Los Fantasmas de Scrooge Version 2

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Los Fantasmas de Scrooge

□ Personajes:

Narrador (DIRECTOR FRANK EDWARD)


Evaristo Scrooge (JEYCK)
Roberto G o n z a l e s ( Z E B A S T I A N )
Sobrina de Scrooge (ZENAIDA)
Espíritu de Miriam (VALERIA)
Espíritu de la Navidad Pasada (MARIANA)
Espíritu de la Navidad Presente (MARIANA)
Espíritu de la Navidad Futura (MARIANA)
Novia (SOLANGE)
Sra. Gonzales ( CECILIA)
Hermana del s o b r i n a ( B R I A N N A )
Hombre1 (VALERIA)
Hombre2 (SEBASTIAN 13)

□ GUION
– Narrador: Era la época de Navidad en Arequipa. Vivía allí un
hombre llamado Evaristo Scrooge. Era un hombre muy trabajador,
pero al mismo tiempo era una persona malvada, codiciosa, cruel
y tacaña, que no sabía qué significaba la generosidad. Un día
antes de Navidad, Scrooge y su empleado, Roberto Gonza les,
se encontraban trabajando en su oficina. Como de costumbre,
Scrooge estaba contando su dinero, mientras Roberto contaba los
minutos para regresar a su hogar con su familia.

– Roberto: Tengo mucho frío en esta oficina, pero el Sr.


Scrooge no quiere que encienda el aire acondicionado, dice
que es un desperdicio de dinero.

– Sobrina de Scrooge: ¡Feliz Navidad, Tío!

– Scrooge: ¿Navidad? ¡Tonterias! La Navidad es sólo una


mentira.

– Sobrina de Scrooge: No lo dices en serio, tío.


– Scrooge: Claro que lo digo en serio. La Navidad es sólo una
excusa para no trabajar. Además, ¿Qué motivos tienes tú para
ser feliz? ¡Eres tan pobre!

– Sobrina de Scrooge: Y, ¿Qué motivos tienes tú para estar


amargado? ¡Eres tan rico!

– Scrooge: ¡Bah!

– Sobrina de Scrooge: No te enojes, tío.

– Scrooge: ¿Por qué no habría de enojarme? Vivo en un mundo


loco rodeado de tontos. ¡Feliz Navidad! ¿Qué es la Navidad? Una
época en la que se compran regalos que no se pueden pagar. Donde
te ves a ti mismo un año más viejo, y no un minuto más rico.

– Sobrina de Scrooge: ¡Pero tío!

– Scrooge: ¡Sobrina! Véte a celebrar la Navidad a tu manera, y


déjame a mi celebrar a mi manera.

– Sobrina de Scrooge: Pero tío, La Navidad, es el día en que


la gente quiere llevarse bien. Es un momento para perdonar,
amar y ser caritativos. Es un tiempo donde la gente abre sus
corazones. Tal vez, la Navidad no me ha dado una moneda de oro
o de plata, pero me hace bien, por eso digo: ¡Bendita sea la
Navidad!

– Scrooge: ¡Ohh! ¡Fue un discurso maravilloso! ¿Por qué no


trabajas para el gobierno?

– Sobrina de Scrooge: No te enojes tío y ven a casa mañana. Mi


Hermana, mi esposo y yo estamos preparando una cena deliciosa,
tú serás nuestro invitado especial.

– Scrooge: Gracias, pero ¡no!

– Sobrina de Scrooge: Pero… ¿por qué, tío?


– Scrooge: ¿Por qué tuviste que casarte?

– Sobrina de Scrooge: Porque me enamoré.

– Scrooge: ¿Porque te enamoraste? ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrina de Scrooge: Pero, tío, nunca has venido a mi casa, y


estás utilizando mi matrimonio como una excusa…

– Scrooge: ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrina de Scrooge: ¿Por qué no podemos ser amigos?

– Scrooge: ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrina de Scrooge: Tío, siento que hayas tomado esa


decisión, pero insisto en celebrar la Navidad, así que, !Feliz
Navidad, tío!

– Scrooge: Qué tengas un buen día, y Feliz… Año Nuevo,


y adiós.

– Sobrina de Scrooge: Como quieras, tío. Y… Roberto, que pases


una Feliz Navidad.

– Roberto: Igualmente, adiós.

– Scrooge: ¿Qué te parece? Su esposo es un empleado que gana el


salario mínimo, tienen hijos y hasta vive con su hermana, y así habla
de una Feliz Navidad.
¡Debe estar loca!

- Roberto: Señor, ya he terminado de enviar los correos y de


revisar documentos de la empresa. También barrí la oficina y
bote la basura. Y, bueno, es hora de cerrar.

– Scrooge: Bien, si ya terminaste tu trabajo, puedes irte.

– Roberto: ¿Sr. Scrooge? Mañana es Navidad, un día para pasarlo


con la familia y…

– Scrooge: ¿Supongo que quieres el día libre?


– Roberto: Bueno, si, Sr. Scrooge, al fin y al cabo es Navidad.

– Scrooge: ¿Navidad? Está bien. Tómate libre el día de mañana,


pero llega temprano al día siguiente.

– Roberto: Sí, señor. Feliz Navidad, Sr. Scrooge.

– Scrooge: Estupideces.

– Narrador: Roberto se fue a su casa. Entonces Scrooge regresó


a su escritorio, cerró su libro de contabilidad y se fue a su
mansión. Cuando llegó a su casa subió las escaleras para ir
a su dormitorio. (De golpe escuchó un ruido fuerte y extraño
que provenía del exterior.)

– Scrooge: ¡Quién está haciendo ese ruido!

(Pero el extraño ruido continuó, hasta que vio que un espíritu


apareció del dormitorio)

– Scrooge: ¿Me he quedado dormido? ¡Creo que estoy soñando!

– Espíritu de Miriam: ¡No, esto no es un sueño!

– Scrooge: ¡Te conozco! Eres mi socia, Miriam. ¿Qué quieres de


mí?

– Espíritu de Miriam: ¡Quiero mucho de ti! ¿Ves estas cadenas?


Estoy encadenada a mis pecados.

– Scrooge: ¿De qué pecados hablas? Fuiste muy trabajadora y una


buena negociadora.

– Espíritu de Miriam: ¿Negociadora? ¡Me aproveché de la gente!


Mientras estuve viva, nunca aprendí el valor del amor y de la
caridad. Ahora tengo que vagar por la tierra, incapaz de
encontrar la paz. ¡Escúchame, Scrooge! Aún tienes la oportunidad
de cambiar, y si no lo haces, tendrás la misma suerte que yo.
Escúchame bien, Scrooge, te visitarán tres espíritus. El
primero llegará en la madrugada cuando el reloj marque la
una. El segundo llegará cuando el reloj marque las dos. Y el
tercero cuando el reloj dé las tres.
– Narrador: Entonces el espíritu salió de la habitación
Scrooge se fue a la cama temblando, y se durmió. Llegado el
momento cuando el reloj marcó la una, Scrooge vio una extraña
criatura al costado de su cama.

– Scrooge: ¿Quién eres?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Soy el Espíritu de la Navidad


Pasada. Sal de la cama y acompáñame.

– Narrador: El espíritu llevó a Scrooge a través del tiempo


hasta un pequeño pueblo que Scrooge empezó a recordar. Recordó
las casas, la iglesia, el rio, el puente, y la gente.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Ellos no pueden vernos ni


oírnos. Sólo son sombras del pasado.

– Narrador: Entonces llegaron a una casa.

– Scrooge: Esta casa me resulta conocida. Oh, esta es mi casa,


donde me crie.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Si lo es. ¿Y reconoces a ese


niño pequeño sentado allí leyendo solo?

– Scrooge: Soy yo, de niño. Pero… ¿por qué estoy… por qué está
solo?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Tú debes saber la respuesta.

– Scrooge: Porque mis padres estaban trabajando, por eso


siempre estaba solo. Por eso mis Navidades eran tan tristes y
solitarias.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Ven, toma mi mano, no tenemos


mucho tiempo.

– Scrooge: ¡No, ya he visto suficiente, vete! !No me tortures!

– Espíritu de la Navidad Pasada: No me eches la culpa. Te dije


que eran sombras de las cosas que pasaron.
– Scrooge: ¡Llévame de regreso!

– Espíritu de la Navidad Pasada: Sólo nos queda una última


parada, nuestro tiempo se acaba.

– Narrador: Y aparecieron en un nuevo lugar. Scrooge era ahora un


jovencito, al lado de una bella chica q u e estaba triste.

– Novia: No podemos seguir juntos, Evaristo. Hay algo que tú amas


mas que a mí.
– Scrooge: no amo a ninguna otra chica.

– Novia: Es cierto. Amas el dinero. Lo amas más que a nada en


el mundo.

– Scrooge: No hay nada de malo en amar el dinero.

– Novia: Cuando nos conocimos éramos pobres y fuimos felices


siendo pobres. Espero que seas feliz con la vida que has
escogido.

– Narrador: Y la mujer se alejó corriendo. Luego, Scrooge


pudo ver que ella ya era algunos años mayor. Estaba
embarazada.

– Scrooge: ¿Tendrá un hijo?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Así es, pasó el tiempo, se


enamoró de un buen tipo y ahora ella tendrá un bebe, pero
pudo haber sido tuyo.

– Scrooge: ¡Basta! ¡Llévame a casa!

– Narrador: Y Scrooge apareció en su dormitorio.

– Scrooge: Gracias a Dios, todo fue un sueño.

– Espíritu de la Navidad Presente: No, Evaristo. No fue un


sueño.

– Scrooge: Supongo que eres el Espíritu de la Navid ad


Presente.
– Espíritu de la Navidad Presente: Así es. Soy el Espíritu de
la Navidad Presente. Tengo mucho que mostrarte. ¡Apúrate! No
podemos llegar tarde.

– Narrador: Scrooge se encontró en una calle de mucho


movimiento. Había mucha gente comprando regalos de último
momento, las tiendas permanecían abiertas, la gente cocinaba
sus mejores platos, y las campanas de la iglesia sonaban.

– Scrooge: Todos parecen tan felices.

– Espíritu de la Navidad Presente: Lo están. Es Navidad. ¿Qué


esperabas?

– Scrooge: ¿Quieres decir que están felices sólo porque es 25


de Diciembre?

– Espíritu de la Navidad Presente: Si. Hoy pueden dejar de


lado sus problemas y sólo disfrutar con sus familias. disfrutar
de la comida en sus mesas y de todas las bendiciones que
reciben.

– Narrador: Entonces el Espíritu llevó a Scrooge a la casa de


Roberto Gonzales.

– Scrooge: ¿Es aquí dónde vive?

– Espíritu de la Navidad Presente: Claro, con su salario, esto


es todo lo que él puede pagar.
– Narrador: Entonces la Sra. Gonzales entró y arreglaron
la mesa.

– Scrooge: ¡Parecen tan pobres! Sus ropas son tan viejas.

– Espíritu de la Navidad Presente: Amor es lo que puedes


sentir aquí.

– Roberto gonzales: ¡Cariño! Dónde está nuestro hijo timy?

– Sra. Gonzales: Nuestro hijo aún está algo débil, pero le


ayudaré a venir a comer en un momento.
– Scrooge: ¿Qué le sucede a su hijo?

– Espíritu de la Navidad Presente: Está muy enfermo, sus padres


no tienen dinero para pagar un doctor, asi que tal vez muera.

– Scrooge: ¿Muera? Pero debe haber algo que pueda hacerse. Por
favor, dime que no morirá.

– Espíritu de la Navidad Presente: Si el futuro no cambia,


con seguridad morirá.

– Scrooge: ¡No! ¡No!

– Espíritu de la Navidad Presente: De todos modos ¿Qué te


importa? Eso hará que disminuya la población mundial.

– Narrador: En ese momento Scrooge se dio cuenta de que esas


eran sus propias palabras y sintió lastima por si mismo.

– Roberto Gonzales: ¡Sr. Scrooge! Gracias al Sr. Scrooge


tendremos una deliciosa cena,
– Sra. Gonzales: Ojalá pudiera agra de cerl e
personalmente. Espero que él tenga una Feliz Navidad y un
Próspero Año Nuevo!

– Roberto: Vamos a brindar por nuestra Navidad y por el Sr,


Scrooge. Feliz Navidad, y que Dios nos bendiga a todos.

– Narrador: El Espíritu llevó a Scrooge hacia diferentes lugares


para que pudiera ver cómo la gente celebraba la Navidad. La
gente, aunque pobre, como decía Scrooge, eran felices y
disfrutaban estar en familia y con amigos. De golpe, sin previo
aviso, aparecieron en otra casa. (Un hombre canta navidad.)

– Scrooge: Reconozco esa voz. Es mi sobrina.

– Sobrina de Scrooge: Ja, ja, ja, ja, ja… dijo que la Navidad
era sólo una mentira.

– H e r m a n a : Debería sentirse avergonzado.


– Sobrina de Scrooge: Es muy divertido, pero no es una persona
agradable.

– Hermana: Me dijiste que es muy rico.

– Sobrina de Scrooge: ¿Y con eso qué, hermana? No le sirve de


nada su riqueza. No hace nada con su dinero.

– Hermana: No vino a cenar con nosotros esta noche porque


está muy ocupado contando su dinero. Ja, ja, ja, ja…

– Sobrina de Scrooge: Prefirió enojarse con nosotros que venir


a divertirse.

– Scrooge: No les agrado.

– Espíritu de la Navidad Presente: No, a menos que el futuro


cambie.
– Scrooge: ¿Y cómo puedo cambiar el futuro?
– Narrador: La habitación desapareció y continuaron su viaje.
Entonces, el Espíritu de la Navidad Presente desapareció.

– Scrooge: Oh, nuevamente estoy en mi cama.

(Pero al incorporarse, otro espíritu flotaba en su cuarto. Estaba


vestido de negro y una capucha oscura ocultaba su rostro.)

– Scrooge: ¿Quién eres? Primero me visitó el Espíritu de la


Navidad Pasada, luego el Espíritu de la Navidad Presente. Tú
debes ser el Espíritu de la Navidad Futura. ¿Estás aquí para
mostrarme el futuro y cómo puedo cambiarlo?

– Narrador: El Espíritu no respondió (Scrooge lo siguió hacia la


calle frente a su oficina.)

– Scrooge: Los conozco. Hago negocios con ellos. Somos amigos.


Les caigo bien aunque no ocurra lo mismo con mi sobrino.

– Hombre1: Pobre viejo Scrooge.

– Hombre2: Lo sé, me da mucha pena.


– Hombre1: Me dijeron que estaba muy enfermo.

– Hombre2: ¿Quién lo cuidaba?

– Hombre1: Nadie. Ya sabes que siempre quiso vivir solo.

– Hombre2: Tampoco tenía amigos.

– Narrador: El Espíritu empezó a avanzar y Scrooge lo siguió


por la calle. Luego llegaron a una pequeña casa.

– Scrooge: Ya hemos estado aquí antes. Esta es la casa de


Gonzales.

– Narrador: Allí se encontraba el Sr. Roberto Gonzales


preocupado por su hijo

– Scrooge: ¿Por que está triste? La ultima vez que estuve aquí
estaban tan felices.

– Narrador: El niño estaba y a muy enfermo., La Sra. G o nzale s


entr ó a la habitación.

– Sra. Gonzales: Querido, ¿Qué vamos a hacer? ¿Le pediste


ayuda al Sr. Scrooge?

– Roberto: Sí, pero ya no puede ayudarnos. Pero su sobrina nos


ayudará.

– Sra. Gonzales: Espero que no sea demasiado tarde. ¿Qué


haremos sin nuestro hijo?

– Scrooge: ¿Por qué? Dime qué le sucede al pequeño. ¿Acaso, va


a morir? ¿Qué puedo hacer para ayudarlo? Por favor, ¡dime!

– Narrador: El Espíritu no respondió. Después todo se tornó


oscuro y Scrooge apareció en un lugar frio y neblinoso.

– Scrooge: ¿Dónde estamos? ¡Esto es un cementerio! ¿Por que me


trajiste a este lugar?
– Narrador: El Espíritu le mostró a Scrooge un ataud.

– Scrooge: Antes de que me acerque a ese ataud, dime algo… ¿es


la imagen de lo que será? ¿o solamente la imagen de lo que
puede ser?
– Narrador: El Espíritu no respondió. Entonces Scrooge
se acercó a observar la el ataud. Y allí estaba él: Evaristo Scrooge.

– Scrooge: ¡No! ¡No! Espíritu, escúchame! He cambiado! ¿Por


qué me muestras todo esto si ya he perdido toda esperanza? Por
favor, dime que puedo cambiar todo lo que me has mostrado.
Honraré la Navidad en mi corazón. Viviré en el pasado, en el
presente, y en el futuro. No olvidaré las lecciones que todos
los espíritus me han enseñado. Oh, por favor,

(Angustiado, tomó la mano del Espíritu, pero éste la rechazó y


Scrooge despertó en su cama.)

– Scrooge: Oh, gracias! Me han concedido otra oportunidad. No


sé qué día es hoy, o cuá n to tiempo he esta do con los
Espíritus. Me siento como un niño.

– Scrooge: ¡Oye tú! ¡A ti! ¿Qué día es hoy?

– Narrador: Es Navidad, señor. La mañana de Navidad.

– Scrooge: ¡Muy bien! No la he perdido.

– Scrooge: ¡Amigo!

– NARRADOR: ¿Dígame, señor?

– Scrooge: ¡Qué tengas una feliz Navidad!

– Narrador: Gracias, señor. Que usted también tenga una feliz


Navidad.

– Narrador: Scrooge ahora vestido con su mejor ropa, se


dirigió a buscar a su sobrina y a su amigo Roberto para invitarlos a
su casa. Se sentía realmente felizy emocionado.

– Sobrina de Scrooge: ¡Tío estoy feliz de verte! Me alegra que


hayas cambiado de opinión acerca de la Navidad

– Scrooge: Sí, gracias por aceptar.


– Hermana: Estamos felices de estar aquí

– Sra. Gonzales: ¡Oh, Sr. Scrooge! ¡Qué sorpresa!

– Scrooge: un placer para mí, entre por favor.

– Scrooge: Gonzales, has trabajado largas horas por muchos


años sin quejarte. Te subiré el sueldo y también te ayudaré a
sostener a tu familia.

– Roberto Gonzales: Oh gracias, Sr. Scrooge. Usted es ta n


generoso.

– Scrooge: ¡Feliz Navidad!

Que Dios nos bendiga. Que Dios bendiga a cada uno de nosotros.

FIN

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