Esguince, Toecedura, Luxacion y Fractura

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Enfermería Comunitaria

Esguince, torcedura, luxación y


Fractura

Materia: Enfermería Comunitaria


Profesora: Gotardo María
Alumnos: Martínez Natalia, Pereira Rosa, Perez
Dario, Verón Talía
Enfermería Comunitaria

Introducción

Los esguinces, las luxaciones y las fracturas son lesiones


traumáticas que afectan al aparato locomotor. Estas lesiones
se producen normalmente por caídas, accidentes laborales o
como consecuencia de la práctica deportiva.
En el presente trabajo se dará a conocer las causas y que
hacer en cada caso en primeros auxilios para evitar más
daños.
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Esguince
Un esguince es un estiramiento o desgarro de los
ligamentos, las bandas resistentes de tejido fibroso
que conectan dos huesos en las articulaciones.

Clasificación:
Según la gravedad de la lesión, coloquialmente se
puede referir de "leve" (cuando los ligamentos están
simplemente distendidos) a "grave" (cuando los ligamentos están rasgados o se
han cortado).
Clínicamente, se clasifican en tres tipos:
 Grado I: A veces llamados entorsis, consiste en distensión parcial del
ligamento, corresponde a lesiones que no incluyen rotura ni
arrancamiento (del ligamento respecto del hueso). En el examen físico,
la articulación suele aparecer hinchada y con dolor de intensidad
variable, pero pueden efectuarse los movimientos, y estos son normales.
Con tratamiento adecuado, la recuperación es total y sin secuelas. Es
síntoma frecuente de enfermedades genéticas que afectan al tejido
conectivo como el Síndrome de Ehlers-Danlos y el Síndrome de
Hiperlaxitud articular.

 Grado II: Se caracterizan


por el desgarro parcial de
los ligamentos y se
caracteriza por hematoma,
dolor moderado e
hinchazón. Presenta
movimientos anormalmente
amplios de la articulación, y
dolor muy intenso. La
persona con este tipo de
esguince suele tener cierta dificultad para apoyarse sobre la
articulación afectada y experimenta cierto grado de pérdida funcional.
Generalmente la recuperación es total, aunque requiere de mayores
tiempos de tratamiento, pero pueden llegar a dejar secuelas de leves a
moderadas.

 Grado III: Rotura total del ligamento con arrancamiento óseo


(tratamiento quirúrgico). La rotura de varios ligamentos puede causar
una luxación si se pierde completamente la congruencia articular. La
radiografía es indispensable para detectar las características de la
lesión ósea. Casi siempre dejan secuelas de moderadas a graves
(dolores persistentes, rigidez, inestabilidad y fragilidad de la
articulación).

Síntomas:
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 Dolor al ejercer presión con la parte afectada


 Hinchazón
 Inflamación
 Cambio de color de la piel, especialmente hematomas

Causas:
Una caída, una torsión brusca o un golpe que implican la pérdida de la
posición normal de una articulación pueden provocar un esguince, con el
resultado de un estiramiento excesivo o una rotura del ligamento que
estabiliza dicha articulación.
Los esguinces suelen afectar a articulaciones como el tobillo, la rodilla o la
muñeca, aunque pueden producirse en cualquier otra articulación del cuerpo.
Los extremos inferiores de la tibia y el peroné forman, junto al hueso del
talón, la articulación del tobillo, que está sostenida por varios ligamentos. La
mayor parte de los esguinces de tobillo se producen cuando el pie se tuerce
hacia el interior (lesión por inversión) al correr, saltar o caerse, derivando en la
lesión de uno o más ligamentos laterales. El ligamento más frecuentemente
afectado es el talofibular anterior, seguido del calcaneofibular.
Los niños tienen zonas de tejido más suave, llamadas placas de
crecimiento, cerca de los extremos de los huesos. Los ligamentos que rodean
una articulación suelen ser más fuertes que estas placas de crecimiento, por
lo que los niños tienen más probabilidades de experimentar una fractura que
un esguince.

Factores de riesgo:

Los factores que contribuyen a los esguinces incluyen los siguientes:

 Condiciones ambientales. Las superficies resbaladizas o desniveladas


pueden hacerte más propenso a las lesiones.
 Fatiga. Los músculos cansados tienen menos probabilidades de
proporcionar un buen soporte para las articulaciones. Cuando estás
cansado, también es más probable que sucumbas a fuerzas que
podrían tensar una articulación.
 Equipo inadecuado. El calzado u otro equipo deportivo que no calza
bien o que está mal mantenido pueden contribuir al riesgo de sufrir un
esguince.

Primeros auxilios

Los pasos para la aplicación de primeros auxilios se basa en acrónimo


F.E.R.I.:

 Frio: Aplique hielo inmediatamente para reducir la inflamación.


Envuelva el hielo en un pedazo de tela y no lo aplique
directamente sobre la piel. Puede ser aplicado durante 10-15
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minutos (No se debe superar los 20 minutos ya que podría tener


heridas por frio y congelación), de 3 a 4 veces al día.
 Elevación: Mantener elevado el miembro afectado por un
esguince (en relación con el resto del cuerpo) permitirá minimizar
aún más la hinchazón y ayudará a disminuir los moretones.
 Reposo: La lesión debe permanecer inmóvil y no se debe aplicar
fuerza adicional en el sitio del esguince: por ejemplo, en el caso de
un esguince de tobillo, se debe evitar el caminar
 Inmovilizar: Es necesario usar apósitos, vendajes u otro tipo de
envolturas para inmovilizar la lesión y brindar soporte. Cuando se hace
el vendaje de un esguince, debe aplicarse más presión en la parte más
distal de la lesión y disminuirla en dirección del corazón; esto permite
que parte de los fluidos de la herida sean dirigidos hacia el torrente
sanguíneo y se reciclen. Además ayudara a recudir o impedir la
formación de un edema.

Torcedura
Una torcedura es una lesión en un músculo y/o
tendones. Los tendones son cordones fibrosos de tejido
que unen los músculos con el hueso. Las torceduras a
menudo ocurren en el pie, la pierna, (típicamente en los
músculos del muslo) o en la espalda.

Semejantes a los esguinces, las torceduras pueden ser


un simple estirón en el músculo o tendón, o pueden ser un
desgarre parcial o completo en la combinación de músculo
y tendón.

Clasificación:

Las torceduras son el resultado de torcimientos o tirones de un músculo o


tendón y pueden clasificarse:
 Agudas: Entre las causas de torceduras agudas se hallan los
traumatismos, el hecho de levantar objetos pesados de manera
incorrecta o el forzar de forma excesiva la musculatura. Además de
que son frecuentes en deportistas en momentos de sobreesfuerzo.
 Crónicas: Las torceduras crónicas suelen producirse por malas
posturas sostenidas. Suelen afectar a profesiones como secretarias,
amas de casa o aquellas personas sometidas a estrés psíquico.

Síntomas:
Los síntomas típicos de una torcedura incluyen dolor, espasmos
musculares, debilidad muscular, hinchazón, inflamación y calambres.

Tratamiento:
El tratamiento inicial de las torceduras consiste en la aplicación local de
calor mediante duchas calientes, paños o mantas eléctricas y reposo,
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inmovilizando la zona afectada. Además de ser necesario el médico debe


prescribir fármacos antiinflamatorios.

Luxación
Las articulaciones forman parte del sistema musculo esquelético, que está
constituido por los huesos, los músculos y los tejidos que los conectan
(ligamentos, tendones y otros tejidos conjuntivos, llamados tejidos blandos). El
sistema musculo esquelético le da al cuerpo su forma, lo estabiliza y le permite
moverse

En las luxaciones, los huesos


que forman la articulación están
completamente separados. En la
subluxación, los huesos están
parcialmente fuera de posición y
no separados por completo. Las
luxaciones pueden ir
acompañadas de lesiones en
otros tejidos del sistema
musculoesquelético, como las
siguientes:

 Fracturas: los huesos se pueden agrietar o romper. Por lo general, los


tejidos que rodean los huesos fracturados también están lesionados.
 Esguinces: los ligamentos (que unen los huesos entre sí) pueden
haberse desgarrado.
 Esguinces: los músculos se pueden desgarrar.
 Rotura de tendón: los tendones (que unen el músculo al hueso) se
pueden romper.
Clasificación:
 Una luxación es la separación completa de los huesos que forman una
articulación. En la subluxación, los huesos de una articulación están
parcialmente fuera de su posición.
 Las luxaciones pueden ser abiertas (la piel está desgarrada) o cerradas
(la piel no está desgarrada).
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 Las luxaciones generalmente afectan una extremidad, pero pueden


ocurrir en otras partes del cuerpo, como la mandíbula, el cuello o la
columna vertebral.

Causas:

 La causa más frecuente de las luxaciones y otras lesiones de los


tejidos musculoesqueléticos es un traumatismo. El traumatismo
incluye

 Un traumatismo directo, como sucede en caídas o accidentes de


tráfico.

 Las lesiones por desgaste, como ocurre durante las actividades


diarias o como resultado de movimientos vibratorios o sacudidas.

 El uso excesivo, como sucede con el sobreentrenamiento deportivo.

 La gravedad de una luxación depende en parte del tipo y la


intensidad del traumatismo que la ha provocado.

 Algunas luxaciones se producen durante la práctica de


determinados deportes (véase Lesiones deportivas).
 Algunos trastornos aumentan la probabilidad de luxaciones. Un
ejemplo es el síndrome de Ehlers-Danlos, un trastorno hereditario
muy poco frecuente del tejido conjuntivo que hace que las
articulaciones sean inusualmente flexibles. Las personas con este
trastorno son propensas a sufrir luxaciones y esguinces.

Síntomas:

Cuando se produce una luxación, los huesos pueden estar claramente


fuera de su posición. La articulación puede verse deformada o curvada. Un
hueso puede sobresalir de forma anormal, provocando que la piel que lo rodea
se estire y sobresalga.

Las luxaciones causan los síntomas siguientes:

 Dolor
 Hinchazón
 Incapacidad para usar la parte lesionada con normalidad
 Hematomas o decoloración
 Posiblemente pérdida de la sensibilidad (entumecimiento o sensaciones
anómalas)

La zona que rodea la luxación duele, sobre todo cuando la persona


afectada trata de cargar peso sobre la parte lesionada o trata de utilizarla. Es
sensible al tacto.

Con frecuencia, la parte lesionada (como un brazo, una pierna, una mano,
un dedo de la mano o un dedo del pie) no se puede mover con normalidad.
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Se pueden formar hematomas alrededor de la articulación luxada.


Aparecen cuando existe un sangrado por debajo de la piel. Al principio, el
moratón es de color negro violáceo y, lentamente, con el transcurso de los
días, se va tornando entre verde y amarillo a medida que la sangre se
descompone y el organismo la reabsorbe.

Debido a que los movimientos de la parte lesionada son dolorosos, el


paciente generalmente no quiere realizar movimientos. Si el paciente no puede
hablar (como en el caso de niños pequeños o ancianos), la negativa a mover
una parte del cuerpo puede ser el único signo de una luxación.

Complicaciones:

Las luxaciones pueden ir acompañadas de otros problemas


(complicaciones) u ocasionarlos. Sin embargo, las complicaciones graves no
son frecuentes. El riesgo de complicaciones graves aumenta si la piel se rompe
o si se lesionan los vasos sanguíneos o los nervios. Una luxación, a menos que
se reduzca de forma precoz, es más propensa a lesionar los vasos sanguíneos
y los nervios que una fractura.

Algunas complicaciones (como la lesión de los vasos sanguíneos y los


nervios y las infecciones) se producen durante las primeras horas o días
después de la lesión. Otras (como los problemas con las articulaciones y los
defectos de consolidación) se desarrollan con el tiempo.

 Fracturas: La lesión que produce la luxación también puede haber


provocado una fractura. En muy pocos casos, las fracturas provocan
que los músculos lesionados cercanos se hinchen tanto que se reduzca
u obstruya el suministro de sangre hacia el miembro lesionado. Si no se
restablece el flujo de sangre, la extremidad finalmente se siente fría y se
vuelve azul y los tejidos de la extremidad se dañan o mueren. Este
trastorno se denomina síndrome compartimental.
 Lesiones de los vasos sanguíneos: Una luxación de cadera o rodilla
puede interrumpir el flujo de sangre a la pierna. Por lo tanto, los tejidos
de la pierna no pueden obtener sangre suficiente (lo que se denomina
isquemia) y pueden morir (lo que se denomina necrosis). Una cadera
luxada (dislocada) es propensa a la necrosis, especialmente si la
luxación no se reduce rápidamente. En una luxación de cadera, se
produce un estrechamiento de los vasos sanguíneos que irrigan el
extremo superior del fémur (la parte de la articulación de la cadera
denominada cabeza femoral). Como resultado, esta parte del fémur no
recibe suficiente sangre. Cuando la rodilla está luxada (dislocada), es
posible que la parte inferior de la pierna no reciba suficiente sangre. Si
la falta de sangre produce la muerte de una gran cantidad de tejido,
parte de la pierna puede tener que ser amputada. Ciertas lesiones del
codo pueden interrumpir el flujo sanguíneo al antebrazo, causando
problemas similares. La interrupción del suministro de sangre puede no
causar ningún síntoma hasta varias horas después de la lesión.
 Hemorragia: Las luxaciones graves o traumáticas pueden dañar los
tejidos que las rodean y causar hemorragias internas. Un hueso luxado
(dislocado) puede perforar la piel y causar una hemorragia externa.
 Lesión neurológica: A veces los nervios se estiran, se lesionan o se
aplastan cuando se luxa una articulación. Un traumatismo directo
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puede contundir o aplastar un nervio. Un aplastamiento provoca una


lesión más importante que una contusión. Estas lesiones suelen
curarse por sí mismas a lo largo de semanas, meses o años, en función
de la gravedad de la enfermedad. Con muy poca frecuencia, los nervios
se desgarran. Los nervios lacerados no sanan por sí solos y pueden
necesitar una reparación quirúrgica. Algunas lesiones nerviosas nunca
sanan por completo.
 Infecciones: Si al producirse la fractura se desgarra la piel la herida
puede infectarse, y la infección puede propagarse al hueso (lo que se
denomina osteomielitis). La osteomielitis es muy difícil de curar.
 Problemas articulares: A veces, una luxación daña el cartílago de los
extremos de los huesos de la articulación (lo que se denomina
superficies articulares). Normalmente, este tejido de protección liso y
resistente permite que las articulaciones se muevan sin problemas. El
cartílago lesionado suele cicatrizar, lo que produce artrosis, que a su
vez provoca rigidez en las articulaciones y limita su rango de
movimiento. La rodilla, el codo y el hombro son particularmente
propensos a desarrollar rigidez después de una luxación, especialmente
en personas mayores. Además, la lesión que causa la luxación puede
debilitar o desgarrar los tejidos que la estabilizan, como los ligamentos
y los tendones. Generalmente es necesaria la fisioterapia para prevenir
la rigidez y ayudar a que la articulación se mueva lo más normalmente
posible. Suele ser necesario el tratamiento quirúrgico para reparar el
cartílago dañado. Después de la cirugía, es menos probable que se
produzca una incongruencia articular (un escalón), y si se produce
tiende a ser menos grave. A veces se necesita cirugía para reparar las
roturas de ligamentos o de tendones.

Tratamiento:

Las complicaciones graves de las luxaciones requieren tratamiento


inmediato. Sin tratamiento, las lesiones pueden empeorar, llegando a ser más
dolorosas, siendo más probable que ocasionen una pérdida de función.
Además, algunas complicaciones, como el síndrome compartimental,
requieren atención de emergencia. Sin tratamiento, estas complicaciones
pueden causar problemas graves o incluso la muerte.

Si una persona cree que tiene una fractura u otra lesión grave, debe
acudir a un centro de urgencias. Si no puede caminar o presenta varias
lesiones, debe ser trasladado en ambulancia. Hasta que pueda conseguirse
asistencia médica, se debe hacer lo siguiente:

1) Evitar que la extremidad lesionada se mueva (inmovilizarla) y


proporcionarle apoyo con una férula improvisada, un cabestrillo o una
almohada
2) Elevar la extremidad, si es posible por encima de la altura del corazón,
para limitar la inflamación
3) Aplicar hielo (cubierto por una toalla o un trapo) a la zona lesionada
para controlar el dolor y la inflamación.

Alivio del dolor:


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El dolor se trata, por lo general con analgésicos opiáceos y/o


antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

La utilización de F.E.R.I. (Frio, elevación, reposo e inmovilización).

Reducción:

Las luxaciones se vuelven a colocar en su posición normal (lo que se


denomina realineación o reducción).

La reducción se suele llevar a cabo sin necesidad de cirugía (lo que se


denomina reducción cerrada) mediante manipulación de los fragmentos (por
ejemplo traccionando y/o girando la extremidad). Después de realizar la
reducción, el médico suele solicitar radiografías para determinar si las partes
lesionadas están en su posición normal.

Algunas luxaciones deben ser realineadas quirúrgicamente (lo que se


denomina reducción abierta).

La reducción es dolorosa, por tanto, generalmente, antes del


procedimiento se administra al paciente analgésicos, sedantes y/o un
anestésico. Los tipos de fármacos que se utilizan dependen de la gravedad de
la lesión y de cómo se debe llevar a cabo la reducción:

 Reducción cerrada de dislocaciones menores (tales como las de


los dedos de la mano o del pie): puede que únicamente sea
necesario inyectar un anestésico local, como la lidocaína, cerca de
la parte lesionada.
 Reducción cerrada de dislocaciones mayores (como las del brazo,
el hombro o la pierna): pueden administrarse un sedante y
analgésicos intravenosos. El sedante adormila el sujeto, pero no le
sumerge en un estado de inconsciencia. También se puede
administrar un anestésico local mediante una inyección. Por
ejemplo, si el paciente tiene una luxación de hombro, se puede
inyectar lidocaína en la articulación del hombro.
 Reducción abierta: se administra al paciente anestesia general
mediante inyección o mediante una mascarilla, de forma que pierda
la consciencia. Este procedimiento se realiza en el quirófano.

Inmovilización:

Después de realinear la lesión, se debe evitar que esta se desplace (es


decir, necesita ser inmovilizada).

Por lo general después de una reducción cerrada de una fractura se utiliza


un yeso, una férula o un cabestrillo. Algunas luxaciones articulares requieren
solo un cabestrillo o una férula, que se aplica después de volver a colocar la
articulación en su posición normal.

La inmovilización reduce el dolor y ayuda a la curación al prevenir que se


produzcan más lesiones en los tejidos circundantes. La inmovilización es útil
para la mayoría de las luxaciones moderadas o graves. Se inmobilizan las
articulaciones situadas a ambos lados de la lesión.
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Si la inmovilización dura demasiado tiempo (por ejemplo, durante más de


un par de semanas en adultos jóvenes), la articulación puede volverse rígida, a
veces de forma permanente, y los músculos pueden acortarse (provocando
contracturas) o disminuir su volumen (atrofiarse). Se pueden formar coágulos
de sangre. Estos problemas pueden desarrollarse rápidamente, y las
contracturas pueden llegar a ser permanentes, por lo general en las personas
mayores. En consecuencia, el médico recomienda el movimiento tan pronto
como sea posible.

Los yesos se utilizan generalmente para las lesiones que deben


mantenerse inmovilizadas durante semanas.

Para aplicar un yeso, el médico envuelve la zona lesionada en una tela, a


la que después aplica una capa de un material de algodón suave para proteger
la piel de la presión y el roce. Sobre este vendaje se aplica unas vendas de yeso
o de fibra de vidrio que se endurecen cuando se secan. El yeso se moldea bien
y es menos probable que roce contra el cuerpo. Las inmovilizaciones con fibra
de vidrio son más fuertes, más ligeras y más duraderas. Después de
aproximadamente una semana disminuye la hinchazón. A continuación, la
férula de yeso a veces puede ser reemplazada por una inmovilización con fibra
de vidrio que en esta fase se adapta más fácilmente a la extremidad.
A los pacientes a los que se les coloca un yeso se les proporcionan
instrucciones específicas para su cuidado. Si un yeso no se cuida
adecuadamente, pueden aparecer problemas. Por ejemplo, si se moja un yeso,
el acolchado protector bajo el yeso puede empaparse, siendo imposible secarlo
por completo. Como resultado, la piel puede reblandecerse y erosionarse, y
pueden formarse úlceras. Además, si un yeso se moja, puede reblandecerse y,
por lo tanto, no proteger e inmovilizar la zona lesionada.

Fractura

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más


común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva.
La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede
necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Clasificación:

Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos.


Dependiendo del tipo de daño,
se clasifican de la siguiente
manera:

 Avulsión: Un fragmento
de hueso se arranca de
la parte principal del
hueso. Un ligamento
puede traccionar de un
fragmento óseo si la
fuerza externa es lo
suficientemente intensa,
como puede ocurrir en
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una caída. Un tendón puede arrancar un fragmento de hueso si el


músculo al que está unido se contrae con fuerza suficiente, como puede
ocurrir en los deportistas jóvenes. Las fracturas por avulsión suelen
producirse en la mano, el pie, el tobillo, la rodilla o el hombro.
 Cerrada: La piel sobre el hueso fracturado no se desgarra.
 Conminuta: El hueso se rompe en tres o más fragmentos. A menudo, el
hueso se rompe en muchos fragmentos muy pequeños. Estas fracturas
son causadas con frecuencia por un traumatismo de alta energía, como
ocurre en un accidente de tráfico. También pueden ocurrir en personas
con osteoporosis, que debilita los huesos.
 Compresión: El hueso se dobla sobre sí mismo. Estas fracturas suelen
producirse en personas de edad avanzada (por lo general en las que
tienen osteoporosis). Las vértebras a menudo se ven afectadas (lo que se
denomina fractura por aplastamiento vertebral).
 Fractura en tallo verde: El hueso en parte está fracturado y/o doblado
pero no completamente roto. Estas fracturas en tallo verde solo ocurren
en los niños.
 Abierta: La piel y los tejidos que recubren el hueso fracturado se
desgarran, y puede verse el hueso que asoma a través de la piel.
Suciedad, desechos o bacterias pueden contaminar fácilmente la herida
y pueden provocar una infección en el hueso roto.
 Osteoporótica: Las fracturas osteoporóticas son el resultado de la
osteoporosis (pérdida progresiva de la densidad ósea), que debilita los
huesos y los hace más propensos a quebrarse. Las fracturas
osteoporóticas (en ocasiones denominadas fracturas de fragilidad) se
producen en personas de edad avanzada, por lo general en las caderas,
las muñecas, la columna vertebral, los hombros o la pelvis.
 Segmentaria: Hay dos fracturas separadas en el mismo hueso. Las
fracturas segmentarias son un tipo de fractura conminuta.
 Estrés: Una fractura por fatiga tiene lugar cuando el hueso sufre
presión repetidamente como consecuencia de ciertas actividades, como
caminar con una mochila pesada o correr. Las fracturas por fatiga
suelen ser fisuras pequeñas en un hueso (a veces denominadas
fracturas fisurarías o fracturas óseas capilares). Las fracturas por fatiga
son habituales en los huesos que cargan peso, como los del pie y los de
la zona inferior de la pierna.
Causas:

La causa más frecuente de las fracturas es un traumatismo. El


traumatismo incluye:

 Un traumatismo directo, como sucede en caídas o accidentes de tráfico


 Fuerza moderada repetida, como puede ocurrir en los corredores de
larga distancia o en los soldados que marchan con una carga pesada en
la espalda (estas fracturas se denominan fracturas por sobreesfuerzo)
 Algunas fracturas se producen durante la actividad deportiva.

Algunos trastornos pueden debilitar el hueso. Entre estos factores se


incluyen los siguientes:

 Ciertas infecciones: Tumores óseos (que pueden ser cancerosos o no),


incluidos los cánceres que se han diseminado (metástasis) desde
cualquier parte del cuerpo hasta el hueso
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 Osteoporosis: Las personas con uno de estos trastornos también son


más propensas a romperse un hueso, incluso cuando la fuerza ejercida
es leve. Este tipo de fracturas se denominan fracturas patológicas.

La gravedad de la fracturas depende en parte de la intensidad del


traumatismo. Por ejemplo, una caída desde la propia altura suele causar
fracturas menores, pero una caída desde un edificio alto puede causar
fracturas graves que afectan a múltiples huesos.

Síntomas:

El síntoma más claro de una fractura es el Dolor. La parte lesionada


duele, especialmente cuando el sujeto trata de cargar peso o mover la
extremidad. La zona que rodea a la fractura es dolorosa al tacto. Otros
síntomas incluyen:

 Hinchazón
 Una parte que se ve deformada, doblada o fuera de su posición
 Hematomas o decoloración
 Incapacidad para usar la parte lesionada con normalidad
 Posiblemente pérdida de la sensibilidad (entumecimiento o sensaciones
anómalas)

Las fracturas generalmente causan hinchazón, pero ésta puede tardar


horas en aparecer y, en algunos tipos de fracturas, es muy leve.

Cuando los músculos que rodean la zona lesionada tratan de mantener el


hueso fracturado en su posición se pueden producir espasmos musculares,
causando un dolor adicional.

Se producen hematomas cuando existe un sangrado por debajo de la piel.


La sangre puede provenir de los vasos sanguíneos del hueso fracturado o de
los tejidos circundantes. Al principio, el moratón es de color negro violáceo y
se va tornando entre verde y amarillo a medida que la sangre se descompone y
el organismo la reabsorbe. Esta puede desplazarse a bastante distancia de la
fractura, lo que causa un hematoma de grandes dimensiones o bien un
hematoma a cierta distancia de la zona lesionada. La sangre puede tardar
semanas en reabsorberse. La sangre acumulada produce dolor temporal y
rigidez en las estructuras circundantes. Por ejemplo, las fracturas del hombro
pueden causar moratones en todo el brazo y provocar dolor en el codo y en la
muñeca.

El dolor, igual que la fractura misma, impide a menudo que la persona


afectada mueva la parte fracturada con normalidad.

Debido a que los movimientos de la parte lesionada son dolorosos, el


paciente generalmente no quiere realizar movimientos. Si el paciente no puede
hablar (como en niños pequeños o ancianos), la negativa a mover una parte
del cuerpo puede ser el único signo de una fractura. Sin embargo, algunas
fracturas no impiden a la persona afectada mover la zona lesionada. El hecho
de que la zona lesionada pueda moverse no significa que no haya fractura.

Complicaciones:
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Las fracturas pueden ir acompañadas de otros problemas (complicaciones)


u ocasionarlos. Sin embargo, las complicaciones graves no son frecuentes. El
riesgo de complicaciones graves aumenta si la piel se rompe o si se lesionan
los vasos sanguíneos o los nervios.

Algunas complicaciones (como la lesión de los vasos sanguíneos y los


nervios, el síndrome compartimental, la embolia grasa, y las infecciones) se
producen durante las primeras horas o días después de la lesión. Otras (como
los problemas con las articulaciones y los defectos de consolidación) se
desarrollan con el tiempo.

1) Lesiones de los vasos sanguíneos: Muchas fracturas causan un


sangrado visible alrededor de la lesión. En raras ocasiones, el sangrado
dentro del cuerpo (sangrado interno) o a través de una herida abierta
(sangrado externo) es lo suficientemente importante como para causar
una disminución peligrosa de la tensión arterial (shock, choque). Por
ejemplo, se puede producir un choque (shock) cuando una fractura del
fémur o de la pelvis causa una hemorragia interna grave. Si una
persona está tomando un medicamento para prevenir la formación de
coágulos sanguíneos (un anticoagulante), una lesión relativamente
menor pueden causar un sangrado importante.
2) Lesión neurológica: A veces los nervios se estiran, se lesionan o se
aplastan cuando se fractura un hueso. Un traumatismo directo puede
contundir o aplastar un nervio. Estas lesiones suelen curarse por sí
mismas a lo largo de semanas, meses o años, en función de la gravedad
de la enfermedad. Algunas lesiones nerviosas nunca sanan por
completo.

En raras ocasiones, los nervios se rompen, a veces debido a la


presencia de fragmentos afilados de hueso. Es más fácil que se
produzca una laceración nerviosa cuando la piel está rota. Los nervios
lacerados no sanan por sí solos y pueden necesitar una reparación
quirúrgica.

3) Embolia pulmonar: La embolia pulmonar es la complicación grave más


frecuentemente asociada a las fracturas graves de la cadera o la pelvis.
Se produce cuando tras formarse un coágulo sanguíneo en una vena,
éste se desprende (convirtiéndose en un émbolo), alcanza el pulmón y
allí bloquea una arteria. Como resultado, es posible que el cuerpo no
reciba suficiente oxígeno.
4) Embolia grasa: En raras ocasiones se produce una embolia grasa.
Puede ocurrir cuando se fracturan los huesos largos (como el fémur) y
se libera la grasa del interior del hueso (médula ósea). La grasa puede
desplazarse a través de las venas, alojarse en los pulmones y obstruir
allí un vaso sanguíneo, causando una embolia pulmonar. Como
resultado, el organismo no recibe suficiente oxígeno, y el paciente puede
presentar una sensación de falta de aire y dolor torácico. La respiración
puede llegar a ser rápida y superficial, y la piel puede adquirir un
aspecto moteado o un color azul.
5) Síndrome compartimental: En raras ocasiones, se produce un
síndrome compartimental. Por ejemplo, cuando los músculos
lesionados se hinchan mucho después de una fractura del brazo o de la
pierna. Debido a que la inflamación ejerce presión sobre los vasos
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sanguíneos cercanos, el flujo de sangre a la extremidad lesionada se


reduce o se interrumpe. Como resultado, los tejidos de la extremidad
pueden lesionarse o morir, y el miembro puede tener que ser amputado.
Si no se trata con rapidez, el síndrome puede ser mortal. El síndrome
compartimental ocurre con mayor frecuencia en personas que
presentan determinadas fracturas en la parte inferior de la pierna,
determinadas fracturas del brazo o una fractura de Lisfranc (un tipo de
fractura del pie).
6) Infecciones: Si al producirse la fractura se desgarra la piel la herida
puede infectarse, y la infección puede propagarse al hueso (lo que se
denomina osteomielitis que es muy difícil de curar).
7) Miembros desiguales: En los niños, si la placa (o cartílago) de
crecimiento de una pierna se fractura, es posible que la pierna afectada
no crezca normalmente y sea más corta que la pierna no afectada. Las
placas de crecimiento, que están formadas por cartílago, permiten que
los huesos crezcan hasta que el niño alcanza su estatura máxima. Si
una fractura no afecta el cartílago de crecimiento, puede estimular el
crecimiento óseo desde el propio lugar de la fractura. Si estimula el
crecimiento, la pierna fracturada puede crecer demasiado y ser más
larga que la otra pierna.

En los adultos, la cirugía para reparar el fémur puede dar como


resultado que una pierna sea más larga que la otra.

Problemas relacionados con la curación

A veces, los extremos de un hueso fracturado no cicatrizan como se


esperaba. Es posible que no se unan los extremos (lo que se denomina
seudoartrosis).

Los extremos cicatricen muy lentamente (lo que se denomina retardo de


consolidación).

Cicatricen en una posición incorrecta (lo que se denomina consolidación


viciosa).

La probabilidad de que aparezcan estos problemas es mayor cuando los


huesos fracturados no se mantienen uno junto al otro y no se protegen del
movimiento (lo cual indica que no están inmovilizados con un yeso o una
férula).

El suministro de sangre se interrumpe: Algunos trastornos, como la


diabetes y la enfermedad vascular periférica, y ciertos fármacos, como los
corticosteroides, pueden retrasar o interferir con la cicatrización ósea.

Tratamiento:

Si una persona cree que tiene una fractura u otra lesión grave, debe
acudir a un centro de urgencias. Si no puede caminar o presenta varias
lesiones, debe ser trasladado en ambulancia. Hasta que pueda conseguirse
asistencia médica, se debe hacer lo siguiente:
Enfermería Comunitaria

1) Evitar que la extremidad lesionada se mueva (inmovilizarla) y


proporcionarle apoyo con una férula improvisada, un cabestrillo o
una almohada
2) Elevar la extremidad, si es posible por encima de la altura del
corazón, para limitar la inflamación
3) Aplicar hielo (cubierto por una toalla o un trapo) a la zona
lesionada para controlar el dolor y la inflamación.

Las fracturas en los niños suelen tratarse de manera diferente a las


fracturas en los adultos, ya que los huesos de los niños son más pequeños,
más flexibles, menos quebradizos y aún están creciendo. Las fracturas en los
niños se curan mejor y más rápidamente que las de los adultos. Varios años
después, en la mayoría de las fracturas de los niños, el hueso aparece casi
normal en la radiografía.

En los niños, a menudo es preferible el tratamiento con yeso a la cirugía


debido a que desarrollan menos rigidez después de llevar un yeso que los
adultos.

Son más propensos a ser capaces de moverse con normalidad después de


llevar un yeso.

La cirugía cerca de una articulación puede dañar la parte del hueso que
permite a los niños crecer (placa de crecimiento).

Tratamiento de las lesiones graves:

En el servicio de urgencias, los médicos determinan la presencia de


lesiones que requieran tratamiento inmediato.

Si se ha producido un desgarro en la piel, la herida se limpia, por lo


general después de utilizar un anestésico local para adormecer la zona, y se
cubre con un vendaje estéril. Además, a la persona lesionada se le administra
una vacuna para prevenir el tétanos y antibióticos para prevenir la infección.

Para asegurarse de que la parte lesionada no se vea privada de sangre, se


reparan quirúrgicamente las arterias dañadas a menos que estas sean
pequeñas y el flujo sanguíneo no esté afectado.

También se reparan quirúrgicamente los nervios cortados, pero esta


cirugía se puede retrasar hasta varios días después de la lesión, si es
necesario. Si los nervios están comprimidos o contundidos, pueden sanar por
sí solos.

Alivio del dolor

El dolor se trata tan pronto como sea posible, por lo general con
analgésicos opiáceos y/o paracetamol (acetaminofeno) o bien mediante la
inyección de un medicamento anestésico en los nervios de la zona (lo que se
denomina un bloqueo nervioso). Un bloqueo nervioso impide que los nervios
envíen señales de dolor al cerebro.
Enfermería Comunitaria

Aspirina (ácido acetilsalicílico) y otros fármacos antiinflamatorios no


esteroideos (AINE) a veces no se recomiendan debido al riesgo de hemorragia.
Sin embargo, si no se planea ninguna operación, se pueden utilizar AINEs.

El tratamiento F.E.R.I. también puede ser eficaz para las personas que,
además de una factura, presentan lesiones de partes blandas. El tratamiento
F.E.R.I. se utiliza para tratar los músculos, los ligamentos y los tendones
lesionados.

La protección ayuda a prevenir lesiones añadidas que podrían empeorar la


original. Puede consistir en limitar el uso de la parte lesionada, evitar poner
peso sobre la parte del cuerpo lesionada, usar muletas y/o usar una férula o
un yeso (o escayola).

El reposo evita una lesión mayor y puede acelerar la curación.

El hielo y la compresión minimizan la inflamación y el dolor. El hielo se


aplica mediante una bolsa de plástico, toalla, o un paño que se mantiene
durante 15 a 20 minutos cada vez, tan a menudo como sea posible durante
las primeras 24 a 48 horas. Por lo general, la compresión se aplica a la herida
mediante un vendaje elástico.

La elevación de la extremidad lesionada ayuda a drenar el líquido de la


lesión y por lo tanto a reducir la inflamación. La extremidad lesionada se eleva
por encima del nivel del corazón durante los primeros 2 días.

Después de 48 horas, el paciente puede aplicar periódicamente calor (por


ejemplo, con una almohadilla térmica) durante 15 a 20 minutos cada vez. El
calor puede aliviar el dolor. Sin embargo, no está claro si es preferible aplicar
calor o hielo, y lo que funciona mejor puede variar de un sujeto a otro.

¿Cómo se reconoce si es un esguince, luxación y fractura?


Lesión Síntoma Actuación
Dolor que aumenta a la palpación. Evitar movilizaciones.

Fractura Inflamación y amoratamiento. Valorar pulsos distales.

Deformidad. Inmovilizar.

Impotencia funcional Evacuar.


Dolor. Inflamación y Evitar movilizaciones.
amoratamiento.
Luxación Inmovilizar.
Deformidad.
Evacuar.
Impotencia funcional.
Esguince Dolor. Aplicar frío local.

Inflamación. Inmovilizar.

Evacuar
Enfermería Comunitaria

Bibliografía:
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/sprains/symptoms-
causes/syc-20377938
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/sprains/diagnosis-
treatment/drc-20377943
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Esguince
https://cuidateplus.marca.com/ejercicio-fisico/diccionario/fractura.html
https://www.msdmanuals.com/es-ar/hogar/traumatismos-y-
envenenamientos/fracturas/introducci%C3%B3n-a-las-fracturas
https://www.msdmanuals.com/es-ar/hogar/traumatismos-y-
envenenamientos/luxaciones/introducci%C3%B3n-a-las-dislocaciones-
luxaciones

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