Comentario PDV

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“PASTORES DABO VOBIS”

GAMARRA, SATURNINO, “Pastores dabo vobis”, en Profesores de la Facultad de Teología de Burgos (dir.)
Diccionario del Sacerdocio (BAC, Madrid 2005) 599- 604

La Exhortación apostólica Pastores dabo vobis de Juan Pablo II , del 25 de marzo de 1992, tuvo una acogida tan
favorable y cuenta en la actualidad con el reconocimiento tan generalizado que pide unos puntos de estudio.

1.- Presentación y contenido

El sacerdocio ministerial y su formación disponen, desde el año 1992, del documento “Exhortación apostólica
postsinodal PDV de su santidad Juan Pablo II al episcopado, al clero y a los fieles sobre la formación de los
sacerdotes en la situación actual”. Es fruto de los trabajos de la 80 Asamblea general ordinaria del Sínodo de los
Obispos, del año 1990, sobre “La formación de los sacerdotes en la situación actual!. ¿N será suficiente el legado del
Vaticano II en OT y en PO, de la Ratio fundamentalis u¡inbstitutionis sacerdotalis y el documento Sacerdocio
ministerial del Sínodo de los obispos de 1971? (cf.Ceprile. “La identità sacerdotale nel Sínodo de obispos de 1971”:
Seminarium 30 (1978) 43-62; J. Esquerda Bifet, “Historia de la espiritualidad sacerdotal, en AA.VV: Teología del
sacerdocio, XIX (Aldecoa, Burgos 1985). Una situación nueva estaba pidiendo una respuesta adecuada al momento.

a.- Contenido

Tras una introducción breve, pero marcada por la esperanza- se la ha definido como “Exhortación de la Esperanza”-
desarrolla el tema en seis capítulos.

Capítulo I: “Tomado de entre los hombres” (Heb 5, 1). ·La formación sacerdotal ante los desafíos del final del
segundo milenio”. Señala algunos de los elementos del análisis de la situación que estudiaron los Padres sinodales

Cap. II: “Me ha ungido y me ha enviado” (Is 61, 1). “Naturaleza y misión del sacerdocio ministerial”. Presenta una
síntesis muy trabada de la naturaleza del sacerdocio.

Cap. III: “El Espíritu del Señor está sobre mi” (Lc 4, 18. “La vida espiritual del sacerdote”. Responde con este capítulo
a uno de los temas en que más insistieron los padres sinodales.

Cap. IV. “Venid y lo veréis” (Jn 1, 39) “La vocación sacerdotal en la pastoral de la Iglesia!. Presenta la vocación como
gracia y como tarea.

Cap. V “Instituyó doce para que estuvieran con Él” (Mc 3, 13). “Formación de los candidatos al sacerdocio”. Es el
capítulo más largo y el que responde directamente a la finalidad de la Exhortación. Retoma ideas fundamentales de
los capítulos anteriores en orden a la formación, y lo hace en tres apartados: Dimensión de la formación sacerdotal,
ámbitos propios y protagonistas de la formación sacerdotal.

Cap. VI “Te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti” (2 Tim1,6). “Formación permanente de los
sacerdotes. Aborda un tema muy necesario y lo hace de forma novedosa

Conclusión “Os daré pastores según mi corazón “(Jer 3, 15). Es la frase con la que inicia y concluye la Exhortación.

b.- Algunas de sus características

Indicamos distintos aspectos que dan a la Exhortación un tono de novedad.

- Las frases bíblicas que abren la Exhortación y cada uno de sus capítulos marcan también su desarrollo. El
nervio del documento es una profecía y un testimonio creyente, inseparablemente unidos. Juan Pablo II, con
la cita de Jeremías “Os daré pastores según mi corazón”, se sitúa en las raíces del ministerio, más allá de
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cualquier estrategia de emergencia. La Exhortación, además de un documento teológico, es un escrito


teologal para llevarlo cara a Dios. Es una larga oración hundida en la Tradición apostólica y eclesial.

- Es un documento verdaderamente “postsinodal”, en cuanto que recoge y presenta el contenido de la


asamblea sinodal. El dato lo tenemos en las 82 citas literales de las Proposiciones del Sínodo que incluye la
Exhortación.

- Esta Exhortación sobre el sacerdocio tiene como destinatarios también a los fieles, y lo subraya de forma
especial. Esta referencia a los fieles cristianos está cuidada y es muy explícita. Se les hace ver que el
sacerdocio es don para ellos y que deben valorarlo, que de entre ellos deben surgir las nuevas vacaciones, y
que son parte activa no solo en la formación inicial de los seminaristas, sino también en la formación
permanente de los sacerdotes. La vocación y la vida del sacerdote será vinculada a la comunidad.

- El tratamiento del tema también tiene su novedad: más que un texto jurídico-técnico, es una síntesis
teológico- espiritual- pastoral preparada para acompañar al sacerdote a lo largo de todo el camino de su
vida.

c) Su recepción

Aunque no dispongamos de espacio para recoger todo el eco que supuso la publicación de la Exhortación, sin
embargo podemos dar fe de la buena acogida que tuvo (pueden servir de muestra los números monográficos de
Salesianum 50 (1993) 3- 146; Seminarios 38 (1992) 282-518; Surge 50 (1992) 233-398) “ He sentido la impresión de
estar ante un documento que comunica responsabilidad por el problema de las vocaciones sacerdotales y que
transmite al mismo tiempo confianza en Dios. Y todo él está impregnado de hondura serena “ ( R. Blázquez,
“Pastores dabo vobis!. Surge 50 (1992) 239) Creo que es importante por estos res conceptos: su densidad teológica;
su globalidad temática; por su persecución práctica “ ( D. Borobio, Pastores dabo vobis” Surge 50 (1992) 274).

La recepción que la Exhortación está teniendo actualmente, podrá contemplarse desde las citas que se aducen en las
conferencias y en las publicaciones sobre el sacerdocio, siendo aquéllas, a nuestro juicio, cada vez más numerosas
por la seguridad y el peso de autoridad que ofrecen; desde su incidencia en la formación de los Seminarios de hoy
( El Plan de formación sacerdotal para los Seminarios mayores, aprobado por la CEE, en 1996, fue actualizado
siguiendo las directrices de la Exhortación PDV); y desde su presencia en las programaciones de atención al clero
(Debe resaltarse la aportación de la CEC con sus publicaciones sobre los distintos aspectos de la formación, según
PDV).

2.- Claves de lectura

Nos referimos a los aspectos que consideramos más fundamentales del documento, que lo vertebran y desde lo que
se entenderá su desarrollo.

a.- La referencia trinitaria.-

La referencia a la Trinidad, que se está presente en el Vaticano II (LG 19,28; PO 1, 2,3, 6,15,16,17;OT 2,8) y en el
Sínodo de Obispos 1971 ( Sacerdocio ministerial 12, 17) tiene una relevancia especial en PDV. No basta decir que la
Exhortación tiene un trasfondo trinitario; puede afirmarse que la Trinidad está tan presente en el documento que es
su hilo conductor ( S. Gamarra. ”El ministerio sacerdotal en el reciente magisterio de la Iglesia”, en Secretariado
Trinitario. Ministerio sacerdotal y Trinidad (Secretariado Trinitario, Salamanca 1998; 135-148)

Presenta la identidad del sacerdocio, incluyendo expresamente la sacramentalidad y la relacionalidad desde la


Trinidad (PDV 12, 18), el ministerio se entiende y se ejerce en relación con la Trinidad (PDV 15, 26), la vida espiritual
del sacerdocio incluye la comunidad con la Trinidad (PDV46, 47,72); y la formación, tanto inicial como la
permanente, debe contar con la presencia de la Trinidad (PDV 45, 47, 72)
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La referencia que hace la Exhortación hace de la Trinidad supone mucho más que ampliar el campo teológico donde
situar el sacerdocio; se trata de la presencia viva y operante de la Trinidad en la vida y en el ministerio del sacerdote.
La identidad sacerdotal ya no puede plantearse sin ser referida a la Trinidad.

b.- La sacramentalidad

Este es un punto clave de la Exhortación, ya que plantea la identidad del presbítero desde la sacramentalidad: y es
referida no sólo al ministerio sino fundamentalmente a la persona ordenada. El presbítero, en virtud de su
ordenación, es un ser sacramental, signo, “icono” o instrumento de la acción de de Dios en la Iglesia, posibilitando la
actuación de Cristo Cabeza y Pastor, Siervo y Esposo /PDV 3, 15,16). El presbítero, desde su “ser” y “actuar”
sacramentaliza, manifiesta, actualiza, la capitalidad, el pastoreo y el servicio de Cristo en la Iglesia (PDV 16) y para el
mundo (PDV 18). Desde esta clave se entiende la insistencia en la configuración del presbítero en Cristo (PDV 15, 16,
18,20, 27,49) ( J. Cabeza Barba, “La identidad del presbítero: Seminarios 38 (1993) 309-318; C. Dumont, “La
“charuité pastorale” et la vocation au presbytérat. Á propos de L´Exhortation post-synodale “Pastores dabo
bobis”, en Nouv Rev. Théol 115 (1993) 217-220).

c.- La clave cristológica-eclesiológica.

Esta clave tiene un particular interés en este documento por l situación a la que quiere responder. No debe
olvidarse la corriente de opinión tendente a ver en la comunidad eclesial el principio originario del ministerio
sacerdotal. Puesto en esta situación, se explica el planteamiento que hade de la identidad del sacerdote situándola
en la Iglesia, pero desde la relación con Cristo: “la referencia a la Iglesia es pues necesaria, aunque no prioritaria, en
la definición de la identidad del presbítero! (PDV12); “la relación del sacerdocio con Jesucristo y en Él con su Iglesia-
en virtud de la unción sacerdotal- , se sitúa en el ser y en el obrar del sacerdote, o sea , en su misión o ministerio
“(PDV 16) . La relación con Cristo y su Iglesia no son relaciones “simplemente cercanas entre sí, sino unidas
interiormente en una especie de mutua inmanencia. La relación con la Iglesia se inscribe en la única y misma relación
del sacerdote con Cristo en el sentido de que la “representación sacramental “de Cristo es la que instaura y anima la
relación del sacerdote con la Iglesia “(PDV 16)

Resulta evidente que la Exhortación acentúa la relación del sacerdote con Cristo de forma prioritaria y que resalta
con fuerza su inserción en la Iglesia, su relación con ella (PDV 16; 35; 38; 40; 65; 78) ( Card. P. Laghi, “pastores dabo
bobis”. Presentaziones: Seminaroum 44 (1992( 505-517.)

d.- La formación

Si el objetico de la Exhortación es la formación de los sacerdotes resulta evidente que su lectura debe hacerse desde
la clave de la formación. Esta lectura podrá tener en cuenta estos aspectos peculiares.

- El planteamiento que la Exhortación hace de la formación inicial, teniendo siempre presente como punto de
referencia la identidad del sacerdote, se centra en la integración de las cuatro dimensiones de la formación
sacerdotal: la formación humana, la formación espiritual; la formación intelectual y la formación pastoral. Se plantea
una formación integral, aspecto que se tiene muy en cuenta ( Card. P. Laghi “ La formazione dei sacerdote allla duce
della “pastores dabo vobis”: Seminarium 45 (1993) 123-132).

- El capítulo dedicado a la formación permanente del sacerdote resulta novedoso e impactante. Es algo más que la
capacitación teológico- pastoral del sacerdote; plantea una formación integral, que incluye la dimensión humana,
espiritual, intelectual y pastoral; y permanente, es decir, que debe acompañar a los sacerdotes siempre, en cualquier
período o situación de su vida. Este planteamiento de PDV Ha provocado una fuerte reacción a favor de la
formación de los sacerdotes (Comisión Episcopal del Clero. La formación permanente de los sacerdotes ( Comisión
Episcopal Madrid 1993); Episcopado Italiano “letera delll´episcopato italiano ai presbiteri: “Ravviva il dono di Dio che
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è in te”: Il regno-documenti 38 (1993) 274-277; R. Sánchez Chamoso: La formación “permanente”: Seminaruios 38


(1992) 401-419).

- La Exhortación desvela una nueva forma de concebir la formación del sacerdote. La formación inicial cubre una
etapa, que necesita continuación en la formación permanente: “ En esta Exhortación se exponen separadamente la
formación inicial y la formación permanente, pro sin olvidar nunca la profunda relación que tienn entre si y que debe
hacer de las dos un solo proyecto orgánico de vida cristiana y sacerdotal” (PDV 42( S. Gamarra, “La formación
permanente de los sacerdotes en “Pastores dabo vobis”: Surge 51(1993) 418-445).

e.- La caridad pastoral.

La exhortación, que da a l caridad pastoral un papel central en la vida y el ministerio del sacerdote, no la pierde de
vista en la formación. Después de estudiar su naturaleza (PDV 23,70), la hace presente en la unificación de la vida y
de la persona del sacerdote (PDV 23), en el ministerio (PDV 23), en la comunión eclesial (PDV 23), en el celibato
(PDV 29) y en la entrega total del sacerdote (PDV 23)

Bibliografía

AA.VV. Salesianum 50 (1993) 3-146.


AA.VV. Seminarios 38 (1992) 282-518.
AA.VV. Surge 50 (1992) 233.398.
CAPRILE.G., “Un dono del Papa ai sacerdoti. L´esortazione apotolica postsinodale “Pastorees dabo vobis”: Civ Catt
143 (1992) 284-292
COMISION EPISCOPAL DEL CLERO; La formación espiritual de los sacerdotes, según “Pastores dabo vobis” (Edice.
Madrid 1995)
---- La formación humana de los sacerdotes, según “Pastores dabo vobis” (Edice, Madrid 1994)
---- La formación intelectual de los sacerdotes, según “Pastores dabo vobis” (Edice, Madrid 1997)
---- La formación pastoral de los sacerdotes, según “Pastores dabo vobis” (Edice, Madrid 1998)
----- Sacerdotes día a día. La formación permanente integral (Edice, Madrid 1995)
RUBIO MORÁN, L. (ed) La formación de los sacerdotes en la situación actual. Sínodo 90. Materiales y documentos
(Sígueme, Salamanca 1991)

GAMARRA, SATURNINO, “Pastores dabo vobis”, en Profesores de la Facultad de Teología de Burgos ( dir).
Diccionario del Sacerdocio (BAC, Madrid 2005) 599- 604

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