La Fiesta de San Bartolomé O de Los de La Ciudad de Potosí: Música Y D A N Za en U N A Fiesta Citadina A Ndina
La Fiesta de San Bartolomé O de Los de La Ciudad de Potosí: Música Y D A N Za en U N A Fiesta Citadina A Ndina
La Fiesta de San Bartolomé O de Los de La Ciudad de Potosí: Música Y D A N Za en U N A Fiesta Citadina A Ndina
1. Introducción
La fiesta tiene sus orígenes en los tiempos precolom binos y combina ele
m entos de tres culturas—la aymara, la quechua y la española. Hay un pueblo
como a tres kilómetros de Potosí que se llama Cantum arca (en aymara “p u e
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blo del extrem o”). La versión más antigua del origen de la fiesta viene del si
glo XVI (Torres 1990), y dice que la gente de este pueblo tenía un santuario
dedicado a una deidad identificada con el demonio, a quien hacía ofertas y
sacrificios para que le diera respuestas a sus consultas, como una especie de
oráculo griego. Llegados los jesuitas a Potosí a fines del siglo XVI, un cura
fue al sitio del santuario— dos peñas de una quebrada— y construyó un altar
y una capilla dedicados a San Bartolomé, para ahuyentar al diablo. Este acto
se celebra en la fiesta cada año. La versión contenida en la famosa y m onu
m ental “H istoria de la Villa Im perial de Potosí” (Arzans de O rsua y Vela,
edición de 1965) sostiene que el motivo de la devoción al dem onio fue otro:
para apaciguarlo de m odo que se evitara que m urieran los viajeros que pasa
ban p o r las dos altas peñas (las cuales repentinam ente se juntaban, aplas
tando a los viajeros).
Una tercera versión (Jaimes 1905), que forma la base de las celebraciones
actuales, dice que el diablo arrastró a una mujer joven de una com unidad
cercana llamada Sapallay, y la guardó en una cueva entre las peñas. P or eso la
gente bautizó al diablo con el nom bre de Chutillo, o sea “genio que daña y
huye”1, y construyó un nicho cerca de la cueva, em potrando en él una cruz
que desalojó al diablo. Para vengarse, el diablo corría a Potosí para llenar la
ciudad de “guerras, alborotos, raptos y m atanzas”. En torno, para evitar las
molestias causadas por el diablo la gente construyó una especie de altar en el
nicho y colocó allí una figura de San Bartolomé y cada 24 de agosto la gente
cabalgaba en muías a la cueva— llamada “La Puerta del D iablo”— para asus
tar y ahuyentar al demonio.
Estas tres versiones, y dos más que son variantes de ellas, tienen en común
los siguientes elementos: los orígenes de la fiesta son pre-incaicos; antes de la
llegada de los jesuitas a fines del siglo XVI, había en el lugar de la cueva y
Cantum arca una especie de culto a un ser que la gente identificaba como una
deidad, un culto que parece haber sobrevivido durante el tiem po de los
Incas; y por varios motivos los jesuitas se apoderaron de este culto con el fin
de convertirlo en un rito católico que representaba el triunfo del bien sobre
el mal.
Hay una sexta versión de la leyenda que nos ofrece una interpretación ra
dicalm ente distinta de las anteriores, y que fue publicada en la prensa poto-
sina en 19892:
Había una vez un hombre que se atribuía de muchos méritos y por los que exigía
tomarse libertades que nadie podía sofrenar. Y tal es el caso que con derecho posee a
cuantas mujeres puede y en especial a una, en la cual tiene un hijo. Y este hijo es un
espurio que tiene que ser ocultado por la afrenta que sufre la madre. Posteriormente el
hijo, ya crecido, vuelve al seno de su comunidad y allí surge el conflicto porque no sabe
quién es su padre; empero la comunidad sí lo sabe y le arrostra como un baldón. El hijo
busca a su padre y lo encuentra.
El es un ser que vive en una cueva, apartado por razones obvias. El hijo reclama al
padre su paternidad. El padre— que no es sino el diablo, la encarnación de la maldad—
le introduce a la cueva y allí lo mata. Entonces, el hijo así sacrificado se transmuta en
santo. SANTO que viene en denominarse SAN BARTOLO.
Música y danza en una fiesta citadina andina 335
Casi todas las características que estos cambios han producido en la fiesta
se pueden encontrar en las otras tres fiestas folklóricas principales de Bo
livia— las de La Paz, O ruro y Cochabamba. Incluso hay muchos conjuntos de
baile que bailan en las cuatro fiestas, y la naturaleza de la Entrada Folk
lórica— el elemento central de todas ellas— varía más en escala que en carác
ter regional. Sin embargo, el cuadro emergente de una convergencia entre es
tas cuatro fiestas no debe ignorar varios elementos regionales y andinos que
han sobrevivido a esta transformación y a continuación voy a examinar la
danza y la música en más detalle.
4. La d an za y la indum entaria
5. La m ú sica
En la E ntrada cada conjunto iba acom pañado de una banda, la gran mayo
ría de metales, y ésta m archaba casi siempre detrás de los bailarines. La m a
yoría de los participantes se vestían con tem os grises u oscuros, o por lo
menos con una chaqueta. Este indum ento sobrio y formal contrastaba con la
vestimenta colorida y llamativa de los bailarines. El aspecto físico de los
músicos sirvió para subrayar algo notado p o r Albó y Preiswerk:
Los músicos ya son algo separados; no son más que unos especialistas, tanto ocasio
nales como profesionales, que simplemente se contratan al mejor postor. No puede
concebirse comparsa sin música, pero cuando ésta proviene de bandas contratadas,
cada sector va desarrollando su propia dinámica: las comparsas y fraternidades por un
lado, y los músicos por otro (1986:71).
Este tipo de profesionalismo y comercialización del acom pañam iento del
baile, es la antítesis del concepto andino de la música en la fiesta. Para em
pezar, en el campo, los músicos son miembros de la misma com unidad, no
contratados afuera. D entro de la com unidad hay un sistema formalizado que
respeta varios papeles distintos, por ejemplo en el N orte de Potosí los dos p a
santes de una fiesta— llamados alferéz y mayora— tienen la responsabilidad
de proveer los instrum entos y las melodías para las fiestas, aunque después
de enseñárselas a los músicos ellos mismos no tocan en la fiesta (Stobart
1990).
Las melodías, los tipos de instrum entos tocados (de acuerdo con la época),
la división de la labor musical según el sexo, la preparación de los instru
mentos y la sirena2 y otros aspectos de la música en las fiestas rurales tienen
sus reglas fijas, relacionadas con una cosmología completa. El concepto de la
música como un m ero acompañamiento a un espectáculo colorido, cum
pliendo la función de entretenim iento en vez de ritual, es totalm ente ajeno al
espíritu y las tradiciones andinas.
Siguiendo esta línea, ha habido varios cambios en la estructura musical de
los temas tocados en las grandes fiestas, que se m ostraban en la Fiesta de San
Bartolomé. El reemplazo de quenas, sikus y pinkillus por instrum entos m e
tálicos; el apartarse del marco de la música pentatónica; la influencia de la
música europea en la afinación y escalas de los instrumentos; la adaptación
de temas populares de las casas discográficas para bandas metálicas; y la adi
ción de nuevos adornos musicales, son todos ejemplos de cambios profundos
en el estilo y el significado de la música de la fiesta (Albó & Preiswerk 1986).
Sin embargo, hay elementos andinos que han sobrevivido: en las bandas de
instrum entos metálicos, por ejemplo, se puede notar el principio de arca e ira
(o sea, la división de una melodía de m odo que se requiera por lo menos dos
personas para tocar una melodía completa), que tam bién perm ite el descanso
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dedicado las energías y escasos recursos que tienen disponibles para revivir el
Festival de “C om padres” que se celebra una semana antes de Carnaval, y que
conm emora a los mitayos y su sufrimiento, y es controlado com pletam ente
por los m ineros mismos, sin participación directa del estado local.
(4) Las tradiciones folklóricas de Potosí están siendo distorsionadas por las
¡novaciones modernas en la vestimenta, el estilo de baile y el papel de la
música; y por la inclusión del folklore de otras partes del país. H ay que
investigar y rescatar los rasgos principales de la fiesta antigua en cuanto
a estos aspectos, para recrear y m antener una tradición antigua y neta
m ente potosina. Esta crítica fue hecha por un historiador y ex-minero
potosino, D on Víctor Villanueva, a quien le debo mucha información
sobre la historia y los orígenes de la fiesta.
(5) La dimensión religiosa de la fiesta debe reinstaurarse como el elemento
central, reem plazando el del espectáculo público.
En este m om ento estas voces disidentes parecen ser minoritarias, y sola
mente el tiempo dirá si tendrán alguna influencia sobre la forma, el conte
nido y el significado popular de la fiesta.
7. C on clu sio n es
N o ta s
1 E l té rm in o ch'utillo tien e u n a variedad de posibles orígenes, inclu y en d o derivaciones p ro v en ien tes del
aym ara y del q u echua. A co n tin u ació n se d an las varias posibilidad es q u e h e e n c o n trad o h asta ahora:
chuta (quechua) ricos com erciantes de coca quienes venían d e Los Y ungas (D ep arta m en to d e La
P az), y q u e en la F iesta d e S an B artolom é u tilizaban calzones im itan d o a los to rero s españoles, al igual
q u e el so m b rero , la capa y el uso d el caballo (V argas 1989).
ch’uta (aym ara) sinónim o d e m it’a según B ertonio (1956).
ch’uta (quechua) p an taló n corto.
ch’uta (aym ara) cam pesinos que u sab an el p an taló n p artid o en lu g ar d e b o ta p ié. H o y se co n o ce al d is
fraz d e carnavales co n ch a q u eta y calzón ab o m b ad o (M iranda 1970).
chutay ochu’tir d espellejar, q uitar, o sacar la piel (quechua).
ch’utay (quechua) ser ex pelido p o r presión.
ch’utilla (q u ech u a) p e q u e ñ o p o n ch o cerem onial usado p o r el seg u n d a m ayor en P o co ata (N o rte de
P otosí) d u ra n te la F iesta d e S an B artolom é (P latt 1983).
ch’utillo (quechua) u n genio que d aña y huye (Jaim es 1905).
ch’utillo (quechua) el m in ero disfrazado y m o n tad o en m uía, en el uso p o p u la r en Potosí.
kusillo (aym ara) u n geniecillo quien, en tre sus características, d añ a y huye.
2 E l artícu lo , titu la d o “Los C hutillos com o L e y en d a”, apareció, sin firm a alguna, en u n su p lem en to esp e
cial d el d ia rio local p o to sin o “G aceta del S u r”, del 21 d e agosto d e 1989.
3 L a mita era el sistem a d e la b o r forzada en la m ina del C erro Rico d e P otosí, b ru ta lm e n te im p u esto p o r
los españoles.
4 L os pasantes eran las personas a cargo de la fiesta, que eran respo n sab les d e la m ayor p a rte d e los gastos.
5 Majtillo viene d e la p alab ra q u ec h u a majti q u e significa joven, y en este día los jóvenes se b u rla n d e los
dem ás o los chutillan. Thapuquillo viene ta m b ié n del q u ech u a y significa la p erso n a q u e p reg u n ta m ucho,
o el p reg u n tó n .
6 U n D e c re to S u p rem o de n o viem bre de 1974 in ten tó su p rim ir la celeb ració n d e fiestas g ran d es, pero
logró su objetivo sólo en p a rte (H ered ia 1981).
7 C ab e n o ta r q u e “ ...a principios de la C olonia h u b o u n m asivo m o vim iento religioso-subversivo, co n tra el
nuevo régim en español, co n o cid o con el n o m b re d e Takiy O n q o y , la en ferm ed ad d el ca n to y b aile ritu a l”
(A lbó & P reisw erk 1986:238).
8. La jula-jula suqusu waucu
, c o n o c id o ta m b ié n com o o (Sánchez 1989) es u n a flau ta d e p an fo rm ad a de
dos in stru m en to s com plem entarios, u n o de 4 tu b o s y el o tro de 3 tu b o s.
9 E ste es u n ritm o n etam en te africano q u e surgió de la co m u n id ad d e gente negra q u e se asentó en Los
Y ungas, y la m úsica del g ru p o consiste en una com binación com pleja y m uy rítm ica de u n a varied ad de
ta m b o res de d istin to s tam años y tonos, com o fondo p ara el canto.
10 El tinku (a veces escrito tinkuy ) es un ritual cam pesino m uy im p o rtan te, q u e tien e varios significados.
D ich a p alab ra significa “e n c u e n tro ” y la esencia del tinku es u n a pelea ritu al en tre h o m b re s y m ujeres de
d istin tas co m u n id ad es y ayllus. tinku
D e origen n o rp o to sin o , el jula-
es trad icio n alm en te ac o m p añ ad o d e
julas charango
y , y hay u n a danza con el m ism o nom bre.
11 E sta im p resió n fue fortalecida p o r varios potosinos q u e entrevisté, q u e p erten ecían a varios d istin to s g ru
pos sociales y q u e tenían perespectivas m uy diversas sobre la n atu raleza d e la fiesta actu al (Y o u d ale
1991).
12 La sirena se refiere a la co stu m b re, q u e se p ractica en m uchas p artes del altip lan o , d e dejar los in s tru
m entos q u e se van a to c ar en u n a fiesta en un lugar aislado y no rm a lm e n te cerca d e agua, p ara q u e los
espíritus los te m p le n de m o d o q u e suenen maravillosos.
13 A sistí a las siguientes fiestas rurales:
- T o d o s S antos en W alata G ra n d e (D ep arta m en to de La Paz), n o v iem b re d e 1990.
- R osario en A ym aya (D ep arta m en to de P otosí), o c tu b re de 1990.
- F iestas P atrias en C harazani (D ep arta m en to d e L a Paz), agosto d e 1990.
- L a V irgen del C arm en d e P au ca rtam b o en P erú, julio de 1990.
- S antiago en la isla d e T a q u ile en P e rú , julio d e 1986 y d e 1990.
14 El n o m b re del in stru m en to viene de la p alab ra aym ara moqo q u e significa n u d o , y se refiere al h ec h o d e
q u e la flauta siem p re se hace d e la caña q u e tiene un n u d o en el m edio.
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R eferen cias