Cosecha y Postcosecha
Cosecha y Postcosecha
Cosecha y Postcosecha
COSECHA Y POSTCOSECHA
Bruno Defilippi B.
Ing. Agrónomo, Ph.D.
INIA La Platina
Paula Robledo M.
Ing. Agrónoma
[email protected]
Cecilia Becerra C.
Ing. Agrónoma
[email protected]
11.1. Introducción
Al igual que en otras frutas, dentro de la cadena de manejo para la producción
de arándano, la etapa de postcosecha de la fruta constituye un punto clave para
llegar al consumidor con un producto de calidad. Calidad que está definida por
una serie de factores como color, firmeza, ausencia de daños, balance dulzor/
acidez y aroma. Existe una gran gama de variedades que hoy son cultivadas a
nivel comercial que pueden diferenciarse en muchos aspectos, incluyendo hábito
de crecimiento, fecha de producción, sabor, entre otros. Además, es importante
considerar que el comportamiento en postcosecha puede ser distinto entre
variedades, ya que estas pueden presentar metabolismos distintos en lo que dice
relación con respiración y producción de etileno, susceptibilidad a pudriciones,
firmeza a la cosecha y postcosecha, relación azúcar/ácidos, etc. Sin embargo,
existe un punto común para todas ellas, y es que se caracterizan por ser muy
perecibles después de la cosecha. Entre las principales causas de deterioro en
arándanos están: pudriciones, deshidratación, pérdida de firmeza, pérdida de
apariencia, desarrollo de desórdenes y calidad sensorial.
Todos los factores antes descritos hacen que los manejos de postcosecha deben
orientarse principalmente al manejo de la temperatura y la humedad relativa.
La calidad está definida por una serie de factores que podemos agrupar en
calidad visible, calidad organoléptica y calidad nutritiva. La calidad visible se
refiere a la apariencia de la fruta, la cual en arándanos se define como: (i) un fruto
de color azul uniforme, (ii) presencia de cera en la superficie de la fruta (conocida
como bloom), que el consumidor relaciona a una fruta fresca, (iii) ausencia de
defectos como daño mecánico y pudriciones, (iv) forma y tamaño de la fruta, y
(v) fruta con firmeza adecuada. La calidad organoléptica está determinada por
un contenido adecuado de azúcares, ácidos y compuestos volátiles responsables
del aroma característico de la fruta. Por lo tanto, todas las operaciones de
precosecha y postcosecha deben ir orientadas a maximizar la llegada de un
producto de calidad hasta el consumidor. Los índices de calidad normalmente
usados por la industria de fruta fresca son: color, tamaño, forma, ausencia de
defectos, firmeza y sabor.
Figura 11.1. Color de la fruta, principal factor que de debe considerar en el momento de
la cosecha.
Figura 11.3. Manejo de cosecha en arándanos para obtener fruta de calidad. B) y C) ban-
dejas protegidas del sol.
Recomendaciones de cosecha: