ES 786-18 Miembros de La Comunidad El Espino ADM ESP
ES 786-18 Miembros de La Comunidad El Espino ADM ESP
ES 786-18 Miembros de La Comunidad El Espino ADM ESP
XX/23
Doc. XX
XX mes 2023 PETICIÓN 786-18
Original: español INFORME DE ADMISIBILIDAD
Aprobado por la Comisió n en su sesió n No. XXX celebrada el XXX de XXX de 2023
xxx período ordinario de sesiones
Aprobado electró nicamente por la Comisió n el XX de XXX de 2023
Citar como: CIDH, Informe No. [nú mero/añ o]. Petició n 786-18. [Admisibilidad/Inadmisibilidad].
[Miembros de la Comunidad El Espino]. [El Salvador]. [Fecha de aprobació n].
www.cidh.org
I. DATOS DE LA PETICIÓN
III. COMPETENCIA
1
En adelante “la Convenció n” o “la Convenció n Americana”.
2
En adelante “la Declaració n” o “la Declaració n Americana”.
3
Las observaciones de cada parte fueron debidamente trasladadas a la parte contraria.
1
Alegatos de la parte peticionaria
1. El peticionario alega que los habitantes de la Comunidad El Espino (en adelante también “la
Comunidad”) fueron desalojados de manera forzosa, sin dar la debida notificació n a los residentes ni a la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, dejando en absoluto desamparo e indefensió n a las
presuntas víctimas y vulnerando su derecho a la vivienda digna no propietaria.
2. A modo de contexto, el peticionario señ ala que el terreno en el que se asienta la Comunidad
El Espino (en adelante, “la Comunidad”) perteneció histó ricamente a la familia “D”. Luego de la reforma
agraria en 1980, y en virtud de la Ley Bá sica de la Transformació n Agraria, las tierras les fueron expropiadas.
En el momento de la expropiació n, dichas tierras ya eran habitadas por miembros de la Comunidad. A raíz de
esto, el 24 de noviembre de 1995, el gobierno salvadoreñ o elaboró un convenio denominado “Convenio de
Reubicació n y Transferencia de Propiedad”, en el cual el beneficiario de las tierras era la Asociació n
Cooperativa de la Reforma Agraria de R.L., es decir, los habitantes de la Comunidad.
3. El convenio fue sustituido por otro del 25 de mayo de 1999, el cual asignaba el Instituto
Salvadoreñ o de Transformació n Agraria (ISTA) la obligació n de trasferir la propiedad de la tierra a cada
familia habitante. Sin embargo, dicho convenio nunca se cumplió , porque nunca se ofrecieron las parcelas a la
Comunidad para que pudiera habitar unas viviendas dignas sin el temor de que en un futuro pudieran ser
desalojadas. A su vez, se le asignó al Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano (en adelante
“Viceministerio de Vivienda” o “VVDU”) la legalizació n de las parcelas y construcció n de obras para servicios
pú blicos, entre otras cuestiones.
4. Pasaron varios añ os y el 7 de julio 2014, los señ ores Roberto Miguel Dueñ as Herrera y
Miguel Arturo Dueñ as Herrera, en su calidad de propietarios, promovieron una demanda para el desalojo de
los habitantes de la Comunidad El Espino con el fin de lograr la desocupació n total del terreno, ampará ndose
en la Ley Especial para la Garantía de la Propiedad o Posesió n Regular de Inmuebles4, ante el Juzgado de Paz
de Antiguo Cuscatlá n. El 22 de julio de 2014, dicho tribunal declaró a los demandados como “invasores
violentos” y les ordenó desalojar el inmueble ubicado en El Espino, en el municipio de Antiguo Cuscatlá n,
departamento de La Libertad.
7. Ante esta situació n, el 20 de julio de 2017, el Procurador para la Defensa de los Derechos
Humanos emitió una medida cautelar a favor de la Comunidad requiriendo al Juez de Paz que suspendiera
cualquier diligencia para realizar el desalojo forzoso hasta que la Sala no realizara la audiencia especial de
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Dicha ley establece en su artículo 5 que, a fin de proteger la propiedad o posesió n regular, el Juez podrá decretar como
medida cautelar el desalojo de los posibles invasores cuando existan indicios suficientes que existe una posible usurpació n o posesió n de
mala fe. Ademá s, determina que el Juez de Paz es el competente para resolver este tipo de cuestiones.
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seguimiento para la evaluació n de las propuestas de inclusió n habitacional. No obstante, el Juez desestimó la
medida cautelar emitida por el Procurador, sustentando su decisió n en el hecho de que no le era vinculante la
sentencia de la Sala Constitucional en lo relativo a la audiencia especial de seguimiento; y que tenía la
obligació n de cumplir con el desalojo una vez fenecido el plazo de seis meses para que el VVDU presentara sus
propuestas.
8. Ante esta decisió n del Juzgado de Paz, los miembros de la Comunidad presentaron un escrito
a la Sala de lo Constitucional en la que solicitan la ampliació n del plazo de seis meses otorgado al Vicemisterio
de Vivienda, así como un pronunciamiento respecto a la audiencia de seguimiento. A raíz de esta situació n, la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, censuró pú blicamente al Juez de Paz de Antiguo
Cuscatlá n y el Juez cesó en su intento de desalojar a los habitantes de la Comunidad.
13. El peticionario alega que la Comunidad no pudo aceptar esta propuesta, porque retirarse de
sus viviendas a cambio de una compensació n econó mica significaría que se serían forzadas a desplazarse, sin
la posibilidad de tener una vivienda, pues la compensació n econó mica propuesta era claramente insuficiente.
La Comunidad tendría que vivir en la calle, tendrían dificultad para acceder a alimentos y los niñ os perderían
su escolarizació n. Ejemplo de esto son las declaraciones de una familia que aceptó la propuesta el 7 de mayo
de 2018, e indicó que dicha suma es insuficiente para costear una vivienda digna.
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compensació n econó mica mínima (en el mejor de los casos de USD$. 12,000), cantidad absolutamente
insuficiente para poder acceder a una vivienda.
16. El peticionario señ ala que la decisió n del Sr. Juez de Paz de Antiguo Cuscatlá n acredita que, a
pesar de no haberse celebrado la audiencia de seguimiento ante la Sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia, se han agotado los recursos a nivel interno y que no queda ningú n medio ni recurso
idó neo a nivel nacional para salvaguardar el derecho a la vida, integridad personal, a la vivienda, educació n,
salud y a una vida digna de las personas de la Comunidad El Espino. Ademá s, alega el incumplimiento del
deber de protecció n de la vivienda digna por parte del Juzgado de Paz del Antonio Cuscatlá n, y del derecho a
una reparació n integral a las víctimas de desplazamiento involuntario por parte del Viceministerio de
Vivienda y Desarrollo Urbano. Adicionalmente, aduce el incumplimiento de debido proceso y de la protecció n
de la vivienda digna por parte de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema por la omisió n en la
celebració n de una audiencia especial de seguimiento, y el no cumplimiento por parte de la Presidencia de la
Repú blica del Convenio firmado entre el Gobierno de El Salvador y la Asociació n Cooperativa de la Reforma
Agraria El Espino R.L.
20. El 9 de julio de 2014 los apoderados judiciales de los propietarios de la Hacienda El Espino
presentaron un nuevo escrito ante el Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlá n, solicitando la ampliació n de la
demanda en contra de otros 22 miembros de la Comunidad El Espino, lo que fue admitido. Ademá s, se ordenó
5
No obstante, la MC 443-18 no fue otorgada por la CIDH.
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la programació n de una nueva inspecció n de campo respecto a los inmuebles identificados, así como la
notificació n a los nuevos demandados sobre el lugar, fecha y hora de la inspecció n.
21. El 10 de julio de 2014 tuvo lugar la inspecció n de las viviendas identificadas en la ampliació n
de la demanda, y contó con la participació n del Juez de Paz de Antiguo Cuscatlá n, personal de la Procuraduría
de los Derechos Humanos y la Policía Nacional Civil, constá ndose en las viviendas visitadas que ninguno de
sus habitantes tenía documentos que respaldaran sus derechos de propiedad. El 16 de julio de 2014, dicho
Juzgado convocó a los demandantes y demandados a una audiencia. El 22 de julio de 2014, el Juez de Paz
dictó su resolució n final, y determinó que los señ ores Roberto Miguel Dueñ as Herrera y Miguel Arturo Dueñ as
Herrera eran propietarios de los inmuebles en disputa. Ademá s, los sesenta y cuatro miembros de la
Comunidad no lograron acreditar la propiedad o posesió n legitima de sus viviendas, por lo que se ordenó su
inmediato desalojo.
22. El Estado señ ala que los miembros de la Comunidad El Espino interpusieron recurso de
apelació n ante la Cá mara de la Cuarta Secció n del Centro, de Santa Tecla, en contra de la sentencia del Juzgado
de Paz. El 7 de octubre de 2014, la Cá mara determinó que dicho proceso se llevó a cabo conforme a lo
dispuesto en la Ley Especial para la Garantía de la Propiedad o Posesió n Regular de Inmuebles. Ademá s,
determinó que las personas demandadas no irrumpieron de forma violenta en los inmuebles; y que ninguna
logró presentar documentació n que acreditase su permanencia en dichos terrenos. Por lo tanto, la Cá mara
confirmó la sentencia definitiva pronunciada por el Juez de Paz de Antiguo Cuscatlá n.
23. Al estar disconformes con la decisió n de la Cá mara, los miembros de la Comunidad El Espino
interpusieron un recurso de casació n ante la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia para declarar la
nulidad de las decisiones adoptadas previamente. Los recurrentes alegaron falta u omisió n de
fundamentació n de la sentencia. El 11 de marzo de 2015, la Sala resolvió que el recurso de casació n es objeto
de rechazo cuando se interpone en contra de una resolució n dictada en asuntos de jurisdicció n voluntaria o
procesos especiales, como ocurre en este caso, que no producen efectos de cosa juzgada material. Por tal
motivo el recurso se declaró improcedente.
24. Algunos de los miembros de la Comunidad presentaron una solicitud de amparo a la Sala de
lo Constitucional, alegando que la sentencia del Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlá n les causó un agravio. Los
solicitantes del amparo no fueron parte del grupo de personas demandadas en el proceso inicial de desalojo
ante Juzgado de Paz, por lo que al ordenarles también desocupar dichos inmuebles se transgredieron sus
derechos de audiencia, defensa y vivienda del no propietario. En la opinió n de los solicitantes, el Juez de la
causa tenía la obligació n de individualizar a cada una de las personas que residían en los inmuebles, a fin de
que estas fuesen debidamente emplazadas y notificadas sobre cada una de las actuaciones judiciales a
realizarse en el marco del diligenciamiento del proceso de desalojo, con el fin de garantizar el ejercicio de sus
derechos.
26. Sin embargo, la Sala de lo Constitucional consideró que en el cantó n El Espino residían un
nú mero considerable de familias de escasos recursos, por lo que ordenó al Viceministerio de Vivienda y
Desarrollo Urbano que, en el plazo de seis meses contados a partir de la notificació n de la sentencia de esa
Sala, realizara acciones concretas para evaluar la posibilidad de reubicar a las familias que habitaban en la
Hacienda El Espino, incluyéndolas en algú n programa de acceso a una vivienda social u otro de igual índole.
Asimismo, la Sala ordenó al Juez de Paz de Antiguo Cuscatlá n abstenerse de efectuar el desalojo de las familias
que habitaban en el cantó n El Espino hasta que se cumpliera con el plazo concedido al VVDU para analizar las
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alternativas que permitiesen a dicho Ministerio brindar oportunidades habitacionales para las familias de la
Comunidad.
27. El Estado señ ala que la Sala de lo Constitucional recibió dos informes de parte del
Viceministro de Vivienda: el 22 de junio de 2017, y el 16 de noviembre de 2017. El primero de los informes
indicó como factible la ejecució n de un programa de vivienda propuesto por el Fondo Social para la Vivienda,
que consistiría en dar facilidades de accesos a viviendas recuperadas por dicha institució n, mediante el
financiamiento de viviendas ubicadas en los departamentos de San Salvador y La Libertad. Sin embargo, el
VVDU aclaró que no todos podrían acceder a los mismos programas porque algunas de las personas que
habitaban la zona eran propietarios de otros inmuebles que se encuentran legalmente inscritos en el Centro
Nacional de Registros. Ademá s, no podría llevarse a cabo dicho programa porque algunas personas ya habían
sido beneficiadas con una indemnizació n otorgada por los propietarios de la finca El Espino, que les
permitiría acceder con mayor facilidad a ciertas viviendas.
28. En su segundo informe, el VVDU planteó una propuesta que consistía en brindar un aporte
econó mico para las familias que debían abandonar la referida comunidad, ademá s de un crédito
complementario. Las familias propietarias con un lote o casa podían ser beneficiadas con un aporte de USD$.
4,000 para que pudieran realizar construcciones bá sicas, mejoras y/o ampliaciones en sus inmuebles y las
familias que no eran titulares de inmuebles, que aproximadamente eran cincuenta y siete, podían ser
beneficiadas con una colaboració n de hasta USD$. 12,000, a fin de que pudieran optar por una solució n
habitacional en el mercado.
29. Dado el contenido de los informes y documentació n remitida por parte del Viceministerio de
Vivienda, la Sala de lo Constitucional determinó que no existía necesidad de llevar a cabo una audiencia de
seguimiento. El 12 de febrero de 2018, la Sala determinó que dicho Viceministerio había realizado las
gestiones necesarias para resolver la problemá tica de vivienda de las familias de la Comunidad El Espino.
También determinó que dicho Ministerio presentó propuestas a los miembros de la Comunidad. Así, el 7 de
mayo de 2018 el Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlá n emitió una nueva resolució n para que se ejecute el
desalojo de las personas que aú n no se habían retirado de los inmuebles. Dicho desalojo se llevó a cabo del 16
de mayo al 18 de mayo de 2018.
30. El Estado indica que en junio de 2019 con el inicio de la gestió n del actual presidente de la
Repú blica, se encomendó al Ministerio de Vivienda el apoyo inmediato a las familias afectadas. De acuerdo
con la informació n presentada por dicho Ministerio en enero de 2020 dicha institució n presentó el “Proyecto
Habitacional El Espino”, que consistió en proveer de vivienda adecuada a sesenta y cuatro familias de la
Comunidad El Espino. Dichos grupos familiares resultarían elegibles para recibir certificados de contribució n
en especie y en dinero. El plan se desarrollaría en un inmueble que fue parte del casco de la Hacienda El
Espino, ubicada en el final del Bulevar Cancillería, municipio de Antiguo Cuscatlá n, departamento de La
Libertad, que fue cedido por el Estado a los miembros de esa Comunidad y que se encontraba ubicado en el
casco de la Hacienda El Espino. El proyecto habitacional en referencia contempló la construcció n de cuatro
mó dulos habitacionales de apartamentos, con los que se beneficiaría a las sesenta y cuatro familias.
31. La coordinació n del proyecto estuvo a cargo del Ministerio de Vivienda, que llevó a cabo las
obras de urbanizació n del inmueble, con la colaboració n del Ministerio de Obras Pú blicas y Transporte, la
Asociació n Nacional de Acueductos y Alcantarillados, la Superintendencia de Electricidad y la Direcció n
General de Centros Penales. Las obras incluyeron: pruebas de suelo, limpieza y terracería, introducció n de red
eléctrica al inmueble, introducció n de los servicios de agua y alcantarilla en el inmueble y emisió n de
permisos y factibilidad del proyecto. También que se desarrolló un censo de las personas beneficiadas y se
levantó un acta tras la recepció n del incentivo econó mico facilitado a cada una de estas, a fin de que fuesen
beneficiarios del proyecto habitacional. El Estado aporta un documento donde se puede observar el censo
realizado y se individualiza a sesenta y tres personas beneficiadas con un hogar. Ademá s, aporta copia
certificada de actas por las que se formalizó la entrega de la contribució n en especie y econó mica realizada a
favor de los beneficiarios del proyecto habitacional El Espino.
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32. En el marco del proceso inicial de desalojo, de acuerdo con el Estado, la decisió n que agotó
los recursos ordinarios internos fue pronunciada por la Sala de lo Civil del 11 de marzo de 2015. Otras
personas, que no fueron parte del proceso relacionado, interpusieron un recurso de amparo que fue resuelto
el 14 de diciembre de 2016. Sin embargo, la presentació n de la petició n ante la CIDH fue realizada el 18 de
abril de 2018. Por lo tanto, el Estado aduce que esta petició n no cumpliría con el requisito de temporalidad
establecido por la Convenció n y el Reglamento de la Comisió n.
33. Durante el desarrollo del proceso, las presuntas víctimas contaron con acceso a las
diferentes instancias y recursos. Asimismo, el Estado alega que se protegieron las garantías de las personas
de la comunidad, a quienes se le brindaron opciones para acceder a programas de vivienda y se estableció un
aporte econó mico.
35. Asimismo, existirían indicios claros para establecer que las presuntas víctimas son
individualizadas en la sentencia del Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlá n del 22 de julio de 2014, en la que se
les calificó como “invasores”. Ademá s, hay individualizació n de presuntas víctimas en la Sentencia de la Sala
de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia del 14 de diciembre de 2016, en donde los solicitantes del
recurso de amparo formaban parte de la Comunidad El Espino.
36. La Comisió n reitera que la individualizació n de las presuntas víctimas se puede prorrogar
hasta el momento de la decisió n del fondo. Por lo tanto, es importante cumplir el requisito de la
individualizació n de las presuntas víctimas antes del momento de emitir el informe de fondo. La CIDH espera
que la parte peticionaria en la siguiente etapa procesal se exprese al respecto e individualice a cada uno de los
integrantes de la Comunidad El Espino que serían considerados como presuntas víctimas.
37. Para los efectos de evaluar la idoneidad de los recursos disponibles en el ordenamiento
nacional, la Comisió n usualmente establece cuá l es el reclamo específico que se ha formulado, para luego
identificar los recursos judiciales provistos por el sistema jurídico doméstico que estaban disponibles y eran
adecuados para ventilar ese reclamo en particular. En ello consiste, precisamente, la idoneidad y efectividad
de cada recurso considerado en concreto, en que provea una oportunidad real para que la alegada lesió n a los
derechos humanos sea remediada y resuelta por las autoridades nacionales antes de que se pueda acudir al
Sistema Interamericano de protecció n. En este caso en particular, la CIDH considera que el objeto del reclamo
se centra en evitar el desalojo de los miembros de la Comunidad El Espino de las tierras que siempre
habitaron, y proteger su derecho a la vivienda digna no propietaria, evitando dejar en absoluto desamparo e
indefensió n a las presuntas víctimas.
6
CIDH, Informe No. 57/08, Petició n 283-06. Inadmisibilidad. Mario Roberto Chang Bravo. Guatemala. 24 de julio de 2008,
pá rr. 38.
7
CIDH, Informe No. 83/05, Petició n 644-00. Inadmisibilidad. Carlos Alberto Ló pez Urquía. Honduras. 24 de octubre de 2005,
pá rr. 42.
8
CIDH, Informe No. 79/12, Petició n 342-07. Admisibilidad. Ivete Jordani Demeneck y otros. Brasil. 8 de noviembre de 2012,
pá rr. 20.
7
38. En este sentido, se agotaron los siguientes recursos y gestiones en la jurisdicció n interna:
b) Recurso de casació n: los miembros de la Comunidad interpusieron este recurso ante la Sala
de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia –no surge del expediente la fecha–, para que esta declare la nulidad
de las decisiones adoptadas previamente, alegando la falta u omisió n de fundamentació n de la sentencia de la
Cá mara. El 11 de marzo de 2015, la Sala rechazó la solicitud, porque ante la sentencia del Juzgado de Paz no
era posible interponer un recurso de casació n por tratarse de un proceso especial. La decisió n se fundamentó
en el artículo 520 del Có digo Procesal Civil y Mercantil de El Salvador. Dicha normativa dispone que el
recurso de casació n se rechazará cuando se interponga contra resolució n dictada en asuntos de jurisdicció n
voluntaria o en procesos especiales, cuando la sentencia no produzca efectos de cosa juzgada material.
c) Recurso de amparo: varios miembros de la Comunidad que no fueron parte del proceso de
desalojo inicial interpusieron esta acció n ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia –no
consta la fecha– alegando que la sentencia definitiva del Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlá n les causó un
agravio, porque al ordenarles también desocupar dichos inmuebles se transgredieron sus derechos de
audiencia, defensa y vivienda del no propietario. El 14 de diciembre de 2016, la Sala rechazó el recurso. La
sentencia indicó que el Juzgado de Paz identificó a las personas que residían en los inmuebles en cuestió n y
les informó sobre la existencia del proceso de desalojo promovido, con la finalidad que demuestren el
dominio o posesió n legítima, con lo que se garantizó que los solicitantes del amparo contaran con
oportunidades reales de defensa. No obstante, la Sala de lo Constitucional ordenó al Viceministerio de
Vivienda que, en el plazo de seis meses realizara acciones para evaluar la posibilidad de reubicar a las
familias. Asimismo, la Sala ordenó al Juez de Paz de Antiguo Cuscatlá n abstenerse de efectuar el desalojo
hasta que se cumpliera con el plazo concedido al VVDU para analizar las alternativas que permitieran a dicho
Ministerio brindar oportunidades habitacionales para las familias de la Comunidad.
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VIII. ANÁLISIS DE CARACTERIZACIÓN DE LOS HECHOS ALEGADOS
41. La Comisió n Interamericana reitera que a efectos de la admisibilidad debe decidir si los
hechos alegados pueden caracterizar una violació n de derechos, segú n lo estipulado en el artículo 47(b) de la
Convenció n Americana; o si la petició n es manifiestamente infundada o es evidente su total improcedencia
conforme al inciso (c) de dicho artículo. El criterio de evaluació n de tales requisitos difiere del que se utiliza
para pronunciarse sobre el fondo de una petició n. Asimismo, dentro del marco de su mandato la Comisió n
Interamericana es competente para declarar admisible una petició n cuando se refiere a procesos internos que
podrían ser violatorios de derechos garantizados por la Convenció n Americana. Es decir que, de acuerdo con
las normas convencionales citadas, en concordancia con el artículo 34 de su Reglamento 9, el aná lisis de
admisibilidad se centra en la verificació n de tales requisitos, los cuales se refieren a elementos que, de ser
ciertos, podrían constituir prima facie violaciones a la Convenció n Americana.
42. En el presente caso, la Comisió n observa que el objeto de la presente petició n consistía
precisamente en evitar el desalojo de los miembros de la comunidad El Espino de las tierras que ocupaban,
las cuales estaban en litigio con una familia que alegaba tener derechos de propiedad sobre estas; ademá s,
plantean la inefectividad de los recursos internos; y el hecho mismo de que en definitiva las presuntas
víctimas, miembros de dicha comunidad, fueron, en efecto, desalojados. Así, la Comisió n Interamericana
considera que el presente asunto plantea cuestiones que necesariamente debe ser analizada en la etapa de
fondo del presente caso, como por ejemplo la efectividad de los recursos judiciales internos, en tanto garantía
del derecho a la protecció n judicial de las presuntas víctimas; y la valoració n de las medidas de reparació n
que habría tomado el Estado para garantizar el derecho a una vivienda digna a los miembros de la comunidad
El Espino. Con respecto a este ú ltimo punto, la Comisió n observa que el Estado, en efecto da cuenta de algunas
medidas que se estarían tomando en los añ os recientes para solucionar esta crisis habitacionales, y que
deberá n, como se ha dicho, se parte del aná lisis de fondo del presente asunto.
43. En este sentido, la CIDH observa que el derecho a una vivienda adecuada deriva de la
obligació n establecida en el artículo 26 de la Convenció n, y significa un correlativo deber de no retroceder en
los logros avanzados en dicha materia. Tal es la obligació n de no regresividad desarrollada por otros
organismos internacionales y entendida por la CIDH como un deber estatal justiciable mediante el mecanismo
de peticiones individuales consagrado en la Convenció n10. Ademá s, no tener una vivienda digna para una
familia implica vivir desprotegidos, en una situació n totalmente precaria. Má s aun en el caso de la Comunidad
El Espino, donde muchos miembros tienen grandes dificultades econó micas para costear una vida digna para
su familia. Ademá s, esta situació n de pobreza generaría un riesgo para la salud y la educació n de los niñ os de
dicha Comunidad.
44. En atenció n a estas consideraciones, y sin prejuzgar sobre el fondo, la Comisió n considera
que corresponde admitir la presente petició n respecto de los artículos 5 (integridad personal), 8 (garantías
judiciales), 25 (protecció n judicial), y 26 (desarrollo progresivo) de la Convenció n Americana, en relació n con
su artículo 1.1 (obligació n de respetar los derechos); y el artículo XXIII (vivienda) de la Declaració n
Americana; en perjuicio de las personas referidas en la secció n VI del presente informe; y de aquellas que
sean debidamente individualizadas por el peticionario, como es su responsabilidad, en la etapa de fondo del
presente caso.
45. En cuanto a los alegatos sobre violaciones a los artículos 10 (salud) y 13 (educació n) del
Protocolo de San Salvador, la CIDH nota que la competencia prevista en los términos del artículo 19.6 de
dicho tratado para establecer violaciones en el contexto de un caso individual se limita a los artículos 8 y 13.
Respecto a los demá s artículos, de conformidad con el artículo 29 de la Convenció n Americana, la Comisió n
los puede tomar en cuenta para interpretar y aplicar la Convenció n Americana y otros instrumentos
9
El artículo 34 del Reglamento de la CIDH dispone: La Comisió n declarará inadmisible cualquier petició n o caso cuando: a. no
exponga hechos que caractericen una violació n de los derechos a que se refiere el artículo 27 del presente Reglamento; b. sea
manifiestamente infundada o improcedente, segú n resulte de la exposició n del propio peticionario o del Estado; o c. la inadmisibilidad o
improcedencia resulten de una informació n o prueba sobreviniente presentada a la Comisió n.
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CIDH, Informe No. 38/10, Petició n 1198-05. Admisibilidad. Ivanildo Amaro Da Silva y otros. Brasil. 17 de marzo de 2010,
pá rr. 41.
9
aplicables. En la etapa de fondo, y de acuerdo con la informació n aportada por las partes en dicha etapa, la
Comisió n evaluará la eventual violació n del artículo 13 del Protocolo de Salvador.
46. En cuanto al reclamo sobre la presunta violació n de los artículos 4 (derecho a la vida) y 11
(protecció n de la honra y dignidad) de la Convenció n Americana; la Comisió n observa que los peticionarios
no han ofrecido alegatos o sustento suficiente que permita considerar prima facie su posible violació n
IX. DECISIÓN
49. Notificar a las partes la presente decisió n; continuar con el aná lisis del fondo de la cuestió n;
y publicar esta decisió n e incluirla en su Informe Anual a la Asamblea General de la Organizació n de los
Estados Americanos.
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