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Revista de Historia de la FIM Núm.

13, 1er semestre de 2022

Contiendas
por la memoria
Violencia política,
represión y justicia
en América Latina
Nuestra Historia
Revista de Historia de la FIM

ISSN: 2529-9808
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Nuestra Historia: Revista de Historia de la FIM

ISSN: 2529-9808 • Edita: Fundación de Investigaciones Marxistas • Equipo coordinador:


Manuel Bueno Lluch, José Gómez Alén, Julián Sanz Hoya y Santiago Vega Sombría • Consejo
de Redacción: Irene Abad Buil, Eduardo Abad García, Juan Andrade Blanco, Manuel Bueno
Lluch, Sergio Cañas Díez, Francisco Erice Sebares, Carlos Fernández Rodríguez, Cristian Ferrer
González, Sergio Gálvez Biesca, Juan Carlos García-Funes, José Luis Gasch Tomás, David Gi-
nard i Féron, José Gómez Alén, Patricia González-Posada Delgado, Fernando Hernández Sán-
chez, Gustavo Hernández Sánchez, José Hinojosa Durán, Mélanie Ibáñez Domingo, José Luis
Martín Ramos, José Emilio Pérez Martínez, Guillem Puig Vallverdú, Víctor Santidrián Arias, Ju-
lián Sanz Hoya, Javier Tébar Hurtado, Jorge Torres Hernández, Julián Vadillo Muñoz, Santiago
Vega Sombría • Diseño de portada: Francisco Gálvez • Diseño del interior y maquetación:
Manuel Bueno Lluch • Imagen de portada: detalle de cartel conmemorativo del 40 aniversa-
rio del golpe de Estado en Argentina • Envío de colaboraciones: nuestrahistoriafim@gmail.
com • Administración: c/ Olimpo 35, 28043, Madrid. Tfno: 913004969. Correo-e: administra-
[email protected] • DL: M-3046-2017.
Nuestra Historia
Revista de Historia de la FIM

Número

13

Primer semestre de 2022


Índice
Editorial
Número 13
Consejo de Redacción de Nuestra Historia 7

Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y


justicia en América Latina

Contiendas por la memoria: violencia política,


represión y justicia en América Latina
Carlos Fernández Rodríguez 11

Violencia política y represión estatal en la historia reciente


argentina, entre los trabajos de la memoria, la justicia y la
investigación histórica
Gabriela Águila 25

Dictadura, transición democrática y disputas


por la memoria en Brasil
Janaina Martins Cordeiro y Isabella Villarinho Pereyra 39

Planificación, implementación y expectativas


político-militares en las organizaciones de izquierda
chilenas ante el golpe de Estado de 1973
Vivien Valenzuela Romero 55

¿Memoria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde?


La memoria como campo en disputa en la historia
reciente de Guatemala
Sergio Tischler 75

El Estado y la recuperación de la memoria:


los desaparecidos en Guerrero, México
Teresa Santiago 89

La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos


de justicia transicional para la investigación del
pasado reciente en Uruguay
Eugenia Allier Montaño y Laura Andrea Ferro Higuera 105

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808


Índice

Autor Invitado
Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de
adaptación de historiadores a la universidad tardofranquista
Carlos Forcadell Álvarez 123

Debates
El derecho a la información: quo vadis?
Sergio Gálvez Biesca 137

Nuestros Documentos
La importancia de la Guerra de Marruecos en la
génesis del comunismo español
Eduardo Abad García 147

Selección de llamamientos del Partido Comunista


de España sobre la Guerra de Marruecos
Archivo Histórico del PCE  153

Lecturas
Sobre Friedrich Engels
María Ayete 161

Gramsci y la Historia de Italia


Gustavo Hernández Sánchez 164

Patriarcado y capitalismo. Feminismo, clase y diversidad,


de Josefina L. Martínez y Cynthia Luz Burgueño
Nerea González de Arriba 167

Una historia ardiente: el último marxista británico


Óscar Rodríguez Barreira 171

Un hombre, mil negocios, de Martín Rodrigo y Alharilla


Claudia Varella 175

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808


Índice

Experimentando la movilidad social:


la meritocracia como trampa
Javier Castillo Hinojosa 179

El movimiento obrero en Guadalajara 1854-1939,


de Enrique Alejandre Torija
Pablo Alcántara Pérez 184

Memoria
Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha
Mª L. Pérez Gómez, D. A. González Madrid y M. Ortiz Heras 187

Córdoba, ciudad contra el olvido. Las fosas del


cementerio de La Salud
Carmen Jiménez Aguilera 195

Las políticas públicas de memoria en Córdoba:


un largo recorrido
Miguel Ángel Peña Muñoz 202

Regina Arrieta. Memoria, exilio y Resistencia


Rocío Negrete Peña 210

Autores (Dossier y Autor Invitado) 219

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808


Editorial

Número 13
Consejo de Redacción de Nuestra Historia

Por fin, con un leve retraso con respecto


al calendario previsto, sale a la luz el núme-
ro 13 de Nuestra Historia, correspondiente al
primer semestre del año en curso. Mientras
recibíamos sus contenidos y preparábamos
la edición, se han ido sucediendo algunos
acontecimientos dentro y fuera de nuestro
país que nos afectan especialmente como
historiadores y ciudadanos comprometidos
con nuestra profesión y con los problemas
de nuestro tiempo y que, aunque no sean
objeto de tratamiento en los trabajos y tex-
tos contenidos en el presente número, no
podemos por menos de mencionar.
En lo que atañe a nuestro país, la apro-
bación de Ley de Memoria supone, por fin,
un claro avance en el abordaje de algunas de
las reivindicaciones del movimiento memo-
rialista, más allá de los matices que puedan
señalarse sobre sus insuficiencias, mientras
que el proyecto de Ley de Secretos Oficiales
siembra importante dudas y parece plantear
serios obstáculos sobre algo tan importante La situación internacional muestra algu-
para nuestro trabajo como es el acceso a la nos signos esperanzadores, especialmente
documentación. En este sentido, mostramos en los progresos —no exentos de problemas
nuestra adhesión al documento aprobado y contradicciones— en América Latina, en
por la Federación Española de Asociaciones países como Colombia o Chile, y con bue-
Científicas de Historia (FEACH): La aproba- nas perspectivas próximas en otros como
ción de una Ley General de Archivos: una ta- Brasil. Pero, sobre todo, en sentido contra-
rea urgente, además de necesaria [1]. rio, destacan los negros nubarrones ante-
riores, transformados ahora en abierta tor-
1.–Disponible aquí: https://ahistcon.org/wp-content/
uploads/2022/09/CARTA-AL-MINISTRO-DE-CULTURA- menta, en relación con los acontecimientos
REVISADA-0032.pdf de Ucrania, que requieren nuestra atención

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Editorial

como historiadores y como ciudadanos. se extiende por Europa, el de la extrema de-


La guerra de Ucrania ha abierto un nuevo recha.
escenario peligrosísimo para la humanidad,
y terrible para quienes la vienen sufriendo ***
en sus propias carnes. Con toda su comple-
jidad, este acontecimiento nos interpela El presente número se abre con un am-
también como historiadores y nos insta al plio dossier acerca de «Las contiendas por
estudio y a un debate profundo, alejado de la memoria: violencia política, represión y
la consigna reiterativa y del clima de una- justicia en América Latina». Los episodios
nimidad que pretende imponerse. de construcción de memorias que aquí se
La guerra lanzada por el gobierno de Ru- estudian, a diferencia de la Historia enten-
sia sobre Ucrania vulnera toda la legisla- dida como un saber científico de los hechos
ción internacional y genera un sufrimiento del pasado, se refieren a las experiencias y
incalculable. Hunde sus raíces en un pro- recuerdos de los protagonistas y sus des-
yecto nacionalista, capitalista e imperial cendientes en torno a procesos y aconteci-
que parece actualizar la idealizada grande- mientos de violencia represiva en diversos
za de los zares, el espejo histórico en el que países del subcontinente. Las distintas me-
Putin se mira. Se produce en un escenario morias analizadas se centran en períodos
geopolítico que no ha dejado de reconfigu- históricos cercanos al presente, caracte-
rarse desde el final de la Guerra Fría, donde rizados por los conflictos bélicos, las dic-
Rusia no es el único actor. taduras, los excesos gubernamentales, la
Tras la disolución de la URSS, la OTAN, represión, los procesos de pacificación, los
comandada por EEUU, desplegó una polí- debates y las políticas de memoria surgidas
tica de expansión de su dominio hacia el y las peticiones de víctimas y familiares de
este, obviando acuerdos internacionales, responsabilidades y justicia contra los cul-
tensionando fronteras, agitando conflictos pables. Estas memorias han sido utilizadas
internos, dificultando, en última instancia, y manipuladas por los regímenes autorita-
el desarrollo de una Europa autónoma y rios y dictatoriales para suprimir las huellas
en paz. En gran medida esta política sigue de los acontecimientos y tergiversar lo su-
orientando hoy su intervención en el conti- cedido. Dichas políticas oficialistas de uso
nente, con el riesgo creciente de un enfren- del pasado se enfrentan a unos colectivos
tamiento entre potencias nucleares. y organizaciones que elaboran sus propias
En nuestro entorno inmediato, la solida- memorias, presentadas a menudo como
ridad necesaria con el pueblo ucraniano se memorias subalternas, y que demandan
ha utilizado para instigar en la sociedad un verdad, justicia y reparación, con acciones
militarismo de nuevo cuño, que reprodu- colectivas de reclamación contra las viola-
ce amenazas identificables en situaciones ciones de los derechos humanos y exigen-
históricas análogas: naturalización de las cias de una mayor implicación de sus go-
soluciones de fuerza frente a las diplomá- biernos en las memorias públicas sobre la
ticas, incremento del gasto militar a costa violencia política estatal.
del gasto social, imposición de esquemas Los artículos que conforman el dossier,
normativos e interpretativos simplistas u escritos por siete autoras (Gabriela Águila,
hostigamiento a las opciones discrepantes, Janaina Martins, Isabella Villarinho, Viven
en definitiva, un caldo de cultivo para el Valenzuela, Teresa Santiago, Eugenia Allier
avance de uno de los grandes peligros que y Laura Andrea Ferro) y un autor (Sergio

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Editorial

Tischler), presentan, como fruto de otras conocido tema de las campañas del joven
tantas investigaciones y estudios, diferentes comunismo español contra la guerra de
materias sobre la violencia política, la re- Marruecos. Una breve y oportuna introduc-
presión estatal, las disputas por la memoria, ción de Eduardo Abad sirve para encuadrar
las puestas en práctica de políticas estatales un tema que, sin duda, será objeto de estu-
de recuperación de la memoria, de peticio- dios e investigaciones en el futuro.
nes de justicia y de las comisiones de la ver- La sección de Lecturas incluye esta vez
dad, en distintos países latinoamericanos: siete reseñas de otros tantos libros recien-
Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, Méxi- tes. La primera es una biografía de Engels
co y Uruguay. La realización del dossier ha publicada por Michael Krätke, en la que Ma-
sido coordinada por Carlos Fernández Ro- ría Ayete destaca la importancia del ideó-
dríguez, con la colaboración de otros com- logo alemán como «el primer marxista». La
pañeros de esta revista: Juan Carlos García, publicación de Giaime Pala sobre el Gram-
Miguel Ángel Peña y Melanie Ibáñez. sci historiador, reseñada por Gustavo Her-
La sección Autor invitado cuenta en este nández, trata de analizar una faceta menos
caso con la interesante colaboración de conocida que otras del gran pensador ita-
Carlos Forcadell, que subraya la importan- liano. La fuerza actual de un movimiento
tísima contribución a la renovación de la feminista especialmente interesado en la
historiografía española de algunos «mar- cuestión de clase en la lucha por la emanci-
xistas ocultos» de la generación de 1950, pación femenina se afronta en Patriarcado
entre otras cosas gracias a su contacto con y capitalismo. Feminismo, clase y diversidad,
historiografías extranjeras. Concretamen- de Josefina L. Martínez y Cynthia Luz Bur-
te, repasa, en ese sentido, la aportación de gueño, analizado por Nerea González. Óscar
Josep Fontana, Juan José Carreras o Alberto Rodríguez presenta el libro del historiador
Gil Novales, que tras un productivo «exilio» británico Peter Linebaugh Roja esfera ar-
en universidades extranjeras, aportaron el diente…., donde la relación amorosa de los
bagaje adquirido, a su retorno, para alentar Despard sirve de excusa para explicar el
nuevos rumbos de la práctica historiográ- nacimiento del capitalismo desde una pers-
fica en unas condiciones política e intelec- pectiva de clase. Claudia Varella presenta la
tualmente mediatizadas por la censura y la biografía de Antonio López, marqués de Co-
represión de la dictadura. millas, empresario enriquecido por el tráfico
A continuación, la sección de Debates de esclavos, publicada por Martín Rodrigo.
incorpora unas primeras e incisivas re- La «trampa capitalista» de la meritocracia
flexiones críticas de Sergio Gálvez sobre es denunciada por Selina Todd en su obra,
los efectos en la disponibilidad y acceso a que comenta Javier Castillo. Por último, «El
la documentación de la reciente Ley de me- movimiento obrero en Guadalajara 1854-
moria y el anteproyecto de Ley sobre Infor- 1939», de Enrique Alejandre es objeto parti-
mación Clasificada. La preocupación por la cular de la reseña de Pablo Alcántara.
situación de los archivos y el acceso a las La sección de Memoria incluye cuatro
fuentes ha sido y seguirá siendo tema de trabajos de variada temática. La web «Vícti-
constante interés en las páginas de nuestra mas de la dictadura en Castilla-La Mancha»
revista, y las estimulantes reflexiones de (por Llanos Pérez, Damián González y Ma-
Sergio Gálvez lo demuestran claramente. nuel Ortiz) y «Las políticas públicas de me-
Por su parte, Nuestros Documentos re- moria en Córdoba» (de Miguel Ángel Peña)
produce algunos textos relativos al poco muestran cómo España continúa adole-

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Editorial

ciendo de una política estatal de memoria tución todavía la derecha se enroca frente
democrática. Familiares y asociaciones me- a la memoria democrática, que sólo es de-
morialistas esperan con cierto escepticis- fendida por la izquierda y los partidos na-
mo que la próxima ley sea, por fin, la defini- cionalistas. De ello deriva que comunida-
tiva. Las actuaciones institucionales hasta des como Madrid, Castilla y León, Galicia y
ahora han dependido del color político de Murcia gobernadas durante décadas por el
las CCAA, diputaciones y ayuntamientos, a PP carezcan de iniciativas institucionales.
través de iniciativas directas o de subven- Por su parte, Carmen Jiménez en «Las
ciones para sufragar las actividades de uni- fosas del cementerio de la salud», también
versidades y asociaciones memorialistas. de la capital cordobesa, nos ilustra la im-
En el caso de la web, es la Universidad de portancia de la arqueología y la antropo-
Castilla-La Mancha la que ha impulsado el logía para el conocimiento de la violencia
proyecto siguiendo los pasos de la pionera franquista. Así, se ha logrado dilucidar la
«Todos los nombres» promovida por la Aso- secuenciación de los asesinatos, los ente-
ciación Andaluza Memoria Histórica y Jus- rramientos individuales o colectivos, las
ticia y CGT de Andalucía. La información se identidades, la ubicación de las fosas y las
nutre de investigaciones universitarias así transformaciones del terreno. Siempre y en
como de historiadores locales, muchos de todo momento con la intención de la dic-
ellos profesores de Secundaria, y familiares tadura franquista de ocultar a las víctimas,
que aportan sus bienes más preciados, las por lo que las trabas e impedimentos que
fotografías que culminan la identificación practican contra las exhumaciones las au-
de las víctimas anónimas, cartas personales toridades del PP, la Iglesia o los jueces, les
o documentos represivos como las senten- convierte en cómplices de los asesinatos.
cias de consejos de guerra, etc. Para terminar, la biografía firmada por
En el caso de la provincia de Córdoba, Rocío Negrete saca del olvido a Regina
han desarrollado mayor cantidad de activi- Arrieta, comunista vasca que tuvo un im-
dades memorialistas que en otros territo- portante papel en la Resistencia francesa
rios gracias al Ayuntamiento y Diputación contra la ocupación nazi. Unas activida-
Provincial gobernados, salvo breves pa- des que como las de tantas otras mujeres,
réntesis populares, por IU y PSOE. Es muy quedó marginada respecto al trabajo de sus
lamentable cómo a 44 años de la Consti- compañeros varones.

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Dossier

Contiendas por la memoria: violencia


política, represión y justicia en
América Latina
Carlos Fernández Rodríguez
Sección de Historia de la FIM

La cuestión de la memoria y sus distintos


significados y acercamientos a ella ha pro-
vocado una gran cantidad de publicaciones
y debates en las últimas décadas entre los
estudiosos del tema, pertenecientes a las di-
ferentes ciencias sociales.
Una memoria conceptuada por un lado
desde una perspectiva teórica y metodoló-
gica en el seno de las distintas disciplinas
científicas y por otra con una expectativa
social, incluyendo los variados tipos de ac-
tores en los procesos de desarrollo de las
memorias, con las consiguientes disputas y
enfrentamientos políticos. Un acercamiento
a unas memorias colectivas, con recuerdos
del pasado, para que se conozcan y sean im-
pulsados en el presente, como manera de
conceptualizar esas memorias. Estas son se-
lectivas, como partes de un sentimiento de Detalle de un cartel conmemorativo publicado
identidad unidas a una percepción de estan- en el 40 aniversario del golpe de Estado en
cia espacial y temporal. Los sujetos recopi- Argentina (Fuente: amelica.org).
lan diversas memorias que los vinculan con
otros actores estableciendo algunos criterios El entendimiento de las memorias como
de identidad (ya fueran políticos, de género procedimientos subjetivos y fijados en las
o de otra clase). De esa manera fijan una se- propias experiencias admite esas memorias
rie de márgenes y lo transforman en ámbitos como elementos de luchas y enfrentamien-
sociales, determinando las memorias. tos, prestando interés en las acciones de los

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

implicados en los combates, encuadrados pudieran tener para subsanar memorias


en nexos de poder. La identificación de las erróneas o ficticias; y finalmente, la memo-
transformaciones históricas en la percep- ria como elemento de estudio, indicando
ción del pasado y el sitio establecido a la que no hay una sola manera de proyectar
memoria en las distintas sociedades, con la relación entre memoria e historia, sino
sus lugares de pugnas ideológicas y políti- que hay variadas formas y niveles de rela-
cas, ha sido la manera de asignar la historia ción. La memoria es una fuente esencial
a esa memoria y de acercarnos a la anterior. para la historia, siendo un impulso en la
Sin obviar la subjetividad de los investiga- confección de la preparación de las inves-
dores con sus propias experiencias, creen- tigaciones históricas. La historia, por su
cias, sentimientos, costumbres, compromi- parte, debate y evidencia críticamente los
sos sociales y políticos. argumentos y contenidos de las memorias,
La manera de afrontar el pasado auto- ayudando así a la manera de difundir me-
ritario y represor genera conflictos e in- morias críticamente hablando [1].
terpretaciones diversas sobre los acon- Hay diferentes paradigmas en la historia
tecimientos y su memoria, luchas por la y la forma de aplicar su desarrollo y evolu-
autenticidad, la legalidad y la evocación de ción se altera en función de los intereses y
los discursos. Establece contenidos y ma- de las utilizaciones ideológicas, políticas y
terias públicas en la complicada labor de sociales de la misma. La memoria es una de
formar comunidades democráticas en que las fuentes y causas por las que da lugar a la
los derechos humanos deben estar garan- historia. Para algunos autores, la diferencia
tizados. También genera debates en las so- entre ambos conceptos está basada en su
ciedades, siendo piezas esenciales en los propia relación pragmática y dialéctica, en
procesos de restablecimiento de las identi- un vínculo relacionado con los sentimien-
dades individuales y colectivas entre las ge- tos, el dolor y los infortunios y por otro lado
neraciones que surgen tras fases violentas, en la diferente manera fenomenológica de
represivas y traumáticas. En ese sentido, enfocarla, conceptuando la memoria en su
los mecanismos autoritarios, con mayores vertiente histórica como una relación dia-
dosis de poder, utilizaban la represión y la léctica entre infortunios y conocimientos
violencia para eliminar, cambiar y adulterar que alienta valores de libertad, de resisten-
las señales, los argumentos y los testimo- cia, de orgullo, etc, entre los individuos [2].
nios de lo vivido. El profesor e investigador mexicano,
El vínculo existente entre historia y me- Juan Mario Solís divide en tres categorías
moria ha sido un argumento importante las políticas de memoria públicas relacio-
de polémica en el ámbito académico de las nadas con los problemas no resueltos del
disciplinas de las ciencias sociales. Para la pasado político en países que tuvieron re-
socióloga argentina Elisabeth Jelin, todo un gímenes autoritarios: a) simbólicas, dedi-
referente en el campo de la memoria, so- cadas a reparar la memoria de las víctimas,
bre todo en América Latina, hay tres formas sus familias y de la sociedad que sufrió esos
de acercarse a las relaciones entre los dos
conceptos: la memoria como técnica para 1.– Elisabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, Siglo XXI,
Madrid, 2002, pp.15-88.
la investigación en su manera de lograr y
2.– Albert Noguera Fernández: «Crisis y memoria: hacia
articular hechos, recuerdos o datos del pa-
una redefinición del concepto memoria histórica de la ley
sado; una segunda aproximación, como la 52/2007, Anales de la Cátedra Francisco Suárez, 47 (2013),
función que las investigaciones históricas pp.249-271.

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Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

horrores, a través de expresiones artísticas y prácticas políticas sobre la memoria, criti-


representativas, como acciones de recupe- cando los atropellos y excesos de esta. Un
ración del pasado en los lugares y espacios tiempo pretérito donde la evolución de los
públicos de memoria, tales como: plazas, sucesos y las sensaciones van relacionados
esculturas, monumentos, museos, nombres con la actualidad, con sus problemáticas e
de calles y labores de divulgación educativa idiosincrasias y con las esperanzas y mejo-
de los derechos humanos, manteniendo la ras del futuro.
memoria colectiva; b) de reparación, dispo- Todos estos acontecimientos fueron
siciones dirigidas a indemnizar y compen- protagonizados por dispares actores y mo-
sar a las víctimas desde un punto de vista vimientos sociales y por diversas prácticas
administrativo, ya fueran económicas o gubernamentales y estatales, que tuvieron
prestacionales, está última, con exenciones como hecho más genérico la rivalidad entre
de ciertos pagos públicos; c) de justicia, po- ellos y con unas distintas correlaciones de
líticas que buscaban la verdad e instaurar poder. Esto implicaba aspectos, significados
modelos transicionales [3]. y vínculos entre la memoria y la democra-
Serán ese tipo de memorias del pasado cia, entre la memoria y la justicia y entre la
más reciente las que abordaremos y estu- memoria y el poder. Creemos que no hay
diaremos en este dossier monográfico, des- una única memoria, sino diferentes memo-
de un punto de vista interdisciplinar. Nos rias en momentos históricos distintos, con
centraremos en algunas sociedades que diversos protagonistas y cambios genera-
sufrieron golpes de estado, guerras civi- cionales que verán y estudiarán el pasado,
les, dictaduras y fases de violencia política. a veces de una forma similar y en ocasiones
Tiene como punto fundamental la historia de una manera opuesta unos a otros. Las
y los acontecimientos ocurridos en cada memorias se sitúan en configuraciones y fa-
país, influyendo los condicionantes polí- ses sociales más dilatadas en el tiempo y de
ticos, sociales, ideológicos, económicos, mayor amplitud, relacionadas con la conti-
culturales… pero dedicado a la crónica y a nuación de muchas desigualdades, las cua-
la narración de los recuerdos y de los olvi- les, se afrontan con denuncias y disputas y
dos u omisiones, en el seno de los debates con la ligazón entre memoria y un presente
y controversias generadas en esos lugares, momento político [4].
sin obviar que los cambios en sus continuos
presentes supeditaron las etapas de evoca- Las diversas memorias en América
ciones y amnesias entre los protagonistas. Latina
A través de la represión, los autoritarismos
han intentado su manipulación, distorsio- Las contiendas por la memoria en Amé-
nando, suprimiendo o transformando los rica Latina están muy condicionadas a los
rastros y huellas de lo sucedido. Una me- tiempos históricos del pasado, presente e
moria utilizada según convenga para ca- incluso del futuro y a los poderes y espa-
lumniar o reivindicar los hechos pasados y cios públicos. El paso y la transición de fa-
que tiene como consecuencia, en momen- ses dictatoriales a situaciones democráti-
tos más recientes, unas articulaciones y cas, sobre todo en países del Cono Sur del
continente, y de situaciones de guerra ci-
3.– Juan Mario Solís Delgadillo: «El peso político del pasa-
do: factores que inciden en la formulación de las políticas 4.– Elisabeth Jelin, Las tramas del tiempo. Familia, género,
de la memoria en Argentina y Chile», América Latina Hoy, memorias, derechos y movimientos sociales, Clacso, Buenos
61 (2012) p. 169. Aires, 2020, pp.504-517.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

vil a fases de pacificación, en especial, en nes de memoria, las peticiones de justicia y


países de América Central, transformaron verdad y los procedimientos de la memoria
la pugna por conocer y explicar los proce- y su vinculación con la historia, memoriali-
sos históricos del pasado más reciente. La zando el pasado en el presente [6].
memoria surgida apelaba a que las accio- Una vez iniciadas las investigaciones pú-
nes represivas y de exterminio llevadas a blicas y las no oficiales en aquellos países
cabo por los sistemas dictatoriales fueran donde hubo conflictos armados y violencia
conocidas. Unos movimientos de memoria política contra el opositor, aparecieron un
alternativos que luchaban por oponerse a número considerable de detenciones, tor-
las políticas oficiales de memoria y que es- turas, muertos, desaparecidos, secuestros,
tablecieron estrategias locales de cada país, exiliados, víctimas y otros calificativos
unidos a su vez a sus propios procedimien- que son transgredidos en los principales
tos sociales y políticos. derechos humanos. Retrotrayéndonos a
En países como Argentina, Brasil, Uru- la historia más reciente de América Lati-
guay y Chile, tras sus respectivas dictadu- na, se observa la proliferación de golpes
ras, se inició una significativa dialéctica por de estado y dictaduras, de guerras civiles y
la memoria y por el pasado, cada uno con conflictos políticos e ideológicos que gene-
sus correspondientes particularidades [5]. raron en otros armados, marcados por los
Comenzó un período de esclarecimiento acontecimientos ocurridos en Europa en
de lo sucedido, la sociedad con sus movi- pleno contexto de la guerra fría, los hechos
lizaciones y necesidades demandaba públi- revolucionarios en cada entorno local con
camente evidencias y realidades y con ello movimientos guerrilleros, etc. Analizando
exigía responsabilidades y justicia para los las cifras observamos las matanzas innu-
asesinos y agresores. Sin el apoyo, partici- merables producidas y la variada represión
pación y reconocimiento de las autoridades brutal realizada contra los denominados
oficiales y gubernamentales tras las denun- enemigos por parte de las autoridades. Una
cias de las víctimas, de sus familiares y de represión no solamente física, sino también
movimientos memorialistas, no se podía política, económica, racial, social, psicoló-
avanzar a una fase de judicialización de los gica, de género… que se ha ido extendiendo
crímenes de guerra y de las violaciones de a lo largo del tiempo.
los derechos humanos, mediante las de- La conexión existente en los conflictos
nominadas comisiones de la verdad. Tras armados conllevó a una dinámica de lucha-
ello, se produjo un período de omisión y de represión-resistencia. Las autoridades mi-
regresión por parte de los estados y de la litares y policiacas protegidas y amparadas
sociedad, dejando a un lado durante cier- en los ámbitos legales actuaban sin ningún
to tiempo el tema de la memoria. No sería tipo de reparo contra los opositores. En el
hasta el inicio de este siglo cuando se reto- entorno de América Latina, luchaban con-
mó por parte de las víctimas y las asociacio-
6.– Peter Winn, Steve J. Stern, Federico Lorenz y Aldo
5.– Ana María Sosa y María Leticia Ferreira: «Entre la me- Marchesi, No hay mañana sin ayer: Batallas por la me-
moria y la Historia: Políticas públicas en torno al pasado moria histórica en el Cono Sur, LOM Ediciones, Santia-
reciente en Uruguay y Brasil», Sao Paulo, 50 (2014), pp. 15- go, 2014 y Emilio Crenzel y Eugenia Allier (coords),
49 y Florencia Larralde: «Políticas de la memoria. A pro- Las luchas por la memoria en América Latina. Historia
pósito de su vigésimo aniversario en la ciudad de la Plata reciente y violencia política, Bonilla Artigas Editores,
(Argentina): la configuración de un campo y sus prácticas», México D.F., 2015, pp. 11-27.
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 59 (2021),
pp.267-289.

14 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

Ignacion Vexina, serie «Desaparecidos», pintura sobre lienzo, 2008 (Fuente: amelica.org).

tra los movimientos urbanos y rurales con gencia. Tenían que conservar el control a
tradición y rasgos locales y con vínculos cualquier coste, no importaba el número de
con la pobreza y la carencia de recursos secuestros, represaliados y muertes, el ob-
educativos ni sanitarios y, sobre todo, su- jetivo era el mantenimiento del poder y fue
friendo la represión autoritaria de dichas conseguido con las políticas de violencia y
fuerzas de seguridad. Fueron unos movi- terror contra los individuos, que eran tor-
mientos armados influenciados por el en- turados, aniquilados y desaparecidos, sin
tusiasmo revolucionario y con propósitos que sus familias supieran si estaban vivos y
como modificar el mundo y batallar contra a estas se les estigmatizaba socialmente [7].
el imperialismo, personalizado en los EE. La violencia ejercida en aquellos terri-
UU. Ejemplos de movimientos guerrilleros torios no es semejante, tanto en propor-
en la década de los años sesenta del siglo ción como en términos específicos en cada
pasado, fueron en Uruguay, el denomina- país. La situación de los estados del Cono
do «El Coordinador» y el Movimiento de Sur que sufrieron dictaduras militares, no
Liberación Nacional Tupamaros y en Gua- es comparable con la circunstancia vivi-
temala, las Fuerzas Armadas Rebeldes y el da de guerras civiles y conflictos armados
Ejército Guerrillero de los Pobres. Dichos en México y en otros países de Centroa-
movimientos fueron propagándose por los mérica. En aquellos lugares donde hubo
territorios, provocando por parte de los es-
7.– Martín Leonardo Álvarez Fabela: «Trazos de memorias
tados campañas de intimidación contra la compartidas en América Latina durante el siglo XX», Sig-
población e intervenciones de contrainsur- nos Históricos, 17 (2015), pp. 140-170.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

procesos de transición democráticos, con de la verdad y justicia para facilitar la re-


mecanismos de alejamiento y de amnistía, conciliación en el país y favorecer un mejor
como fue el caso de Argentina, los meca- futuro en el territorio. Las víctimas conta-
nismos de judicialización y las peticiones ban sus historias y recuerdos de una mane-
de verdad, justicia y memoria, fueron más ra diferente a las crónicas oficiales de los
acentuados. En países como Chile, donde victimarios. Estos, que controlaban el po-
hubo amplios acuerdos en el tema de la der, narraron los hechos para dar una legi-
memoria, llegado el momento de revisar e timación a sus actos. Fue una pugna entre
investigar los delitos y enjuiciarlos, hubo la visión oficial y otra protagonizada por los
mayores desavenencias sociales y políti- oprimidos y por asociaciones de memoria,
cas, que siguen hasta la actualidad con los dividiendo la historia y tergiversándola.
movimientos de protesta y en defensa de Los primeros culpabilizaban a las víctimas
las víctimas de la dictadura pinochetista. de los hechos y los segundos denunciando
En los sucesos de Centroamérica, con los que ese pasado unido a las memorias socia-
conflictos civiles que provocaron unos en- les y colectivas se ha extrapolado hasta el
frentamientos armados muy intensos fue presente con denuncias de desigualdades
más complicado un consenso en temas de sociales y de la lucha de los pueblos indíge-
memoria y más difícil un trato judicial a nas y que a través del dialogo y de la com-
los responsables, teniendo que intervenir prensión, querían transmitir a las futuras
de manera independiente e imparcial or- generaciones los procesos vividos.
ganismos internacionales como las Nacio-
nes Unidas u otro tipo de actores de fuera Verdad, justicia y memoria
del país para ayudar en los desarrollos de
las disputas. Con el paso de los años y la aparición de
nuevos avances en las indagaciones y me-
El choque por el tema memorialístico en canismos de las verdades públicas sobre
México no ha estado tan rivalizado como la violencia política, la represión, los ase-
en otros lugares, no obstante, aunque si ha sinatos y las violaciones de los derechos
habido fuertes campañas públicas para re- humanos han revelado que la solicitud tan
clamar el estudio de los procesos armados, aclamada y difundida de «verdad, justicia
no fue realizado por las propias instancias y memoria» no se ha alcanzado de manera
gubernamentales, ni fue seguido por me- global y estructurada en ningún país lati-
canismos de judicialización ni de com- noamericano, que las peticiones de justi-
pensación ni reparación a las víctimas. Los cia contra los opresores se eternizan en el
gobiernos silenciaron el pasado del debate tiempo e incluso no se han conseguido y
público, omitiéndolo e imponiendo políti- que lo obtenido judicialmente hablando fue
cas de olvido para que cicatrizaran las ofen- escaso. El hecho de rendir cuentas de los
sas y las heridas abiertas tras los combates. crímenes cometidos se llevó a cabo de dos
En Guatemala, los recuerdos de los sucesos maneras: una, más minoritaria, de condena
marcados por el conflicto que generó de- a los culpables según la aplicación de las le-
cenas de miles de muertos y comunidades yes y por otro lado por las comisiones de la
indígenas completamente aniquiladas con- verdad e investigación surgidas para verifi-
cluyeron que la memoria colectiva iniciada car las injusticias y los excesos incurridos y
desde grupos civiles instaría proyectos de para aplicar la justicia transicional, tras los
recuperación de la memoria sobre la base cambios políticos con el final de un régimen

16 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

autoritario o la conclusión de un conflicto Sin embargo, los informes elaborados


armado. por dichas comisiones fueron constituidos
La experta en negociaciones de paz y como las memorias autorizadas y oficiales
en comisiones de la verdad, Priscilla Hay- por parte de los gobiernos afectados y que
ner, indica las principales características algunos hechos del pasado fueron oculta-
de una comisión de la verdad: se ocupan y dos y suprimidos en los debates y en la es-
concentran en el pasado; indagan un pa- fera pública por esa memoria (otros auto-
trón de excesos realizado en un período res las denominan memorias hegemónicas
de tiempo, no en un hecho concreto; son o dominantes). Esto generó reacciones de
entidades temporales con una durabilidad la parte no oficial estimando las conclusio-
media de entre seis meses y dos años, fina- nes emitidas como parciales e incompletas
lizando su labor con la presentación de un y dio lugar a la aparición de procesos colec-
informe; y poseen la garantía y el permiso tivos de reconstrucción de memorias deno-
oficial de los estados, en ocasiones con el minadas contrahegemónicas, marginadas
beneplácito de la oposición armada, sobre o subalternas (también conocidas como
todo cuando hay de por medio tratados de subterráneas o populares), siendo estima-
paz. Hayner señala que no son órganos ju- das como desafíos al poder y al acuerdo
diciales, sino que su función puede com- nacional establecido, una especie de con-
pletar la labor de los tribunales de justicia, tramemoria o memoria de las minorías.
pero sin establecer responsabilidades pe- Ese poder ejecutaba, a través de una com-
nales, pero si favoreciendo a constituir una plicada estructura de instituciones estata-
responsabilidad política y moral al propio les, una manipulación de pensamientos y
Estado y a sus organismos al haber per- comportamientos de la población para que
mitido las represiones y muertes o haber reconocieran las políticas de memoria gu-
participado en ellas [8]. En algunos países de bernamentales. Tenían las reminiscencias
Centroamérica, las comisiones se consti- controladas, institucionalizadas y protegi-
tuyeron paralelamente a la promulgación das por la legislación y aquello que pudiera
de amnistías imposibilitando por ello los ser sospechoso o en contra de la autoridad
juicios. Las dictaduras brasileña y chilena era rechazado y negado.
abrieron las comisiones años después de la Hay otros autores y estudios que sostie-
concesión de los indultos a los victimarios. nen el vínculo jerárquico entre las dos ma-
Tanto en Uruguay como en Chile, hubo al- neras de políticas de memoria. Indicaban
gunos pretextos para admitir obligaciones que el objetivo principal de las memorias
y responsabilidades jurídicas contra los que subalternas repercutía en las políticas de
cometieron las violaciones de los derechos memorias oficiales, afectando a los colecti-
humanos y el reconocimiento a las vícti- vos de víctimas, sus familias y a organizacio-
mas, incluso con gobiernos democráticos nes memorialistas que tenían como come-
instaurados [9]. tido denunciar e incidir sobre los estados y
sus intervenciones memorialistas del pasa-
8.– Carlos Meza Martínez: «Reseña de ‘Verdades innom- do. Otro tipo de trabajos planteaban la rela-
brables’ de Priscilla Hayner», Revista Mexicana de Sociolo-
gía, 72, nº 4 (2010), pp. 663-665. de Educación, 71 (2016), pp. 22-51 y Liliana Sanjurjo:
9.– Algunas obras recientes sobre esta temática, «Las luchas por las memorias en la escena judicial:
Berber Bevernage y Eugenia Gay (2016) «Un pasado Una mirada etnográfica sobre los Juicios de Críme-
desde el presente. La historia y la política del tiem- nes de Lesa Humanidad», Cuadernos de antropología
po en la justicia transicional», Revista Colombiana social, 43 (2016), pp. 161-177.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24 17


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

ción indivisible entre ambas, considerando ferente a la violación de derechos humanos


la existencia de la una sin la otra. Lo que las y al terrorismo de Estado con la desclasifi-
diferencia son los distintos ámbitos de ac- cación de fondos documentales de los gru-
tuación y esbozaban que las memorias es- pos de fuerzas y cuerpos de seguridad del
tatales afectaban a las acciones de las otras Estado y la creación de archivos específicos
memorias no oficiales, que a su vez confor- sobre el tema; el derecho de los ciudada-
maban las políticas memoriales oficiales [10]. nos a colaborar en la elaboración de la me-
De igual manera, hubo disputas en el moria pública con reglas como la defensa
campo legal, entre aquellos que querían en- de los derechos humanos y razonamientos
juiciar a los encargados y ejecutores de los democráticos. Solamente de esa manera,
hechos violentos y otros, que con la autori- la memoria tiene un valor y una estima-
dad en la mano, aprobaron unas leyes que ción real, como un patrimonio público y
indultaban a los que, según otros, deberían social, distanciado del Estado, en procesos
haber sido procesados. Todo esto motivó el de reconstrucción de la sociedad, desde la
paso a una transición democrática, parali- comprensión del pasado más reciente. En
zando los procedimientos judiciales para esta tarea, cobran importancia los archivos
poder aplicar la justicia a la vulneración de como una manera de dar justicia a través
los derechos humanos. Una política que los de una verdad antagónica a la mostrada
gobiernos usaron para institucionalizar la por la estatal y manifestada desde los sec-
situación, con una falsa idea de progreso, tores y memorias disidentes y olvidadas.
del establecimiento de un orden social «jus- Para conseguir estas metas es fundamen-
to» y con procesos de diálogos prometidos, tal la localización, acceso y conservación
pero sin llevarse a cabo. Lo que realmente de los archivos y los fondos documentales,
sucedió fue una realidad de desmemoria, de tanto públicos y privados, que tratan esta
no superar los trágicos momentos vividos temática [11].
en el pasado, de no contar con la ciudada- La reacción de las otras memorias fue
nía y engañarla. Ello provocó la opacidad realizar acciones colectivas de mecanismos
de la violencia, de las coacciones, de los de resistencia, contra los controles del sa-
desencuentros y las desuniones, sostenien- ber y de las únicas verdades oficiales. Esos
do frentes abiertos conflictivos contra un mecanismos extrapolaban los hechos del
futuro donde la paz y la cohesión dieran es- pasado al presente, visualizando las formas
tabilidad a los territorios, con el aprendiza- y el dominio de las autoridades guberna-
je y la revisión de las lecciones del pasado. mentales, haciendo un uso político del pa-
Hubo grupos de población en aquellos sado. De esta manera, deducían que podría
países afectados por la violencia política disminuir el control estatal en temas de
estatal que afirmaron que los gobiernos derechos humanos, colocándolo como una
debían tener un papel secundario en la especie de espectador en la lucha por la
construcción de memorias, dedicándose a instauración de las peticiones de justicia y
realizar tareas públicas como: dar acceso a
11.– María Graciela Acuña y Enzo Traverso, Archivos y me-
la información que tuviera en su poder re- moria de la represión en América Latina (1973-1990), LOM
ediciones, Santiago de Chile, 2016 y Francisca Garretón,
10.– Juan Carlos Arboleda, Isabel Piper y Margarita María Marianne González y Silvana Lauzán, Políticas públicas de
Vélez: «Políticas de la memoria de las violaciones a los verdad y memoria en siete países de América Latina. Argenti-
derechos humanos en la historia reciente: una revisión na, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, Centro de
bibliográfica desde el 2008 al 2018», Revista Mexicana de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, Santiago
Ciencias Políticas y Sociales, 239 (2020), p. 125. de Chile, 2011.

18 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

verdad. La memoria oficial no complacía las ción en derechos humanos y en normalidad


reclamaciones de las víctimas ni sus proce- democrática y la información de los hechos
sos de socialización. Se fundamentaban en violentos ocurridos en cada país, para que
los análisis de los testimonios del horror y no volvieran a ocurrir [13].
la información oral obtenida de las propias Las demandas de los actores (represa-
víctimas, algunas de las cuales participaron liados, presos políticos, secuestrados, exi-
en los organismos locales e internacionales liados, intelectuales…), de sus familiares
expertos en derechos humanos. Unos tes- y de las asociaciones memorialistas, en el
timonios distribuidos en situaciones dis- marco regional de América Latina se fue-
tintas: la experiencia personal de las víc- ron extendiendo y tuvieron la ayuda de or-
timas y testigos como forma de romper el ganismos internacionales, de mecanismos
silencio, la memoria como argumento de la trasnacionales y de la justicia transicional.
resistencia expuesta sobre la verdad de los Se sintieron más respaldados para solicitar
testimonios y la historia, como disciplina a sus gobiernos mayores responsabilida-
que estructura y construye los aconteci- des en las excesos múltiples cometidos, el
mientos según las distintas verdades o me- reconocimiento de las víctimas de la vio-
morias. Las declaraciones de las víctimas lencia y la reposición de su dignidad en los
tenían que ser un avance, junto a labores de contextos públicos y privados, el uso de la
la restitución de la memoria social, para la justicia, una legislación que garantizara las
apertura de los procesos legales y judiciales libertades y los derechos civiles y sociales,
contra los victimarios, en gran cantidad de la creación de espacios de memoria y de
situaciones acotadas por los estados [12]. conciencia, la apertura y desclasificación
Las acciones colectivas resistentes eran de archivos de las fuerzas del orden esta-
una muestra de su protesta, realizando un tales, la petición de tener un componente
marco social alterno y unas nuevas identi- didáctico con su introducción en los con-
dades propias. Algunos ejemplos de actos tenidos curriculares de la educación y en
realizados fueron: instalaciones de lugares su material docente y la aparición de cáte-
de la memoria, conmemoraciones de días dras, cursos y líneas de estudio sobre la pe-
concretos, realizaciones de esculturas que dagogía de la memoria en institutos y cen-
simbolizaban la resistencia y la lucha por tros universitarios. También influyendo en
la memoria, «escraches», concentraciones y las políticas y experiencias sociales, éticas
manifestaciones en las entradas de edificios y legales de sus respectivos países y que la
gubernamentales. Toda actuación resisten- memoria no fuera sesgada ni manipulada
te era un símbolo para ir en contra del po- por los opresores [14].
der hegemónico del Estado, estaba de por
medio la pugna por el relato y los valores, 13.– Rodolfo Gamiño Muñoz, «Memorias de la violencia
apareciendo por necesidad en el campo de política en América Latina: Tensiones y complementarie-
dades», Historia y Grafía, 52 (2019), pp. 267-299.
la política, de las ideologías y de lo público
14.– Hay variada bibliografía sobre estudios críti-
para hacer frente a la memoria oficial, es-
cos de memoria, destacando, Vinyes, Ricard y Emi-
tableciendo nuevos ámbitos de análisis del lio Crenzel (eds.), El estado y la memoria: gobiernos
pasado. Tenían como objetivos fomentar y ciudadanos frente a los traumas de la historia, RBA,
las organizaciones comunitarias, la educa- Barcelona, 2009 e Ignacio Irazuzta y Gabriel Gatti
(2017) «El Gobierno de las víctimas. Instituciones,
Prácticas técnicas y oficios que hacen (a) las víc-
12.– Pilar Calveiro: «Testimonio y memoria en el relato timas», Gabriel Gatti (ed.) Un mundo de Víctimas,
histórico», Acta poética, 27 (2006), pp. 67-72. Anthropos, 2017, pp. 183-208.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

La solicitud de justicia y verdad en el y con antiguos militantes de partidos po-


seno de la memoria disidente produjo y líticos de izquierda, víctimas a su vez de
produce grandes debates y controversias la represión. HIJOS está presente no solo
con las demandas de los movimientos de en el contexto argentino, sino también en
«Nunca Más» que tuvieron como origen el otros países como México, Chile, Guate-
informe confeccionado en 1984 por la Co- mala, Chile, Uruguay y España. Entre sus
misión Nacional sobre la Desaparición de actuales miembros hay personas de tres
las Personas de la dictadura militar argen- generaciones diferentes, con conceptos y
tina. Con ello se pretendía concienciar a la visiones distintas, encarnando las voces y
opinión pública y a los gobiernos a través testimonios de los protagonistas de la his-
de esas memorias alternativas, luchando toria a través de la narración oral, con sus
contra el terrorismo de Estado y los ge- valores y con reestructuraciones de los he-
nocidas, rememorando y conmemorando chos del pasado en el presente, a través de
para no reincidir, buscando un futuro de memorias colectivas, queriendo dar legiti-
esperanza y libertad, en base a los dere- midad a esas narrativas, pero siempre con
chos humanos [15]. la lucha y la reivindicación de la identidad y
El afianzamiento y la extensión de los la reconciliación, con lemas como los de ni
estudios de memoria sobre violencia po- perdono ni olvido, contra los delitos de lesa
lítica, terrorismo de Estado, conflictos ar- humanidad y la justicia contra los asesinos
mados y solicitudes de reparación y justicia y victimarios [16].
de las víctimas han tenido como conse-
cuencia el interés por parte de intelectua- Ejemplos de contiendas por la memoria
les, historiadores, académicos, cineastas,
artistas, escritores, sociólogos… los cuales, El dossier que presentamos está com-
han realizado, plasmado y simbolizado sus puesto por seis artículos escritos por siete
obras y estudios en películas, monumen- autoras y un autor, que nos muestran sus
tos, esculturas, libros y estudios; queriendo trabajos e investigaciones con temáticas
acercarse a ello desde las diversas formas, variadas sobre la memoria, sus luchas y dis-
testimonios y manifestaciones de la memo- putas en varios lugares de América Latina
ria, teniendo una gran huella en el presente donde hubo violencia política, conflictos
esa cultura memorialista, como ya dijimos armados y guerras civiles, desencadenan-
con la idea de que el pasado totalitario en do represiones, desapariciones y muertes
América Latina no fuera relegado e indife- y generando investigaciones, comisiones
rente y pudiera abrir camino de una verdad de la verdad y peticiones de judicialización
distinta a la oficialista, desde una memoria contra los responsables de dichos actos y
colectiva alternativa. demandas de verdad, reparación y memoria
También proliferaron organizaciones por parte de las víctimas, de sus familias y
memorialistas y especializadas en dere- de grupos memorialistas.
chos humanos, como fue el caso de Hijos Gabriela Águila estudia la intersección
e Hijas por la Identidad y la Justicia contra entre las ciencias sociales -particularmen-
el Olvido y el Silencio (HIJOS) fundada en te la investigación histórica—, la memoria
Argentina con familiares de desaparecidos y la justicia ante las violaciones de dere-
15.– Emilio Crenzel, La historia política del Nunca más. La 16.– Martín Leonardo Álvarez Fabela: «Trazos de memo-
memoria de las desapariciones en la Argentina, Siglo XXI, rias compartidas en América Latina durante el siglo XX»,
Buenos Aires, 2008. Signos Históricos, 17 (2015), pp. 154-156.

20 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

chos humanos perpetradas por la dictadu- —gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina


ra cívico-militar (1975-1983), atendiendo a Fernández de Kirchner—, de la lucha por los
los movimientos que reivindican aquéllas derechos humanos y el diseño de políticas
en Argentina y a las políticas de derechos públicas de memoria, mediante agencias
humanos desarrolladas desde el Estado por estatales. La autora explora la potencialidad
gobiernos postdictatoriales desde los años de los debates, señalética e investigaciones
80 del siglo XX hasta la actualidad. La au- que, facilitados por la localización y conser-
tora señala cómo fue en el último período vación de fondos documentales y archivos,
de la dictadura, mientras las autoridades han conformado un marco de sintonía entre
militares iban perdiendo legitimidad por las ciencias sociales, las políticas estatales
la crisis económica, cuando afloró la trans- de memoria y los desarrollos judiciales [17].
cendencia política de los organismos de de- Janaina Cordeiro e Isabella Villarinho
rechos humanos, al tiempo que se detiene realizan un largo recorrido desde el pro-
en los avances y retrocesos de las políticas ceso de redemocratización en Brasil hasta
de memoria y justicia desarrolladas por di- la actualidad para observar y analizar las
ferentes gobiernos. Argentina experimentó memorias y representaciones sobre el pa-
una primera etapa (1983-1985) en la que sado dictatorial brasileño. Las autoras in-
se convirtió en un caso pionero y modéli- dagan en las distintas fases; los diversos
co en el contexto latinoamericano y global sujetos: partidos políticos y sindicatos,
con la constitución en 1983 de la Comisión los propios militares o los movimientos
Nacional sobre la Desaparición de Personas memoralísticos; las «disputas narrativas»
(CONADEP). Fue con la aprobación de las entre ellos; o los hechos destacados o si-
leyes de Punto Final y Obediencia como se lenciados en cada caso entre otros. El pac-
dio inicio a una segunda etapa caracterizada to democrático en Brasil fue guiado por la
por políticas regresivas, impunidad y olvido, ideología de la reconciliación, engendran-
durante los dos gobiernos de Carlos Menem do innumerables silencios sobre el pasado
(1989-1999), cuyos indultos en 1990 a exco- dictatorial, que, a su vez, impactan de di-
mandantes y a líderes de las organizaciones ferentes maneras en la democracia actual.
armadas de los años 70, apuntalaron la «teo- Prevalece una memoria cómoda y apaci-
ría de los dos demonios» y el reparto de res- guadora de la sociedad como víctima del
ponsabilidades. Estos movimientos desde régimen, que a su vez silenciaba el apoyo
el Estado fueron un mazazo para los orga- recibido por la dictadura y las tradiciones
nismos de derechos humanos y las reivindi- conservadoras brasileñas. Las dos autoras
caciones de memoria, verdad y justicia, que presentan el discurso negacionista sobre
recobraron fuerza más adelante con la in- las violaciones de los derechos humanos
corporación de una nueva generación —los realizadas por el Estado y sus diferentes
HIJOS— al movimiento de derechos huma- agentes [18].
nos en 1995. Cuando en 2001 el juez Gabriel
17.– Entre una amplia bibliografía destacamos dos obras
Cavallo declaró inconstitucionales aquellas relacionadas con la temática: Gabriela Águila y Luciano
leyes de Punto Final y Obediencia Debida e Alonso (coord.), Procesos represivos y actitudes sociales.
identificó la desaparición como un crimen Entre la España franquista y las dictaduras del Cono Sur,
Buenos Aires, Prometeo, 2013 y Gabriela Águila, Santiago
de lesa humanidad, se inició una nueva fase
Garaño y Pablo Scatizza (coord.), La represión como política
en la que se reabrieron causas y se inicia- del Estado. Estudios sobre la violencia estatal en el siglo XX,
ron nuevas acciones legales. Esta fase dio Buenos Aires, Imago Mundi, 2020.
pie a un florecimiento entre 2003 y 2015 18.– Janaina Martins Cordeiro y Denise Rollemberg

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24 21


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

El artículo de Vivien Valenzuela Romero ciones e ideas revolucionarias, en el seno de


«Planificación, implementación y expecta- los movimientos guerrilleros. Una guerrilla
tivas políticas militares en organizaciones influenciada por los sucesos revoluciona-
de izquierda chilenas ante el golpe de Es- rios de Cuba y su lucha contra el opresor
tado de 1973» parte de la reflexión sobre la norteamericano, localizada en el campesi-
batalla de las memorias en el país andino. nado y en la montaña, siendo respondida
Dónde la memoria pinochetista ha dejado por una represión violenta institucional.
de ser hegemónica en favor de la memoria Para Tischler estos enfrentamientos moti-
del «Nunca más», la cual toma como pun- varon las propias memorias y anhelos co-
to de partida el golpe de Estado de 1973 y lectivos entre los guerrilleros y las comuni-
centrado en las víctimas, omitiendo cons- dades indígenas (lo denomina «cuando los
cientemente el carácter militante de estas ríos se juntan y la montaña se mueve»), la
antes de la sublevación. En el artículo trata lucha de los de abajo contra los de arriba, fi-
precisamente sobre la memoria militante nalizando con una gran matanza de cientos
tratando las políticas de resistencia armada de miles de personas y en los acuerdos de
por parte de tres organizaciones políticas paz de 1996. Los protagonistas de aquellas
de izquierdas frente un eventual golpe de vivencias no querían olvidar sus historias y
Estado militar contra el gobierno de la Uni- las hicieron formar parte de su existencia
dad Popular [19]. actual, en un sueño pasado de transforma-
Sergio Tischler en su artículo «¿Memo- ción de la sociedad. El autor se cuestiona a
ria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde? través de una serie de preguntas si es signi-
La memoria como campo en disputa en la ficativo redimir de la memoria colectiva, los
historia reciente de Guatemala» examina a sucesos más profundos de alejamiento con
través de los procesos de violencia, de con- la historia como un período de autoridad y
flictos sociales y de luchas de clases en las sometimiento. No es una aproximación a
últimas décadas ocurridos en el país gua- los tiempos revolucionarios con aires míti-
temalteco contra el orden establecido, la cos, sino hacerlo con una nueva forma de
característica de que los acontecimientos concepción revolucionaria. Aquella utopía
mencionados anteriormente, pudieran ha- que querían conseguir solo se podría res-
ber ocurrido a través de un desarrollo sub- taurar, según Tischler, desde una crítica ex-
jetivo colectivo integrados en unas percep- trema y radical de su propia historia y para
ello es fundamental la memoria de los que
(org.), Por uma revisão crítica: ditadura e sociedade no la vivieron [20].
Brasil, Salvador, Sagga Editoria, 2021 e Isabella Vi- El texto de Teresa Santiago «El Estado y
llarinho Pereyra, A ditadura nos trilhos: o cotidiano
dos ferroviários entre a repressão e o consenso (1964- la recuperación de la memoria: los desapa-
1974), Curitiba, Appris Editora, 2022. recidos en Guerrero» es un claro ejemplo
19.– Vivien Valenzuela, Pueblo, conciencia y fúsil. La políti- del restablecimiento de la memoria y del
ca militar del MIR, 1965-1973, Santiago de Chile, Editorial proceso de la represión y la violencia en un
Escaparate, 2018 y Vivien Valenzuela: «¡Tierra o muerte!
La recepción de la política militar del Movimiento de Iz- 20.– A lo largo de su extensa carrera y producción recalca-
quierda Revolucionaria (MIR) chileno en el Movimiento mos como obras más relacionadas con este monográfico,
de Campesinos Revolucionario (MCR). 1969-1973», Felipe Guatemala 1944: Crisis y revolución. Ocaso y quiebra de una
Guerra, Pablo Zaldívar y Vivien Valenzuela (edit.), En los forma estatal, Guatemala, Segunda Edición, 2009 y Tiempo,
márgenes de la institucionalidad. Los casos de la vanguardia memoria y sujeto, Guatemala, Instituto de Ciencias Socia-
organizada del pueblo, el movimiento de Izquierda Revolu- les y Humanidades, 2005, Sergio Tichsler y John Holloway,
cionaria y el Comando 16 de julio, Santiago de Chile, Tem- Comunicemos. Revolución y destotalización, Jalisco, Grieta
pestades, 2018. Editores, 2013.

22 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en... Carlos Fernández Rodríguez

«Marcha de las máscaras», fotógrafo: Roberto Pera (Fuente: Archivo Roberto Amigo).

estado mexicano, más concretamente el de los normalistas de Guerrero [21].


Guerrero. Desde el ejemplo de los 43 nor- Eugenia Allier Montaño y Laura Andrea
malistas desaparecidos en el año 2014, la Ferro Higuera estudian los mecanismos
autora analiza el comportamiento del Esta- plasmados en Uruguay para investigar las
do mexicano en su intento de recobrar la violaciones de derechos humanos duran-
memoria de manera selectiva, ya que se ha te la dictadura cívico-militar (1973-1985)
desentendido y ocultado a otros desapare- en clave de justicia transicional. Para ello,
cidos y con ello su memoria. Ésta tuvo que jalonan su estudio en tres fases: las pri-
ser restablecida por una parte de la socie- meras comisiones de investigación en la
dad desde asociaciones memorialistas o a década de los ochenta del siglo XX, la Co-
través de sus familiares. A lo largo del escri- misión para la Paz iniciada con el cambio
to, Santiago evidencia el incumplimiento, de siglo (2000-2003) y las investigaciones
el desinterés y el encubrimiento del Esta- históricas desarrolladas por equipos de
do ante esa situación, no solamente por no antropólogos e historiadores a partir de
investigar, detener y apresar a los respon- 2005. Mientras que en la primera fase las
sables de los crímenes violentos, sino por comisiones conllevaron el reconocimien-
no atender a las solicitudes y exigencias de
los familiares para recuperar y mantener 21.– Teresa Santiago y Carlos Illades, Manos de muere. Des-
la memoria de aquellos desaparecidos que pojo, crimen y violencia en Guerrero, México, Gedisa/UAM,
2019 y «Conflicto y violencia en el México posrevolucio-
han sido olvidados y omitidos por parte de
nario: de Tlatelolco a Ayotzinapa», Coherencia, Revista de
las autoridades, dedicándose únicamente a Humanidades, Guerra Civil y construcción de paz, vol.18, nº
34, Colombia, 2021, pp.267-287.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

to de la violencia, en la segunda fase se legitimando sus resultados como verdad


evidenció que frente a «una verdad» o la histórica. Si bien esta actividad de inves-
«verdad más conveniente» respecto a las tigación ha llevado a Uruguay a ser uno de
desapariciones, se logró, en palabras de los que más comisiones ha impulsado en
la propia Comisión, una «verdad posible». América Latina, las autoras apuntan que
Fue en la tercera fase, en la que el recono- el logro de la verdad sobre las violaciones
cimiento de las investigaciones históricas de derechos humanos es imposible, con
como material probatorio, sumado a su verdades parciales en los resultados de los
reorientación por darse una cooperación mecanismos de justicia transicional que
judicial, cuando empezaron a responder a no dejan satisfechas a las personas intere-
las necesidades de las causas abiertas y las sadas, al tiempo que se preguntan si puede
demandas reparatorias, judicializándose y ponérsele un «punto final» a la memoria [22].

22.– Citaremos alguna obra de la larga elaboración reali-


zada por ambas autoras, Eugenia Aller, César Vilchis y Ca-
milo Ovalle, En la cresta de la ola: debates y definiciones en
torno a la historia del tiempo presente, México, IIS-Bonilla
Artiga Editores, 2020; Eugenia Aller, César Vilchis y Laura
Ferro, «La historia del tiempo presente en México: desa-
fíos y construcción de un campo», Tiempo e Argumento,
Florianápolis, Edición Especial, 2021, pp.2-34 y Eugenia
Aller, Laura Ferro y Tamy Cenamo, «¿Hacer justicia, conocer
la verdad? Políticas de memoria y pasado reciente en la
era progresista», Germán Bidegain, Martín Freigedo y Cris-
tina Zurbriggen (coord.), Fin de ciclo: balance del Estado y
las políticas públicas tras 15 años de gobiernos de izquierda
en Uruguay, Montevideo, Lucida Ediciones, 2021.

24 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 11-24


Violencia política y represión estatal en
la historia reciente argentina, entre los
trabajos de la memoria, la justicia y la
investigación histórica
Political violence and state repression in recent Argentine history as
seen in the works on memory, justice and historical research

Gabriela Águila
Universidad Nacional de Rosario / CONICET

Resumen

El artículo analiza los procesos sociales de luchas por la memoria, la verdad y la justicia en
Argentina y las políticas de derechos humanos implementadas por el estado desde la dictadura
hasta la actualidad. Por otro lado, explora algunas de las articulaciones entre esos procesos de
memoria, los recorridos de la justicia y la investigación histórica que se han verificado en estos
últimos veinte años.

Palabras clave: violencia política, represión, memoria, justicia, historia reciente.

Abstract

This article analyses the social processes of struggles for memory, truth and justice in Argentina as well
as the human rights policies implemented by the State from the dictatorship to the present day. On the
other hand, it explores the relationship between these processes of memory, the paths of justice and the
historical research in the last twenty years.

Keywords: political violence, repression, memory, justice, recent history.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Recientemente, en marzo de 2022, se da de 1980, a distintas políticas de memoria


conmemoró el 46° aniversario del golpe de y justicia implementadas por los gobiernos
estado que llevó por última vez a las Fuer- posdictatoriales, todos elementos que han
zas Armadas al poder en la Argentina (24 de distinguido al caso argentino.
marzo de 1976 - 10 de diciembre de 1983). Desde esta perspectiva, el objetivo de
Luego de dos años sin poder realizar la tra- este texto es analizar, por un lado, los pro-
dicional y multitudinaria marcha del día 24 cesos sociales de luchas por la memoria, la
por la situación de pandemia, las principa- verdad y la justicia y las políticas de dere-
les ciudades del país volvieron a ser esce- chos humanos del estado argentino desde
nario de movilizaciones callejeras en las la dictadura hasta la actualidad. Por otro, se
que decenas de miles de personas repudia- explorarán en forma sucinta algunas de las
ron a la dictadura militar y se manifestaron articulaciones entre esos procesos de me-
por la defensa de los derechos humanos, la moria, los recorridos de la justicia y la in-
memoria, la verdad y la justicia. vestigación en el campo de la historia y las
Si bien han variado mucho los sentidos ciencias sociales que se han verificado en
y la trascendencia que el golpe de estado estos últimos veinte años.
de 1976 y sus herencias tuvieron en la me-
moria social y el ámbito político nacional Memoria, justicia y derechos humanos
desde los años 80 hasta hoy, la realización
de la marcha del 24 de marzo —que se or- Entre 1975 y 1983, las Fuerzas Armadas
ganiza con continuidad desde 1984, aunque y de seguridad llevaron adelante un proceso
no siempre fue masiva— es una muestra represivo a gran escala, que aniquiló a las
elocuente de las marcas de ese proceso his- organizaciones armadas y limitó las expre-
tórico en el presente, así como de la persis- siones de críticas y resistencias al régimen
tente condena a la dictadura y a las viola- militar y sus políticas. Su principal efecto
ciones a los derechos humanos cometidas fueron las violaciones masivas de los de-
en el período (aunque de tanto en tanto, y rechos humanos que comenzaron a ser de-
sobre en estas fechas, se enuncian planteos nunciadas poco después del golpe de estado
de tipo negacionistas de parte de algunos de marzo de 1976 por grupos de exiliados y
sectores de la derecha). organismos de derechos humanos en el país
En términos globales, la memoria social y en el exterior. Las denuncias recibieron la
de la última dictadura militar está princi- atención y el apoyo de organizaciones in-
palmente asociada a la represión y a los crí- ternacionales como Amnesty International
menes de lesa humanidad que perpetraron o la Comisión Interamericana de Derechos
las Fuerzas Armadas y de seguridad contra Humanos (CIDH) de la ONU, que visitaron
miles de ciudadanos y ciudadanas en esos la Argentina y elaboraron informes muy crí-
años. El ejercicio de una violencia estatal ticos, así como de asociaciones humanita-
con una amplitud y características inédi- rias, partidos políticos, intelectuales, artis-
tas (el secuestro y la desaparición forzada tas, e incluso de algunos gobiernos [1].
de personas, las prácticas represivas clan- Si bien los organismos de derechos hu-
destinas, la apropiación de niños nacidos manos venían actuando desde 1977 con
en cautiverio, entre otras) dio origen a un enormes dificultades y riesgos, la cuestión
potente movimiento de derechos humanos
1.– Silvina Jensen, Los exiliados. La lucha por los derechos
durante la dictadura que actuó a escala na- humanos durante la dictadura, Buenos Aires, Sudamericana,
cional y transnacional y, a partir de la déca- 2010.

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Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

de los derechos humanos solo adquirió (CONADEP) en 1983 y, sobre todo, con la
una importancia política determinante re- realización del Juicio a las Juntas milita-
cién en los últimos tramos de la dictadura, res en 1985 [4]. Pocos días después de asu-
mientras las autoridades militares sufrían mir la presidencia de la Nación por el voto
una creciente pérdida de legitimidad a cau- mayoritario de la ciudadanía, en diciembre
sa de la crisis económica, aparecían más y de 1983, el presidente radical Raúl Alfon-
más evidencias de los crímenes cometidos sín (1983-1989) derogó por inconstitucio-
(como las tumbas de cadáveres no identifi- nal la ley de autoamnistía que habían dic-
cados, NN, en muchos cementerios que se tado las Fuerzas Armadas un mes antes de
localizaron en 1982-1983) y los reclamos las elecciones [5] y ordenó enjuiciar a siete
de los organismos pudieron articularse con jefes guerrilleros del Ejército Revoluciona-
otras demandas de la oposición antidictato- rio del Pueblo y de Montoneros por actos
rial [2]. Por otra parte, se convirtió en un pro- de violencia cometidos desde 1973 y a las
blema central para el gobierno democrático tres primeras Juntas de la dictadura por ho-
instalado en diciembre de 1983 y para los micidio, privación ilegítima de la libertad y
que le sucedieron, que debieron ocuparse torturas. Si bien esta formulación que equi-
del problema de los derechos humanos y de paraba a las «violencias de ambos signos»
la situación de las desprestigiadas Fuerzas desplegadas durante los años 70 (también
Armadas, a la par que el movimiento de de- conocida como «teoría de los dos demo-
rechos humanos siguió exigiendo al estado nios») había estado presente durante los
por la aparición con vida de las personas años dictatoriales, a partir de este momen-
desaparecidas, la liberación de los presos to se convirtió en un elemento fundante de
políticos, conocer el destino de los menores las políticas de estado.
apropiados y castigar a los responsables de
tales delitos. Sin embargo, las políticas im- 4.– Hemos analizado algunas de estas cuestiones en dos
textos a los que remitimos: Gabriela Águila y Laura Lu-
plementadas en las décadas siguientes por
ciani, «Argentina: crímenes de Estado y memoria», en Ale-
los distintos gobiernos no fueron unívocas jandro García (ed.), Crímenes de Estado y su gestión. Dos
sino que se caracterizaron por los avances y experiencias postraumáticas y una aproximación a la Justicia
los retrocesos [3]. Penal Internacional, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2009,
pp. 115-169; Gabriela Águila y Luciano Alonso, «Procesos,
En una primera etapa, entre 1983 y 1985,
actores y dinámicas sociopolíticas en la transición a la de-
Argentina se convirtió en un caso modelo mocracia en Argentina», en Carme Molinero y Pere Ysàs
y pionero en el contexto latinoamericano y (eds.), De dictaduras a democracias. Portugal, España, Argen-
global con la constitución de la Comisión tina, Chile, Granada, Comares, 2020, pp. 111-145.
Nacional sobre la Desaparición de Personas 5.– El gobierno militar sancionó en septiembre de 1983
la ley 22.924 o «Ley de Pacificación», que declaraba «ex-
tinguidas las acciones penales emergentes de los delitos
2.– Marina Franco, El final del silencio. Dictadura, sociedad cometidos con motivación o finalidad terrorista, desde el
y derechos humanos en la transición (Argentina, 1979-1983), 25 de mayo de 1973 hasta el 17 de junio de 1982» (fecha
Buenos Aires, F.C.E., 2018. de asunción del último comandante en jefe del Ejército, el
3.– Daniel Lvovich y Jaquelina Bisquert, La cambiante general Nicolaides); mientras se estipulaba que sus efec-
memoria de la dictadura. Discursos sociales y legitimidad tos alcanzarían «a los autores, partícipes, instigadores,
democrática, Buenos Aires, Biblioteca Nacional/UNGS, cómplices, o encubridores y comprende a los delitos co-
2008; Emilio Crenzel, «Enfrentando el retroceso. Justicia, munes conexos y a los delitos militares conexos». Véase
verdad y memoria en la Argentina reciente», en Gabriela Marina Franco, «El complejo escenario de la disolución del
Águila, Laura Luciani, Luciana Seminara y Cristina Viano poder militar en la Argentina: la autoamnistía de 1983»,
(coords.), La Historia Reciente en Argentina. Balances de una Contenciosa, 2, 2014, https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/pu-
historiografía pionera en América Latina, Buenos Aires, Ima- blicaciones/index.php/Contenciosa/article/view/5057/7693
go Mundi, 2018, pp. 129-150. (consulta: 25 de febrero de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38 27


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

La CONADEP fue creada por el presiden- «a los delitos de los terroristas, las Fuerzas
te Alfonsín como una comisión «de nota- Armadas respondieron con un terrorismo
bles» (estaba integrada por personalidades infinitamente peor que el combatido, por-
de prestigio y relevancia nacional, activis- que desde el 24 de marzo de 1976 contaron
tas en derechos humanos y periodistas y la con el poderío y la impunidad del Estado
presidió el escritor Ernesto Sábato) y su ob- absoluto, secuestrando, torturando y asesi-
jetivo era investigar y recabar información nando a miles de seres humanos».
respecto de distintos hechos de violaciones
a los derechos humanos cometidas por las Junto con el reconocimiento del terror
Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983. Recibió de estado, se postulaba que la dictadura
miles de testimonios y denuncias de vícti- había sido el producto de un enfrentamien-
mas, familiares y organizaciones de dere- to entre dos bandos con iguales responsa-
chos humanos, que constituyeron la base bilidades, donde los «excesos» y los casti-
principal del informe que recopiló datos gos debían repartirse en forma equitativa,
respecto de casi 9000 detenidos-desapare- mientras que una sociedad víctima y aje-
cidos, centros clandestinos de detención y na había asistido pasivamente al enfren-
represores. El denominado Informe Nun- tamiento entre los grupos en pugna. Esta
ca Más fue presentado a la ciudadanía en visión se convirtió en hegemónica duran-
septiembre de 1984; constituyó el primer te los años 80, sustentando tanto el Juicio
documento oficial en el cual se aceptaba la a las Juntas como las leyes de Punto Final
existencia de violaciones de los derechos y Obediencia Debida del alfonsinismo y,
humanos durante la dictadura y tuvo un como veremos, persistió durante la década
rol central en la introducción del tema en siguiente.
la agenda pública, tanto como en la confor- Seguramente el hecho más resonante de
mación de un amplio consenso para llevar la política de derechos humanos de esos pri-
adelante la penalización a los responsables meros años de gobierno democrático fue la
de delitos de lesa humanidad [6]. realización del Juicio a las Juntas Militares,
El Informe Nunca Más estaba precedido que se llevó a cabo entre abril y diciembre
por un prólogo donde se plasmó la denomi- de 1985. Se trataron 281 casos de los 709
nada «teoría de los dos demonios», una de originalmente ofrecidos por el fiscal y de-
las representaciones más difundidas acerca clararon más de 800 personas y el proceso
del pasado dictatorial. Allí se señalaba que fue oral y público, congruente con el plan-
la Argentina «fue convulsionada por un te- teo del gobierno de otorgarle un carácter
rror que provenía tanto desde la extrema «pedagógico» y estuvieron presentes todos
derecha como de la extrema izquierda» en los medios de comunicación [7]. Aunque se
donde debía considerarse que lo comparó con el Juicio de Núremberg, el
proceso estaba inspirado por el juicio a la
6.– Emilio Crenzel, La historia política del Nunca Más. La me- Junta Militar griega; se intentó limitar la
moria de las desapariciones en la Argentina, Buenos Aires,
responsabilidad a las máximas autoridades
Siglo XXI, 2008; Luciano Alonso, «Las luchas pro derechos
humanos en Argentina: de la resistencia antidictatorial a militares, y se enjuició a los acusados por
la dispersión del movimiento social», en Mara Burkart y
Matías Giletta, Argentina: 30 años de democracia. Obser- 7.– Para el tema véase Diego Galante, El Juicio a las Jun-
vatorio Latinoamericano 12, IEALC-UBA, 2013, http://iealc. tas. Discursos entre política y justicia en la transición argen-
sociales.uba.ar/observatorio-latinoamericano/observatorio- tina, Los Polvorines/La Plata/Posadas, UNGS/UNLP/UNaM,
latinoamericano-no-12-dossier-argentina-30-anos-de-democ- 2019, https://libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/cata-
racia-noviembre-de-2013/ (consulta: 10 de marzo de 2022). log/book/141 (consulta: 10 de marzo de 2022).

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Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

Juicio a las Juntas Militares, abril-diciembre de 1985 (Fuente: https://www.comisionporlamemoria.org).

delitos puntuales como asesinatos, tortu- El Juicio generó un hondo malestar en


ras y otros contemplados en el Código Pe- las Fuerzas Armadas y ante el inicio de nue-
nal argentino. Hacia fin de ese año se dictó vas demandas de los familiares y del movi-
la sentencia por unanimidad estableciendo miento de derechos humanos en la justicia
prisión perpetua para los ex comandantes civil, el gobierno impulsó la sanción de la
Jorge Rafael Videla y Emilio Massera; 17 Ley 23.492 de «Punto Final», que fue vota-
años de prisión para Roberto Viola; 8 años da en el congreso con la ausencia del 40%
para Armando Lambruschini y 3 años y 9 de los legisladores el 26 de diciembre de
meses para Orlando Agosti. En cuanto a los 1986. Con el objetivo de limitar el núme-
demás militares juzgados (Leopoldo F. Gal- ro de inculpados, la ley establecía un plazo
tieri, Omar Graffigna, Jorge Anaya y Basi- limitado de 60 días para citar a declarar a
lio Lami Dozo) fueron sobreseídos por no presuntos implicados, a partir del cual se
hallarse contra ellos evidencia suficiente extinguía la acción penal. La ley provocó
y acabada. También se recomendó iniciar la abierta oposición de los organismos de
procesos penales a cada oficial y soldado derechos humanos, que se movilizaron lo-
que estuviese sospechado de ser respon- grando un amplio respaldo social y político
sable de violaciones a derechos humanos, y presentaron más de 450 demandas a mili-
abriendo la posibilidad de nuevos enjui- tares en poco tiempo que fueron aceptadas
ciamientos que desbordaban la propuesta por la Cámara Federal.
inicial del gobierno que pretendía juzgar La ley tampoco aplacó a los militares,
solamente a los integrantes de las Juntas quienes endurecieron su oposición: en la
militares, sin afectar a las Fuerzas Armadas Semana Santa de 1987 (abril) se produjo
como institución. un levantamiento militar de la oficialidad

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38 29


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

media del Ejército, encabezado por un sub- impunidad, se implementaron medidas re-
oficial, Aldo Rico. Las demandas funda- paratorias como la ley de resarcimiento,
mentales de los sublevados eran exigir «so- por la cual se otorgaron indemnizaciones
luciones políticas a las derivaciones de la económicas a familiares de desaparecidos.
lucha contra la subversión», concretamen- Ello era congruente con el que se convirtió
te limitar la apertura de nuevos juicios, a la en el eje del discurso gubernamental, tanto
par que solicitaban la destitución de varios durante el período menemista como en los
comandantes en jefe por considerarlos in- años del gobierno radical de Fernando de
dulgentes con el gobierno. El levantamien- la Rúa (1999-2001): la «reconciliación» y la
to «carapintada» (por el uso de pintura de «pacificación», tratar de cerrar la comple-
camuflaje de quienes lo protagonizaron) ja cuestión militar y no reabrir las «viejas
fue seguido con enorme atención por la heridas».
ciudadanía, a la par que se difundían rumo- Si lo sucedido en la Argentina en los
res de golpe de estado que generaron una años 80 había configurado una experiencia
amplia movilización en casi todo el país singular y un modelo en el contexto latino-
en defensa de la democracia amenazada. americano y global (en particular en lo refe-
Luego de afirmar que «la democracia no se rido a la creación de comisiones de verdad
negocia» en su discurso ante el Parlamen- y al enjuiciamiento a las Fuerzas Armadas),
to, el presidente Alfonsín cedió a la presión en esta nueva etapa se el país se equiparó
militar y la negociación con los oficiales al resto de los gobiernos posdictatoriales
sublevados culminó en la sanción de la Ley del Cono Sur, clausurando la posibilidad de
23.521 de «Obediencia Debida», a media- penalizar a los responsables de delitos de
dos de 1987. La ley absolvía al personal y lesa humanidad al menos hasta la década
policial con rangos inferiores de cualquier siguiente.
responsabilidad en los hechos de represión En este nuevo contexto, que significó un
pasados, en tanto se consideraba que había duro golpe para los organismos de derechos
actuado en cumplimiento de órdenes de humanos y para los reclamos de memoria,
sus superiores. verdad y justicia, se produjeron algunos he-
Con la aprobación de las leyes de Punto chos significativos. El ingreso de una nue-
Final y Obediencia se inició una segunda va generación al movimiento de derechos
etapa caracterizada por las políticas re- humanos, la de los HIJOS (Hijos contra la
gresivas, la impunidad y el olvido, que se impunidad, por la justicia, contra el olvi-
extendió durante las dos gestiones guber- do y el silencio, conformado en 1995), que
namentales que siguieron. En 1989 asumió introdujeron nuevos repertorios de acción
la presidencia de la Nación el justicialista (como los «escraches» a los represores);
Carlos Menem (1989-1999), quien en 1990 la conmemoración del 20° aniversario del
indultó a los ex comandantes que habían golpe de estado en 1996, que reactualizó el
sido condenados en el Juicio a las Juntas y tema de la memoria y sumó nuevos adhe-
a los líderes de las organizaciones armadas rentes (ello se visualizó en las marchas y
que habían actuado en los años 70 —en sin- actos del 24 de marzo, que volvieron a tener
tonía con la «teoría de los dos demonios» y concurrencia masiva, luego de varios años
equiparando culpas y perdones—. Mientras de convocatorias escasas) y la implemen-
se suspendían los pocos juicios que aún se tación de otras estrategias para continuar
tramitaban en el país a algunos militares, con el reclamo de justicia. Entre ellas, los
por efecto de la aplicación de las leyes de organismos recurrieron a la CIDH, que rea-

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Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

lizó presentaciones y presiones hacia el go- un crimen de lesa humanidad. Por su parte,
bierno de Carlos Menem y, por otra parte, se y luego del pedido del juez español Baltazar
retomaron o se pusieron en marcha juicios Garzón de extradición de 46 militares acu-
en el exterior por violaciones a los derechos sados de genocidio, el presidente peronista
humanos cometidas en Argentina, como la Néstor Kirchner (2003-2007) decidió dero-
causa iniciada en 1996 en España a Adolfo gar el decreto que impedía la extradición a
Scilingo por los «vuelos de la muerte» [8] o partir del principio de territorialidad. Poco
los pedidos de extradiciones desde países después, en 2003, el Congreso Nacional de-
como Italia, Francia o Alemania, que fueron claró la nulidad de las leyes de impunidad,
sistemáticamente rechazados por el gobier- la que fue ratificada en 2005 por la Cor-
no argentino. Otras estrategias judiciales te Suprema. A partir de allí se produjo la
implementadas en aquellos años fueron la reapertura de causas que habían permane-
apertura de causas a represores por la apro- cido cerradas y el inicio de nuevas acciones
piación de bebés nacidos en cautiverio de legales contra responsables de violaciones
sus madres detenidas-desaparecidas, delito a los derechos humanos, el avance de las
que no había estado previsto en las leyes y investigaciones judiciales y la condena de
perdones otorgados a los militares (algunas muchos de los perpetradores (militares, po-
de estas causas culminaron con la prisión licías y civiles) en casi todas las provincias
de quienes habían sido indultados en 1990, del país [9].
como Videla o Massera) y los llamados Jui- Mientras esto sucedía en el plano judicial,
cios por la Averiguación de la Verdad His- se inauguraba un nuevo ciclo de memoria
tórica, que permitían que los familiares de que se extendió al menos hasta el año 2015
desaparecidos solicitaran a través de pro- —durante los gobiernos de Néstor Kirchner
cedimientos jurídicos la investigación de (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirch-
las circunstancias de la desaparición de las ner (2007-2015)—, cuando los derechos hu-
víctimas, sin abrir causas penales. manos se convirtieron en eje principal del
La situación comenzó a cambiar en 2001, discurso gubernamental y se diseñaron una
cuando en el marco de una causa por estos serie de políticas públicas de memoria im-
delitos, el juez Gabriel Cavallo declaró in- plementadas a través de diversas agencias
constitucionales las leyes de Punto Final y estatales que incluyeron: la recuperación y
Obediencia Debida y a la desaparición como señalización de sitios de memoria en casi
todas las provincias del país, la reparación
8.– Es decir, la eliminación física de prisioneros que eran a las víctimas de violaciones de los dere-
trasladados en aviones militares desde los centros clan- chos humanos o a sus familiares (repara-
destinos, sedados o inconscientes, y arrojados a las aguas
ciones económicas, pero también políticas
del Río de la Plata o el Océano Atlántico. Muchos de esos
cadáveres se encontraron días después en las costas ar- y simbólicas), la incorporación al calendario
gentinas o uruguayas y fueron enterrados como NN en oficial del feriado del 24 de marzo como el
distintos cementerios. A fines de 1995, un oficial de la Ar- «Día Nacional de la Memoria por la Verdad
mada, ex integrante del grupo de tareas que actuaba en
y la Justicia» (en 2006) y toda una serie de
la ESMA, el capitán Alfredo Scilingo reconoció la elimi-
nación de opositores a través estos «vuelos de la muerte» actos simbólicos —como el pedido de per-
y denunció la complicidad de los jefes de la fuerza. Si bien dón «por el silencio del estado» que realizó
estos hechos habían sido denunciados por los organismos el presidente Kirchner en el acto del 24 de
de derechos humanos y el Informe Nunca Más, la difusión
pública del testimonio de un perpetrador tuvo un enorme 9.– Para el estado de estos juicios puede verse la web del
impacto social y político. Ver Horacio Verbitsky, El vuelo, Centro de Estudios Legales y Sociales: http://www.cels.org.
Buenos Aires, Planeta, 1995. ar.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

marzo de 2004 en la ex ESMA, el mismo día so de aquel proceso de memoria, verdad y


que ordenó bajar los cuadros de los dictado- justicia, en gran parte porque la condena a
res Videla y Bignone de las paredes del Co- la dictadura y las violaciones a los derechos
legio Militar de la Nación—, que tuvieron un humanos cometidas en esos años ha calado
hondo impacto político, sobre todo para los profundamente en la memoria social y si-
organismos de derechos humanos. Asimis- gue teniendo vigencia en el presente políti-
mo, se implementaron diversas iniciativas co y social argentino.
de recuperación de la memoria del período, Sin embargo, cabe consignar que esa
estrategias de transmisión y difusión de los memoria de la dictadura estuvo acompa-
derechos humanos en los medios de comu- ñada por mitos, estereotipos e imágenes
nicación, espacios educativos y ámbitos cristalizadas que muchas veces han vela-
culturales, así como la apertura de archivos do el conocimiento del período y que no
estatales y militares para aportar documen- necesariamente fueron revisados, explica-
tación a la justicia en causas por delitos de dos o puestos en contexto. Esta situación
lesa humanidad. es atribuible a procesos que refieren a la
En este contexto político, la temática transmisión y la rememoración de aquellos
de la historia y la memoria de la dictadura acontecimientos (y que oscilan entre la ri-
adquirió una centralidad indiscutible en el tualización y la banalización, cuyo ejemplo
espacio público y la novedad fundamental más notorio es la instauración del feriado
refirió a la configuración de una memoria del 24 de marzo, o el contenido y formato de
social dominante o de un nuevo régimen algunos actos y textos escolares), que privi-
de memoria –es decir, de unos consensos legiaron la identificación empática con las
sociales amplios- en torno a la condena a víctimas o la condena ético-política a la dic-
la dictadura y la violencia ejercida por el tadura y sus crímenes por sobre el análisis
estado. o la interpretación del proceso en cuestión.
Con todo y la difusión en estos últimos Por otro lado, y a contramano de lo que
años de posicionamientos de grupos que fueron los posicionamientos históricos de
reclaman la «memoria completa» (es decir, los organismos de derechos humanos, cen-
situar también como «víctimas» a las Fuer- trados en la búsqueda de verdad y justicia
zas Armadas, en este caso de la subversión, y en los reclamos al estado —cualquiera
como vienen postulando desde hace déca- haya sido el signo político del gobierno de
das los militares acusados en juicios de lesa turno—, a partir de las gestiones de Néstor
humanidad) e incluso de algunas políticas y Cristina Kirchner se produjo una identi-
estatales implementadas durante el gobier- ficación entre la mayoría del movimiento
no de derecha encabezado por Mauricio de derechos humanos y el kirchnerismo. La
Macri (2015-2019) calificadas como nega- articulación entre los históricos reclamos
cionistas [10], no se ha podido detener el cur- de los organismos y las políticas de memo-

10.– Que se expresaron, sobre todo, al inicio de su gobier- en mayo de 2017, cuando un fallo de la Corte Suprema de
no, cuando Macri se negó a recibir a los organismos de Justicia dispuso aplicar a un represor encarcelado por del-
derechos humanos y mantuvo silencio sobre la política itos de lesa humanidad la ley 24.390, conocida como «ley
a seguir en el área, cuando algunos de sus funcionarios del 2x1». Esa ley, sancionada para reducir la población
relativizaron la cantidad de desaparecidos (fue el caso carcelaria, establecía computar dos días, a partir del se-
de Darío Lopérfido, ministro de Cultura de la ciudad de gundo año de detención, por cada día sin sentencia firme.
Buenos Aires) e intelectuales que apoyaban al gobierno, La respuesta de los organismos de derechos humanos y
como el historiador Luis Alberto Romero, pidieron que se de la sociedad fue una marcha multitudinaria que repudió
termina con los juicios. Otro momento álgido se produjo el fallo, y finalmente no se aplicó.

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Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

ria de los gobiernos mencionados planteó En esta dirección, una de las líneas más
una situación hasta el momento inédita de transitadas desde comienzos de los años
identificación del movimiento social con el 2000 por los estudiosos del pasado re-
estado —o de «estatalización» de sus de- ciente argentino ha sido la de la historia y
mandas y sus prácticas—, que potenció y la memoria de la dictadura y la represión
fortaleció la consecución de muchos de sus estatal. A ello concurrieron cuestiones de
objetivos, pero que a la vez generó conflic- orden diverso, de las que señalaremos dos,
tos y divisiones y contribuyó a la pérdida de articuladas en el tiempo. Una de ellas fue el
independencia y autonomía frente al estado impacto de los estudios sobre la memoria
que el movimiento había exhibido desde su en el ámbito académico argentino, medido
conformación en los años de la dictadura. en la amplia acogida que esta línea tuvo en
las ciencias sociales y, en segundo lugar, el
La investigación histórica y los cruces «boom» memorialístico que se inauguró en
entre memoria, justicia y ciencias la década del 2000 (preanunciado ya en los
sociales 90), cuando comenzaron a difundirse tes-
timonios y memorias de quienes habían
Existe una abundante producción sobre sido represaliados en los años de la dicta-
la dictadura y la violencia política y repre- dura, tanto como de quienes habían milita-
siva en la Argentina, proveniente de la in- do en los años que precedieron al golpe de
vestigación académica, el periodismo de estado. En un contexto en el que quienes
investigación, los trabajos de índole me- habían vivido el período se mostraban dis-
morialística, así como múltiples formas puestos a contar sus historias, la práctica
de representarla en el cine, la literatura, de la historia oral se generalizó e investi-
las artes plásticas, etc. En lo que refiere a gadores de disciplinas diversas se abocaron
la investigación académica, desde los años a indagar en las memorias de la dictadura y
80 y 90, especialistas de diversas disciplinas las violaciones a los derechos humanos, en
se ocuparon de indagar en estos procesos sus efectos individuales y sociales, en sus
y proveer estudios e interpretaciones so- representaciones, y en las conexiones en-
bre la temática. Estos trabajos estuvieron tre aquel pasado traumático y el presente,
a cargo fundamentalmente de sociólogos, recurriendo fundamentalmente a los testi-
politólogos, economistas o juristas, más monios orales.
que de historiadores, en tanto la disciplina La ampliación de los estudios sobre la
histórica fue durante mucho tiempo reacia historia y la memoria de la dictadura y la
a investigar este tramo complejo y conflic- represión que se registró en el campo his-
tivo del pasado reciente. Ello se modificó toriográfico argentino, se debe también a
radicalmente en los últimos 15 o 20 años, otro elemento: el acceso a nuevas fuentes
y aunque las derivas de la producción aca- y fondos documentales. Sin obviar que el
démica tienen sus propios ritmos y dinámi- acceso a los archivos resulta una problemá-
cas, resulta muy difícil escindir el amplio
Argentina puede verse el volumen colectivo ya citado:
desarrollo de la llamada Historia reciente G. Águila et al (coords.), La Historia Reciente en Argentina.
del contexto sociopolítico favorable a la re- También el dossier «La Historia Reciente en la Argentina:
visión del pasado, las políticas estatales de problemas de definición y temas de debate» (Gabriela
Águila y Luciano Alonso, coords.), Ayer. Revista de Histo-
memoria y los recorridos judiciales [11].
ria Contemporánea, 107, https://revistaayer.com/sites/default/
files/articulos/107-2-ayer107_historiarecienteargentina.pdf
11.– Para los desarrollos de la Historia reciente en la (consulta: 15 de marzo de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38 33


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

tica compleja para los estudiosos de la His- Más allá de los debates, estos fondos
toria argentina contemporánea, debido a la documentales tuvieron una función muy
ausencia de una política archivística y de importante para las políticas reparatorias a
preservación documental unificada y a los las víctimas de violaciones de los derechos
problemas que presentan los repositorios humanos, en tanto permitieron dar cuenta
existentes (falta de catalogación, destruc- de la persecución a través de expedientes o
ción del material, inaccesibilidad, disper- fichas personales que llevaban los servicios
sión de la documentación), al calor de las de inteligencia o las fuerzas represivas, tex-
políticas de memoria implementadas por tos de los consejos de guerra, declaraciones
el estado argentino durante las décadas del de los detenidos, entre otros, así como para
2000 y 2010 se produjeron algunas noveda- proveer documentación requerida por las
des significativas, en particular la puesta al leyes de reparación económica para ex pre-
acceso de fondos o archivos castrenses, po- sos políticos, exiliados, familiares de des-
liciales o de organismos de inteligencia, que aparecidos, etc. Por su parte, sirvieron para
recibieron el nombre genérico de «archivos aportar pruebas documentales y sumar do-
de la represión». Se trata de repositorios cumentos escritos a los testimonios de las
que contienen documentos de diversa ín- víctimas, que hasta el momento y en mu-
dole provenientes de las Fuerzas Armadas chas causas habían constituido la principal
y de seguridad y las agencias de inteligen- evidencia para sustentar las acusaciones a
cia, vinculados con la vigilancia, control y/o los perpetradores de crímenes de lesa hu-
persecución de hombres y mujeres realiza- manidad.
da por éstas a lo largo de las últimas déca- La recuperación de fondos documenta-
das o, más en general, que incluyen datos les producidos por las fuerzas represivas
sobre el accionar de las fuerzas represivas o y/o los servicios de inteligencia no es un
sobre violaciones a los derechos humanos fenómeno extendido y, asimismo, existen
cometidas en aquellos años. diferencias importantes entre las distin-
La aparición (y, en algunos casos, el des- tas provincias y ciudades. La provincia de
cubrimiento más o menos fortuito) de estos Buenos Aires cuenta desde fines de los 90
archivos fue una novedad en el escenario con el primer «archivo de la represión» de
argentino y generó debates sobre qué ha- la Argentina: el de la Dirección de Inteli-
cer con ellos, que incluyó desde planteos gencia de la Provincia de Buenos Aires (DI-
de incinerarlos (en tanto eran la «materia- PBA), por otra parte, el primer archivo de
lización» de la persecución a las víctimas y este tipo abierto a la consulta pública, loca-
del terrorismo de estado), minoritarios por lizado en la ciudad de La Plata, y el Archivo
cierto, hasta posiciones encontradas sobre Nacional de la Memoria, en la Capital Fede-
la necesidad de preservación y de acce- ral; mientras que existen otros Archivos de
sibilidad de fondos documentales que no la Memoria en las provincias de Córdoba y
estaban catalogados o descriptos, que con- de Santa Fe, o centros documentales como
tenían documentos de carácter clasificado, el del Museo de la Memoria de Rosario, que
reservado o secreto, así como datos sensi- poseen documentación o fondos de carác-
bles, por señalar solo algunas de sus carac- ter diverso. Sin embargo, en la mayor parte
terísticas, que cada dependencia o archivo de las provincias del país no se cuenta con
resolvió en forma autónoma. tales reservorios o existen series o fondos
incompletos.

34 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38


Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

Es necesario consignar que la mayoría Estos archivos también han contribuido


de estos reservorios documentales tienen a la realización de investigaciones llevadas
restricciones importantes al acceso [12]. La adelante o financiadas por el estado. Estas
discusión respecto de los criterios de aper- iniciativas incluyeron la conformación de
tura de estos archivos sigue siendo hoy una equipos de investigación en ciertas depen-
cuestión vigente y muestra las tensiones dencias con el objetivo de aportar datos y
existentes entre lo público y lo privado documentación a las causas judiciales por
(cuando involucra situaciones íntimas vivi- delitos de lesa humanidad, llevaron en al-
das por las víctimas de la persecución, plan- gunos casos a la apertura de los archivos
teando una contradicción entre intimidad del Ejército y las demás Fuerzas Armadas y,
y acceso a las fuentes), entre las demandas eventualmente, a la recuperación y puesta
de actores diversos interesados en este tipo a disposición también de los investigado-
de archivos (funcionarios, archiveros, orga- res de material documental que les perte-
nismos, víctimas, abogados y jueces, inves- necía [13]. Junto con ello, se impulsaron otras
tigadores) y sobre todo entre la necesidad investigaciones con objetivos específicos,
de preservar y resguardar los testimonios y en particular referidas a desentrañar las
documentos de un «pasado traumático» y complicidades civiles con de la dictadura,
los avances en la investigación científica y es decir, el enriquecimiento ilícito o la cola-
académica, que requiere por definición del boración de empresarios en el período, por
acceso a fuentes que contienen muchas ve- ejemplo la investigación sobre la Comisión
ces información irrecuperable en otro tipo Nacional de Valores o el trabajo sobre ela-
de documentos. Con todo y las dificultades borado entre el equipo de investigadores
apuntadas, la disponibilidad de estos archi- del CELS, FLACSO, la Secretaría de DDHH
vos ha impactado en forma determinante y Programa Verdad y Justicia del Ministerio
en el campo de estudios sobre la dictadura de Justicia y DDHH de la Nación sobre res-
y en particular en el de los estudios sobre ponsabilidad empresarial en delitos de lesa
la represión, alentando en gran parte la re- humanidad [14].
novación y profundización de las investiga- En este marco propicio y en sintonía con
ciones sobre la historia reciente nacional, estos desarrollos, se verificaban una serie
provincial y local. de cruces entre ciencias sociales, políti-

13.– En 2012 se creó el Programa de Modernización de


12.– Sea porque las instituciones productoras aún existen Archivos del Área de la Defensa, bajo asesoramiento del
y no habilitan la consulta (es el caso de los archivos poli- Departamento Archivo Intermedio del Archivo General de
ciales), sea porque están afectados a la investigación ju- la Nación. Esta tarea permitió recuperar material docu-
dicial (y por ende, restrictos hasta que las causas finalicen mental (como las actas de la Junta Militar localizadas en
y las sentencias queden firmes) y/o porque esos archivos el Edificio Cóndor y otra documentación de las Fuerzas
incorporan criterios de protección de datos personales o Armadas) que se encuentran accesibles en http://Archivo-
«sensibles» (por la aplicación de la ley de habeas data), sabiertos.com.
imposibilitando la lectura de «primera mano» del docu- 14.– Respectivamente, véase Bruno Nápoli, M. Celeste Pe-
mento y/o introduciendo tachaduras a los mismos. Dichos rosino y Walter Bosisio, La dictadura del capital financiero.
criterios presentan problemas al investigador ya que li- El golpe militar corporativo y la trama bursátil, Buenos Aires,
mitan la exactitud de la reconstrucción: el anonimato, las Peña Lillo-Ediciones Continente, 2014; AA.VV., Responsabi-
tachaduras, la imposibilidad de identificar o poder citar lidad empresarial en delitos de lesa humanidad. Represión a
nombres y apellidos facilitaría la reconstrucción de es- trabajadores durante el terrorismo de Estado, Posadas, Edi-
tructuras organizativas y redes, de identidades políticas, torial Universitaria de la Universidad Nacional de Misio-
así como la tipificación de los sujetos de la persecución, nes, 2016, https://www.cels.org.ar/ (consulta: 26 de marzo
entre otras muchas posibilidades. de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38 35


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense en la provincia de Tucumán, Argentina


(Fuente: https://eaaf.org/).

cas estatales de memoria y el ámbito de la trabajos de investigación, hallazgo e iden-


justicia. El más temprano fue, sin dudas, la tificación a través de distintos métodos
actuación de los antropólogos forenses nu- científicos de restos óseos localizados en
cleados en el Equipo Argentino de Antro- cementerios, predios militares, comisarías
pología Forense (EAAF), especializados en y otros lugares denunciados como sitios de
la búsqueda e identificación de restos óseos posibles inhumaciones clandestinas y en
de personas asesinadas o desaparecidas en distintas provincias del país, que le valieron
contextos represivos, que se sumaron como un importante reconocimiento (así como
peritos o expertos a distintas causas judi- misiones relevantes) a nivel internacional.
ciales de lesa humanidad, en particular a Por otra parte, desde mediados de los
partir de mediados de los 2000 [15]. Desde su años 2000 se incorporaron distintos pro-
creación en 1987, el EAAF ha desarrollado fesionales de las ciencias sociales a agen-
cias estatales vinculadas a los derechos
15.– Véase www.eaaf.org. También Carlos Somigliana, «El humanos, archivos de la memoria o la
trabajo del Equipo de Antropología Forense», conferencia,
gestión de sitios de memoria, aportando
Núcleo de Estudios sobre Memoria, IDES, 2016, https://
www.ides.org.ar/sites/default/files/attach/Conferencia-de- sus conocimientos o saberes disciplina-
Maco-Somigliana.pdf (consulta: 28 de marzo de 2022). res, junto a activistas del campo de los
Para el tema de los equipos de antropología forense en derechos humanos. Y, asimismo, muchos
América Latina ver Silvia Dutrénit Bielous (coord.), Per-
investigadores del pasado reciente (his-
forando la impunidad: Historia reciente de los equipos de
antropología forense en América Latina, México, Instituto de toriadores, sociólogos, antropólogos so-
Investigaciones Dr. José María Luis Mora/CONACYT, 2017. ciales) participaron en causas judiciales

36 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38


Violencia política y represión estatal en la historia reciente argentina... Gabriela Águila

por delitos de lesa humanidad que se tra- En términos disciplinares, si bien la


mitaron y tramitan en diversas jurisdic- presencia y participación de los antro-
ciones provinciales y en el fuero federal, pólogos y también de sociólogos fue más
cumpliendo distintos roles: como peritos, temprana y habitual, también la Historia
colaborando con las investigaciones de como disciplina ha sido reclamada en el
las fiscalías y las querellas, como «testi- proceso de revisión del pasado cercano y,
gos de contexto» (es decir, reconstruyen- respondiendo a esa demanda social, mu-
do el contexto en el cual se produjeron chos de estudiosos de la Historia reciente
los delitos investigados por la justicia), han sumado a su quehacer profesional la
aportando sus trabajos o su conocimiento intervención pública y política en diver-
de las fuentes documentales para ser uti- sos vinculados con los trabajos de la me-
lizados por la fiscalía o como fundamento moria y la justicia. Todo ello puede ser
para las sentencias, etc. visto como una muestra de la politicidad
Muchos estudiosos del pasado reciente que tiene la práctica de la Historia recien-
han sumado su experticia a causas judi- te sobre otras formas de hacer historia [17],
ciales como la de la Operación Cóndor, pero también configuran ejemplos repre-
otras centradas en la investigación de sentativos de las articulaciones y cruces
ciertos episodios represivos (la masacre entre memoria, justicia e investigación
de Trelew, el Operativo Independencia, la académica que se han producido en la Ar-
represión en la ciudad de Villa Constitu- gentina en las últimas dos décadas.
ción), en la complicidad de sectores em-
presarios, eclesiásticos o judiciales (como A modo de cierre
en la causa Ford o Mercedes Benz) o en
causas vinculadas con la represión en Las violaciones masivas de los dere-
algunas ciudades y provincias (La Plata, chos humanos cometidas por las Fuerzas
Neuquén, Rosario, Tucumán, Jujuy, Capi- Armadas y de seguridad en los años de la
tal Federal, Chubut). última dictadura militar han tenido un
Esta participación ha planteado deba- hondo impacto político y social desde los
tes y desafíos para los profesionales de las años de la transición hasta nuestros días,
ciencias sociales que se vieron involucra- expresándose en distintas fases o ciclos
dos en tales tareas, y la preocupación por de memoria y olvido, en luchas sociales
intercambiar experiencias y reflexionar por la memoria, la verdad y la justicia y
sobre tales roles se vio reflejada en distin- en la implementación de cambiantes po-
tas jornadas y talleres, dosieres y publica-
Un análisis sobre el rol de empresarios en dictadura, a
ciones en revistas académicas, centrados propósito de la causa Massot», Aletheia, 13, 2016, https://
en analizar las relaciones entre el campo www.aletheia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/ATHv7n13a07
jurídico y las ciencias sociales, los proble- (consulta: 28 de marzo de 2022); María José Sarrabayrouse
Oliveira y Santiago Garaño, «Aportes de la antropología
mas que plantean estas prácticas a los in-
política y jurídica al campo de los estudios sobre memoria
vestigadores, los aportes y limitaciones, y del pasado reciente», en Cuadernos de Humanidades, 30,
entre otras cuestiones [16]. 2019, http://portalderevistas.unsa.edu.ar/ojs/index.php/cdh/
article/view/862 (consulta: 24 de marzo de 2022); Patricia
16.– Gabriela Águila, «Los historiadores, la investigación Funes (ed.), Comprender y juzgar. Hacer Justicia en las cien-
sobre el pasado reciente y la justicia», en Jorge Cernadas cias sociales, Buenos Aires, Imago Mundi, 2022.
y Daniel Lvovich (eds.), Historia, ¿para qué? Revisitas a una 17.– Luciano Alonso, «Sobre la existencia de la historia
vieja pregunta, Buenos Aires, Prometeo-UNGS, 2010; Ana reciente como disciplina académica», Prohistoria, 11, 2007,
Belén Zapata, «El pasado reciente entre Historia y Justicia. p. 204.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38 37


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

líticas estatales. Estas incluyeron tanto la Junto con explorar la significación que
constitución de la CONADEP, el informe estos procesos tuvieron en el escenario
Nunca Más y el Juicio a las Juntas en los político y social en estas últimas décadas,
primeros años 80, como las «leyes de im- en este trabajo también nos interesó ana-
punidad» y las políticas de olvido y «re- lizar algunos de sus efectos ampliados,
conciliación» que imperaron desde me- en particular en el campo de las ciencias
diados de los años 80 y hasta principios sociales y la investigación histórica, en
de los 2000, hasta la configuración en tanto constituyeron un impulso para los
estos últimos quince o veinte años de un estudios sobre el pasado reciente a la vez
nuevo ciclo que —sin excluir las tensiones que propiciaron novedosas instancias de
y disputas por los sentidos, contenidos y intervención pública y política de las y
legados de aquel proceso histórico— ar- los investigadores y el establecimiento de
ticuló los reclamos de los organismos de relaciones más asiduas con el movimien-
derechos humanos con las políticas de to de derechos humanos, los espacios de
memoria, verdad y justicia promovidas memoria y los recorridos judiciales vin-
por el estado argentino. culados con crímenes de lesa humanidad.

38 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 25-38


Dictadura, transición democrática y
disputas por la memoria en Brasil*
Dictatorship, Democratic Transition and
Memory disputes in Brazil

Janaina Martins Cordeiro


Universidad Federal Fluminense

Isabella Villarinho Pereyra


Universidad Federal de Río de Janeiro

Resumen

Este artículo se propone analizar los procesos a través de los cuales se elaboraron y
reelaboraron memorias y representaciones sobre el pasado dictatorial brasileño a partir
del proceso de redemocratización. Su objetivo es comprender las disputas entre las na-
rrativas sobre el pasado construidas por los grupos y partidos políticos de izquierda y de
derecha, qué hechos se seleccionaron y cuáles se silenciaron en cada caso. Al mismo
tiempo, buscaremos entender, en el contexto del ascenso de la derecha radical en el país,
cómo el negacionismo se ha convertido en un elemento fundamental de las narrativas
constituidas por la derecha radical sobre el pasado dictatorial brasileño.

Palabras clave: dictadura; memoria; transición; redemocratización; Brasil.

Abstract

This article aims to analyze the processes through which memories and representations of
Brazil’s dictatorial past were elaborated and reelaborated after the process of redemocratization. It
intends to understand the disputes between the narratives about the past constructed by left-wing
and right-wing groups and political parties, which facts were selected and which were silenced in
each case. At the same time, we will seek to understand, in the context of the rise of the radical
right in the country, how negationism has become a fundamental element of the radical right nar-
ratives about Brazil’s dictatorial past.

Keywords: dictatorship, memory, transition, redemocratization, Brazil.

* La investigación realizada para este artículo contó con la financiación del Conselho Nacional de Desenvolvimento
Científico e Tecnológico (CNPq), a través de la concesión de una Beca de Productividad de Investigación (2020-2025) y
la financiación del Proyecto Universal «Violencia, historia y contemporaneidad: pensar el siglo XX».

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 39


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Introducción dictadura, cuya toma de posesión tendría


lugar en 1985 [1]; y la promulgación de la
El 31 de marzo de 1964, un golpe de Es- Constitución democrática en 1988.
tado orquestado por destacados dirigentes Desde el inicio del proceso de transición
civiles y militares brasileños, dirigido por democrática, el pasado dictatorial de Brasil
las Fuerzas Armadas y ampliamente apo- se convirtió en objeto de disputas narrati-
yado por sectores conservadores de la so- vas. Sin embargo, la narrativa oficial que
ciedad, puso fin al gobierno democrático condenaba la dictadura tendía a prevalecer,
del presidente João Goulart (1961-1964). aunque en una versión conciliadora, basa-
Siguieron unos veintiún años de dictadura da en la exigencia de pasar página. Sin em-
militar, durante los cuales cinco generales bargo, más recientemente se han reavivado
se turnaron, mediante elecciones indirec- estas disputas: al menos desde la creación
tas, en el cargo de Presidente de la Repú- de la Comisión Nacional de la Verdad en
blica de Brasil. Desde los primeros momen- 2011 [2], el golpe de 1964 y la dictadura cívi-
tos tras el golpe y a lo largo de la dictadura, co-militar han ganado cada vez más espa-
el Congreso Nacional sufrió varias purgas cio en la retórica de los grupos vinculados a
y fue cerrado en numerosas ocasiones; los la derecha radical. Así, al reivindicar el pa-
partidos políticos que existían hasta enton- sado dictatorial reciente, estos grupos pre-
ces fueron disueltos y sustituidos por otros sentan una narrativa nostálgica y celebra-
dos: la Alianza de Renovación Nacional toria que exalta el crecimiento económico
(ARENA), el partido que apoyaba a la dic- del milagro brasileño, la lucha contra la
tadura; y el Movimiento Democrático Bra- corrupción y el terrorismo de la izquierda;
sileño (MDB), donde se agrupaba la oposi- en contraposición a los años de crisis insti-
ción que pretendía combatir al régimen por tucional y política de los gobiernos de Luiz
la vía institucional. Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma
Pronto se estableció la censura de pren- Rousseff (2011-2016), ambos del Partido de
sa y la persecución de los enemigos del los Trabajadores (PT).
régimen se hizo intensa. A los opositores, En este sentido, la derecha radical inten-
especialmente a los jóvenes adeptos a la sificó las celebraciones de los veintiún años
confrontación armada, les quedó la perse- de régimen militar, presentando sistemáti-
cución, la cárcel, el exilio, la desaparición y camente el discurso negacionista sobre las
la muerte. La tortura se convirtió en una po- violaciones de los derechos humanos per-
lítica de Estado que, sin embargo, no había petradas por el Estado y sus agentes, atribu-
sido inaugurada por la dictadura en 1964 y yendo a la izquierda la responsabilidad de
de cuyas marcas no sería fácil librarse, ni si- los actos terroristas combatidos por el ré-
quiera con la llegada de la democracia. gimen en nombre de la seguridad nacional.
A partir de mediados de los setenta, con Como señala Lucas Pedretti, la lucha por
la llegada del cuarto general a la presiden- la memoria sobre el pasado dictatorial no
cia de la República, Ernesto Geisel (1974- se limita a los días actuales: pasó por los
1979), se inició un lento y prolongado pro-
ceso de transición política en el país, cuyos 1.– Tancredo Neves falleció por causas naturales en abril
de 1985, sin haber jurado el cargo de presidente. En su
principales hitos serían la aprobación de la
lugar quedó el vicepresidente José Sarney.
Ley de Amnistía en 1979; la elección indi-
2.– Ley 12.528 de 18 de noviembre de 2011. Puede
recta de Tancredo Neves a la presidencia de consultarse en http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_
la República, candidato civil y opositor a la ato2011-2014/2011/lei/l12528.htm

40 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54


Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

Tanques en la Avenida Presidente Vargas, Río de Janeiro, 2 de abril de 1964 (Fuente: Arquivo
Nacional [Brasil]: Correio da Manhã).

años de plomo, por la redemocratización y largo del tiempo y el objetivo de los actores
por toda la Nueva República, siendo la dis- sociales en la recuperación de ciertos acon-
puta narrativa el arma principal. Y como tecimientos del pasado.
apunta Beatriz Sarlo, el retorno al pasado
no es siempre un momento liberador de la Transición, conflictos de memoria y
memoria, sino un advenimiento, una cap- conciliación nacional
tura del presente [3]. Así, la comprensión de
la actual disputa por los años de la dicta- La apertura política iniciada bajo el
dura debe tener en cuenta no sólo el con- mandato del general Ernesto Geisel (1974-
texto político del momento, sino también 1979) y consolidada durante el mandato
analizar cómo se estructuran estas batallas del quinto y último general-presidente,
a partir del proceso de redemocratización, João Baptista Figueiredo (1979-1985), des-
qué papel ha jugado el Estado brasileño a lo tacó por el retorno de las manifestaciones
sociales que tomaron las calles del país. El
3.– Lucas Pedretti, «A batalha da memoria», Quatro cinco fracaso del milagro económico, el aumen-
um, 2021. Disponible en: https://www.quatrocincoum.com. to de la pobreza, el desempleo y el hambre
br/br/artigos/laut/a-batalha-da-memoria. (Consulta: 11
acentuaron la presión popular [4]. La for-
de marzo de 2022). Beatriz Sarlo, Tempo passado: cultura
da memória e guinada subjetiva, São Paulo, Companhia das
Letras Belo Horizonte: UFMG, 2007, p. 9. 4.– Francisco Carlos Teixeira da Silva, «Crise da ditadura

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 41


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

mación de comités en varios estados para aparato represivo de la dictadura. Realiza-


una amnistía amplia, general e irrestricta; ron más de un centenar de atentados con-
la reorganización del movimiento sindical, tra el movimiento de amnistía y la prensa
las importantes victorias del Movimien- alternativa durante los años 1977 y 1981 [6].
to Democrático Brasileño (MDB) —partido La presión social aumentó cada vez más
opuesto a la dictadura en las elecciones durante el mandato de João Baptista Fi-
parlamentarias— y la campaña «Elecciones gueiredo y, aunque el régimen ya no podía
Directas Ya» para el retorno del sufragio di- contener las manifestaciones con el uso del
recto para presidente, demostraron el des- aparato legal del Acto Institucional número
contento de gran parte de la sociedad con 5 (AI-5) [7], la represión y la violencia del Es-
la ya desgastada dictadura. tado seguían siendo una práctica habitual.
Sin embargo, incluso con el fin de la cen- Los ataques continuaron —como en las
sura, el proceso de distensión política estu- festividades del Día de los Trabajadores en
vo marcado por varios episodios de violen- 1981 en Río de Janeiro— y la represión de las
cia. La masacre de la Guerrilla de Araguaia, huelgas laborales y el encarcelamiento arbi-
en Pará; o el asesinato del periodista Vla- trario de líderes sindicales también marca-
dimir Herzog y del obrero Manuel Fiel Fil- ron el período. La estructura represiva de la
ho en las instalaciones del Destacamento dictadura y la vigilancia de los servicios de
de Operaciones de Información y Centro inteligencia siguieron estando presentes en
de Operaciones de Defensa Interna (DOI- la vida cotidiana en medio del clamor social
CODI), en São Paulo. También los atenta- por el retorno a la democracia.
dos contra las sedes de instituciones de la A pesar de que la lucha y organización
oposición civil —como la Asociación Brasi- de importantes sectores de la sociedad por
leña de Prensa (ABI), la Orden de Aboga- una amnistía amplia, general e irrestricta
dos de Brasil (OAB) y en la Iglesia de Santo había desgastado al régimen, el proyecto de
Antônio, en Nova Iguaçu (dirigida por D. ley aprobado por el congreso era totalmen-
Adriano Hipólito, defensor de los derechos te opuesto a las aspiraciones de los movi-
humanos)—. Fueron episodios que demos- mientos sociales. El punto central del pro-
traron la tensión y el desacuerdo sobre la yecto militar era la pacificación a través del
apertura política dentro del propio gobier- olvido, buscando la conciliación nacional a
no, entre sectores de la llamada ala caste- través de una amnistía parcial y recíproca.
llana y la línea dura del régimen [5]. Los «delitos políticos y conexos» se inclu-
Al respecto, Heloisa Greco llama la aten- yeron en el paquete de amnistía, a excep-
ción sobre el refuerzo de la actuación de
grupos parapoliciales y paramilitares du- 6.– Heloisa Greco, «50 anos do Golpe Militar/ 35 anos
rante el periodo, como el Comando de Caza da Lei de Anistia: a longa marcha da ‘estratégia do
Comunista y el Movimiento Anticomunista, esquecimento’», Cadernos de História, 15-22 (2014), p. 163.
que actuaron en conexión orgánica con el 7.– El AI-5, decretado el 13 de diciembre de 1968 por el
gobierno del general Arthur da Costa e Silva, fue el más
violento de los actos institucionales decretados por la
militar e o processo de abertura política no Brasil 1974- dictadura. El instrumento otorgaba plenos poderes al
1985», en Jorge Ferreira y Lucilia de Almeida Neves Presidente de la República, permitiéndole disolver el
Delgado (coords.), O Brasil Republicano 4. O tempo do Congreso Nacional, decretar la intervención de estados y
regime autoritário: ditadura militar e redemocratização. municipios, suspender los derechos políticos de cualquier
Quarta República (1964-1985). 1 ed. Rio de Janeiro, ciudadano hasta por diez años, así como el derecho de
Civilização Brasileira, 2019, p. 397. habeas corpus, entre otros. El AI-5 estuvo en vigor hasta
5.– Ibidem, p. 389-391. diciembre de 1978.

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Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

ción de los «delitos de sangre» cometidos guró mediante una negociación estable-
por «terroristas» contra la seguridad nacio- cida desde arriba, silenciando la acción de
nal, en beneficio del Estado y sus agentes los movimientos sociales y las luchas po-
represivos. Para Carlos Fico, pulares, garantizando la impunidad de los
agentes públicos, manteniendo la estruc-
«la fórmula oscura se adoptó porque el go- tura represiva y la militarización de la vida
bierno no se preocupó de los torturadores. cotidiana al legitimar a las Fuerzas Arma-
Al amnistiar los ‘delitos políticos o cometi- das como garantes del orden, minimizando
dos por razones políticas’, el proyecto ga- los conflictos bajo el manto discursivo de la
rantizaba que, en el futuro, ningún militar pacificación y la reconciliación [10].
sería castigado por las ilegalidades practi- La amnistía para los torturadores, por
cadas durante la dictadura». mucho que representara una victoria para
el régimen, aumentó el descontento, la pre-
Así, las violaciones de los derechos hu- sión social en las calles con el movimiento
manos cometidas por el Estado y sus tortu- «Elecciones Directas Ya» y, en consecuen-
radores serían también amnistiadas/olvida- cia, la preocupación de la dictadura. En
das, sin posibilidad de castigo judicial ni de abril de 1984, el comandante del II Ejército,
investigación de las torturas, desaparición el general Sérgio de Ary Pires, expresó su
de cuerpos y asesinatos cometidos por la preocupación con la infiltración subversiva
dictadura. También según Fico, aunque los en las manifestaciones:
debates parlamentarios sobre la ley mos-
traron cierta preocupación por la posibili- «hay quienes actúan contra el Gobierno de
dad de amnistía para los torturadores, los mala fe, que merecen ser condenados por la
diputados y senadores del MDB opinaron Nación. Todo el mundo tiene que creer en los
que «el precio a pagar» por aprobar la am- propósitos de nuestro Gobierno, que ofreció
nistía era el perdón para los torturadores [8]. la oportunidad de borrar el pasado, cuando
Heloísa Greco señala que la lucha por hubo posibles excesos por ambas partes».
la amnistía formó un gran bloque de opo-
sición, rechazando la amnistía parcial y El general concluyó su declaración con
recíproca de la dictadura, exigiendo la res- énfasis:
ponsabilidad judicial de los agentes de la
represión y del Estado, así como la supre- «La Revolución del 31 de marzo nunca rom-
sión del aparato represivo y de los centros pió la Constitución, sino que eliminó de la
de tortura. Según esta autora, el movimien- vida pública los elementos perjudiciales
to buscaba el derecho a la verdad y la justi- para la acción brasileña. El movimiento de
cia, la reparación histórica y el «rescate de 1964 ni siquiera llegó a establecer una dicta-
la memoria» en la lucha contra el olvido [9]. dura militar en el país. Nunca. Siempre hubo
La transición democrática, que se inició renovación del Presidente de la República y
en 1974 y se prolongó hasta la promulga- elecciones en todos los niveles y Estados» [11].
ción de la Constitución de 1988, se confi-
10.– Edson Teles y Renan Quinalha, «O alcance e os limites
8.– Carlos Fico, «A negociação parlamentar da anistia do discurso da ‘justiça de transição’ no Brasil», en Edson
de 1979 e o chamado ‘perdão aos torturadores’», Revista Teles y Renan Quinalha (coords.), Espectros da ditadura:
anistia política e justiça de transição. 4 (2010), p. 321. da Comissão da Verdade ao bolsonarismo, São Paulo:
9.– H. Greco, «50 anos do Golpe Militar/ 35 anos da Lei de Autonomia Literária, 2020, p. 33-35.
Anistia», p. 165. 11.– O Globo, 13 de abril de 1984, p. 3.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 43


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Controlar el proceso de apertura era zados por Geisel y Figueiredo, y aprobados


también evitar cualquier tipo de castigo y por las Fuerzas Armadas. Neves también
revanchismo contra los militares, y la pro- comentó que su candidatura no podía tener
pia candidatura de Tancredo Neves a la pre- ningún sentimiento revanchista:
sidencia seguía esta línea. Para el General
Leônidas Pires Gonçalves, «Tancredo Neves «No es anti revolución, sino posrevolución.
compartió el principio básico que presidió La gran mayoría de los brasileños son jóve-
la aprobación de la amnistía: ‘la mayoría nes cuyo interés no es el examen del pasa-
[de los militares] tenía la sensación de que do, sino la construcción del futuro, con la
las represalias vendrían de allí’» [12]. solución de los graves problemas que aque-
En la portada del número de septiembre jan al País, en fin, con el destino de Brasil,
de 1984 de O Globo, el titular del día era: que nos corresponde asegurar» [14].
«Exclusiva: Tancredo reacciona ante el mie-
do al revanchismo». La declaración de Ne- Con la elección indirecta de Tancredo
ves al periódico fue en respuesta a una nota Neves el gobierno de João Batista Figueire-
del senador Moacyr Duarte, entonces sub- do y la dictadura llegaban a su fin. En una
jefe del Partido Socialdemócrata (PDS), que entrevista con el periodista Alexandre Gar-
señaló la preocupación de Figueiredo por la cía (TV Manchete), el entonces Presidente
hipotética victoria de Tancredo Neves. Para General tuvo «un desahogo herido», afir-
Duarte, al candidato le faltó un pulso firme mando estar cansado y contando los días
para «frenar la explosión revanchista de para el fin de su gobierno [15]. En enero de
grupos comprometidos con la izquierda y 1985, Tancredo representaba la esperanza,
de ideología ajena que le acompañan y ejer- mientras que Figueiredo representaba un
cen influencia en su comportamiento» [13]. régimen moral y económicamente arrui-
En su respuesta, Tancredo Neves afirmó nado [16]. La declaración final del dictador al
que la acción subversiva se había extingui- pueblo brasileño dejó claro su deseo:
do en el país, y negar el hecho era impugnar
los actos de liberación [la ley de Amnistía «P.: Ahora, dejando de lado a los políti-
y el fin de los actos institucionales] reali- cos, imaginamos que esta cámara está re-
gistrando su entrada en los hogares del
12.– Ronaldo Costa Couto, Memória viva do regime militar:
Brasil, 1964-1985, Rio de Janeiro, Record, 1999, p. 242; C. brasileño medio, del pueblo llano. En este
Fico, «A negociação parlamentar da anistia de 1979», p. momento que deja la presidencia de la Re-
332; Leonidas Pires Gonçalves ocupaba el cargo de co- pública. ¿Qué diría usted?
mandante del Tercer Ejército; fue Ministro del Ejército
durante el gobierno de José Sarney (1985-1990) y creador
del proyecto ORVIL. Sobre su biografía puede verse http:// R: Bueno, la gente, la gente que me escu-
www.fgv.br/cpdoc/acervo/dicionarios/verbete-biografico/ chará será quizás el 70% de los brasileños
leonidas-pires-goncalves-1. (Consulta: 11 de marzo de que están apoyando a Tancredo, así que es-
2022).
pero que tengan razón, que el Dr. Tancredo
13.– O Globo, 19 de septiembre de 1984, p. 1. A finales de
pueda hacer un buen gobierno para ellos. Y
1979, la dictadura puso fin al bipartidismo que ella misma
había instituido en 1965. A partir de entonces se fundaron que tienen con ellos al Dr. Tancredo y que
una serie de nuevos partidos. El PDS se convirtió en el
14.– Ibidem.
partido de apoyo al régimen, incorporando a la mayoría
de los políticos de ARENA. Sobre la cuestión de los 15.– Folha de São Paulo, 25 de enero de 1985, p. 1.
partidos durante la dictadura, véase Américo Freire, «A via 16.– Bernardo Braga Pasqualette, Me esqueçam: Figueiredo:
partidária na transição política brasileira», Varia História, a biografia de uma presidência, Rio de Janeiro, Record, 2020,
30 (2014), p. 287-302. p. 502. [Recurso eletrónico].

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Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

les da lo que yo no pude. Quiero desearle lo construcción de una narrativa positiva y


mejor. Y que me olviden. De hecho, lo pedí festiva sobre el régimen tuvo lugar duran-
desde el principio, ¿recuerdas?» [17]. te la dictadura. Se basó en la censura de
los medios de comunicación, en la lucha
La petición del último general-presi- contra las denuncias internacionales de
dente de la dictadura militar brasileña las violaciones de los derechos humanos
—«que me olviden»­— es, en cierto modo, cometidas por la represión, e incluso en la
emblemática de un proceso que marcó a redacción de una historia oficial, que des-
la sociedad brasileña de forma más am- tacaba los logros en el ámbito económico
plia a lo largo del proceso de transición a y en la lucha contra los denominados ene-
la democracia: el deseo de pasar la página migos de la nación.
de la dictadura y olvidar el pasado. Superar En la década de 1970, especialmen-
el pasado olvidándolo fue un camino ne- te durante el gobierno del general Emílio
cesario tanto para la dictadura como para Garrastazu Médici (1969-1974), la repre-
los nuevos dirigentes del país. Para el úl- sión estatal contra la oposición alcanzó
timo presidente-general João B. Figueiredo su punto álgido. Los años de plomo estu-
y miembros de alto rango del ejército, era vieron marcados por la acción sistemática
necesario olvidar el régimen, sus agentes y de los órganos de información, represión
contener cualquier tipo de revanchismo, es y propaganda. La tortura, los asesinatos y
decir, frenar posibles investigaciones y cas- las desapariciones políticas se establecie-
tigos contra los militares. ron como políticas de Estado. Sin embar-
La batalla por el poder también implicó go, fue también en esta época cuando se
el control de la narrativa, esencialmente inició una campaña de denuncia interna-
en el campo de la memoria. Para Caroline cional contra las violaciones de los dere-
Silveira Bauer la memoria de la dictadura chos humanos cometidas por el gobierno
es un objeto de constante disputa, ya que brasileño, a partir de la presentación de
sufre cambios en función del presente en expedientes que recogían los nombres de
el que se articula, interactuando con los in- los desaparecidos políticos, asesinados y
tereses y preocupaciones políticas del mo- torturados [19]. Dichas denuncias se inten-
mento de su enunciación. En este sentido, sificarían después de septiembre de 1973,
el control militar y de sus partidarios civi- cuando el golpe de Augusto Pinochet que
les sobre el proceso de redemocratización derrocó al gobierno democrático de Salva-
y la Ley de Amnistía contribuyó a la cons-
trucción de la memoria y a la imposición 19.– Los documentos presentados a la Conferencia
Católica de Estados Unidos en abril de 1970 sobre
del olvido sobre el terror y la actuación de
las violaciones de los derechos humanos en Brasil
las Fuerzas Armadas durante el régimen. se reunieron en el dossier Terror in Brazil. El Comité
A su juicio, las Fuerzas Armadas pueden Americano de Información sobre Brasil reunió cartas
ser identificadas como una «comunidad de de presos políticos, declaraciones de miembros de la
Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) como
memorias» en la construcción y difusión
D. Helder Câmara, y diversos documentos que denuncian
de relatos sobre el pasado dictatorial [18]. La las violaciones cometidas por el Estado brasileño. Ver
International Protection of Human Rights, Hearings
17.– Folha de São Paulo, 25 de enero de 1985, p. 4. before the subcommittee on international organizations
18.– Caroline Silveira Bauer, «La ditadura cívico-militar and movements of the Committee on Foreign Affairs House
brasileña em los discursos de Jair Bolsonaro: usos del of Representatives, Washington: U.S. Government Printing
passado y negacionismo». Relaciones Internacionales. La Office, 1974, p. 643-680. Puede consultarse en Google
Plata, Argentina. 28-57 (2019), p. 37-51. Books (Consulta: 11 de marzo de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 45


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

dor Allende en Chile, traería a Europa una El gobierno brasileño se defendió de las
nueva e importante oleada de exiliados acusaciones, culpando a la acción del mo-
políticos latinoamericanos. vimiento comunista de la campaña de difa-
En diciembre de 1969, la revista francesa mación internacional contra Brasil, además
Croissance des Jeunes Nations publicó el Li- de señalar que no había presos políticos en
bro Negro: Terror y Tortura en Brasil. El dos- el país, sino terroristas encarcelados por
sier fue presentado a la Comisión Pontificia actuar contra la seguridad nacional. El in-
de Justicia y Paz por un grupo de sesenta forme también presentó el trato digno y
y un católicos, con el apoyo del arzobispo humanitario al que fueron sometidos los
Hélder Câmara, y llegó a manos del Papa detenidos en las cárceles brasileñas, ne-
Pablo VI. Al denunciar la violencia, las tor- gando con vehemencia las acusaciones de
turas y los asesinatos contra los opositores tortura.
al régimen, incluidos los miembros del cle- Otra disputa sobre la narrativa ganó te-
ro, el dossier recibió una respuesta oficial rreno a lo largo de la década de 1980. En este
del pontífice. Durante la Semana Santa, el período, en pleno proceso de transición a la
Papa pronunció un discurso en la Basílica democracia, Brasil se vio inundado por la
de San Pedro, en el que pidió que se intervi- publicación de memorias y biografías cen-
niera en favor de los presos políticos some- tradas en las trayectorias de los militantes
tidos a tortura en América Latina [20]. de la izquierda armada revolucionaria. Al
Las denuncias contra la tortura llegaron mismo tiempo, las denuncias de torturas,
a la Organización de Estados Americanos asesinatos y desapariciones cometidas por
(OEA), y la respuesta del gobierno de Mé- la dictadura movilizaron a la militancia de
dici fue la elaboración de un informe del izquierdas, especialmente a los familiares
Servicio Nacional de Inteligencia (SNI) en de las víctimas [23].
1974, el Libro Blanco del gobierno en opo- En 1985 salió a la luz el libro Brasil Nun-
sición al referido Livre Noir de 1969 [21]. Ti- ca Mais (en adelante: BNM) [24]. Fruto de seis
tulado Información del gobierno brasileño años de trabajo prácticamente clandestino
para esclarecer las supuestas violaciones de por parte de abogados y un grupo de reli-
los derechos humanos denunciadas en las co- giosos, el proyecto realizó un amplio estu-
municaciones transmitidas por la ‘Comisión dio, basado en la documentación del Su-
Interamericana de Derechos Humanos’ de la premo Tribunal Militar, de los procesados,
Organización de Estados Americanos, el in- encarcelados, torturados, asesinados y des-
forme de 135 páginas pretendía informar
sobre «los aspectos de la siniestra campaña AVU.64 – Dossiê, p. 33, 1974. Nombre original del informe
difamatoria injustamente desatada contra sin traducir: «Informações do governo brasileiro para es-
el Pueblo y el Gobierno de Brasil, justo en el clarecer supostas violações de direitos humanos relatadas
em comunicações transmitidas pela Comissão Interame-
momento en que este país está recogiendo
ricana de Direitos Humanos, da Organização dos Estados
los primeros frutos de la renovación polí- Americanos: 1ª parte». Una publicación importante fue el
tica y el desarrollo económico y social» [22]. Dossier de Muertos y Desaparecidos, elaborado en 1984
por las comisiones de familiares y los Comités Brasileños
20.– James N. Green, We cannot remain silent: opposition de Amnistía (CBA’s).
to the Brazilian Military Dictatorship in The United States, 23.– Una publicación importante fue el Dossier de Muertos
Durham, Duke University Press, 2010, p. 154-156. y Desaparecidos, elaborado en 1984 por las comisiones de
21.– Ibidem, p. 209. familiares y los Comités Brasileños de Amnistía (CBA’s).
22.– Arquivo Nacional (Brasil). Divisão de Segurança e In- 24.– Arquidiocese de São Paulo, Brasil: nunca mais, Rio de
formações do Ministério da Justiça. BR RJANRIO TT.0.MCP, Janeiro, Editora Vozes, 1985.

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Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

aparecidos durante los más de veinte años El BNM afirmó que su objetivo era pre-
de dictadura militar en Brasil. En aquel mo- sentar, a través de los documentos oficia-
mento, el BNM se convirtió en el documen- les de la represión, de las investigaciones
to más importante para denunciar los gra- de la Policía Militar y de los testimonios de
ves atentados contra los derechos humanos los afectados, cómo se aplicaba la tortura
cometidos por la dictadura. y la violencia del Estado, denunciando las
Al mismo tiempo, a partir de marzo de violaciones para que «la violencia, las ig-
1984, un analista del Centro de Informa- nominias, las persecuciones practicadas en
ción del Ejército (CIE) concibió y propuso Brasil en el pasado reciente no se repitan
a sus superiores un proyecto cuyo objetivo jamás» [26].
era combatir lo que consideraba los «falsos Con más de 900 páginas, la ORVIL, a su
recuerdos» sobre la actuación del Ejército vez, presentó la historia de Brasil a partir
y las Fuerzas Armadas a partir de 1964. Se- de cuatro intentos del comunismo por ha-
gún su propuesta, el discurso de los anti- cerse con el poder: La primera habría sido
guos «terroristas», entonces amnistiados, en 1935, con la Intentona Comunista; la
había ido ganando mucho espacio en la so- segunda, entre 1961-1964, con la amenaza
ciedad. Era necesario deslegitimar la narra- comunista representada por el gobierno de
tiva histórica de los enemigos del régimen João Goulart; la tercera entre 1967-1974,
y construir otra, basada en la visión de los con la lucha armada y las organizaciones
«ganadores». Según las historiadoras Pris- guerrilleras; y la cuarta estaría en curso du-
cila Brandão e Isabel Leite, así nació el pro- rante los años 1984 y 1985, cuando el comu-
yecto ORVIL [25]. nismo supuestamente aprovechó la transi-
El creador del proyecto propuso un plan ción democrática para iniciar el trabajo de
de investigación sobre las actividades del manipulación de las masas, incitando al
movimiento comunista y guerrillero en el revanchismo contra las Fuerzas Armadas y
país. Sin embargo, el proyecto no fue acep- desacreditando la «Revolución de 1964» [27].
tado inmediatamente por las Fuerzas Arma- Aunque la publicación del libro fue veta-
das. Por el contrario, sólo en 1985, durante da por el presidente José Sarney en 1988, los
la Nueva República, se inició el proceso de autores afirman que los escritos circularon
organización del proyecto ORVIL, apro- entre la reserva militar y los miembros del
bado directamente por el entonces Minis- CIE a lo largo del tiempo. En 2007, extractos
tro del Ejército, Leônidas Pires Gonçalves, del libro fueron ampliamente difundidos
y que duró hasta 1988. Según los autores, a través de reportajes del periodista Lucas
la repercusión de la publicación del BNM, Figueiredo para periódicos como Estado de
también en 1985, por parte de la Arquidió- Minas y Correio Braziliense. Ese mismo año,
cesis de São Paulo, habría convencido al Figueiredo publicó todo el proyecto bajo el
Ministro del Ejército para iniciar la produc- nombre de Ojo por ojo: los libros prohibidos
ción de la ORVIL. de la dictadura. Sin embargo, Brandão y Lei-
te afirman que fragmentos y citas del pro-
25.– Priscila Carlos Brandão y Isabel Cristina Leite, «’Nunca yecto circularon entre la extrema derecha
foram heróis!’ A disputa pela imposição de significados antes de 2007. Por ejemplo, en el libro Ver-
em torno do emprego da violência na ditadura brasileira,
por meio de uma leitura do Projeto ORVIL», Anos 90. Porto
Alegre, 19-35 (2012), p. 305. La palabra ORVIL no existe en 26.– Arquidiocese de São Paulo, «Brasil: nunca mais», p. 26.
el idioma portugués. El término significa «libro», escrito 27.– P. C. Brandão y I. C. Leite, «Nunca foram heróis!», p.
al revés. 315.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

dade Sufocada, del que es autor el torturador políticos estaban muertas, mediante la Ley
y coronel del ejército Carlos Alberto Bril- 9.140 [30]. Como señalan Teles y Quinalha, el
hante Ustra publicado en 2006 en sitios web texto se guio por los principios de «recon-
como Terrorismo Nunca Mais (TERNUMA) y ciliación y pacificación nacional», como se
en el periódico mensual editado desde 1994 describe en su segundo artículo, que a su vez
Inconfidência [28]. El propio Lucas Figueire- se refería directamente a la Ley de Amnistía
do planteó que algunos ejemplares seguían de 1979, reafirmando el carácter conciliador
circulando desde los años ochenta entre del proceso de transición brasileño [31].
militares y civiles de extrema derecha [29]. Según Carlos Artur Gallo, la referencia
Es posible evaluar que las publicacio- directa a la Ley de Amnistía y su carácter re-
nes de carácter negacionista y celebratorio cíproco pretendía calmar los ánimos entre
ganaron notoriedad en el espacio público ciertos sectores de las Fuerzas Armadas y
cuando los grupos de extrema derecha vin- sus defensores, que acusaban a la Ley 9.140
culados a la dictadura sintieron que la me- de revanchista. El historiador recuerda que
moria del período estaba amenazada por las poco antes de la aprobación del texto final
políticas públicas de transición implemen- del proyecto de ley 869/95, que dio lugar a
tadas durante el proceso de redemocratiza- la Ley 9.140, el entonces diputado federal
ción. Con la distensión política y la promul- Jair Bolsonaro, con el apoyo de grupos mili-
gación de la Ley de Amnistía, el régimen y tares, hizo circular una propuesta que pre-
su comunidad de inteligencia emprendie- veía la indemnización de los familiares de
ron una cruzada contra lo que llamaban los militares que murieran combatiendo lo
revanchismo de izquierdas, negando los que él llamaba la «guerra interna» [32]. Aun-
informes nacionales e internacionales so- que la propuesta de Bolsonaro no encontró
bre torturas y asesinatos, censurando a los resonancia en su momento, expresó la per-
medios de comunicación, escribiendo in- manencia de cierta percepción del pasado,
formes y libros que defendían una historia especialmente entre sectores de la derecha
positiva de lo que llamaban la revolución radical —civiles y militares— que hablaban
de 1964. de una guerra interna entre dos bandos
A partir de los años noventa, incluso con comparables, negando las responsabilida-
la presión de los movimientos de derechos des del Estado y de las Fuerzas Armadas
humanos en la búsqueda de los desapareci- por las graves violaciones de derechos hu-
dos políticos para la apertura de los archi- manos cometidas durante la dictadura.
vos de la represión y la investigación de las La Ley 9.140 preveía la creación de una
torturas y asesinatos cometidos por el Es-
tado, las políticas de reparación implemen- 30.– La Ley 9.140/95 reconoce como muertos a las
tadas por el Estado siguieron la lógica de la personas desaparecidas por participación —o acusación
de participación— en actividades políticas durante el
pacificación y la reconciliación.
período comprendido entre el 2 de septiembre de 1961
Durante los gobiernos de Fernando Hen- y el 15 de agosto de 1979. Puede consultarse en http://
rique Cardoso (1995-1998 y 1999-2002), el www.planalto.gov.br/ccivil_03/leis/l9140.htm. (Consulta:
Estado brasileño reconoció por primera vez 18 de marzo de 2022).
que las personas desaparecidas por motivos 31.– E. Teles y R. Quinalha, «O alcance e os limites do
discurso», p. 40.
28.– Ibidem, pp. 320-321. 32.– Carlos Artur Gallo, «Do luto à luta: um estudo sobre
29.– Lucas Figueiredo, Olho por olho. Os livros proibidos a Comissão de Familiares de Mortos e Desaparecidos
da ditadura, São Paulo, Record, 2009. Puede consultarse en Políticos no Brasil», Anos 90 (UFRGS. Impresso), 19 (2012),
Google Books. p. 339.

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Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

Comisión Especial, que tendría la tarea de Verdad podrá actuar de manera articulada
reconocer a las personas desaparecidas y e integrada con los demás organismos pú-
localizar los cuerpos [33]. Sin embargo, esta blicos [...]».
comisión no se creó hasta finales de 2002,
por lo que empezó a funcionar esencial- Según esta la historiadora, la referencia
mente durante el primer mandato de Luiz a la Ley de Amnistía aludía directamente
Inácio Lula da Silva, que comenzó en 2003. a los impedimentos para la responsabili-
Así, a lo largo de los gobiernos petistas dad penal de los agentes implicados en las
de Luís Inácio Lula da Silva y Dilma Rous- violaciones de los derechos humanos, rea-
seff (2003-2016), mientras seguía reinan- firmando la importancia, en el proceso de
do la preocupación por la pacificación y la transición brasileño, de lo que denominó
reconciliación nacional, las demandas de la «ideología de la reconciliación». Es in-
verdad, memoria y justicia ganaban mayor teresante reflexionar sobre el uso de esta
visibilidad. Según Marcos Napolitano, in- noción de «ideología de la reconciliación»,
cluso en esta época, las políticas del Estado como hace Bauer, para comprender mejor
brasileño sobre el pasado seguían siendo el proceso de transición en Brasil [36].
contradictorias. Así, los gobiernos del PT, al La autora retoma el concepto del histo-
tiempo que ampliaban el trabajo de la Co- riador catalán Ricard Vinyes para «referirse
misión de Amnistía y de la Comisión Espe- a las acciones estatales de igualación éti-
cial de Muertes y Desapariciones Políticas, ca e impunidad equitativa en relación con
buscaban mantener dichas acciones «den- los delitos cometidos en entornos autori-
tro de la tradición de continuismo jurídico- tarios». En este sentido, la función de esta
político que marca la democracia posterior «ideología de la reconciliación» sería, ini-
a 1985, evitando iniciativas de ruptura que cialmente, la de «recrear» una determinada
permitan castigar a los torturadores» [34]. realidad, suprimiendo cualquier elemento
Incluso la tardía creación, sólo en 2011, antagónico mediante el establecimiento de
de una Comisión Nacional de la Verdad una memoria tranquilizadora sobre el pa-
(CNV) tuvo que lidiar con esas ambivalen- sado. En particular, para el caso de Brasil,
cias [35]. Según Caroline Bauer, el texto final Bauer explica que la ideología de la recon-
del proyecto de ley que creó la CNV esta- ciliación
blecía que
«se basó en la equiparación de la violencia
«Observando lo dispuesto en la Ley 6683, del Estado y de las organizaciones armadas
de 28 de agosto de 1979 [énfasis en el ori- de izquierda, lo que permitió responsabi-
ginal del autor], la Comisión Nacional de la lizar a todos de la violencia del período y
fomentar así el olvido recíproco, mediante
33.– Sobre esta ley véase referencia número 30.
la desmemoria y el silencio» [37].
https://www.gov.br/mdh/pt-br/acesso-a-informacao/
participacao-social/orgaos-colegiados/cemdp/comissao-
especial-sobre-mortos-e-desaparecidos-politicos-cemdp. Hasta cierto punto, puede decirse que
(Consulta: 18 de marzo de 2022).
34.– Marcos Napolitano, «Recordar é vencer: as dinâmicas 36.– Caroline Silveira Bauer, «Quanta verdade o Brasil
e vicissitudes da construção da memória sobre o regime suportará? Uma análise das políticas de memória e
militar brasileiro». Antíteses (Londrina), 8 (2015), pp.34-35. reparação implementadas no Brasil em relação à ditadura
35.– El proyecto de ley 88/11, que preveía la creación de civil-militar», Dimensões: Revista de História da UFES, 32
la CNV, fue aprobado en octubre de 2011 y la Comisión se (2014), p. 164.
inició efectivamente en mayo de 2012. 37.– Ibidem, p.151.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 49


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

la ideología de la reconciliación represen- que niega la existencia de la tortura a los


tó uno de los principales obstáculos a la presos políticos; (b) la nostalgia que repre-
labor de la CNV, en la medida en que la senta la dictadura como una época de pros-
responsabilidad penal y el castigo de los peridad, honestidad pública y seguridad
autores quedaron silenciados por las polí- para los trabajadores; (c) el autoritarismo
ticas públicas del Estado. Aun así, hay que conservador como una salida legítima a la
reconocer que en 2014, cuando se publicó crisis política y moral brasileña, rechazan-
el informe final de la Comisión [38], las in- do los valores liberales o socialistas; (d) el
vestigaciones realizadas sobre la violencia elitismo como forma de explicar la crisis
estatal contra diversos segmentos de la so- moral de la sociedad brasileña de la era del
ciedad —entre ellos la población indígena, PT; (e) el moralismo que ve la política como
el movimiento negro, los trabajadores ur- el reino de la corrupción y predica una cru-
banos y rurales, las mujeres y la población zada moral para regenerar las instituciones
LGBTQI+— el Estado había avanzado en el corrompidas por el ‘lulopetismo’» [39].
reconocimiento de los afectados, a lo que
también contribuyó la apertura de algunos Por su parte, segmentos de la izquierda
archivos de la represión, la constatación de buscaron, a su vez, reafirmar el discurso de
las circunstancias de las muertes y la loca- condena de la dictadura, aunque fuese a
lización de diversos centros de tortura y re- través de la ideología de la reconciliación.
presión. Eso fue lo que se vio, por ejemplo, en la se-
Por otro lado, a medida que avanzaba gunda vuelta de la campaña presidencial
el trabajo de la Comisión de Amnistía, la de 2010, cuando activistas del PT se apro-
Comisión Especial de Muertes y Desapari- piaron de un retrato de Dilma Rousseff, de
ciones Políticas y, sobre todo, la Comisión la época en que la entonces candidata a
Nacional de la Verdad, aunque con sus li- la presidencia había sido detenida por los
mitaciones, la sociedad brasileña también órganos de represión de la dictadura. La
experimentó, a partir de la década de 2010, imagen fue publicada en la revista Época
un proceso de polarización de las narrati- para ilustrar un reportaje que analizaba do-
vas sobre el pasado. Este proceso coincidió cumentos oficiales del régimen, como las
con el crecimiento de los grupos de derecha causas del Tribunal Supremo contra Dilma
radical en el país, que comenzaron a defen- Rousseff [40]. El artículo de la revista revela-
der abiertamente las posiciones a favor de ba un tono ambiguo en su tratamiento del
la dictadura. Marcos Napolitano valora que pasado de Rousseff, en la medida en que se
tales tendencias crecieron en el debate pú- centraba en las acciones armadas o asaltos
blico en las primeras décadas del siglo XXI, a bancos cometidos por la ex militante, re-
agrupando diversas corrientes: desde la forzando, en cierta medida, una visión que
más hipster, basada en la crítica a lo políti- equiparaba los crímenes cometidos por los
camente correcto, hasta la más radical, que militantes de izquierda con los cometi-
dos por el Estado. Los propios asesores de
«no necesitan el buen humor y se manifies- Rousseff evitaron polemizar sobre el pasa-
tan de varias maneras: (a) el negacionismo
39.– M. Napolitano, «Recordar é vencer», p. 34.
38.– El año 2014 fue emblemático porque se conmemoró 40.– Época, 2010. Puede consultarse en http://
el cincuenta aniversario del golpe cívico-militar que revistaepoca.globo.com/Revista/Epoca/0,,EMI163155-
depuso al gobierno democrático de João Goulart (1961- 15223,00-DILMA+NA+LUTA+ARMADA.html. (Consulta: 18
1964). de marzo de 2022).

50 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54


Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

do de la entonces candidata, limitándose a


responder que

«Dilma no participó, no fue interrogada


sobre el tema y ni siquiera fue denunciada
por participar en alguna acción armada, no
siendo juzgada ni condenada por ello. Dil-
ma fue detenida, torturada y condenada a
dos años y un mes de prisión en virtud de
la Ley de Seguridad Nacional, por ‘subver-
sión’, en una época en la que oponerse a los
gobiernos militares era ‘subversivo’» [41].

Sin embargo, la fotografía de Rousseff


acabó siendo apropiada por la militancia
del Partido de los Trabajadores [42], trans-
formada en pegatinas, panfletos y camise-
tas con el sello de la «Guerrilla Dilma» que
había luchado contra la dictadura. También
era una versión apaciguadora del pasado
nacional y de Rousseff, en la medida en que Sattu Rodrigues, ilustración de Dilma
la imagen, que circulaba con el lema «cora- Rousseff, 2010. (Fuente: Revista Época).
zón valiente», en referencia a la entonces
candidata del PT a la presidencia, caracte- fundamental que la dinámica entre la me-
rizaba el proyecto de los opositores a la dic- moria y el olvido sobre el pasado dictatorial
tadura como una lucha por la democracia promovió: la construcción de una narrativa
y no en nombre de la revolución socialista. oficial que silenció las formas plurales en
que la sociedad brasileña vivió la dictadura.
La memoria, los silencios y la derecha Según esta perspectiva, tendía a prevalecer
radical una memoria cómoda y apaciguadora de la
sociedad como víctima del régimen, que a
El pacto democrático en Brasil, construi- su vez silenciaba el apoyo recibido por la
do a partir de la apertura política y de los dictadura y las tradiciones conservadoras
procesos de transición, fue guiado por la brasileñas [43].
ideología de la reconciliación, engendran- Ahora bien, si la sociedad no esta-
do innumerables silencios sobre el pasado ba involucrada de ninguna manera con
dictatorial, que, a su vez, impactan de di- los valores y las políticas implementadas
ferentes maneras en la democracia actual. por la dictadura, ¿cómo explicar el man-
A principios del siglo XXI, Daniel Aarão tenimiento de ese régimen de excepción
Reis llamó la atención sobre un aspecto durante veintiún años? O incluso, ¿cómo
explicar la actual presencia de manifesta-
41.– Ibidem-
ciones a favor del retorno del Acto Insti-
42.– La imagen en O Globo. 2010. Puede consultarse en
https://oglobo.globo.com/politica/eleicoes-2010/retrato-
de-dilma-guerrilheira-vira-icone-petista-4990407. 43.– Daniel Aarão Reis, Ditadura militar, esquerdas e
(Consulta: 18 de marzo de 2022).. sociedade, Rio de Janeiro, Jorge Zahar Editor, 2005.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 51


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

tucional 5, las peticiones de intervención «Las Fuerzas Armadas acabaron asumien-


militar y el cierre del Tribunal Supremo? Y, do la responsabilidad de pacificar el país,
sobre todo, ¿cómo explicar la elección en afrontando el desgaste para reorganizarlo y
2018 de un presidente que tiene como hé- garantizar las libertades democráticas que
roe al torturador Carlos Alberto Brilhante hoy disfrutamos. En 1979, la Ley de Am-
Ustra y dice estar abiertamente a favor de nistía, aprobada por el Congreso Nacional,
la tortura? [44] consolidó un amplio pacto de pacificación
La presidencia de Jair Messias Bolsonaro basado en las convergencias propias de la
viene utilizando sistemáticamente el pasa- democracia. Fue una transición sólida, en-
do dictatorial de forma estratégica. Duran- riquecida con la madurez del aprendizaje
te su mandato, las Comisiones de Amnistía colectivo. El país multiplicó sus capacida-
y de Desaparecidos y Fallecidos han estado des y cambió su estatura» [46].
integradas por militares, que han anulado
amnistías aprobadas en el pasado, han ne- En el extracto, es posible identificar la
gado la persecución política y han abando- permanencia del discurso de la pacificación
nado la búsqueda de desaparecidos, como nacional, y el papel de las Fuerzas Armadas
en el caso de la masacre de la Guerrilla de como garantes del orden. Este discurso, con
Araguaia [45]. diferentes objetivos, resonó a lo largo del
Por primera vez desde la redemocrati- proceso de redemocratización.
zación se observa un intento del Estado En este sentido, la oposición entre me-
de celebrar el golpe cívico-militar de 1964 moria y olvido parece ser insuficiente para
y la dictadura. En 2021, el Ministro de De- entender las batallas por el pasado dictato-
fensa, Walter Souza Braga Netto, obtuvo la rial. Como señala Elizabeth Jelin,
aprobación del Presidente para publicar la
agenda alusiva al 31 de marzo de 1964: «El espacio de la memoria es entonces un
espacio de lucha política, y no pocas veces
esta lucha es concebida como la lucha ‘con-
44.– Véanse noticias: CBN, 2020. En https://cbn.globoradio. tra el olvido’: recordar para no repetir. Las
globo.com/media/audio/294785/manifestantes-pedem- consignas pueden en este punto ser algo
volta-do-ai-5-em-protesto-pro-.htm; UOL Notícias,
tramposas. La ‘memoria contra el olvido’ o
2020. En https://noticias.uol.com.br/politica/ultimas-
noticias/2020/05/31/protestos-brasilia-31-de-maio.htm; ‘contra el silencio’ esconde lo que en rea-
Revista Veja, 2009. En https://veja.abril.com.br/politica/ lidad es una oposición entre distintas me-
bolsonaro-afirma-que-torturador-brilhante-ustra-e-um- morias rivales (cada una de ellas con sus
heroi-nacional/; Y O Globo. En https://oglobo.globo.com/
propios olvidos). Es en verdad ‘memoria
politica/bolsonaro-menciona-chefe-do-doi-codi-ao-
votar-pelo-impeachment-2-19112343; Jovem Pan, 2016. contra memoria’» [47]
En https://jovempan.com.br/programas/panico/defensor-
da-ditadura-jair-bolsonaro-reforca-frase-polemica-o- Comprender la oposición entre estas me-
erro-foi-torturar-e-nao-matar.html. (Consulta: 19 de
morias, y sus mecanismos de olvido, implica
marzo de 2022)
también analizar el papel que jugaron diver-
45.– Evandro Éboli, «Governo Bolsonaro, defensor
da ditadura, anula anistias e suspende busca por
desaparecidos políticos», en la revista O Globo. 46.– Puede consultarse en https://www.gov.br/defesa/pt-
Disponible en https://oglobo.globo.com/brasil/direitos- br/centrais-de-conteudo/noticias/ordem-do-dia-alusiva-
humanos/2021/10/03/973015-em-meio-idolatria-pela- ao-31-de-marco-de-1964-2021. (Consulta: 19 de marzo
ditadura-governo-bolsonaro-anula-anistias-suspende- de 2022)..
busca-por-desaparecidos-politicos (Consulta: 19 de 47.– Elizabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, Lima, IEP,
marzo de 2022). 2012, p. 40.

52 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54


Dictadura, transición democrática y disputas por la memoria en Brasil J. Martins e I. Villarinho

sas porciones de la sociedad en la implanta- taria generada no sólo entre la derecha ra-
ción y mantenimiento de la dictadura. Man- dical, sino también entre se mentos mucho
tener una visión de una sociedad impotente, más amplios de la sociedad. De esta manera,
que vivió la dictadura como una pesadilla es necesario romper con lo que Bruno Grop-
que terminó en la redemocratización, es ig- po identificó como el mito de la sociedad re-
norar no sólo el negacionismo y los discur- sistente y víctima de los acontecimientos [48],
sos celebratorios, sino también la continui- y observar de qué manera las más diversas
dad de las prácticas violentas y represivas porciones de nuestra sociedad vivieron, se
dentro del aparato policial del Estado, y el adaptaron y sufrieron con la excepción coti-
crecimiento de una cultura política autori- diana impuesta por la dictadura.

48.– Bruno Groppo, «O mito da sociedade como vítima:


as sociedades pós-ditatoriais em face de seu passado na
Europa e na América Latina», en Samantha Viz Quadrat
y Denise Rollemberg (coord.), História e memória das
ditaduras no século XX [vol. 1], Rio de Janeiro, Editora FGV,
2015, p. 42.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54 53


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El «derecho al olvido»: Uso, abuso e instrumentalización

Contiendas por la memoria

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Uso, abuso e instrumentalización por la memoria
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54 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 39-54


Planificación, implementación y
expectativas político-militares en las
organizaciones de izquierda chilenas
ante el golpe de Estado de 1973

Planning, implementation and political-military expectations


in Chilean left-wing organizations in responce to the coup
d’état of 1973

Vivien Valenzuela Romero


Universidad de Santiago de Chile

Resumen

En este artículo se busca aportar en la reconstrucción de los planes políticos militares


generados por el Partido Comunista, el Partido Socialista y el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria chilenos, además de su implementación el día del golpe de Estado ocu-
rrido el 11 de septiembre de 1973. Para lograr este objetivo, se utiliza como una de las
fuentes de información principales las memorias de los militantes de las organizaciones
previamente referenciadas, permitiendo abordar la expectativa que tenían respecto a las
posibilidades de respuesta en este ámbito, las que se vieron enfrentadas ante la acción
de las Fuerzas Armadas en su conjunto.

Palabras clave: memoria, planes políticos militares, militantes, expectativa, acciones


armadaso.

Abstract

This article aims to contribute to the reconstruction of the military political plans generated by
the Chilean Communist Party, the Socialist Party and the Revolutionary Left Movement, as well as
their implementation on the day of the coup d’etat on September 11, 1973. To achieve this objecti-
ve, the memories of the militants of the previously referenced organizations are used as one of the
main sources of information, which allows us to address the expectations they had regarding the
possibilities of response in this area, faced with the action of the Armed Forces as a whole.

Keywords: memory, military political plans, militants, expectation, armed actions.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 55


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

El golpe de Estado, ocurrido en Chile el las «fuerzas de orden, incluyendo una na-
11 de septiembre de 1973, constituyó un ciente policía política.
quiebre de gran relevancia en la historia A partir de lo indicado en los párrafos
nacional. En este sentido, entre quienes ex- precedentes, se puede plantear que el ob-
perimentaron la tragedia con mayor fuerza, jetivo de esta investigación es reconstruir
están los y las militantes de los partidos de los planes políticos militares y las aplica-
izquierda, ya que se vieron sometidos in- ciones de dichas preparaciones el día del
mediatamente a la persecución, detención, golpe, utilizando como una de las fuentes
tortura, asesinato y desaparición. Entre los históricas principales la memoria de mili-
testimonios se pueden encontrar personas tantes del MIR chileno, Partido Comunista
que indican haberse sorprendido frente al y Partido Socialista, posibilitando abordar
nivel de violencia ejercido por quienes de- la expectativa que se construyeron en tor-
rrocaron al presidente democráticamente no a este aspecto y que se vieron enfrenta-
electo, Salvador Allende, sin embargo, la das a la realidad de un golpe de Estado en
inminencia del golpe en sí mismo fue vi- donde el conjunto de las Fuerzas Armadas
sualizado con importante claridad por una actuaron unidas.
parte de la sociedad chilena, incluyendo
al Movimiento de Izquierda Revoluciona- «Las batallas por la memoria» [1], un
ria (MIR) chileno, el Partido Comunista proceso que continúa
(PCCh) y el Partido Socialista (PS). Ante
esta situación, en donde el enfrentamien- Considerando la relevancia de la memo-
to se dirigiría de manera definitiva hacia el ria para este artículo, es que resulta cen-
punto de la implementación de la violencia tral reflexionar brevemente en torno a sus
política, cabe preguntarse; ¿cuáles fueron particularidades y a la manera en que se ha
los planes y expectativas en torno a la res- construido la memoria en Chile respecto de
puesta armada por parte de estos partidos lo ocurrido desde el golpe de Estado y du-
para enfrentar el golpe?, ¿cuáles fueron las rante la dictadura militar.
aplicaciones de dichos planes? Siguiendo la teoría de la memoria de
Resulta evidente que intentar respon- Jelin, las memorias y contramemorias se
der a estas preguntas no es una tarea sen- suelen encontrar en conflicto, lo que se en-
cilla, y que claramente otros historiadores tendería como la batalla por la memoria, y
han generado importantes aportes en este éstas deben ser historizadas, ya que se mo-
sentido. Sin embargo, el uso de la violencia difican dependiendo del tiempo y el lugar
política continúa constituyendo un campo en que se construyen, formando parte de
que puede entregar herramientas valiosas luchas sociales y políticas mayores, incluso
para entender qué sucedió y desdibujar la se podría afirmar que la batalla por la me-
imagen exclusiva de víctimas que en nume- moria tiene mayor relación con el tiempo
rosas ocasiones se ha construido en torno en que se recuerda que el tiempo en que
a quienes sufrieron los embates de la dic- suceden los hechos que se están recordan-
tadura, y de esta manera dirigirse hacia la do [2]. A partir de lo indicado, es que resulta
visualización de militantes que efectiva-
1.– Concepto utilizado por María Angélica Illanes, La bata-
mente fueron víctimas, pero que también
lla de la memoria, Ariel, 2002.
se constituyeron en actores que tuvieron
2.– Peter Winn; Steve Stern; Federico Lorenz; Aldo Mar-
expectativas o decidieron ejercer la violen- chesi, No hay mañana sin ayer. Batallas por la memoria his-
cia política contra el accionar conjunto de tórica en el cono sur, Chile, LOM, 2014.

56 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

relevante detenerse a enunciar la mane- De esta forma, se puede indicar que al


ra en que se ha construido la memoria en menos desde la perspectiva gubernamental
torno a lo sucedido en el golpe y durante se ha alcanzado cierta transversalidad en
la dictadura, ya que permite visualizar la torno a la consigna del nunca más, sin em-
necesidad institucional de hegemonizar bargo, aquello se ha realizado a partir del
un tipo de memoria influenciando de igual reconocimiento de quienes sufrieron las
manera el olvido, especialmente de las ac- violaciones a los DDHH como víctimas de la
ciones armadas de izquierda, por modestas represión, invisibilizando hasta cierto nivel
que éstas hayan resultado. las labores militantes de las personas que
En Chile se da la batalla por la memoria actuaron para enfrentar el golpe primero y
en torno a dos formas de recordar princi- derrocar a la dictadura después. Esta invi-
pales; la de los defensores de la dictadura, sibilización aplicó a las labores políticas en
que rememoraban el golpe como la acción general y a las actividades políticos milita-
de salvadores frente al supuesto Plan Z, que res en particular, es decir, no se ha dado un
la izquierda habría tenido preparado para reconocimiento a nivel institucional de las
tomar el poder por la fuerza, (memoria que acciones que realizaron para así desarrollar
se mantuvo hegemónica al interior del país un análisis que permita establecer las razo-
hasta el fin de la dictadura, aunque a nivel nes o consecuencias de sus actos.
internacional no logró el predominio), y Respecto de esta invisibilización institu-
de los opositores a Pinochet y su gobier- cional, el Museo de la memoria constituye
no, recordando la persecución tiránica, se- un ejemplo del intento de reforzar la visión
paración de la familia y la importancia del del nunca más, evitando temas que podrían
respeto a los DDHH frente a las violaciones generar polémica, ya que sus exposiciones
sistemáticas sufridas. Esta última es la me- permanentes inician con el golpe de Esta-
moria del nunca más frente al terrorismo de do, evitando entregar una explicación en
Estado, ya que independiente de las dife- torno a por qué se llegó a ese día decisivo.
rencias ideológicas, las violaciones a DDHH De esta forma, se pretendía que la derecha
son inaceptables. Es la segunda memoria la no utilizara los acontecimientos previos
que se fue consolidando hegemónicamen- como justificación al terrorismo de Estado
te desde el regreso a la democracia, en un ocurrido durante la dictadura militar [4].
proceso que fue avanzando a través de los La construcción de este tipo de memoria
años, a partir de hechos primordiales como también se relacionó con el momento de
el Informe Rettig e informes Valech (en los la transición inaugurado con el primer go-
que participaron intelectuales asociados a bierno de Patricio Aylwin en 1990, en don-
la derecha), sumado al arresto de Pinochet, de se necesitaba establecer socialmente la
reconocimiento de las personas detenidas existencia de víctimas (militantes y perso-
desaparecidas a través de memoriales o de nas sin afiliación política formal) frente a
la construcción del Museo de la memoria, victimarios (agentes de la dictadura), eli-
así como también de acciones judiciales, en minando en los primeros cualquier rasgo
síntesis, gracias a la acción estatal y de las que pudiera colocar en duda su condición
organizaciones civiles la memoria del nun- de víctimas, como lo podría ser su partici-
ca más ha alcanzado una hegemonía rele- pación en acciones armadas [5].
vante [3].
4.– Ibid.
3.– Ibid. 5.– Tamara Vidaurrázaga, «Victimización y heroísmo. Dis-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 57


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Lo anterior, además es expresivo de las se dejan en el olvido otros roles que como
complicaciones de abordar la violencia po- militantes podrían haber jugado [8]. En este
lítica desde la izquierda, pues abre la posi- sentido, y parafraseando a lo planteado por
bilidad de que la derecha golpista busque Enzo Traverso en su texto Memoria e historia
en dichos actos responsabilizar a los parti- del siglo XX [9]; el trabajo de la historiografía
dos de izquierda de lo sucedido antes y des- es comprender y no hacer de la dictadura
pués del golpe de Estado, (a pesar de que el simplemente un objeto de conmemoración,
ejercicio de la violencia no fue patrimonio de compasión o de sufrimiento.
exclusivo de la izquierda chilena, dado que Esta visión de presentar a quienes su-
Patria y Libertad actuó decididamente en la frieron violaciones a DDHH como militan-
desestabilización del gobierno de la Unidad tes y no solo como víctimas, se enmarca en
Popular y la preparación de su caída) [6]. Es los esfuerzos que organizaciones civiles
decir, aporten a la justificación de los actos han desarrollado sistemáticamente, desta-
cometidos por la dictadura contra los mili- cando casos como el archivo audiovisual de
tantes de los partidos que se constituyeron la Corporación Parque por la Paz Villa Gri-
en oposición, ya que los agentes y adheren- maldi y el Archivo Testimonial de la Repre-
tes de la dictadura pretendían (y continúan sión-FASIC [10]. Asimismo, pertenece a una
intentando) presentar a la fuerza opositora forma diferente de construcción de la me-
en igualdad de condiciones para justificar moria en el cono sur «en el cual la noción
la brutalidad aplicada, ya que según su ver- de víctima —ligada a la inserción y acepta-
sión, era necesario para defender al país ción social del paradigma de los derechos
que estaba en guerra y reafirmar la posición humanos— está dejando lugar a otros re-
nacional de la teoría de los dos demonios [7]. latos. La memoria de las otrora víctimas
Sin embargo, tratar la violencia política como combatientes, y específicamente sus
de izquierda en su real proporción, permi- participaciones en la lucha armada sería
tirá por el contrario, establecer que nunca uno de esos relatos recientemente inves-
se podría igualar lo realizado en términos tigados y puestos a la luz pública» [11]. Este
político militares por las organizaciones de proceso se puede visualizar en Chile a tra-
izquierda con lo efectuado por las fuerzas vés de publicaciones de militantes del MIR,
golpistas, permitiendo al mismo tiempo por ejemplo, como José Manuel Bravo en su
reconocer las motivaciones y acciones de libro De Carranco a Carrán. Las tomas que
quienes fueron testigos y a veces actores cambiaron la historia, en donde se aborda
del ejercicio de la violencia, para constituir- la temática de la lucha armada y sus expe-
los en agentes que escapan a la dimensión riencias en este sentido, aunque al mismo
exclusiva de víctimas, es decir, que exceda tiempo continúa constituyendo un tema
lo que la investigadora Tamara Vidaurráza- del que numerosos actores tienen reti-
ga ha conceptualizado como victimización, cencias de tratar públicamente, lo que fue
en donde solo se destaca ese rol unívoco y constatable en la realización de entrevistas

putas de las memorias emblemáticas en dos fechas con- 8.– Ibid.


memorativas: aniversario del Golpe de Estado y Día del 9.– M. Acuña; P. Flier; M. González, B. Groppo; E. Hevia; L.
Joven Combatiente», Fronteras, 2 (2014), pp. 63-80. López; N. Nicholls; A. Oberti; C. Bacci; S. Skura; E. Traver-
6.– Luis Corvalán, Los partidos políticos y el golpe del 11 so, Archivos y memorias de la represión en América Latina
de septiembre. Contribución al estudio del contexto histórico, (1973-1990), Chile, LOM, 2016.
Chile, Universidad de Santiago de Chile, 2016. 10.– Ibid.
7.– T. Vidaurrázaga, «Victimización y heroísmo». 11.– T. Vidaurrázaga, «Victimización y heroísmo», p. 74.

58 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

para una investigación anterior aplicada al clase. Constituye la única vía que conduce
Movimiento de Izquierda Revolucionaria. a la toma del poder político y económico y
En consecuencia, se está en un momento a su ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo
en que dada la transversalidad institucional destruyendo el aparato burocrático y mili-
del nunca más, se pueden complejizar cate- tar del estado burgués, puede consolidarse
gorías de análisis que en su momento fue- la revolución socialista.
ron de utilidad, aunque al mismo tiempo se 3.- Las formas pacíficas o legales de lucha
debe velar por no construir lo que Tamara (reivindicativas, ideológicas, electorales,
Vidaurrázaga denomina como heroísmo, etc.) no conducen por sí mismas al poder.
entendido como: «la construcción de una El Partido Socialista las considera como
imagen heroica de quienes protagonizaron instrumentos limitados de acción, incor-
la resistencia a las dictaduras recientes, re- porados al proceso político que nos lleva
duciéndolos a este papel sin comprenderlos a la lucha armada. Consecuentemente, las
en su completa humanidad, cuestión que alianzas que el partido establezca sólo se
esconde muchos más grises que completan justifican en la medida en que contribuyen
la escena. Héroes que nunca se equivocaron a la realización de los objetivos estratégicos
y a los cuales se puede y debe emular sin ya precisados» [14].
críticas ni cuestionamientos [12]». Este tipo
de memoria (que no tiene el estatus de he- Por lo que resulta claro que al interior
gemónica a nivel institucional), igualmente del partido existían sectores que apoyaban
puede generar dificultades para compren- la lucha armada, mientras que otros defen-
der el pasado, pero sobre todo para pro- dían la vía institucional. En este contexto
yectar un futuro a partir de esa memoria, en 1968 se creó La Organa, el que tenía por
ya que presenta una visión sacralizada que objetivo preparar las condiciones para un
impide analizar críticamente lo sucedido, enfrentamiento armado, aunque alejados
por lo que se debe mantener la precaución de la idea del concepto de focos guerrille-
frente a esta visión [13]. ros que sustentaba al Ejército de Liberación
Nacional (ELN), por ejemplo, en donde tam-
Partido Socialista, una organización bién participaban militantes del partido so-
con dos mundos. cialista. Por el contrario, quienes eran par-
te de la Organa pretendían formar cuadros
La temática militar estuvo presente en políticos que tuvieran conocimientos de la
el Partido Socialista desde antes del triunfo lucha militar, ya que desde su perspectiva,
de Salvador Allende para alcanzar el sillón el enfrentamiento era inevitable. Fue por
presidencial. En este sentido, se pueden esta razón que prepararon desde octubre de
identificar hitos relevantes, como las con- 1969 e iniciaron su funcionamiento en ene-
clusiones obtenidas en el Congreso del Par- ro del año siguiente, la escuela guerrillera
tido de 1967, en donde se indicaba que: de Chaihuín, la que fue descubierta con
gran revuelo social, en mayo de 1970. Pos-
«2.- La violencia revolucionaria es inevita- terior a este hallazgo, se fusionó la Organa
ble y legítima. Resulta necesariamente del
carácter represivo y armado del estado de
14.– Julio César Jobet, «Vigésimo segundo congreso ge-
neral ordinario del Partido Socialista de Chile, Chillán»,
12.– Ibid. Centro de estudios Miguel Enríquez (CEME), 2005, https://
13.– Ibid. acortar.link/tuJ11T (consulta: 5 de febrero de 2022).

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con el ELN [15]. Estas definiciones y acciones En continuidad con la línea anterior, se
entregan claridad de que la temática de la puede indicar que entre 1972 y 1973 dos
viabilidad y necesidad de la lucha armada, grupos de militantes socialistas asistieron a
estaban presentes al interior del partido una escuela de cuadros del Komsomol (Ju-
desde antes que se alcanzara el gobierno a ventud del Partido Comunista de la Unión
través de las urnas, e incluso una vez que se Soviética), en donde revisaron algunas téc-
obtuvo, continuó presente. nicas básicas para el trabajo clandestino.
Siguiendo con lo indicado en el párrafo Tanto la estructura interna como estos via-
anterior, durante el período de la Unidad jes son algunas de las razones que explican
Popular, se destacan hechos como que en que el PS pudiera enfrentar la clandestini-
el Congreso de 1971 se asume a partir de la dad luego del golpe de Estado [19].
dirigencia una posición más revoluciona- De esta forma, a medida que se acercaba
ria. Lo anterior se evidencia en la creación el 11 de septiembre, se hacía más eviden-
del Departamento de Frente Interno, del te que los militares (o al menos un sector)
cual dependía una Comisión de Defensa, la tomaría posición en contra del gobierno
que contaba con tres dispositivos compar- de Salvador Allende, y en ese sentido se
timentados [16]: generaron planes para enfrentarlo, des-
1. Grupo de Amigos Personales o GAP, tacando lo planteado por un dirigente del
organismo orientado a la protección del aparato militar del partido, quien indicaba
Presidente de la República y residencias que el objetivo principal era resguardar al
presidenciales. presidente Salvador Allende, quien ante su
2. Aparato militar, el «que reunía a mi- decisión de mantenerse en la Moneda con-
litantes con alguna experiencia en tareas dicionó las opciones, dibujando un plan en
armadas y cuyo objetivo era canalizar esas donde debían cubrir los cordones indus-
experiencias y proporcionar una fuerza ca- triales, específicamente en Vicuña Macken-
paz de garantizar niveles mínimos de de- na, San Joaquín, Cerrillos y Panamericana
fensa para el partido y el gobierno. Su ori- Norte [20].
gen fue la fusión del Ejército de Liberación Respecto de acceso a armamento, el diri-
Nacional (ELN) y la Organa, y como respon- gente estima unos 140 fusiles con 120 tiros
sable quedó el abogado laboralista Arnoldo para cada uno y algunos lanzacohetes con 6
Camú (Agustín o Tío). Su nombre en clave proyectiles par cada uno [21].
era P6» [17]. Estos preparativos eran viables en la
3. Aparato de informaciones o Equipo de medida en que existiera una división al in-
Inteligencia y Contrainteligencia, orienta- terior de las FF.AA. y al momento del golpe,
do a sistematizar la búsqueda y el análisis la primera decisión de la Comisión política
de información política que resultara de re- que se reunió en el Parque Cormu fue la de
levancia [18]. intentar defender al gobierno, aunque ya se
conocía que todas las FF.AA. estaban ac-
15.– Bayron Velásquez, «La Organa y la escuela de guerri-
lla de Chaihuín (1968-1970): Leninización y guevarización
del socialismo chileno», Izquierdas, 49 (2020), pp. 412-431. 19.– Ibid.
16.– Cristián Pérez, La vida con otro nombre. El Partido So- 20.– «Combates en la zona sur de Santiago. Chile 11 de
cialista en la clandestinidad (1973-1979), Chile, Catalonia- septiembre de 1973», 2005, Centro de Estudios Miguel
UDP, 2021. Enríquez (CEME), https://acortar.link/fkBeKM, (consulta: 5
17.– Ibid., p. 20. de febrero de 2022).
18.– Ibid. 21.– Ibid.

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Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

tuando a favor del golpe de Estado [22]. partido repartiera armamento, Magdalena
Respecto de este testimonio es intere- Falcón, indica en su testimonio que el día
sante detenerse un momento, ya que si bien, del golpe se fue a Fabrilana en el Cordón
pertenece a una colección de documentos Vicuña Mackenna donde la gente estaba
confiables (Centro de Estudios Miguel En- esperando armas en el techo, las que no lle-
ríquez), no es reivindicado por su autor uti- garon, ya que la izquierda carecía de aque-
lizando su nombre o chapa política, lo cual llas, así como de una formación militar de
resulta interesante si se considera que su relevancia. Ella recibió entrenamiento en
fecha de publicación es el año 2005. En este artes marciales y cómo disparar en Fabri-
sentido se evidencia interés en mantener el lana, pero no era suficiente para la enver-
anonimato, ya que finalmente la resisten- gadura de lo que enfrentaban. Enrique Ra-
cia no era lo que se reivindicaba al momen- mos, por su parte (GAP) igualmente estuvo
to de la construcción de la memoria oficial, esperando armas que serían enviadas desde
predominando, por el contrario, la visión Renca, y solo se quedó con garrotes que
de víctimas frente a la represión estatal. construyó junto a quince personas más [24].
Es importante reconocer la existencia Igualmente se pueden encontrar testi-
de estos planes (que requerían de la divi- monios de militantes que obtuvieron algu-
sión interna de las Fuerzas Armadas), la nas armas, pero siempre en una escala muy
modesta formación de militantes en esta menor al armamento que poseía las fuerzas
dirección y la limitada acción de aquellos golpistas, prácticamente de uso personal.
en algunos casos, como lo fue en los en- En este sentido, existe registro de que un
frentamientos de la Legua, de esta manera grupo de veinte militantes se reunieron en
se pueden abordar los testimonios y las ex- la casa de Patricia Valdés y decidieron ir a
pectativas que se generaron en torno a las apoyar en el combate de la zona sur de San-
posibilidades de defensa armada por parte tiago, sin embargo, se encontraron con Ri-
del Partido Socialista, el que además fue la goberto Quezada, quien portaba un AK-47,
organización que tuvo mayores posibilida- y les informó de su participación en la lu-
des de acceder a las armas. cha de esa zona, indicando que todo había
Una vez que se ha establecido la exis- concluido. En esta misma línea de escasez
tencia de cierta planificación, resulta de de armas, Lautaro Labbé narra que a último
interés analizar los testimonios de militan- momento le indicaron desde el partido, que
tes el día del golpe; existen algunos, como él debía conseguir armas y luego dirigirse a
Lautaro Labbé que indican que el 10 de sep- la Población Puerto Montt para el combate,
tiembre estuvo esperando que le entrega- no obstante, faltaba un plan de lo que de-
ran armas para enfrentar el inminente gol- bían hacer, y también una formación acor-
pe, pero aquellas nunca llegaron. Una vez de, puesto que lo único que había recibido
iniciado el golpe, otros militantes, como una o dos semanas antes eran dos clases de
Silvio Espinoza y Benjamín Cares también linchaco [25].
esperaron armas, además de la identifica- A partir de los testimonios anteriores, se
ción del sector de las Fuerzas Armadas que puede plantear que existía cierta expectati-
se mantendrían aliadas a la UP [23]. va respecto de que el Partido Socialista pre-
En esta misma línea de espera de que el sentaría algún tipo de defensa armada, por

22.– Ibid. 24.– Ibid.


23.– C. Pérez, La vida con otro nombre. 25.– Ibid.

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lo que se debía estar disponible para par- del Plan Z, con la coordinación que tendría
ticipar en el enfrentamiento. Sin embargo, que haber con todos los elementos arma-
esta expectativa no significaba que espera- dos de la Unidad Popular. Eso nunca exis-
ran que el aparato militar del partido tuvie- tió. Las casas de seguridad, entre comillas,
ra la suficiente capacidad para derrotar la que teníamos, murieron para el Tanqueta-
ofensiva golpista, por el contrario, proyec- zo. El Servicio de Inteligencia Militar (SIM)
taban la necesidad de prepararse para apo- y Patria y Libertad sabían todo. Nosotros
yar a los sectores de las Fuerzas Armadas estábamos claros de que a ninguna de esas
constitucionalistas o proclives al gobierno casas podíamos ir, porque llegábamos y nos
de la Unidad Popular. En esta línea se en- mataban» [26].
cuentra el testimonio de Gladys Cuevas,
quien se dirigió a la Facultad de Medicina En este testimonio, se puede visualizar
de la Universidad de Chile, en donde te- la existencia de algún tipo de capacidad de
nían escasas armas pensando en defender- respuesta armada, pero al mismo tiempo,
se lo que pudieran en espera de la llegada permite dimensionar la imposibilidad ma-
de militares leales que les entregaran más terial de hacer frente en igualdad de condi-
armas y les enseñaran a usarlas. Igual pos- ciones a las fuerzas golpistas. En este senti-
tura presentaba el Viejo Carlos, militante do, se desmorona la tesis que durante años
que tenía algunas armas y esperaba poder enarboló la derecha defensora del golpe de
apoyar a las fuerzas leales al gobierno, pero Estado y de la dictadura, respecto de que se
ello no ocurrió. En este sentido se esperaba enfrentaban a un enemigo de alta peligro-
que el conjunto de militares, militantes y sidad y que por lo tanto se hacía necesario
movimiento de masas fuera suficiente para el trato que recibieron (persecución, tortu-
hacer retroceder a las FF.AA. golpistas. ra, asesinato y desaparición) [27].
Alejandro García o Rubén (GAP y simpa- Por otro lado, en este testimonio tam-
tizante de Elenos), igualmente pensaba que bién se puede visualizar que la expectativa
llegado el momento del golpe contaría con de desarrollar algún tipo de defensa arma-
el apoyo del partido y de un sector leal de da se encontraba presente en personas fue-
las FF.AA. En su caso, tenía un mayor nivel ra del partido, como los obreros que llevó a
de capacidad de acción que los experimen- Tomás Moro, o el caso de Ferrando Gelmi,
tados por los y las militantes cuyos testi- quien trabajaba en la Empresa Nacional del
monios se narraron previamente, ya que Carbón (ENACAR) en la ciudad de Coronel,
tuvo la posibilidad de llevar a una treintena en donde los mineros les pidieron armas a la
de obreros a Tomás Moro (quienes se lo so- alcaldesa comunista, Norma Hidalgo, pero
licitaron) y les entregaron armas y un breve ella indicó que no habían, en consecuencia,
entrenamiento. Sin embargo, ante el en- indica que la resistencia fue inexistente [28].
frentamiento la mitad de los compañeros Así como existieron quienes tenían la
se fueron. Luego estuvo recorriendo San- intención de levantar las armas, también
tiago con armamento, por lo que decidió hubo personas que optaban por no alzar-
dejar el auto estacionado. En este sentido, las, así lo narra David (militante que utili-
Rubén indica: za chapa), indicando que intentaron llevar

«Ese fue el gran Plan Z. Se supone que es- 26.– Ibid., p. 54.
toy en un dispositivo de seguridad, que soy 27.– Ibid.
segundo oficial, tendría que estar enterado 28.– Ibid.

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Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

armas a algunas fábricas y los obreros los cia menores, el Partido Socialista participó
expulsaban porque indicaban que la con- activamente en dos de los principales fo-
signa era la huelga general, pero que no se cos de resistencia que se realizaron el día
arriesgarían a utilizar las armas (al menos del golpe; en primer lugar, en la Moneda a
en Panamericana Norte). En este sentido, través de los integrantes del GAP del presi-
el militante indica que lo preparado por el dente, en segundo lugar, en los hechos que
partido no tenía relación con la realidad, al ocurrieron en la población de La Legua.
menos en su sector [29]. Respecto de la resistencia llevada a cabo
Posteriormente, David junto a otras per- en la Moneda, los integrantes del GAP com-
sonas salieron a realizar algunos tiros, a batieron junto a miembros de la escolta
realizar escaramuzas para levantar resis- presidencial, primero con la intención de
tencia, puesto que había rumores de que resistir hasta que llegaran refuerzos desde
Prats avanzaba con fuerzas leales desde el los partidos de izquierda y posibles fuerzas
sur, pero aquello no sucedió, viviendo un militares antigolpistas, y después, cuando
difícil episodio con militantes comunistas se visualizó que aquello no iba a ocurrir,
que querían combatir, pero se percataron optaron por combatir sencillamente hasta
de que la situación de los militantes socia- que fueran vencidos. En este contexto, re-
listas era sumamente precaria, ya que esta- sultó sumamente perjudicial que parte de
ban actuando casi sin balas [30]. los refuerzos del GAP (alrededor de catorce
Una expectativa un tanto diferente res- personas) que llevaban armas automáti-
pecto de la capacidad del partido, tenía An- cas y parque (balas), fueran detenidos por
tonio Cortés Terzi, responsable del aparato Carabineros, luego de que Bruno, jefe de
militar del regional del partido, quien se la organización, se acercó confiadamente
encontraba en Concepción y no creía que a consultarles por la situación [32]. Durante
fuese un golpe definitivo, sino un proce- el enfrentamiento, también se puede des-
so que los encontraría preparados, tanto a tacar la dimisión como Director general
ellos como al gobierno. Sin embargo, la rea- de la Policía de Investigaciones de Alfredo
lidad fue que no se llevó adelante ningún Joignant, militante del partido socialista
plan de defensa en Concepción, ya que las que con su decisión habría hecho perder
comunicaciones con Camú estaban corta- los estribos al presidente Salvador Allende,
das desde el 11 de septiembre [31]. marcando el fin de cualquier posibilidad de
Los testimonios revisados previamente, refuerzo armado desde esta institución [33].
dan cuenta de militantes que tenían dentro En La Legua, por otro lado, se desarro-
de sus expectativas que el Partido Socia- llaron variados enfrentamientos, entre los
lista presentara algún tipo de resistencia, que destaca el ocurrido en la industria IN-
posiblemente basados en los discursos y DUMET, en donde fueron detectados por
símbolos que se comunicaban públicamen- Carabineros mientras dirigentes socialistas
te antes del golpe de Estado mantenían una reunión con dirigentes del
Es importante indicar, que a pesar de MIR, ocasión en la que militantes del Par-
que los testimonios anteriores en su ma- tido Socialista llevaron armas recuperadas
yoría dan cuenta de intentos de resisten-
32.– Cristián Pérez, «Salvador Allende, apuntes sobre su
dispositivo de seguridad: el Grupo de amigos personales
29.– Ibid. (GAP)», Estudios públicos, 79 (2000), pp. 32-81.
30.– Ibid. 33.– Joan Garcés, Allende y la experiencia chilena. Las armas
31.– Ibid. de la política, España, Siglo XXI, 2013.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

de Tomás Moro, luego ingresaron a la po- Partido Comunista de Chile,


blación, dividiéndose en columnas que fue- enfrentados al contexto
ron generando enfrentamientos con distin-
tos destacamentos de Carabineros, incluso A pesar de la férrea defensa de la viabi-
se menciona que dañaron un helicóptero lidad del triunfo del socialismo a través de
que sobrevolaba la zona. En este contex- la vía pacífica, este partido igualmente pre-
to, igualmente se presentó un alto nivel de sentó cierto nivel de organización a nivel
apoyo por parte de los pobladores, entre- militar. Ello queda expresado en que desde
gándoles comida o refugio, por ejemplo [34]. 1963 se inició la formación militar de un
A partir de lo revisado previamente, se pequeño número de militantes, aunque no
puede indicar que era esperable que exis- enfocados en la creación de guerrillas, por
tiera la expectativa de que el Partido Socia- el contrario, se visualizaba como necesario
lista podría presentar algún tipo de resis- para defender posibles triunfos del pueblo,
tencia armada frente a un golpe de Estado, en especial de un hipotético gobierno que
ya que era un tema que se encontraba pre- pensaban podían alcanzar en las elecciones
sente en la organización desde 1967 de ma- presidenciales del año siguiente. De esta
nera formal. En este sentido, igualmente forma, durante la década de 1960 y en el
se comprende que esta expectativa se en- transcurso del gobierno de Salvador Allen-
contrara unida a la existencia de un sector de se organizaron Comisiones de Vigilan-
de las Fuerzas Armadas que fuera antigol- cia, entendidas como grupos de diez hom-
pista para actuar en conjunto, ya que no se bres, que poseían instrucción en defensa
prepararon pensando en formar un ejército personal y armas cortas, los que tenían por
paralelo, por ejemplo (ni siquiera la Organa objetivo la autodefensa partidaria, es decir,
tenía por objetivo generar cuadros políti- custodiar locales del partido, lucha calleje-
co militares), sino que orientando a tener ra, resguardo de dirigentes públicos y pro-
cierto material y preparación para defen- teger los actos de masa. Según lo indicado
der junto a las Fuerzas Armadas leales al por Corvalán, estas comisiones las forma-
gobierno de Salvador Allende. Es por esta ron entre dos mil y tres mil militantes [35].
razón que los testimonios al momento de A las Comisiones de Vigilancia, se de-
aludir a temas armados, suelen hacer hin- ben agregar los Grupos Chicos, los que eran
capié en la falta de armamento o inexisten- conformados por cinco militantes cada uno,
cia de directrices generales frente al golpe, los que debían cumplir con múltiples requi-
ya que lo que estaba preparado necesitaba sitos, entre ellos haber rendido el servicio
de la existencia de un sector militar anti- militar. En este caso, el número de personas
golpista, por lo que al no ocurrir, cualquier que integraron esta organización ascende-
posibilidad de resistencia era menor. Por ría a mil aproximadamente con una instruc-
último, en donde se presentaron mayor re- ción militar superior a la experimentada
sistencia, fueron en los sectores en donde por los miembros de las comisiones, ya que
llegó armamentos e integrantes del GAP, sabían utilizar armas automáticas y tenían
probablemente el grupo que estaba mejor conocimiento de táctica y estrategia militar.
preparado para actuar en este caso por par- En cuanto al armamento con el que conta-
te del Partido Socialista. ban, eran cerca de 400 fusiles automáticos
34.– Mario Garcés; Sebastián Leiva, El Golpe en la Legua,
los caminos de la historia y la memoria, Chile, LOM edicio- 35.– Rolando Álvarez, Desde las sombras. Una historia de la
nes, 2012. clandestinidad comunista, Chile, LOM, 2003.

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Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

Ataque a la Moneda, 1 de septiembre de 1973 (fuente: BBC. https://www.bbc.com).

y seis granadas [36]. Las jefaturas de estas ‘constitucionalistas’ que podrían agrupar
unidades estaban en proceso de formación en torno suyo guarniciones completas» [38].
desde 1963 y se encontraban durante seis
meses en cursos de entrenamiento militar En consecuencia, resultaba fundamental
combativo en la Unión de Repúblicas Socia- confiar en el profesionalismo de las FF.AA.
listas Soviéticas, luego otros seis meses en y en la existencia de un sector constitu-
charlas en una dasha y por último práctica cionalista que actuaría en defensa del go-
en terreno en campos de Crimea, de esta bierno de la UP en caso de que se coloca-
forma a mediados de 1970 se contaba con ra en marcha un golpe [39]. Por lo tanto, las
alrededor de cien jefes [37]. expectativas de los militantes comunistas
Es importante insistir en que estas es- el 11 de septiembre tenían relación con la
tructuras: confianza de que sucedería el quiebre al
interior de las FF.AA. y que toda la prepa-
«no respondían a una lógica que preten- ración que tuvieron sus grupos e incluso la
día enfrentar o constituir un ‘ejército del formación de autodefensa que se impartió
pueblo’ contra un ‘ejército de la burguesía’, abiertamente, serían de utilidad para apo-
ni tampoco era la idea formar columnas yar a este sector constitucionalista, ya que
guerrilleras al estilo guevarista. El análisis precisamente siempre fueron pensados
comunista partía del supuesto de que en como organizaciones colaboradoras de las
caso de la existencia de un golpe de Esta- fuerzas armadas profesionales.
do, se produciría un quiebre vertical en las Al momento del golpe, la planificación
FF.AA., es decir, habría mandos militares de resistencia se orientó hacia el concepto
de trincheras, es decir, que los militantes
36.– Ibid.
37.– Carmen Hertz; Apolonia Ramírez; Manuel Salazar,
Operación exterminio. La represión contra los comunistas 38.– R. Álvarez, Desde las sombras, p. 73.
chilenos (1973-1976), Chile, LOM, 2016. 39.– Ibid.

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debían dirigirse a sus lugares de trabajo o decisión unánime, ya que Gladys Marín era
estudio para resistir los primeros embates partidaria de una resistencia activa y fren-
del enemigo, hasta que llegara la fuerza te al análisis realizado por Corvalán y otros
principal constituida por sectores constitu- dirigentes, le surgía la pregunta de por qué
cionalistas de las Fuerzas Armadas, todo lo no se había planteado abiertamente esta
cual finalmente no ocurrió [40]. situación al pueblo, en lugar de comunicar
A pesar de lo indicado previamente, mi- señales contrarias como la portada del dia-
litantes como David Canales, quien estuvo rio del partido, el Siglo, el que se titulaba
trabajando en áreas de seguridad del parti- Todos a sus puestos de combate [43].
do en conjunto con el gobierno de Salvador En consecuencia, se puede visualizar la
Allende, visualizaron después del tanque- construcción de un discurso que podía re-
tazo que la derrota política de la Unidad sultar confuso para los militantes que se
Popular estaba decidida y a aquello se sumó encontraban fuera de los círculos dirigentes,
la imposibilidad de retirar una importante en los que se planteaba que existiría una de-
cantidad de armamento alojado en la em- fensa al gobierno de Salvador Allende, por
bajada cubana, ya que había una vigilancia lo tanto, al momento de la acción militar se
constante por parte de los militares, por lo presentaba una expectativa en dicha direc-
que el 10 de septiembre debió informar ofi- ción. En este sentido destaca el discurso que
cialmente que no podrían realizar la ope- pronunció Luis Corvalán, secretario general
ración, ante lo cual fue tratado de pendejo del partido el 11 de julio de 1973 en el Tea-
por parte de Ulises Estrada, jefe revolucio- tro Caupolicán, (días después del primer in-
nario cubano [41], expresando hasta cierto tento de golpe de Estado ocurrido el 29 de
punto una crítica que se repetiría a nivel junio, también conocido como Tanquetazo).
internacional ante la incapacidad de defen- En esta ocasión el dirigente señaló:
der el gobierno de Allende [42].
La dirigencia comunista evaluó final- «Hay que estar preparados para todas las
mente que la resistencia activa era im- circunstancias, dispuestos a combatir en
posible, incluso un día antes del golpe de todos los terrenos. Si la sedición reacciona-
Estado. Aquello se visualiza en la reunión ria pasa a mayores, concretamente al cam-
que sostuvieron en la mañana del 10 de po de la lucha armada, que a nadie le quepa
septiembre la Comisión Política, en donde dudas que el pueblo se levantará como un
Corvalán manifestó que al llamar al pueblo solo hombre para aplastarla con prontitud.
y a sus combatientes paramilitares a en- En una situación tal, que no deseamos, que
frentarse a las posibles fuerzas golpistas, no buscamos, que queremos evitar, pero
seguramente responderían, sin embargo, que se puede dar, no quedará nada, ni si-
aquello era conducirlos a una batalla que quiera una piedra, que no usemos como
sabían estaba perdida, por lo que inclu- arma de combate. En tal supuesto, la nueva
so antes de que se concretara la asonada, alternativa será derrotar con la máxima ra-
la posición del PCCh se vislumbraba con pidez y energía a los que desencadenen la
claridad. De todas formas, ello no fue una guerra civil y liquidar a penas estalle, para
evitarle a Chile los daños de una prolonga-
40.– Ibid.
da contienda de este tipo» [44].
41.– C. Hertz; A. Ramírez; M. Salazar, Operación exterminio.
42.– R. Álvarez, Arriba los pobres del mundo. Cultura e iden-
tidad política del Partido Comunista de Chile entre democra- 43.– R. Álvarez, Desde las sombras.
cia y dictadura. 1965-1990, Chile, LOM, 2011. 44.– C. Hertz; A. Ramírez; M. Salazar, Operación exterminio.,

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Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

Por lo tanto, resulta claro que el mensaje de Masas (PRPM) que derivó en la creación
de resistencia se encontraba presente en el del Frente Patriótico Manuel Rodríguez
discurso público del partido, y aunque tal (FPMR) en la década de 1980 [46].
vez el objetivo era disuadir a los golpistas A pesar de lo indicado previamente, y
expresando una actitud combativa, igual- de que efectivamente se hizo un esfuerzo
mente generaba expectativas respecto de por comunicar la decisión que se esbozó el
lo que podría suceder al momento del ata- día anterior al 11 de septiembre y el mis-
que definitivo. mo día del golpe en la mañana en una reu-
Otro ejemplo de esta expectativa es el nión sostenida por la Comisión Política [47],
testimonio de Patricio Quiroga, militante igualmente se presentaron militantes que
del Partido Socialista que participó en la tenían la intención y actuaron dentro de
reunión que ocurrió en la industria INDU- sus posibilidades para intentar defender el
MET en la población la Legua en la mañana gobierno. Este es el caso de Eduardo Mo-
del 11 de septiembre, en donde estuvieron rris, jefe operativo del Departamento de
representantes del Partido Comunista, del Investigaciones Aduaneras (DIA), quien
PS y el MIR, para intentar establecer los en la madrugada del día del golpe, inten-
pasos a seguir frente al golpe. Respecto del tó una resistencia armada en los cerros Los
Partido Comunista, Quiroga expresa: Placeres, Barón y Cordillera (ubicados en
la quinta región), la que fracasó [48]. Según
«Los comunistas, 20 días antes habían se- el testimonio de Morris intentaron prepa-
ñalado que contaban con un 10 por ciento rarse junto a los vecinos, aproximadamen-
de la militancia en armas… y eran pode- te 300, reuniendo los escasos implementos
rosos, porque, según distintos cálculos, que tenían, sin embargo, rápidamente se
no bajaban de 180 mil militantes (JJ.CC. dieron cuenta de que no llegarían refuer-
incluida)» [45]. zos ni armamento, por lo que la resisten-
cia sería imposible. Resulta de interés que
Esta afirmación da cuenta de dos aspec- Morris indique su desacuerdo con la línea
tos, primero la expectativa que los comu- del partido, respecto de la confianza en la
nistas habían generado fuera de sus filas, constitucionalidad y profesionalismo de
y segundo la decepción de Quiroga frente los militares, probablemente porque en su
a las escasas posibilidad de combatir a las experiencia, la marina estaba al servicio de
fuerzas golpistas. Esta sensación se repe- la burguesía [49].
tirá tanto entre militantes del PCCh como Una situación diferente se vivió en la po-
de personas que no formaban parte de sus blación La Legua, en Santiago, en donde el
filas, además la decisión de no combatir le acceso a las armas llevadas en gran medi-
generaría conflictos tanto en la dirigencia da por los militantes del partido Socialista,
como en las bases de la organización, inclu-
yendo además críticas internacionales por 46.– R. Álvarez, Arriba los pobres del mundo.
no haber tenido la capacidad de defender 47.– R. Álvarez, Desde las sombras.
el gobierno, lo que a su vez fue uno de los 48.– C. Hertz; A. Ramírez; M. Salazar, Operación exterminio.
factores que influyó en el establecimiento 49.– Manuel Salazar; Nelson Muñoz, «Los libros clave
de la línea política de la Rebelión Popular para entender el Golpe: ‹Voces de la Memoria’. El Golpe en
Valparaíso», 2019, Interferencia, https://interferencia.cl/
articulos/los-libros-clave-para-entender-el-golpe-voces-
pp. 86 y 87. de-la-memoria-el-golpe-en-valparaiso (consulta: 6 de
45.– M. Garcés; S. Leiva, El Golpe en la Legua, p. 40. febrero de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 67


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

permitieron el desarrollo de enfrentamien- que la expectativa se expresaba en esta di-


tos de mayor envergadura, en los cuales rección, la que golpeó contra la realidad de
efectivamente participaron militantes del que un factor clave no ocurrió; la división de
Partido Comunista [50]. Incluso, se prepara- las FF.AA., por lo que resultó evidente que
ron planes para atacar a las comisarías en cualquier expectativa de enfrentamiento
Lota el día 13 de septiembre, para lo que ante el golpe, se vio rápidamente eliminada
se entregaron instrucciones para activar a ante la acción conjunta de las FF.AA., Cara-
los grupos chicos. El objetivo era atacar y bineros y Policía de Investigaciones.
ocupar estos sitios cuando en Concepción De todas formas, el acceso a los testimo-
se llevara a cabo una acción similar. En esta nios podría dar indicios de que ocurrieron
ocasión, los mineros del carbón habrían más episodios en donde los militantes es-
solicitado armas, pero no había [51]. Una vez tuvieron preparados y dispuestos a actuar
que llegó el día 13: ejerciendo la violencia. De hecho resultaría
interesante profundizar en los episodios
«Las órdenes eran confusas. Finalmente se previamente descritos, lo que podría ocu-
decidió recoger todas las armas y explosivos rrir en la medida que los testigos y protago-
de que disponían y esperar instrucciones. nistas se atrevan a posicionarse en contra
En los cerros que están sobre Coronel ha- de la memoria hegemónica, reconociéndo-
bían tomado posiciones cerca de treinta mi- se como militantes que estuvieron dispues-
neros cargados con dinamita a la espera de tos a combatir, alejándose de la perspectiva
las órdenes para atacar a los golpistas. Al- que en algunas ocasiones se ha construido
gunos dirigentes se preguntaban qué harían en torno al golpe, respecto de que los mi-
después, cuando los militares reaccionaran. litares tomaron el poder y toda la pobla-
A la sede del Partido en Coronel […]. Tam- ción lo aceptó pasivamente, visión que por
bién tenían una ametralladora punto 50, un supuesto es útil a la construcción de una
par de metralletas, cartuchos de dinamita y perspectiva victimista, como se mencionó
varios revólveres. Sacaron todo del local y anteriormente, aunque al mismo tiempo se
lo escondieron en piques y socavones ubi- debe recalcar que aquello no significa que
cados en las afueras de la ciudad» [52]. los militares se enfrentaran a un enemigo
en igualdad de condiciones.
En consecuencia, a pesar de las órdenes En síntesis, efectivamente existía algún
de pasar a la clandestinidad y evitar un en- nivel de formación militar al interior del
frentamiento directo, igualmente existie- Partido Comunista y acceso a armamento,
ron militantes que presentaron un ánimo sin embargo, bajo ninguna circunstancia al-
diferente, ya fuera por convicción o por canzaba a transformarse en un peligro real
confusión, los testimonios dan cuenta de para el dominio del uso de la violencia ejer-
estos episodios que probablemente tienen cido por las Fuerzas Armadas. En ese senti-
parte de su explicación en lo manifestado do, se repite el caso del partido Socialista,
públicamente por parte del PCCh antes del en donde tampoco tenían una alta capa-
golpe de Estado, orientado a que defende- cidad armada y al mismo tiempo, requería
rían el gobierno de Salvador Allende, por lo como factor gravitante para realizar algún
tipo de resistencia, el quiebre de las FF.AA.,
50.– M. Garcés; S. Leiva, El Golpe en la Legua. por lo que contrario a lo que se publicó en
51.– C. Hertz; A. Ramírez; M. Salazar, Operación exterminio. el último tiempo de la Unidad Popular, no
52.– Ibid., p. 37. se estaba conformando un ejército parale-

68 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

Bombardeo a la Moneda, 11 de septiembre de 1973. (Fuente: https://www.bbc.com).

lo, por el contrario, se hicieron esfuerzos la violencia en alguno de sus momentos. Lo


por intentar mantener la neutralidad o anterior se puede apreciar en documentos
simpatía de los sectores castrenses pensan- como la Convocatoria al Congreso Constitu-
do que eran un elemento trascendental, y yente de la Izquierda Revolucionaria Chilena,
en el caso del Partido Comunista, dice re- la Declaración de Principios del Movimiento
lación con la confianza en el profesionalis- de Izquierda Revolucionaria MIR y el Progra-
mo y no deliberación de los militares. Por lo ma del Movimiento de Izquierda Revolucio-
tanto, el argumento de que la dictadura se naria (MIR) [53].
enfrentó a un enemigo de igual capacidad Esta definición fue concebida y difundi-
continúa sin sustento. da de forma bastante pública, alcanzando
notoriedad especialmente a partir de los
Movimiento de Izquierda asaltos a bancos que la organización desa-
Revolucionaria, una propuesta rrolló antes de la elección como presidente
que no se concretó de la República de Salvador Allende, cuyo
objetivo era obtener financiamiento para
El MIR chileno se posicionó desde su concretar los objetivos que se habían mar-
congreso fundacional en 1965 como una cado [54]. La forma en que fueron presentados
organización que defendía como único ca- en algunos medios de comunicación como
mino viable hacia el socialismo la lucha ar-
mada, dado que la burguesía no perdería sus 53.– Disponibles en: Marco Álvarez, La Constituyente Revo-
privilegios pacíficamente, sumado a que el lucionaria. Historia de la fundación del MIR chileno, Chile,
LOM, 2015.
imperialismo tampoco permitiría la insta-
54.– «Habla jefe del MIR, entrevista exclusiva a Miguel
lación de este tipo de sistema político. En
Enríquez», El Clarín, 29 de agosto de 1969, disponible en
esta línea argumentaban que las revolucio- sala de Microformatos en la Biblioteca Nacional de Chile,
nes triunfadoras fueron las que ejercieron (consulta 9 de noviembre de 2015).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 69


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

El Clarín, les permitió comenzar a construir tesis político-militares que se elaboraron


una imagen atractiva para algunos sectores previamente.
de la juventud, ya que se presentaban como Se planteaba que la oposición buscaría
militantes que robaban manteniendo cier- realizar un golpe rápido y súperestructural,
tos códigos de respeto y en algunas ocasio- en el cual participaran la menor cantidad
nes compartían lo que habían obtenido [55]. de personas posibles, específicamente mi-
En consecuencia, la imagen de los miristas litares adquiriendo el carácter de cuadrilla-
se asociaba a acciones de mayor radicali- zo incluyendo las siguientes modalidades
dad, aunque fuera bajo límites de compor- posibles: «golpe militar con o sin apoyo de
tamiento. las clases medias, con o sin fachada legal,
Respecto del contenido de la política mi- con ofensiva política y operativa previa o
litar, a pesar de que existía consenso res- sin ella; puede comenzar también por el
pecto de la necesidad del uso de la violencia levantamiento de algunas unidades, pue-
política, al momento de establecer concre- de darse también como paso posterior a
tamente la manera en que se debía ejercer, la continuación de un gabinete militar» [59].
existieron diferencias al interior de la or- Es decir, se visualizaba que la oposición ya
ganización, las que derivaron en distintos no estaba apegada a la legalidad vigente,
giros que se llevaron adelante en la política y que por lo tanto sería capaz de usar va-
militar [56]. En concreto para el momento en riadas formas de golpe, sin importar nece-
que se visualizaba que el golpe de Estado sariamente la creación de una fachada de
era inminente se generó un documento que legalidad, lo cual generaba un panorama de
describe en detalle los escenarios imagina- mayor complejidad, ya que la élite estaba
rios [57] generados para enfrentar una situa- dispuesta a utilizar una mayor cantidad de
ción como aquella, es el denominado Estra- mecanismos violentos.
tegia de enfrentamiento y lucha prolongada En este escenario se visualizaban dos
contra intentos golpistas de las clases domi- etapas, la primera de enfrentamiento in-
nantes el cual estaba destinado sólo para mediato, en la cual probablemente las fuer-
el Comité Central, aprobado en febrero de zas serían desfavorables al campo popular,
1972, y elaborado por Miguel Enríquez, An- y por lo tanto se presentaba como la pre-
drés Pascal Allende y Arturo Villabela [58]. paración para una segunda etapa de lucha
Éste constituye el documento que trata en prolongada que permitiría ampliar el en-
mayor profundidad la temática de resisten- frentamiento en tiempo, territorio abarca-
cia frente a un golpe de la clase dominan- do y personas involucradas. Respecto del
te, adquiriendo una relevancia similar a las rol de los militares, similar a los partidos
referenciados anteriormente, se apostaba a
55.– «El MIR reparte la torta», El Clarín, 02 de marzo de trabajar para su división interna y de esta
1970, disponible en sala de Microformatos en la Bibliote-
ca Nacional de Chile (consulta: 27 de noviembre de 2015).
forma apoyaran a las masas de civiles orga-
56.– Para ver en detalle los giros de la política militar mi- nizados en contra del golpe de Estado.
rista se puede revisar Vivien Valenzuela, Pueblo, conciencia Dentro del enfrentamiento inicial se
y fusila. La política militar del MIR. 1965-1973, Chile, Esca- visualizaba que en el sector urbano existi-
parate, 2018.
57.– Entrevista a Andrés Pascal Allende, (3 de febrero de 59.– «Estrategia de enfrentamiento y lucha prolongada
2016). contra intentos golpistas de las clases dominantes», fe-
58.– Andrés Pascal, «El MIR, 35 años, un atajo revoluciona- brero de 1972, disponible en Martín Hernández; Pedro
rio», La Haine, https://www.lahaine.org/internacional/his- Naranjo, Recopilación de textos de Miguel Enríquez, pp. 93
toria/mir35parte2.htm, (consulta: 11 de febrero de 2022). y 94.

70 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

ría la Masa armada entendido como áreas se colocaron a prueba en primer lugar du-
cercanas a concentraciones de pobladores rante el tanquetazo el 29 de junio de 1973,
y obreros quienes tendrían medios caseros en donde ocurrió cierta movilización res-
para generar agitación (levantar barrica- pecto de tomarse fábricas, pero no se cons-
das, tomar fábricas, entre otros). Estas zo- tituyeron en masas armadas, probablemen-
nas de masa armada serían apoyadas por te debido a la falta de preparación técnica y
Destacamentos militares constituidos por de acceso a armamento.
militantes miristas que tenían mayor co- Al revisar en detalle lo ocurrido prime-
nocimiento, preparación y armamento. Por ro en el tanquetazo, a partir del testimonio
su parte, se esperaba que oficiales y subofi- de Andrés Pascal Allende, integrante de la
ciales incentivaran a los integrantes de sus dirigencia mirista, se puede indicar que se
unidades a que se rebelaran a los sectores visualizaron las imposibilidades de activar
golpistas. los planes preparados en la teoría, en este
Para la primera etapa igualmente se es- sentido indica que no pudieron:
tablecieron espacios de enfrentamiento:
Zonas urbanas importantes y la Zona rural «movilizar los pocos recursos armados que
importante, en las que se establecerían las teníamos, que eran derivados de, que lo ha-
masas armadas; mientras que la segunda bíamos sacado del arsenal de la seguridad
serviría de base para el desarrollo de una personal de Allende cuando nos echan, nos
guerra irregular que se generaría durante la vamos con la mitad, que no eran muchas,
lucha prolongada. También se encontraba pero unos cientos, ya, entre esos habían
la Zona mediana en donde la masa armada lanzacohetes, ametralladoras […] nosotros
de menor envergadura tendría por objetivo intentamos movilizar, pero como ya había
evitar el traslado de las fuerzas golpistas. Y, una cierta situación represiva, en cierto
por último, Zonas pequeñas en donde de- sentido de persecución, nosotros teníamos
bían realizar acciones que mantuvieran la que tener escondido todo el armamento y
presencia de la resistencia, es decir, se pen- todas las cosas, entonces poder sacar el ar-
saba en una forma de extender el conflic- mamento de los barretines de los depósitos
to a lo largo del país, especialmente con- donde estaban escondidos, constituir una
siderando que se esperaba una derrota en fuerza permanente que sea capaz de operar
el enfrentamiento inmediato, que de igual conjuntamente con compañeros que esta-
manera permitiría el desarrollo de la lucha ban cada uno en sus casas, con sus activida-
prolongada. des, reunirlos. El hecho concreto, es que la
En este documento se establecían las ta- realidad demostró que era un proceso mu-
reas orgánicas y técnicas que el MIR reque- cho más lento y difícil de que el nosotros
ría para que el plan se pudiera concretar; presuponíamos, entonces en eso se fracasa
estructura de informaciones que estudia- porque no se logra cumplir ese objetivo» [60].
ra al enemigo, sistema de alerta para que
el golpe no fuera sorpresivo, una red de En consecuencia, para la dirigencia se
acuartelamiento, red clandestina, talleres comenzaba a visualizar el difícil escenario
de armamento casero, instrucción técni- al que se verían enfrentados al momento de
ca para los cuadros y el desarrollo de C.A. un golpe definitivo, debido a una estructura
(este último punto no se detalla).
Estos escenarios imaginados claramente 60.– Entrevista a Andrés Pascal Allende, (3 de febrero de
respondieron a posibilidades teóricas que 2016).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 71


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

de comunicación y organización insuficien- En consecuencia, el MIR se enfrenta a


tes que tornaban difícil alguna posibilidad imposibilidades materiales y a la toma de
de enfrentamiento real. Esto al menos en la decisiones que en la práctica impedían co-
dirigencia mirista, porque en un sector de locar en marcha su plan de defensa, siendo
las bases las expectativas iban en una di- expresivo de un contexto que no era favo-
rección distinta. rable.
Un segundo episodio recordado por An- Luego del tanquetazo se agudizó la re-
drés Pascal Allende, y que da cuenta de la presión por parte de las Fuerzas Armadas
incertidumbre respecto de qué decisiones contra las organizaciones de izquierda al
tomar: amparo de la ley de control de armas, si-
tuación de la que incluso da cuenta el en-
«[...] fue una discusión en la dirección del tonces Comandante en jefe del Ejército,
MIR, del grupo de dirección del MIR que es- Carlos Prats [62], por lo cual no se generó
taba acuartelado ese día, en la cual yo tam- un ambiente propicio para solucionar los
bién participé en que se debate, se discute problemas que se habían evidenciado en el
si debíamos o no acceder al armamento que tanquetazo, provocando que el día del gol-
los suboficiales de la Fuerza aérea de la base pe definitivo, las posibilidades de enfren-
aérea del Bosque tenían control en ese mo- tamiento fueran mínimas. En este sentido,
mento, y dentro de ese control estaban diri- se destaca la participación de militantes en
gidos por compañeros suboficiales miristas los combates que se dieron en la población
y ellos lo que plantean es que vayamos y La Legua, especialmente en la reunión que
recojamos las armas y repartámosla y orga- se llevó a cabo en la industria INDUMET
nicemos las milicias, ya habían organizados junto a representantes del Partido Socialis-
algunas milicias que no tenían armamento, ta, en donde participaron Miguel Enríquez
ni nada. Que aprovecháramos y le diéramos y Andrés Pascal Allende, y que terminó
ese armamento. abruptamente luego de que Carabineros
Eso provocó una discusión, y con razón por- detectara la reunión y debieran enfrentar
que no era claro lo que pudiera ocurrir luego un intenso tiroteo para escapar del lugar [63],
de eso. Por una parte, sin duda polarizaría la para lo cual requirieron del armamento que
situación y también podría llevar a que otros habían llevado militantes socialistas [64]. Lo
sectores de las fuerzas armadas se sumaran anterior es ilustrativo de una organización
a eso, pero al mismo tiempo también podía que a pesar de haber planteado desde sus
provocar un enfrentamiento del MIR con el inicios la inevitabilidad de la lucha armada,
gobierno, es decir que el gobierno y el presi- en términos prácticos no estaba preparada
dente Allende optaran por reprimir al MIR para el enfrentamiento concreto, especial-
y provocar un quiebre dentro del campo mente cuando en la reunión en INDUMET,
popular bastante complicado. Finalmente, integrantes del MIR indican que necesita-
la balanza, lo que se opta, quien inclina la ban unas horas para convocar a la Fuerza
balanza es Miguel, que él se manifiesta que Central (militantes especializados en el
debemos evitar un quiebre en el campo po- área militar) compuesta por 400 hombres,
pular y que, si bien sería bueno hacer eso, el
resultado podría ser muy negativo. Asique se
deja pasar la oportunidad» [61]. 62.– L. Corvalán, Los partidos políticos.
63.– M. Garcés; S. Leiva, El Golpe en la Legua.
61.– Ibid. 64.– A. Pascal, «El MIR, 35 años, un atajo revolucionario».

72 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


Planificación, implementación y expectativas político-militares en... Vivien Valenzuela Romero

aunque solo 50 con dotación completa [65] es sas, ni a la altura de las exigencias en este
decir, una fuerza mínima que no se compa- escenario de enfrentamiento real» [68].
raba con las expectativas que generó.
A pesar de la imposibilidad de los diri- Estas palabras son expresivas de un mi-
gentes miristas de coordinar la respuesta litante frustrado ante la imposibilidad de
armada, igualmente existieron militantes cumplir sus expectativas, pero sobre todo,
de base que intentaron realizar alguna ac- las expectativas que generaron en la po-
ción ofensiva, en este ámbito se enmarcan blación del lugar, quienes además debieron
testimonios como los de Guillermo Rodrí- enfrentar la fuerte represión que sobrevino
guez o de José Manuel Bravo. El primero luego del golpe de Estado. En consecuencia
deambuló por distintos lugares de Santiago es expresivo de la responsabilidad que se
intentando generar algún tipo de resisten- experimenta por el quiebre de expectativas
cia [66], y el segundo participó de un inten- no solo propio, sino que colectivo y la inca-
to de asalto a un retén de Carabineros en pacidad de defender a quienes confiaron en
Neltume, al sur del país, en donde fueron su proyecto de los embates de la dictadura.
repelidos a tiros y la situación derivó en Es probable que este sentir se extendiera
una fuerte persecución en contra de los mi- entre los y las militantes de la organización.
litantes miristas, ocasión en la cual Bravo En síntesis, el MIR se propuso la temá-
realiza una crítica reflexión [67]: tica de la lucha armada desde la fundación
de la organización, sin embargo, las deci-
«El golpe nos pilló a todos paveando, o siones y circunstancias derivaron en la im-
durmiendo, como dijo el Joaquín. Nos des- posibilidad de enfrentar el golpe de Estado,
gañitamos hablando sobre que había que especialmente debido a la inexistencia de
prepararse para detener las asonadas que un quiebre de las FF.AA., aspecto que al
intentara la oposición y ahí estábamos. No igual que en los otros partidos, también era
hubo ninguna preparación real de ningu- relevante en el MIR, quebrando las expec-
na cosa. Defraudamos también a la gente, tativas que tanto sus militantes como sim-
porque en estas situaciones de golpe y re- patizantes se generaron a partir del discur-
presión nosotros decíamos que estaríamos so que se expresó públicamente.
preparados y daríamos respuesta. Yo mis-
mo lo dije y lo sostuve montones de veces, Conclusión
no porque tuviéramos con qué, sino que te-
níamos por qué. La masa, con justa razón, Todas las organizaciones trabajadas en
creía y creyó que seríamos capaces, que sa- este artículo generaron planes políticos mi-
caríamos armas, uniformes y planes secre- litares, lógicamente con sus diferencias y
tos escondrijos y haríamos frente de verdad puntos de encuentro, pero las tres se plan-
a la embestida reaccionaria. Ayer pude ver tearon la problemática e intentaron desa-
la decepción en los ojos de la gente. Por lo rrollar acciones acorde a sus lineamientos.
visto, parece que no estuvimos a la altura Asimismo, todas las propuestas y acciones
de nuestras proclamas, discursos y prome- fueron insuficientes al momento del golpe
de Estado, sin embargo, es importante re-
65.– M. Garcés; S. Leiva, El Golpe en la Legua.
conocer que de igual manera se intentaron
66.– Guillermo Rodríguez, De la brigada secundaria al cor-
dón Cerrillos, Editorial Universidad Bolivariana, 2007. desarrollar actividades de resistencia el 11
67.– José Bravo, De Carranco a Carrán, las tomas que cam-
biaron la historia, Chile, LOM, 2012. 68.– Ibid., pp. 170 y 171.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74 73


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

de septiembre y días posteriores, lo que per- pero que es necesaria para comprender en
mite visualizar a militantes que no solo fue- todas sus dimensiones lo ocurrido durante
ron víctimas de la represión, sino también la Unidad Popular y luego en Dictadura, y en
actores de la resistencia. Lo último consti- esta dirección, es relevante continuar dan-
tuye una manera de reconstruir la memo- do a conocer y analizar los testimonios de
ria que puede ser distinta a la hegemónica, quienes vivieron el período estudiado.

74 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 55-74


¿Memoria y utopía o recuerdo sin
tiempo rebelde? La memoria como
campo en disputa en la historia
reciente de Guatemala
Memory and utopia or memory without a rebellious time? Memory as
a disputed field in the recent history of Guatemala

Sergio Tischler
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Resumen

El artículo centra su argumentación en los peligros que para las luchas anti-sistema en
Guatemala implica la asimilación de narrativas que identifican las grandes confrontaciones
de la lucha de clases del pasado con el objetivo del establecimiento de una democracia li-
beral y de un Estado de Derecho. Se plantea que es de fundamental importancia para esas
luchas recuperar el impulso utópico de las grandes confrontaciones del pasado en clave
anticapitalista, sin reproducir mitos y dogmatismos, es decir, abriendo esa experiencia me-
diante el recurso de la autocrítica.

Palabras clave: memoria, utopía, revolución, lucha, guerrilla, olvido, Estado.

Abstract

The article focuses on the dangers that for the anti-system struggles in Guatemala implies the
assimilation of narratives that identify the great confrontations of the class struggle of the past
with the objective of establishing a liberal democracy and the rule of law. It argues that it is of fun-
damental importance for these struggles to recover the utopian impulse of the great confrontations
of the past in an anti-capitalist key, without reproducing myths and dogmatisms, that is, opening
that experience through self-criticismr.

Keywords: memory, utopia, revolution, struggle, guerrilla, oblivion, State.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 75-88 75


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Impulso utópico y subjetividad tiempo como negación de la libertad y au-


revolucionaria todeterminación humanas. En otras pala-
bras, la utopía surgida de los antagonismos
La historia reciente de Guatemala ha y contradicciones de la sociedad capitalista
sido marcada por luchas sociales y proce- apunta a eliminar el tiempo enajenado y
sos de insubordinación contra el orden del abstracto que se nutre de la vida y que la
poder nacional condensados en tiempos corroe [2].
específicos. Los podemos nombrar tiempos Ciertamente, el punto de partida nega-
de ruptura y discontinuidad con la historia tivo, históricamente se ha expresado en
dominante. Estos tiempos han sido expre- determinadas dimensiones afirmativas y
siones abiertas del rechazo colectivo a la fórmulas políticas que fracasaron en tanto
vida cotidiana, dominada por las formas experiencias de emancipación, aunque ha-
particulares del dominio del capital local y yan generado opciones de poder, como es el
de las élites oligárquicas en el espacio más caso de la revolución bolchevique en Rusia.
amplio del poder norteamericano. Más es- A contrapelo de un proceso de auto-eman-
pecíficamente, han sido tiempos de con- cipación, generó una estructura de poder
densación y explosión de los antagonismos orientada al control burocrático del tiem-
sociales en formas particulares de la lucha po, identificándolo ideológicamente con la
de clases y de constelaciones histórico- idea fetichista de una historia emancipada.
políticas, los cuales se caracterizan, entre La utopía se transformó en un mito reac-
otras cosas, por un proceso de subjetiva- cionario estado-céntrico que, por su pro-
ción colectiva radical cuyo núcleo ha sido pia lógica, terminó cerrando el tiempo y la
una determinada idea de revolución y de historia. En esa identidad del mito estado-
cambio social. Tanto la revolución demo- céntrico de la historia fue capturada la idea
crática-antioligárquica de 1944-1954 como de revolución.
la lucha armada que, con altibajos e inten- ¿El impulso utópico revolucionario ine-
sidades diferentes, abarca desde los años vitablemente nos conduce al autoritaris-
sesentas a los noventas, son parte de esos mo en sus diversas expresiones políticas?
tiempos. ¿Debemos renunciar a él, así como a la
Ninguna revolución puede ser pensada transformación radical del mundo, es decir,
sin el componente utópico del que es par- a la revolución? Nuestra posición es que
te y genera [1]. La utopía de las revoluciones no. Creemos que hay que transformar ese
es la transformación del tiempo. Su punto impulso en actualización conceptual del
de partida más profundo es la esperanza de cambio social; en una idea nueva que rei-
cortar con las condiciones que han hecho vindique las luchas del pasado, sus logros,
y hacen de la historia tiempo de la domi- así como que establezca sus límites, defi-
nación. Es un punto de partida negativo; ciencias y errores que dieron lugar a una
parte del impulso de negar lo que afirma el determinada praxis. Este es un asunto que
2.– El tiempo como abstracción real es parte de una praxis
1.– Nos referimos a la utopía concreta de la que habla dominada por el trabajo abstracto —núcleo del capital—.
Bloch en contraposición a la utopía abstracta. La utopía Véase John Holloway, Agrietar el capitalismo. El hacer con-
concreta es real, en el sentido de que surge de las con- tra el trabajo, Argentina, Herramienta Ediciones, 2011; y
diciones antagónicas de existencia y se propone cambios Sergio Tischler, El nosotros zapatista y el tiempo como flor
para los cuales existen posibilidfades reales creadas por y rebeldía, México, Colección Al Faro Zapatista - Consejo
esas mismas condiciones de existencia. Ernest Bloch, El Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) - Cátedra
principio esperanza [1], España, Trotta, 2004. Jorge Alonso, 2022.

76 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.75-88


¿Memoria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde? La memoria como campo... Sergio Tischler

no podemos tratar sistemáticamente en el


presente texto. Lo enunciamos, sin embar-
go, porque lo consideramos de fundamen-
tal importancia, ya que establece una pers-
pectiva en el tratamiento del tema de la
memoria de las luchas sociales en general,
y en el caso particular, de Guatemala.
La memoria no es nada más un recuer-
do del pasado, sino un recuerdo dentro de
un campo de disputa en el presente, por el
presente y el pasado. En este campo, el po-
der juega con los dados cargados. Intenta
borrar por diversos medios la rebeldía que
viene desde el pasado como potencia de
cambio. Intenta domesticar el tiempo; ce-
rrar la historia en términos de continuum de
la dominación. En la lucha por la memoria,
debemos encender la chispa de la esperan-
za en el pasado como parte de nuestra ac-
ción para abrir el presente [3]. La conciencia
Miembros del Ejército Guerrillero de los
de que los dados están cargados nos prepa- Pobres (Fuente: https://www.defensa.com).
ra para un posible manotazo al tablero del
poder, que exprese la rabia y la decisión de La guerrilla como sueño organizado
no querer seguir jugando ese juego sino in-
ventar el nuestro. El surgimiento del movimiento guerri-
En los primeros apartados del presen- llero guatemalteco en los años sesentas,
te artículo, intentaremos exponer algunos tuvo por trasfondo histórico la crisis social
aspectos de la experiencia guerrillera en y política derivada del derrocamiento del
Guatemala, y dar cuenta de la dimensión de gobierno revolucionario en junio de 1954.
la subjetividad que hemos denominado im- El golpe de Estado del ejército asestado a
pulso utópico como parte de un tiempo es- Jacobo Árbenz, combinado con la inva-
pecífico de insubordinación. En el apartado sión mercenaria promovida por el gobierno
final, se abordará el tema de la lucha por de norteamericano como parte de la opera-
domesticar la imagen de ese tiempo como ción encubierta del la CIA PBSUCCESS en
parte de un proceso de estabilización de las el marco de la Guerra Fría, fue incapaz de
relaciones de dominación por parte del po- generar un orden político coherente a su
der. Para tal objetivo, nos hemos enfocado interior, y un soporte de legitimidad sufi-
especialmente en el análisis de testimonios cientemente amplio dentro de la población
de militantes y exmilitantes de la que fue políticamente activa y organizada. Desde
una de las organizaciones más importantes su inicio, la lucha entre facciones fue una
de la lucha armada en Guatemala, el Ejérci- de sus características. A los tres años de su
to Guerrillero de los Pobres (EGP). gobierno, el presidente impuesto, el militar
Carlos Castillo Armas, entrenado en Fort
3.– Walter Benjamin, Sobre el concepto de historia. Tesis y Leavenworth, Kansas, y líder del anticomu-
fragmentos, Argentina, Piedras de Papel, 2007. nista Movimiento de Liberación Nacional,

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 75-88 77


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

fue asesinado en el interior de la casa presi- ese momento, brindó a los rebeldes una
dencial como resultado de pugnas internas idea seductora de revolución que cambia-
en el gobierno. Este hecho, se puede tomar ría los modos de organización y de lucha
como un indicador de que la ideología del en el país. Cosas similares pasaron en otros
anticomunismo de la élite no era cemento países. La irradiación simbólico-política de
ideológico suficiente para dar cohesión es- la revolución cubana fue continental. Con
tatal a la lógica de dominación oligárquica, ella, se abrió paso una nueva constelación
que había recuperado su agencia política de luchas revolucionarias que, por un largo
protagónica. periodo histórico, expresó rasgos y formas
Como consecuencia del golpe contra- particulares de la lucha de clases en Amé-
rrevolucionario en 1954, la mayor parte rica Latina.
de las políticas de Estado que apuntaban En el contexto señalado, y como parte de
a un cambio estructural del país, como la la constelación revolucionaria emergente,
reforma agraria promovida por el gobierno surgió la guerrilla en Guatemala. Ésta tenía
de Árbenz, fueron derogadas, y la violencia el objetivo de construir una opción revolu-
institucional reprimió y destruyó a gran cionaria en aquellas circunstancias, para lo
parte de las organizaciones existentes de cual debería transformarse en un núcleo de
los trabajadores, la mayoría de las cuales irradiación ético y político que permitiera
tuvieron auge en el periodo democrático de influir en la crisis política nacional y darle
1944-1954. En los hechos, la violencia ins- a ésta una salida revolucionaria. El grupo
titucional redujo la vida política a un cerco que encabezó el levantamiento militar del
represivo que garantizaba los intereses del 13 de noviembre de 1960, junto con diri-
reducido núcleo oligárquico y sus prolon- gentes del clandestino partido comunista
gaciones sociales, en el marco más amplio Partido Guatemalteco de los Trabajadores
del dominio norteamericano. (PGT), y del Movimiento 12 de Abril, or-
A inicios de los años sesenta, la crisis de ganizaron las Fuerzas Armadas Rebeldes
hegemonía se transformó en manifiesta cri- (FAR), en diciembre de 1962. Meses antes,
sis política nacional. Sus expresiones más en marzo, el primer grupo guerrillero 20 de
visibles fueron el levantamiento militar en Octubre, cuya consigna era la lucha por la
contra del entonces presidente Ydígoras revolución democrático-socialista, había
Fuentes el 13 de noviembre de 1960, enca- sido aniquilado por el ejército en la loca-
bezado por jóvenes oficiales —Luis Turcios lidad de Concuá. Las FAR deberían corregir
Lima, Marco Antonio Yon Sosa y Luis Tre- los errores de ese primer intento de instala-
jo—; así como las intensas luchas calleje- ción del foco guerrillero.
ras de los estudiantes contra del gobierno Ahora bien, lo que nos interesa no es la
en marzo y abril de 1962. Esas luchas no recreación del relato histórico sobre el mo-
solamente respondían a los antagonismos vimiento guerrillero en Guatemala [4], sino
de la configuración política nacional, sino señalar que la subjetividad que lo constitu-
que eran parte de los nuevos aires que se
4.– Una reconstrucción sintética, bien lograda, del llamado
habían abierto paso en el continente con la primer ciclo de la insurgencia revolucionaria se encuentra
revolución cubana. Su presencia simbóli- en Carlos Figueroa, Guillermo Paz y Arturo Taracena, «El
ca fue un factor que, no solamente estuvo primer ciclo de la insurgencia revolucionaria en. Guate-
mala (1954-1972)», en Virgilio Álvares et al. (ed.), Guate-
presente en el proceso político de aquellos
mala: historia reciente (1954-1996). Tomo II. La dimensión
años, sino que iluminó la crisis nacional revolucionaria, Guatemala, Facultad Latinoamericana de
con una nueva perspectiva de cambio. En Ciencias Sociales (FLACSO-Guatemala), 2013.

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¿Memoria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde? La memoria como campo... Sergio Tischler

yó fue parte del sueño colectivo o impulso suerte de actualización del tiempo, tuvo
utópico de transformar la realidad del país, actores nuevos y características específi-
utilizando una clave cuyo código lo había cas, que no se pueden derivar linealmente
proporcionado la experiencia cubana. Ese del periodo del 1944-1954. Es importante
impulso, que con la guerrilla adquiere la di- decirlo, aunque no podamos detenernos
mensión de sueño colectivo organizado, era en un análisis puntual del tema. Más bien,
parte de una realidad objetiva desgarrada queremos señalar que el punto de unión
por contradicciones sociales abiertamente entre pasado y presente fue la crisis como
manifiestas, y antagonismos políticos que manifestación de la agudización de las con-
desbordaban al gobierno en turno y al Esta- tradicciones sociales y los antagonismos
do guatemalteco en general; surgido éste, políticos que la restitución del dominio
como hemos visto, de una contrarrevolu- oligárquico-burgués trajo consigo.
ción y sin capacidad política de organizar el Y que la idea de redención de la revo-
poder en términos de consenso y hegemo- lución derrotada años antes, entró en el
nía, por lo que la forma de reproducción de tiempo del sujeto revolucionario emergente
la dominación era la de la violencia institu- como actualización conceptual, y no como
cional y la represión política. Ese impulso reproducción lineal y mecánica. Entró en
era algo más profundo. Venía de lejos. No clave socialista. Desde la perspectiva de los
se trataba de una suerte de delirio patrió- protagonistas de las formas armadas de lu-
tico de jóvenes militares enfurecidos por cha, el horizonte democrático-burgués de
la ofensa que les causaba el hecho de que aquella revolución se había transformado
el gobierno permitiera el uso del territorio en antecedente histórico superado. Dicho
nacional para entrenar elementos anticas- giro en el código de la revolución, simbó-
tristas con vistas a la invasión a Cuba. Ni licamente se encuentra en el hecho de que
de la espontaneidad subversiva de algunos el primer destacamento guerrillero se llamó
dirigentes estudiantiles en aquella coyun- 20 de Octubre, en homenaje a la revolución
tura, o de la súbita radicalización del PGT. de 1944-1954, y en que su proclamación fue
Había algo de eso, ciertamente. Si nos la de una revolución democrática-socialista.
limitamos a la inmediatez, probablemente Uno de los aspectos más importantes de
solo podamos apreciar ese tipo de manifes- ese giro, fue el cambio del eje espacial del
taciones de la subjetividad constitutiva de proceso revolucionario; su desplazamiento
los hechos. Pero si vamos más allá, es decir, hacia la montaña como lugar desde el cual
a los procesos, entonces encontraremos que la utopía habría de desplegarse, con la van-
éstos son expresiones de una temporalidad guardia guerrillera como su forma política
antagónica al tiempo de la dominación, y y militar organizada. Las urbes y los traba-
que el sueño colectivo del que hablamos jadores urbanos no dejarían de desempeñar
es subjetividad constitutiva de esa tempo- un papel importante en el modelo guerri-
ralidad a contrapelo, propia de los sujetos llero, pero el centro neurálgico del proceso
rebeldes protagonistas de la crisis política estaba en la montaña, y en el campesinado
nacional en los sesentas, la cual es parte de como sujeto revolucionario. En 1967, en un
un flujo de luchas que viene de lejos. balance del proceso, Ricardo Ramírez, uno
Lo que estaba sucediendo en esos años, de los protagonistas de la experiencia gue-
era la manifestación en el presente de la rrillera en la Sierra de las Minas y poste-
coyuntura política del tiempo negado por riormente líder del Ejercito Guerrillero de
la contrarrevolución en junio de 1954. Esta los Pobres (EGP), planteó:

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«En el campo no sólo se encuentran las de su esquematismo, el documento deja ver


condiciones materiales propicias para la una experiencia que se tradujo, entre otras
sobrevivencia y desarrollo de las fuerzas cosas, en intuiciones respecto a la disponi-
revolucionarias en armas, sino que la po- bilidad del campesinado guatemalteco para
blación campesina constituye la fuente incorporarse a un movimiento revolucio-
inagotable para la revolución. Las masas nario, las cuales eran en parte acertadas,
determinantes para la producción nacional como se verá posteriormente.
son precisamente campesinas. En el trans- Por el momento, lo que nos interesa su-
curso de la guerra, en la medida en que las brayar es el cambio de interpretación al
fuerzas guerrilleras vayan derrotando al interior de los actores revolucionarios de
enemigo, la economía y las relaciones so- lo que se podría nombrar tentativamente
ciales del régimen se descalabran, las ciu- como geografía histórico-política del país.
dades se conmueven hasta sus cimientos. Se resalta en el documento la afirmación de
Las masas de los trabajadores urbanos, al que, desde una perspectiva revolucionaria,
sufrir directamente las consecuencias, des- la ciudad, como conjunto de relaciones so-
piertan gradualmente de su sopor y se rebe- ciales y de poder, ya no es el espacio-sujeto
lan. Juegan entonces un papel activo en el principal de la transformación, sino el «ba-
desgaste y parálisis del aparato central del luarte central de las fuerzas opresoras». Si
enemigo y en el asalto final a su más fuerte las fuerzas de revolución democrática de
fortaleza, juntamente con los destacamen- 1944-1954 habían sido fundamentalmen-
tos guerrilleros que la estarán penetrando te urbanas, y la prolongación del proceso
ya. El ciclo del proceso activo de acción ar- de cambio al campo con la reforma agraria
mada que empezó en la ciudad, que se des- fue una suerte de extensión de la dimen-
plazó, se desarrolló y se hizo invencible en sión urbano-céntrica de la historia política,
el campo, se cierra con el derrumbe final del ahora se planteaba un proceso inverso: el
baluarte central de las fuerzas opresoras, la despliegue de las acciones revolucionarias
ciudad» [5]. desde el campo sería la condición necesaria
para quebrar el baluarte urbano del poder.
Hoy sería imposible sostener un esque- El eje de la historia revolucionaria se habría
ma así. No solamente reduce a una fórmula desplazado de la ciudad al campo, y con él
simple la complejidad social y política del el sueño colectivo de transformación so-
país, sino que tiene por trasfondo una lec- cial. Surgió de ese cambio una nueva geo-
tura lineal de la revolución cubana. Pero grafía política, donde la montaña, lugar de
ese no es nuestro tema específico. Con va- asiento inicial del foco guerrillero desde el
riaciones y particularidades, dicho plantea- cual se desplegaría la revolución impulsa-
miento reúne algunas de las ideas fuerza de da por los campesinos, se convertiría en el
las organizaciones que protagonizaron una símbolo ideológico-político por excelencia
nueva etapa de la lucha guerrillera, cuyo en el imaginario de los rebeldes.
ciclo empezó a fines de los sesentas, prin- Cuando Ricardo Ramírez escribió el aná-
cipios de los setentas, y culminó con los lisis referido a fines de 1967, eran momen-
llamados Acuerdos de Paz, firmados en di- tos difíciles para la guerrilla en el terreno
ciembre de 1996. Cabe señalar que, a pesar político-militar, y de crisis a su interior.
Pero una cosa es la crisis, y otra es lo que
5.– Mario Payeras, El trueno en la ciudad, México, Juan Pa- hizo posible esa primera experiencia gue-
blos Editor, 1987, p. 38. rrillera. Fueron las luchas de inicios de los

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años sesentas, las que prepararon la dis- en cuenta errores y limitaciones de la ex-
ponibilidad subjetiva para que el impuso periencia que le antecedió, pero en esencia
utópico del cambio de los actores involu- no pudo cambiar radicalmente ese código,
crados se plasmara en esa praxis política. aunque incorporó nuevas formas de orga-
Para ellos, la guerrilla fue seducción, ena- nización y la experiencia del campesinado,
moramiento, libertad; la experiencia de un particularmente del indígena.
tiempo de transformación de sus propias De hecho, un cambio radical de código
vidas, inmerso en el esfuerzo por cambiar tiene lugar en la experiencia actual del za-
la historia. patismo, donde la trama horizontal de las
Este sueño colectivo fue cantado por relaciones entre el grupo guerrillero inicial
jóvenes poetas, como Otto René Castillo, y las comunidades indígenas ha generado
quien en el vértigo revolucionario se in- una forma nueva de cambio revoluciona-
corporó a la lucha armada y fue asesinado rio, el cual guarda relación directa con la
por el ejército en marzo de 1967 [6]. También centralidad política de la experiencia co-
ha sido relatado en las historias de muje- munitaria de lucha y la idea de autonomía.
res combatientes, como las que narra Mirna Aquí, el campesino-indígena ya no es una
Paiz Cárcamo en el libro Rosa María. Una suerte de clase-soporte de la revolución,
mujer en la guerrilla. Relatos de la insurgen- sino un sujeto colectivo que incorpora su
cia guatemalteca en los años sesenta [7]. propia experiencia de rebeldía como cono-
Paradójicamente, en ese momento el cimiento que transforma epistémicamente
sueño de la revolución campesina era un las formas hegemónicas, particularmente
desplazamiento del sueño de sectores ur- urbano-céntricas de pensar el cambio. Ese
banos radicalizados. Si bien, algunos re- es un punto fundamental que marca la di-
presentantes de la población campesina se ferencia entre una experiencia y las otras.
unieron a la guerrilla en aquellos años, lo
cierto es que ésta no era el resultado de un Cuando los ríos se juntan y la montaña
proceso de auto-organización campesina. se mueve
De tal manera que, aunque cambió la ima-
gen de la geografía política revolucionaria, Como hemos planteado, la guerrilla en
el código de la revolución continuó siendo particular, y la lucha armada en general,
primordialmente la expresión de una acu- entraron en abierta crisis a fines de los se-
mulación de experiencia urbanas. En ese sentas. El golpe de Estado del ejército en
sentido, es importante señalar que la gue- marzo de 1963, fue la respuesta reacciona-
rrilla de los setentas se reorganizó tomando ria a la convulsa situación política de esos
años. Este hecho, daría lugar a un creciente
6.– Otto René Castillo escribió el poema Vamos Patria a proceso de militarización del poder estatal,
Caminar, yo te acompaño, el cual se convirtió en un himno y a que la represión fuera elevada al rango
de la revolución, y dice: «Vámonos patria a caminar, yo te
de guerra contrainsurgente. Las masacres
acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo bebe-
ré tus cálices amargos. Yo me quedaré lciego para que fueron parte de la estrategia.
tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo Después de cierto auge entre los años
he de morir para que tu no mueras, para que emerja tur 1962-1966, la guerrilla tendría que reple-
rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de
garse de la montaña y reorganizarse. Surgi-
mis huesos».
rían de este proceso nuevas organizaciones
7.– Mirna Paiz Cárcamo, Rosa María. Una mujer en la guerri-
lla, México, CIALC - UNAM - Juan Pablos Editor, 2015. [Edi- guerrilleras como el Ejército Guerrillero de
ción de M. Gabriela Vázquez Olivera] los Pobres (EGP), Organización del Pue-

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blo en Armas (ORPA); así como unas FAR Una de las obras que mejor relata esa
reestructuradas, y un PGT que crearía sus experiencia es la de Los días de la selva de
propias FAR —Fuerzas Armadas Revolucio- Mario Payeras. El autor narra, cómo en ene-
narias, creadas en 1968 y disueltas a princi- ro de 1972 un pequeño grupo de individuos
pios de los setenta—. Desde sus particulari- armados cruzó la frontera entre México y
dades, todas contribuirían a la reactivación Guatemala, y se adentró en la selva del Ix-
del movimiento revolucionario; sin embar- cán. Su sueño inmediato era implantar el
go, serían las dos primeras las principales núcleo inicial de la guerrilla, abriéndose
protagonistas del despliegue de la guerra paso en la inmensidad vegetal de la selva.
de guerrillas, iniciado en los setentas como En el vientre de ese sueño también estaba
expresión de la constelación histórica más el vértigo del riesgo abismal y de la incer-
importante de la lucha de clases en el país, tidumbre radical. Si el experimento daba
después de la derrota de 1954. algunos buenos frutos, se dirigirían a las
Uno de los rasgos sobresalientes de esa montañas de los Cuchumatanes, lugar de
constelación revolucionaria fue el encuen- asiento de grandes conglomerados indíge-
tro más profundo entre diferentes acumu- nas. De allí —pensaban— bajaría el torrente
laciones de luchas y resistencias, con sus revolucionario hacia las urbes. La montaña
propias memorias y sueños colectivos. Por despertaría, dando sus pasos iniciales, mo-
un lado, la de los guerrilleros, reorganiza- vida por la fuerza de los ríos rebeldes. El
dos en diferentes núcleos y con sus res- tiempo abría cambiado entonces.
pectivas experiencias; por otro, la de las Mientras tanto, los días primeros fue-
comunidades indígenas, con sus propias ron de duros aprendizajes, y cargados de
historias de resistencia. A ese fenómeno, peligros que amenazaban la existencia de
las comunidades ixiles que se incorporaron aquellos hombres harapientos, en medio
al movimiento guerrillero le llamaron «en- del océano vegetal de la selva. Escribe Pa-
cuentro de dos ríos» [8]. yeras: «Con todo, estábamos conscientes
En los hechos, la guerrilla detonó una de vivir la más hermosa aventura de nues-
masiva sublevación indígena y campesina tras vidas». Ese puñado de hombres, unos
contra el poder oligárquico y el Estado a fi- quince, de diversas condiciones sociales
nes de los setentas y principios de los ochen- y múltiples experiencias de lucha, eran la
tas. Esta experiencia generó una narrativa reunión en un sueño colectivo común [10].
donde podemos encontrar las huellas de la Representaban una de las posibles sínte-
subjetividad que le fue característica, tanto sis organizativas de la historia rebelde del
en los días de ascenso de las luchas como en país; una que, con el tiempo, devendría de
los días sangrientos de la implementación las más importantes, si no la más.
por parte del Estado de la estrategia de Tie- Como si hubiera sido una profecía, o uno
rra Arrasada en los ochenta [9]. de esos milagros que de vez en vez se dan
en la historia por las luchas de los de abajo
8.– Javier Gurriarán me habló de esa experiencia y de la
metáfora del «encuentro de dos ríos» en una conversa- contra el poder de los de arriba, la montaña
ción sobre el tema. comenzó a caminar. Para la primavera de
9.– Entre las obras icónicas de esas narrativas se encuen-
tran los libros de Mario Payeras citados a lo largo de es- y Edinter, 1998.
tas páginas: Los días de la selva y El trueno en la ciudad. 10.– Mario Payeras, Los días de la selva, México, Bloque de
También Elizabeth Burgos, Me llamo Rigoberta Menchú, y Apoyo a la Revolución Guatemalteca, 1980, p. 20. El núme-
así me nació la conciencia, México, Siglo XXI, 1998. Y Yo- ro de quince es tomado de los datos del mismo Payeras
landa Colom, Mujeres en la alborada, Guatemala, Artemis en pp. 16-17.

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1975, la guerrilla se había extendido en un el sueño colectivo. Sin este factor, la histo-
territorio de más de dos mil kilómetros cua- ria de la guerrilla y de la lucha de clases de
drados. Los combatientes ya eran más de los años de auge revolucionario, quedaría
un centenar y la población presionaba para reducida a un plano abstractamente opera-
acciones más directas [11]. Los ríos comenza- tivo e instrumental.
ron a juntarse. Probablemente la dirección A inicios de 1981, la montaña ya era una
del núcleo guerrillero no era del todo cons- hoguera revolucionaria que se había exten-
ciente de las condiciones sociales y políti- dido en el país. Este momento es captado
cas particulares que estaban en el fondo de por Mario Payeras en la siguiente imagen:
la creación de un clima de disponibilidad
de campesinos y de comunidades indígenas «Al iniciarse el año 81, la guerra duraba ya
para la lucha armada, cualitativamente di- cinco años. Durante este nuevo intento de
ferente a las experiencias de resistencia a las fuerzas revolucionarias, los primeros
las que estaban habituados. Pero el hecho disparos habían resonado en las montañas
importante, es que esa disponibilidad exis- del Quiché, un día del mes de junio de 1975.
tía; había surgido una voluntad de cambio Desde entonces, el trueno de la guerra re-
que se traducían en militancia y apoyo a la tumbaba en el noroccidente y en las calles de
guerrilla. Años después, Rigoberta Menchú, la ciudad de Guatemala. Bajo las banderas de
en un conocido relato nos entregará algu- tres organizaciones revolucionarias se libra-
nas de esas experiencias, y dará cuenta de ban combates guerrilleros en Los Cuchuma-
condiciones particulares que permitieron tanes, en la Sierra Madre y en las selvas del
generar el clima de encuentro entre mun- norte, mientras en la capital, en la Costa Sur
dos diferenciados, y hasta ese momento y otras partes del país las fuerzas insurgentes
fragmentados. desplegaban distintas formas de guerra irre-
Fue el anuncio del potencial surgimien- gular. En 1974, tras años de repliegue y pre-
to de un mundo nuevo. De la posibilidad de paración clandestina, luego de la derrota del
eliminar las relaciones de dominación y ex- alzamiento de Luis Turcios y Marco Antonio
plotación vigentes en el país, y de la crea- Yon Sosa en las tierras del nororiente, las
ción de nuevas relaciones sociales. Surcado huestes guerrilleras se habían hecho fuertes
de contradicciones, este proceso era parte en las selvas lluviosas de los ríos fronterizos
de la experiencia vivida al interior de la del norte, en las áreas boscosas del sistema
guerrilla bases de apoyo. No sabemos con de los Cuchumatanes y en los contrafuertes
certeza hasta dónde llegó; de sus alcances nublados de la Sierra Madre occidental. En
y límites [12]. Lo que es claro, es que fue parte los años siguientes extendieron la guerra a
del nuevo horizonte humano que estaba en las planicies del Pacífico, a las Verapaces y al
altiplano central. En 1979, en Nicaragua, el
11.– Ibidem., p. 107. Frente Sandinista había derrocado a la dic-
12.– Algunos aspectos de este proceso, como el contraste tadura de Anastasio Somoza, instaurando el
entre las relaciones de solidaridad y una rígida jerarquía
poder revolucionario. En El Salvador, al ini-
entre vanguardia y base, así como la persistencia de códi-
gos patriarcales en las relaciones sociales, se muestran en ciarse al año 81, las guerrillas revoluciona-
el libro de Carlos Rubén Rodas y Ana Carolina Contreras, rias se aprestaban a lanzar la primera gran
Te vamos a contar. De la guerra y la posguerra en Guatema- ofensiva militar contra el gobierno. El itsmo
la: relatos testimoniales y reflexiones, Guatemala, Escuelas
comenzaba a arder» [13].
de Ciencia Política - Centro de Estudios Latinoamericanos
Manuel Galich - Universidad de San Carlos de Guatemala,
2017. 13.– M. Payeras, El trueno, p. 15.

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Lo que el autor plasmó en esa imagen nal propicio para la solución política de la
fue el climax de la situación revolucionaria. confrontación armada.
Lejos de una evolución ascendente, como
la imagen vislumbra, los días de la revolu- La paz y el sueño rebelde
ción comenzaron a hacerse cada vez más
difíciles. Los sectores populares urbanos, Un resultado de los Acuerdos de Paz
que habían logrado organizarse en los años fue la incorporación de las organizaciones
setentas, fueron cercados por el Estado si- guerrilleras, agrupadas a partir de 1982 en
guiendo una lógica contrainsurgente que la Unidad Revolucionaria Nacional Guate-
perseguía su exterminio. La muerte se res- malteca (URNG), al entramado hegemónico
piraba en las calles; mientras la máquina de la institucionalidad liberal del Estado en
de terror asestaba golpe tras golpe. Mario la forma de partido político. Los Acuerdos
Payeras da cuenta de ese clima en el citado garantizaban su libre juego, en la medida
El trueno en la ciudad. En las montañas y el en que el pacto institucional se respetara.
campo, se aplicó la estrategia contrainsur- En ese marco, dio inicio un proceso com-
gente de Tierra Arrasada. Las aldeas fueron plejo de reorganización de las estructuras
quemadas y sus pobladores masacrados. El políticas y organizativas de la URNG.
genocidio fue brutal; uno de los peores en No es nuestro propósito detenernos en
la historia contemporánea de América La- los avatares de ese proceso, así como en
tina; si no el mayor, con más de doscientos las enormes dificultades que ha tenido esa
mil asesinados y desaparecidos. organización para mantenerse a flote en el
A pesar de sus logros, las fuerzas re- sistema. Lo importante para nosotros, es
volucionarias no habían logrado un nivel señalar que, con la integración de la URNG
organizativo y militar que permitiera neu- al sistema, el sueño utópico de transforma-
tralizar la ofensiva contrainsurgente y des- ción radical que sostuvo y la sostuvo polí-
plegar la propia. Su plan estratégico había tica y socialmente en los años de la guerra,
sido duramente golpeado [14]. Por su lado, el se fue esfumando. Se convirtió en parte de
ejército, a pesar de haber ejecutado un bru- una narrativa de identidad con el discur-
tal genocidio, no había podido aniquilar a so hegemónico; ya que la legitimidad de
las organizaciones guerrilleras y cortar de aquel sueño terminó por codificarse en los
raíz la fuerza moral de la revolución indí- términos liberales de la política. La nueva
gena-campesina y su capacidad de orga- doxa parecía decir: Si no completamente, el
nización [15]. En esas condiciones, se dio un sueño estaba de alguna manera realizado.
proceso tortuoso y contradictorio hacia la La palabra revolución había sido sustituida
firma de los Acuerdos de Paz en diciembre por la de democracia.
de 1996, en el contexto de un clima regio- Ya no había represión abierta, pero las
condiciones para un cambio revolucionario
14.– Al respecto véase Mario Payeras, Los fusiles de octubre, se habían tornado más difíciles. En los años
México, Juan Pablos Editor, 1991. sesenta y setenta, la idea de revolución era
15.– Las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) clara. La experiencia cubana estaba allí, al
son un testimonio de esa voluntad de resistencia. Ante el
genocidio, una parte de la población cruzó la frontera y se
alcance de la mano; era un faro que ilumi-
refugió del lado mexicano. Otra parte lo hizo en las selvas naba las luchas. No era tanto asunto de
del Ixcán y en las montañas del Quiché, conformando las pensar cómo hacer los cambios, sino de ac-
CPR. tuar. Entretanto, la URSS parecía consoli-
dar sus logros económicos y sociales; factor

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¿Memoria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde? La memoria como campo... Sergio Tischler

Foto de Jean Marie Simon sobre la guerra en Guatemala de su libro Eterna Primavera Eterna
Tiranía (Fuente: www.bbc.com).

considerado como condición objetiva para sería la excepción. En consecuencia, el ho-


el cambio revolucionario en países como rizonte de las luchas ya no sería el de la re-
Guatemala, El Salvador o Nicaragua. volución y la utopía. La democracia, pala-
Pero la situación cambió drásticamen- bra central de la doxa del sistema, vendría
te en los noventa con la implosión de la a desplazar a aquellas en su vocabulario
URSS y el campo socialista. Una víctima doctrinal.
de ese fenómeno fue el concepto de revo- ¿Guarda alguna relación el fenómeno
lución. Si había significado para muchos señalado con el tema de la memoria colec-
la esperanza de la creación de un mundo tiva? Nos centraremos en una respuesta
emancipado, libre de la tiranía del capi- posible: el peligro que entraña la posibili-
tal y de toda dominación, su identifica- dad de perder el filo rebelde de la historia
ción con experiencia soviética trajo como y del sueño que, con su impulso utópico,
consecuencia que esa palabra sufriera un hizo posible que importantes sectores de
desgaste ideológico de dimensión univer- la población oprimida desafiaran al sis-
sal, en medio del torbellino triunfante del tema en aquella constelación de la lucha
capitalismo que proclamaba el fin de la de clases de los setenta y principios de
historia. Cosa similar pasó con la utopía. los ochenta; y, a perder también, la capa-
Esa guerra, que también se dio en el campo cidad colectiva de imaginar un cambio en
de los significados, había logrado reducir y las condiciones actuales dominantes. Wal-
condenar esas palabras. ter Benjamin fue enfático en señalar ese
Una salida política para buena parte de tipo de peligro, el que en general acecha
la izquierda fue su integración a la insti- a las clases dominadas en situaciones de
tucionalidad hegemónica, abogando por derrota. A contrapelo, el pensamiento crí-
cambios dentro del sistema. La historia tico debía encender en el pasado «la chis-
política de la izquierda guatemalteca no pa de la esperanza», compenetrado con la
idea de que «tampoco los muertos estarán
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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

a salvo del enemigo, si éste vence. Y este A contrapelo de la desesperanza y de


enemigo no ha cesado de vencer» [16]. asumir la condición de negarse a sí mis-
En el libro Te vamos a contar. De la gue- mos, los autores relatan sus experiencias
rra y la posguerra en Guatemala: relatos tes- en la guerrilla como historias no solamente
timoniales y reflexiones, sus autores, Carlos dignas de ser contadas, sino también en su
Rubén Rodas y Ana Carolina Contreras Cá- carácter de huellas del pasado, necesarias
ceres, habiendo tenido una rica experiencia de retener en la memoria colectiva, ya que
personal y colectiva como integrantes de son parte constitutiva de las luchas en el
los servicios médicos del EGP, nos acercan presente. Sus relatos no están cargados de
a este tipo de peligro. Carolina nos dice al acciones militares, sino que se centran en
respecto: aquellos aspectos y momentos sencillos de
una cotidianeidad que se va construyendo
«El conflicto ideológico expresado en una con relaciones sociales solidarias entre los
confrontación armada nos quitó seres miembros de la guerrilla, y entre ésta y la
amados y amistades muy queridas, pero población organizada, las Comunidades de
también nos dotó de principios, valores y Población en Resistencia (CPR) [18], princi-
fortalezas incalculables e inagotables. La palmente. Nos hablan también de ciertos
post guerra me ha quitado ilusiones y es- límites de esa experiencia; expresados, en-
peranzas, pero las ideas y razones que ori- tre otras cosas, en la rígida jerarquía, propia
ginaron el conflicto ideológico mantienen de la organización militar de la guerrilla,
la creencia en la capacidad que tenemos los entre la vanguardia y bases; así, como de
seres humanos de construir formas de vida la existencia de relaciones de dominación
en sociedad que nos permitan construir un de carácter patriarcal, entre otras prácticas
mundo justo y solidario para los humanos y cuestionables.
en equilibrio con todos los seres vivos que El relato no se propone dar alguna res-
coexistimos en esta tierra y en el universo». puesta política o conceptual al tema de la
revolución hoy. Su propósito es luchar con-
Por su lado, Carlos relata situaciones tra el olvido, reteniendo momentos de una
como la siguiente: experiencia rica y contradictoria, donde la
dignidad ocupa un lugar central. Sin atra-
«Yo, Carlos, regresé a Guatemala en 1997, par la experiencia en un código mítico re-
un año después de la firma de la paz. Me volucionario, nos permite acercarnos a la
llamó poderosamente la atención que al en- utopía y al sueño colectivo de transforma-
contrarme con ex compas, ellos y ellas ne- ción social que jalonaron esa experiencia.
garon su participación, incluso en un caso, También señala pistas para hurgar en las
una persona me dijo que lo confundía con intimidades del mundo guerrillero, de ver-
su hermano gemelo. Yo lo conocía cuando las como parte de un campo de lucha entre
nos unimos ideológicamente antes de la procesos de carácter vertical y procesos ho-
guerra y sabía que era hijo único. Llegué a rizontales.
comprender el grave daño que logró la es- Sabemos que, en la concepción vanguar-
trategia contra-insurgente, que es el negar- dista de la revolución, donde el horizonte
se a sí mismo» [17]. de la acción está inscrito dentro la forma

16.– W. Benjamin, Sobre el concepto de historia, p. 26. y 14.


17.– C. R. Rodas y A. C. Contreras, Te vamos a contar, pp. 13 18.– Sobre las CPR, véase nota 14.

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¿Memoria y utopía o recuerdo sin tiempo rebelde? La memoria como campo... Sergio Tischler

Estado [19], la dialéctica entre lo vertical y lo que nos hemos referido, tenemos en men-
horizontal siempre ha favorecido a lo pri- te que el pasado no ha dejado de constituir
mero. En buena medida, el fracaso de las nuestro hoy; o, para expresarlo en el len-
revoluciones guarda estrecha relación con guaje de Benjamin: cuando el pasado no
esa historia. Sin embargo, si el sueño de la ha sido «redimido», permanece como como
emancipación ha generado una historia he- «continuum» de dominación en la forma de
gemónica dominada por prácticas políticas presente [22]. Es un hecho, que la revolución
verticales, eso no implica que la apuesta no logró hacer saltar ese «continuum» del
por una sociedad basada en relaciones so- dominio del capital en el plano nacional.
lidarias y horizontales de «reconocimiento Es un hecho también, que ese pasado de
mutuo», no haya estado presente en aquel luchas está en peligro de ser domesticado,
sueño. Y que este sueño sea algo imposi- degradado, destruido por parte de la ma-
ble. Es parte, por el contrario, del sueño que quinaria de codificación hegemónica de la
sueña la utopía actual [20]. historia que representa el Estado.
Si algo hemos aprendido en los últimos ¿Es importante salvar ese pasado? ¿Es
años, es que la revolución no puede pen- importante salvar en la memoria colectiva
sarse como un proceso lineal y homogé- los momentos más intensos de ruptura y
neo, sino como un campo contradictorio de discontinuidad con la historia como tiempo
fuerzas. Tener conciencia de esa contradic- de dominación? Para los que creemos en la
ción, es de fundamental importancia para necesidad de un cambio radical del mundo,
desplegar lo que es necesario hacer y lo que esas discontinuidades son parte de nuestra
se pueda hacer en cada momento de las lu- historia rebelde, generadora de un tiempo
chas, y que el proceso no se cierre en una en —y— contra [23] el dominio del capital.
síntesis totalizante de poder, como ha ocu- Sin embargo, no basta con reconocernos en
rrido en las experiencias revolucionarias ellas. Es importante que nos hagamos cargo
del pasado [21]. de esa herencia, y esto no lo podemos ha-
Cuando hablamos de memoria, particu- cer de manera dogmática, creando mitos de
larmente de la constelación de luchas a la esas experiencias. Los mitos son parte del
poder; cierran la historia en identidades
19.– Sobre el tema del Estado como forma de las relacio-
nes sociales en el capitalismo véase Evgeni B Pasukanis, complacientes, cuya función es la negación
Teoría general del derecho y marxismo, España, Labor, 1976; de la crítica como forma de conocimiento.
el ya citado J. Holloway, Agrietar el capitalismo; y Werner Representan una falsa apropiación de la
Bonefeld, La razón corrosiva. Una crítica al Estado y al capi-
experiencia. Es necesario entonces abrir las
tal, Argentina, Herramienta Ediciones, 2013.
historias, rompiendo las identidades que
20.– Entre las experiencias más significativas están la za-
patista y la revolución kurda. Respecto al «reconocimiento las cierran. Si queremos apropiarnos real-
mutuo» como relación alternativa a la capitalista, domi- mente, es decir, creativamente, de la heren-
nada esta última por el dinero y caracterizada por la ne- cia de esas luchas, y no quedar atrapados
gación del otro véase Richard Gunn, Lo que usted siempre
en la red de la identidad mítica del poder,
quiso saber sobre Hegel y no se atrevió a preguntar, Argenti-
na, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla - Herra- es imposible soslayar este problema. De esa
mienta Ediciones, 2015. manera, estaremos mejor posicionados en
21.– Al respecto véase Sergio Tischler, Revolución y des-
totalización, México, Grietas Editores, 2013.La Comuna de 22.– Véase W. Benjamin, Sobre el concepto de historia.
París es un ejemplo de una revolución que cuestiona la 23.– Usamos la formulación en-y-contra de Holloway por-
forma Estado de la política y de la emancipación social. que permite entender la lucha como a) parte de la rela-
Véase Kristin Ross, Lujo comunal. El imaginario político de ción capitalista, b) como desbordamiento de dicha rela-
la Comuna de París, España, Akal, 2016. ción. J. Holloway, Agrietar el capitalismo.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 75-88 87


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

el esfuerzo de salvar en nuestras luchas de trama de dominación más profunda domi-


hoy las del pasado. nada por la forma Estado? ¿Hasta dónde
En el caso particular, la elaboración crí- esa trama anunciaba ya la negación de la
tica de la memoria va a contrapelo de la autoderminación de la población en lucha?
centralidad narrativa del guerrillero heroi- ¿Hasta dónde el impulso utópico devino
co como figura totalizante de la historia re- ideología de poder? ¿Es posible hoy, desa-
volucionaria. No solamente porque eso nos rrollar un movimiento anticapitalista no
lleva a la mitificación de la violencia revolu- teniendo en cuenta preguntas como éstas?
cionaria, sino porque distorsiona la imagen Desde nuestra perspectiva, la memoria
de la compleja constelación revolucionaria no solamente es recuerdo de lo que fue; es
que se vivió, al concentrar en una figura fundamentalmente recuerdo de lo que fal-
mítica el impulso utópico de la población ta. Nuestro acercamiento al pasado revo-
insurrecta. Hay más temas, por supuesto. lucionario reciente no intenta reproducir
Temas como las de relaciones jerárquicas una imagen mítica de él, es decir, muerta.
de poder, ligadas a la forma militar de or- Intenta, por el contrario, contribuir a una
ganización y a la persistencia del patriar- apropiación real del mismo, y a la emergen-
cado dentro de la guerrilla. ¿Hasta dónde la cia de una nueva constelación revoluciona-
figura del guerrillero heroico es una figura ria. El sueño rebelde de la de utopía sola-
patriarcal? ¿Hasta dónde la organización mente podrá reconstruirse desde la crítica
vertical de la guerrilla no era parte de una radical de nuestra propia historia.

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El Estado y la recuperación de la
memoria: los desaparecidos en
Guerrero, México

The State and the Recovery of Memory;


the disappeared in Guerrero, México

Teresa Santiago
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa

Resumen

Este escrito se ocupa de la recuperación de la memoria de los desaparecidos en el


estado de Guerrero durante un período especialmente trágico de la guerra emprendida
contra el narcotráfico (desde 2006). Se intenta mostrar cómo el caso muy bien conocido
de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 ha servido al Estado
mexicano para recuperar selectivamente la memoria de éstos con el fin de encubrir su
desinterés e incapacidad para dar cuenta de otras víctimas y su memoria.

Palabras clave: desapariciones, víctimas, memoria, Estado.

Abstract

This text deals with the recovery of the memory of those who disappeared in the state of Guer-
rero during a particularly tragic period in the war against the drug cartels (since 2006). I intend to
show how the Mexican State has selectively recovered the memory of the 43 students of a Teach-
ers’ Training College disappeared on September 26, 2014 in order to cover up its disinterest and
inability to account for other victims and their memory..

Keywords: disappearance, victims, memory, State.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

La historia es, simplificando al máximo Ahora bien, ¿qué se puede hacer para
la definición, dar cuenta de lo sucedido en «transformar el pasado desde sí mismo y
un período determinado. De acuerdo con recomponer las formas quebradas»? Po-
Aristóteles, es el relato de lo que han hecho demos encontrar una respuesta en Walter
y sufrido los individuos humanos [1]. Como Benjamin, otro de los genios malogrados
sea, no existe la historia que ofrezca el «pa- de la filosofía, en su famoso dictum sobre
norama completo» de lo ocurrido porque la necesidad de «pasar por la historia el ce-
es imposible abarcarlo todo, ante lo cual se pillo a contrapelo» [3] es decir, abandonar el
impone el principio de discriminación en relato de los vencedores para dar voz a las
favor de un relato posible. Pero en segui- víctimas. Ello constituye un proceso en el
da nos topamos con la pregunta ¿qué debe cual deben irse entretejiendo los diferen-
quedar en el relato? ¿qué debe recordarse? tes testimonios directos e indirectos para
¿qué debe ser olvidado? Crítico del espíritu resignificarlos y darles una dimensión más
de su época, Federico Nietzsche reflexionó allá de un mero recuento de hechos, o bien,
sobre estas preguntas en un texto titulado un mero acopio de estadísticas y números.
Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia Tampoco tiene que ver con la cantidad de
para la vida (1873-76). Ahí, el fallecido en testimonios, tan solo uno puede dar cuenta
Weimar despuntando el siglo XX, criticaba del horror de la violencia y del desamparo,
la obsesión irreflexiva del historiador por el y al mismo tiempo servir para recomponer
pasado, obsesión que lo paraliza y le impide las formas quebradas que permitan pensar
usar la historia para la vida, esto es, para la en el futuro.
acción. Para contar la historia de lo que en Mé-
La utilidad de la historia no está enton- xico han sufrido los individuos humanos
ces en el cúmulo de conocimientos, sino durante los últimos años se requerirá de
en el movimiento que debe producir en el múltiples historias y cientos de miradas
hombre y en los pueblos. Ese movimiento sobre la violencia que diezmó —y continúa
o plasticidad equivale a un equilibrio entre diezmando— no pocas zonas del país pro-
la memoria y el olvido. Un pueblo, una co- ducto de combatir a los grupos criminales
munidad, debe aprender a olvidar los he- por parte del Estado, lo que podría llamarse
chos más trágicos de su historia con el fin una «guerra interna irregular» [4]. Esa gue-
de seguir viviendo, pero lo hará una vez que rra ha dejado cientos de miles de muertos,
haya dejado memoria de lo acontecido. «Me desaparecidos, desplazados sobre los cua-
refiero a esa fuerza (plástica) de crecer de sí les no hay un registro totalmente confiable
mismo y de manera propia, de transformar por parte del Estado lo que ha llevado a la
el pasado y lo desconocido y recomponer sociedad civil a cubrir ese vacío.
desde sí mismo las formas quebradas» [2]. No Este texto intenta recuperar algunos
hay movimiento ni plasticidad mientras no testimonios de víctimas en un período es-
quede registro de lo sucedido, porque solo pecialmente violento en el estado de Gue-
así se puede continuar viviendo, es decir,
haciendo historia. 3.– Walter Benjamin, Conceptos de filosofía de la historia,
Argentina, Terramar, 2007, p. 69.
1.–Isaiah Berlin, El estudio adecuado de la humanidad, Mé- 4.– Más sobre el tema de la «guerra interna irregular»,
xico, FCE, 2009, p. 23. consúltense: Carlos Illades y Teresa Santiago, Estado de
2.– Federico Nietzsche, Segunda Consideración intempesti- guerra, México, ERA, 2014; Carlos Illades y Teresa Santiago,
va. Sobre la utilidad y los inconvenientes de la historia para Mundos de muerte: Despojo, crimen y violencia en Guerrero,
la vida, Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2006, p. 17. México, UAM/Gedisa, 2019.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

rrero. Las víctimas de las que se hablará cuperar y mantener la memoria de los des-
son los desaparecidos que ha provocado aparecidos, sino mostrar que en el afán de
la violencia de la guerra contra los grupos encontrar a los estudiantes desaparecidos
delincuenciales ligados al narcotráfico. Por la noche del 26 de septiembre de 2014 en
lo tanto, su memoria será recuperada a tra- la ciudad de Iguala, se descubrieron cientos
vés de los relatos de sus familiares: madres, de fosas con restos de otros desaparecidos
padres, hermanos o amigos que los buscan los cuales, sin embargo, no han merecido
incansablemente. Además de los relatos, la misma atención del Estado para investi-
haremos referencia a los grupos de busca- gar cómo llegaron ahí, quién o quiénes son
dores de restos; restos que, de alguna for- los responsables de las muertes y entierros
ma, hablen de qué sucedió con su familiar. clandestinos. Tampoco la sociedad civil se
En este caso buscar adquiere un significa- ha movilizado de manera importante ante
do y un contenido que va mucho más allá tal descubrimiento. Se ha producido en-
de remover la tierra y de recorrer cientos tonces un fenómeno social, político y éti-
de kilómetros de cerros y montes que cir- camente relevante, a saber: conforme fue
cundan los poblados. Buscar se convierte aumentando la preocupación por satisfacer
en una acción con un sentido emocional las genuinas demandas de justicia de los
y ético que une a todos aquellos que for- padres de los 43 normalistas desaparecidos,
man los grupos de búsqueda. Para muchos, se fue debilitando la atención a los otros,
la vida adquirió ese único sentido y propó- siendo que gracias a los primeros surgieron
sito: buscar al ser querido que un día no a la luz los segundos. De ahí que, la injusti-
regresó a casa y que no debe ser olvidado. cia y revictimización se potencia en el caso
Otro sentido esencial de los relatos y testi- de los otros desaparecidos en contraste con
monios, como de la búsqueda, es el hacerles las víctimas de la noche de Iguala. Así fue
justicia —justicia anamnética, según Reyes durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y
Mate [5]— pues de otra manera se les revicti- así parece ser en el actual gobierno. En po-
miza y se propicia que sigan ocurriendo im- cas palabras, hay la intención programática
punemente las desapariciones, como una de recuperar una memoria selectiva confor-
de las formas de violencia más execrables: me a los intereses del Estado, lo que resulta
«La razón moral implicada en esta acogida en una revictimización de las víctimas de
es clara. Por un lado, la memoria es condi- desapariciones con lo cual se puede con-
ción necesaria para que se realice la justicia cluir que el Estado ha incumplido su fun-
en su dimensión reparadora, para que se ción no solo como garante de la seguridad
ofrezca el reconocimiento debido, e incluso sino de la más elemental justicia al ignorar
para que se avance hacia una reconciliación a los otros, por lo cual preservar la memoria
que merezca el nombre de tal y nunca debe de todos los desaparecidos se vuelve una
ser confundida con el olvido» [6]. tarea necesaria e indispensable.
La idea central del presente escrito es La primera parte del texto se dedica a
hacer ver no solamente cómo se intenta re- plantear el contexto en el cual ocurren
estas desapariciones y, por otro lado, a la
5.– Reyes Mate, «En torno a la justicia anamnética», en aclaración de los conceptos fundamentales
José M. Mardones y Reyes Mate, La ética ante las víctimas,
con los que se trabaja, a saber: desapari-
Barcelona, Anthropos, 2003, p. 108.
ción, víctima, memoria. La segunda parte
6.– Xavier Etxeberria Mauleon, «Víctimas y memoria», Pa-
peles de relaciones ecosociales y cambio global, 109 (2010), está dedicada al caso de los 43 normalistas
pp. 57-65, p. 63. de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de sep-

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

tiembre de 2014, lo que permite, en la si- plazados de la guerra contra el crimen or-
guiente sección, ocuparse de los otros des- ganizado, no se cuenta con cifras fidedig-
aparecidos y de las varias organizaciones nas del número de personas desaparecidas.
de búsqueda. La última parte se dedica a las Se sabe, sin embargo, que el problema es
conclusiones. alarmante, tal como lo han reconocido re-
presentantes de Amnistía Internacional [7].
El contexto Debe decirse que esto, por desgracia, no es
inédito en México. Desaparecidos los hubo
Al sur de la República mexicana, el es- en los tiempos de la guerra sucia [8], pero el
tado de Guerrero tiene una larga histo- encubrimiento, en lugar de darse un proce-
ria de despojo, violencia y revuelta social so en el cual salieran a la luz los crímenes,
propiciada, en gran medida, por los malos sancionar a los culpables y lograr la repa-
gobiernos y los cacicazgos. Una particu- ración de las víctimas, ahora, potenciados,
laridad del estado es que su población es está de regreso. La desaparición de perso-
muy variada, pues compagina poblaciones nas es de tal magnitud que en 2017 el go-
indígenas, con una pujante clase media en bierno de Enrique Peña Nieto se vio en la
Chilpancingo, su capital, por no decir de los necesidad de crear la Ley General en Mate-
cosmopolitas habitantes del puerto de Aca- ria de Desaparición y creó la Comisión Na-
pulco. Sin distingos importantes, el crimen cional de Búsqueda encargada de ocuparse
organizado ha fincado sus reales en prácti- del problema, ante el reclamo de la socie-
camente todas las zonas del estado desde dad civil. Infructuosamente, la Comisión
hace décadas, lo que se explica en parte por no ha tenido el éxito deseado, sea porque
la producción de cannabis y la amapola con no se cuenta con los mecanismos correctos
que se fabrica la goma de opio. Este cultivo, para identificar a los desaparecidos y aca-
sin embargo, ha descendido notablemente so también porque el diseño institucional
en los últimos años debido al aumento en de la propia Comisión no es el adecuado. El
la demanda de fentanilo del otro lado de la gobierno actual, tratando de marcar la di-
frontera norte, lo que ha traído más pobre- ferencia con los anteriores refundó la Co-
za a la ya existente. Esa pobreza y la falta misión Nacional de Búsqueda de Personas
de oportunidades aportaron el contingente Desaparecidas (CND). El documento oficial
humano de la economía criminal. Enrolar- de ésta empieza por reconocer la ineficacia
se en las bandas criminales puede ser una de lo hecho en el pasado, cito in extenso:
empresa muy riesgosa, pero, sin duda, re-
dituable. Las olas de violencia que se dan «En México existe una crisis de desapa-
en Guerrero se desatan en su mayoría por rición de personas, que asciende a 61,637
la competencia entre distintos cárteles por mil personas al 31 de diciembre de 2019,
obtener una plaza y las rutas del trasiego de de vidas y de familias sufriendo la ausencia
droga, o bien, por los enfrentamientos de
éstos con las fuerzas del Estado, principal- 7.– «Amnistía Internacional ‘alarmantes’, desapariciones
mente el ejército y, últimamente, la Guar- forzadas y violencia en Guerrero», La Jornada, en línea, 20
dia Nacional. En el mundo de muerte en que de septiembre de 2017.
se ha convertido Guerrero desde hace déca- 8.– Se llama guerra sucia a la guerra que el Estado mexi-
cano emprendió en la década de los años 70 contra las
das, los desaparecidos ocupan un capítulo
guerrillas. En ese período se calcula que hubo decenas
tristemente trágico. de desaparecidos, además de los muertos producto de los
Al igual que con los muertos y los des- enfrentamientos con el ejército.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

y la grave violación de derechos humanos sea éste y que puede incluir, por ejemplo,
que implica la desaparición. a víctimas de trata de personas, secues-
tro, homicidio, feminicidio, violencia in-
Durante años, las familias de las personas trafamiliar, privación ilegal de la libertad,
desaparecidas enfrentaron la búsqueda de delincuencia organizada, sustracción de
sus seres queridos prácticamente solas; menores, entre otros» [10].
con un limitado o incluso, inexistente apo-
yo institucional, pese a que es obligación En efecto, importa aclarar que hay dis-
de todas las autoridades la búsqueda de las tintas clases de desapariciones, si bien en
personas desaparecidas en territorio mexi- todas ellas el resultado es el mismo: privar
cano y pese al derecho humano de toda de la libertad, ocultar el rastro de la víctima
persona cuyo paradero se desconozca, a ser y negar la información al respecto o darla
buscada. a cuentagotas. En algunos casos, la víctima
puede ser canjeada, en cuyo caso estamos
Desde diciembre de 2018, el gobierno hablando del delito del secuestro; o levan-
federal ha reconocido la crisis de des- tada —según el argot ya común— y no dejar
aparición de personas y la crisis fo- rastro alguno de quién la sustrajo, a dónde
rense. Desde la Presidencia de la Re- fue llevada, por qué motivo y cuál fue su
pública se ha colocado la búsqueda de destino, casi siempre fatal. En muchos ca-
desaparición de personas como prioridad sos los cuerpos de los levantados aparecen
del gobierno y como un asunto de Estado. en algún sitio, o bien son arrojados a fosas,
[…] es importante, destacar que el manda- lo que dificulta en grado superlativo que
to de la Comisión Nacional de Búsqueda puedan ser recuperados e identificados sus
a diferencia de otros países de la Región restos. Pero una de las variantes más graves
es atemporal, esto es, contempla la búsque- de la desaparición es la que llevan a cabo
da de las personas desaparecidas sin im- agentes del Estado o bien quienes actúan
portar la fecha de su desaparición (reciente en connivencia con éstos.
o de larga data), es decir, no se limita a un La desaparición forzada de personas,
periodo histórico» [9]. nombre con el que aparece en los distintos
códigos, agrega al carácter execrable del
Veremos más adelante cómo los buenos acto la dificultad para que se investigue,
propósitos de este documento no se han se compruebe y se finquen responsabilida-
concretado en la realidad. El mismo do- des, pues son agentes del Estado quienes lo
cumento ofrece una definición de persona llevan a cabo. En México contamos con la
desaparecida: tipificación de la desaparición forzada de
personas en el Código Penal Federal en su
«Además, es relevante recordar que la con- artículo 215-A [11], reformado en 2016, pero
ceptualización de persona desaparecida, no es la única ni la más completa. El artícu-
en México, incluye a toda aquélla cuyo lo 3 de la ley que se expidió para el estado
paradero se desconoce y que se presuma de Guerrero, dice a la letra:
que esté desaparecida como consecuen-
cia de cualquier delito, sin importar cuál
10.– Ibidem.
11.–sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documen-
9.– Comisión Nacional de Búsqueda (CNB): https://www. tos/2016/04/asun_3374139_2016427_460478100.pdf.
gob.mx/cnb, (consultado el 21 de julio de 2021). (consultado el 12 de septiembre de 2021).

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

«Comete el delito de desaparición forza- de suma importancia porque a diferencia


da de personas el servidor público que, en de otras víctimas que sobreviven a la vio-
ejercicio de sus atribuciones o con moti- lación de sus derechos fundamentales, los
vo de ellas, detenga, prive de la libertad y desaparecidos no tienen voz, sólo la tienen
mantenga oculta a una o más personas, o una vez que aparecen, lo que casi nunca su-
bien autorice, apoye o consienta que otros cede. Como se ha sugerido, la memoria de
lo hagan, cualquiera que sea el método los desaparecidos se construye a través de
y motivación utilizados, sin reconocer la testigos directos, o indirectos, de la memo-
existencia de tal privación o niegue infor- ria hecha relato de los familiares cercanos
mación fidedigna sobre el paradero de la o y también en la acción de búsqueda. Mien-
de las víctimas, impidiendo con ello el ejer- tras ellos sigan rastreando las huellas de los
cicio de los recursos legales y las garantías desaparecidos, la memoria de éstos seguirá
procesales procedentes» [12]. activa, presente, como un recordatorio de
que no se ha hecho justicia. «Puesto que la
Además de los servidores públicos, tam- memoria es de lo que pasó, la comunicación
bién la ley considera que cometen el deli- de sus contenidos adquiere forma de relato.
to las personas que, «aun cuando no sean Es un relato especial porque invierte los
formalmente autoridades ni funcionarios, papeles: en él el protagonista es la víctima,
actúen aprovechando la autorización, el estando el victimario subordinado a ella y
apoyo o la aquiescencia de funcionarios en posición de injusto» [15]. La memoria/re-
públicos» [13]. lato de los desaparecidos tiene un carácter
En cualquiera de sus modalidades, los particular pues se construye a partir del no-
desaparecidos son víctimas, esto es, seres relato directo de la víctima sino del vacío
humanos que sufren indebidamente algún que deja la persona desaparecida. Lo que se
tipo de violación de sus derechos funda- recuerda objetivamente son los días o las
mentales. Son personas privadas de su li- horas anteriores a la desaparición, después
bertad y probablemente de su vida, ambas viene el vacío solo llenado por la pregunta
cosas sufridas injustamente, y esto vale, in- ¿dónde está? «El espacio de los desapare-
cluso, para aquellas que de alguna manera cidos es la atopía, el no-lugar, la negación
están relacionadas con las bandas crimina- de todo espacio, la irrupción de la nada en
les. «Hablamos de víctimas y pensamos en el seno de lo concreto, el vaciamiento del
el daño hecho a seres inocentes, entendien- mundo en un súbito golpe de ausencia» [16].
do consecuentemente que ahí hay atentado
a unos derechos que no han prescrito, sino Los 43 de Ayotzinapa
que les reconocemos vigente» [14].
Ahora bien ¿Cómo se recupera la me- No es casual que sea Guerrero el estado
moria en el caso de los desaparecidos? en el cual se haya tipificado acuciosamen-
Responder a ello no es sencillo, pero es te ese delito. Ejemplo paradigmático es el
caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa
12.– «Cómo tipificar la desaparición forzada de personas», que, de acuerdo con todas las versiones, po-
elmundodelabogado.com/revista/posiciones/itemcomo-
licías de distintas corporaciones los entre-
tipificar-la-desaparicion-forzada-de-personas. (consulta-
do el 5 de octubre de 2021). 15.– Xabier Etxeberria Mauleon, «Víctimas y memoria», p.
13.– Ibidem. 60. Énfasis del autor.
14.– Reyes Mate, «En torno a la justicia anamnética», p. 16.– Carlos Herrera de la Fuente, «El espacio ausente. La
100. ruta de los desaparecidos», México, Neolog. Ed, 2017, p. 26.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

garon a miembros del crimen organizado [17] cado por varios delitos, tales como tortu-
en la noche del 26 de septiembre de 2014. ra, desaparición forzada y malversación de
Esta versión, hasta el día de hoy no ha podi- fondos mientras fue funcionario de gobier-
do ser refutada de manera contundente, ni no (2010-2018) [19]. No obstante, de todos
tampoco se ha ofrecido una versión alterna los que han sido encarcelados, a ninguno
a pesar de los empeños del nuevo gobier- se le ha condenado por desaparición for-
no por echar por tierra a la versión oficial zada. Dada la dificultad para diferenciar las
(la verdad histórica) que quiso imponer en desapariciones forzadas de personas de las
su momento el Procurador de justicia Mu- desapariciones que siguen a los secuestros
rillo Karam. Es decir, no se han encontra- y levantones, emplearemos el término ge-
do nuevas evidencias cuyo peso probato- nérico, tal y como aparece en los registros,
rio pudiera servir de base para una nueva esto es, simplemente como desapariciones.
interpretación de lo sucedido esa noche. Las normales rurales, una de las cuales
Regularmente se dan informes sobre su- es la Normal Isidro Burgos (Ayotzinapa),
puestos avances en el caso por parte del en la localidad de Tixtla, Guerrero, fueron
subsecretario de Gobernación —Alejandro creadas en 1926 con el propósito de for-
Encinas— encargado de la oficina de Dere- mar profesores provenientes de familias de
chos Humanos, pero, en realidad, no se ha campesinos (aunque no exclusivamente) y
aportado nada significativo. Quizás el valor con ello, hacer llegar la educación básica a
principal de la estrategia informativa lleva- las comunidades más pobres. Los normalis-
da a cabo por la Subsecretaría de gobierno tas se capacitan para enseñar y permane-
está en hacer ver a los familiares de los jó- cer en sus propias comunidades en lugar de
venes que la causa no se olvida. migrar a urbes que sí cuentan con escuelas,
Judicialmente tampoco hay grandes tanto públicas como privadas. De ahí que
cambios, desde 2018 la nueva Fiscalía Ge- reciban un adoctrinamiento muy fuerte so-
neral de la República (FGR) ha solicitado bre el compromiso social que adquieren al
101 órdenes de aprehensión por el caso ingresar a la normal. De ideología marxis-
Ayotzinapa. Solo han podido detener a 78 ta-leninista, pero también teniendo como
durante la actual administración. También modelos a líderes guerrilleros que se edu-
se han emitido 63 mandamientos judicia- caron en Ayotzinapa, los normalistas deben
les [18], uno de ellos contra quien llevó en su acostumbrarse a enfrentar de vez en cuan-
momento la investigación del caso (a través do a las fuerzas del orden.
de la Agencia de Investigación Criminal, Sin embargo, a diferencia del movimien-
AIC) —Tomás Zerón de Lucio— ahora bus- to estudiantil del 68, las actividades de los
normalistas nunca han puesto en jaque al
17.– Acerca del caso de la desaparición de los normalistas Estado, ni siquiera a los gobiernos locales.
de Ayotzinapa se ha escrito de manera exhaustiva, desde Son molestos y se les reprime porque son
perspectivas no siempre coincidentes: Esteban Illades, La
un recordatorio constante de las obliga-
noche más triste, México, Grijalbo, 2015; Tryno Maldonado,
Ayotzinapa. El rostro de los desaparecidos, México, Plane- ciones incumplidas de éste. Como muestra
ta, 2015; John Gibler, Historia oral de la infamia. Los ata- basta recordar que, en aquella noche fatal,
ques contra los normalistas de Ayotzinapa, México, Grijalbo, los normalistas iban por camiones para
2016; Carlos Beristain, El tiempo de Ayotzinapa, México,
desplazarse a la Ciudad de México a conme-
FOCA, 2017.
18.– «Desde 2018, FGR ha solicitado 101 órdenes de apre- 19.– »Tomás Zerón, implicado en caso Ayotzinapa, tramita
hensión por caso Ayotzinapa», Milenio, en línea, 16 de ju- asilo en Israel», El Economista, en línea, 12 de enero de
nio de 2021. 2021.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

«30 de agosto. Día internacional de las víctimas de Desapariciones forzadas».


(Fuente: durangoMas.com).

morar la matanza del 2 de octubre de 1968. estudiantes: Alexander Mora Venancio, cu-
La escuela prácticamente no cuenta con ca- yos restos se encontraron en el basurero
miones propios, por lo que ya es tradición, de Cocula; Jhosivani Guerrero de la Cruz,
que los jóvenes tomen prestados camiones sus restos fueron hallados en la barranca
(buses) de diferentes compañías para llevar La Carnicería (muy cerca del basurero de
a cabo sus prácticas. Días después los de- la citada población) y en ese mismo sitio se
vuelven y los choferes no sufren daño al- hallaron e identificaron los restos de Chris-
guno. Y lo mismo pasa con el presupuesto tian Alfonso Rodríguez Telumbre. En los
para mejorar la alimentación y las instala- tres casos los resultados han sido propor-
ciones de la escuela. Poco o nada se les con- cionados por la Universidad de Medicina
cede, pero al mismo tiempo se les reprime de Innsbruck, a donde fueron enviados los
principalmente por el temor de que la ex- fragmentos óseos [21]. En suma, falta saber
clusión que padecen alimente movimientos qué fue de los otros 40 estudiantes que esa
de reivindicación social. La violencia que noche sellaron su trágico destino.
terminó con la vida y la desaparición de los Como ya se ha dicho, es a través de los
normalistas de Ayotzinapa, la que ha sido testimonios de sus familiares y de los nor-
reconstruida a través de los relatos de los malistas que sobrevivieron a la persecu-
sobrevivientes y las investigaciones de los ción y probable matanza en Iguala que es
grupos independientes [20], estuvo montada posible hacer la reconstrucción de las vidas
en la combinación de todos estos factores. cegadas de jóvenes con nombre y apellido,
De los 43 desaparecidos, hasta el mo- aficiones y expectativas.
mento sólo se han podido identificar a tres A Alexander Mora Venancio le gustaba

20.– A este respecto véase: Carlos Beristain, «Los tiempos 21.– «¿Quiénes son los normalistas de Ayotzinapa que han
de Ayotzinapa». sido identificados?», Milenio, en línea, 16 de junio, 2021.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

jugar fútbol y su anhelo era convertirse en aparición de sus compañeros. Fue tal la
profesor normalista; oriundo del Pericón, confusión cuando las distintas policías
le apodaban La Roca, por ser era alto y fuer- empezaron a disparar a los camiones que
te, «al grado de merecerse el apodo de un ingresaron a Iguala, donde viajaban los
luchador de la WWE» [22]. Jhosivani Guerre- normalistas, que la reacción natural fue
ro, originario de Omeapa, apodado por sus la de protegerse o bien huir en estampida
compañeros El Coreano por sus ojos rasga- para evitar ser heridos. Germán, estudian-
dos, «Buscaba una oportunidad de sobresa- te de primer año, así lo relata: «Ahí en la
lir, aspiraba a tener una profesión y ayudar central (central de camiones de Iguala) fue
a la comunidad» porque los maestros que cuando perdí a mis amigos, yo ya no supe de
llegan vienen de otros sitios y «no le ponen ellos, en la terminal, ahí nos apartamos, no
suficiente interés a la niñez» [23]. Por su par- supe qué pasó con ellos» [25]. José Armando,
te, Christian Alfonso Rodríguez tenía como también estudiante de primer año es uno
pasión la danza folclórica y formaba parte de los pocos testigos de cómo se llevaron a
del grupo de baile Xochiquetzal. «Lo des- sus compañeros: «Veíamos cómo bajaban a
criben como un joven tranquilo inteligente los compañeros del tercer autobús. Los pa-
y dedicado al estudio» [24]. Bernardo Flores, teaban, golpeándolos los bajaron. Ahí venía
alias Cochiloco, era hijo de un campesino el compañero que balearon en la mano, lo
de la Costa Grande y, como muchos de sus bajaron también a golpes. Y veíamos cómo
compañeros, se rehusaba a vivir de la tie- los llevaban a las patrullas y se los lleva-
rra como su padre, su abuelo y demás an- ban los policías municipales» [26]. Gracias a
cestros. Se propuso estudiar y después de este testimonio, entre otros, se pudo cole-
obtener una beca en la Preparatoria de su gir la participación de los cuerpos policia-
natal San Juan de las Flores, se inscribió cos en el ataque y desaparición de los jóve-
en Ayotzinapa. Lo destacaba su carácter de nes. Testimonio muy valioso porque es así
líder, así como su altura y fortaleza por lo como los padres y madres de los jóvenes se
que se ganó el puesto de encargado de la enteraron de que sus hijos no habían sido
Cartera de lucha. Fue él quien organizó la heridos o muertos, sino que más bien se
tarea de conseguir camiones para llegar a la ignoraba su destino. Ni vivos, ni muertos,
Ciudad de México el 2 de octubre. Lo último desaparecidos. La versión oficial que se dio
que se supo de él, conforme al testimonio a los padres de los normalistas después de
de su compañero Ricardo López, es que la varias semanas es que habían sido asesina-
policía municipal de Iguala se lo llevó des- dos e incinerados en el basurero de Cocula,
pués de golpearlo brutalmente. Bernardo, las cenizas se habían arrojado al río de San
el padre campesino, desde entonces vive en Juan. La razón: los grupos delincuenciales
la normal de Ayotzinapa de donde parten que mandan en Iguala, Guerreros Unidos,
las fatigosas caminatas para seguir buscan- los habían confundido con miembros del
do a los estudiantes. grupo antagónico, los Rojos, e iban a armar
Varios de los sobrevivientes de la no- jaleo. No obstante, los padres de los norma-
che de Iguala, no se percataron de la des- listas se niegan a aceptar esa verdad histó-
rica y exigen desde entonces que se les siga
22.– T. Maldonado. Ayotzinapa. El rostro de los desapareci- buscando.
dos, p.62.
23.– Ibidem. 25.– J. Gibler, Una historia oral de la infamia, p. 45.
24.– Ibidem. 26.– Ibidem.

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Hilda y Mario Hernández, son los padres mueble desvencijado y «en estanterías de
de César Manuel, estudiante de primero en plástico de Coca-Cola, Apango conserva las
la Normal. Además de su afición por el ro- pertenencias de sus compañeros caídos y
deo, siempre supo que quería ser profesor desaparecidos». Como si fueran a regresar,
y contra los deseos de su padre siguió ese Apango ejecuta a diario el ritual de acomo-
camino, primero como tutor en una pe- dar los objetos tal y como a sus dueños les
queña comunidad de Tlaxcala; más tarde hubiera gustado encontrarlos. Su mayor te-
decidió pasar las pruebas para ingresar a soro es el par de tenis Pirma color blanco,
Ayotzinapa. A Hilda no se le sale de la ca- «edición especial de la Selección Nacional
beza que el carácter amable y compasivo de de 2014 con el calendario azteca en la par-
César Manuel lo obligó a no abandonar el te del talón» [30]. Son los que usaba su ami-
autobús y permanecer «codo a codo con sus go y compañero Alexander Mora Venancio,
compañeros normalistas y a no huir por su cuyos restos —un pequeño fragmento de
cuenta durante la noche del 26 de septiem- hueso calcinado— fueron los primeros en
bre en Iguala» [27]. Ahora Hilda y Mario for- ser identificados en la Universidad de Inns-
man parte del grupo de padres de los 43 que bruck.
buscan incansablemente a sus hijos. A Julio
César Mondragón ya no tiene que buscarlo Los otros
su joven esposa Marisa. Junto a Julio César
Ramírez Nava, apodado El Fierro, y Daniel Antes del caso de los normalistas de
Gallardo El Chino, sus cadáveres aparecie- Ayotzinapa, se sabía que en Iguala y sus al-
ron con las primeras luces del alba el día 27 rededores se estaba incubando una tragedia
de septiembre. A Julio César Mondragón le de enormes proporciones, pero únicamente
habían desprendido el rostro, en un acto la gravedad de lo ocurrido la noche del 26
de crueldad incomprensible. «Según algu- de septiembre obligó al gobierno federal a
nas versiones, los primeros en llegar al si- concentrar sus esfuerzos en la investiga-
tio fueron los elementos del 27 batallón de ción del caso, aunque con enormes falen-
infantería» [28]. cias y sesgos. Y aunque esto contribuyó a
Apango tiene su propia forma de guar- destapar la anomia que reinaba en Iguala,
dar la memoria de sus compañeros caídos poco sirvió para que otros casos de desapa-
la noche de Iguala. Él quiere ser escritor, riciones fueran objeto de la atención ofi-
como Camus. Le entusiasma saber que el cial. La indiferencia impulsó a los familia-
escritor argelino jugaba fútbol en la misma res de los desaparecidos a organizarse con
posición de él [29]. El dormitorio que ocupan el fin de llevar a cabo la búsqueda de restos
los normalistas de primer año —apoda- usando métodos precarios y barriendo la
do las Cavernas— es una habitación poco infinita alfombra verde que cubre los cerros
ventilada e iluminada, en el piso se amon- que circundan Iguala. Es así como nacieron
tonan las colchonetas sobre las cuales se y aún trabajan con ese fin las organizacio-
acuestan los estudiantes, las pertenencias nes Los Otros Desaparecidos de Iguala y
se guardan en un casillero de metal. En ese Siempre Vivos, este último en la zona de la
Montaña.
27.– Tryno Maldonado. Ayotzinapa. El rostro de los desapa- A pesar de no contar con datos muy
recidos, p. 209. precisos, distintas organizaciones locales
28.– Ibidem, p. 315.
29.– Ibidem, p. 317. 30.– Ibidem, p. 319.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

no gubernamentales «de Acapulco, Chil- pias osamentas, lo que revelaron los restos
pancingo, Chilapa e Iguala, aseguran que humanos fueron la indiferencia y el desin-
cuentan con registros de alrededor de mil terés de los distintos niveles de gobierno
personas de 2013 a la fecha» [31], esto es, el por la desaparición de personas, cuando
año 2017; faltaría contar los de las otras debería ser un asunto de primera impor-
regiones con lo que, tal vez, se llegaría al tancia en el combate al crimen organizado.
número que registra el rnped (1,374 casos). Se trata de una forma de violencia en con-
Actualizando esos datos a partir de la ver- tra de la dignidad de la persona a la cual se
sión Pública del Registro Nacional de Per- le concibe como una cosa dispensable. Se le
sonas Desaparecidas y no Localizadas, hay desaparece para ocultar un crimen, es decir,
actualmente: 3577 personas desaparecidas se anteponen los intereses aviesos de quien
en el estado de Guerrero [32]. lo ejecuta, por encima del valor intrínseco
En su empeño por encontrar a sus fa- de un ser humano, al mismo tiempo que se
miliares, estas organizaciones civiles e in- pasa por alto el sufrimiento que dicha des-
dependientes han sido las encargadas de aparición causa a la familia a la cual se le
rescatar la historia y la memoria de lo que condena a la incertidumbre permanente
la violencia criminal y su contraparte, el sobre el paradero del hijo, el hermano, el
combate a la misma, ha dejado en el estado padre, el esposo.
sureño. Adriana Bahena encabeza un grupo de
La organización Los Otros Desapare- mujeres, madres, esposas y hermanas, que
cidos nace en la iglesia de San Gerardo, a desde el 2014 buscan a sus seres queridos.
donde fueron llegando las familias de per- Ellas forman parte de Los Otros Desapa-
sonas desaparecidas después de los acon- recidos, el colectivo que ha podido hallar
tecimientos del 24 de septiembre de 2014. y darles digna sepultura a 20 cuerpos ya
«A mí también me falta uno», fue la voz que identificados [34]. Aún faltan muchos, cal-
empezó a recorrer las calles de los alrede- culan unos 500, pero están decididos a en-
dores de Iguala en donde se buscaba afano- contrarlos. Se reúnen semanalmente para
samente a los 43 normalistas, pero en lugar conocer los avances de la Fiscalía general,
de encontrar fosas con restos recientes, en- FGR, (antes Procuraduría General de la Re-
contraron restos humanos de tiempo atrás, pública, PGR) y de la Fiscalía del Estado, sin
«es cuando inicia la exigencia de darles grandes resultados. Su mayor queja es que
nombre y apellido a esos restos humanos sólo atienden a las familias de los normalis-
secos, que búsqueda con búsqueda, ema- tas desaparecidos. Adriana lleva buscando
naban de la tierra» [33]. El impacto que causó más de siete años a su esposo y comenta: si
el descubrimiento de cientos de fosas clan- las autoridades «se atrevieran a buscar des-
destinas atrajo la atención, no solo de las aparecidos desde 2000, 2004, 2005, se iban
autoridades competentes, sino de la prensa a dar cuenta de muchas cosas y muchos
nacional e internacional. Más que las pro- cuerpos y muchas personas ya hubieran
sido encontradas, pero únicamente bus-
31.– «Este año, al menos 464 asesinatos en Guerrero», La can por encima, no le quieren rascar abajo,
Jornada, en línea, 21 de marzo, de 2017.
porque saben que van a encontrar muerte y
32.– «Versión Pública RNPDNO» https://versionpublicar-
npdno.segob.gob.mx/Dashboard/Index, (consultada el 7
de octubre de 2021).
33.– http://losotrosdesaparecidos.org/, Dossier, p.7 (con- 34.– Ibidem, un dato más reciente apunta a 211 cuerpos
sultado el 10 de octubre de 2021). rescatados. Dossier, p. 8.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 89-104 99


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

«Comisión Nacional de búsqueda lleva un año de retraso en la publicación del registro de personas
desaparecidas» (Fuente: ladob.com).

pudrición» [35]. Cuando los incansables bus- su ataúd» [36].


cadores dan con algunos restos los ponen a El número creciente de desapariciones
disposición de la Fiscalía para que se hagan ha tenido un lado positivo al haber movili-
los trabajos de identificación a través de zado a la población a formar distintas orga-
compararlos con el adn de algún familiar. El nizaciones civiles que luchan por los dere-
resultado de la espera es siempre doloroso, chos humanos sistemáticamente violados.
sea negativo o positivo. Epifanía Macedo- Éstas no sólo buscan a los desaparecidos,
nio expresa la tragedia que viven las fami- muchos de ellos luchadores sociales, tam-
lias de desaparecidos, incluso cuando son bién registran todo aquello que dejan a su
hallados: «Me entregaron a mi hijo por pe- paso los sucesos violentos En la región cen-
dacitos. Me dijeron los de la pgr que si iba a tro del estado existen la Red Guerrerense de
resistir cómo iba a verlo. Yo le dije sí, quiero Organizaciones Civiles de Derechos Huma-
verlo bien, todo su cuerpo… Vi su cara. Le nos (rgodh), el Centro Regional de ddhh José
dieron un balazo en la nariz. Le perforó el María Morelos y Pavón, el Instituto Guerre-
ojo y le floreó la cabeza, de ahí vi lo demás, rense de Derechos Humanos, como los más
sus costillas las tenía rotas… los pies rotos, visibles. Según el relato de Manuel Olivares
…los brazos también por pedazos. Por pe- Hernández, secretario técnico de la rgo-
dazos encontré a mi hijo, nada más que me dh: «El 18 de marzo de 2015 desaparecen a
lo formaron otra vez para que estuviera en nuestro compañero Héctor Jaimes Abarca,
luchador social. El 19 de mayo …, un grupo
35.– «Los Otros Desaparecidos han hallado ya 20 cuer-
pos», Milenio, en línea, 22 de noviembre de 2017. 36.– Ibidem.

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El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

de civiles armados tomaron Chilapa y des- merciantes que traían consigo material to-
aparecieron a su hermano…» En efecto, ese pográfico y casi 80 mil pesos». Cuentan que
evento marcó un antes y un después para justo tres años atrás sus familiares estaban
los pobladores de Chilapa pues el grupo au- desesperados tratando de indagar su para-
tonombrado Comunitarios por la Paz y la dero, sin saber que habían sido llevados al
Justicia, «civiles armados que coexistieron municipio de Quechultenango, bastión de
con las fuerzas policiacas de los tres nive- los Ardillos. Por ello, cada año se reúnen
les…, se apoderaron del municipio» [37]. La para dejar flores sobre las cruces que colo-
toma duró seis días y calculan el saldo de caron en el último sitio donde fueron vistos
desaparecidos en más de 100. Se sospecha con vida. En un paraje cercano a una de es-
que este mismo grupo es el responsable de tas cruces también recuerdan que fue asesi-
la desaparición en octubre de 2016 de la fa- nado un año atrás Bernardo Carreto Gonzá-
milia García Feliciano, en el municipio de lez, miembro del colectivo, cuyos tres hijos
Zitlala. Al día de hoy esas organizaciones habían desaparecido desde 2014. En ese
civiles formadas a partir de la inconformi- mismo lugar los buscaba «pero en cambio
dad suscitada por la negligencia e indife- encontró a sicarios que lo reconocieron y le
rencia del gobierno siguen con su trabajo dispararon», viajaba con su esposa en una
de búsqueda y registro. Su alcance no sólo camioneta. Sólo ella sobrevivió [38].
es a nivel local, estos grupos participan re- Prueba que el fenómeno de las desapari-
gularmente en misiones de observación ciones continúa muy a pesar de las acciones
junto con organizaciones internacionales emprendidas por el Estado, la población ci-
de defensa de los derechos humanos y par- vil y de las redes internacionales, es el de 7
ticularmente en defensa de los defensores y jóvenes levantados por agentes policiacos
activistas sociales. en Chilpancingo durante las fiestas navi-
En la misma zona de Chilapa existe el deñas en diciembre de 2018. De éstos, tres
colectivo Siempre Vivos enfocado en reu- fueron encontrados vivos, dos muertos y de
nir las piezas de sus muertos. Esto es lite- dos más se desconoce su paradero. A pesar
ral pues en algunos casos sólo encuentran de las evidencias de que entre los policías
cuerpos desmembrados. La violenta dispu- municipales de Chilpancingo «las redes de
ta emprendida por el grupo delincuencial colusión son mucho más amplias y emplean
de los Ardillos y sus rivales los Rojos, am- tácticas escalofriantes que se asemejan a
bos dedicados al trasiego de goma de opio, las utilizadas por el crimen organizado» [39];
entre otros negocios, ha provocado que la sólo un policía ha sido acusado de los ho-
Montaña Baja se convirtiera en una de las micidios de Marco Catalán y Jorge Arturo
regiones más peligrosas, ya no sólo del es- Vázquez.
tado, sino del país entero. El riesgo de ser
levantado, asesinado, o bien desaparecido, Memoria e Historia
es muy alto para cualquiera que transite
por ahí. Fue el caso desafortunado de los En los párrafos anteriores se ha echado
hermanos Díaz Navarro y tres personas más mano de diversos tipos de testimonios de
que iban con ellos: «Eran dos arquitectos,
38.– «Chilapa, los desaparecidos o asesinados de la Mon-
un empresario de la construcción y dos co-
taña», Milenio, en línea, 6 de diciembre de 2017.
37.–«Amnistía internacional: ‘alarmantes’ desapariciones 39.– «La desaparición de siete jóvenes golpea de nuevo
forzadas y violencia en Guerrero», La Jornada, en línea, 20 a la policía de México», El País, en línea, 16 de enero de
de septiembre de 2017. 2018.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 89-104 101


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

familiares cuya función primordial es la de todo es posible, incluso la opción de volver


hacer hablar a las víctimas mediante pe- al pasado y corregir lo que haya que corre-
queños relatos sobre sus vidas antes de su gir para evitar la tragedia, ese suceso que
desaparición y también de la experiencia trastocó por completo la vida de los que no
de las familias de los grupos de buscadores pueden olvidar, de los que siguen buscando.
cuando encuentran los restos de sus fami- Algo que resulta evidente en los párrafos
liares. Por otra parte, recuperamos testi- que hemos dedicado a los testimonios de
monios directos de los estudiantes que so- familiares y compañeros de los 43, así como
brevivieron al ataque del 26 de septiembre; de los grupos de buscadores —y tal vez con
son, sin duda, testigos directos del suceso mayor razón en estos últimos— es «la co-
y, por ende, víctimas, por lo que su narra- nexión sólida con otros seres humanos que
ción adquiere gran relevancia. Ellos siguen (nos) ayuden a compartir el vacío» [41]. Esa
aquí, pero les faltan los otros, de alguna es la única manera de sobrellevar el dolor y
manera se sienten incompletos, tal vez, in- el sufrimiento de los guardianes de la me-
cluso, culpables por no compartir la misma moria. Como se dijo al inicio del texto, esa
suerte de los que fueron arrebatados por la conexión tiene un carácter no sólo emocio-
fuerza de los camiones y callejuelas. Tanto nal, sino ético porque es precisamente la
los familiares, como los compañeros nor- solidaridad en el dolor lo que los une, esto
malistas son los custodios de la memoria es, los hace uno. Esas conexiones pueden
de las víctimas fatales de Ayotzinapa. To- irse ampliando y formando redes cada vez
dos ellos permanecen en la expectativa del más amplias como puede constatarse en
(im)posible regreso de 43 estudiantes que el más reciente anuncio de las familias de
parecen haberse desvanecido en el cielo Ayotzinapa en el 7º aniversario de la terri-
transparente sobre los cerros que circun- ble noche:
dan Iguala. Porque «¿cuál es el espacio de
los desaparecidos?, sino el de los simple- «Se acordó articular el movimiento pen-
mente desaparecidos, el de los que un día sando en aquellas agrupaciones que tienen
se fueron y no regresaron […] el de los que víctimas de violaciones a los derechos hu-
sólo sabemos que se fueron, que partieron manos […] (se) busca tener un plan de lu-
que no están. ¿Cómo ubicar esa memoria cha común que permita lograr la verdad y
interrumpida, ese hiato entre la realidad y la justicia […] También se exigirá el reco-
nuestro saber...?» [40]. nocimiento constitucional de los pueblos
Los que aguardan se sitúan en el lími- indígenas y en función de lo cual se trazó
te de la cordura porque entre más tiempo una lucha que empezará el 26 de octubre y
pasa va ganando la desesperanza y la tenta- concluirá el 22 de febrero del 2022» [42].
ción del olvido, así lo exigen las rutinas del
día a día, por otro lado, hay la prohibición Tal vez sea muy pronto para poder ofre-
de olvidar, debe prevalecer esa memoria cer una historia satisfactoria de lo que su-
interrumpida. Se vive en un limbo que se cedió en la noche de Iguala con los norma-
alimenta de la esperanza de volver a ver y listas y con los otros desaparecidos durante
escuchar al que se fue, la imaginación lle- estos años en que los grupos criminales se
na los huecos y produce un relato en donde
41.– Ibidem, p. 27.
40.– Herrera de la Fuente, «El espacio ausente.», p. 24. Én- 42.– «Padres de Ayotzinapa integran frente con otras or-
fasis del autor. ganizaciones «, La Jornada, en línea, 25 de octubre de 2021.

102 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.89-104


El Estado y la recuperación de la memoria: los desaparecidos en Guerrero... Teresa Santiago

apoderaron de dicha zona del país. El his- toriador [43]. «Lo que parece claro es que el
toriador no puede obviar la voz de las víc- Estado nunca podrá ser testigo o víctima.
timas, sino rescatarlas pasando el cepillo Sin embargo, el ejercicio de estos roles por
a contrapelo, pero su función es diferente parte del Estado requiere de un examen de-
a la de los familiares de víctimas o busca- tallado pues su concreción puede conducir
dores de restos. Su rol consiste en cons- fácilmente a la violación de los derechos de
truir una explicación de por qué sucedió lo las víctimas» [44]. En efecto, cuando el Esta-
que sucedió, no como algo inevitable, sino do no cumple con los distintos roles que le
como algo coherente con diversas situacio- corresponden frente a la violación de los
nes y actores que en un momento determi- derechos humanos revictimiza a las vícti-
nado se conjuntaron para provocar el suce- mas directas e indirectas. Ciertamente, el
so. Puede, sin duda contribuir, no solo a la papel que juega el Estado en la memoria de
verdad, sino a la justicia y por lo tanto, a lo acontecido es bastante complejo porque
una posible reparación del daño, pero no es en muchas situaciones, como en la referida,
guardián de la memoria en el mismo senti- no tiene un carácter neutral. Se tiene evi-
do en que lo son los familiares y los busca- dencia de que fueron policías de distintos
dores de restos de los que hemos hablado niveles y comunidades los que atacaron y
porque no le corresponde a la historia ma- desaparecieron a los estudiantes de Ayo-
nejar el enorme peso de subjetividad de los tzinapa. En particular un grupo conocido
testimonios de las familias de las víctimas como Los Bélicos, a las órdenes de los cár-
o de las víctimas mismas. No obstante, de teles de la droga (Guerreros Unidos), actua-
nada serviría la memoria si no hay una his- ron con toda libertad por así convenir al
toria, un relato lo más completo y coheren- alcalde de Iguala y su esposa, ambos reclui-
te posible en donde se escuchen las voces dos actualmente en una prisión de alta se-
de las víctimas. guridad. Éstos, no solo serían responsables
Por último, podríamos preguntarnos qué de la desaparición de los 43, también de
papel puede jugar el Estado en la memoria haber instaurado en Iguala un narco estado
de las víctimas y la historia de lo aconteci- protegido por esos grupos paramilitares, lo
do. Podríamos empezar por lo más obvio: que explicaría las numerosas fosas clandes-
en la medida en que su función es garanti- tinas que se han hallado en los alrededores.
zar la seguridad de los ciudadanos, eventos Un rol que sí puede jugar el Estado en
como el de Iguala desnudan la ineficiencia y favor de la memoria y que no corresponde
la vinculación del crimen con las diferentes ni al historiador ni a las víctimas es el de la
policías que intervinieron. El Estado tiene
entonces que asumir su responsabilidad, 43.– En el caso de los 43 normalistas el Estado ofreció la
en primer lugar, apresando y juzgando a los llamada «verdad histórica», que desde un inicio fue recha-
culpables de la desaparición forzada (ya vi- zada por las víctimas y la sociedad civil. El gobierno actual
ha querido refutar dicha verdad sin mucho éxito porque
mos en la segunda sección que esto no se
en realidad buena parte de ese relato se ajusta a las evi-
ha llevado a cabo de manera satisfactoria) y dencias y a los testimonios directos, aunque muchos de
también se espera que ofrezca un relato de estos se obtuvieron bajo tortura y también hubo un noto-
qué fue lo que sucedió a partir de las inves- rio desaseo en varias etapas de la investigación. En última
instancia lo que tenemos es una manipulación política de
tigaciones realizadas por las instituciones y
lo acontecido la noche del 26 de septiembre de 2014.
los órganos pertinentes. Debe quedar claro
44.– Jheison Torres Ávila, «La memoria histórica y las víc-
que las versiones oficiales de lo acontecido timas», jurid. Manizales (Colombia), 10 (2), julio-diciembre
nunca podrán suplantar el relato del his- 2013, pp. 144-166, p. 160.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 89-104 103


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

conmemoración. En esos años terribles de re someter es un falso olvido porque no se


la violencia en Guerrero y su estado vecino traduce en movimiento hacia adelante, se
Morelos, surgió el movimiento liderado por apuesta más bien al estancamiento perma-
el poeta Javier Sicilia (cuyo hijo fue rapta- nente, no se apuesta por la vida, sino por la
do y asesinado por una banda de narcome- muerte.
nudistas) de hacer un memorial en donde Es posible concluir entonces que el Es-
figuraran los nombres de cada una de las tado ha incumplido en las funciones prin-
víctimas de esta guerra interna en la que cipales que lo justifican: la seguridad y
México está inmerso. Si bien la idea vino de la justicia porque hoy, a pesar de que hay
un particular, sólo el Estado tiene los me- registros más completos de las desapari-
dios y la obligación de hacerla posible. Lo ciones, no se persigue ni castiga a los cul-
que el gobierno en turno, a regañadientes, pables. Tampoco ha cumplido en dar res-
concedió se encuentra en la capital del país: puesta a las demandas de la sociedad civil
un memorial de víctimas muy cercano a la en cuanto a colaborar en la preservación de
avenida Reforma —la más bella y una de las la memoria de las víctimas de la guerra que
principales vías de la ciudad— . Se trata de se emprendió contra los grupos criminales
un conjunto compuesto por unas colum- en 2006 —por el presidente en turno: Felipe
nas de hierro de distintos tamaños que ya Calderón— y que ha costado la vida a más
acusan el paso del tiempo en el óxido que de cien mil personas. El Estado ha tomado
las cubre, así como el césped siempre cre- como bandera el caso de los 43 normalis-
cido. Seguramente, la mayoría de las per- tas, pero al mismo tiempo le ha servido
sonas que cruzan por ahí desconocen qué para desentenderse de los otros casos de
conmemora ese conjunto escultórico, qué desaparecidos, es decir, ha manipulado la
memoria intenta preservar. El desinterés memoria de los normalistas desaparecidos
de los sucesivos gobiernos por conservar el en Iguala para mantener en la sombra la
monumento refleja el poco ánimo de man- memoria de los otros desaparecidos. Esto lo
tener viva la memoria de los muertos y des- saben bien las familias de las víctimas por
aparecidos en el país, salvo en el caso de los lo que su búsqueda empieza nuevamente
43. Recuperando la idea de Nietzsche sobre cada día bajo el sol candente de Guerrero
el olvido y la memoria, podemos coincidir con el fin de cumplir en cada caminata la
con él en que el olvido al cual se les quie- promesa «hasta encontrarte».

104 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.89-104


La búsqueda incansable de la verdad.
Mecanismos de justicia transicional
para la investigación del pasado
reciente en Uruguay*

The indefatigable search for truth. Transitional justice mechanisms


for the investigation of the recent past in Uruguay

Eugenia Allier Montaño


Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

Laura Andrea Ferro Higuera


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

Resumen

En el texto se estudian los diversos mecanismos de investigación que, desde la justicia


transicional, han sido implementados en Uruguay para resolver la cuestión de las violacio-
nes de derechos humanos durante la dictadura cívico-militar (1973-1985). Se estudian las
primeras comisiones de investigación de los años 1980, la Comisión para la Paz (2000-
2003) y las nuevas investigaciones históricas desarrolladas a partir de 2005. A lo largo del
recorrido por los diversos instrumentos de justicia transicional, se muestra la imposibilidad
de alcanzar una verdad histórica definitiva sobre lo ocurrido en el pasado reciente.

Palabras clave: justicia transicional, Uruguay, derechos humanos, verdad histórica,


memoria.

Abstract

The text deals with the various investigative mechanisms that, from transitional justice, have
been implemented in Uruguay to address the issue of human rights violations during the civic-
military dictatorship (1973-1985). The first investigative commissions of the 1980s, the Commission
for Peace (2000-2003) and the new historical investigations carried out since 2005 are analyzed.
The impossibility to reach a conclusive historical truth about what happened in the recent past is
examined throughout the various instruments of transitional justice.

Keywords: transitional justice, Uruguay, human rights, historical truth, memory.

*   Este artículo es resultado del proyecto de investigación «Hacia una historia del presente mexicano: régimen político y
movimientos sociales, 1960-2010» (PAPIIT IN401817)..

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122 105


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

Uruguay se caracterizó, durante el siglo da por el presidente Jorge Batlle; la tercera


XX, por su respeto a los derechos humanos analizará las investigaciones históricas de
y por el civismo de sus Fuerzas Armadas. principios del siglo XXI. Por último, pre-
Sin embargo, ese país de bases democráti- sentaremos a algunas conclusiones tenta-
cas (políticas, sociales y económicas) co- tivas.
noció la dislocación de sus instituciones y
una dictadura cívico-militar (1973 a 1985) Las primeras comisiones de
que avasalló los derechos humanos. investigación: el reconocimiento
Habiendo sido violento y desgarrador, de la violencia
el pasado reciente en Uruguay dejó tras de
sí un cuerpo social gravemente herido y En 1985, la Cámara de Representantes
fragmentado, así como profundas heridas creó la Comisión Investigadora sobre Si-
abiertas [1]. Tras el retorno de la democra- tuación de Personas Desaparecidas y He-
cia política, se instaló en el corazón de la chos que la Motivaron, con el mandato de
sociedad una lucha entre el recuerdo y el «investigar sobre las personas desapareci-
olvido de ese pasado. El espacio público se das durante el proceso militar que sopor-
transformó entonces en la escena donde se tó el país, y los hechos que motivaron esas
jugaban las encrucijadas de la memoria. No desapariciones» [2]. La Comisión trabajó del
obstante, aun cuando durante la dictadura 9 de abril al 7 de noviembre de 1985. Al fi-
fueron violados múltiples derechos huma- nal de su labor, presentó dos informes. Uno
nos, desde 1985 los desaparecidos políticos sobre los uruguayos desaparecidos en Uru-
se convirtieron en el centro de la memoria guay, con fecha del 16 de julio de 1985. El
de denuncia sobre el pasado reciente. otro, donde se reiteraba este informe y se
En este texto, nos concentramos en las incluían los uruguayos desaparecidos en el
medidas de justicia transicional imple- extranjero, en octubre de 1985.
mentadas en Uruguay para lograr el escla- La Comisión recibió 33 denuncias de
recimiento y la verdad histórica respecto desapariciones en Uruguay. El primer in-
a las violaciones de derechos humanos forme aseguraba haber llegado a la conclu-
ocurridos durante la dictadura. El objeti- sión de que 24 de ellos se encontraban en
vo principal es responder por qué ha sido la situación de detenidos desaparecidos.
necesaria la creación de una gran cantidad Respecto a los desaparecidos fuera de Uru-
de comisiones de investigación con el mis- guay, la Comisión afirmaba haber recibido
mo objetivo. Para conseguirlo, el texto está 132 denuncias: 127 ocurridas en Argenti-
dividido en cuatro secciones: la primera na, 3 en Chile y 2 en Paraguay.
abordará las dos comisiones de investiga- Se trató de un primer paso en el tema
ción creadas en la segunda mitad de los de los desaparecidos. Era, al menos, el re-
años 1980; la segunda tratará la creación y conocimiento gubernamental de su exis-
desarrollo de la Comisión para la Paz crea- tencia. Sin embargo, los organismos de
defensa de derechos humanos y algunos
1.– Marcelo Viñar y Ulriksen de Viñar Maren, Fracturas de
memoria. Crónicas para una memoria por venir, Montevi- partidos políticos no quedaron satisfechos
deo, Trilce, 1993; y Álvaro De Giorgi, «Pasado reciente y
mitologías (re)fundacionales en Uruguay. Un análisis de 2.– Informe final de la Comisión Investigadora Parlamen-
los discursos presidenciales de Julio M. Sanguinetti (1985) taria Sobre Situación de Personas Desaparecidas y Hechos
y Tabaré Vázquez (2005-2006)», en Ernesto Bohoslavsky, que la Motivaron, 1985, p. 516, http://archivo.presidencia.
Problemas de Historia reciente del Cono Sur. V, Buenos Aires, gub.uy/_web/noticias/2007/06/tomo4.pdf (consulta: 3 de
Prometeo, 2010, pp. 147-170. marzo de 2022).

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La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

con los resultados de la Comisión: no se jo el 14 de agosto de 1987, tras una labor de


nombraba a los ejecutores de las desapa- dos años y medio. Las divergencias se hi-
riciones, y si bien se aceptaba la existen- cieron evidentes al interior de la Comisión,
cia de desaparecidos, de ninguna manera presentándose, el 13 de octubre de 1987,
se señalaba su destino final (mucho menos dos informes finales: uno en mayoría (de
aún, la posibilidad de entregar los restos a colorados, nacionalistas y frenteamplistas)
sus familiares). Por ello, los organismos de y otro en minoría (solamente firmado por
derechos humanos continuaron exigiendo colorados). La Cámara votó a favor del in-
una solución. forme en mayoría, con los votos de blan-
Otro tema importante ligado a las viola- cos y frenteamplistas y, por unanimidad, el
ciones de derechos humanos era la muerte pase de los antecedentes a la justicia. Este
no aclarada de dirigentes políticos y mili- reporte aportaba abundante material do-
tantes de izquierda. No se trataba de des- cumental, diversos testimonios e indicios
aparecidos, pues sus cuerpos habían sido indudables sobre la participación de fun-
localizados y entregados a sus familiares, cionarios uruguayos y argentinos en los
pero las circunstancias de sus fallecimien- asesinatos, pero ningún nombre o prueba
tos estaban rodeadas de elementos que concluyente que permitiera realizar una
hacían suponer muertes muy violentas. En acusación concreta.
ese momento, e incluso posteriormente, Para muchos estudiosos, estas dos co-
dos de los casos más reclamados por la opi- misiones de investigación no deben ser
nión pública fueron los de Zelmar Miche- consideradas como comisiones de verdad.
lini y Héctor Gutiérrez Ruiz. Michelini fue Pero en cualquier caso, si bien no lograron
uno de los fundadores del Frente Amplio y resultados fundamentales, instalaron el
representó a la coalición en el Senado hasta tema en la sociedad y supusieron un pri-
el golpe de Estado de 1973; Gutiérrez Ruiz mer, aunque tímido, reconocimiento de la
fue diputado del Partido Nacional y presi- problemática de las personas desapareci-
dente de la Cámara de Diputados hasta la das y asesinadas durante la dictadura.
disolución del Parlamento en 1973. Los dos
parlamentarios se refugiaron en Argentina La Comisión para la Paz:
tras el golpe de Estado. Fueron asesinados, la verdad posible
junto con el ex tupamaro William Withe-
law Blanco y su compañera, Rosario Barre- El 9 de agosto de 2000, Jorge Batlle (Par-
do, el 20 de mayo de 1976 en Buenos Aires. tido Colorado) puso en marcha una co-
Michelini y Gutiérrez Ruiz se han con- misión de investigación oficial que buscó
vertido en una de las más importantes ofrecer una respuesta a los familiares de
«imágenes emblemáticas del pasado» en desaparecidos políticos sobre la suerte co-
Uruguay, debido a dos causas: la importan- rrida por sus parientes, incluidos los me-
cia política de los personajes y las circuns- nores. La Comisión tuvo funciones acota-
tancias en las cuales murieron. Por ello, das: dar respuesta sobre el destino de los
se formó la Comisión Investigadora sobre desaparecidos. Fue creada 15 años después
Secuestro y Asesinato Perpetrados contra de la dictadura y no a la salida del conflicto
los ex legisladores Héctor Gutiérrez Ruiz y político, en comparación con el resto de las
Zelmar Michelini, que trabajó del 9 de abril comisiones que se han formado en el mun-
de 1985 al 13 de octubre de 1987. do. Además, no tuvo por función preparar
La Comisión dio por concluido su traba- una amnistía (como sí la tuvo la de Sudá-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122 107


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

frica), porque de hecho ésta ya había sido cha guerra, es de suponer que ésta habría
dictada en 1986 y sancionada por la ciuda- concluido en 1985 con el fin de la dictadura.
danía con el referéndum de 1989. Tampoco La mayoría de la población estuvo de
buscó denunciar a los responsables de las acuerdo en lo general con la conformación
violaciones (como sí en el caso de Argenti- de la Comisión que trabajó en la órbita de
na y El Salvador); en ese sentido, tampoco la Presidencia, pues sus integrantes eran
hubo derivaciones jurídicas, como el juz- representativos de los sectores interesados
gamiento a los militares comprometidos en el pasado reciente, pese a que no inclu-
en la represión. No obstante, como la su- yó a miembros de Nuevo Espacio. La Co-
dafricana y la argentina, la uruguaya bus- misión estuvo integrada por el arzobispo
có promover una política de reparaciones de Montevideo, Nicolás Domingo Cotugno
(económica y legal). Fanizzi —que fungió como presidente—,
La Comisión instalada en Uruguay no fue Carlos Ramela Regules —consejero del
nombrada Comisión de Verdad, ni siquiera presidente Batlle—, Gonzalo Fernández —
entre sus funciones y objetivos la palabra consejero del Encuentro Progresista-Fren-
fue mencionada [3]. Sin embargo, sí se hizo te Amplio—, José Claudio Williman Ramí-
mención del concepto de memoria históri- rez —historiador y ex vicepresidente del
ca: la creación de la Comisión permitiría el Consejo Directivo Central, CODICEN, de la
mantenimiento de la memoria de los uru- Administración Nacional de la Educación
guayos. La elección del concepto de paz, Pública—, José Artigas D’Elía Correa —pre-
no tan lejano al de reconciliación, no fue sidente honorario del PIT-CNT— y el sa-
casual en el contexto. Se ha mostrado que, cerdote Luis Pérez Aguirre —fundador del
a lo largo de los diversos gobiernos cons- Servicio Paz y Justicia SERPAJ y de cierta
titucionales, el pasado reciente —cuando manera, representante de Familiares—. De
no se buscó borrarlo de la memoria y de la esta manera, se logró una Comisión plu-
discusión en el espacio público— fue consi- ral y representativa: si oficialmente estas
derado como una guerra entre dos bandos personalidades estaban a título personal,
antagónicos (se trata de la teoría de los dos a nivel simbólico los diferentes grupos se
demonios). En ese sentido, la iniciativa de sentían representados.
Batlle se enmarcaba en esta misma línea La Comisión tuvo, inicialmente, 120 días
de pensamiento: una Comisión para la Paz para llevar a cabo su cometido: «recibir,
sólo podría existir cuando anteriormente analizar, clasificar y recopilar información
hubo una guerra. Según el presidente se re- sobre las desapariciones forzadas ocurridas
quería encontrar «una solución definitiva durante el régimen de facto» [5]. Según la
de paz y de entendimiento para todos los resolución de su formación, podría recibir
uruguayos» [4]. Si bien ningún gobierno ha documentos y testimonios que la ayudaran
mencionado la fecha de finalización de di- a realizar sus funciones, siempre bajo el
imperativo de una absoluta reserva sobre
3.– No obstante, en el informe de la Comisión, sí se con-
sideraba que había funcionado como tal: «En tal sentido, sus actuaciones y una total confidenciali-
el Cuerpo ha tratado de actuar como una ‘Comisión de dad de sus fuentes. Tras la recopilación de
la Verdad’, de las que existen variados ejemplos en el la información, ésta institución informaría
derecho comparado. Informe final de la Comisión para la
a la Presidencia si existía la necesidad de
paz, 2003, p. 8, https://www.usip.org/sites/default/files/
file/resources/collections/commissions/Uruguay-Report_ verificar o precisar informaciones, a partir
Informal.pdf (consulta: 10 de marzo de 2022).
4.– El País, 1 de abril de 2000. 5.– Ibid.

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La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

de lo cual la Presidencia realizaría las ave- verdad». Aseguraban que se había tratado
riguaciones necesarias. «no de lograr ‘una verdad’ o la ‘verdad más
El plazo inicial de 120 días fue prorro- conveniente’, sino solamente ‘la verdad
gado hasta el 30 de agosto de 2002, lo cual posible’» [8].
se debió a que los miembros no se dedica- De esa manera, de las 38 denuncias de
ron exclusivamente a esta ocupación y sólo desaparecidos en Uruguay, el informe re-
una funcionaria administrativa fue la res- conocía la muerte de 26 uruguayos (tres
ponsable de reunir los materiales y escri- anteriores a junio de 1973 y 23 posterio-
bir los reportes. No obstante, se entregó su res). De los 26 casos confirmados, la mayo-
informe final al presidente Jorge Batlle y al ría habría fallecido bajo tortura, mientras
vicepresidente, Luis Hierro, el 10 de abril que sólo pocos casos correspondían a «ac-
de 2003, tras 31 meses de labor para aclarar ciones directas tendientes a dar muerte a
el destino de los detenidos-desaparecidos estas personas».
durante el régimen cívico-militar. Al igual Sobre el destino de los cuerpos de los
que los informes de Argentina o Chile, el desaparecidos, la Comisión afirmaba ha-
de Uruguay fue firmado unánimemente por ber recibido —de fuentes militares— «el
sus integrantes, a pesar de las diferencias destino de los restos de los desaparecidos
políticas que podían separarlos. cuyo fallecimiento ha sido confirmado» [9].
El informe comportó 32 páginas y 14 De hecho, sólo se pudo asegurar el desti-
anexos [6], que en comparación con los rea- no final de una de las personas desapareci-
lizados en Argentina o Chile fue mucho das en Uruguay: Roberto Julio Gomensoro
menos voluminoso. El trabajo de la Co- Josman. Dos personas (Abel Adán Ayala y
misión se volcó a resolver el enigma que Héctor Castagnetto Da Rosa) habrían sido
rodeaba a todos los desaparecidos urugua- arrojadas al mar en una zona cercana al
yos. No obstante, sólo se pudo acceder a Cerro de Montevideo, mientras las otras 22
corroborar la información de lo ocurrido habrían sido enterradas en dependencias
con los desaparecidos en Uruguay. de las Fuerzas Armadas [10]. Finalmente, el
A diferencia de otras comisiones de in- cuerpo de Horacio Gelos Bonilla habría
vestigación, en donde el número de de- sido enterrado en una zona de bosques en-
nuncias o de atropellos era de varios mi- tre la Ruta Interbalnearia y la costa.
les [7], la Comisión en Uruguay recibió 223 Justamente uno de los aportes más re-
denuncias por desapariciones. Como no se veladores del informe fue la imposibilidad
trataba de un órgano de carácter judicial, de localizar y entregar los cuerpos de los
sus miembros decidieron que confirmarían
como desaparecida a una persona cuan- 8.– Informe final de la Comisión para la paz, 2003, p. 15.
do todos estuvieran «convencidos, sana y 9.– Ibid., pp. 18 y 19.
honestamente de que habían llegado a la 10.– José Arpino Vega, Carlos Pablo Arévalo Arispe, Luis
Eduardo Arigon Castell, Oscar Baliñas Arias, Ricardo Alfon-
so Blanco Valiente, Eduardo Bleier Horovitz, Juan Manuel
6.– En estos datos no incluimos la página de presentación, Brieba, Julio Castro Pérez, Julio Gerardo Correa Rodríguez,
el índice o los anexos finales, sólo el cuerpo de 32 páginas Ubagessner Chavez Sosa, Lorenzo Julio Escudero Mattos,
referidas propiamente a la información relatada. Los ane- Luis Eduardo González González, Miguel Angel Mato Fa-
xos se componen de 49 páginas. gian, Fernando Miranda Pérez, Otermín Laureano Montes
7.– Por ejemplo, en Argentina fueron del orden de los de Oca Domenech, Felix Sebastián Ortiz, Antonio Omar
9000; en Chile se registraron 2095 víctimas; en El Salva- Paitta Cardozo, Eduardo Pérez Silveira, Elena Quinteros
dor fueron alrededor de 65000; en Guatemala se registró Almeida, Amelia Sanjurjo Casal, Juan Américo Soca y Oscar
un total de 42275 víctimas por testimonio directo. Tassino Asteazu.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122 109


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

desaparecidos en Uruguay a sus familiares, nos durante el régimen de facto» [13], y que
porque éstos habían sido removidos de las éstos habían sido realizados por agentes
dependencias militares, cremados y lanza- del Estado. La Comisión uruguaya no men-
das sus cenizas al mar. Con respecto a este cionó los nombres de los involucrados en
punto, el informe subrayaba que la Comi- la represión, alegando que en sus potesta-
sión se limitaba a transmitir la información des no se incluía el determinar responsabi-
en términos generales, esperando de las lidades individuales o institucionales. Pero
autoridades judiciales respuestas claras [11]. sí recordó que era obligación del Estado
De las denuncias sobre argentinos des- defender la ley.
aparecidos en Uruguay, la Comisión con- Finalmente, como el resto de las co-
firmó los casos de cinco personas [12], y sólo misiones de investigación [14], la uruguaya
confirmaba parcialmente la desaparición hizo una serie de sugerencias. Primero,
de la nuera de Juan Gelman. Con respecto a referidas a la actualización de la situación
los uruguayos desaparecidos en Argentina, legal de los detenidos, debido a los proble-
la Comisión elevó el número a 182 denun- mas en materia de estado civil y derecho
cias: 13 fueron ubicados; se confirmaron sucesorio a los que se enfrentaron los fa-
42 denuncias más (aunque sin el respaldo miliares por no contar con una situación
objetivo y formal de los casos anteriores); jurídica que solucionara el problema. Así,
se confirmaron parcialmente otras 73, y se sugirió el reconocimiento de la «ausencia
descartaron más de 50 por falta de datos. por desaparición forzada», en donde se
Con relación a las denuncias de uruguayos admitieran como prueba las conclusiones
desaparecidos en Chile, la Comisión reci- de la Comisión. Segundo, la Comisión pro-
bió ocho denuncias, 7 de las cuales con- puso «reparar patrimonialmente —en sede
firmó, descartando sólo una. En Paraguay administrativa y por vía sumaria— los da-
confirmó las dos denuncias, en Brasil se ños y perjuicios generados por la actuación
descartó una, al igual que en Colombia, y ilegal de agentes del Estado» a los familia-
en Bolivia se aclaró un caso. res que no habían sido indemnizados por
Respecto a los menores desaparecidos, los hechos durante la dictadura [15].
la Comisión recibió 40 denuncias. Se des- Y tercero, en cuanto a criterios de repa-
cartaron 33; se confirmó una (la correspon- ración y a un Nunca Más, la Comisión hizo
diente a Simón Riquelo, que ya había sido cinco sugerencias: 1) Que se promoviera y
localizado por Sara Méndez), y se conside-
13.– Ibid., p. 17.
raron en trámite seis denuncias presenta-
14.– Para una comparación sobre los cometidos, actuacio-
das por los propios jóvenes interesados, las
nes e informes de las comisiones de verdad en América
que fueron elevadas a Abuelas de Plaza de Latina, ver: Patricia Funes, «Nunca más. Memorias de las
Mayo y al Hospital Durand de Argentina dictaduras en América Latina», en Bruno Groppo y Patricia
para su seguimiento. Flier (comp.), La imposibilidad del olvido. Recorridos de la
memoria en Argentina, Chile y Uruguay, La Plata, Al Mar-
Uno de los puntos relevantes del infor-
gen, 2001; Esteban Cuya, «Las comisiones de la verdad
me radicó en que se aceptaba oficialmente en América Latina», Revista Memoria, Dokumentations-und
que se habían cometido delitos de Estado, Informationszentrum Menschenrechte in Lateinamerika, 3
«graves violaciones a los derechos huma- (1996), https://www.derechos.org/koaga/iii/1/cuya.html
(consulta: 10 de marzo de 2022); Alexandra Barahona de
Brito y Paloma Aguilar, Las políticas hacia el pasado: juicios,
depuraciones, perdón y olvido en las nuevas democracias,
11.– Informe final de la Comisión para la paz, 2003, p. 19. Madrid, Itsmo, 2002.
12.– Ibid., p. 21 y ss. 15.– Informe final de la Comisión para la paz, 2003, p. 32.

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La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

fomentara a todo nivel, con especial én- vivió en los últimos 40 años circunstancias
fasis en los planes de estudio y en la for- muy difíciles y dolorosas», lo cual confirma
mación de docentes, un análisis objetivo la hipótesis de una confrontación ideoló-
y global de los hechos acontecidos entre gica en los usos del pasado que se hacen
1970 y 1985; 2) Que se enseñará y estimu- en Uruguay entre al menos dos fracciones
lará a todo nivel, valores y principios como de la población: el pasado no ha quedado
la democracia, el diálogo y la solución no atrás, sino que sigue siendo algo que se vive
violenta de los conflictos; la tolerancia y el en el presente, y la confrontación sigue
respeto por los derechos; la consolidación existiendo en la actualidad. Como desde el
plena del Estado de Derecho; la absoluta primer gobierno democrático, se trataba de
sujeción del Estado y sus agentes al marco ver el pasado a través de los ojos del futu-
de más estricta legalidad y, la promoción ro, así dijo Batlle a la ciudadanía «este pro-
y protección genuina de los derechos fun- ceso es el que le permitirá mirar el futuro
damentales del hombre» [16]; 3) Que se re- con tranquilidad», y ver desde el presente y
visaran y actualizaran las normas legales «aprender a convivir» en el hoy [18].
vigentes para contemplar delitos como la Ese mismo día, Batlle decretó la acep-
tortura, contra la humanidad, el genocidio tación de las informaciones contenidas
y la desaparición forzada, ya reconocidos en el informe final «asumiendo que estas
y sancionados en el derecho comparado; conclusiones constituyen la versión ofi-
4) Que se ratificaran y aprobaran los tra- cial sobre la situación de los detenidos
tados, pactos y convenciones internacio- desaparecidos» [19]. En su mensaje a la po-
nales referidos a los derechos humanos; 5) blación, el presidente anunciaba que pon-
La creación de una estructura institucional dría en práctica una serie de resoluciones
dedicada al seguimiento de los derechos administrativas, proyectos de ley y comu-
humanos. nicaciones a los poderes del Estado. El 11
Si bien la mayor parte de la informa- de abril, Batlle emitió una resolución que
ción recabada por la Comisión para la Paz creaba una Secretaría de Seguimiento —
se hizo pública a través del informe final, como lo había sugerido la Comisión— para
también se realizaron informes privados atender y continuar futuras investigacio-
individuales para los familiares de desapa- nes y tareas de seguimiento y apoyo [20].
recidos, en donde se detallaban los datos y El 16 de abril, el presidente firmó un de-
circunstancias conocidos de las muertes de creto de punto final al tema de la violencia
cada uno, los que en muchas ocasiones no en el pasado reciente, a través del cual se
satisficieron a los familiares. [17] ratificaban las conclusiones de la Comisión
Una vez recibido el informe, el 10 de para la Paz, al considerar que éstas habían
abril, el presidente de la República reali- finalizado con lo dispuesto por el artícu-
zó declaraciones ante la prensa, en las que
afirmó que se trataba del final de un camino 18.– Mensaje del Presidente Batlle a la ciudadanía con
iniciado en 1985 con la votación en el Par- motivo de la entrega del Informe Final de la Comisión
lamento de la amnistía para los prisioneros para la Paz, 10 de abril de 2003, http://archivo.presiden-
cia.gub.uy/noticias/archivo/2003/abril/2003041003.htm
políticos. En estas declaró que el «Uruguay
(consulta: 10 de marzo de 2022).
16.– Ibid., p. 17. 19.– Ibid.
17.– Eugenia Allier Montaño, Batallas por la memoria. Los 20.– Resolución N° 449/003, publicada el 28 de abril
usos políticos del pasado reciente en Uruguay, Montevideo- de 2003, https://www.impo.com.uy/bases/resolucio-
México, IISUNAM– Trilce, 2010. nes/449-2003 (consulta: 10 de marzo de 2022).

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

lo 4 de la Ley de Caducidad [21]. Al mismo riales acaecidas en el espacio público [23]. En


tiempo, Batlle pidió que estas conclusiones ese sentido, el informe de la Comisión para
fueran asumidas con prudencia y grandeza la Paz se convirtió, nuevamente en la pie-
por todas las partes. Finalmente, el gobier- dra angular que debía cerrar el capítulo del
no remitió el informe al Poder Legislativo pasado reciente, para algunos; mientras
y a la Suprema Corte de Justicia. que para otros sólo consistía en el reinicio
Otra de las medidas que Batlle puso en de una discusión y de una elaboración del
marcha, se encaminó a declarar la ausencia pasado que debía continuarse.
por desaparición forzada para actualizar la La mayoría de los legisladores de to-
situación legal de los detenidos. Por otra dos los partidos interrogados en esos días
parte, anunció que el gobierno preveía in- consideró que el informe de la Comisión
demnizaciones para los deudos de las víc- significaba avances importantes respecto
timas de crímenes de naturaleza política a los desaparecidos: la mayor parte de los
cometidos en Uruguay a manos de la sedi- militares, los colorados y una mayoría de
ción en los últimos 40 años [22]. Uno de los blancos; junto con la gran mayoría de los
efectos de estas normativas de indemniza- frenteamplistas, algunos sectores blancos
ción, fue que las conclusiones de la Comi- y los nuevoespacistas. Por su parte, las or-
sión para la Paz serían la prueba para com- ganizaciones de derechos humanos y los
probar que una persona era desaparecida, sindicatos valoraron el Informe por dejar
y no los archivos oficiales de la represión abierto el camino para esclarecer el pasado
como en el caso brasilero, por ejemplo. reciente, y por incluir en el espacio público
Además, como la Comisión sólo se abocó al la discusión el tema de las violaciones de
tema de los desaparecidos, no era claro si los derechos humanos cometidas durante
las indemnizaciones incluirían las muertes la dictadura.
en enfrentamientos o no del todo aclara- Tras 18 años de batallas entre la memo-
das, como lo exigía el grupo de Familiares ria y el olvido, la mayoría de los sectores
de Asesinados por Razones Políticas. interesados en la cuestión aceptaban una
El informe de la Comisión funcionó historia compartida. Las batallas entre los
como un momento detonante de la memo- usos políticos del pasado daban paso, por
ria del pasado reciente. Por momentos de- primera vez, a la aceptación de la existen-
tonantes de la memoria deben entenderse cia de violaciones de derechos humanos.
los acontecimientos o procesos históricos Hasta ese momento, coexistían dos gran-
donde se concentran las encrucijadas de la des visiones del pasado en la arena pública,
memoria, y que sirven de detonantes para sin que ninguna de la dos lograra conquis-
la expresión de las representaciones del tar la hegemonía. No obstante, el reporte
pasado y las posiciones de los diferentes de la Comisión significó, de alguna mane-
grupos concernidos en las luchas memo- ra, que la visión de las víctimas comenzara
a imperar sobre la de los perpetradores.

21.– Recuérdese que el artículo 4 de la Ley de Caducidad


dictó que cuando un juez recibe una denuncia relacio- 23.– Expresiones que sobrepasan las investigaciones del
nada con desaparecidos, debía mandar el caso al Poder pasado y que se articulan a debates por medidas para
Ejecutivo para que éste realizara las investigaciones cor- la construcción de verdad y acciones de memoria como
respondientes. Sin embargo, el artículo fue interpretado la creación de memoriales o intervenciones en el espa-
en Uruguay como la obligación por parte del Ejecutivo de cio urbano. Un ejemplo es la creación e inauguración en
decidir investigar acerca del destino de los desaparecidos. 2001, del Memorial a los detenidos-desaparecidos en
22.– La República, 20 de abril de 2003, p.3. Montevideo (ver Imagen)..

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Por esta misma razón, decíamos que se dictadura, durante la cual se habían come-
trató de la mayoría de los interesados quie- tido violaciones de derechos humanos in-
nes reconocieron el Informe final. Algunos necesarias ya que en ese momento la gue-
grupos militares no entraron en esa amplia rra había concluido. En esta visión, tanto
mayoría que aceptó el documento como las Fuerzas Armadas como los guerrilleros
la verdad oficial sobre lo ocurrido con los eran culpables: era un poco la continua-
desaparecidos. El informe funcionó tam- ción de la teoría de los dos demonios, aun-
bién como catalizador para la expresión de que con la condena de las violaciones de
algunos militares sobre el pasado reciente. derechos humanos.
En ese sentido, periódicos considerados de En este sentido, el informe se convirtió
derecha difundieron reportajes realizados en la historia oficial. A partir de ese mo-
a ciertas figuras emblemáticas de la repre- mento, ya no se podría negar la existencia
sión durante la dictadura y ciertos prota- de desaparecidos en Uruguay, la colabora-
gonistas de aquellos años salieron ante la ción entre fuerzas militares de distintos
prensa para justificar sus acciones [24]. países, las acciones tendientes a provocar
El enfrentamiento vivido en los años la muerte de personas detenidas duran-
1960 y 1970 parecía continuar 20 o 30 años te la dictadura y que los desaparecidos en
después a través de las apropiaciones de Uruguay no fueron resultado de la existen-
ese pasado. En la visión de los militares se cia de un conflicto armado, pues habrían
trató de un enfrentamiento en el que ellos muerto luego de finalizada la etapa de las
debieron participar, dada la amenaza que confrontaciones violentas, en 1972. Se tra-
representaban los Tupamaros contra las taba, según diversas opiniones, de aceptar
instituciones, y frente a la solicitud de ayu- finalmente la existencia de violaciones de
da por parte del poder político. Para ellos los derechos humanos durante el régimen
los verdaderos culpables de lo que había cívico-militar y de terminar así con un lar-
pasado eran los guerrilleros que se habían go y pesado silencio oficial.
enfrentado al gobierno. Para los Tupama- Por tanto, a pesar de que el informe de
ros, en cambio, ellos habían reaccionado la Comisión no realizaba una narración
a una situación económica y política in- histórica, ni profundizaba en las causas y
sostenible; situación que seguirían rei- consecuencias del periodo estudiado, qui-
vindicando mientras fuera necesario. Para so dar una historia oficial de lo ocurrido
las organizaciones de derechos humanos, con los desaparecidos, por medio de la ofi-
quienes habían sufrido las violaciones se- cialización de ciertos hechos respecto a ese
guían siendo víctimas de los militares. pasado. Si bien algunos consideraron que
A través del informe de la Comisión se este trabajo debía profundizarse y ampliar-
conformaba una nueva visión de lo suce- se a otros hechos, también admitieron que
dido, en donde la situación de enfrenta- la labor de la Comisión era un hito en la
miento anterior al golpe había llevado a la historia reciente del país en cuanto se ha-
bía logrado una verdad histórica y se crea-
24.– Resulta ilustrativo el reportaje realizado al general
(r) Iván Paulós, director del Instituto Militar de Estudios ba una historia oficial. En ese sentido, debe
Superiores y de la inteligencia militar hasta su retiro en decirse que existe una acepción muy con-
1981, en el que afirmó que la guerra no concluyó en 1973 creta del término verdad histórica: se trata
y que hasta 1977 persistían grupos armados que consti-
de una afirmación sobre el pasado que se
tuían una amenaza latente para Uruguay. El País, 29 de
junio de 2003, http://www.derechos.org/nizkor/uruguay/ puede probar invocando los documentos y
doc/paulus.html (consulta 10 de marzo de 2022). pruebas que la demuestran, así como el ra-

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

zonamiento elaborado a partir de esos do- gobierno aplicó nuevas políticas de memo-
cumentos, lo que hace que esa afirmación ria y de justicia transicional. En septiembre
tenga un sentido, es decir, que esté funda- de 2005 se decretó la Ley 17.894, que de-
da y sea relevante desde el punto de vista claraba ausentes por causa de desaparición
histórico. forzada a las personas reconocidas por la
Con el informe de la Comisión se lle- Comisión para la Paz, en 2006 se ratificó la
gaba también a la construcción social de Ley 17.949, por la que se establecían medi-
la verdad histórica —es decir, aquella que das de jubilación y pensión para militares
amplios sectores de la sociedad están dis- perseguidos por la dictadura y se expidió la
puestos a aceptar como verdad—, que es Ley 18.596 que buscó reparar a las víctimas
una cosa diferente porque como advierte del Terrorismo de Estado desde el 13 de ju-
«no siempre es lo que surge de los docu- nio de 1968 a 28 de febrero de 1985.
mentos y a veces puede llegar a ser lo con- Así mismo Vázquez aplicó estrictamen-
trario. En ese sentido la construcción de te la Ley de Caducidad [26], lo que perforó el
una verdad histórica socialmente aceptada amparo de la norma permitiendo la con-
implica un trabajo bastante más comple- dena de Juan María Bordaberry, presidente
jo, que necesita de cierta ‘complicidad’ de golpista, Juan Carlos Blanco, su ministro
parte de la misma sociedad» [25]. de Relaciones Exteriores, General Gregorio
Justamente la construcción social de Álvarez, el jefe militar que había ejercido
la verdad, no es forzosamente una verdad funciones presidenciales luego del plebis-
histórica desde el ámbito científico, pero cito denegatorio de reforma, y habilitar in-
en Uruguay, al igual que en Chile o Argen- vestigaciones de la justicia ordinaria y pro-
tina, el informe de la Comisión se consti- cesamiento de diez militares y policías y
tuyó en la historia oficial. No obstante que dos civiles. Finalmente, bajo el marco ins-
el informe resultó mucho más corto que el titucional de la Secretaría de Seguimiento
realizado por la Comisión Investigadora de la Comisión para la Paz, creada en 2003,
sobre Situación de Personas Desaparecidas Vázquez inició las investigaciones históri-
y Hechos que la Motivaron, que se trabajó cas, que se extienden hasta el presente.
en el Parlamento en 1985, sus resultados De esta manera, en marzo de 2005 se fir-
concitaron una mayor aprobación general mó el Acuerdo General de Cooperación de
que los obtenidos en la década de 1980. la Presidencia de la República y la Univer-
Ello se debió, seguramente, a que se trató sidad de la República, Facultad de Humani-
de una iniciativa desde el Poder Ejecutivo y dades y Ciencias de la Educación. En cum-
no de una medida exclusiva del Poder Le- plimiento, se formó en mayo un equipo de
gislativo. antropología y en septiembre el equipo de
historia. El equipo de arqueólogos foren-
Las nuevas investigaciones históricas:
26.– La Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del
la verdad histórica Estado fue legislada en 1986 y concedió la impunidad a
los militares y policías que habrían cometido violaciones
En 2005, Tabaré Vázquez (Encuentro de derechos humanos durante 1973 - 1985. Fue posterior-
Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría) mente ratificada en 1989 vía referéndum y, en 2009, vía
asumió la presidencia de la República. Su plebiscito. Alrededor de su derogación, nulidad e interpre-
tación ha habido grandes debates en Uruguay. Aldo Mar-
25.– Carlos Demasi, «La historia de la dictadura y las difi- chesi et al. (comps.), Ley de caducidad un tema inconcluso.
cultades del autoanálisis social», Educación y Derechos Hu- Momentos, actores y argumentos (1986-2013), Montevideo,
manos, v. 40 (2000), p. 32. Trilce, 2013.

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La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

Memorial a los detenidos-desaparecidos en Montevideo (fuente Eugenia Allier).

ses, dirigido por el antropólogo José Ló- po de arqueólogos [28]. En los documentos
pez Mazz, inició sus trabajos de búsqueda se sistematizó la dimensión de la desapa-
de restos o lugares de enterramientos de rición forzada y delitos conexos en el Uru-
personas desaparecidas incluidos algunos guay, se completaron las Fichas Personales
predios militares; y el equipo de historia- de las 170 víctimas reconocidas hasta ese
dores, conformado por José Pedro Barrán, momento por la Comisión para la Paz; y se
Gerardo Caetano y Álvaro Rico, tuvo como avanzó en la reconstrucción de los contex-
objetivo investigar en los archivos estata- tos represivos y operativos del Estado uru-
les la documentación oficial sobre el fenó- guayo, incluso en coordinación con fuerzas
meno de la represión y la desaparición for- represivas de Argentina [29].
zada en el Uruguay [27]. Con la publicación de estos cinco tomos
El trabajo de los equipos fue presentado concluyó la primera etapa de las investi-
el 4 de junio de 2007 por Vázquez, en total
5 tomos, publicados por la Presidencia de 28.– El Grupo de Investigación en Arqueología Forense
la República, titulados Investigación histó- (GIAF) halló en 2006, dos sitios de enterramientos clan-
destinos ubicados en predios militares y los restos de dos
rica sobre detenidos desaparecidos. Cuatro
ciudadanos uruguayos: Fernando Miranda y Ubagesner
acerca de las investigaciones históricas y Chávez Sosa. Así mismo fueron encontrados los restos in-
el último dedicado a los hallazgos del gru- completos de Roberto Gomensoro Josman.
29.– Carla Larrobla y Fabiana Larrobla, «Las investigacio-
27.– Álvaro Rico y Carla Larrobla, «Los ciclos de la memo- nes históricas de la Universidad de la República». ILCEA.
ria en el Uruguay posdictadura, 1985-2011», en Eugenia Revue de l’Institut des langues et cultures d’Europe, Amé-
Allier Montaño y Emilio Crenzel (coords.), Las luchas por rique, Afrique, Asie et Australie 26 (2016), p. 11 https://jour-
la memoria en América latina. Historia reciente y violencia, nals.openedition.org/ilcea/3950 (consulta: 10 de marzo
México: IIS UNAM - Bonilla Editores, 2015, pp. 63-93. de 2022).

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

gaciones históricas sobre las violaciones documentación periodística, entre otros [32].
de Derechos Humanos en Uruguay. La se- En 2010, José Mujica, reconocido por
gunda consistió en el análisis del material haber sido integrante del movimiento tu-
documental recopilado y no incluido por pamaro y rehén de la dictadura, se pose-
los libros recién publicados por la Presi- sionó como Presidente por parte del Frente
dencia. Concluyó con la edición de la Uni- Amplio. Su gobierno se enfrentó a los re-
versidad de la República, en 2010, de tres sultados de plebiscito de 2009 que ratificó
tomos: Investigación Histórica sobre la Dic- la Ley de Caducidad, por segunda vez, y a
tadura y el Terrorismo de Estado en el Uru- los debates en torno a su inconstituciona-
guay (1973-1985). lidad e incompatibilidad con el Derecho
Como lo describen Rico y Larrobla [30], Internacional. Así mismo, tuvo que afron-
esta obra abrió la posibilidad a nuevas in- tar fuertes demandas de la sociedad civil
vestigaciones en distintos terrenos del pa- ya que los delitos cometidos durante el ré-
sado reciente. Constató la sistematicidad gimen militar proscribían en 2011. En este
de la desaparición forzada y recopiló do- contexto y tras la condena al Estado uru-
cumentación sobre distintas dimensiones guayo por parte de la Corte Interamericana
del terrorismo de Estado, por primera vez de Derechos Humanos (CORTEIDH) por el
explorados. Abordó el asesinato político, caso Gelman, en octubre de 2011, por vía
la prisión política masiva y prolongada legislativa, se declararon como crímenes
(metodología represiva que caracterizó al de lesa humanidad los delitos cometidos
régimen autoritario en Uruguay), la repre- bajo la dictadura y se restableció la preten-
sión contra mujeres y contra los menores sión punitiva del Estado en esta materia.
de edad, y las torturas de los presos políti- El trabajo de las investigaciones históri-
cos. Así mismo, documentó las políticas de cas no fue ajeno a esa coyuntura, durante el
vigilancia a la sociedad civil, las personas gobierno de Mujica se llevó a cabo la cuarta
en el exilio y los extranjeros residentes en y quinta etapa de estas investigaciones [33].
el país. Por último, presentó las violacio- La cuarta, de marzo a septiembre de 2011,
nes a los derechos políticos y sindicales, la concluyó con la publicación virtual Actua-
represión contra los partidos políticos y la lización de la Investigación Histórica sobre
persecución al movimiento estudiantil [31]. Detenidos Desaparecidos, justo a la víspera
Las actividades que se desarrollaron del de la prescripción de delitos. Fecha nada
2005 al 2010 en materia de memoria y jus- casual, debido al reconocimiento de los
ticia transicional no sólo contaron con la propios investigadores, de la incorpora-
publicación de las investigaciones comi- ción de la documentación a la mayoría de
sionadas por Presidencia. Este periodo vio las causas judiciales y denuncias penales
crecer el auge editorial sobre el pasado re- entabladas ante la justicia [34].
ciente a través de investigaciones científi-
32.– Eugenia Allier Montaño, «De historias y memorias
cas, biografías, testimonios, documentales, sobre el pasado reciente en Uruguay: treinta años de de-
bates», Caravelle 104 (2015), pp. 133-150.
33.– La tercera funcionó por un corto periodo de tiempo el
30.– Á. Rico y C. Larrobla, «Los ciclos de la memoria en el último año del gobierno de Vázquez, en la cual se avanzó
Uruguay posdictadura.1985-2011». con la revisión documental. Esta etapa no publicó sus re-
31.– Álvaro Rico, «Los usos de la dictadura en la democ- sultados.
racia posdictadura y las formas de dominación por el con- 34.– Álvaro Rico (coord.), Actualización de la Investigación
senso», Passagens. Revista Internacional de História Política Histórica sobre detenidos desaparecidos, Montevideo, Presi-
e Cultura Jurídica, 1.2 (2009), pp. 40-49. dencia de la República-Universidad de la República, 2011,

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La siguiente etapa de investigación, equipo, el cual empezó a responder a los


durante noviembre de 2011 y febrero de requerimientos sobre causas en curso y a
2015, concluyó con la difusión de la Actua- demandas reparatorias [36]. De esta manera,
lización de la investigación histórica sobre los resultados de las nuevas investigacio-
detenidos desaparecidos (1971-1982) e in- nes históricas aportaron a las causas judi-
vestigación histórica sobre asesinados polí- ciales y a la legitimación de sus productos
ticos por responsabilidad o aquiescencia del como verdad histórica.
Estado (1973-1985). Con esta etapa hubo Una vez concluido el periodo presiden-
dos cambios. Primero, en 2013, por medio cial de Mujica en 2015 y 30 años después
de resolución presidencial la Secretaría de del fin de la dictadura, volvió al poder Ta-
Seguimiento fue renombrada como Secre- baré Vázquez. Pese al tiempo trascurrido,
taría de Derechos Humanos para el Pasado el pasado reciente del régimen cívico-
Reciente, se modificó su Consejo Directivo militar seguía en el primer renglón de
y amplió el marco temporal de sus investi- la agenda política. El presidente electo,
gaciones, resolviendo que serían materia de el 14 de febrero de 2015, a pocos días de
investigación también las violaciones a los posesionarse, anunció la formación del
derechos humanos ocurridos entre junio de Grupo de Trabajo por la Verdad y Justicia
1968 y marzo de 1985, es decir, al periodo (GTVJ) [37], que se formalizó con el Decreto
previo al establecimiento de la dictadura. 131/2015 [38].
Lo anterior hizo evidente que el saber his- Según el decreto, el Grupo tenía como
toriográfico derivado del Equipo de inves- propósito investigar los crímenes de lesa
tigación producía hechos históricos en un humanidad cometidos por agentes del Es-
intenso debate por el reconocimiento del tado o con la aquiescencia de este, dentro
pasado reciente y que sus investigaciones o fuera de las fronteras, durante el perio-
marcaban nuevos espacios para la lucha do pre y dictatorial. Asimismo, tenía como
memorial. Esto contribuyó a controvertir misión sistematizar los procesos judicia-
ideas divulgadas y aceptadas por el sentido les, digitalizar la información, garantizar
común uruguayo acerca de la dictadura ta- su acceso, análisis y, acompañar el trabajo
les como: que el régimen no sólo fue mili- de las comisiones especiales vinculadas a
tar, sino que tuvo una amplia participación las leyes reparatorias. Este mismo decreto
de civiles, y, que la dictadura no se impuso agregó que la Secretaría de Presidencia se-
espontáneamente sino que fue resultado de ría soporte funcional y administrativo del
la crisis democrática que atravesaba Uru- Grupo de trabajo por la Verdad y Justicia,
guay desde mediados de la década de los 60,
en medio del deterioro del diálogo político 36.– De 2011 a 2016, el Equipo respondió a 94 re-
y restricción de libertades [35]. querimientos del poder judicial, 43 de la Comisión Es-
pecial de Reparación y 17 solicitudes de la Secretaría de
Segundo, el pleno reconocimiento de las
Derechos Humanos para el Pasado Reciente. A. Rico (co-
investigaciones históricas como material ord.), Actualización de la Investigación Histórica sobre de-
probatorio, profundizó la cooperación ju- tenidos desaparecidos.
dicial y replanteó el trabajo profesional del 37.– «Una Conadep para Uruguay», Pagína 12, 14 de fe-
brero de 2015, https://www.pagina12.com.ar/diario/
p. 6. elmundo/4-266107-2015-02-14.html (consulta: 10 de
35.– Jaime Yaffé, «La dictadura uruguaya (1973-1985): marzo de 2022).
nuevas perspectivas de investigación e interpretación his- 38.– Promulgado el 19 de mayo de 2015, https://www.
toriográfica», Estudios Ibero-Americanos, vol. 38, 1 (2012), impo.com.uy/bases/decretos/131-2015 (consulta: 10 de
pp. 13-26. marzo de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122 117


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

es decir, que sería el Grupo quien definiría encontraban las disputas por la memoria
sus planes de trabajo y líneas de acción. sobre el pasado reciente. Finalmente, el
Bajo este marco político, se conformó Grupo de Trabajo concluyó labores en oc-
el GTVJ con la participación de Macarena tubre de 2019.
Gelman, Felipe Michelini, Emilia Carleva- Pese a las dificultades enfrentadas a lo
ro, Susana Andrade, Pedro Sclofsky, Ade- largo de más de 15 años de investigación
mar Olivera y Mario Cayota, representan- [40]
, los documentos históricos producidos
tes de diferentes organizaciones sociales; han permitido avanzar en el esclareci-
y, en junio de 2015, se inició la última eta- miento de la situación y ubicación de las
pa de las nuevas investigaciones sobre el víctimas del régimen cívico militar, de al-
pasado reciente. En diciembre del mismo gunas de las responsabilidades y circuns-
año, se presentó el documento, Asesinados tancias políticas que hicieron posible la
políticos y fallecidos por responsabilidad y/o comisión de estos delitos. Si bien continúa
aquiescencia del Estado. 13 de junio 1968 - siendo una investigación abierta:
26 de junio 1973. En 2016 se reconoce como resultado de
Esta etapa contó con numerosos proble- las investigaciones sobre asesinados polí-
mas como el robo de materiales informáti- ticos en el período de la dictadura, un total
cos y presiones a los integrantes del GIAF. de 124 casos. Las investigaciones sobre el
Además, desde 2017, se hicieron públicas período pre-dictadura: 13 de junio de 1968
las dificultades que presentó el Grupo de – 27 de junio de 1973, constatan 79 casos
Trabajo por la Verdad y Justicia: las dife- en total. Se completa un universo de víc-
rencias entre los miembros del Grupo y timas con un total de 203 ciudadanos uru-
la Secretaría, a la cual se acusa la falta de guayos fallecidos por responsabilidad y/o
compromiso político y de un fuerte peso aquiescencia del Estado uruguayo entre
burocrático, y la incapacidad de cumplir el 13 de junio de 1968 y el 1 de marzo de
con los objetivos dado su exceso de funcio- 1985. Así mismo el universo de detenidos-
nes. Igualmente, en marzo de 2018, se reti- desaparecidos en el período 1968-1973 es
ró el representante de Familiares debido a de 3 casos, en tanto que en el período de la
la falsa ubicación de un enterramiento que dictadura (1973-1985) se constataron, has-
entregó el comandante en jefe del Ejército, ta la actualidad, 190 casos de desaparición
Guido Manini Ríos; y para agosto de 2018, forzada, lo que suma en total 193 víctimas
de las siete personas que inicialmente con- detenidas-desaparecidas entre el 13 de ju-
formaban el GTVJ quedaban tres: Gelman, nio de 1968 y el 1º de marzo de 1985 [41].
Sclofsky y Michelini, su coordinador [39]. Es- Así mismo, actualmente se reconoce
tos hechos mostraron el desconocimiento que al menos 5.925 personas fueron pri-
del trabajo de investigación por parte del sioneros políticos en diferentes penales,
sector militar, y la fuerte oposición de al- siento el Penal de Libertad uno de los más
gunos sectores conservadores por el es-
clarecimiento del pasado. Estos elementos 40.– Gerardo Caetano, «Los archivos represivos en los pro-
mostraron, una vez más, lo vivas que se cesos de ‘justicia transicional’: una cuestión de derechos»,
Perfiles latinoamericanos, 19.37 (2011), pp. 9-32.
39.– Sofía Kortysz, «Una vuelta de tuerca. El ocaso del Gru- 41.– Fabiana Larrobla (coord.) «Introducción a la investig-
po de Trabajo por Verdad y Justicia» Brecha, 24 de agosto ación», en Equipo de historiadores, Investigación histórica
de 2018, https://donde-estan.com/2018/08/24/sobre-el- sobre asesinados políticos por responsabilidad y/o aquies-
grupo-de-trabajo-por-verdad-y-justicia-2/ (consulta: 10 cencia del Estado (1968 1973), Secretaría de Derechos hu-
de marzo de 2022). manos para el pasado reciente, 2016.

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La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

Penal de Punta Carretas (hoy Centro comercial de Punta Carretas), lugar donde fueron recluidos
algunos presos políticos durante la dictadura cívico militar (Fuente: Eugenia Allier).

importantes, 739 mujeres fueron recluidas finales del siglo XX [44].


en Punta de Rieles, y otras 186 mujeres en La ratificación de la historia como he-
la cárcel de Paso de los Toros [42]. Sin con- rramienta para la justicia y la verdad, hizo
tar, los miles de uruguayos que debieron que su labor científica dialogara con los di-
exiliarse por razones políticas, muchos de ferentes actores implicados en las luchas
ellos expulsados del territorio nacional [43]. por la memoria en el Uruguay. El procesa-
Las nuevas investigaciones históricas miento historiográfico ha permitido que la
muestran la consolidación de la primacía memoria del pasado reciente uruguayo se
de la historia sobre las memorias. Desde redefina en la medida misma de su proce-
2005 los diferentes gobiernos uruguayos samiento. Con las investigaciones se han
acudieron a los historiadores y antropólo- dado algunas condiciones políticas y so-
gos para crear una verdad social e histó- ciales para rediscutir los límites de la me-
rica avalada por los sujetos que escriben moria y sus componentes, no sin tensiones
la historia. Además, el fortalecimiento del y conflictos. La reconstrucción del pasado
saber histórico para esclarecer el pasado se contrasta permanentemente con su re-
reciente fue posible gracias a la consoli- cuerdo que se expresa en el espacio públi-
dación de la historiografía contemporánea co. De tal manera, pese a los sistemáticos
uruguaya que tuvo un rápido avance desde avances desde el 2005, actualmente siguen
presentes las luchas por las apropiaciones
42.– Á. Rico, «Los usos de la dictadura en la democracia del pasado, la confrontación de diversos
posdictadura y las formas de dominación por el con-
actores y su comprensión de lo ocurrido,
senso»; A. Rico (coord.), Actualización de la Investigación
Histórica sobre detenidos desaparecidos.
43.– Silvia Dutrénit (coord.), El Uruguay del exilio. Gente, 44.– E. Allier Montaño, «De historias y memorias sobre el
circunstancias, escenarios, Montevideo, Trilce, 2006. pasado reciente en Uruguay: treinta años de debates».

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Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

haciendo evidente la incapacidad totaliza- posible. Los resultados de los mecanismos


dora de contar lo que ocurrió. de justicia transicional presentan verdades
parciales que parecen no dejar satisfechos
A modo de conclusiones a los interesados. La creación de un gran
número de comisiones de investigaciones
El estudio de las Comisiones de Verdad con el mismo objeto es producto en par-
ha conocido un verdadero auge en los úl- te de las luchas memoriales por el pasado
timos años. En términos generales, los in- reciente, la no existencia de una memoria
formes presentados por las Comisiones de social única, sino de una memoria pública
investigación han sido analizados como en donde diversas memorias sociales li-
herramientas que los países traumatizados bran una batalla por detentar la hegemo-
utilizan para poner en su lugar los regis- nía sobre el pasado en múltiples contextos
tros históricos. Así, estas Comisiones se sociales y políticos. Tal como parece indi-
entienden como coadyuvantes de demo- car, sistemáticamente, cada nuevo produc-
cracias para investigar los crímenes del pa- to de las Comisiones de Investigación del
sado, desfigurando las mentiras conforma- pasado reciente en Uruguay.
das por los antiguos regímenes para cubrir Por lo anterior, vale la pena preguntar-
sus delitos. se: ¿se le puede poner un punto final a la
En ese sentido, los informes de las co- memoria? Difícilmente, sobre todo cuando
misiones en América Latina han sido im- está relacionada con acontecimientos vio-
portantes en dos niveles, al neutralizar dos lentos y traumáticos. Mucho más cuando
versiones cristalizadas por las dictaduras: lo acontecido en el pasado reciente aún no
primero, al hacer visible lo ocurrido duran- es reconocido por todos los sectores de la
te los regímenes militares, neutralizando sociedad y no se conoce una verdad más o
la negación y el silenciamiento; segundo, menos completa de lo ocurrido.
al señalar a los responsables (nominativa o Esto augura que serán necesarios nue-
sectorialmente), neutralizando el principio vos mecanismos, de justicia transicional o
de impunidad. Por otra parte, han acortado no, para dilucidar el pasado reciente uru-
la brecha entre damnificados directos (víc- guayo, ya que sigue siendo necesario que
timas, familiares, organizaciones de defen- la memoria y la historia acompañen los
sa de los derechos humanos) y ciudadanos debates del pasado en el espacio público.
que no habían vivido la violencia estatal «Es imprescindible que haya muchas me-
extrema y para los que la represión había morias y muchos olvidos que se exorcicen
sido, aunque sentida, vivida menos dramá- en la escena privada y en la escena pública
ticamente [45]. y que balbuceen una palabra humana con-
Uruguay es uno de los países que más troversial, no la verdad monolítica y de es-
comisiones de investigación ha implemen- tirpe maniquea que nos legó la dictadura
tado en América Latina [46]. Sin embargo, como palabra prevalente y como discurso
parece que alcanzar la verdad sobre las dominante» [47].
violaciones de derechos humanos es im- Tras más de 50 años desde el proceso de
represión iniciado en Uruguay, que dejó un
45.– P. Funes, «Nunca más. Memorias de las dictaduras en
saldo de violaciones de derechos humanos
América Latina».
46.– Eugenia Allier Montaño y Emilio Crenzel (coords.), Las
luchas por la memoria en América latina. Historia reciente y 47.– M. Viñar y U.de Viñar Maren, Fracturas de memoria.
violencia, México, IIS UNAM - Bonilla Editores, 2015. Crónicas para una memoria por venir, p. 16.

120 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122


La búsqueda incansable de la verdad. Mecanismos de justicia transicional... E. Allier y L. A. Ferro

muy alto, es preciso que los mecanismos de que integren y permeen, poco a poco, la
justicia transicional acompañen la amplia- cultura política uruguaya y se complejice la
ción de la comprensión del pasado. El reto memoria social. Este reto podría potenciar
no sólo está en producir amplios volúme- el ejercicio de los mecanismos transiciona-
nes de información, sino en hacer que los les para la consolidación de las democra-
resultados historiográficos se traduzcan en cias plurales y donde la memoria sea una
procesos de justicia y reparación efectiva; parte constitutiva y fundamental de ésta.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 105-122 121


Dossier: Contiendas por la memoria: violencia política, represión y justicia en América Latina

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Autor Invitado

Los marxistas ocultos de la


generación del 50: estrategias
de adaptación de historiadores
a la universidad tardofranquista
The hidden Marxists of the generation of the 50s: strategies of
the adaptation of historians to the late-Francoist university
Carlos Forcadell Álvarez
Universidad de Zaragoza
Resumen

Este artículo analiza los orígenes de la renovación historiográfica que experimentaría


la universidad española durante el franquismo con la aportación que, desde el marxismo,
realizarían Josep Fontana, Alberto Gil Novales y Juan José Carreras. Formados en los
años cincuenta, protagonizaron una especie de exilio formativo en las universidades de
Liverpool, Saarbrücken y Vermont o Heildelberg para posteriormente conseguir integrarse
en la universidad con diversas estrategias que les permitieron eludir, no sin dificultades,
los mecanismos de control académico que imponía la dictadura. Pioneros de la difusión,
práctica y enseñanza del marxismo historiográfico, lograrían consolidar su posición desde
sus correspondientes cátedras y plantar, en varias generaciones de discípulos historiado-
res, algunas de las semillas renovadoras más fértiles.

Palabras clave: historiografía; marxismo; universidad y franquismo.

Abstract

This article analyzes the origins of the historiographical renovation that the Spanish university
would undergo during the Franco dictatorship with the contribution that, from Marxism, would
be made by Josep Fontana, Alberto Gil Novales and Juan José Carreras. Trained in the 1950’s, they
went into a kind of educational exile in the universities of Liverpool, Saarbrücken and Vermont or
Heildelberg and later managed to integrate into the university evading, not without difficulty, the
academic controls imposed by the dictatorship. They managed to consolidate their position within
the university Departments and, through their teaching practice, historiographical and editorial
work, planted, in several generations of historian disciples, some of the most fertile seeds of re-
newal that Spanish historiography would experience during the last third of the twentieth century.

Keywords: historiography; Marxism; university and Francoism.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136 123


Autor Invitado

El título explicita el propósito de descri- España, en universidades europeas, en un


bir, explicar y reconstruir la circunstancia y tiempo de silencio en el interior, y de espe-
la genealogía de quienes, por razones gene- ra mas o menos prudente y precavida desde
racionales, encabezaron la llamada segun- el exterior.
da hora cero de la historiografía española, El novelista Juan Benet (1927) acertó a
en la que comparecieron cautelosamente plasmar el ambiente social e intelectual
para transformar y democratizar la profe- del Madrid de su juventud en el extraor-
sión desde el interior de la academia [1]; al- dinario testimonio Otoño en Madrid hacia
gunos, muy significados, hicieron también 1950, según el cual jóvenes universitarios
del marxismo un referente fundamental, e intelectuales españoles partían hacia un
o muy destacado, en una practica investi- exilio que «tenía todavía mucho de políti-
gadora y docente que debía ser necesaria- co, de última y apenas perceptible secuela
mente tácita desde unos momentos, años de la guerra civil por parte de quienes, sin
50, en los que la cultura y la universidad haber intervenido en ella, no pudieron evi-
franquistas constituían una losa insalvable tar sus consecuencias y buscaron un clima
para cualquier libertad de expresión acadé- más habitable que el de la España de 1950».
mica o política, tanto más para algún tipo Es un retrato de grupo, de compañeros ge-
de manifestaciones marxianas, por muy neracionales de infancias republicanas y
académicas que fueran. En esas circunstan- de guerra y de unas experiencias universi-
cias su formación y primera biografía inte- tarias comunes vividas en la España fran-
lectual había de ser obligadamente tácita, quista y en la Europa democrática, incluido
oculta, como consta en el título, y se debía el retorno a mediados de la década de los
construir, alimentar y desplegar, en sus años sesenta [2].
iniciales periodos de formación, fuera de Aquí nos vamos a ocupar de tres casos de
historiadores plenamente inmersos en es-
1.– Este texto recoge la intervención en el curso celebrado tas circunstancias, altamente significativos
sobre «Investigaciones en curso de historia de la historio- para nuestro tema, por tanto, Josep Fonta-
grafía española», dirigido en noviembre de 2019 por Igna- na (1931), Alberto Gil Novales (1930), Juan
cio Peiró y Miquel A. Marín Gelabert; era el XI Seminario
de historia de la historiografía «Juan José Carreras», que
José Carreras (1928). Los tres participaron
se reúne anualmente desde 2009 y que, tras la interrup- de una irrenunciable vocación intelectual,
ción consiguiente a la pandemia sanitaria, ha celebrado académica, de historiadores, y hubieron de
su XII edición sobre «Europeización e internacionaliza- desarrollar estrategias de ocultamiento y
ción de la historiografía de la España contemporánea» a
finales de marzo de 2022. El seminario, organizado por la
adaptación para poder realizar la práctica
Institución Fernando el Católico y la Universidad de Zara- de su vocación y oficio en la Universidad
goza en recuerdo del maestro común, viene constituyendo española, finalmente, desde los últimos
una destacada plataforma para la comunicación entre las años sesenta y comienzos de los setenta, es
principales historiografías europeas.
decir en esa etapa que algunos denominan
El concepto «hora cero» fue incorporado a principios de tardofranquista previa al final de la dicta-
los noventa por la historiografía alemana para designar
dura y la democratización política y cultu-
rupturas epistemológicas radicales, como la experimenta-
da por los historiadores alemanes a partir de 1945; aquí ral desplegada a partir de 1977-78.
es utilizado, en sentido inverso, por Miquel A. Marín Gela- Podemos comenzar con un compañero y
bert, vid. «Revisionismo de estado y primera hora cero en maestro Josep Fontana, fallecido en agos-
España, 1936-1943», en Carlos Forcadell, Ignacio Peiró y
Mercedes Yusta, El pasado en construcción. Revisionismos 2.– Juan Benet publicó en 1987 una verdadera joya litera-
históricos en la historiografía contemporánea, Zaragoza, IFC, ria: Otoño en Madrid hacia 1950, Madrid, 2001, Visor Libros,
2015, pp. 363-406. la cita en pp. 63-64.

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Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

to de 2018 a los 86 años de edad [3]. Como sobre todo si se pretendía hacer carrera
historiador profesional, su partida de na- académica, una inserción universitaria que
cimiento se encuentra en La quiebra de la debía pasar casi obligadamente en aquel
monarquía absoluta (1814-1820). La crisis tiempo por el nuevo territorio disciplinar
del Antiguo Régimen en España, cuya prime- de la historia económica, pues las faculta-
ra edición es de 1971, producto de una tesis des de historia, también la de Barcelona,
doctoral presentada el año anterior bajo la eran reductos de otro régimen que todavía
tutela y dirección de Fabián Estapé, cate- no había ni comenzado a tambalearse, de
drático de Política Económica en la Facul- tal modo que Josep Fontana pudo obtener
tad de Ciencias Políticas y Ciencias Econó- en 1974 la cátedra de Historia Económica
micas de la Universidad de Barcelona, de la de la Universidad de Valencia. Pero a la al-
que fue Rector entre 1969 y 1971, cobertura tura de 1971, los agradecimientos que ex-
conveniente a la hora de dirigir y presen- presa en el prólogo al libro adquieren la sig-
tar la tesis de un historiador ya maduro y nificación de eslabones historiográficos tan
acreditado, que había sido expulsado de significativos como indiscutidos: a quienes
la misma, junto con otros compañeros, en le enseñaron el oficio de historiador, Vicens
1966. El libro desarrollaba un modelo am- Vives, Pierre Vilar y Ferran Soldevila..., a
bicioso de explicación de la crisis del anti- compañeros generacionales como Jordi
guo régimen que va mucho más allá de la Nadal, a sus primeros alumnos, Ramón Ga-
historia política, pues «la excelente sínte- rrabou, Jaume Torras, Nuria Sales..., y «más
sis de Artola lo hace innecesario», e integra que nadie me ha ayudado, de todas formas
con eficacia fuentes y métodos de historia posibles y especialmente con su estímulo,
económica y social. Es un producto estric- Gonzalo Anes», que había formado parte de
ta y cuidadamente académico, en el que no su tribunal y fue el primer catedrático en el
se esconden presupuestos teóricos de raíz escalafón de la Historia Económica.
marxista, aun sin hacer en ningún momen- La persona y la obra de Josep Fontana,
to un alarde específico de los mismos, desde así como su monumental trabajo como edi-
los que buscan los complejos nexos que en- tor, a la luz o en la sombra, son capitales
lazan la evolución económica y los hechos para el proceso de recepción del marxismo
políticos: «El proceso económico ha influi- historiográfico en España a partir de los
do en los hechos políticos a través de la me- años sesenta y para la notoria influencia del
diación de los enfrentamientos de clase y mismo en la historiografía de las décadas
de la formación de unas concepciones ideo- siguientes. El redescubrimiento del marxis-
lógicas articuladas sobre ellos» (p.13). Ese mo teórico en España está, en gran parte,
es el marxismo abierto, aprendido y elabo- vinculado al trabajo de Manuel Sacristán
rado desde su estancia juvenil (1956-1957)
en la Universidad de Liverpool al lado del trevista que le hace José Gómez Alén en la misma revis-
historiador modernista John Lynch (1923- ta, José Gómez Alén, «Entrevista: Josep Fontana Lázaro»,
Nuestra Historia, 3, págs. 163-188: «Fue entonces cuando
1918) [4], necesariamente tácito hacia 1970,
descubrí, trabajando en la Universidad de Liverpool, la
historiografía marxista británica, que vivía en los años
3.– La revista Nuestra Historia le dedicó un número mono- cincuenta y sesenta unos momentos de vitalidad creativa,
gráfico: «Los combates por la historia de Josep Fontana» que culminaron con la aparición en 1963 de The Making
en su nº 7 del primer semestre de 2019; algunas de las of the English Working Class de E.P.Thompson y con la pu-
referencias que siguen proceden de mi colaboración en blicación por Eric Hobsbawm en 1964 del fragmento de
este volumen. los Grundrisse de Marx dedicado a las formaciones econó-
4.– Vid. una pequeña autobiografía intelectual en la en- micas precapitalistas».

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Autor Invitado

Josep Fontana, en una intervención junto a Eric Hobsbawm, José María Bricall, Carlos Martínez
Shaw y Anna Sallés, en la década de 1970 (Fuente: blog La retina del sabio).

como traductor y ensayista [5]. A él se debió da Gonzalo Pontón, «a principios de aque-


la iniciativa de traducir y editar el primer lla década sorprendente» Manuel Sacristán
libro de Karl Marx publicado legalmente había empezado a colaborar con Ariel y en
en España bajo el franquismo, el volumen 1965 nos propuso iniciar «Ariel quincenal»,
que, con el título de Revolución en España, una colección de libros de ensayo, a muy
recoge las colaboraciones de Marx y de En- bajo precio, 50 pesetas, en la que se fue-
gels sobre nuestro país en New York Daily ron publicando los grandes nombres que se
Tribune. De 1966 es su segunda edición, editaban en el mundo exterior: Marx, Key-
con traducción, notas y prólogo revisado nes, Russell, Adorno, Lange...
del mismo, cuando, mientras trabajaba en
ello, fue expulsado de la docencia universi- «La lista de autores que tradujo bajo su
taria en 1965, unos meses antes que el pro- propio nombre es impresionante: Marx,
pio Fontana; en 1971 publicó la Antología Engels, Lukacks, Gramsci, Adorno, Hull,
de escritos de Gramsci en la editorial Siglo Quine, Galbraith, Bunge, Copleston, Have-
XXI, en la que aparecían el mismo año los mann, Dutschke, Dubcek, Korsch, Marcuse,
Grundrisse marxianos. Desde entonces y en Schumpeter, Frege, Piaget, Pigou, Marcuse,
el último cuarto del siglo XX la presencia Dubcek, Althusser, Chomsky, Galbraith…
de Marx entre los historiadores españoles, Tratábamos de remedar con el ensayo la
en la investigación, y en la propia Universi- tarea que Javier Pradera estaba llevando a
dad fue muy notable, algo que, siguiendo la cabo con el ‘Libro de bolsillo’, de Alianza
pauta general, se ha desvanecido bastante editorial» [6].
desde finales de los años noventa.
Por entonces Sacristán trabajaba, preci- Pocas colecciones tuvieron un papel tan
samente, en la editorial Ariel. Como recuer- importante en la formación de varias ge-
neraciones de jóvenes estudiantes como
5.– También Manuel Sacristán, desde su «otoño en Barce- aquella «Ariel Quincenal», de la que el jo-
lona» de los años cincuenta, buscó su periodo de forma- ven Fontana ya era asesor editorial, que
ción en el exterior y estudió en la Universidad de Münster
entre 1954-1956, los mismos años en los que Juan José 6.– Gonzalo Pontón, «Tiempo de aprendizaje», Artes del
Carreras y Emilio Lledó iniciaron su estancia y presencia ensayo. Revista Internacional sobre el ensayo hispánico, 1,
en la Universidad de Heidelberg. 2017, pp. 247 y ss.

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Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

sustituyó, como instrumento educativo en ello tuvo un papel determinante la Editorial


ciencias humanas y sociales para las nue- Crítica y las publicaciones y traducciones de
vas generaciones, a las precarias enseñan- historia que Pontón y Fontana orientaron
zas de las universidades franquistas [7]. durante más de tres décadas, entre 1976 y
Son unos años con perfil propio en este 2009, una tarea aun continuada por la edi-
proceso de oposición intelectual y acadé- torial Pasado &Presente hasta hoy.
mica al franquismo, y de conocimiento y El compromiso intelectual y profesional,
penetración de Marx, de todo lo cual Josep en el caso de Fontana como en el de otros,
Fontana formó parte de forma destacada. iba unido desde el principio a un patente
En 1968 Alianza Editorial publicó los Ma- y explícito compromiso social y político,
nuscritos. Filosofía y Economía, de Karl Marx, que podía acoplar a lo largo del tiempo a
escritos en 1844 y desconocidos hasta 1932, diversas formas y manifestaciones, desde
con traducción y prólogo de Francisco Ru- las primeras raíces de su militancia en el
bio Llorente, desde el Instituto de Estudios PSUC entre 1956 y finales de los años se-
Políticos, pero de Caracas entonces, presi- tenta hasta su presencia cerrando la lista
dente de nuestro consejo de Estado entre de Ada Colau de Barcelona en Comú en las
2004 y 2012. En octubre de 1969 se permitió elecciones municipales de 2015.
reabrir a la editorial Ciencia Nueva, plata- En el caso de Fontana el marxismo his-
forma temprana de aportaciones y teoría toriográfico comenzó a dejar de ser oculto
marxista entre nosotros; fue una victoria tempranamente, consolidado ya como cate-
efímera pues la editorial fue cerrada a fi- drático en vísperas del final de la Dictadura,
nales de 1969. Aquella «década prodigiosa» e incluso se hizo pronto patente en su obra
acabó con un duro estado de excepción en una dimensión de historia militante que ya
1969. Y conviene retener y subrayar que los mereció tempranas críticas, en caliente, de
nombres mencionados, Manuel Sacristán, las que casi cuarenta años más tarde hoy
Gonzalo Pontón, Javier Pradera, eran mar- encontramos continuidades y ecos, incre-
xistas y militantes comunistas que fueron mentados por la mayor debilidad del mar-
claves y fundamentales para la recepción xismo hoy, del marxismo historiográfico en
del marxismo en la juventud española anti- particular. Santos Juliá compareció pun-
franquista, que ni necesitaban ni podían en tualmente a comentar la novedad en una
aquel momento presentarse como marxis- reseña bibliográfica (1982) criticando que
tas. En abril de 1976 Gonzalo Pontón, tras «un historiador de primera fila que a tan-
aprender el oficio de editor en Ariel, fundó tos enseñó a transitar por nuestro reciente
la editorial Crítica, que publicó sus prime- pasado» relegara la historia y la historio-
ros libros en septiembre de aquel mismo grafía a una mera función legitimadora y de
año, a la que incorporó sus conocimientos y apoyo del orden social gestionada por los
entusiasmos Josep Fontana, ya catedrático historiadores en cada momento y periodo,
en Valencia, y en plena puesta en marcha de entendiendo el discurso histórico y la ta-
una transición política en la que era urgen- rea de los historiadores como herramientas
te compensar muchas carencias, así cultu- para construir un nuevo proyecto y orden
rales como historiográficas y políticas; en social, un renovado proyecto socialista [8].

7.– Fontana, militante del PSUC desde 1957, y Sacristán 8.– Santos Juliá, «Un viaje en el Oriente Express de la his-
formaban parte del consejo de redacción de Nous Hori- toria», El País, 18 de julio de 1982. Comentario al libro
zons, la revista cultural del PSUC, en la que publicó, con de Fontana: Historia. Análisis del pasado y proyecto social,
seudónimo, sus primeros trabajos. Barcelona, Crítica, 1982.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136 127


Autor Invitado

La demanda de que la historia, «dejara servadora norteamericana, controlado por


de ser conocimiento libresco para recu- el rígido sistema de vigilancias y censuras
perar su legítima función de herramienta ideológicas heredadas del nazismo, que si-
para la construcción del futuro» era muy guen en plena vigencia hoy» [10].
ambiciosa y la militancia teórica marxista
muy directa y evidente, de modo que el li- En el índice onomástico del libro se bus-
bro fue criticado desde el momento de su cará en vano nombres como Koselleck, We-
aparición, más privada y discretamente por hler, Kocka, Pühle, y ni siquiera aparecen
algunos historiadores, con más alardes y los jóvenes historiadores de la vida coti-
publicidad en otros casos. Ricardo Roble- diana, izquierdistas críticos con la Sozial-
do nos informa que en el «Index» de libros geschichte de sus mayores más enraizada
prohibidos por el Opus Dei de 2003 alcanzó en tradiciones demócratas y socialdemó-
el nivel 6 («lectura prohibida. Para leerlo se cratas (Kriedte). Yo mismo pude ser testigo
necesita permiso del padre prelado»); otras de cómo Juan José Carreras le comentó con
publicaciones de Fontana de estos años posterioridad, privadamente y con discre-
habían merecido el nivel 5: «No se pueden ción, estas ausencias y estas descalificacio-
leer, salvo con un permiso especial de la nes simplistas, y de cómo Josep Fontana
delegación» [9]. En el campo de batalla de la asumía su desconocimiento y apresura-
historia no faltaban combatientes. miento en este y en otros casos. Leído hoy,
Fontana ponía su enorme erudición y el libro adolece de esa condición militante
saber histórico al servicio de cierta urgen- y combativa, que, a la vez y por la misma
cia militante que consideraba necesaria a razón, le proporcionó un impacto induda-
principios de los años ochenta, cayendo en ble en una coyuntura histórico cultural en
ocasiones en juicios demasiado sumarios y la que el marxismo político e historiográ-
poco documentados. De los historiadores fico podía dejar de estar oculto después
alemanes, escribe, por ejemplo, que: de medio siglo, y constituyó una destaca-
da guía para la generación de estudiantes
«lo que en Alemania recibe el pomposo e historiadores de los años ochenta, para
nombre de Historische Sozialwissenschaft los profesores universitarios y docentes de
no es mas que el viejo historicismo rejuve- enseñanza media que lo usábamos y reco-
necido con trasplantes de sociología con- mendábamos.
Alberto Gil Novales (Huesca, 1930-2016)
9.– Ricardo Robledo, «Josep Fontana 1931-2018. Historia es un historiador coetáneo de Fontana,
y compromiso social», Conversación sobre Historia, 5 de con quien comparte situaciones y expe-
septiembre de 2019, https://conversacionsobrehistoria.
riencias similares, que le llevan a cultivar
info/2018/09/05/josep-fontana-1931-2018-historia-y-
compromiso-social/ (consulta: 23 de mayo de 2022). Se su vocación intelectual de joven universi-
refiere a La crisis del Antiguo Régimen (1808-1833), Barce- tario licenciado en Derecho en la Univer-
lona, Crítica, 1979, donde critica con dureza a la escuela sidad Complutense de Madrid buscando
de Pamplona de los historiadores del Opus Dei (Federico
tempranas estancias en universidades eu-
Suárez). Ricardo Robledo ha contribuido destacadamente,
por encima de las retóricas necrológicas, a fijar el lugar de ropeas (Estrasburgo, 1948, Perugia, 1950)
Fontana en territorios propios de la historia de la histo- a las que les dió más continuidad en la de
riografía económica: «Josep Fontana y la Historia Econó- Saarbrüken, ciudad frontera con la Lorena
mica», Investigaciones de Historia Económica», 14(3), 2018
francesa y capital del Sarre, recién integra-
y «El infatigable zapador: la historia agraria de Josep Fon-
tana», Historia Agraria, 76, 2018, pp. III-XII constituyen dos
volúmenes imprescindibles. 10.– J. Fontana, Historia. Análisis del pasado, p. 173.

128 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136


Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

do en la República Federal Alemana, donde por la dictadura en estos años.


permaneció entre 1958 y 1961. El futuro historiador de la revolución li-
La maduración cultural, intelectual y beral española hace constar en su prólogo
profesional de este joven veinteañero es su agradecimiento a Castellet, pieza clave
intensa, anticipada, individual; el princi- entre la joven intelectualidad antifranquis-
pal motor de la misma es, al igual que para ta en Barcelona, animador de la editorial
otros jóvenes de la «generación del 50», sa- Seix Barral, «quien fue el primero que me
lir de los muros de la España y de la uni- indicó la conveniencia de publicar un li-
versidad franquistas para esperar tiempos bro mío», y a Salvador Espriu, que le sugi-
mejores, mientras va construyendo su bio- rió el titulo. No eran malas compañías para
grafía personal y profesional de historiador. un chico de Huesca en la Barcelona de los
Y la mejor muestra de esta precocidad es la años 50. Por otra parte había coincidido en
edición de su primer libro en 1959, a sus el servicio militar con Jaime Gil de Biedma,
29 años de edad, Las pequeñas Atlántidas, así que en su juventud y periodo de forma-
compuesto con algunos textos escritos con ción estaba bien relacionado con la emer-
anterioridad, una publicación que, a la vez gente y silenciosa oposición política en Ca-
que da cuenta de su proceso de formación taluña. El tercer agradecimiento se dirige a
intelectual, su personal Bildung, anuncia Eloy Terrón «que me facilitó algunas obras
sus principales intereses y proyectos profe- y me orientó con su enorme conocimiento
sionales como historiador [11]. del siglo XIX», lo cual nos introduce ya más
No deja de ser sorprendente la temprana en el terreno de la historia y también en la
presencia de un desconocido de provincias dimensión personal y primera formación
licenciado en Derecho en la prestigiosa «Bi- política del joven historiador: se habían
blioteca breve» de la editorial barcelonesa conocido a mediados de los cincuenta en
Seix Barral, una colección de bolsillo ade- el Ateneo madrileño; Eloy Terrón (1919-
lantada a su tiempo cuyo número 137 fue el 2002) fue un joven activista republicano,
titulado Las pequeñas Atlántidas, con el que asturiano que participó en el maquis junto
se sumó a un notable y significativo elenco con su hermano César para posteriormen-
de autores por el que desfilaban T.S. Elliot, te devenir en maestro socrático vinculado
Italo Svevo, J.E. Cirlot, Alain Robbe-Grillet, al Partido Comunista. Le dirigió la tesis
Marguerite Duras, Julián Gállego, Joan Fus- doctoral, como a tantos, Santiago Montero
ter, Castellet, Ferraté, Espriu, Cesare Pave- Díaz en 1958 sobre La importación de la fi-
se, Juan Marichal, Jorge Guillén, Luis Goyti- losofía krausista en España, parte de la cual
solo Max Frisch, Jesús Fernandez Santos... quedó integrada en su obra más conocida
La colección de libros de bolsillo «Bibliote- Sociedad e ideología en los orígenes de la Es-
ca Breve» de la barcelonesa editorial Seix paña Contemporánea, Barcelona (1969), no
Barral fue una pionera en su época, tanto por casualidad publicada en editorial Pe-
por su formato como por un repertorio de nínsula, esa misma España contemporánea
temas y autores que se situaba en el límite que comenzaba a buscar y explorar Alberto
de lo posible de las condiciones impuestas Gil Novales por las mismas fechas. Eloy Te-
rrón ejerció durante diez años la docencia
11.– Una aproximación biográfica más amplia en Alberto universitaria en la Facultad de Filosofía y
Gil Novales, Las pequeñas Atlántidas, edición y prólogo de
Letras, como profesor ayudante de prácti-
Carlos Forcadell, «El joven historiador ante un pasado na-
cional sumergido bajo las aguas del franquismo, Zaragoza, cas del profesor Montero Díaz (1955-1958)
PUZ, 2019, pp. VII-XXV. y como profesor adjunto interino del cate-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136 129


Autor Invitado

drático de ética y sociología, José Luis Ló- Atlántida bajo el mar, de la tradición olvi-
pez Aranguren (1958-1965), puesto del que dada y prohibida desde los ilustrados y li-
dimitió como protesta contra la destitución berales de principios del XIX a los proce-
de profesores tras las manifestaciones de sos democratizadores, ausentes todos, de
1965 (Tierno Galván, García Calvo, Monte- la historiografía franquista de la victoria.
ro Díaz, Aranguren…) El libro consistía en semblanzas extraor-
Hay que imaginar al joven estudiante de dinariamente intencionadas de arbitristas,
Derecho que era Alberto en Madrid hacia ilustrados y liberales (Caxa de Leruela, los
1950, sobre todo si se conoce y se advierte, hermanos Azara, Isidoro de Antillón, Alva-
a través de la biografía del Semprún comu- ro Flórez Estrada, Cabarrús, Mor de Fuen-
nista que ha publicado Felipe Nieto [12], que tes…etc.), incluso un discreto comentario
Federico Sánchez, quien se albergaba en sus elogioso sobre el libro del exiliado Vicente
clandestinas y madrileñas andanzas en casa Llorens sobre los exiliados y románticos es-
de Domingo Dominguín, o de Eloy Terrón, pañoles (1823-1834), en conjunto unos pri-
fue enviado por un tiempo a una habitación meros escritos nucleares de la posterior de-
de la calle Padilla, donde se alojaba Gil No- dicación docente e investigadora de Alberto
vales, compañero de estudios y de ateneo Gil Novales, quien, ante las escasas posibi-
de Eloy Terrón, de modo que convivió con lidades que ofrecía el mundo académico a
Semprún, muy probablemente sin llegar principios de la década de los años sesenta,
a identificarlo entonces, un Federico San- obtuvo un nombramiento de profesor en
chez al que Terrón también puso en con- Middlebury College (Vermont) donde en-
tacto con Emilio Lledó y Juan José Carreras, señó historia y literatura hasta su regreso
quienes a fines de los cincuenta y princi- en 1964. A su vuelta de Estados Unidos dio
pios de los sesenta andaban emigrados por comienzo a su trayectoria universitaria en
la universidad alemana, igual que Alberto la universidad española como ayudante y
estaba en Saarbrücken y luego en los Esta- adjunto (1966-1972) de Luis García de Val-
dos Unidos. Posteriormente su compañera deavellano, discípulo de Claudio Sánchez
Elvira me ilustró la anécdota: Alberto salió Albornoz y catedrático en la Facultad de
un día de la pensión, después de desayu- Ciencias Políticas de Madrid en 1954 [13].
nar, a la vez que el incógnito Semprún, que Toda biografía personal e intelectual
llevaba bajo el brazo un par de libros anti- se construye en el marco de una biografía
guos. Como atraído por un imán, Alberto se colectiva. Los comienzos de la trayectoria
fijó en ellos y le pidió que se los dejara ver, intelectual y política de Alberto Gil Nova-
pues le habían parecido obra de un autor les, antes de sus treinta años, pasan por el
dieciochesco que le interesaba. Semprún se ambiente cultural y editorial de Barcelona y
resistió denodadamente, porque los libros por el mundo universitario madrileño. Ante
eran sólo una identificación para una cita a las escasas posibilidades que ofrecía el
la que acudía. mundo académico en la España de los años
Las pequeñas Atlántidas significaban una
metáfora obligada en aquel momento para 13.– Para su trayectoria personal y académica vid. Pedro
eludir una expresión más diáfana y contun- Rújula (ed.), Alberto Gil Novales (1930-2016). Los mundos
dente como la de «pasado oculto», como la del historiador, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragone-
ses, 2019, volumen que recoge los textos de compañeros,
discípulos y amigos presentados en el homenaje de que
12.– Felipe Nieto, La aventura comunista de Jorge Semprún, fue objeto en febrero de 2018. Cabe subrayar que hizo
Barcelona, Tusquets, 2014, pp. 226-227. donación de su extensa y rica biblioteca personal al IEA.

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Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

Alberto Gil Novales durante una intervención (Fuente: Twitter).

50 y 60 desarrolló su formación en univer- nes que la de resistir o la de adaptarse; su


sidades europeas y norteamericanas, hasta elección fue resistir esperando desde la dis-
su retorno en 1964, por las mismas fechas tancia, Gil Novales hasta su retorno de Ver-
en que Emilio Lledó o Juan José Carreras mont en 1964, Emilio Lledó (1927) y Juan
decidían reinsertarse a la España franquista José Carreras (1928-2006) hasta su vuelta
preparando oposiciones a cátedras de insti- de Heidelberg hacia 1965, momento en el
tutos de enseñanza media. que iniciaron un proceso de reinserción en
Juan José Carreras (1928-2006), a quien la universidad española.
también le había dirigido la tesis doctoral Emilio Lledó y Juan José Carreras, dos o
Santiago Montero en la universidad madri- tres años mayores que Alberto Gil Novales
leña de mediados de los años cincuenta, y (1931), son compañeros generacionales,
Emilio Lledó (1927), habían buscado refu- de infancias republicanas y de guerra y de
gio unos años antes en la universidad ale- unas experiencias universitarias comu-
mana de Heidelberg. Por tanto aquí tene- nes vividas en la España franquista y en la
mos biografías paralelas de universitarios Europa democrática, incluido el retorno a
coetáneos, historiadores, filósofos, que, mediados de la década de los años sesenta.
con vocación y posibilidades de emprender Este es el escenario intelectual y político en
una carrera académica en la universidad el que eligió situarse, desde muy temprano,
española, optaron en los años cincuenta el doctorando de provincias que llegó a la
por salir al exterior para escapar de la difí- Facultad de Derecho de la Complutense y
cil alternativa que por entonces ofrecían la que comenzó a construirse como historia-
política y la universidad de una dictadura dor en los años cincuenta madrileños, des-
tan férrea como segura en aquel momento, de sus veintipocos años.
una situación que no dejaba otras opcio- En cierto sentido Las nuevas Atlántidas

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136 131


Autor Invitado

es un libro seminal, por cuanto la investi- ránea en Zaragoza en 1969, tras haber sido
gación y la escritura de la historia que va a catedrático de Historia en el instituto Goya
desplegar con posterioridad su autor van a de la ciudad.
discurrir por los caminos anunciados en su Juan José Carreras Ares (La Coruña,1928-
primera y juvenil obra; constituyeron con Zaragoza,2006) fue Catedrático de Histo-
el tiempo una monumental aportación a la ria Contemporánea de la Universidad de
historia política del siglo XIX y al redescu- Zaragoza, en la que se jubiló como Profe-
brimiento de los olvidados actores sociales sor Emérito en 1998. Estudiante brillante
del liberalismo y de los primeros discursos y temprano opositor al franquismo en la
y prácticas democráticas, un programa que Universidad Complutense de Madrid de fi-
va cumpliendo con rigor y más sistemática- nes de los años cuarenta, era a finales de
mente desde que consigue entrar en el es- los años 40 militante y dirigente de la ile-
calafón de la academia contemporaneísta al gal y clandestina FUE, una organización
obtener plaza de profesor agregado en 1972 que —según su testimonio— se reducía por
en la Universidad Autónoma de Barcelona. entonces a una docena de universitarios;
En cualquier caso el lugar que ha acabado también participó en la famosa pintada en
ocupando Alberto Gil Novales en la histo- la fachada de la Facultad de Filosofía y Le-
riografía española queda prefigurado desde tras, así como en las muy noveladas y filma-
su decidido objetivo de sacar del fondo del das aventuras de sus compañeros de la FUE
mar la historia reciente y contemporánea Nicolás Sánchez Albornoz y Manuel Lama-
de la sociedad española, recomponiendo el na [14]; completó su formación en la Uni-
pasado liberal y democrático de la misma. versidad de Heidelberg entre 1954 y 1965,
No es casual la coincidencia en el tiempo de periodo en el que se encuentran las claves
la monumental obra de Artola (1923-2020) de su formación y de su posterior proyec-
sobre los orígenes de la Historia Contem- ción académica y docente en la universidad
poránea, también de 1959, o los primeros española. Tuvo un papel determinante en
títulos de su más coetáneo Josep Fontana la renovación de la historiografía contem-
(1931-2018), que armaron la historia con- poraneísta y del propio profesorado uni-
temporánea en España para las décadas si- versitario durante el final de la Dictadura y
guientes. las primeras etapas de la democratización
Josep Fontana, quien combinó su voca- de la sociedad y de la cultura españolas, así
ción académica con una militancia políti- como una destacada influencia en la trans-
ca más activa y visible, fue expulsado de la formación del contemporaneísmo español,
Universidad de Barcelona en 1966, a sus 35 tanto suscitando temas y debates como
años, pero consiguió acceder a una cátedra formando historiadores y desarrollando
de Historia Económica en Valencia en 1974. disciplinas específicas como la Historia de
Mientras tanto, simultáneamente, otros se la Historiografía. Son muchos los docen-
estaban preparando para entrar sigilosa- tes e investigadores en España y en Aragón
mente en el escalafón, más controlado por que recuerdan al profesor Carreras como
viejas guardias, de historia contemporánea, un maestro de historiadores y un auténti-
beneficiándose de un discreto anonimato y co maître a penser desde su dimensión de
de un cauteloso ocultamiento. Es el caso, intelectual crítico y de ejemplo profesional
comparable al de Alberto Gil Novales, de
14.– Lo cuenta Pablo Lizcano, La generación de 1956. La
Juan José Carreras, quien obtuvo por opo- Universidad contra Franco, Madrid, 1981, pp. 68 y 73. Reedi-
sición la agregación de Historia Contempo- ción en Ed. Marcial Pons, 2006.

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Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

Heidelberg, 1954. Juan José Carreras en el centro, Emilio Lledó a la derecha y Gonzalo Sobejano
a la izquierda (Fuente: Institución Fernando el Católico).

y cívico. Sus enseñanzas fueron preferente- fía alemana de la posguerra. A mediados


mente orales [15], en sus clases y seminarios, de los años sesenta comenzó a concurrir a
en conferencias y congresos celebrados a oposiciones para plazas de la Universidad
lo largo de la geografía universitaria, en la española y, beneficiándose de ese discreto
dirección y promoción de líneas de inves- anonimato que entonces le resultaba obli-
tigación. Dejó profunda huella en alumnos gado practicar, obtuvo en 1969 la de Profe-
y numerosos discípulos, cuyo respeto inte- sor Agregado de Historia Moderna y Con-
lectual y afecto personal no ha dejado de temporánea en la Universidad de Granada,
crecer con el paso del tiempo. trasladándose dos meses después a la de
Su larga estancia en la Universidad de Zaragoza, a cuya cátedra de Historia Con-
Heidelberg, desde 1954 y hasta 1965, le per- temporánea accedió en 1977, tras breves es-
mitió vincularse al Historisches Seminar tancias en la Autónoma de Barcelona y en
de la misma, animado por Werner Conze y la Universidad de Santiago de Compostela
Reinhardt Koselleck, y desarrollar un sóli- Su propósito de hacer carrera universi-
do proceso de formación en la tradición y taria, ya retornado a España en 1965 como
en la renovación de la potente historiogra- Catedrático de Instituto, le aconsejó ha-
cerse visible con una serie de publicacio-
15.– Carmelo Romero, un compañero castellano, cuenta nes, de estricto carácter teórico y erudito,
que cuando coincidía con Julio Valdeón (1936-2009) en que envía a la revista Hispania, vehículo
Valladolid éste le preguntaba: «qué es del ágrafo más casi único, desde el CSIC, de recepción y
ilustre desde Sócrates». Valdeón forma también parte de
transmisión de la investigación histórica
una galería más amplia de historiadores «marxistas ocul-
tos», hasta que obtuvo la cátedra de Historia Medieval en en el mundo académico del momento. Y
1971. es ahora, cuando presenta públicamen-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 123-136 133


Autor Invitado

te los resultados de su largo aprendizaje, hemos visto, por las mismas fechas, a in-
y da visibilidad a su madurez intelectual, troducir textos de Marx en castellano y en
aplicando ya su formación de historiador el espacio público. Su voluminoso primer
contemporaneísta, desde unas bases y artículo de 1968 describe, desde la histo-
orientaciones preferentes de historia de ria de los conceptos, la evolución del tér-
la historiografía, historia social, historia mino «revolución» en la centralidad del
de los conceptos, marxismo, atención al siglo XIX, ahondando en las polémicas
tiempo presente, introducción de la his- mantenidas por Marx y Engels con diver-
toriografía alemana en España..., que son sos teóricos socialistas y vinculándolo a la
las que, con el tiempo, definirán tanto historia del naciente movimiento obrero
su influencia general en la evolución del organizado. Leído hoy, es una hermenéu-
contemporaneísmo español como las ca- tica de las raíces intelectuales y políticas
racterísticas de una cierta «escuela» pro- del Manifiesto Comunista sumergida en
pia y diferenciada. En 1968 se publicó el una gran erudición historiográfica.
primero de esta serie de artículos, «Marx En el Heidelberg de mediados de los
y Engels (1843-1846): el problema de la años sesenta coincidieron interlocutores
revolución» [16], un texto que entronca ex- tan privilegiados como Jaspers, Löwith,
tensa y brillantemente con la historia de Gadamer, Koselleck, Habermas, y hasta
los conceptos practicada en Heidelberg y un conservador, purgado de la academia y
que resultaba insólito en los medios aca- tan lúcido como nostálgico, Karl Schmitt,
démicos de aquel momento. De la misma filósofo y jurista colaborador con el nazis-
serie de artículos en Hispania, que han mo y legitimador teórico de la dictadura;
sido recuperados en la edición de sus pri- ese fue el ambiente de descubrimiento y
meros escritos [17], forman parte «Prusia de formación en el que se instalaron dos
como problema histórico. Sobre algunas estudiantes en fuga de la universidad fran-
publicaciones recientes» [18] y «La gran de- quista que probablemente desconocían la
presión como personaje histórico:1875- dimensión cultural del escenario al que
1896» [19], por donde se introduce la obra de llegaban, Juan José Carreras y Emilio Lle-
un historiador alemán marxista de origen dó, quien ha evocado «aquella maravillosa
judío, Hans Rosenberg. Tuvo la calculada sorpresa con la que iniciamos nuestra an-
audacia de presentar académicamente los dadura alemana», como ha reconocido en
primeros escritos de Marx en la Academia una entrevista que «un amigo me dijo que
de los historiadores españoles, a la vez había un par de profesores, Löwith y Gad-
que algunas editoriales se atrevían, como amer, que para mi eran entonces descono-
cidos. Me fui a Heidelberg y perdí un tren
16.– Juan José Carreras Ares, «Marx y Engeles (1834-1846):
porque no sabía distinguir entre ‘ab’ y ‘an’.
el problema de la revolución», Hispania, 108, 1968, pp. 56-
154. Creí que el tren llegaba y resultó que esta-
17.– Eduardo Acerete de la Corte, De la España medieval a ba ya saliendo». Ambos representan bien a
la Alemania contemporánea. Primeros escritos (1953-1968), una generación universitaria que, con vo-
Zaragoza, IFC, 2014. cación y posibilidades de emprender una
18.– Juan José Carreras Ares, «Prusia como problema his- carrera académica, optaron por irse para
tórico. Sobre algunas publicaciones recientes», Hispania,
escapar de la difícil alternativa que por
107, 1967, pp. 643-666.
entonces ofrecía la política y la cultura de
19.– Juan José Carreras Ares, «La gran depresión como
personaje histórico:1875-1896», Hispania, 109, 1968, pp. un franquismo bien consolidado, que no
425-443. dejaba otras opciones que la de resistir o

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Los marxistas ocultos de la generación del 50: estrategias de adaptación... Carlos Forcadell Alvarez

la de adaptarse; su elección fue resistir es- suscrita el 19 de mayo de 1972 por Ricardo
perando desde la distancia. de la Cierva, conservada en el Archivo Ge-
La misma coherencia y sutileza de los neral de la Administración (Cultura, Caja
primeros escritos con los que Juan José 448) [21]. Juan José Carreras no era, a la sa-
Carreras compareció a finales de los años zón, militante del Partido Comunista, por
sesenta caracterizó su actividad docente muy interesadamente que se empeñaran
en la Universidad de Zaragoza desde 1969. en hacerlo sus compañeros de escalafón.
Repasados hoy los guiones temáticas y Juan José Carreras fue uno de los prin-
textos que entregaba a sus alumnos se cipales conocedores y difusores de teoría
hace patente la «astucia de la razón histo- y métodos marxistas en la universidad e
riográfica» con que, en los primeros años, historiografía españolas. A la hora de ha-
transmitía los fundamentos y métodos del cer balance de su vida profesional (2003),
marxismo historiográfico extendido por confesaba una especie de «marxismo nos-
las universidades europeas del momento. tálgico», pues «ha sido derrotada la utopía
Incluso, a la hora de obligaciones corpora- de la razón, la marxista y la ilustrada. (...)
tivas, como era el caso del homenaje jubilar Pero también por eso me figuro que hay
al catedrático de Paleografía, Angel Cane- que hacer algo más que limitarse a sollo-
llas, activo militante falangista de primera zar y seguir nadando», en referencia a la
hora, se permitía el guiño de ofrecer una hermosa parábola del magistral poema
colaboración sobre «Bolívar, una biografía épico de Hans Magnus Enzesberger sobre
de Marx». Y era en 1969 [20]. El final de la El hundimiento del Titanic (1986) [22].
dictadura y los años de la transición de- El marxismo historiográfico se difundió
mocrática acabaron con las iniciales es- a lo largo de la década de los setenta entre
trategias de ocultamiento, cautelas, sigilo, los historiadores españoles más significa-
mecanismos defensivos y tacitismos. tivos y renovadores. Santos Juliá recuerda
Pues la estabilidad funcionarial tar- que, a finales de los setenta, «mi visión de
dó en garantizar la seguridad personal la historia y de la sociedad se había edifi-
y profesional. En 1972, un aspirante a la cado sobre mucho trato con Marx, el ma-
cátedra de la Complutense, vacante por la terialismo histórico y el grupo de historia-
jubilación de Jesús Pabón, se consideraba
21.– Vid. Juan José Carreras: Lecciones sobre historia, intro-
capacitado para dirigirse personalmente ducción y semblanza biográfica de Carlos Forcadell, Zara-
al Ministro de Educación solicitándole que goza, IFC, 2016, p. 25.
la convocara a oposición, porque «exis- 22.– Juan José Carreras, Lecciones de historia, Zaragoza,
te el peligro de que, si sale a concurso, la IFC, 2003, lección 6ª: «El Angel de la Historia», pp. 88 y
ss. En 2016 se hizo una reedición ampliada de las mis-
ocupe el joven Carreras, ahora agregado
mas, como refiere la nota anterior. Le envié un ejemplar
en Zaragoza y miembro notorio del Parti- a Enzo Traverso, que por entonces estaba escribiendo su
do Comunista. En Zaragoza ha provocado Melancolía de la izquierda. Después de las utopías (edición
graves problemas durante este curso, tras en castellano en 2019, Galaxia Gutemberg), quien me acu-
só recibo con el siguiente mail: «Hoy he vuelto a Cornell,
su violenta ruptura con su catedrático Co-
después de una estancia de varias semanas en Europa, y
rona Baratech», según acredita una carta, en mi oficina me esperaban las Lecciones sobre Historia
de Juan José Carreras, con tu ensayo que hace un magnífi-
20.– Lo de la «astucia de la razón historiográfica» en Igna- co retrato de este gran historiador. Ya me habían gustado
cio Peiró y Miquel A. Marín, Juan José Carreras. El historiador muchísimo sus previas Seis Lecciones sobre Historia, pero
y sus públicos, volumen que recoge su obra más dispersa estas parecen mucho más variadas y te agradezco que me
de artículos de prensa, prólogos de libros…etc., Zaragoza, pongas en una relación de ‘afinidad electiva’ con él, otro
IFC, 2021, p. 18. ‘marxista melancólico’».

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Autor Invitado

dores británico, una fuerte afición por Max «Sin embargo hoy las cosas están volvien-
Weber y la sociología histórica» [23]. do a cambiar. Vuelve la cuestión social de
Para finalizar quizá conviene señalar tiempos de Marx, cómo abordar y superar
que en los últimos años asistimos a un las enormes disparidades de riqueza y po-
cierto retorno a Marx, pues los riesgos sis- breza, las vergonzosas desigualdades en sa-
témicos que acompañaron a la crisis de lud, educación y oportunidades [...]. No hace
2008 facilitaron la recuperación de algu- falta ser marxista para reconocer que lo que
nos elementos de la crítica económica y Marx y otros denominaban ejército de re-
política de Marx a la sociedad de su tiem- serva de mano de obra esta resurgiendo en
po, aunque esto es menos visible en el te- todo el mundo... Así, al mismo tiempo que
rreno historiográfico: hoy, desactivada la perdemos de vista al comunismo, la caída
dimensión política del marxismo, es más de la URSS ha librado a Marx de sus here-
habitual un reconocimiento generalizado deros y nos ha liberado a nosotros, y pro-
sobre el hecho de que las aportaciones del bablemente crecerá el atractivo moral de
marxismo al método histórico y a la prácti- alguna versión renovada del marxismo» [24].
ca historiográfica contemporánea han sido
innegables y de gran envergadura, incluso Un historiador alemán de la historia de
para quienes han escrito historia alejados la historiografía, de común reconocimien-
de una identidad «marxista». Alguien tan to entre la profesión, Lutz Raphael, resume
poco «marxista» como Tony Judt, y con an- en su síntesis de historia de la historiografía
terioridad a la crisis de 2008, a la vez que en el siglo XX que «la investigación históri-
echaba en cara a Hobsbawm la persisten- ca marxista se convirtió en el siglo XX en el
cia de sus convicciones o militancias co- competidor mas importante del modelo li-
munistas, escribía: beral de progreso, y, a su vez, en heredera» [25].

24.– Tony Judt, Sobre el olvidado siglo XX, Madrid, Taurus,


2013, p. 143.
25.– Lutz Raphael, La ciencia histórica en la era de los ex-
23.– Santos Juliá, Elogio de Historia en tiempo de Memoria, tremos. Teorías, métodos y tendencias desde 1900 hasta la
Madrid, Ed. Marcial Pons, 2011, p. 45. Incluso llegó a soli- actualidad, Zaragoza, IFC, 2012, p. 148. Entre nosotros, un
citar el ingreso en el PCE tras el golpe de Tejero, «a través panorama general en José Gómez Alén (ed.), Historiografía,
de algunos amigos de Zona Abierta», aunque no llegó a marxismo y compromiso político en España. Del franquismo
formalizar el impulso del momento (p. 103). a la actualidad, Madrid, Siglo XXI, 2018.

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Debates

El derecho a la información: quo vadis?


Sergio Gálvez Biesca
Consejo de Redacción de Nuestra Historia

En una nota editorial publicada en el superior, que camina por la senda de las
número 10 de Nuestra Historia, correspon- políticas públicas de memoria internacio-
diente al II semestre de 2020, se interroga- nales [3].
ba en torno a si el anteproyecto de Ley de b) Sin embargo, pese a los intentos va-
Memoria Democrática (LMD) no volvería nos de aproximarse al Derecho Internacio-
a ser una nueva oportunidad perdida [1]. Dos nal (Derecho a la Verdad, a la Justicia, a la
años después, y a falta de su paso por el Reparación y Garantías de no Repetición)
Senado y la previsible votación final en el en el artículo 2, «Principios generales», y
pleno del Congreso —tras un parón que ha más allá de la inclusión de un nuevo punto
durado media legislatura en tanto las cuen- 3 en relación a la Ley 46/1977, de 15 de oc-
tas para su aprobación no cuadraban— exi- tubre, de amnistía y su marco interpretativo
ste un triple consenso generalizado entre en adelante [4]; en ningún momento se ha
historiadores, técnicos de archivo, sociedad planteado por parte del principal soporte
civil y movimientos sociales por la memo- del Ejecutivo —Partido Socialista Obrero
ria sobre el texto que salió aprobado de la Español— el enjuiciamiento y procesa-
Comisión Constitucional del Congreso en miento de los victimarios del franquismo
julio de 2022 [2]: todavía vivos, cuya impunidad resulta la
a) Aunque no fuera complicado, el ac- muestra más evidente de la falta real de
tual proyecto de LMD frente a la conocida compromiso del Reino de España con sus
«Ley de Memoria Histórica» de 2007 consti- obligaciones internacionales. Las presiones
tuye una normativa técnica y políticamente de todos los sectores, encabezados por el
núcleo duro del PSOE y el Consejo General
1.– Consejo de Redacción, «Nota editorial sobre archi- del Poder Judicial (CGPJ), son de sobra co-
vos y políticas públicas de memoria», Nuestra Historia,
nocidos para entrar en mayores detalles [5].
10 (2020), pp. 13-16: https://revistanuestrahistoria.files.
wordpress.com/2021/01/nh10_p13-16_notaarchivos.pdf.
3.– Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se recono-
2.– Boletín Oficial de las Cortes Generales. Congreso de
cen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de
los Diputados, «Informe de la Ponencia. Proyecto de Ley
quienes padecieron persecución o violencia durante la guer-
de Memoria Democrática», núm. expediente 121/000064,
ra civil y la dictadura (BOE, 27 de diciembre de 2007).
Madrid, 7 de julio de 2022. Hasta el 31 de octubre de 2022
se podrá prolongar su tramitación en la Cámara Alta, lo 4.– Ley 46/1977, de 15 de octubre, de amnistía (BOE, 17 de
que no sería de extrañar pues se han presentado más de octubre de 1977).
500 enmiendas y 4 propuestas de veto. Fuente: senado.es. 5.– Consejo General del Poder Judicial, «Informe sobre el

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 137-146 137


Debates

c) En relación al Derecho a la Verdad que posible gracias a la incansable labor y al casi


asiste a todas las víctimas de los crímenes centenar de enmiendas presentadas por el
del franquismo, que como afirmó Pablo de Grupo Parlamentario Confederal de Uni-
Greiff en 2014 en su Misión a España tienen das Podemos-En Comú Podem-Galicia en
la consideración de víctimas de crímenes Común: más de un tercio de sus enmiendas
de lesa humanidad [6]; se ha conseguido su- fueron elaboradas por su Grupo de Trabajo
stentar parcialmente un derecho de acceso de Archivos, incorporándose cerca del 80%
específico —o si se prefiere complementa- al texto aprobado por la Comisión Consti-
rio al general— a los fondos documentales tucional del Congreso [8].
potencialmente probatorios de la vulnera- A pesar de estas evidentes mejoras, la re-
ción de los Derechos Humanos, que refor- dacción actual del proyecto de ley —dan-
zarán las posibilidades de que las víctimas do por hecho que el texto aprobado por la
puedan acceder y consultar fondos docu- Comisión Constitucional en lo que resta de
mentales hasta la fecha sujetos a todo tipo trámite parlamentario no sufrirá grandes
de limitaciones. modificaciones hasta su publicación en el
Por tanto, el principal riesgo que se Boletín Oficial del Estado (BOE) [9]— se en-
esbozó en su inicio, la contingencia de vol-
8.– Entre las enmiendas propuestas por el Grupo Parla-
ver a retroceder en esta materia se ha visto
mentario de Unidas Podemos, y no aceptadas en una de
superada. Si se ha llegado a este punto de las rondas de negociación por parte del PSOE, sobresale
equilibrio ha sido a base de tirar permanen- una de contenido eminentemente técnico destinada a de-
temente de la parte socialista del Ejecutivo sbloquear las habituales trabas en el ejercicio de ponde-
ración del acceso: conocer mediante documento público
y, en concreto, de la Secretaría de Estado de
la fecha exacta de fallecimiento de las personas que
Memoria Democrática, la cual, todo sea di- aparecen en un expediente. Exactamente se proponía la
cho, ha demostrado una voluntad de diálo- siguiente redacción alternativa: «Disposición adicional
go no conocida hasta el momento. Avances cuarta. Acceso a la consulta de los libros de actas de
defunciones de los Registro Civiles y a la Plataforma
que han sido posibles gracias al empuje
de Validación del Documento Nacional de Identidad. El
de la sociedad civil —en concreto, por las Gobierno, en colaboración con los ministerios de Justicia
aportaciones de las asociaciones profesio- e Interior, y con arreglo a las prescripciones técnicas
nales de archiveros con la colaboración in- establecidas en los Reales Decretos 3/2010 y 4/2010,
que regulan los Esquemas Nacionales de Seguridad e
dividual de historiadores [7]— y de expertos
Interoperabilidad en el ámbito de la Administración
y técnicos comprometidos con los Dere- Electrónica, facilitará el acceso a la consulta de los libros
chos Humanos. Igualmente, sin desmerecer de las actas de defunciones de los Registros Civiles y a
el trabajo de otros grupos parlamentarios, la Plataforma de Validación del MHAP-DNI electrónico
respectivamente, estableciendo, en el plazo máximo de
este punto de equilibrio ha sido también
un año a partir de la entrada en vigor de la presente ley,
una pasarela electrónica con los archivos y unidades de la
anteproyecto de Ley de Memoria Democrática», Madrid, 7 Administración Pública que posean fondos documentales
de junio de 2021. relacionados con la Guerra Civil y la Dictadura, habilitando
6.– Pablo de Greiff, «Informe del Relator Especial sobre la su consulta directa a los responsables de los mismos,
promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las ga- para facilitar el cumplimiento de la normativa vigente
rantías de no repetición. Misión a España», A/HRC/27/56. sobre acceso al Patrimonio Documental y la información
Add.1, 2014. pública».
7.– Archiveros Españoles en la Función Pública, «Conside- 9.– Junto con lo apuntado en la nota 2, no obstante, en la
raciones previas y propuesta de reformulación de varios versión de la LMD de julio 2022 todavía hay contradic-
artículos del anteproyecto de Ley de Memoria Democráti- ciones evidentes —producto del pack de enmiendas in-
ca, en su trámite de audiencia e información pública», Ma- troducidas a última hora—. A modo de ejemplo, resultan
drid, 2 de diciembre de 2020: https://archiverosaefp.org/ totalmente incompatibles la actual redacción del artículo
wp-content/uploads/2020/11/Memoria-democratica.pdf. 27.3 y la Disposición Final sexta ter (nueva) —gracias a

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El derecho a la información: quo vadis? Sergio Gálvez Biesca

Documento clasificado (Fuente: Archivo General Militar de Ávila).

cuentra aún lejos de lo señalado en la Expo- Criterios imprescindibles para afrontar con
sición de Motivos, en tanto, se sigue afirman- todas las garantías los retos históricos que
do cómo se han tenido en «consideración representa el asentado Modelo Español
los criterios en defensa de los derechos de Impunidad para las víctimas de críme-
humanos elaborados por la UNESCO y el nes del franquismo [11]. Con todo, se pue-
Consejo Internacional de los Archivos» [10]. den subrayar cinco aspectos alrededor del
régimen de acceso a los archivos que mere-
una acertada enmienda de Más País— sobre si se com-
cen una valoración positiva:
putarán o no los tradicionales plazos de 25 o 50 años
contemplados en el artículo 57.1c de la Ley 16/1985, de «El derecho al libre acceso libre, gratuito
25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOE, 29 de y universal a los archivos públicos y priva-
junio de 1985). dos» (artículo 27.1.). Tres palabras que de-
10.– Antonio González Quintana, Políticas archivísticas berán quedar grabadas en el frontispicio de
para la defensa de los derechos humanos. Actualización y
cualquier agenda investigadora.
ampliación del informe elaborado para UNESCO y Consejo
Internacional de Archivos (1995) sobre gestión de los archi- «Cualquier persona tendrá derecho a
vos de los Servicios de Seguridad del Estado de los desa-
parecidos regímenes represivos, Santiago de Compostela, Archivos, Principios básicos sobre el papel de archiveros y
Fundación 10 de Marzo / Red de Archivos Históricos de gestores de documentos en la defensa de los Derechos Hu-
Comisiones Obreras, 2009; Diane Orentlicher, «Conjunto manos, París, Consejo Internacional de Archivos, 2016.
actualizado de Principios para combatir la Impunidad», E/ 11.– Equipo Nizkor, La cuestión de la impunidad en España y
CN.4/2005/102/ Add.1, 2005; o, Consejo Internacional de los crímenes franquistas, Madrid, Equipo Nizkor, 2004.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 137-146 139


Debates

consultar íntegramente la información exi- sarrollo de trabajos de investigación no


stente en los documentos que acrediten o estarán sujetas a ningún tipo de tasa, ca-
puedan acreditar su condición de víctimas, non o gravamen» (artículo 27.6); o la de-
pudiendo consultar también los datos per- claración de los fondos relacionados con el
sonales de terceros que puedan aparecer Golpe de Estado, la Guerra y la Dictadura
en dichos documentos con independencia como «constitutivos del Patrimonio Docu-
de la fecha de los mismos» (artículo 27.2.). mental» en base al artículo 49.5 de la Ley
Probablemente, se encuentre en esta larga 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Hi-
frase el mayor avance en este último medio stórico Español (artículo 26.2).
siglo de cara a adentrarnos en la identifi- Por último, aunque no menos impor-
cación nominativa de los victimarios. Un tante, gracias al Grupo Parlamentario de
artículo cuya redacción se debe a las obser- Unidas Podemos, se han incorporado varias
vaciones y alegaciones presentadas en su previsiones, hasta ahora no contempladas,
día por Archiveros Españoles en la Función en el «Régimen Sancionador» (Título IV) en
Pública (AEFP) [12]. lo vinculado a la protección del Patrimonio
Elaboración de un «Censo de fondos do- Documental. Por ejemplo, en el apartado de
cumentales para la Memoria Democrática, «muy graves» destaca el artículo 61.f): «La
que incluya todo lo relacionado con la re- destrucción de documentos públicos públi-
presión y la violación de los Derechos Hu- co o privados a que se refieren los artículos
manos» (artículo 27.7) y «que conllevará la 25 a 27 de esta Ley».
puesta a disposición online de toda la in- De la misma forma, pueden constatarse
formación relativa a esos archivos y recur- otras dos «novedades» a las que desde Nue-
sos documentales y la consulta unificada stra Historia se le ha prestado una singular
de los instrumentos de descripción sobre atención en términos de denuncia.
los mismos» (artículo 27.8). De la volun- Primero, en torno al mal denominado
tad política del Ejecutivo dependerá si este «Derecho al Olvido», a raíz del escándalo
censo posibilitará o no el desarrollo de un político, judicial y mediático del «caso Car-
régimen específico de acceso, en términos ratalá». En el texto normativo se han in-
prácticos, a aquellos fondos vinculados con corporado referencias concretas al interés
la vulneración sistemática de los Derechos público que supone la publicación de datos
Humanos, en base (ahora sí) a las recomen- personales de autoridades y funcionarios
daciones y directrices de la UNESCO y el públicos relacionados con el ejercicio de
Consejo Internacional de Archivos. sus funciones. En concreto, se ha incorpo-
No resultan tampoco menores los com- rado en la Sección IV de la Exposición de
promisos de potenciar la «conservación Motivos (párrafos 12 y 13º) y genéricamen-
preventiva como permanente» de estos te en el artículo 15, apartado 3 (nuevo), una
fondos (artículo 26.3.); el establecimiento referencia clara al «fomento de la investi-
de la conservación indefinida de los da- gación histórica […] en cumplimiento del
tos de las víctimas (Disposición adicional mandato establecido en el artículo 44.2.
décima, «Protección de datos de carácter de la Constitución» en correspondencia
personal», apartado segundo); el manda- con el «papel esencial que desempeña el
to de que «la realización de autocopias u debate histórico para la formación de una
obtención de copias electrónicas en el de- conciencia histórica adecuada a la dignidad
de los ciudadanos de una sociedad libre y
12.– Véase nota 7. democrática y la contribución al mismo de

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El derecho a la información: quo vadis? Sergio Gálvez Biesca

las conclusiones que sean resultado de la Presidencias de los Gobiernos democráti-


aplicación en la verificación e interpreta- cos».
ción de los hechos de los usos y métodos Aunque otros muchos aspectos podrían
característicos de la ciencia historiográfi- examinarse, a modo de sintético balance en
ca». Con el añadido de que «el investigador torno a las perspectivas y retos que se suce-
pueda formular hipótesis o conjeturas al derán después de la publicación de la LMD,
amparo de la libertad de creación científica tres han de subrayarse:
reconocida en el artículo 20.1b) del Texto El proyecto de Ley de Memoria Demo-
Fundamental» [13]. Aún más en el apartado crática, al igual que todas las disposiciones
segundo de la Disposición adicional 10ª se vinculadas con el derecho de acceso a los
establece que: «[e]n el caso de las investiga- archivos, a la información o con la transpa-
ciones científicas e históricas y de los datos rencia aprobadas en estas dos últimas déca-
personales de autoridades y funcionarios das, siguen sustentadas en el artículo 105b
públicos relacionados con el ejercicio de de la CE. En consonancia con las obligacio-
sus funciones que revistan un claro interés nes contraídas por el Derecho Internacio-
público, la publicación de dichos datos no nal, y de forma concreta con el Derecho a
es contraria a la normativa de protección la Verdad, este conjunto de normativas —
de datos de carácter personal», tal y como partiendo del contexto de vulneración de
el Gabinete Jurídico de la Agencia Española los Derechos Humanos de las víctimas de
de Protección de Datos (AEPD) viene man- crímenes del franquismo— debería sus-
teniendo desde 2019 [14]. tentarse en el apartado 20.1 de la CE sobre
En segundo lugar, frente a la inicial di- el Derecho a la Información. En otras pa-
sposición adicional destinada a la creación labras: mientras que el derecho de acceso
de una serie fundaciones en un extraño a la información, también la contenida en
régimen público-privado para gestionar los los archivos, no se considere un derecho
archivos presidenciales (léase el Archivo constitucional fundamental seguiremos
de la Fundación Felipe González) y gracias, operando en un contexto de operaciones
en parte, a un artículo publicado en esta insuficiente. Por estas mismas razones,
revista donde quedó patente la situación cualquier tipo de solución global a medio y
de absoluta impunidad de un «centro de largo plazo pasa por apostar por el desarro-
archivo» [15]; en la última versión del pro- llo legislativo de una Ley Orgánica de Acce-
yecto de Ley se han rebajado y adecuado so a la Información y los Archivos en base
al marco legislativo vigente sus iniciales al mencionado artículo 20.1 de la CE.
propósitos, como puede verificarse en la Por otro lado, tal y como hemos seña-
Disposición adicional decimotercera: «Pre- lado en numerosas ocasiones, el verdade-
servación y custodia de los archivos de las ro muro para el acceso y la consulta a los
archivos reside hoy día en la tradicional
13.– Manuel Bueno Lluch, Henar Alonso Rodríguez y Ser- aplicación restringida del artículo 9 –«Ca-
gio Gálvez Biesca (coords.), El «derecho al olvido»: uso, abu- tegorías especiales de datos»— de la Ley
so e instrumentalización frente a la investigación histórica. Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Pro-
Nuestra Historia, 12 (2021). Dossier monográfico.
tección de Datos Personales y garantía de los
14.– Agencia Española de Protección de Datos, Dictamen
derechos digitales [16].
nº/ref. 012007/2019.
15.– Sergio Gálvez Biesca, «El Archivo de la Fundación Fe- 16.– Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protec-
lipe González: la privatización del Patrimonio Documen- ción de Datos Personales y garantía de los derechos digita-
tal», Nuestra Historia, 9 (2020), pp. 95-121. les (BOE, 6 de diciembre de 2018). Véase, por lo demás, lo

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 137-146 141


Debates

Anejo a esto último, y pese a lo dicho de como se encuentra definido en el Derecho


forma previa, en su conjunto la Disposición Internacional [19].
adicional décima que reproduce el dicta-
men de la AEPD al anteproyecto de LMD,
sigue dejando un amplio margen de discre- *****
cionalidad a través del cual, probablemen-
te, muchas de las medidas enunciadas (jun- Estabilizado el frente de la Ley de Me-
to con otras tantas), no podrán ejecutarse moria Democrática, con nocturnidad y ale-
desde los centros de archivo. vosía, durante la primera semana de ago-
La pregunta que persiste, si partimos de sto, el Ejecutivo presentó el anteproyecto
las citadas recomendaciones y directrices de LIC, a modo de revisión y teórica supe-
de la UNESCO y el Consejo Internacional ración de la preconstitucional Ley de Secre-
de Archivos, es la siguiente: ¿los fondos tos Oficiales de 1968 [20]. Una propuesta cuyo
documentales con información personal recorrido comenzó mal: saltándose —o lo
relevante (es decir, el 99% de los documen- que es peor, actuando de mala fe— lo esti-
tos) para el esclarecimiento de la comisión pulado en los artículos 26.2, 26.6. y 27.1 de
sistemática de crímenes de lesa humanidad la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Go-
deberían ser de acceso libre en consonan- bierno, para acortar al mínimo su audiencia
cia con el Derecho a la Verdad, sin interme- pública al tramitarse por la vía de urgencia
diación de la Ley Orgánica 3/2018, ni del tras más de cuatro décadas de espera [21].
dichoso artículo 28 del reglamento de ar- De este modo, se abrió un periodo de diez
chivos [17], ni de los presupuestos de los que días —entre el 3 al 12 de agosto— para que
parte el anteproyecto de Ley de Informa- cualquier ciudadano pudiera presentar ale-
ción Clasificada (LIC) [18]? De lo que no cabe gaciones mediante un correo electrónico y,
duda ninguna es que nos encontramos ante por ende, sin ninguna garantía de respue-
un «bien superior», pero será la voluntad sta al no tener que identificarse en sede
política (o no) del Ejecutivo (otra vez más) electrónica mediante el correspondiente
la que permita una correcta ponderación certificado. Inicio controvertido cuando no
entre el derecho al acceso a la información se respetan las mínimas normas de fair play
y el derecho a la protección de datos per-
sonales, ajustándose, al mismo tiempo, a la 19.– En este sentido, extraordinaria relevancia alcanzó la
configuración del Derecho a la Verdad tal y celebración de la jornada bajo el título: «El acceso a los
archivos en el Proyecto de Ley de Memoria Democrática»
el pasado 22 de junio en la Sala Clara Campoamor en el
apuntado en la nota 14. Congreso de los Diputados, organizada por la Plataforma
17.– Real Decreto 1708/2011, de 18 de noviembre, por el por la Comisión de la Verdad, la Fundación Francisco Lar-
que se establece el Sistema Español de Archivos y se regu- go Caballero, la Fundación 1º de Mayo, ANABAD y Archi-
la el Sistema de Archivos de la Administración General del veros Españoles en la Función Pública (AEFP). En concreto,
Estado y de sus Organismos Públicos y su régimen de acceso conviene detenerse en las valoraciones y reflexiones que
(BOE, 25 de noviembre de 2011). realizó sobre este mismo punto Diego Blázquez Martín
(Director General de Memoria Democrática): https://www.
18.– Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cor-
anabad.org/se-ha-celebrado-con-gran-exito-la-jornada-
tes y Memoria Democrática, Ministerio de Asuntos Exterio-
el-acceso-a-los-archivos-en-el-proyecto-de-ley-de-me-
res, Cooperación y Unión Europea, Ministerio de Defensa,
moria-democratica/.
Ministerio de Justicia y Ministerio del Interior, «Antepro-
yecto de Ley de Información Clasificada», Madrid, agosto 20.– Ley 9/1968, de 5 de abril, sobre secretos oficiales (BOE,
de 2022: https://www.mpr.gob.es/servicios/participacion/ 6 de abril de 1968).
Documents/APL%20Informacio%CC%81n%20Clasificada. 21.– Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno (BOE,
pdf. 28 de noviembre de 1997).

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El derecho a la información: quo vadis? Sergio Gálvez Biesca

y se ofrece un escenario de juego en el que cambio de paradigma de la gestión de la in-


cualquier actor va a participar con las car- formación que afectará no solo a sus prin-
tas marcadas. cipales usuarios —historiadores, periodi-
Pocos otros proyectos normativos im- stas, juristas— sino a cualquier ciudadana
pulsados por la parte socialista del Gobier- y ciudadano que el día de mañana quiera
no en relación al derecho a la información informarse sobre a aquellos «asuntos» no
—porque no nos equivoquemos, lo que públicos del Estado.
está en juego es este derecho constitucio- Por no extender todavía más este análi-
nal fundamental más allá de la «Seguridad sis, hay cinco cuestiones —más un bonus
Nacional» y, de hecho, en la Exposición de track— que directamente deberían encen-
Motivos se deja bien claro que la LIC se su- der todas las señales de emergencia demo-
stenta en el citado artículo 105b de la CE— crática.
han sido capaces de concitar el rechazo casi El anteproyecto se encuentra radical-
total cuando no absoluto de historiadores, mente alejado de las principales recomen-
juristas, políticos, archiveros, periodistas, daciones internacionales a la hora de elabo-
organizaciones de Derechos Humanos y un rar un marco normativo sobre el Derecho a
largo etcétera [22]. la Información y la Seguridad Nacional. Ahí
Directos y concretos: tal y como se en- están los ignorados «Principios de Tshwa-
cuentra redactado el proyecto se corre un ne» o los también ignorados derechos esta-
alto riesgo de que nos encontremos no solo blecidos en el «Convenio Europeo para la
ante una gran oportunidad perdida y un Protección de los Derechos Humanos y
claro retroceso democrático en el blindaje las Libertades Fundamentales» (CEDH) [23].
de los «secretos del Estado»; sino ante un Sin olvidarnos de un amplio conjunto de
artículos —entre otros, el artículo 19— re-
22.– Ha de prestarse atención a las aportaciones y ale- frendados en el «Pacto Internacional de
gaciones presentadas por las siguientes organizaciones: Derechos Civiles y Políticos» (PIDCP) [24].
Amnistía Internacional, «Comentarios de Amnistía Inter-
Como era de prever no tiene cabida,
nacional al Anteproyecto de Ley de Información Clasifi-
cada», Madrid, agosto de 2022; y, Plataforma por la Liber- prácticamente, ningún tipo de principio
tad de Información, «Trámite de audiencia e información archivístico ni de gestión documental. De
Pública. Anteproyecto de Ley de Información Clasificada», hecho, se habla de información, nunca de
Madrid, agosto de 2022. Por su relevancia específica, su-
documentos. Tampoco se contempla un
brayar, primero, la denuncia de la Federación Española de
Asociaciones Científicas de Historia, «La aprobación de régimen de acceso específico, lo que por
una Ley General de Archivos una tarea urgente, además sí es de una gravedad e irresponsabilidad
de necesaria», agosto de 2022; y, en segundo lugar, las tremendas. A lo sumo se considera que los
observaciones y enmiendas de Archiveros Españoles en la
archivos serán los repositorios finales de
Función Pública (AEFP), «Consideraciones previas y pro-
puesta de reformulación de varios artículos del antepro- la información, en su día, desclasificada, a
yecto de Ley de Información Clasificada, en su trámite de modo de mero almacén.
audiencia e información pública», Madrid, agosto de 2022.
Un conjunto de alegaciones apoyadas por las principales 23.– «Principios globales sobre la seguridad nacional y
asociaciones profesionales de archiveros y otras entida- el derecho a la información («Principios de Tshwane»)»,
des entre las que se encuentra la Sección de Historia de Nueva York, Open Society Foundations, 2013; Tribunal Eu-
la Fundación de Investigaciones Marxistas. Finalmente, ropeo de Derechos Humanos, «Convenio Europeo de De-
desde una perspectiva eminentemente jurídica, Alfonso rechos Humanos», Estrasburgo, Consejo de Europa, 2021
Peralta Gutiérrez, «Comentarios al Anteproyecto de Ley (actualizado a fecha de 1 de agosto de 2021 con la entra-
de Información Clasificada», Global Strategy, 1 de septiem- da de las disposiciones del Protocolo nº 15 [STCE nº 213]).
bre de 2022: https://global-strategy.org/comentarios-al- 24.– Naciones Unidas, «Pacto Internacional de Derechos
anteproyecto-de-ley-de-informacion-clasificada/. Civiles y Políticos», 1976.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 137-146 143


Debates

mucho la media europea (Alemania, 30


años, Portugal, entre 4 y 30 años incluyen-
do renovaciones o Italia entre 5 y 30 años).
Se presentan unos máximos —50 años en el
caso de los considerados como «Alto Secreto»
y con posibilidad de ampliación— que evi-
dencian la nula voluntad política del Ejecu-
tivo de cualquier tipo de diálogo y negocia-
ción. Por afinar más: no se prevé, además, la
desclasificación automática de la documen-
tación marcada con anterioridad a este pro-
yecto de ley, inclusive si transcurrieran los
plazos previstos de 50 y 40 años para «Alto
Secreto» y «Secreto», respectivamente. Pa-
reciera como si el Ejecutivo quisiera cerrar
la puerta a todos sus «socios de gobierno».
¿Pactará esta norma con el Partido Popular
en un nuevo alarde de los «consensos con-
stitucionales» del Régimen del 78?
De todos es conocido que desde la Tran-
sición han existido diversos impulsos de-
structores de la documentación —con
Documento clasificado (Fuente: AGMA). publicación en el BOE para más señas—
Uno de los puntos críticos del proyec- vinculada a la comisión de crímenes de lesa
to, sin duda, reside en el elevado número humanidad durante el franquismo. Gracias
de autoridades que podrán clasificar, re- a la longevidad de Ley de Secretos Oficiales
clasificar y desclasificar la información y tenemos no pocas noticias de que la maqui-
que potenciarán, a buen seguro, los tradi- naria se ha mantenido bien engrasada. Por
cionales y consagrados espacios de impu- esta misma razón es altamente preocupan-
nidad jurídica amparados en la opacidad te que en el artículo 30 —«Protección equi-
de sus actuaciones. La pléyade de autori- valente y destrucción de la información
dades establecidas en el artículo 4 genera complementaria»— se dé carta de natura-
dudas razonables acerca del uso y abuso leza a este afán de destrucción metódica
de las clasificaciones genéricas; contrarias, sin que se establezcan apenas excepciones.
por cierto, a nuestro ordenamiento consti- Ahora bien, en el anteproyecto se ha esta-
tucional como manifestó en su día la STC blecido una excepción gracias a las obser-
104/1986 acerca de la prevalencia del de- vaciones de los departamentos ministeria-
recho de acceso a la información como un les encabezados por Unidas Podemos. Su
derecho preferente [25]. traslación práctica se ha visto reflejada en
Sobre los plazos de desclasificación el punto 4 del citado artículo, afirmándose
establecidos en el artículo 16, superan con como «no podrá ser destruida aquella in-
formación o material que previamente haya
25.– Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Constitu-
sido utilizado para perseguir violaciones de
cional, «Recurso de amparo número 57/1984. Sentencia
número 159/1986, de 12 de diciembre, y voto particular derechos humanos o crímenes de lesa hu-
de 16 de diciembre» (BOE, 31 de diciembre de 1986). manidad por alguna institución nacional o

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El derecho a la información: quo vadis? Sergio Gálvez Biesca

internacional, y/o que resulte esencial para Mientras tanto, por el horizonte apare-
prevenir, investigar, enjuiciar y sancionar cen nuevos retos e incógnitas en todo lo
abusos». relacionado con el Derecho a la Informa-
Por si cabía alguna mínima duda del re- ción: a poco más de un año para finalizar la
pliegue autoritario del Estado en sí mismo XIV Legislatura todavía no se ha aprobado
—a modo de un ciudad amenazada per- el reglamento de la denominada «Ley de
manentemente— todo lo concernido en Transparencia» [27], después recibir nume-
el Capítulo II sobre «Seguridad en el tra- rosas observaciones a una versión supue-
tamiento de la información clasificada» y stamente definitiva. Como tampoco ha fi-
lo que se señala en el Título IV acerca del nalizado la actualización de esta normativa
Régimen Sancionador, supone una regre- que viene realizando el Foro de Gobierno
sión brutal e inadmisible: la imposibilidad Abierto desde hace meses, aunque, en este
legal de divulgar información clasificada, caso, sí pueden constatarse avances alen-
pese a que la misma pudiera revelar casos tadores [28]. Menos prometedor ha sido la
de corrupción o crímenes de lesa humani- aprobación el 13 de septiembre en el Con-
dad, con un alto riesgo jurídico y penal para sejo de Ministros del anteproyecto de «Ley
los potenciales denunciantes de corrupción reguladora de la protección de las personas
(funcionarios públicos o no) o periodistas que informen sobre infracciones normati-
entre otros actores. vas y de lucha contra la corrupción». Como
La lista de agravios en términos —insi- han denunciado —nunca mejor dicho— un
stimos— de retroceso democrático resulta amplio conjunto de organizaciones de la
mucho más larga. Junto a esta valoración Sociedad Civil reunidas en torno a Access
técnica, en nuestra opinión, estimamos que Info Europe, se ha producido a una transpo-
políticamente ninguna fuerza de izquierda sición a la baja [29]. Es decir, se han rebajado
o progresista puede apoyar o refrendar en al máximo las garantías establecidas en la
sede parlamentaria dicho anteproyecto. Y Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento
mucho nos equivocamos, pero los propo- Europeo y del Consejo de 23 de octubre de
nentes de esta norma —Ministerio de la 2019, relativa a la protección de las personas
Presidencia, Relaciones con las Cortes y que informen sobre infracciones del Derecho
Memoria Democrática, Ministerio de Asun- de la Unión [30].
tos Exteriores, Cooperación y Unión Euro-
pea, Ministerio de Defensa, Ministerio de
Justicia y Ministerio del Interior— no van la seguridad ciudadana (BOE, 31 de marzo de 2015).
a estar por la labor de una revisión global 27.– Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, ac-
ni menos de una negociación abierta. En ceso a la información pública y buen gobierno (BOE, 10 de
diciembre de 2013).
suma: nos situamos ante un anteproyecto
28.– Véase: https://transparencia.gob.es/transparencia/
de Ley inconcebible para un Estado social y
transparencia_Home/index/Gobierno-abierto/foro-GA.
democrático de Derecho en pleno siglo XXI. html.
De poco o nada les servirá alegar, a modo 29.– Access Info Europe, «25 organizaciones de la Socie-
de chantaje de patio de colegio: ¿preferís dad Civil reclaman al Gobierno y grupos políticos mejoras
la Ley de Secretos Oficiales de 1968? Sobre en la futura Ley de Protección a Informantes», Madrid, sep-
tiembre de 2022.
todo cuando ni siquiera se ha concluido la
30.– Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y
reforma de la «Ley Mordaza» [26].
del Consejo de 23 de octubre de 2019, relativa a la pro-
tección de las personas que informen sobre infracciones del
26.– Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de Derecho de la Unión (BOUE, 26 de noviembre de 2019).

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Debates

Revista de Historia de la FIM


Todos los números de Nuestra Historia están
disponibles en revistanuestrahistoria.com

núm. 1 | 2016 núm. 2 | 2016 núm. 3 | 2017 núm. 4 | 2017 núm. 5 | 2018
Núm. 8

Revista de Historia de la FIM Núm. 8, 2o semestre de 2019


La revolución alemana: Perspectivas y contingencias

www.fim.org.es

La revolución alemana:
Perspectivas y contingencias
ISSN: 2529-9808

núm. 6 | 2018 núm. 7 | 2019 núm. 8 | 2019 núm. 9 | 2020 núm. 10 | 2020
Núm. 13
Núm. 12

Revista de Historia de la FIM Núm. 12, 2o semestre de 2021 Revista de Historia de la FIM Núm. 13, 1er semestre de 2022
El «derecho al olvido»: Uso, abuso e instrumentalización

Contiendas por la memoria

www.fim.org.es www.fim.org.es

El «derecho al olvido» Contiendas


Uso, abuso e instrumentalización por la memoria
frente a la investigación Violencia política,
histórica represión y justicia
ISSN: 2529-9808

ISSN: 2529-9808

en América Latina

núm. 11 | 2021 núm. 12 | 2021 núm. 13 | 2022

146 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 137-146


Nuestros Documentos

La importancia de la Guerra de
Marruecos en la génesis del
comunismo español
Eduardo Abad García
Universidad de Oviedo

David Ginard, máximo experto en la es- como sería el conocido caso de Comín Co-
critura de la historia sobre el comunismo en lomer [2]. La apertura de los archivos rusos a
nuestro país, ha llamado la atención sobre principios de los noventa trajo consigo un
el desigual desarrollo de su historiografía y resultado esperanzador pero muy limita-
en particular, sobre la inexistencia de una do, como puede verse en la obra de Elorza
historia actualizada del PCE durante sus y Bizcarrondo [3]. No obstante, en los últi-
primeros años, especialmente durante la mos años se han dado algunos avances de
dictadura de Primo de Rivera. Paradójica- la mano de autores como Francisco Erice y
mente, a finales de los 70 la cuestión podía José Luis Martín Ramos, quienes han rea-
parecer bien distinta. En esa altura se ha- lizado una buena cartografía de la primera
bían publicado las memorias de varios diri- época del partido [4]. Aún así, lo cierto es que
gentes importantes de la época como José
Bullejos, Julián Gorkín, Oscar Pérez Solís, 2.– Eduardo Comín, Historia del Partido Comunista de Es-
etc. [1]. Además de eso, los libros que has- paña, 3 vol. Madrid, Editora Nacional, 1965. Víctor Alba, El
partido comunista en España: ensayo de interpretación his-
ta ese momento abordaban la Historia del
tórica, Barcelona, Planeta, 1979. Pelái Pages, Historia del
PCE se centraban sobremanera en el pe- Partido Comunista de España: desde su fundación en abril de
riodo de su formación. Aunque en muchos 1920 hasta el final de la dictadura de Primo de Rivera, ene-
casos su orientación se encontraba a medio ro de 1930, Barcelona, Ricou, 1978. Juan Andrade, Apuntes
para la historia del PCE, Barcelona, Fontmara, 1979.
camino entre la historia militante y la mera
3.– Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo, Queridos camara-
criminalización anticomunista escrita por
das: la internacional comunista y España, 1919-1939, Ma-
sujetos vinculados a la policía franquista, drid, Planeta, 1999.
4.– Francisco Erice, «El impacto de la Revolución Rusa en
1.– José Bullejos, La Comintern en España. Recuerdos de el movimiento obrero español. El surgimiento del PCE» en
mi vida, Impresiones Modernas, México D.F, 1972. Julián Juan Andrade y Fernando Hernandez, 1917: la Revolución
Gorkín, El revolucionario profesional. Testimonio de un hom- rusa cien años después, Madrid, Akal, 2017, pp. 331-358.
bre de acción, Aymá, Barcelona, 1975. Oscar Pérez Solís, José Luis Martín Ramos, «El PCE, desde su origen hasta la
Memorias de mi amigo Oscar Perea, Madrid, Renacimiento, Guerra Civil (1920-1936)» en Francisco Erice (ed.), Un siglo
1931. de comunismo en España I. Historia de una lucha, Madrid,

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 147-152 147


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la cuestión de la Guerra de Marruecos y la como la «Guerra de Melilla» de 1909. No


perspectiva anticolonial del PCE nunca han obstante, por motivos geográficos y por la
sido abordados en profundidad, pese a las posibilidad de actuar con un posible freno
posibilidades que la temática podría ofre- a la rivalidad entre imperios mayores, en
cer para conocer mejor esta primera etapa. 1912 una parte del actual Marruecos fue re-
Sin embargo, este objeto de estudio resulta partida entre Francia y España, con sendos
muy adecuado para la potenciación de las protectorados. Esta ocupación se encontró
nuevas dinámicas historiográficas que par- con la resistencia indígena, que bajo el lide-
ten de una perspectiva global. Sobremane- razgo de Abd-el-Krim lograría un gran gol-
ra, teniendo en cuenta que el ejemplo del pe de efecto, con lo que se conoció popu-
caso del comunismo galo se encuentra bien larmente como «El desastre de Annual» en
estudiado [5], lo cual facilitaría las posibili- el verano de 1921, donde murieron más de
dades de un estudio comparado. Por si esto 11.000 soldados españoles. A partir de este
fuera poco, también existen otros campos acontecimiento se desataría en la penínsu-
en los que su interés está más que justifi- la un activo rechazo a una guerra, que ya
cado; por ejemplo, puede resultar de gran de antemano era bastante impopular. Ade-
utilidad para tratar de profundizar sobre el más, las derrotas militares españolas tuvie-
papel que tuvieron estos hechos en la con- ron consecuencias inesperadas. Los rifeños
formación de la cultura militante de los pri- avanzaron conquistando el territorio es-
meros comunistas españoles. pañol y llegarían a proclamar la República
del Rif. Sin embargo, como es sabido, con la
Los comunistas y el colonialismo intervención militar de las tropas francesas
español en el Rif los rifeños serían derrotados en 1926 po-
niendo fin a las esperanzas de los comunis-
Por motivos obvios, no podemos abor- tas españoles que veían en ese movimiento
dar en profundidad el proceso de coloniza- a un destacado actor antiimperialista.
ción del norte de Marruecos, pero sí con- No hace falta recordar que, durante dé-
viene tenerlo en cuenta su para entender cadas, la URSS se fue convirtiendo para la
su influencia en la construcción del ima- militancia comunista en un capital simbó-
ginario colectivo de la primera militancia lico capaz de proyectar sus sueños y uto-
del PCE. El final del colonialismo español pías de un mundo mejor. Moscú pasaría así
en Cuba coincidió en el tiempo con el re- a convertirse en el centro de una potente
parto de África por parte de las potencias red de solidaridad proletaria que unía a
imperialistas, en el cual España desempeñó sectores de las clases populares de todo el
un papel muy secundario. El país ya poseía planeta bajo un mismo imaginario colecti-
algunos asentamientos en la costa marro- vo. El modelo de la URSS como centro-guía
quí y había impulsado campañas militares de la revolución mundial se entrelazaba
en este imaginario con la idea de un gran
Akal, 2021, pp. 11-77. levantamiento de los pueblos oprimidos
5.– Por citar solo dos ejemplos lejanos en el tiempo: Da- contra el colonialismo. Este elemento fun-
vid H. Slavin, «The French Left and the Rif War, 1924-25: cionó como un potente foco de atracción
Racism and the Limits of Internationalism, Journal of Con- social, sobrepasando la influencia real de
temporary History, Vol. 26, 1 (1991), pp. 5-32. Morgan Pog-
la sección española de la Internacional Co-
gioli, «La campagne française contre la guerre du Maroc
ou le difficile apprentissage de la bolchevisation (1924- munista, en esos momentos muy minorita-
1926)», Le Mouvement Social, 272 (2020), p. 59-80.

148 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.147-152


La importancia de la Guerra de Marruecos en la génesis del comunismo... Eduardo Abad García

ria. [6] A comienzos del verano de 1921, en el contexto de semi legalidad o incluso de
España existían aún dos partidos comunis- clandestinidad, las formas empleadas fue-
tas. Pero, pese a otras muchas diferencias, ron en muchos casos propias de arriesgadas
en este caso ambos coincidían en rechazar acciones relámpago, siendo muy grande el
abiertamente la intervención española en riesgo que corrían sus ejecutores. Como
Marruecos por considerarla imperialista, puede verse en los textos que se reprodu-
siguiendo el octavo punto de los principios cen más adelante, el contenido del material
de la Comintern. antimilitarista y anticolonial estaba dirigi-
Esto explicaría que cuando, en julio de do de forma prioritaria a tres destinatarios.
1921, comiencen a llegar a España las noti- El primero eran los soldados, a quienes se
cias del desastre de Annual, ambos partidos requería a que no fueran al «matadero ma-
hicieron todo lo posible por denunciar la rroquí» y volvieran sus armas contra la
situación. Paralelamente, los militares afri- burguesía. Utilizando una metáfora propia
canistas destacaron por su obsesión con la del imaginario soviético, debían pasar del
existencia de una supuesta amenaza comu- «ejercito blanco» al «ejercito rojo». Además
nista, precisamente por su apoyo a la causa de alentar a impulsar una «guerra civil», los
rifeña. Esta narrativa paranoica por parte comunistas solicitaban a los soldados que
de un importante sector del ejército provo- confraternizaran con los rifeños, a quie-
caría la invención de todo tipo de «conspi- nes consideraban sus hermanos contra la
raciones islámico-comunistas» [7]. burguesía imperialista española. También
debían unirse a ellos en sus esfuerzos para
La fuerza de la Agit-prop acabar la guerra cuanto antes. El segundo
gran objetivo eran los trabajadores —pro-
La agitación y propaganda constituyó letarios y campesinos—, a quienes se pedía
siempre un factor crucial para la difusión que se sacrificasen con el fin de impedir el
de las culturas políticas, especialmente en embarque de más soldados para la guerra.
la comunista. Lograr diferenciarse y adqui- También se insistía en algo crucial desde
rir una imagen propia que pudiera ser au- esta cosmovisión anticolonialista: que su
tomáticamente reconocida por los sujetos papel como clase era solidarizarse con los
susceptibles de simpatizar con sus ideas se rifeños oprimidos por el imperialismo es-
convertiría en uno de los principales obje- pañol. Además, se les instaba a que inicia-
tivos del joven movimiento. En lo que atañe sen una huelga general e, incluso, una in-
al rechazo de la guerra colonial en Marrue- surrección para conseguir que las acciones
cos, las formas de propaganda utilizadas de las compañías mineras se desplomasen
fueron múltiples. Se usaron carteles, pan- y propiciar así la ruina de los imperialistas
fletos, manifestaciones, mítines, etc., y su en Marruecos. El último objetivo, y no por
prensa se convirtió en un importante alta- ello menos importante, era movilizar a las
voz para difundir el rechazo al conflicto. En mujeres españolas. A ellas se las identifica-
ba con un papel más pasivo, como madres
6.– Eduardo Abad, «Viento del este. La URSS en la cultura o hermanas. Sin embargo, pese a esa visión
militante de los comunistas españoles (1917-1968)», His- patriarcal, se les incitaba a protestar acti-
pania Nova, nº19, 2021, pp. 197-198.
vamente con todos los medios a su alcance
7.– Daniel Macias, El africanismo castrense, 1909-1927: una
para impedir el asesinato de sus hijos y her-
cultura de guerra en la España del primer tercio del siglo
XX., Tesis doctoral, Universidad de Cantabria, 2013, pp. manos. En cuanto a otro tipo de acciones,
307-308. la prensa burguesa del momento reflejaba

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 147-152 149


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una constante preocupación por la apari- de violencia que rodeaba a la militancia co-
ción de material propagandístico entre las munista, siendo frecuente el uso de armas
tropas e, incluso, en el propio Marruecos. de fuego [10]. Por estos hechos a finales del
Julián Gorkín y otros militantes recuerdan verano estaban detenidos las direcciones
en sus memorias su participación en míti- de los dos Partidos Comunistas (todavía no
nes y manifestaciones improvisadas que les se había realizado la unificación) y los diri-
obligaron a exiliarse para evitar la cárcel [8]. gentes de la Juventud Comunista. La pren-
Así mismo, los distintos periódicos comu- sa del Partido fue suspendida y sus locales
nistas fueron secuestrados y prohibidos de clausurados. El Partido prosiguió su lucha
forma reiterada por oponerse activamente contra la política colonialista de la Monar-
a esta guerra [9]. quía a un alto coste. Tras la unificación de
los partidos en noviembre de 1921, se pro-
La represión como respuesta ducía un parón en la vida orgánica del PCE
fruto de las disputas internas. Por enton-
La resistencia desarrollada por los co- ces, un sector disidente acusaba a la direc-
munistas españoles contra la guerra de ción de no estar impulsando una campaña
Marruecos no estuvo sostenida solo por la más eficaz contra la guerra [11]. No sería la
propaganda. De hecho, su militancia llevó última. Otro de los aspectos más peligrosos
a cabo una actividad sin tregua que abarca- de su praxis política de aquellos años eran
ría distintas formas de lucha y tensionaría los intentos de provocar un levantamiento
su propia supervivencia hasta el límite. En de soldados para que se negaran a embarcar
este sentido, destacaron sus movimientos, hacia Marruecos o para que, una vez allí,
poco coordinados, que recuerdan a la tradi- desertasen y se uniesen a la causa rifeña.
ción anarquista ibérica y muestran la falta Resulta difícil concretar hasta que pun-
de organización en los primeros tiempos de to el PCE logró intervenir en el ejército. No
su existencia. Por ejemplo, en el verano de parece que existiesen directrices claras más
1921, justo después del desastre de Annual, allá de las consignas generales. Eso expli-
el PCE lanzó un llamamiento a la huel- caría que mientras muchos dirigentes op-
ga general exigiendo el cese de la guerra. taran por exiliarse al ser llamados a filas,
Esta movilización solo fue relativamente otros, como el futuro ministro de la Repú-
exitosa en el País Vasco, donde grupos de blica Vicente Uribe, acabase combatiendo
obreros salieron a la calle para impedir el en el Rif [12]. Aun así, los informes militares
embarque de tropas con destino a tierras culparon constantemente al PCE de los le-
africanas. Las dinámicas desarrolladas por vantamientos de tropas como el producido
los huelguistas comunistas estuvieron ca- en Málaga en el verano de 1923. También
racterizadas por el uso de la violencia, pro- existe constancia de la aparición de pro-
duciéndose numerosos tiroteos con la po- paganda comunista en convoyes militares
licía. Este hecho fue denunciado por Jules o, incluso, la detención de soldados por su
Humbert Droz, delegado de la Comintern,
quien destacaba en sus informes el clima 10.– Siegried Bahne (ed.), Archives de Jules Humbert-Droz
V.I. Origines et débuts des partis communistes des pays latins
8.– Julián Gorkín, El revolucionario profesional…., p. 59. 1919-1923, Springer Dordrecht, 1970, pp. 115-116.
9.– Joan Estruch, Historia del PCE (1920-1939), Barcelona, 11.– Antonio Padilla, El movimiento comunista español, Bar-
El viejo topo, 1978, p. 30. Manuel Tuñon de Lara, El movi- celona, Planeta, 1979, p. 134.
miento obrero en la historia de España (II), Madrid, Sarpe, 12.– Vicente Uribe, Memorias de un ministro comunista de la
1985, p 201. República, Sevilla, Renacimiento, 2018, pp. 51-61.

150 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.147-152


La importancia de la Guerra de Marruecos en la génesis del comunismo... Eduardo Abad García

Caricatura del periodo de la Guerra Civil sobre el «Desastre de Annual»


(Fuente: socialesylengua.blogspot.com/).

posesión en el propio Marruecos. Inclusive, el PCE al igual que el PCF, envia-


Precisamente, en 1923, entre los argu- ría un telegrama saludando a Abd-el-Krim
mentos para el golpe de Estado de Primo de por sus éxitos militares. Lo que no parece
Rivera se encontraba una supuesta amena- probable es que se llegase a producir en-
za comunista y su potencial desestabiliza- cuentro alguno con el líder rifeño, como
dor en Marruecos. Tras un parón inicial, el aseguraban fuentes militares españolas [13].
partido volvería a ser duramente reprimido, De lo expuesto a lo largo de esta breve
lo que dificultaría su trabajo y le supondría presentación, me gustaría resaltar princi-
problemas con la Comintern. En 1924, la di- palmente una idea. La Guerra de Marrue-
rección del PCE sería fuertemente criticada cos tuvo más importancia de la que se le ha
por este hecho, lo que llevaría a un cambio dado hasta ahora y debería de ser uno de
profundo en el Comité Central. Con buena los principales objetivos que se aborden en
parte de sus líderes exiliados en París co- el futuro para ampliar nuestra visión sobre
menzaba una nueva etapa, caracterizada la primera etapa de la historia del PCE. No
por una mayor coordinación con el PCF, fue un hecho secundario. Su desarrollo fue
que pasaría a tutelar en la práctica todo el clave para los primeros años de existencia
trabajo en la campaña contra la guerra me-
diante la participación en un comité mixto. 13.– José Bullejos, La Comintern en…, pp. 70-73.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 147-152 151


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del comunismo español. Pese a sus exiguas redes transnacionales del movimiento co-
fuerzas, este pequeño grupo de militantes munista. Sin embargo, probablemente lo
desarrolló una intensa actividad contra esta más importante sea la trascendencia que
guerra. Lo hicieron basándose en un nue- estos hechos adquirieron para las vidas de
vo imaginario colectivo llegado al calor de sus militantes. Invadidos por un esponta-
la revolución soviética, donde destacaban neísmo y un activismo sin limites, estos
elementos simbólicos de gran magnetismo llevaron a cabo audaces iniciativas que
como el internacionalismo proletario o la conllevaron la represión o el exilio para la
percepción de la inminencia de una revolu- mayoría de ellos. Perseguidos y hostigados,
ción mundial. En este sentido, sus acciones se vieron obligados a huir al extranjero,
se insertan dentro de unas dinámicas inter- donde entraron en contacto con la cara más
nacionales que solo pueden ser compren- global del movimiento. Estos hechos supo-
didas desde una perspectiva transnacional nen, por tanto, la primera gran batalla del
que tengan como punto de partida el auge comunismo español, en la cual sufrieron la
del movimiento anticolonial gracias al im- consiguiente derrota. Una de las primeras
pulso de la internacional comunista. Moscú a las que les sometía la historia y que con
y, en mayor medida París, se convirtieron el paso de los años pasaría a un plano casi
en los nucleos desde donde se tejían las olvidado dentro de su memoria colectiva.

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Selección de llamamientos del Partido Comunista de España sobre la Guerra de Marruecos

¡Abajo la guerra de Marruecos!


¡Proletarios! ¡Madres! ¡Soldados!*

El capitalismo español, de acuerdo con ¡Proletarios, atended!


la canalla militarista, no reposa en cometer
los más horribles crímenes para satisfacer Si aún corre por vuestras venas una gota
su ansia desmedida de dinero dominación de sangre, es necesario que os juramentéis
y conquista. para terminar con esa matanza dirigida y
Los capitalistas se han propuesto, por lo organizada por la burguesía. Es necesario
visto conquistar, o mejor dicho robar las ri- que los obreros todos se nieguen a colabo-
quezas de aquel país aunque para ello ten- rar en esta infame y sanguinaria obra.
gan que sacrificar un sinnúmero de gene- Los trabajadores empleados en las fábri-
raciones proletarias. Los moros, y en esto cas de armas deben negarse a construir fu-
hacen muy bien, se oponen enérgicamente siles y municiones con destino a la Guerra
al triunfo de los bandidos españoles. Once de Marruecos; los obreros del transporte
años han necesitado nuestros bizarros ge- deben negarse a conducir soldados y mate-
nerales para conquistar el terreno que los rial de guerra; los de la imprenta, en fin, de-
moros han rescatado en pocos días. Milla- ben establecer la censura roja, para evitar
res de soldados españoles han perdido la que se publique la prensa patriotera escrita
vida durante ese trágico período, en las ári- por los serviles lacayos del capitalismo.
das tierras de África. ¡Camaradas! Oponeos violentamente a
Lo ocurrido ahora no tiene compara- la Guerra de Marruecos. Llegar si es preciso
ción siquiera con lo del célebre «Barranco a la huelga general revolucionaria ¡Acor-
del Lobo». Cuando se sepa toda la verdad, daos del 1909!
causará horror el pensar en la sangre que
ha derramado la juventud trabajadora para ¡Madres, oid!
saciar a los capitalistas españoles sedientos
de oro e imperialismo. Vosotras que pasáis infinitos sufrimien-
El fracaso militar y político ha sido ro- tos para criar a los hijos. Vosotras que sen-
tundo, definitivo. Nadie puede concebir las tís más que nadie los horrores de la Guerra.
penas que serían necesarias para castigar Vosotras que siempre os habéis opuesto con
como se merecen a los culpables del crimen inaudita energía a las injusticias sociales.
más horrendo y monstruoso que se registró ¿Vais a consentir que continúe la sangría
en los negros y sanguinarios anales del bár- marroquí? No, eso no debéis consentirlo.
baro, torpe y egoísta capitalismo español. Si consentís que se lleven a vuestros hi-
La hecatombe ha debido ser terriblemente jos al «matadero» de Melilla seréis dignas
espantosa. del desprecio y de la execración de todos.
¡Acordaos de que también los moros tienen
madres e hijos! ¡Impedir que vuestros seres
* Documento original en: Archivo Histórico del PCE, Film I, más queridos se conviertan en asesinos o
apartado 6. Transcripción: Francisco Erice.. en asesinados!

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Portada de L’Humanité (órgano de expresión del PCF) del 12 de octubre de 1925.


(Fuente: matthieulepine.wordpress.com).

¡Compañeras! Levantaos al grito de migos no están en Marruecos, están en Es-


¡Muera la Guerra de Marruecos! paña. Son los jefes que os mandan, el Go-
bierno y los capitalistas. ¡Volver las armas
¡Soldados, rebelaos! contra ellos!
¡Dejar de ser los soldados blancos de la
Cuando se defiende una causa justa está burguesía y convertiros en los soldados ro-
bien sacrificarse y morir; pero cuando se jos del proletariado!
trata de los intereses y privilegios del capi- ¡Proletarios! ¡Madres! ¿Soldados! En Ma-
talismo, la rebelión es santa. rruecos no tenemos que hacer nada. ¡Que
¿Para qué os mandan a Marruecos? Os vallan (sic) allí los capitalistas y los héroes
mandan para que conquistéis las minas que aspiran a vivir sin trabajar! Exijamos
y las riquezas de aquel país, en beneficio la terminación de la guerra y el castigo de
exclusivo de un puñado de capitalistas sin tantos asesinatos.
conciencia.
¿Por qué vais a matar a los moros? Por ¡Muera la Guerra de Marruecos!
que (sic) aquellos hombres son rebeldes y
no se conforman con enriquecer a los bur- ¡Abajo el régimen capitalista, engendra-
gueses, trabajando por un puñado de cén- dor de todas las infamias!
timos.
¡Compañeros soldados! Vuestros ene- ¡¡Viva la Revolución Social!!

Madrid, julio de 1921

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Selección de llamamientos del Partido Comunista de España sobre la Guerra de Marruecos

Soldados!

La codicia de los capitalistas prepara una os entregan podrá finalizar la aventura cri-
nueva ofensa contra el Rif. Para que las ac- minal que desde hace años devora nuestra
ciones de las Compañías mineras se coticen juventud.
a mas alto precio, para que los dividendos Al grito de «Abajo la guerra de Marrue-
se eleven, es preciso que se vierta a torren- cos y Viva la guerra civil contra los opre-
tes la sangre de la juventud española. sores!», volved vuestros fusiles contra los
asesinos que nos gobiernan.
Soldados! Fraternizad con los rifeños, unid vues-
tros esfuerzos al de ellos para impedir que
No partáis para el matadero marroquí. se consume el despojo de la independencia
No os resignéis a ser estérilmente inmo- de un pueblo.
lados porque lo demanda el interés de una Sólo así terminará la guerra.
pandilla de bandoleros. Sólo vosotros sois ¡Vivan los obreros, campesinos y solda-
responsables, por vuestra cobardía o por dos! ¡Vivan nuestros hermanos los rifeños!
vuestra pasividad, de que la guerra de Ma- ¡Viva la guerra civil!
rruecos se prolongue indefinidamente. Sólo
volviendo contra la burguesía las armas que El Partido Comunista

Cartel del Partido Comunista y la Juventud Comunista Francesa llamando a convertir la guerra
imperialista en guerra revolucionaria. Década de 1920 (Fuente:materialisme-dialectique.com)./

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, p. 153-160 155


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Obreros y Campesinos

La ofensiva contra el Rif va a iniciarse manos. El PARTIDO COMUNISTA os invita


de nuevo. Si permanecéis pasivos, si os so- a no tolerar que nuevos millares de jóvenes
metéis cobardemente, van a caer a millares sean sacrificados a la codicia capitalista. El
vuestros hermanos, asesinados en los cam- PARTIDO COMUNISTA os invita a impedir
pos marroquíes para satisfacer la codicia el envío de nuevas tropas. No consintáis
de los capitalistas. Hay que procurar que que parta un soldado de la Península. Si
las acciones de los bandidos capitalistas se quieren privar al Rif de su independencia,
coticen al más alto precio, hay que elevar que movilicen a los bandoleros capitalistas.
los dividendos de las grandes compañías Las obras de rapiña no deben ser realizadas
mineras, y para ello es menester que corra, con hijos de obreros y campesinos. Nues-
nuevamente, a torrentes la sangre de nues- tro puesto está al lado de los rifeños, que se
tra juventud. baten heroicamente por salvar su territorio
del pillaje de los imperialistas franco-espa-
Obreros, Campesinos: ñoles. Con ellos, con los rifeños, y contra
nuestros opresores los capitalistas:
Impedid la prolongación de la guerra, ¡Viva la huelga general revolucionaria1
Imponed la terminación de esta criminal ¡Viva la insurrección! ¡Abajo la guerra y la
aventura. Basta ya de pasividad y cobardía. dictadura!
Sólo la acción revolucionaria de las fuerzas
obreras y campesinas puede impedir que El Partido Comunista
prosiga el sacrificio estéril de vuestros her-

A las Mujeres Españolas

Los imperialistas españoles y sus secua- Mujeres


ces Primo de Rivera y Martínez Anido van
a iniciar una nueva ofensiva contra el Rif. No consintáis el sacrificio estéril de
La sangre de vuestros hijos, de vuestros vuestros hijos, de vuestros hermanos. Im-
esposos, de vuestros hermanos va a correr pedid que la juventud española perezca en
a torrentes para satisfacer la codicia de los el matadero marroquí.
capitalistas.
El Partido Comunista

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Selección de llamamientos del Partido Comunista de España sobre la Guerra de Marruecos

Los obreros, campesinos, soldados


y marinos de ambos países contra la
guerra imperialista en Marruecos*

Los gobiernos de España y Francia liga- La[s] burguesía[s] de Francia y España


dos por acuerdos militares secretos operan emplean el terror contrarrevolucionario en
de común acuerdo contra el pueblo marro- Marruecos y en todas las colonias, no va-
quí que lucha por su independencia. cilan al igual que en la metrópoli como lo
El gobierno Daladier sostenido por el par- indica el ejemplo de Casas Viejas, incen-
tido socialista y el Gobierno ¿? Con sus tres dian los pueblos, destruyen las cosechas,
ministros socialistas, acaban de abrir una acaparan la tierra, someten al hambre a la
nueva etapa en la guerra de pillaje, de con- población y envían a presidio a miles de ex-
quistas, de esclavitud que se mantiene hace plotados de las colonias.
desde más de veinte años en Marruecos. Trabajadores de Francia y de España
Las tropas del imperialismo francés ex- Obreros arrojados a la calle por millares,
cavan hasta las últimas cimas de las mon- subalimentados por la baja de vuestros sa-
tañas donde pueden aún poner los pies los larios mientras la infernal cadena acelera
montañeses marroquíes. Estos, hambrien- su ritmo.
tos y rociados de metralla por los ejércitos Campesinos arruinados por la crisis, los
del «progreso y la civilización» de las bur- especuladores y los acaparadores.
guesías democráticas, resisten palmo a pal- Obreros agrícolas forzados al trabajo, sin
mo heroicamente la invasión de los bandi- tierra y sin pan explotados por los terrate-
dos de la banca y la bolsa. nientes.
Por su parte el imperialismo opera en Río Pequeños comerciantes aplastados bajo
de Oro mientras llega el momento de que el peso de los impuestos de los Gobiernos
la acción militar conjugada de los dos paí- «democráticos».
ses opresores prosiga en esta región y en el Pequeños funcionarios cuyos sueldos se
Rif, donde ya en 1925 las tropas españolas reducen para poder seguir arrojando millo-
y francesas masacraron a los campesinos nes a la sima marroquí.
rifeños. Los cientos de millones robados Levantaos contra esta guerra que devora
a los trabajadores son arrojados a la cima cientos de millones que se os roban y que
[sic] de la aventura marroquí en provecho asesina a los vuestros y estrangula a un
de un puñado insignificante de parásitos pueblo que lucha por su libertad.
capitalistas. Vuestro enemigo no es el pueblo marro-
Esta es la faz de la «última trinchera de quí, es vuestro propio imperialismo.
la libertad» de Francia y de la República de Este obtiene de las colonias beneficios
«trabajadores» en España. que refuerzan su potencia de clase domi-
nante para explotaros mejor.
*«Llamamiento de los partidos comunistas de España
Encuentra en ellas mano de obra bara-
(PCE) y Francia (PCF) contra la guerra imperialista ede
Marruecos», 1934, Comunicados. declaraciones y llama- ta que apera [sic] vuestras condiciones de
mientos, Documentos PCE, carp. 6, AHPCE. vida.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, p. 153-160 157


Nuestros documentos

Y por último recluta en ellas fuerzas mi- lúrgicos, denunciad los transportes de ma-
litares que emplea para aplastar en sangre terial de guerra y tropas.
cualquier levantamiento revolucionario en Realizad por todas partes la unidad de
nuestro país. acción contra la burguesía.

Trabajadores en Francia y España Camaradas obreros anarquistas


Trabajadores socialistas y socialistas

Tanto en Francia como en España los Vosotros estáis como nosotros contra
partidos socialistas han votado los créditos la guerra de Marruecos. Luchad con no-
de guerra y de las colonias y tienen por tan- sotros. Constituid con vuestros hermanos
to la responsabilidad de las grandes matan- comunistas y con todos los explotados co-
zas coloniales. mités. Frente unido de todos los explota-
Al contrario que la II Internacional que dos contra las guerras coloniales.
divide las fuerzas obreras y combate a los Abajo la guerra de Marruecos.
pueblos coloniales en provecho de los ban- Luchad por la independencia total del
didos capitalistas, la Internacional comunis- pueblo marroquí, por la evacuación inme-
ta lucha por la unidad de acción de los prole- diata de los ejércitos imperialistas español
tarios de todos los países, de los trabajadores y francés.
de todas las razas y de todos los pueblos en Viva la lucha en común de los pueblos
lucha contra el yugo imperialista. explotados con los obreros de los países
Por estas razones os llamamos a luchar europeos.
contra la guerra bajo la bandera en alto del Viva la acción en común de los pueblos
internacionalismo proletario. coloniales con los proletarios de los países
El pueblo marroquí es vuestro aliado. opresores.
Su lucha es la vuestra y va dirigida con- Viva la acción común de los trabajado-
tra nuestro enemigo común. res de Francia y España contra la guerra de
Denunciad por todos los medios la gue- Marruecos.
rra de conquista y pillaje, votad resolucio-
nes de protesta contra la guerra de Ma-
rruecos. Cread una corriente de opinión El comité central del
repartiendo manifiestos, pegando pasqui- partido comunista de Francia.
nes, escribiendo letreros y organizando
reuniones de fábrica. El comité central del
Desarrollad la lucha por vuestras reivin- partido comunista de España.
dicaciones, defended vuestros salarios que
el capitalismo reduce para hacer la guerra El comité central de la
en Marruecos. juventud comunista de Francia.
Organizad potentes manifestaciones de
masa en las fábricas y en la calle. El comité central de la
Ferroviarios, portuarios, marinos, meta- juventud comunista de España.

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Selección de llamamientos del Partido Comunista de España sobre la Guerra de Marruecos

El imperialismo español en Marruecos


de 1900 a 1921*

El imperialismo español en Marruecos. En 1902 Francia ofreció a España una


amplia zona de influencia en la cual queda-
A principios del siglo XX las potencias ba comprendida la ciudad de Fez. La oferta
imperialistas culminaron el reparto de fue aceptada por Sagasta, pero el tratado
África. A cambio de la renuncia a sus pre- no fue ratificado por Silvela, que no «quería
tensiones sobre Egipto, Inglaterra recono- enemistarse con Inglaterra».
ció a Marruecos como zona de influencia El 3.IV de 1904 Francia e Inglaterra fir-
francesa, a condición de que el sector de la maron la llamada entente cordial en virtud
costa marroquí, frente a Gibraltar, a lo lar- de la cual Francia renunciaba a sus preten-
go del estrecho, fuese reconocido protec- siones en Egipto a cambio de que Inglate-
torado español. Los imperialistas ingleses, rra reconociera Marruecos como zona de
temerosos del desmesurado fortalecimien- influencia francesa.
to de Francia, en este sector, vital para sus El 2.X de 1904 Alfonso XIII a bordo de
comunicaciones con el Imperio, prefirieron su yate «Giralda» realizó un viaje de ins-
entregar esta zona a un imperialismo más pección a Melilla y Ceuta tomando medidas
débil y dependiente, el imperialismo espa- para iniciar la aventura militar marroquí.
ñol. En abril de 1905, después del incidente
Así pues, los imperialistas españoles del «Pantera» tuvo lugar la Conferencia de
extendieron sus posiciones en el norte de Algeciras en la cual se aseguró a España Te-
África, no en virtud de su fuerza sino de su tuán y Larache y el condominio con Francia
extrema debilidad y dependencia del impe- sobre Tánger y Casablanca.
rialismo más fuerte, en este período de la En estos años, el cabecilla rebelde «El
entente en formación. Roghi» controló casi toda la zona del Rif,
A principios del siglo, Marruecos esta- estableciéndose en Zeluan su corte. A Ze-
ba bajo el mando nominal del sultán Abd- luan comienzan a ir los representantes de
el Azis, contra el que se habían alzado en numerosas firmas y compañías extranjeras
armas buen número de cábilas encabezadas peticionarias de concesiones para explotar
por el pretendiente «El Roghi» /el rebelde/. los ricos yacimientos de hierro descubier-
En este período, el imperialismo espa- tos en la zona del Rif. El Roghi, a cambio de
ñol solamente tenía en África del norte las grandes prebendas cede los yacimientos del
plazas fuertes de Melilla y Ceuta transfor- Monte Afra al Sindicato Francés Norteafri-
madas en la práctica en centros penitencia- cano y los yacimientos del Monte Uixan a
rios, y que estaban cercadas por cábilas que la Sociedad Española de Minas del Rif. Esta
se habían alzado contra el poder del sultán. transación fue efectuada en noviembre de
1907.
* «Imperialismo español en Marruecos: 1900-1921» (4 ho-
Con el consentimiento de El Roghi la
jas mecanografiadas)», S/F, Tesis manuscritos y memorias, Compañía española de Minas del Rif ini-
sign 34/13, AHPCE. ció la construcción de un ferrocarril desde

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, p. 153-160 159


Nuestros documentos

las minas al puerto de Melilla. Comienzan quivir. El rey Alfonso XIII realiza un nuevo
los incidentes armados, Las cábilas del Rif, viaje a Marruecos, ganándose el apodo de
descontentas contra el Roghi y la política El Africano.
de concesiones que seguía éste en detri- En febrero de 1920 el general Silvestre
mento de las cábilas se sublevan. ocupa Afrau, Annual y Alhucemas.
El 8-X 1908 los cabileños asaltan la colo- A principios de 1921 Berenguer ocupó
nia minera de Aixan. El mes de noviembre Xauen.
de 1908 los sublevados expulsan del Rif a En mayo de 1921 loas moros comenzaron
El Roghi. El sultán Abd-el Azis es destrona- a reagrupar fuerzas y a hostilizar las comu-
do por las cábilas partidarias de Muley Ha- nicaciones de las columnas españolas. El 1
fiz, enemigo de la intervención extranjera de julio de este mismo año las cábilas del
en Marruecos. El general Marina ocupa La Rif mandadas por Mahomed Abd-el-Krim,
Restinga de Mar Chica. el Jatabi, antiguo secretario árabe del ne-
El 121.III.1909 el teniente coronel Álva- gociado de asuntos indígenas de la Coman-
rez Cabrera llega al zoco de Arbas. dancia de Melilla, que levanta la bandera
El 7.VII.1909 la Junta de Cábilas de Na- de la unidad e independencia de Marruecos
dor, con la oposición de Abd-el-Kader, se atacan las posiciones de Monte Abarran. El
pronuncian por la guerra. 21 de junio derrotan a la columna de so-
Se produce la agresión a los obreros del corro del general Silvestre, compuesta por
tendido ferroviario, resultando 4 obreros 4.000 hombres, cercan y exterminan a las
españoles muertos. El general Marina, al guarniciones de Zeluan, Nador y Monte
frente de las tropas coloniales españolas Arruit, causando al ejército colonial espa-
ocupa el Atalayon y los alrededores de Sidi ñol más de 9.000 muertos y capturándole a
Hamet, en el campo de Nador. gran número de prisioneros. El 23 de junio
23.VII.1909. En las operaciones muere el se produce el derrumbamiento general de
teniente coronel Álvarez Cabrera. Se gene- la Comandancia de Melilla. De los 25.700
raliza la guerra en Marruecos. El gobierno hombres que había a su mando el 20 de ju-
español decreta la movilización de varias nio de 1921, el 23 sólo quedaban con vida
quintas de reservas dando lugar a la «Se- a las órdenes del general Berenguer 1.800
mana Sangrienta», expresión del odio del hombres.
pueblo contra los colonialistas y su aventu- Después de 11 años de guerra, los colo-
ra criminal en Marruecos. nialistas españoles se vieron reducidos a
Apenas desembarcados los reservis- las posiciones que ocupaban al comienzo
tas son conducido al sector de Sidi Musa, de las operaciones de 1909.
produciéndose la derrota del Barranco del El desastre de Annual puso de mani-
Lobo. fiesto la podredumbre de las castas semi-
El 28-VII de 1909 murió en campaña feudales y de la monarquía. De las entrañas
el general Pinto. La campaña de Marrue- del pueblo español surgió un clamor uná-
cos prosigue con éxitos alternativos desde nime de indignación y protesta contra los
1909 a 1920, despertando la indignación bandidos imperialistas que sacrificaban la
del pueblo que repetidas veces se manifies- flor de la juventud española en nombre de
ta contra la guerra. En estos años las tro- los magnates de la Compañía de las Minas
pas colonialistas españolas ocupan Tetuán, del Rif, del rey y de la corrompida camarilla
desembarcan en Larache. Arcila y Alcaza- interesada en la explotación de Marruecos.

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Lecturas

Sobre Friedrich Engels*


María Ayete
Universidad de Burgos

Podría haber titulado este texto «Engels,


el primer marxista» o, todavía mejor, «Sin En-
gels, ni Marx ni marxismo». Finalmente, y
como queda patente más arriba, he optado
por algo menos ingenioso, que no menos
apropiado. ¿Apropiado? ¿Por qué «apropia-
do»? Por dos motivos: el primero, porque
el libro de Michael Krätke es la biografía de
Friedrich Engels, o sea que en estas líneas
vamos a hablar de Engels; el segundo, por-
que, por una vez, vamos a intentar hablar
de Engels y no de Engels y de Marx, o de En-
gels y el marxismo. Lo dice estupendamen-
te bien Krätke en su biografía: siempre que
se habla de Engels se habla de Marx, pero
qué pocas veces pasa en la dirección opues-
ta. Yo tampoco quiero ir, en realidad, en esa
dirección opuesta. Mi objetivo es otro. Más
radical, si queremos decirlo así: yo preten-
do hablar de Engels sin nombrar a Marx,
aunque, es verdad, ya lo estoy nombran-
do... Corramos un tupido velo. El ejercicio
que pretendo no es baladí; aunque pueda
parecerlo, no es gratuito. Pocas, muy pocas
veces, se ha prestado atención a la figura de cir, no es un texto centrado en los episodios
Engels en su individualidad. Vamos a inten- más relevantes o anecdóticos de la vida de
tar hacerlo. Engels. Es, al contrario, una biografía que
Friedrich Engels. El burgués que inventó el trata de compendiar las aportaciones más
marxismo no es una biografía al uso. Es de- importantes del pensador alemán a disci-
plinas tan dispares como la sociología, la
* Reseña de: Michael Krätke, Friedrich Engels. El burgués
que inventó el marxismo, Barcelona, Bellaterra Edicions, economía y la teoría política, la ecología o
2020, 170 pp la guerra y subrayar lo peculiar de su condi-

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Lecturas

ción: socialista radical con levita, corbata y libre, pero al mismo tiempo no lo es: solo
sombrero de copa, hijo mayor de empresa- hace falta quedarse sin trabajo para corro-
rio de éxito en la industria textil. Formado borarlo. Es sencillo: mantienes tu libertad
para continuar la estela de su progenitor y personal, pero no tienes más remedio que
sin estudios universitarios, Engels es, al fin buscar a quien compre tu fuerza de traba-
y al cabo, un capitalista que en la bolsa de jo (tu vida). Ese es el estatus del asalariado
Manchester tiembla de gozo y entusiasmo moderno: ni esclavo ni siervo, sujeto libre,
ante la perspectiva de una nueva recesión. mercancía él mismo y a su vez poseedor de
Con apenas 24 años publica por prime- mercancía en un terreno laboral (y, des-
ra vez con su nombre, aunque lo hará bajo pués, vital) vuelto mercado. La situación
pseudónimo o de forma anónima en mul- de la clase obrera en Inglaterra muestra por
titud de ocasiones anteriores y posteriores primera vez una descripción completa de
(la modestia, una de las muchas virtudes nada más y nada menos que los comporta-
del genio). Es un Engels sin duda joven el mientos cíclicos de la industria moderna.
que se da cuenta de la importancia de los Es 1845 y Engels tiene 25 años: todavía le
hechos económicos como fuerza histórica quedan muchas cosas por decir.
fundamental en el mundo moderno, como En La revolución de la ciencia del señor
pilar constituyente del antagonismo de Eugen Dühring (el Anti-Dühring) señala, por
clase. La importancia de este hallazgo para ejemplo, el punto nodal de la crítica al ca-
la economía política es obvia, así como lo pitalismo marxista clásica: que nada es na-
es otra de sus grandes iluminaciones: que tural en la dinámica capitalista, aunque así
el capital es una relación, el resultado de nos lo parezca, y que, por lo tanto, tampoco
una ruptura o división del trabajo, con son naturales las leyes económicas que go-
sus constantes variaciones, equilibrios y biernan dicha dinámica, mientras que en el
desequilibrios. Engels planta las semillas popular y sin duda influyente El desarrollo
(«auténticas perlas», dice Krätke) de lo que del socialismo de utopía a ciencia subraya
poco tiempo después irá floreciendo, to- la expansión constante como raíz de ser
mando forma. y forma de vida del capitalismo. Pero hay
Punto y aparte merece La situación de más, porque que las condiciones materiales
la clase obrera en Inglaterra, un ensayo que determinan social e históricamente todo
Krätke no duda en calificar como «clásico de descubrimiento científico en la medida en
la sociología urbana». Clásico o no, lo que que determinan las condiciones del trabajo
es un hecho es que en él se describen por científico también se lo debemos a él. Por
primera vez —y, muy importante, de pri- otro lado, hablar de Engels como ecologis-
mera mano, es decir, tras un concienzudo ta avant la lettre es, tal vez y como afirma
trabajo de campo— las condiciones de vida Krätke, demasiado. Sin embargo, lo que no
y de trabajo de los obreros y se realiza un puede obviarse es la preocupación del ale-
análisis de las relaciones entre urbanismo y mán por la destrucción medioambiental
segregación. El gran resultado de la victoria causada por el nuevo modo de producción
de la fábrica sobre el taller es, para el joven industrial: la contaminación del agua, la
Engels, uno: la aparición de una nueva cla- destrucción del paisaje, la sobreexplota-
se, el proletariado moderno extenuado por ción de los suelos, el agotamiento de los
jornadas labores de 12 horas sin días libres recursos naturales… No podemos olvidar
frente a la clase propietaria de terratenien- que, ya en La situación de la clase obrera en
tes y capitalistas. Esta nueva clase social es Inglaterra, Engels dedica páginas enteras a

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Sobre Friedrich Engels Maria Ayete

enumerar y concretar los daños medioam- Engels, porque su mayor logro es sin duda
bientales derivados del capitalismo indus- el esfuerzo por anteponer las contribucio-
trial y cómo estos influyen en la vida de los nes intelectuales del alemán a amistades y
trabajadores y habitantes de las ciudades. chascarrillos. Vale la pena acercarse a ella.
Consecuencias, pero también, y por su- A fin de cuentas, y como sostiene el propio
puesto, causas: privatización de la tierra, Krätke, «de Engels, a sus doscientos años,
competencia entre empresarios agrícolas, puede hoy aprenderse lo que es una críti-
sobreproducción. ca al capitalismo apropiada o cómo tener
Esta suerte de lista podría continuar, las ambivalencias del desarrollo capitalista
pero entonces tal vez desecharían la idea de en mente». ¿Les parece poco? Engels piensa
acercarse a la biografía de Krätke, porque ya histórica e interdisciplinarmente, dos atri-
se lo estaría explicando todo yo, y no es esa butos, no me lo discutirán, fundamentales
la cuestión: lo que pretende precisamente para todo pensamiento crítico. Sus textos
esta reseña es lo opuesto. La obra de Krätke están ahí, doscientos años después. ¿Por
es una obra básica para todo aquel que bus- dónde empezar? Tal vez por Friedrich En-
que una introducción al pensamiento de gels. El burgués que inventó el marxismo.

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Gramsci y la Historia de Italia*
Gustavo Hernández Sánchez
Fedicaria

La obra reseñada de Giaime Pala, profe-


sor de Historia Contemporánea en la Uni-
versitat de Girona y especialista en la his-
toria de los partidos comunistas europeos,
principalmente el PSUC, muestra el bagaje
cultural de su propia trayectoria vital, for-
mado en la Università degli Studi de Caglia-
ri (Italia) y doctorado posteriormente en la
Universitat Pompeu Fabra. En efecto, uno
de los elementos más importantes a des-
tacar de este trabajo podría ser el esfuerzo
de búsqueda de elementos comunes com-
partidos entre dos compatriotas, Gramsci y
él mismo, así como el interés por hacerlo
inteligible a quienes participan de una his-
toria diferente, pero que forman parte de
una cultura política similar. Interés que a
mi parecer atraviesa todas las páginas del
libro.
En él, el autor indaga en un aspecto que
ha pasado desapercibido, al menos en la di-
fusión de la obra de Antonio Gramsci fuera
de Italia, que no es otro que la presentación de su obra han transmitido tradicionalmen-
de su perfil como historiador y no tanto te de forma mayoritaria, especialmente en
como los más tradicionales de intelectual la recepción de su obra en España, público
orgánico, líder político de la parte del so- al que se dirige el libro.
cialismo italiano que iniciaba la transición Para hacer inteligible este propósito se
hacia las tesis de los incipientes partidos elabora una lectura política de los años
comunistas tras el triunfo de la revolución veinte en Italia, con Gramsci ya en prisión,
soviética en octubre de 1917, o la de filó- lugar dónde escribió sus archiconocidos
sofo. Todas estas otras visiones de Gramsci Cuadernos de la cárcel, y en pleno auge del
son probablemente las que los estudiosos fascismo. Dentro de este contexto, el sar-
do tenía una obsesión: «averiguar por qué
*Reseña de: Giaime Pala, La fuerza y el consenso. Ensayo sobre el comunismo italiano había sido vencido
Gramsci como historiador, Granada, Comares, 2021, 180 pp.. por el fascismo de forma tan rápida y con-

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Gramsci y la Historia de Italia Gustavo Hernández Sánchez

tundente». Obsesión que pronto se con- en segundo término, el trabajo sirve para
vertiría en una sugestiva hipótesis, res- analizar y comprender dentro de su con-
catada en este trabajo. Para ello, Gramsci texto histórico de producción la obra de
elaboró una interesante síntesis interpre- este teórico del marxismo. En efecto, la
tativa de la historia italiana desde el Risor- resignificación de los trabajos de este gi-
gimento hasta el ascenso de Benito Musso- gante intelectual que sirvió de base para la
lini, la cual muchas veces, como pone de renovación del marxismo propuesta des-
manifiesto este trabajo, no ha sido tenida de el ámbito de los estudios culturales y
suficientemente en cuenta o bien ha pasa- de la nueva izquierda a partir de los años
do desapercibida porque no constituía un sesenta todavía es motivo de debate en
elemento central de los debates que plan- la actualidad. Así, frente a las visiones de
teaba la progresiva recepción de su obra, un Gramsci que podríamos caricaturizar
al menos aparentemente. como posmoderno, siempre hay quien le
Para Gramsci, la historia de la Italia del devuelve a la ortodoxia, advirtiéndonos de
siglo XIX había sido liberal, pero no demo- la buena sintonía que este mantuvo con el
crática. Y este hecho, similar al de otros propio Lenin y la lectura que este empren-
países del en torno como pudo ser la difu- dió en torno a la obra de Marx.
sión del liberalismo en España, facilitó el Sea como fuere, conceptos clave de su
entendimiento de la dictadura con las éli- obra tales como los de hegemonía, cultura
tes italianas, incluido el Papado, que aún popular o grupos subalternos han supues-
no había reconocido al nuevo Estado, tras to desde entonces un enriquecimiento en
las turbulencias y las amenazas de revo- la caja de herramientas no sólo de los his-
lución que se extendieron no sólo sobre la toriadores sino del campo de estudio de las
península sino sobre la práctica totalidad ciencias sociales en su conjunto. Si bien a
del continente europeo. De tal modo que en menudo, bajo este paraguas, se producen
sus Cuadernos, nos dice Pala, «Gramsci lle- exageraciones, reducciones o codificacio-
gó a la conclusión de que el fascismo era un nes que no viene mal analizar de forma
producto de la historia italiana», concreta- crítica desde la lupa del historiador en su
mente de las fallas que habían ido agrietan- sentido tradicional, tal y como hace el au-
do la instauración del liberalismo italiano y tor en este libro. Nos muestra, desde este
su posterior conversión al fascismo. punto de vista, la utilidad de la historia
Es en torno a estas premisas que Pala para fijar y comprender ideas clave. Tam-
articula un concienzudo estudio de esta bién para poseer una visión de conjunto,
parte de la obra de Gramsci que sin duda es idea de la larga duración braudeliana, de
depositario de un gran interés, en primer los procesos históricos.
término, porque desvela, como decimos, El estudio se divide en seis capítulos en
un aspecto a veces ignorado en la difusión los que se repasa la Italia de la Restaura-
de su obra fuera de Italia. Esta recepción ción (1814-1849) y la fase final del Risorgi-
ha sido fragmentaria no sólo por las peno- mento (1849-1861) (capítulos 1 y 2). Repasa
sas condiciones de su redacción, hablo en la visión de este proceso histórico según
concreto de los Cuadernos de la cárcel, sino Gramsci, haciendo hincapié en conceptos
también por las diferentes compilaciones, fundamentales tales como «hegemonía» o
traducciones y otros entresijos editoriales «revolución pasiva» (capítulo 3), quizá el
que a menudo han condicionado el cono- punto más original del trabajo, como des-
cimiento de la obra del sardo. Asimismo, pués veremos. Sigue la Italia liberal (1861-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 164-166 165


Lecturas

1914), que define como un dominio sin con- sión italiana, sino que más bien constitu-
senso (capítulo 5) y la final aparición de la yen, tal y como interpretaron otros autores
política de masas que, tras la Gran Guerra, después de Gramsci, pero ayudados sin duda
conduce al triunfo del fascismo (capítulo 6). por su propio bagaje conceptual y metodo-
No siendo necesario destriparlos para invi- lógico, una falla que se asienta en el propio
tar a su lectura, que es de lo que se trata, proceso de difusión de la modernidad, y que,
sí que me gustaría destacar el hilo históri- por extensión, tampoco debiera ser reduci-
co que subyace y que constituye la visión do al campo de estudio de la Historia con-
gramsciana de este periodo bajo una crono- temporánea. Me refiero fundamentalmente
logía, por otro lado, bastante convencional. a las aportaciones de los intelectuales de la
Constituye un repaso, en definitiva, a la denominada Escuela de Frankfurt. En este
historia política de la Edad Contemporánea sentido, el libro queda tal vez demasiado
italiana desde el punto de vista de uno de sus encorsetado en una consideración muy tra-
autores sin duda más influyentes y con una dicional de la historia. Este campo de es-
proyección internacional más preeminente. tudio, como el oficio mismo de historiador,
Vale cuestionar, en cambio, si la idea de que no es un camino de una dirección única y,
el fascismo es un producto directo del Risor- precisamente, en el valor de poder debatir
gimento no sea probablemente una metáfora con autores como Gramsci más de cien años
demasiado precisa que, a pesar de la agude- después de su muerte reside su condición de
za intelectual del sardo, sería conveniente clásicos. Por todo ello, la valía de la obra es
matizar de forma crítica, en confrontación indudable puesto que pone a disposición de
dialéctica con el presente. Las bases socia- los interesados en Gramsci, y en la Histo-
les, culturales, políticas e ideológicas del ria contemporánea, un aspecto hasta ahora
fascismo no debieran reducirse a su dimen- poco trabajado en España.

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Patriarcado y capitalismo. Feminismo,
clase y diversidad, de Josefina L.
Martínez y Cynthia Luz Burgueño*
Nerea González de Arriba
Universidad de Oviedo

Este libro es fruto de debates colectivos


entorno a las asambleas del 8M en el que
se entremezcla la labor de militancia con
las lecturas críticas; y esta raíz distingue
las formas y el fondo de toda la lectura del
texto. Es un trabajo que se enmarca en el
repunte de publicaciones contra la tenden-
cia del feminismo neoliberal que exaltan la
libre elección y la diversidad en base a teo-
rías posmodernas, focalizadas en cambios
en el plano individual y dejando de lado
las críticas estructurales capitalistas en el
análisis de la desigualdad entre sexos. El
prólogo escrito por Andrea D’Atri, anuncia
una declaración de intenciones de lo que
el lector se va a encontrar en las sucesivas
páginas: «mientras otras feministas se con-
centran en el techo de cristal, que, invisi-
blemente, limita la trayectoria de algunas
pocas y privilegiadas mujeres, las autoras
nos proponen pensar en el suelo pegajoso
del cual no pueden despegarse millones de
precarizadas obligadas a dejar su salud y
sus vidas en los trabajos peor pagados».
Por tanto, este libro no es un fruto de un simplemente es una réplica desde la mili-
trabajo científico académico, ni pretende tancia y la reflexión teórica a las tendencias
ser una obra con análisis profundo acerca neoliberales en la lucha feminista. Las au-
de las cuestiones de clase en el feminismo; toras defienden planteamientos radicales
estructuralmente para conseguir la igual-
* Reseña de: Cynthia Luz Burgueño Leiva y Josefina Luzu-
riaga Martínez, Patriarcado y capitalismo Feminismo, clase y dad entre sexos, ya que básicamente nos
diversidad, Madrid, Akal, 2019.. vienen a recordar que el género y la raza tie-

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Lecturas

nen clase. Para ello, en las sucesivas pági- cuestiona una de las aristas más misóginas
nas, divididas en once capítulos temáticos, del sistema capitalista patriarcal, «que his-
se entremezclan los testimonios de muje- tóricamente intentó limitar la participa-
res, los datos estadísticos de informes ofi- ción de las mujeres en la producción como
ciales, fuentes sindicales, noticias de pren- asalariadas». Para ello, abordan brevemen-
sa; así como la relectura teórica de clásicos te la evolución histórica de las mujeres en
del marxismo y el feminismo para abordar el mundo del trabajo en el último siglo; y
la crítica y el debate dentro de la heteroge- nos recuerdan las luchas obreras con rostro
neidad del movimiento feminista actual. de mujer, como las kellys, contra un modelo
El primer capítulo sacude la invectiva a laboral de precariedad.
los techos de cristal y el feminismo neoli- En el tercer capítulo apuntan a uno de
beral. Acusa a estas posturas de ocultar que los retos futuros para el avance de cualquier
múltiples condicionantes estructurales que lucha democrática en un viejo enemigo: la
se imponen a la mayoría de las mujeres en extrema derecha que, a pesar de sus par-
esta sociedad, que reproducen relaciones de ticularidades estatales, coinciden en una
explotación y opresión: el capitalismo, el mezcla de nacionalismo, conservadurismo,
racismo y el patriarcado. Sitúa los orígenes populismo, xenofobia y heteronormativi-
de estas tendencias en la década de los 80 dad que obstaculizan cualquier avance por
y en la relevante figura femenina como fue una sociedad más igualitaria.
Margaret Thatcher; y en el Estado español El cuarto capítulo se asienta en las ideas
a partir de la Transición Democrática, bajo de la interseccionalidad de la raza, clase y
los gobiernos de Felipe González, Aznar y género. Las autoras abordan esta cuestión
Zapatero. En ese proceso histórico se debi- teórica a través de las experiencias de vida
litaron sectores que hasta entonces habían de las inmigrantes, como las temporeras de
sido claves, al mismo tiempo que se crearon Huelva que en el verano de 2018 denuncia-
nuevos centros industriales en regiones con ron abusos sexuales dentro de su entorno
baja sindicalización y mano de obra barata. laboral. Este hecho evidenció el eurocen-
Se duplicó la fuerza laboral que se encuen- trismo y racismo de la opinión pública en
tra bajo relaciones sociales capitalistas, al el caso las victimas sexuales eran mujeres
mismo tiempo que la feminización de la cla- inmigrantes marroquís preguntándose si
se trabajadora se transformó en uno de sus «¿hay algunas mujeres que tienen más derecho
rasgos sobresalientes. Todas estas trans- a ser escuchadas que otras?». Para explicar las
formaciones se descargaron de forma más cuestiones de las migraciones y el racismo,
brutal sobre las mujeres y las poblaciones en su relación con el capitalismo contem-
del «Tercer Mundo». Paralelamente a este poráneo, manejan el concepto de «ejercito
proceso, las autoras señalan cómo el femi- industrial de reserva», tal como lo definie-
nismo se desplazó hacia una crítica cultural ron Marx y Engels en su análisis del funcio-
o discursiva, perdiendo materialidad y re- namiento del capital.
sultando, así, funcional al sistema. En el quinto capítulo abordan la polémi-
En el segundo capítulo, «la clase obrera ca del trabajo de cuidados y la doble jorna-
tiene rostro de mujer», tratan las pésimas da de las mujeres. Se sitúan en contra de las
condiciones laborales en que están inmer- teóricas feministas que abordan el género
sas la gran mayoría de mujeres, sobre todo, como clase, ya que afirman que «la femini-
en el sector servicios. Las autoras afirman zación de los cuidados no puede explicarse
que gran feminización de la fuerza laboral sólo por los comportamientos individuales

168 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 167-170


Patriarcado y capitalismo. Feminismo, clase y diversidad... Nerea González de Arriba

de los hombres dentro del hogar, ni por una del mercado, transformando los valores de
desigualdad abstracta, sino que tiene fun- la diversidad en espacios capitalistas, es
damentos en las relaciones sociales del ca- decir, contra el neoliberalismo y el posmo-
pitalismo». A través de la revisión teórica dernismo y su principal corriente la teoría
de algunos apuntes sobre la reproducción queer. La exaltación de la libre elección y
social del feminismo materialista y el ope- la diversidad sin una crítica estructural, se
raísmo italiano de autoras como Christine acoplan a la lógica del mercado focalizando
Delphy, Alisa del Re y Mariarosa Dalla Cos- en cambios en el plano individual ocultan-
ta, se sitúan en la polémica de si el trabajo do que la explotación capitalista impone
doméstico es productivo o improductivo restricciones materiales inmensas para una
en el que Celeste Murillo y Andrea D’ Atri sexualidad más libre.
polemizan con Silvia Federici. Las autoras El noveno capítulo retoma la idea de
de este libro se sitúan en la crítica contra la la interseccionalidad desde su evolución
autora italiana, asegurando que si Marx, en académica en el ejemplo de obra de Te-
El Capital, no definió el trabajo doméstico rry Eagleton o Angela Davis. Sin embargo,
como productivo no debe analizarse como las autoras se sitúan en el ataque de que,
una implicación moral, sino como una ca- si bien la mayor parte de los estudios de la
tegoría especifica que no genera valores interseccionalidad permitieron una gran
de cambio y no por ello, ni mucho menos, visibilidad para la situación de la opresión
considerado como inútil. Para el análisis de de múltiples grupos, se desarrollaron en
estas cuestiones destacan la obra de Lise un clima de resignación ante las estructu-
Vogel, autora marxista hasta hace décadas ras sociales capitalistas, coincidiendo con
arrinconada por otras corrientes hegemó- la apertura de la etapa neoliberal. En es-
nicas, ya que aborda la reproducción social tas páginas se desmonta la hipótesis de la
desde un sistema unitario entre la clase y equivalencia entre opresiones, ya que tien-
el género. de a borrar lo especifico de las relaciones de
En los siguientes tres capítulos abordan clase. Tampoco sitúan las opresiones como
las violencias a las que se ven sometidas las algo «secundario» para el funcionamiento
mujeres y se adentran en el polémico de- del capitalismo, sino que tratan de hacer un
bate de la prostitución. Entre los dos cam- llamamiento a la búsqueda de la compre-
pos en disputa desde el reduccionismo del sión mayor entre la relación entre opresio-
abolicionismo y el regulacionismo apuntan nes y explotación como parte de una tota-
una alternativa. Las autoras se sitúan en la lidad.
visión de la prostitución como «una institu- En los dos últimos capítulos, sitúan en el
ción patriarcal al servicio del gran negocio eje de la lucha feminista a las trabajadoras
del capitalismo», pero para acabar contra abordando el contexto de las ultimas huel-
la explotación sexual se debe aspirar a un gas feministas del 8M en el estado español.
cambio revolucionario que no implica dejar Para ello abordan, brevemente, los debates
para la posteridad la lucha para acabar con teóricos de la clase sin el género y el género
la explotación sexual, sino que se debe bus- sin la clase en marco de la década de los sesenta
car articular propuestas transitorias que y setenta: desde la crítica al feminismo radical
apunten a crear otras condiciones sociales. de Shulamith Firestone, al reduccionismo
Arremeten, por ello, en las siguientes pá- economicista de ciertas posturas marxistas
ginas del capítulo ocho, contra las tenden- y corrientes del movimiento obrero. Final-
cias que incentivaron una sexualización mente, las autoras defenderán su postura

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 167-170 169


Lecturas

política en la lucha feminista ancladas en la expropiadores, reducir el tiempo del trabajo


postura teórica de un clásico como la obra de y arrancar las tareas domésticas del seno del
Roxa Luxemburg; a la actualidad en defensa hogar» como base para llevar delante de for-
del Manifiesto de un feminismo para el 99% de ma consciente una revolución en la relación
Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy social entre sexos.
Fraser publicado en 2019 [1]. Afirman que la Por tanto, es un libro que amplía el ca-
estrategia necesaria para el feminismo es ar- mino por recuperar la cuestión de clase en
ticular una estrategia socialista frente a «la los debates teóricos sobre la emancipación
ofensiva reaccionaria del nacionalismo con- femenina, pero de una manera introductoria
servador y los engaños del neoliberalismo a aspectos complejos del análisis social ma-
progresista, en el que la trampa del mal me- terialista. Es un relato que se centra en plas-
nor del populismo de izquierda demostró no mar argumentos contra las posiciones femi-
ser una alternativa». En las últimas páginas, nistas más moderadas y neoliberales, pero
las autoras hacen un llamamiento a revisitar desde un sentido limitado por las caracterís-
a los clásicos del feminismo y el marxismo, ticas de la propia publicación. El sentido de
desde la obra de Flora Tristán, Clara Zetkin, totalidad del análisis marxista se pierde en
Aleksandra Kolontái, Inessa Armand, Heidi el desarrollo de una diversidad de fuentes y
Hartmann, Iris Young y Lise Vogel. Además, temas no abordados en profundidad.
las autoras nos recuerdan que las medidas Con ello, es una lectura útil para la ini-
por la igualdad no son una utopía, y que ya ciación en la compresión de la relación en-
se materializaron en el Estado obrero surgi- tre la clase, el género y la diversidad, entre
do en la Revolución rusa en el que tuvo lugar la explotación y las opresiones como parte
la gran experiencia de medidas tendientes a de una totalidad. Y, sobre todo, muy válido
la socialización del trabajo doméstico, entre para tener a mano unos cuantos argumen-
otras cuestiones como la legalización del tos locuaces frente a los conscientes, y no
aborto, para le emancipación femenina. Fi- tan conscientes, defensores de la libre elec-
nalizando con el alegato de «expropiar a los ción en el seno del capitalismo.

1.– Cinzia, Arruzza, Tithi, Bhattacharya y Nancy Fraser, Ma-


nifiesto de un feminismo para el 99%, Barcelona, Herder,
2019

170 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 167-170


Una historia ardiente: el último
marxista británico *
Óscar Rodríguez Barreira
Universidad de Almería

Al igual que en tantas otras ocasiones, y


con tantos otros autores, tuvo que ser Jo-
sep Fontana quien presentara al público
español a Peter Linebaugh coautor, junto
a Marcus Rediker, de La Hidra de la Revo-
lución. No se trataba, precisamente, de una
joven promesa —su primer libro, coedita-
do con E. P. Thompson y Doug Hay, era de
1975— pero se trataba de un historiador
que había desarrollado su carrera pasando
desapercibido. Fontana escribió un prólogo
apasionado en el que ponderaba lo intré-
pido y ambicioso de una obra que aborda-
ba «cerca de dos siglos y medio en las dos
orillas del Atlántico» y un enfoque «vigo-
roso y estimulante» centrado en la histo-
ria de «marineros, esclavos, trabajadores y
campesinos» que abría «nuevos caminos» y
sugería «nuevas líneas de trabajo». Valores
que les habían valido las críticas de algunos
especialistas y el silencio de muchos otros.
Casi veinte años después, Peter Line-
baugh ya no es un desconocido para noso-
tros. De hecho en los últimos dos lustros
se han traducido al español cuatro libros si este el caso del libro que nos ocupa, publi-
bien mantiene ese aire romántico de cien- cado en la prestigiosa Akal, aunque es sin-
tífico comprometido —para otros radical— tomático que lo haya hecho en la colección
que completa las colecciones de proyectos «Reverso. Historia Crítica» junto a otros tí-
editoriales alternativos como Traficantes tulos dedicados a la clase obrera, al mundo
de Sueños, Katakrak o Descontrol. No es gay o a la causa palestina.
Sea como fuere la traducción de Red Hot
* Reseña de: Peter Linebaugh, Roja esfera ardiente. Una his-
toria en la encrucijada de lo común y los cercamientos, del
Globe Round Burning es una magnífica no-
amor y el terror, de la raza y la clase, y de Kate y Ned Despard, ticia que, vamos a decirlo ya, celebramos y
Madrid, Akal, 2021, 554 pp. agradecemos. Roja esfera ardiente conecta

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 171-174 171


Lecturas

con La Hidra de la Revolución ya que la ar- y Lucha. El primer bloque empieza un día
diente historia de amor en la que se centra de otoño y en primera persona. Linebaugh
estaba ya esbozada en el capítulo octavo se introduce en el relato para narrarnos su
de La Hidra... Esa relación sirve de excusa búsqueda de los restos de Catherine Des-
para afrontar el relato del surgimiento del pard. No será la última vez que el historia-
capitalismo y de las revoluciones liberales dor se nos cuele en el relato. Las reflexio-
a los dos lados del Atlántico entre finales nes y apariciones del narrador serán algo
del siglo XVIII y principios del XIX. Roja habitual ofreciéndonos conversaciones,
esfera ardiente es una microhistoria de una explicaciones de las dudas y cuitas del his-
relación amorosa —la de Edward «Ned» y toriador. En La Búsqueda se nos aporta una
Catherine «Kate» Despard— pero, como primera aproximación a esa peculiar histo-
siempre nos depara la buena microhistoria, ria de amor entre un anglo-irlandés y una
ese relato es sólo una excusa, un hilo con- intrépida afroamericana. Una relación de
ductor, para conocer todos los recovecos y amor y compañerismo con «lo común» esa
vericuetos de la cultura y la sociedad en la forma de organización social y de la pro-
que se desarrolla. piedad que el incipiente capitalismo glo-
A nuestro juicio Roja esfera ardiente balizante lograría desarticular. Lo común
supone una aportación fundamental a la era tanto un objetivo como un medio para
actualización historiográfica de una tra- alcanzar la libertad y la igualdad, una igual-
dición teórica: la del marxismo británico. dad que incluso trascendía los prejuicios
Así, Linebaugh recupera los debates sobre raciales. Esas son las cuestiones que están
las clases sociales y sobre la relación en- detrás de la conspiración que acabó con la
tre la propiedad y las identidades sociales vida de «Ned» Despard y otros revoluciona-
para elaborar un relato de las luchas de los rios irlandeses. Una lucha contra un capita-
perdedores de la construcción de la mo- lismo que se ha mostrado depredador con
dernidad capitalista. Es pues una historia el planeta convirtiendo en responsables de
«de abajo a arriba» que, como caracterizó su deterioro a los propietarios que pusieron
Harvey Kaye a los marxistas británicos, es- el mundo del revés. La Búsqueda concluye
tudia los «orígenes, desarrollo y expansión con un referente personal e historiográfico
del capitalismo» entendiéndolo no como del autor: «E. P. Thompson y lo común en
sistema económico sino «como cambio so- Irlanda». Las reflexiones sobre lo común y
cial en el sentido más amplio». Mas Line- la clase obrera y sobre la economía moral
baugh es consciente de que esa tradición de la multitud nos permiten afrontar un
teórica no puede formularse hoy como en largo viaje por Las Montañas Atlánticas. Un
los años 60 ó 70 sino que debe actualizarse: viaje del que no saldremos inermes.
incorporando tanto el bagaje teórico de los Nuestro viaje por Las Montañas Atlánti-
movimientos sociales postindustriales — cas empieza en Irlanda, junto a la familia de
feminismo, ecologismo, postcolonialismo Despard, y nos sumerge en las costumbres
etc.— como las técnicas y estrategias de las y usos consuetudinarios de la cultura celta.
tendencias historiográficas más recientes Unos usos que algunos calificarán de «co-
—historia transnacional, historia ambien- munismo celta» y que estarán detrás de las
tal, nueva historia biográfica—. resistencias a la privatización. Una privati-
La narración de Roja esfera ardiente se zación que acabaría en una guerra de la que
articula en torno a tres grandes bloques: La «Ned» huiría gracias a un cargo en el ejérci-
Búsqueda, Las Montañas Atlánticas y Amor to británico. Éste le hizo cruzar el Atlánti-

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Una historia ardiente: el último marxista británico Óscar Rodríguez Barreira

co, a la tierra de «Kate». Jamaica, Nicaragua, esclavas para producir esclavos del algodón
Honduras… tierras, sociedades y culturas y cómo el salario preconfiguró la configura-
lejanas y ajenas en las que, no obstante, la ción de una clase obrera que excluía a dos
empresa privatizadora también encontró sectores capitales de las capas subalternas:
resistencias y en las que «Ned» fortaleció los esclavos y las mujeres.
su compromiso con lo común. El viaje con-
tinuará por Haití, nación donde no sólo se «El salario ocultaba dos tipos principales de
produjo una revolución ejemplar sino don- personas explotadas por el capital atlánti-
de se entremezclaron luchas y conflictos e co: a saber, los esclavos no remunerados y
identidades de clase, raza y religión. Unas las mujeres no remuneradas. Los primeros
identidades construidas cultural y política- producían las mercancías mundiales más
mente y que, en contra de lo sostenido por dinámicas (azúcar primero, algodón des-
los beneficiarios de la inequidad, ni todos pués), y las segundas producían a quienes
compartieron, ni son inmanentes y eter- las producían» (pág. 516)
nas. En nuestra travesía volvemos a cruzar
el Atlántico y desembarcamos en Inglate- Esas disquisiciones y las luchas por la
rra donde las luchas por lo común también «raza humana» no hicieron sino reafirmar
inspiraron a transgresores, rebeldes y revo- el poder de la voluntad o la libertad huma-
lucionarios. El destino de éstos, en un país na que no acabó con la muerte de «Ned»
dominado por terratenientes aristocráticos en 1803 sino que se enfrentó por todo el
y burgueses, fue desdichado, trágico. globo a la expansión del imperialismo du-
Amor y Lucha, el tercer gran bloque, co- rante todo el siglo XIX. Con un ejemplo
mienza describiendo «El negocio», es decir, de esa lucha concluye Roja esfera ardien-
la conspiración y proyecto revolucionario te el que implicó a un sobrino de Ned en
por el que vivió y murió «Ned». Un «nego- otro océano, en Nueva Zelanda. Una bella
cio» que implicaba a los quejosos del co- manera de concluir con esta microhistoria
mún pero también a toda una serie de redes transnacional.
y asociaciones democráticas, defensores de Una vez puesto en valor, y descrito, el li-
la soberanía popular inspirados por los re- bro acabaremos apuntando algunos aspec-
volucionarios franceses y americanos y que tos y debates críticos que quizás merezcan
tenían su espacio de reunión en las tabernas mayor desarrollo o reflexión. Hemos valo-
londinenses. Un movimiento vigilado por rado a Linebaugh con la metáfora cinema-
las autoridades y al que le esperaba «La cár- tográfica de ser «El último mohicano» o «El
cel» un lugar de castigo —organizado por el último Boy Scout». Ese símil trae consigo
panóptico de Jeremy Bentham— de protec- una crítica a la que tampoco escaparon
ción de la propiedad privada que buscaba Thompson, Hobsbawm o Hill: la de plan-
la disciplina social y en donde se encontra- tear un relato romántico que oculta, o no
ba una miríada de personas defensoras del tanto, una agenda o proyecto más allá del
común de diferentes países e ideas. En ese conocimiento. En el caso de Roja esfera ar-
microcosmos, y contra esas instituciones, diente incluso pueden existir dudas de las
se movió, y actuó, «Kate» Despard. Roja es- estrategias narrativas desarrolladas para
fera… acaba con «Dos relatos» un bloque mostrar su planteamiento. Así, y como ya
donde nos podemos encontrar capítulos hiciera Natalie Zemon Davis en El regreso
referentes a qué es la «raza humana», cómo de Martin Guerre, el historiador no sólo re-
el sistema se apropió de los úteros de las flexiona sobre las fuentes que utiliza sino

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 171-174 173


Lecturas

que en ocasiones plantea hipótesis o relle- otra, distinta, presentar cualquier trans-
na huecos con conjeturas o especulaciones gresión de la propiedad como una lucha
sobre lo que pudo haber ocurrido. Unas política. Finalmente cabe preguntarse si
conjeturas que, en ocasiones, no tienen de verdad «Ned» y «Kate» y su «negocio» e
sustento en el registro histórico. Este es un «historia de amor» son representativos de
debate delicado y controvertido que hace los ideales y valores de todos aquellos per-
de la microhistoria una empresa apasio- sonajes implicados en el mismo. La historia
nante, pero que en un libro con una agen- de «Ned» y «Kate» es evocadora en tanto en
da tan comprometida puede ser motivo de cuanto conjuga los conflictos de clase, de
queja. Otro aspecto a debatir es hasta qué género, de raza pero… ¿eran esos ideales
punto Linebaugh no idealiza las luchas por tan extensamente compartidos como Line-
el común y construye un cuerpo político baugh parece sugerir?
con personas a las que apenas unía nada Sirvan estas últimas líneas e ideas para
más que la paulatina desposesión. Esa poner en valor Roja esfera ardiente. Una
idealización se deja sentir en cómo anali- obra que no sólo ilustra sino que también
zan las «armas de los débiles». A veces el entretiene llamando al debate y a la re-
autor pudiera transmitir la impresión de flexión. Un monumental trabajo que, como
que la propiedad nace con el capitalismo señala Geoff Eley, muestra «las luchas po-
y que los robos y hurtos no fueran también pulares» en contra del proyecto de «moder-
perseguidos y penados —incluso de forma nidad capitalista», salvándolas así, de «la
más contundente— en las sociedades pre- enorme condescendencia de la posteridad».
capitalistas. Una cosa es defender las for- Una microhistoria ardiente escrita por el
mas de economía moral de los subalternos, último marxista británico.

174 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 171-174


Un hombre, mil negocios, de
Martín Rodrigo y Alharilla*
Claudia Varella
Universidad Internacional de La Rioja/Grupo Historia Social Comparada

Sin renunciar en ningún momento al cri-


terio cronológico, el primer anclaje del li-
bro es muy divulgativo porque se establece
en los intersticios del pasado y el presente:
el Ayuntamiento presidido por Ada Colau,
en 2018, se hizo cargo de la avalancha de
firmas de la sociedad civil contra una an-
tigua plaza dedicada a Antonio López en
Barcelona, conocida durante mucho tiem-
po como «la plaza del negrito». Se retiró la
estatua del marqués en marzo de ese mis-
mo año. La campaña impulsaba la iniciati-
va de un cambio de nombre: denominarla
plaça de Idrissa Diallo, un guineano de 21
años que apareció muerto tras su encierro
en un peligroso Centro de Internamiento
de Extranjeros de la ciudad, la noche de
Reyes del año 2012. Su muerte fue el de-
tonante para la puesta en marcha del co-
lectivo Tanquem els CIES. Formalmente la
plaza no pasa a ser rebautizada hasta el re-
ciente verano de 2021, habiéndose abierto
o cerrado una herida en la memoria o en el
olvido, según donde se posicione cada uno
ideológicamente. con una actualidad que sobrepasa los acon-
Es interesante el cierre reflexivo de Mar- tecimientos contemporáneos a la publica-
tín Rodrigo tras recorrer narrativamente ción de esta biografía: la facultad de olvidar
los lugares donde se erigieron estatuas en la memoria de un proesclavista y negrero.
honor de A. López: Comillas, Cádiz, San- La sociedad de A. López comerció esclavos
tander y Barcelona. Y lo es porque conecta que vendía desde Santiago de Cuba a otros
* Reseña de: Martín Rodrigo y Alharilla, Un hombre, mil ne-
puntos de la isla. Luego su naviera pasó a
gocios. La controvertida historia de Antonio López, Marqués ser una sociedad anónima. Primer eslabón.
de Comillas, Barcelona, Ariel, 2021, 424 pp. La lectura permite encajar elementos de un

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 175-178 175


Lecturas

puzle que había quedado desdibujado en adecuado para acumular riqueza: en Cuba,
nuestro país. La trayectoria vital del bio- cuando la isla era la principal productora
grafiado y su expansión, aplaudida y apo- mundial de azúcar. Le sitúa puntualmente
yada por las fuerzas conservadoras, catala- en La Habana en 1838 y, al poco, dedicán-
nas y no, muestra que los famosos indianos dose a la compraventa de esclavos, al me-
estaban del lado de la causa esclavista por nos desde 1846.
lógico interés, y su riqueza tuvo, por tanto, El ideario político de A. López funciona
ese origen. Resulta cínico que este se ocul- como un bajorrelieve a lo largo de la obra,
te. Por ello, esta lectura nos obliga a repen- cuyo hilo conductor, en realidad, son sus
sar nuestras actitudes de memorialización grandes hitos empresariales: la Compañía
del pasado colonial. Ese es el motivo, a su Trasatlántica, el Crédito Mercantil, el Ban-
vez, por el que este libro inevitablemente co Hispano Colonial y la Compañía General
pedagógico de Martín Rodrigo, acompaña- de Tabacos de Filipinas. A modo de epílogo,
do de completos apéndices documentales, sí se incluye brevemente cómo el biografia-
debe ser conocido y reconocido, no solo por do fue benefactor de la futura Universidad
y para especialistas del mundo atlántico, Pontificia Comillas, plenamente ligada a los
sino por y para el público general, que con- jesuitas, y cuya Escuela Técnica Superior de
tinúa con los desafíos de la discriminación Ingeniería (ICAI) está hoy, como indiscuti-
racial en particular y los procesos de racia- ble centro de poder, significativamente pa-
lización y sus implicaciones sociolaborales trocinada por las grandes empresas eléctri-
en general. cas españolas.
Al finalizar la biografía, el historiador Martín Rodrigo destripa respetuosa-
Rodrigo cierra el círculo con la polémica mente la fortuna de A. López, quien lejos
del monumento en memoria de A. López de estar incontaminado, no habría amasa-
en Barcelona, azuzada desde el inicio por el do tal cantidad de bienes sin el gran éxito
cuñado de este, Francisco Bru Lassús. Es- que le supuso el ascensor socioeconómico
tamos ante una valiosa revisión de la evo- de Cuba, impensable sin la esclavitud. El
lución económica y social del personaje. Es negocio esclavista se convierte así en la
una historia individual basada en el análisis pieza crucial de la ecuación. Ese fue su pun-
de fuentes nuevas procedentes de una do- to de partida para devenir el hombre más
cena de importantes archivos, nacionales e rico de Cataluña a finales del siglo XIX. El
internacionales. historiador explora la experiencia del hom-
En el siglo XIX Cuba fue, junto a Brasil, bre de negocios como esclavista y las pro-
la colonia que más se valió del tráfico de fundas conexiones entre esclavitud, tráfico
esclavos para la explotación de productos de africanos, relaciones coloniales, círculos
tropicales. Si pudiéramos ponerle un com- elitistas, poder, influencia, crédito y comer-
plemento al título del libro, a Un hombre, cio mundial, lo que brinda una lectura de
mil negocios añadiríamos «y una explica- comprensión de fenómenos muy complejos
ción». Porque los ejes fundamentales de e incómodos para el genograma de algunas
esta obra son la exposición de los consoli- de nuestras instituciones.
dados conocimientos del autor sobre la fi- Está cuidadosamente trazado el modo
gura de A. López, objeto de estudio ya en en el que el sujeto protagónico en cuestión,
su Tesis doctoral, y la explicación porme- su hermano Claudio y demás socios, fueron
norizada y secuenciada de cómo López es- catalizadores de ambientes mercantiles e
tuvo en el lugar adecuado en el momento industriales. En el flujo capitalista del siglo

176 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.175-178


Un hombre, mil negocios, de Martín Rodrigo y Alharilla Claudia Varella

XIX hubo burgueses que solicitaban y reci- positado tantas expectativas. Hay también
bían ideas para el progreso económico; ac- alguna evocación de alguna carta íntima a
tuaron intercambiando productos con los su esposa, pero no se abunda en la subjeti-
que competir en un mercado libre. Fue un vidad del personaje. Son demasiadas las vi-
proceso de rápida expansión. Con sus ini- vencias para ser sostenidas en el espacio de
ciativas empresariales buscaban el máxi- un libro. Por ello, quizás, para ilustrar sus
mo rendimiento. La información se trans- buenas relaciones personales con Alfonso
mitía eficazmente por barco, en las cartas XII, da la impresión de que falten páginas,
o los partes telegráficos. En estos espacios solo porque al lector le gustaría leer mu-
se delineaban las oscilaciones de precios, chas más. Dispara con elegancia el historia-
cotizaciones, preferencias, posibilidades y dor contra el ennoblecido monárquico en
noticias, las dudas y los pronósticos eco- ocasiones muy contadas, de ahí el impacto,
nómicos... Había incentivos positivos que como cuando al aludir a la guerra de Cuba,
motivaban a todos los agentes auxiliares de afirma ciertamente que, para A. López, esta
la trata de esclavos, aun permaneciendo en fue una «verdadera fuente de ganancias. Y
el lado socialmente presentable del sistema todo bajo un ropaje pretendidamente pa-
esclavista (prohibido el tráfico transatlán- triótico» (p. 220).
tico de africanos de forma plena en 1820). López era un españolista conservador,
Muchas empresas capitalistas del momento defensor de la integridad de Cuba y contra-
actuaron en connivencia con la esclavitud. rio a cualquier tipo de reformas en las Anti-
Los detalles de los negocios de unos y llas. Murió teniendo esclavas en propiedad,
otros son generosamente detallados: está aunque estuvieran al otro lado del Atlánti-
ubicado cada nombre y apellido significa- co. La burguesía catalana con quien se em-
tivos que se cruzó por la vida de A. López, parentó, defensora del statu quo colonial,
con quién se casaba, su modus vivendi… estaba muy vinculada a Madrid, y fue allí,
El autor permite que el lector ate cabos y de hecho, donde se fraguó la sociedad ma-
recapitula solo cuando hay que recapitular, triz A. López y Cía., la gran naviera privada,
para ayudar, sin excesos, a procesar bien la compuesta por dos casas de comercio en
información, que no deja de lado los rela- Santiago de Cuba, una delegación en Bar-
tos familiares y las crónicas de la época, los celona y otra en Alicante. Desde Alicante,
cuales ofrecen un contraste frente al análi- el puerto que estaba entonces mejor comu-
sis y la síntesis. Esto permite observar tam- nicado con Madrid, saldría la primera línea
bién al Marqués de Comillas con los ojos regular de vapores.
de cómo le percibieron sus simpatizantes Precisamente era común en la época la
coetáneos, siendo visto como ese acauda- expresión «escribir por todos los vapores»,
lado líder que emprendió múltiples inicia- para asegurarse de que lo que redactaban
tivas, incluida su incursión en el mundo era leído. Las cartas se enviaban por du-
ferroviario y la minería de carbón, además plicado, y a veces por triplicado e incluso
de su alta posición en la banca y el mercado cuadruplicado. Se presentaban o recomen-
inmobiliario. daban unos a otros. Se dicen amigos y se
Las notas personales vertidas por Ro- reconocen comerciantes. Corresponderse
drigo son estrictamente las justas: hasta el o dispensarse confianza mutua era impor-
fallecimiento del protagonista, se recoge tante. Entre socios se aconsejaban: si ha
principalmente cómo le afectó la muerte de habido continuas aguas, habrá poca azúcar;
su primer hijo varón, sobre quien había de- compra ahora a segundos, a terceros; ven-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 175-178 177


Lecturas

de, no vendas... etc. Se pactaban contratas La familia de López no se emparenta con


entre comerciantes, especuladores y ha- los Güell hasta 1871, precisamente, cuan-
cendados. Las contratas se hacían con mu- do se produce el matrimonio de su primo-
cho adelanto. Todos buscaban su parte de génita Isabel con el que será primer conde
comisión y su garantía en cada desembolso Güell, Eusebio Güell (p. 187). Tanto el padre
realizado. Su comportamiento era esencial- de este, Juan Güell, como A. López, estarán
mente el de brókers. Eran muy conscientes a la cabeza del Círculo Hispano ultramarino
de que la información influía en los merca- de Barcelona, un núcleo clave en defensa
dos y la necesitaban para su propia supervi- de la españolidad de la colonia de Cuba.
vencia como negociantes. Como detalles concretos y elocuentes, se
Dando un lugar privilegiado a la explica- apunta no solo la importancia de las fincas
ción material de una clase social, la narra- de recreo para la burguesía catalana de la
ción tiene como arco las aventuras empre- época como modo de vida, sino el protago-
sariales de López, las que triunfaron y las nismo de viviendas emblemáticas como sus
que no, como fue el caso de La Mallorquina residencias. Por ejemplo, el Palau Moja: ahí
de Seguros Marítimos, una aseguradora que instaló el marqués la suya en 1871 con su
López fundó en 1857 en Barcelona y que no familia, la que construyó con su mujer, Lui-
llegó a arrancar. La Cataluña burguesa e in- sa Bru Lassús, la hija de su casero, quien le
dustrial se vislumbra a la perfección desde había alquilado cuando todavía era un don
el análisis de la participación del marqués nadie un baratillo en Santiago de Cuba.
y grande de España en diferentes proyectos Este libro es también una historia de
y actividades empresariales. Este estudio vida bien vinculada al contexto histórico,
sobrio y riguroso también nos ofrece una a la manera de Ferrarotti (1994). Gracias a
interpretación del final de la sociedad co- esta aproximación cualitativa repleta de,
lonial cubana. e intercalada por, datos cuantitativos, se
Antes de los títulos cosechados, López pueden conocer a fondo los inicios del cán-
emprende, derivada del negocio colonial, tabro y futuro especulador, y comprender
otra aventura llamada Banco Hispano Co- su gran carrera empresarial desde sus pri-
lonial, cuyos límites se confundieron con meros días en aquel Santiago de Cuba.
los del Estado español, enriqueciendo a En definitiva, Martín Rodrigo señala
sus accionistas (mediante la gestión del con claridad el papel que desempeñaron
préstamo al gobierno por la guerra contra las expediciones negreras desde las costas
el independentismo en Cuba). Esta prime- de África en los intereses de un actor co-
ra pieza para el primer holding del país se lectivo, la burguesía, porque fundamental-
fundó en Barcelona y estuvo repleta de in- mente aquellas favorecieron la obtención
dianos ideológicamente nacionalistas es- de grandes beneficios en cortos períodos
pañoles. El gran salto se dio contratando de tiempo. A. López se dedicó al tráfico ile-
negocios con el Estado durante la guerra gal de africanos esclavizados, una empresa
de África (1859-1860). La colaboración de muy lucrativa. No se trata de que se enfo-
López se materializó con vapores mercan- quen sus claroscuros, sino de que se vaya
tes para los menesteres militares, antesala desplegando el desarrollo de sus negocios
clave para luego ocuparse en 1878 de lle- y se contextualicen desde el análisis. Eso es
var la correspondencia estatal desde Cádiz lo que hace el autor a partir de una excelen-
a las Antillas. te investigación.

178 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.175-178


Experimentando la movilidad social:
la meritocracia como trampa*
Javier Castillo Hinojosa
Máster en Historia Contemporánea y Mundo Actual, Universitat de Barcelona

Escribo esta reseña mientras el mundo


observa atentamente la Invasión de Rusia a
Ucrania, conflicto que amenaza con deses-
tabilizar la recuperación económica post-
pandemia. Mi generación —pertenezco a
los nacidos en la segunda mitad de la dé-
cada de los noventa— ha vivido dos fuertes
crisis en un lapso relativamente corto: la
crisis financiera de 2008 y la crisis derivada
de la Pandemia del COVID-19.
Con esta crisis derivada de la COVID-19
como escenario de fondo aparecía en febre-
ro de 2021 este trabajo de la historiadora
Selina Todd. Snakes and Ladders: The Great
British Social Mobility Myth ofrece una pers-
pectiva en clave histórica de la movilidad
social en Gran Bretaña desde finales del si-
glo XIX hasta finales del siglo XX. El título
constituye toda una declaración de inten-
ciones: la autora sostiene durante toda la
obra la tesis de que la movilidad social ha
servido como mito o discurso legitimador
de la desigualdad social producida por la
desregulación y el libre mercado. Esta tesis
tan clara y taxativa es, desde mi punto de jor. En suma, la autora acierta en desmon-
vista, sin duda uno de los aciertos del libro. tar el discurso —hoy en día, todavía vigen-
Selina Todd consigue defender con éxito te— de que la movilidad social es resultado
que la movilidad social ha fracasado como de valores clásicos de la clase media como
mecanismo para generar una sociedad me- la meritocracia o la cultura del esfuerzo.
El presente libro está compuesto de seis
* Reseña de: Selina.Tood, Snakes and Ladders: The Great
partes. Ordenadas cronológicamente, en
British Social Mobility Myth, Londres, Chatto Windus, 2021,
448 pp. [Nota del editor: las citas textuales son traduccio- cada una de ellas la autora cubre distintos
nes del autor de la reseña]. periodos asociados a siete generaciones

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 179-183 179


Lecturas

diferentes para estudiar cómo han experi- otros hombres y mujeres de su clase pudie-
mentado la movilidad social en cada con- ran hacer su mismo camino.
texto histórico. Anticipo ahora que la au- En la Parte II, Todd aborda la generación
tora se centra fundamentalmente en dos nacida de 1900 a 1919, al que ella etiqueta
variables para analizar la movilidad social: como el de la Generación Precaria. En este
la educación y el trabajo. segundo capítulo la escritora vuelve a po-
La Parte I hace referencia a la llamada ner sobre la mesa como la movilidad social
generación de Los Pioneros, aquellos que es influenciada por las decisiones políticas
nacieron en el periodo comprendido entre y la coyuntura económica. Si la generación
1880 y 1899. Sostiene Todd que esta fue la de Los Pioneros experimentó movilidad as-
primera generación en la historia de Gran cendente de forma significativa a causa del
Bretaña que pudo experimentar en una pro- empleo y la educación, la movilidad descen-
porción significativa la movilidad social. La dente que experimentó la Generación Preca-
generación de Los Pioneros fue la primera ria se debe a la misma reducción de estos
que pudo esperar terminar en un peldaño elementos. El desempleo de larga duración
de la escalera social diferente al de sus pa- producido en estas dos décadas —en 1921,
dres. Y poco tiene que ver en ello la capa- el 17 por ciento de la fuerza laboral estaba
cidad personal, la meritocracia o la cultura desempleada— afectó a las perspectivas de
del esfuerzo. Esta oportunidad que ahora se futuro de estos hombres y mujeres. En an-
vislumbraba como posible estuvo más rela- helo de la generación anterior de que los
cionada con el acceso a la escolarización trabajadores manuales podrían usar su ex-
primaria universal y obligatoria —esta fue periencia y sus conocimientos para aportar
la primera generación en beneficiarse de valor a la sociedad se veía ahora truncado.
ella—. La movilidad social que se produjo La Generación de la Ruptura, nacida
en esta época, lejos de estar impulsada por entre 1920 y 1934 es analizada en la Parte
la iniciativa individual y la ambición tuvo III. Esta generación quedó marcada social
más que ver con las respuestas colectivas y económicamente por un hecho histórico
que dieron los sujetos de aquella genera- crucial: la II Guerra Mundial. Según Todd,
ción a su coyuntura social: dicha generación encontró en la recupera-
ción inmediatamente posterior a la guerra
«Lejos de ser la historia de unos pocos indi- la oportunidad de construir una sociedad
viduos particularmente talentosos, […] los más igualitaria que la que habían conoci-
caminos ascendentes de esta generación do antes de esta. El desarrollo económico
fueron el resultado de la ayuda colectiva, trajo la oportunidad para estos jóvenes de
de familiares, maestros, sindicatos y socie- encontrar posibilidades más amplias en el
dades cooperativas» (p.24). mercado laboral a través de nuevas profe-
siones. Para ellos «[…] el estado del bien-
Testimonios como el de Albert Mans- estar era un punto de conexión con las fa-
bridge nos demuestran como hombres y milias y comunidades de las que procedían.
mujeres de esta generación utilizaron todo Ahora era posible encontrar trabajo profe-
su talento y el conocimiento que habían sional que contribuyera a mejorar la vida de
conseguido adquirir no para escalar de for- aquellos con los que habían crecido» (p. 66).
ma individual en el escalafón social, si no En la Parte IV se estudian las experien-
para ayudar a construir una carretera —que cias de la Generación de Oro (1935-1955).
sustituyera la estrecha escalera— por la que Según Todd, esta generación contó con más

180 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 179-183


Experimentando la movilidad social: la meritocracia como trampa Javier Castillo Hinojosa

oportunidades de ascender socialmente tenta supuso un cambio de tendencia y un


que cualquier otra, anterior o posterior: fin de ciclo de los años dorados de la social-
democracia. La autora plantea que, si bien
«Más del 50 por ciento de los hombres y es cierto que se produjeron ciertos niveles
el 40 por ciento de las mujeres alcanzaron de ascensión social en este periodo, en tér-
una clase social superior a la de sus padres, minos generales la sociedad experimentó
y menos del 20 por ciento de ellos experi- mayor inseguridad y precariedad, producto
mentaron movilidad descendente» (p.111). de la crisis económica del petróleo de 1973,
el giro político neoliberal y el reflujo de los
De nuevo, la coyuntura económica y las movimientos sociales, sindicatos y partidos
decisiones políticas influyeron notable- de izquierda. En suma, un proceso que co-
mente en ello. Esta fue la generación que nocemos como Gran Divergencia, término
vivió los años dorados de recuperación eco- que acuñó el economista Paul Krugman, y
nómica posteriores a la II Guerra Mundial, que pretende definir el momento en el que
caracterizados no sólo por el crecimiento la tendencia progresiva a la disminución de
económico, sino también por políticas eco- la desigualdad mediante la distribución de
nómicas expansivas del estado del bienes- la riqueza se agota como modelo social. [2]
tar, sindicatos y partidos obreros con fuer- Los nacidos en esos años, aun cuando expe-
za y presencia en la sociedad, y en general, rimentaron la movilidad social ascendente,
buenos niveles de redistribución de la ri- lo hicieron de forma matizada por una ma-
queza y una tendencia de reducción de la yor inseguridad en términos generales: la
desigualdad. [1] Una cuestión que no es sólo red de garantía que suponía el fuerte esta-
económica sino de modelo político y so- do del bienestar de la etapa anterior ya no
cial. Todd señala cómo esta generación se existía. Esto generó experiencias contra-
benefició de la ampliación de la educación dictorias sobre lo que supuso a nivel perso-
pública —aunque con desequilibrios— y nal el ascenso social.
de la expansión de ciertos tipos de trabajo Por último, la sexta y última parte de di-
en desarrollo como oficinistas, técnicos, y cha obra aborda la generación de Los Hijos
puestos de gerencia, pero también gracias a de Thatcher (1972-1985) y la generación
empleos que ahora ofrecía el sector públi- Millenial (1985-1999). Estas dos generacio-
co, como la enseñanza o la enfermería. nes crecieron en plena ofensiva neoliberal y
La generación nacida entre 1956 y 1971 bajo unas altas tasas de desempleo estruc-
padeció una ruptura con la tendencia de tural: padecieron el desmantelamiento del
la generación dorada y presentó contra- estado del bienestar como mecanismo que
dicciones y desequilibrios, según Todd. La había logrado una progresiva disminución
Parte V de este trabajo va dedicada a ana- de la desigualdad, lo que se tradujo en un
lizar esta generación, también llamada Ge- estrechamiento de las oportunidades para
neración Magpie. Nacidos bajo la protección ascender socialmente —sobre todo en las
del estado del bienestar y la expansión eco- clases trabajadoras manuales—. Todd sos-
nómica, consideraron que sus expectativas tiene que estas dos generaciones experi-
de ascender socialmente se verían corres- mentaron un retroceso en las expectativas
pondidas. Sin embargo, la década de los se- sociales sin parangón en sus generaciones
antecesoras:
1.– Paul Krugman, «The Rich, the Right, and the Facts:
Deconstructing the Income Distribution Debate», prospect.
org (19 de diciembre de 2001). 2.– Ibídem.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 179-183 181


Lecturas

«[…] los hijos de Thatcher, fueron los pri- laboral hizo que, en términos generales, la
meros en cuatro generaciones en tener más vida de los millenials estuviese marcada por
probabilidades de deslizarse por la escalera un anhelo de mayor estabilidad y seguri-
que de ascender […]. Los nacidos después dad. Sin embargo, esta generación dio una
de 1985, los millennials, tenían aún más po- respuesta diferente a su generación ante-
sibilidades de descender por la escalera» (p. cesora. La crisis financiera de 2008 sirvió a
115). esta generación para cuestionar si realmen-
te, una sociedad estructurada en forma de
Todd sostiene que hasta un 40% de hom- escalera —y, por cierto, bastante estrecha—
bres y mujeres millenials experimentaron era justa y deseable. Dicha crisis social evi-
movilidad descendente. De igual forma, denció que aquellos pocos que estaban en
aquellos que no experimentaron movilidad la cúspide de la pirámide —y que, por tanto,
social descendente, percibieron con mayor según el modelo meritocrático debían ser
inseguridad y precariedad su posición en los más preparados— habían originado una
la sociedad. Incluso entre aquellos que ex- catástrofe social y económica de enormes
perimentaron cierta movilidad ascendente dimensiones. Estos jóvenes, que encon-
en esta generación, es posible observar de traron con dificultad sus primeros trabajos
sus testimonios y experiencias un anhelo después de 2008, estaban convencidos de
por el mayor grado de estabilidad y segu- que la desigualdad era resultado de la ges-
ridad que habían vivido las cuatro genera- tión de una pequeña élite como estrategia
ciones anteriores gracias al desarrollo del para preservar su propia riqueza y poder, lo
Estado del Bienestar y a la acción colectiva. que se contraponía y limitaba las oportuni-
La generación de «los hijos de Tatcher» no dades de la mayoría. Para esta generación,
tuvo, según Todd, las herramientas colec- la movilidad social y la meritocracia ya no
tivas —como la ayuda mutua y la solidari- podían ser una solución a la desigualdad.
dad, imprescindibles en la construcción de En suma, considero que la principal apor-
oportunidades— que otras generaciones sí tación de esta obra reside en que —a diferen-
se esforzaron en desarrollar. En buena me- cia de gran parte de la bibliografía existente
dida, la juventud condensa de forma aguda sobre la movilidad social, que se centra en
los cambios y contradicciones que se produ- un análisis sociológico de las clases socia-
cen en la sociedad [3]. La generación de «los les— estudia la movilidad social en perspec-
hijos de Tatcher» no consiguió construir tiva histórica a partir de la experiencia de
una alternativa a la hegemonía neoliberal: aquellos hombres y mujeres que la vivieron.
sin la alternativa colectiva, toda la presión Los testimonios aportan valor en este sen-
por tener éxito socialmente se basó en una tido. El elemento que más valor aporta a
idea individualista del progreso social que este trabajo, a mi juicio, es que Selina Todd
añadió más presión a estos jóvenes. consigue hacer un verdadero análisis his-
La generación de los millenials padeció tórico de la movilidad social a partir de la
igualmente la inseguridad. Incluso entre experiencia de aquellos sujetos —hombres
aquellos que consiguieron ascender social- y mujeres— que en el pasado la vivieron en
mente, la nueva flexibilidad y la precariedad sus propias carnes. Y esta decisión no es
neutra: implica una interpretación concreta
3.– Carles Feixa. «La juventud como metáfora: del
de la historia. Los que creemos en esta in-
franquismo a la democracia», Revista de Estudios de
Juventud (2003 - Ejemplar dedicado a: «Jóvenes, Cons- terpretación consideramos que de la expe-
titución y Cultura Democrática»), pp. 45-55. riencia de los hombres y mujeres del pasado

182 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 179-183


Experimentando la movilidad social: la meritocracia como trampa Javier Castillo Hinojosa

se pueden extraer valiosos aprendizajes. Las testimonios y experiencias de las diferen-


respuestas que ellos dieron a sus conflictos tes generaciones de jóvenes en los distin-
—actuando colectivamente, organizándose, tos contextos sociales, la obra podría haber
etc.— nos sirven para entender mejor el pa- analizado con mayor profundidad cómo la
sado, pero también para dibujar alternati- juventud funciona como metáfora o con-
vas en el presente. densación de los cambios sociales.
El libro cubre de forma satisfactoria as- Por último, me parece acertado que gran
pectos interpretativos y de análisis como parte del análisis sobre la movilidad social
el género y la migración. Considero que se centre en el mundo del trabajo, y por ex-
la tesis central del libro —sobre el fracaso tensión, también en la educación. La pan-
de la movilidad social como mecanismo demia de la COVID-19 ha puesto de relie-
igualador de oportunidades— es defendi- ve que debemos reorganizar el mundo del
da con éxito. Uno de los puntos fuertes del trabajo. Este libro pone de manifiesto como
libro es que a través de las diferentes ge- el valor y el prestigio que asociamos a los
neraciones de jóvenes podemos analizar diferentes trabajos es cambiante y depende
como los proyectos políticos han influido de las decisiones políticas y el contexto so-
en construir sociedades más igualitarias y cial. La Pandemia hizo patente que muchos
con más oportunidades para todos, o bien de los trabajos que son esenciales para el
sociedades más desiguales, con menor se- funcionamiento de la sociedad —cómo tra-
guridad y estabilidad para todos. Y no sólo bajadoras de la limpieza, transportistas,
eso, sino que nos ofrece la posibilidad de personal de supermercados, enfermeras,
ver ejemplos en la historia en los que «la etc.— están mal remunerados, se encuen-
multitud» ha contribuido con sus esfuerzos tran bajo condiciones precarias y reciben
de forma colectiva a construir una sociedad poco prestigio social. El modelo neoliberal
más justa y mejor para todos. Experiencias de libre mercado se ha mostrado totalmen-
que conviene recordar en el presente. Sin te ineficiente —y abocado a la desigual-
embargo, considero que una oportunidad dad— a la hora de organizar el mundo del
poco explotada y trabajada en esta obra es trabajo. Urge repensar el mundo del trabajo
el análisis de la juventud. A través de los en su conjunto.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 179-183 183


El movimiento obrero en Guadalajara
1854-1939, de Enrique Alejandre Torija*
Pablo Alcántara Pérez
Universidad Autónoma de Madrid

Guadalajara jugó un papel muy impor-


tante durante la Revolución Española y la
Guerra Civil, al ser uno de los frentes donde
los milicianos antifascistas paran los pies
a los sublevados en su intento de entrar a
Madrid en marzo de 1937. Sobre esta bata-
lla, sobre la represión franquista en la re-
gión se han escrito diversos libros, artículos
(que el autor recoge en su apartado de la
bibliografía). Pero no se había contextuali-
zado todo lo que ocurrió en dicha provin-
cia antes del conflicto, con un movimiento
obrero a principios del siglo XIX y XX di-
verso, conflictivo y que plantó cara a los
caciques, terratenientes como hizo en otras
zonas del Estado.
Enrique Alejandre (que ha publicado ya
dos obras sobre conflictividad campesina y
obrera con la Fundación Federico Engels: El
movimiento obrero en Guadalajara y Un siglo
conflictivo, sobre la Guadalajara de 1719 a
1823) profundiza en este estudio sobre la
historia del movimiento desde mediados historiografía, frente a zonas como Madrid,
del siglo XIX hasta la Revolución Española. Cataluña, País Vasco, Andalucía o Asturias.
Con una ingente cantidad de fuentes de ar- El libro se puede estructurar en tres par-
chivos, bastante bibliografía y con una di- tes: una primera, sobre los cambios econó-
dáctica y exhaustividad necesaria para co- micos, políticos y sociales que se dieron en
nocer estos episodios de la lucha obrera en la provincia durante el siglo XIX que pro-
una zona que ha sido dejada de lado por la dujeron el nacimiento de las primeras or-
ganizaciones obreras. Una segunda parte
en la que se habla del movimiento obrero a
* Reseña de: Enrique Alejandre Torija El movimiento obrero
en Guadalajara 1854-1939, Madrid, Fundación Federico En- principios del siglo XX, como la clase obre-
gels, 2021, 152 pp. ra se enfrentó al caciquismo en Guadala-

184 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 184-186


El movimiento obrero en Guadalajara 1854-1939, de Enrique Alejandre Torija Pablo Alcántara Pérez

jara, y las diferentes luchas que acabaron a la I Internacional, como la Federación


minando la monarquía de Alfonso XIII y Local de Brihuega en 1871, que participa-
dando paso a la II República. ron en los Congresos nacionales de Zara-
Por último, un somero repaso sobre la goza y Córdoba de dicho organismo. O la
II República en la región, los intentos de formación del primer núcleo del PSOE en
llevar a cabo la Revolución de Octubre del Guadalajara, en 1880, justo después que en
34 en la zona y la colectivizaciones y so- Madrid y antes que en Barcelona. Analiza
cializaciones de medios de producción por de forma concisa la construcción de la or-
parte de los trabajadores y campesinos al- ganización la visita de Pablo Iglesias, di-
carreños durante la Revolución Española y rigente socialista, a la capital en 1882 y la
finalmente, la derrota a manos de los fran- presentación de una candidatura a las elec-
quistas. ciones legislativas de 1891. En el último de
En los dos primeros capítulos, el autor estos capítulos analiza la construcción de
explica como la situación de la región en la UGT, a raíz de la Federación Topográfica.
el siglo XIX, con una base eminentemente Y la asistencia de delegados alcarreños al
agraria y totalmente empobrecida, lastró congreso de constitución del sindicato en
el crecimiento demográfico y social. Como 1888.
los intentos reformistas (como la desamor- En los capítulos seis al ocho, Alejandre
tización de Mendizábal) de modernizar la hace un análisis de la situación económica,
estructura económica, fueron un fracaso, política y social en Guadalajara en el pri-
debido a que no se creó una base social de mer tercio del siglo XX, época de transfor-
pequeña burguesía agraria y los terrate- maciones sociales, de quiebra del régimen
nientes acapararon todo el poder, lo que de la Restauración y de procesos de luchas
creará las estructuras para el sistema caci- sociales que desembocaran en el derroca-
quil. En cuanto a la industria, la minería o miento de Alfonso XIII. Como el campo se-
la industria del ferrocarril crearon las con- guía estando en pocas manos, trabajando
diciones para el crecimiento de un proleta- con técnicas rudimentarias y en condicio-
riado industrial a mediados del siglo XIX. nes de total explotación para los campesi-
Esta clase obrera vivía y trabajaba en con- nos. Se produce un cierto crecimiento en
diciones infrahumanas, como bien explica la industria, y con ello un crecimiento del
Alejandre en el libro. proletariado y de las organizaciones políti-
En los siguientes tres capítulos se explica cas y sindicales.
de una forma muy detallada el nacimiento Estos problemas que seguían sin resol-
del movimiento obrero en Guadalajara en verse desde el siglo XIX, provocaron mo-
el siglo XIX. Frente a la imagen que se suele vilizaciones importantes entre los campe-
de tener sobre las zonas rurales en el Esta- sinos y obreros alcarreños: motines por la
do Español, donde se suele explicar que no subida del precio del pan en 1918, las lu-
hubo movimiento obrero, Alejandre deja chas de las espigadoras en 1905. En estos
claro que sí lo hubo, que fue muy variado, años, los braceros, mineros se movilizaron
diverso, reivindicativo y revolucionario. Se constantemente por salarios dignos, re-
explica cómo los problemas de escasez del ducción de la jornada laboral, etc. En 1911
pan, de la pobreza, se producen las prime- se producirá la primera huelga en Guadala-
ras protestas a principios de siglo. jara. También analiza cómo nacen en la Al-
La construcción de las primeras organi- carria organizaciones como la CNT, el PCE,
zaciones obreras, organizaciones adscritas la lucha de estas organizaciones contra la

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 184-186 185


Lecturas

Dictadura de Primo de Rivera, etc. Todos promesa de cambiar las relaciones sociales
estos conflictos desembocarán en el fin de dentro del campo. Se analizan las críticas
la Monarquía. y movilizaciones de campesinos y obreros
Para finalizar, los últimos cuatro capítu- por el incumplimiento e insuficiencia con
los, el autor analiza de un forma detallada, las reformas, como la agraria. Las huelgas
con importantes fuentes documentales y en el campo en 1934.
bibliografía como se vivió en la región los También se cuenta la victoria en 69 lo-
años 30: la proclamación de la II República, calidades de Guadalajara del Frente Popu-
el gobierno republicano-socialista, las lu- lar en las elecciones de febrero de 1936. El
chas por las mejores condiciones en el cam- proceso de huelgas y luchas que se produce
po, el Bienio Negro, la Revolución del 34, tras esa victoria. El Golpe de Estado del 18
la victoria del Frente Popular en febrero de de julio de 1936 y como en la región se con-
1936, el Golpe de Estado del 18 de julio del sigo parar. Los procesos de colectivización
36, la la socialización del campo por parte de tierras por parte de campesinos socialis-
de los trabajadores y el aplastamiento por tas y anarquistas.
parte de los sublevados de la región con su Frente a lo que se suele pensar, Guadala-
triunfo en la Guerra Civil. Todo este com- jara vivió importantes transformaciones y
plejo proceso Alejandre lo deja claro. luchas a mediados y finales del XIX y prin-
El autor analiza la victoria de la candi- cipios del XX. Y en este libro, Alejandre,
datura republicano-socialista en las elec- describe de una forma detallada, concisa
ciones municipales del 12 de abril de 1931 y amena, un siglo y medio de movimiento
en Guadalajara (981 los concejales repu- obrero. Todo el interesado en esta periodo
blicanos obtenidos en la región, 191 socia- tanto en Guadalajara como en todo el país,
listas frente a los 204 monárquicos) con la debe leer este libro sin dudarlo.

186 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 184-186


Memoria

Víctimas de la dictadura en
Castilla-La Mancha
Mª Llanos Pérez Gómez, Damián A. González Madrid y Manuel Ortiz Heras
Seminario de Estudios de Franquismo y Transición - UCLM

El portal de Víctimas de la dictadura en lo de un sentido más pleno. Este portal, de


Castilla-La Mancha es la parte más visible formato sencillo y accesible, utiliza las ven-
del proyecto de investigación Represión de tajas que la red pone a nuestra disposición
guerra y posguerra en Castilla-La Mancha, para ofrecer al conjunto de la ciudadanía y
financiado por la Junta de Comunidades de de la comunidad científica el censo de las
Castilla–La Mancha y la Unión Europea en víctimas de la dictadura en la actual región
2015. Desde su origen, la aspiración princi- castellano-manchega, cualquiera que fuera
pal del equipo fue identificar y visibilizar a la forma de violencia que padecieron. El for-
todas las víctimas de la dictadura franquista mato es una base de datos que, en la medida
en nuestra región, independientemente del de nuestras posibilidades y limitaciones, se
tipo de violencia que se perpetrase contra inspiró en experiencias similares y pioneras
ellas y cuándo. Esto suponía contemplar el desarrolladas en Galicia o Andalucía [1].
fenómeno de la represión desde una pers-
pectiva de gran angular y superar la que El portal y sus resultados
reduce la violencia política dictatorial al
periodo de la inmediata postguerra, las eje- La historiografía española hace tiem-
cuciones por sentencia y la masificación po que trascendió en sus análisis sobre la
carcelaria. Adicionalmente el portal nació violencia dictatorial la mera cuantificación.
bajo la premisa de trasladar, por lo menos Sin embargo, ochenta y seis años después
en parte, los resultados de nuestras inves- del inicio de la Guerra Civil y transcurri-
tigaciones al público general con una clara dos cuarenta y cinco de democracia, segui-
vocación de servicio dirigido especialmen- mos sin conocer con exactitud la cifra y las
te hacia los familiares de las víctimas cuya
memoria interpelamos a través de nuestra 1.– Nos referimos a los proyectos Nomes e Voces y Todos
base de datos. Desde el rigor de la investi- (…) los nombres, ambos disponibles en línea. Más reciente-
gación, el portal es una herramienta sin- mente han aparecido portales y proyectos de envergadura
y calidad como el encabezado por Instituto de la Memoria,
gular para la difusión y la transferencia de
la Convivencia y los Derechos Humanos del País Vasco o
conocimiento que aproxima nuestro oficio por el Fondo Documental de la Memoria Histórica en Na-
a la sociedad y a sus demandas para dotar- varra

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194 187


Memoria

identidades de las víctimas de la dictadura ta inferior al 1,5% del total de la población.


tanto en el conjunto del Estado como es- Este porcentaje sitúa a C-LM entre las re-
pecialmente en Castilla-La Mancha. Por giones con mayor impacto de la violencia
ello, consideramos que sigue siendo impor- dictatorial en su primera etapa. Pero esta
tante tanto lo uno como lo otro, es decir, zona no sufrió únicamente ese proceso de
identificar a las víctimas a través de la in- violencia masiva posterior a 1939 como re-
vestigación, saber quiénes fueron, cuántas sultado de su posición de retaguardia. La
fueron, cuándo, cómo y por qué lo fueron. inmediata y extensa violencia de posguerra
Las cifras y los datos que responden a es- vino precedida por la de guerra, asociada
tas cuestiones sintetizan la magnitud de la al avance rebelde del verano de 1936 por
tragedia colectiva y constituyen un punto zonas de Toledo y Guadalajara, y la desata-
de partida en absoluto despreciable para da en la retaguardia republicana manche-
continuar profundizando sobre las formas, ga. Esta segunda no dispone de espacio,
los significados, las intenciones y las con- al menos de momento, en nuestro portal
secuencias de la violencia. En una primera por una mera cuestión de gestión de los
fase, coincidente con la duración del pro- recursos disponibles y tras evaluar y defi-
yecto financiado, el equipo de investigado- nir prioridades en función de situación de
res recuperó información y datos relativos a la investigación. Por todo ello nos parecía
17.351 víctimas de las cinco provincias que especialmente urgente, teniendo en cuenta
actualmente conforman esta región. Desde los estudios disponibles, que el portal aten-
el año 2016 el portal se mantiene, y se nu- diese prioritariamente la magnitud de la
tre de nueva información, con los recursos represión ejercida por la dictadura, el ban-
propios del Seminario de Estudios del Fran- do rebelde. Por esta razón los límites cro-
quismo y la Transición de la Universidad nológicos se sitúan en 1936 y se prolongan
de Castilla-La Mancha, el esfuerzo de sus hasta 1976, lo que nos permite trabajar con
miembros y la colaboración de particula- un concepto de víctima amplio y flexible,
res y asociaciones. A principios de 2022, el pues diversa y adaptativa fue también la
portal albergaba ya datos e información di- tipología de las violencias desplegadas por
versa sobre 35.117 víctimas de la dictadura, la dictadura durante cuarenta años. Al re-
lo que representa un notable incremento montarnos a 1936 atendemos, por ejemplo,
cuantitativo que ha servido para construir el avance de los sublevados hacia Madrid
los primeros análisis de la violencia políti- que, a su paso por Toledo, dejó episodios
ca dictatorial en la región desde diferentes bélicos tan conocidos y mitificados como el
perspectivas [2]. del Alcázar, mientras otros han pasado más
Entre esos resultados quizá uno de los desapercibidos. Es el caso de la violencia
más llamativos es la dimensión alcanzada desatada contra la población civil por las
por la violencia en la región. Si la pobla- fuerzas militares en forma de razzia y pos-
ción en Castilla-La Mancha a principios de teriores labores de limpieza política que se
los años cuarenta era de aproximadamente saldaron, que sepamos, con 783 asesinatos.
1,93 millones, la incidencia de las modali- Guadalajara fue la otra provincia que que-
dades represivas más graves (muerte por dó dividida por el frente de guerra. Allí las
ejecución o asesinato, y prisión) no resul- comarcas de Sigüenza, Atienza, Molina de
Aragón, Brihuega o Trijueque fueron las
2.– Véase Manuel Ortiz Heras y Damián A. González
Madrid (eds.), «Violencia franquista y gestión del pasado que padecieron de una forma especialmen-
traumático», Madrid, Sílex, 2021 te intensa el terror franquista hasta marzo

188 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194


Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha Mª L. Perez, D. A. Gonzalez y M. Ortiz

de 1937, una violencia que acabó con no pues carecemos de información suficien-
menos de 79 asesinatos. Esta violencia ex- te de algunas provincias. El hacinamiento
trajudicial regresaría entre marzo y abril de y las pésimas condiciones de las cárceles
1939 tras el derrumbamiento de la vieja re- franquistas provocaron la muerte de miles
taguardia manchega. de presos, entre los cuales hemos resca-
El terror franquista mutó progresiva- tado la identidad de 2.352 en esta región.
mente desde el terror para tomar forma de Las prisiones de Almodóvar del Campo en
justicia militar y sumarísimos urgentes, fór- Ciudad Real, Ocaña en Toledo o Uclés de
mula frecuente para encausar a varios reos Cuenca, figuran entre las más mortíferas.
a la vez sin ningún tipo de garantía proce- Como es conocido, algunos presos lograron
sal. Su consecuencia más evidente y directa abandonar los muros de sus cárceles para
fueron las ejecuciones «legales» o en cum- redimir condena a través del trabajo. En
plimiento de sentencia. Unas sentencias y Castilla-La Mancha tenemos identificadas
unos procesos que, conviene no olvidarlo, las colonias penitenciarias militarizadas y
están en la base de un relato criminalizador los destacamentos penales que se desple-
sobre las víctimas, especialmente impor- garon en el territorio, pero apenas dispone-
tante en esta región, que ha llegado hasta mos de estudios significativos y completos
nuestros días. El impacto de este tipo de sobre la dimensión y organización de este
muertes sobre la población castellanoman- entramado represivo en concreto. No obs-
chega fue de un 0,42%. Aunque es com- tante, el portal incorpora ya los datos de
plicado realizar comparaciones con otras 182 presos castellanomanchegos que redi-
zonas por la falta de homogeneidad de los mieron condena en el conocido como «Ca-
criterios metodológicos, algunos de los por- nal de los presos» en Sevilla [3], y de algunos
centajes publicados hasta ahora nos per- cientos más que acabaron integrando Bata-
miten realizar proyecciones interesantes: llones de Trabajadores (BBTT) y Batallones
Cataluña con un 0,12%, el País Vasco con el Disciplinarios de Soldados Trabajadores
0,16%, Madrid con un 0,20% o Valencia con (BDST). Se trataba de jóvenes que realiza-
un 0,24% apenas se acercan a realidad man- ron el servicio militar para la República y
chega. Territorios que hasta ahora se con- durante la guerra en la zona gubernamen-
sideraban especialmente castigados por la tal. Posteriormente las autoridades locales
violencia franquista, comparativamente no los calificaron como desafectos y, sin me-
lo estuvieron tanto, pudiéndose afirmar que diar delitos o condenas, acabaron realizan-
murieron más castellanomanchegos que do trabajos forzados; un castigo vinculado
vascos, catalanes o madrileños como con- a una supuesta militancia o rasgos ideoló-
secuencia de la acción de estos tribunales. gicos que incluimos también entre el reper-
Junto a las ejecuciones masivas, tanto torio represivo franquista [4]. En este senti-
judiciales como extrajudiciales, la versión do, la base de datos incorpora los casos de
más dura de la violencia desatada por el ré- los 813 castellanomanchegos que acabaron
gimen aparece dentro de los muros de las
diferentes prisiones. La cárcel fue una pie- 3.– Gonzalo Acosta Bono (et al.), El Canal de los Presos
za clave para la represión, un lugar donde (1940-1962), Barcelona, Crítica, 2004.
«doblegar y transformar», en palabras de 4.– Ángel Organero, «Batallón de pico y pala: cautivos tole-
danos en Navarra» (Lesaka, 1939-1942), Pamplona, Pamiela,
Ricard Vinyes, y también un lugar de muer-
2015; y «Memoriaren Bideak: Esclavitud bajo el Franquis-
te. Actualmente contamos con 13.957 re- mo». Disponible en https://memoriarenbideak.eus/ (con-
gistros de presos, una cifra aún provisional sulta: 19 de enero de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194 189


Memoria

Imagen 1. Cubo en memoria de las víctimas de la represión franquista en Villarrobledo (Albacete).

en los campos de exterminio de Mauthau- suma a las anteriores y en los mismos espa-
sen y Gusen tras huir de España; solo 284 cios. Esta inédita acumulación de episodios
de ellos conservaron la vida [5]. Conocemos represivos ayuda a explicar la profundidad
poco de sus historias, cierto es que con ex- de la fractura social y ciertos rasgos que ca-
cepciones como la de Luis Perea cuya figura racterizan la memoria colectiva, especial-
ha quedado reflejada en el relato novelado mente en estas cinco provincias.
De Socuellamos a Mauthausen [6]. Una de las La vocación del proyecto es trascender la
tareas pendientes del proyecto es la in- represión física e identificar y analizar a las
corporación de las víctimas de la guerrilla víctimas de otros tipos de violencia, como
(maquis) y sus entornos que, de momento la desplegada por el Tribunal de Responsa-
aportan 182 registros. La violencia contra bilidades Políticas, la depuración laboral o
la resistencia guerrillera constituye una el Tribunal de Orden Público en la región.
etapa represiva más, y no menor, que se Pero con la excepción de la depuración de
los maestros, el resto se encuentra toda-
5.– Benito Bermejo y Sandra Checa, «Libro memorial. Espa-
vía en una fase de estudio embrionaria en
ñoles deportados a los campos nazis (1940-1945)», Ministe-
rio de Cultura, 2006. medio de una ausencia notable de investi-
6.– Alain Martin, «De Socuéllamos a Mauthausen: Prisionero gaciones y de investigadores. La radiogra-
3612», Wroclaw, Amazon, 2020. fía de la depuración del magisterio es, sin

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Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha Mª L. Perez, D. A. Gonzalez y M. Ortiz

embargo, prácticamente completa. Más de gión relacionada con la justicia militar.


cuatro mil fueron los maestros implicados Si extrapolamos ese número y lo rela-
en el proceso en toda la región, y uno de cionamos con el total de presos políti-
cada cuatro acabaría sancionado [7]. cos y fusilados actualmente registrados
El retrato sociológico y político del con- para la región, el porcentaje provisional
junto de las víctimas nos muestra que más de mujeres se situaría en el entorno del
de la mitad de los represaliados de la re- 9,4% del total de víctimas. Muchas de
gión, de los que tenemos constancia de su ellas acabarían compartiendo el espa-
profesión, eran trabajadores del campo, lo cio carcelario en el que la dictadura las
que, unido a la intensidad de la violencia, recluyó junto a sus hijos, y aunque pre-
nos indica una interesante correlación. cisamos de estudios más profundos, en-
Respecto a la militancia política y la afilia- tre 1939 y 1946 en Castilla-La Mancha,
ción sindical, asuntos siempre controverti- actualmente tenemos constancia de la
dos metodológicamente, hay que destacar muerte de, al menos, 35 niños en pri-
un predominio de víctimas pertenecientes sión. La base de datos incluye también
al partido socialista y la UGT, extremo has- expresiones muy concretas de violencia
ta cierto punto lógico teniendo en cuenta sexuada más complicadas de documen-
la trayectoria de ambas formaciones du- tar por tratarse de agresiones específi-
rante los años previos a la guerra civil. Lo cas sobre el cuerpo femenino como el
que resulta evidente es que la represión no rapado o la violación. Sobre este parti-
se dirigió de forma exclusiva contra la mi- cular recogemos, a partir de testimonios
litancia conocida y fehaciente, sino contra orales, los casos de hasta seis mujeres
un «marxismo», «izquierdismo» o frente- asesinadas en Toledo que antes fueron
populismo genéricos, como se deduce de la rapadas, obligadas a ingerir aceite de
lectura de los consejos de guerra. ricino y paseadas por la vía pública. En
Todo este retrato quedaría incompleto otros casos fueron las propias mujeres
en ausencia de referencias a las mujeres re- quienes dejaron testimonio de las agre-
presaliadas por la dictadura y a la violen- siones sufridas al denunciar hechos de
cia específica que el régimen ejerció sobre esa naturaleza ante los tribunales mi-
ellas. Al contrario de lo que ocurre en otras litares que las juzgaron. Gracias a su
comunidades, en C-LM apenas contamos valentía, hoy podemos deducir que no
con trabajos específicos sobre el tema. En el fueron prácticas aisladas. Este es el caso
portal de Víctimas de la dictadura ofrecemos de Lucrecia Ruiz que afirmó ante un tri-
datos de hasta 2.419 mujeres que padecie- bunal militar que Franco «era un canalla
ron algún tipo de violencia política en la re- que, había hecho mucho mal en la Es-
paña Nacional porque había cortado el
7.– Sara Ramos Zamora, «La represión del Magisterio: Cas-
tilla-La Mancha, 1936-1945», Ciudad Real, Almud ediciones pelo a las mujeres y que les daba aceite
de Castilla-La Mancha, 2006; Julia Gallego Lorenzo, «La de ricino, que antes era muy roja y que
depuración franquista del magisterio primario en Albacete ahora mucho más [8]».
(1936-1945)», tesis doctoral, UCLM, 2017; Marisol Benito
Santos, «La depuración del Magisterio en la provincia de Ciu-
dad Real», Almud ediciones de Castilla-La Mancha, 2006;
Amparo Pont Sastre, «El magisterio en la provincia de Gua-
dalajara (1931-1940): Depuración y represión», Alcalá de
Henares, Servicio de publicaciones de la Universidad de 8.– Ficha de Lucrecia Ruiz Rodríguez. Disponible en:
Alcalá, 2006. https://victimasdeladictadura.es/Lucrecia-Ruiz-Ro-
driguez-GU-2449 (consulta: 19 de enero de 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194 191


Memoria

La investigación detrás de las cifras Toledo, las investigaciones más relevantes


y esenciales siguen siendo las de José María
La diversa información con la que con- Ruiz Alonso y José Manuel Sabín [13], si bien
tamos en el portal tiene su origen tanto en es cierto que han sido completadas por una
investigaciones propias del Seminario de gran cantidad de trabajos y datos pacien-
Estudios del Franquismo y la Transición, temente recabados por historiadores como
como en otras realizadas y aportadas por Benito Díaz Díaz y un puñado de investiga-
colegas y asociaciones, cuyo apoyo ha re- dores locales [14]. Por su parte, la Asociación
sultado fundamental para el desarrollo del de Familiares de Ejecutados del Cementerio
proyecto. Para el caso de Albacete, la pro- de Ocaña (AFECO), ha colaborado con no-
vincia que cuenta con unos resultados más sotros, facilitándonos información precisa y
completos hasta la fecha, el punto de parti- completa en todo momento. En el caso de la
da han sido las aportaciones pioneras rea- provincia alcarreña, el Foro por la Memoria
lizadas por Manuel Ortiz [9], a las que se han de Guadalajara ha sido una fuente generosa
incorporado los resultados de la consulta de de información cuantitativa y cualitativa de
las sentencias judiciales depositadas en el primer orden [15], aportándonos una canti-
Archivo Histórico General de la Defensa fru- dad ingente de registros construidos sobre
to de un intenso trabajo colectivo desarro- documentación de archivo, lo que convierte
llado por diferentes integrantes del SEFT [10]. a Guadalajara en la provincia con más regis-
Estos estudios se han completado gracias a tros de represaliados, junto a Albacete, en la
la colaboración de colectivos memorialísti- base de datos. En el lado opuesto debemos
cos como la Asociación Fosa de Alcaraz o la situar a Cuenca, actualmente la provincia
Pablo Iglesias de Almansa. Para la provincia con menores cifras de represaliados como
de Ciudad Real el punto de partida lo sigue consecuencia de que es también la que me-
marcando el trabajo y los valiosos datos ela- nos investigaciones ha reunido, por ahora.
borados por Francisco Alía para su tesis doc- Las cifras de represaliados conquenses se
toral sobre la guerra [11]. Las recientes inves- reducen prácticamente a los ejecutados y
tigaciones dirigidas por Julián López García a los muertos de la prisión de Uclés, datos
han completado los resultados con la incor- que han sido recabados esencialmente por
poración de todo el territorio provincial al la Asociación para la Recuperación de la
análisis y arrojando una cifra, solo de muer- Memoria Histórica de Cuenca.
tos, que se aproxima a los cuatro mil [12]. Para Junto a los estudios señalados y a la in-

9.– Manuel Ortiz Heras, «Violencia política en la II República 13.– José Manuel Sabín Rodríguez, «La represión en Tole-
y el primer franquismo: Albacete, 1936-1959», Madrid, Siglo do», Madrid, UCM, 1993 (tesis doctoral) y José María Ruiz
XXI, 1996. Alonso, «La guerra civil en la provincia de Toledo», Toledo,
10.– Damián A. González Madrid y Manuel Ortiz Heras, Almud, 2004.
«Violencia de guerra y posguerra en Castilla-La Mancha, 14.– Por ejemplo, Juan Atenza Fernández y Benito Díaz
1936-1945» y María de los Llanos Pérez Gómez, «La re- Díaz, «La mortalidad en Talavera de la Reina durante la
presión de género en La Mancha: un estudio de caso» en Guerra Civil española», en Cuaderna, 16-17 (2008-2009),
Damián A. González Madrid y Manuel Ortiz Heras, «Vio- pp. 173-212; Pablo Torres, «Los años oscuros de Miguel Es-
lencia franquista y gestión del pasado traumático», Madrid, teban», 2007; Benito Díaz, «La Guerra Civil en Talavera de la
Sílex, 2021. Reina», Talavera, Ayuntamiento, 2007; Pedro Fernández As-
11.– Francisco Alía Miranda, «La guerra civil en Ciudad perilla, «Historia de Escalonilla (1936-1939)», Budok, 2008.
Real», Ciudad Real, BAM, 1994. 15.– Portal web del Foro por la Memoria de Guadalajara.
12.– VV.AA., «Para hacerte saber mil cosas nuevas. Ciudad Disponible en: https://memoriaguadalajara.es/ (consulta:
Real 1939», Madrid, UNED, 2018. 19 de febrero de 2022).

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Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha Mª L. Perez, D. A. Gonzalez y M. Ortiz

Ejemplo de ficha individual extraída del portal Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha.

formación que han compartido con noso- hoy está privada. El hecho de que las políti-
tros las asociaciones de memoria e inves- cas de memoria hayan estado, hasta fechas
tigadores particulares, habría que añadir muy recientes, bajo la responsabilidad y el
la colaboración prestada por los familiares criterio discrecional de las comunidades
de las víctimas como uno de los pilares de autónomas, ha provocado que, en algunas
nuestro proyecto. Desde el primer momen- de ellas, las actuaciones hayan sido prácti-
to en que apareció el portal conectamos camente nulas, o hayan recaído en acciones
con una audiencia ávida de una informa- particulares desplegadas por determinados
ción de la que carecía y de la que todavía ayuntamientos, diputaciones, y asociacio-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194 193


Memoria

nes memorialísticas, sobre todo en lo refe- y que resulta de un incalculable valor para
rente a exhumaciones de fosas. Ello ha pro- el investigador. Hablamos de fotografías,
vocado que muchos familiares de víctimas a través de las cuales acabamos definiti-
se encuentren desamparados sin saber a vamente con el anonimato de las víctimas
quién o a dónde dirigirse para tratar de en- añadiéndoles su rostro, pero también de
contrar sus restos o, simplemente hallar al- cartas de despedida, carnés, o expedientes
guna información sobre lo que les sucedió penitenciarios. La información de la que
y por qué. Por esas razones, y otras relacio- disponemos para cada víctima está indivi-
nadas con la visibilidad del portal, muchos dualizada en la base de datos, es accesible
de ellos han solicitado nuestra colabora- mediante buscadores inteligentes y puede
ción, que no puede ser ni la que merecen, descargarse singularmente en un informe
ni la que precisan. Pero estos familiares es- que apenas representa la certeza simbólica
tán muy lejos de ser una audiencia pasiva, de que existieron.
y han acabado formando parte esencial del El portal de víctimas ha tenido un notable
proceso de recogida de información. Los crecimiento desde su creación en 2015, y si
testimonios que nos han aportado tanto las bien el trabajo pendiente resulta abrumador
propias víctimas, como especialmente sus y desbordante en todos los sentidos, conti-
familiares, tienen una notable importan- nuamos dedicando esfuerzos y recursos para
cia y trascendencia: son la voz de quienes obtener la radiografía más completa y certe-
no han querido o tenido la oportunidad de ra posible sobre las víctimas de la violencia
contar su historia por miedo, vergüenza, ol- franquista en la región. En este sentido la
vido terapéutico o porque nadie antes mos- base de datos está en un lento pero conti-
tró interés alguno. Sus relatos nos trasla- nuo crecimiento, perfeccionamiento técni-
dan a la dimensión humana de la violencia, co y actualización, lo que incluye también
y constituyen el único contrapunto posible complejas y delicadas tareas de rectifica-
al relato criminalizador de los verdugos, de ción y depuración por lo general invisibles.
los victimarios, a los cuales hemos de dedi- No obstante, la relevancia de portales como
car más esfuerzos en el futuro. En algunos Víctimas de la dictadura en C-LM trasciende
casos, y junto a esos testimonios directos o cualquier valoración académica o científica,
indirectos de testigos o familiares, la mera pues contribuyen a ofrecer una pequeña do-
existencia del portal y su visibilidad los sis de dignidad y reparación a las víctimas
anima a compartir con nosotros pequeñas y sus familias, impidiendo la doble victimi-
muestras de una documentación privada y zación: la del dolor y la del olvido colectivo.
personal a la que solo ellos tienen acceso

194 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 187-194


Córdoba, ciudad contra el olvido.
Las fosas del cementerio de La Salud
Carmen Jiménez Aguilera
Sociedad de Ciencias Aranzadi

«En Córdoba, los asesinatos cometidos por anteriores, sabemos que tanto el cemente-
los fascistas han sido innumerables, suman rio de La Salud como el de San Rafael, fue-
muchos millares, tantos que en las tiendas ron lugar de ejecución y de enterramiento,
de ropas se han agotado las telas negras» [1]. donde serían inhumados 2311 hombres y
mujeres de Córdoba ciudad, pero también
Según el historiador cordobés Francisco de pueblos de la provincia cordobesa, de
Moreno Gómez «Córdoba fue, literalmente una treintena de provincias españolas y
bañada en sangre por los militares autores varias nacionalidades [3]. Los últimos traba-
del golpe de Estado de 1936» [2]. La Historia jos aumentan la cifra, llegando a las 5000
de la ciudad de Córdoba a partir del 18 de víctimas de la represión franquista en Cór-
julio de 1936 va pareja a la de otras capita- doba, donde serán ejecutados dirigentes
les andaluzas, como Sevilla, Cádiz o Huel- como el alcalde Sánchez Badajoz, conce-
va, donde triunfó el golpe de Estado. Son jales del ayuntamiento del Frente Popular,
numerosos los testimonios, similares al entre ellos Julio González Beneyto, diputa-
que introduce este texto, que nos cuentan dos como Bautista Garcés Granell o Anto-
la barbarie de los crímenes cometidos por nio Bujalance, o miembros de las Brigadas
los sublevados en la capital desde los pri- Internacionales capturados en la Batalla de
meros momentos. Córdoba se convirtió en Villa del Río (Córdoba), militares leales a la
escenario de la represión franquista y con- legalidad republicana, como es el caso del
tamos con una amplia historiografía sobre capitán Tarazona Anaya, o mujeres, como
este tema, desde las obras de referencia del Carmen Jurado López, quien dejó un poema
citado Francisco Moreno Gómez o Antonio escrito a su hijo desde la cárcel del Marru-
Barragán Moriana, pasando por trabajos de bial antes de ser asesinada (además, estan-
investigadores a nivel local o provincial. do embarazada), son un ejemplo de los mi-
Todos los testimonios, con mucho peso les de hombres y mujeres represaliados por
de las fuentes orales, apuntaban a ejecucio- el franquismo en esta ciudad.
nes masivas cuyo objetivo principal era eli- Gracias al empuje del movimiento me-
minar a todo el espectro democrático y de morialista, que en esta ciudad viene de le-
la izquierda cordobesa. Gracias a trabajos jos, se han realizado trabajos de gran en-
vergadura relativos a la recuperación de la
1.–«Frente de Córdoba. Lo que cuenta un evadido del
campo faccioso,» en Ahora, 22 de mayo de 1937. 3.– Esta cifra se extrae del trabajo realizado por el Ayunta-
2.– Francisco Moreno Gómez, «1936, el Genocidio franquis- miento de Córdoba en colaboración con distintas asocia-
ta en Córdoba», Barcelona, Crítica, 2008. ciones de Memoria Histórica.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201 195


Memoria

Memoria Democrática, como la elaboración tegrando a investigadores vinculados a las


de los listados de las víctimas del franquis- ciencias históricas, arqueológicas y antro-
mo en Córdoba, las primeras intervencio- pológicas, cuyo objetivo principal ha sido
nes en las fosas de los dos cementerios documentar la realidad de forma imparcial
cordobeses, o la recién establecida Cátedra y objetiva. La aplicación del método cientí-
de Memoria Democrática de la Universidad fico, con una metodología y técnicas con-
de Córdoba [4]. Esta última se ha constituido cretas, garantizan el objetivo fundamental
bajo el convenio firmado con la Diputación en todo proceso de localización, exhuma-
de Córdoba, con el objetivo de promover la ción e investigación de las evidencias, con
difusión del conocimiento histórico y ju- el respeto de los principios de verdad, jus-
rídico sobre la Democracia como sistema ticia y reparación, que es la recuperación e
político de organización social. A nivel his- identificación de los restos de las víctimas
tórico y de investigación, el Departamento desaparecidas.
de Historia Contemporánea de la Universi-
dad de Córdoba está realizando el Proyecto La importancia de las fuentes
Concord 20-24, el cual consiste en la publi-
cación y análisis de los fondos relativos a Tras las anteriores intervenciones en el
Córdoba del Archivo del Tribunal Militar II cementerio de La Salud, el equipo de trabajo
de Sevilla. puso sobre la mesa una cuestión importan-
En relación al estudio de las fosas del te, el hecho de encontrarnos ante un cemen-
franquismo en Córdoba contamos con va- terio en uso hasta hace muy poco tiempo,
rias intervenciones realizadas en ambos revelando la necesidad de elaborar un estu-
cementerios [5]. Los equipos de trabajo han dio documental sobre el uso de los espacios
sido creados de forma interdisciplinar, in- de enterramiento en dicho cementerio, pues
había que responder no sólo a la pregunta de
4.– «Muros de la Memoria», trabajo realizado desde el Ar- cuántas víctimas hay, también a la de dón-
chivo Municipal de Córdoba, en colaboración con el mo-
de están enterradas, pues la ubicación de la
vimiento memorialista de la ciudad. Gracias a ellos se
rescataron del olvido más de 2300 nombres de personas fosa o fosas del franquismo se desconocía.
represaliadas. Cristalizando el trabajo en la colocación de Acometer un trabajo de exhumación de
los llamados Muros de la Memoria en ambos cementerios fosas de personas represaliadas durante la
cordobeses, La Salud y San Rafael.
Guerra Civil y el Franquismo pasaba por un
5.– 2008. Sociedad de Ciencias Aranzadi (SCA), «Localiza-
estudio documental y un informe histórico
ción fosa común restos de Luis Dorado Luque»; 2018. Di-
rección General de Memoria Democrática, Junta de Anda- que aclarasen, a priori, las dudas razona-
lucía: «Características y ubicación de los enterramientos y bles que se plantean a la hora de acometer
fosas del franquismo en los cementerios de San Rafael y un trabajo científico de estas características,
de la Salud de Córdoba»; 2019. Dirección General de Me-
como así lo establece la normativa estatal y
moria Democrática/Comisionado para la Concordia Junta
de Andalucía (CCJA)/Ayuntamiento de Córdoba: «Las fosas autonómica.
del franquismo en el cementerio de La Salud (Córdoba). El cementerio de La Salud cuenta con
Evaluación, problemática y pruebas criminales»; 2020. más trabajos de investigación relativos a las
SCA, Comisionado para la Concordia Junta de Andalucía:
fosas comunes que el de San Rafael, pero pa-
«Intervención cuadro civil cementerio San Rafael»; 2021.
CCJA: «Estudio documental de Cuadros de Sepulturas del radójicamente, es el que menos información
cementerio de La Salud de Córdoba»; 2021. SCA, Ayunta- documental nos proporciona, pues la ocul-
miento de Córdoba (Proyecto FEMP): «Cuadro Virgen de tación, como elemento represivo por parte
los Dolores. Fosa 1936».
de la dictadura franquista, hizo su trabajo.

196 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201


Córdoba, ciudad contra el olvido. Las fosas del cementerio de La Salud Carmen Jiménez Aguilera

Diligencia de inhumación en fosa común, tras ejecución de sentencia de muerte, en el cementerio


de La Salud de Córdoba, año 1941 (Fuente: Proyecto Concord 20-24. Causa 26829/39, Leg. 105-
4298, Archivo del Tribunal Militar Territorial II de Sevilla).

Ante la falta de información documental tes. El análisis de los fondos documentales


directa sobre la ubicación de las fosas y las nos ayudó a definir el número de personas
transformaciones del terreno, se hizo pa- represaliadas, a elaborar un listado de re-
tente la necesidad de estudiar la ocupación, presaliados en el cementerio de La Salud,
el uso o las posibles afecciones de la misma. concretando cifras totales de la represión,
La localización de distintas zonas de fosas identificando lugares y fechas de enterra-
comunes en el cementerio cordobés, dentro miento para futuras intervenciones ar-
del periodo estudiado, la situación de estos queológicas y para conocimiento de fami-
espacios en la actualidad, con un análisis de liares de víctimas. El hecho de estudiar la
afecciones y usos, así como la estimación documentación y elaborar un perfil de los
de cifras totales, se convirtieron en el paso represaliados, las características demográ-
previo para abordar el trabajo futuro en rela- ficas (edad, sexo, altura), pero también un
ción a la búsqueda de las víctimas. Para ello, perfil político-social, puede proporcionar
se realizó en 2021, con esos objetivos seña- una información valiosa en el momento de
lados, el estudio documental de los cuadros la exhumación, por lo que clasificamos a las
de sepultura del cementerio de La Salud, víctimas en distintas tipologías: ejecutadas
siguiendo los mismos métodos y técnicas por bando de guerra, personas ejecutadas
aplicables a una investigación histórica [6]. como consecuencia de sentencia firme de
Aspecto fundamental fue el tratamiento consejo de guerra (Tribunales Militares),
de la información y el contraste de las fuen- personas fallecidas durante su permanen-
cia en prisión, personas desaparecidas y
6.– Carmen Jiménez Aguilera, «Estudio documental de Cua-
aquellas represaliadas en relación con la
dros de Sepulturas del cementerio de La Salud de Córdoba», Guerrilla o la aplicación de la Ley de Fugas.
2021, https://www.juntadeandalucia.es/export/drupalj- Igual de importante fue analizar la se-
da/Informe_final_estudio_cementeriosaludcor.pdf cuenciación de los asesinatos, la crono-
logía, el número de personas por día, es-

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201 197


Memoria

tablecer enterramientos individuales o queológica para la búsqueda de la fosa co-


colectivos y la definición de identidades y mún. La ocultación de los hechos por parte
de posibles grupos colectivos, realizado a de los golpistas a través de la omisión de la
través del análisis de distintas fuentes, tan- información quedaba patente.
to libros de registro del cementerio, como La documentación de archivo sólo nos
las inscripciones de defunción del Regis- indicaba que en este terreno se habían rea-
tro Civil. Igual de importante es definir los lizado enterramientos en sepulturas indivi-
usos del suelo del cementerio, la ubicación duales normalizadas y ritualizadas a partir
y tipos de enterramientos y las modifica- de septiembre de 1938, ningún dato sobre
ciones posteriores, para ello se realizó un su uso como fosa común. Así, la coinciden-
estudio de todas las series documentales cia entre el estudio documental y el trabajo
relacionadas. arqueológico, nos sitúan la fosa del cuadro
En el cementerio de La Salud podemos Virgen de los Dolores como la zona de in-
afirmar, tras la conclusión del trabajo docu- humación colectiva (fosa común) usada
mental y arqueológico, que existen varios para enterramiento de las personas repre-
lugares donde se ubican fosas comunes, saliadas en ese momento concreto. Tam-
con depósitos colectivos de inhumaciones bién podemos saber, tras el estudio de las
de personas represaliadas, a tener en cuen- fuentes y la sistematización de las mismas,
ta en posteriores intervenciones. que la colmatación de la fosa se produce en
El primero sería la fosa de 1936, esta al- algún momento de principios de 1937.
bergaría población represaliada desde el 18 En segundo lugar, tenemos la fosa de
de julio de 1936 hasta mediados de 1937 1937, de nueva apertura una vez colmata-
(no se puede definir más la fecha por falta da la existente en el actual cuadro Virgen
de registro documental), bajo el amparo del de los Dolores, que extiende su uso hasta
Bando de Guerra. La fosa común se ha lo- finales de 1941, pues hay constancia docu-
calizado en el actual cuadro Virgen de los mental de la creación de un nuevo espacio
Dolores, el estudio documental lo incluyó de uso como fosa común en el cementerio
como lugar susceptible de albergar una fosa en dicho año. Se encuentra situada en la
y su inclusión obedece a cuestiones crono- que se conoce como Zona Alta del cemen-
lógicas y de uso [7]. Sabemos de él que co- terio. En ella se realizaron varios sondeos
mienza a utilizarse como zona de sepultura en 2019, con un resultado positivo, loca-
individual en septiembre de 1938, en ple- lizando un espacio con un depósito co-
na Guerra Civil, y además, se sitúa al lado lectivo de inhumaciones compatibles con
del Cuadro Cuarto, el cual estaba en uso en una fosa común, albergaría población re-
julio de 1936. A estas circunstancias se le presaliada desde mediados de 1937 hasta
añade la situación de este cuadro junto a los diciembre de 1941.
militares de San Sancho y Santa Bárbara, El tercer lugar es la fosa de finales de
también puestos en funcionamiento en si- 1941 o principios de 1942, con una crono-
milares fechas. La documentación nos daba logía hasta 1946. A finales de 1941 la Co-
un silencio, un vacío documental del uso de misión Permanente de Obras del Ayunta-
este espacio entre 1936 y 1938, lo que llevó miento de Córdoba aprueba un importe de
a incluirlo como lugar de intervención ar- 19.200 pesetas para la apertura de una fosa
común en el cementerio de Nuestra Señora
7.– C. Jiménez Aguilera, «Estudio documental de Cuadros de de La Salud. Hay constancia documental de
Sepulturas del Cementerio de La Salud.» las últimas inhumaciones en este cemente-

198 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201


Córdoba, ciudad contra el olvido. Las fosas del cementerio de La Salud Carmen Jiménez Aguilera

rio de personas represaliadas, estas fechas tanto en cuanto, los registros documenta-
ya son residuales en cuanto a inhumacio- les, escasos, parcos y poco precisos, ponen
nes de víctimas, según los datos arrojados de relieve esta situación.
por la documentación. Los trabajos centrados en la recupera-
Un último lugar de enterramiento de ción de la Memoria Democrática han cons-
personas represaliadas ubicado dentro del tatado un hecho a través de la recogida de
cementerio de La Salud, es el llamado Pa- testimonios orales, y es que existe un nú-
tio Depósito o también Cuadro Especial. mero indeterminado de personas ejecuta-
No queda muy claro que estas distintas no- das que no aparecen inscritas en registro
menclaturas sean la misma para referirse alguno. En muchos casos, las más de las ve-
a un mismo lugar, dado que las referencias ces cuando hablamos de desaparecidos, el
documentales sólo nos aportan registro de único hilo conductor que nos acerca a las
inhumación de diferentes individuos. Lo historias de vida de estas personas son los
que sí está claro es el lugar de ubicación testimonios de sus familiares. Lamentable-
del conocido como Patio Depósito, utili- mente, y debido al tiempo transcurrido, el
zado como lugar de inhumación en sue- testimonio ya no es de primera mano, es
lo de sepulturas individuales de personas decir, de familiares directos y testigos del
muertas en un contexto de violencia, ya sea hecho, sino que este va pasando de gene-
por la ejecución de una condena militar, o ración en generación, formando parte de
procedentes de las prisiones o incluso de la memoria familiar. La consulta de gra-
batallones de trabajadores. La cronología baciones e incluso la recogida de testimo-
que abarcan estos enterramientos va des- nios a familiares por parte de miembros del
de 1938 hasta 1939, es decir, nos movemos equipo, nos ha llevado a analizar y a su vez
aún en un contexto de Guerra Civil e inme- contar, con la historia oral como fuente de
diata posguerra. información, complementando a las docu-
Dicho esto, debemos saber que la exis- mentales y arqueológicas.
tencia de fosas comunes con víctimas del Institucionalizada la actuación de los
franquismo, indican en algunos momentos, tribunales militares, serán estos los encar-
la coexistencia de enterramientos donde gados de juzgar a miles de cordobeses de
son inhumadas personas no represaliadas y la capital y de la provincia, produciéndo-
represaliadas, como así lo ha confirmado la se entonces una segunda oleada represiva
última intervención arqueológica. bastante significativa numéricamente, es
Una cuestión importante a tener en decir, la represión de posguerra.
cuenta sobre las personas represaliadas en- La mayoría de estas ejecuciones se do-
terradas en el cementerio de la Salud es la cumentan en los consejos de guerra, con
figura del desaparecido. Este concepto res- diligencias varias que nos dejan una huella
ponde en relación a la represión franquista, clara del hecho. A esto tenemos que sumar
a aquellas personas fusiladas sin sentencia la inscripción de las defunciones en el Re-
judicial, de forma totalmente arbitraria y es gistro Civil según mandato del juez militar,
lo que conocemos como los «paseados». En así como la documentación de la inhuma-
el caso del cementerio de La Salud, para los ción en los libros del cementerio de La Sa-
primeros meses de guerra, desde el mismo lud. Los enterramientos, en este caso, se
18 de julio hasta que se crean los tribunales encuentran más localizados, menos ocultos
militares, se ha puesto de manifiesto la im- documentalmente y en este sentido, es más
portancia de este perfil de represaliado, en factible la investigación.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201 199


Memoria

Imagen de los dos sondeos realizados en el cementerio de La Salud de Córdoba, cuadro Virgen de
los Dolores, donde se localizaron 24 personas represaliadas. A la izquierda, cuadro militar de Santa
Bárbara (Fuente: Cristóbal Borrallo Gómez, miembro equipo S.C. Aranzadi).

Trabajo de campo. Arqueología y Tras el estudio documental antes citado,


antropología el equipo técnico se volcó en el trabajo de
campo, el de la intervención de las fosas
En la intervención de 2019 se realizaron en el cementerio de La Salud, en el cua-
una serie de sondeos en la conocida como dro Virgen de los Dolores. La investigación
Zona Alta, en concreto en los Cuadros de científica ha seguido la metodología de
La Trinidad, San Demetrio y San Plácido. excavación y el registro arqueológico con
Los objetivos de este estudio eran la lo- métodos y técnicas de la arqueología y la
calización, valoración de la estratigrafía, antropología forense. Realizar este trabajo
evaluación del estado de conservación de nos ha llevado a encontrar evidencias de un
los restos óseos, estimación del número de depósito colectivo de víctimas del franquis-
inhumaciones y la viabilidad o no de una mo dentro de los límites del cuadro objeto
intervención a gran escala. de estudio.
Así, se descartó la existencia de grandes La intervención arqueológica realizada
espacios de inhumación colectiva en toda en el año 2021 en este cuadro se propone
la superficie de los Cuadros de La Trinidad, varios objetivos. Por un lado, despejar un
San Demetrio y San Plácido. En segundo interrogante, el silencio documental sobre
lugar, se localizaron niveles con depósitos ese espacio sin actividad o uso, según los
colectivos en el Cuadro de San Plácido, es registros, entre julio de 1936 y septiembre
decir, lo que puede considerarse un espacio de 1938. Por otro lado, debíamos conocer la
de fosa. evolución, así como la configuración y la fi-

200 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201


Córdoba, ciudad contra el olvido. Las fosas del cementerio de La Salud Carmen Jiménez Aguilera

sonomía de los depósitos colectivos de las como orificio de proyectil, en la tabla cra-
víctimas del franquismo en este cementerio. neal de varios de los sujetos localizados, o
La fisonomía actual del cementerio no proyectiles asociados a los individuos.
coincide con la existente en 1936, hoy día Sin duda, estamos ante depósitos que
tenemos dos cuadros de sepulturas, Santa han permanecido ocultos durante décadas,
Bárbara y Virgen de los Dolores, en lo que sin registro documental alguno y a quienes
era un cuadro único en esas fechas, como se ha negado cualquier memoria o hito de
así lo constatan las fuentes documentales, recuerdo. La profundidad, anonimato de
tanto prensa histórica como fotografía aé- la inhumación y ausencia de tratamiento
rea, lo que nos lleva a pensar que ambos ritualizado de los cadáveres, implican una
cuadros albergan bajo los enterramientos clara intención de ocultamiento y de clan-
de sepultura individual una fosa común. El destinidad.
trabajo arqueológico ha constatado la in- La tierra ha hablado, y tras más de 80
humación de individuos en enterramien- años, se ha roto el silencio impuesto por
tos normalizados, en cuadros de sepultura los vencedores. A día de hoy, la continua-
individual, coincidiendo con la documen- ción de los trabajos en los cementerios de
tación de archivo. Bajo estos enterramien- Córdoba sigue pendiente de la voluntad de
tos ritualizados, hemos localizado los de- las administraciones, pues el retraso en la
pósitos colectivos clandestinos, es decir, la materialización del convenio firmado por
fosa común. el Ministerio de Justicia, Junta de Andalu-
Se realizaron dos sondeos que han per- cía, Diputación Provincial y Ayuntamiento
mitido localizar un total de 24 individuos de Córdoba para la exhumación de las víc-
con evidentes signos de muerte violenta, timas del franquismo en los cementerios de
como lo constatan los artefactos asocia- la capital, no se corresponde con el com-
dos y el posterior estudio antropológico. promiso del Estado con las víctimas y sus
Este último análisis evidencia lesiones pe- familiares. Entendamos todos la memoria
rimortem en los sujetos localizados, como como pilar fundamental para la democra-
por ejemplo una fractura perimortem en el cia, pues corremos el riesgo de «empezar
húmero derecho de uno de los individuos, por el olvido y terminar en la indiferencia»
o también otras pruebas criminalísticas, (Saramago dixit).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 195-201 201


Las políticas públicas de memoria en
Córdoba: un largo recorrido
Miguel Ángel Peña Muñoz
IES Miguel Crespo (Fernán Núñez, Córdoba) - Sección Historia FIM

Torrecampo, 26 de junio de 2021. Se co- se mantuvieron en el ámbito doméstico


loca un Stolpersteine en homenaje a su ve- las memorias familiares de las víctimas del
cino Juan Romero, superviviente del campo fascismo. Será en el cambio de siglo cuando
de Mauthausen. Ese mismo día el Stolpers- aquellas memorias familiares se convierten
teine es robado. Meses antes el obispo de la en un actor público a través del movimien-
diócesis ataca al Ayuntamiento de Aguilar to memorialista. Esta salida a la luz de las
de la Frontera por la intención municipal memorias íntimas cuestionaba la memoria
de retirar la cruz de los caídos. Ambas si- equidistante; ya que evidenciaba que el Es-
tuaciones saltan a la prensa nacional como tado no había tratado por igual a los muer-
muestras de reacciones contra la memoria tos de ambos «bandos», manteniendo en
democrática en España. fosas y olvido a los muertos republicanos y
En el presente trabajo vamos a aproxi- en el silencio a sus familias.
marnos a la gestación y desarrollo de las Esta situación evidente generó tres res-
políticas públicas de memoria de distintas puestas políticas. En primer lugar, la ne-
instituciones en la provincia de Córdoba, gación, no reconocer que la Transición y
principalmente dos: el Ayuntamiento de la su memoria equidistante había dejado en
capital y la Diputación Provincial. Conside- la cuneta a miles de españoles. Este plan-
ramos que el año 2009 podría marcar el ini- teamiento, situado en la derecha social y
cio de una política pública de memoria en política española, es incapaz de reconocer
Córdoba, si bien condicionado por el signo la existencia de este problema en nuestra
político que ostente el gobierno de la insti- sociedad.
tución de la que se trate. También estaría la respuesta enmen-
dante que acepta la existencia de la pro-
Memorias: familiar, dolor, de lucha, blemática y trata de mantener la memoria
pública. equidistante, permitiendo que las familias
puedan dar salida a su dolor a través de
Durante décadas hubo una memoria fa- subvenciones, privatizando la responsabi-
miliar donde el dolor por la pérdida de un lidad del Estado en la memoria. Esta tesis
ser querido en muchos casos se despoliti- podemos materializarla en la Ley de la Me-
zaba («fueron envidias...») y se elaboraba moria Histórica de 2007.
un relato doméstico para un dolor íntimo. La última respuesta plantea que no bas-
Durante cuarenta años de memoria fran- ta con dar salida a la memoria del dolor,
quista y décadas de memoria equidistante sino que hay que recuperar la memoria de

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Las políticas públicas de memoria en Córdoba: un largo recorrido Miguel Ángel Peña Muñoz

la lucha. Las víctimas fueron asesinadas por la provincia [3]. La situación volvería a repe-
ser militantes. tirse en el año 2000 cuando el cogobierno
En el caso cordobés hay al menos tres IU-PSOE, encabezado por Rosa Aguilar, ti-
factores que condicionan las políticas de tuló con el nombre de Fray Albino una ave-
memoria democrática. El histórico consiste nida de Córdoba. Este obispo de Córdoba
en la dura represión que sufrió la provincia entre 1946 a 1958, fue autor del Catecismo
de Córdoba desde 1936 y durante toda la dé- Patriótico Español (1939) y uno de los fir-
cada de 1940. Esta represión es la reacción mantes de la Carta Colectiva de 1937. Estos
de odio de clase de la oligarquía a un fuerte dos personajes tienen fama de filántropos
movimiento obrero. El segundo es el aspec- por una operación urbanística que supuso
to científico dónde cabe destacar la obra de la creación de dos barrios, que llevan sus
Francisco Moreno Gómez, quién publicó en nombres respectivamente. Estos últimos
la década de los ochenta una trilogía sobre casos son una muestra de cómo la amnesia
la Córdoba de los años treinta y cuarenta y había calado hasta en las organizaciones
ya en este siglo una nueva tetralogía [1]. Fi- políticas antifranquistas.
nalmente, influido por este conocimiento No obstante, en el cambio de siglo, el
científico, se desarrolló con el comienzo del Ayuntamiento retiró el monumento que
siglo el movimiento memorialista [2]. recordaba el lugar desde el que en 1936 se
había bombardeado el Gobierno Civil.
Periodo de olvido y confusión a la En 2005, el día del derribo de la antigua
política pública cárcel de Fátima se desarrolló un homenaje
a los presos políticos que habían sido en-
En este punto nos vamos a centrar en las carcelados en ella. Eran los primeros pasos
contradictorias actuaciones que el Ayunta- de una aún complicada política memoria-
miento de Córdoba realizó con anterioridad lista.
a 2009. Valga señalar como primer aspecto
que en los primeros años de ayuntamientos Ayuntamiento de Córdoba: de la
democráticos se eliminaron del callejero de política pública de memoria implícita
la ciudad a los principales personajes del al Dictamen de la memoria.
golpe de estado de 1936.
Sin embargo, no eran tocadas otras ca- Desde el gobierno municipal se hará gala
lles de personajes golpistas locales. Es más, hasta 2009 de una contradictoria política.
en 1988, con Herminio Trigo (IU) como al- Hay un sustrato equidistante presionado
calde, el Ayuntamiento dedicó una plaza a
3.– En 2018 Herminio Trigo declaraba a un medio digi-
Antonio Cañero, rejoneador que participó
tal: «Cuando remodelamos la plaza del barrio, la Asociación
en las «limpias» contra los republicanos de de Vecinos nos pidió que cambiáramos el nombre que tenía
de Monseñor Fernández Conde. No querían el nombre de un
obispo para su plaza y nos pidieron que le pusiéramos el
1.– Cabe destacar también a Antonio Barragán y a Arcán- nombre del barrio. Por cierto, entre los vecinos había bastan-
gel Bedmar. tes comunistas. Y el Pleno, por unanimidad lo aprobó. Hace
2.– Sobre la articulación del movimiento memorialista en muy pocos años que me enteré quién era Antonio Cañero
Córdoba puede verse en Diego Igeño Luque, «Memoria y su comportamiento en la Guerra Civil» en Alfonso Alba,
democrática en Córdoba y su provincia: Estado de la cues- «Herminio Trigo: «Hace muy pocos años que me enteré
tión» en Julián Hurtado de Molina Delgado y Miguel Ángel de quién era Antonio Cañero», Cordopolis, 19 de febrero de
Peña Muñoz (Coord.), «Participación con memoria». Actas de 2018, https://cordopolis.eldiario.es/cordoba-hoy/hermi-
las I Jornadas de Historia Democrática. 2019, Córdoba, Dipu- nio-trigo-anos-entere-antonio-canero_1_7124269.html
tación de Córdoba, pp. 291-324. (consulta: 8 de octubre de 2021).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 202-209 203


Memoria

por la eclosión pública de las memorias AMCO llevó a cabo una serie de entrevistas
íntimas, que empezaban a estar organiza- a voluntarios mayores de 60 años.
das. Por ello, podemos definir este periodo Como bien comenta el funcionario coor-
como una política pública de memoria im- dinador de dicho taller «se pretendía un
plícita. Nos referimos con este concepto al programa más a largo plazo y que no sólo
hecho de que el Archivo Municipal de Cór- englobase la memoria republicana. Se tra-
doba (AMCO) lleva a cabo una política que taba de un programa estratégico de vincu-
huye de vincularse con el memorialismo lación de los Archivos con la participación
y que lo envuelve de cierta equidistancia, ciudadana. Para el presente y para décadas
pero que de hecho fue la primera política venideras (…) en un principio aquel (trabajo
pública memorialista. intelectual) se dirigió (…) al marco más am-
En este periodo, las asociaciones Ágo- plio de la memoria ciudadana, bien pronto
ra del Pensamiento Social y el Foro por la nos vimos arrastrados a la recuperación de
Memoria van a tener un papel destacado en la memoria histórica republicana. ». [6]
la puesta en marcha de las políticas públi- Cómo vemos estos trabajos del AMCO
cas de memoria [4]. El Foro por la Memoria fueron empujados para convertirse en la
fue el impulsor de la primera exhumación primera política pública de memoria. Esta
de una fosa en Andalucía en el verano de labor generó a su vez otras líneas de tra-
2004, con la colaboración del Ayuntamien- bajo. Así se llevaron siete coloquios sobre
to de Santaella [5]. Sin embargo, será el Ágo- distintas organizaciones o colectivos de la
ra de dónde vendrá la propuesta de políti- época franquista y la Transición. Así como
ca de memoria que más impacto tendrá a tres conferencias sobre distintos aspectos
largo plazo. Este colectivo consiguió firmar de la dictadura. Dichas actividades se de-
un protocolo entre la Junta de Andalucía, sarrollaron entre diciembre de 2007 hasta
Diputación de Córdoba, Ayuntamiento de junio de 2010.
Córdoba, Universidad de Córdoba (UCO), La riqueza de las entrevistas realizadas
Instituto de Estudios Sociológicos Avan- llevó a la realización de un certamen de
zados, la propia Ágora y otros colectivos. memorias que se falló a principios de 2010.
Dentro de este acuerdo se puso en marcha El premio consistía en la publicación de los
el proyecto «Recuperación de la Memoria tres ganadores, y un cuarto libro con una
Oral Histórica de Córdoba», por el que el síntesis de pasajes de las memorias presen-
tadas al concurso [7].
4.– Sobre la creación del Ágora encontramos la narración
de uno de sus fundadores en Antonio Zurita de Julián, Re- 6.– Rafael Morales Ruiz, «La construcción ciudadana de la
publicano hasta el hueso. Córdoba, Iniciativa Ágora, 2014, memoria» en Julián Hurtado de Molina Delgado y Miguel
pp. 303-306. Sobre los primeros pasos del Foro véase Mi- Ángel Peña Muñoz (Coord.): op . cit., p. 147
guel Ángel Peña Muñoz, «Memoria para el futuro: El Foro 7.– Los libros surgidos de las memorias ganadoras fueron:
por la Memoria» en AAVV: Actas de las Primeras Jornadas Ernesto Caballero Castillo, «Vivir con memoria». Córdoba,
de Memoria Histórica «La Posguerra Española: testimonios «El Páramo», 2011 y «La democracia inconclusa», Córdo-
orales, aportaciones historiográficas y tratamiento didácti- ba, Utopía Libros, 2015. Estos dos volúmenes componen
co». Córdoba, Foro por la Memoria y FIM, 2007, pp.13-15 las memorias del autor. El primero de los volúmenes trata
5.– Aquella intervención fue doble en los cementerios de desde la infancia hasta la legalización del PCE, en el se-
Santaella y La Guijarrosa (que hasta 2019 pertenecía al gundo volumen está su trayectoria política desde 1977
municipio de Santaella). Durante la Transición tuvo lugar hasta 2002, periodo en el que además de secretario pro-
una exhumación en Almodóvar del Río a demanda de vincial del PCE fue diputado andaluz y en Cortes. El se-
cenetistas locales. Ayuntamiento de Almodóvar del Río, gundo premio recayó en Consuelo Aguilar Jurado y Esther
«Nunca olvidaré», 22 de abril de 2022, https://youtu.be/ Carrasco López, «Historia de una mujer con una sonrisa»,
ZXW9aByvtd8 (consulta: 22 de abril de 2022), minuto 64. Córdoba, El Páramo, 2011. El tercer premiado fue Antonio

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Las políticas públicas de memoria en Córdoba: un largo recorrido Miguel Ángel Peña Muñoz

Foto de familiares y voluntarios durante la exhumación en la fosa de Santaella en junio-julio de


2004 organizada por el Foro por la Memoria. (Fuente: perfil de facebook de César Pérez Navarro,
consultado 14 de abril de 2022).
La falta por parte del Ayuntamiento de Córdoba en julio de 1936. La familia obtu-
una política en la cuestión memorialista vo una subvención por parte del Gobierno
se iba a manifestar en el caso del diputa- de la Nación para su exhumación y lleva-
do Luis Dorado, detenido y asesinado en ron ante los tribunales al Ayuntamiento
cordobés acusándolo de prevaricación por
García García, «Entre viñas y gentes. Memorias», Córdoba, El obstaculizar la exhumación de los restos.
Páramo, 2011. El cuarto libro no llegó a publicarse como El Ayuntamiento reclamaba un reglamen-
consecuencia de la interrupción de esta línea de traba- to donde se aclarase qué papel debía tener
jo que se produjo con el cambio de gobierno municipal
cada administración.
en 2011. No obstante, algunos de los entrevistados por
el AMCO o participantes en el certamen publicaron sus Como podemos observar, hasta ahora
memorias por su cuenta; sería el caso de las siguientes el Ayuntamiento de Córdoba carecía es-
obras: Ildefonso Jiménez, «Memorias de un comunista», trictamente de una política de memoria,
Córdoba, Punto Reklamo, 2007; Rafael García Contreras,
podríamos incluso decir que carecía de la
«Susurros de Libertad. Memorias», Córdoba, Punto Reklamo,
2008; Isabel González Jurado y Agustina Gutiérrez, «A dos intención de tenerla hasta ese momento.
voces». El Carpio. Editado por las propias autoras, 2011; La institución se limitaba a dar respuesta a
Rafael Jordano Mir, «Memoria en el umbral de la desme- las iniciativas que iban surgiendo desde la
moria.» Córdoba, El Páramo, 2009. A su vez se produjo un
sociedad, pero entroncando con el pensa-
efecto de emulación con obras como Alfonso Nieto Alcán-
tara, «Relato según mi memoria». Córdoba, Utopía Libros, miento equidistante de la Transición.
2015 o la ya mencionada Antonio Zurita de Julián, op . cit. El mejor ejemplo de esta situación, y

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Memoria

del cambio que se produce, son los monu- En cambio, a nivel autonómico, tras las
mentos conmemorativos de las víctimas. elecciones de 2012 el nuevo cogobierno
En mayo de 2008, el concejal responsable PSOE-IU en Andalucía creó la Dirección
de la empresa municipal de cementerios General de Memoria Democrática de la
(CECOSAM) propone erigir sendos mono- Junta Andalucía. En ese momento la Jun-
litos en ambos cementerios, haciendo un ta de Andalucía pone en marcha todo un
«tratamiento que reconcilie a todos». Ac- abanico de políticas públicas de memoria,
titud equidistante que fue contestada por cuyo hito principal fue la elaboración de la
Moreno Gómez recordando que en Cór- Ley de Memoria Democrática de Andalu-
doba había 4.000 demócratas asesinados cía, aprobada en la legislatura siguiente. Se
frente una víctima de derechas [8]. Aquella creó un catálogo de Lugares de la Memoria
propuesta fue zanjada por la alcaldesa en como parte del Patrimonio de Andalucía.
enero de 2009 con la frase «Fue un pensa- En Córdoba ambos cementerios fueron in-
miento en voz alta que al final hemos des- cluidos en dicho catálogo en 2012 y en 2013
cartado», justificando que los familiares de se incluyeron el Sendero de Memoria sobre
las víctimas no querían el monolito sino la la guerrilla en el Barranco de la Huesa (Vi-
exhumación [9]. llaviciosa de Córdoba), los cementerios de
Tres meses después, Rosa Aguilar aban- Santaella y La Guijarrosa, la ruta guerrillera
donaba la alcaldía e IU. Con su sucesor, de «Los Juíles» (Montoro) y la zona de la ba-
Andrés Ocaña, se produjo un cambio y se talla de Valsequillo.
implementó por primera vez una política Las elecciones municipales de 2015 per-
pública de memoria como tal. En junio de mitieron en Córdoba un nuevo cogobierno
2010 se constituyó la Comisión de Memoria municipal PSOE-IU, con el apoyo de Gane-
Histórica para la Construcción de los Muros mos Córdoba. En el acuerdo no se designó
de la Memoria, con presencia política de una delegación que llevase explícitamente
las concejalas de Presidencia y CECOSAM, las políticas de memoria. La Delegación de
técnicos de CECOSAM, Infraestructuras y Cultura (PSOE), encabezada los dos prime-
AMCO, además del Foro por la Memoria, ros años por una concejal vinculada al me-
el Ágora del Pensamiento Social y el Foro morialismo, retiró las medallas al rejonea-
Ciudadano para la Recuperación de la Me- dor Antonio Cañero a petición de Ganemos
moria Histórica. Dichos monumentos se in- Córdoba por su implicación en el bando
auguraron en marzo de 2011, instalando en fascista en 1936.
ambos cementerios sendas placas señalan- Por otro lado, la Delegación de Partici-
do los lugares que fueron utilizados como pación Ciudadana (IU), cuya titular era la
paredón. Sin embargo, en mayo siguiente el secretaria provincial del PCA, llevó a cabo
PP consigue mayoría absoluta en las elec- dos jornadas de temática memorialista en
ciones y toda la incipiente política de me- 2017, incorporando a la temática habitual
moria quedó desmantelada. de la represión franquista, la lucha por
las libertades y por las mejoras los barrios
8.– Francisco Moreno Gómez, 1936. «El genocidio franquis- obreros a través del movimiento vecinal en
ta en Córdoba», Barcelona, Crítica, 2008, p. 5 democracia [10].
9.– Rafael Aguilar, «Aguilar descarta ahora un monolito
para las víctimas de la Guerra Civil», ABC edición Córdo- 10.– Escuela de Participación Ciudadana, «Jornadas
ba, 29 de enero de 2009, https://www.abc.es/20090129/ Memoria Democrática Escuela de Participación Ciudada-
cordoba-cordoba/aguilar-descar ta-ahora-monoli- na», 10 de abril de 2018, https://www.youtube.com/
to-20090129.html (consulta: 30 de julio de 2021). watch?v=xI3HOzFwqZs (consulta: 30 de julio de 2021).

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Las políticas públicas de memoria en Córdoba: un largo recorrido Miguel Ángel Peña Muñoz

En diciembre de 2016 se constituyó la pila y el título dejándolas con la forma de


Comisión de Memoria Histórica del Ayun- su denominación popular; Cañero, Vallella-
tamiento de Córdoba integrada por los no y Cruz-Conde. Algo que IU, Ganemos y
grupos políticos con representación mu- el memorialismo consideraba fraude de ley.
nicipal, los colectivos memorialistas, un Estas tres calles cambiaron de nombre en
representante del movimiento ciudada- junio de 2019, con un gobierno de derechas
no y un representante de la UCO, que ju- en ciernes que prometía su eliminación y
garía el papel de asesoramiento histórico. con dos vías (Cañero y Rey Díaz) en los juz-
La labor de la Comisión duró un año, y sus gados. En ambos casos los tribunales anu-
conclusiones fueron aprobadas en el pleno laron el cambio, en el primer caso por haber
del consistorio en febrero de 2018 ante un sido otorgado el nombre en democracia.
gran revuelo mediático y político. Las con- Animado por estas sentencias, el nuevo
clusiones de la Comisión se pueden dividir Ayuntamiento (cogobierno de PP y Ciuda-
en cuatro apartados; exhumaciones de fo- danos con apoyo de Vox) devolvió en febre-
sas, reparación de las víctimas, eliminación ro de 2020 el nombre a tres vías señaladas
de la memoria franquista y la propuesta de anteriormente en base a la «solución ima-
lugares de memoria democrática. El gran ginativa». Salvo alguna excepción las con-
debate mediático y político se basó en la clusiones del Dictamen no se han ejecuta-
retirada de la memoria franquista del urba- do, en especial las referidas a los lugares de
nismo de la ciudad, y en especial del calle- la memoria.
jero. De las quince propuestas de retirada
(14 vías y la cruz de los caídos) [11] sólo re- Diputación Provincial (2015-...)
sultaron unánimes cinco. Entre las vías en
las que el PP votó en contra destacan tres Los resultados provinciales de las elec-
por su repercusión en los medios; estas son ciones municipales de 2015 propiciaron
Plaza de Antonio Cañero, Avenida Conde un cogobierno en la Diputación Provincial
de Vallellano y Calle José Cruz-Conde [12]. El entre el PSOE e IU. Una de las delegacio-
primero es el rejoneador ya mencionado, y nes que recayó en esta última formación
los otros dos son miembros de una familia fue la de Cultura, que proyectó como una
del patriciado local, con distintos alcaldes de sus líneas de trabajo la memoria demo-
en el siglo XX cordobés siempre en periodo crática en la provincia.
dictatorial. La primera actividad que realizó fue la
El revuelo generó división dentro del exposición Aldo Morandi en España a par-
propio cogobierno, al proponer el concejal tir de las fotos que este brigadista había
responsable (PSOE) la «solución imagina- realizado en el norte de la provincia de
tiva» de retirar de estas vías el nombre de Córdoba durante la Guerra de España. A lo
largo del mandato se realizaron tres jor-
11.– Entre la propuesta de la Comisión no estaba el cam-
nadas; con el Foro por la Memoria, Mu-
bio de la Avenida Fray Albino. Sin duda esta calle hubiese
generado como mínimo la misma polémica de la vía dedi- jeres contra el franquismo. Vida cotidiana,
cada a Cañero. Por la ya mencionada fama de filántropos represión y resistencia en abril de 2016; En-
y por recibir su calle en democracia con alcaldes de IU, cuentro Internacional del exilio republicano
como ya vimos.
en abril de 2019. Así como, junto a la UCO,
12.– Delegación de Presidencia del Excmo. Ayuntamiento
100 años del Trienio Bolchevique en Córdo-
de Córdoba. Dictamen de la Comisión Municipal de la Me-
moria Histórica. Aprobado en el Pleno del Ayuntamiento ba. 1918-1920. El legado del s. XX hoy en
de Córdoba el 13 de febrero de 2018. pp. 341 y ss noviembre de 2018.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 202-209 207


Memoria

Las actuaciones de la Delegación de


Cultura en materia de memoria democrá-
tica generaron de una forma u otra su par-
ticipación en tres documentales; en 2017
García Caparrós. Memoria de nuestra lucha
y Las niñas que vestían de blanco sobre la
educación de las mujeres en el franquismo
en la campiña cordobesa, y en 2018, Lo Po-
sible y Lo necesario sobre Marcelino Cama-
cho, cuya banda sonora fue interpretada
por la Orquesta de Córdoba.
La Diputación creó una línea de sub-
venciones para el memorialismo. También
dentro de esta labor se publicó la reedición
del libro Memoria incómoda. Los abogados
de Atocha de Alejandro Ruiz-Huertas Car-
bonell, superviviente del atentado de 1977
y residente en Córdoba. En abril de 2016
se erigieron monumentos en recuerdo a la
presencia de las Brigadas Internacionales
en Belalcázar, La Granjuela y Valsequillo.
Las elecciones municipales de mayo de Cartel de la convocatoria contra la reposición
2019 propiciaron en la institución un nue- de los nombres golpistas en las calles
vo cogobierno entre PSOE e IU. En dicho cordobesas. Simbólicamente la concentración
pacto se creó una inédita Delegación sobre se realizó el 23F de 2020.
Memoria Democrática, que recaería en IU. dotación a las bibliotecas municipales del
Esta Delegación se dotó de tres líneas llamado «Rincón de la Memoria»; y la idea
de trabajo; el apoyo al movimiento me- de la creación de un concurso dirigido a los
morialista, el apoyo a los ayuntamientos IES de la provincia [13]. En julio de 2021 se
en el desarrollo de una política pública de firmó entre Diputación y la UCO el conve-
memoria y una línea divulgativa y educa-
tiva. Más tarde incorporó una línea más: el 13.– En materia educativa cabe destacar la labor que se
apoyo a los municipios en las exhumacio- ha desarrollado en el Centro de Profesorado (CEP) «Luisa
nes. El apoyo a las asociaciones consiste Revuelta» de Córdoba, dependiente de la Junta de Anda-
lucía, que ha realizado desde el curso 2002-2003 y hasta
básicamente en la subvención para la or-
2017 una decena de jornadas de formación sobre memo-
ganización de eventos y la realización de ria democrática, además de diversos grupos de trabajo
publicaciones. Respecto a los ayuntamien- de profesorado más o menos vinculados con la temática.
tos consiste en la localización de fosas en Véase Rafael González Requena, «La memoria histórica en
la enseñanza» en Julián Hurtado de Molina Delgado y Mi-
sus términos municipales, la eliminación
guel Ángel Peña Muñoz (Coord.): op . cit., pp.254-255. Con
de la memoria franquista en la vía públi- posterioridad al artículo reseñado se ha celebrado una
ca y el establecimiento de lugares de me- jornada más de esta temática en abril de 2021. Cabe des-
moria democrática. En cuanto a la línea de tacar que estas experiencias no forman parte de ninguna
directriz de política pública de memoria sino de la combi-
difusión está la celebración de jornadas
nación de la sensibilidad por la cuestión del coordinador
y congresos; la presentación de un mapa del Ámbito cívico-social en dicha entidad y al papel juga-
de fosas interactivo en febrero de 2022; la do por el Foro por la Memoria en varias de estas jornadas.

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Las políticas públicas de memoria en Córdoba: un largo recorrido Miguel Ángel Peña Muñoz

nio para la creación de la Cátedra de Me- párroco de turno el que agitó la oposición
moria Democrática en dicha Universidad. a la excavación [14].
Para finalizar, no queremos dejar de se- Sin embargo, la sociedad necesita de
ñalar el nombramiento de hijo predilec- unas políticas de memoria democrática
to de la provincia a Juan Romero Romero que hagan sensibles a las nuevas genera-
(con quien abrimos el presente artículo) a ciones. Una democracia debe crear demó-
título póstumo en abril de 2021. cratas, y todo demócrata, debe apostar por
Lamentablemente el reconocimiento concepto a mantener viva la lucha por la
de la memoria democrática y las políticas democracia. Por ello debería ser incuestio-
públicas sobre ella generan una reacción. nable que las instituciones realicen unas
Empezamos con dos ejemplos recientes; políticas públicas de memoria en base a la
pero ya cuando en 2004 se exhumaron las verdad, la justicia, la reparación y la ga-
fosas de Santaella y La Guijarrosa fue el rantía de no repetición.

14.– «Le curé reáctionnaire a réuni quelques ouailles pour


ressusciter les vieilles diatribes et tenter une escarmouche
poussiéreuse.». Jean Ortiz, «Les fosses communes du fran-
quisme: «le cri du silence» en AAVV.: Républicains espag-
nols en Midi-Pyrénées. Exil, histoire et memoire. Toulousse,
Presse Universitaires du Mirail. 2005, p.106

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 202-209 209


Regina Arrieta. Memoria,
exilio y Resistencia
Rocío Negrete Peña
UNED y Université Bordeaux Montaigne

Cuando en 1984 Neus Català publicó sacrificios tuvo que asumir. Se trata de un
una recopilación de testimonios de muje- testimonio comprometido y crítico, donde
res españolas que habían tomado parte en la conciencia de género emerge junto a su
la Resistencia en Francia −y, algunas, se ha- conciencia política. Pero poco más sabe-
bían enfrentado a la Deportación a campos mos de ella. ¿Quién era esta mujer que ase-
de concentración alemanes como Ravens- guraba haber sido dirigente de una de las
brück [1]−, estas voces fueron presentadas estructuras clandestinas de resistentes ex-
como «las olvidadas de los olvidados». En tranjeros frente a la ocupación nazi?
un artículo en L’Humanité diez años des-
pués sobre «las mujeres españolas en la De Sopuerta a Chaumont
Resistencia», volvía a emplearse la fórmula
de las «olvidadas de la historia», cuyo testi- Regina Arrieta nació en 1913 en Sopuer-
monio contribuía a combatir este silencio ta, Vizcaya, aunque vivió hasta su exilio en
sobre «tiempos trágicos sobre los que nadie San Salvador del Valle, hoy conocido como
habla, o casi» [2]. Valle de Trápaga. Esta localidad minera,
Uno de estos perfiles es el de Regina cuna del socialismo vizcaíno, se caracte-
Arrieta [3]. Militante comunista, vizcaína rizaba por unos altos índices de actividad
bien plantada [4], Regina contó a Neus cómo productiva en la que participaban también
partió al exilio tras la caída de Bilbao, cómo las mujeres: junto al salario de los varones,
se enroló en la Resistencia en Francia y qué dedicados a la minería, casi la mitad de los
hogares eran mantenidos gracias la insta-
1.– A este campo, situado cerca de Hannover, fueron de- lación y el trabajo femenino en casas de
portadas más de 130.000 mujeres, de las que murieron huéspedes para los trabajadores forasteros
aproximadamente 92.000. Cerca de 400 de estas mujeres de la mina [5].
deportadas eran españolas, cifras que multiplican el valor
documental de los testimonios recogidos por Neus Català: Allí, Regina militó en las Juventudes Co-
Neus Català: De la resistencia y la deportación. 50 testimo- munistas en los años de la Segunda Repú-
nios de mujeres españolas, Barcelona, Adgena, 1984. blica, fue miembro del Socorro Rojo Inter-
2.– Pierre Durand: «Femmes espagnoles dans la Résis- nacional [6], y más tarde ingresó en el Partido
tance», L’Humanité, 10/5/1995.
3.– Las notas tomadas por Català a partir del testimonio 5.–Pilar Pérez-Fuentes Hernández: Ganadores de pan y
de Arrieta pueden consultarse en el fondo de Neus Català amas de casa: otra mirada sobre la industrialización vasca,
depositado en La Contemporaine, en Nanterre. Bilbao, Universidad del País Vasco, Servicio de Publicacio-
4.– Mikel Rodríguez: Maquis: la guerrilla vasca, 1938-1962, nes, 2004.
Tafalla, Txalaparta, 2001, p. 33. 6.– El Socorro Rojo de España contaba, en el sector

210 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 210-218


Regina Arrieta. Memoria, exilio y Resistencia Rocío Negrete Peña

Comunista de España [7]. En las notas que de verse un pasaje sobre la evacuación de
tomó de su testimonio Neus Català, se es- Santander que fue tachado y no incluido en
pecifica que en estos años, se fue a vivir a la publicación:
Bilbao «con mi marido y mi hijito» [8]. Este
dato es importante, ya que, como veremos, «¡Qué odisea la de aquellos días! Los
no conocemos muchos datos del primero. campesinos también evacuaban llevando
En la capital vizcaína viviría la guerra tras vacas, conejos, etc. Los bombardeaban
el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. constantemente, incluso por las noches.
Con la ofensiva militar franquista en Yo iba con mi niño y mi hermana con su
el Frente Norte y ante las dificultades de hijo paralítico y una niña pequeña. Fueron
abastecimiento, comenzaron desde fina- días horribles. Qué desbarajuste y cuándos
les de marzo de 1937 las evacuaciones muertos [12]».
masivas de la población civil, compuesta
por mujeres, niños y ancianos. En el caso Desde Santander, ante la próxima caí-
de Regina, «pasé a Francia cuando cayó da de la ciudad, embarcaron hacia Francia
Bilbao, escapando hacia Santander» [9]. En «gracias al Gobierno de Euzkadi que había
efecto, en Euzkadi Roja, el 14 de mayo de organizado la evacuación de los menores de
1937 se incluían entre las listas de personas 14 años y las madres con niños» [13]. Para el
«para recoger las tarjetas de evacuación» total de evacuados por vía marítima, Miguel
correspondientes al Partido Comunista de Mayoral ha contabilizado unas 2.854 muje-
Euzkadi los nombres de Regina, Delfina y res, de las cuales el 7,5% del PCE, el 2% de
Ester Arrieta Mendizábal [10]. Hasta 170.000 la JSU y el 3% del Socorro Rojo [14], entre las
personas se concentraron en la capital cán- cuales se encontraría Regina. Una vez lle-
tabra a principios del mes de agosto, entre gada a los puertos atlánticos de Francia, las
el pánico y la desesperación ante el avan- mujeres de la familia Arrieta fueron lleva-
ce de las tropas, como recogió también la das a distintos puntos del Hexágono. Regina
nacionalista vasca Polixene Trabudúa en cuenta que fue conducida a «Chamont (sic),
sus Crónicas de amama [11]. Del testimonio cerca de la frontera alemana» [15], y así figura
transcrito de Arrieta por Neus Català, pue- su nombre, junto al de su hermana Delfina
en la «Relación de los adultos y niños que
Euzkadi, con 9.500 afiliados en junio de 1936, siendo
el tercero con más militancia tras Asturias y Madrid,
procedentes de Santander están atendi-
y 43.000 en junio 1937: «Estadística de afiliados del dos en Landres (Haute Marne)» [16]. Tenían
Socorro Rojo de España», Archivo PCE.
7.– En marzo de 1937 había en Euskadi 12.000 afiliados al 12.– Testimonio escrito de Regina Arrieta, p. 3.
PCE, de los cuales 500 mujeres. Fernando Hernández Sán- 13.– Ibid.
chez: «El PCE en la Guerra Civil», Tesis de doctorado, Uni-
14.– Miguel Mayoral Guíu: «Evacuación y acogida en Fran-
versidad Nacional de Educación a Distancia, 2010, p. 364.
cia de los refugiados procedentes del frente norte durante
8.– Testimonio escrito de Regina Arrieta, p. 3. Fonds la guerra civil española 1936-1937», Tesis de doctorado,
Català i Pallejà, Neus : FΔ 1848/1. Bibliothèque de do- Universidad de Salamanca, 2013, pp. 187, 194-7.
cumentation La Contemporaine, Paris.
15.– Neus Català, De la resistencia y la deportación, p. 53.
9.– Neus Català, De la resistencia y la deportación, p. 53. En realidad, se trataría de Chaumont-en-Bassigny (Haute
10.– «Bilbao organiza su defensa. Las evacuaciones», Eu- Marne).
zkadi Roja, Órgano del CC del Partido Comunista de Euzkadi, 16.– Listados formados por el Departamento de Asisten-
200 (14/5/1937), p.6. cia Social de evacuados en Francia, 1937: Archivo Históri-
11.– Polixene Trabudua de Mandaluniz: Polixene, crónicas co del Gobierno Vasco. Fondo del Departamento de Asis-
de amama, Bilbao, Fundación Sabino Arana, 1997, p. 129 tencia Social. Sección de evacuación: Euskadiko Artxibo
y ss. Historikoa - Archivo Histórico de Euskadi (AHE).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.210-218 211


Memoria

23 y 28 años. Por su parte, entre las listas namiento desde octubre de 1940 y estación
de «mano de obra voluntaria española» del de paso para judíos camino a la deportación
campo de La Mayre (Ardèche) en 1939 reco- y para los trabajadores del Service Obliga-
gidas por la Commisssion d’aide aux enfants toire du Travail (STO). Desde julio de 1941,
espagnols réfugiés en France, encontramos se abrió un pabellón destinado a presos
a Ester Arrieta, propuesta para trabajar en políticos, específicamente los comunistas.
una «fabrique de transmisión» [17]. Sin embargo, no tenemos evidencias de
En algún momento entre 1940 y 1942, que entre estos últimos haya estado Regi-
Regina Arrieta escribió desde Chaumont a na, quien se refería a este espacio como «el
la embajada mexicana en Francia con el ob- «refugio»», desde el cual «un grupo de co-
jetivo de conseguir plaza en los embarques munistas españoles estábamos ya organi-
hacia este país, «dada la situación angustio- zados» y «establecimos el contacto entre el
sa en que nos encontramos los españoles y Partido y la Resistencia» [20]. Así, este campo
en virtud del reciente acuerdo con respecto de internamiento y de detención funcionó
a los refugiados entre su país y el gobierno como espacio de encuentro para su entrada
de Francia» [18]. Sin embargo, este embarque en Resistencia.
le debió de ser denegado y su destino le lle- Una vez materializada su entrada en las
varía por otros derroteros. redes informales y clandestinas de la Re-
sistencia, como gran parte de las mujeres
«Tenía que trabajar, criar a mi hijo, desarrolló un trabajo como agente de en-
hacer la Resistencia» lace [21]. Sobre su indispensable papel, Vito-
rio Vicuña explicó que
En Chaumont, Regina Arrieta habría tra-
bajado en la ayuda a la España republicana «…los enlaces entre los destacamentos y
«junto con amigos franceses y españoles su abastecimiento se hacían por carretera
de la emigración económica» [19]. A partir de o campo traviesa. Por carretera utilizába-
esta red de contactos, seguramente consi- mos grupos de mujeres en bicicleta. Te-
guió, como otras muchas mujeres españo- nían documentación y eran legales (…) Se
las, un puesto de trabajo que le permitiera jugaban la vida con sus bicicletas, llevando
insertarse en la economía francesa escapar los tickets de racionamiento, medicinas,
del internamiento, al menos temporalmen- munición, prensa clandestina e instruc-
te. O, por sus actividades políticas, podría ciones hasta el centro de los bosques. Pero
haber sido detenida. no había mujeres en los mismos destaca-
Ambas opciones son plausibles para ex- mentos. Aunque yo prefiero jugarme la
plicar su llegada a París. Su relato de parti- vida en el monte que estar en una carre-
cipación en la Resistencia comienza en la tera con el peligro de caer en manos de las
Caserne des Tourelles, en la capital francesa, patrullas» [22].
un antiguo cuartel militar, campo de inter-

17.– AN 20010221/2 Commission d’aide aux enfants espa-


gnols refugiés en France. 20.– Ibid.
18.– «Regina Arrieta a la Embajada de México en Francia», 21.– La historiadora Tiphaine Catalan advierte cómo el
Chaumont (Haute Marne), S.f: Archivo de la Embajada de desempeño de tareas de enlace, sobre todo en las mu-
México en Francia (AEMFRA) (1933-1953) LEG 362 EXP 2: jeres, entrañaría toda una serie de actividades diversas,
Fundación Pablo Iglesias.. aunque agrupadas bajo esta denominación.
19.– Neus Català, De la resistencia y la deportación. p. 53. 22.– Mikel Rodríguez, Maquis, p. 55.

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Regina Arrieta. Memoria, exilio y Resistencia Rocío Negrete Peña

Así, en sus testimonios, la mayor parte Esta etapa de frenética actividad fue
de las mujeres españolas que fueron enla- descrita por Regina en tales términos: «Te-
ce contaban cómo se aprovechaban de pa- nía que trabajar, criar a mi hijo, hacer la
sar más fácilmente desapercibidas que los Resistencia» [27]. A la actividad resistente
hombres para desarrollar estas actividades, se le unían las tareas ligadas con la super-
si bien conscientes del riesgo que conlle- vivencia económica y la manutención, así
vaban. En efecto, la construcción social de como con las responsabilidades familiares.
la feminidad era hábilmente utilizada por De este tipo de testimonios se extrae la evi-
las mujeres resistentes para no levantar dencia de que, al difuminarse las fronteras
sospechas, al suponerse que no estaban entre lo cotidiano y lo militante en las «so-
politizadas. La propia Regina Arrieta con- ciedades subterráneas» de la Resistencia,
taba cómo, gracias a los contactos con una la vida de estas mujeres quedaba profun-
camarada española que era costurera, en- damente marcada y ligada a su compro-
viaba y recibía información entre los uten- miso. Este las llevó, ciertamente, a tener
silios de costura y la ropa. En otro pasaje, que asumir determinados sacrificios en el
evocaba que fue llamada por la policía para ámbito personal. Para Regina, fue la sepa-
traducir una carta que venía del pabellón ración de su hijo, con el que había partido
de presos políticos en Tourelles «pensando al exilio, dejándolo a cargo de su hermana
que siendo mujer no sería comunista» [23]. debido a su traslado a Dordogne en el mar-
La etapa en el refugio de Tourelles ter- co de sus responsabilidades políticas. Esta
minó para Regina con la consecución de decisión fue vivida como un drama perso-
un trabajo remunerado. De acuerdo con los nal, al quedar cuestionada su papel como
camaradas franceses de la CGT, «me puse buena madre: «Hay momentos en que aun
a trabajar de servicio en una villa ocupa- pienso»: ¿Mi hijo no habrá sufrido dema-
da por los alemanes» [24]. Esta entrada en siado por nuestra separación, no estará
el mercado de trabajo le permitía no sola- marcado para toda la vida? Siempre tengo
mente solucionar su situación legal, sino un remordimiento» [28].
también continuar sus actividades en la El mencionado traslado a la región de
Resistencia metiéndose en la boca del lobo, Dordogne y posteriormente a Lyon y Tou-
sirviéndose de nuevo de nuevo a su condi- louse se explica por la creciente impor-
ción de género. Así, otras mujeres resisten- tancia del papel desempeñado por Regina
tes como Soledad Alcón [25] también apro- Arrieta en la Resistencia, llegando a ser
vecharon su trabajo con los alemanes para nombrada parte de la dirección de los gru-
obtener información o desarrollar activida- pos de los FTP-MOI (Francs-tireurs et parti-
des de sabotaje. En su caso, en el testimo- sans - Main-d’œuvre immigrée) y parte de la
nio original transcrito por Neus Català, Re- 2ª Brigada de Guerrilleros Españoles. Estas
gina Arrieta especificaba que dicho trabajo estructuras, según Vitorio Vicuña estaban
podía ser «en la confección de ropa militar compuestas por «inmigrantes, sin domi-
para los alemanes, o mejor de servicio en la cilio ni documentación», «gente con unas
administración» [26]. ideas, con experiencia, curtida, que estaban
en Francia por sus ideas, preparada ideoló-
23.– Testimonio escrito de Regina Arrieta, p. 7. gicamente, con pasión por luchar contra el
24.– Neus Català, De la resistencia y la deportación. p. 54.
25.– Testimonio de Soledad Alcón. En: Ibid., p. 43. 27.– Neus Català, De la resistencia y la deportación. p. 54.
26.– Testimonio escrito de Regina Arrieta, p. 9. 28.– Ibid., p. 55.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.210-218 213


Memoria

fascismo. Y eso repercutía en que llevába-


mos la lucha adelante pese a las condicio-
nes materiales, porque sabíamos que nues-
tra causa era justa» [29]. Sin embargo, a pesar
de ocupar puestos de dirección, Regina si-
guió desempañando trabajos como enlace,
«pues ese sambenito no me lo quitaron de
encima. A pesar de las protestas de la direc-
ción de la MOI continué mi doble actividad.
Fui la mujer-orquesta» [30].
En la narración de estos episodios, se
destaca la particular predisposición feme-
nina: «Hay que decir que para los graves
problemas, para las situaciones delicadas,
los hombres de la Resistencia se apoya-
ban en el trabajo y determinación de las
mujeres» [31]. De hecho, a lo largo de su testi-
monio, Regina enuncia en varias ocasiones
la paradoja entre la falta de reconocimiento
a las mujeres resistentes y el papel central
que asumieron. De este modo, la denuncia
de este olvido formó parte de la continua- Certificado de pertenencia a las Forces
ción de su compromiso político y memorial Françaises de l’Intérieur (Fuente: Bibliothèque
en la posguerra mundial. de documentation La Contemporaine, Paris)
no duro y difícil, como admiro a todas las
Tras las huellas de Regina Arrieta muchachas y mujeres de otras tendencias
políticas con las que luchamos estrecha-
Con la Liberación del territorio francés mente unidas. Pero también hemos tenido
y la victoria aliada en la Segunda Guerra sufrimientos y decepciones, que nos han
Mundial, la construcción memorial de la procurado algunas veces nuestros compa-
Resistencia en clave nacional y masculina ñeros de combate. A fin de cuentas somos
relegó a mujeres como Regina Arrieta a un «auxiliares». Para ellos, los honores; para
segundo plano. Así lo manifestaba en su nosotras, el olvido [32]».
testimonio:
La lucha en la Resistencia en Francia
«En el fondo estoy satisfecha con mi vida. había representado para estas mujeres
No he sido valiente, cumplí sencillamente que simplemente cumplieron con su deber
con mi deber de comunista. Admiro a esas una continuación de un espíritu antifas-
mujeres que no estaban tan motivadas, que cista. Como destacaba el informe general
dejaron su buen vivir para seguir un cami- del primer Congreso Nacional de Unión de
Mujeres Españolas celebrado en Toulouse
29.– Mikel Rodríguez, Maquis, pp. 45-6. (1946), «participamos en la lucha liberadora
30.– Neus Català, De la resistencia y la deportación. 50 tes- del pueblo francés, porque luchar aquí, era
timonios de mujeres españolas, p. 55.
31.– Neus Català, De la resistencia y la deportación, p. 54. 32.– Ibid., p. 55.

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Regina Arrieta. Memoria, exilio y Resistencia Rocío Negrete Peña

Ficha de Regina Arrieta (9/8/1946), Censo de vascos refugiados en la República francesa.


(Fuente: Archivo Histórico del Gobierno Vasco).

ayudar a nuestro pueblo» y «a las mujeres rondaban el millar de militantes [34], inclu-
españolas se nos encontraba en todos los yendo a Regina y a su hermana Ester, como
lugares de la resistencia». Para ilustrar este consta también en su ficha.
cometido, se aportaba una lista de nombres La acción militante de Regina Arrieta se
destacados, entre los que se incluía el de la centró en la colaboración con la prensa vas-
propia Regina Arrieta. ca comunista en el exilio. Por ejemplo, escri-
En 1951, la militante vizcaína vio reco- bió en el periódico Alkartu sobre «la Juven-
nocidos sus servicios desde 1943 y hasta tud vasca en la Unión Soviética». A partir de
marzo de 1945, como consta en su «Certi- la correspondencia mantenida con Javier de
ficat d’appartenance aux Forces Françai- Landaburu a raíz de este artículo en noviem-
ses de l’Intérieur», lo cual no fue la norma bre de 1945, comprobamos que su papel en
para todas las mujeres españolas de la dicha publicación no se reducía a la escritu-
Resistencia interior o exterior, como ha ra de algunos artículos, sino que sería una
denunciado Diego Gaspar [33]. No obstan- de las principales responsables de esta. En
te, la norma fue seguir reconstruyendo sus efecto, la dirección a la que se dirigía la co-
vidas en el exilio, ante la permanencia del rrespondencia de la Delegación del Gobier-
régimen franquista en España. Gracias al no en Euzkadi con Alkartu es la misma que
«censo de vascos refugiados en la República detallaba Regina en su ficha del «censo de
francesa» podemos ubicar a Regina Arrie- vascos»: 12 rue [Jean] Calas, en Toulouse [35].
ta, «separada de su marido» y en compañía
34.– Violeta Marcos estima esta cifra a partir de los datos
de su hijo Rafael Martín Arrieta, dedicada de la policía secreta de Haute Garonne y la documentación
a «sus labores» y militante del Partido interna del PCE. Violeta Marcos Álvarez: «Los comunistas
Comunista de Euzkadi en Toulouse. En la españoles exiliados en la región de Toulouse, 1945-1975»,
El exilio republicano español en Toulouse, 1939-1999, Pres-
región tolosana, los comunistas españoles
ses Univ. du Mirail, 2003, p. 151.
33.– Diego Gaspar Celaya: «Combatir sin armas. Mujeres 35.– Archivo Histórico del Gobierno Vasco. Fondo del De-
españolas al servicio de la Francia combatiente, 1940- partamento de Presidencia. Correspondencia 1945-1978:
1945», Historia social, 97, 2020, pp. 135-55. AHE.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.210-218 215


Memoria

Regina Arrieta en una reunión del Comité Nacional de la Amicale des anciens guerrilleros
Espagnols en France (FFI). (Fuente: Bulletin d’information de l’Amicale des anciens guérrilleros
Espagnols en France, 5, novembre de 1977.

Este periódico fue editado en Francia y Mé- ra de que las leyes de la República puedan
xico [36] por el PCE desde 1945 y luego pasó legalizar mi situación con el divorcio jurídi-
a denominarse Euzkadi roja, en homenaje a camente» y que, además, esta intervención
la publicación homónima durante la guerra. no era la primera, pues ya había vivido una
Sin embargo, esta actividad estuvo limi- operación de estómago en 1942 [37]. En una
tada al delicado estado de salud y al ejer- carta posterior explica que, finalmente, di-
cicio de responsabilidades familiares en el cha intervención no fue necesaria, por lo
exilio. En 1946 solicitaba asistencia econó- que renunciaba a los 1.000 francos que se le
mica para afrontar una operación de riñón habían ofrecido, ya que «la consulta del es-
al Gobierno de Euzkadi en París, argumen- pecialista y análisis me los ha pagado por el
tando que «mi situación física es muy mala, Hospital Varsovia que está sostenido como
económica igualmente, pues yo soy la única saben por el Unitarian Comitee» [38].
sostén de mi hijo». En su súplica, explicaba Regina Arrieta continuó en su exilio en
cómo «su padre se encuentra en Bilbao de
37.– Archivo Histórico del Gobierno Vasco. Fondo del De-
quien estoy divorciada moralmente en espe-
partamento de Presidencia, 1946-1948: AHE.
38.– Archivo Histórico del Gobierno Vasco. Fondo del De-
36.– Dolores Ibárruri: «Por la libertad de Euzkadi». Alkartu partamento de Presidencia, 1943-1947, Sección: Delega-
(México), 10/12/1945. ciones, Subsección de Bayona: AHE.

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Regina Arrieta. Memoria, exilio y Resistencia Rocío Negrete Peña

Toulouse (o, al menos, no hemos encontra- viembre de 1978, donde se rendía homena-
do pruebas documentales que demuestren je al guerrillero fusilado por el franquismo,
lo contrario). En cuanto a su hermana Ester Cristino García.
llegó a la URSS en 1960, donde tenía a sus La trayectoria de Regina Arrieta estuvo
hijos, y fue repatriada 7 años después [39]. profundamente marcada por su compro-
Tras la muerte de Franco, pasó a formar miso militante comunista y por el deber de
parte del Comité Nacional de la Amicale memoria. Este compromiso significó para
des anciens guerrilleros Espagnols en France ella una serie de renuncias (empezando por
(FFI), cuya primera Asamblea Nacional ha- el exilio). Sin embargo, siempre mantuvo
bía tenido lugar en abril de 1977 en Toulou- viva su voz, pues, como le reconocía a Neus
se [40]. Así, aparece en la fotografía tomada Català, «nosotros hemos vivido cosas más
en la reunión del Comité Nacional en no- trágicas e importantes» [41].

39.– Ángel Luis Encinas Moral: Fuentes históricas para el


estudio de la emigración española a la U.R.S.S. (1936-2007),
Exterior XXI, 2008, p. 191.
40.– Bulletin d’information de l’Amicale des anciens guérril-
leros Espagnols en France, 1 (octobre 1977). 41.– Neus Català, De la resistencia y la deportación., p. 56.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp.210-218 217


Memoria

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Núm. 8

Revista de Historia de la FIM Núm. 8, 2o semestre de 2019


La revolución alemana: Perspectivas y contingencias

www.fim.org.es

La revolución alemana:
Perspectivas y contingencias
ISSN: 2529-9808

núm. 6 | 2018 núm. 7 | 2019 núm. 8 | 2019 núm. 9 | 2020 núm. 10 | 2020
Núm. 13
Núm. 12

Revista de Historia de la FIM Núm. 12, 2o semestre de 2021 Revista de Historia de la FIM Núm. 13, 1er semestre de 2022
El «derecho al olvido»: Uso, abuso e instrumentalización

Contiendas por la memoria

www.fim.org.es www.fim.org.es

El «derecho al olvido» Contiendas


Uso, abuso e instrumentalización por la memoria
frente a la investigación Violencia política,
histórica represión y justicia
ISSN: 2529-9808

ISSN: 2529-9808

en América Latina

núm. 11 | 2021 núm. 12 | 2021 núm. 13 | 2022

218 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808, pp. 210-218


Autores
Secciones: Dossier y Autor Invitado

Gabriela Águila. Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Rosario. Investigadora


del CONICET y Profesora Titular de Historia Latinoamericana contemporánea. Sus líneas de
investigación refieren a la historia reciente argentina, en particular al estudio de la última
dictadura militar, el ejercicio de la represión y la transición democrática. Con publicaciones en
numerosas revistas y obras colectivas, ha coordinado Represión estatal y violencia paraestatal
en la historia reciente argentina: Nuevos abordajes a 40 años del golpe de Estado (2016). Es coor-
dinadora de la Red de Estudios sobre Represión y Violencia Política (RER).

Eugenia Allier Montaño. Investigadora senior del Instituto de Investigaciones Sociales de la


Universidad Nacional Autónoma de México y docente en el Colegio de Estudios Latinoame-
ricanos de la misma universidad. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel
III) de México. Su último libro es 68, el movimiento que triunfó en el futuro. Historia, memoria y
presente (IIS-UNAM/Bonilla Artiga, 2021). Recientemente editó, con César Iván Vilchis Ortega
y Camilo Vicente, En la cresta de la ola. Debates y definiciones en torno a la historia del tiempo
presente (IISUNAM-Bonilla Artigas, 2020). En 2021 fue nombrada persona experta en la Co-
misión para el acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las
Violaciones graves a los Derechos Humanos cometidas de 1965 a 1990 en México.

Carlos Fernández Rodríguez. Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid.


Sus líneas de investigación han sido diversas, destacando la historia del comunismo, de la
oposición y la represión al franquismo y de la historia social y memoria en la militancia co-
munista. Ha formado parte del grupo de investigación, «Madrid, una ciudad en guerra, 1936-
1953» y de «Historia Social», ambas de la UCM y en la actualidad forma parte de la Sección de
Historia de la FIM y es miembro de la sección de Memoria en la revista Nuestra Historia. Entre
sus obras más destacadas destacan: Madrid Clandestino. La reestructuración del PCE, 1939-
1945 (2002), La lucha es tu vida. Retrato de nueve mujeres republicanas combatientes, (2008), Los
otros camaradas. El PCE en los orígenes del franquismo (1939-1945) (2020), Comunistas contra
Franco. Cien años de lucha (2022) y del libro colectivo Un siglo de comunismo en España II. Pre-
sencia social y experiencias militantes (2022).

Laura Andrea Ferro Higuera. Estudiante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Maestra en Estudios Políticos y Sociales
de la UNAM, y politóloga de la Universidad Nacional de Colombia. Sus intereses de investiga-
ción giran en torno a los derechos humanos, memoria, género y metodologías participativas
de investigación. A lo largo de su formación académica y profesional ha trabajado en temas de
desplazamiento forzado y acción política.

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808 219


Autores

Carlos Forcadell Álvarez. Catedrático de Hª Contemporánea en la Universidad de Zaragoza.


Ha centrado sus investigaciones en el campo de la historia social de la España Contemporá-
nea y en diversas cuestiones relacionadas con la historia cultural y política de la sociedad o la
historia de la historiografía. Entre otros libros es autor de Parlamentarismo y bolchevización. El
movimiento obrero español, 1914- 1918 (1978). Editor junto a Juan José Carreras de Usos públi-
cos de la Historia (2003); ha co-dirigido el III volumen de la Historia de las culturas políticas en
España y América latina. Co-autor de El pasado en construcción. Revisionismos históricos en la
historiografía contemporánea (2015) y La Restauración y la República, 1874-1936 (2015); editor
de Lecciones sobre historia. Juan Jose Carreras Ares (2016) y comisario, con Alberto Sabio, de
la exposición «Paisajes para después de una guerra. El Aragón devastado y la reconstrucción
bajo el franquismo, 1936-1957» (2006). Fue Presidente de la Asociación de Hª Contemporánea
(2006-2014) y director de la revista Ayer (2006- 2010). Desde 2007 es director de la Institución
Fernando el Católico.

Janaina Martins Cordeiro. Profesora de Historia Contemporánea en la Universidad Federal


Fluminense, Joven Científico de Nuestro Estado en la Faperj y Becario de Productividad en el
CNPq. Es autora de A ditadura em tempos de milagre: comemorações, orgulho e consentimento
(FGV, 2015), Direitas em movimento: a Campanha da Mulher pela Democracia e a ditadura no
Brasil (FGV, 2009) y una serie de artículos publicados en revistas académicas. Actualmente
investiga los procesos de integración de la memoria de las dictaduras comunistas de Europa
Central en la Unión Europea.

Teresa Santiago Oropeza. Doctora en Humanidades, línea filosofía política. Profesora-in-


vestigadora del Departamento de Filosofía de la UAM-Iztapalapa. Investigadora Nacional (ni-
vel 2). Sus áreas de interés son la filosofía del conflicto y la filosofía política moderna. Autora
de: Justificar la guerra (UAM/México, 2001); Función y crítica de la guerra en la filosofía de I.
Kant (Anthropos/Barcelona, 2004); La guerra humanitaria (Gedisa/México, 2013); Bárbaros vs
civilizados. La polémica Las Casas-Sepúlveda (UAM-); co-autora con Carlos Illades: Estado de
Guerra, de la guerra sucia a la narcoguerra, (ERA/2014) y Mundos de muerte: Despojo, crimen y
violencia en Guerrero (Gedisa/México, 2019).

Sergio Tischler. Profesor-investigador del Posgrado en Sociología del Instituto de Ciencias


Sociales y Humanidades «Alfonso Vélez Pliego» (ICSyH) de la Benemérita Universidad Autó-
noma de Puebla y co-coordinador del Seminario Permanente «Subjetividad y Teoría Crítica»
en la misma institución. Autor de varios libros; entre ellos, Tiempo, memoria y sujeto (2005);
Revolución y destotalización; Imagen y dialéctica. Mario Payeras y los interiores de una constela-
ción revolucionaria (2009); Tiempo y emancipación. Mijaíl Bajtín y Walter Benjamín en la Selva
Lacandona; Guatemala 1944: crisis y revolución. Ocaso y quiebre de una forma estatal. Reciente-
mente coordinó el libro Astillas de tiempo rebelde. Luchas y reflexiones desde la mirada de Walter
Benjamin.

220 Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808


Autores

Vivien Valenzuela Romero. Licenciada en Historia y en educación en Historia y Ciencias


Sociales. Profesora de Estado en Historia y Ciencias Sociales, además de Magíster en Historia
de la Universidad de Santiago de Chile. Su área de investigación es la política militar de or-
ganizaciones de izquierda chilenas, en especial del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR) durante las décadas de 1960 y 1970.

Isabella Villarinho Pereyra. Profesora de Educación Básica y candidata a doctora en His-


toria Social por la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde realiza una investigación ti-
tulada Rosário em mãos contra o comunismo: Patrick Peyton e a cruzada do Rosário em família
no Brasil 1962-1985. Es investigadora visitante en la Divinity School de Yale (beca Fullbright,
2022-2023) y autora de A ditadura nos trilhos: o cotidiano dos ferroviários entre a repressão e o
consenso (1964-1974) (Appris, 2022).

Nuestra Historia, 13 (2022), ISSN 2529-9808 221


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