoalexinas), las proteínas relacionadas con patogenicidad
(genes PR) y la regulación proteica (complejo Ubiquitina (UB)-proteosoma) (López, 2007).
Al respecto, el patosistema Cacao-Monilia, ha tenido una interacción constante por cerca de
200 años, tiempo en el cual el patógeno ha logrado colonizar todas las zonas agroecológicas
donde se produce en las Américas. Periodo donde el patógeno desarrolló mecanismos de
infección haciendo al cacao más susceptible al patógeno. Entender los mecanismos
involucrados en la interacción planta patógeno, permitirá tanto concentrar los esfuerzos de los
4
elementos de control culturalquímicos biológicos y genéticos, como comprender la reacción
de la planta frente a la infección del patógeno, dilucidando cuáles son los mecanismos de
defensa involucrados y que moléculas pueden activarlos.
Componentes de defensa que constituirán una herramienta importante dentro de los
programas de manejo integrado de plagas y enfermedades que podrán ser implementadas
como métodos de control más eficientes y alternativos para la Moniliasis. Estas herramientas,
generarían un impacto a nivel técnico y productivo, pues la inducción de la resistencia
genética en una planta podría ser activada por la aplicación de moléculas simples, que
generen una huella metabólica y fisiológica al interior de la planta, desencadenado respuestas
de defensa que terminaran en una disminución sustancial de la incidencia del patógeno en el
campo. Al respecto, instituciones como el departamento de agricultura de Estado Unidos
(USAID, 2006), reportan el uso de moléculas como el ácido salicílico en la activación de los
mecanismos de defensa de las plantas.
No obstante, es claro, que aún se desconoce gran parte de los mecanismos involucrados en las
respuestas de defensa en la interacción Cacao (Theobroma cacao L) -Monilia, sin embargo,
al contrastar otros Patosistemas, se podría encontrar similitud en aspectos bioquímicos y
moleculares importantes dentro de las respuestas de defensa de la planta a enfermedades. Por
consiguiente, la presente monografía plantea la siguiente pregunta: ¿Las bases conceptuales
de la interacción planta-patógeno que existen actualmente en la literatura, permitirá
comprender las bases conceptuales del mecanismo de interacción Planta-Patógeno”
(Patosistema Cacao-Monilia)?. Información que puede denotar en la creación de métodos
alternativos que complementen el manejo integrado de la enfermedad, fortaleciendo
programas fitosanitarios que resulten en metodologías de control más efectivas y duraderas
que mejoren la calidad de vida del agricultor, dentro de una agricultura sostenible.
5
1. GENERALIDADES DEL CULTIVO DE CACAO
El árbol presenta un tallo principal que se desarrolla verticalmente hasta una altura de
0.8 a 1.5 metros en forma normal, las flores se producen en el tronco, ramas y tallos
leñosos y sus frutos o mazorcas crecen directamente del tronco y de las ramas
más antiguas; en la parte externa del fruto presenta una cáscara o pericarpio, y en
la parte interna está compuesto por semillas o granos ordenados por hileras,
alrededor de un eje central llamado placenta, en la cual los granos están cubiertos
por un mucílago rico en azúcares. La maduración del fruto ocurre entre los 150 y
180 días después de la polinización de la flor, dependiendo del origen genético y
del clima donde se desarrolla. Las hojas adultas son simples y enteras, medias coráceas
de color verde. Cuando están pequeñas el color puede variar de verde pálido a café claro
o pueden tener tonalidades rojizas. Las hojas del cacaotero son caducas, y por lo general
cada dos o tres meses se presentan picos de brotación de nuevas hojas, que reemplazan a
las que se caen (Cuatrecasas 1964).
Según el mismo autor, los frutos son bayas indehiscentes, mejor conocidas como
mazorcas que pueden variar de forma, espesor, rugosidad, color y tamaño según su
origen genético. Se observa toda una gama de colores, que en estado inmaduro van de
tonos verdes, rojizos y cafés; con surcos y lomos pigmentados, mientras que en estado
maduro varían de amarillo, café amarillento a rojizos anaranjados. Los surcos y lomos
se presentan en número de 10, siendo profundas o leves según la variedad de cacao, En
su interior las mazorcas tienen cinco lóculos o cavidades donde están alojadas las
6
semillas, las cuales varían en tamaño y número según la variedad. La cantidad de
semillas en cada mazorca depende del número de óvulos en cada ovario.
El color interno de las almendras es violeta pálido o lila, como se puede apreciar en la
ilustración 2, aunque en algunas ocasiones se observan semillas blancas. La mazorca
está unida al tronco del árbol por un pedúnculo grueso. El tiempo desde la fecundación
hasta la madurez fisiológica de una mazorca es alrededor de 180 días.
Existen diversas hipótesis sobre los tipos y orígenes del Cacao. Entre las más
importantes se pueden mencionar a (Van Hall, 1914) quien plantea un origen en
7
Orinoco y Amazonas; (Cheesman, 1944; Cuatrecasas, 1964) quien esboza un origen en
Amazonas y centro américa; (Schultes 1984) con un planteamiento de domesticación en
Suramérica y dispersión a Centroamérica por migraciones humanas; (Wood & Lass
1985) con su reporte de tres grupos Criollos, Forasteros y Trinitarios. Al respecto,
(Motamayor et al., 2002,2008) realiza el planteamiento más aceptado hasta el momento
con la presencia de criollos ancestrales y modernos, con un origen en el norte de
Suramérica y una introducción por el hombre a Centroamérica, clasificando al género
Theobroma cacao L, en 10 grupos genéticos denominados de la siguiente forma:
Amelonado, Contamana, Criollo, Curaray, Guiana, Iquitos, Marañón, Nacional, Nanay
y Purús.
No obstante, los tres grupos genéticos básicos inicialmente reportados fueron
clasificados en tres clases, para efectos informativos se mencionan a continuación con
las principales características de cada uno de ellos:
-Tipo Forastero: originario de alta Amazonia, son llamados amazónicos, tienden a ser
amelonados, su cascara es lisa y gruesa con poca rugosidad y surcos poco profundos.
Es el tipo de cacao más cultivado y de menor calidad en relación con el sabor
y el aroma que confieren los granos al chocolate elaborado con ellos, pero tiene
mejor rendimiento en contenido de grasas entre otras características. Se produce en
Trinidad, Ecuador, África, Asia y Brasil.
-Tipo Criollo: de aspecto rugoso, con diez surcos profundos y cascara delgada, escaso
contenido de taninos y empleado en la chocolatería fina. Su manejo es complejo pues el
bajo rendimiento y la alta susceptibilidad a plagas y enfermedades dificultan su
establecimiento bajo cultivos comerciales; dentro de este grupo se clasifican los cacaos
originarios de México, Centroamérica y Venezuela.
-Tipo híbrido: entre los que se destaca el Trinitario, (originario de Trinidad) es un
cruce sexual entre el Criollo y el Forastero, su calidad es más próximo al Forastero.
Sin embargo, presenta la robustez de éste y el delicado sabor del cacao Criollo.
Muchos clones conocidos en la actualidad como Universal, fueron seleccionados
en Trinidad a partir de poblaciones híbridas, es decir, corresponden a individuos
sobresalientes de la descendencia de aquellos cruzamientos. Actualmente se cultiva
8
en Colombia y presentan resistencia a algunas enfermedades fungosas entre ellas
Escoba de bruja causada por Moniliophthora perniciosa.
Esta hibridación natural generó diferentes formas en los frutos conocidas actualmente
como Amelonado, Cundeamor, Angoleta y Calabacillo (Aránzazu et al., 2009).
9
formando ángulo recto con el peciolo. La corola consiste de cinco pétalos blancos de
seis a ocho mm de largo. El centro de la flor lo ocupa el tubo estaminal, compuesto
por cinco estambres fértiles, cortos y doblados hacia fuera, cada uno encerrado en la
concha de un pétalo; y de cinco estaminoideos internos, agudos y largos de posición
erecta que rodean al gineceo. El ovario es súpero con cinco celdas y placentación
central, con 30 a 50 rudimentos seminales. El estilo se abre arriba en cinco ramas
estigmáticas y algunas pueden permanecer soldadas. (García, 1983).
10
1.6 Importancia del cultivo del Cacao
Su valor radica por ser uno de los cultivos perennes más importantes del mundo debido
a su empleo en la fabricación de chocolate Almeida et al., (2007). Según el uso
industrial, la especie Theobroma cacao L es la más utilizada de las 22 que conforman
el género Theobroma L, Schnell (2005). Los últimos datos estadísticos reportados por
FAO (2008) para la siembra de Cacao en el mundo revelan más de 3.9667.983.625 ha,
hasta el año 2008. Igualmente Fedecacao 2013, reporta una producción mundial de
3.966 MTm (figura 1), liderada por países como Costa de Marfil con 1.475 MTm y
Ghana con 820 MTm.
A nivel mundial, el Cacao (Theobroma cacao L) tiene una figura social muy
significativa, pues las características agroclimáticas y geográficas tan específicas que
posee lo ubican en países subdesarrollados localizados en zonas tropicales sobre la línea
ecuatorial, representando el sustento de una gran cantidad de Agricultores (Efombagn et
al., 2007). En Colombia el cultivo de cacao se desarrolla actualmente en las zonas de
Valles Interandinos secos, la zona Marginal Baja Cafetera, la Montaña Santandereana y
el bosque Húmedo Tropical (Fedecacao, 2012). Cada una de estas zonas cuenta con
condiciones de clima, topografía y suelos que las hace en mayor o menor medida aptas
para el desarrollo del cultivo del cacao.
Según el año cacaotero 2012/2013, África registro la mayor producción con 2.826.000
MTM seguido por Asia-Oceanía con 534 y América con 606 MTM. En Latinoamérica,
Brasil es el país que reporto la mayor producción con 195.000 t, seguido por Ecuador
con 185.000 t y Republica Dominicana con 60.000 t. Colombia ocupa el 4 lugar con
45.000 t. Fedecacao-ICCO (2013).
Como cultivo representa uno de los sistemas agroforestales más antiguos de la franja
tropical, conocido desde los tiempos pre-colombinos por los mayas Bergman (1969), el
cual se puede establecer bajo diversos sistemas de sombras con otras especies de valor
económico. Almeida et al., (2007) en su publicación Ecofisiologia del árbol de Cacao,
menciona algunos de los más importantes como Areca catechu , Cocos nucifera Daswir
et al., (1988); Liyanage (1985); Alvim et al., (1989 ), Hevea brasiliensis , Syzigium
11
aromaticum, Cinnamomum zeylanicum, Erythrina fusca Alvim; (1989ª); Alvim,
(1989b) , Bactris gasipaes Almeida et al., (2002a) y otras especies amazónicas.
12
(Barros, 1970; Cubillos, 1970; Rojas, 2000). Según (Fedecacao 2013) el departamento
de Santander durante el año 2012 produjo más de 16.200 Tn con 6.400 Tn de Cacao
seco pérdidas por Moniliasis. En ese sentido la cotización en la bolsa de New York
durante el mes de Enero de 2014 fue superior a US$2700/Tn, representaba casi 42
millones de dólares solo en este Departamento (Arguello, 1996).
MICELIO
60 + MANCH ESPORULACIO
10 A N 70 +
DIAS
10
DIAS
PRIMEROS
SINTOMA
30 + 10S
DIAS
LIBERACIO
GERMINACION
N
INFECCION
DISPERSIO
8 – 12 VARIOS DIAS
HORA
S
13
Generalmente no se necesita lluvias abundantes para que estas esporas puedan iniciar la
infección, tan solo con el roció de la noche y la madrugada la espora puede tomar el
líquido necesaria para iniciar este proceso. Esto explica por qué en países con estaciones
secas prolongadas el hongo en algunas regiones logra mantener su ciclo infeccioso
(Evans 1981). En Colombia, seguramente esta característica, sumada a las lluvias
bimodales que existen, le permiten al hongo mantenerse activo durante todo el año.
Síntomas
Las condiciones descritas anteriormente según lo cual el ciclo de la enfermedad se
puede ver afectado, también se extiende la aparición de los primeros síntomas, los
cuales pueden ser variables aún en frutos de un mismo cultivar inoculados
artificialmente en forma simultánea. Según (Phillips 1986), esto podría explicar las
amplias diferencias entre autores con respecto a esta fase de la infección. (Aránzazu et
al.,1977) indica que al inocular frutos de diversas edades, los primeros síntomas pueden
aparecer entre los 54 y los 78 días después de la inoculación. Así mismo (Aránzazu
1987), afirma que los primeros síntomas se hacen visibles a partir de la 5 semana dpi,
con aparición de micelio entre los 3 y 9 días después del primer síntoma.
14
Figura Nº 6. Síntomas y signos atípicos de una infección por M. roreri en frutos de
Cacao, Theobroma cacao L.
Fuente: Autor
En la figura 8 se muestran los síntomas atípicos más comunes presentados por cultivares
de Cacao reconocidos por la resistencia a la infección de M. roreri. Generalmente se
puede observar una dilatoriedad en la expresión de la esporulación del hongo, así como
un impedimento físico en la continuidad de la mancha. Igualmente se pueden presentar
manchas necrosadas muy oscuras, pequeñas y ligeramente hundidas, a veces rodeadas
por halos de maduración prematura otras por hongos biocontroladores (Phillips-Mora
2004; Fedecacao 2012). En frutos de cultivares suceptibles, es común observar el
crecimiento interno del hongo a través de la necrosis del tejido epidermal o pericarpio.
Sin embargo en esta figura, se puede observar como existe una respuesta de resistencia
parcial a la infección del patógeno.
Signos
El hongo se caracteriza por tener un crecimiento lento y concéntrico con un diámetro de
8 a 15 mm después de 2 semanas en Agar Extracto de Malta (AEM) (Evans 1981). Sus
colores pueden variar entre un salmón a un café claro (Arbeláez 2010). La temperatura
puede estar entre los 22 a 33 oC (Merchán 1981). Sus hifas son hialinas, pared delgada y
septada, sin conexiones en clampa, pero con doliporo, las esporas pueden presentar
pared gruesa o delgada, de forma globosa o subglobosa, algunas veces elipsoides
(Phillips 2003). También pueden ser cilíndricas de pared delgada; sus esporas son
15
heteromorficas con formas predominantemente esferoides, elipsoides y ovoides
elipsadas, con tamaños entre 5-10 um de largo y 5-15 um de ancho Arbeláez (2010).
Las esporas que permanecen en los frutos momificados pueden experimentar un sobre
engrosamiento de la pared celular, con desprendimiento ligero. Seguramente como
mecanismo de dispersión para aumentar el grado de incidencia de la enfermedad.
Campuzano, 1981).
Las condiciones agroecológicas en las que se desarrolla el cultivo del Cacao, la altura de
la planta, la formación de frutos durante todo el año y su distribución en toda la
estructura de la planta, complican la efectividad y la eficiencia de los controles,
manteniendo una dificultad para proteger los frutos durante los 5 o 6 meses de su
desarrollo (Phillips 2003). Según este escenario, es importante el uso de sustancias
químicas protectantes y sistémicas como compuestos activos es a base de cobre ya sea
sistémico (Azoxystrobin) o de contacto (clorotalonil) Flood et al., (2004). El uso de
fungicidas de tipo preventivo como el óxido cuproso ha sido utilizado frecuentemente
para su control, Ram (1989), Arguello (2000); no obstante otros compuestos han sido
evaluados pero con resultados no tan prometedores, entre ellos el Flutolanil por
(Bateman 2005).
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Actualmente se utiliza el grupo de las estrobilurinas como un conjunto nuevo de
fungicidas que inhiben la respiración en las mitocondrias, alterando la producción de
energía en las células de M. roreri y evitando la producción de ATP (Bartlett et al.,
2002).
Por otra parte una alternativa que se ha generado recientemente a los fungicidas son los
biofungicidas y los productos no convencionales Aranzazu, 2013 generalmente
constituidos por moléculas biológicas derivadas de animales, plantas, bacterias y ciertos
minerales (Jaimes et al., 2010), seguramente por las ventajas que ofrecen entre las
cuales se pueden considerar la baja o nula toxicidad, su compatibilidad dentro de un
manejo integrado y la no presencia de efectos nocivos para el agroecositema bajo el cual
se desarrolla el Cacao.
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superficie de las hojas (epifitos) o partes aéreas de la planta y en algunos casos de los
espacios intercelulares de la planta (microorganismos endófitos). (Hoopen et al., 2003);
(Hoyos 2013).
Una vez el biocontrolador se sobrepone a estas barreras, debe contar con el poder de
inducir resistencia sistémica en la planta, para lograr una permanencia y un control
preciso sobre la población del patógeno. Autores como (Jaimes et al., 2010), definen a
un biocontrolador eficaz para la Monilia como aquel que tenga la capacidad de
colonizar rápidamente los tejidos epidérmicos del fruto, de forma que pueda competir
por espacio y por nutrientes con las esporas del hongo, evitando así su germinación.
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Los mecanismos desarrollados por los biocontroladores pueden ser clasificados como
directos o indirectos, según sus efectos en el patógeno y la planta. El primero ocurre si
el hongo tiene un contacto físico con la planta y un alto reconocimiento del patógeno, el
segundo produce cambios morfológicos o bioquímicos en la planta modificando o
modulando las poblaciones del patógeno por cambios en su entorno (Hoyos 2013). Para
implementar el control biológico como un elemento fundamental de un plan de manejo
integrado de enfermedades de cacao, es preciso conocer la naturaleza del agente
biocontrolador, descifrando sus modos de acción y los mecanismos determinados
(Hoyos 2013), con los cuales lograra establecerse dentro de un ambiente.
19
1.11 Manejo cultural
El control mediante las prácticas culturales constituye una de las herramientas más
importantes para disminuir la presión de inoculo dentro de un cultivo de Cacao. Es
considerado como la técnica más eficaz para reducir la fuente de inoculo del patógeno.
Está conformada por un manejo agronómico apropiado que incluye labores como el
corte cada 8 días de frutos enfermos en cualquier etapa de desarrollo (Krauss et al.,
2003), el desyerbe o control de hierbas y arbustos que aumentan la densidad vegetal y la
predisposición de hospederos temporales para las esporas de Monilia, la recolección y
apilado de las cascaras infectadas, dejándolas sobre el suelo y aplicando cal dolomítica
para acelerar el proceso de descomposición, evitando la continuidad en la formación de
esporas del hongo. (Aránzazu 1979; Gonzales 1981; Phillips 1986); igualmente
prácticas como la regulación de sombra, la fertilización, el drenaje de los suelos, la
cosecha y beneficio oportuno de los frutos (Delgado et al., 1982) y todas las practicas
que involucre disminuir la humedad relativa, mejoren la circulación del aire y
disminuyan las condiciones apropiadas para el crecimiento del patógeno (Aránzazu
1979; Barros 1970; Phillips 1986)
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2. CAPITULO DOS. MECANISMOS DE INTERACCIÓN PLANTA-
PATÓGENO
La interacción constante a través de los años entre una población de un hospedero y una
de un patógeno se define como un Patosistema (Agrios, 2008). El Patosistema
Moniliophthora roreri – Theobroma cacao L, forma parte integral del ecosistema del
cultivo del cacao (Theobroma cacao L) con más de 200 años de relaciones evolutivas;
según (Phillips, 2005) la coevolución del patosistema ha logrado que M. roreri pueda
imponerse sobre los mecanismos de defensa de la planta de cacao, condición que es
apoyada por el planteamiento de (Ingle et al., 2006), quien reporta los diferentes
mecanismos de defensa en plantas. Mecanismos que son bioquímicos y que pueden
romper la inmunidad encendida tanto por el patógeno como por sus efectores
Por otra parte, según los mecanismos de interacción y diversidad genética del Cacao
(Theobroma cacao L), (Aránzazu, 2013), plantea como la dispersión de cultivo de
Cacao más allá de su centro de origen, ha facilitado a la planta crear una gran fuente de
diversidad genética, adaptada a factores medioambientales propios a cada región donde
se encuentre; proposición apoyada por (Ampuero, 1967); (Phillips, 1986) quienes
21
mencionan como una gran variedad de atributos agronómicos pueden incrementan la
posibilidad de encontrar materiales con diversos grados de resistencia a la enfermedad).
Desde el punto de vista genético, siempre se ha discutido a través de diferentes autores
sobre el término correcto (Resistencia o Tolerancia) para hacer referencia a una planta
de Cacao que interactúa con M. roreri y evidencia una respuesta de disminución del
daño por infección. Autores como (Parlevliet, 1979) definen la resistencia como la
capacidad de la planta para reducir la incidencia o desarrollo del patógeno; la
Tolerancia como la capacidad de la planta para soportar la presencia del patógeno con
poca o ninguna reacción, la cual puede ser expresada, por ausencia casi completa de
síntomas o daño. Lo anterior no ha evitado el hecho que existan diferencias entre la
respuesta a la infección por M. roreri en tipos y cultivares de Cacao (Ampuero, 1967;
García et al., 2004; Naundorf 1954), evaluados por medio de infección natural Delgado
et al., 1960 citados por (Phillips, 1986).
Por otra parte, al tomar la primicia de que todo evento de susceptibilidad es una
respuesta de resistencia tardía (Agrios, 2008) es decir, que toda planta no se considera
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como un hospedero pasivo ante el ataque de un microorganismo, todas las plantas de
Cacao serian consideradas como susceptibles a M. roreri; al respecto, (Brown et al.,
2007), relaciona la resistencia a M. roreri como un evento Poligénico, al estar
gobernado por 3 regiones QTLs en los cromosomas 2, 7 y 8 de los 10 que contiene el
genoma de la planta. Resultados apoyados por (Argüello et al., 2000), quien a pesar de
no existir en la actualidad un modelo específico para la resistencia a M. roreri, describe
la importancia de la interacción génica para conferir algún tipo de resistencia
Los principales trabajos realizados en mejoramiento genético hacia la búsqueda de la
resistencia tuvieron origen en Trinidad, donde clones trinitarios llamados Imperial
College Selección (ICS) fueron seleccionados por diferentes características, entre ellas
productivas y de resistencia (Fedecacao, 2012). Según Phillips et al.,(2012) en su
publicación Catalogo de Cultivares de Cacao, tomaron como base la amplia diversidad
genética contenida en su Colección Internacional de Germoplasma (IC3), identificando
clones tolerantes a Moniliasis con distinto origen genético y/o geográfico, cruzando
progresivamente los clones para obtener variedades con niveles crecientes de
resistencia, aprovechando de esta forma el carácter predominantemente aditivo que
tiene esta característica en Cacao (Cervantes-Martínez et al. 2006), citado por Phillips et
al., (2012)
Algunos países de las Américas han seleccionado cultivares de diferentes regiones con
características sobresalientes, entre ellos se encuentran el UF-273 y UF-712 (Costa
Rica, 1960), EET-75 (Ecuador, 1965 – 1966), ICS-95 (Trinidad, 1959) y PA-169 (Perú,
1961) Phillips (2012). Así mismo, la unión de países centroamericanos productores de
Cacao ha permitido crear estrategias de control genético, dentro de los cuales se han
identificado clones como el CATIE (CATIE-R1, CATIE-R4, CATIE-R6, CC-137, ICS-
95 T1 y el PMCT-58 (Phillips et al., 2012) no obstante, aún son motivo de estudio en
una red de jardines clónales en países como Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras,
Guatemala y Belice. Con esto, pretenden definir las características de adaptación a los
diferentes agro- ecosistemas donde están siendo evaluados.
23
características importantes. En los últimos años, entidades como la Federación Nacional
de Cacaoteros FEDECACAO, y la Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria CORPOICA, han seleccionada cultivares colombianos por características
de rendimiento y fitosanitarias en todas las regiones del País. Por su parte, Fedecacao ha
trabajado bajo la técnica de selección varietal participativa. Una herramienta que tiene
en cuenta los conocimientos del agricultor; en esta metodología, se seleccionan los
mejores arboles híbridos de cada finca, bajo criterio del propietario y del técnico
extensionista, los cuales son ingresados a un programa se selección de árboles con
características sobresalientes en rendimiento, calidad y resistencia a plagas y
enfermedades (Fedecacao, 2012), donde son evaluados en tres fases de investigación.
Según (Phillips et al., 2012), todos aquellos estudios de investigación básica que
involucren tanto mecanismos de infección como de respuesta defensivas de la planta,
24
podrán derivar en el incremento productivo y el establecimiento del Cacao (Theobroma
cacao L) bajo ambientes infestados con Moniliasis.
En la actualidad, instituciones como la Federación Nacional de Cacaoteros están
implementando es el uso de modelos de siembra por resistencia y con renovación de
copa de árboles susceptibles e improductivos por clones resistentes a enfermedades y
plagas (Aránzazu, 2013). En la figura 1 se presenta un modelo de siembra con
resistencia a M. roreri. En la misma figura se puede observar cómo se pueden distribuir
programáticamente una serie de tres o cuatro clones caracterizados por tener un
porcentaje de compatibilidad aceptable y un grado de resistencia alto a M. roreri. Un
segundo tipo de control genético se apoya en la capacidad que tiene la planta de Cacao
para renovar sus raíces, con lo cual se busca seleccionar los arboles improductivos y
susceptibles para renovarlos a través de una injertación en leño grueso (cambio de copa)
con cultivares de resistencia (Fedecacao, 2012). Los dos métodos se pueden mezclar
constituyendo un tipo de control que busca producir Cacao en ambientes infestados con
Moniliasis para generar una alternativa de siembra en donde la única opción hasta hace
poco era el abandono o cambio de actividad de las plantaciones como fue reportado en
diferentes épocas por (Phillips-Mora y Wilkinson 2007; Phillips 2012).
Al mismo tiempo, autores como (Phillips, 1986); (Agrios, 2008); (Fedecacao, 2012),
reportan el conocimiento de los mecanismos de resistencia genética, como un método
25
duradero y eficaz para el control de M. roreri, púes, a pesar de todos los esfuerzos en la
búsqueda de controles que permitan disminuir el daño económico ocasionado por el
patógeno y los resultados positivos que se tienen con algunas herramientas para el
control, aún no evidencian una adopción completa de la tecnología disponible para el
manejo.
Los mecanismos de interacción entre el patógeno M. roreri y la célula vegetal del Cacao
han sido definids por las interacciones evolutivas que hayan tenido a través del tiempo;
al respecto, (López, 2007). define diferentes alternativas para establecer el primer
contacto del patógeno con la célula vegetal, entre las más importantes se pueden
mencionar las interacciones mecánicas, enzimáticas, por aperturas naturales y heridas
previas del tejido vegetal o mezclándolos como alternativas para la preinfección o
infección del tejido vegetal.
26
Al respecto, (Melnick et al., 2013), en sus estudios sobre el efecto de la infección de
Moniliophthora roreri en los cambios moleculares y metabólicos de frutos jóvenes de
Cacao (Theobroma cacao, L), reporta como durante el proceso de pre-infección e
infección del patógeno, se pueden producir incrementos en las moléculas intermedias
del ciclo del ácido tricarboxilico, así como se pueden estimular la inducción de rutas de
defensa asociadas a vías metabólicas del ácido jasmónico y el etileno.
Por otra parte, dependiendo del tipo de microorganismo se puede establecer el proceso
inicial de infección, algunos han especializado su ingreso a través de heridas causadas
ya sea por transmisión a través de vectores o por instrumentos y herramientas humanas.
Ejemplo de ello son los virus, los cuales tienen una relación directa entre su dispersión
y el tipo de alimentación del vector, condicionando su transmisión a la dieta alimenticia
del mismo.
Las bacterias al igual que los hongos pueden iniciar su proceso de infección tanto por
aberturas naturales (estomas y lenticelas), como por heridas ocasionadas por factores
bióticos y abióticos. No obstante, también han desarrollado mecanismos complejos de
interacción como el Quórum sensi, herramientas de comunicación que le permiten a las
bacterias comunicarse entre ellas para la producción de exopolisacaridos que facilitaran
la adhesión, germinación y colonización del tejido vegetal (Varki, 2009).
egún (Huckelhoven, 2007), en los hongos el inoculo puede estar constituido por
esporas, esclerocios (una masa compacta de micelios) o los fragmentos de micelio. Su
interacción con la célula vegetal es compleja, pues aún no es claro cuáles son los
mecanismos iniciales que intervienen en la adhesión y germinación celular celular;, no
obstante el proceso de penetración siempre es realizado de forma directa tanto mecánica
como por acción enzimática.
Entre los compuestos químicos más utilizados por los patógenos para establecer
procesos iniciales de interacción se encuentran las enzimas, toxinas y polisacáridos,
moléculas que pueden cumplir funciones degradantes de pared celular, bloqueo de los
27
mecanismos de defensa de la planta y protección a la deshidratación en la superficie
celular de la planta.
En Cacao (Theobroma cacao L), la descripción química y funcional de las toxinas aún
está en discusión, no obstante, existen algunos ejemplos claros sobre la funcionalidad de
algunas toxinas en otros patosistemas. Entre ellos, la toxina victorina producida por C.
victoriae que infecta específicamente plantas de avena. La toxina inhibe la función
mitocondrial, por lo cual las plantas son incapaces de activar sus mecanismos de
defensa (López, 2007). En la tabla 1, se presentan algunas toxinas específicas de
patosistemas reconocidos. En la misma tabla se puede también observar las toxinas más
importantes asociadas a patosistemas de interés económico.
28
PC Pericornia circinata Sorgo
Fuente: López, 2007.
Así mismo, algunas hormonas son utilizadas por las bacterias, aunque también son
empleadas por los hongos para producir un crecimiento descontrolado de las células
vegetales, en Cacao, alguns de ls patosistemas más reconocidas son Moniliophthora
perniciosa y Moniliophthora roreri, en otros patosistemas se pueden resaltar a P.
syringae pv. savastanoi, Agrobacterium tumefaciens y Pantoea hervicola pv.
gysophilae. Entre la más importante se encuentra la auxina o ácido indol 3 – acético
(IAA), la cual en altas concentraciones puede crear crecimientos descontrolados de los
tejidos vegetales.
Los polisacáridos son mezclas de azucares dispuestos en patrones específicos de
unidades repetidas, su función básicamente es la de evitar la desecación en las
superficies de las hojas o en la rizosfera, aunque también pueden proteger contra
compuestos vegetales tóxicos o frente a las defensas inducidas por las plantas (López,
2007).
29
sentido, la patogenicidad de M. roreri, se podría definir como la habilidad del patógeno
para causar o no enfermedad en las cultivares de Cacao (Theobroma cacao L). Así
mismo, el término de virulencia determina el rango de la enfermedad (Moniliasis), es
decir, si la enfermedad tiene un alto grado de daño en el hospedero (Theobroma cacao
L) se puede reconocer como muy virulento, en el caso que el daño interno sea leve, se
podrá relacionar con una baja virulencia (Agrios, 2008)
En tal sentido, (Ingle et al., 2006) reporta como las plantas se encuentran naturalmente
bajo una interacción constante con los patógenos, a pesar de ello, pueden permanecer
sanas debido a la activación de varios mecanismos de defensa, los cuales pueden ser
activados de forma no especifica, tanto por factores bióticos como abióticos, entre ellos,
el choque térmico, la sequía, sustancias químicas y luz ultravioleta. Causando daños
físicos que desencadenaran reacciones de resistencia.
Igualmente (Wittstock et al., 2002), citado por (López, 2007), reporta como algunas de
las barreras primarias que debe superar el patógeno pueden estar de forma constitutiva
en la célula, ejemplo de ellas la Pared celular, los glucósidos, saponinas, alcaloides,
proteínas antifúngicas e inhibidores enzimáticos, o pueden ser inducidas producto del
reconocimiento celular del patógeno, entre los que se encuentran formaciones de
lignina, calosa, fitoalexinas, estrés oxidativo y proteínas R, así mismo, respuestas de
hipersensibilidad y activación de varios genes de defensa Mecanismos que se pueden
encontrar de forma constitutiva en la célula.
En la actualidad no se ha reportado la primera planta de Cacao (Theobroma cacao L),
que en su estado natural pueda permanecer sana frente a la infección por el patógeno.,
en tal sentido, el Patosistema Cacao- M. roreri, es considerado como una interacción
compatible (Flor, 1955) ya que las defensas de la planta no logran contener el patógeno
haciéndola susceptible a su infección. En el caso de ser una interacción incompatible se
consideraría la primera planta de Cacao con resistencia completa a M. roreri, con
capacidad de contener la infección y colonización del hongo.
Al respecto, (Bailey et al., 2013; Melnick et al., 2013), reportan diferentes cambios
moleculares y metabólicos durante el proceso de infección de M. roreri, así como
durante sus fase biótrofa y necrótrofa; así mismo, asocian la activación de diferentes
30
rutas de defensa involucradas en el metabolismo del ácido jasmónico, etileno y
tricarbolixilicos. Resultados que se pueden asociar con lo reportado por autores como
(Flor 1955; Hammond et al., 1996-2003; Dichkinson 2003; Ingle et al., 2006 y López
2007), quienes mencionan los tipos de resistencia que se reconocen actualmente, entre
ellas la de tipo cuantitativa, cualitativa y no-hospedero. La primera se considera no
específica u horizontal y se caracteriza por presentar una variación continua del nivel de
resistencia en la planta. La resistencia cualitativa, se considera de tipo vertical por no
presentar variación en el nivel de resistencia, controlada por genes mayores y
clasificada como de carácter monogénica. También se conoce como raza-especifica
pues se asocia al modelo de gen por gen establecido por (Flor, 1955). Se caracteriza por
tener variedades de plantas que contienen genes R dominantes interactuando con los
genes Avr dominantes del patógeno produciendo una reacción incompatible o de
resistencia. Así mismo aquellas interacciones que impliquen genes recesivos de la
planta y del patógeno conducirá a la enfermedad o una interacción compatible (Flor,
1955).
31
interacciones en el patosistema Cacao, se podrían entender como respuestas de
resistencia activas, puesto que implican una serie de reacciones enzimáticas y
metabólicas enfocadas en contener la colonización de un patógeno. Entre ellas, se
pueden mencionar las resistencias genéticas tanto inducidas como adquiridas, las cuales
están condicionadas por la expresión génica de las células vegetales y el reconocimiento
de un patógeno (García y Lozoya, 2004). En tal sentido, el conocimiento de las bases
moleculares de estos tipos de resistencia es muy importantes para lograr desarrollar
alternativas de manejo a las enfermedades de Cacao, sin embargo, actualmente se
desconocen, pues en gran medida durante los últimos años las investigaciones se han
desarrollado de forma aplicada.
33
Según (Hernández et al., 2010), en este tipo de resistencia pueden interactuar diferentes
vías de transducción de señales que podrán condescender en la habilidad de la planta de
Cacao (Theobroma cacao L) para defenderse de la infección por M. roreri. Así mismo,
(Días et al., 2009), menciona como la expresión génica en la planta, siempre estará
ligada a su mecanismo de defensa, variando su localización y propiedades dentro de la
célula. Así mismo, en su trabajo resalta como la expresión de dos tipos de enzimas b-
1,3-glucanasas se puede dar en diferentes momentos, ya sea por vías de resistencia
sistémica adquirida o por reacciones de incompatibilidad o resistencia completa.
34
En el patosistema Cacao-Monilia, aún no se cuenta con reportes de este tipo, sin
embargo, autores como (Lipka et al., 2010), reportan la dependencia de genes
adicionales para la realización de HR, los cuales parecen estar presentes tanto en
individuos resistentes como susceptibles en mutantes de maíz (Zea mays), tomate
(Solanum lycopersicum) y Arabidopsis thaliana L; confiriéndole a la planta la habilidad
de responder hipersensitivamente aún en situaciones donde no existe la relación R-Avr.
Sin embargo, la capacidad para detener la infección de un patógeno por reacciones de
hipersensibilidad, siempre estará condicionada a las capacidades metabólicas y
alimenticias delos patógenos (Biótrofo, hemibiotrofo y necrótrofo).
35
Figura Nº 9. Mecanismos de resistencia en plantas. Fuente: Ingle et al., 2006
Evento que logra una inmunidad encendida por patrones moleculares o PAMPs y es
llamado (PTI). Este tipo de interacción es suficiente para detener la infección antes que
el microorganismo comience la multiplicación y es efectiva contra patógenos
potenciales no adaptados. Interacciones moleculares consideradas como la base de la
resistencia no hospedero (Navarrol et al., 2004; Chisholm et al., 2006; Schulze-Lefert y
Panstruga 2011).
Sin embargo, la interacción constante a través del tiempo, permite la evolución de estos
Patosistemas, logrando superar barreras impuestas, tanto por la planta como por el
patógeno. En ese sentido, una vez un patógeno logra superar las barreras mediadas por
la respuesta PTI (ver figura 11b y c) se genera una interacción compatible mediada por
(ETS) o susceptibilidad encendida por efectores. Los efectores, son proteínas
producidas por el patógeno (ver figura 11d) y que pueden evitar las cascadas de
señalización molecular que intervienen en las respuestas PTI (Jones y Dangl, 2006).
Ejemplo de ellos son los efectores TALEs (del inglés, transcription activator-like
effector) (Bogdanove y Voytas, 2011; Muñoz et al., 2012), proteínas producidas por
fitopatógenos del genero Xanthomonas y Ralstonia para modular la regulación de la
expresión génica de sus hospederos.En la figura 3, se presenta el modelo Zig-Zag. Allí,
36
se puede observar como la interacción del patosistema es constante, generando cambios
y reconocimientos nuevos a través del tiempo. En ese sentido, la planta ha desarrollado
un mecanismo de reconocimiento para estas proteínas efectoras, suprimiendo su efecto
y generando una respuesta de inmunidad encendida por efectores (ETI, del inglés,
effector triggered immunity). Es importante mencionar que este tipo de respuesta esta
mediada por proteínas de resistencia que puedan reconocer directa o indirectamente
efectores (Chisholm et al., 2006; Jones y Dangl, 2006; Dodds y Rathjen, 2010).
Figura Nº 10. Modelo Zig-Zag propuesto por Jones and Dangl, 2006.
Según (Doods et al 2006; Ueda et al. 2006), el reconocimiento de los efectores del
patógeno por parte de las proteínas R puede ser directo o indirecto; en el caso del
reconocimiento directo, la proteína R actúa como un receptor que interactúa con la
proteína Avr del patógeno, la cual actuaría como un ligando; sin embargo, en casos
donde no se ha logrado demostrar este tipo de interacción R-Avr, autores como Dangl et
37
al. (2001), demostraron otro tipo de interacción mediada por una tercera proteína
llamada blanco de patogenicidad. Este modelo se basa en la detección de cambios
inducidos por efectores de los patógenos en la proteína blanco de patogenicidad de la
planta. Evento reconocido como Modelo del Gen Guardián. Así, la alteración de este
blanco en el hospedero le conferirá éxito al patógeno en hospederos de genotipos
susceptibles, pero inducirá la respuesta ETI en hospederos de genotipo resistente que
posean la proteína R (Dangl et al., 2001). Al respecto, otros autores han reportado el
modelo guardián en varios Patosistemas (Mackey et al., 2002; Caplan et al., 2008;
Lorang et al., 2012), planteamientos apoyados por (Argout et al., 2011)., quien reportan
esta misma familia de genes encontrados en el genoma de Cacao (Theobroma cacao L)
Una de las principales conclusiones después de la secuenciación del 76% del genoma de
Theobroma cacao L, fue la descripción del 82% de sus genes, los cuales se encuentran
anclados a los 10 cromosomas que contiene la planta y evidencian la expansión
especifica de algunas familias de genes durante la evolución, como es el caso de los
flavonoides. En su estudio, también muestran una fuente importante de genes
candidatos para el mejoramiento de T. cacao, y como a través de un diagrama de Venn
se pueden observar los genes compartidos entre los genomas de T. cacao, Arabidopsis
thaliana, Populus trichocarpa, Glycine max y Vitis vinífera. Así mismo, relacionan al
genoma de Cacao 253 genes tipo LRR-RLK ortólogos de genes de resistencia LRR-
RLK de Arabidopsis. En cuanto a los genes NBS encontraron 297 ortólogos en el
genoma, donde se resaltan los genes tipo TIR, y genes NPR1 que se encuentran en A.
thaliana. Caracteristicas que permiten pensar como en el patosistemas Cacao
(Theobroma cacao L) – Monilia (Moniliophthora roreri)
Por otra parte, una serie de autores liderados por Costa et al. (20120, Secuenciaron y
compararon el genoma mitocondrial de Moniliophthora roreri con Moniliophthora
perniciosa, resaltando el tamaño del ADN mitocondrial del patógeno (95 Kb) y
encontrando su homología con el agente causal de la escoba de bruja. Al respecto
(Argout, et al., 2011), demuestra la presencia de dos tipos de (genes R), los de tipo
NBS-LRR (sitios de unión a nucleótidos y repeticiones ricas en leucina) y los de tipo
RPK (receptores proteína kinasa), así como un nivel relativamente alto de similaridad
en los procesos metabólicos y celulares, basados en la comparación y la
38
complementariedad de genomas (diagrama de Venn). Información que permitirá aún
futuro cercano tanto el entendimiento de la bioquímica como el mejoramiento genético
del Cacao y la mejor comprensión de las bases moleculares en el mecanismo de
interacción Cacao (Theobroma cacao L) – Monilia (Moniliophthora roreri)..
egún (Meinhardt et al., 2014), la expresión diferencial de genes durante la fase biótrofa
y necrotrofa en la interacción Cacao (Theobroma cacao L)-Monilia, después de 30 y 60
días de infección, revelan más de 1535 genes putativos, evidenciando un secretoma que
correlaciona la etapa de infección y el crecimiento intercelular con las fases biótrofas y
necrotrofas del patógeno, facilitando el crecimiento y la invasión de las células
vegetales del cacao, así como la muerte celular durante la última fase
39
2.12 Genes R
Al respecto, (López, 2007), menciona como el gen R puede ser considerado como una
unidad de información genética que codifica una proteína R caracterizadas por la
presencia de dominios conservados, las cuales pueden activar vías de transducción de
señales comunes para encender las respuestas de defensa. Igualmente, menciona como
se pueden agrupan según la presencia o no de dominios estructurales . Las más
estudiadas hasta el momento son las proteínas con dominio NBS ( Nucleotide Binding
Sites) y un dominio LRR (Leucine Rich Repeats). Esta última se puede dividir en dos
subclases, la primera con dominio TIR (Toll Interleukin 1 Receptor) o una estructura de
40
tipo CC (Coiled Coil) en su extremo N-terminal, TNL y CNL respectivamente (López,
2007).
Los genes efectores o Avr, son aquellos que pueden codificar proteínas responsables de
interactuar con las proteínas producidas por los genes R (Flor 1955). En una reacción
incompatible, las proteínas Avr son identificadas por las proteínas R de la planta,
suprimiendo el desarrollo y la colonización del patógeno. Sin embargo, en una reacción
compatible las proteínas codificadas por los genes Avr pueden bloquear los sistemas de
defensa de la planta y producir la infección a través del desarrollo y la colonización del
patógeno (Flor, 1955). Autores como (Hammond et al., 2000; López et al., 2007).
reportan como cuando la proteína Avr es identificada por proteínas codificadas por
genes R, se activan una serie de mecanismos de defensa, en los que se pueden encontrar
la muerte celular localizada PCD o reacción hipersensible, especies de oxigeno reactivas
ROS y flujos iónicos que usan la vía de transducción de señales con un papel importante
de las MAP kinasas
41
Tomate I2c Intracelular - Fusarium oxysporum
Tomate I2 Intracelular - Fusarium oxysporum
Arroz Xa1 Intracelular - Xanthomonas oryzae pv. oryzae
Arroz Pib Intracelular - Magnaporthe grisea
Papa Rx Intracelular Proteína de cápside Virus X de la papa
Papa Gpa2 Intracelular - Globodera rostochiensis
Trigo Cre3 Intracelular - Heterodera avenae
Capsicum Bs2 Intracelular AcrBs2 Xanthomonas campestris
Maíz RpI-D Intracelular - Puccinia sorghi
Arroz Pi-ta Intracelular AvrPITA Magnaporthe grisea
Cebada Mla Intracelular - Erysiphe graminis
Tabaco N Intracelular Replicasa Virus del mosaico del tabaco
Arabidopsis RPP1 Intracelular - Peronospora parasítica
Lino L6 L1-12 Intracelular - Melampsora lini
Lino M Intracelular - Melampsora lini
Arabidopsis RPP5 Intracelular - Peronospora parasitica
Arabidopsis RPS4 Intracelular AvrRps4 Pseudomonas syringae pv. pisi
Arroz Xa21 Extracelular - Xanthomonas oryzae pv. oryzae
Tomate Cf-2 Extracelular Avr2 Cladosporium fulvum
Tomate Cf-4 Extracelular Avr4 Cladosporium fulvum
Tomate Hcr9-4E Extracelular Avr4E Cladosporium fulvum
Tomate Cf-5 Extracelular Avr5 Cladosporium fulvum
Tomate Cf-9 Extracelular Avr9 Cladosporium fulvum
Remolacha HSI pro-1 Extracelular - Heterodera schachti
42
En la tabla 2, se pueden observar algunos de los genes R y Avr que han sido aislados,
clonados y caracterizados molecularmente en diferentes especies de plantas y
patógenos. Según Mackey et al., 2002-2003, esto ha permitido predecir la estructura,
localización y posibles mecanismos mediante los cuales se lleva a cabo la interacción
entre las proteínas R y Avr (ver figura Nº 4).
Con base en este modelo, autores como (Dodds et al., 2006; Mackey et al., 2002 López
2007), lo reportan como base para plantear el Modelo Receptor Ligando, el cual se basa
en la interacción especifica entre un receptor y un ligando que permite activar
eficientemente las respuestas de defensa en las plantas, demostrando que algunas
proteínas R pueden reconocer más de un efector. Ejemplo de ello, es el reportado por
(Mackey et al., 2002) quien menciona como las proteínas AvrRpm1 y AvrB, pueden
activar las respuestas mediadas por la misma proteína R, RPM1 de Arabidopsis.. Sin
embargo los esfuerzos para confirmar dichas asociaciones directas entre proteínas R y
Avr, continúan.
Por otra parte, autores como (Axtell et al., 2003, Mackey et al., 2002-2003; Ingle et al.,
2006; López 2007), reportan el modelo de gen guardián, para apoyar el reconocimiento
de proteínas R y Avr, el cual no se establece de forma directa, y esta mediado por una
tercera proteína llamada blanco de patogenicidad. En este modelo la proteína R se
mantiene alerta para detectar cualquier tipo de modificación en la proteína custodiada.
La consolidación del modelo se realizó bajo ensayos moleculares en Arabidopsis,
donde identificaron la proteína RIN 4
Según (López 2007), el reconocimiento directo debe estar asociado con una alta
diversidad genética en los loci de los genes R y Avr, mientras que para el caso del
reconocimiento indirecto la evolución ha mantenido polimorfismos balanceados en
estos genes. Muy posiblemente, las historias evolutivas de cada Patosistema están
influyendo en la adopción de un sistema de reconocimiento u otro. Es así como se
podría pensar que la interacción constante de casi 200 años en el Patosistema Cacao
(Theobroma cacao L)-M. roreri, ha originado diferentes fuerzas coevolutivas que han
43
moldeado la adopción de los diversos mecanismos tanto en la planta como en el
patógeno. (Phillips et al., 2012; López 2007), sin lograr establecer un modelo específico
para la interacción Cacao-Monilia.
45
En la figura 4, se puede observar las vías de señalización durante las respuestas de
defensa en plantas. En la misma figura se puede observar las diferentes rutas
metabólicas mediadas por los genes NDR1, EDS1 y PAD4, donde López (2007)
menciona lo siguiente. “Estas tres vías están asociadas con la acumulación del AS, sin
embargo, también se presentan en las vías mediadas por JA y ET. La vía mediada por
el gen NDR1 (gen tipo CNL), la vía que depende de los genes EDS 1 y PAD 4 (genes de
tipo TNL) y una tercera vía en la cual los genes R, no poseen una estructura definida
pero dependen de EDS1”.
Según (Loon et al., 2006), el AS, JA y Etileno, cumplen un papel muy importante
dentro de la cascada de señalización que lleva a la transcripción de genes de defensa Al
respecto, (Pieterse et al., 2009), describe sucesos conocidos como resistencia sistémica
adquirida y resistencia sistémica inducida (SAR o SIR), haciendo referencia a la
activación de grupos de genes PR presentes en eventos posteriores a la infección de un
patógeno en una reacción incompatible.
En el patosistema Cacao (Theobroma cacao L), el papel principal de SAR aún está en
estudio, sin embargo autores como (Durrant y Dong, 2004; Spoel y Dong 2012) lo
reportan en la disminución de síntomas de la enfermedad, asociando las respuestas de la
planta a eventos de hipersensibilidad o respuestas HR. Resultados fortalecidos por
autores como (Romero et al., 2004; Noutoshi et al., 2012), quienes reportan estas
moléculas en la utilización de programas de manejo fitosanitario como estrategias para
la protección de cultivos.
46
Figura Nº 11. Vías de señalización durante las respuestas de defensa en plantas.
47
Otro factor importante que se debe tener en cuenta en el patosistema Cacao (Theobroma
cacao L)-Monilia, se apoya en las relaciones filogenéticas de especies hospederas, es
decir, entre más alejadas filogenéticamente las especies hospederas, el repertorio de
efectores de un patógeno adaptado para una de ellas, se hace inefectivo para causar
enfermedad en la otra. Esto debido a que se reduce la especificidad efector-NBS-LRR,
pero aumenta la PTI. Es por esta razón que la PTI es considerada la respuesta principal
de la resistencia no hospedero.
48
3. CONCLUSIONES
49
La poca durabilidad y alto grado de especificidad en mecanismos de resistencia mediada
por características cualitativas y genes mayores de una planta, constituyen dos
limitaciones relevantes al momento de una interacción planta-patógeno. En ese sentido,
la PTI-ETI ofrece la posibilidad de hacer frente a estas dos condiciones. No obstante, se
requiere de una mayor investigación en el campo de la inmunidad para aprovechar
mejor el gran potencial de su uso en la biotecnología de plantas.
50
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